Nota completa Las tareas del Partido Comunista de China en

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MARZO 2012
206
CUADERNOS
DE DIFUSION
DEL MARXISMO
LENINISMO
MAOISMO
SUPLEMENTO
servir al pueblo
Semanario del
Partido Comunista
Revolucionario
de La Argentina
Mao
Las tareas
de la revolución
Presentación
La línea de hegemonía proletaria en la revolución
democrática, que implica que el proletariado y su
partido tengan una política y propuestas específicas para
dirigir al conjunto de las clases revolucionarias en esa
etapa de la revolución, se fundamenta en la teoría de la
revolución permanente o ininterrumpida y por etapas que
proclamaron Marx y Engels en 1850.
Dicha teoría fue desarrollada posteriormente por Lenin y
Stalin, en base a la experiencia de la Revolución Rusa,
confrontándola con la caricatura que de la misma hizo
Trotski. Éste subestimaba en particular el potencial
revolucionario de las masas campesinas, como parte de la
subestimación de la capacidad del proletariado para
dirigir a las clases y capas posibles de ser aliadas en la
revolución. En nombre de una “revolución permanente”,
que inexorablemente haría desembocar la revolución
democrática en la revolución socialista, los trotskistas dejan
de lado la pelea por la hegemonía del proletariado en la
revolución democrática, condición imprescindible para el
triunfo de ésta y para su posterior tránsito a la revolución
socialista.
Como señaló Mao al respecto: “Es una ley marxista el que
sólo se puede llegar al socialismo pasando por la etapa de la
democracia” (“Sobre el gobierno de coalición”, Obras escogidas de Mao Tsetung, tomo 4, pág. 238).
Los trabajos de Mao que aquí presentamos son parte
del valioso aporte que, en la experiencia de la revolución
dirigida por el Partido Comunista de China hizo a la
teoría de la revolución ininterrumpida y por etapas,
con particular vigencia para los países coloniales,
semicoloniales y dependientes (véase además para este
tema, los Cuadernos números 24, 28, 60, 69 y 163). n
2 / mao / las tareas de la revolución
mao tsetung
Las tareas del Partido
Comunista de China
en el período de la
resistencia al Japón
*
3 de mayo de 1937
(Extracto)
NUESTRA RESPONSABILIDAD
DE DIRIGIR
16. La burguesía china, que en determinadas circunstancias históricas
puede participar en la lucha contra el
imperialismo y el feudalismo, vacila y
claudica en otras debido a su debilidad
económica y política. Esta es una ley
ya confirmada en la historia de China.
De tal manera, por veredicto de la historia, la tarea de la revolución demo-
crático-burguesa antiimperialista y
antifeudal no puede cumplirse bajo la
dirección de la burguesía sino únicamente bajo la del proletariado.
Además, sólo poniendo en pleno
juego dentro de la revolución democrática la perseverancia y la consecuencia del proletariado, se podrá
superar la vacilación y la inconsecuencia inherentes a la burguesía y prevenir el aborto de la revolución. ¿Debe el
proletariado seguir a la burguesía, o
* Informe del camarada Mao Tsetung ante la Conferencia Nacional del Partido Comunista de China celebrada en Yenán en mayo de 1937.
suplemento
/ marzo 2012 / cuaderno 206 / 3
ésta al proletariado? Este problema, el
de a quién atañe la responsabilidad de
dirigir la revolución china, es la clave
de la cual depende el triunfo o fracaso
de ésta.
La experiencia de los años 19241927 muestra cómo la revolución
avanzaba cuando la burguesía seguía
la dirección política del proletariado,
y cómo fracasó cuando, en lo político,
el proletariado se convirtió en cola de
la burguesía, de lo cual fue responsable el Partido Comunista1. No debemos tolerar que se repita este hecho de
la historia. En las actuales circunstancias, sin la dirección política del proletariado y su partido no será posible
establecer el frente único nacional
anti- japonés, ni alcanzar los objetivos
de paz interna, democracia y resistencia armada, ni defender a la patria, ni
fundar una república democrática
unificada. Hoy, la burguesía, representada por el Kuomintang, aún se
muestra muy pasiva y conservadora, y
prueba de ello es su prolongada vacilación en aceptar el frente único nacional antijaponés, propuesto por el
Partido Comunista.
Por eso es tanto mayor la responsabilidad del proletariado y su partido de
ejercer la dirección política. Es un
deber inalienable y una responsabilidad ineludible del Partido Comunista
asumir las funciones de estado mayor
general en la guerra de resistencia contra el Japón para salvar a la nación.
17.¿Cómo ejerce el proletariado, a través de su partido, la dirección política
sobre todas las demás clases revolucionarias del país?
En primer lugar, plantea consignas
políticas fundamentales que correspondan al curso del desarrollo histórico, y,
para convertirlas en realidad, lanza consignas de acción para cada etapa de desarrollo, así como para cada acontecimiento importante. Hemos formulado, por ejemplo, consignas fundamentales como la de “Frente único
nacional antijaponés” y la de “República
democrática unificada”, y hemos formulando también las consignas de
“Poner fin a la guerra civil”, “Luchar por
la democracia” y “Resistir al Japón”,
como objetivos concretos para la acción
común de toda la nación. Sin objetivos
concretos como éstos, no puede haber
dirección política.
En segundo lugar, cuando todo el
país entra en acción en pos de estos objetivos, el proletariado y en especial su
vanguardia, el Partido Comunista,
deben dar el ejemplo en la realización
de dichos objetivos mostrando su ilimitado entusiasmo y devoción. En la lucha
por el cumplimiento de todas las tareas
del frente único nacional antijaponés y
de la república democrática, los comu-
1. Se refiere a la situación creada por la dirección oportunista del Comité Central del
Partido en la primera mitad de 1927.
4 / mao / las tareas de la revolución
Mao escribiendo un artículo en 1938. “[...] Sin la dirección política del proletariado
y su partido no será posible establecer el frente único nacional anti- japonés, ni
alcanzar los objetivos de paz interna, democracia y resistencia armada, ni defender
a la patria, ni fundar una república democrática unificada”.
nistas deben ser los más perspicaces, los
más dispuestos a sacrificarse, los más
firmes y los más capaces de apreciar las
situaciones sin ideas preconcebidas; y
deben apoyarse en la mayoría de las
masas y conquistar su apoyo.
En tercer lugar, ciñéndose al principio de no renunciar jamás a los objetivos políticos que se ha fijado, el Partido
Comunista debe establecer relaciones
apropiadas con sus aliados, y desarrollar y consolidar su alianza con ellos.
En cuarto lugar, el Partido Comunista debe engrosar sus filas y mantener su unidad ideológica y su rigurosa
disciplina. El Partido Comunista ejerce
su dirección política sobre todo el pueblo precisamente por medio del cumplimiento de todas estas condiciones.
Ellas constituyen la base que garantiza
nuestra dirección política y asegura el
triunfo completo de la revolución impidiendo que ésta sea socavada por el
carácter vacilante de nuestros aliados.
18.Una vez lograda la paz interna y establecida la cooperación entre los dos
partidos, deben introducirse modificaciones en las formas de lucha, de organización y de trabajo que en el pasado
adoptamos guiándonos por la línea seguida bajo el antagonismo entre los
dos Poderes. Esos cambios consisten
principalmente en pasar de las formas
militares a las pacíficas, y de las formas
ilegales a las legales. Dichos cambios
no serán fáciles de realizar y debemos
aprender de nuevo. Dar a los cuadros
suplemento
/ marzo 2012 / cuaderno 206 / 5
una nueva formación constituirá un
eslabón clave.
19. Muchos camaradas han preguntado por la naturaleza de la república
democrática y su porvenir. Nuestra
respuesta es la siguiente: en cuanto a
su naturaleza de clase, se trata de una
alianza de todas las clases revolucionarias, y respecto a su porvenir, puede ser
que avance hacia el socialismo.
Nuestra república democrática será
establecida en el curso del cumplimiento de las tareas de la resistencia
armada nacional, bajo la dirección del
proletariado y en la nueva situación internacional (con el socialismo victorioso en la Unión Soviética y en
vísperas de un nuevo período de la revolución mundial). Por lo tanto, aunque social y económicamente no
pasará de ser un Estado de carácter democrático-burgués, en términos políticos concretos, tendrá que ser un
Estado basado en la alianza de la clase
obrera, el campesinado, la pequeña
burguesía y la burguesía, y en esto se
distinguirá de las repúblicas burguesas
en general. Por eso, en lo que se refiere
a su porvenir, si bien es posible que
tome un rumbo capitalista, existe también la posibilidad de que se dirija
hacia el socialismo, y el partido del
proletariado chino debe luchar con
energía por esta última perspectiva.
20.Luchar contra la actitud de “puertas cerradas” y el aventurerismo y, al
6 / mao / las tareas de la revolución
mismo tiempo, contra el seguidismo,
es un requisito indispensable para llevar a efecto las tareas del Partido. En
el movimiento de masas, nuestro Partido ha tenido tradicionalmente la tendencia a una grave actitud de “puertas
cerradas”, a un sectarismo altivo y al
aventurerismo. Esta es una perniciosa
tendencia que dificulta la labor del
Partido de forjar el frente único nacional antijaponés y de ganarse a la mayoría de las masas. Es absolutamente
necesario eliminar esta tendencia en
cada uno de los sectores concretos de
nuestro trabajo. Lo que debemos hacer
es apoyarnos en la mayoría y tener en
cuenta la situación de conjunto. No toleraremos que renazca el seguidismo
de Chen Tu-siu, reflejo del reformismo
burgués en las filas del proletariado.
Rebajar la posición de clase del Partido, desdibujar su fisonomía y sacrificar los intereses de los obreros y campesinos a las necesidades del reformismo burgués, conduce indefectiblemente la revolución a la derrota. Lo
que debernos hacer es aplicar una
firme política revolucionaria y luchar
por la victoria total de la revolución democrático-burguesa.
A fin de superar las perniciosas tendencias a que nos hemos referido
arriba, es absolutamente imprescindible elevar el nivel teórico marxista-leninista de todo el Partido, porque el
marxismo-leninismo es la única brújula que puede guiar la revolución
china hacia la victoria. n
mao tsetung
Luchemos por
incorporar a millones
de integrantes de las
masas al Frente Único
Nacional Antijaponés
*
7 de mayo de 1937
(Extracto)
EL PROBLEMA DEL
PORVENIR DE LA REVOLUCIÓN
Algunos camaradas han planteado
este problema. Aquí sólo puedo responderles brevemente.
Cuando uno escribe un artículo,
debe terminar la primera parte antes
de comenzar la segunda. Dirigir resueltamente la revolución democrática
es la condición para la victoria del socialismo. Luchamos por el socialismo,
y esto es lo que nos distingue de los
simples partidarios de los Tres Principios del Pueblo revolucionarios. Nuestros actuales esfuerzos se orientan
* Conclusiones presentadas por el camarada Mao Tsetung en la Conferencia Nacional
del Partido Comunista de China celebrada en Yenán en mayo de 1937.
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/ marzo 2012 / cuaderno 206 / 7
hacia ese gran objetivo del porvenir; si
lo perdemos de vista, dejaremos de ser
comunistas. Pero también dejaremos
de serlo si disminuimos nuestros esfuerzos de hoy.
Somos partidarios de la teoría de la
transformación de la revolución1, estamos por la transformación de la revolución democrática en revolución socialista. La revolución democrática pasará
por varias etapas de desarrollo, todas
bajo la consigna de una república democrática. El paso de la preponderancia de la burguesía a la del proletariado
es un largo proceso de lucha, de lucha
por la hegemonía, cuyo éxito dependerá
de los esfuerzos del Partido Comunista
por elevar el nivel de conciencia política
y de organización tanto del proletariado
como de los campesinos y la pequeña
burguesía urbana.
El firme aliado del proletariado es
el campesinado, y en segundo término,
la pequeña burguesía urbana. Es la
burguesía la que se enfrenta con nosotros por la hegemonía.
Para superar la vacilación y la inconsecuencia de la burguesía, debemos
apoyarnos en la fuerza de las masas y en
una política correcta; de lo contrario, la
burguesía se impondrá al proletariado.
Esperamos que la transformación
sea incruenta, y debemos esforzarnos
por lograrlo, pero eso dependerá de la
fuerza que posean las masas.
Somos partidarios de la teoría de la
transformación de la revolución y no
de la teoría trotskista de la “revolución
permanente”2. Nos pronunciamos por
llegar al socialismo pasando por todas
las etapas necesarias del desarrollo de
la república democrática. Nos oponemos al seguidismo, pero también al
aventurerismo y a la precipitación.
Rechazar, con el pretexto de que
sólo será temporal, la participación de
la burguesía en la revolución, y calificar
de capitulación la alianza con los sectores antijaponeses de la burguesía (en
un país semicolonial) es un punto de
vista trotskista, con el que no podemos
estar de acuerdo. Actualmente, esta
alianza constituye, en realidad, un
puente que hay que atravesar en nuestra marcha hacia el socialismo.
EL PROBLEMA DE LOS CUADROS
Para dirigir una gran revolución, se
requiere un gran partido y muchos y
magníficos cuadros. En China, cuya
población asciende a 450 millones,
sería imposible llevar a cabo una gran
1. Véanse C. Marx y F. Engels, Manifiesto del Partido Comunista, IV; V. I. Lenin, Dos
tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática, 12 y 13; Compendio de
Historia del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS, cap. III, 3.
2. Véanse J. V. Stalin, Los fundamentos del leninismo, III; La Revolución de Octubre
y la táctica de los comunistas rusos, II; Cuestiones del leninismo, III.
8 / mao / las tareas de la revolución
Mao en Shanxi en 1944. “Somos partidarios de la teoría de la transformación
de la revolución, estamos por la transformación de la revolución democrática en
revolución socialista”.
suplemento
/ marzo 2012 / cuaderno 206 / 9
revolución, una revolución sin precedentes en la historia, si sólo hubiera,
para dirigirla, un estrecho y pequeño
grupo de gente, o si en el Partido no
hubiese más que dirigentes y cuadros
incompetentes, miopes y con ideas
mezquinas.
El Partido Comunista de China es
desde hace mucho tiempo un partido
grande y lo sigue siendo a pesar de las
pérdidas sufridas durante el período de
la reacción; cuenta con muchos buenos dirigentes y cuadros, pero éstos
aún no son suficientes.
Nuestro Partido debe extender sus
organizaciones a todo el país, formar
conscientemente a decenas de miles de
cuadros y disponer de centenares de
excelentes dirigentes de masas. Deben
ser cuadros y dirigentes versados en
marxismo-leninismo, perspicaces en lo
político, competentes en el trabajo, impregnados de espíritu de sacrificio, capaces de resolver independientemente
los problemas, indoblegables ante las
dificultades y fieles en su servicio a la
nación, a la clase y al Partido.
Apoyándose en estos cuadros y dirigentes, el Partido asegurará su ligazón
con la militancia y con las masas, y
apoyándose en la firme dirección de
ellos sobre las masas, el Partido logrará
vencer al enemigo. Ser ajenos al egoísmo, al heroísmo individualista y la ostentación, a la indolencia y la pasividad, al sectarismo altanero, y ser desinteresados héroes de la nación y de
la clase: he aquí las cualidades y el es-
10 / mao / las tareas de la revolución
tilo de trabajo que deben tener los militantes, cuadros y dirigentes de nuestro Partido.
Esta es la herencia espiritual que nos
han legado las decenas de miles de
miembros del Partido, los millares de
cuadros y las decenas de excelentes dirigentes que han dado su vida por
nuestra causa. Sin lugar a duda; debemos adquirir esas cualidades, para formarnos mejor y elevarnos a un nivel
revolucionario más alto.
Pero esto no es suficiente; tenemos
todavía otra tarea: descubrir un gran
número de nuevos cuadros y dirigentes en el Partido y en el país. Nuestra
revolución depende de los cuadros.
Como dijo Stalin, “los cuadros lo deciden todo”3.
EL PROBLEMA DE LA
DEMOCRACIA DENTRO
DEL PARTIDO
Para alcanzar esos objetivos, es necesaria la democracia dentro del Partido. Si se desea que el Partido sea
fuerte, hay que aplicar el centralismo
democrático para desplegar la iniciativa de todos sus miembros.
En el período de la reacción y de la
guerra civil, el centralismo fue más
pronunciado.
En el nuevo período, debe estar estrechamente ligado a la democracia.
Mediante la práctica de la democracia,
desarrollaremos la iniciativa de toda la
militancia. Mediante el desarrollo de
esta iniciativa, formaremos una gran
cantidad de nuevos cuadros, liquidaremos las supervivencias del sectarismo y daremos al Partido una
unidad tan fuerte como el acero.
ción; solamente con la unidad de toda
la clase y de toda la nación se podrá
vencer al enemigo y dar cima a la revolución nacional y democrática.
UNIDAD DE LA CONFERENCIA
Y DE TODO EL PARTIDO
LUCHEMOS POR INCORPORAR A
MILLONES DE INTEGRANTES DE
LAS MASAS AL FRENTE ÚNICO
NACIONAL ANTIJAPONES
Después de dar algunas explicaciones, las diferencias de opinión que se
manifestaron en el curso de la Conferencia sobre problemas políticos han
dejado lugar a un acuerdo, y las divergencias que existieron entre la línea
del Comité Central y la línea de retirada encabezada por ciertos camaradas, también han sido resueltas4, lo
cual demuestra que nuestro Partido
está sólidamente unido.
Esta unidad constituye la base más
importante de la actual revolución nacional y democrática, porque solamente con la unidad del Partido
Comunista se podrá alcanzar la unidad de toda la clase y de toda la na-
Nuestra justa orientación política y
nuestra sólida unidad tienen por objetivo incorporar a millones de integrantes de las masas al frente único
nacional antijaponés.
Las grandes masas del proletariado,
de los campesinos y de la pequeña burguesía urbana necesitan nuestro trabajo de propaganda, agitación y
organización. Se requieren mayores
esfuerzos de nuestra parte para establecer una alianza con los sectores antijaponeses de la burguesía. Para que
las masas hagan suya la política del
Partido, aún debernos realizar esfuer-
3. Véase el “Discurso pronunciado en el Palacio del Kremlin, ante la promoción de mandos salidos de las academias del Ejército Rojo” (mayo de 1935), en el que Stalin dijo:
“[. . .] de todos los valiosos capitales que existen en el mundo, el capital más precioso
y decisivo lo constituyen los hombres, los cuadros. Es necesario que se comprenda
que, en nuestras actuales condiciones, ‘los cuadros lo deciden todo’”.
4. Se hace referencia aquí a las divergencias existentes de 1935 a 1936 entre la línea del
Comité Central del Partido y la línea de retirada de Chang Kuo-tao. Véase “Sobre la
táctica de la lucha contra el imperialismo japonés”, nota 23, en el presente tomo. Al
decir que “las divergencias [. . .] han sido resueltas”, el camarada Mao Tsetung se refería a la reunión de las fuerzas del Ejército del IV Frente con el Ejército Rojo Central.
En cuanto a la traición abierta de Chang Kuo-tao al Partido y su degeneración en contrarrevolucionario, hecho que se produjo posteriormente, ya no fue una cuestión de
divergencias sobre la línea del Partido, sino un acto de traición individual.
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/ marzo 2012 / cuaderno 206 / 11
zos prolongados y continuos, inflexibles y enérgicos, arduos y tenaces, pacientes y perseverantes. Sin tales
esfuerzos, no conseguiremos nada.
La formación y consolidación del
frente único nacional antijaponés, el
cumplimiento de las tareas de este
frente y el establecimiento de una república democrática en China son absolutamente inseparables de esos
esfuerzos por ganar a las masas.
Si, gracias a esos esfuerzos, logramos reunir bajo nuestra dirección a
millones de integrantes de las masas,
podremos cumplir pronto nuestra
tarea revolucionaria. Con nuestros
esfuerzos aplastaremos sin duda alguna al imperialismo japonés y lograremos la completa emancipación
nacional y social. n
Acto y discursos durante la marcha del Octavo Ejército, en 1938. “Ser ajenos al
egoísmo, al heroísmo individualista y la ostentación, a la indolencia y la pasividad,
al sectarismo altanero, y ser desinteresados héroes de la nación y de la clase: he
aquí las cualidades y el estilo de trabajo que deben tener los militantes, cuadros y
dirigentes de nuestro Partido”.
12 / mao / las tareas de la revolución
mao tsetung
La revolución china
y el Partido
Comunista de China
*
Diciembre de 1939
(Extracto)
6. LAS PERSPECTIVAS
DE LA REVOLUCION CHINA
Aclaradas las cuestiones básicas –naturaleza de la sociedad china, y blancos,
tareas, fuerzas motrices y carácter de la
revolución china en la presente etapa–,
resulta fácil comprender el problema de
las perspectivas de la revolución china,
es decir, el problema de la relación entre
la revolución democrático-burguesa y la
revolución socialista proletaria, la relación entre las etapas presente y futura
de la revolución.
* Libro de texto escrito por el camarada Mao Tsetung en el invierno de 1939 con la colaboración de algunos camaradas de Yenán. El primer capítulo: “La sociedad china”,
fue redactado por éstos y revisado por el camarada Mao Tsetung, quien por su parte,
escribió el segundo: “La revolución china”. Un tercer capítulo proyectado: “La construcción del partido”, quedó inconcluso, pues los encargados de su redacción no pudieron acabarlo. Con todo, los dos capítulos presentes, en especial el segundo, han
tenido gran importancia para la educación del Partido Comunista de China y el pueblo chino. Los puntos de vista del camarada Mao Tsetung sobre la nueva democracia, expuestos en este segundo capítulo, habían de ser considerablemente desarrollados en su trabajo “Sobre la nueva democracia”, escrito en enero de 1940.
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Dado que la revolución democrático-burguesa de China en la etapa actual no es del tipo viejo, corriente, sino
que es una revolución democrática de
tipo nuevo, particular, una revolución
de nueva democracia, y que la revolución china se desarrolla en la nueva situación internacional de los años 30 y
40 del siglo XX, caracterizada por el
ascenso del socialismo y la declinación
del capitalismo, en la época de la Segunda Guerra Mundial y en un período de revoluciones, no cabe duda de
que la perspectiva final de la revolución china no es el capitalismo, sino el
socialismo y el comunismo.
Dado que en la presente etapa de la
revolución china nos proponemos terminar con la condición colonial, semicolonial y semifeudal de la sociedad
actual, o sea, luchar por la realización
completa de la revolución de nueva democracia, es de suponer, y nada tiene
de sorprendente, que la economía capitalista se desarrolle en cierta medida
en la sociedad china después de la victoria de la revolución, porque ésta
habrá barrido los obstáculos para el
desarrollo del capitalismo.
Un resultado inevitable de la victoria
de la revolución democrática en China,
país económicamente atrasado, será
cierto desarrollo del capitalismo. Sin
embargo, éste constituirá sólo uno de
los resultados de la revolución china, y
no todos.
En suma, sus resultados serán el
desarrollo tanto de elementos de capi-
14 / mao / las tareas de la revolución
talismo como de elementos de socialismo. ¿Cuáles son estos últimos? El
creciente peso específico del proletariado y del Partido Comunista entre las
fuerzas políticas del país, la hegemonía
del proletariado y del Partido Comunista reconocida o susceptible de ser
reconocida por el campesinado, la intelectualidad y la pequeña burguesía
urbana, y el sector estatal en la economía de la república democrática y el
sector cooperativo perteneciente al
pueblo trabajador. Todos éstos son elementos de socialismo.
Como, además, la situación internacional es favorable, muy probablemente la revolución democrático-burguesa china evitará finalmente el camino capitalista y desembocará en el
socialismo.
7. LA DOBLE TAREA DE LA
REVOLUCION CHINA Y
EL PARTIDO COMUNISTA
DE CHINA
Resumiendo las anteriores secciones
del presente capítulo, podemos ver que
la revolución china, considerada en su
conjunto, tiene una doble tarea. Dicho
de otra manera, comprende una revolución democrático-burguesa (la revolución de nueva democracia) y una
revolución socialista proletaria, la revolución de la presente etapa y la de la
etapa futura.
En el cumplimiento de esta doble
tarea revolucionaria, la dirección incumbe al Partido Comunista de China,
partido del proletariado chino; sin su
dirección ninguna revolución puede
triunfar.
Dar cima a la revolución democrático-burguesa (la revolución de nueva
democracia) y, cuando estén dadas
todas las condiciones necesarias,
transformarla en una revolución socialista, he aquí en su totalidad la
grande y gloriosa tarea revolucionaria
del Partido Comunista de China.
Todos los miembros del Partido deben
luchar por su cumplimiento y en ningún caso dejarla a medio camino.
Algunos militantes políticamente
inmaduros piensan que nuestra tarea
se limita a la actual revolución democrática y no incluye la futura revolución socialista, o creen que la presente
revolución o la revolución agraria son
ya la revolución socialista. Hay que subrayar que estos puntos de vista son
erróneos.
Todo comunista tiene que saber que,
tomado en su conjunto, el movimiento
revolucionario chino dirigido por el
Partido Comunista de China abarca
dos etapas: la revolución democrática
y la socialista. Se trata de dos procesos
revolucionarios cualitativamente distintos, y sólo después de consumado el
primero se puede pasar al cumplimiento del segundo. La revolución democrática es la preparación necesaria
para la revolución socialista, y la revolución socialista es la dirección inevitable para el desarrollo de la
revolución democrática. El objetivo
final por el cual luchan todos los comunistas es la instauración definitiva
de la sociedad socialista y de la comunista. Sólo comprendiendo tanto las
diferencias como las interconexiones
entre la revolución democrática y la revolución socialista, podremos dirigir
correctamente la revolución china.
Fuera del Partido Comunista de
China, ningún otro partido (burgués o
pequeñoburgués) está a la altura de la
tarea de dirigir hasta su consumación
las dos grandes revoluciones de China,
la democrática y la socialista. Desde el
mismo día en que nació, el Partido Comunista de China ha tomado sobre sí
esta doble tarea, y durante dieciocho
años cabales ha venido luchando arduamente por su cumplimiento.
Esta es una tarea gloriosísima, pero
al mismo tiempo muy dura. Será imposible cumplirla sin un Partido Comunista de China bolchevizado que
abarque todo el país, tenga un amplio
carácter de masas y esté plenamente
consolidado en los terrenos ideológico, político y organizativo. Por lo
tanto, es deber de cada comunista
tomar parte activa en la construcción
de un Partido así. n
suplemento
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cuadernos de difusión del marxismo–leninismo–maoísmo
Otros trabajos
de
Mao Tsetung
en esta
colección
2 La práctica. 5 Servir al pueblo. 8 El conocimiento. 10 El partido. 11 La juventud. 16 Que se
abran cien flores. 19-20 Arte y literatura I y II. 21 El movimiento campesino. 22 La prensa
partidaria. 24 La nueva cultura. 28 La nueva democracia. 31 Los comités de Partido. 32 Sobre
la dialéctica. 33 La particularidad de la contradicción. 36 Reformemos nuestro estudio.
37 Dialéctica del conocimiento. 39 Dos tipos de contradicciones. 40 Contra el liberalismo.
42 Contra el subjetivismo. 43 Contra el sectarismo. 51-52 Problemas de filosofía I y II.
53 Estudio de la guerra. 56 El centralismo democrático. 57 Guerra y política. 60 Papel del
Partido. 67 Stalin. 69. Democracia popular. 71 Línea de masas. 73-74 La contradicción I y II.
77 Las ideas erróneas. 78 Algunas experiencias. 86 La propaganda. 95 La democracia.
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La revolución continuada / 173 Mao: Como tratar los errores / 174 O. Vargas: La lucha de ideas / 175 P.C. de China:
Dos caminos en el socialismo / 176–177 N. Podvoiski: Lenin y la insurrección / 178 Lenin: Los revolucionarios y los
compromisos / 179 PCR: El clasismo revolucionario / 180–181 Lenin: Sobre el sindicalismo (1 y 2) / 182 Mao: Corrijamos
las ideas y métodos erróneos / 183-184-185-186 Lenin: El Estado y la revolución (1, 2, 3 y 4) / 187-188 PCR: El caracter de
la revolución (1 y 2) / 189-190 Serge: Sobre la represión (1 y 2) / 191-192 Lenin: Sobre el antiparlamentarismo (1 y 2) /
193-194 PCR: La rebelión agraria (1 y 2) / 195 Guevara: La conciencia revolucionaria / 196-197 Vargas: El marxismo y la
revolución argentina / 198-199 Lenin: Los revolucionarios y las elecciones (1 y 2) / 200 Lenin: Los revolucionarios y los
pactos electorales / 201 Lenin: Organización sindical y organización revolucionaria / 202-203 Mao: Combatir las frases
hechas del Partido (1 y 2) / 204 Engels: El origen de las clases / 205 Engels: El origen del Estado.
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