Fray Salvador de Mallea Granada festiva 1 NOTA INTRODUCTORIA En el fastuoso marco de las celebraciones consagradas al nacimiento del príncipe Felipe Próspero El Deseado destaca una obrita en prosa impresa en Granada en 1658. Se trata de Granada festiva en el real nacimiento del serenísimo príncipe Don Felipe Próspero, debida a la pluma del fraile trinitario calzado Fray Salvador de Mallea. Creo que es un excelente complemento de los dos romances anónimos incluidos en esta página web que glosan el mismo asunto. Pero no con los mismos registros: frente al conceptismo lacónico de aquellos, encontramos en Mallea la expresión prolija y desbordante, el recreo en el detalle, la descripción microscópica que desciende hasta el hilo usado en la trama de las libreas del último lacayo. Es esta uno de los rasgos del que hemos dado en llamar lenguaje de fastos. Recientemente esta singular narración ha sido editada por GRANADA LINGVISTICA en su colección de Textos áureos para una lingüística de corpus.1 Me permito trasladar aquí el contenido de la contraportada, que ilustra sobre los rasgos de la obra y de las características de su edición: 1 Granada festiva en el real nacimiento del serenísimo príncipe Don Felipe Próspero. El apogeo del lenguaje de fastos en la relación de Fray Salvador de Mallea. Granada 1658. Publicaciones de GRANADA LINGVISTICA, Jesús M. Morata y Juan de Dios Luque (eds.). Granada 2011. ISBN: 978-84-92782-58-1. 2 Fray Salvador de Mallea Granada festiva «La Granada barroca de 1657, tan distinta y a la vez tan parecida a la Granada de hoy, se nos muestra en todo su esplendor gracias a pluma de Fray Salvador de Mallea quien describe los dilatados festejos celebrados nuestra ciudad en ocasión del nacimiento del príncipe Felipe Próspero, el Deseado (y prematuramente malogrado). Con ampulosa meticulosidad el fraile trinitario se recrea contándonos los modos, tiempos y lugares de esparcimiento de los granadinos de entonces: corridas a pie y a caballo, juegos de cañas, fuegos artificiales, música callejera, mascaradas, repiques de campanas, salvas, desfiles, misas, sermones, autos sacramentales y danzas en el Corpus, visitas a la patrona (entonces lo era Nuestra Señora de Gracia), lucimiento y lujo de los poderosos... Y todo ello en sitios tan familiares como la Plaza de Bibarrambla, el Campo del Príncipe o la Carrera del Genil. En esta prolija descripción el lector avisado se ve sorprendido al comprobar cómo casi en cada párrafo, a veces en cada palabra, aflora lo que conocemos como el ser granadino, esa indefinible conjunción de gustos, hábitos, defectos y virtudes, pasiones y devociones, esa esencia telúrica y metafísica única, indagada por granadinos ilustres como Pedro Antonio de Alarcón, Ángel Ganivet o Federico García Lorca, que viene a ser la síntesis de una larguísima relación de civilizaciones sucesivas y adyacentes, de pobladores y paisaje, que ya había cristalizado en la época descrita, y en la que nos seguimos reconociendo aun hoy. Los editores ofrecen un texto fiel y actualizado de la obra de Mallea, y además proponen lo que podría llamarse una lectura guiada, es decir una anotación adecuada que permite al lector la recuperación de informaciones culturales y lingüísticas que hacen de puente entre la lengua y la mentalidad con que fue escrito el texto en el siglo XVII y las nuestras del siglo XXI.» Fray Salvador de Mallea Granada festiva 3 Puede el lector acceder a todos esos aspectos en la edición impresa de la obra de Mallea. En esta versión digital hallará el texto y las notas de la descripción, precedida de una sinopsis orientativa de los fastos. Criterios de edición De acuerdo con los criterios de la colección, ofrecemos una transcripción fiel del impreso de 1658, actualizada y sujeta a las normas ortográficas vigentes. —Se respetan, claro está, todos los aspectos morfosintácticos y léxicos del texto. No enmendamos arcaísmos ni vulgarismos (entre otras razones, porque muchos de ellos no podrían ser catalogados así en el siglo XVII). Las abreviaturas y las carencias del impreso se indican mediante su resalte en cursiva. —La puntuación y la discriminación de párrafos es de nuestra entera responsabilidad (la original, como suele ocurrir en impresos y manuscritos antiguos, es sumamente deficiente). —Indicamos con numeración arábiga entre corchetes y negrita la referencia al folio (recto o vuelto) del impreso, que se pospone al vocablo en los casos en que este queda cortado por el cambio de página. ***** 4 Fray Salvador de Mallea Granada festiva [SINOPSIS] —Fray Salvador de Mallea, autor de la relación, se la dedica al Rey Felipe IV. Comienza el libro —Fray Salvador se congratula del nacimiento del heredero y justifica la celebración de fiestas por acontecimientos como ese, basándose en las enseñanzas de la historia. y concretamente en los festejos que promovió el rey Felipe IV de Macedonia con motivo del nacimiento de su hijo Alejandro Magno. Día 10 de diciembre de 1657 —Llega a Granada la noticia del nacimiento del príncipe. El Presidente, Don Francisco Martín de Rodezno, manda que el reloj de la Chancillería suene sin concierto e informa del feliz suceso al Alcaide de la Alhambra, Don Juan Hurtado de Mendoza. Este ordena redoble de tambores, salvas de artillería y repique de campanas. —El pueblo granadino despierta y sale jubiloso a la calle. Hay repique general de campanas en la Catedral, Capilla Real, conventos y parroquias de la ciudad. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 5 Día 11 de diciembre de 1657 —Se reúne el Real Acuerdo, decreta tres noches de luminarias y fija para el día 13 una visita de acción de gracias al convento trinitario de la Virgen de Gracia, que, en aquellos tiempos, era la patrona de la ciudad (actualmente ese título corresponde a la Virgen de las Angustias). —El Cabildo Catedralicio se suma a los festejos propiciando fuegos de artificio, repique de campanas, misa solemne y música. —El Corregidor Don Juan Manuel Pantoja llama a Acuerdo y a Cabildo (con los Caballeros Veinticuatros) y se decretan tres días de luminarias en la ciudad. Se dispone igualmente una mascarada para esa noche, realizada por veintitrés parejas que recorren las calles granadinas. —La Alhambra y todos los recintos de la ciudad se iluminan. Se disparan salvas de cañón. Estallan vistosos fuegos artificiales, combinados con música callejera de instrumentos militares y repique de campanas, hasta que la mascarada accede al Campo del Príncipe. —El Marqués de Leganés organiza vistosísimos festejos en su residencia, situada en el Campo del Príncipe: hay desfile de soldados y de caballería, reparto de viandas y monedas, y otros regocijos. 6 Fray Salvador de Mallea Granada festiva Día 12 de diciembre de 1657 —Un nutrido tropel de jóvenes compone una divertida mojiganga, con disparatados e hilarantes disfraces para entretenimiento del pueblo. —A las nueve de la mañana el Real Acuerdo, acompañado de todos los estamentos representativos de la ciudad y un amplio séquito, acude en acción de gracias al convento de la Patrona, Nuestra Señora de Gracia, donde son recibidos por la comunidad de frailes trinitarios, que cantan, junto con la Real Capilla, el Te Deum laudamus. Se celebra una misa solemne y vuelve el cortejo a la Real Chancillería. —La Santa Inquisición cumple la acción de gracias en el convento de Santo Domingo el Real (Santa Cruz la Real). —Destaca la mascarada de los vecinos de la Carrera del Genil, formada por veinte parejas ricamente ataviadas. 13 de diciembre de 1657 —Misa solemne, con sermón, en la Catedral. Asisten el Cabildo, el Concejo y el Arzobispo. —La Ciudad nombra tres Caballeros Comisarios para dar personalmente la enhorabuena al rey por el nacimiento del príncipe: Don Diego Alarcón Barahona y Don Francisco Villaín y Salazar (Veinticuatros), y Gregorio de la Peñuela Méndez (Jurado). Estos Fray Salvador de Mallea Granada festiva 7 caballeros corren con todos los gastos y, admirando a la Corte por su gala y riqueza, besaron la mano del rey. 18 de diciembre de 1657 —El Marqués de Leganés organiza en el Campo del Príncipe, debidamente adornado y acotado, una corrida de toros. Don Diego de Ávalos, en su caballo castaño, alancea y mata doce toros. El Marqués concede la libertad a un buen número de sus esclavos. —El rey Felipe IV decreta un amplio indulto. 12 de febrero de 1658 —La Ciudad acuerda una celebración esplendorosa de fiestas de toros y cañas. Nombra Comisarios de tales fiestas a Don Antonio de Ojeda (Veinticuatro) y al Capitán Don Diego Brochero (Jurado). Se fijan las fechas de tales festejos: los días seis, siete y ocho de julio (de 1658). Tal retraso se debe a la Cuaresma, los temporales y el Corpus. 14 de junio de 1658 —Día del Corpus. Se representan Autos Sacramentales, y actúan numerosos y ricos conjuntos de danza. Se levantan seis suntuosos altares. Los comisarios adelantan tres mil ducados (que 8 Fray Salvador de Mallea Granada festiva se unen o otros tantos aportados por la Ciudad) para la preparación de las celebridades. 6 de julio de 1658 —Primer día de las fiestas. En la Plaza de Bibarrambla se corren por la mañana dos toros. La plaza aparece primorosamente adornada y preparada, con vistosas flores y abundante riego. Las casas se adornan con colgaduras y entre tanta belleza destaca la de las damas granadinas. Se riega la plaza con abundante agua por medio de doce carros adornados con frondoso ramaje que la transportaban. —Entre salvas, clarines y chirimías hacen su entrada en la plaza los Caballeros Comisarios, riquísimamente ataviados, y acompañado cada uno de doce lacayos. —Nuevos sones avisan de la llegada a la plaza de las autoridades de la Ciudad, sirviéndose de doce coches. El Cabildo Eclesiástico asiste desde las balconadas de las casas arzobispales; la Inquisición (que no hizo entrada pública), desde la discreción de algunas ventanas. También al son de diversos instrumentos llega el Real Acuerdo, que es recibido por los Caballeros Comisarios en la Puerta de Zacatín, y accede a la plaza en once coches. Posteriormente ocupan sus asientos. Queda de guarda en la plaza Don Juan Gerónimo Muñoz, como alguacil más antiguo, con dos lacayos y cuatro caballos. —Se despeja la plaza y comienza el juego de cañas. Por la Puerta de las Orejas, tras tres clarines a caballo y cuatro jóvenes Fray Salvador de Mallea Granada festiva 9 con ocho atabales, lo hace el Primer Puesto, el de Don Juan Manuel Pantoja. Está formado por una hilera de caballos, precedidos de seis acémilas ricamente ataviadas, que carga todos los pertrechos necesarios para la justa. Siguen treinta y ocho caballos (los primeros, correspondientes a Don Luis de Santa-Cruz Bocanegra, Padrino del Puesto de la Ciudad). Cierra la vistosísima hilera el Caballerizo, Don Esteban González de Ribera, vestido de negro. El desfile de caballos alrededor de la plaza se repitió para recreo de los circunstantes, y sale por la Puerta de las Orejas. —Tres clarines a caballo avisan de la llegada del Puesto Segundo, luciendo las armas del Conde del Arco. Entran primero seis grandes acémilas ricamente adornadas, cargando las cañas y demás pertrechos. El Padrino de este Puesto, Don García de Menchaca y Manzanedo, se acompaña de cuatro lacayos a caballo. Les siguen otros cuarenta y dos. Don Diego Felipe de Ávalos Barahona, Segundo Cuadrillero del Puesto, luce con doce caballos bien aderezados, llevados por otros tantos lacayos. Sigue Don Gómez de Montalvo con otros doce caballos y lacayos. Cierra el cortejo el Caballerizo con sus cuatro lacayos, y la hilera sale de la plaza por donde entró: por la Puerta de los Colegios. —Comienza la fiesta de toros. El Alguacil Mayor, Don Antonio de Figueroa, se encamina por el coso a caballo a pedir licencia al Real Acuerdo. Obtenida, sale el primer y enorme toro; tras su muerte, salen otros dos; en la testa del tercero se clavan banderillas, cintas y fuego. Tres acémilas salen por la Puerta de las Orejas y se llevan arrastrados a los toros muertos. —Los dos Padrinos del Primer Puesto, Don Luis de SantaCruz y Don García de Menchaca, piden licencia al Real Acuerdo 10 Fray Salvador de Mallea Granada festiva para continuar el festejo con una carrera de parejas. La primera pareja que corre, saliendo de la Puerta de las Orejas es la formada por el Corregidor, acompañado de Don Domingo Antonio Fernández de Córdoba y Castilla. Corren sucesivamente las correspondientes parejas y cuadrillas (todas de seis caballeros). —Sale el Puesto Segundo, encabezado por Don Gómez de Montalvo y su cuadrilla, que corre parejas con Don Gerónimo de Ahumada y Salazar. Corren todas las cuadrillas del Puesto y participa el propio Conde del Arco. —En el festejo taurino destaca el ingenio y la valentía de un joven que desafía la bravura de un toro encerrándose en una cuba, y logra salir indemne. —Tras la muerte del último toro se despeja la plaza y da comienzo el juego de cañas. Por la Puerta de las Orejas entra el Puesto Primero, encabezado por Don Juan Manuel Pantoja; por la Puerta de los Colegios lo hace el Puesto Segundo, con el Conde del Arco y sus cuadrillas. Ambos Puestos desfilan y caracolean por la plaza en lucidas y sincronizadas maniobras que provocan la admiración de los espectadores. Las cuadrillas adversarias comienzan el ritual de arrojarse cañas (lanzas) y pararlas con sus adargas, hasta que se agotan, y finaliza el alarde sin vencedores ni vencidos. Domingo 7 de julio de 1658 —Se corren doce toros que sobran del domingo. Es motivo de risa y diversión la valentía de un joven negro, que persigue a los Fray Salvador de Mallea Granada festiva 11 toros y se les enfrenta, resultando en uno de los lances desprovisto de sus calzones. Sigue la diversión en el coso con los dominguillos de viento que burlan la furia de los animales. Lunes 8 de julio de 1658 —Continúan los adornos en ventanas y balcones, así como el lucimiento de los paseos. Desfilan los Caballeros Comisarios con gran pompa de indumentaria y lacayos con librea. —Nueva corrida de toros. Con el mismo ritual que la precedente, la comienza un toro bravo intentando derribar a Don Gómez de Montalvo, que lo alancea y mata valientemente. Divierten, al par, varios fuegos de artificio. Un jinete aventurero se enfrenta a otro toro con suerte y escasa bizarría. Tres jóvenes alancean a otra terrible fiera. Don Sancho de Ayala y Don Francisco de Montalvo se enfrentan a varias fieras; este último, aunque fue derribado por un toro, pudo culminar su faena. La falta de luz solar puso fin a la corrida, en la que murieron veintidós toros. (Como corolario, el autor reflexiona sobre la brevedad de los momentos de gloria; ensalza a los dos Comisarios de las Fiestas; alaba a Granada, su patria; justifica con modestia las deficiencias de su descripción, alegando que su profesión religiosa le impidió ser testigo presencial de los fastos, y nos informa de que el trabajo de imprenta se lo ha pagado de su bolsillo). 12 Fray Salvador de Mallea Granada festiva [1r] AL REY NUESTRO SEÑOR DON FELIPE CUARTO. 2 GRANADA FESTIVA EN EL REAL NACIMIENTO DEL SERENÍSIMO PRÍNCIPE DON FELIPE PRÓSPERO. Por el Padre Maestro Fray Salvador de Mallea, del Orden3 de la Santísima Trinidad, Calzados de Redención de Cautivos, y Doctor en la Imperial Universidad de Granada. Con Licencia. Impreso en Granada, en la Imprenta Real, por Baltasar de Bolíbar, en la calle Abenámar. Año 1658. 2 El impreso inserta a continuación el águila bicéfala de la Imperial Universidad de Granada, orlada por la inscripción latina Sub umbra alarum tuarum protege me ('Protégeme bajo la sombra de tus alas'). Bajo esa imagen se incluye la de una rama de granado con tres granadas, una mayor en el centro y dos pequeñas a sus lados. Flanqueando el conjunto, dos pilastras, en cuyas bases leemos Non plus (bajo la izquierda) y Ultra (bajo la derecha). 3 El Orden. Mallea utiliza siempre la forma masculina (por influencia latina), en lugar de la más difundida y consagrada la Orden. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 13 ([1v] en blanco) [2r] SEÑOR. Dicha sola debe llamarse la que origina otras, y más si estas se mueven a celebridades de aquella. Mucha es la que hoy goza Vuestra Majestad en el feliz suceso de ver logrado el deseado fruto con el nacimiento de nuestro Príncipe y Señor. Mas las que se producen de esta4 causa son tantas que, confirmando la grande, crecen ellas en su número al mayor. Hoy ofrece a los reales pies de Vuestra Majestad mi amor el afectuoso de sus vasallos para que en él conozca el mucho que ostentan en ocasión tan debida, rindiendo en celebridades a Vuestra Majestad , por felicidad tanta, lo que deben a vasallos suyos. Yo, como el más humilde, describo sus demonstraciones5 [2v] para que en ellas repita Vuestra Majestad de nuevo los gozos que las ocasionaron, pues queriendo en dilatada vida aquel primero bien, y viendose amado de este segundo, asegura Vuestra Majestad a la suya el más dichoso vivir, que lo 4 En el impreso alternan las formas contractas con las disociadas en las secuencias de preposición más demostrativo, artículo o pronombre (deste/de este; dello/de ello; del/de el; al/a el...). Unificamos actualizando, puesto que esa enmienda carece de efectos fonéticos o fonológicos. 5 Mallea usa la forma latinizante que conserva el grupo consonántico interior /ns/, ya entonces reducida a /s/ y muy predominante en castellano (demostraciones). 14 Fray Salvador de Mallea Granada festiva sea por la duración de tiempos que la Cristiandad toda y estos le desean y han menester &c. Capellán de Vuestra Majestad Que Su Mano Besa, menor de todos. Maestro Fray Salvador de Mallea. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 15 [3r] CONTINUACIÓN DE FIESTAS POR ESPACIO DE OCHO MESES HECHAS EN GRANADA AL NACIMIENTO DEL PRÍNCIPE NUESTRO SEÑOR. DEBIDOS aplausos ofrecía la Antigüedad con festivas demonstraciones de regocijos, cuando, asegurando sus dichas, gozaban, en el flamante ser de su príncipe, nuevas luces que afianzasen las del suyo, que no puede llamarse feliz reino el que no alcanza a poseer lo más bien afortunado en el traslado de su original, aunque más en paz sea gobernado de él, y aunque más en prosperidades se vea de sus aciertos regido; que no es dichosa monarquía la que no se establece en duraciones a nuevo ser de su vida, y la que no se introduce perdurable a nueva vida de su ser6. De estas, pues, celebridades usó Felipe Cuarto7, rey de Macedonia, con las felices nuevas que tuvo de que de él mesmo había renacido Fénix de sus cenizas frías en Alejandro Magno, su hijo, cuyas deseadas noticias las hizo manifiestas en 6 Nuevo ser de su vida [...] nueva vida de su ser. El empleo de las figuras de repetición (retruécano, paronomasia, diáfora, figura etimológica... en sus diversas modalidades) es una constante en la prosa de Mallea. 7 En la historiografía española este monarca se conoce como Filipo de Macedonia. 16 Fray Salvador de Mallea Granada festiva sus reinos todos, por que participasen de sus gozos; y por mayor manifestación de ellos no perdonó a lo festivo lo más solemne, mostrándose tan agradecido a los dioses por tal beneficio, que, confesándose reconocido a él, les ofreció rendido muchos dones, distribuyendo, liberal en socorros a necesidades, las riquezas que bien afortunado poseía: que mal se puede mostrar agradecido a un recebido bien quien en la distribución [3v] de muchos no se los asegura mayores.8 Así pues, nuestro rey y señor Felipe Cuarto, rebosando en gozos y alegrías por el feliz suceso en el nacimiento deseado de su hijo, y amado príncipe nuestro, Felipe Próspero, rindió al que es distribuidor de todo9, cuanto su mucha caridad pudo ofrecer con pródiga y liberal largueza, cuyo efecto ardiente se vio gustoso empleo de lo más piadoso; pues, siendo cristiana disposición a toda gracia, los más encarcelados y afligidos lo experimentaron consuelo a sus ahogos, hallándolo la necesidad más crecida próvido remedio a su mayor padecer. Dígalo su mucha liberalidad, que, franqueando lo más precioso que atesoraba su Real Palacio, dio a la ocasión cuanto era suyo, que no es dicha la que en otras no se repite, desmintiendo generosa el accidente que de mal afortunada suerte padecían 8 Fr. Salvador se muestra muy proclive a la reflexión moralizante. Verá el lector que con frecuencia finaliza una descripción con un juicio sentencioso. 9 El que es distribuidor de todo: Dios. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 17 antes, que de un bien adquirido deben ser partícipes munchos 10. Fuéronlo también de este feliz suceso sus reinos; y llegando la nueva a este, correspondió Granada (como cabeza de uno de ellos11) a lo que su mucha lealtad y amor ha mostrado siempre, pues bañada toda en alegrías, se manifestó en continuados gozos por mucho tiempo. Lunes diez de diciembre, a las once de la noche de 1657 , tuvo el primer aviso de este universal bien quien lo ha sido de esta ciudad en sus mayores necesidades diversas veces, su Presidente13, digo el Doctor Don Francisco Marín de Rodezno 14, que, no faltando a su obligación en lo que la ocasión pedía, ordenó aquella hora, para mayor acierto [4r] de 12 10 Mallea no rehúsa algunas formas que hoy nos parecen populares o vulgares: muncho, recebido, mesmo, propuniendo, riyendo... No recibían en esos tiempos tal consideración. 11 Granada era cabeza del Reino de Granada. 12 El príncipe había nacido el día veinte de noviembre de ese año; como se ve, en Granada no se tuvo conocimiento de la noticia hasta veinte días después. 13 Don Francisco Marín de Rodezno era a la sazón Presidente de la Real Chancillería. 14 Los Marín de Rodezno eran originarios de La Rioja. Alcanzaron gran preeminencia en la administración y en La Iglesia. 18 Fray Salvador de Mallea Granada festiva su proceder acertado, que el reloj de la Real Chancillería diese sin concierto: que tal vez15 llega a ser virtud el orden en el desconcierto, como culpa siempre de que en este no lo haya.16 También dio aviso con su Caballerizo a Don Juan Hurtado de Mendoza, Caballero del Orden de Santiago, Maese de Campo General que fue del nuevo Reino de Granada, y hoy Teniente del Excelente Marqués de Mondéjar, y su Alcaide en la del Alhambra, por medio de una de las centinelas que estaban de posta en sus murallas; y al punto dio orden que rompiese el nombre17, mandando tocar las cajas a recoger, y, 15 Tal vez. No es locución adverbial de duda, sino de tiempo: ‘a veces, en ocasiones’. 16 El verbo haber aparece en el impreso en la forma evolucionada: aver, ay, aya, avia. Enmendamos actualizando, por cuanto esa diferencias ortográficas carecían, como ahora, de reflejo fonético o fonológico. 17 El nombre. Leemos en el Dicc. de Auts. en la sexta entrada de esa voz lo siguiente: “NOMBRE. En la milicia es aquella palabra que se da por la noche por señal secreta, para reconocer a los amigos, haciéndosela decir. Regularmente en el ejército de los cristianos es el nombre de algún santo, por lo cual se llama también el santo. Dura esta seña hasta que amanece, y entonces dicen que se rompe el nombre.” Lo que nos dice Mallea es que el Marqués de Mondéjar no esperó hasta el amanecer para hacer público y ruidoso conocimiento de la feliz noticia del nacimiento del Príncipe Don Felipe Próspero: repique de campanas en la Torre de la Vela, estruendo de tambores (‘cajas’) y disparos de tres piezas de artillería. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 19 haciendo señal con tres piezas, la tuvo el soldado de la Campana de la Vela para repicarla. Con que la Ciudad toda y sus vecinos, negados al común descanso que en sabroso sueño suspendía sus sentidos, salieron a las plazas y partes más públicas de la ciudad a ser testigos de su deseado bien, y a celebrarlo en tan diversas demonstraciones de contento y placer, que, suspensa la admiración, tuvo por prevenciones de muchos días los repentes regocijos de una noche sola. ¡Oh finezas de vasallos nobles, pues manifestándose en imposibles, por servir más a su rey, formó la noche tan día, que pudieron ser las artificiosas luces que brillantes la compusieron, desmayos a la más luciente de la más alegre mañana de abril! ¡Tanto puede el amor que a su Príncipe tienen los corazones ardientes de sus vasallos, movidos con razón tanta, que, con meterlo a voces lo sonoro y acorde de las campanas de la Iglesia [4v] Mayor18, Capilla Real, conventos de frailes, monjas y parroquias todas, no se hicieron noche tan leales afectos; lenguas sí 19: muchas fueron las que se continuaron en varios regocijos, esperando por más auténticas noticias, como se acostumbra, la confirmación de tales nuevas, que por deseadas y buenas tardaron en este aviso catorce días! 18 La Iglesia Mayor: la Catedral. Dice Mallea que repicaron a la vez las campanas de todos los establecimientos religiosos de la ciudad (lo que no parece tan seguro es que sonaran acordes). 19 Entiéndase: 'Tan leales afectos no se hicieron noche, [pero sí se hicieron] lenguas' . En otras palabras: las muestras de afecto no cesaron con la noche, sino que fueron motivo de continuos comentarios. 20 Fray Salvador de Mallea Granada festiva Pasose, pues, la noche de este, y madrugó el siguiente, como pudiera uno de mayo, o fuese por mejorarse de esplendor en el de la noche, o por haberle comunicado a esta tantos lucimientos, que lo alumbraron aun antes de amanecer. En fin, o fuese por virtud ajena o propia, llegó el día once de diciembre rompiendo al alegría de muchas Primaveras, y alegrando con la risa de muchas Auroras, pues fue principio sin fin a tanto esplendor hermoso, y lucido desempeño de la nobleza.20 Llamó a General Acuerdo21 su Presidente, en que comunicándose unos a otros sus gozos con tan feliz suceso, se daban por él la norabuena todos, que, repetida, la menor dicha se puede levantar a mayores con la más grande: dígalo esta, que, trasladada de unos a otros en parabienes, cuanto crecía de divulgada mereció de aplaudida, y por que más lo fuese, acordó con próvido acuerdo este Real22, el tener por tres 20 Este lucido desempeño de la nobleza es, con el fasto religioso, el verdadero protagonista de las celebraciones. Mallea se recrea en magnificar sus actos a lo largo de todo el relato. 21 El Real Acuerdo no es una resolución, sino, como leemos en el Dicc. de Auts.: “Cuerpo de los Ministros Reales que componen una Chancillería o Audiencia, con su Presidente o Regente, como las de Valladolid, Granada, Sevilla y otras.” Era, pues, un órgano colegiado de gobierno. 22 Son notables el juego de palabras y la elusión: acordó con próvido acuerdo este Real [Acuerdo]. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 21 continuas noches luminarias, que mal puede llamarse fiesta la que en lucimientos no arde, y la que en esplendores no se enciende. También acordó con su cristiano celo salir a dar [5r] gracias por beneficio tan crecido a aquella Soberana Señora que es la fuente de todas: a la Virgen, digo, de Gracia, a quien por milagrosa imagen venera, devota, Granada, sita en su Real Convento de Trinitarios Descalzos23, para cuyo efecto señalaron el día de esta función, que fue el de jueves, trece de diciembre. El Ilustre Cabildo de la Iglesia fue bizarro desempeño en todo, pues, acordando para este día mesmo varios regocijos de diversos fuegos y repiques de campanas, acordó juntamente dar las gracias a la Majestad Divina por las innumerables que había hecho en una 24 a estos reinos, que ejecutó al punto con todas solemnidades de misa y música. A este mismo tiempo, con madura atención y con prudencia -como suya-, Don Juan Manuel Pantoja, Caballero del Hábito de Calatrava, Corregidor de esta Ciudad [acordó]el 23 Este era el convento en el que ejercitaba su vida religiosa el Padre Maestro Salvador de Mallea, autor de esta relación festiva. 24 En una: en una (sola) gracia. 22 Fray Salvador de Mallea Granada festiva llamar a Cabildo a sus Caballeros Veinticuatros25, a quien26 propuso Acuerdo, lo que acertado confirmaron todos: que, para serlo27 en uno y otro el que gobierna, le sobra en lo prudente lo que le falta en años. Salió, pues, acordado que se pusiesen también luminarias por tres días en toda la ciudad, y que para su efecto se publicase sin pena a quien no ejecutase lo ordenado, por que no padeciese duda la fineza. Así se obró, o por miedo de pena en lo mandado o por amor, cuando este solo movió los corazones de todos a tanta demonstración de ardientes deseos. Dispuso juntamente el Corregidor una máscara 28 para [5v] aquella noche, por que se conociese el efecto de su providencia en el afecto de su amor, siendo 29 este y aquel tan 25 Los Caballeros Veinticuatros eran cargos de jurisdicción municipal. 26 A quien: hoy usaríamos a quienes. En el Siglo de Oro era muy predominante la forma invariable de singular que hallamos en el texto, y, además, se aplicaba por igual a todo tipo de antecedentes: humanos, animados o inanimados. 27 Que para serlo. Entiéndase: “que para ser acertado en uno y otro acuerdo...” 28 Una máscara: hoy diríamos una mascarada callejera, algo parecido a lo que se ve en los carnavales de Cádiz. 29 El gerundio siendo y, en general, el uso (acaso el abuso) del gerundio es un rasgo muy destacado de la prosa de Mallea. La razón hay Fray Salvador de Mallea Granada festiva 23 de admirar, que dio ejecutado en ocho días lo que pedía muchos tiempos de prevención, alma, ser y vida de noche tan hermosa. Fueron las ricas galas y costoso adorno de que se compuso una bien concertada máscara que se formó de veinte y tres parejas, con variedad vestidas por que no perdiesen en lo vistoso lo que lograban por lo distintas. Tan de par en par se vio franqueada la riqueza en los adornos, que el menos cuidado se compuso de lo más precioso, y tan sin par salió cada par30, que pudieron con lo mucho que lisonjearon la vista poner en olvido desde esta noche a los Pares de Francia; y más los que de su traje se vistieron 31. En forma, pues, concertada, y en bien formado concierto, señorearon las calles todas, bañando con su vista la de cuantos los vían32 de alegres recreos, a quien acompañaban músicos instrumentos que, deleitando por que buscarla en su afición a los períodos largos, con una catarata de subordinadas, en definitiva a la antedicha hipertrofia de la hipotaxis a costa de la parataxis. 30 Tan sin par... cada par. Agudeza de Mallea: ‘tan sin igual cada pareja’, que se prolonga con la alusión a los Pares de Francia. 31 Entiéndase, los que se vistieron al modo de Francia (a la francesa). Esta referencia a la moda gala se repetirá en la relación. 32 En el impreso (y en el habla de ese período) alternan las formas vían y veían. 24 Fray Salvador de Mallea Granada festiva varios33 y sonoros, lisonjeaban juntamente por suaves y diestros. Mucho lo glorioso mueve a estimaciones comunes; no poco lo esclarecido obliga a los aplausos populares: tantos fueron los que dignamente merecieron esta noche, de todos, héroes tan ennoblecidos y sangre tan ilustrada, que a unos y otros, desde su principio, daban vítores grandes; mas los que dieron al fin fueron por excelencia, y no es de admirar, cuando, por remate de máscara tan preciosa, se vía con el Corregidor el Marqués de Leganés34, conque en todo fue grande el regocijo. [6r] Tan milagros se confirmaron esta noche las torres, baluartes, castillos y almenas del Alhambra y demás fortalezas de la ciudad, viéndose coronadas de luces, que se dudó, por lo brillantes y por lo avecindadas con las estrellas, si de esta causa producían sus reflejos 35. ¡Tan cielos confirmados se admiraron sus eminencias todas, cuyos hermosos tiros36, aunque 33 Varios: variados, diversos. A lo largo de todo el texto Mallea usa ese adjetivo (y el sustantivo variedad) con ese valor latinizante. 34 Se trata del II Marqués de Leganés, Don Gaspar Dávila Mesía y Felípez de Guzmán. 35 Soberbia hipérbole: se dudaba si las luces de las estrellas procedían de las que iluminaban las fortalezas de Granada. 36 Tiros: cañones, piezas de artillería. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 25 convidaban con la paz sus armoniosos estruendos37, en ellos mismos se reconoció que en guerra viva será cualquiera muy buena pieza 38! Bien mostró Don Juan Hurtado de Mendoza, en lo que a su cargo estuvo, que puede ser bizarro desempeño en los mayores que tenga. Por fiesta tan suya, la Real Chancillería la celebró esta noche con la grandeza y autoridad que correspondía a la mucha que representa siempre, recreciendo por circunstancia de ella su Presidente la largueza con que mandó echar por despojos en la plaza 39 las antorchas todas. De las demonstraciones que la ciudad hizo de regocijos en sus balcones de Cabildo y plaza no estuvo en tales empleos segura la Región del Fuego40, pues tantos instrumentos de él se 37 Armoniosos estruendos. Es notable oxímoron, referido a los cañonazos. 38 Buena pieza. Dilogía: las piezas de artillería que disparan salvas festivas serían buenas para una guerra de verdad (viva), pero también son buenas piezas (fraseologismo vigente hasta hoy). 39 Esta plaza, cuajada de antorchas, es la famosa Plaza Nueva, situada delante de la Real Chancillería. 40 Hipérbole de Mallea. La Región del Fuego, en la cosmología ptolemaica, es la más alta del universo; por debajo están la del Aire, la del Agua y la de la Tierra. Dice el cronista que los fuegos de artificio, lanzados desde la plaza y los balcones del Cabildo, se elevaban hasta 26 Granada festiva Fray Salvador de Mallea vieron surcar el viento, mas con soberbia tan presumida, que se veía en el aire castigada su mucha altivez, pues el que más hinchado juzgó escalar el cielo, de su propio intento se veía precipitado al punto, acabando en humo los altivos humos, que tuvo el ruido suave y el estruendo armonioso que a todas partes se atendía; con ser en distintos formados y varios en su género, eran a los oídos tan sonoros, que parecía llevaban [6v] un compás todos, siendo en sí tan diferentes, que los acentos que en unas partes se escuchaban de militares instrumentos, se repetían concertados de música en acordes voces de campanas en otras muchas; no quedó alguna en la ciudad a quien la vistosa máscara no comunicara sus esplendores hermosos, que acabaron en el Campo del Príncipe, si por el Príncipe tuvieron principio.41 A sus casas, pues, trajo el lucido escuadrón de la nobleza al de Leganés, en cuyo espacioso campo los recibieron diversas escuadras de soldados que, repartidos en hileras bien concertadas, formaron un vistoso paso a la caballería, y lo fue tan de recreo a la vista, que suspendía 42 la menos atenta en una ella. 41 Según Mallea, el Campo del Príncipe era un sitio adecuado para acabar los festejos, dado que estos celebraban el nacimiento de un Príncipe (Felipe Próspero). 42 Suspendía: asombraba’. ‘dejaba suspensa, sorprendía, admiraba, Fray Salvador de Mallea Granada festiva 27 y otra maravilla; juzgó por milagros los efectos generosos y la heroica virtud de la mayor grandeza, siendo tanta la que manifestó el Marqués en esta ocasión, que, despedido ya del noble cuanto esclarecido acompañamiento, se ofreció a la vista en su balcón, Presidente de los mayores lucimientos que por todas partes se descubrían en aquel florido campo de estrellas, en aquel estrellado cielo de flores 43, que en su mucho brillar parecía o que en vistosa competencia unas de otras lucían todas a porfía, o que, agradecidas con el favor en la asistencia de quien dio vida a su esplendor, querían rendirla en tan bellos lucimientos hasta acabar en su forma la que tuvo un artificioso mirador que para este efecto mandó fabricar el Marqués. Fue tal, que, corriendo el lienzo todo de la pared, quedó tan hermoso en los visos44 que formaban los reflejos de las luces, que más lienzo [7r] de cambray45 parecía que pared de cantería. 43 Florido campo de estrellas [...] estrellado cielo de flores. Nuevo recurso a las figuras de repetición. 44 Viso: “Forro de color o prenda de vestido que se coloca debajo de una tela clara para que por ella se transparente” (RAE). ‘El lienzo de la pared del mirador era tan primoroso, que parecía de tela, e incluso mostraba visos y reflejos’. 45 Cambray: lienzo blanco y fino de esa ciudad francesa. 28 Fray Salvador de Mallea Granada festiva Por diversas partes del mirador mandó echar al Campo varias colaciones y moneda 46, tanta que, aprobando muchos su buen gusto en lo dulce de uno, no pocos remediaron sus necesidades con lo precioso de otro, que lo noble y esclarecido, como tiene su ser de grandezas, vive solo de sus empleos: tantos fueron los que hizo las de este ánimo generoso47 en esta ocasión, en servicio de su Rey y señor, y en demonstración de su gozo, que rebosó en las mayores liberalidades. Repetidas salvas le hicieron todo el tiempo que estuvo el Marqués en su balcón las escuadras de los soldados que, repetidas en igual orden y forma concertada por el Campo todo, lo confirmaron de batalla, siendo a la vista, cuanto gozoso se vía, gustoso recreo y alegre desenfado. En fin, las glorias de tan hermoso día le tuvieron esta noche que, por temporales, alcanza tan corta su duración, que las que más permanecen acaban en su principio, sin que de este a su fin haya tiempo, ni se conozca distancia, y sin que les valga el indulto de que procedan de tan gloriosas causas como esta. 46 El reparto de colaciones (dulces, golosinas) y monedas era usual en los acontecimientos importantes: bodas, bautizos y otros grandes fastos. 47 Ánimo generoso: ánimo noble (de esclarecido linaje, como corresponde a un marqués) y liberal. El adjetivo generoso ha perdido hoy aquel primer significado. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 29 Llegó el siguiente día tan alegre, que se vio reír desde sus albores en los semblantes de todos. Mas ¿qué mucho, si, repitiendo lo lucido y brillante de la pasada noche, unos y otros gastaron el día en darse parabienes de suceso tan dichoso? Tan ruidoso aparato de hermosos lucimientos tenía prevenida la noche en los bellos esplendores y en vistosas luces que en todas partes se esparcían, [7v] que dudó la vista más atenta si era del día su claridad luciente; con que perdió por esta parte, de engañosa, la noche lo que ganó por todas de lucida, que no es nuevo en nuestra naturaleza el dudar temeraria pueda lucir o no, por si son esplendor de las otras. Un gremio de juventud lozana (que excuso el nombrarlo, porque sé con evidencia que cualquiera lo ha de sacar por el rastro48) previno una mojiganga de tan ridículas figuras, que fueron motivo a que la plebe hiciese de las suyas, pues saliendo en diferentes formas de animales, volvieron en las de monas, por lo corrido que volvieron todos; mas hizo cada uno de las tripas corazón, que bien pudo, y dando unos y otros (a su pesar) breve la vuelta, que no es poco cuando muchos aun no han vuelto en sí del susto que recibieron; y fue de admiración verlos hacer tantos papeles de diversas figuras al principio, y 48 Sacar por el rastro: conocer, descubrir, hallar por señales e indicios (RAE). El parágrafo agrupa diversos fraseologismos expresivos: hacer de las suyas; corrido como una mona; hacer de tripas corazón; no poder hacerla limpia. 30 Fray Salvador de Mallea Granada festiva en un instante verlos a todos tan desfigurados. Yo extrañé el suceso, porque desde luego dije, conociendo el gremio, que no la podían hacer limpia; mas, con todo, pasó por regocijo, y hizo su papel en la fiesta de esta noche quejoso por dar lugar a que en alegrías amaneciese el día que lo hizo hermoso. La majestad con que el Real Acuerdo salió a caballo a las nueve de la mañana a dar las gracias acordadas a Nuestro Señor (como he propuesto49) fue en todo igual a lo mucho que representaba. Salió pues este Senado50 grave tan autorizado de grandeza, que a cualquier Senador suyo lo veneró el respeto y lo respetó la veneración 51; que cuando [8r] faltara el conocimiento de lo mucho que cualquiera demonstraba, el aspecto grave de cada uno lo manifestaba. En fin, sujetos en quien las letras y la prudencia viven en honrosa competencia a porfía por aventajarse, siendo, en lo que doctos obran, Padres de la Patria, y Conscriptos52 (perdone su modestia estas 49 Como he propuesto: ‘como he indicado antes’. Es latinismo de uso retórico. 50 Para ennoblecer al Real Acuerdo, Mallea lo equipara al Senado Romano, y a sus miembros, con los senadores. Volverá a servirse de ese tipo de comparaciones. 51 Lo veneró el respeto y lo respetó la veneración: retruécano con paralelismo. 52 [Padres] conscriptos (<‘Patres cosnscripti) es una de las formas con que en la antigua Roma se designaba a los senadores (padres Fray Salvador de Mallea Granada festiva 31 cortedades que, por no ofenderla, no paso en sus debidas alabanzas más adelante, aunque en las mayores me culparán de corto). Numerosa copia53 de alguaciles se veían disponer el paso a su grandeza, a quien siguieron en orden concertado los Escribanos de Provincia, y a estos los Receptores y Procuradores; después los Escribanos de Cámara (cada gremio distinto, y guardando el orden de ir de dos en dos). A los Escribanos de Cámara siguieron los Relatores, y a estos los Abogados, y después de todos los referidos se veían el Canciller y [el] Secretario del Acuerdo, y, haciendo alguna división y espacio, se siguieron54 los fiscales, después los Alcaldes Hijosdalgo y los de Corte, y, consecutivos, los Oidores, cuyo Tribunal majestuoso presidía con soberana compostura bien representada el Doctor Don Francisco Marín de Rodezno, su presidente; y detrás se vio con gala y lustroso adorno su Caballerizo en un hermoso caballo. Mucho consuelo dio a la Ciudad toda el ver junta tanta grandeza, que, como no siempre se ve el Real Acuerdo en esta de la Patria). 53 Numerosa copia: número copioso (concordando ad sensum con veían). 54 Se siguieron. Mallea usa repetidamente la forma pronominal de seguir que ni entonces ni ahora necesitaba el refuerzo del pronombre. 32 Fray Salvador de Mallea Granada festiva forma, causó en unos y otros igual gusto y placer: que es gran dicha suya tener en tanto superior ministro segura la defensa de sus agravios y quien les guarde [8v] su justicia en las ocasiones que se les ofrezca. Llegaron, pues, en esta forma al Real Convento de su Patrona, Nuestra Señora de Gracia, cuya comunidad grave los recibió cantando juntamente con la música de la Real Capilla el Te Deum laudamus. Celebrose con toda solemnidad la Misa, y, dando todos gracias a la Majestad Divina por los favores que la humana 55 había recibido de sus misericordias, le suplicaron por la continuación de tan feliz suceso en el logro y conservación de la vida de Príncipe tan amado56, y, acabados los Oficios, todos dieron vuelta a la Real Chancillería en la referida forma. Como tan atento en todo, el Tribunal de la Inquisición, y con no menor reconocimiento de su obligación en demonstraciones de sus afectos y amor, los manifestó en esta ocasión como ella pedía y como se esperaba de los sujetos que 55 Entiéndase: ‘gracias a la Majestad Divina por los favores que la [majestad] humana había recibido de sus misericordias’. Esa majestad humana es la del rey Felipe IV, y el favor recibido es el nacimiento de su hijo, el príncipe Felipe Próspero. 56 Estas súplicas por el logro y conservación de la vida del príncipe surtieron poco efecto; como se sabe, el príncipe falleció días antes de cumplir los cuatro años. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 33 doctos lo componían, que fueron el Doctor Don Jacinto de Sevilla y [el] Doctor Don Francisco de Lara, sus Inquisidores, en quien resplandecen la virtud y letras, y en quien la Fe Santa, viéndose más ensalzada, se asegura más y más establecida. Próvidos, pues, en todo, sin faltar en la mesma fineza, se emplearon afectuosos en la mayor, pues, no satisfechos en las muchas que habían ejecutado con varios regocijos de todo desempeño y lucimiento, acordaron rendir las gracias por favor tanto al que es distribuidor de ellas 57, haciendo elección, para este efecto, del Convento de Santo Domingo el Real, con título de Santa Cruz, donde asistieron acompañados [9r] de todos sus oficiales, con la gravedad y decencia que en todas ocasiones acostumbran: fue autorizado empleo de su proceder noble y de su atención bizarra. Siguiose a tan hermoso día la noche, con tantas prevenciones para poder lucir, como el que juzgaron todos que, sin la declinación de claridades, había continuádose el día, siendo tan de admirar los lucimientos de que se compuso en varias formas de ellos la noche, que las dos antecedentes se vieron en esta, y, aunque el cielo con emulaciones de su mucho lucir intentó a bramidos de rigurosos vientos y a diluvios de porfiada agua hacer noche sus resplandores claros, le salió 57 El que es distribuidor de ellas (de las gracias) es Dios. 34 Fray Salvador de Mallea Granada festiva vano su intento, quedando en sí mismo muy desairado, aunque más del aire se valió 58. Mucho ayudó a lucir la fiesta de esta noche el regocijo que para ello previnieron en una máscara los vecinos de la Carrera del Genil, pues en trajes diferentes, con ricas y costosas galas, salieron veinte parejas a caballo, que, paseando las calles todas de Granada, fueron vistoso desenfado de ellas. Fin dio a los regocijos y acordadas luminarias, por tres noches, esta, que no lo tendrá en las alabanzas que por tantas causas supo merecerse; y los siguientes días fueron disposición a nuevas festividades que se hicieron en diferentes Iglesias. La Ciudad 59 acordó celebrar en la Mayor60 tanta dicha, con Misa, Sermón y Procesión general en hacimiento de gracias 61 por bien tanto, enviando legacía para esto al grave Cabildo Eclesiástico, que, prevenido como [9v] siempre de fervores en servicio de su Rey, aprobó cuanto la Ciudad había 58 Agudeza de Mallea: el cielo, a pesar de enviar un fuerte aire, quedó desairado, dado que no pudo impedir la continuación de las celebraciones. 59 La Ciudad es una referencia a la corporación que regía Granada; su equivalente hoy sería el ayuntamiento. 60 En la Mayor: en la Iglesia Mayor, i.e., en la Catedral. 61 Hacimiento de gracias: hoy diríamos acción de gracias. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 35 propuesto, ofreciendo para su mayor desempeño cuanto de su parte estaba, que, llegado el día, lo hicieron grande con todas circunstancias las solicitudes que pusieron para que lo fuese, ambos a dos autorizados Cabildos62. Y para que la fiesta tuviese la solemnidad cumplida, asistió el Ilustrísimo Arzobispo de esta ciudad, Don Joseph Argáiz, no habiendo faltado en todos los regocijos de fuegos a las mayores demonstraciones de amor y afectos a su Rey y señor, cuya caridad ardiente tan legítimo prelado lo confirma, que es universal remedio, y padre lo aclaman los pobres todos. Y para complemento de todo predicó este día el Doctor Don Fernando Alonso de Sossa, Chantre de la dicha Iglesia, y como Orador Evangélico aplicó al propósito del nacimiento del Príncipe todo cuanto se pudo decir, no dejando palabra a otro alguno pudiese adelantarlo. Prevenida la Ciudad, como siempre, en no faltar a cuanto su obligación tocaba, acordó en este tiempo nombrar Caballeros Comisarios 63 que, en nombre suyo, fuesen a dar la norabuena de su parte a Su Majestad por el dichoso suceso en el nacimiento de su amado hijo y Príncipe nuestro, y también para que con esta ocasión la tuviesen de manifestarle juntamente el universal gozo con que los tenía a todos felicidad 62 Estos dos autorizados Cabildos son el Cabildo eclesiástico (catedralicio) y el concejo (la Ciudad). 63 La Ciudad nombró dos emisarios (Caballeros Comisarios) para desplazarse a la Corte a felicitar al rey Felipe IV por el feliz natalicio. 36 Fray Salvador de Mallea Granada festiva tan grande, saliendo nombrados para este efecto Don Diego de Alarcón Barahona 64 y Don Francisco Villaín y Salazar (Veinticuatros) y Gregorio de la Peñuela Méndez (Jurado)65, que, sin [10r] admitir ayudas de costa de la Ciudad, fueron a la suya66 con la riqueza de galas, adornos y libreas que la Corte admiró, y más el acompañamiento que llevaron el día de esta función, en que besaron la mano a Su Majestad. Mas ¿cuándo siempre Granada no fue desempeño honroso en servicio de su Rey y señor? Díganlo las muchas ocasiones que las edades aclaman y los tiempos vocean. No satisfecho el Excelentísimo Marqués de Leganés en los gastos, fiestas y regocijos que había liberal ejecutado, recreció a ellos unos de toros, señalando el día diez y ocho por la tarde, por que acompañara con variedad a lo soberano y grande de la mañana en la fiesta de la Iglesia, esta no menor en su diferencia, corriéndose en el Campo del Príncipe; para cuyo efecto mandó se dividiesen sus dilatados espacios con nuevas fábricas de madera, quedando en tan justa obediencia recogida su condición (que siempre ha estado acreditada de valiente), 64 En el impreso: Varahona. 65 El cargo de Jurado, como el de Veinticuatro, era de jurisdicción municipal. 66 Nos dice Mallea que los tres comisarios corrieron con todos los gastos de la legacía: sin admitir ayudas de costa de la Ciudad, fueron a la suya (i.e., ‘fueron a su [propia] costa’). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 37 que aunque en Granada toda se producen ánimos alentados y espíritus valerosos, los que influye este pedazo del Cielo de Campo del Príncipe pasan a ser arrestados por valientes. Viéronse, en fin, reducidas sus dilatadas jurisdicciones, que no es mucho vencer del ánimo más incontrastable, si lo dispone uno benigno y lo obligan las celestiales causas y gloriosos intentos. Quedó, pues, en forma cuadrada y perfecta, plaza tan sin medida, que lo generoso en tales empleos jamás dificultó en los mayores imposibles. No extrañó Granada verse ya con dos Plazas Nuevas67, que lo tiene muy [10v] de viejo el adelantarse siempre en tales ocasiones a lo más y no faltar a lo menos, y más en las que piden tales desempeños. Con perfección tanta se vio fabricada la plaza, que, para confirmarse hermosa, le sobraron los adornos preciosos y ricos aderezos, y también lo cuadrado para que cuadrase a todos 68. Y aunque era cuanto en ella se vía de mucha admiración y belleza, fue lo de más69 la de 67 Dos plazas nuevas: gracias al Marqués de Leganés, Granada añadió a la Plaza Nueva de la Real Chancillería la nueva plaza construida en el Campo del Príncipe. 68 Agudeza de Mallea. La nueva plaza habría cuadrado (‘agradado’) a todo el mundo aunque no se hubiera construido de forma cuadrada. 69 En el impreso: fue lo demas. Sustituimos por la forma disociada que exige el sentido: “fue lo de más [admiración] la de las damas”. Volveremos a encontrar ese error tipográfico. 38 Fray Salvador de Mallea Granada festiva las damas. Tanto mereció con todos este sitio vistoso de plaza, que por reina de todos le70 coronaron muchos aquel día, pues se vio el Campo de los Mártires, que señorea este, tan metido a ciudadano, que muchos ejércitos de ellos se veían ocupar sus eminencias, no siendo la alegre vista que causaba lo menos agradable que tuvo la fiesta de esta tarde a que se dio principio. Después de haber tocado sonoros y dulces instrumentos, y después de haber tratado el Marqués de gozar muy de asiento71 el regocijo, salió el primer toro a ser alegre despejo de la plaza, y lo fue de suerte que no lo pudo hacer mayor en ella la Guarda Tudesca72. Entró, pues, en esto, con el que en todas ocasiones, Don Diego de Ávalos: sobre un caballo castaño que, por decirlo de una vez, su hermosura, presencia y sus bien acompañados movimientos, lo exagero solo con decir que era del Betis73 en todo. Tan firme se veía en la silla el alma del ardiente espíritu en que ajustaba, que desmintió airoso en ella la opinión común 70 Le coronaron: leísmo. 71 Muy de asiento: ‘sin prisa, sosegadamente’. 72 El primer toro que salió al coso lo despejó con más eficacia que si lo hubiera hecho la Guardia Tudesca. 73 Los caballos del Betis (el caballo andaluz) eran los más preciados por su ligereza y brío. En otro momento los equipara a los del Genil (los propiamente granadinos). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 39 de las damas de que no hay firmeza en los galanes74. Luciendo, pues, de pajizo y plata, preciosa y rica gala, la hizo de su airoso brío, con que anduvo de más 75 la del vestido. [11r] Con gallardo denuedo buscó su dicha en el mayor peligro, que siempre en lo más arriesgado se hallan solo las humanas glorias; tan grande fue la que consiguió de su impulso temerario en esta ocasión, que no le faltó la circunstancia de que venció esforzado al contrario más poderoso. Repitió nuevos arrestos en el segundo toro, y anduvo tan bien afortunado, que todos lo aclamaron por primero76; 74 Ingeniosa composición de Mallea: Un galán (don Diego de Ávalos) iba tan firme y (galán) en la silla del caballo, que desmintió la opinión femenina (convertida en fraseologismo) según la cual no hay firmeza en los galanes. 75 En el impreso volvemos a leer la forma fusionada demas (‘demás’). Pero el sentido exige de más (‘de sobra’). En esta última oración vuelve a lucirse Mallea con un juego de sobreentendidos; aquí, a costa de la voz ‘gala’: Luciendo, pues, de pajizo y plata, preciosa y rica gala, la hizo [i.e.: ‘hizo gala’] de su airoso brío, con que anduvo de más la [gala] del vestido. 76 Don Diego, tras lidiar el segundo toro, fue aclamado como primero (‘ganador’); y quebró tantas lanzas en los demás toros, que al más ligero de ellos no le holgó la madera para esquivarlas. Sobre no holgar la madera dice el Dicc. de Auts.: “Frase que significa trabajar incesantemente, sin descansar”. En otras palabras, los toros no podían tomarse ni un respiro huyendo de los ataques del Comisario. En el segundo de los romances anónimos antes citados (el de pie quebrado) se 40 Fray Salvador de Mallea Granada festiva tantas y tan diversas lanzas quebró en los demás, que no le holgó la madera al que más ligero escapó de su valiente mano. A doce indomables furias de inhumana fiereza derribó las cervices este mantenedor valeroso: ¡poco ardimiento77 fue, aunque de intrépidas vidas, para ardimiento tan activo en el vencerlas! Grande se confirmó el regocijo, por lo corto, que no es humana gloria la que pasa del amago a su continuación. Tuvo declinación 78, en fin, la fiesta de esta tarde, mas este no lo tendrá en sus alabanzas debidas el de Leganés79, pues las que arrastra recreció de grandezas en liberalidades, como suyas: dígalo su prodigalidad, que ella sola puede ser alude a los andamios de madera con que se acondicionó otra plaza granadina, la de Bibarrambla, y nos dice el poeta: El coso cercado estuvo / de andamios, y es cosa cierta / que a ninguno le holgaba / ya la madera. 77 Agudeza de Mallea, jugando con la homofonía de ardimiento (‘incendio’, del latín ardere), y ardimiento (‘valor’, del franco *hardjan). Es recurso que repite. 78 79 Declinación: ‘término, final’. Entiéndase: ‘este... fin no lo tendrá en sus alabanzas debidas el [Marqués] de Leganés’, y, más claramente: las alabanzas debidas al Marqués de Leganés no tendrán fin, al contrario de lo que ocurre con la fiesta. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 41 coronista 80 de sí misma. Mandó distribuir, generoso, entre pobres cuanto procediese de los doce toros corridos, pasando a ser a mayor su largueza, pues mandó arrojar por todas partes moneda, y tan corriente, que se veía discurrir en ruedas infinitas por todas partes, a que acompañaron tantos y tan valientes dulces que en servicio de su señor fueron arrojados todos, y fue la fiesta en todo tan sin azar, que con acompañar a estas colaciones muchas regaladas bebidas de diversas [11v] aguas, no se aguó 81 en cosa alguna: tanto libró de magnificencia en todo, que hasta sus esclavos alcanzaron por indulto la libertad en esta ocasión, no siendo de tan poco número82 los que en ella tenía, que no pasase a ser grande. ¡Oh príncipe esclarecido, y cómo excediendo en el dar a lo más, generoso y liberal83, distribuyó lo más precioso, que es la libertad! 80 Coronista (por ‘cronista’) es etimología popular muy difundida en los siglos áureos. Se percibe claramente el influjo de corona. 81 No se aguó... la fiesta. Es fraseologismo vigente, como también el compuesto aguafiestas. 82 No siendo de tan poco número... No acaba Mallea de concretar el número de los esclavos manumitidos por el Marqués. 83 Generoso y liberal. Es sintagma que muestra la distinción semántica viva en esa época entre ambos adjetivos: ‘noble’ y ‘dadivoso’, respectivamente. 42 Fray Salvador de Mallea Granada festiva A este gran regocijo acompañaron después otros particulares, llegando en este tiempo el de los presos, pues por cédula de Su Majestad, cometida a su Real Acuerdo, manda despachar de las prisiones a los que desde la fecha de la cédula estuvieren en las cárceles, exceptuando a los que fueren culpados en delitos que expresaba; mandando también por ella que gozasen del indulto todos y cualesquiera presos que tuviesen causas pendientes en grado de apelación en todo el distrito de esta Real Chancillería: que las felicidades de tan buen suceso en el nacimiento de nuestro amado Príncipe fueron pronósticos fieles a que después se hayan gozado tantas, y a infinitas más que esperan estos reinos con su dilatada vida. Continuándose en esto la celebración de placer tanto en varios regocijos, acordó esta Ciudad, en doce de febrero, propuniéndolo su Corregidor, como partícipe de todo gozo por tanto bien y como sujeto que en esta ocasión lo fue de tantas, en que, celebrandose nuestra dicha, manifestó su mucho celo y amor en servicio de su Rey y señor. En fin, propuso que se celebrasen fiestas [12r] de toros con juego de cañas y otros varios regocijos, nombrando por comisarios de ellas a Don Antonio de Ojeda (Veinticuatro) y al Capitán Don Diego Brochero (Jurado), conociendo que sus ánimos y posibles habían de ser desempeño generoso de fiestas que causa tan celestial las obró. Aceptaron gustosos el nombramiento, que, como conocían de su bizarría liberal la gloria que había de adquirirles, no solo manifestaron el gozo en los alegres semblantes, sino que, confesándose obligados, rindieron Fray Salvador de Mallea Granada festiva 43 agradecimientos a quien los nombró; que la virtud, manifestándose en acciones liberales de nobleza, se establece en ellas a ser mayor, que no está el poder en tenerlo, cuando84 consiste solo en comunicarlo en obras, siendo estas de tanto merecer, que, si nacen de caridad, gloriosas se aclaman y a eternas se aperciben; y si se originan de temporales fines en debidos respetos, confirmándose heroicas, de nobles se acreditan; y así solo es pobre y menesteroso el que, teniendo, no tiene el ánimo para distribuirlo. ¡Oh vicio sin disculpa, oh culpa llena de todo vicio, pues desmintiendo a todos lo que tiene, goza de ello tan poco como si no lo tuviera, negándose a sí propio en escaseces lo que debía gozar comunicándose en larguezas! Dejo para mejor ocasión el ponderar la de nuestros Caballeros Comisarios que, cuidadosos ya en la disposición al más seguro logro de su intento, la dieron llegando el tiempo a la publicación de las fiestas, que fue con la mucha solemnidad que pedía su grandeza, señalando los días para su celebridad 85 los de seis, siete y [12v] ocho de julio, que se retardaron a este tiempo por los embarazos que se ofrecieron para ellas en el antecedente de Cuaresma, y después por el rigor de los temporales, y también por estorbar la plaza las prevenciones de las fiestas del Corpus, que se forman siempre uno y dos meses antes. 84 Cuando: aquí con valor adversativo (‘sino que’). 85 Celebridad: hoy diríamos celebración. 44 Fray Salvador de Mallea Granada festiva A competencia andaban los ardientes deseos de sus ciudadanos en hacer fiestas a su Príncipe, que, habiéndose pregonado con el aplauso dicho el juego de cañas, publicó guerra al mesmo son contra la lanza la pluma, y saqué a luz (según lo que mis fuerzas cortas alcanzaron) un librito intitulado Visiones de Daniel, aplicado todo a la Casa de Austria, y, a propósito del regocijo, describiendo grandes proezas suyas, aventajandose a los grandes pronósticos de ventura que de Alejandro Magno, hijo de Felipo, se habían dicho.86 Llegó el día del Corpus, y, habiendo los Comisarios cumplido con su obligación en la grandeza de sus altares (y este año por rendir en la celebridad de misterio tan alto las gracias de tanto recebido bien), quisieron, devotos, los cuatro Caballeros Veinticuatros y los dos Caballeros Jurados que fueron nombrados por Comisarios en la fiesta adelantar generosos a ella, a expensas suyas, más de tres mil ducados, después de haber gastado otros tantos que para ello les libró la Ciudad; conque, disponiendo extraordinarias prevenciones, 86 Fr. Salvador de Mallea en las Visiones de Daniel, uno de los abundantes libros de pronósticos que el real nacimiento fomentó, establece un curioso paralelismo entre Filipo IV de Macedonia y Filipo IV de España, y sus respectivos vástagos: Alejandro Magno y Felipe Próspero. Pocas veces yerran tanto los pronósticos. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 45 vieron ejecutados milagrosos pensamientos en los autos87; costosas y ricas danzas 88, siendo cinco las que sacaron de fina tela de [13r] plata y oro, significando, cada una, naciones diferentes, todas hermosas a la vista, o ya en los suntuosos altares que, siendo seis, significando los más el misterio del día que en lo místico ajustaban, en lo literal con el nacimiento de nuestro Príncipe y señor89; y aunque en describirlos no era faltar al asumpto90, no quiero dar lugar a la censura de que culpe por disgresión molesta lo que fuera propiedad de la historia. 87 Estos autos son los sacramentales que se representaban especialmente en la festividad del Corpus. 88 Danzas: conjuntos de danzantes con acompañamiento musical. Dice Mallea que cinco de ellas iban ricamente ataviadas con telas de plata y oro, representando a naciones diferentes 89 Período sintácticamente enrevesado, abocado al anacoluto, que apenas se eludiría sobreentendiendo un segundo ajustaban tras literal. Por otra parte, el único ajuste que se vislumbra entre el número seis de los altares y el príncipe Felipe Próspero es el tiempo en meses transcurrido desde su nacimiento: en el año 1658 la fiesta del Corpus cayó el 14 de junio, y el príncipe tenía seis meses. 90 El impreso lee la forma latinizante assumpto. 46 Fray Salvador de Mallea Granada festiva ¡Oh Granada, reina de las ciudades, que así has sabido merecer con ambas Majestades91 el mérito de muchas obras en una! Pues si la Divina se agradó en el devoto empleo y celo ardiente con que fue celebrada 92 en misterio tan alto, la humana, por ver recrecidos a lo soberano de él nuevos cultos con tanta grandeza en rendimiento de gracias por favor tan singular como España ha merecido alcanzar, ¿qué no tendrá de reconocimiento a tan leal fineza? Más admirándose en todas ocasiones cristiano, y con católico desempeño a tu piadoso afecto; y en esta ha sido con devoción tanta y celo tan fervoroso, que, dándote toda a dos tan gloriosos empleos, buscaste con ellos los más seguros medios a eternizarte en favores soberanos y en temporales dichas. Llegó, pues, con alas del tiempo (que siempre son las más ligeras) el primer día de las fiestas, que fue el señalado sábado seis de julio, tan lleno de gozos, que se vía ufano y alegre en los semblantes de todos. 91 Con ambas Majestades se refiera Mallea a la Divina (representada por el Corpus Christi) y a la humana (por la casa real española). 92 En el impreso: celebrado, de muy difícil concordancia. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 47 Ensayo fue a las fiestas93 el alegre regocijo de la mañana, siendo tal, que pudo pasar él solo por bastante desempeño [13v] de las que se esperaban a la tarde. En fin, por hacer reseña de estas, corrieron a la alborada en dos sueltos toros dos rayos con truenos, pues de ellos le sirvió su fiereza 94, con que avisó cada uno a la salida del corrido riesgo de todos. Alegres y diestras suertes usó con ellos la presteza de algunos, mas era tan grande la de los irracionales brutos, que, picados más de la cólera que de las garrochas (con ser95 muchas), rendían por despojos cada instante lo más afianzado en ligereza; que no hay seguridad en la mayor defensa cuando se tiene a la vista poderoso contrario. 93 Las fiestas de toros y cañas que desde este punto se relatan tuvieron como marco, tal como se indicó en la sinopsis, la Plaza de Bibarrambla, debidamente adornada, acotada y refrescada con riego matutino. Se dispusieron espaciosos andamios y abundantes colgaduras de tafetán en los balcones y miradores que circundaban el coso. Los famosos miradores (desaparecidos a principios del siglo XIX) estaban situados frente a la Puerta del Zacatín, y eran ocupados por autoridades y nobles. 94 Si los toros eran dos rayos, su fiereza era como el trueno que los previene, avisando del peligro que representan. La confusión en la precedencia rayo/trueno es bastante común. Así, Góngora en el Polifemo escribe: tal, antes que la opaca nube rompa / previene trueno fulminante trompa. 95 Con + infinitivo posee valor concesivo: ‘aunque siendo’. 48 Fray Salvador de Mallea Granada festiva Cesó el regocijo, siguiéndose a él doce nuevos recreos de la vista, bellos desenfados de los sentidos, que lo fueron en todo, pues, por hacer más apacible y fresca la plaza, con doce portátiles fuentes96, que ocultaban con ingenioso primor97 su forma frondosos y verdes ramos, siendo tan de ver los movimientos de los edificios bellos, que, alegrando a todos, comunicaron por una y otra parte de la plaza la frescura que en líquidos cristales les esparcían por toda ella. Denme licencia para pintar la hermosa compostura con que se vio después la plaza, desmintiendo los rigores de julio, ostentando halagos apacibles del abril a todas partes98, pues a cualquiera 99 se veía sin lisonja lo milagroso, y a todas sin 96 Estas doce portátiles fuentes eran doce carros que transportaban agua para regar la plaza (el suelo era de tierra); para mayor lucimiento iban recubiertos de ramas, con las que disimular los grandes toneles. 97 Primor. Esta voz, con sus derivados (primoroso, primores...) es muy del gusto de Mallea, y se mantiene extraordinariamente viva en el habla granadina. 98 A todas partes: hoy preferiríamos en todas partes. Volveremos a encontrar ese sintagma en la relación de Mallea. 99 Para entender correctamente el final de esta frase hay que sobreentender parte tras cualquiera, y partes tras todas. Parafraseando tendríamos: ‘en cualquier parte de la plaza se veía (sin pecar de lisonjero) lo milagroso, y en todas partes (sin caer en la adulación) lo celestial’. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 49 adulación lo celestial. Perdonen hoy los encarecimientos, que peligran de corto los mayores en alabanza de tal sitio, que pudo ponerlo100 por lo bello a la plaza más incontrastable, seguro en sus rendimientos101, [14r] que más postró 102 siempre lo apacible que lo riguroso. En fin, pondérese solo con el silencio lo soberano de tal cielo, pues a todos dejó en suspensa admiración. ¡Oh cuánta milagrosa 103 vio de recreos la vista con país104 tan bello y con floresta tan amena! ¡Y cuánto dejó de ver, ciega, 100 Ponerlo [...] Incontrastable: ‘contraponerlo, compararlo’ a la plaza más ‘invencible, insuperable’. 101 Entiéndase: ‘seguro de los rendimientos [de esta]’. En otras palabras: ‘este sitio está seguro de humillar a la plaza más incontrastable con la que se quiera comparar’. Es una muestra más de nuestra antigua e imperfecta deixis posesiva. 102 Postró: ‘venció, rindió’. 103 Tras milagrosa es menester sobreentender vista (‘visión’), que Mallea elude para no repetir esa voz con tanta proximidad: ‘oh cuánta milagrosa vista de recreos vio la vista con país tan bello...’, y se sirve de la dilogía de ese vocablo: sentido de la vista y visión de algún objeto (o paisaje), 104 País. Aquí ‘paisaje’. 50 Fray Salvador de Mallea Granada festiva la más perspicaz105 con tanta diversidad de esplendores la mucha variedad de que constaba! Perdónenme aquí las damas, que no siempre a la suya 106 se debe lo bello, cuando este día la que tuvo la plaza le107 hizo hermosa en toda perfección, mas tan fácil, que se venía a los ojos 108 de cuantos la miraban, y es mucho, cuando estuvo su hermosura solo en lo compuesto109. En fin, fue su día este; mas no por serlo la colgaron110, pues mal pudo estarlo quien por hermosa venía pintada a los que 105 Nueva elusión de vista. Tendríamos: ‘La vista más perspicaz, cegada por tantos esplendores, no alcanzó a ver la mucha variedad de que constaba [la florida plaza de Bibarrambla]’. 106 Nuevo sobrentendido de vista, ahora sustituida por la suya: ‘perdónenme las damas, que no siempre lo bello se debe a su vista’. Se vuelve a sobrentender inmediatamente después: la [vista] que tuvo la plaza. 107 Le hizo hermosa. Leísmo. 108 Venir a los ojos: ‘entrar por los ojos’. 109 Solo en lo compuesto: solo en el artificio de los adornos (sin este la plaza no sería hermosa). 110 No por eso la colgaron. Agudeza bromista de Mallea, basada en la dilogía de colgar (‘llenar de colgaduras’ y ‘ahorcar’). La plaza quedó colgada (revestida de colgaduras) y no, obviamente, ahorcada. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 51 dichosos la veían: ¡tan primoroso fue su aseo111, tan del aliño112 se compuso su aderezo! ¡Oh qué de esfuerzos hizo a su lucir el sol por competir con las deidades humanas113 que a todas partes se vían, siendo la perfección de estas hermosa emulación de sus más lucientes rayos y milagrosa afrenta de sus más celestiales esplendores! Muchos dio su peregrina belleza al día; no pocos causaron sus costosas galas a las fiestas, que luce de tal suerte con lo bello lo hermoso (o por la competencia en la mayor perfección, o por los reflejos que produce en uno y otro), que llega todo a merecer los créditos de celestial maravilla y de prodigio milagroso; fuelo tanto lo menos que en la plaza se vio este día, que a sobrenatural obra se atribuyeron tan divinos efectos, conociendo [14v] humana su causa, a dar principio a las fiestas. Entraron los dos Caballeros Comisarios, haciéndoles salva y dándoles la bienvenida dulcísimos clarines y sonoras chirimías en virtuosa y noble competencia. Sacaron ambos a porfía brillantes lucimientos, a que a toda costa se la hicieron con ricos primores sus generosidades bizarras y sus bizarrías 111 Aseo: ‘compostura, ornato’. 112 Aliño: ‘esmero, cuidado, composición’. 113 Estas deidades humanas eran las hermosas damas granadinas. 52 Fray Salvador de Mallea Granada festiva generosas114. Ostentando las suyas, Don Antonio de Ojeda se vio en un caballo rucio115, tan favorecido de lo admirable por lo hermoso, que fue agradable suspensión de las atenciones todas su bien ajustada lozanía: tanto desprecio iba haciendo, ufano, de lo más rico, que, inundando el aire de primores, cubría la tierra de tejida plata y oro, causando a la vista un deleitable recreo. De fina tela de plata sobre raso de color amusgo116 era el vestido que, precioso, adornaba al galán Veinticuatro; tan cuajado todo de ricas y preciosas puntas de plata escarchada117, que parece que la suya la había dado el pasado enero. A este, pues, compuesto airoso de la bizarría hacían agradable acompañamiento doce lacayos, todos con librea de tela de plata 114 Sus generosidades bizarras y sus bizarrías generosas: otro retruécano en quiasmo. 115 Rucio: de color pardo claro (Dicc. de Auts). 116 Amusgo: ‘pardo oscuro’ 117 Escarchada. Así se recoge en el Diccionario nuevo de las dos lenguas española e inglesa en quatro tomos, escrito por Tomás Conelly O.P. y Tomás Higgins O.P.,Imprenta Real, Madrid, 1798: “obra trabajada con desigualdades a manera del rocío que se congela sobre las plantas”. Era tanta la plata que escarchaba su atuendo, que se diría producida por los fríos de enero (pero desfilaba en pleno mes de julio). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 53 sobre color anteado118 a quien guarnecían los vestidos todos preciosas plumas de plata; y, por que saliesen más galanes por los cabos 119, eran las mangas que llevaban de tela azul, con visos de cambray; y los sombreros, blancos, con volantes plumas de diversas colores 120, a quien seguían seis caballos rica y preciosamente enjaezados, correspondientes121 en los adornos al primero, diferenciando cada uno solo en los colores: [15r] tan hijos del viento parecían en sus airosos escarceos, que, ufanos en su bizarría, apostaban el alcanzarlo. En un caballo morcillo que, con ser negro, fue (por lo hermoso) el blanco de todos, salió Don Diego Brochero, a quien vistió su buen gusto de tela de oro de Milán, de color perla, bordado todo de hilo de oro y sembrados algunos 118 Color anteado: ‘color de ante’. 119 Por los cabos (o por el cabo) es fraseologismo: ‘bien, perfectamente’; pero también dilogía, y aquí se mantiene también su sentido recto, referido a extremidades: mangas, flecos, colgantes, zapatos, etc... 120 Diversas colores. A lo largo del texto Mallea alterna el género masculino on el femenino cuando usa el sustantivo color. 121 Correspondientes: haciendo juego con los adornos del primero. 54 Fray Salvador de Mallea Granada festiva blancos 122 de lantejuelas 123, gala que, suspendiendo en admiraciones, le aclamaron por excelente, a quien acompañaban igualmente otros doce lacayos, vestidos a lo francés, de pajizo raso, guarnecidos todos de colonias 124 con diferencias de colores (por que fuesen más vistosos), correspondiendo las mangas de la misma tela con visos de cambray y sombreros franceses, a quien acompañaban a distancia poca cuatro caballos, cuyo aderezo, por precioso y bello, compitiendo con sí125 solo, a sí solo pudo igualarse. Tan desprecio del aire se vía cada uno126, que juzgaba su ligereza el 122 Blancos: huecos o intermedios entre dos o más elementos del tejido. 123 Lantejuela (‘lentejuela’): “Planchita redonda de plata u otro metal que sirve para bordar, asegurándose en la ropa con puntadas que pasan por un agujerito que tienen en el medio. (RAE-1832). 124 Sobre colonia leemos en el Dicc. de Auts.: “Cierto género de cinta de seda de tres dedos o más de ancho. Suélense hacer lisas o labradas, y de un solo color, o de varios. Pudo llamarse así por haber venido las primeras cintas de esta calidad de la ciudad de Colonia.” 125 Con sí. Aún no se había producido de modo definitivo y general la fusión de la preposición con el pronombre personal (el actual “consigo”). Hay además paralelismo: con sí solo, a sí solo. 126 Entiéndase: los cuatro caballos eran tan veloces que se permitían despreciar la ligereza del mismo aire, e incluso se juzgaban capaces de alcanzarlo. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 55 alcanzarlo. Mas ¿qué mucho, si calzaban plata127, que es quien lo alcanza todo? Tanta riqueza los adornaba, que, despreciándola toda, pisaban lo más precioso de ella. Dieron vuelta a la plaza, oyendo en aclamaciones, alabanzas y honores a tan heroico y bizarro proceder, que jamás faltó el mérito a la virtud. A poco rato, previniendo los dulces instrumentos las atenciones, eran fiel aviso de la entrada de la Ciudad, que, alegrándolos a todos, se manifestó en doce coches, con la autoridad de acompañamiento y lo demás que pedía la representación de Príncipe tan esclarecido. El Ilustre Cabildo de la Iglesia en los balcones de las [15v] Casas Arzobispales, que son las solariegas, de que goza en tales ocasiones, comunicando lo docto de muchos, hizo pública reseña de la prudencia de todos. Mas con todo no pudieron disimular el sentimiento de verse sin su cabeza 128. El grave y autorizado Tribunal de la Santa Inquisición, como tan secreto en sus obras, no hizo en público la entrada, 127 Los cascos de los caballos iban guarnecidos con adornos de plata. Por eso se permite Mallea otra dilogía: los caballos calzados de plata pueden alcanzar al aire, ya que la plata (‘el dinero’) lo alcanza ('lo consigue') todo. 128 La cabeza del Cabildo de la Iglesia es, claro está, el Arzobispo, cuya ausencia, según Mallea, apenó a los capitulares. 56 Fray Salvador de Mallea Granada festiva manifestándose después en sus ventanas con la grandeza que correspondía a lo mucho que representaba. Los instrumentos, centinelas dulces, en acentos suaves avisaron alegres la deseada venida del Real Acuerdo, que, como Magistrado tan venerado de todos, pareciéndoles que tardaba, sentían en extremo la falta que les hacía tan Real presencia. A recibirlo salieron a la Puerta del Zacatín129 los Caballeros Comisarios que, ufanos, recibieron, desde la primera hasta la última deidad soberana de la tierra, agradecimientos por fiestas tan prevenidas130. En once coches con orden concertado señoreó la plaza, representando en el acompañamiento autorizado que llevaba, la grandeza majestuosa que contenía. En el último y dorado coche (que pudiera ser del Sol en lo hermoso y rico, si lo tiraran caballos) iba el dignísimo Presidente, a quien esta Ciudad debe lo que reconocida confiesa. Acompañábanle los cuatro Magistrados más antiguos, viéndose, como el Sol, Presidente de tanta luciente Estrella. Entre su coche y el de la familia, sobre un hermosísimo caballo de color bayo y cabos [16r] negros, Don 129 La Puerta del Zacatín era una de las tres principales de la Plaza de Bibarrambla; las otras dos eran la Puerta de los Colegios, cercana a la Plaza de las Pasiegas, y la populosa Puerta de las Orejas, situada entre las que hoy son las calles de Mesones y Príncipe. Con los restos que se salvaron de su arquería, esta última se ha podido reconstruir e instalar en los jardines de la Alhambra. 130 Tan prevenidas: ‘tan bien preparadas’. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 57 Esteban González de Ribera representaba con gala de todo buen gusto el oficio de Caballerizo Mayor, cuya modesta compostura decía bien ser aliento del espíritu que lo influía en ella. Llegando, pues, al sitio donde tenían colocados sus asientos, los fueron ocupando todos, quedándose en la plaza por guarda (como se acostumbra) Don Juan Gerónimo Muñoz, alguacil más antiguo de los tres de vara, en un caballo rucio obscuro, con jaez anteado y plata, asistido con dos lacayos con libreas del mesmo color del jaez, que en tales ocasiones luce lo que ellas piden, y en esta sacó, por más bien celebrarla, tres caballos, todos con tocados y jaeces de distintos colores. Su vestido fue de raso, con cabos anteados y plata, cuajado todo de piedras de cristal labradas, y con botonadura de plata. Tan galán y vistoso lo atendió la vista, que aprobó la de mejor gusto, por bueno, el suyo. Sentado, pues el Real Acuerdo, que es la más cierta señal para dar principio a las fiestas, le tuvieron131 con que se despejase la plaza, quedando tan de ver, que conocieron todos que la mayor parte de una hermosura es el despejo132. Vistoso 131 132 Le tuvieron (‘principio’): nuevo caso de leísmo. Agudeza de Mallea basada en dilogía: despejo vale por ‘acción de despejar’ el coso, pero también ‘donaire, talento’. 58 Fray Salvador de Mallea Granada festiva alarde y alegre reseña 133 fue la prevención lucida que del juego de cañas se ofrecía al oído y a la vista en apacible estruendo y aparato bello, ofreciéndose a uno y otro sentido con acierto concertado las caballerizas de los dos Puestos 134, que, admirando a todos por lo grande y bien prevenido por lo menos, se vio aclamado todo de lo más. ¡Oh feliz desvelo! ¡Oh solicitud dichosa [16v] la de un cuidado y otro, pues buscando desempeño a sus obligaciones nobles, supieron adquirirse glorias tan crecidas, que, haciendo eternos sus nombres, [les] dieron perpetua memoria para que su fama sea celebrada siempre! 133 Alarde...Reseña: Son términos de índole militar y muy parecido significado. Sobre reseña nos dice el Dicc. de Auts. que es “la muestra que se hace de la gente de guerra”; alarde se define así: “la muestra o reseña que se hace de los soldados; la cual ejecuta el comisario destinado para este efecto a fin de reconocer si está completo el número que cada compañía debe tener, y si tienen las armas limpias y bien acondicionadas, y todo lo demás de su uso en buena disposición.” Especialmente aclaratorio es el final de esa entrada, por cuanto es el sentido con que hoy se conserva: “Y en esta consideración antiguamente expresaba esta voz algo de ostentación, gala y lucimiento, por el que los soldados ostentaban en esta función.” Recordemos que el Juego de Cañas simulaba un combate entre diferentes cuadrillas. 134 Los dos Puestos. Se refiere Mallea a los dos bandos que van a contender en el juego de cañas. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 59 Por la Puerta de las Orejas se vieron entrar tres sonoros clarines 135 a caballo, vestidos de tela de plata encarnada, siendo los instrumentos que tocaban, suaves acentos a los oídos; a quien seguían ocho atabales136 que, diestros, tocaban cuatro bien dispuestos mancebos a caballo, vestidos todos de blanco con muchos pendientes de cintas de resplandor de colores varios que, alegres, recreaban la vista, formando unos y otros instrumentos voces tan sonoras y belicosas, que inquietaban137 los ánimos y corazones de los caballos que ya en hilera bien ordenada iban de uno en uno, siendo del primer Puesto, que dignamente tuvo don Juan Manuel Pantoja: ¡así ocupara138 los grandes que merece en los mayores cargos; que la virtud que madruga en aciertos a ser ejemplo de muchos es la que solo debía ocupar tales empleos! 135 Clarines: metonimia consagrada por jinetes que tocaban el clarín. 136 Ocho atabales: dos por cada caballería. Sobre atabal dice el Dicc. de Auts.: “Instrumento bélico, que se compone de una caja de metal en la figura de una media esfera, cubierta por encima de pergamino, que se toca con dos palos pequeños, que rematan en bolas [...] Este instrumento se usa en la caballería, llevando un caballo un atabal a cada lado de la silla; y modernamente se llama timbal.” 137 Inquietaban. En el impreso leemos: inquietando, que no es viable sintácticamente. Este período se nota claramente estragado. 138 En el impreso leemos assi ocupara para, que parece error de imprenta. Suprimimos para. 60 Fray Salvador de Mallea Granada festiva El paso iban abriendo a la bien dispuesta hilera de caballos las seis acémilas propuestas que, con cabezadas de terciopelo carmesí, bordado de oro y raso de diversos colores (siendo el dorado del que más se componía) y con pretales139 y otros adornos, lucían con grandeza y recreaban con primor. Tres medallas o mascarones, también de plata, llevaba cada una, en que se veían grabadas las nobles y esclarecidas Armas de su dueño, a que correspondían de lo mesmo los ricos penachos y preciosos [17r] garrotes que en todas sin diferencia se veían y, ciñéndolas con aseo, bien tejidos cordones de seda; cubriendo los haces que llevaban de cañas, ricos y costosos reposteros140 de terciopelo carmesí con los bordados correspondientes en todo a las cabezadas, descubriéndose en el medio de cada uno las mismas armas, a quien bordó el primor. Seis lacayos (que con librea igual, que costeó sin escasez lo liberal y guisó con sazón el buen gusto para este día) llevaban 139 Pretales: ‘petrales’ son las “correas o fajas que, asidas por ambos lados a la parte delantera de la silla de montar, ciñen y rodean el pecho de la cabalgadura.” (RAE). 140 Repostero: “paño cuadrado con las armas del príncipe o señor, el cual sirve para poner sobre las cargas de las acémilas, y también para colgar en las antecámaras” (Dicc. de Auts.). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 61 de diestro141 las bien ordenadas y compuestas acémilas142, que solo el alegría 143 y placer que el verlas causaba podía hacer grandes en todo las fiestas: treinta y ocho caballos las seguían con airosos movimientos, siendo los primeros de Don Luis de Santa-Cruz Bocanegra, Padrino144 del Puesto de la Ciudad (que también lo fue con Don Antonio de Córdoba 145, Caballero del Orden de Santiago146, de la máscara, hermano del Marqués de Valenzuela), que lo hace tan amable su condición por bienhechor de la Patria, que le sobra el ser Veinticuatro, por merecer muchas veces el título de Padre de ella: tan querido y amado es de todos. Enjaezados de azul y fina plata se veían sus dos hermosos caballos, que, por serlo, y por el sitio primero que ocupaban, pareció que señoreaban a todos los demás, siendo, 141 De diestro: “Dicho de llevar a un animal: Yendo a pie, delante o al lado de él tirando del ronzal.” (RAE). 142 Las acémilas transportaban los pertrechos necesarios para el festejo, señaladamente los usados en el juego de cañas. 143 El alegría. Aunque menguante, aun se mantenía, especialmente en la escritura, el uso del artículo /el/ ante vocablo empezado por [a-]. 144 Padrino: “El que apadrina en las justas, torneos, juegos de cañas, desafíos y otras funciones públicas.” 145 En el impreso: Cordova. 146 En el impreso: Sant-Iago (enmendamos siempre). 62 Fray Salvador de Mallea Granada festiva los que a estos seguían, treinta y seis bellos lucimientos 147, que cuidó a toda costa el cuidado 148 del Corregidor; con tanto desvelo prevenido y compuesto el menor adorno que llevaban, que pudo en el lucir ser afrenta hermosa de lo más brillante [17v] del sol; que el ánimo liberal de este Caballero amable resplandece entre las demás virtudes suyas como los rayos de aquel. La presencia bizarra con que se ostentaron en la plaza los treinta y seis alegres desenfados149 de ella pudieran con diferencia en las colores ser, en su género, milagrosa emulación a los mejores. Los seis primeros con jaeces de tela fina de encarnada plata: color que acreditó por de buen gusto al de su dueño, en el que sacaba su Cuadrilla, pues fue del mismo150 todos seis, con tocados de cintas de escarchada plata, que parecía a quien los miraba que en golfos de ella 151 se anegaban. 147 Estos bellos lucimientos son los treinta y seis caballos con que se completan los correspondientes al Puesto de la Ciudad, encabezados por Don Luis de Santa Cruz y Don Antonio de Córdoba. 148 Cuidó... el cuidado: figura etimológica. 149 Alegres desenfados... [de la plaza]. Es otra encomiástica designación de los caballos del Puesto de la Ciudad. Mallea se muestra muy sensible a la belleza de los caballos. 150 Pues fue del mismo. Entiéndase: del mismo color. Los jaeces y los tocados de la cuadrilla eran encarnados con incrustaciones de plata. 151 Golfos de ella (= ‘de plata’). Es metáfora hiperbólica tomada del lenguaje poético: ostentaba tal cantidad de plata la cuadrilla, que quienes la miraban creían estar contemplando el plateado mar, con Fray Salvador de Mallea Granada festiva 63 Otros seis, del color mismo, variándose152 en la tela (por ser de felpa), se le siguieron, causando en todos los mismos efectos que los primeros; después otros iguales en el número, y no menos en los ricos adornos, fueron vistoso recreo a los sentidos, a quien dio Holanda 153 aderezos de ingeniosa tela, imitando con arte primoroso los más ricos bordados. El número restante a los treinta y seis cumplía la otra mitad, de que, dividiéndose en distintas formas sus adornos y aderezos, echó por medio154 en hacer ostentación de varias riquezas y primores, a quien gobernaban de diestro treinta y seis lacayos con la librea correspondiente en el color a los aderezos, pues fue de encarnada tela, guarnecida de plata, y seguíanlos después briosas y bizarras presencias155, que de diestro traían otros tantos lacayos con libreas de anteado y plata, cuyos colores correspondían, agradables, la de los jaeces y aderezos [18r] de los caballos, con la diferencia de ser su tela más preciosa. riesgo de ahogarse en él. La metonimia de golfo por mar era de uso común. 152 Variándose: ‘diferenciándose, distinguiéndose’. 153 Holanda: es metonimia por la fina tela de ese país. 154 Echó por medio. Es fraseologismo: ‘actuar con resolución, con oportunidad’. 155 Briosas y bizarras presencias: nueva referencia encomiástica a los caballos. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 64 En sus airosos movimientos y en su galán pisar se conoció tener la disciplina y enseñanza de Don Gerónimo de Robles, pues en la brida y la jineta 156 dignamente ha merecido créditos que lo eternizan, que es crisol de lo más noble la profesión a tan bizarra habilidad. Por Veinticuatro de la Ciudad, fue el segundo cuadrillero de este Puesto, y por más antiguo. Su retaguardia formaron doce hermosísimos caballos de Don Antonio de Fonseca y Espinosa, Alférez Mayor y Capitán de la ciudad de Almuñécar, a quien dio su natural157 modesta compostura y virtud tanta, que corresponde a su mucha nobleza; con igual grandeza de bizarría y costosas galas fueron los aderezos de sus caballos, y de tan buen gusto todos, que, sobre encarnado y pajizo, escarchó la plata lo encintado158 y demás alegres aliños que, vistosos, componían su vistoso adorno. Lució en competencia con el día, por encarecerlo159 de una vez, siendo las libreas de los lacayos, que de diestro los llevaban, iguales en los colores a los aderezos de ellos: todos en trajes de franceses, con cabos encarnados de plata. 156 La brida y la jineta eran dos artes diferentes de montar a caballo. 157 Su natural es el sujeto de dio: ‘a quien su natural dio modesta compostura y virtud tanta...’ 158 Escarchó la plata lo encintado: las cintas que aderezaban los caballos iban bordadas con hilos de plata en escarchado. 159 Por encarecerlo: ‘por enaltecer, por solemnizar [el día]’. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 65 Cerraba, pues, esta hilera de alegres desenojos, presidiéndola con gravedad autorizada, el Caballerizo, cuyo vestido era negro con cabos bordados de plata, a quien acompañaban cuatro lacayos, todos de librea azul: que tanto bello lucimiento solo pudo [18v] comunicarlo tan gran esplendor. Las riquezas, galas y costosos adornos de que se componía la lucida y hermosa hilera de caballos fueron tan sin número, y ellos tantos, que, no pudiendo reducirse a una vuelta entera de la plaza, formaron de nuevo otra desde su principio, que fue a la vista de tanto recreo, que será imponderable lo más esclarecido, si intento el decir el que causaba ver un escuadrón de caballos en campo tan espacioso y bello, cuyos tocados de cintas de plata y otros colores, esparcidos con el aire por el viento, bajando unos plata escarchada 160, formaban enero en julio; y subiendo otros en varios colores, hacían el estío primavera 161. Muchos milagrosos efectos nacen de una causa, y más cuando es celestial y los disponen impulsos nobles. Dando, en fin, la vuelta, salieron por la misma puerta que les había dado entrada 162. 160 Agudeza de Mallea: como las cintas de los tocados de los caballos abundaban en escarcha (‘plata escarchada’), parecía como si el mes de julio (en que se celebraba la fiesta) se había trocado en enero. 161 El estío primavera: la variedad de colores que las cintas mostraban movidas por el viento era más propia de la variopinta primavera que del seco y uniforme estío. 162 Esto es: salieron por la Puerta de las Orejas. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 66 Ya me llaman nuevos instrumentos a que prevenga las atenciones al reparo de no menores grandezas que las antecedentes, siendo tantas las que ya daba entrada la Puerta de los Colegios163, que, suspensos los sentidos en admiración tanta, dudaron los más despiertos en la certeza de su verdad, aun viéndola ejecutada: que no es nuevo el que se dude de la virtud, y más cuando resplandece[n] en una otras muchas. No fueron pocas las que este día se adquirió Don Tomás Jofre de Loaysa Messía y Carrillo, Conde del Arco, pues dio con grandeza en esplendores de maravillas lo imposible fácil, y lo más arduo posible, que aunque [19r] siempre la nobleza confirma el serlo en todas ocasiones, cuando la empeñan tan soberanas causas164, manifestándose en larguezas, se exhala esclarecida en generosidades. Y en tres clarines, que en otros tantos briosos caballos tocaban con singular destreza tres mancebos, a quien vistió de tela fina de plata lo más liberal, cuyas sonoras voces aclamaban sus obras por inmortales, avisando juntamente de que el Puesto Segundo165 corría por su cuidado; y se le lució de suerte que, al parecer de todos, se vieron en él sin límite los lucimientos, sin tasa los esplendores: seis fuertes acémilas, que 163 La Puerta de los Colegios estaba situada en la diagonal de la de Las Orejas. El Colegio de más renombre era el de San Miguel. 164 Estas causas tan soberanas son las celebraciones por el nacimiento del Príncipe Felipe. 165 El Puesto Segundo lo ocuparía la comitiva del Conde del Arco (el primer Puesto la había ocupado Don Juan Manuel Pantoja). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 67 parecían, por lo grandes, móviles torreones, entraron a dar alegre muestra de su mucha fortaleza; no en las débiles cañas que llevaban, sino en los ricos adornos suyos, pues todo cuanto los componía era de rico y precioso peso. Estas, pues, gobernadas por seis turcos 166 (con tal propiedad vestidos, que asustaron más de cuatro corazones), llevaban por cubiertas costosos paños de tela verde de plata ondeada, en cuyos blancos se veían bordadas con ingenioso primor las Armas de los Mexías y Loaysas. Las cabezadas correspondían a la tela verde de plata de los reposteros, y en cada una iban compartidos tres mascarones, también de plata, siendo del mesmo metal precioso torneados los garrotes y los volantes penachos de blancas y verdes plumas; y por que todo fuese con igual correspondencia, se ceñían todos seis con cordones de plata y seda verde entre los caballos. Y [de] estas seis maravillas [19v] de grandeza (que pudieran ser emulación a las siete que celebra el mundo167) hacía división uno, cuya lozana presencia se llevó las atenciones de todos, y, por el aderezo que vistoso y rico lo adornaba, muchas alabanzas a su dueño. 166 167 Seis turcos. Entiéndase: seis lacayos vestidoss a la turquesca. Compara hiperbólicamente Mallea la grandeza de las seis acémilas del Conde del Arco con los Septem miracula (las Siete Maravillas del mundo). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 68 Don García de Menchaca y Manzanedo168, Caballero del Orden de Calatrava, que, por ser de los esclarecidos de esta Ciudad, lo eligió la Nobleza de ella por Padrino de su Puesto, con la suya generosa dio librea a cuatro lacayos, de plata y negro, que iban con el caballo. Cuarenta y dos se siguieron a este, cuyo parecer bello tan proprios 169 hijos del Sol los acreditaba en todo, que, apostando con él a lucimientos 170, le presentaron campo de desafío en el volar. Los más, con aderezos de verde y plata, a que correspondían en el mismo color las libreas de los lacayos que de diestro los llevaban; los tocados que vistosos los adornaban, siendo afrenta de lo más bello, se ofrecían a la vista lo más hermoso. Tan de lo rico se atendieron cuidados, y tan del ingenio se admiraron aliños ingeniosos, que, no quedando que hacer más al poder, lo más primoroso no pudo hacer tanto. La lozanía de los hermosos brutos y el brío airoso de sus bizarros movimientos hacían que, suelta y desenmarañada la vistosa y 168 Para encarecer la prosapia de Don García, nuestro autor acumula una serie de vocablos que la refuerzan: caballero, esclarecido, [nobleza] generosa (que viene a ser redundante). 169 Proprios: latinismo. disimilada vigente hoy. 170 Acabaría por imponerse la forma Los cuarenta y dos caballos del Padrino no sólo parecían hijos del Sol, sino que competían con él en lucimiento , y lo desafiaban en la ligereza de su vuelo. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 69 rica cintería que los adornaba, se desatase cada hebra de ella en rayos, para que fuese, aun la menos apacible y brillante, alegre y ufana afrenta del sol: tan luciente esplendor como este [20r] causaba esparcida su sin igual hermosura; tan bellos lucimientos ocasionaba su vista milagrosa, pareciendo a la de todos que intentaban los caballos con alas 171 tan preciosas, como las dio liberal su dueño, remontarse al cielo, para ser en su firmamento los más claros luceros y las estrellas más refulgentes: ¡discreta y disculpable presunción la que nace de virtud, que aspira solo a tener lugar en el Cielo! A este, pues, orden de celestiales milagros se seguía otro no de menos grandeza, pues se la dio, para que mejor pudiesen lucir las fiestas, el desvelo de Don Diego Felipe de Ávalos Barahona, segundo cuadrillero en este Puesto, que lució en esta ocasión como pudiera en muchas, y con el desempeño172 que en todas: grande fue el que tuvo este día en sacar doce aderezados caballos, cuyas bien parecidas presencias el más acertado sentir los diferenció solo en los colores, tan iguales por lo airosos y tan conformes173 por lo lozanos, que suspendieron a unos y otros. 171 Caballos con alas. Fastuosa hipérbole de Mallea: las abundantes y preciosas cintas que adornaban a los caballos semejaban alas, con las que podrían remontarse hasta el cielo, como Pegaso, y catasterizarse como él. 172 Desempeño: ‘dedicación’. 173 Conformes: ‘uniformes, semejantes, igualados’. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 70 Los aderezos fueron de azul y plata, con tocados y varios pendientes, tan lucidos y brillantes con diferencias, pues 174 aprobaron todos por de buen gusto el desvelo de quien los compuso, cuya indomable fiereza sujetaban, llevándolas de diestro otros tantos lacayos a quien dio igual librea de tafetán azul y plata, con traje proprísimo 175 a lo francés, a que correspondían los sombreros, valonas 176 y lo demás. A estos se siguieron otros doce de Don Gómez de [20v] Montalvo, Caballero del Orden de Santiago, y tan amable, que su afabilidad noble lo hace querido de todos. ¡Oh cómo son virtudes grandes las del agrado y cortesía, pues confirmándose en la nobleza adquirida, se adelantan en ella a las mayores aclamaciones! Con su publicación177 por tercer cuadrillero en este Puesto procuró el honor de tan bizarro día en sus mayores lucimientos, pues lo fueron doce bellos desprecios del viento178, 174 Pues. Posible error del impresor por la partícula *que (introduciendo la apódosis de la correlación consecutiva). 175 En el impreso: proprisima (que no concuerda con traje). 176 Valona: “Cuello grande y vuelto sobre la espalda, hombros y pecho, que se usó especialmente en los siglos XVI y XVII.” (RAE), 177 178 Publicación: ‘ostentación pública, nombramiento’. Doce bellos desprecios del viento: doce caballos más veloces que el viento, que, criados en tierras granadinas (del Genil), nada tenían que envidiar a los legendarios caballos del Guadalquivir (el Betis). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 71 a quien dio el Genil (a pesar del Betis) muchas perfecciones para suspender con ellas y para correr mucho vuelo su bizarro aliento. Sus aderezos fueron los que ellos merecían, y los que se esperaban de su dueño, pues les dio, sobre noguerado179 y plata, tela preciosa y rica; de lo más fino de ella se veían tan de vistosos, ricos los tocados de algunos, que llegando al suelo, hacía a los caballos de lindos cascos180; otros con varias cintas, sembrados entre ellas hilos de fina plata, publicaban en sus voces, aunque mudas bien atentas, que a ellos solos se les debía la ilustración181 de las fiestas. Nunca se vio la curiosidad más prevenida, jamás el primoroso aseo se vio más bien cuidado. Nortes vistosos de tanto sol luciente fueron los lacayos, porque lucieron como estrellas del esplendor, y rayos cada uno de su sol. A esta ufana hilera de caballos se seguía en el suyo su Caballerizo, cuya costosa gala, acompañada con cuatro lacayos de vistosa librea, publicaba 182 cómo todo era efecto celestial del [21r] espíritu bizarro de su dueño. Dando, pues, todos vuelta a la plaza en forma tan bien prevenida de agradable concierto, la 179 Noguerado: de color pardo oscuro (como el del nogal). 180 Lindos cascos: Además de su sentido recto, era fraseologismo coloquial: ¡Qué lindos cascos sois! semejante a nuestro ¡qué elementos estáis hechos! 181 La ilustración: ‘el lustre, el brillo’. 182 Publicaba. En el impreso: publicaban. Enmendamos. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 72 llenaron de tanto bello lucimiento como se ofreció a la vista en variedad y riqueza, con que, bañados en glorias los sentidos de cuantos bien maravillosos tales milagros, milagrosas183 tales maravillas deseaban, y al ver los empleos de tanto bien prevenido aparato, y dándole salida a la puerta misma a quien debió la entrada, salió con el orden concertado que entró. Ya en esta ocasión el ruidoso estruendo de la gente en la plaza prevenía 184 en confusas voces [que] había llegado el tiempo de que los encerrados toros hiciesen muestra de su fiereza, para cuyo efecto, en la forma que se acostumbra siempre, bajó a la plaza Don Antonio de Figueroa, Alguacil Mayor de la Ciudad (que hasta este tiempo había estado sentado en su balcón, desde el que entró 185 con ella), y subiendo en un hermoso caballo a quien dio de adorno rico aderezo de jaez, bozal y encintado. Su vestido fue negro de toda costa con cabos blancos, y las mangas de lama 186 fina, bordadas con plata, y acompañado de cuatro lacayos con vistosa librea, fue desde el sitio donde estaba la Ciudad con el paso a media rienda hasta 183 Milagrosas. El impreso lee milagrosos, que no concuerda con maravillas. Con todo, el párrafo parece deturpado: la sintaxis flojea. 184 Prevenía: ‘anunciaba’. 185 Desde el que entró con ella: desde el [tiempo (‘el momento’)] en que entró con la Ciudad (‘la Corporación’). 186 Lama: “tela de oro o plata en que los hilos de estos metales forman el tejido y brillan por su haz, sin pasar al envés” (RAE). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 73 las ventanas en las que estaba el Real Acuerdo, a quien con la cortesía debida pidió licencia para que se corriesen los toros, que, concedida por su Presidente, dio la vuelta a más ligero paso, y subiendo a tomar su asiento, salió un toro tan encendido en [21v] su cólera misma, que no cabiendo su corazón solo en todo él, con ser un monte animado de carne187, y tan enfurecido que lo exhalaba por los ojos: rayo, lo temió el mayor aliento; cometa 188, acobardó al valor más esforzado, pues buscando ocasiones con que vengar sus iras, por no hallarlas, las ejecutaba en sí propio. Tanta era su braveza 189, que a gran suerte tenía el mayor toreador190 de no usar con él las suyas191, y algunos, que por muy ligeros lo intentaron, se vían de su destreza rendidos despojos, que nunca escapó bien quien se 187 Monte animado de carne. Es metáfora de clara procedencia gongorina. En el Polifemo Góngora nos dice que ese cíclope gigante: “un monte era de miembros eminente”. 188 Cometa. Los cometas eran tenidos por signos seguros de grandes catástrofes. En este sentido lo emplea varias veces en el texto Fr. Salvador, con referencia a los enfurecidos toros de las fiestas. 189 Braveza. En el texto de Mallea, como en la norma de la época, era preferido el término braveza a bravura, que, sin embargo, acabó prosperando. 190 Toreador. Era la forma predominate en los siglos áureos. Sorprendentemente acabó imponiéndose torero, que es menos ajustada que aquella a la labor de los diestros. 191 Las suyas: ‘sus suertes’ (las del toreador). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 74 creyó de ligero. En fin, murió de sus rigores, que siempre trae una temeraria vida la más desesperada muerte. Salieron después otros dos toros, no de menos braveza que el primero, con quien los arrestos que hubo corriéndose los culpó de temerario lo más cuerdo; y lo no tanto, de valientes desenfrenos; que en lo público nuestras acciones no se libran jamás de la censura, aunque las mueva 192 el valor, con ser virtud tan grande. Y así deben ser, primero que se ejecuten, nuestras obras bien miradas, por que después no sean mal vistas193. El toro tercero, habiendo divertido en diferentes suertes que en él hizo la juventud lozana, como era exhalación de fuego, que fulminó su región, lo convirtió en él un ingenioso artificio suyo, el aliento esforzado de un valeroso impulso, coronando su testa, a pesar de sus asestadas y agudas puntas, de un vistoso plumaje, con tal arte dispuesto, que pareciendo a la vista hermoso embarazo del aire, se vio en un instante horrible y [22r] pavoroso asombro del fuego, despidiendo de sí tantos rayos, que al que lo fue antes en braveza, se admiró muerto 192 Mueva. En el impreso: muevan (que no concuerda con su sujeto). 193 Bien miradas [...] mal vistas. Ingenioso juego de palabras de Mallea, a costa de los dobletes bien/mal y mirada/vista: nuestras obras deben ser bien miradas (‘bien aquilatadas, sopesadas’), si no queremos que después sean mal vistas (‘mal consideradas’) por la gente. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 75 después en breve: vivo escarmiento a lo más inmortal en valentía. Apenas fincó 194 muerta tanta braveza, cuando disparó la Puerta de las Orejas tres rayos en tres fuertes acémilas, vistosamente aderezadas de penacheras, bozales, cubiertas y pendientes de ingeniosa tela; y en los blancos de las cubiertas, pintadas las Armas de Granada con fino oro; mas, como por precioso nunca está seguro, no faltó quien dijo que no era oro todo lo que relucía. En fin, los bien compuestos animales, con estrenarse195 en el oficio, llevaron este día, aunque arrastrando, airosamente su carga; y no es admiración corriesen tan airosos, cuando196 en la ocasión tuvieron mucho garabato197 para serlo. Ya me llama a voces la causa sola que me dispuso el ánimo a intento tan temerario, escribiendo con tarda pluma milagros que piden mayor vuelo que el suyo: maravillas que, 194 Fincó: ‘quedó’. Fincar (>hincar) ya era voz anticuada en el siglo XVII. El uso de estos vocablos (algo así como arcaísmos de prestigio) se usaban para encarecer o ennoblecer el lenguaje, tiñéndolo de antigüedad, o las hazañas de los próceres. 195 Con estrenarse: con valor concesivo (‘aunque se estrenaban’). 196 Cuando: con valor causal (‘ya que’). 197 Garabato: ‘donaire, lindeza’. En algunas áreas hispanohablantes aun pervive: “Ojos azules, ojos de gato; donde no hay ojos negros no hay garabato”. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 76 vistas, suspendieron, y escritas, quedando ofendidas en lo cortamente ponderadas (aunque más el encarecimiento los exagere), han de padecer en lo dudoso con quien desgraciado no mereció verla, siendo el regocijo que tocó hacer a la Nobleza este. Acelerado movimiento era el que daba el padre de las luces a su hermoso curso, por no ver afrentada[s] las brillantes suyas con el lucimiento de otras mayores, cuando después de verse despejada la plaza, fueron el [22v] mayor despejo de ella los ya dos propuestos Padrinos, Don Luis de Santa-Cruz Bocanegra y Don García de Menchaca Manzanedo, nortes ciertos aquel día de sus esplendores, que en dos bellísimos caballos, hijos solos de sus espíritus valientes, por más bien ponderar su lozano ardimiento, haciendo ostentación en ellos de su airosa gala y de su aire galán198, la hicieron también de sus corteses atenciones, llegando juntos a pedir licencia al Real Acuerdo para hacer la entrada, a quien correspondieron sus Magistrados con mucho silencio en bien entendidas señas, llenas de aceptación y agradecimiento, con que haciéndola (después de despedidos los dos de aquel tan supremo Tribunal199) Don Luis de Bocanegra a la parte donde tenía la entrada su Puesto, la dio la Puerta de las Orejas, para que, rayo 198 Su airosa gala y su aire galán: el reiterado retruécano en quiasmo. 199 Este Tribunal tan supremo es el Real Acuerdo, que concedió por señas a los dos Comisarios la licencia para comenzar el festejo. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 77 con alma, corriese a serlo de consuelo a toda la Ciudad su Corregidor insigne, llevando por compañero a Don Domingo Antonio Fernández de Córdoba 200 y Castilla por más bien asegurarse, como en lo demás, en las carreras lo igual y lo conforme, siéndolo esta primera tanto, que tuvo por sin duda la vista más atenta, con haber visto al partir y al parar dos, que al correr había sido solo uno: tan bien y tan galantemente pasaron su carrera. Componíase, ufana de galas, esta cuadrilla de seis caballeros, como las demás, a quien dio por vestidos de todo buen gusto su cabo, siendo la principal ropa que los adornaba marlotas y capellares de raso encarnado, bordado todo con aseo y [23r] primor de escarchada plata con puntas de humo201 de lo mismo en las partes que las pedían; cualquiera del vestido se vía tan bordada 202 de lo más precioso y fino, que peligró la vista en sus reflejos, y aunque variaban en algo, correspondían en los calzones y mangas todos. Bonetes de terciopelo negro bordados de plata coronaban sus cabezas, haciéndolos más vistosos las plumas encarnadas y blancas que tremolaban por el aire. Las lanzas, formándose de dos aceradas puntas, tenían en un remate de cada una, de tela de encarnada plata, una banderilla. Los 200 En el impreso: Cordova. 201 Humo: “Cierta tela de seda negra muy delgada y rala de que se hacían mantos y toquillas para el sombrero en señal de luto” (Dicc. de Auts.). 202 Tan bordada. En el impreso: tan bordado, pero es error de concordancia, porque ese participio se refiere a cualquiera [parte] del vestido. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 78 diamantes, perlas y demás pedrería fina que componían sus preciosos bordados, no pudiendo ser en su número más, no se esperaba menos de quien ingeniosos y liberales los cuidaron. Después, ofreciéndose a la vista en la segunda pareja, Don Juan Pedro Vibaldo y Don Diego de Arostegui203 parecieron en el correr dos exhalaciones bellas; tan presto movimiento fue el de su acelerado curso204, que pareció imposible el haber partido, con verlos ya tan bien parados. Don Diego Fernández de Ronquillo y Córdoba 205, Veinticuatro de esta Ciudad, y Don Alonso de Bocanegra, Señor de los Ojíjares, corrieron con tal ligereza, que, siendo la última pareja de su cuadrilla, pudo ser la primera. Mucha admiración causó a todos ver la igualdad con que corrieron en uno y otro los seis caballeros de esta cuadrilla, pues en las parejas y en las galas no se conoció diferencia. Muestra salió a dar de su destreza con su segunda [23v] cuadrilla Don Gerónimo Robles, Veinticuatro, a quién acompañó por más confirmarse en amistad suya Don Francisco de Salazar, cuya sangre noble rebosa por su pecho con veneración aun de quien menos la conoce. En dos bizarros espíritus de cometas salieron en su primera carrera a ser emulación del viento: mas ¿qué mucho, si lo calzaban los dos bellos animales? Sacaron por librea marlotas y capellares de 203 En el impreso: Arostigui. 204 Curso. Es latinismo: ‘carrera’. 205 En el impreso: Cordoua. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 79 raso anteado, a quien bordó de plata con todo ingenio el primor. Los cabos a que correspondían los calzones eran de celeste [y] carmesí, bordados de escarchada plata. Los sombreros, negros, cuyo adorno de toquillas y penachos fue de color anteado y plata, todos muy cortos de alas 206 por que las tuviesen solos los caballos. Los segundos de esta cuadrilla, ostentando gallardas presencias, corrieron con despejo bizarro, mas ¿qué mucho, si fueron Don Melchor de Herrera, Veinticuatro de esta Ciudad, y Don Antonio de Videra, con cuya bien corrida pareja hacer pudieran que se corriera el aire? ¡Tanta fue la ligereza de sus caballos briosos, tanto el aliento que les infundían sus dueños! Después se vieron Don Diego Antonio de Viana y Don Diego Vago de Vargas, Veinticuatro, en dos tan sueltas ligerezas de animales bellos, que parecieron en el correr volantes flechas, cuya bien corrida pareja, con ser cosa de aire, paró en admiraciones207. Muchas fueron las que causaron en su correr igual y en su volver airoso Don Antonio de Fonseca y Espinosa y Don Juan de Cárcamo y Vargas [24r] que, por Veinticuatro el más antiguo de los que salieron, tuvo la retaguardia de este Puesto; ambos sobre dos torbellinos de plumas corrieron tales 206 Muy cortos de alas eran los sombreros de esta cuadrilla porque (según nueva agudeza de Mallea) las alas debían reservarse para las patas de los caballos, que así, más que correr, volarían. 207 Con ser cosa de aire, paró en admiraciones. Entiéndase: ‘la carrera de esta pareja, aunque era rápida como el viento (como el aire), paró su curso entre las generales muestras de admiración de los espectadores’. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 80 parejas, que se llevaron las aclamaciones. Vistió esta cuadrilla el ropaje que las demás, diferenciándose en los colores, que fueron de pajizo y encarnado en tela de raso. Tan cuajados de plata los bordados de los capellares y marlotas, que quitaron el lucimiento a su florido campo, a que correspondían iguales en todo los cabos, diferenciándose solo en unas preciosas plumas y relevantes bollos 208 con que se bordaban todos, cuyas vueltas de unas y otras telas estaban aforradas en velillo209 encarnado de plata, y de lo mismo los ropajes de las demás cuadrillas, variando en los colores conforme los de las telas que vestían. Cada sombrero de los de esta llevaba a veinticuatro plumas pajizas, cuyo alegre embarazo del aire fue pompa ufana a la vista. De ella se perdieron, ambiciosos por volar a más alta esfera, Don Luis de Fonseca y Espinosa y Don Francisco Gómez Torrero, cuyos fogosos caballos en veloz carrera confirmaron por sin par el de sus dueños. Fuéronlo tanto de sus airosas acciones en esta ocasión Don Francisco de Aguirre, Veinticuatro, y Don Juan Alfonso Íñiguez de Cárcamo, de la noble prosapia de los Córdoba, que siendo vistosos desprecios del aire en su igual pareja, fueron también alegres recreos a las atenciones de todos. 208 Bollos: ‘bordado realizado a base de pliegues de forma esférica, usado en las guarniciones de los vestidos’. 209 Velillo: “Tela muy sutil, delgada y rala, que suele tejerse con algunas flores de hilo de plata”. (RAE, 7ª ed., 1832). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 81 Muchas son ya las que pide a nuevas maravillas la [24v] más celestial causa de ellas, pues no en menores luces esperaban ya a mirarse las de su hermoso y luciente firmamento, pues apenas el primer Puesto hizo vistoso alarde de sus esplendores, cuando se ofreció a la vista el segundo, bañando de lucimientos con los suyos los sentidos todos, que, suspensos con los bellos imposibles que en milagros evidentes habían visto ejecutados, dudaban pudiese tener igual aquella grandeza, sin advertir que en honrosa competencia intentaban excederse el uno al otro: que es mucho el mérito de la virtud que, imitando aun la mayor, anhela por aventajarse a ella, y más cuando tan heroica porfía no nace de emulación que la vicie, sino de causa que por gloriosa la califique grande. ¡Oh cómo en esta ocasión de aparatos tan lucidos y de prevenciones tan bien ejecutadas hizo más en lo esclarecido el mostrarse vasallos verdaderos de su Rey y señor, que el fin de hacer empleos tan celestiales por otros imprudentes fines, por otros desvanecidos intentos!, que los que son de nobleza viven solo de acciones que la adelantan, no de obras que la210 descaezcan. Tanto por las suyas procuró en esta ocasión el Conde del Arco hacer manifestación de lo ilustre de su sangre, que, confirmándola de nuevo, la adelantó a los mayores aplausos que, bizarro, supo merecerse. 210 La [descaezcan]. En el impreso: las [descaezcan]. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 82 Salió, pues, el Norte de la primera cuadrilla de su Puesto (Don Gómez de Montalvo y Figueroa, digo), grave honor de todo desempeño, noble, prudente [25r] ejemplo del mayor acierto suyo, a quien acompañaba con desenfado airoso Don Gerónimo de Ahumada y Salazar, ambos tan iguales en los hábitos, como en los Hábitos conformes211; tales dos Santiagos dieron al viento en su carrera, que por triunfo suyo lo calzaban sus caballos. Los colores de los vestidos que sacó su cuadrilla fueron de noguerado y plata, con que lucían de tal suerte en la tela de raso sus bordados, que desojados 212 los más por verlos tan preciosos, se vinieron a la vista de todos, con que tuvieron nueva luz para que viesen los cabos, por ver los capellares y marlotas: tan de buen gusto los imitaron las colores, mas con la diferencia en los bordados, siendo estos tan de primor y riqueza compuestos, que teniendo lo más precioso, no les faltó lo de toda buena elección; por la igual correspondencia al ropaje de los capellares y marlotas, sacaron bonetes con alegres martinetes213 a quien acompañaban con agradable hermosura plumas nogueradas y blancas. Don Diego de Arias Calderón y don Francisco de Montalvo y Suazo, del Orden de Santiago, se 211 Agudeza de Mallea basada en la polisemia del vocablo hábitos (‘costumbres’, ‘órdenes militares’). Para sortear la homofonía, el impreso estampa así la frase: tan iguales en los habitos, como en los Abitos conformes. 212 Desojar: ‘esforzar la vista’. 213 ave. Martinetes: penachos compuestos con plumas de esa vistosa Fray Salvador de Mallea Granada festiva 83 siguieron, corriendo con tal destreza, que, firmes en las sillas, se vio en cada uno con mucha alma lo más inmóvil; y aunque de corrida, fue de todo consuelo el ver velocidad tan apacible y ligereza tan agradable. Después Don Juan Muñoz de Salazar y Don Pedro de Castilla, en cuyos pechos se esmalta en su color rojo la insignia 214 del gran Apóstol y Patrón nuestro Santiago, corrieron con tan presto vuelo sobre [25v] dos águilas caballos, o sobre dos caballos águilas 215, que juzgaron todos (y con razón) que más que de las alas que su mucha ligereza les daba, volaban con las que tenían de sus dueños. Don Diego Felipe de Ávalos Barahona, segundo Cuadrillero en este Puesto, y Don Gaspar de Rueda y Leyva corrieron con tal presteza, que no alcanzó a verlos la más ligera vista, perdiéndose de ella cuando más por ella se ganaba. La librea que vistió su cuadrilla fue tan vistosa y rica, que ella misma nos dice en su color que fue de los cielos, mas ¿qué mucho, si del azul celeste y plata se componía en tela de raso: todas señas celestiales en que caían tan bien sus bordados de plata rica, que pudieron ser envidiados de las estrellas: ¡tanto era su lucir bello, tanto su esplendor hermoso! Los cabos eran tan por los extremos de todo buen gusto, que imitaron el color de la tela; y los sombreros tan por excelencia que, aunque no eran grandes, grandes maravillas causaron en su airosa y perfecta forma, a quien adornaron volantes plumas; con que no 214 En el impreso: de la insignia. 215 Dos águilas caballos, o dos caballos águilas: retruécano. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 84 alabaron por presta la carrera en los caballos, cuando se conoció que fue buena por los cabos. Aunque fue de Maldonados la segunda pareja de esta cuadrilla, la corrieron de buen donado aire216 Don Cristóbal y Don Gerónimo Maldonado; tan iguales lucieron en todo, que lo dice, sin decirlo, su apellido. Por arrojadas flechas parecieron en su correr veloz Don Gerónimo de Ávila [26r] y Maza y Don Sancho de Ayala, del Orden del más seguro Patrón nuestro217; fueron tales halagos a la vista sus precipitadas prestezas, que admiró el ver en tales dos precipicios218 tan bien gobernados frenos, y más, viendo que parasen tan bien, comenzando en tales arrojos. En la última, aunque de primera, cuadrilla porque todo fue extremos, corrieron Don Íñigo de Guevara, Gobernador de las Armas en Almería, y Don Francisco de Vargas, del Orden de Calatrava, tan presta y tan igual carrera que, por decirlo de una vez, digo que volaron con sus pensamientos: tan veloz fue su curso que intentó el alcanzarlos. Vistió esta cuadrilla color verde en tela 216 Buen donado [aire] es contraposición al apellido Maldonado de Don Cristóbal y Don Gerónimo. 217 El más seguro Patrón nuestro es Santiago. Llama la atención el calificativo más seguro, que no es irrelevante. Recuérdese la durísima lucha establecida entre los defensores del patronazgo de Santiago y los de Santa Teresa (desde el mismo momento en que el papa Urbano VII la declaró patrona de España en 1627). 218 Dos precipicios: los dos caballos, que intentan siempre precipitar, derribar, a los dos caballeros. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 85 de raso, con que sentaba tan bien 219 la plata, formando sus bordados, que tomó muy de asiento el servir en tal ocasión por llegar a merecer más en su lucir y también en su mayor estimación; aun no tenía 220, y se conocieron bien estos efectos en lo ufano y alegre que brillaba; mas ¿qué mucho, si ganó en lo mismo que todos pierden, pues se metió a dibujos 221 con tal primor, que admirándolo lo más ingenioso, se dio toda alabanza? Los cabos fueron anteados y plata, con la diferencia de mayor realce en los bordados; tan de toda costa fue su cuidadoso aseo, y tan de gasto se hizo su desvelado aliño, que campo nevado formaron todos seis de la cuadrilla, pareciendo un estrellado cielo cada uno. Mucho fue su lucimiento, y no pocos se movieron en sus honores. Coronaban sus cabezas bonetes de terciopelo negro, sobre que [26v] granizó el Aurora, a diluvios, perlas con igual concierto, cuyos remates eran unos martinetes con plumas verdes y blancas, que formaban un apacible desenojo a la vista. Don Ignacio de Hinojosa y Granada y Don Manuel de Carvajal corrieron su pareja tan de buen aire, que alcanzaron con ella su fama, tan atrás dejando el viento con su corrida, que encalmó todo de verse tan corrido. 219 Tan bien. En el impreso: tambien. 220 Aun no tenía. Esta secuencia carece de sentido, lo que sugiere error de imprenta. 221 Se metió a dibujos. Se sirve Mallea del fraseologismo “no meterse en dibujos” (‘no excederse en sus atribuciones o cometidos’) para indicarnos que, en la ostentación de su esplendor, esa cuadrilla se excedía sobremanera. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 86 Franco paso dejó a la última pareja, esta, y tan franco, que ni embarazo de estampas 222 dejaron las herraduras de los caballos. Salieron, pues, corriendo en los suyos el Conde del Arco y Don Diego de Loaysa y Messía, del Hábito de Calatrava, a quien dio la sangre tan igual nobleza, que la confirmó con el título de primos223; tan veloz y presta pareja fue su carrera, que no la determinó la mejor vista, con que me hallo con lo excusado pintarla, pues mal puede asegurarse por cierto lo que no se ve, y no valga por ponderación esta, cuando quedó en duda el si corrieron, y no porque se les pasó a todos por alto su carrera. En fin, lucieron ambos a porfía en esta ocasión, y tanto que, sin ofender a los demás, me confesará cualquiera que, con ser los dos últimos, fueron en todo muy primos 224. Acabada, pues, esta alegre entrada, y hecho tan vistoso y rico alarde de lucimientos, repitieron todos hasta cuatro carreras en la misma forma por distintas partes de la plaza, compartidas de tal suerte, que cualquiera pudo gozar muy de cerca en ella lo costoso y rico de las galas, y, con más distinción de las que cada uno [27r] traía, las gozaron todos cuando, después de haber corrido, pasearon en forma concertada por 222 Estampas: ‘huellas’. 223 Primos. Ese era el parentesco del Conde del Arco y de Don Diego de Loaysa, que corrieron la última pareja de la cuadrilla. 224 Fueron en todo muy primos. Dilogía: primos (parientes) / primos (primeros). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 87 cuadrillas de dos en dos, y dando vuelta agradable a la plaza, salieron de ella para mudar de caballos y emplearse en nuevos ejercicios, dejándo[la] alegre y gozosa con tanto hermoso desenfado como en unos y en otros ocasionó tan celestial maravilla. Alegre festejo fue a todos en este breve tiempo el regocijo de dos toros que corrieron por dar lugar a la prevención de las cañas, que lo vario en estas ocasiones no es la menor parte al placer; mucho fue el que en todos ocasionaron los dos regocijados toros con diversas suertes, que a pesar de su ligera braveza hacía en ellos la juventud, pues algunos con veloz presteza triunfaban de ellos airosamente sin vencerlos, que hay vencimientos que los consigue más la maña que el valor: pues la que da que hacer poco a este, cuando es la dicha por buena suerte, muchas y con no pocas diferencias usaban unos y otros; y particularmente un mancebo alentado que, vestido de encarnado y pajizo, puesto a la boca de una cuba que por aquella parte estaba desfondada, provocaba a que llegasen los toros, que, pensando hacer presa en él, los burlaba con presteza, encubándose225 él propio, como si hubiera cometido algún grave delito, y hallándose burlados los enojados animales, procuraban tomar venganza, que es propio de ellos intentarlas a todos. Admiraba verlo entrar en la cuba tan ligero, y no era mucho 225 Encubar: “Meter por castigo o disposición de las leyes a algún reo en una cuba: como al parricida, a quien encerraban en ella con una mona, un gallo, un perro y una víbora, y le arrojaban al mar” (Dicc. de Auts.). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 88 fuese falsa [27v] presteza si entraba a su centro. Lo que debió de repararse solo fue el que hallase remedio donde está el mal de tantos. La burla no fue sola para los animales, que hubo algunos racionales que lo tenían por muerto, cuando entraba, como sabían estaba tan doblado. Apenas el último toro postró al rendimiento su braveza, cuando los dos padrinos entraron a ser segundo consuelo con su vista a la plaza, y, despejándola, dieron lugar a nuevos lucimientos de la nobleza, entrando a un mesmo tiempo la de los dos Puestos. Por la Puerta de las Orejas Don Juan Manuel Pantoja con la suya dio vista tan alegre a la plaza, que la llenó de gozos; y por la Puerta de los Colegios, el Conde y los suyos no era[n] de menor desenojo a lo más desconsolado, que, depuestos los rigores de las lanzas, se vían ya sus aceros (halagos en las cañas), y con adargas embrazadas en sus izquierdos brazos, lo sereno y apacible de ellas aseguraba muy de paz tan manifiesta guerra. A cada Puesto acompañaba su Padrino, que les servía de estrella o guía a sus bien gobernados pasos, pues a media rienda y aun a galope entero se oían tan a compás dados de todos, que haciendo una igual consonancia el ruido del pisar de animales tan bien disciplinados, eran dulces acentos al oído los sonoros que causaban, que todos juzgaron grata y suave correspondencia, que a lo suave de los clarines y trompetas respondían iguales: tan viva guerra publicaban los militares instrumentos, que creyeron [28r] muchos habían de pasar a veras las agradables burlas. En esta forma y hilera distinta por cada parte iban tomando la vuelta por las contrarias, Fray Salvador de Mallea Granada festiva 89 de tal suerte, y con tal destreza, que siempre en las que dieron se miraban una adargas a otras. Y llegando cada cabo a la puerta por donde había entrado el contrario, repetía la vuelta por distinta parte, atravesando la plaza de esquina a esquina, de tal suerte que se encontraron ambos Puestos en su comedio; emparejaron ambos, y dando otras vueltas y revueltas a la plaza, se halló cada Puesto en la misma parte por donde había entrado, en cuya ocasión Don Luis de Bocanegra y Santa-Cruz, Padrino del primero, empuñando una caña en su diestra mano, corrió a carrera abierta con tal aire, que fue afrenta del que veloz surcó su mucha ligereza, y llegando al sitio contrario, tiró la caña a la parte donde se hallaba su Padrino, y apenas fue entendida la seña de los contrarios 226, cuando, prevenido de ofensas su Cabo, que diestro supo gobernar cuanto de su parte estuvo, corrió con los cinco de su cuadrilla a la diestra mano, y llegando al contrario sitio, desembarazaron con tal pujanza las cañas, que las temieron enojadas, y dando la vuelta a la otra parte sin perderla de vista, salió de ella en su seguimiento el Conde con su cuadrilla con aparatos ofensivos contra ellos, y siguiendo los animados rayos, arrojaron de sí seis tan valientemente despedidos, que, a no valerles la destreza en lo bien adargados, no fuera mucho que pasase el juego a fuego. Apenas quedó en su Puesto [28v] el Corregidor, cuando, saliendo de él la 226 De los contrarios. Es complemento agente: ‘por los contrarios’. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 90 cuadrilla que le correspondía, siguió con tal valor a la del Conde, que esparcida en seis cometas, despidiendo227 enojos en vez de cañas, no fue poco que no se encendiesen en sus iras al arrojarlas. Bien prevenidos de reparos los hallaron sus ofensas, que en estas ocasiones el más valiente es el que mejor se defiende; lo enojado del acometer, lo presto del salir, la destreza en el volver, la firmeza en el parar y lo veloz en el correr, viéndose en todos juntos, suspendió verlo tan bien ejecutado con distinción en cada uno. Mucho consigue la nobleza, no alcanza poco la virtud, que parece imposible ver tanto imposible, pues sin ser ejercitados, como pedían, estos nobles empleos, se vieron en esta ocasión con tal acierto y destreza ejecutados, que a milagros pudo tenerse el ver desempeños tan lucidos. Prosiguiendo, pues, el comenzado combate, se vían en unos el desmayo en el enojo, y en otros el desaliento en las iras, siendo la mayor contrariedad de este furor halagüeño228aquel, y acometiendo con valentía todos, no salió ofendido ninguno (¿qué enemistad no fuera amigable, ni que señas de rigores no se quedaron en amago?), todo en veras tan bien representado, que, no holgando las adargas, no culparon las cañas de omisas. Seis lanzas de ellas habían corrido, cuando sin conocerse la 227 Despidiendo. En el impreso: que despidiendo. (Suprimimos el relativo). 228 Furor halagüeño: oxímoron. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 91 victoria por ninguna de las dos partes, se declaró por ambas, en cuya ocasión Don García de Menchaca Manzanedo, Padrino del segundo Puesto, fue el Iris de paz en tan poca sangrienta [29r] guerra, y divididos unos de otros, descansando en su penosa fatiga, que es proprio de la nobleza vivir de tales ejercicios, disponen un concertado caracol doble, con tal orden y destreza ejecutado, que admiró la mucha con que supieron unos y otros hacer tan honrosa reseña de lo esclarecido que les comunicó noble virtud para tan heroicos empleos. Y pues tan por los cabos, ¡oh héroes esclarecidos!, habéis sabido ambos deberos esplendores tan grandes, viváis, a pesar de los tiempos, las eternidades de sus memorias, para que de unos a otros pasen las noticias de hechos tan loables, de virtudes tan gloriosas; por que aquellos veneren en honores lo que estos rinden reconocidos en aplausos a intentos tan celestiales, que, cuando lo son, se hallan como los vuestros en esta ocasión, favorecidos y ayudados de lo más soberano. Dígalo la menor circunstancia de que compusieron majestuosas estas fiestas, pues cualquiera de ellas publicará a voces que de superior causa fue ilustrada, cuando en aciertos lucidos se comunicó alegre y ufana a todos, pues parte por parte de tan generosa grandeza han sido el todo tus acciones heroicas, ¡oh gran Don Juan Manuel Pantoja!, tus obras liberales, ¡oh insigne Don Tomás Messía! Debeldes229, pues, a unas y a otras ambos 229 Debeldes (=debedles). Ya tenía sabor arcaico en el siglo XVII. Se usa aquí para reafirmar la antigua prosapia de los dos nobles mencionados. Estamos ante otro arcaísmo de prestigio. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 92 lo mucho que en la menor os habéis sabido merecer, que obligados al fin principal que os movió a su empleo, sabrá reconocido dar sin límite lo que sin él [29v] corresponda a tan bizarro obrar como el vuestro. Cese ya, cese mi pluma en alabaros, por que no la acuse de corta la mucha largueza con que habéis sabido excederos a vosotros mismos, y cese también, pues le falta el día para la continuación de más y más celebridades de las fiestas, que no cabiendo en este (aunque es tan grande), se trasladaron a otros en esta forma. Día domingo siete de julio: recreable y gustoso paréntesis entre las fiestas del sábado y las del lunes fue el regocijo del domingo. Y aunque no sean, como dice el adagio, todas las fiestas, de guardar, las de este día guardará en su memoria la fama para muchos, pues sin lo impensado del festejo pudo hacerse grande, aunque hubiera sido con la prevención de mucho. Del antecedente habían sobrado doce toros, que impidieron el que se corriesen el juego de cañas y demás regocijos, y con maduro consejo acordó quien lo tiene en todo230 se divirtiese la tarde con ellos, y fue de suerte alegre (por lo que tuvo de alegres suertes 231), que, para tarde, pareció agradable mañana, y para mañana mucho cielo. En fin, se dio 230 Quien lo tiene en todo. Entiéndase: ‘quien tiene maduro consejo en todo’, esto es, el Real Acuerdo. 231 Suerte alegre... alegres suertes. Retruécano en quiasmo y, además, dilogía de suerte, que vale por ‘fortuna’ pero también por ‘arte taurina’. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 93 principio a correr los toros, y no fue poco el que luciesen tanto por lo muy corridos que ya salían todos de verse con cuerda 232, que por ley o por costumbre no pueden correrse sin ella los domingos; y si es por ley, sé decir que las leyes de Toro son lindas Partidas 233. Y fue admiración a todos [30r] que con dar mucha cuerda a cualquiera toro, no hubo quien se atreviese a tocar ninguna. En fin, ellos pronosticaron el suyo234 en llevar la soga arrastrando. Entre otras suertes que hacían a los toros la juventud 235, en estas ocasiones siempre alentada, fueron muy de ver y celebrar las que en ellos ejecutó un gracioso y valiente negro236, tan arrestado, que mostró serlo toda la tarde en 232 Corridos [...] de verse con cuerda. ‘Los toros salían corridos (avergonzados) por ir encordados como los malhechores. 233 Leyes de Toro...lindas Partidas. Agudeza de Mallea que, aprovechando su referencia al reglamento de los festejos taurinos, juega con dos famosos cuerpos legales: las Leyes de Toro (de 1505) y las Siete Partidas (del siglo XIII). 234 El suyo: su fin. 235 La juventud... hacían: nuevo caso de concordantia ad sensum. 236 El gracioso y valiente negro, al que un toro dejará en cueros vivos, supuso una gran diversión para los espectadores de Bibarrambla, y un motivo aprovechado por Mallea para aludir a la raza del negro y a su desnudez: hacía las suertes como el humo; el negro fue el blanco de la fiesta; negra fortuna; espectáculo; particular... El episodio es donosamente recogido por el anónimo autor del citado romance Festivas demostraciones, editado por J. Morata: Fray Salvador de Mallea Granada festiva 94 diferentes suertes, que las hacía como humo, siendo toda ella el negro el blanco de la fiesta, pues apenas salía un toro, cuando corría tras de él como un galgo, y ofendido uno de que tan negra fortuna le corriese, quitándole los calzones de una puñada, descubrió en él tal espectáculo, que fue de particular gusto para muchos; mas quedó tan emperrado del fracaso, que rabiaba de pura cólera, y remetiendo lo mohíno a la mohosa, llevaba esta en la una mano, y en la otra, aunque muy de caída, los calzones y corriendo de esta suerte tras su contrario, que de puro honrado237 no se dejaba alcanzar de tal perrera; mas diole una cuchillada como pudo (que el porfiar alcanza mucho), y dando vuelta a la plaza, recibió de todos muchos parabienes, y Entró también en la danza / con el toro un negro a medias; / el toro el rabel le toca, / y él da las vueltas. Verlos fue cosa graciosa, / pues quiso probar sus fuerzas con el toro, mas cogiolo / luego en la treta. Mas quitole los calzones / y, echándole a la vergüenza, a donde no le da el Sol / Luna le pega. El toro, al coger al negro, / lo muele, y con él se emperra porque un montón se le sube / de humo a la testa. No me admiro que con él / más que con otro se atreva, que, como lo ve de noche, / con él se estrella. 237 De puro honrado. Divertida broma de Mallea: el toro es tan honesto, que al verse perseguido por el negro desnudo, sale huyendo (mirando por su honra). Aparecen, pues, graciosamente trocados los papeles del perseguidor y el perseguido. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 95 con no haber hecho la razón238 en brindis, por estar más en ella toda la tarde, nunca se vio más en cueros. Perdóneseme la desnudez del cuento, que, aunque más fuera adornado de razones, había de dejarlo muy en carnes 239. A gran suerte tuviera, si acertara a ponderar las varias y diversas con que los lidiadores, dejando este día burlados los toros, hacían ligera ostentación de su presteza, [30v] siendo el amago que al toro en una parte señalaban presta ejecución, con que lo burlaban en otra. Unos, calzados del viento240, les clavaban en las testas varios y diversos instrumentos por trofeo de su mucha presteza, a pesar de lo diestro241 con que el menos bravo jugaba sus dos agudas puntas, cuyos vistosos penachos apenas se esparcieron por la región del aire, cuando, tocados en la de fuego, escupían de sí tanto estruendo en rayos y tanto asombro en cometas ruidosos, dispuestos con tal arte de fuego, que recreando la vista de quien los vía, eran ofensivos riesgos a los brutos fieros animales: que muchas humanas caricias las 238 Hacer la razón: corresponder a un brindis con otro. Es fraseologismo desusado. 239 En carnes: ‘en cueros’. 240 Calzados de viento es sintagma de evidente estirpe gongorina. 241 Mucha presteza, a pesar de lo diestro. Se sirve Mallea de un adagio hoy olvidado: “A un diestro, un presto” (‘en ocasiones es preferible la rapidez a la habilidad’). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 96 supone el engaño antes, para que sus mayores halagos paren en iras. Por celebrar el día del domingo con más propiedad, sacaban en varias formas de dominguillos242 algunas figuras de hombres llenas de aire (que hombres figuras son los que se hinchan por un poco de viento), y puestos delante de los toros, los irritaban a quebrar sus enojos en ellos, y ejecutando sus intentos, juzgaban con sus muertes lograr sus vidas: pensamientos, en fin, de fieros animales procurar el remedio a su mal sin reparar en el que resulta contra otros; por tal medio porfiaban en su venganza, y los dominguillos en su firmeza, que, aunque era de aire, la afianzaba algo de peso que tenía por la parte inferior, y en esta tema estaban algunos, hasta que, más provocados, tomaban más a pechos su venganza, hallándose, cuando más victorioso se vía de [31r] su contrario, tan ofendido como él, pues ambos quedaban a un tiempo desairados, que en los mayores triunfos temporales son iguales los vencimientos de ambas partes, que siempre para alcanzar el del rendido ha de ser muy a costa del vencedor. Con estos y otros varios instrumentos se corrieron los doce toros, con que llegó la noche al parecer más temprano que otras veces, o por dar lugar a que madrugase el siguiente día, o 242 Los dominguillos (aquí de viento) eran unos monigotes casi siempre vestidos de rojo, rellenos de paja y con la base fija al suelo del coso donde se celebraban los festejos taurinos, y que se bamboleaban ante las repetidas acometidas de los toros, a los que servían de reclamo. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 97 envidiosa de que este del domingo no usurpase la ocasión de dichas a los demás en las muchas que gozaba. En fin, llegó la noche y en breve se halló desvanecida con la clara luz del Aurora: riyendo sus alegrías, pudo apostar a placeres y gustosos recreos con las mañanas de abril, y aun estrellarse pudo en su lucimiento con las ufanas de mayo. Manifestose la plaza muy placentera, cuyo gozo ocasionaron sus ventanas, pues guardaron compostura por tres días, y suspendió a todos no faltase la modestia; esto por tanto tiempo a quien sobró para lo mismo mucha variedad hermosa: tan bellas lucieron243 que un cielo estrellado parecía cada una por la riqueza que con sus preciosas colgaduras gozaban y por el esplendor que recibían de las bellísimas damas, en quien brillaron tan sin arte las luces celestiales, que lo más milagroso de ellas se desvió a lo natural solo. ¡Oh grande, oh cómo vuelan los días, oh cómo las horas corren! Y fue mucho que les hubiese[n] quedado alas para volar, cuando244 [31v] se tuvo por cierto que el tiempo les había dado las suyas a los caballos, para que mejor corriesen el sábado: ¡tanto como esto volaron aquel día! Llegó, pues, con las alas que de él tuvo, a lucir este, y fue tanto su esplendor que se repitieron en él todos los pasados: en fin, brillaba a porfía y lucía a competencia, cuando, a señales de agradables y sonoros instrumentos, se vieron con nueva pompa 243 Tan bellas lucieron: las ventanas de la plaza. 244 Cuando. Esa conjunción introduce una proposición causal. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 98 los Caballeros Comisarios, que con veces del día salieron a lucir245 en dos vestidos los esplendores que él en todos (siendo tan del extremo las galas que sacaron), y ver usurpado a lo más rico lo más precioso. Manifestaron en sus adornos su generoso ánimo con liberal grandeza Don Antonio de Ojeda, Caballero Veinticuatro, y con ninguna escasez el Caballero Jurado. Salieron aderezados, si mal no me acuerdo, en esta forma: Un vestido de raso de Florencia, de color noguerado la tela, bordado de plata y talco246, sembrado todo de lantejuelas, y tan cuajado de labores primorosas, a que correspondía el ferreruelo247, sin que permitieran los lucimientos de los bordados tuviesen lugar en su presencia. Los de los fondos 248 fue la confirmación del buen gusto que Don Antonio de Ojeda ostentó este día, formando tales visos y reflejos lo precioso de lo bordado, los primores de labor y el brillar lucido del talco 245 Con veces del día salieron a lucir. Los dos comisarios salieron luciendo dos vestidos que hacían las veces del sol (=del día), y que en un solo día compendiaban tantos esplendores como el sol en todos [los días]. 246 Talco: “Lámina metálica muy delgada y de uno u otro color, que se emplea en bordados y otros adornos” (RAE). 247 Ferreruelo: capa corta (algo más larga que una esclavina) con cuello y sin capilla. 248 Fondo: “en las telas es el campo sobre que están tejidas, bordadas o pintadas las labores” (RAE-1832). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 99 sobre lo obscuro de la tela, que daba luz la mucha que del todo salía para que lo gozaran unos y otros sin que el más delgado perfil dejase de ser manifiesto a la [32r] más corta vista en la mayor distancia. El ferreruelo se vía aforrado en tela preciosa de Milán, su color, noguerado por la igual correspondencia a la tela, y en campo de plata flores de torzal249 de oro, siendo el realce a esta rica gala copioso número de botonadura de plata de martillo, toda de filigrana; y cuando tan milagroso vestido no lo confirmase por galán de todo buen gusto, los cabos pudieran solos asegurar los lucimientos, pues fueron por extremo ricos. Las mangas se componían de puntas grandes de oro de Milán con mucha hojuela 250 sobre las que servían de visos que, siendo rizadas de cambray transparente, hacían vistosísimos reflejos. El sombrero fue negro con plumas blancas y pardas, natural color; la toquilla, de la misma pluma, con una joya de filigrana de oro y, por que más luciese, asentaba sobre un lazo de colonia su color noguerado, cuyo adorno de preciosas y ricas galas tuvo251 su mayor realce en señorearse en un caballo 249 Torzal: ‘cordoncillo trenzado de varios hilos de seda’. 250 Hojuela: “Hoja muy delgada, estrecha y larga, de oro, plata u otro metal, que sirve para galones, bordados, etc.” (RAE). 251 En el impreso se lee: tuvieron. La concordancia exige singular (su sujeto es adorno). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 100 overo252, que adornado con un aderezo de cuerda de raso noguerado, por su mayor perfección en lo conforme, llevaba la misma labor y bordadura de plata, talco y lantejuela que el vestido; las cabezadas y el pretal eran de lo mismo, y los estribos no eran para perderlos253, por ser de plata. La armadura del tocado y bozal era de colonias nogueradas, que las cuajaban puntas de plata, y de cuatro en cuatro dos asientos dorados de esmeraldas y diamantes, haciendo una lucida y preciosa labor, brillaban de suerte, que [32v] eran hermosísimos empleos de la vista, a quien acompañaba vistoso número254 de pendientes por cada parte, formando vuelo para que mejor luciesen en su pompa, siendo todos de seda blanca, sobre que lucía la plata, tan cuajada, que no daba lugar a que le viesen la tela, previniendo la vista a emplear a toda esta grandeza. Iban doce lacayos vestidos de chamelote255 azul y plata. Su hechura fue a la moda, con botonaduras de plata, 252 Overo: “caballo de pelo blanco manchado de alazán y bayo” (RAE-1832). 253 Los estribos no eran para perderlos. En efecto, como dice Mallea, nunca es bueno perder los estribos (y menos aun si, como estos, son de plata). 254 En el impreso: acompañauan vistosos número. (Enmendamos el número gramatical). 255 Chamelote: “tejido fuerte e impermeable, generalmente de lana” (RAE). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 101 guarnecidos todos con galones de ella, y seda gamuzada, formando puntas. El color de los sombreros era de cabellado256 obscuro, con toquillas de madejas grandes de hilo de plata; y para más adorno suyo, remataban con finas plumas gamuzadas y blancas; y aunque se veían muy de caída, fue por que las viesen más y se diferenciasen de todas. Las mangas eran correspondientes al vestido y guarnición, abiertas por cuatro partes, dando lugar a que se viesen otras de cambray rizado que servían de visos. También vistió otros cuatro lacayos con vestidos de estameña de Francia y cabos de lama con tahalíes257 de lo mismo, y valonas francesas de cambray con puntas grandes de humo; así estos, como los doce que tengo referidos, trayendo los tres de estos de diestro otros tantos hermosísimos caballos, que seguían el bello esplendor del primero, no con menos riqueza en su adorno, pues con igualdad se veían los aderezos todos, diferenciando solo en los colores. Y aunque ofendo a su dueño en no decir por menor sus ricos y costosos aderezos, lo [33r] excuso por no hacer molesta esta descripción en escribir con tal distinción lo que compuso esta parte, que por no faltar a lo grande que tuvo, lo digo solo con asegurarla por cuidado prevenido del ánimo generoso de su dueño, que lo fue tanto en las galas y en los caballos y sus aderezos que sacó este 256 El color ...era... cabellado. En el impreso: eran. Por otra parte, cabellado: ‘de color acastañado’. 257 Tahalí: “tira de cuero o ante, que cruza desde el hombro derecho hasta la cintura del lado izquierdo, donde se juntan los dos cabos y se pone la espada” (RAE-1832). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 102 día, que diferenciando en cuanto ostentó el primero, procuró con desvelo estudioso lucir con diversidad en uno y otro adorno. No menos grata competencia le hacía en el suyo Don Diego Brochero, pues desempeñó en honrosa competencia con las galas y otros cuatro aderezados caballos que sacó. Su vestido fue de anteada tela de plata de Milán, bordado de oro, compartidas por sus blancos lantejuelas. El ferreruelo de lo mismo, con forros también de tela de Milán, variando en el color. Los cabos, aunque con diferencia en lo precioso de los bordados, eran de escarchada plata. Sombrero y lo demás muy igual en todo a lo mucho que pedía vestido tan precioso. Acompañábanle delante doce lacayos, vestidos todos a lo turco, de raso carmesí con guarnición de plata. Los turbantes eran de lama tela, y remataba cada uno con una vistosa garzota 258. El caballo en que salió era con aderezo todo de la misma tela del vestido, y lo encintado y pendientes correspondían a su color con tanta pompa de maravillosa hermosura, que no tuvo poco que hacer la admiración, reparando por menor las galas que costosas le adornaban. Seguíanle tres lacayos que de diestro traían otros tantos caballos, con flamante259 librea, y los aderezos eran tan [33v] costosos, que igualaron al del primero. Fue tan crecido el placer y tan grande la alegría que causó en la 258 Garzota: “penacho que se usa para adorno de los sombreros, morriones o turbantes, y en los jaeces de los caballos” (RAE-1832). 259 Flamante: ‘brillante’. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 103 plaza el ver en tan bien260 aliñado adorno la plata toda, y en tan bien adornada compostura todo el oro, [que] engrandeciendo con honores en uno[s] y otros los ánimos liberales que hicieron el costo a tal grandeza, la tuvieron por la mayor que imaginarse pudo: en este tiempo, de uno[s] y otros suaves instrumentos lo tocado pudo con diferencia en sus acentos igualar en distinta forma a los preciosos 261 que en cada caballo se veían, pues si los tocados de estos eran apacibles recreos a la vista, los sonoros de aquellos eran dulces alivios al oído. ¡Oh cuánto262 los sentidos, suspensos en una y otra maravilla, se bañaban en ellas grandes gozos! ¡Oh cuánto las potencias, divertidas en unos y otros milagros, se suspendieron en gustosos embelesos! Sonoros, digo, pues, los instrumentos daban, en acordes voces a distintos tiempos, avisos de cómo los Tribunales, en la misma forma que el sábado, daban en sus presencias a las fiestas el mayor lucimiento: sentado ya en sus ventanas se vía majestuoso y grave, descanso de todos, el Real Acuerdo. Don Antonio de Figueroa, alguacil mayor de la Ciudad, repitió la 260 Tan bien aliñado adorno [...] tan bien aliñada compostura. En el impreso: tambien, en ambos casos. 261 Los preciosos. Entiéndase: los preciosos tocados de los caballos. Mallea se sirve de la dilogía de la voz tocado (‘sonido de instrumento musical’, pero también ‘sombrero’). 262 En el impreso: quantos, que no hace sentido. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 104 ceremonia acostumbrada, en cuya ocasión, vestido de su natural gala (sobrándole las artificiosas, porque le adornaban estas). Entró por la Puerta del Zacatín, acompañado de Don Francisco de Montalvo Suazo, tan viva representación suya, que le bebió las acciones este día para el [34r] desempeño de las suyas, en las ocasiones que después se le ofrecieron; con vestidos negros y cabos blancos, llevaban delante doce lacayos, vestidos a lo español, de tafetán encarnado con guarniciones de plata, y otros dos de estribos, para servir los rejones con ropaje a lo francés, de tela de raso blanco con guarniciones de oro, a quien siguió, habiendo entrado por la misma puerta, Don Sancho de Ayala, igual en el vestido, con los cabos también blancos, y dos lacayos con libreas de tafetán verde guarnecida[s] con plata; y llegando al Real Acuerdo casi todos juntos, cumplieron con lo que la ocasión pedía; y saliendo en esto263 el primer toro, tan bravo que, desafiando a enojos y provocando a iras a lo más valiente, fue asombro del coso su fiereza, atemorizando a todos de tal suerte, que siendo sobresalto a unos, fue horrible susto a otros: no ha visto lo criado mayores señas de braveza, ni ceño con más muestras de crueldades jamás ha visto el mundo; arrojando volcanes por su vista, poco vía con ella en cuanto vía que fuese incontratable a su braveza. ¡Oh cuánto ponzoñoso veneno pudo temerse en su humor espumoso, que en ardientes cóleras exhalaba! A este, pues, rayo amenazador de lo más invencible, buscó el corazón valiente de Don Gómez: el fiero bruto en su embestir fuerte, y en su arrojo temerario, malogró 263 En el impreso: en este. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 105 la ocasión al caballero, sin tener que recobrarse, porque señoreó siempre, pues buscándola de nuevo con esforzado arresto, se halló tan sobre el toro, y tan en sí, que al ponerle el rejón, y al intentar en él su venganza, el bruto postró muerta su fiereza tan en breve, [34v] que entre el mover el hasta264, animoso el caballero, y el caer el animal no hubo tiempo, ni se conoció distancia, siendo el suceso tan breve que quedó dudosa la acción, creyendo muchos que murió sólo del amago, y que hallándose la muerte prevenida del asombro, sobrevino del trueno más que del rayo, por no experimentar los rigores del fuerte brazo en la ejecución del golpe. En fin, murió el bruto de muerte tan dichosa, que se hizo inmortal con ella, y así muriendo renació tal fiereza a nueva vida en las memorias de todos ¿Qué no vivirán las de su fama quien triunfó glorioso de su vencimiento? ¡Vive, oh vive, héroe valeroso, el tiempo a que has sabido eternizarte con tan esclarecido hecho, que no quedará encarecido, a ser mayores sus alabanzas! En este tiempo divertían también los ingeniosos artificios de fuegos, repitiendo con variedad muchos de los que se ejecutaron los antecedentes días, sirviendo de todo recreo a unos y otros por el primor con que se vía dispuesto y facilitado lo más imposible. En esta ocasión, pues, entró a dar lanzada un jinete aventurero, y apenas se presentó, cuando, viéndolo, dijeron 264 Hasta: ‘asta’ (es grafía etimológica). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 106 todos: “Este ni aun para presentado265 es bueno”. Sobre un caballo como su lanza, y con una lanza como su caballo, se dio a conocer de unos y otros por preciado de alanceador, y aun dicen que estaba muy pagado de serlo: que hay quien se echa 266 a las fieras si se lo pagan267. Salió uno fuerte cuanto bravo toro, mas no de aquellos que escriben su muerte en la arena, ni de los que en ella abren con sus manos sepultura a su braveza: de aquellos sí que con la ofensa que [35r] de uno recibía, procuraba su venganza con las muertes de muchos. En este, pues, intentó con porfía, arrestado, nuestro aventurero lograr buena suerte: que no es poco la tenga acertada quien la busca por hierro268. Entrole por un lado el andante caballero269, y 265 Presentado. En algunas órdenes era el religioso que aspiraba al grado de teólogo. Mallea recoge su valor de ‘meritorio’, ‘inmaduro’ o ‘aspirante’. La rica terminología conventual y litúrgica era muy conocida por el pueblo llano, dado su estrecho contacto con las prácticas religiosas. Ya no es así. 266 Se echa. En el impreso: se eche. 267 Pagado [...] pagan. Nueva agudeza de Fr. Salvador, sirviéndose de la dilogía de pagar (‘ufanarse de algo’ y también ‘satisfacer una deuda’). 268 Por hierro. Dilogía obscurecida por la ortografía actual entre hierro (de la lanza) y yerro (error). Además, hay antítesis entra esta última acepción y la precedente suerte acertada. 269 Como puede verse, todo este episodio rememora, sin citarlo, a Don Quijote de la Mancha. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 107 hiriéndolo de soslayo, quebró la lanza en un brazuelo, tan a poca satisfacción suya (aunque venturosa y bien dada), que perdió los estribos, y apeándolo de la caballería su imaginado mal suceso, se fue al rendido animal en ocasión que ya su muerte no le había dejado que hacer a su sobresaltada vida. No sé si le dieron el toro, solo sé decir que si se lo dieron fue de los del domingo, porque le dieron cordelejo270 con él. Después tres alentados mancebos, armados de valor y arresto, puestos con tres lanzones en sus manos, de a dos varas 271 cada uno, y la espada en la suya, y otro que valiente los capitaneaba, esperaron a desafiar a la mayor fiereza que en él se había visto, que salió representada en un toro, cuya presencia por desformidable 272 y sañuda, fue horror de todos los corazones, pues arrojando ardientes volcanes por sus ojos, vibraba ponzoñosas iras por su aliento. A este, pues, fiero, y desapacible ministro de la muerte provocaba este breve escuadrón de valor mucho, a que en él ejecutase alguna, y desdeñando las señas el bruto fiero, no se daba por entendido de tanta injuriosa afrenta: antes, desmintiendo el temor su corazón intrépido, procuraba hallar en menores arrestos otros más seguros triunfos. Mas la porfía de tan poderosos contrarios, 270 Dar cordelejo: ‘Dar chasco, zumba o cantaleta’ (RAE). 271 De a dos varas: algo más de metro y medio. 272 Desformidable. Este curioso adjetivo parece una combinación de disforme y formidable. Fray Salvador de Mallea Granada festiva 108 venciéndolo en su temeroso recelo, lo sitió de suerte estrechándolo en tal parte, donde, imposible de escaparse, lo desesperó a lo más temerario, [35v] pues se resolvió arrestado [a] buscar a costa de su vida la venganza en alguno de sus contrarios, a quien ofreciéndose precipitado por despojos de su arrestado valor, dio el triunfo con su muerte, sin el riesgo de ninguna contraria vida, acabando la suya tan airosamente, que se vio levantado por el aire en las hastas que gobernaron fuerzas tan invencibles, valentía tan esforzada. Los tres valientes caballeros en esta ocasión, encendidos en sus nobles ardimientos 273, procuraban con porfía honrosa en una y otra braveza ganar más y más triunfos con que eternizarse a mayor nombre. Don Sancho de Ayala y Don Francisco de Montalvo, ¿qué no probaron de fuerzas, y qué no ejecutaron venturosas suertes en las fieras más indomables, en la braveza más invencible? Y como el valor tiene su asiento noble en los ánimos, sin que en lo contingente de los sucesos pueda perder jamás, porque se distingue en todo, siendo aquel un esfuerzo valiente que se continúa siempre en los pechos invencibles, y esta un condición fácil de la fortuna que se mueve a su antojo, o ya en dichas, o ya en desgracias, siendo muchas veces estas ocasión a que de ellas resulten las mayores dichas y nazcan sus mayores glorias, como se conoció en un venturoso accidente a 273 Encendidos en sus nobles ardimientos. Nuevo recurso de Mallea al juego de posibilidades que le ofrecen los dos valores del homófono ardimiento (‘valor'/'incendio’). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 109 Don Francisco de Montalvo; pues queriendo, valiente, hacer ostentación de serlo en un toro de tal braveza, deseoso274 de postrarla, el noble caballero se fue a él con muchos aceros, y arrimándole el de su rejón, el feroz bruto le huyó el cuerpo, conociendo su peligro, con que, depuesta el hasta, sacó la espada, y buscando al toro, llegó a él con la mesma fortuna que la vez primera, pues, ayudado poco del caballo [36r] y embestido mucho del bruto, se halló en el suelo tan armado de valor, que cumplió de valiente lo que debía a noble. Don Sancho con esta ocasión no perdió la de mostrarse valeroso, probando unas y otras suertes en los brutos, pues ya con el rejón o ya con la espada hizo su denuedo lo que no pudieran muchos. Veinte y dos toros se habían ya corrido, siendo unos y otros escándalos valientes en rigores y gustosos sobresaltos a corazones en bravezas, cuando en los desmayos del día se conoció que le habían faltado ya las luces en las fiestas. ¡Oh qué reducidas son nuestras temporales glorias, pues apenas las gozamos, cuando nos previene su declinación breve a penas! Dime, oh día venturoso, si no tuvieras los límites de serlo, ¿tu ufana pompa dónde está?, ¿dónde el alma que te dio vida en esplendores de ellos?, ¿dónde aquellas humanas prevenciones para mejor gozar de tus contentos?, ¿dónde 274 Deseoso. En el impreso: que deseoso. (Suprimimos que). Fray Salvador de Mallea Granada festiva 110 aquellos gozos que tan lucir bello causaban en los corazones más tristes, aquel ruidoso aparato de placeres, que a duraciones se apercebían sus grandezas, los adornos que te ennoblecieron, las noblezas que te adornaron, la hermosura que te compuso, aquella risa de tu Aurora, aquella alegría de tu mañana? Mas ¿cómo? ¿Cómo pregunto porfiado a quien, desvanecido de su ser lucido, me responderá solo en sombras tristes, en obscuridades pavorosas?: que solo es durable en esta vida lo que mira solo a lo eterno. ¡Oh dichosos mil veces vosotros, Caballeros Comisarios, [36v] que tanto habéis sabido lucir para mejor eternizaros! ¡Vive, vive, oh ilustre Don Antonio de Ojeda, a lo más durable, pues alcanzaste generoso merecer los medios más seguros a vivir siempre! Y tú, Don Diego Brochero, que no con menor ánimo has conseguido los mesmos aplausos: vive de ellos dichoso, que es el más seguro vivir! Perdona, ¡oh tú, Granada, patria mía! Perdona, digo otra vez, a mis cortedades lo mucho que he faltado a manifestar tus grandezas, que mal puedo haber cumplido con obligación tanta, cuando solo de noticias se compone esta descripción breve, pues la profesión religiosa que sigo me negó del todo a que pudiese ser testigo de vista de sus muchas prodigalidades; no como son mis afectos a servirte van ponderadas, sí como mi corto pensar supo describirlas, por llegar a deberte más en que sepas perdonarme. Y así, oh dulcísima Granada, estas son las señas que por muda mi pluma te habla en ellas de las fiestas que en honor del nacimiento de tu Príncipe y señor nuestro celebraste generosa, no escritas con la grandeza que tú las ejecutaste bizarra; sí con el amor y voluntad que pide ser verdadero hijo tuyo; pues preciándome de ello, he querido a mi costa darlas a la estampa Fray Salvador de Mallea Granada festiva 111 y su distribución, sin interés alguno, por tener principal275 en los aciertos a servirte. No es su estilo de la agudeza y realce, que más levantadas plumas que la mía han sabido publicar tus grandezas: recibe solo de mis afectos el reconocimiento humilde con que te retrato en ellas, y vive los siglos que en todas edades has sabido merecerte generosa, para que en ti halle lo más extraño276 el seguro sagrado, y lo propio tus favores. VALE. 275 Interés... principal. Ingeniosa contraposición de Mallea entre principal (‘capital’) e interés (‘rédito’). 276 Lo extraño [...] lo propio. Mallea pide a Granada que siga dando amparo al forastero y favor a sus naturales.