RESFRIADO Y GRIPE Concepto Las infecciones respiratorias agudas de origen viral dan lugar a cuadros clínicos muy diversos, como son rinitis, faringitis, laringotraqueobronquitis, bronquitis, bronquiolitis y neumonía. El resfriado o catarro común es normalmente afebril y cursa con inflamación de alguna o todas las vías aéreas, incluyendo la nariz, los senos paranasales, la laringe y, a menudo, la tráquea y los bronquios. La enfermedad suele empezar con molestias nasales o faríngeas, acompañadas de estornudos, rinorrea y malestar general. Típicamente, se trata de una enfermedad afebril pero en algunos pacientes puede haber fiebre de 38º a 39ºC, especialmente en niños. La faringitis se suele presentar de forma precoz; mientras que la laringitis y la traqueítis, esta última con opresión retrosternal y quemazón, varían en frecuencia e intensidad según los individuos y el agente etiológico. Las secreciones nasales son acuosas y abundantes durante los dos primeros días, para volverse mucosas y purulentas posteriormente, lo cual no indica, al menos necesariamente, la existencia de sobreinfección bacteriana. La mayor viscosidad de la secreción mucosa favorece la aparición de tos seca, con esputo escaso, que a veces dura hasta un par de semanas. En ausencia de complicaciones, los síntomas suelen desaparecer en 4-10 días. Sin embargo, en los pacientes con bronquitis crónica es común que aparezcan exacerbaciones persistentes tras el resfriado. También puede haber afectación traqueobronquial, y la presencia de esputo purulento sugiere la existencia de una infección bacteriana primaria o secundaria. Con frecuencia la exacerbación de la broncoconstricción en asmáticos bronquíticos se inicia a partir de un resfriado. Tanto la otitis purulenta como la otitis media que a veces se observa en pacientes afectados por resfriado son complicaciones bacterianas. La gripe se caracteriza típicamente por un cuadro de aparición brusca de fiebre (entre 38 y 40 º C) de unos 3 a 7 días de duración, acompañada de cefalea, tos seca, falta de apetito, dolor al deglutir (odinofagia), dolor muscular, cansancio y malestar general. El período de incubación es de 1 a 3 días. En algunas ocasiones, ciertos síntomas como la tos o la astenia pueden durar hasta 15 días tras la resolución del cuadro clínico agudo. Las principales diferencias existentes con el resfriado común están recogidas en la tabla 1: Tabla 1. Características Inicio Fiebre Mialgias Cefalea Tos productiva Dolor Lumbar Estornudos Odinofagia Irritación ocular Secreción nasal acuosa GRIPE Súbito 38-41 º C SI Muy intensa NO SI Raro A veces A veces A veces CATARRO COMUN Paulatino Rara NO Rara SI NO SI SI SI SI (primeros días) Las complicaciones de la gripe se pueden dividir en : • Pulmonares : • Neumonía viral primaria. Asociada a una alta tasa de mortalidad. De inicio rápido, desemboca en fallo respiratorio y no responde a antibióticos. • Neumonía bacteriana secundaria. Tras la resolución del cuadro inicial y durante la convalecencia, vuelve a aparecer fiebre. Se comporta como una neumonía bacteriana de la comunidad y responde a antibioterapia. • • • Neumonía mixta. Comparte características de las dos primeras. Su respuesta al tratamiento con antibióticos es variable. Neurológicas : síndrome de Reye (encefalopatía y afectación hepática asociadas al uso de ácido acetilsalicílico), encefalitis, síndrome de Guillain-Barré, mielitis transversa, etc. Otras : síndrome del shock tóxico, miositis, carditis, fallo renal con mioglobinuria, etc. Epidemiología Las infecciones respiratorias de origen vírico son responsables de la mitad de todas las infecciones agudas. Son más frecuentes en niños que en adultos, y sus consecuencias sociales y económicas son muy notables, siendo causantes de absentismo laboral y escolar (4,2 días por persona y año). Tienen carácter estacional, predominando en los meses frios. Las vias de transmisión de los virus catarrales son la aérea y la autoinoculación nasal o conjuntival. Los rinovirus llegan a las manos por gotitas expelidas por los enfermos o por las manos de estos. Por lo general, son los niños en edad escolar los que introducen los virus en el hogar, y el índice de afectación secundaria depende de la edad del individuo y su estado inmunitario. Los adultos que no viven con niños sufren un menor número de resfriados que los que están en contacto con ellos. La enfermedad se manifiesta a las 48-72 horas del contagio. Normalmente los adultos tienen ya anticuerpos contra la mayoría de los virus que lo producen, por lo que sufren menos infecciones que los niños y éstas suelen ser más leves. No obstante, parece que estos anticuerpos duran poco tiempo, entre 1 o 2 meses, y que su protección es escasa. En cuanto a la tasa de infección por sexo, las mujeres resultan más afectadas que los hombres en la vida adulta, pero en la adolescencia, es algo mayor en varones. Por su parte, La gripe se difunde en una comunidad en un tiempo de 6 a 8 semanas. Se propaga por medio de partículas aéreas microscópicas a través del contacto estrecho entre los individuos, especialmente en las épocas de frío. Habitualmente, la propagación ocurre en forma de epidemia, y sólo excepcionalmente, lo hace como pandemias. El impacto social de la gripe es de enorme magnitud y convierte esta enfermedad en un auténtico problema de salud pública. Los costes directos e indirectos son difíciles de cuantificar, pero, por poner un ejemplo, en los Estados Unidos cada año se infectan unos 90 millones de personas, se hospitalizan cada año a más de 300.000 pacientes, con unas 40.000 muertes relacionadas con la gripe. Se pierden alrededor de 69 millones de días de trabajo al año. Los costes totales se valoran en torno a los 12.000 millones de dólares. Por lo que respecta a España, se infectan cada año entre 3 y 3,5 millones de individuos, lo cual significa unas 7.800-8.000 personas por cada 100.000 habitantes. Etiología Las infecciones respiratorias agudas virales están producidas por más de 200 serotipos, correspondientes a 12 grupos de virus, entre los cuales destacan los rinovirus, gripe A y B, parainfluenza, adenovirus, virus sincitial respiratorio, coronavirus, herpesvirus y algunos serotipos de coxackievirus y virus ECHO. El resfriado común es causado por una amplia diversidad de virus: rinovirus, influenza, parainfluenza, respiratorio sincitial, coronavirus, adenovirus, ciertos virus ECHO y los coxsackievirus. La causa del resfriado común guarda una estrecha relación estacional. Así, los resfriados de primavera, verano y otoño son producidos principalmente por picornavirus (rinovirus, ECHO y coxsackie); los resfriados del final del otoño y los de invierno suelen ser producidos por paramixovirus (gripe, parainfluenza y virus respiratorio sincitial). Se han determinado más de 100 tipos seroespecíficos de rinovirus. No se han identificado claramente cuáles son los factores predisponentes del resfriado. El enfriamiento de la superficie corporal no induce, por sí misma, resfriados, y la susceptibilidad no es influida por la salud de la persona, ni por su nutrición, ni por las anomalías de las vías respiratorias superiores (amígdalas o adenoides hipertrofiadas). Aparte de la exposición a los virus causantes, los factores que pueden facilitar la infección son: fatiga excesiva, estrés emocional, alteraciones rinofaríngeas alérgicas o fase intermedia del ciclo menstrual. Es poco frecuente que las bacterias patógenas que colonizan la rinofaringe provoquen complicaciones purulentas, como otitis media y sinusitis. La bronquitis de etiología vírica puede infectarse secundariamente por bacterias. El virus de la gripe (o virus de la influenza) es un virus RNA de cadena simple que pertenece a la familia de los ortomixovirus. Los que afectan al género humano son de los tipos A y B. El virus de la influenza C no parece ocasionar enfermedad alguna. Mientras que el virus de la influenza B es muy regular en cuanto a su composición, el virus de la influenza A presenta 15 tipos diferentes de hemaglutininas (H1-H15) y 9 de neuraminidasas (N1-N9), dos proteínas de superficie que determinan las distintas variantes antigénicas del virus, y que se utilizan para su identificación. El virus de la gripe B sólo afecta a los seres humanos y produce epidemias regionales. El virus de la gripe A afecta al hombre y también a los cerdos, caballos, focas, ballenas y pájaros acuáticos, en los que se replica propagando la enfermedad, lo que hace que la gripe sea una enfermedad no erradicable. Una de las particularidades del virus de la gripe es su variabilidad genética, lo que supone un verdadero quebradero de cabeza para las autoridades sanitarias a la hora de elaborar vacunas eficaces. El virus está sujeto a dos tipos de cambios: el primero, denominado giro antigénico (antigenic drift), consiste en pequeñas mutaciones puntuales de proteínas capaces de provocar una respuesta inmune; si éstas se suman, pueden hacer que el virus sea “irreconocible” para los anticuerpos previamente formados en la población. Tanto los virus de tipo A como los de tipo B están sujetos a este tipo de cambio y éste es el mecanismo de producción de las epidemias. El tipo A puede variar de forma más dramática, mediante el segundo tipo de cambio, conocido como cambio antigénico (antigenic shift), que es el resultante de la mezcla de partículas virales procedentes de dos cepas distintas en el interior de una misma célula huésped. Ello produce un tipo de virus totalmente nuevo que, con hemaglutininas o neuraminidasas nuevas, es capaz de producir una de las temidas pandemias. Tratamiento La mayoría de los expertos coinciden en señalar que la vacunación antigripal es la mejor arma para combatir la gripe. La OMS se encarga de recoger información de 110 centros centinela de vigilancia epidemiológica de la gripe distribuidos por todo el planeta para elaborar – en torno al mes de Febrero – la vacuna antigripal para la siguiente temporada (de Noviembre a Marzo en el hemisferio Norte). Habitualmente se incluyen dos cepas del virus tipo A y una del virus tipo B. La época recomendada para la vacunación incluye los meses de Septiembre y Octubre. De esta manera, una vez administrada la vacuna, la protección eficaz comienza entre 7 y 10 días después y dura hasta 6 meses, lo que hace necesaria la vacunación anual. La eficacia de la vacuna de virus inactivados oscila entre el 70 y el 90% en pacientes sanos y puede ser algo inferior en ancianos. En la actualidad se recomienda vacunar contra la gripe a : Mayores de 65 años ( aunque algunos expertos norteamericanos recomiendan bajar a los 50 años ). Adultos y niños con patología crónica de base ( diabetes, EPOC, insuficiencia renal, etc. ) así como las personas que conviven con ellos. Grupos con capacidad de transmitir la gripe a personas de riesgo, esto es, personal sanitario, trabajadores sociales, empleados de residencias de ancianos, etc. Las contraindicaciones para administrar la vacuna consisten en: hipersensibilidad a las proteínas del huevo, hipersensibilidad a la polimixina o al bisulfito sódico y la presencia de enfermedades agudas o con fiebre superior a 38º C. Tras la administración de la vacuna, algunos pacientes experimentan una reacción que aparece entre 6 y 12 horas después de la administración, consistente en fiebre, malestar y otros síntomas generales y que suele confundirse con una infección gripal. Esta última reacción desaparece en 24-48 horas. Desgraciadamente, la creencia de algunos pacientes de que “ la vacuna me contagió la gripe “ les lleva a no vacunarse de forma sistemática. Los tratamientos farmacológicos antigripales específicos son: - AMANTADINA Y RIMANTADINA : Estos dos compuestos actúan sólo contra el virus de la influenza tipo A por medio del bloqueo de la proteína M2, que es necesaria en el proceso de decapsulación del virus una vez que éste ha entrado en la célula. Varios estudios han demostrado su efectividad tanto en la prevención (entre el 70 y el 90 %) como en el tratamiento (si se administran en las primeras 48 horas tras la aparición de los síntomas) de la gripe producida por el virus influenza A, tanto en niños como en adultos, reduciendo la duración e intensidad de los síntomas. Actualmente su uso sólo se recomienda para la profilaxis en sujetos de riesgo que no han sido vacunados, en inmunodeprimidos, en personal sanitario y en aquellos en los que está contraindicada la vacunación por cualquier motivo. Su utilización práctica en la actualidad es muy reducida, debida a que no actúan sobre el tipo B del virus, a su necesidad de ajuste en caso de insuficiencia renal ( en el caso de la amantadina ), a la aparición de resistencias y a los efectos secundarios de tipo neurológico. - INHIBIDORES DE LA NEURAMINIDASA : ZANAMIVIR Ambos medicamentos actúan inhibiendo selectivamente la neuraminidasa vírica por medio de su unión al sitio donde se aloja normalmente el ácido siálico. Esta región de la neuraminidasa es extraordinariamente constante, lo que hace muy difícil la aparición de resistencias. La unión de estos fármacos a la neuraminidasa impide la salida de los virus recién formados en la célula infectada y evita así su diseminación por el organismo. La eficacia de ambos tratamientos depende de cuándo se administran; sólo son útiles si se hace en las 48 primeras horas tras el inicio de los síntomas (período en el que es más difícil distinguir entre gripe y resfriado común). La eficacia es mayor en pacientes con fiebre. La reducción global de la duración de los síntomas oscila entre la 24 y las 36 horas. No se dispone de información en cuanto al impacto de esta reducción en el terreno económico y de incapacidad laboral. La aparición de resistencias es excepcional. Los efectos secundarios son mínimos y el cumplimiento del tratamiento es alto. Tanto Zanamivir como Oseltamivir son eficaces en la prevención de la gripe A y B, llegando a cifras de protección similares o ligeramente inferiores a las de la vacuna. Sin embargo, el tratamiento más habitual de los cuadros respiratorios agudos de etiología viral consiste en paliar los síntomas mientras la enfermedad sigue su curso y las defensas del organismo eliminan los virus. Al margen del empleo de diversos fármacos para conseguir la reducción o desaparición de los síntomas asociados, existen una serie de medidas de carácter general que son muy aconsejables en los pacientes afectados por gripe o resfriado. Aumentar el consumo de líquidos Evitar el consumo de tabaco Humidificar el ambiente Evitar los locales cerrados o mal ventilados Evitar los cambios bruscos de temperatura Reposo en cama, pero evitando un excesivo abrigo. - El empleo de caramelos, por su efecto demulcente sobre la mucosa faríngea, produce una reducción de la irritación a este nivel. En el caso del resfriado no existe ni vacuna efectiva ni tratamiento etiológico, por lo que las alternativas disponibles se limitan exclusivamente al control de los síntomas. • Analgésicos/antipiréticos • Descongestionantes • Antihistamínicos • Antitusígenos • Mucolíticos y expectorantes • Antisépticos bucofaringeos Estos medicamentos pueden ser utilizados como tales o bien formando combinaciones con la intención de cubrir todas las posibilidades con un solo producto. La conveniencia de utilizar estas combinaciones o monofármacos más específicos viene determinada por la mayor importancia de alguno de los síntomas o, por el contrario, por el desarrollo del espectro sintomático de estos cuadros. ANALGÉSICOS /ANTIPIRÉTICOS Se utilizan para aliviar la fiebre, el dolor de garganta, cabeza y otras localizaciones y el malestar general. El más utilizado es el paracetamol, aunque también se emplean el ácido acetilsalicílico, la salicilamida y el ibuprofeno. DESCONGESTIONANTES Son agentes activos sobre receptores alfa adrenérgicos y por tanto provocan la constricción de los vasos que riegan la mucosa nasal. La reducción subsiguiente del flujo sanguíneo hace disminuir la congestión y facilita la ventilación nasal. Los descongestivos tópicos (en aersol nasal) actúan rápidamente, pero tienen el inconveniente de la congestión de rebote. Con el fin de minimizar este riesgo los descongestionantes tópicos no deben administrarse más de tres o cuatro días seguidos. Si es necesario utilizar descongestivos durante más tiempo es preferible recurrir a productos por vía oral. Los descongestionantes orales tienen la ventaja de una mayor duración de acción, una menor irritación nasal y además tienen una menor tendencia a provocar vasoconstricción de rebote, en comparación con los tópicos. Sin embargo, producen una vasoconstricción menos intensa que estos últimos. Los principios activos descongestivos más utilizados que forman parte de las asociaciones antigripales son fenilefrina, fenilpropanolamina y pseudoefedrina. ANTIHISTAMINICOS Previenen los efectos de la liberación de histamina resultante de la respuesta inmunológica frente a la invasión viral. Los mayores efectos de la histamina en el resfriado común y en la gripe son la vasodilatación profunda, el aumento de la permeabilidad capilar y el edema. Estos efectos son más pronunciados en zonas muy vascularizadas, como es el caso la nariz. Sin embargo, el verdadero motivo por el que se empleen estos fármacos en asociaciones antigripales no es tanto su actividad antihistamínica como la actividad anticolinérgica. Esta disminuye la cantidad de moco segregado, aliviando así la rinorrea. Además, los antihistamínicos empleados en estas combinaciones poseen un efecto sedante ligero que induce la somnolencia de los pacientes, haciendo más tolerable su reposo en cama. El más empleado y casi el único presente en estas asociaciones es la clorfenamina. ANTITUSIVOS Sólo está justificada la intervención farmacológica en casos de tos improductiva que interfiere el sueño, que entre en un ciclo de irritación bronquial que induzca posteriores ataques de tos, o que resulte molesta o peligrosa para el paciente por otros motivos. Por ello, el uso de agentes antitusivos o de asociaciones que los contengan, está más justificado en la gripe que en el resfriado, ya que la tos improductiva es más común en la gripe. El dextrometorfano es tan eficaz como la codeína y carece de los efectos sedantes, analgésicos o adictivos de ésta. Por este motivo se considera el antitusivo de elección en niños y, en general, es el único empleado en los preparados antigripales. MUCOLÍTICOS Y EXPECTORANTES Los mucoliticos disminuyen la viscosidad de la secreción mucosa bronquial, con lo cual se facilita la expulsión del esputo. Los expectorantes estimulan los mecanismos de eliminación, como el movimiento ciliar que impulsa la secreción hacia la faringe para ser eliminado por expectoración o por deglución. El resultado final es el mismo, porque la fluidificación de la secreción que producen los mucolíticos también puede considerarse como una ayuda a la expectoración. No hay evidencia convincente de eficacia clínica con estos grupos de medicamentos, que por otra parte es difícil de probar en afecciones respiratorias de carácter autolimitante. Sin embargo es frecuente en los pacientes una impresión subjetiva de mejora de la sintomatología. EXPECTORANTES. De acción directa. Actúan por irritación directa de las células de la mucosa bro nquial: Balsámicos: (Tolú, benjui,etc.). Esencias: trementina, eucalptol o gomenol y esencia de pino. También se utilizan el mentol, alcanfor, etc.. De acción refleja. Actúan irritando la mucosa gástrica. Expectorantes salinos. Son sales de amonio cuaternario. El más empleado es el cloruro de amonio. También se incluyen en este grupo los ioduros; Derivados del guayacol. Sulfoguayacol. De acción mixta. Intervienen ambos mecanismos. El más utilizado es la guaifenesina, considerado como el único expectorante sin receta seguro y efectivo. MUCOLITICOS • Derivados tiólicos (Acetilcisteína, Carbocisteína, Letosteína, Mesna, Citiolona). Contienen en la molécula grupos tiólicos (-SH) capaces de reaccionar con los puentes disulfuro de cistina, que configuran la estructura de las proteínas del moco. La ruptura de estas proteínas provoca su fluidificación. • Derivados de la Vasicina (Bromhexina, Ambroxol). La bromhexina es el medic amento del grupo más conocido y utilizado. El ambroxol es su metabolito activo y prácticamente son equivalentes. No están incluidas en EFP. • Tiloxapol. Sólo carbocisteína está presente en especialidades EFP. Valoración Es importante conocer cuáles son los principales síntomas del proceso respiratorio viral agudo, con el fin de valorar el posible origen del cuadro. Un resfriado raramente requiere más que unos días de reposo, junto con algún medicamento que amortigüe los síntomas más marcados de cuadro. Por el contrario, una gripe puede tener un desarrollo y unas secuelas más importantes, que requieren un diagnóstico médico y unos cuidados más precisos para evitar complic aciones en personas predispuestas para ello (ancianos, enfermos crónicos, niños, etc). No obstante, muchos pacientes aquejados de gripe son tratados satisfactoriamente con el mismo criterio farmacológico que el resfriado. Tabla 2. Características Inicio Fiebre Mialgias Cefalea Tos productiva Dolor Lumbar Estornudos Odinofagia Irritación ocular Secreción nasal acuosa GRIPE Súbito 38-41 º C SI Muy intensa NO SI Raro A veces A veces A veces REFRIADO Paulatino Rara NO Rara SI NO SI SI SI SI (primeros días) Existen muchas especialidades farmacéuticas monofármaco capaces de actuar de forma efectiva y segura sobre cada uno de los síntomas de ambos cuadros patológicos. Pero, dado que muy raramente tales síntomas aparecen de forma aislada, es muy común que se empleen asociaciones de varios principios activos. No es muy aconsejable seleccionar asociaciones complejas, que implican un más difícil manejo por los riesgos de provocar complicaciones en otras patologías preexistentes o por la posibilidad de causar interacciones con otros medicamentos. No obstante, la adecuada información por parte del farmacéutico puede hacer recomendables tales prepara- dos, dado que reducen el número de administraciones requeridas por el paciente y ello se traduce normalmente en un mejor cumplimiento del tratamiento. Las principales precauciones que deben ser tenidas en cuenta con el uso de este tipo de medicamentos están relacionadas con la presencia en el preparado de agentes analgésicos, descongestivos y antihistamínicos (ver tabla 3). Tabla 3. Principales precauciones con el uso de asociaciones antigripales Condición Adenoma prostático Angina/Infarto Asma Descongestivos Diabetes Posible incremento de la glucemia Estreñimiento Glaucoma Hepatitis Hipertensión Hipertiroidismo Ulcera péptica Antihistamínicos Retención urinaria Posible taquicardia Posible taquicardia Riesgo de broncoespasmo (AAS, ibuprofeno) Agravamiento Agravamiento Riesgo de toxicidad (paracetamol, en sobredosis) Posible incremento Posible incremento de la presión arterial de la presión arterial (AAS, ibuprofeno) Agravamiento de síntomas Agravamiento (AAS, ibuprofeno) Niños Otros tratamientos Conducción de vehículos Analgésicos Interacciones Posible riesgo de Síndrome de REYE (AAS) Interacciones Interacciones Somonolencia Tabla 4. Asociaciones Antigripales en Especialidades Farmacéuticas Publicitarias ESPECIALIDAD Analgésico Descongestivo Anti-H 1 ANATAC ANTICATARRAL EDIGEN ASPIRINA COMPLEX BEECHAM LEMON Paracetamol Acido Acetilsalicílic o Paracetamol Fenilefrina Fenilpropanolam ina Fenilefrina Clorfenam ina Clorfenam ina BISOLGRIP BLAPIDON VITAMINADO Paracetamol Paracetamol Fenilefrina Clorfenam ina Clorfenam ina CARAMELOS AGUA DEL CARMEN CINFAGRIP CINFATOS COMPLEX CORICIDIN CORTAFRIOL C Paracetamol Paracetamol Salicilam ida Paracetamol Fenilefrina Pseudoefedrina Pseudoefedrina Clorfenam ina CORTAFRIOL COMPLEX COULDINA COULDINA C DAY NURSE DESENFRIOL DESENFRIOL C Paracetamol Acido Acetilsalicílic o Acido Acetilsalicílic o Paracetamol Acido Acetilsalicílic o Acido Acetilsalicílic o Pseudoefedrina Fenilefrina Fenilefrina Fenilpropanolam ina Clorfenam ina Clorfenam ina Clorfenam ina DESENFRIOL D EUCALYPTOSPIRINE Acido Acetilsalicílic o Acido Acetilsalicílic o Fenilefrina Clorfenam ina FARMAGRIPINE FLUXAL FORMULAEXPEC FRENADOL FRENADOL COMPLEX Paracetamol Acido Acetilsalicílic o Fenilpropanolam ina Fenilefrina Clorfenam ina Clorfenam ina FRENADOL PS FRENASELTZ GRIP ACTION GRIPAKIN GRIPPAL Paracetamol Paracetamol Ibuprofeno Paracetamol Acido Acetilsalicílic o Antitusivo/ Expectorante Carbocisteína Vitamina C Cafeína Melisa, Mentol, Cineol Paracetamol Paracetamol Clorfenam ina Clorfenam ina Clorfenam ina Clorfenam ina Clorfenam ina Clorfenam ina Pseudoefedrina Fenilpropanolam ina Pseudoefedrina Fenilpropanolam ina Clorfenam ina Clorfenam ina Clorfenam ina Clorfenam ina Otros Dextrometorfano Dextrometorfano Cineol Guayacol Guaifenesina Dextrometorfano Dextrometorfano Dextrometorfano Vitamina C Cafeína Vitamina C Vitamina C Cafeína Vitamina C Cafeína Vitamina C Cafeína Cafeína Vitamina C Vitamina C Cafeína GUAIFENESINA EDIGEN H TUSSAN INISTOLIN ANTITUSIVO INISTOLIN EXPECTORANTE INISTON INISTON ANTITUSIVO INISTON EXPECTORANTE ILVICO LIDERPLUS MIFEREN NOVAG GRIP NUROGRIP ORMESUL PASTILLAS ANTISEP GARG Paracetamol Paracetamol Acido Acetilsalicílic o Paracetamol Ibuprofeno Paracetamol Pseudoefedrina Pseudoefedrina Pseudoefedrina Pseudoefedrina Pseudoefedrina Pseudoefedrina Fenilpropanolam ina Fenilpropanolam ina Pseudoefedrina Pseudoefedrina Triprolidina Triprolidina Triprolidina Bromfeniram ina Clorfenam ina Clorfenam ina Clorfenam ina PASTILLAS JUANOLA PASTILLAS PECTORAL KELY PRIDIO PROPALGINA PLUS PROPALGINA PS HOT LEMON RIMAGRIP RINOMICINE ROBITUSSIN SPIRSA TERPONIL VICKS MEDINAIT VINCIGRIP YENDOL Paracetamol + Salicilamida Paracetamol Paracetamol Acido Acetilsalicílic o Paracetamol + Salicilamida Clorfenam ina Fenilefrina Pseudoefedrina Clorfenam ina Fenilefrina Clorfenam ina Clorfenam ina Paracetamol Fenilefrina Clorfenam ina Paracetamol Paracetamol Paracetamol + Salicilamida Efedrina Fenilpropanolam ina Dox ilamina Clorfenam ina Clorfenam ina Guaifenesina Hiedra, Anis verde, Tomillo Dextrometorfano Guaifenesina Dextrometorfano Guaifenesina Cafeína Dextrometorfano Timol bálsamo de Tolú, Cetilpiridinio, mentol, alcanfor, euc acloruro liptol Terpineol, mentol, cineol Regaliz Gomenol, Polígala, SulRegaliz foguayacol, Terpina, Cineol Cafeína Dextrometorfano Dextrometorfano Guaifenesina Terpina Dextrometorfano Vitamina C Vitamina C