155-71317 de noviembre 15 de 20000 Ref.: Provisiones para el pago de pasivos laborales y determinación de derechos de voto. Autorización para el pago de acreencias laborales durante la negociación. Me permito responder a su escrito radicado el pasado 24 de octubre en esta Entidad con el número 479,467-0, en el que pregunta si las provisiones que ha constituido la sociedad que inicia la promoción de un acuerdo reestructuración con el fin de atender ciertas acreencias laborales, tales como Vacaciones y Prima de Vacaciones, Prima de Antigüedad y Prima de Navidad se deben tener en cuenta en la determinación de derechos de voto y acreencias y si es necesaria la autorización del nominador para pagar los salarios y prestaciones sociales que se hacen exigibles antes de la celebración del acuerdo de recuperación, así se incurra en la sanción prevista por el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo. Dentro de las reglas que debe seguir el Promotor para efectos de determinar los derechos de voto de los acreedores de la empresa en reestructuración, el numeral 3° del artículo 22 de la ley 550 de 1999 claramente establece que "Para el cómputo de los votos correspondientes a las acreencias laborales, se tendrán en cuenta las que correspondan a acreencias ciertas". Se considera que una obligación es cierta cuando hay seguridad a cerca de su existencia y de la producción de sus efectos. Esto implica que en muchas ocasiones, a pesar de no ser aún exigible el derecho de crédito, por estar sometido a un plazo o término que con toda certeza se verificará, la obligación se debe considerar como cierta. Cosa distinta ocurre cuando el crédito está sometido a la ocurrencia de un hecho futuro respecto del cual no hay seguridad sobre su efectiva realización, evento en el que se estima que la obligación es incierta. La norma antes transcrita, al referirse a acreencias ciertas, exige con claridad al Promotor que tenga en cuenta en la determinación de votos no sólo los créditos que ya se han hecho exigibles a favor de los trabajadores, sino también aquellos cuyos efectos se encuentran suspendidos en el tiempo, por estar sometidos a un plazo o término que todavía no se ha vencido. Consecuencia de esto es precisamente la necesidad de incluir dentro de la relación de acreencias las provisiones que hace la empresa para atender sus obligaciones laborales y la consiguiente exigencia de reconocer a los trabajadores beneficiarios de tales créditos los derechos de voto que correspondan. Esta entidad ya se ha pronunciado al respecto en varias oportunidades afirmando que "las prestaciones sociales causadas al momento del inicio de la negociación y no exigibles, son créditos a cargo de la compañía y como tal deben formar parte del acuerdo y tienen derecho a voto"1; tales "provisiones corresponden a pasivos estimados que contienen obligaciones ciertas y cuantificables que forman parte del pasivo laboral de la empresa en la proporción causada, confiriendo dicha porción a los trabajadores– acreedores derechos de voto en la negociación de la reestructuración2. 1 Concepto 50707 del 10 de agosto de 2000. 2 Concepto 36814 del 31 de mayo de 2000. Ahora bien, es importante aclarar que en algunas ocasiones la sociedad o empresa comienza a realizar las provisiones que se han mencionado antes de que se cumplan los supuestos que exige la ley o la respectiva convención para que el trabajador adquiera de manera cierta el derecho que le corresponde. En estos eventos el crédito del trabajador no goza del carácter que exige el numeral 3 del artículo 22 de la ley 550 mientras no se hayan cumplido los supuestos requeridos. En el caso de las vacaciones remuneradas, el Código Sustantivo del Trabajo prevé en los artículos 186 y 189 numeral 2, que se tendrá derecho a ellas siempre que se hubieren prestado servicios para el empleador durante un (1) año, corresponderán a quince (15) días hábiles consecutivos y podrán compensarse en dinero "cuando el contrato de trabajo termine sin que el trabajador hubiere disfrutado de vacaciones (… ) por año cumplido de servicios y proporcionalmente por fracción de año siempre que ésta exceda de seis meses". Si al momento de iniciarse la negociación del acuerdo de reestructuración el trabajador no ha laborado los seis meses que requiere la legislación laboral en la norma antes citada, no se puede sostener que la provisión que ha hecho la empresa con esa finalidad corresponda a una acreencia cierta; todo lo contrario, se trata de un crédito sujeto a la condición de que el trabajador permanezca vinculado a la empresa por un período superior a seis meses, razón por la cual no deberá incluirse en la determinación de acreencias y derechos de voto que haga el Promotor. Exactamente lo mismo ocurre con la Prima de Antigüedad y con la Prima de Navidad a las que se refiere la consulta. Es fundamental que se hayan cumplido los supuestos que se exigen en cada caso para tener derecho a ellas, de forma que puedan incluirse en la determinación de acreencias las provisiones que ha hecho la empresa y sea procedente asignar los respectivos derechos de voto a los trabajadores. La respuesta a su segunda pregunta es consecuencia lógica de la anterior, ya que por el hecho de incluirse los créditos laborales anteriores a la iniciación de la negociación en la determinación de votos y acreencias que hace el promotor, éstos deberán hacer parte del acuerdo y por lo tanto tendrán que someterse a lo que en él se decida. Por esta razón, será necesaria la autorización expresa del nominador a la que se refiere el artículo 17 de la ley 550, sin ésta el pago será ineficaz. Sería distinto si tales obligaciones se causaran con posterioridad a la fecha en que se inicia la promoción del acuerdo de reestructuración, en este evento se considerarán gastos de administración que corresponden al giro ordinario de la empresa y su pago se atenderá de forma preferente, según lo establecido por el inciso tercero del artículo 19 de la misma ley 3. Artículo 19, inciso 3° de la Ley 550 de 1999. – "Cualquier crédito que se origine en fecha posterior a la de la iniciación de la negociación y con anterioridad a la celebración del acuerdo, no dará derecho a voto; pero su pago se atenderá en forma preferente, de conformidad con el tratamiento propio de los gastos administrativos". 3 ¿Qué ocurre entonces con la indemnización por falta de pago que consagra el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo? Dicha norma expresa en su numeral 1°) que "si a la terminación del contrato, el patrono no paga al trabajador los salarios y prestaciones debidos, salvo los casos de retención autorizados por la ley o convenidos por las partes, debe pagar al asalariado, como indemnización, una suma igual al último salario diario por cada día de retardo". Pero la necesidad de una autorización previa del nominador que contempla la ley 550 de 1999 se puede considerar precisamente como uno de esos casos de retención autorizados por la ley. No es posible exigir una indemnización por falta de pago al empleador ya que el incumplimiento o retardo que se llegue a presentar no le será imputable conforme a las reglas y principios propios de la responsabilidad: "La mora producida por fuerza mayor o caso fortuito, no da lugar a indemnización de perjuicios" 4 . En el caso en examen el incumplimiento no es consecuencia o resultado del dolo o de la culpa del deudor, se debe claramente a un hecho extraño que va más allá de su voluntad y que lo coloca en la imposibilidad de cumplir. 4 Artículo 1616, inciso 3° del Código Civil Colombiano. Por esta razón, el pago de salarios y prestaciones sociales que se hagan exigibles antes de que finalice la negociación deben hacerse previa autorización del nominador en caso de ser urgentes, necesarios y convenientes para la empresa. Mientras tal autorización no se haya efectuado, el empleador no deberá a los trabajadores la indemnización por falta de pago prevista por el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo.