al rey nuestro señor don felipe cuarto.

Anuncio
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
1
NOTA INTRODUCTORIA
En el fastuoso marco de las celebraciones consagradas
al nacimiento del príncipe Felipe Próspero El Deseado destaca
una obrita en prosa impresa en Granada en 1658. Se trata de
Granada festiva en el real nacimiento del serenísimo príncipe
Don Felipe Próspero, debida a la pluma del fraile trinitario
calzado Fray Salvador de Mallea. Creo que es un excelente
complemento de los dos romances anónimos incluidos en esta
página web que glosan el mismo asunto. Pero no con los
mismos registros: frente al conceptismo lacónico de aquellos,
encontramos en Mallea la expresión prolija y desbordante, el
recreo en el detalle, la descripción microscópica que desciende
hasta el hilo usado en la trama de las libreas del último lacayo.
Es esta uno de los rasgos del que hemos dado en llamar
lenguaje de fastos.
Recientemente esta singular narración ha sido editada
por GRANADA LINGVISTICA en su colección de Textos
áureos para una lingüística de corpus.1 Me permito trasladar
aquí el contenido de la contraportada, que ilustra sobre los
rasgos de la obra y de las características de su edición:
1
Granada festiva en el real nacimiento del serenísimo príncipe
Don Felipe Próspero. El apogeo del lenguaje de fastos en la relación de
Fray Salvador de Mallea. Granada 1658. Publicaciones de GRANADA
LINGVISTICA, Jesús M. Morata y Juan de Dios Luque (eds.). Granada
2011. ISBN: 978-84-92782-58-1.
2
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
«La Granada barroca de 1657, tan distinta y a la vez tan
parecida a la Granada de hoy, se nos muestra en todo su
esplendor gracias a pluma de Fray Salvador de Mallea quien
describe los dilatados festejos celebrados nuestra ciudad en
ocasión del nacimiento del príncipe Felipe Próspero, el Deseado
(y prematuramente malogrado). Con ampulosa meticulosidad el
fraile trinitario se recrea contándonos los modos, tiempos y
lugares de esparcimiento de los granadinos de entonces: corridas
a pie y a caballo, juegos de cañas, fuegos artificiales, música
callejera, mascaradas, repiques de campanas, salvas, desfiles,
misas, sermones, autos sacramentales y danzas en el Corpus,
visitas a la patrona (entonces lo era Nuestra Señora de Gracia),
lucimiento y lujo de los poderosos... Y todo ello en sitios tan
familiares como la Plaza de Bibarrambla, el Campo del Príncipe
o la Carrera del Genil. En esta prolija descripción el lector
avisado se ve sorprendido al comprobar cómo casi en cada
párrafo, a veces en cada palabra, aflora lo que conocemos como
el ser granadino, esa indefinible conjunción de gustos, hábitos,
defectos y virtudes, pasiones y devociones, esa esencia telúrica
y metafísica única, indagada por granadinos ilustres como Pedro
Antonio de Alarcón, Ángel Ganivet o Federico García Lorca, que
viene a ser la síntesis de una larguísima relación de
civilizaciones sucesivas y adyacentes, de pobladores y paisaje,
que ya había cristalizado en la época descrita, y en la que nos
seguimos reconociendo aun hoy. Los editores ofrecen un texto
fiel y actualizado de la obra de Mallea, y además proponen lo
que podría llamarse una lectura guiada, es decir una anotación
adecuada que permite al lector la recuperación de informaciones
culturales y lingüísticas que hacen de puente entre la lengua y la
mentalidad con que fue escrito el texto en el siglo XVII y las
nuestras del siglo XXI.»
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
3
Puede el lector acceder a todos esos aspectos en la edición
impresa de la obra de Mallea. En esta versión digital hallará el
texto y las notas de la descripción, precedida de una sinopsis
orientativa de los fastos.
Criterios de edición
De acuerdo con los criterios de la colección, ofrecemos una
transcripción fiel del impreso de 1658, actualizada y sujeta a las normas
ortográficas vigentes.
—Se respetan, claro está, todos los aspectos morfosintácticos y
léxicos del texto. No enmendamos arcaísmos ni vulgarismos (entre otras
razones, porque muchos de ellos no podrían ser catalogados así en el
siglo XVII). Las abreviaturas y las carencias del impreso se indican
mediante su resalte en cursiva.
—La puntuación y la discriminación de párrafos es de nuestra
entera responsabilidad (la original, como suele ocurrir en impresos y
manuscritos antiguos, es sumamente deficiente).
—Indicamos con numeración arábiga entre corchetes y negrita
la referencia al folio (recto o vuelto) del impreso, que se pospone al
vocablo en los casos en que este queda cortado por el cambio de página.
*****
4
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
[SINOPSIS]
—Fray Salvador de Mallea, autor de la relación, se la dedica
al Rey Felipe IV.
Comienza el libro
—Fray Salvador se congratula del nacimiento del heredero
y justifica la celebración de fiestas por acontecimientos como ese,
basándose en las enseñanzas de la historia. y concretamente en los
festejos que promovió el rey Felipe IV de Macedonia con motivo
del nacimiento de su hijo Alejandro Magno.
Día 10 de diciembre de 1657
—Llega a Granada la noticia del nacimiento del príncipe. El
Presidente, Don Francisco Martín de Rodezno, manda que el reloj
de la Chancillería suene sin concierto e informa del feliz suceso al
Alcaide de la Alhambra, Don Juan Hurtado de Mendoza. Este
ordena redoble de tambores, salvas de artillería y repique de
campanas.
—El pueblo granadino despierta y sale jubiloso a la calle.
Hay repique general de campanas en la Catedral, Capilla Real,
conventos y parroquias de la ciudad.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
5
Día 11 de diciembre de 1657
—Se reúne el Real Acuerdo, decreta tres noches de
luminarias y fija para el día 13 una visita de acción de gracias al
convento trinitario de la Virgen de Gracia, que, en aquellos
tiempos, era la patrona de la ciudad (actualmente ese título
corresponde a la Virgen de las Angustias).
—El Cabildo Catedralicio se suma a los festejos propiciando
fuegos de artificio, repique de campanas, misa solemne y música.
—El Corregidor Don Juan Manuel Pantoja llama a Acuerdo
y a Cabildo (con los Caballeros Veinticuatros) y se decretan tres
días de luminarias en la ciudad. Se dispone igualmente una
mascarada para esa noche, realizada por veintitrés parejas que
recorren las calles granadinas.
—La Alhambra y todos los recintos de la ciudad se iluminan.
Se disparan salvas de cañón. Estallan vistosos fuegos artificiales,
combinados con música callejera de instrumentos militares y
repique de campanas, hasta que la mascarada accede al Campo del
Príncipe.
—El Marqués de Leganés organiza vistosísimos festejos en
su residencia, situada en el Campo del Príncipe: hay desfile de
soldados y de caballería, reparto de viandas y monedas, y otros
regocijos.
6
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
Día 12 de diciembre de 1657
—Un nutrido tropel de jóvenes compone una divertida
mojiganga, con disparatados e hilarantes disfraces para
entretenimiento del pueblo.
—A las nueve de la mañana el Real Acuerdo, acompañado
de todos los estamentos representativos de la ciudad y un amplio
séquito, acude en acción de gracias al convento de la Patrona,
Nuestra Señora de Gracia, donde son recibidos por la comunidad
de frailes trinitarios, que cantan, junto con la Real Capilla, el Te
Deum laudamus. Se celebra una misa solemne y vuelve el cortejo
a la Real Chancillería.
—La Santa Inquisición cumple la acción de gracias en el
convento de Santo Domingo el Real (Santa Cruz la Real).
—Destaca la mascarada de los vecinos de la Carrera del
Genil, formada por veinte parejas ricamente ataviadas.
13 de diciembre de 1657
—Misa solemne, con sermón, en la Catedral. Asisten el
Cabildo, el Concejo y el Arzobispo.
—La Ciudad nombra tres Caballeros Comisarios para dar
personalmente la enhorabuena al rey por el nacimiento del príncipe:
Don Diego Alarcón Barahona y Don Francisco Villaín y Salazar
(Veinticuatros), y Gregorio de la Peñuela Méndez (Jurado). Estos
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
7
caballeros corren con todos los gastos y, admirando a la Corte por
su gala y riqueza, besaron la mano del rey.
18 de diciembre de 1657
—El Marqués de Leganés organiza en el Campo del
Príncipe, debidamente adornado y acotado, una corrida de toros.
Don Diego de Ávalos, en su caballo castaño, alancea y mata doce
toros. El Marqués concede la libertad a un buen número de sus
esclavos.
—El rey Felipe IV decreta un amplio indulto.
12 de febrero de 1658
—La Ciudad acuerda una celebración esplendorosa de
fiestas de toros y cañas. Nombra Comisarios de tales fiestas a Don
Antonio de Ojeda (Veinticuatro) y al Capitán Don Diego Brochero
(Jurado). Se fijan las fechas de tales festejos: los días seis, siete y
ocho de julio (de 1658). Tal retraso se debe a la Cuaresma, los
temporales y el Corpus.
14 de junio de 1658
—Día del Corpus. Se representan Autos Sacramentales, y
actúan numerosos y ricos conjuntos de danza. Se levantan seis
suntuosos altares. Los comisarios adelantan tres mil ducados (que
8
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
se unen o otros tantos aportados por la Ciudad) para la preparación
de las celebridades.
6 de julio de 1658
—Primer día de las fiestas. En la Plaza de Bibarrambla se
corren por la mañana dos toros. La plaza aparece primorosamente
adornada y preparada, con vistosas flores y abundante riego. Las
casas se adornan con colgaduras y entre tanta belleza destaca la de
las damas granadinas. Se riega la plaza con abundante agua por
medio de doce carros adornados con frondoso ramaje que la
transportaban.
—Entre salvas, clarines y chirimías hacen su entrada en la
plaza los Caballeros Comisarios, riquísimamente ataviados, y
acompañado cada uno de doce lacayos.
—Nuevos sones avisan de la llegada a la plaza de las
autoridades de la Ciudad, sirviéndose de doce coches. El Cabildo
Eclesiástico asiste desde las balconadas de las casas arzobispales;
la Inquisición (que no hizo entrada pública), desde la discreción de
algunas ventanas. También al son de diversos instrumentos llega el
Real Acuerdo, que es recibido por los Caballeros Comisarios en la
Puerta de Zacatín, y accede a la plaza en once coches.
Posteriormente ocupan sus asientos. Queda de guarda en la plaza
Don Juan Gerónimo Muñoz, como alguacil más antiguo, con dos
lacayos y cuatro caballos.
—Se despeja la plaza y comienza el juego de cañas. Por la
Puerta de las Orejas, tras tres clarines a caballo y cuatro jóvenes
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
9
con ocho atabales, lo hace el Primer Puesto, el de Don Juan Manuel
Pantoja. Está formado por una hilera de caballos, precedidos de seis
acémilas ricamente ataviadas, que carga todos los pertrechos
necesarios para la justa. Siguen treinta y ocho caballos (los
primeros, correspondientes a Don Luis de Santa-Cruz Bocanegra,
Padrino del Puesto de la Ciudad). Cierra la vistosísima hilera el
Caballerizo, Don Esteban González de Ribera, vestido de negro. El
desfile de caballos alrededor de la plaza se repitió para recreo de los
circunstantes, y sale por la Puerta de las Orejas.
—Tres clarines a caballo avisan de la llegada del Puesto
Segundo, luciendo las armas del Conde del Arco. Entran primero
seis grandes acémilas ricamente adornadas, cargando las cañas y
demás pertrechos. El Padrino de este Puesto, Don García de
Menchaca y Manzanedo, se acompaña de cuatro lacayos a caballo.
Les siguen otros cuarenta y dos. Don Diego Felipe de Ávalos
Barahona, Segundo Cuadrillero del Puesto, luce con doce caballos
bien aderezados, llevados por otros tantos lacayos. Sigue Don
Gómez de Montalvo con otros doce caballos y lacayos. Cierra el
cortejo el Caballerizo con sus cuatro lacayos, y la hilera sale de la
plaza por donde entró: por la Puerta de los Colegios.
—Comienza la fiesta de toros. El Alguacil Mayor, Don
Antonio de Figueroa, se encamina por el coso a caballo a pedir
licencia al Real Acuerdo. Obtenida, sale el primer y enorme toro;
tras su muerte, salen otros dos; en la testa del tercero se clavan
banderillas, cintas y fuego. Tres acémilas salen por la Puerta de las
Orejas y se llevan arrastrados a los toros muertos.
—Los dos Padrinos del Primer Puesto, Don Luis de SantaCruz y Don García de Menchaca, piden licencia al Real Acuerdo
10
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
para continuar el festejo con una carrera de parejas. La primera
pareja que corre, saliendo de la Puerta de las Orejas es la formada
por el Corregidor, acompañado de Don Domingo Antonio
Fernández de Córdoba y Castilla. Corren sucesivamente las
correspondientes parejas y cuadrillas (todas de seis caballeros).
—Sale el Puesto Segundo, encabezado por Don Gómez de
Montalvo y su cuadrilla, que corre parejas con Don Gerónimo de
Ahumada y Salazar. Corren todas las cuadrillas del Puesto y
participa el propio Conde del Arco.
—En el festejo taurino destaca el ingenio y la valentía de un
joven que desafía la bravura de un toro encerrándose en una cuba,
y logra salir indemne.
—Tras la muerte del último toro se despeja la plaza y da
comienzo el juego de cañas. Por la Puerta de las Orejas entra el
Puesto Primero, encabezado por Don Juan Manuel Pantoja; por la
Puerta de los Colegios lo hace el Puesto Segundo, con el Conde del
Arco y sus cuadrillas. Ambos Puestos desfilan y caracolean por la
plaza en lucidas y sincronizadas maniobras que provocan la
admiración de los espectadores. Las cuadrillas adversarias
comienzan el ritual de arrojarse cañas (lanzas) y pararlas con sus
adargas, hasta que se agotan, y finaliza el alarde sin vencedores ni
vencidos.
Domingo 7 de julio de 1658
—Se corren doce toros que sobran del domingo. Es motivo
de risa y diversión la valentía de un joven negro, que persigue a los
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
11
toros y se les enfrenta, resultando en uno de los lances desprovisto
de sus calzones. Sigue la diversión en el coso con los dominguillos
de viento que burlan la furia de los animales.
Lunes 8 de julio de 1658
—Continúan los adornos en ventanas y balcones, así como
el lucimiento de los paseos. Desfilan los Caballeros Comisarios con
gran pompa de indumentaria y lacayos con librea.
—Nueva corrida de toros. Con el mismo ritual que la
precedente, la comienza un toro bravo intentando derribar a Don
Gómez de Montalvo, que lo alancea y mata valientemente.
Divierten, al par, varios fuegos de artificio. Un jinete aventurero se
enfrenta a otro toro con suerte y escasa bizarría. Tres jóvenes
alancean a otra terrible fiera. Don Sancho de Ayala y Don
Francisco de Montalvo se enfrentan a varias fieras; este último,
aunque fue derribado por un toro, pudo culminar su faena. La falta
de luz solar puso fin a la corrida, en la que murieron veintidós
toros.
(Como corolario, el autor reflexiona sobre la brevedad de los
momentos de gloria; ensalza a los dos Comisarios de las
Fiestas; alaba a Granada, su patria; justifica con modestia las
deficiencias de su descripción, alegando que su profesión
religiosa le impidió ser testigo presencial de los fastos, y nos
informa de que el trabajo de imprenta se lo ha pagado de su
bolsillo).
12
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
[1r]
AL REY NUESTRO SEÑOR
DON FELIPE CUARTO.
2
GRANADA FESTIVA EN EL REAL NACIMIENTO
DEL SERENÍSIMO PRÍNCIPE
DON FELIPE PRÓSPERO.
Por el Padre Maestro Fray Salvador de Mallea, del Orden3 de la
Santísima Trinidad, Calzados de Redención de Cautivos,
y Doctor en la Imperial Universidad de Granada.
Con Licencia. Impreso en Granada, en la Imprenta Real,
por Baltasar de Bolíbar, en la calle Abenámar. Año 1658.
2
El impreso inserta a continuación el águila bicéfala de la
Imperial Universidad de Granada, orlada por la inscripción latina Sub
umbra alarum tuarum protege me ('Protégeme bajo la sombra de tus
alas'). Bajo esa imagen se incluye la de una rama de granado con tres
granadas, una mayor en el centro y dos pequeñas a sus lados.
Flanqueando el conjunto, dos pilastras, en cuyas bases leemos Non plus
(bajo la izquierda) y Ultra (bajo la derecha).
3
El Orden. Mallea utiliza siempre la forma masculina (por
influencia latina), en lugar de la más difundida y consagrada la Orden.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
13
([1v] en blanco)
[2r]
SEÑOR.
Dicha sola debe llamarse la que origina otras, y más si estas se
mueven a celebridades de aquella. Mucha es la que hoy goza
Vuestra Majestad en el feliz suceso de ver logrado el deseado fruto
con el nacimiento de nuestro Príncipe y Señor. Mas las que se
producen de esta4 causa son tantas que, confirmando la grande,
crecen ellas en su número al mayor. Hoy ofrece a los reales pies de
Vuestra Majestad mi amor el afectuoso de sus vasallos para que en
él conozca el mucho que ostentan en ocasión tan debida, rindiendo
en celebridades a Vuestra Majestad , por felicidad tanta, lo que
deben a vasallos suyos. Yo, como el más humilde, describo sus
demonstraciones5 [2v] para que en ellas repita Vuestra Majestad
de nuevo los gozos que las ocasionaron, pues queriendo en dilatada
vida aquel primero bien, y viendose amado de este segundo,
asegura Vuestra Majestad a la suya el más dichoso vivir, que lo
4
En el impreso alternan las formas contractas con las disociadas
en las secuencias de preposición más demostrativo, artículo o
pronombre (deste/de este; dello/de ello; del/de el; al/a el...). Unificamos
actualizando, puesto que esa enmienda carece de efectos fonéticos o
fonológicos.
5
Mallea usa la forma latinizante que conserva el grupo
consonántico interior /ns/, ya entonces reducida a /s/ y muy
predominante en castellano (demostraciones).
14
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
sea por la duración de tiempos que la Cristiandad toda y estos le
desean y han menester &c.
Capellán de Vuestra Majestad Que Su Mano Besa,
menor de todos.
Maestro Fray Salvador de Mallea.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
15
[3r]
CONTINUACIÓN DE FIESTAS POR ESPACIO DE
OCHO MESES HECHAS EN GRANADA AL
NACIMIENTO DEL PRÍNCIPE NUESTRO SEÑOR.
DEBIDOS aplausos ofrecía la Antigüedad con festivas
demonstraciones de regocijos, cuando, asegurando sus dichas,
gozaban, en el flamante ser de su príncipe, nuevas luces que
afianzasen las del suyo, que no puede llamarse feliz reino el
que no alcanza a poseer lo más bien afortunado en el traslado
de su original, aunque más en paz sea gobernado de él, y
aunque más en prosperidades se vea de sus aciertos regido; que
no es dichosa monarquía la que no se establece en duraciones
a nuevo ser de su vida, y la que no se introduce perdurable a
nueva vida de su ser6.
De estas, pues, celebridades usó Felipe Cuarto7, rey de
Macedonia, con las felices nuevas que tuvo de que de él
mesmo había renacido Fénix de sus cenizas frías en Alejandro
Magno, su hijo, cuyas deseadas noticias las hizo manifiestas en
6
Nuevo ser de su vida [...] nueva vida de su ser. El empleo de las
figuras de repetición (retruécano, paronomasia, diáfora, figura
etimológica... en sus diversas modalidades) es una constante en la prosa
de Mallea.
7
En la historiografía española este monarca se conoce como
Filipo de Macedonia.
16
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
sus reinos todos, por que participasen de sus gozos; y por
mayor manifestación de ellos no perdonó a lo festivo lo más
solemne, mostrándose tan agradecido a los dioses por tal
beneficio, que, confesándose reconocido a él, les ofreció
rendido muchos dones, distribuyendo, liberal en socorros a
necesidades, las riquezas que bien afortunado poseía: que mal
se puede mostrar agradecido a un recebido bien quien en la
distribución [3v] de muchos no se los asegura mayores.8
Así pues, nuestro rey y señor Felipe Cuarto, rebosando
en gozos y alegrías por el feliz suceso en el nacimiento deseado
de su hijo, y amado príncipe nuestro, Felipe Próspero, rindió
al que es distribuidor de todo9, cuanto su mucha caridad pudo
ofrecer con pródiga y liberal largueza, cuyo efecto ardiente se
vio gustoso empleo de lo más piadoso; pues, siendo cristiana
disposición a toda gracia, los más encarcelados y afligidos lo
experimentaron consuelo a sus ahogos, hallándolo la necesidad
más crecida próvido remedio a su mayor padecer. Dígalo su
mucha liberalidad, que, franqueando lo más precioso que
atesoraba su Real Palacio, dio a la ocasión cuanto era suyo,
que no es dicha la que en otras no se repite, desmintiendo
generosa el accidente que de mal afortunada suerte padecían
8
Fr. Salvador se muestra muy proclive a la reflexión moralizante.
Verá el lector que con frecuencia finaliza una descripción con un juicio
sentencioso.
9
El que es distribuidor de todo: Dios.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
17
antes, que de un bien adquirido deben ser partícipes munchos 10.
Fuéronlo también de este feliz suceso sus reinos; y
llegando la nueva a este, correspondió Granada (como cabeza
de uno de ellos11) a lo que su mucha lealtad y amor ha
mostrado siempre, pues bañada toda en alegrías, se manifestó
en continuados gozos por mucho tiempo.
Lunes diez de diciembre, a las once de la noche de
1657 , tuvo el primer aviso de este universal bien quien lo ha
sido de esta ciudad en sus mayores necesidades diversas veces,
su Presidente13, digo el Doctor Don Francisco Marín de
Rodezno 14, que, no faltando a su obligación en lo que la
ocasión pedía, ordenó aquella hora, para mayor acierto [4r] de
12
10
Mallea no rehúsa algunas formas que hoy nos parecen
populares o vulgares: muncho, recebido, mesmo, propuniendo, riyendo...
No recibían en esos tiempos tal consideración.
11
Granada era cabeza del Reino de Granada.
12
El príncipe había nacido el día veinte de noviembre de ese año;
como se ve, en Granada no se tuvo conocimiento de la noticia hasta
veinte días después.
13
Don Francisco Marín de Rodezno era a la sazón Presidente de
la Real Chancillería.
14
Los Marín de Rodezno eran originarios de La Rioja. Alcanzaron
gran preeminencia en la administración y en La Iglesia.
18
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
su proceder acertado, que el reloj de la Real Chancillería diese
sin concierto: que tal vez15 llega a ser virtud el orden en el
desconcierto, como culpa siempre de que en este no lo haya.16
También dio aviso con su Caballerizo a Don Juan
Hurtado de Mendoza, Caballero del Orden de Santiago, Maese
de Campo General que fue del nuevo Reino de Granada, y hoy
Teniente del Excelente Marqués de Mondéjar, y su Alcaide en
la del Alhambra, por medio de una de las centinelas que
estaban de posta en sus murallas; y al punto dio orden que
rompiese el nombre17, mandando tocar las cajas a recoger, y,
15
Tal vez. No es locución adverbial de duda, sino de tiempo: ‘a
veces, en ocasiones’.
16
El verbo haber aparece en el impreso en la forma evolucionada:
aver, ay, aya, avia. Enmendamos actualizando, por cuanto esa
diferencias ortográficas carecían, como ahora, de reflejo fonético o
fonológico.
17
El nombre. Leemos en el Dicc. de Auts. en la sexta entrada de
esa voz lo siguiente: “NOMBRE. En la milicia es aquella palabra que se
da por la noche por señal secreta, para reconocer a los amigos,
haciéndosela decir. Regularmente en el ejército de los cristianos es el
nombre de algún santo, por lo cual se llama también el santo. Dura esta
seña hasta que amanece, y entonces dicen que se rompe el nombre.” Lo
que nos dice Mallea es que el Marqués de Mondéjar no esperó hasta el
amanecer para hacer público y ruidoso conocimiento de la feliz noticia
del nacimiento del Príncipe Don Felipe Próspero: repique de campanas
en la Torre de la Vela, estruendo de tambores (‘cajas’) y disparos de tres
piezas de artillería.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
19
haciendo señal con tres piezas, la tuvo el soldado de la
Campana de la Vela para repicarla. Con que la Ciudad toda y
sus vecinos, negados al común descanso que en sabroso sueño
suspendía sus sentidos, salieron a las plazas y partes más
públicas de la ciudad a ser testigos de su deseado bien, y a
celebrarlo en tan diversas demonstraciones de contento y
placer, que, suspensa la admiración, tuvo por prevenciones de
muchos días los repentes regocijos de una noche sola. ¡Oh
finezas de vasallos nobles, pues manifestándose en imposibles,
por servir más a su rey, formó la noche tan día, que pudieron
ser las artificiosas luces que brillantes la compusieron,
desmayos a la más luciente de la más alegre mañana de abril!
¡Tanto puede el amor que a su Príncipe tienen los corazones
ardientes de sus vasallos, movidos con razón tanta, que, con
meterlo a voces lo sonoro y acorde de las campanas de la
Iglesia [4v] Mayor18, Capilla Real, conventos de frailes, monjas
y parroquias todas, no se hicieron noche tan leales afectos;
lenguas sí 19: muchas fueron las que se continuaron en varios
regocijos, esperando por más auténticas noticias, como se
acostumbra, la confirmación de tales nuevas, que por deseadas
y buenas tardaron en este aviso catorce días!
18
La Iglesia Mayor: la Catedral. Dice Mallea que repicaron a la
vez las campanas de todos los establecimientos religiosos de la ciudad
(lo que no parece tan seguro es que sonaran acordes).
19
Entiéndase: 'Tan leales afectos no se hicieron noche, [pero sí se
hicieron] lenguas' . En otras palabras: las muestras de afecto no cesaron
con la noche, sino que fueron motivo de continuos comentarios.
20
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
Pasose, pues, la noche de este, y madrugó el siguiente,
como pudiera uno de mayo, o fuese por mejorarse de esplendor
en el de la noche, o por haberle comunicado a esta tantos
lucimientos, que lo alumbraron aun antes de amanecer. En fin,
o fuese por virtud ajena o propia, llegó el día once de
diciembre rompiendo al alegría de muchas Primaveras, y
alegrando con la risa de muchas Auroras, pues fue principio
sin fin a tanto esplendor hermoso, y lucido desempeño de la
nobleza.20
Llamó a General Acuerdo21 su Presidente, en que
comunicándose unos a otros sus gozos con tan feliz suceso, se
daban por él la norabuena todos, que, repetida, la menor dicha
se puede levantar a mayores con la más grande: dígalo esta,
que, trasladada de unos a otros en parabienes, cuanto crecía de
divulgada mereció de aplaudida, y por que más lo fuese,
acordó con próvido acuerdo este Real22, el tener por tres
20
Este lucido desempeño de la nobleza es, con el fasto religioso,
el verdadero protagonista de las celebraciones. Mallea se recrea en
magnificar sus actos a lo largo de todo el relato.
21
El Real Acuerdo no es una resolución, sino, como leemos en el
Dicc. de Auts.: “Cuerpo de los Ministros Reales que componen una
Chancillería o Audiencia, con su Presidente o Regente, como las de
Valladolid, Granada, Sevilla y otras.” Era, pues, un órgano colegiado de
gobierno.
22
Son notables el juego de palabras y la elusión: acordó con
próvido acuerdo este Real [Acuerdo].
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
21
continuas noches luminarias, que mal puede llamarse fiesta la
que en lucimientos no arde, y la que en esplendores no se
enciende.
También acordó con su cristiano celo salir a dar [5r]
gracias por beneficio tan crecido a aquella Soberana Señora
que es la fuente de todas: a la Virgen, digo, de Gracia, a quien
por milagrosa imagen venera, devota, Granada, sita en su Real
Convento de Trinitarios Descalzos23, para cuyo efecto
señalaron el día de esta función, que fue el de jueves, trece de
diciembre.
El Ilustre Cabildo de la Iglesia fue bizarro desempeño en
todo, pues, acordando para este día mesmo varios regocijos de
diversos fuegos y repiques de campanas, acordó juntamente
dar las gracias a la Majestad Divina por las innumerables que
había hecho en una 24 a estos reinos, que ejecutó al punto con
todas solemnidades de misa y música.
A este mismo tiempo, con madura atención y con
prudencia -como suya-, Don Juan Manuel Pantoja, Caballero
del Hábito de Calatrava, Corregidor de esta Ciudad [acordó]el
23
Este era el convento en el que ejercitaba su vida religiosa el
Padre Maestro Salvador de Mallea, autor de esta relación festiva.
24
En una: en una (sola) gracia.
22
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
llamar a Cabildo a sus Caballeros Veinticuatros25, a quien26
propuso Acuerdo, lo que acertado confirmaron todos: que, para
serlo27 en uno y otro el que gobierna, le sobra en lo prudente lo
que le falta en años. Salió, pues, acordado que se pusiesen
también luminarias por tres días en toda la ciudad, y que para
su efecto se publicase sin pena a quien no ejecutase lo
ordenado, por que no padeciese duda la fineza. Así se obró, o
por miedo de pena en lo mandado o por amor, cuando este solo
movió los corazones de todos a tanta demonstración de
ardientes deseos.
Dispuso juntamente el Corregidor una máscara 28 para
[5v] aquella noche, por que se conociese el efecto de su
providencia en el afecto de su amor, siendo 29 este y aquel tan
25
Los Caballeros Veinticuatros eran cargos de jurisdicción
municipal.
26
A quien: hoy usaríamos a quienes. En el Siglo de Oro era muy
predominante la forma invariable de singular que hallamos en el texto,
y, además, se aplicaba por igual a todo tipo de antecedentes: humanos,
animados o inanimados.
27
Que para serlo. Entiéndase: “que para ser acertado en uno y
otro acuerdo...”
28
Una máscara: hoy diríamos una mascarada callejera, algo
parecido a lo que se ve en los carnavales de Cádiz.
29
El gerundio siendo y, en general, el uso (acaso el abuso) del
gerundio es un rasgo muy destacado de la prosa de Mallea. La razón hay
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
23
de admirar, que dio ejecutado en ocho días lo que pedía
muchos tiempos de prevención, alma, ser y vida de noche tan
hermosa.
Fueron las ricas galas y costoso adorno de que se
compuso una bien concertada máscara que se formó de veinte
y tres parejas, con variedad vestidas por que no perdiesen en lo
vistoso lo que lograban por lo distintas. Tan de par en par se
vio franqueada la riqueza en los adornos, que el menos cuidado
se compuso de lo más precioso, y tan sin par salió cada par30,
que pudieron con lo mucho que lisonjearon la vista poner en
olvido desde esta noche a los Pares de Francia; y más los que
de su traje se vistieron 31. En forma, pues, concertada, y en bien
formado concierto, señorearon las calles todas, bañando con su
vista la de cuantos los vían32 de alegres recreos, a quien
acompañaban músicos instrumentos que, deleitando por
que buscarla en su afición a los períodos largos, con una catarata de
subordinadas, en definitiva a la antedicha hipertrofia de la hipotaxis a
costa de la parataxis.
30
Tan sin par... cada par. Agudeza de Mallea: ‘tan sin igual cada
pareja’, que se prolonga con la alusión a los Pares de Francia.
31
Entiéndase, los que se vistieron al modo de Francia (a la
francesa). Esta referencia a la moda gala se repetirá en la relación.
32
En el impreso (y en el habla de ese período) alternan las formas
vían y veían.
24
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
varios33 y sonoros, lisonjeaban juntamente por suaves y
diestros. Mucho lo glorioso mueve a estimaciones comunes; no
poco lo esclarecido obliga a los aplausos populares: tantos
fueron los que dignamente merecieron esta noche, de todos,
héroes tan ennoblecidos y sangre tan ilustrada, que a unos y
otros, desde su principio, daban vítores grandes; mas los que
dieron al fin fueron por excelencia, y no es de admirar, cuando,
por remate de máscara tan preciosa, se vía con el Corregidor el
Marqués de Leganés34, conque en todo fue grande el regocijo.
[6r] Tan milagros se confirmaron esta noche las torres,
baluartes, castillos y almenas del Alhambra y demás fortalezas
de la ciudad, viéndose coronadas de luces, que se dudó, por lo
brillantes y por lo avecindadas con las estrellas, si de esta causa
producían sus reflejos 35. ¡Tan cielos confirmados se admiraron
sus eminencias todas, cuyos hermosos tiros36, aunque
33
Varios: variados, diversos. A lo largo de todo el texto Mallea
usa ese adjetivo (y el sustantivo variedad) con ese valor latinizante.
34
Se trata del II Marqués de Leganés, Don Gaspar Dávila Mesía
y Felípez de Guzmán.
35
Soberbia hipérbole: se dudaba si las luces de las estrellas
procedían de las que iluminaban las fortalezas de Granada.
36
Tiros: cañones, piezas de artillería.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
25
convidaban con la paz sus armoniosos estruendos37, en ellos
mismos se reconoció que en guerra viva será cualquiera muy
buena pieza 38!
Bien mostró Don Juan Hurtado de Mendoza, en lo que
a su cargo estuvo, que puede ser bizarro desempeño en los
mayores que tenga. Por fiesta tan suya, la Real Chancillería la
celebró esta noche con la grandeza y autoridad que
correspondía a la mucha que representa siempre, recreciendo
por circunstancia de ella su Presidente la largueza con que
mandó echar por despojos en la plaza 39 las antorchas todas.
De las demonstraciones que la ciudad hizo de regocijos
en sus balcones de Cabildo y plaza no estuvo en tales empleos
segura la Región del Fuego40, pues tantos instrumentos de él se
37
Armoniosos estruendos. Es notable oxímoron, referido a los
cañonazos.
38
Buena pieza. Dilogía: las piezas de artillería que disparan salvas
festivas serían buenas para una guerra de verdad (viva), pero también
son buenas piezas (fraseologismo vigente hasta hoy).
39
Esta plaza, cuajada de antorchas, es la famosa Plaza Nueva,
situada delante de la Real Chancillería.
40
Hipérbole de Mallea. La Región del Fuego, en la cosmología
ptolemaica, es la más alta del universo; por debajo están la del Aire, la
del Agua y la de la Tierra. Dice el cronista que los fuegos de artificio,
lanzados desde la plaza y los balcones del Cabildo, se elevaban hasta
26
Granada festiva
Fray Salvador de Mallea
vieron surcar el viento, mas con soberbia tan presumida, que
se veía en el aire castigada su mucha altivez, pues el que más
hinchado juzgó escalar el cielo, de su propio intento se veía
precipitado al punto, acabando en humo los altivos humos, que
tuvo el ruido suave y el estruendo armonioso que a todas partes
se atendía; con ser en distintos formados y varios en su género,
eran a los oídos tan sonoros, que parecía llevaban [6v] un
compás todos, siendo en sí tan diferentes, que los acentos que
en unas partes se escuchaban de militares instrumentos, se
repetían concertados de música en acordes voces de campanas
en otras muchas; no quedó alguna en la ciudad a quien la
vistosa máscara no comunicara sus esplendores hermosos, que
acabaron en el Campo del Príncipe, si por el Príncipe tuvieron
principio.41
A sus casas, pues, trajo el lucido escuadrón de la
nobleza al de Leganés, en cuyo espacioso campo los recibieron
diversas escuadras de soldados que, repartidos en hileras bien
concertadas, formaron un vistoso paso a la caballería, y lo fue
tan de recreo a la vista, que suspendía 42 la menos atenta en una
ella.
41
Según Mallea, el Campo del Príncipe era un sitio adecuado
para acabar los festejos, dado que estos celebraban el nacimiento de un
Príncipe (Felipe Próspero).
42
Suspendía:
asombraba’.
‘dejaba
suspensa,
sorprendía,
admiraba,
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
27
y otra maravilla; juzgó por milagros los efectos generosos y la
heroica virtud de la mayor grandeza, siendo tanta la que
manifestó el Marqués en esta ocasión, que, despedido ya del
noble cuanto esclarecido acompañamiento, se ofreció a la vista
en su balcón, Presidente de los mayores lucimientos que por
todas partes se descubrían en aquel florido campo de estrellas,
en aquel estrellado cielo de flores 43, que en su mucho brillar
parecía o que en vistosa competencia unas de otras lucían todas
a porfía, o que, agradecidas con el favor en la asistencia de
quien dio vida a su esplendor, querían rendirla en tan bellos
lucimientos hasta acabar en su forma la que tuvo un artificioso
mirador que para este efecto mandó fabricar el Marqués. Fue
tal, que, corriendo el lienzo todo de la pared, quedó tan
hermoso en los visos44 que formaban los reflejos de las luces,
que más lienzo [7r] de cambray45 parecía que pared de
cantería.
43
Florido campo de estrellas [...] estrellado cielo de flores.
Nuevo recurso a las figuras de repetición.
44
Viso: “Forro de color o prenda de vestido que se coloca debajo
de una tela clara para que por ella se transparente” (RAE). ‘El lienzo de
la pared del mirador era tan primoroso, que parecía de tela, e incluso
mostraba visos y reflejos’.
45
Cambray: lienzo blanco y fino de esa ciudad francesa.
28
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
Por diversas partes del mirador mandó echar al Campo
varias colaciones y moneda 46, tanta que, aprobando muchos su
buen gusto en lo dulce de uno, no pocos remediaron sus
necesidades con lo precioso de otro, que lo noble y esclarecido,
como tiene su ser de grandezas, vive solo de sus empleos:
tantos fueron los que hizo las de este ánimo generoso47 en esta
ocasión, en servicio de su Rey y señor, y en demonstración de
su gozo, que rebosó en las mayores liberalidades. Repetidas
salvas le hicieron todo el tiempo que estuvo el Marqués en su
balcón las escuadras de los soldados que, repetidas en igual
orden y forma concertada por el Campo todo, lo confirmaron
de batalla, siendo a la vista, cuanto gozoso se vía, gustoso
recreo y alegre desenfado.
En fin, las glorias de tan hermoso día le tuvieron esta
noche que, por temporales, alcanza tan corta su duración, que
las que más permanecen acaban en su principio, sin que de este
a su fin haya tiempo, ni se conozca distancia, y sin que les
valga el indulto de que procedan de tan gloriosas causas como
esta.
46
El reparto de colaciones (dulces, golosinas) y monedas era
usual en los acontecimientos importantes: bodas, bautizos y otros
grandes fastos.
47
Ánimo generoso: ánimo noble (de esclarecido linaje, como
corresponde a un marqués) y liberal. El adjetivo generoso ha perdido
hoy aquel primer significado.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
29
Llegó el siguiente día tan alegre, que se vio reír desde
sus albores en los semblantes de todos. Mas ¿qué mucho, si,
repitiendo lo lucido y brillante de la pasada noche, unos y otros
gastaron el día en darse parabienes de suceso tan dichoso? Tan
ruidoso aparato de hermosos lucimientos tenía prevenida la
noche en los bellos esplendores y en vistosas luces que en todas
partes se esparcían, [7v] que dudó la vista más atenta si era del
día su claridad luciente; con que perdió por esta parte, de
engañosa, la noche lo que ganó por todas de lucida, que no es
nuevo en nuestra naturaleza el dudar temeraria pueda lucir o
no, por si son esplendor de las otras.
Un gremio de juventud lozana (que excuso el nombrarlo,
porque sé con evidencia que cualquiera lo ha de sacar por el
rastro48) previno una mojiganga de tan ridículas figuras, que
fueron motivo a que la plebe hiciese de las suyas, pues saliendo
en diferentes formas de animales, volvieron en las de monas,
por lo corrido que volvieron todos; mas hizo cada uno de las
tripas corazón, que bien pudo, y dando unos y otros (a su
pesar) breve la vuelta, que no es poco cuando muchos aun no
han vuelto en sí del susto que recibieron; y fue de admiración
verlos hacer tantos papeles de diversas figuras al principio, y
48
Sacar por el rastro: conocer, descubrir, hallar por señales e
indicios (RAE). El parágrafo agrupa diversos fraseologismos expresivos:
hacer de las suyas; corrido como una mona; hacer de tripas corazón;
no poder hacerla limpia.
30
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
en un instante verlos a todos tan desfigurados. Yo extrañé el
suceso, porque desde luego dije, conociendo el gremio, que no
la podían hacer limpia; mas, con todo, pasó por regocijo, y
hizo su papel en la fiesta de esta noche quejoso por dar lugar
a que en alegrías amaneciese el día que lo hizo hermoso.
La majestad con que el Real Acuerdo salió a caballo a
las nueve de la mañana a dar las gracias acordadas a Nuestro
Señor (como he propuesto49) fue en todo igual a lo mucho que
representaba. Salió pues este Senado50 grave tan autorizado de
grandeza, que a cualquier Senador suyo lo veneró el respeto y
lo respetó la veneración 51; que cuando [8r] faltara el
conocimiento de lo mucho que cualquiera demonstraba, el
aspecto grave de cada uno lo manifestaba. En fin, sujetos en
quien las letras y la prudencia viven en honrosa competencia
a porfía por aventajarse, siendo, en lo que doctos obran, Padres
de la Patria, y Conscriptos52 (perdone su modestia estas
49
Como he propuesto: ‘como he indicado antes’. Es latinismo de
uso retórico.
50
Para ennoblecer al Real Acuerdo, Mallea lo equipara al Senado
Romano, y a sus miembros, con los senadores. Volverá a servirse de ese
tipo de comparaciones.
51
Lo veneró el respeto y lo respetó la veneración: retruécano con
paralelismo.
52
[Padres] conscriptos (<‘Patres cosnscripti) es una de las
formas con que en la antigua Roma se designaba a los senadores (padres
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
31
cortedades que, por no ofenderla, no paso en sus debidas
alabanzas más adelante, aunque en las mayores me culparán de
corto).
Numerosa copia53 de alguaciles se veían disponer el paso
a su grandeza, a quien siguieron en orden concertado los
Escribanos de Provincia, y a estos los Receptores y
Procuradores; después los Escribanos de Cámara (cada gremio
distinto, y guardando el orden de ir de dos en dos). A los
Escribanos de Cámara siguieron los Relatores, y a estos los
Abogados, y después de todos los referidos se veían el
Canciller y [el] Secretario del Acuerdo, y, haciendo alguna
división y espacio, se siguieron54 los fiscales, después los
Alcaldes Hijosdalgo y los de Corte, y, consecutivos, los
Oidores, cuyo Tribunal majestuoso presidía con soberana
compostura bien representada el Doctor Don Francisco Marín
de Rodezno, su presidente; y detrás se vio con gala y lustroso
adorno su Caballerizo en un hermoso caballo.
Mucho consuelo dio a la Ciudad toda el ver junta tanta
grandeza, que, como no siempre se ve el Real Acuerdo en esta
de la Patria).
53
Numerosa copia: número copioso (concordando ad sensum con
veían).
54
Se siguieron. Mallea usa repetidamente la forma pronominal de
seguir que ni entonces ni ahora necesitaba el refuerzo del pronombre.
32
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
forma, causó en unos y otros igual gusto y placer: que es gran
dicha suya tener en tanto superior ministro segura la defensa de
sus agravios y quien les guarde [8v] su justicia en las ocasiones
que se les ofrezca.
Llegaron, pues, en esta forma al Real Convento de su
Patrona, Nuestra Señora de Gracia, cuya comunidad grave los
recibió cantando juntamente con la música de la Real Capilla
el Te Deum laudamus. Celebrose con toda solemnidad la Misa,
y, dando todos gracias a la Majestad Divina por los favores que
la humana 55 había recibido de sus misericordias, le suplicaron
por la continuación de tan feliz suceso en el logro y
conservación de la vida de Príncipe tan amado56, y, acabados
los Oficios, todos dieron vuelta a la Real Chancillería en la
referida forma.
Como tan atento en todo, el Tribunal de la Inquisición,
y con no menor reconocimiento de su obligación en
demonstraciones de sus afectos y amor, los manifestó en esta
ocasión como ella pedía y como se esperaba de los sujetos que
55
Entiéndase: ‘gracias a la Majestad Divina por los favores que
la [majestad] humana había recibido de sus misericordias’. Esa majestad
humana es la del rey Felipe IV, y el favor recibido es el nacimiento de
su hijo, el príncipe Felipe Próspero.
56
Estas súplicas por el logro y conservación de la vida del
príncipe surtieron poco efecto; como se sabe, el príncipe falleció días
antes de cumplir los cuatro años.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
33
doctos lo componían, que fueron el Doctor Don Jacinto de
Sevilla y [el] Doctor Don Francisco de Lara, sus Inquisidores,
en quien resplandecen la virtud y letras, y en quien la Fe Santa,
viéndose más ensalzada, se asegura más y más establecida.
Próvidos, pues, en todo, sin faltar en la mesma fineza, se
emplearon afectuosos en la mayor, pues, no satisfechos en las
muchas que habían ejecutado con varios regocijos de todo
desempeño y lucimiento, acordaron rendir las gracias por favor
tanto al que es distribuidor de ellas 57, haciendo elección, para
este efecto, del Convento de Santo Domingo el Real, con título
de Santa Cruz, donde asistieron acompañados [9r] de todos
sus oficiales, con la gravedad y decencia que en todas
ocasiones acostumbran: fue autorizado empleo de su proceder
noble y de su atención bizarra.
Siguiose a tan hermoso día la noche, con tantas
prevenciones para poder lucir, como el que juzgaron todos que,
sin la declinación de claridades, había continuádose el día,
siendo tan de admirar los lucimientos de que se compuso en
varias formas de ellos la noche, que las dos antecedentes se
vieron en esta, y, aunque el cielo con emulaciones de su mucho
lucir intentó a bramidos de rigurosos vientos y a diluvios de
porfiada agua hacer noche sus resplandores claros, le salió
57
El que es distribuidor de ellas (de las gracias) es Dios.
34
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
vano su intento, quedando en sí mismo muy desairado, aunque
más del aire se valió 58.
Mucho ayudó a lucir la fiesta de esta noche el regocijo
que para ello previnieron en una máscara los vecinos de la
Carrera del Genil, pues en trajes diferentes, con ricas y
costosas galas, salieron veinte parejas a caballo, que, paseando
las calles todas de Granada, fueron vistoso desenfado de ellas.
Fin dio a los regocijos y acordadas luminarias, por tres
noches, esta, que no lo tendrá en las alabanzas que por tantas
causas supo merecerse; y los siguientes días fueron disposición
a nuevas festividades que se hicieron en diferentes Iglesias.
La Ciudad 59 acordó celebrar en la Mayor60 tanta dicha,
con Misa, Sermón y Procesión general en hacimiento de
gracias 61 por bien tanto, enviando legacía para esto al grave
Cabildo Eclesiástico, que, prevenido como [9v] siempre de
fervores en servicio de su Rey, aprobó cuanto la Ciudad había
58
Agudeza de Mallea: el cielo, a pesar de enviar un fuerte aire,
quedó desairado, dado que no pudo impedir la continuación de las
celebraciones.
59
La Ciudad es una referencia a la corporación que regía
Granada; su equivalente hoy sería el ayuntamiento.
60
En la Mayor: en la Iglesia Mayor, i.e., en la Catedral.
61
Hacimiento de gracias: hoy diríamos acción de gracias.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
35
propuesto, ofreciendo para su mayor desempeño cuanto de su
parte estaba, que, llegado el día, lo hicieron grande con todas
circunstancias las solicitudes que pusieron para que lo fuese,
ambos a dos autorizados Cabildos62. Y para que la fiesta
tuviese la solemnidad cumplida, asistió el Ilustrísimo
Arzobispo de esta ciudad, Don Joseph Argáiz, no habiendo
faltado en todos los regocijos de fuegos a las mayores
demonstraciones de amor y afectos a su Rey y señor, cuya
caridad ardiente tan legítimo prelado lo confirma, que es
universal remedio, y padre lo aclaman los pobres todos. Y para
complemento de todo predicó este día el Doctor Don Fernando
Alonso de Sossa, Chantre de la dicha Iglesia, y como Orador
Evangélico aplicó al propósito del nacimiento del Príncipe todo
cuanto se pudo decir, no dejando palabra a otro alguno pudiese
adelantarlo.
Prevenida la Ciudad, como siempre, en no faltar a
cuanto su obligación tocaba, acordó en este tiempo nombrar
Caballeros Comisarios 63 que, en nombre suyo, fuesen a dar la
norabuena de su parte a Su Majestad por el dichoso suceso en
el nacimiento de su amado hijo y Príncipe nuestro, y también
para que con esta ocasión la tuviesen de manifestarle
juntamente el universal gozo con que los tenía a todos felicidad
62
Estos dos autorizados Cabildos son el Cabildo eclesiástico
(catedralicio) y el concejo (la Ciudad).
63
La Ciudad nombró dos emisarios (Caballeros Comisarios) para
desplazarse a la Corte a felicitar al rey Felipe IV por el feliz natalicio.
36
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
tan grande, saliendo nombrados para este efecto Don Diego de
Alarcón Barahona 64 y Don Francisco Villaín y Salazar
(Veinticuatros) y Gregorio de la Peñuela Méndez (Jurado)65,
que, sin [10r] admitir ayudas de costa de la Ciudad, fueron a
la suya66 con la riqueza de galas, adornos y libreas que la Corte
admiró, y más el acompañamiento que llevaron el día de esta
función, en que besaron la mano a Su Majestad. Mas ¿cuándo
siempre Granada no fue desempeño honroso en servicio de su
Rey y señor? Díganlo las muchas ocasiones que las edades
aclaman y los tiempos vocean.
No satisfecho el Excelentísimo Marqués de Leganés en
los gastos, fiestas y regocijos que había liberal ejecutado,
recreció a ellos unos de toros, señalando el día diez y ocho por
la tarde, por que acompañara con variedad a lo soberano y
grande de la mañana en la fiesta de la Iglesia, esta no menor en
su diferencia, corriéndose en el Campo del Príncipe; para cuyo
efecto mandó se dividiesen sus dilatados espacios con nuevas
fábricas de madera, quedando en tan justa obediencia recogida
su condición (que siempre ha estado acreditada de valiente),
64
En el impreso: Varahona.
65
El cargo de Jurado, como el de Veinticuatro, era de
jurisdicción municipal.
66
Nos dice Mallea que los tres comisarios corrieron con todos los
gastos de la legacía: sin admitir ayudas de costa de la Ciudad, fueron a
la suya (i.e., ‘fueron a su [propia] costa’).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
37
que aunque en Granada toda se producen ánimos alentados y
espíritus valerosos, los que influye este pedazo del Cielo de
Campo del Príncipe pasan a ser arrestados por valientes.
Viéronse, en fin, reducidas sus dilatadas jurisdicciones, que no
es mucho vencer del ánimo más incontrastable, si lo dispone
uno benigno y lo obligan las celestiales causas y gloriosos
intentos.
Quedó, pues, en forma cuadrada y perfecta, plaza tan sin
medida, que lo generoso en tales empleos jamás dificultó en los
mayores imposibles. No extrañó Granada verse ya con dos
Plazas Nuevas67, que lo tiene muy [10v] de viejo el adelantarse
siempre en tales ocasiones a lo más y no faltar a lo menos, y
más en las que piden tales desempeños. Con perfección tanta
se vio fabricada la plaza, que, para confirmarse hermosa, le
sobraron los adornos preciosos y ricos aderezos, y también lo
cuadrado para que cuadrase a todos 68. Y aunque era cuanto en
ella se vía de mucha admiración y belleza, fue lo de más69 la de
67
Dos plazas nuevas: gracias al Marqués de Leganés, Granada
añadió a la Plaza Nueva de la Real Chancillería la nueva plaza
construida en el Campo del Príncipe.
68
Agudeza de Mallea. La nueva plaza habría cuadrado
(‘agradado’) a todo el mundo aunque no se hubiera construido de forma
cuadrada.
69
En el impreso: fue lo demas. Sustituimos por la forma
disociada que exige el sentido: “fue lo de más [admiración] la de las
damas”. Volveremos a encontrar ese error tipográfico.
38
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
las damas. Tanto mereció con todos este sitio vistoso de plaza,
que por reina de todos le70 coronaron muchos aquel día, pues
se vio el Campo de los Mártires, que señorea este, tan metido
a ciudadano, que muchos ejércitos de ellos se veían ocupar sus
eminencias, no siendo la alegre vista que causaba lo menos
agradable que tuvo la fiesta de esta tarde a que se dio principio.
Después de haber tocado sonoros y dulces instrumentos, y
después de haber tratado el Marqués de gozar muy de asiento71
el regocijo, salió el primer toro a ser alegre despejo de la plaza,
y lo fue de suerte que no lo pudo hacer mayor en ella la Guarda
Tudesca72.
Entró, pues, en esto, con el que en todas ocasiones, Don
Diego de Ávalos: sobre un caballo castaño que, por decirlo de
una vez, su hermosura, presencia y sus bien acompañados
movimientos, lo exagero solo con decir que era del Betis73 en
todo. Tan firme se veía en la silla el alma del ardiente espíritu
en que ajustaba, que desmintió airoso en ella la opinión común
70
Le coronaron: leísmo.
71
Muy de asiento: ‘sin prisa, sosegadamente’.
72
El primer toro que salió al coso lo despejó con más eficacia que
si lo hubiera hecho la Guardia Tudesca.
73
Los caballos del Betis (el caballo andaluz) eran los más
preciados por su ligereza y brío. En otro momento los equipara a los del
Genil (los propiamente granadinos).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
39
de las damas de que no hay firmeza en los galanes74. Luciendo,
pues, de pajizo y plata, preciosa y rica gala, la hizo de su airoso
brío, con que anduvo de más 75 la del vestido.
[11r] Con gallardo denuedo buscó su dicha en el mayor
peligro, que siempre en lo más arriesgado se hallan solo las
humanas glorias; tan grande fue la que consiguió de su
impulso temerario en esta ocasión, que no le faltó la
circunstancia de que venció esforzado al contrario más
poderoso. Repitió nuevos arrestos en el segundo toro, y anduvo
tan bien afortunado, que todos lo aclamaron por primero76;
74
Ingeniosa composición de Mallea: Un galán (don Diego de
Ávalos) iba tan firme y (galán) en la silla del caballo, que desmintió la
opinión femenina (convertida en fraseologismo) según la cual no hay
firmeza en los galanes.
75
En el impreso volvemos a leer la forma fusionada demas
(‘demás’). Pero el sentido exige de más (‘de sobra’). En esta última
oración vuelve a lucirse Mallea con un juego de sobreentendidos; aquí,
a costa de la voz ‘gala’: Luciendo, pues, de pajizo y plata, preciosa y
rica gala, la hizo [i.e.: ‘hizo gala’] de su airoso brío, con que anduvo de
más la [gala] del vestido.
76
Don Diego, tras lidiar el segundo toro, fue aclamado como
primero (‘ganador’); y quebró tantas lanzas en los demás toros, que al
más ligero de ellos no le holgó la madera para esquivarlas. Sobre no
holgar la madera dice el Dicc. de Auts.: “Frase que significa trabajar
incesantemente, sin descansar”. En otras palabras, los toros no podían
tomarse ni un respiro huyendo de los ataques del Comisario. En el
segundo de los romances anónimos antes citados (el de pie quebrado) se
40
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
tantas y tan diversas lanzas quebró en los demás, que no le
holgó la madera al que más ligero escapó de su valiente mano.
A doce indomables furias de inhumana fiereza derribó
las cervices este mantenedor valeroso: ¡poco ardimiento77 fue,
aunque de intrépidas vidas, para ardimiento tan activo en el
vencerlas! Grande se confirmó el regocijo, por lo corto, que no
es humana gloria la que pasa del amago a su continuación.
Tuvo declinación 78, en fin, la fiesta de esta tarde, mas este no
lo tendrá en sus alabanzas debidas el de Leganés79, pues las
que arrastra recreció de grandezas en liberalidades, como
suyas: dígalo su prodigalidad, que ella sola puede ser
alude a los andamios de madera con que se acondicionó otra plaza
granadina, la de Bibarrambla, y nos dice el poeta: El coso cercado
estuvo / de andamios, y es cosa cierta / que a ninguno le holgaba / ya la
madera.
77
Agudeza de Mallea, jugando con la homofonía de ardimiento
(‘incendio’, del latín ardere), y ardimiento (‘valor’, del franco
*hardjan). Es recurso que repite.
78
79
Declinación: ‘término, final’.
Entiéndase: ‘este... fin no lo tendrá en sus alabanzas debidas el
[Marqués] de Leganés’, y, más claramente: las alabanzas debidas al
Marqués de Leganés no tendrán fin, al contrario de lo que ocurre con la
fiesta.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
41
coronista 80 de sí misma. Mandó distribuir, generoso, entre
pobres cuanto procediese de los doce toros corridos, pasando
a ser a mayor su largueza, pues mandó arrojar por todas partes
moneda, y tan corriente, que se veía discurrir en ruedas
infinitas por todas partes, a que acompañaron tantos y tan
valientes dulces que en servicio de su señor fueron arrojados
todos, y fue la fiesta en todo tan sin azar, que con acompañar
a estas colaciones muchas regaladas bebidas de diversas [11v]
aguas, no se aguó 81 en cosa alguna: tanto libró de
magnificencia en todo, que hasta sus esclavos alcanzaron por
indulto la libertad en esta ocasión, no siendo de tan poco
número82 los que en ella tenía, que no pasase a ser grande. ¡Oh
príncipe esclarecido, y cómo excediendo en el dar a lo más,
generoso y liberal83, distribuyó lo más precioso, que es la
libertad!
80
Coronista (por ‘cronista’) es etimología popular muy difundida
en los siglos áureos. Se percibe claramente el influjo de corona.
81
No se aguó... la fiesta. Es fraseologismo vigente, como también
el compuesto aguafiestas.
82
No siendo de tan poco número... No acaba Mallea de concretar
el número de los esclavos manumitidos por el Marqués.
83
Generoso y liberal. Es sintagma que muestra la distinción
semántica viva en esa época entre ambos adjetivos: ‘noble’ y ‘dadivoso’,
respectivamente.
42
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
A este gran regocijo acompañaron después otros
particulares, llegando en este tiempo el de los presos, pues por
cédula de Su Majestad, cometida a su Real Acuerdo, manda
despachar de las prisiones a los que desde la fecha de la cédula
estuvieren en las cárceles, exceptuando a los que fueren
culpados en delitos que expresaba; mandando también por ella
que gozasen del indulto todos y cualesquiera presos que
tuviesen causas pendientes en grado de apelación en todo el
distrito de esta Real Chancillería: que las felicidades de tan
buen suceso en el nacimiento de nuestro amado Príncipe fueron
pronósticos fieles a que después se hayan gozado tantas, y a
infinitas más que esperan estos reinos con su dilatada vida.
Continuándose en esto la celebración de placer tanto en
varios regocijos, acordó esta Ciudad, en doce de febrero,
propuniéndolo su Corregidor, como partícipe de todo gozo por
tanto bien y como sujeto que en esta ocasión lo fue de tantas,
en que, celebrandose nuestra dicha, manifestó su mucho celo
y amor en servicio de su Rey y señor. En fin, propuso que se
celebrasen fiestas [12r] de toros con juego de cañas y otros
varios regocijos, nombrando por comisarios de ellas a Don
Antonio de Ojeda (Veinticuatro) y al Capitán Don Diego
Brochero (Jurado), conociendo que sus ánimos y posibles
habían de ser desempeño generoso de fiestas que causa tan
celestial las obró. Aceptaron gustosos el nombramiento, que,
como conocían de su bizarría liberal la gloria que había de
adquirirles, no solo manifestaron el gozo en los alegres
semblantes, sino que, confesándose obligados, rindieron
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
43
agradecimientos a quien los nombró; que la virtud,
manifestándose en acciones liberales de nobleza, se establece
en ellas a ser mayor, que no está el poder en tenerlo, cuando84
consiste solo en comunicarlo en obras, siendo estas de tanto
merecer, que, si nacen de caridad, gloriosas se aclaman y a
eternas se aperciben; y si se originan de temporales fines en
debidos respetos, confirmándose heroicas, de nobles se
acreditan; y así solo es pobre y menesteroso el que, teniendo, no
tiene el ánimo para distribuirlo. ¡Oh vicio sin disculpa, oh culpa
llena de todo vicio, pues desmintiendo a todos lo que tiene,
goza de ello tan poco como si no lo tuviera, negándose a sí
propio en escaseces lo que debía gozar comunicándose en
larguezas! Dejo para mejor ocasión el ponderar la de nuestros
Caballeros Comisarios que, cuidadosos ya en la disposición al
más seguro logro de su intento, la dieron llegando el tiempo a
la publicación de las fiestas, que fue con la mucha solemnidad
que pedía su grandeza, señalando los días para su celebridad 85
los de seis, siete y [12v] ocho de julio, que se retardaron a este
tiempo por los embarazos que se ofrecieron para ellas en el
antecedente de Cuaresma, y después por el rigor de los
temporales, y también por estorbar la plaza las prevenciones de
las fiestas del Corpus, que se forman siempre uno y dos meses
antes.
84
Cuando: aquí con valor adversativo (‘sino que’).
85
Celebridad: hoy diríamos celebración.
44
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
A competencia andaban los ardientes deseos de sus
ciudadanos en hacer fiestas a su Príncipe, que, habiéndose
pregonado con el aplauso dicho el juego de cañas, publicó
guerra al mesmo son contra la lanza la pluma, y saqué a luz
(según lo que mis fuerzas cortas alcanzaron) un librito
intitulado Visiones de Daniel, aplicado todo a la Casa de
Austria, y, a propósito del regocijo, describiendo grandes
proezas suyas, aventajandose a los grandes pronósticos de
ventura que de Alejandro Magno, hijo de Felipo, se habían
dicho.86
Llegó el día del Corpus, y, habiendo los Comisarios
cumplido con su obligación en la grandeza de sus altares (y este
año por rendir en la celebridad de misterio tan alto las gracias
de tanto recebido bien), quisieron, devotos, los cuatro
Caballeros Veinticuatros y los dos Caballeros Jurados que
fueron nombrados por Comisarios en la fiesta adelantar
generosos a ella, a expensas suyas, más de tres mil ducados,
después de haber gastado otros tantos que para ello les libró la
Ciudad; conque, disponiendo extraordinarias prevenciones,
86
Fr. Salvador de Mallea en las Visiones de Daniel, uno de los
abundantes libros de pronósticos que el real nacimiento fomentó,
establece un curioso paralelismo entre Filipo IV de Macedonia y Filipo
IV de España, y sus respectivos vástagos: Alejandro Magno y Felipe
Próspero. Pocas veces yerran tanto los pronósticos.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
45
vieron ejecutados milagrosos pensamientos en los autos87;
costosas y ricas danzas 88, siendo cinco las que sacaron de fina
tela de [13r] plata y oro, significando, cada una, naciones
diferentes, todas hermosas a la vista, o ya en los suntuosos
altares que, siendo seis, significando los más el misterio del día
que en lo místico ajustaban, en lo literal con el nacimiento de
nuestro Príncipe y señor89; y aunque en describirlos no era
faltar al asumpto90, no quiero dar lugar a la censura de que
culpe por disgresión molesta lo que fuera propiedad de la
historia.
87
Estos autos son los sacramentales que se representaban
especialmente en la festividad del Corpus.
88
Danzas: conjuntos de danzantes con acompañamiento musical.
Dice Mallea que cinco de ellas iban ricamente ataviadas con telas de
plata y oro, representando a naciones diferentes
89
Período sintácticamente enrevesado, abocado al anacoluto, que
apenas se eludiría sobreentendiendo un segundo ajustaban tras literal.
Por otra parte, el único ajuste que se vislumbra entre el número seis de
los altares y el príncipe Felipe Próspero es el tiempo en meses
transcurrido desde su nacimiento: en el año 1658 la fiesta del Corpus
cayó el 14 de junio, y el príncipe tenía seis meses.
90
El impreso lee la forma latinizante assumpto.
46
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
¡Oh Granada, reina de las ciudades, que así has sabido
merecer con ambas Majestades91 el mérito de muchas obras en
una! Pues si la Divina se agradó en el devoto empleo y celo
ardiente con que fue celebrada 92 en misterio tan alto, la
humana, por ver recrecidos a lo soberano de él nuevos cultos
con tanta grandeza en rendimiento de gracias por favor tan
singular como España ha merecido alcanzar, ¿qué no tendrá de
reconocimiento a tan leal fineza? Más admirándose en todas
ocasiones cristiano, y con católico desempeño a tu piadoso
afecto; y en esta ha sido con devoción tanta y celo tan
fervoroso, que, dándote toda a dos tan gloriosos empleos,
buscaste con ellos los más seguros medios a eternizarte en
favores soberanos y en temporales dichas.
Llegó, pues, con alas del tiempo (que siempre son las
más ligeras) el primer día de las fiestas, que fue el señalado
sábado seis de julio, tan lleno de gozos, que se vía ufano y
alegre en los semblantes de todos.
91
Con ambas Majestades se refiera Mallea a la Divina
(representada por el Corpus Christi) y a la humana (por la casa real
española).
92
En el impreso: celebrado, de muy difícil concordancia.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
47
Ensayo fue a las fiestas93 el alegre regocijo de la mañana,
siendo tal, que pudo pasar él solo por bastante desempeño
[13v] de las que se esperaban a la tarde. En fin, por hacer
reseña de estas, corrieron a la alborada en dos sueltos toros dos
rayos con truenos, pues de ellos le sirvió su fiereza 94, con que
avisó cada uno a la salida del corrido riesgo de todos. Alegres
y diestras suertes usó con ellos la presteza de algunos, mas era
tan grande la de los irracionales brutos, que, picados más de la
cólera que de las garrochas (con ser95 muchas), rendían por
despojos cada instante lo más afianzado en ligereza; que no hay
seguridad en la mayor defensa cuando se tiene a la vista
poderoso contrario.
93
Las fiestas de toros y cañas que desde este punto se relatan
tuvieron como marco, tal como se indicó en la sinopsis, la Plaza de
Bibarrambla, debidamente adornada, acotada y refrescada con riego
matutino. Se dispusieron espaciosos andamios y abundantes colgaduras
de tafetán en los balcones y miradores que circundaban el coso. Los
famosos miradores (desaparecidos a principios del siglo XIX) estaban
situados frente a la Puerta del Zacatín, y eran ocupados por autoridades
y nobles.
94
Si los toros eran dos rayos, su fiereza era como el trueno que
los previene, avisando del peligro que representan. La confusión en la
precedencia rayo/trueno es bastante común. Así, Góngora en el Polifemo
escribe: tal, antes que la opaca nube rompa / previene trueno fulminante
trompa.
95
Con + infinitivo posee valor concesivo: ‘aunque siendo’.
48
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
Cesó el regocijo, siguiéndose a él doce nuevos recreos de
la vista, bellos desenfados de los sentidos, que lo fueron en
todo, pues, por hacer más apacible y fresca la plaza, con doce
portátiles fuentes96, que ocultaban con ingenioso primor97 su
forma frondosos y verdes ramos, siendo tan de ver los
movimientos de los edificios bellos, que, alegrando a todos,
comunicaron por una y otra parte de la plaza la frescura que en
líquidos cristales les esparcían por toda ella.
Denme licencia para pintar la hermosa compostura con
que se vio después la plaza, desmintiendo los rigores de julio,
ostentando halagos apacibles del abril a todas partes98, pues a
cualquiera 99 se veía sin lisonja lo milagroso, y a todas sin
96
Estas doce portátiles fuentes eran doce carros que transportaban
agua para regar la plaza (el suelo era de tierra); para mayor lucimiento
iban recubiertos de ramas, con las que disimular los grandes toneles.
97
Primor. Esta voz, con sus derivados (primoroso, primores...) es
muy del gusto de Mallea, y se mantiene extraordinariamente viva en el
habla granadina.
98
A todas partes: hoy preferiríamos en todas partes. Volveremos
a encontrar ese sintagma en la relación de Mallea.
99
Para entender correctamente el final de esta frase hay que
sobreentender parte tras cualquiera, y partes tras todas. Parafraseando
tendríamos: ‘en cualquier parte de la plaza se veía (sin pecar de
lisonjero) lo milagroso, y en todas partes (sin caer en la adulación) lo
celestial’.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
49
adulación lo celestial. Perdonen hoy los encarecimientos, que
peligran de corto los mayores en alabanza de tal sitio, que pudo
ponerlo100 por lo bello a la plaza más incontrastable, seguro en
sus rendimientos101, [14r] que más postró 102 siempre lo apacible
que lo riguroso. En fin, pondérese solo con el silencio lo
soberano de tal cielo, pues a todos dejó en suspensa
admiración.
¡Oh cuánta milagrosa 103 vio de recreos la vista con país104
tan bello y con floresta tan amena! ¡Y cuánto dejó de ver, ciega,
100
Ponerlo [...] Incontrastable: ‘contraponerlo, compararlo’ a la
plaza más ‘invencible, insuperable’.
101
Entiéndase: ‘seguro de los rendimientos [de esta]’. En otras
palabras: ‘este sitio está seguro de humillar a la plaza más incontrastable
con la que se quiera comparar’. Es una muestra más de nuestra antigua
e imperfecta deixis posesiva.
102
Postró: ‘venció, rindió’.
103
Tras milagrosa es menester sobreentender vista (‘visión’), que
Mallea elude para no repetir esa voz con tanta proximidad: ‘oh cuánta
milagrosa vista de recreos vio la vista con país tan bello...’, y se sirve de
la dilogía de ese vocablo: sentido de la vista y visión de algún objeto (o
paisaje),
104
País. Aquí ‘paisaje’.
50
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
la más perspicaz105 con tanta diversidad de esplendores la
mucha variedad de que constaba! Perdónenme aquí las damas,
que no siempre a la suya 106 se debe lo bello, cuando este día la
que tuvo la plaza le107 hizo hermosa en toda perfección, mas tan
fácil, que se venía a los ojos 108 de cuantos la miraban, y es
mucho, cuando estuvo su hermosura solo en lo compuesto109.
En fin, fue su día este; mas no por serlo la colgaron110, pues mal
pudo estarlo quien por hermosa venía pintada a los que
105
Nueva elusión de vista. Tendríamos: ‘La vista más perspicaz,
cegada por tantos esplendores, no alcanzó a ver la mucha variedad de
que constaba [la florida plaza de Bibarrambla]’.
106
Nuevo sobrentendido de vista, ahora sustituida por la suya:
‘perdónenme las damas, que no siempre lo bello se debe a su vista’. Se
vuelve a sobrentender inmediatamente después: la [vista] que tuvo la
plaza.
107
Le hizo hermosa. Leísmo.
108
Venir a los ojos: ‘entrar por los ojos’.
109
Solo en lo compuesto: solo en el artificio de los adornos (sin
este la plaza no sería hermosa).
110
No por eso la colgaron. Agudeza bromista de Mallea, basada
en la dilogía de colgar (‘llenar de colgaduras’ y ‘ahorcar’). La plaza
quedó colgada (revestida de colgaduras) y no, obviamente, ahorcada.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
51
dichosos la veían: ¡tan primoroso fue su aseo111, tan del aliño112
se compuso su aderezo!
¡Oh qué de esfuerzos hizo a su lucir el sol por competir
con las deidades humanas113 que a todas partes se vían, siendo
la perfección de estas hermosa emulación de sus más lucientes
rayos y milagrosa afrenta de sus más celestiales esplendores!
Muchos dio su peregrina belleza al día; no pocos causaron sus
costosas galas a las fiestas, que luce de tal suerte con lo bello lo
hermoso (o por la competencia en la mayor perfección, o por
los reflejos que produce en uno y otro), que llega todo a
merecer los créditos de celestial maravilla y de prodigio
milagroso; fuelo tanto lo menos que en la plaza se vio este día,
que a sobrenatural obra se atribuyeron tan divinos efectos,
conociendo [14v] humana su causa, a dar principio a las
fiestas.
Entraron los dos Caballeros Comisarios, haciéndoles
salva y dándoles la bienvenida dulcísimos clarines y sonoras
chirimías en virtuosa y noble competencia. Sacaron ambos a
porfía brillantes lucimientos, a que a toda costa se la hicieron
con ricos primores sus generosidades bizarras y sus bizarrías
111
Aseo: ‘compostura, ornato’.
112
Aliño: ‘esmero, cuidado, composición’.
113
Estas deidades humanas eran las hermosas damas granadinas.
52
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
generosas114. Ostentando las suyas, Don Antonio de Ojeda se
vio en un caballo rucio115, tan favorecido de lo admirable por lo
hermoso, que fue agradable suspensión de las atenciones todas
su bien ajustada lozanía: tanto desprecio iba haciendo, ufano,
de lo más rico, que, inundando el aire de primores, cubría la
tierra de tejida plata y oro, causando a la vista un deleitable
recreo.
De fina tela de plata sobre raso de color amusgo116 era el
vestido que, precioso, adornaba al galán Veinticuatro; tan
cuajado todo de ricas y preciosas puntas de plata escarchada117,
que parece que la suya la había dado el pasado enero. A este,
pues, compuesto airoso de la bizarría hacían agradable
acompañamiento doce lacayos, todos con librea de tela de plata
114
Sus generosidades bizarras y sus bizarrías generosas: otro
retruécano en quiasmo.
115
Rucio: de color pardo claro (Dicc. de Auts).
116
Amusgo: ‘pardo oscuro’
117
Escarchada. Así se recoge en el Diccionario nuevo de las dos
lenguas española e inglesa en quatro tomos, escrito por Tomás Conelly
O.P. y Tomás Higgins O.P.,Imprenta Real, Madrid, 1798: “obra
trabajada con desigualdades a manera del rocío que se congela sobre las
plantas”. Era tanta la plata que escarchaba su atuendo, que se diría
producida por los fríos de enero (pero desfilaba en pleno mes de julio).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
53
sobre color anteado118 a quien guarnecían los vestidos todos
preciosas plumas de plata; y, por que saliesen más galanes por
los cabos 119, eran las mangas que llevaban de tela azul, con
visos de cambray; y los sombreros, blancos, con volantes
plumas de diversas colores 120, a quien seguían seis caballos rica
y preciosamente enjaezados, correspondientes121 en los adornos
al primero, diferenciando cada uno solo en los colores: [15r]
tan hijos del viento parecían en sus airosos escarceos, que,
ufanos en su bizarría, apostaban el alcanzarlo.
En un caballo morcillo que, con ser negro, fue (por lo
hermoso) el blanco de todos, salió Don Diego Brochero, a
quien vistió su buen gusto de tela de oro de Milán, de color
perla, bordado todo de hilo de oro y sembrados algunos
118
Color anteado: ‘color de ante’.
119
Por los cabos (o por el cabo) es fraseologismo: ‘bien,
perfectamente’; pero también dilogía, y aquí se mantiene también su
sentido recto, referido a extremidades: mangas, flecos, colgantes,
zapatos, etc...
120
Diversas colores. A lo largo del texto Mallea alterna el género
masculino on el femenino cuando usa el sustantivo color.
121
Correspondientes: haciendo juego con los adornos del primero.
54
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
blancos 122 de lantejuelas 123, gala que, suspendiendo en
admiraciones, le aclamaron por excelente, a quien
acompañaban igualmente otros doce lacayos, vestidos a lo
francés, de pajizo raso, guarnecidos todos de colonias 124 con
diferencias de colores (por que fuesen más vistosos),
correspondiendo las mangas de la misma tela con visos de
cambray y sombreros franceses, a quien acompañaban a
distancia poca cuatro caballos, cuyo aderezo, por precioso y
bello, compitiendo con sí125 solo, a sí solo pudo igualarse. Tan
desprecio del aire se vía cada uno126, que juzgaba su ligereza el
122
Blancos: huecos o intermedios entre dos o más elementos del
tejido.
123
Lantejuela (‘lentejuela’): “Planchita redonda de plata u otro
metal que sirve para bordar, asegurándose en la ropa con puntadas que
pasan por un agujerito que tienen en el medio. (RAE-1832).
124
Sobre colonia leemos en el Dicc. de Auts.: “Cierto género de
cinta de seda de tres dedos o más de ancho. Suélense hacer lisas o
labradas, y de un solo color, o de varios. Pudo llamarse así por haber
venido las primeras cintas de esta calidad de la ciudad de Colonia.”
125
Con sí. Aún no se había producido de modo definitivo y
general la fusión de la preposición con el pronombre personal (el actual
“consigo”). Hay además paralelismo: con sí solo, a sí solo.
126
Entiéndase: los cuatro caballos eran tan veloces que se
permitían despreciar la ligereza del mismo aire, e incluso se juzgaban
capaces de alcanzarlo.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
55
alcanzarlo. Mas ¿qué mucho, si calzaban plata127, que es quien
lo alcanza todo? Tanta riqueza los adornaba, que,
despreciándola toda, pisaban lo más precioso de ella. Dieron
vuelta a la plaza, oyendo en aclamaciones, alabanzas y honores
a tan heroico y bizarro proceder, que jamás faltó el mérito a la
virtud.
A poco rato, previniendo los dulces instrumentos las
atenciones, eran fiel aviso de la entrada de la Ciudad, que,
alegrándolos a todos, se manifestó en doce coches, con la
autoridad de acompañamiento y lo demás que pedía la
representación de Príncipe tan esclarecido.
El Ilustre Cabildo de la Iglesia en los balcones de las
[15v] Casas Arzobispales, que son las solariegas, de que goza
en tales ocasiones, comunicando lo docto de muchos, hizo
pública reseña de la prudencia de todos. Mas con todo no
pudieron disimular el sentimiento de verse sin su cabeza 128.
El grave y autorizado Tribunal de la Santa Inquisición,
como tan secreto en sus obras, no hizo en público la entrada,
127
Los cascos de los caballos iban guarnecidos con adornos de
plata. Por eso se permite Mallea otra dilogía: los caballos calzados de
plata pueden alcanzar al aire, ya que la plata (‘el dinero’) lo alcanza ('lo
consigue') todo.
128
La cabeza del Cabildo de la Iglesia es, claro está, el Arzobispo,
cuya ausencia, según Mallea, apenó a los capitulares.
56
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
manifestándose después en sus ventanas con la grandeza que
correspondía a lo mucho que representaba.
Los instrumentos, centinelas dulces, en acentos suaves
avisaron alegres la deseada venida del Real Acuerdo, que,
como Magistrado tan venerado de todos, pareciéndoles que
tardaba, sentían en extremo la falta que les hacía tan Real
presencia. A recibirlo salieron a la Puerta del Zacatín129 los
Caballeros Comisarios que, ufanos, recibieron, desde la primera
hasta la última deidad soberana de la tierra, agradecimientos
por fiestas tan prevenidas130. En once coches con orden
concertado señoreó la plaza, representando en el
acompañamiento autorizado que llevaba, la grandeza
majestuosa que contenía. En el último y dorado coche (que
pudiera ser del Sol en lo hermoso y rico, si lo tiraran caballos)
iba el dignísimo Presidente, a quien esta Ciudad debe lo que
reconocida confiesa. Acompañábanle los cuatro Magistrados
más antiguos, viéndose, como el Sol, Presidente de tanta
luciente Estrella. Entre su coche y el de la familia, sobre un
hermosísimo caballo de color bayo y cabos [16r] negros, Don
129
La Puerta del Zacatín era una de las tres principales de la Plaza
de Bibarrambla; las otras dos eran la Puerta de los Colegios, cercana a
la Plaza de las Pasiegas, y la populosa Puerta de las Orejas, situada entre
las que hoy son las calles de Mesones y Príncipe. Con los restos que se
salvaron de su arquería, esta última se ha podido reconstruir e instalar
en los jardines de la Alhambra.
130
Tan prevenidas: ‘tan bien preparadas’.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
57
Esteban González de Ribera representaba con gala de todo buen
gusto el oficio de Caballerizo Mayor, cuya modesta compostura
decía bien ser aliento del espíritu que lo influía en ella.
Llegando, pues, al sitio donde tenían colocados sus
asientos, los fueron ocupando todos, quedándose en la plaza
por guarda (como se acostumbra) Don Juan Gerónimo Muñoz,
alguacil más antiguo de los tres de vara, en un caballo rucio
obscuro, con jaez anteado y plata, asistido con dos lacayos con
libreas del mesmo color del jaez, que en tales ocasiones luce lo
que ellas piden, y en esta sacó, por más bien celebrarla, tres
caballos, todos con tocados y jaeces de distintos colores. Su
vestido fue de raso, con cabos anteados y plata, cuajado todo de
piedras de cristal labradas, y con botonadura de plata. Tan
galán y vistoso lo atendió la vista, que aprobó la de mejor
gusto, por bueno, el suyo.
Sentado, pues el Real Acuerdo, que es la más cierta señal
para dar principio a las fiestas, le tuvieron131 con que se
despejase la plaza, quedando tan de ver, que conocieron todos
que la mayor parte de una hermosura es el despejo132. Vistoso
131
132
Le tuvieron (‘principio’): nuevo caso de leísmo.
Agudeza de Mallea basada en dilogía: despejo vale por ‘acción
de despejar’ el coso, pero también ‘donaire, talento’.
58
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
alarde y alegre reseña 133 fue la prevención lucida que del juego
de cañas se ofrecía al oído y a la vista en apacible estruendo y
aparato bello, ofreciéndose a uno y otro sentido con acierto
concertado las caballerizas de los dos Puestos 134, que,
admirando a todos por lo grande y bien prevenido por lo
menos, se vio aclamado todo de lo más. ¡Oh feliz desvelo! ¡Oh
solicitud dichosa [16v] la de un cuidado y otro, pues buscando
desempeño a sus obligaciones nobles, supieron adquirirse
glorias tan crecidas, que, haciendo eternos sus nombres, [les]
dieron perpetua memoria para que su fama sea celebrada
siempre!
133
Alarde...Reseña: Son términos de índole militar y muy
parecido significado. Sobre reseña nos dice el Dicc. de Auts. que es “la
muestra que se hace de la gente de guerra”; alarde se define así: “la
muestra o reseña que se hace de los soldados; la cual ejecuta el
comisario destinado para este efecto a fin de reconocer si está completo
el número que cada compañía debe tener, y si tienen las armas limpias
y bien acondicionadas, y todo lo demás de su uso en buena disposición.”
Especialmente aclaratorio es el final de esa entrada, por cuanto es el
sentido con que hoy se conserva: “Y en esta consideración antiguamente
expresaba esta voz algo de ostentación, gala y lucimiento, por el que los
soldados ostentaban en esta función.” Recordemos que el Juego de
Cañas simulaba un combate entre diferentes cuadrillas.
134
Los dos Puestos. Se refiere Mallea a los dos bandos que van a
contender en el juego de cañas.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
59
Por la Puerta de las Orejas se vieron entrar tres sonoros
clarines 135 a caballo, vestidos de tela de plata encarnada, siendo
los instrumentos que tocaban, suaves acentos a los oídos; a
quien seguían ocho atabales136 que, diestros, tocaban cuatro
bien dispuestos mancebos a caballo, vestidos todos de blanco
con muchos pendientes de cintas de resplandor de colores
varios que, alegres, recreaban la vista, formando unos y otros
instrumentos voces tan sonoras y belicosas, que inquietaban137
los ánimos y corazones de los caballos que ya en hilera bien
ordenada iban de uno en uno, siendo del primer Puesto, que
dignamente tuvo don Juan Manuel Pantoja: ¡así ocupara138 los
grandes que merece en los mayores cargos; que la virtud que
madruga en aciertos a ser ejemplo de muchos es la que solo
debía ocupar tales empleos!
135
Clarines: metonimia consagrada por jinetes que tocaban el
clarín.
136
Ocho atabales: dos por cada caballería. Sobre atabal dice el
Dicc. de Auts.: “Instrumento bélico, que se compone de una caja de
metal en la figura de una media esfera, cubierta por encima de
pergamino, que se toca con dos palos pequeños, que rematan en bolas
[...] Este instrumento se usa en la caballería, llevando un caballo un
atabal a cada lado de la silla; y modernamente se llama timbal.”
137
Inquietaban. En el impreso leemos: inquietando, que no es
viable sintácticamente. Este período se nota claramente estragado.
138
En el impreso leemos assi ocupara para, que parece error de
imprenta. Suprimimos para.
60
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
El paso iban abriendo a la bien dispuesta hilera de
caballos las seis acémilas propuestas que, con cabezadas de
terciopelo carmesí, bordado de oro y raso de diversos colores
(siendo el dorado del que más se componía) y con pretales139 y
otros adornos, lucían con grandeza y recreaban con primor.
Tres medallas o mascarones, también de plata, llevaba cada
una, en que se veían grabadas las nobles y esclarecidas Armas
de su dueño, a que correspondían de lo mesmo los ricos
penachos y preciosos [17r] garrotes que en todas sin diferencia
se veían y, ciñéndolas con aseo, bien tejidos cordones de seda;
cubriendo los haces que llevaban de cañas, ricos y costosos
reposteros140 de terciopelo carmesí con los bordados
correspondientes en todo a las cabezadas, descubriéndose en el
medio de cada uno las mismas armas, a quien bordó el primor.
Seis lacayos (que con librea igual, que costeó sin escasez
lo liberal y guisó con sazón el buen gusto para este día) llevaban
139
Pretales: ‘petrales’ son las “correas o fajas que, asidas por
ambos lados a la parte delantera de la silla de montar, ciñen y rodean el
pecho de la cabalgadura.” (RAE).
140
Repostero: “paño cuadrado con las armas del príncipe o señor,
el cual sirve para poner sobre las cargas de las acémilas, y también para
colgar en las antecámaras” (Dicc. de Auts.).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
61
de diestro141 las bien ordenadas y compuestas acémilas142, que
solo el alegría 143 y placer que el verlas causaba podía hacer
grandes en todo las fiestas: treinta y ocho caballos las seguían
con airosos movimientos, siendo los primeros de Don Luis de
Santa-Cruz Bocanegra, Padrino144 del Puesto de la Ciudad (que
también lo fue con Don Antonio de Córdoba 145, Caballero del
Orden de Santiago146, de la máscara, hermano del Marqués de
Valenzuela), que lo hace tan amable su condición por
bienhechor de la Patria, que le sobra el ser Veinticuatro, por
merecer muchas veces el título de Padre de ella: tan querido y
amado es de todos. Enjaezados de azul y fina plata se veían sus
dos hermosos caballos, que, por serlo, y por el sitio primero que
ocupaban, pareció que señoreaban a todos los demás, siendo,
141
De diestro: “Dicho de llevar a un animal: Yendo a pie, delante
o al lado de él tirando del ronzal.” (RAE).
142
Las acémilas transportaban los pertrechos necesarios para el
festejo, señaladamente los usados en el juego de cañas.
143
El alegría. Aunque menguante, aun se mantenía,
especialmente en la escritura, el uso del artículo /el/ ante vocablo
empezado por [a-].
144
Padrino: “El que apadrina en las justas, torneos, juegos de
cañas, desafíos y otras funciones públicas.”
145
En el impreso: Cordova.
146
En el impreso: Sant-Iago (enmendamos siempre).
62
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
los que a estos seguían, treinta y seis bellos lucimientos 147, que
cuidó a toda costa el cuidado 148 del Corregidor; con tanto
desvelo prevenido y compuesto el menor adorno que llevaban,
que pudo en el lucir ser afrenta hermosa de lo más brillante
[17v] del sol; que el ánimo liberal de este Caballero amable
resplandece entre las demás virtudes suyas como los rayos de
aquel. La presencia bizarra con que se ostentaron en la plaza los
treinta y seis alegres desenfados149 de ella pudieran con
diferencia en las colores ser, en su género, milagrosa emulación
a los mejores. Los seis primeros con jaeces de tela fina de
encarnada plata: color que acreditó por de buen gusto al de su
dueño, en el que sacaba su Cuadrilla, pues fue del mismo150
todos seis, con tocados de cintas de escarchada plata, que
parecía a quien los miraba que en golfos de ella 151 se anegaban.
147
Estos bellos lucimientos son los treinta y seis caballos con que
se completan los correspondientes al Puesto de la Ciudad, encabezados
por Don Luis de Santa Cruz y Don Antonio de Córdoba.
148
Cuidó... el cuidado: figura etimológica.
149
Alegres desenfados... [de la plaza]. Es otra encomiástica
designación de los caballos del Puesto de la Ciudad. Mallea se muestra
muy sensible a la belleza de los caballos.
150
Pues fue del mismo. Entiéndase: del mismo color. Los jaeces
y los tocados de la cuadrilla eran encarnados con incrustaciones de plata.
151
Golfos de ella (= ‘de plata’). Es metáfora hiperbólica tomada
del lenguaje poético: ostentaba tal cantidad de plata la cuadrilla, que
quienes la miraban creían estar contemplando el plateado mar, con
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
63
Otros seis, del color mismo, variándose152 en la tela (por ser de
felpa), se le siguieron, causando en todos los mismos efectos
que los primeros; después otros iguales en el número, y no
menos en los ricos adornos, fueron vistoso recreo a los sentidos,
a quien dio Holanda 153 aderezos de ingeniosa tela, imitando con
arte primoroso los más ricos bordados. El número restante a los
treinta y seis cumplía la otra mitad, de que, dividiéndose en
distintas formas sus adornos y aderezos, echó por medio154 en
hacer ostentación de varias riquezas y primores, a quien
gobernaban de diestro treinta y seis lacayos con la librea
correspondiente en el color a los aderezos, pues fue de
encarnada tela, guarnecida de plata, y seguíanlos después
briosas y bizarras presencias155, que de diestro traían otros
tantos lacayos con libreas de anteado y plata, cuyos colores
correspondían, agradables, la de los jaeces y aderezos [18r] de
los caballos, con la diferencia de ser su tela más preciosa.
riesgo de ahogarse en él. La metonimia de golfo por mar era de uso
común.
152
Variándose: ‘diferenciándose, distinguiéndose’.
153
Holanda: es metonimia por la fina tela de ese país.
154
Echó por medio. Es fraseologismo: ‘actuar con resolución, con
oportunidad’.
155
Briosas y bizarras presencias: nueva referencia encomiástica
a los caballos.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
64
En sus airosos movimientos y en su galán pisar se
conoció tener la disciplina y enseñanza de Don Gerónimo de
Robles, pues en la brida y la jineta 156 dignamente ha merecido
créditos que lo eternizan, que es crisol de lo más noble la
profesión a tan bizarra habilidad. Por Veinticuatro de la
Ciudad, fue el segundo cuadrillero de este Puesto, y por más
antiguo. Su retaguardia formaron doce hermosísimos caballos
de Don Antonio de Fonseca y Espinosa, Alférez Mayor y
Capitán de la ciudad de Almuñécar, a quien dio su natural157
modesta compostura y virtud tanta, que corresponde a su mucha
nobleza; con igual grandeza de bizarría y costosas galas fueron
los aderezos de sus caballos, y de tan buen gusto todos, que,
sobre encarnado y pajizo, escarchó la plata lo encintado158 y
demás alegres aliños que, vistosos, componían su vistoso
adorno. Lució en competencia con el día, por encarecerlo159 de
una vez, siendo las libreas de los lacayos, que de diestro los
llevaban, iguales en los colores a los aderezos de ellos: todos en
trajes de franceses, con cabos encarnados de plata.
156
La brida y la jineta eran dos artes diferentes de montar a
caballo.
157
Su natural es el sujeto de dio: ‘a quien su natural dio modesta
compostura y virtud tanta...’
158
Escarchó la plata lo encintado: las cintas que aderezaban los
caballos iban bordadas con hilos de plata en escarchado.
159
Por encarecerlo: ‘por enaltecer, por solemnizar [el día]’.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
65
Cerraba, pues, esta hilera de alegres desenojos,
presidiéndola con gravedad autorizada, el Caballerizo, cuyo
vestido era negro con cabos bordados de plata, a quien
acompañaban cuatro lacayos, todos de librea azul: que tanto
bello lucimiento solo pudo [18v] comunicarlo tan gran
esplendor. Las riquezas, galas y costosos adornos de que se
componía la lucida y hermosa hilera de caballos fueron tan sin
número, y ellos tantos, que, no pudiendo reducirse a una vuelta
entera de la plaza, formaron de nuevo otra desde su principio,
que fue a la vista de tanto recreo, que será imponderable lo más
esclarecido, si intento el decir el que causaba ver un escuadrón
de caballos en campo tan espacioso y bello, cuyos tocados de
cintas de plata y otros colores, esparcidos con el aire por el
viento, bajando unos plata escarchada 160, formaban enero en
julio; y subiendo otros en varios colores, hacían el estío
primavera 161. Muchos milagrosos efectos nacen de una causa,
y más cuando es celestial y los disponen impulsos nobles.
Dando, en fin, la vuelta, salieron por la misma puerta que les
había dado entrada 162.
160
Agudeza de Mallea: como las cintas de los tocados de los
caballos abundaban en escarcha (‘plata escarchada’), parecía como si
el mes de julio (en que se celebraba la fiesta) se había trocado en enero.
161
El estío primavera: la variedad de colores que las cintas
mostraban movidas por el viento era más propia de la variopinta
primavera que del seco y uniforme estío.
162
Esto es: salieron por la Puerta de las Orejas.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
66
Ya me llaman nuevos instrumentos a que prevenga las
atenciones al reparo de no menores grandezas que las
antecedentes, siendo tantas las que ya daba entrada la Puerta de
los Colegios163, que, suspensos los sentidos en admiración tanta,
dudaron los más despiertos en la certeza de su verdad, aun
viéndola ejecutada: que no es nuevo el que se dude de la virtud,
y más cuando resplandece[n] en una otras muchas. No fueron
pocas las que este día se adquirió Don Tomás Jofre de Loaysa
Messía y Carrillo, Conde del Arco, pues dio con grandeza en
esplendores de maravillas lo imposible fácil, y lo más arduo
posible, que aunque [19r] siempre la nobleza confirma el serlo
en todas ocasiones, cuando la empeñan tan soberanas causas164,
manifestándose en larguezas, se exhala esclarecida en
generosidades. Y en tres clarines, que en otros tantos briosos
caballos tocaban con singular destreza tres mancebos, a quien
vistió de tela fina de plata lo más liberal, cuyas sonoras voces
aclamaban sus obras por inmortales, avisando juntamente de
que el Puesto Segundo165 corría por su cuidado; y se le lució de
suerte que, al parecer de todos, se vieron en él sin límite los
lucimientos, sin tasa los esplendores: seis fuertes acémilas, que
163
La Puerta de los Colegios estaba situada en la diagonal de la
de Las Orejas. El Colegio de más renombre era el de San Miguel.
164
Estas causas tan soberanas son las celebraciones por el
nacimiento del Príncipe Felipe.
165
El Puesto Segundo lo ocuparía la comitiva del Conde del Arco
(el primer Puesto la había ocupado Don Juan Manuel Pantoja).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
67
parecían, por lo grandes, móviles torreones, entraron a dar
alegre muestra de su mucha fortaleza; no en las débiles cañas
que llevaban, sino en los ricos adornos suyos, pues todo cuanto
los componía era de rico y precioso peso. Estas, pues,
gobernadas por seis turcos 166 (con tal propiedad vestidos, que
asustaron más de cuatro corazones), llevaban por cubiertas
costosos paños de tela verde de plata ondeada, en cuyos blancos
se veían bordadas con ingenioso primor las Armas de los
Mexías y Loaysas. Las cabezadas correspondían a la tela verde
de plata de los reposteros, y en cada una iban compartidos tres
mascarones, también de plata, siendo del mesmo metal precioso
torneados los garrotes y los volantes penachos de blancas y
verdes plumas; y por que todo fuese con igual correspondencia,
se ceñían todos seis con cordones de plata y seda verde entre los
caballos. Y [de] estas seis maravillas [19v] de grandeza (que
pudieran ser emulación a las siete que celebra el mundo167)
hacía división uno, cuya lozana presencia se llevó las atenciones
de todos, y, por el aderezo que vistoso y rico lo adornaba,
muchas alabanzas a su dueño.
166
167
Seis turcos. Entiéndase: seis lacayos vestidoss a la turquesca.
Compara hiperbólicamente Mallea la grandeza de las seis
acémilas del Conde del Arco con los Septem miracula (las Siete
Maravillas del mundo).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
68
Don García de Menchaca y Manzanedo168, Caballero del
Orden de Calatrava, que, por ser de los esclarecidos de esta
Ciudad, lo eligió la Nobleza de ella por Padrino de su Puesto,
con la suya generosa dio librea a cuatro lacayos, de plata y
negro, que iban con el caballo.
Cuarenta y dos se siguieron a este, cuyo parecer bello tan
proprios 169 hijos del Sol los acreditaba en todo, que, apostando
con él a lucimientos 170, le presentaron campo de desafío en el
volar. Los más, con aderezos de verde y plata, a que
correspondían en el mismo color las libreas de los lacayos que
de diestro los llevaban; los tocados que vistosos los adornaban,
siendo afrenta de lo más bello, se ofrecían a la vista lo más
hermoso. Tan de lo rico se atendieron cuidados, y tan del
ingenio se admiraron aliños ingeniosos, que, no quedando que
hacer más al poder, lo más primoroso no pudo hacer tanto. La
lozanía de los hermosos brutos y el brío airoso de sus bizarros
movimientos hacían que, suelta y desenmarañada la vistosa y
168
Para encarecer la prosapia de Don García, nuestro autor
acumula una serie de vocablos que la refuerzan: caballero, esclarecido,
[nobleza] generosa (que viene a ser redundante).
169
Proprios: latinismo.
disimilada vigente hoy.
170
Acabaría por imponerse la forma
Los cuarenta y dos caballos del Padrino no sólo parecían hijos
del Sol, sino que competían con él en lucimiento , y lo desafiaban en la
ligereza de su vuelo.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
69
rica cintería que los adornaba, se desatase cada hebra de ella en
rayos, para que fuese, aun la menos apacible y brillante, alegre
y ufana afrenta del sol: tan luciente esplendor como este [20r]
causaba esparcida su sin igual hermosura; tan bellos
lucimientos ocasionaba su vista milagrosa, pareciendo a la de
todos que intentaban los caballos con alas 171 tan preciosas,
como las dio liberal su dueño, remontarse al cielo, para ser en
su firmamento los más claros luceros y las estrellas más
refulgentes: ¡discreta y disculpable presunción la que nace de
virtud, que aspira solo a tener lugar en el Cielo!
A este, pues, orden de celestiales milagros se seguía otro
no de menos grandeza, pues se la dio, para que mejor pudiesen
lucir las fiestas, el desvelo de Don Diego Felipe de Ávalos
Barahona, segundo cuadrillero en este Puesto, que lució en esta
ocasión como pudiera en muchas, y con el desempeño172 que en
todas: grande fue el que tuvo este día en sacar doce aderezados
caballos, cuyas bien parecidas presencias el más acertado sentir
los diferenció solo en los colores, tan iguales por lo airosos y tan
conformes173 por lo lozanos, que suspendieron a unos y otros.
171
Caballos con alas. Fastuosa hipérbole de Mallea: las
abundantes y preciosas cintas que adornaban a los caballos semejaban
alas, con las que podrían remontarse hasta el cielo, como Pegaso, y
catasterizarse como él.
172
Desempeño: ‘dedicación’.
173
Conformes: ‘uniformes, semejantes, igualados’.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
70
Los aderezos fueron de azul y plata, con tocados y varios
pendientes, tan lucidos y brillantes con diferencias, pues 174
aprobaron todos por de buen gusto el desvelo de quien los
compuso, cuya indomable fiereza sujetaban, llevándolas de
diestro otros tantos lacayos a quien dio igual librea de tafetán
azul y plata, con traje proprísimo 175 a lo francés, a que
correspondían los sombreros, valonas 176 y lo demás.
A estos se siguieron otros doce de Don Gómez de [20v]
Montalvo, Caballero del Orden de Santiago, y tan amable, que
su afabilidad noble lo hace querido de todos. ¡Oh cómo son
virtudes grandes las del agrado y cortesía, pues confirmándose
en la nobleza adquirida, se adelantan en ella a las mayores
aclamaciones! Con su publicación177 por tercer cuadrillero en
este Puesto procuró el honor de tan bizarro día en sus mayores
lucimientos, pues lo fueron doce bellos desprecios del viento178,
174
Pues. Posible error del impresor por la partícula *que
(introduciendo la apódosis de la correlación consecutiva).
175
En el impreso: proprisima (que no concuerda con traje).
176
Valona: “Cuello grande y vuelto sobre la espalda, hombros y
pecho, que se usó especialmente en los siglos XVI y XVII.” (RAE),
177
178
Publicación: ‘ostentación pública, nombramiento’.
Doce bellos desprecios del viento: doce caballos más veloces
que el viento, que, criados en tierras granadinas (del Genil), nada tenían
que envidiar a los legendarios caballos del Guadalquivir (el Betis).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
71
a quien dio el Genil (a pesar del Betis) muchas perfecciones
para suspender con ellas y para correr mucho vuelo su bizarro
aliento. Sus aderezos fueron los que ellos merecían, y los que se
esperaban de su dueño, pues les dio, sobre noguerado179 y plata,
tela preciosa y rica; de lo más fino de ella se veían tan de
vistosos, ricos los tocados de algunos, que llegando al suelo,
hacía a los caballos de lindos cascos180; otros con varias cintas,
sembrados entre ellas hilos de fina plata, publicaban en sus
voces, aunque mudas bien atentas, que a ellos solos se les debía
la ilustración181 de las fiestas. Nunca se vio la curiosidad más
prevenida, jamás el primoroso aseo se vio más bien cuidado.
Nortes vistosos de tanto sol luciente fueron los lacayos,
porque lucieron como estrellas del esplendor, y rayos cada uno
de su sol. A esta ufana hilera de caballos se seguía en el suyo su
Caballerizo, cuya costosa gala, acompañada con cuatro lacayos
de vistosa librea, publicaba 182 cómo todo era efecto celestial del
[21r] espíritu bizarro de su dueño. Dando, pues, todos vuelta a
la plaza en forma tan bien prevenida de agradable concierto, la
179
Noguerado: de color pardo oscuro (como el del nogal).
180
Lindos cascos: Además de su sentido recto, era fraseologismo
coloquial: ¡Qué lindos cascos sois! semejante a nuestro ¡qué elementos
estáis hechos!
181
La ilustración: ‘el lustre, el brillo’.
182
Publicaba. En el impreso: publicaban. Enmendamos.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
72
llenaron de tanto bello lucimiento como se ofreció a la vista en
variedad y riqueza, con que, bañados en glorias los sentidos de
cuantos bien maravillosos tales milagros, milagrosas183 tales
maravillas deseaban, y al ver los empleos de tanto bien
prevenido aparato, y dándole salida a la puerta misma a quien
debió la entrada, salió con el orden concertado que entró.
Ya en esta ocasión el ruidoso estruendo de la gente en la
plaza prevenía 184 en confusas voces [que] había llegado el
tiempo de que los encerrados toros hiciesen muestra de su
fiereza, para cuyo efecto, en la forma que se acostumbra
siempre, bajó a la plaza Don Antonio de Figueroa, Alguacil
Mayor de la Ciudad (que hasta este tiempo había estado sentado
en su balcón, desde el que entró 185 con ella), y subiendo en un
hermoso caballo a quien dio de adorno rico aderezo de jaez,
bozal y encintado. Su vestido fue negro de toda costa con cabos
blancos, y las mangas de lama 186 fina, bordadas con plata, y
acompañado de cuatro lacayos con vistosa librea, fue desde el
sitio donde estaba la Ciudad con el paso a media rienda hasta
183
Milagrosas. El impreso lee milagrosos, que no concuerda con
maravillas. Con todo, el párrafo parece deturpado: la sintaxis flojea.
184
Prevenía: ‘anunciaba’.
185
Desde el que entró con ella: desde el [tiempo (‘el momento’)]
en que entró con la Ciudad (‘la Corporación’).
186
Lama: “tela de oro o plata en que los hilos de estos metales
forman el tejido y brillan por su haz, sin pasar al envés” (RAE).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
73
las ventanas en las que estaba el Real Acuerdo, a quien con la
cortesía debida pidió licencia para que se corriesen los toros,
que, concedida por su Presidente, dio la vuelta a más ligero
paso, y subiendo a tomar su asiento, salió un toro tan encendido
en [21v] su cólera misma, que no cabiendo su corazón solo en
todo él, con ser un monte animado de carne187, y tan enfurecido
que lo exhalaba por los ojos: rayo, lo temió el mayor aliento;
cometa 188, acobardó al valor más esforzado, pues buscando
ocasiones con que vengar sus iras, por no hallarlas, las
ejecutaba en sí propio. Tanta era su braveza 189, que a gran
suerte tenía el mayor toreador190 de no usar con él las suyas191,
y algunos, que por muy ligeros lo intentaron, se vían de su
destreza rendidos despojos, que nunca escapó bien quien se
187
Monte animado de carne. Es metáfora de clara procedencia
gongorina. En el Polifemo Góngora nos dice que ese cíclope gigante: “un
monte era de miembros eminente”.
188
Cometa. Los cometas eran tenidos por signos seguros de
grandes catástrofes. En este sentido lo emplea varias veces en el texto
Fr. Salvador, con referencia a los enfurecidos toros de las fiestas.
189
Braveza. En el texto de Mallea, como en la norma de la época,
era preferido el término braveza a bravura, que, sin embargo, acabó
prosperando.
190
Toreador. Era la forma predominate en los siglos áureos.
Sorprendentemente acabó imponiéndose torero, que es menos ajustada
que aquella a la labor de los diestros.
191
Las suyas: ‘sus suertes’ (las del toreador).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
74
creyó de ligero. En fin, murió de sus rigores, que siempre trae
una temeraria vida la más desesperada muerte.
Salieron después otros dos toros, no de menos braveza
que el primero, con quien los arrestos que hubo corriéndose los
culpó de temerario lo más cuerdo; y lo no tanto, de valientes
desenfrenos; que en lo público nuestras acciones no se libran
jamás de la censura, aunque las mueva 192 el valor, con ser virtud
tan grande. Y así deben ser, primero que se ejecuten, nuestras
obras bien miradas, por que después no sean mal vistas193.
El toro tercero, habiendo divertido en diferentes suertes
que en él hizo la juventud lozana, como era exhalación de
fuego, que fulminó su región, lo convirtió en él un ingenioso
artificio suyo, el aliento esforzado de un valeroso impulso,
coronando su testa, a pesar de sus asestadas y agudas puntas, de
un vistoso plumaje, con tal arte dispuesto, que pareciendo a la
vista hermoso embarazo del aire, se vio en un instante horrible
y [22r] pavoroso asombro del fuego, despidiendo de sí tantos
rayos, que al que lo fue antes en braveza, se admiró muerto
192
Mueva. En el impreso: muevan (que no concuerda con su
sujeto).
193
Bien miradas [...] mal vistas. Ingenioso juego de palabras de
Mallea, a costa de los dobletes bien/mal y mirada/vista: nuestras obras
deben ser bien miradas (‘bien aquilatadas, sopesadas’), si no queremos
que después sean mal vistas (‘mal consideradas’) por la gente.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
75
después en breve: vivo escarmiento a lo más inmortal en
valentía.
Apenas fincó 194 muerta tanta braveza, cuando disparó la
Puerta de las Orejas tres rayos en tres fuertes acémilas,
vistosamente aderezadas de penacheras, bozales, cubiertas y
pendientes de ingeniosa tela; y en los blancos de las cubiertas,
pintadas las Armas de Granada con fino oro; mas, como por
precioso nunca está seguro, no faltó quien dijo que no era oro
todo lo que relucía. En fin, los bien compuestos animales, con
estrenarse195 en el oficio, llevaron este día, aunque arrastrando,
airosamente su carga; y no es admiración corriesen tan airosos,
cuando196 en la ocasión tuvieron mucho garabato197 para serlo.
Ya me llama a voces la causa sola que me dispuso el
ánimo a intento tan temerario, escribiendo con tarda pluma
milagros que piden mayor vuelo que el suyo: maravillas que,
194
Fincó: ‘quedó’. Fincar (>hincar) ya era voz anticuada en el
siglo XVII. El uso de estos vocablos (algo así como arcaísmos de
prestigio) se usaban para encarecer o ennoblecer el lenguaje, tiñéndolo
de antigüedad, o las hazañas de los próceres.
195
Con estrenarse: con valor concesivo (‘aunque se estrenaban’).
196
Cuando: con valor causal (‘ya que’).
197
Garabato: ‘donaire, lindeza’. En algunas áreas hispanohablantes aun pervive: “Ojos azules, ojos de gato; donde no hay ojos
negros no hay garabato”.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
76
vistas, suspendieron, y escritas, quedando ofendidas en lo
cortamente ponderadas (aunque más el encarecimiento los
exagere), han de padecer en lo dudoso con quien desgraciado
no mereció verla, siendo el regocijo que tocó hacer a la Nobleza
este.
Acelerado movimiento era el que daba el padre de las
luces a su hermoso curso, por no ver afrentada[s] las brillantes
suyas con el lucimiento de otras mayores, cuando después de
verse despejada la plaza, fueron el [22v] mayor despejo de ella
los ya dos propuestos Padrinos, Don Luis de Santa-Cruz
Bocanegra y Don García de Menchaca Manzanedo, nortes
ciertos aquel día de sus esplendores, que en dos bellísimos
caballos, hijos solos de sus espíritus valientes, por más bien
ponderar su lozano ardimiento, haciendo ostentación en ellos de
su airosa gala y de su aire galán198, la hicieron también de sus
corteses atenciones, llegando juntos a pedir licencia al Real
Acuerdo para hacer la entrada, a quien correspondieron sus
Magistrados con mucho silencio en bien entendidas señas,
llenas de aceptación y agradecimiento, con que haciéndola
(después de despedidos los dos de aquel tan supremo
Tribunal199) Don Luis de Bocanegra a la parte donde tenía la
entrada su Puesto, la dio la Puerta de las Orejas, para que, rayo
198
Su airosa gala y su aire galán: el reiterado retruécano en
quiasmo.
199
Este Tribunal tan supremo es el Real Acuerdo, que concedió
por señas a los dos Comisarios la licencia para comenzar el festejo.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
77
con alma, corriese a serlo de consuelo a toda la Ciudad su
Corregidor insigne, llevando por compañero a Don Domingo
Antonio Fernández de Córdoba 200 y Castilla por más bien
asegurarse, como en lo demás, en las carreras lo igual y lo
conforme, siéndolo esta primera tanto, que tuvo por sin duda la
vista más atenta, con haber visto al partir y al parar dos, que al
correr había sido solo uno: tan bien y tan galantemente pasaron
su carrera. Componíase, ufana de galas, esta cuadrilla de seis
caballeros, como las demás, a quien dio por vestidos de todo
buen gusto su cabo, siendo la principal ropa que los adornaba
marlotas y capellares de raso encarnado, bordado todo con aseo
y [23r] primor de escarchada plata con puntas de humo201 de lo
mismo en las partes que las pedían; cualquiera del vestido se vía
tan bordada 202 de lo más precioso y fino, que peligró la vista en
sus reflejos, y aunque variaban en algo, correspondían en los
calzones y mangas todos. Bonetes de terciopelo negro bordados
de plata coronaban sus cabezas, haciéndolos más vistosos las
plumas encarnadas y blancas que tremolaban por el aire. Las
lanzas, formándose de dos aceradas puntas, tenían en un remate
de cada una, de tela de encarnada plata, una banderilla. Los
200
En el impreso: Cordova.
201
Humo: “Cierta tela de seda negra muy delgada y rala de que se
hacían mantos y toquillas para el sombrero en señal de luto” (Dicc. de
Auts.).
202
Tan bordada. En el impreso: tan bordado, pero es error de
concordancia, porque ese participio se refiere a cualquiera [parte] del
vestido.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
78
diamantes, perlas y demás pedrería fina que componían sus
preciosos bordados, no pudiendo ser en su número más, no se
esperaba menos de quien ingeniosos y liberales los cuidaron.
Después, ofreciéndose a la vista en la segunda pareja, Don Juan
Pedro Vibaldo y Don Diego de Arostegui203 parecieron en el
correr dos exhalaciones bellas; tan presto movimiento fue el de
su acelerado curso204, que pareció imposible el haber partido,
con verlos ya tan bien parados. Don Diego Fernández de
Ronquillo y Córdoba 205, Veinticuatro de esta Ciudad, y Don
Alonso de Bocanegra, Señor de los Ojíjares, corrieron con tal
ligereza, que, siendo la última pareja de su cuadrilla, pudo ser
la primera. Mucha admiración causó a todos ver la igualdad con
que corrieron en uno y otro los seis caballeros de esta cuadrilla,
pues en las parejas y en las galas no se conoció diferencia.
Muestra salió a dar de su destreza con su segunda [23v]
cuadrilla Don Gerónimo Robles, Veinticuatro, a quién
acompañó por más confirmarse en amistad suya Don Francisco
de Salazar, cuya sangre noble rebosa por su pecho con
veneración aun de quien menos la conoce. En dos bizarros
espíritus de cometas salieron en su primera carrera a ser
emulación del viento: mas ¿qué mucho, si lo calzaban los dos
bellos animales? Sacaron por librea marlotas y capellares de
203
En el impreso: Arostigui.
204
Curso. Es latinismo: ‘carrera’.
205
En el impreso: Cordoua.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
79
raso anteado, a quien bordó de plata con todo ingenio el primor.
Los cabos a que correspondían los calzones eran de celeste [y]
carmesí, bordados de escarchada plata. Los sombreros, negros,
cuyo adorno de toquillas y penachos fue de color anteado y
plata, todos muy cortos de alas 206 por que las tuviesen solos los
caballos. Los segundos de esta cuadrilla, ostentando gallardas
presencias, corrieron con despejo bizarro, mas ¿qué mucho, si
fueron Don Melchor de Herrera, Veinticuatro de esta Ciudad,
y Don Antonio de Videra, con cuya bien corrida pareja hacer
pudieran que se corriera el aire? ¡Tanta fue la ligereza de sus
caballos briosos, tanto el aliento que les infundían sus dueños!
Después se vieron Don Diego Antonio de Viana y Don Diego
Vago de Vargas, Veinticuatro, en dos tan sueltas ligerezas de
animales bellos, que parecieron en el correr volantes flechas,
cuya bien corrida pareja, con ser cosa de aire, paró en
admiraciones207. Muchas fueron las que causaron en su correr
igual y en su volver airoso Don Antonio de Fonseca y Espinosa
y Don Juan de Cárcamo y Vargas [24r] que, por Veinticuatro
el más antiguo de los que salieron, tuvo la retaguardia de este
Puesto; ambos sobre dos torbellinos de plumas corrieron tales
206
Muy cortos de alas eran los sombreros de esta cuadrilla porque
(según nueva agudeza de Mallea) las alas debían reservarse para las
patas de los caballos, que así, más que correr, volarían.
207
Con ser cosa de aire, paró en admiraciones. Entiéndase: ‘la
carrera de esta pareja, aunque era rápida como el viento (como el aire),
paró su curso entre las generales muestras de admiración de los
espectadores’.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
80
parejas, que se llevaron las aclamaciones. Vistió esta cuadrilla
el ropaje que las demás, diferenciándose en los colores, que
fueron de pajizo y encarnado en tela de raso. Tan cuajados de
plata los bordados de los capellares y marlotas, que quitaron el
lucimiento a su florido campo, a que correspondían iguales en
todo los cabos, diferenciándose solo en unas preciosas plumas
y relevantes bollos 208 con que se bordaban todos, cuyas vueltas
de unas y otras telas estaban aforradas en velillo209 encarnado de
plata, y de lo mismo los ropajes de las demás cuadrillas,
variando en los colores conforme los de las telas que vestían.
Cada sombrero de los de esta llevaba a veinticuatro plumas
pajizas, cuyo alegre embarazo del aire fue pompa ufana a la
vista. De ella se perdieron, ambiciosos por volar a más alta
esfera, Don Luis de Fonseca y Espinosa y Don Francisco
Gómez Torrero, cuyos fogosos caballos en veloz carrera
confirmaron por sin par el de sus dueños. Fuéronlo tanto de sus
airosas acciones en esta ocasión Don Francisco de Aguirre,
Veinticuatro, y Don Juan Alfonso Íñiguez de Cárcamo, de la
noble prosapia de los Córdoba, que siendo vistosos desprecios
del aire en su igual pareja, fueron también alegres recreos a las
atenciones de todos.
208
Bollos: ‘bordado realizado a base de pliegues de forma
esférica, usado en las guarniciones de los vestidos’.
209
Velillo: “Tela muy sutil, delgada y rala, que suele tejerse con
algunas flores de hilo de plata”. (RAE, 7ª ed., 1832).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
81
Muchas son ya las que pide a nuevas maravillas la [24v]
más celestial causa de ellas, pues no en menores luces
esperaban ya a mirarse las de su hermoso y luciente
firmamento, pues apenas el primer Puesto hizo vistoso alarde de
sus esplendores, cuando se ofreció a la vista el segundo,
bañando de lucimientos con los suyos los sentidos todos, que,
suspensos con los bellos imposibles que en milagros evidentes
habían visto ejecutados, dudaban pudiese tener igual aquella
grandeza, sin advertir que en honrosa competencia intentaban
excederse el uno al otro: que es mucho el mérito de la virtud
que, imitando aun la mayor, anhela por aventajarse a ella, y más
cuando tan heroica porfía no nace de emulación que la vicie,
sino de causa que por gloriosa la califique grande. ¡Oh cómo en
esta ocasión de aparatos tan lucidos y de prevenciones tan bien
ejecutadas hizo más en lo esclarecido el mostrarse vasallos
verdaderos de su Rey y señor, que el fin de hacer empleos tan
celestiales por otros imprudentes fines, por otros desvanecidos
intentos!, que los que son de nobleza viven solo de acciones que
la adelantan, no de obras que la210 descaezcan.
Tanto por las suyas procuró en esta ocasión el Conde del
Arco hacer manifestación de lo ilustre de su sangre, que,
confirmándola de nuevo, la adelantó a los mayores aplausos
que, bizarro, supo merecerse.
210
La [descaezcan]. En el impreso: las [descaezcan].
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
82
Salió, pues, el Norte de la primera cuadrilla de su Puesto
(Don Gómez de Montalvo y Figueroa, digo), grave honor de
todo desempeño, noble, prudente [25r] ejemplo del mayor
acierto suyo, a quien acompañaba con desenfado airoso Don
Gerónimo de Ahumada y Salazar, ambos tan iguales en los
hábitos, como en los Hábitos conformes211; tales dos Santiagos
dieron al viento en su carrera, que por triunfo suyo lo calzaban
sus caballos. Los colores de los vestidos que sacó su cuadrilla
fueron de noguerado y plata, con que lucían de tal suerte en la
tela de raso sus bordados, que desojados 212 los más por verlos
tan preciosos, se vinieron a la vista de todos, con que tuvieron
nueva luz para que viesen los cabos, por ver los capellares y
marlotas: tan de buen gusto los imitaron las colores, mas con la
diferencia en los bordados, siendo estos tan de primor y riqueza
compuestos, que teniendo lo más precioso, no les faltó lo de
toda buena elección; por la igual correspondencia al ropaje de
los capellares y marlotas, sacaron bonetes con alegres
martinetes213 a quien acompañaban con agradable hermosura
plumas nogueradas y blancas. Don Diego de Arias Calderón y
don Francisco de Montalvo y Suazo, del Orden de Santiago, se
211
Agudeza de Mallea basada en la polisemia del vocablo hábitos
(‘costumbres’, ‘órdenes militares’). Para sortear la homofonía, el
impreso estampa así la frase: tan iguales en los habitos, como en los
Abitos conformes.
212
Desojar: ‘esforzar la vista’.
213
ave.
Martinetes: penachos compuestos con plumas de esa vistosa
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
83
siguieron, corriendo con tal destreza, que, firmes en las sillas,
se vio en cada uno con mucha alma lo más inmóvil; y aunque
de corrida, fue de todo consuelo el ver velocidad tan apacible y
ligereza tan agradable. Después Don Juan Muñoz de Salazar y
Don Pedro de Castilla, en cuyos pechos se esmalta en su color
rojo la insignia 214 del gran Apóstol y Patrón nuestro Santiago,
corrieron con tan presto vuelo sobre [25v] dos águilas caballos,
o sobre dos caballos águilas 215, que juzgaron todos (y con
razón) que más que de las alas que su mucha ligereza les daba,
volaban con las que tenían de sus dueños.
Don Diego Felipe de Ávalos Barahona, segundo
Cuadrillero en este Puesto, y Don Gaspar de Rueda y Leyva
corrieron con tal presteza, que no alcanzó a verlos la más ligera
vista, perdiéndose de ella cuando más por ella se ganaba. La
librea que vistió su cuadrilla fue tan vistosa y rica, que ella
misma nos dice en su color que fue de los cielos, mas ¿qué
mucho, si del azul celeste y plata se componía en tela de raso:
todas señas celestiales en que caían tan bien sus bordados de
plata rica, que pudieron ser envidiados de las estrellas: ¡tanto
era su lucir bello, tanto su esplendor hermoso! Los cabos eran
tan por los extremos de todo buen gusto, que imitaron el color
de la tela; y los sombreros tan por excelencia que, aunque no
eran grandes, grandes maravillas causaron en su airosa y
perfecta forma, a quien adornaron volantes plumas; con que no
214
En el impreso: de la insignia.
215
Dos águilas caballos, o dos caballos águilas: retruécano.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
84
alabaron por presta la carrera en los caballos, cuando se conoció
que fue buena por los cabos. Aunque fue de Maldonados la
segunda pareja de esta cuadrilla, la corrieron de buen donado
aire216 Don Cristóbal y Don Gerónimo Maldonado; tan iguales
lucieron en todo, que lo dice, sin decirlo, su apellido. Por
arrojadas flechas parecieron en su correr veloz Don Gerónimo
de Ávila [26r] y Maza y Don Sancho de Ayala, del Orden del
más seguro Patrón nuestro217; fueron tales halagos a la vista sus
precipitadas prestezas, que admiró el ver en tales dos
precipicios218 tan bien gobernados frenos, y más, viendo que
parasen tan bien, comenzando en tales arrojos. En la última,
aunque de primera, cuadrilla porque todo fue extremos,
corrieron Don Íñigo de Guevara, Gobernador de las Armas en
Almería, y Don Francisco de Vargas, del Orden de Calatrava,
tan presta y tan igual carrera que, por decirlo de una vez, digo
que volaron con sus pensamientos: tan veloz fue su curso que
intentó el alcanzarlos. Vistió esta cuadrilla color verde en tela
216
Buen donado [aire] es contraposición al apellido Maldonado
de Don Cristóbal y Don Gerónimo.
217
El más seguro Patrón nuestro es Santiago. Llama la atención
el calificativo más seguro, que no es irrelevante. Recuérdese la durísima
lucha establecida entre los defensores del patronazgo de Santiago y los
de Santa Teresa (desde el mismo momento en que el papa Urbano VII
la declaró patrona de España en 1627).
218
Dos precipicios: los dos caballos, que intentan siempre
precipitar, derribar, a los dos caballeros.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
85
de raso, con que sentaba tan bien 219 la plata, formando sus
bordados, que tomó muy de asiento el servir en tal ocasión por
llegar a merecer más en su lucir y también en su mayor
estimación; aun no tenía 220, y se conocieron bien estos efectos
en lo ufano y alegre que brillaba; mas ¿qué mucho, si ganó en
lo mismo que todos pierden, pues se metió a dibujos 221 con tal
primor, que admirándolo lo más ingenioso, se dio toda
alabanza? Los cabos fueron anteados y plata, con la diferencia
de mayor realce en los bordados; tan de toda costa fue su
cuidadoso aseo, y tan de gasto se hizo su desvelado aliño, que
campo nevado formaron todos seis de la cuadrilla, pareciendo
un estrellado cielo cada uno. Mucho fue su lucimiento, y no
pocos se movieron en sus honores. Coronaban sus cabezas
bonetes de terciopelo negro, sobre que [26v] granizó el Aurora,
a diluvios, perlas con igual concierto, cuyos remates eran unos
martinetes con plumas verdes y blancas, que formaban un
apacible desenojo a la vista. Don Ignacio de Hinojosa y
Granada y Don Manuel de Carvajal corrieron su pareja tan de
buen aire, que alcanzaron con ella su fama, tan atrás dejando el
viento con su corrida, que encalmó todo de verse tan corrido.
219
Tan bien. En el impreso: tambien.
220
Aun no tenía. Esta secuencia carece de sentido, lo que sugiere
error de imprenta.
221
Se metió a dibujos. Se sirve Mallea del fraseologismo “no
meterse en dibujos” (‘no excederse en sus atribuciones o cometidos’)
para indicarnos que, en la ostentación de su esplendor, esa cuadrilla se
excedía sobremanera.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
86
Franco paso dejó a la última pareja, esta, y tan franco, que ni
embarazo de estampas 222 dejaron las herraduras de los caballos.
Salieron, pues, corriendo en los suyos el Conde del Arco y Don
Diego de Loaysa y Messía, del Hábito de Calatrava, a quien dio
la sangre tan igual nobleza, que la confirmó con el título de
primos223; tan veloz y presta pareja fue su carrera, que no la
determinó la mejor vista, con que me hallo con lo excusado
pintarla, pues mal puede asegurarse por cierto lo que no se ve,
y no valga por ponderación esta, cuando quedó en duda el si
corrieron, y no porque se les pasó a todos por alto su carrera. En
fin, lucieron ambos a porfía en esta ocasión, y tanto que, sin
ofender a los demás, me confesará cualquiera que, con ser los
dos últimos, fueron en todo muy primos 224.
Acabada, pues, esta alegre entrada, y hecho tan vistoso
y rico alarde de lucimientos, repitieron todos hasta cuatro
carreras en la misma forma por distintas partes de la plaza,
compartidas de tal suerte, que cualquiera pudo gozar muy de
cerca en ella lo costoso y rico de las galas, y, con más distinción
de las que cada uno [27r] traía, las gozaron todos cuando,
después de haber corrido, pasearon en forma concertada por
222
Estampas: ‘huellas’.
223
Primos. Ese era el parentesco del Conde del Arco y de Don
Diego de Loaysa, que corrieron la última pareja de la cuadrilla.
224
Fueron en todo muy primos. Dilogía: primos (parientes) /
primos (primeros).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
87
cuadrillas de dos en dos, y dando vuelta agradable a la plaza,
salieron de ella para mudar de caballos y emplearse en nuevos
ejercicios, dejándo[la] alegre y gozosa con tanto hermoso
desenfado como en unos y en otros ocasionó tan celestial
maravilla.
Alegre festejo fue a todos en este breve tiempo el regocijo
de dos toros que corrieron por dar lugar a la prevención de las
cañas, que lo vario en estas ocasiones no es la menor parte al
placer; mucho fue el que en todos ocasionaron los dos
regocijados toros con diversas suertes, que a pesar de su ligera
braveza hacía en ellos la juventud, pues algunos con veloz
presteza triunfaban de ellos airosamente sin vencerlos, que hay
vencimientos que los consigue más la maña que el valor: pues
la que da que hacer poco a este, cuando es la dicha por buena
suerte, muchas y con no pocas diferencias usaban unos y otros;
y particularmente un mancebo alentado que, vestido de
encarnado y pajizo, puesto a la boca de una cuba que por
aquella parte estaba desfondada, provocaba a que llegasen los
toros, que, pensando hacer presa en él, los burlaba con presteza,
encubándose225 él propio, como si hubiera cometido algún grave
delito, y hallándose burlados los enojados animales, procuraban
tomar venganza, que es propio de ellos intentarlas a todos.
Admiraba verlo entrar en la cuba tan ligero, y no era mucho
225
Encubar: “Meter por castigo o disposición de las leyes a algún
reo en una cuba: como al parricida, a quien encerraban en ella con una
mona, un gallo, un perro y una víbora, y le arrojaban al mar” (Dicc. de
Auts.).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
88
fuese falsa [27v] presteza si entraba a su centro. Lo que debió
de repararse solo fue el que hallase remedio donde está el mal
de tantos. La burla no fue sola para los animales, que hubo
algunos racionales que lo tenían por muerto, cuando entraba,
como sabían estaba tan doblado.
Apenas el último toro postró al rendimiento su braveza,
cuando los dos padrinos entraron a ser segundo consuelo con su
vista a la plaza, y, despejándola, dieron lugar a nuevos
lucimientos de la nobleza, entrando a un mesmo tiempo la de
los dos Puestos. Por la Puerta de las Orejas Don Juan Manuel
Pantoja con la suya dio vista tan alegre a la plaza, que la llenó
de gozos; y por la Puerta de los Colegios, el Conde y los suyos
no era[n] de menor desenojo a lo más desconsolado, que,
depuestos los rigores de las lanzas, se vían ya sus aceros
(halagos en las cañas), y con adargas embrazadas en sus
izquierdos brazos, lo sereno y apacible de ellas aseguraba muy
de paz tan manifiesta guerra. A cada Puesto acompañaba su
Padrino, que les servía de estrella o guía a sus bien gobernados
pasos, pues a media rienda y aun a galope entero se oían tan a
compás dados de todos, que haciendo una igual consonancia el
ruido del pisar de animales tan bien disciplinados, eran dulces
acentos al oído los sonoros que causaban, que todos juzgaron
grata y suave correspondencia, que a lo suave de los clarines y
trompetas respondían iguales: tan viva guerra publicaban los
militares instrumentos, que creyeron [28r] muchos habían de
pasar a veras las agradables burlas. En esta forma y hilera
distinta por cada parte iban tomando la vuelta por las contrarias,
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
89
de tal suerte, y con tal destreza, que siempre en las que dieron
se miraban una adargas a otras.
Y llegando cada cabo a la puerta por donde había entrado
el contrario, repetía la vuelta por distinta parte, atravesando la
plaza de esquina a esquina, de tal suerte que se encontraron
ambos Puestos en su comedio; emparejaron ambos, y dando
otras vueltas y revueltas a la plaza, se halló cada Puesto en la
misma parte por donde había entrado, en cuya ocasión Don
Luis de Bocanegra y Santa-Cruz, Padrino del primero,
empuñando una caña en su diestra mano, corrió a carrera
abierta con tal aire, que fue afrenta del que veloz surcó su
mucha ligereza, y llegando al sitio contrario, tiró la caña a la
parte donde se hallaba su Padrino, y apenas fue entendida la
seña de los contrarios 226, cuando, prevenido de ofensas su Cabo,
que diestro supo gobernar cuanto de su parte estuvo, corrió con
los cinco de su cuadrilla a la diestra mano, y llegando al
contrario sitio, desembarazaron con tal pujanza las cañas, que
las temieron enojadas, y dando la vuelta a la otra parte sin
perderla de vista, salió de ella en su seguimiento el Conde con
su cuadrilla con aparatos ofensivos contra ellos, y siguiendo los
animados rayos, arrojaron de sí seis tan valientemente
despedidos, que, a no valerles la destreza en lo bien adargados,
no fuera mucho que pasase el juego a fuego. Apenas quedó en
su Puesto [28v] el Corregidor, cuando, saliendo de él la
226
De los contrarios. Es complemento agente: ‘por los
contrarios’.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
90
cuadrilla que le correspondía, siguió con tal valor a la del
Conde, que esparcida en seis cometas, despidiendo227 enojos en
vez de cañas, no fue poco que no se encendiesen en sus iras al
arrojarlas.
Bien prevenidos de reparos los hallaron sus ofensas, que
en estas ocasiones el más valiente es el que mejor se defiende;
lo enojado del acometer, lo presto del salir, la destreza en el
volver, la firmeza en el parar y lo veloz en el correr, viéndose en
todos juntos, suspendió verlo tan bien ejecutado con distinción
en cada uno. Mucho consigue la nobleza, no alcanza poco la
virtud, que parece imposible ver tanto imposible, pues sin ser
ejercitados, como pedían, estos nobles empleos, se vieron en
esta ocasión con tal acierto y destreza ejecutados, que a
milagros pudo tenerse el ver desempeños tan lucidos.
Prosiguiendo, pues, el comenzado combate, se vían en
unos el desmayo en el enojo, y en otros el desaliento en las iras,
siendo la mayor contrariedad de este furor halagüeño228aquel,
y acometiendo con valentía todos, no salió ofendido ninguno
(¿qué enemistad no fuera amigable, ni que señas de rigores no
se quedaron en amago?), todo en veras tan bien representado,
que, no holgando las adargas, no culparon las cañas de omisas.
Seis lanzas de ellas habían corrido, cuando sin conocerse la
227
Despidiendo. En el impreso: que despidiendo. (Suprimimos el
relativo).
228
Furor halagüeño: oxímoron.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
91
victoria por ninguna de las dos partes, se declaró por ambas, en
cuya ocasión Don García de Menchaca Manzanedo, Padrino del
segundo Puesto, fue el Iris de paz en tan poca sangrienta [29r]
guerra, y divididos unos de otros, descansando en su penosa
fatiga, que es proprio de la nobleza vivir de tales ejercicios,
disponen un concertado caracol doble, con tal orden y destreza
ejecutado, que admiró la mucha con que supieron unos y otros
hacer tan honrosa reseña de lo esclarecido que les comunicó
noble virtud para tan heroicos empleos.
Y pues tan por los cabos, ¡oh héroes esclarecidos!, habéis
sabido ambos deberos esplendores tan grandes, viváis, a pesar
de los tiempos, las eternidades de sus memorias, para que de
unos a otros pasen las noticias de hechos tan loables, de
virtudes tan gloriosas; por que aquellos veneren en honores lo
que estos rinden reconocidos en aplausos a intentos tan
celestiales, que, cuando lo son, se hallan como los vuestros en
esta ocasión, favorecidos y ayudados de lo más soberano.
Dígalo la menor circunstancia de que compusieron majestuosas
estas fiestas, pues cualquiera de ellas publicará a voces que de
superior causa fue ilustrada, cuando en aciertos lucidos se
comunicó alegre y ufana a todos, pues parte por parte de tan
generosa grandeza han sido el todo tus acciones heroicas, ¡oh
gran Don Juan Manuel Pantoja!, tus obras liberales, ¡oh insigne
Don Tomás Messía! Debeldes229, pues, a unas y a otras ambos
229
Debeldes (=debedles). Ya tenía sabor arcaico en el siglo XVII.
Se usa aquí para reafirmar la antigua prosapia de los dos nobles
mencionados. Estamos ante otro arcaísmo de prestigio.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
92
lo mucho que en la menor os habéis sabido merecer, que
obligados al fin principal que os movió a su empleo, sabrá
reconocido dar sin límite lo que sin él [29v] corresponda a tan
bizarro obrar como el vuestro. Cese ya, cese mi pluma en
alabaros, por que no la acuse de corta la mucha largueza con
que habéis sabido excederos a vosotros mismos, y cese
también, pues le falta el día para la continuación de más y más
celebridades de las fiestas, que no cabiendo en este (aunque es
tan grande), se trasladaron a otros en esta forma.
Día domingo siete de julio: recreable y gustoso paréntesis
entre las fiestas del sábado y las del lunes fue el regocijo del
domingo. Y aunque no sean, como dice el adagio, todas las
fiestas, de guardar, las de este día guardará en su memoria la
fama para muchos, pues sin lo impensado del festejo pudo
hacerse grande, aunque hubiera sido con la prevención de
mucho. Del antecedente habían sobrado doce toros, que
impidieron el que se corriesen el juego de cañas y demás
regocijos, y con maduro consejo acordó quien lo tiene en
todo230 se divirtiese la tarde con ellos, y fue de suerte alegre (por
lo que tuvo de alegres suertes 231), que, para tarde, pareció
agradable mañana, y para mañana mucho cielo. En fin, se dio
230
Quien lo tiene en todo. Entiéndase: ‘quien tiene maduro
consejo en todo’, esto es, el Real Acuerdo.
231
Suerte alegre... alegres suertes. Retruécano en quiasmo y,
además, dilogía de suerte, que vale por ‘fortuna’ pero también por ‘arte
taurina’.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
93
principio a correr los toros, y no fue poco el que luciesen tanto
por lo muy corridos que ya salían todos de verse con cuerda 232,
que por ley o por costumbre no pueden correrse sin ella los
domingos; y si es por ley, sé decir que las leyes de Toro son
lindas Partidas 233. Y fue admiración a todos [30r] que con dar
mucha cuerda a cualquiera toro, no hubo quien se atreviese a
tocar ninguna. En fin, ellos pronosticaron el suyo234 en llevar la
soga arrastrando. Entre otras suertes que hacían a los toros la
juventud 235, en estas ocasiones siempre alentada, fueron muy de
ver y celebrar las que en ellos ejecutó un gracioso y valiente
negro236, tan arrestado, que mostró serlo toda la tarde en
232
Corridos [...] de verse con cuerda. ‘Los toros salían corridos
(avergonzados) por ir encordados como los malhechores.
233
Leyes de Toro...lindas Partidas. Agudeza de Mallea que,
aprovechando su referencia al reglamento de los festejos taurinos, juega
con dos famosos cuerpos legales: las Leyes de Toro (de 1505) y las Siete
Partidas (del siglo XIII).
234
El suyo: su fin.
235
La juventud... hacían: nuevo caso de concordantia ad sensum.
236
El gracioso y valiente negro, al que un toro dejará en cueros
vivos, supuso una gran diversión para los espectadores de Bibarrambla,
y un motivo aprovechado por Mallea para aludir a la raza del negro y a
su desnudez: hacía las suertes como el humo; el negro fue el blanco de
la fiesta; negra fortuna; espectáculo; particular... El episodio es
donosamente recogido por el anónimo autor del citado romance Festivas
demostraciones, editado por J. Morata:
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
94
diferentes suertes, que las hacía como humo, siendo toda ella el
negro el blanco de la fiesta, pues apenas salía un toro, cuando
corría tras de él como un galgo, y ofendido uno de que tan
negra fortuna le corriese, quitándole los calzones de una
puñada, descubrió en él tal espectáculo, que fue de particular
gusto para muchos; mas quedó tan emperrado del fracaso, que
rabiaba de pura cólera, y remetiendo lo mohíno a la mohosa,
llevaba esta en la una mano, y en la otra, aunque muy de caída,
los calzones y corriendo de esta suerte tras su contrario, que de
puro honrado237 no se dejaba alcanzar de tal perrera; mas diole
una cuchillada como pudo (que el porfiar alcanza mucho), y
dando vuelta a la plaza, recibió de todos muchos parabienes, y
Entró también en la danza / con el toro un negro a medias; /
el toro el rabel le toca, / y él da las vueltas.
Verlos fue cosa graciosa, / pues quiso probar sus fuerzas
con el toro, mas cogiolo / luego en la treta.
Mas quitole los calzones / y, echándole a la vergüenza,
a donde no le da el Sol / Luna le pega.
El toro, al coger al negro, / lo muele, y con él se emperra
porque un montón se le sube / de humo a la testa.
No me admiro que con él / más que con otro se atreva,
que, como lo ve de noche, / con él se estrella.
237
De puro honrado. Divertida broma de Mallea: el toro es tan
honesto, que al verse perseguido por el negro desnudo, sale huyendo
(mirando por su honra). Aparecen, pues, graciosamente trocados los
papeles del perseguidor y el perseguido.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
95
con no haber hecho la razón238 en brindis, por estar más en ella
toda la tarde, nunca se vio más en cueros. Perdóneseme la
desnudez del cuento, que, aunque más fuera adornado de
razones, había de dejarlo muy en carnes 239.
A gran suerte tuviera, si acertara a ponderar las varias y
diversas con que los lidiadores, dejando este día burlados los
toros, hacían ligera ostentación de su presteza, [30v] siendo el
amago que al toro en una parte señalaban presta ejecución, con
que lo burlaban en otra. Unos, calzados del viento240, les
clavaban en las testas varios y diversos instrumentos por trofeo
de su mucha presteza, a pesar de lo diestro241 con que el menos
bravo jugaba sus dos agudas puntas, cuyos vistosos penachos
apenas se esparcieron por la región del aire, cuando, tocados en
la de fuego, escupían de sí tanto estruendo en rayos y tanto
asombro en cometas ruidosos, dispuestos con tal arte de fuego,
que recreando la vista de quien los vía, eran ofensivos riesgos
a los brutos fieros animales: que muchas humanas caricias las
238
Hacer la razón: corresponder a un brindis con otro. Es
fraseologismo desusado.
239
En carnes: ‘en cueros’.
240
Calzados de viento es sintagma de evidente estirpe gongorina.
241
Mucha presteza, a pesar de lo diestro. Se sirve Mallea de un
adagio hoy olvidado: “A un diestro, un presto” (‘en ocasiones es
preferible la rapidez a la habilidad’).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
96
supone el engaño antes, para que sus mayores halagos paren en
iras.
Por celebrar el día del domingo con más propiedad,
sacaban en varias formas de dominguillos242 algunas figuras de
hombres llenas de aire (que hombres figuras son los que se
hinchan por un poco de viento), y puestos delante de los toros,
los irritaban a quebrar sus enojos en ellos, y ejecutando sus
intentos, juzgaban con sus muertes lograr sus vidas:
pensamientos, en fin, de fieros animales procurar el remedio a
su mal sin reparar en el que resulta contra otros; por tal medio
porfiaban en su venganza, y los dominguillos en su firmeza,
que, aunque era de aire, la afianzaba algo de peso que tenía por
la parte inferior, y en esta tema estaban algunos, hasta que, más
provocados, tomaban más a pechos su venganza, hallándose,
cuando más victorioso se vía de [31r] su contrario, tan ofendido
como él, pues ambos quedaban a un tiempo desairados, que en
los mayores triunfos temporales son iguales los vencimientos de
ambas partes, que siempre para alcanzar el del rendido ha de ser
muy a costa del vencedor.
Con estos y otros varios instrumentos se corrieron los
doce toros, con que llegó la noche al parecer más temprano que
otras veces, o por dar lugar a que madrugase el siguiente día, o
242
Los dominguillos (aquí de viento) eran unos monigotes casi
siempre vestidos de rojo, rellenos de paja y con la base fija al suelo del
coso donde se celebraban los festejos taurinos, y que se bamboleaban
ante las repetidas acometidas de los toros, a los que servían de reclamo.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
97
envidiosa de que este del domingo no usurpase la ocasión de
dichas a los demás en las muchas que gozaba.
En fin, llegó la noche y en breve se halló desvanecida con
la clara luz del Aurora: riyendo sus alegrías, pudo apostar a
placeres y gustosos recreos con las mañanas de abril, y aun
estrellarse pudo en su lucimiento con las ufanas de mayo.
Manifestose la plaza muy placentera, cuyo gozo
ocasionaron sus ventanas, pues guardaron compostura por tres
días, y suspendió a todos no faltase la modestia; esto por tanto
tiempo a quien sobró para lo mismo mucha variedad hermosa:
tan bellas lucieron243 que un cielo estrellado parecía cada una
por la riqueza que con sus preciosas colgaduras gozaban y por
el esplendor que recibían de las bellísimas damas, en quien
brillaron tan sin arte las luces celestiales, que lo más milagroso
de ellas se desvió a lo natural solo. ¡Oh grande, oh cómo vuelan
los días, oh cómo las horas corren! Y fue mucho que les
hubiese[n] quedado alas para volar, cuando244 [31v] se tuvo por
cierto que el tiempo les había dado las suyas a los caballos, para
que mejor corriesen el sábado: ¡tanto como esto volaron aquel
día! Llegó, pues, con las alas que de él tuvo, a lucir este, y fue
tanto su esplendor que se repitieron en él todos los pasados: en
fin, brillaba a porfía y lucía a competencia, cuando, a señales de
agradables y sonoros instrumentos, se vieron con nueva pompa
243
Tan bellas lucieron: las ventanas de la plaza.
244
Cuando. Esa conjunción introduce una proposición causal.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
98
los Caballeros Comisarios, que con veces del día salieron a
lucir245 en dos vestidos los esplendores que él en todos (siendo
tan del extremo las galas que sacaron), y ver usurpado a lo más
rico lo más precioso. Manifestaron en sus adornos su generoso
ánimo con liberal grandeza Don Antonio de Ojeda, Caballero
Veinticuatro, y con ninguna escasez el Caballero Jurado.
Salieron aderezados, si mal no me acuerdo, en esta forma:
Un vestido de raso de Florencia, de color noguerado la
tela, bordado de plata y talco246, sembrado todo de lantejuelas,
y tan cuajado de labores primorosas, a que correspondía el
ferreruelo247, sin que permitieran los lucimientos de los
bordados tuviesen lugar en su presencia. Los de los fondos 248
fue la confirmación del buen gusto que Don Antonio de Ojeda
ostentó este día, formando tales visos y reflejos lo precioso de
lo bordado, los primores de labor y el brillar lucido del talco
245
Con veces del día salieron a lucir. Los dos comisarios salieron
luciendo dos vestidos que hacían las veces del sol (=del día), y que en
un solo día compendiaban tantos esplendores como el sol en todos [los
días].
246
Talco: “Lámina metálica muy delgada y de uno u otro color,
que se emplea en bordados y otros adornos” (RAE).
247
Ferreruelo: capa corta (algo más larga que una esclavina) con
cuello y sin capilla.
248
Fondo: “en las telas es el campo sobre que están tejidas,
bordadas o pintadas las labores” (RAE-1832).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
99
sobre lo obscuro de la tela, que daba luz la mucha que del todo
salía para que lo gozaran unos y otros sin que el más delgado
perfil dejase de ser manifiesto a la [32r] más corta vista en la
mayor distancia. El ferreruelo se vía aforrado en tela preciosa
de Milán, su color, noguerado por la igual correspondencia a la
tela, y en campo de plata flores de torzal249 de oro, siendo el
realce a esta rica gala copioso número de botonadura de plata
de martillo, toda de filigrana; y cuando tan milagroso vestido no
lo confirmase por galán de todo buen gusto, los cabos pudieran
solos asegurar los lucimientos, pues fueron por extremo ricos.
Las mangas se componían de puntas grandes de oro de
Milán con mucha hojuela 250 sobre las que servían de visos que,
siendo rizadas de cambray transparente, hacían vistosísimos
reflejos. El sombrero fue negro con plumas blancas y pardas,
natural color; la toquilla, de la misma pluma, con una joya de
filigrana de oro y, por que más luciese, asentaba sobre un lazo
de colonia su color noguerado, cuyo adorno de preciosas y ricas
galas tuvo251 su mayor realce en señorearse en un caballo
249
Torzal: ‘cordoncillo trenzado de varios hilos de seda’.
250
Hojuela: “Hoja muy delgada, estrecha y larga, de oro, plata u
otro metal, que sirve para galones, bordados, etc.” (RAE).
251
En el impreso se lee: tuvieron. La concordancia exige singular
(su sujeto es adorno).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
100
overo252, que adornado con un aderezo de cuerda de raso
noguerado, por su mayor perfección en lo conforme, llevaba la
misma labor y bordadura de plata, talco y lantejuela que el
vestido; las cabezadas y el pretal eran de lo mismo, y los
estribos no eran para perderlos253, por ser de plata. La armadura
del tocado y bozal era de colonias nogueradas, que las cuajaban
puntas de plata, y de cuatro en cuatro dos asientos dorados de
esmeraldas y diamantes, haciendo una lucida y preciosa labor,
brillaban de suerte, que [32v] eran hermosísimos empleos de la
vista, a quien acompañaba vistoso número254 de pendientes por
cada parte, formando vuelo para que mejor luciesen en su
pompa, siendo todos de seda blanca, sobre que lucía la plata,
tan cuajada, que no daba lugar a que le viesen la tela,
previniendo la vista a emplear a toda esta grandeza.
Iban doce lacayos vestidos de chamelote255 azul y plata.
Su hechura fue a la moda, con botonaduras de plata,
252
Overo: “caballo de pelo blanco manchado de alazán y bayo”
(RAE-1832).
253
Los estribos no eran para perderlos. En efecto, como dice
Mallea, nunca es bueno perder los estribos (y menos aun si, como estos,
son de plata).
254
En el impreso: acompañauan vistosos número. (Enmendamos
el número gramatical).
255
Chamelote: “tejido fuerte e impermeable, generalmente de
lana” (RAE).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
101
guarnecidos todos con galones de ella, y seda gamuzada,
formando puntas. El color de los sombreros era de cabellado256
obscuro, con toquillas de madejas grandes de hilo de plata; y
para más adorno suyo, remataban con finas plumas gamuzadas
y blancas; y aunque se veían muy de caída, fue por que las
viesen más y se diferenciasen de todas. Las mangas eran
correspondientes al vestido y guarnición, abiertas por cuatro
partes, dando lugar a que se viesen otras de cambray rizado que
servían de visos. También vistió otros cuatro lacayos con
vestidos de estameña de Francia y cabos de lama con tahalíes257
de lo mismo, y valonas francesas de cambray con puntas
grandes de humo; así estos, como los doce que tengo referidos,
trayendo los tres de estos de diestro otros tantos hermosísimos
caballos, que seguían el bello esplendor del primero, no con
menos riqueza en su adorno, pues con igualdad se veían los
aderezos todos, diferenciando solo en los colores. Y aunque
ofendo a su dueño en no decir por menor sus ricos y costosos
aderezos, lo [33r] excuso por no hacer molesta esta descripción
en escribir con tal distinción lo que compuso esta parte, que por
no faltar a lo grande que tuvo, lo digo solo con asegurarla por
cuidado prevenido del ánimo generoso de su dueño, que lo fue
tanto en las galas y en los caballos y sus aderezos que sacó este
256
El color ...era... cabellado. En el impreso: eran. Por otra parte,
cabellado: ‘de color acastañado’.
257
Tahalí: “tira de cuero o ante, que cruza desde el hombro
derecho hasta la cintura del lado izquierdo, donde se juntan los dos
cabos y se pone la espada” (RAE-1832).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
102
día, que diferenciando en cuanto ostentó el primero, procuró
con desvelo estudioso lucir con diversidad en uno y otro
adorno.
No menos grata competencia le hacía en el suyo Don
Diego Brochero, pues desempeñó en honrosa competencia con
las galas y otros cuatro aderezados caballos que sacó. Su
vestido fue de anteada tela de plata de Milán, bordado de oro,
compartidas por sus blancos lantejuelas. El ferreruelo de lo
mismo, con forros también de tela de Milán, variando en el
color. Los cabos, aunque con diferencia en lo precioso de los
bordados, eran de escarchada plata. Sombrero y lo demás muy
igual en todo a lo mucho que pedía vestido tan precioso.
Acompañábanle delante doce lacayos, vestidos todos a lo turco,
de raso carmesí con guarnición de plata. Los turbantes eran de
lama tela, y remataba cada uno con una vistosa garzota 258. El
caballo en que salió era con aderezo todo de la misma tela del
vestido, y lo encintado y pendientes correspondían a su color
con tanta pompa de maravillosa hermosura, que no tuvo poco
que hacer la admiración, reparando por menor las galas que
costosas le adornaban. Seguíanle tres lacayos que de diestro
traían otros tantos caballos, con flamante259 librea, y los
aderezos eran tan [33v] costosos, que igualaron al del primero.
Fue tan crecido el placer y tan grande la alegría que causó en la
258
Garzota: “penacho que se usa para adorno de los sombreros,
morriones o turbantes, y en los jaeces de los caballos” (RAE-1832).
259
Flamante: ‘brillante’.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
103
plaza el ver en tan bien260 aliñado adorno la plata toda, y en tan
bien adornada compostura todo el oro, [que] engrandeciendo
con honores en uno[s] y otros los ánimos liberales que hicieron
el costo a tal grandeza, la tuvieron por la mayor que imaginarse
pudo: en este tiempo, de uno[s] y otros suaves instrumentos lo
tocado pudo con diferencia en sus acentos igualar en distinta
forma a los preciosos 261 que en cada caballo se veían, pues si los
tocados de estos eran apacibles recreos a la vista, los sonoros de
aquellos eran dulces alivios al oído.
¡Oh cuánto262 los sentidos, suspensos en una y otra
maravilla, se bañaban en ellas grandes gozos! ¡Oh cuánto las
potencias, divertidas en unos y otros milagros, se suspendieron
en gustosos embelesos!
Sonoros, digo, pues, los instrumentos daban, en acordes
voces a distintos tiempos, avisos de cómo los Tribunales, en la
misma forma que el sábado, daban en sus presencias a las
fiestas el mayor lucimiento: sentado ya en sus ventanas se vía
majestuoso y grave, descanso de todos, el Real Acuerdo. Don
Antonio de Figueroa, alguacil mayor de la Ciudad, repitió la
260
Tan bien aliñado adorno [...] tan bien aliñada compostura. En
el impreso: tambien, en ambos casos.
261
Los preciosos. Entiéndase: los preciosos tocados de los
caballos. Mallea se sirve de la dilogía de la voz tocado (‘sonido de
instrumento musical’, pero también ‘sombrero’).
262
En el impreso: quantos, que no hace sentido.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
104
ceremonia acostumbrada, en cuya ocasión, vestido de su natural
gala (sobrándole las artificiosas, porque le adornaban estas).
Entró por la Puerta del Zacatín, acompañado de Don Francisco
de Montalvo Suazo, tan viva representación suya, que le bebió
las acciones este día para el [34r] desempeño de las suyas, en
las ocasiones que después se le ofrecieron; con vestidos negros
y cabos blancos, llevaban delante doce lacayos, vestidos a lo
español, de tafetán encarnado con guarniciones de plata, y otros
dos de estribos, para servir los rejones con ropaje a lo francés,
de tela de raso blanco con guarniciones de oro, a quien siguió,
habiendo entrado por la misma puerta, Don Sancho de Ayala,
igual en el vestido, con los cabos también blancos, y dos
lacayos con libreas de tafetán verde guarnecida[s] con plata; y
llegando al Real Acuerdo casi todos juntos, cumplieron con lo
que la ocasión pedía; y saliendo en esto263 el primer toro, tan
bravo que, desafiando a enojos y provocando a iras a lo más
valiente, fue asombro del coso su fiereza, atemorizando a todos
de tal suerte, que siendo sobresalto a unos, fue horrible susto a
otros: no ha visto lo criado mayores señas de braveza, ni ceño
con más muestras de crueldades jamás ha visto el mundo;
arrojando volcanes por su vista, poco vía con ella en cuanto vía
que fuese incontratable a su braveza. ¡Oh cuánto ponzoñoso
veneno pudo temerse en su humor espumoso, que en ardientes
cóleras exhalaba! A este, pues, rayo amenazador de lo más
invencible, buscó el corazón valiente de Don Gómez: el fiero
bruto en su embestir fuerte, y en su arrojo temerario, malogró
263
En el impreso: en este.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
105
la ocasión al caballero, sin tener que recobrarse, porque señoreó
siempre, pues buscándola de nuevo con esforzado arresto, se
halló tan sobre el toro, y tan en sí, que al ponerle el rejón, y al
intentar en él su venganza, el bruto postró muerta su fiereza tan
en breve, [34v] que entre el mover el hasta264, animoso el
caballero, y el caer el animal no hubo tiempo, ni se conoció
distancia, siendo el suceso tan breve que quedó dudosa la
acción, creyendo muchos que murió sólo del amago, y que
hallándose la muerte prevenida del asombro, sobrevino del
trueno más que del rayo, por no experimentar los rigores del
fuerte brazo en la ejecución del golpe. En fin, murió el bruto de
muerte tan dichosa, que se hizo inmortal con ella, y así
muriendo renació tal fiereza a nueva vida en las memorias de
todos ¿Qué no vivirán las de su fama quien triunfó glorioso de
su vencimiento? ¡Vive, oh vive, héroe valeroso, el tiempo a que
has sabido eternizarte con tan esclarecido hecho, que no
quedará encarecido, a ser mayores sus alabanzas!
En este tiempo divertían también los ingeniosos artificios
de fuegos, repitiendo con variedad muchos de los que se
ejecutaron los antecedentes días, sirviendo de todo recreo a
unos y otros por el primor con que se vía dispuesto y facilitado
lo más imposible.
En esta ocasión, pues, entró a dar lanzada un jinete
aventurero, y apenas se presentó, cuando, viéndolo, dijeron
264
Hasta: ‘asta’ (es grafía etimológica).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
106
todos: “Este ni aun para presentado265 es bueno”. Sobre un
caballo como su lanza, y con una lanza como su caballo, se dio
a conocer de unos y otros por preciado de alanceador, y aun
dicen que estaba muy pagado de serlo: que hay quien se echa 266
a las fieras si se lo pagan267. Salió uno fuerte cuanto bravo toro,
mas no de aquellos que escriben su muerte en la arena, ni de los
que en ella abren con sus manos sepultura a su braveza: de
aquellos sí que con la ofensa que [35r] de uno recibía,
procuraba su venganza con las muertes de muchos. En este,
pues, intentó con porfía, arrestado, nuestro aventurero lograr
buena suerte: que no es poco la tenga acertada quien la busca
por hierro268. Entrole por un lado el andante caballero269, y
265
Presentado. En algunas órdenes era el religioso que aspiraba
al grado de teólogo. Mallea recoge su valor de ‘meritorio’, ‘inmaduro’
o ‘aspirante’. La rica terminología conventual y litúrgica era muy
conocida por el pueblo llano, dado su estrecho contacto con las prácticas
religiosas. Ya no es así.
266
Se echa. En el impreso: se eche.
267
Pagado [...] pagan. Nueva agudeza de Fr. Salvador,
sirviéndose de la dilogía de pagar (‘ufanarse de algo’ y también
‘satisfacer una deuda’).
268
Por hierro. Dilogía obscurecida por la ortografía actual entre
hierro (de la lanza) y yerro (error). Además, hay antítesis entra esta
última acepción y la precedente suerte acertada.
269
Como puede verse, todo este episodio rememora, sin citarlo,
a Don Quijote de la Mancha.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
107
hiriéndolo de soslayo, quebró la lanza en un brazuelo, tan a
poca satisfacción suya (aunque venturosa y bien dada), que
perdió los estribos, y apeándolo de la caballería su imaginado
mal suceso, se fue al rendido animal en ocasión que ya su
muerte no le había dejado que hacer a su sobresaltada vida. No
sé si le dieron el toro, solo sé decir que si se lo dieron fue de los
del domingo, porque le dieron cordelejo270 con él.
Después tres alentados mancebos, armados de valor y
arresto, puestos con tres lanzones en sus manos, de a dos
varas 271 cada uno, y la espada en la suya, y otro que valiente los
capitaneaba, esperaron a desafiar a la mayor fiereza que en él
se había visto, que salió representada en un toro, cuya presencia
por desformidable 272 y sañuda, fue horror de todos los
corazones, pues arrojando ardientes volcanes por sus ojos,
vibraba ponzoñosas iras por su aliento. A este, pues, fiero, y
desapacible ministro de la muerte provocaba este breve
escuadrón de valor mucho, a que en él ejecutase alguna, y
desdeñando las señas el bruto fiero, no se daba por entendido de
tanta injuriosa afrenta: antes, desmintiendo el temor su corazón
intrépido, procuraba hallar en menores arrestos otros más
seguros triunfos. Mas la porfía de tan poderosos contrarios,
270
Dar cordelejo: ‘Dar chasco, zumba o cantaleta’ (RAE).
271
De a dos varas: algo más de metro y medio.
272
Desformidable. Este curioso adjetivo parece una combinación
de disforme y formidable.
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
108
venciéndolo en su temeroso recelo, lo sitió de suerte
estrechándolo en tal parte, donde, imposible de escaparse, lo
desesperó a lo más temerario, [35v] pues se resolvió arrestado
[a] buscar a costa de su vida la venganza en alguno de sus
contrarios, a quien ofreciéndose precipitado por despojos de su
arrestado valor, dio el triunfo con su muerte, sin el riesgo de
ninguna contraria vida, acabando la suya tan airosamente, que
se vio levantado por el aire en las hastas que gobernaron fuerzas
tan invencibles, valentía tan esforzada. Los tres valientes
caballeros en esta ocasión, encendidos en sus nobles
ardimientos 273, procuraban con porfía honrosa en una y otra
braveza ganar más y más triunfos con que eternizarse a mayor
nombre.
Don Sancho de Ayala y Don Francisco de Montalvo,
¿qué no probaron de fuerzas, y qué no ejecutaron venturosas
suertes en las fieras más indomables, en la braveza más
invencible? Y como el valor tiene su asiento noble en los
ánimos, sin que en lo contingente de los sucesos pueda perder
jamás, porque se distingue en todo, siendo aquel un esfuerzo
valiente que se continúa siempre en los pechos invencibles, y
esta un condición fácil de la fortuna que se mueve a su antojo,
o ya en dichas, o ya en desgracias, siendo muchas veces estas
ocasión a que de ellas resulten las mayores dichas y nazcan sus
mayores glorias, como se conoció en un venturoso accidente a
273
Encendidos en sus nobles ardimientos. Nuevo recurso de
Mallea al juego de posibilidades que le ofrecen los dos valores del
homófono ardimiento (‘valor'/'incendio’).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
109
Don Francisco de Montalvo; pues queriendo, valiente, hacer
ostentación de serlo en un toro de tal braveza, deseoso274 de
postrarla, el noble caballero se fue a él con muchos aceros, y
arrimándole el de su rejón, el feroz bruto le huyó el cuerpo,
conociendo su peligro, con que, depuesta el hasta, sacó la
espada, y buscando al toro, llegó a él con la mesma fortuna que
la vez primera, pues, ayudado poco del caballo [36r] y
embestido mucho del bruto, se halló en el suelo tan armado de
valor, que cumplió de valiente lo que debía a noble.
Don Sancho con esta ocasión no perdió la de mostrarse
valeroso, probando unas y otras suertes en los brutos, pues ya
con el rejón o ya con la espada hizo su denuedo lo que no
pudieran muchos.
Veinte y dos toros se habían ya corrido, siendo unos y
otros escándalos valientes en rigores y gustosos sobresaltos a
corazones en bravezas, cuando en los desmayos del día se
conoció que le habían faltado ya las luces en las fiestas. ¡Oh
qué reducidas son nuestras temporales glorias, pues apenas las
gozamos, cuando nos previene su declinación breve a penas!
Dime, oh día venturoso, si no tuvieras los límites de
serlo, ¿tu ufana pompa dónde está?, ¿dónde el alma que te dio
vida en esplendores de ellos?, ¿dónde aquellas humanas
prevenciones para mejor gozar de tus contentos?, ¿dónde
274
Deseoso. En el impreso: que deseoso. (Suprimimos que).
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
110
aquellos gozos que tan lucir bello causaban en los corazones
más tristes, aquel ruidoso aparato de placeres, que a duraciones
se apercebían sus grandezas, los adornos que te ennoblecieron,
las noblezas que te adornaron, la hermosura que te compuso,
aquella risa de tu Aurora, aquella alegría de tu mañana? Mas
¿cómo? ¿Cómo pregunto porfiado a quien, desvanecido de su
ser lucido, me responderá solo en sombras tristes, en
obscuridades pavorosas?: que solo es durable en esta vida lo
que mira solo a lo eterno. ¡Oh dichosos mil veces vosotros,
Caballeros Comisarios, [36v] que tanto habéis sabido lucir para
mejor eternizaros! ¡Vive, vive, oh ilustre Don Antonio de
Ojeda, a lo más durable, pues alcanzaste generoso merecer los
medios más seguros a vivir siempre! Y tú, Don Diego Brochero,
que no con menor ánimo has conseguido los mesmos aplausos:
vive de ellos dichoso, que es el más seguro vivir! Perdona, ¡oh
tú, Granada, patria mía! Perdona, digo otra vez, a mis
cortedades lo mucho que he faltado a manifestar tus grandezas,
que mal puedo haber cumplido con obligación tanta, cuando
solo de noticias se compone esta descripción breve, pues la
profesión religiosa que sigo me negó del todo a que pudiese ser
testigo de vista de sus muchas prodigalidades; no como son mis
afectos a servirte van ponderadas, sí como mi corto pensar supo
describirlas, por llegar a deberte más en que sepas perdonarme.
Y así, oh dulcísima Granada, estas son las señas que por muda
mi pluma te habla en ellas de las fiestas que en honor del
nacimiento de tu Príncipe y señor nuestro celebraste generosa,
no escritas con la grandeza que tú las ejecutaste bizarra; sí con
el amor y voluntad que pide ser verdadero hijo tuyo; pues
preciándome de ello, he querido a mi costa darlas a la estampa
Fray Salvador de Mallea
Granada festiva
111
y su distribución, sin interés alguno, por tener principal275 en los
aciertos a servirte. No es su estilo de la agudeza y realce, que
más levantadas plumas que la mía han sabido publicar tus
grandezas: recibe solo de mis afectos el reconocimiento humilde
con que te retrato en ellas, y vive los siglos que en todas edades
has sabido merecerte generosa, para que en ti halle lo más
extraño276 el seguro sagrado, y lo propio tus favores. VALE.
275
Interés... principal. Ingeniosa contraposición de Mallea entre
principal (‘capital’) e interés (‘rédito’).
276
Lo extraño [...] lo propio. Mallea pide a Granada que siga
dando amparo al forastero y favor a sus naturales.
Descargar