ABONO ESTELAR 2015 PUBLICIDAD ROLEX JEFE DE GOBIERNO Mauricio Macri VICE JEFA DE GOBIERNO María Eugenia Vidal JEFE DE GABINETE Horacio Rodríguez Larreta MINISTRO DE CULTURA Hernán Lombardi DIRECTOR GENERAL Y ARTÍSTICO Darío Lopérfido TEATRO COLÓN DIRECTOR GENERAL Y ARTÍSTICO Darío Lopérfido Jefe de Gabinete Juan García Aramburu DIRECTOR GENERAL DE PRODUCCIÓN ARTÍSTICA Guillermo Scarabino PRODUCCIÓN EJECUTIVA María Videla Rivero DIRECTORA GENERAL ESCENOTÉCNICA María Cremonte DIRECTORA GENERAL TÉCNICA, ADMINISTRATIVA Y LEGAL Carolina Clavero DIRECTORA EJECUTIVA Mónica Freda DIRECTOR VOCAL Y GERENTE GENERAL Carlos Lorenzetti DIRECTORA VOCAL Eugenia Schvartzman DIRECTOR VOCAL Hugo Gervini DIRECTORA DE ESTUDIOS MUSICALES Eduviges Picone DIRECTOR DEL PROGRAMA COLÓN CONTEMPORÁNEO DIRECTORA DE RELACIONES INTERNACIONALES Martín Bauer Zulema Scarabino DIRECTOR DEL INSTITUTO SUPERIOR DE ARTE DIRECTOR TÉCNICO OPERATIVO DIRECTOR DEL CORO ESTABLE Miguel Martínez DIRECTOR DEL BALLET ESTABLE Maximiliano Guerra DIRECTOR DE LA ORQUESTA FILARMÓNICA DE BUENOS AIRES Enrique Arturo Diemecke DIRECTOR DEL CENTRO DE EXPERIMENTACIÓN Miguel Galperín Claudio Alsuyet Juan Manuel López Castro UNIDAD DE AUDITORÍA INTERNA DIRECTOR DEL CORO DE NIÑOS César Bustamante Isabel Valente UNIDAD DE CONTROL DE GESTIÓN DIRECTORA GENERAL DE RECURSOS HUMANOS Elisabeth Sarmiento DIRECTOR GENERAL DE PLANEAMIENTO Cristian Mealla Matías Cambiasso | Coordinador General de Escenario Hugo García | Jefe de Prensa Daniel Varacalli Costas | Publicaciones Manuela Cantarelli ABONO ESTELAR 2015 FESTIVAL DE MÚSICA Y REFLEXIÓN FESTIVAL DE MÚSICA Y REFLEXIÓN PRESENTACIÓN POR DANIEL BARENBOIM Este festival lleva el título de Festival de Música y Reflexión, no solo en el sentido de reflexión sobre la música sino también de reflexión sobre nuestra vida. La música es a veces considerada algo muy bello, algo muy pasional para mucha gente, tanto para los que la tocan, como para los que cantan o los que la escuchan, pero a veces se la percibe como encerrada en una torre de marfil. En las escuelas se aprende biología, literatura, matemática y tantas otras cosas, pero la música no se considera automáticamente como algo que tiene que ver con nuestra vida cotidiana, nuestra vida de pensamiento. La idea de reflexión no va automáticamente ligada a la idea de la música. ¿Por qué? Pienso que es porque es prácticamente imposible hablar de la música. Si yo pudiese explicar el contenido de la Novena Sinfonía de Beethoven, no habría necesidad de tocarla. Es muy difícil hablar de la música, porque cuando hablamos de la música, nos referimos más bien a nuestra reacción ante la música. Y nuestra reacción cambia de acuerdo con nuestro estado de ánimo; la sentimos más alegre o más melancólica según estemos alegres o melancólicos. Para todos la música puede ser algo distinto: para algunos es matemática, para otros filosofía, para otros es algo sensual. Y la música es eso y mucho más. En medio de todo esto, una cosa está clara: que la música tiene que ver con la vida interior, porque los grandes compositores no eran solamente maestros de armonía, contrapunto y melodía, sino que tenían algo importante que decir y lo decían a través de la música. Sin embargo, el medio por el cual se expresa esa idea, es un medio puramente físico, no metafísico. Y es justamente esa mezcla de contenido espiritual con la utilización de un medio físico lo que, a mi modo de ver, le da a la música su fuerza y la posibilidad de hacernos capaces de percibir y sentir cosas opuestas simultáneamente. Cuántas veces han venido músicos después de un concierto con la Sinfonía Heroica de Beethoven a decirme: “Cuánto gocé hoy de tocar la Marcha Fúnebre, no conozco otro momento que se pueda gozar con algo que tenga que ver con la muerte”. En la música todo aparece de manera simultánea. Esto naturalmente nos lleva a la conclusión de que hay mucho que se puede aprender de la música. Por eso estamos aquí con esta orquesta, porque esto no es solamente otra orquesta para hacer música, sino para hacer música pensando. Hay muchos procesos sociológicos, políticos o psicológicos que tienen mucho en común con el proceso de desarrollo de una gran sinfonía, pero la idea del Diván, no fue, no es ni será una idea política. Cuando yo digo que el Diván no es un proyecto político, la gente sonríe. ¿Cómo se puede hablar de un proyecto donde estén tocando juntos israelíes, árabes y españoles, sobre todo israelíes y árabes y que no sea político? Y no lo es: nunca buscamos un consenso político en la orquesta, y no lo hay. Abono Estelar | 11 Buscamos, en cambio, un consenso musical y tratamos de aprender cómo intercambiar nuestros pensamientos. En primer lugar, despertar y desarrollar la curiosidad del otro, porque en el conflicto entre palestinos e israelíes, hay muchos aspectos que son asimétricos, empezando por el hecho que Israel es un país que está ocupando Palestina y los palestinos están ocupados. Pero hay ciertos elementos en este conflicto que son simétricos, como son la falta de curiosidad de entender el relato del otro, sobre todo cuando no se está de acuerdo. Entonces ¿qué pasa cuando por primera vez se encuentran en la orquesta un sirio y un israelí? Para cada uno de ellos, el otro es el representante de un monstruo, porque nunca han conocido al otro. Esto sucedía en los primeros años del Diván. Y sin embargo, están en el mismo atril, afinan la nota igual, a la misma altura, para que esté afinada. Tocan con el mismo arco, con la misma presión, con la misma dinámica, con el mismo matiz; tocan al mismo tiempo, tocan juntos. Se esmeran en encontrar una homogeneidad y eso lo hacen durante seis, ocho horas. A la noche, cuando cenan juntos, el monstruo ya tiene otra cara, no es el extraño total. Yo creo que el Diván ha cambiado la actitud de todos los que han pasado por esta orquesta. El Diván no va a traer la paz, pero puede demostrar que la igualdad es una de las condiciones mínimas para la paz. Ante una sinfonía de Beethoven son todos iguales, sean palestinos, españoles, chinos o vietnamitas. El Festival de Música y reflexión del 2015 tiene como tema la coexistencia y me siento muy feliz de poder contar en esta edición con el apoyo y la participación activa de las comunidades musulmana, judía y cristiana de la Argentina. Argentina es un país que a lo largo de su historia ha demostrado que es posible la convivencia pacífica entre culturas y religiones diversas. Me alegra especialmente la posibilidad de que músicos del Diván ofrezcan conciertos de cámara en templos de las tres comunidades. En relación al programa musical de este año es importante destacar la ejecución de dos obras de cámara del compositor francés Pierre Boulez, quien celebra su 90º aniversario en 2015. Él es uno de los compositores más destacados y revolucionarios de los siglos XX y XXI. En su homenaje, se interpretará Sur incises, partitura que se ofrece en calidad de estreno en la Argentina. También nos honra contar con Martha Argerich, tanto como solista en conciertos con la orquesta, como en un recital de dúo de pianos. Martha es miembro honorario de la orquesta del Diván y como todos saben, una de las pianistas más extraordinarias de nuestro tiempo. La experiencia de tocar juntos en Buenos Aires el año pasado fue una verdadera fiesta artística para nosotros y para todo el público que nos acompañó con verdadero afecto y entusiasmo, y queremos que este año se reedite. Asimismo, deseo destacar la presencia del violinista Guy Braunstein (Israel) y del violonchelista Kian Soltani (Irán) en el Triple concierto de Beethoven. Finalmente, es un honor y un placer volver a contar con el ex Primer Ministro de España, Felipe González para la realización de diálogos públicos que incluirán también a personalidades de las tres comunidades. Para la Orquesta West-Eastern Divan y para mí personalmente es un enorme placer volver al Teatro Colón para un nuevo Festival lleno de eventos musicales e intelectuales muy inspiradores. Estamos ya ansiosos por vivir el reencuentro con el fervoroso público de Buenos Aires, de Argentina e internacional. BIOGRAFÍAS pág. 15 1 ORQUESTA WEST-EASTERN DIVAN Daniel Barenboim | Martha Argerich 2 DÚO DE PIANOS Martha Argerich | Daniel Barenboim 3 ORQUESTA WEST-EASTERN DIVAN Daniel Barenboim director | Martha Argerich PIANO 4 CONCIERTO DE CÁMARA Ensamble Shiraz | El Arte del Dúo 5 ORQUESTA WEST-EASTERN DIVAN Daniel Barenboim director 6 CONCIERTOS PARA LA CONVIVENCIA Quinteto de Metales de la Orquesta West-Eastern Divan pág. 25 pág. 33 pág. 41 pág. 49 pág. 55 pág. 65 7 DIÁLOGO DE MÚSICA Y REFLEXIÓN pág. 69 DISPOSICIONES GENERALES / El Teatro Colón se reserva el derecho de cambiar las fechas de las funciones, programas o elencos por razones de fuerza mayor, en cuyo caso informará oportunamente sobre la reprogramación realizada / Las entradas no tienen cambio ni devolución / Se solicita al público apagar por favor los teléfonos celulares o cualquier equipo con alarma o radiollamada antes del comienzo de la función / No está permitido el uso de cámaras fotográficas y filmadoras en la sala / Una vez comenzada la función el público no podrá entrar a la sala, salvo en los momentos de pausa o intervalo y con la guía del personal del Teatro. “Si yo pudiese explicar el contenido de la Novena Sinfonía de Beethoven, no habría necesidad de tocarla.” DANIEL BARENBOIM 14 | Abono Estelar DANIEL BARENBOIM DIRECTOR DE ORQUESTA www.danielbarenboim.com Nació en Buenos Aires en 1942. A los cinco años recibió sus primeras lecciones de piano de su madre, continuando sus estudios con su padre, que luego fue su único profesor de piano. A la edad de siete años debutó en Buenos Aires. En 1952 se trasladó a Israel, junto con sus padres. A los once años participó en clases de dirección orquestal en Salzburgo con Igor Markevich. En el verano de 1954 conoció a William Furtwängler y tocó para él. Los siguientes dos años estudió armonía y composición con Nadia Boulanger en París. A los diez años debutó como pianista en Viena y Roma, seguido por conciertos en París (1955), Londres (1956) y Nueva York (1957), donde tocó con Leopold Stokowski. Desde entonces ha realizado giras regulares por Europa y Estados Unidos y también por Suramérica, Australia y Oriente Medio. En 1954, Barenboim hizo su primera grabación como pianista. En los años `60 grabó los conciertos para piano de Beethoven con Otto Klemperer, los conciertos para piano de Brahms con Sir John Barbirolli y los conciertos para piano de Mozart con la Orquesta de Cámara Inglesa, en esa ocasión como pianista y director. Tras su debut como director con la Orquesta Philharmonia de Londres, en 1967, fue requerido por las más importantes agrupaciones europeas y americanas. Entre 1975 y 1989 se desempeñó como Director Musical de la Orquesta de París, dedicándose mayormente al repertorio contemporáneo: Lutoslawski, Berio, Boulez, Henze, Dutilleux, Takemitsu y otros. Debutó como director de ópera en 1973, en el Festival de Edimburgo, con Don Giovanni. En Bayreuth se presentó a partir de 1981 como director invitado hasta 1999, dirigiendo Tristán e Isolda, El Anillo, Parsifal y Los maestros cantores. En 1991 sucedió a Sir Georg Solti como Director Musical de la Sinfónica de Chicago, con la que ofreció conciertos en los más grandes centros musicales del mundo durante quince años. Al concluir su ciclo al frente de la orquesta, en junio de 2006, los músicos resolvieron nombrarlo su Director Honorario vitalicio. Asimismo, en 1992, Barenboim asumió el cargo de Director Musical General de la Deutsche Staatsoper de Berlín. En 2000, el organismo orquestal de dicha institución, la Staatskapelle Berlin, lo designó Director Principal Vitalicio. Tanto en ópera como en salas de concierto, Daniel Barenboim y la Staatskapelle Berlín han adquirido un amplio repertorio de obras sinfónicas, entre las que se cuentan todas las óperas de Wagner en la sala y las sinfonías de Beethoven y Schumann. En el Festtage 2007 Daniel Barenboim y Pierre Boulez ejecutaron el ciclo completo de sinfonías de Mahler con la Philharmonie de Berlín. Además de su repertorio de obras clásicas y románticas, Barenboim continúa dando un lugar preferencial dentro de su repertorio a la música contemporánea. Estrenó la única ópera de Elliot Carter What next? en la Staatsoper mientras que los Abono Estelar | 15 programas de conciertos de la Staatskapelle incluyen regularmente composiciones de Boulez, Rihm, Mundry, Carter y Höller, entre otros. En febrero de 2003, Daniel Barenboim, la Staatskapelle y el coro de la Staatsoper fueron galardonados con un Grammy por su grabación de Tannhäuser de Wagner. En marzo de 2003 ambos recibieron el Premio Wilhelm Furtwängler. Los músicos de la Staatskapelle se han involucrado activamente en la formación de una escuela de música para niños en Berlín, que fue iniciada y fundada por Barenboim en septiembre de 2005. En 2006 Barenboim fue nombrado Maestro Scaligero de la Scala de Milán, iniciando así un período de estrecha colaboración con esta casa teatral y sus agrupaciones estables. En 2011 fue nombrado Director Musical de la Scala. “El Festival de Música y Reflexión del 2015 tiene como tema la coexistencia...” En 1999, junto con el intelectual palestino Edward Said, estableció la Orquesta West-Eastern Divan que cada verano reúne a jóvenes músicos de Israel y de varios países árabes. La orquesta busca facilitar el diálogo entre las diversas culturas del Medio Oriente y promover la experiencia de hacer música juntos. Los músicos de la Staatskapelle Berlín han participado como profesores en este proyecto desde su fundación. En el verano de 2005 la Orquesta WestEastern Divan llevó a cabo un concierto de significado histórico en la ciudad Palestina de Ramala, que fue transmitido por televisión y grabado en DVD. Daniel Barenboim también puso en marcha un proyecto de educación musical en los territorios palestinos que incluye la creación de una escuela de música para niños, así como una joven orquesta palestina. A finales de octubre de 2002, Barenboim y Said obtuvieron el Premio a la Concordia “Príncipe de Asturias” en Oviedo, en reconocimiento de 16 | Abono Estelar sus esfuerzos por la paz mundial. Ese mismo año Barenboim recibió el “Premio a la Tolerancia” de la Academia Evangélica de Tutzing, y la Orden de la República Federal de Alemania, del Presidente Johannes Rau. En Marzo de 2004 recibió la Medalla Buber-Rosenzweig y en Mayo del mismo año obtuvo el Premio por las Artes de la Fundación Wolf, en el Knesset, Jerusalén, como así también el Haviva Reik Peace Award. Entre las distinciones recibidas recientemente se incluyen su nombramiento en 2006 como Profesor de Poesía en la Charles Eliot Norton de la Universidad de Harvard, donde brindó seis conferencias y durante el mismo año, la obtención de los premios Kulturgroschen, Premio a la Paz de la fundación Korn and Gerstenmann y el premio Musical de la Fundación Ernst von Siemens. En 2007 fue laureado con la Medalla Goethe del Goethe Institute y se le otorgó un Doctorado Honorario en Música en la Universidad de Oxford. Fue nombrado Commandeur de la Legión d´Honneur por el presidente francés Jacques Chirac y recibió la distinción Praemium Imperiale en Japón. En septiembre de 2007 fue nombrado Mensajero de Paz de las Naciones Unidas, recibiendo el mismo año, la Medalla de Oro de la Royal Philharmonic Society, uno de los más prestigiosos honores en música clásica. En mayo de 2008 Daniel Barenboim fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y en febrero de 2009 fue premiado con la Moses Mendelssohn Medal por su contribución a la tolerancia y el entendimiento internacional. En 2010 recibió un Diploma Honoraro en Música en la Royal Academy of Music de Londres y el “Deutsche Kulturpreis”, el “Westfälischer Friedenspreis” el Herbert-von-Karajan-Musikpreis y el Otto-HahnFriedensmedaille. En 2011 recibió el título de “Grand officier dans l’ordre national de la Légion d’honneur” y fue nombrado “Knight Commander of the Most Excellent Order of the British Empire” Barenboim ha publicado una autobiografía titulada Una vida en la música; Paralelos y Paradojas, escrito con Edward Said; Todo está conectado, y en colaboración con Patrice Chéreau, Dialoghi su musica e teatro. Tristano e Isotta. Daniel Barenboim se ha presentado una decena de temporadas en el Teatro Colón convocado por el “...me siento muy feliz de poder contar en esta edición con el apoyo y la participación activa de las comunidades musulmana, judía y cristiana de la Argentina.” Mozarteum Argentino. Su primera visita fue en 1980, junto a la Orquesta de París, de la cual era director titular. Retornó en 1989 para interpretar las Variaciones Goldberg en dos recitales en el Teatro Colón. En 1995 se presentó al frente de la Staatskapelle de Berlín y en dos recitales de piano dedicados a Beethoven, Schönberg y Brahms. Su regreso, para la Temporada 2000 del Mozarteum, fue también en ambas funciones de director y solista, ofreciendo un programa dedicado a Debussy, Falla, Mahler, Bruckner y Mozart al frente de la Sinfónica de Chicago e interpretando como pianista obras de Beethoven, Mozart y Albéniz en un recital en el cual celebró los cincuenta años de su debut pianístico en Buenos Aires. En 2002, a través de ocho conciertos, interpretó el ciclo integral de las sonatas para piano de Beethoven, y en 2004, también en el escenario del Teatro Colón, ofreció su versión de los dos libros de El clave bien temperado de Bach. Su primera visita junto a la Orquesta West-Eastern Divan se produjo en el año 2005, con obras de Mozart, Beethoven y Mahler. Finalmente, durante la temporada 2008 del Mozarteum Argentino, Daniel Barenboim ofreció junto a la Staatskapelle de Berlín programas compuestos por obras de Schönberg y Bruckner, brindando además en dicha oportunidad dos funciones extraordinarias, una de ellas, dedicada a Wagner y Mahler, en el Luna Park, celebrando el centenario del Teatro Colón, el cual se hallaba cerrado por los trabajos de restauración. Su visita en el año 2010 revistió un carácter especial por tratarse en esta ocasión de una triple celebración: la adhesión al Bicentenario de la Revolución de Mayo, la reapertura del Teatro Colón y el festejo del 60º aniversario del debut de Daniel Barenboim en Buenos Aires, cuando sorprendió con tan sólo ocho años de edad al público argentino. Abono Estelar | 17 MARTHA ARGERICH PIANO Nació en Buenos Aires en 1941. A los tres años tuvo su primer contacto con el piano, iniciando su formación musical a través del método lúdico de Ernestina Kusrow. Dos años más tarde comenzó a tomar lecciones de piano con Vicenzo Scaramuzza. A los ocho años se presentó públicamente en Buenos Aires tocando obras de Mozart (Concierto No. 21), Beethoven (Concierto No. 1) y Bach, con la Orquesta de Radio El Mundo dirigida por Scaramuzza. Se presentó luego en el Teatro Colón, donde debutó en 1952 con el Concierto de Schumann y la entonces Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires (hoy Filarmónica), dirigida por Washington Castro- y luego en el Teatro Astral. En 1954, con ayuda del gobierno argentino y gracias a un puesto diplomático ofrecido a sus padres, se trasladó a Viena a fin de proseguir sus estudios de piano con Friedrich Gulda, a quien había conocido en sus visitas previas a Buenos Aires y que se convirtió en su primer y principal referente. Posteriormente tomó clases con Arturo Benedetti Michelangeli, Nikita Magaloff y Stefan Askenase. En 1957, a los 16 años, obtuvo los primeros premios en dos concursos de enorme prestigio: el Busoni de Bolzano y el Internacional de Ginebra, que era declarado desierto desde 1949 (en estos certámenes Maurizio Pollini obtuvo los segundos premios), luego de los cuales se embarcó en un intenso programa de conciertos, debutando en Viena al año siguiente y grabando en 1960 su primer disco para la Deutsche Grammophon. A los 21 años se mudó a Nueva York haciendo una pausa en su carrera. Sin embargo, en 1965 retornó a la escena de manera fulgurante 18 | Abono Estelar ganando el primer premio de la séptima edición del Concurso Chopin de Varsovia –acaso el más alto galardón para un pianista en el mundo- y el premio de la Radio Polaca por sus interpretaciones de los Valses y Mazurkas de Chopin. Gracias a la ayuda de Stefan Askenase y su mujer, Argerich retomó su carrera internacional, la que desde entonces se desarrolló de manera ininterrumpida tanto como solista -en recitales o con orquesta-, y en grabaciones. En 1974 se presentó en Nueva York, alcanzando en ese país el mismo alto reconocimiento que tenía en Europa. Adquirió fama en un repertorio amplio que abarca desde Bach hasta Bartók, pero fuertemente selectivo en cuanto a autores y obras, privilegiando a Schumann y Chopin como solista. Grabó los conciertos de Ravel (dos veces, con Claudio Abbado y las filarmónicas de Berlín –premio de la Academia Charles Cross- y Londres), Schumann, Chaikovski, Rachamninov (el Tercero, con Riccardo Chailly y la Orquesta de la Radio de Baviera), primero de Chopin, tercero de Bartók y tercero de Prokofiev (con Charles Dutoit). Pese a haber rehuido a Mozart, grabó varios de sus conciertos, los últimos con Abbado (Nos. 20 y 25). En la década de 1980, Martha Argerich viró su interés hacia la música de cámara y la interacción con otros músicos como Nelson Freire, Stephen BishopKovacevich, Gidon Kremer, Alexander Rabinovich, Nicolas Economou y Mischa Maisky, relegando sus presentaciones con orquesta y aun más como solista. A su interés por hacer música en grupo se suma su visión solidaria de ayuda a jóvenes músicos y su proyección social. Abono Estelar | 19 En 1986 se presentó en el Teatro Colón para abordar, en una sola velada el Segundo concierto para piano de Beethoven, el Tercero de Prokofiev y el Primero de Liszt, con la Filarmónica de Buenos Aires dirigida por Simón Blech. En septiembre de 1999, Martha Argerich presentó en el Teatro Colón su primer Festival y Concurso Internacional, integrando personalmente el jurado. En noviembre de ese mismo año presentó otra edición del Festival en Beppu, Japón, con clases magistrales brindadas por ella y colegas como Mischa Maisky y Nelson Freire. El Festival Argerich, llamado entonces Punto de Encuentro, se reiteró en el Teatro Colón en temporadas sucesivas hasta el año 2005. Paralelamente participó intensamente del Festival de Lugano haciendo música de cámara junto a importantes instrumentistas, en veladas que han quedado atesoradas en grabaciones. Martha Argerich tiene tres hijas de diversas parejas: Lida Chen, con el violinista chino Robert Chen; Annie Dutoit, fruto de su matrimonio entre 1969 y 1973 con el director de orquesta Charles Dutoit, y Stéphanie Argerich, con el pianista Stephen Kovacevich. Abono Estelar | 21 Orquesta West-Eastern Divan La Orquesta West-Eastern Divan tiene una presencia destacada en el panorama musical internacional desde hace 15 años. En 1999, Daniel Barenboim y el filósofo palestino Edward Said establecieron un taller para jóvenes músicos de Israel, Palestina y otros países árabes de Oriente Medio con el objetivo de fomentar la convivencia y el diálogo intercultural. La orquesta recibió su nombre de una colección de poemas del escritor Johann Wolfgang von Goethe llamada Diván de Occidente y Oriente, una obra de referencia para el desarrollo del concepto de cultura global. Las primeras ediciones de la Orquesta West-Eastern Divan tuvieron lugar en Weimar y Chicago. En 2002 se estableció definitivamente en Sevilla (España) gracias al patrocinio del gobierno andaluz (Junta de Andalucía). Músicos israelíes y árabes conforman por igual la base de la orquesta junto a músicos españoles. Cada año se reúnen en Sevilla para desarrollar un taller orquestal donde los ensayos musicales se complementan con conferencias y debates. A continuación inician una gira internacional de conciertos. La Orquesta West-Eastern Divan ha demostrado a lo largo de su historia que la música es capaz de derribar barreras consideradas infranqueables. El único aspecto político que prevalece en la orquesta es la convicción de que no existe una solución militar al conflicto árabe-israelí, y que los destinos de israelíes y palestinos están inevitablemente unidos. A través de su trabajo y su existencia la Orquesta West-Eastern Divan demuestra que es posible tender lazos que animen a escuchar la narrativa del otro. Aunque la música por sí sola no resolverá el conflicto árabe-israelí, sí ofrece a cada individuo el derecho y la obligación de expresarse al mismo tiempo que escucha a su compañero. Basada en este concepto de igualdad, cooperación y justicia para todos, la orquesta representa un modelo alternativo a la actual situación en Oriente Medio. La orquesta es asimismo un foro de encuentro entre las religiones que comparten un vínculo con el papel de Israel y Palestina como lugar de especial significancia espiritual. Además de judíos y musulmanes, entre los miembros de la orquesta hay cristianos católicos, protestantes y ortodoxos, a cuya congregación pertenece una minoría de los árabes. El repertorio de la orquesta va más allá del sinfónico, abarcando desde ópera hasta música de cámara. Entre los momentos más destacados de los últimos años se incluyen conciertos en la Filarmónica de Berlín, el Teatro alla Scala de Milán, el Musikverein de Viena, el Carnegie Hall de Nueva York, el Conservatorio Tchaikovski de Moscú, la iglesia Hagia Eirene de Estambul, la Salle Pleyel de París, la Plaza Mayor de Madrid y el Teatro Colón de Buenos Aires, así como un concierto en honor del exsecretario general de la ONU Kofi Annan en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. La Orquesta es invitada habitual del BBC Proms de Londres y de los festivales de Salzburgo y Lucerna. La Orquesta West-Eastern Divan ha publicado varios CD y DVD de éxito. Entre ellos se incluyen grabaciones en directo de Tchaikovski: Sinfonía nº 5 / Verdi: obertura de La Fuerza del Destino / Sibelius: Valse Abono Estelar | 23 Triste (2004); el emblemático concierto ofrecido en el Cultural Palace de Ramala (2005); Beethoven: Sinfonía nº 9 (2006); Mozart: Sinfonía Concertante / Beethoven: obertura de Leonora (2007); y Schönberg: Variaciones para Orquesta / Tchaikovski: Sinfonía nº 6 (2011); y la integral de las sinfonías de Beethoven (2012). El documental Knowledge is the Beginning de Paul Smaczny ha sido galardonado con numerosos premios, entre ellos el Emmy Internacional (2006). Más recientemente se ha publicado una grabación de la Sinfonía Fantástica de Berlioz en julio de 2013. En enero de 2014 la orquesta celebró en Sevilla su taller anual, incluyendo una representación de Tristán e Isolda en el Teatro de la Maestranza de Sevilla seguido de conciertos en Cádiz y Abu Dabi. En agosto la orquesta viajó a Buenos Aires para inaugurar su gira estival 15 Aniversario junto a la pianista Martha Argerich. Además de las representaciones de Tristán e Isolda, los conciertos en el Teatro Colón incluyeron piezas de Maurice Ravel y obras de encargo de los compositores Kareem Roustom y Ayal Adler. Tras su paso por Buenos Aires, la orquesta continuó su gira por tres de los principales festivales europeos: Lucerna, Salzburgo y los Proms de Londres. Como cada año, el broche final de la gira fue el concierto al aire libre en el Waldbühne de Berlín (más información en www.waldbuehnenkonzert.de). Patrocinio Una parte de los fondos necesarios para mantener este proyecto único que es la Orquesta West-Eastern Divan proviene de su leal público: todos los ingresos percibidos de cada gira de la orquesta se invierten en la materialización de esta idea. La orquesta y los proyectos que han surgido de ella también dependen de la generosidad de particulares y empresas para financiar muchas de sus actividades y programas de becas. Les agradecemos sus aportaciones. De acuerdo con la legislación alemana las donaciones son deducibles en su totalidad, y pueden efectuarse en la Fundación Daniel Barenboim a través de su página web, por transferencia bancaria o por cheque. Las donaciones realizadas a través de nuestras fundaciones asociadas en Estados Unidos, el Reino Unido y España permiten a los donantes beneficiarse asimismo de ventajas fiscales en dichos países. Para más información por favor visite la web www.west-eastern-divan.org. La Orquesta West-Eastern Divan agradece a la Junta de Andalucía su apoyo a lo largo de los años. Todos los fondos recaudados se destinan a financias los talleres y giras de la orquesta, así como a desarrollar diversos proyectos de formación musical en Oriente Medio, entre otros lugares. El Jardín de Infancia Musical Edward Said, donde se trabaja junto a la asociación Palestinian Medical Relief Society, abrió sus puertas en Ramala en octubre de 2004. El Centro Musical Barenboim-Said en Ramala y nuestros socios en Israel y Palestina imparten clases de música, instrumentales y corales y organizan talleres orquestales cada año. Las clases están abiertas a todos los estudiantes con independencia de su origen social o étnico. Otra línea de actividades desde 2003 es la organización de conciertos abiertos al público, donde hasta la fecha han actuado artistas internacionales de renombre, tales como Daniel Barenboim, Elisabeth Leonskaja, Emmanuel Pahud o Andras Schiff, así como recitales de profesores, miembros de la Orquesta West-Eastern Divan y estudiantes. Una de las grandes novedades de la fundación es la creación de la Academia Barenboim-Said en Berlín, que servirá de sede de todos los proyectos Barenboim-Said. Dentro de la Academia estará la Sala de Conciertos Pierre Boulez, diseñada por Frank Gehry. 1 ORQUESTA WEST-EASTERN DIVAN DANIEL BARENBOIM DIRECTOR Abono Estelar | 25 ORQUESTA WEST-EASTERN DIVAN DANIEL BARENBOIM MARTHA ARGERICH I Richard Wagner (1813-1883) Idilio de Sigfrido II Pierre Boulez (1925) Sur Incises (Estreno ARGENTINO) JULIO Viernes 24 a las 20 Duración 1h 45m aprox. Arnold Schönberg (1874-1951) Sinfonía de cámara No. 1, Op. 9 I. Sonata. Allegro II.Scherzo III.Desarrollo IV.Adagio V.Recapitulación y Finale I Robert Schumann (1810-1856) Seis estudios canónicos, Op. 56 I.Nicht zu schnell II. Mit innigem Ausdruck III.Andantino IV.Innig V.Nicht zu schnell VI.Adagio “Pierre Boulez es uno de los compositores más destacados y revolucionarios de los siglos XX y XXI” JULIO Sábado 25 a las 20 Duración 2hs aprox. I. Moment I II. Moment II ORQUESTA WEST-EASTERN DIVAN DIRECTOR Daniel Barenboim Arnold Schönberg (1874-1951) Sinfonía de cámara No. 1, Op. 9 I. Sonata. Allegro II.Scherzo III.Desarrollo IV.Adagio V.Recapitulación y Finale II Pierre Boulez (1925) Sur Incises Claude Debussy (1862-1918) En blanco y negro I.Avec emportement II.Lent. Sombre III.Scherzando (Estreno ARGENTINO) DÚO DE PIANOS ORQUESTA WEST-EASTERN DIVAN Daniel Barenboim Martha Argerich I. Moment I II. Moment II DIRECTOR Daniel Barenboim Abono Estelar | 27 De Wagner al serialismo Comentarios por Pablo Gianera Wagner: Idilio de Sigfrido Pocas vidas están más documentadas que la de Richard Wagner, y esos testimonios lo incluyen a él mismo y a terceros. Sobre el origen del Idilio de Sigfrido, contamos con el relato de primera mano de Cosima. En la entrada de sus diarios del 25 de diciembre de 1870 leemos lo siguiente: “Cuando me desperté oí un sonido que se hacía más y más fuerte. No podía creer que la música venía del sueño, ¡y qué música era! Al concluir, R. entró en mi habitación con los cinco chicos y me entregó la partitura de su “Regalo sinfónico de cumpleaños”. Yo no podía dejar de llorar, y todos en la casa estaban igual. R. había dispuesto la pequeña orquesta en las escaleras y había consagrado así para siempre nuestro Tribschen. El Idilio de Tribschen, así se llama la obra”. El nombre de Sigfrido terminaría reemplazando a la villa en la orilla del lago de Lucerna, pero la pieza seguiría interpretándose domésticamente en ocasiones especiales y Cosima vería con preocupación el destino público de su regalo íntimo. Ya a principios de 1874, Wagner menciona la posibilidad de una versión del Idilio para gran orquesta. El material temático del Idilio procede eminentemente de motivos de los actos segundo y tercero de Sigfrido, el tercer drama de El anillo del Nibelungo. Schönberg: Sinfonía de cámara n° 1 En la serie de conferencias que dictó entre 1932 y 1933 y que están reunidas ahora con el título de El camino hacia la nueva música, Anton Webern señala 1906 como el año de “la catástrofe”. Se refería a la Kammersymphonie de su maestro Arnold Schönberg: “Schönberg regresó de una estancia en el campo con la Kammersymphonie. La impresión fue colosal. Yo llevaba por entonces tres años siendo su discípulo y sentí de inmediato la necesidad: ‘¡Yo también tengo que hacer algo así!’ Bajo la influencia de la obra escribí al día siguiente el movimiento de una sonata. En ese movimiento llegué hasta el límite extremo de la tonalidad.” El recuerdo de Webern concentra varias de las novedades contenidas en la Primera sinfonía de cámara en Mi mayor, Op. 9. Schönberg empezaba a sacar conclusiones radicales del cromatismo wagneriano, y lo hacía de una manera enteramente original. Desde el punto de vista de la forma, aborda el problema de un movimiento único que se distribuye en una exposición, un scherzo, un desarrollo, un Adagio, una recapitulación, con los temas de la exposición y material del Adagio. Schönberg proyecta en cierto modo el movimiento de sonata a toda la pieza, y entonces el primer tema corresponde al primer movimiento de la Sinfonía, el Abono Estelar | 29 30 | Abono Estelar SCHÖNBERG: SINFONÍA DE CÁMARA No 1 - EJEMPLO 1 SCHÖNBERG: SINFONÍA DE CÁMARA No 1 - EJEMPLO 2 Scherzo al segundo, mientras que las variaciones de la reexposición confieren a esa sección la función de un finale. Pero, como detectó el compositor Brian Ferneyhough, los temas nos son aquí entidades inmutables sino más bien “sucesiones maleables”. Por otra parte, y a eso se refería ante todo Webern, la Kammersymphonie introduce por primera vez de manera consecuente y generalizada elementos armónicos que apuntan más allá del orden tonal. Ya en el modo en que Schönberg deriva un tema de la transposición del inicial acorde por cuartas puede advertirse una insinuación de sus procedimientos seriales ulteriores. La atmósfera en la que respira la pieza es todavía diatónico, pero se sienten ya “aires de otros planetas” y es como si lo diatónico empezara a volverse contra sí mismo. Tal vez por eso Theodor W. Adorno había observado acerca de esta obra que, por detrás de la superficie del idioma tradicional, latían las fuerzas que harían estallar esta superficie y establecerían las bases de un nuevo material musical. En este sentido, la economía camarística deja todo a la vista, nada se solapa. La experiencia armónica asume así un papel decisivo en la Kammersymphonie, que se abre con el siguiente acorde por cuartas. (ejemplo 1) Sobreviene después la exposición del tema en el corno que, según señala el musicólogo Luigi Rognoni, cumple la función de “núcleo generador”. (ejemplo 2) En Tratado de la armonía, Schönberg le atribuyó un sentido muy preciso a la solución armónica encontrada en el Opus 9 y, más específicamente, al acorde por cuartas. “Los acordes por cuartas – anota el compositor– entran por primera vez en la música (como probablemente todo lo que después se convierte en un procedimiento técnico habitual) como medio expresivo impresionista. Piénsese por ejemplo en el efecto del trémolo de violín cuando fue usado por primera vez y se comprenderá que no se trataba de un frío experimento técnico sino de una idea provocada por una fuerte necesidad de expresión”. Inmediatamente, Schönberg hace explícita la relación entre ese acorde por cuartas y el mandato de la nueva expresividad: “Las cuartas aquí, respondiendo a unas necesidades expresivas completamente distintas (un júbilo impetuoso) constituyen un compacto tema del corno y se expanden arquitectónicamente sobre toda la obra dando un cuño especial a todo el proceso de composición. Por eso no se presentan en este caso meramente como melodía o como puro efecto armónico impresionista, sino que su peculiaridad impregna toda la construcción armónica, constituyendo acorde como todos los demás.” La Kammersymphonie fue escrita originalmente para quince instrumentos solistas (flauta, oboe, corno inglés, clarinetes por dos, clarinete bajo, fagot, contrafagot, cornos por dos, primer violín, segundo violín, viola, violonchelo y contrabajo), lo que ya de por sí, como hace notar René Leibowitz, crea el concepto mismo de la moderna orquesta de cámara. Más adelante, sin embargo, Schönberg parece haber sentido un cierto desequilibrio entre las cuatro WAGNER CON SU HIJO SIEGFRIED ARNOLD SCHÖNBERG, autorretrato cuerdas y los diez vientos. Hacia 1935, hizo una nueva versión para orquesta de gran tamaño. Boulez: Sur Incises La preposición “sur” (sobre) en el título de esta pieza de Pierre Boulez merece una explicación que contiene también su historia. Sur Incises (1996/1998) deriva de la amplificación de gestos y motivos de Incises, para piano solo, fechada un poco antes, en 1994, y revisada luego en 2001. Incises era de hecho la primera pieza de Boulez para piano después de la Tercera sonata, de 1957. El paisaje de la escritura para piano de Boulez no parece presentar cambios bruscos con el correr de las décadas, pero entre la sequedad de la Primera sonata –de 1946, la época heroica del serialismo– con su enriquecimiento del estilo weberniano, y el brillo de Incises, escrita originalmente para el concurso de piano Umberto Micheli que apoya Maurizio Pollini, hay todo un mundo. Incises es una miniatura que ronda los tres minutos y medio; Sur Incises es una pieza en gran escala que alcanza los 40 minutos. La primera intención de Boulez fue transformar Incises en una especie de concierto para piano, aunque sin referencia a la forma tradicional. Finalmente, se decidió por tres pianos, tres PIERRE BOULEZ arpas y tres percusionistas; es decir, tres veces tres, que es nueve. La obra está dedicada a Paul Sacher, “en ocasión de su 90° aniversario”, pero Boulez insistió en que la coincidencia numérica era pura casualidad. En cierto modo, Sur Incises podría entenderse como la amplificación de un gesto mínimo: una apoyatura y un movimiento brusco al registro grave. Ese gesto mínimo se generaliza a los tres pianos y a las arpas. Sin embargo, la expansión de la concentrada Incises no afecta su carácter. Sur Incises produce un estiramiento que no altera el corazón de la pieza de origen. Boulez habló de “un espejo del sonido del piano transformado por la percusión y el arpa”. O para decirlo en otros términos que el compositor también aprobaría: un calidoscopio que cambia, pero que presenta siempre los mismos objetos y los mismos colores. En uno de los artículos para el catálogo de la muestra que la Philharmonie de París montó por los noventa años de Boulez, el compositor Tom Coult proponía una comparación inesperada. Para él, Sur Incises era como el tiroteo en el desenlace de la película La dama de Shanghai de Orson Welles. No se sabe allí quién muere porque es imposible separar la realidad de los reflejos. Abono Estelar | 31 2 MARTHA ARGERICH DANIEL BARENBOIM Dúo de pianos MARTHA ARGERICH DANIEL BARENBOIM Dúo de pianos I Robert Schumann (1810-1856) Seis estudios canónicos, Op. 56 II Béla Bártok (1881-1945) Sonata para dos pianos y percusión I.Nicht zu schnell II. Mit innigem Ausdruck III.Andantino IV.Innig V.Nicht zu schnell VI.Adagio I.Assai lento – Allegro troppo II.Lento, ma non troppo III.Allegro non troppo Claude Debussy (1862-1918) En blanco y negro I.Avec emportement II.Lent. Sombre III.Scherzando JULIO Domingo 26 a las 17 Duración 1h 30m aprox. Abono Estelar | 35 Dos pianos, cuatro manos, un espíritu Comentarios Por Pola Suárez Urtubey Schumann: Seis estudios canónicos, Op. 56 Dentro de la impresionante genialidad de la obra de Schumann para el teclado, las obras para piano a cuatro manos son poco numerosas Se estima que su inspiración, subjetiva y apasionada, inclusive impulsiva, no se adecuaba a la actuación de dos personas frente al mismo teclado. De 1828, sin duda previas a la gran explosión del genio de Schumann, son las Ocho polonesas. Pero deben transcurrir veinte años, en 1848, para que el músico ofrezca una de sus mejores obras para piano a cuatro manos. Se trata de Bilder aus Osten (Imágenes de Oriente), Op. 66, una serie de seis impromptus inspirados, según sus propias declaraciones, por una lectura de Maqams del poeta árabe Hariri en la traducción alemana de Friedrich Rückert, donde se cuentan las ocurrencias de Abou Saïd, el equivalente árabe de nuestro conocido Till Eulenspiegel. En 1849 compone lo que será su Opus 85, consistente en Doce piezas para grandes y pequeños niños.También destinados a la juventud son las Escenas de baile Op. 109, de 1851, y las seis piezas de danzas fáciles, Kinderball, Op. 130, de 1853. A ellas se suman los Estudios Op. 56, que se componen de seis piezas en forma de canon y los Bosquejos Op. 58, mientras que la única obra original de Schumann para dos pianos surgió en 1843, el Andante y Variaciones en Si bemol mayor Op. 46. Posteriormente, como se verá, los Estudios Op. 56, así como los Bosquejos Op. 58 (ambas para piano a cuatro manos) fueron transcriptos por Debussy para dos pianos. El programa de hoy incluye los Estudios, Op.56. Se trata de seis estudios en forma de canon, para piano con pedales, dedicado por Schumann a su maestro alemán Johann Gottfried Kuntzsch en 1845 y publicados al año siguiente. Recordemos que el canon es la más rígida forma de imitación. En efecto, el proceso imitativo no se limita a fragmentos o a motivos más o menos amplios, sino a una completa entidad melódica. Naturalmente, el canon puede ser riguroso o libre, según el consecuente respete o no con exactitud las proporciones melódicas y rítmicas del tema. El primero de los cánones de Schumann lleva sus dos voces superiores en canon a la octava y se le considera la más próxima al estilo de Bach. El segundo registra una expresión más romántica, con una melodía de tipo berceuse que precede a la elaboración del canon, con una proximidad al espíritu de las Romanzas sin palabras de Mendelssohn mientras, por su tratamiento final con apoyaturas cromáticas, recuerda el estilo de Chopin. También próximas a Mendelssohn se perciben el tercero y cuarto estudio, mientras el quinto es un scherzo que parece ubicarse asimismo en la línea de las Romanzas sin palabras de aquel mismo compositor. El último canon se presenta como un solemne cortejo de acordes, interrumpido en determinado momento por un breve fugato. Tanto este Op. 56 como los cuatro Bosquejos, Op. 58, escritos por Schumann para piano a cuatro manos, fueron transcriptos por Debussy para dos pianos y es ésa la versión que nos ofrecen hoy nuestros intérpretes. Debussy: En blanco y negro Es bien sabido que el piano ocupa una posición central en la creación de Claude Debussy, quien se inscribe en la lista de los grandes pianistas compositores, en la sucesión de Mozart, Beethoven, Schumann, Chopin o Abono Estelar | 37 ROBERT SCHUMANN Liszt y los que le seguirán a Debussy, como es el caso de Bartók, Prokofiev o Messiaen. Pese a la significación del piano en Debussy, la cronología muestra claramente que el músico afirma su personalidad creadora en el teclado mucho más tarde que en los otros dominios de la composición. En efecto, el estilo ya es de Debussy en sus canciones de fines de la década de 1880, y en sus composiciones realizadas en el curso de la década de 1890, como el Cuarteto de cuerdas, el Preludio a la siesta de un fauno o los Nocturnos, para orquesta, las Canciones de Bilitis y, naturalmente, su ópera Pelléas et Mélisande (1902).De 1901 es la primera de sus dos únicas obras para dos pianos, titulada Lindaraja. La segunda es la que hoy escucharemos, En blanco y negro, surgida casi en el final de su producción. En la creación pianística la madurez de Debussy, su verdadero estilo, sólo se afirma, con la excepción de la Suite para piano, a partir de 1903 con Estampas. De ahí en más, pero sólo entonces, vendrá la plenitud de su producción para el teclado. 38 | Abono Estelar Edward Lockspeiser, uno de los más importante estudiosos de la obra integral de Debussy, subdivide esa producción en seis etapas, que van desde las páginas de juventud, entre 1880 y 1890, comenzando por la Danza bohemia y los Arabescos, hasta el supremo desarrollo de su estilo, con los Estudios, de 1915. Es que no hay que olvidar que la producción para piano de Claude Debussy asciende a un centenar de títulos, siempre que se tenga en cuenta que muchos de ellos se agrupan bajo un nombre genérico en series de hasta doce páginas. El estilo característico y personal del músico francés, aquel por el cual su nombre aparece inseparable de la historia de la música para piano, se afirma en realidad, como ya se dijo, hacia 1903 con Estampes. Con ella se da la maduración de un nuevo estilo y una nueva manera de tocar el piano. Es cierto que la suite Pour le piano, de 1896, ya marca un notable cambio de rumbo; ya está la escritura irregular, sus acordes yuxtapuestos, la libre notación de arpegios blandos y flexibles, los CLAUDE DEBUSSY característicos retardos o agregaciones que tiñen de un color tan particular sus armonías; pero falta la consumación de esta nueva manera pianística, ligada no ya a títulos de piezas tradicionales (Preludio, Sarabanda, Toccata), como ocurre en la citada suite, sino que llaman a una determinada evocación. Son las obras de absoluta libertad formal y las del gran estilo para teclado de la madurez de Debussy. Luego vendrá, tras algunas páginas sueltas, Children’s Corner (El rincón de los niños), atrayente colección de seis piezas dedicadas, según se lee en la partitura “A mi querida hija Chou Chou, con las tiernas excusas de su padre por lo que sigue...”. El humor y la emoción se desprenden de estas composiciones, cuyos títulos en inglés se deben a la intención zumbona de Debussy de satirizar la anglomanía que reinaba por entonces en Francia, y principalmente en la esposa del compositor, quien no admitía sino una nurse inglesa para su hija, cuya habitación asimismo estaba decorada con grabados infantiles de la misma procedencia. BELA BARTÓK y Ditta Pasztory Se considera a la obra que hoy se escucha, En blanc et noire, una de las últimas obras maestras de Debussy, compuesta en el verano de 1915 mientras se encontraba en Pourville, al borde del canal de la Mancha. Es un período de gran creatividad, durante el cual surgen asimismo los Doce Estudios y las dos primeras Sonatas. Es un momento en que el músico francés retorna a las fuentes puras del espíritu clásico, mientras su lenguaje se exhibe con una audacia y libertad fantásticas. En blanco y negro se compone de tres caprichos, los cuales reflejan en algunos pasajes el drama de la primera guerra. El primero de ellos, que lleva la indicación Avec emportement (Con arrebato) está dedicado a Sergio Kousevitzki y encierra violentos contrastes que ubican en primer plano su carácter polirítmico y politonal, todo ello con exigencias de un gran virtuosismo. La segunda pieza está dedicada al lugarteniente Jacques Charlot, sobrino del editor de Debussy Jacques Durand, que había muerto en la guerra, el 3 de marzo Abono Estelar | 39 de 1915. Debussy la titula Lent-Sombre (Lento, sombrío) con el añadido de Defense de la Musique francaise. El compositor advierte que alude a extractos de la Ballade contra les enemis de la France, de François Villon. El propio compositor, que la consideró la más lograda de las tres, condensa su horror por la barbarie de la guerra, aunque confía en la victoria final. Hacia el final de esta sección, según aclara el autor, “un modesto carillón evoca una especie de pre-Marseillaise”. Naturalmente, la música sigue paso a paso sus sentimientos y después de pasajes realmente épicos en su carácter triunfa una melodía heroica. El musicógrafo Harry Halbreich interpreta que tras ese elemento de carácter heroico, como quintaesencia del genio de su país, Debussy despliega un episodio lento, triste y de gran audacia, para dar lugar luego a un brusco despertar de energía que se resuelve en una conclusión en fortissimo. La tercera parte de En blanc et noir, con indicación de Scherzando, está dedicada a Igor Stravinski, quien por entonces ya es el autor de su extraordinaria Consagración de la primavera, y deslumbra por su técnica pianística trascendente, al servicio de una ilimitada fantasía. Bartók: Sonata para dos pianos y percusión En 1937, Béla Bartók escribe una de sus obras maestras, la Sonata para dos pianos y percusión tras haber legado, en asombrosa eclosión productiva, dos creaciones deslumbrantes: el quinto Cuarteto de cuerdas y la Música para cuerdas, percusión y celesta. Bartók está en la madurez y el esplendor de su genio. Fue compuesta entre los meses de julio y agosto de 1937 en Budapest, como respuesta a un encargo de la Internationale Geselleschaft für neue Musik (Sociedad Internacional para la nueva música) de Basilea para su décimo aniversario. El propio compositor y su mujer, la pianista Ditta Pasztory la estrenaron el 16 de enero de 1938, acompañados por Fritz Sjchiesser y Philipp Rühlig en la percusión 40 | Abono Estelar integrada por timbales, gran caja y cajas claras, címbalos, tam-tam, triángulo y xilófono. Dicen sus biógrafos que la idea de componer para dos pianos le venía interesando al compositor. A este propósito se suma la idea de Bartók de asociarlos con la percusión. Y así lo confirma cuando asegura que “poco a poco se reforzaba en mí la convicción de que el piano no contrabalancea de manera satisfactoria la sonoridad muy a menudo “mordiente”, penetrante, de los instrumentos de percusión. De ahí que el proyecto se modificó de tal manera que dos pianos en lugar de uno aparecen aquí confrontados a la percusión”. Así respondía al encargo… La Sonata se divide en tres movimientos. El primero adopta la forma de sonata bitemática, introducida por un expresivo preludio, en tiempo Assai lento que conduce a un Allegro molto con preparación del tema principal, compartido entre los timbales y las síncopas de los pianos, que se resuelven en el segundo tema, más melódico; el dinámico tempo se acelera aún más para terminar en una danza arrolladora. Un segundo movimiento, de extraordinaria poesía, muestra la vena lírica bartokiana. Introducido por la percusión sola, este Lento ma non troppo de forma ternaria se basa en la oposición entre la línea conjunta de la primera parte y el corto motivo rítmico de seis notas de la parte central que alcanzará una intensidad en fortissimo (Agitato). El último movimiento, Allegro non troppo, combina las formas rondó y sonata antes de volcarse en un decidido rondó final. Aquí los desarrollos rítmicos y melódicos se van estrechando cada vez más, con entradas apretadas cuya tensión dinámica se resuelve finalmente en una conclusión calma y etérea. Esta sonata ha sido grabada por Bartók, Ditta Pasztory y dos percusionistas norteamericanos en noviembre de 1940 en New York. Al mes siguiente, la obra fue objeto de una transcripción bajo la forma de Concierto para dos pianos y orquesta, creada el 21 de enero de 1943, y que significó la última aparición en público del compositor. 3 ORQUESTA WEST-EASTERN DIVAN DANIEL BARENBOIM DIRECTOR MARTHA ARGERICH PIANO ORQUESTA WEST-EASTERN DIVAN DANIEL BARENBOIM director MARTHA ARGERICH PIANO I II Ludwig van Beethoven (1770-1827) Concierto para piano y orquesta No. 2 en Mi bemol mayor, Op. 19 Piotr Ilich Chaikovski (1840-1893) Sinfonía No. 4 en Fa menor, Op. 36 I.Allegro con brio II.Adagio III.Rondó: Molto allegro JULIO I.Andante sostenuto . Moderato con anima II.Andantino in modo di canzona III. Scherzo: Pizzicato ostinato IV. Finale: Allegro con fuoco Miércoles 29 a las 20 Jueves 30 a las 20 Duración 1h 30m aprox. Abono Estelar | 43 DOS GIGANTES EUROPEOS Comentarios Por Sebastiano De Filippi Dos gigantes europeos, dos explosivas personalidades musicales: un coloso germano y un titán del Este, el segundo admirador del primero. Ambos torturados por la soledad y la incomprensión, ambos luchando para mantener las formas del pasado y poder vehiculizar a través de ellas un contenido cargado emocionalmente hasta extremos inauditos. Beethoven y Chaikovsky se enfrentan en el concierto de hoy, a través de dos obras orquestales de géneros distintos, como dos caras de un misma medalla. “Martha es miembro honorario de la Orquesta del Diván, y como todos saben, una de las pianistas más extraordinarias de nuestro tiempo.” Beethoven y su concierto La composición del Concierto para piano No. 2, en Si bemol mayor, Opus 19, fue iniciada por Beethoven en 1787 (antes de escribir el Concierto n. 1, por ende), con un primer objetivo muy claro: que el propio autor pudiera desplegar su virtuosismo como ejecutante de teclado en su Bonn natal. Sin perjuicio de lo antedicho, el estreno ocurrió finalmente en Viena, el 29 de marzo de 1795, en el Burgtheater, bajo la dirección de Antonio Salieri; era la primera vez que el músico se presentaba ante el exigente público de la capital austríaca en un concierto formal. El resultado de la velada fue muy feliz, a pesar de lo cual el compositor encaró una segunda versión de la obra, dos años más tarde. El primer movimiento de la obra es un Allegro con brio, en si bemol mayor, escrito en la forma-sonata típica en estos casos. El carácter de la música hace honor a la indicación de tempo en italiano. El entramado esencialmente diatónico de la orquesta se superpone a rápidos pasajes cromáticos del instrumento solista. La cadencia está basada en el primer tema y pertenece al propio Beethoven, aunque es claramente un agregado posterior, dando por sentado que durante el estreno el autor ejecutó otra, posiblemente improvisándola (como era habitual en esa época y en él). El movimiento lento es un Adagio en mi bemol mayor, compuesto en forma ternaria. El carácter, profundamente poético, es por supuesto contrastante con el del Allegro. Como suele suceder con Beethoven, el material temático resulta de mayor extensión y de superior cantabilidad, lo que hace algo más complejo su desarrollo y variación, procesos que suceden en la sección central. La inolvidable frase final es quizás el momento más personal y original de toda la obra. El último movimiento, un Molto allegro en si bemol mayor, es un rondó, lo que implica la recurrencia de un tema principal, particularmente memorable y de carácter marcadamente jocoso. En este rondó se vislumbra una macro-estructura ternaria con una sección central en modo menor que tiene efecto de oposición a las otras dos, concebidas «en espejo». Cerca del cierre, el compositor inserta una de esas bromas musicales que colocará en muchas otras obras orquestales, siempre en proximidades del final; en este caso, el instrumento solista sugiere la tonalidad de sol mayor, incorrecta para Abono Estelar | 45 Beethoven por Waldmüller piotr ilich chaikovski este contexto, hasta que la orquesta lo vuelve a conducir por el sendero armónico adecuado. El orgánico orquestal, relativamente camarístico, incluye una flauta, oboes, fagotes y cornos por dos, y las cuerdas usuales. La duración de la obra no alcanza la media hora. La obra se enmarca claramente en el estilo más «clasicista» de su creador, con la sombra del estilo «galante» de sus admirados Haydn y Mozart claramente perceptible. Sin embargo, por momentos, el explosivo temperamento personal del compositor llega a percibirse en algunos pasajes, cuyo dramatismo deja presagiar los desarrollos románticos posteriores en su producción. Sea como fuere, Beethoven jamás manifestó tener en demasiada estima su pieza, considerándola posiblemente un producto aún algo inmaduro de su fértil ingenio y el eslabón más débil de sus cinco conciertos para piano. En cualquier caso la obra, con los años, se estableció sólidamente en el repertorio concertístico universal y hasta nuestros días sigue siendo fuente de genuino goce estético. Chaikovski y su sinfonía La Sinfonía No. 4 en Fa menor, Opus 36, fue terminada en 1878 y estrenada ese mismo año en Moscú, bajo la 46 | Abono Estelar dirección de Nikolai Rubinstein. La obra fue dedicada a Nadezhda von Meck, amiga y mecenas de Chaikovsky, a quien el compositor confesó que la pieza reflejaba el final de su propio matrimonio, profundamente infeliz en razón de la condición homosexual del autor. Von Meck insistió para que el músico escribiera una explicación verbal de cada movimiento, creando así un «programa» para la Sinfonía, que es todo lo dramático que pueda imaginarse. El primer movimiento –de una longitud desproporcionada en relación al resto de la obra– comienza como Andante sostenuto en fa menor. La apertura del discurso está a cargo de los vientos, que exponen la “fanfarria del destino” (concepto evidentemente emparentado con el motivo del destino en la Quinta Sinfonía de Beethoven) tras lo cual nos conducen a una serie de acordes lentos caracterizados por una métrica sincopada, culminantes en dos acordes en fortissimo a toda orquesta. Tras esta inusual introducción, un cambio de compás, tempo y carácter nos lleva a la sección principal del movimiento, vertida en forma-sonata, con un primer tema con características de vals, expuesto por las cuerdas. La fanfarria mencionada regresa reiteradamente con función de “bisagra”, delimitando claramente las distintas secciones formales del movimiento. En su programa, Chaikovski explicitó que la fanfarria representa “el poder del destino que me impide alcanzar la felicidad”, agregando que contra ese poder “no hay nada que se pueda hacer más que someterse a él y lamentarse en vano” El primer movimiento es pues una descripción de lo que es la vida para el compositor: “una alternancia constante de dura realidad con breves sueños y visiones pasajeras de felicidad»; en esta visión de la existencia no hay refugio y todo termina con «el mar engulléndote y sumergiéndote en sus profundidades.” El movimiento lento es un Andantino in modo di canzona, en si bemol menor. El más intenso lirismo, indudablemente uno de los puntos fuertes de la creatividad del autor, es aquí soberano. La música comienza con la exposición del primer material temático por parte del oboe e incluye elementos musicales del movimiento anterior. Al respecto, Chaikovski escribió: “El segundo movimiento expresa el sentir melancólico que se apropia de nosotros al atardecer, cuando estamos solos y cansados por las fatigas del día.” El tercer movimiento es un Allegro en fa mayor; se trata de un scherzo, titulado Pizzicato ostinato. Utilizando un orgánico instrumental algo reducido en relación al disponible, el compositor hace que las cuerdas y en particular su pizzicato sean los protagonistas del discurso. El músico anotó sobre este fragmento: “El tercer movimiento no expresa sensaciones específicas: es un arabesco caprichoso, una aparición fugaz similar a esas que atrapan nuestra fantasía cuando se bebe un vaso de vino y uno se siente levemente alcoholizado.” El Finale es un Allegro con fuoco que comienza en fa mayor. Uno de los materiales temáticos incorporados en la música proviene de una canción popular rusa cuyo título puede ser traducido como En el campo había un abedul. A modo de estructura sinfónica cíclica, retorna con un dramatismo aún mayor la fanfarria del destino a cargo de los vientos. El programa de Chaikovski dice aquí: “El cuarto movimiento es un cuadro de fiesta popular. Apenas te has olvidado de ti, reaparece incansablemente el destino... ¡Pero en el fondo la vida es bella!” El orgánico orquestal consta de flautín más maderas por dos, cuatro cornos, dos trompetas, tres trombones, tuba, timbales, bombo, platillos, triángulo y cuerdas. La duración de la obra se acerca a los 45 minutos. La existencia de un programa y la lacerante intensidad expresiva de la música alejan definitivamente a Chaikovski del respeto por las formas musicales tradicionales hasta entonces. No es exagerado plantear que se llega aquí a una instancia de la historia de la música en la que la sinfonía comienza a luchar para poder contener en forma orgánica el acervo emotivo de la expresión personal de su autor. Los resultados de semejante pugna fueron, en ocasiones, crecientemente desequilibrados, hasta llegar a las sinfonías de Mahler, en las que las estructuras morfológicas del género son estiradas hasta el punto de ruptura. Este proceso planteaba problemas de naturaleza técnica, pues las largas y articuladas melodías de Chaikovski utilizaba como material temático resultaban de muy difícil elaboración en una sección de desarrollo de forma-sonata, contrariamente a lo que sucede con materiales más concisos y sencillos: el desarrollo se vuelve entonces, por fuerza, una suerte de variación, dejando de lado toda una serie de recursos de escritura hasta entonces usuales en la literatura instrumental. El propio compositor comentó por escrito algo al respecto, en una carta a su mecenas y amiga, admitiendo de alguna manera que su Cuarta era casi un híbrido entre sinfonía y poema sinfónico, a lo que se suma el elemento cíclico, recurrente y unificador de la fanfarria del destino. Estas características determinaron que el estreno de la pieza no fuera exitoso, lo mismo que sus primeras audiciones en los Estados Unidos y Alemania. Los estrenos en San Petersburgo y Cambridge, por el contrario, tuvieron mejor suerte. Abono Estelar | 47 “La entrada de los artistas” 4 CONCIERTO DE CÁMARA MÚSICA IRANÍ Y ÁRABE ENSAMBLE SHIRAZ KINAN AZMEH CLARINETE DINUK WIJERATNE PIANO CONCIERTO DE CÁMARA MÚSICA IRANÍ Y ÁRABE EnsAmble Shiraz y el arte del dúo I II Magham Shur Tamam Ashxar Im Elinar Magham Rast Pauwane Harkasi Persian Fire Dance KINAN Azmeh/DINUK Wijeratne After Bela (arr. basado en ‘Pe Loc’ de Béla Bartók) KINAN Azmeh November 22nd KINAN Azmeh Ibn Arabi’s Postlude DINUK Wijeratne The Learning Curve ENSAMBLE SHIRAZ Duduk / Ney Khosro Soltani Kemantche / Violonchelo KINAN Azmeh Airports DINUK Wijeratne Something There Kian Soltani Voz / Violonchelo Astrig Siranossian Voz / Daf Hamidreza Ojaghy EL ARTE DEL DÚO clarinete Kinan Azmeh piano Dinuk Wijeratne AGOSTO Martes 4 a las 20 Duración 50m aprox. Abono Estelar | 51 52 | Abono Estelar ENSAMBLE SHIRAZ KINAN AZMEH Dinuk Wijeratne Ensemble Shiraz El arte del dúo Creado en 2008, el ensamble Shiraz Rahavarde-Parsian se ha presentado en diversos conciertos de clase internacional en diversos lugares del mundo. Entre éstos, los más importantes y memorables han sido los de la Gran Muralla China en 2011 y en 2012 su presentación en vivo en la Radio Alemana en Weimar. En 2013 se presentaron en el Festival Sharq Taronalari en Samarkanda, Uzbekistan, uno de los más grandes del mundo. El ensamble aborda una combinación de música folklórica, tradicional y contemporánea de Irán que puede ser llamada “música iraní post-moderna”. El mensaje principal del ensamble es la paz y amistad mundial. Descripto como una “interpretación truinfal” por el Daily Star, “Complex Stories, Simple Sounds” es un proyecto de colaboración entre el premiado clarinetista y compositor sirio Kinan Azmeh y el pianista y compositor natural de Sri Lankan y canadiense Dinuk Wijeratne, ambos graduados de la Escuela Juilliard. El proyecto fusiona elementos del vocabulario árabe y del sudeste asiático con el lenguaje de la música académica y el jazz, creando un nuevo mundo sonoro que Marcel Khalife llamó “alas de aliento”. El dúo ha emprendido giras por los EE.UU., Europa y el Medio Oriente desde 2009. Abono Estelar | 53 5 ORQUESTA WEST-EASTERN DIVAN DANIEL BARENBOIM DIRECTOR ORQUESTA WEST-EASTERN DIVAN DANIEL BARENBOIM director I Ludwig van Beethoven (1770-1827) Triple concierto para violín, violonchelo y piano en Do mayor, Op. 56 I.Allegro II.Largo (attaca) III.Rondó alla polacca violín Guy Braunstein (Israel) violonchelo AGOSTO VIERNES 7 a las 20 SÁBADO 8 a las 20 Duración 1h 50m aprox. Kian Soltani (Irán) II Arnold Schönberg (1874-1951) Pelleas und Melisande, Op. 5 Die Viertel ein wenig bewegt-zögernd Heftig Lebhaft Sehr rasch Ein wenig bewegt Langsam Ein wenig bewegter Sehr langsam Etwas bewegt In gehender Bewegung Breit piano Daniel Barenboim I Piotr Ilich Chaikovski (1840-1893) Sinfonía No. 4 en Fa menor, Op. 36 AGOSTO SÁBADO 8 a las 12 (Función exclusiva para estudiantes) Duración 45m aprox. I.Andante sostenuto . Moderato con anima II.Andantino in modo di canzona III. Scherzo: Pizzicato ostinato IV. Finale: Allegro con fuoco Abono Estelar | 57 DE ALEMANIA AL MUNDO COMENTARIOS Por Carlos Singer Beethoven: Triple concierto El Triple Concierto ocupa un lugar bastante atípico dentro de la producción de Ludwig van Beethoven, que en la época en que concibe esta partitura, entre 1803 y 1804, hace muy poco tiempo ha completado páginas de la envergadura de la Sinfonía “Heroica” y la Sonata “Waldstein” y está por iniciar la composición de una obra de tan aplastante idiosincrasia como la Sonata “Appassionata”. Frente a estos ejemplos, el tono amable y complaciente de esta partitura, así como rasgos mundanos, donde predominan las buenas maneras, parece bastante alejado del conflicto habitualmente inherente a los conciertos del músico alemán en su período maduro, en los que hay una creciente tendencia a dramatizar la relación solista/orquesta. El Triple Concierto se inscribe así como una página mucho más cercana, en escritura y espíritu, a las características de la sinfonía concertante, género híbrido surgido hacia mediados del Siglo XVIII, que floreció entre 1770 y 1810 y desapareció casi por completo a partir de 1820/30. El nombre implica una sinfonía con importantes y extensas partes solistas para dos, tres o más instrumentos concertantes, aunque su forma está más cercana al concierto que a la sinfonía. Típico exponente del período clásico, por lo general no es vehículo para la expresión de emociones profundas o intensas; su carácter tiende más bien a lo despreocupado y el clima que prevalece es relajado, gracioso y alegre. Sin duda Beethoven tuvo bien en cuenta este género, ya que el autógrafo de la partitura para piano dice Konzertant Konzert mientras las partes instrumentales la denominan Grand Concerto Concertant, aunque la escala de la obra, su retórica heroica así como la brillantez orquestal la ubican muy por encima de lo habitual en este tipo de trabajos. Otro reto que Beethoven debió superar fue la combinación de música de cámara y concierto. Los tres solistas conforman un tradicional trío con piano, aunque son a su vez ejecutantes individuales. Un problema que en este caso se complicó por los instrumentistas específicos que el autor tuvo en mente cuando escribió el Triple Concierto, dado que no eran artistas de estatura musical equivalente. La parte de piano fue pensada para su discípulo preferido, el Archiduque Rodolfo –que también alcanzó cierto relieve como compositor− pero que por esos tiempos contaba apenas con 16 años de edad y no era para nada un virtuoso del teclado; Abono Estelar | 59 “Los grandes compositores no eran solamente maestros de armonía, contrapunto y melodía, sino que tenían algo importante que decir y lo decían a través de la música” ludwig van beethoven en 1803, ÉPOCA DE COMPOSICIÓN DEL TRIPLE CONCIERTO. la de violín fue creada para Carl August Siedler, un músico competente, no más, del círculo íntimo del Archiduque. El chelista, en cambio, era Anton Kraft, uno de los más célebres virtuosos de la época, que formó parte de la orquesta del Príncipe Esterházy con Haydn, que escribió para él el Concierto en Re Mayor. Por esta razón el cello lidera con claridad el trío y presenta el material temático en todos los movimientos; en el segundo su tesitura es excepcionalmente alta, otorgando así atención adicional al tema cantable. El Triple Concerto en Do mayor, Op. 56, al que Carl Czerny, alumno y amigo del compositor calificó de “grande, tranquilo, animado y armonioso” tuvo un estreno privado en 1804 en casa de uno de los mecenas de Beethoven en esos años, el Príncipe Franz von Lebkowitz, al que está dedicado; la única ejecución pública en vida del autor de la que se tiene noticia estuvo organizada por el violinista Ignaz Schuppanzigh en abril de 1808 en Viena. La obra se inicia con un Allegro de grandes dimensiones, casi tan extenso como los dos movimientos restantes en conjunto, debido al deseo del autor de otorgar similares posibilidades de expansión a los tres solistas por igual. Elaborado 60 | Abono Estelar en forma sonata, la orquesta presenta el material temático que luego elaboran los instrumentos solistas. El desarrollo descansa primordialmente en violín y violonchelo, con el piano incorporando elementos decorativos; hacia el final de esta sección el chelo, luego el violín, dejan oír con claridad un tema del Concierto para piano No. 3, compuesto en 1800 pero editado por esas fechas. La recapitulación es compartida entre orquesta y solistas derivando en una coda bastante dilatada y de conveniente brillantez. El Largo, en la remota tonalidad de La bemol mayor, funciona en realidad como una amplia introducción al tiempo final. Sobre un acompañamiento de cuerdas con sordina, el chelo presenta el motivo principal en una aguda tesitura; tras embellecer y prolongar un poco esa melodía un breve episodio dialogado de los solistas lleva sin pausa al último movimiento, un elegante Rondó alla Polacca. El ritmo de la polonesa está presente desde el comienzo, aunque la concepción beethoveniana de esta danza es más agradable y aristocrática que heroica. Tras dos episodios contrastantes (el primero muy contrapuntístico y el segundo con un diseño de claro carácter ascendente) la tercera aparición del tema Pelleas Y Melisande. Grabado de Edmund Blair Leighton del Rondó ofrece la sorpresa del compás binario. Una corta cadencia, totalmente escrita, conduce a una aparatosa coda donde la polonesa recupera su ritmo tradicional. Schönberg: Pelleas und Melisande De la producción del dramaturgo y ensayista belga Maurice Maeterlinck (1862-1949), principal exponente del teatro simbolista y Premio Nobel de Literatura en 1911, el título que más sedujo a los compositores fue Pelléas et Mélisande, un drama escrito en 1893 y estrenado en París el 17 de mayo de ese mismo año. Tanto Gabriel Fauré en 1896 como el escocés William Wallace en 1900 y Jean Sibelius en 1905 compusieron música incidental para diferentes representaciones de esa obra, pero sin duda la página más célebre que generó esa pieza teatral es la ópera que Claude Debussy elaboró en 1902. Es por esos años (19021903) cuando Schönberg escribe su primera partitura orquestal, un extenso poema sinfónico que lleva por título Pelleas und Melisande y al que asigna el número cinco dentro de su catálogo. En este período, las composiciones de Arnold Schönberg (1874-1951), bajo las influencias de la música de Wagner, Brahms, Mahler y Richard Strauss, se inscriben dentro de una tendencia posromántica de un cada vez más exacerbado cromatismo (que lo llevará años más tarde a la desintegración del sistema tonal) con páginas que toman elementos de otras corrientes artísticas, generalmente de la literatura, como el sexteto Noche Transfigurada, Op.4 de 1899 o la obra coral Paz en la Tierra, Op.13 de 1907 y otras en las que emplea un aparato orquestal de grandes dimensiones, como en Pelleas und Melisande o directamente descomunal, los Gurre-Lieder. Es precisamente Richard Strauss quien sugiere a Schönberg el Pelléas et Mélisande como argumento para una posible ópera. Strauss ha logrado que el joven músico, que en octubre de 1901 se había casado con Mathilde, la hija de su profesor de composición Alexander von Zemlinsky, abandonara sus poco atractivas tareas en Viena y ocupara desde diciembre de ese año un cargo docente en el acreditado Conservatorio Stern de Berlín. Aún desconociendo que Debussy estaba trabajando el mismo texto para su ópera, Schönberg decide no escribir una obra lírica sino un vasto, intrincado y sumamente complejo poema sinfónico programático al que denomina con el germánico titulo de Pelleas und Melisande, despojando a la pieza teatral de Abono Estelar | 61 Maeterlinck de sus acentos franceses, tanto en lo literal como en lo figurado. Completada en febrero de 1903, la magna partitura se estrenó en la Gran Sala de la Musikverein de Viena el 25 de enero de 1905 dirigida por el autor. Para esta creación Schönberg (que recién comenzó a usar la grafía ‘Schoenberg’ a partir de 1934, cuando emigró a los Estados Unidos) requiere una orquesta de dimensiones muy grandes: flautín y tres flautas; tres oboes y corno inglés; tres clarinetes más clarinete en Mi Bemol y clarinete bajo, tres fagotes y contrafagot; ocho cornos, cuatro trompetas, cinco trombones, tuba, timbales, percusión (compuesta de bombo, platillos, tambor, glockenspiel, tam-tam y triángulo) dos arpas y cuerdas. En palabras del compositor “he tratado de reflejar cada detalle del magnífico drama de Maeterlinck, con excepción de unas pocas omisiones y mínimos cambios en el orden de las escenas. Quizás, como a menudo sucede “Ante una sinfonía de Beethoven son todos iguales...” en música, otorgué mayor espacio a las escenas de amor”. Schönberg concentró su interpretación −que toma la forma de un extenso poema sinfónico, con una latente estructura en varias secciones, donde el concepto de movimiento de sonata y de sonata cíclica están interconectados− en los caracteres de Golaud, Mélisande y Pelléas así como en su predestinada relación dentro de un mundo indefinido tanto en tiempo como en espacio, en el que el contacto físico está implícito pero no concreto. El poema sinfónico Pelleas und Melisande se abre con una introducción lenta que describe el sombrío bosque en el que el príncipe Golaud encuentra a la misteriosa Mélisende; la primera parte, como si de un allegro de sonata se tratara, brinda una amplia exposición temática: el motivo de Golaud es anunciado por tres cornos, la delicada Mélisende por una figura descendente del oboe que completa el corno inglés; estos dos temas y el motivo del “destino” (ya escuchado antes, en el clarinete bajo) se alternan y mezclan con el que representa a Pelléas, medio-hermano de Golaud, que se inicia en trompeta con sordina para luego desplegarse en un heroico pronunciamiento de toda la orquesta o el apasionadamente emotivo del “despertar del amor” entre los protagonistas, que reaparecerá con insistencia a todo lo largo de la partitura. Una transición que comienza a desarrollar este material lleva a la segunda parte de la obra, que hace las veces de scherzo. El episodio en que Mélisende, paseando con Pelléas juguetea con su anillo de bodas que pierde en una fuente aparece obviamente reflejado en esta sección que semeja un scherzo; siguen dos episodios más lentos, primero un romántico interludio, Mélisande peina sus cabellos, que caen en cascada y son acariciados por el arrobado Pelléas y después la escena en los sótanos del castillo, con sus siniestros glissandi de trombones, cuando Golaud amenaza a su hermano. Una introducción precede al punzante Adagio, un dúo de amor sin palabras que es el epicentro del poema sinfónico; el éxtasis crece hasta un estremecedor clímax. En el momento en que ellos se abrazan, Golaud se abalanza sobre Pelléas y lo hiere mortalmente con su espada. El subsecuente final es de clima oscuro, con ocasionales estallidos brillantes cuando Mélisenda, en su lecho de muerte, rememora momentos felices. Se recapitulan elementos de la introducción, la exposición y la escena de amor antes de desembocar en una importante coda con dos secciones, una marcha fúnebre ante la muerte de Mélisenda y un profuso, lacerante epílogo, que entreteje todos los temas principales de la obra, con especial relieve del motivo del destino. Pelleas und Melisande concluye desoladamente y se desvanece con un aire de resignación y reposo. Abono Estelar | 63 6 CONCIERTOS PARA LA CONVIVENCIA QUINTETO DE METALES DE LA ORQUESTA WEST-EASTERN DIVAN CONCIERTOS PARA LA CONVIVENCIA QUINTETO DE METALES DE LA WEST-EASTERN DIVAN Witold Lutoslawski Mini Overture Lior Shambadal Rondo para quinteto de bronces Jan Koetsier Kleiner Zirkusmarsch Johann Sebastian Bach Contrapunctus I Kareem Roustom Tesserae para quinteto de bronces Enrique Crespo Suite Americana Anton Bruckner Locus Iste Steven Verhelst Monunmental Etude José Carli Estampas de Palermo En una apuesta a la unión del género humano, más allá de ideologías, credos o razas, Daniel Barenboim y la Orquesta West-Eastern Divan se presentarán en Buenos Aires en una mezquita, una sinagoga y una iglesia católica, a la par que ofrecerán en el Teatro Colón música iraní y árabe. Una muestra práctica de la posibilidad de la paz y la valoración de culturas a través de la música y del empeño de sus hacedores. AGOSTO DOMINGO 2 a las 20.30 Centro Islámico de la República Argentina Avenida San Juan 3053 miércoles 5 a las 19.30 Templo Libertad 799 jueves 6 a las 19.30 Catedral Metropolitana Avenida Rivadavia y San Martín Duración 50m aprox. Abono Estelar | 67 7 DIÁLOGO DE MÚSICA Y REFLEXIÓN DIÁLOGO DE MÚSICA Y REFLEXIÓN Daniel Barenboim Felipe González Daniel Goldman Omar Abboud Guillermo Marco Moderador Hugo Sigman Reiterando la fructífera experiencia de diálogo y pensamiento realizada el año pasado en la sala principal del Teatro Colón, frente a un variado público que siguió con atención las alternativas del coloquio, el ex premier español y el gran músico argentino sumarán a representantes del catolicismo, el judaísmo y el Islam para renovar la experiencia de pensar en voz alta la realidad mundial. AGOSTO SÁBADO 1 a las 20 Duración 1h aprox. Abono Estelar | 71 Staff Escenotécnico ACOMPAÑAN AL TEATRO COLÓN EN SU TEMPORADA 2015 antonio Gallelli | coordinador general Jefe TÉcnico Escenario Efectos Escénicos Pintura y Artesanía Teatral Alberto Azzinari Ricardo Giménez Claudia Vega CoordinaciÓn de Vestuario Escenografía Prevención riesgos escénicos Blanca Ocampo Enrique Dartiguepeyrou Alberto Luna ProduccIÓn EscenotÉcnica Escultura Redes y comunicación escénica Verónica Cámara Claudia Valerga Cristian Escobar ProduccIÓn Ejecutiva Herrería teatral Sastrería teatral Jorge Negri José Di Pietrantonio Stella Maris López Asistencia de ProduccIÓn Infraestructura escénica Tapicería Omar Duca Arq. 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