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Centro de Investigaciones Navales y Marítimas
BOLETÍN DE ACTUALIDAD 09/2015
JUEGOS DE GUERRA EUROPEOS: RESPUESTA A
LOS EJERCICIOS MILITARES RUSOS
Stratford Global Intelligence, 5 de mayo, 2015.
(Países Observadores / Alianza del Pacífico)
Helicóptero holandés participando en un ejercicio antisubmarino con la OTAN en el Mar del Norte, el día 4 de
mayo recién pasado.
Resumen
Varios hechos han coincidido para demostrar la relación dinámica, si no mesurada, entre
Rusia y los Estados Nórdicos y Bálticos. Diez países de la OTAN y Suecia lanzaron un ejercicio
planificado de dos semanas en el Mar del Norte el 4 de mayo para mejorar sus capacidades de
guerra antisubmarina. El mismo día, Finlandia – un estado no miembro de la OTAN – comenzó a
enviar cartas a alrededor de 900.000 reservistas, informándoles de sus roles en una situación de
potencial crisis. Entretanto, el Ministro de Relaciones Exteriores de Suecia formalmente reclamó
a las autoridades rusas respecto a que los buques de la armada rusa estaban interfiriendo
el trabajo de tendido de cables submarinos entre Suecia y Lituania, esta última en una serie
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de reclamos formales respecto a la actividad rusa en el área. Simultáneamente, los ministros
de relaciones exteriores de Suecia y Lituania se reunieron con los líderes pro-occidentales de
Moldavia en Chisináu.
Todos estos hechos confirman que los Estados nórdicos y bálticos están trabajando para
promover la cooperación de seguridad en respuesta a la actividad militar rusa en la región. En
consecuencia, la activación de seguridad continuará por ambas partes.
Análisis
La actividad militar rusa, especialmente los vuelos, a lo largo de las fronteras de la OTAN
han aumentado en los últimos meses. En marzo, la actividad militar rusa en el Mar Negro, el Mar
Báltico y a lo largo de la frontera de Finlandia irrumpió como parte de ejercicios sin previo aviso
que simulaban una confrontación de amplio espectro con el Occidente. Los ejercicios no fueron
tanto una amenaza directa a la región como una demostración colosal de las capacidades rusas
en contra de la OTAN y otras potencias regionales, en particular, los países del Báltico y del Mar
del Norte.
Rusia consistentemente ejerce presión sobre los límites de seguridad en la región
como demostración de poder. El 3 de mayo pasado, las fuerzas armadas de Latvia informaron
que dos buques navales y un submarino rusos estaban localizados 5,2 millas náuticas desde
las aguas territoriales de Latvia en el Mar Báltico, solo el último de una serie de incidentes
similares en los pasados meses. De forma similar, el 28 de abril, la armada de Finlandia, disparó
cargas submarinas del tamaño de granadas a profundidades someras como advertencia ante
un submarino extranjero sospechoso del que se informó estaba localizado en aguas cercanas a
Helsinki. En octubre del 2014, las fuerzas armadas de Suecia llevaron a cabo una búsqueda a gran
escala de un submarino extranjero sospechoso cerca de Estocolmo.
La actividad rusa en las aguas cercanas a los países bálticos y nórdicos, sin embargo, no
está limitada a los submarinos. Las unidades navales rusas, que supuestamente participaban en
ejercicios militares, también han interferido, en cuatro ocasiones, en el tendido del cableado
NordBalt, diseñado para facilitar el comercio de electricidad entre Suecia y Lituania.
Movidas y Contramovidas
Los países nórdicos y bálticos están localizados en una región de importancia estratégica
para Rusia. La expansión de la OTAN hacia los países bálticos a principios de la década del 2000
hizo que la alianza se acercara más que nunca a Rusia, a 130 kilómetros (80 millas) desde San
Petersburgo. Y Noruega, un miembro de la OTAN, ha presionado a la alianza para que tenga
una presencia más activa en el Mar de Barents y en el Ártico, donde Rusia está aumentando su
presencia.
Finlandia y Suecia son formalmente países no alineados y han seguido siendo neutrales
desde la Guerra Fría. No obstante, la crisis en Ucrania y el aumento de la actividad militar rusa en
la región han reabierto el debate sobre la alineación de defensa de Finlandia y Suecia. Aunque
ninguno de los dos países está formalmente postulando a ser miembro de la OTAN, Suecia está
participando por primera vez en ejercicios de guerra antisubmarina con la OTAN. Tanto Finlandia
como Suecia están haciendo esfuerzos por promover la cooperación de la defensa regional para
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contrarrestar las maniobras de Rusia en el área. A principios de abril, funcionarios de Finlandia
y Suecia se reunieron con sus contrapartes de Dinamarca, Noruega e Islandia para solicitar en
forma conjunta mayor cooperación militar entre los países.
La creciente actividad militar rusa en la región ha llevado, también, a que algunos países
fortalezcan sus defensas nacionales. El 19 de marzo, el parlamente lituano votó para restituir la
conscripción militar obligatoria en directa respuesta a la crisis en Ucrania. Aunque los funcionarios
finlandeses han negado que la campaña de las cartas a 900.000 reservistas esté relacionada con
el aumento de la actividad rusa a lo largo de las fronteras finlandesas, la escalada de la campaña
señala que hay una relación.
Finalmente, varios países, principalmente Suecia y los estados bálticos, han estado
altamente involucrados en esfuerzos por construir una amplia alianza regional para contrarrestar
las movidas de Rusia en Europa Central y Oriental. El 4 de mayo, los Ministros de Relaciones
Exteriores de Suecia y Lituania, la Sra. Margot Wallstrom y el Sr. Linas Linkevicius, respectivamente,
visitaron Moldavia en preparación para la Cumbre de la Asociación Oriental en Latvia a realizarse
a fines de este mes. Suecia y los países bálticos, entre otros, han animado enérgicamente a
Ucrania, Georgia y Moldavia a tomar medidas para integrarse a la Unión Europea y a promover
lazos con países tales como Turquía y Rumania para crear una red de alianzas respaldadas por
EE.UU. que abarcarían desde los países bálticos por el norte hasta el Mar Negro y Turquía por el
sur.
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La actividad militar rusa cerca de los estados bálticos y nórdicos no cesará en el futuro
cercano. Dicha actividad es improbable que se intensifique. Sin embargo, los ejercicios y
movimientos militares rusos servirán como un recordatorio constante de la potencial amenaza
que impone Rusia en la región. Además, las naciones nórdicas y bálticas lucharán por cooperar
en la defensa regional y en fortalecer las políticas de defensa en los países miembros y no
miembros de la OTAN. Además, debido a la provocación rusa en la región, incluso los países
que tradicionalmente se han alejado de las alianzas militares, tales como Finlandia y Suecia,
probablemente pongan atención a sus llamados.
Traducción extraída del texto titulado: “European War Games:
Responses to Russian Military Drills’, Stratford Global Intelligence,
5 de mayo, 2015.
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