Artes y artistas plásticos en la literatura

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Artes y artistas plásticos
en la literatura
ISABEL HERNÁNDEZ
Personajes de cuadros que cobran
vida al anochecer, un fotógrafo de
guerra que se retira a pintar un
fresco en las paredes de un faro
abandonado y un profesor de arte
que es testigo de un asesinato. Son
las historias de las obras literarias
que leen en este colegio murciano,
para luego presentarlas oralmente y
con diapositivas, a otros cursos,
durante la Semana cultural.
El grupo de 2º de Bachillerato atiende al montaje sobre dos obras de Buero Vallejo:
Las Meninas y El sueño de la razón.
Literatura / Arte / Nuevas Tecnologías /
Lengua y literatura española / Expresión
oral / Expresión escrita / Semana
cultural / Isabel Hernández López /
Lengua y literatura castellana
ISABEL HERNÁNDEZ LÓPEZ
Profesora de Lengua y Literatura castellana
en el IES Vega del Táder,
de Molina de Segura (Murcia).
Correo-e: [email protected]
E
s martes, 29 de abril de 2008, y el
instituto Vega del Táder, de Molina
de Segura, celebra su Semana cultural, dedicada a las artes plásticas. Ángel
y Vanesa acaban su exposición y regresan
satisfechos con José Luis, el responsable
del Departamento de Actividades Com-
plementarias y Extraescolares (DACE), que
los ha ayudado a cargar con los bártulos
necesarios: el portátil, el videoproyector
y un prolongador. Ahora les toca a Irene,
Patricia, Carmen y Eduardo. Nos dirigimos
a la clase de Historia del Arte de segundo
de Bachillerato. Lo montamos todo en
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unos minutos y las tres alumnas empiezan
a explicar dos obras teatrales de Buero
Vallejo, Las Meninas y El sueño de la razón,
mientras van pasando a su ritmo las diapositivas. Las aplauden al finalizar. Luego
Eduardo les habla de El paraíso en la otra
esquina, de Mario Vargas Llosa, y va desgranando los avatares de la vida del pintor
Gauguin con la ayuda de una presentación
en PowerPoint. Cuando concluye, lo aplauden a rabiar. No es sólo que les haya interesado la exótica existencia del pintor;
es que Eduardo se ha desenvuelto con
gran seguridad, dominando con maestría
sus accesos de tartamudez.
Esta gira por el instituto es la aportación
que los alumnos y alumnas de Lengua y
Literatura castellana de un grupo de primero de Bachillerato hacen a la Semana
cultural del centro: exposiciones orales y
con PowerPoint sobre obras literarias que
tienen como tema o motivo de inspiración
las artes o los artistas plásticos. Aunque
éste no es un contenido que figure como
tal en el currículo de primero de Bachillerato, le damos cabida en el apartado de
la programación didáctica dedicado a las
lecturas voluntarias que los alumnos rea-
experiencias
bachillerato
lizan para mejorar sus calificaciones, cuando se nos anuncia que la Semana cultural
del curso 2007-2008 estará dedicada a las
artes plásticas.
El contexto es doblemente apropiado,
por un motivo casual y por otro calculado.
Por una parte, la experiencia va dirigida a
un grupo, en general, motivado y receptivo, a lo que se une el hecho de que el
trabajo, que es voluntario, tiene su reflejo
en las notas. Por otra, se incluye en el programa de la Semana cultural del centro,
lo que le da una repercusión más amplia
y provoca que los alumnos y alumnas participantes afronten el reto de salir de su
grupo y enfrentarse a otros.
Los objetivos de la experiencia se pueden resumir en tres: fomentar la lectura
como actividad para el enriquecimiento
cultural y el ocio, propiciar el uso de las
nuevas tecnologías en el tratamiento didáctico de las obras literarias y desarrollar
la expresión oral en su vertiente de exposición en público. Y sus referentes pedagógicos serían todas aquellas tendencias
que fomentan el protagonismo del alumnado y el cambio de un rol de receptor
pasivo a otro de presentador de conoci-
mientos, tradicionalmente reservado al profesorado, que en esta experiencia, pasa
a desempeñar el papel de organizador y
coordinador de las actividades con la aportación de orientaciones y modelos que
hagan asequible y apetecible el reto.
Selección y reparto de las obras
Lo primero que hay que hacer es buscar
obras literarias de cualquier género que
tengan como tema las artes o los artistas
plásticos. Ello requiere una labor de investigación para ampliar la lista de las más
conocidas, como A la pintura, de Rafael
Alberti, o Las Meninas y El sueño de la
razón, de Antonio Buero Vallejo. Dada la
inexistencia de un listado ya publicado,
parto de mis propias lecturas, de una amplia consulta a amigos y compañeros del
departamento y de solicitar sugerencias
en un foro del Centro Virtual Cervantes.
La pintura es el arte más abundantemente representado en la literatura, y en ella
se centra el catálogo de títulos seleccionados, la mayoría escritos en el siglo XX
y entre los que incluimos alguna obra no
Títulos seleccionados
Rafael Alberti
Noche de guerra en el museo del Prado
A la pintura
Antonio Buero Vallejo
Las Meninas
El sueño de la razón
Manuel Mújica Láinez
Un novelista en el museo del Prado
Bomarzo
Mario Vargas Llosa
El paraíso en la otra esquina
Tracy Chevalier
La joven de la perla
Juan Manuel de Prada
La tempestad
Julia Navarro
La Biblia de barro
Antonio Larreta
Volaverunt
Dan Brown
El código da Vinci
Arturo Pérez Reverte
El pintor de batallas
La tabla de Flandes
Miguel Ángel Fernández Pacheco
Siete historias para la infanta Margarita
Ricardo Menéndez Salmón
El manuscrito Chiavistelli (incluido en Los caballos azules)
Miguel Delibes
Señora de rojo sobre fondo gris
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escrita originariamente en castellano, pues
lo prioritario es el asunto tratado (véase
el cuadro).
Después viene la tarea de conseguir
todos los títulos seleccionados, unos en
la biblioteca del centro, otros por encargo
en librerías, y de repartir las lecturas entre
los alumnos. La experiencia combina, pues,
la voluntariedad (sólo participan los alumnos que quieren mejorar su calificación)
con un carácter dirigido, puesto que deben
atenerse a un catálogo cerrado, aunque
con la posibilidad de elegir. La idea es que
cada alumno lea una obra diferente, pero
se pueden repetir los títulos, si hay más
de un ejemplar disponible. La experiencia
se les propone como un trabajo individual,
pero también se permite hacerlo en pequeños grupo (un máximo de tres miembros), dado que el manejo del programa
PowerPoint puede presentar más dificultades a los alumnos y alumnas que no
cursan Informática, que es una materia
optativa.
Todo el proceso se coordina desde la
propia clase de Lengua y Literatura y se
empieza a desarrollar al principio de la evaluación del segundo trimestre, con el fin de
que el alumnado disponga de tiempo suficiente y que la acumulación de exámenes
que se produce más adelante no los disuada de participar en la experiencia.
Durante aproximadamente un mes y
medio, leen y elaboran un trabajo sobre
su libro. No se les pide ningún trabajo
escrito, sino la presentación de un PowerPoint que servirá de apoyo a las exposiciones orales que tendrán que realizar.
Previamente, se les muestran como modelo otras presentaciones sobre obras literarias, la mayoría realizadas en cursos
anteriores por otros alumnos y alumnas,
que pueden copiar en sus móviles o memorias USB.
El trabajo se plantea en coordinación
con el profesor de Informática del grupo,
que los inicia en el programa PowerPoint
de forma más o menos paralela a todo
este proceso. También intervienen la bibliotecaria del centro, así como el responsable del DACE, que en la última fase de
la experiencia, colabora en la planificación
de las exposiciones orales.
Son, en total, once exposiciones en otros
tantos grupos de cuarto de ESO y primero
de Bachillerato, durante una clase de Lengua y Literatura, y de segundo de Bachillerato, en la de Historia del Arte. Los alumnos y alumnas hacen primero una exposición
ante su grupo y más adelante, durante la
Semana cultural, la repiten ante otros grupos del instituto, en sus propias aulas.
En cada caso exponen oralmente un par
de las obras literarias estudiadas, apoyándose en su presentación PowerPoint, que
se proyecta utilizando un ordenador portátil conectado a un videoproyector. Los
dos profesores presentes nos limitamos a
introducir la actividad y a servir de soporte técnico, mientras el grupo destinatario
asiste a una clase diferente, en la que los
protagonistas son otros compañeros suyos:
experiencia interesante y distinta.
Una larga lista de títulos
Estos compañeros les presentan títulos
como la obra teatral de Rafael Alberti,
Noche de guerra en el museo del Prado,
en la que personajes de los cuadros de
Goya toman vida en la noche de la rebelión de Madrid contra las tropas napoleónicas y en la que, de forma paralela, se
describe cómo se prepara la defensa de
la pinacoteca otra noche, cuando las tropas del general Franco bombardean Madrid, al final de la guerra civil. Del mismo
autor, también exponen A la pintura, obra
poética que dedica variadas composiciones al color, a Goya y a otros pintores de
dimensión universal, así como a los objetos y conceptos de la propia técnica pictórica: la retina, la mano, la paleta, el pincel, la perspectiva, la composición, etc.
Algunos alumnos dedican su exposición
a Antonio Buero Vallejo y a dos de sus obras
teatrales: Las Meninas, en la que describe
el proceso de composición del cuadro homónimo de Velázquez y las circunstancias
que lo rodearon (el pintor llegó a ser acusado ante el rey), y El sueño de la razón,
sobre la última etapa pictórica de Francisco de Goya, marcada por la sordera y los
horrores de la guerra de la Independencia,
que dan lugar a sus pinturas negras.
Velázquez y Goya también están presentes en Un novelista en el museo del
Prado, la novela de Manuel Mújica Láinez
en la que, tal como explican los alumnos,
las figuras de los cuadros de Velázquez,
del Greco, de Durero o de Goya cobran
vida al anochecer y salen de los marcos
para vivir una vida imaginaria y secreta:
organizan un concurso de elegancia o la
representación de La bella durmiente, montan un zoológico y viven aventuras como
la del caballero de la armadura gris en El
jardín de las delicias, o la de un grupo de
franceses que está a punto de perecer en
el interior del cuadro La laguna Estigia fatal. Otra gran novela de este escritor tiene
cabida en nuestra experiencia. Es Bomarzo, que se desarrolla en el ambiente trágico y sensual del palacio del duque Orsini y en el célebre bosque de los monstruos
de Bomarzo, próximos a la ciudad de Viterbo. Los numerosos personajes históricos
evocados por las confesiones del duque,
entre los que se encuentran varios pintores,
componen un minucioso fresco del Renacimiento italiano.
De Mario Vargas Llosa trabajamos El
paraíso en la otra esquina, novela que
relata alternativamente la vida del pintor
Paul Gauguin y la de una antepasada suya,
activista por los derechos laborales y de
la mujer.
Otro pintor, en este caso Johannes Vermeer, protagoniza otra de las lecturas que
hacen los alumnos de primero de Bachillerato. Se trata de la novela La joven de
la perla, de Tracy Chevalier, que recrea el
ambiente y la modelo que inspiró al artista para la creación de su famoso cuadro,
cuyo nombre da título a este libro.
Juan Manuel de Prada también forma
parte del catálogo de autores seleccionados para esta experiencia, con una novela de intriga, La tempestad, en la que
Alejandro Ballesteros, un joven profesor
de arte, llega en pleno invierno a Venecia,
una ciudad arrasada por la nieve y las
inundaciones, dispuesto a completar sus
estudios sobre el misterioso cuadro pintado por Giorgione, que lleva el mismo
título que el libro, y allí es testigo del asesinato de un famoso falsificador de arte y
se ve envuelto en la intriga desatada por
ello. Su vida también da un vuelco, pues
se enamora de una restauradora.
Otra extraña muerte es el hilo conductor de Volaverunt, de Antonio Larreta: en
1848 don Manuel de Godoy, Príncipe de
la Paz, escribe sobre las circunstancias que
rodearon el fallecimiento, 46 años antes,
de la duquesa de Alba. Añade a su interpretación de los hechos el sorprendente
testimonio de don Francisco de Goya y la
carta póstuma de otro alto personaje indirectamente involucrado en los sucesos,
que arroja nueva luz sobre ellos.
Intriga y misterio son también ingredientes de El código da Vinci, de Dan Brown,
que narra los intentos de Robert Langdon,
profesor en Harvard, para resolver un asesinato ocurrido en el museo del Louvre (el
cuerpo fue encontrado en la postura del
Hombre de Vitrubio, dibujo de Leonardo
da Vinci, con un mensaje críptico escrito
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experiencias
en su costado y un pentáculo dibujado en
el pecho con su propia sangre). La investigación que realiza junto con la agente
francesa Sophie Neveu, nieta del asesinado, los llevan a analizar otras obras como
la Mona Lisa. Tras muchos avatares, otro
personaje reinterpreta La última cena,
también de Leonardo, para terminar de
resolver el misterio.
Este célebre artista del Renacimiento es
el protagonista de El manuscrito Chiavistelli, un estupendo relato de Ricardo Menéndez Salmón, en el que reflexiona sobre
el afán de muchos artistas de pasar a la
posteridad y fabula sobre la identidad de
la dama retratada en La Gioconda.
Julia Navarro, por su parte, acerca a los
alumnos lectores al mundo del tráfico
clandestino de obras de arte, centrado en
el expolio que tuvo lugar en Irak con motivo de la guerra. Lo hace en La Biblia de
barro, novela histórica que se desarrolla
en tres partes: la época de Abraham, el
régimen de Hitler y la guerra de Irak.
Otras exposiciones abordan dos de las
obras de Arturo Pérez Reverte. Unos hacen
su trabajo sobre El pintor de batallas, que
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relata la historia de un famoso fotógrafo
de guerra que se retira a un faro abandonado a pintar en sus paredes un fresco que
refleje su visión personal de todo lo que
ha visto. Otros lo hacen sobre La tabla de
Flandes, cuya protagonista, Julia, recibe
un cuadro flamenco en el que aparecen
dos caballeros jugando al ajedrez y una
dama al fondo. Tras descubrir una inscripción oculta en él, empiezan a cometerse
asesinatos, mientras continúa la partida de
ajedrez reproducida en el cuadro, en la que
reside la clave de los acontecimientos.
Algunos alumnos prefieren leer cuentos
y eligen a Miguel Ángel Fernández Pacheco y sus Siete historias para la infanta Margarita, que son las historias que personajes retratados en Las Meninas le relatan
para divertirla en las largas sesiones de
posado.
Miguel Delibes cierra esta larga lista con
Señora de rojo sobre fondo gris, la narración de un prestigioso pintor en plena
crisis creativa que, tras perder a su esposa,
víctima de una prolongada enfermedad,
explica a su hija la fascinante relación que
los llevó a vivir la vida a cuatro manos.
bachillerato
Valor añadido
El conjunto de obras leídas y trabajadas
revela un aceptable índice de participación en la experiencia, teniendo en cuenta que se trata de una actividad voluntaria. En un principio, la mitad de los
alumnos y alumnas deciden apuntarse, y
de ésos sólo tres no la llegan a realizar.
Creo que, a lo largo de todo el curso, ha
sido la actividad que ha despertado mayor interés en nuestra asignatura, no sólo
por la promoción de lo puramente literario, sino por los valores añadidos que
aporta: familiarización con un programa
informático ampliamente usado, desinhibición y mejora de la expresión oral en
público, proyección en el instituto… Los
alumnos y alumnas han valorado especialmente el hecho de exponer oralmente sus trabajos, pues por una vez han
estado al otro lado, como ponentes, y
eso les ha hecho observar con otros ojos
el diferente comportamiento de sus compañeros, además de resultarles estimulante la ruptura de la rutina académica
que todo ello ha supuesto.
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