. Taller 33 Asia y el Pacífico en clave comparada: estudios coloniales, postcoloniales y transnacionales Coordinadores: Juan Antonio Inarejos (UNEX) y María Dolores Elizalde (CSIC) [email protected] [email protected] Comunicaciones aceptadas (9) 33.1. Blanco Herreros, Miguel (UCM) La representación de la autoridad y el poder en la educación colonial en Asia: Comparación entre el caso filipino (1863-1898) y el coreano (1911-1938)……………………………………………………………………..3 33.2. Blat Martínez, Antonio (Universidad de Valencia): Japón y Estados Unidos, la cuenca del Pacífico como punto de encuentro. Un maridaje de postguerra……………23 33.3. Checa Hidalgo, Diego (Coventry University): Colonización, construcción nacional e identidades palestinas. Procesos inacabados…………………………………………41 33.4. Delgado García, Alberto F. (Universidad Rey Juan Carlos de Madrid): La herencia colonial española en el cine filipino: análisis textual…………………………………..63 33.5. García Weil, Augusto (Universidad de Málaga): Relaciones China-Unión Europea: de la colonización a la globalización.………………………………………..85 33.6. Manzano Cosano, David (Escuela de Estudios Hispanoamericanos CSIC, Sevilla): España y sus migajas de Ultramar: Las últimas islas hispánicas en la Oceanía, 18981900…………………………………………………………………………………...107 1 Universidad de Castilla~La Mancha Departamento de Historia. Área de Historia Contemporánea Edificio Benjamín Palencia | Campus Universitario s/n | 02071 Albacete Email: [email protected] | www.ahistcon.org | 33.7. Olivieri, Chiara (Universidad de Granada): Desarrollo econ mico regional en China: la Regi n ut noma de Xinjiang……………………………………………..121 33.8. Ortega Santos, ntonio (Universidad de Granada): “Epistemología Decolonial aplicada a Estudios siáticos. prendizajes desde la historia ambiental”……………137 33.9. Pérez Lecha, Manuel (Universidad Jaume I): El comercio entre Nueva España, Filipinas y China: la Real Compañía de Filipinas…………………………………….155 2 La representación de la autoridad y el poder en la educación colonial en Asia: Comparación entre el caso filipino (1863-1898) y el coreano (1911-1938) Miguel Blanco Herreros UCM Introducción El periodo final del siglo XIX y las primeras décadas del XX van a suponer un enorme cambio en la estructura histórica del mundo. Desde finales del siglo XVIII crece con una inusitada fuerza emocional, hasta el punto que sustituye a la religión y la fidelidad de tipo señorial como principales motores del cambio histórico, el concepto de "Nación". Un concepto antiguo y de moderada relevancia en los siglos precedentes que, debido a un históricamente breve pero intenso proceso de transformación, redefinirá la forma en la que las personas se relacionan con su identidad colectiva. Esa idea dará paso a una ideología, el nacionalismo, una forma de entender la realidad histórica que atiende al discurso de pertenencia y a la emocionalidad del mismo y de los símbolos que lo acompañan, glorificando el concepto y creando una frontera mucho más nítida entre los pueblos que la que podían delinear la religión, los reyes o la lengua. Paralelamente, la idea de "Imperio" se verá afectada por este nuevo panorama epistemológico. Su imagen como una entidad dinástica y personal, se irá diluyendo en favor de la "Nación imperial", según la cual el imperio se convierte en parte integral de la misma como fuente de poder, prestigio y recursos. Estas naciones se verán moralmente obligadas a civilizar a los colonizados, dotándolos de valores occidentales, una religión que considerasen verdadera y una formación adecuada. En el periodo al que hacemos alusión en este trabajo, el colonialismo daría un nuevo giro de tuerca hacia lo que se viene denominando como "Nuevo Imperialismo", en el que las naciones europeas - y posteriormente Estados Unidos y Japón - entrarán en 3 Universidad de Castilla~La Mancha Departamento de Historia. Área de Historia Contemporánea Edificio Benjamín Palencia | Campus Universitario s/n | 02071 Albacete Email: [email protected] | www.ahistcon.org | un frenesí colonizador que se caracterizará por su competitividad, extensión y, lo que más nos interesa, capacidad asimiladora. Las naciones imperiales no sólo buscan expandir sus posesiones ultramarinas y afianzar sus intereses y rutas comerciales, sino también ir incorporando poco a poco a esas poblaciones, consideradas atrasadas cuando no primitivas, en el seno de la identidad nacional. Para ello se ponen en marcha numerosas iniciativas que irán más allá de las políticas económicas o la ocupación militar, buscando crear un corpus poblacional ideológicamente alineado con la concepción nacionalista que el Estado quiere expandir oficialmente a todos sus súbditos. Una de las herramientas más importantes para lograr algo así será precisamente la educación colonial, entendiendo ésta como aquella ofrecida y dirigida directamente o no - por el propio Estado colonizador, como un sistema de escolarización universal y obligatorio, pero que a diferencia del que paralelamente se haya podido instaurar en la metrópoli o de los que ya se ofertaran en las colonias, se trata tanto de un sistema adaptado para las necesidades especiales que considerasen tenía la población colonizada, como un sistema de adoctrinamiento nacionalizador forzado, aunque percibido desde perspectivas humanitaristas. España llega a esta nueva era tras haber perdido su condición de gran potencia y habiendo reducido su gigantesco imperio a apenas un puñado de colonias, aunque enormemente ricas. Dejando al margen la labor en el Caribe, Filipinas se convertirá en un quebradero de cabeza para un país que claramente no podía defender una colonia tan lejana como apetecible para los nuevos poderes imperiales. En los años sesenta, cuando la propia España había logrado una aparente estabilidad, pareció clara la necesidad de dotar a esas islas de una educación que permitiese no sólo civilizar a unos pueblos que llevaban demasiado tiempo en un estado atrasado, sino que les imbuyese del sentimiento nacional que les permitiera identificarse con la Madre España. En 1863 se pondrá en marcha el nuevo sistema deliberadamente adaptado a la supuesta realidad filipina y que se enfocaba ante todo en la enseñanza del idioma castellano y de las cuestiones morales propias de la época, inspirado en la Ley Moyano de 1857. Un decreto preparado por el ministro de la Concha y autorizado directamente por Isabel II1 establecía un sistema educativo universal y obligatorio. A él accederían niños y niñas 1 Las Islas Filipinas se gobernaban por leyes especiales que normalmente eludían el control parlamentario. Este sistema se instauró con la Constitución de 1837 y permanecerá en la de 1845, vigente cuando se proclam el “Real decreto del 20 de diciembre de 1863 estableciendo un plan de instrucci n primaria en Filipinas”. 4 en escuelas diferenciadas - de toda condición - gratuitamente para los pobres y aceptando a indígenas y mestizos - y se ordenaba la apertura de una escuela normal para la formación del profesorado dirigida por los jesuitas2. Japón llevará un camino bastante diferente al de España. Siendo testigo de la humillación de China, se plantea como un más que posible líder para la nueva Asia, capaz de guiar a sus hermanos por el camino del progreso y de protegerlos del poder del colonialismo occidental. El mundo antiguo, el mundo de China, tenía que terminar y dar paso a una nueva era. Para ello, derrotó al antiguo líder en 1895 y posteriormente se integró en el círculo de las grandes potencias al derrotar a Rusia en 1905. Japón no vio cumplidas sus expectativas coloniales en esos años, pero consiguió establecerse definitivamente en Taiwán, su primera experiencia imperial, y tomar Corea bajo su protección anexionándola en 1910. Al año siguiente se iniciaba un plan educativo colonial para la transformación de sus súbditos. Para ello se desarrollarán una serie de decretos - el primero para la educación primaria y posteriormente para la secundaria, técnica y superior - así como diversos reglamentos que estableciesen los procedimientos a seguir por parte de los educadores y autoridades coloniales. Se dotó a la iletrada Corea de un extenso sistema educativo, pero muy condicionado por su condición colonialista, lo que llevó a tener que realizar numerosas revisiones del mismo, volviéndose más abierto o más autoritario según las autoridades niponas interpretaban el clima social. Al igual que el caso filipino, la educación era universal y obligatoria, gratuita para los pobres y destinada a ambos sexos, que recibirían formaciones específicas. Sin embargo, se diferenció en que japoneses y coreanos no se regirían por las mismas leyes ni estudiarían en las mismas escuelas. En este caso, nos centraremos en los tres temas que podrían considerarse capitales a la hora de plasmar una imagen de poder, de dominación, en un sistema educativo: la estructuración del propio sistema, en donde se mostraban los valores y normas que se esperaba trasmitir a los colonizados, incluyendo la concepción del poder nacional; la monarquía como símbolo e instrumento de poder; y la religión, un poder simbólico a la vez que terrenal, cuyo uso en el mundo educativo fue muy distinto en sendos territorios. 2 “Real Decreto estableciendo un plan de instrucci n primaria en Filipinas” en Legislación vigente de instrucción primaria en las Islas Filipinas, Manila, Establecimiento Tipo-litográfico de Chofré y Cª, 1887, pp. 6-9. 5 El sistema educativo como elemento de poder colonial La educación colonial no sólo tenía como objetivo formar a los súbditos imperiales, sino también imbuirles de toda una serie de valores e ideas que, por una parte, sirvieran para asimilar a éstos dentro de la concepción nacional que la metrópolis proponía; y por otra, para moldear sus conciencias de forma que el poder del Estado no fuese contestado ni compitiese con otras posibles fuentes de autoridad. En base a ello, la enseñanza de la lengua imperial se convertiría en una prioridad que provocaría no pocos quebraderos de cabeza a las autoridades coloniales. Se consideraba como un paso indispensable en el proceso de asimilación que la lengua imperial no fuese sólo una lengua franca propia de la Administración, sino también la lengua natural de las colonias, acompañada o no de las nativas, entendiéndola como símbolo de prestigio y poder. Del mismo modo, una manifestación del poder menos palpable pero que nos deja un reflejo inmejorable de cómo las metrópolis utilizaban la educación como mecanismo de control y moldeamiento social es el hecho de que se primasen las enseñanzas prácticas frente al conocimiento general o el pensamiento crítico, destacando el énfasis dado a la agricultura en ambos territorios. ¿Por qué se entiende la enseñanza de la lengua imperial como una manifestación del poder? La enseñanza de dichas lenguas se convirtió en una operación de imposición cultural, en la cual la lengua imperial dominaba no sólo simbólicamente, sino también de forma práctica a las lenguas nativas. En el caso coreano esta cuestión es sumamente fácil de medir si comparamos el número de horas dedicado a la enseñanza del japonés frente a las dedicadas a la enseñanza del coreano. En el total de seis cursos que conformaban la enseñanza primaria, el coreano era ofrecido cuatro horas semanales en los dos primeros años y tres en los siguientes, mientras que el japonés era ofrecido unas doce horas hasta el cuarto año y nueve horas los dos últimos3. Es decir, que mientras el japonés suponía el 39% de las horas lectivas ofrecidas a un alumno al final de su formación primaria, el coreano apenas suponía un 10%, y siempre debía estudiarse vinculándolo a la realidad colonial, pues cuando se enseñase la lengua coreana o la 3 Sun-young LEE: "Shokuminchi Chōsen ni okeru gengo seisaku to nashonarizumu: Chōsen sōtokufubu no Chōsen kyōikurei to Chōsengo gakukai jiken o chūshin ni" [Política lingüística y nacionalismo en la Corea colonial: centrándose en el caso de la promulgación de decretos en coreano en el sistema educativo colonial] en Ritsumeikan journal of International Studies, 25 (2), Kyoto, Ritsumeikan University, 2012, p. 155 6 literatura clásica china, se debía mantener la conexión con la lengua imperial y los alumnos deberían ser capaces de reinterpretar lo aprendido en japonés4. De hecho, los únicos libros de texto que no tenían que estar escritos obligatoriamente en japonés eran precisamente los de esas dos asignaturas. Resta decir que se instaba a los profesores a utilizar todo lo posible la lengua japonesa en las clases, aunque se les animaba asimismo a aprender el coreano para poder comunicarse adecuadamente con los alumnos. En Filipinas el castellano no era la lengua más hablada, ni siquiera la lengua franca del territorio, pero gozaba de una posición privilegiada debido a que era la lengua de la Administración, de la cultura y de la religión. Por ello la Administración española decidió aprovechar su nuevo sistema educativo colonial como una herramienta que permitiera hispanizar las islas. De modo que, a pesar de las reticencias de algunas órdenes religiosas, de lo que hablaremos después, el español se convirtió en la lengua oficial de la educación colonial filipina. Pese a ello, encontramos entre los libros de texto autorizados gramáticas y diccionarios de las lenguas tagala, cebuana, bisaya, ilocana y vicol5. La explicación es que en la mayoría de las zonas no había un conocimiento de la lengua castellana suficiente como para poder desarrollar un curso académico en el idioma nacional, además de que los alumnos necesitarían referencias en sus propias lenguas para ser capaces de aprender el castellano. En cualquier caso, a la enseñanza de la lengua se dedicaba toda la mañana, de 7 a 106, siendo la disciplina a la que se dedicaba más tiempo de todas, quizás si exceptuamos la religión, puesto que además de las clases formales los niños tenían que acudir a las clases dominicales y rezar varias veces al día. Igualmente, no se permitía usar libros de texto en lenguas nativas, sólo obras de consulta como las ya expresadas.7 Por tanto, tanto la lengua japonesa como la española en sus respectivas colonias se convertían en signo de poder, autoridad y cultura, y eran privilegiadas frente a las nativas como símbolo de dominación y práctica asimilatoria. Las asignaturas impartidas de forma obligatoria en las Escuelas Comunes de Corea, aparte de ambas lenguas, eran Literatura china clásica, Morales, Aritmética, Biología, 4 GOVERNMENT-GENERAL OF CHOSEN: Manual of Education in Chosen, Seoul, Bureau of Education, 1920, p. 29. 5 Aprobados por los Decretos del 11 de septiembre de 1876 y 6 de octubre de 1885. 6 Encarnación ALZONA: A history of education in Philippines 1565-1930, Manila, University of the Philippines Press, 1932, p. 68-69. 7 Aunque no se especificó de esta manera en el decreto de 1863, el Decreto del Gobierno General del 4 de Febrero de 1889 lo remarcó de forma clara. 7 Canto, Educación física, Dibujo, Agricultura básica, Manualidades y Comercio básico, sustituyéndose Agricultura, Comercio y Manualidades por Costura y Manualidades femeninas para las niñas8. La asignatura de Morales - también traducida como Ética en ocasiones - tiene gran importancia en ambos casos, más relacionado con la religión y la urbanidad en Filipinas; más enfocado a la veneración imperial y el desarrollo de una personalidad diligente y trabajadora en Corea. Se estudiaban 138 lecciones en los seis años de formación en Corea, de las cuales cincuenta y ocho se dedicaban en exclusiva a esos temas9, lo cual nos demuestra la importancia de la figura imperial en la simbología del poder colonial japonés, tal y como veremos detenidamente más adelante. La educación moral no era una cuestión colonial: en Japón se implantó como asignatura ya en 1873 y no fue abolida hasta la ocupación americana en 1945, destacando su importancia a partir de 1890, cuando el Rescripto Imperial sobre la Educación es publicado convirtiéndose en el texto sagrado de la enseñanza moral, conteniendo los valores neo-Confucianos que se esperaba los niños adquiriesen10 (obediencia a las jerarquías, piedad filial, esfuerzo en el trabajo...) mezclados con fuertes contenidos nacionalistas y patrióticos. La idea de crear una moralidad nacional fue una de las principales preocupaciones de los intelectuales japoneses a principios de siglo, especialmente tras la publicación en 1912 de Kokumin dōtoku gairon (Esquema de la Moralidad Nacional), obra de Inoue Tetsujirō, en donde la fidelidad, lealtad y el concepto de Estado-familia (y Emperadorpadre) marcaron a varias generaciones de nipones11 y pronto se trasladó con fuerza a las colonias. Sin embargo, en Corea estas enseñanzas tendrán un matiz de dominación muy claro. Los libros de texto, estaban escritos en un japonés muy simple para su fácil comprensión, acompañado profusamente de ilustraciones en donde se mostraban imágenes de la vida cotidiana según el ideal moral japonés. Por supuesto, los coreanos, cuando eran representados, era en una actitud servil ante los nipones, aunque la amplia mayoría de las ilustraciones eran de japoneses, sin ninguna referencia cultural coreana. 8 GOVERNMENT-GENERAL OF CHOSEN: Manual of…, 1920, Appendix, p. 25. Helen Kiteuk KIM: Rural education for the regeneration of Korea, New York [Seoul], Columbia University, 1979 [1931], p. 31. 10 Robert E. WARDS y Dankwart A. RUSTOW: "Political Modernization in Japan and Turkey" en Lucian W. PYE y Sidney VERBA (eds.): Political Culture and Political Development, Princeton, Princeton University Press, 1965, p. 45-49. 11 Richard M. REITAN: Making a Moral Society. Ethics and the State in Meiji Japan, Honolulu, University of Hawai'i Press, 2010, p. 115. 9 8 El profesor era representado también en ellas, como figura de autoridad y ejemplo de moralidad, exigiéndose en los textos obediencia y fidelidad al maestro12 no sólo por su condición sino también por representar al Emperador - o su voluntad - en el aula. En otras ilustraciones se mostraban situaciones que explicaban a los infantes cuestiones simbólicas, como que la Hinomaru - la bandera de Japón - era asimismo su bandera; que el Himno de Japón era el suyo; o que debían lealtad a Japón y su Emperador. En última instancia, el objetivo de la educación moral colonial era crear súbditos del Imperio fieles y obedientes, utilizando para ello los valores confucianos que eran plenamente aceptados en la sociedad coreana de la época13. En Filipinas encontraríamos como disciplinas obligatorias, Doctrina cristiana, Morales, Historia sagrada, Lectura, Escritura, Ortografía y Gramática castellanas, Aritmética, Geografía, Historia de España y Filipinas, Agricultura básica, Geometría, Dibujo lineal, Historia natural y Comercio básico, sustituyendo Historia, Agricultura, Geometría, Dibujo lineal y Comercio por Trabajo industrial femenino, Elementos de dibujo y Trabajos e higiene doméstica para las niñas14. Como se puede ver, las asignaturas religiosas, que no eran reguladas por la Administración sino por las autoridades religiosas, destacan en el temario con dos disciplinas. No podemos pues desvincular el proceso educativo colonial de la voluntad evangelizadora. No en vano, en la legislación de 1863 siempre se habla de imbuir a los nativos de la moral y doctrina cristianas, más rara mención encontramos a la formación moral laica. Por tanto la simbología del poder imperial se tuvo que introducir a través de una maraña mucho más compleja que en Corea, a través de la asignatura de Morales, la de Historia, etc. A diferencia del anterior caso, las enseñanzas éticas se hacían a través de libros de texto generalmente sin adaptar, con algunas excepciones15, en donde se enseñaban cuestiones sencillas, orientadas al buen comportamiento y la cortesía más que al adoctrinamiento. En ese sentido podemos afirmar que los libros de texto 12 Se pueden ver algunos ejemplos en el repositorio de fuentes de la página web dedicada al pedagogo japonés Tsunesaburo Makiguchi, en http://www.tmakiguchi.org/resources/oldtextbooks/colonial_era.html, consultado el 01/04/2016. 13 Geir HELGESEN: Democracy and Authority in Korea: The Cultural Dimension in Korean Politics, New York, Routledge, 2013 [1998], p. 31. 14 Evergisto BAZACO: History of the education in the Philippines: (Spanish Period, 1565-1898), Manila, University of Santo Tomás Press, 1953, pp. 222-223. 15 Destaca Luis FOXA: Compendio de educación o Reglas de moral, cortesía y buen tono para uso de la juventud filipina, Imprenta del Diario de Manila, Manila 1852, que fue utilizado profusamente en las islas. 9 utilizados en Filipinas no fueron utilizados como un arma para la asimilación cultural, posiblemente porque en ningún momento se contempló que los filipinos pudiesen responder ante valores distintos a los de la Madre Patria. Encontramos volúmenes con pocas ilustraciones, sin referencias a los filipinos de ningún tipo; y que básicamente presentaban en breves capítulos las virtudes que se esperaba que los alumnos desarrollasen en su vida. Libros por tanto conservadores, empezando todos con un capítulo dedicado a Dios y la Virtud Cristiana, en donde apenas encontramos referencias de tipo nacionalista o patriótico - en algunos libros no encontramos referencia alguna, de hecho - optando en cambio por conceptos más generales, como la familia, los ritos religiosos, la cortesía... En definitiva, elementos poco efectivos desde un punto de vista asimilador y que daban una imagen pobre del poder imperial, que o no aparecía representado, o apenas se le citaba lacónicamente. En definitiva, desde el punto de vista comparativo que buscamos, queda claro que aunque ambos imperios utilizaron sus sistemas educativos coloniales como una extensión de su poder, tanto a nivel político como a nivel cultural, con un fuerte componente asimilador, es cierto asimismo que la representación de ese poder que se plasmó en el sistema (libros de texto, temarios, asignaturas, ideología...) no tuvo la misma eficacia. Japón consiguió trasmitir los valores y referencias que quería a los niños coreanos a través del sistema, jugando con un difícil equilibrio entre la imposición de la cultura japonesa y la aceptación - que nunca respeto - de la coreana. Para ello se valió de conceptos culturales comunes que pudo manipular en su beneficio, apoyándose en imágenes fuertes y de una alta carga simbólica, entre las que destacaría aquellas destinadas al Emperador, una figura muy poderosa en la cosmovisión del Asia sínica. En cambio en Filipinas se optó por un modelo educativo más neutro, fuertemente condicionado por el carácter evangelizador de la colonización española y con serias deficiencias en lo que respecta a la representación del poder imperial en la educación. La Monarquía como símbolo y ritual La figura del monarca en el contexto de un imperio colonial siempre ha sido de la máxima importancia. En ambos casos la autoridad del monarca suponía un elemento clave del discurso colonizador de ambas naciones, puesto que no se trataba de una iniciativa meramente política, sino que iba engalanada con la voluntad del respectivo 10 soberano, creando una imagen poderosa, paternal a la vez que autoritaria, que justificaba ante colonizadores y colonizados el sistema. En el caso coreano esta acción es muy clara. El envío del Rescripto Imperial sobre la Educación (1890) a todas las escuelas públicas de Corea desde el mismo año 191116 es una clara muestra asimilista, en tanto en cuanto el Emperador extendía sus deseos – órdenes – a los coreanos, certificando así su nueva situación a sus súbditos. El texto está redactado de manera dual, utilizando un estilo propio de la Corte imperial que denota autoridad y que resulta de difícil comprensión para el hablante común, mientras que el mensaje es claramente paternal. Es el mensaje de un dios a sus fieles, llamando a estos a unirse en lealtad y piedad filial17, valores básicos en el pensamiento confuciano y que eran francamente útiles de cara a la dominación colonial que planteaba Japón en Corea: conocidos en ambos pueblos y aseguradores de la paz social. En cambio, en el caso español debemos ser más exhaustivos a la hora de analizar la influencia real en la justificación e implementación del sistema educativo de Filipinas. No encontramos una implicación semejante, una expresión emanada directamente de la soberana, sino que su autoridad, de forma indirecta y formal, fue refugio de la política para poner en marcha una reforma educativa pública en 1857. Esto es palpable al ver el texto de la Ley de Bases de 17 de julio de 1857, en el cual la Reina es la que da poder al ministro de Fomento, Claudio Moyano, para llevar adelante su proyecto legislativo sin tener que enfrentarse en exceso a un parlamento hostil, y por tanto obviando al Partido Progresista en todo este proceso18. Para el caso filipino, el Real Decreto de 1863 muestra una mayor autoridad y justificación real, aunque no como el caso nipón. Hablamos de un Real Decreto, es decir, que emana – en teoría – directamente de Isabel II, utilizando un lenguaje autoritario y frontal ("vengo en decretar lo siguiente"19) alejado del tono paternalista y algo complejo del Emperador Meiji. Encontramos autoridad, pero no paternalismo ni cercanía en este caso. 16 GOVERNMENT-GENERAL OF CHOSEN: Annual Report on Reforms and Progress in Chosen (Korea) (1911-1912), Keijō, Bureau of Education, December 1912, pp. 202-203. 17 忠と孝の道 (chū to kō no michi), literalmente “el camino de la lealtad y la piedad filial”, en Hatsuichi KIYOKAWA: Kyūdai shōchoku tsutsushindegesu: Jingi kun gyosei ōta shō [Edictos de la Universidad de Kyūshū: extractos ejemplares de poemas y canciones imperiales sobre los Tesoros Sagrados], Ōsaka-fu Toyonaka-chūgakkō, Toyonaka, Taishō 15 [1926], p. 25. 18 Manuel de PUELLES BENÍTEZ: "Las grandes leyes educativas de los últimos doscientos años" en Participación Educativa, Madrid, Consejo Escolar del Estado, nº 7, marzo de 2008, p. 8. 19 MINISTERIO DE FOMENTO: Real Decreto estableciendo un Plan de Instrucción Primaria en Filipinas, Madrid, Imprenta Nacional, 1864, p. 3. 11 La ritualización de la figura imperial fue algo característico del sistema colonial japonés. La educación no fue ajena a este proceso y los retratos imperiales, así como la correspondiente copia del Rescripto Imperial sobre la Educación, se convirtieron en objeto de adoración para los estudiantes, siendo conservados en una suerte de santuarios levantados en todas las escuelas públicas llamados hōanden, cuya forma y construcción estaba dispuesta por ley20. Los rituales en torno al hōanden eran considerados de suma importancia, hasta el punto que muchas veces era la primera palabra que aprendían en japonés los alumnos coreanos, siendo instruidos en el protocolo que debían cumplir para con el santuario, ante el cual debían inclinarse más profundamente que ante sus profesores siempre que pasasen por delante21. En las fiestas nacionales se celebraban ceremonias, sacando de su confinamiento los retratos y el Rescripto, ante los cuales un militarizado público infantil debía realizar su más profunda reverencia para pasar a leer el incomprensible – pero sagrado – texto imperial y recibir un largo discurso de su director. Todo ello entra dentro de mundo del shintō de Estado, una suerte de ideologíareligión nacional basada en la adoración al Emperador, la exaltación de la identidad nacional (kokutai) y la ritualización de la vida pública y privada22, de lo cual el ejemplo de los hōanden es un claro paradigma. En la educación filipina, en cambio, la figura real estaba mucho menos presente, fagocitada por la omnipresencia de la religión. En teoría, en el recibidor de la escuela – o en el mismo aula en caso de no disponer de uno – debía haber un crucifijo bajo el cual se colocaría un retrato del Jefe del Estado, además de ser festivos los aniversarios de los Reyes y el Príncipe de Asturias23, pero al margen de eso no encontramos mayor relación entre la Corona y la educación filipina. Eso no quiere decir que la monarquía no fuese celebrada en su más lejana colonia: a lo largo del siglo XIX encontramos numerosas muestras de afecto y lealtad, como las celebraciones de 1825 con motivo de la recepción de un retrato del rey Fernando VII, entrando en Manila en un carro triunfal y siendo expuesto durante seis días en una pagoda construida por los chinos de la ciudad24. Del 20 Shigeo IMAMURA: Shig: the true story of an American Kamikaze, Baltimore, American Literary Press, 2001, p. 36. 21 Wan-suh PARK: Who ate up all the shinga?: An autobiographical novel, New York, Columbia University Press, 2009, pp. 59-60. 22 Koremaru S K MOTO: "State Shintō" en Encyclopedia of Shinto, Tokyo, Kokugakuin University, en http://eos.kokugakuin.ac.jp/modules/xwords/entry.php?entryID=1096, 17/04/2016. 23 Encarnación ALZONA: A history of..., p. 68. 24 Justa MORENO GARBAYO: Fiestas en Manila Año 1825, Madrid, Patrimonio Nacional, 1977, pp. 24-29. 12 mismo modo se celebraban las coronaciones, como la de Isabel II que fue festejada con pasacalles, fuegos de artificio y de iluminación y vítores públicos25; las bodas y nacimientos reales, en donde se otorgaban gracias a numerosos funcionarios destacados por su labor26; o los funerales, en donde las propias instituciones educativas colaboraban aportando coronas fúnebres o incluso un busto en madera como ocurrió tras la muerte de Alfonso XII, mérito de los jesuitas en nombre del Ateneo Municipal y la Escuela Normal27. Sin embargo, es claro que la Corona no era un elemento esencial del sistema educativo colonial, al menos desde un punto de vista simbólico, más allá de la puesta en marcha del mismo. Como hemos podido ver, el shintō de Estado convirti al Emperador en una figura casi mítica, mitad padre mitad soberano, ante cuya majestad debían responder todos los súbditos del Imperio y ofrecerle el debido respeto, a través no sólo de la obediencia sino también del ritual, algo profundamente enraizado en la cultura asiática. En cambio el mundo hispano limitaba enormemente la exaltación de la Corona debido a que la religión católica ejercía como "tope", puesto que los reyes nunca podrían ser considerados dioses, y la religión nunca se podría secularizar tanto como en Japón. En Filipinas se adoraba sistemáticamente a Cristo, no a Isabel II o a Alfonso XII. En lo que respecta a los libros de texto, empezando por el caso japonés de nuevo, los funcionarios del Gobierno-General compilaron libros de texto de Morales para ayudar a crear leales súbditos del emperador, así como para asegurar la obediencia de los mismos, y consolidar su propio control. Como hemos visto, la formación moral (shūshin) en Japón había ocupado un lugar central en la educación y transformación de la sociedad japonesa y debía jugar un papel similar en Corea. Desde el primer año, los niños deberían aprender sobre el Emperador y las ventajas de vivir bajo su benevolencia, la de un ser divino que ama a todos sus súbditos, estando obligados a agradecerle todos sus desvelos y mostrarle el mayor de los respetos. Los profesores 25 AYUNTAMIENTO DE MANILA: Descripción de la proclamación y jura de la Reina nuestra señora Doña Isabel II y de las fiestas y regocijos públicos, que con tan plausible motivo se celebraron en Manila, capital de las Islas Filipinas, Manila, Imprenta de D. José María Dayot, 1835, pp. 6-8. 26 Ejemplos en MINISTERIO DE ULTRAMAR: Gracias concedidas con motivo del nacimiento de la infanta María de las Mercedes, Archivo Histórico Nacional, Ultramar, Sign. AHN/2.3.1.16.4.7.6, 4781, Exp. 4, Madrid, 1880. 27 AYUNTAMIENTO DE MANILA: Crónica de las Reales Exequias celebradas en Manila por el eterno descanso de S. M. D. Alfonso XII y ceremonial fúnebre observado por el Excmo. Ayuntamiento de esta M. N. y S. L. Ciudad, Manila, Ramírez y Giraudier, 1886, p. 18. 13 estaban obligados a controlar su lenguaje y actitud cuando hablaban del soberano28. En las ilustraciones encontramos cómo era usualmente representado el Emperador en estos libros: oculto como un ser sagrado pero rodeado de majestuosidad y adoradores; o bien una imagen más institucional. En una encontramos la divinidad del Emperador, en la otra su autoridad política. En el caso hispano-filipino, en cambio, encontramos escasas referencias en los libros de Morales. En el texto escrito por Luis Foxa en 1852, destinado en especial a la juventud filipina, sólo encontramos un párrafo en referencia a la Reina: "A nuestra Soberana la tendremos amor y el mayor respeto, teniendo entendido que la tranquilidad y seguridad pública dependen de la observancia de las leyes y órdenes que de ella dimanan [...] pues de lo contrario resultaría un desorden espantoso y una anarquía que alteraría la paz y la seguridad individual"29. Apenas unas líneas dentro de otro tema más general en una obra de casi 64 páginas. En el libro de José Patricio Clemente de 1897, oficialmente aprobado para su uso en Filipinas, en su tercera parte dedicada a las niñas encontramos distintos capítulos en donde se nos habla de la "buena hija", la "buena madre", la "buena cristiana", la "buena esposa"30, etc., pero ni una sola referencia a la Corona o a la lealtad a la monarquía; ninguna "buena súbdita". En otro libro de texto similar, este destinado a los niños, publicado por Rafael Casado en 1867, encontramos apenas una definición neutra de lo que es un sistema monárquico, así como sus tipologías, sin ningún tipo de valoración crítica ni referencia alguna a la Corona española31. Del mismo modo, los retratos o alegorías al Monarca son inexistentes en la mayoría de los libros, reservándose para algunas ediciones no escolares. A modo de resumen, encontramos que si bien la figura del Monarca es importante en ambos territorios y es tratado con respeto y veneración, además de haber jugado un papel simbólico importante en la construcción de la legislación educativa, hubo una enorme divergencia en cuanto al poder de la figura real/imperial en las mentalidades respectivas. El peso de la tradición, sin duda, pesó en la poca presencia de los monarcas en el mundo educativo filipino, puesto que su soberanía sobre Filipinas 28 Takashi FUJITANI: Splendid Monarchy: Power and Pageantry in Modern Japan, Berkeley & Los Angeles, University of California Press, 1996, pp. 11 y 110. 29 Luis FOXA: Compendio de educación o Reglas de moral, cortesía y buen tono para uso de la juventud filipina, Manila, Imprenta del Diario de Manila, 1852, p. 21. 30 José Patricio CLEMENTE: Páginas de la virtud (Lectura moral para la niñez), Madrid, Librería de Hernando y Cª, 1897, pp. 34, 54, 102, 114. 31 Rafael S. CASADO: Lecciones de Moral Religiosa, Individual y Social, extractadas de los mejores autores, La Habana, Imprenta La Tropical, 1867, p. 73. 14 nadie puso en duda hasta muy tarde, como sí le pasaba al Emperador japonés, un dios invasor para muchos coreanos. La fuerza indudable del monarca como símbolo, pues, fue utilizado por ambas partes, pero sin duda la Administración española perdió una gran oportunidad al infrautilizar un elemento tal en beneficio de los símbolos religiosos. Japón tuvo más habilidad y, consciente del poder de los símbolos imperiales en el antiguo mundo sínico, lo utilizó como núcleo aglutinador de un supuesto sentimiento de pertenencia. La religión como elemento de poder Como hemos visto, la religión tuvo en Filipinas un papel determinante que condicionó la percepción del resto de símbolos de poder y que en numerosas ocasiones funcionó más como un impedimento para el correcto desarrollo del proceso nacionalizador que el aliado que, en el pensamiento de los gobernantes españoles, debería haber sido. Frente a ello, la religión en Corea tuvo una posición secundaria, siempre supeditada al Estado imperial. En el caso del shintō esta realidad fue aún más palpable. La religión nativa de Japón se había convertido en la ideología oficial del Estado paulatinamente desde las reformas de 1875-77. Pese a que la Constitución de 1889 reconocía la libertad de culto, lo cierto es que los valores del shintō estatal quedaban intrínsecamente vinculados a la política nacionalista del Imperio. En 1913 la religión pasó a depender del Ministerio de Educación32, buscando vincular la formación de los jóvenes con la implantación de los valores del shintō estatal. En Corea se convirtió en un elemento más de dominación. Al principio se promovió la construcción de santuarios con el objetivo de atender a los residentes japoneses, pero posteriormente se utilizarían como medio de asimilación, centrándose en la adoración a Amateratsu y al Emperador y la enseñanza de los valores que se propugnaban. Además servían como freno a la extensión de las creencias cristianas, con gran aceptación en Corea desde finales del siglo XIX33. En el sistema educativo colonial 32 Kōji ŌS W : "Hyaku-nen wo mukaeta bunkachō shūmuka -「En no shita no chikaramochi」ni igi" [Cien años de la puesta en marcha del Departamento de Asuntos Religiosos de la Agencia de Asuntos Culturales - La importancia del héroe anónimo] en Chūgainippo, Kyōto, Chūgainippō-sha, 14 de febrero de 2013, disponible en http://www.chugainippoh.co.jp/ronbun/2013/0214rondan.html, 30/04/2016. 33 En los años 30 la población cristiana de Corea superaba los 300.000 fieles, con importante influencia en la educación no colonial, como se explica en Kenneth Scott LATOURETTE: Christianity in a 15 las religiones tradicionales de Corea - principalmente el chamanismo o mukyo y el budismo - y el cristianismo eran totalmente obviados en favor del shintō, que dictaba una determinada ritualidad no sólo en el interior de la clase, sino fuera de ella en actividades extraescolares obligatorias. En Corea se erigieron un total de 995 santuarios sintoístas controlados por el Gobierno colonial, tal y como todas las religiones de la colonia en base a la "Ley de Templos" de 1911 y la "Regulación Concerniente a las Misiones Religiosas" de 191534. Pese a la libertad de culto, se incorporaron visitas a templos y otras actividades de corte sintoísta a la educación colonial. Estos actos fueron obligatorios desde un inicio en la educación pública y posteriormente introducidos en los programas de educación privados, destacando la resistencia de las escuelas cristianas, algunas de las cuales fueron obligadas a cumplir con las visitas a los templos bajo la amenaza de las bayonetas35. De entre esas actividades destaca por su importancia y capacidad de movilización el kangakusai, traducible como "festival para alentar la educación". Esta tradicional celebración japonesa se celebra todos los años en abril, yendo los niños en edad escolar - especialmente aquellos que empiecen ese año su educación - por la mañana a los templos, en donde realizarán ofrendas a los dioses o kami pidiéndoles el éxito en sus estudios y buena salud para poder desempeñar sus obligaciones escolares sin impedimentos. En Corea se convirtió en una actividad obligatoria en la que los niños hacían ofrendas al Emperador y mostraban lealtad al Imperio. La participación era un verdadero éxito, especialmente en los templos principales. Por ejemplo, en el Chōsen Jingū (principal templo del shintō estatal en Corea, dedicado a la veneraci n del Emperador), se calcula que la afluencia en abril de niños coreanos al santuario suponía entre el 13 y el 29% del total de visitantes durante todo el año, llegando a rondar los Revolutionary Age, vol. 5: The Twentieth century outside Europe, New York, Harper & brothers, 1962, p. 41. 34 Michio N K JIM : "Shinto deities that crossed the sea. Japan's „Overseas Shrines,‟ 1868 to 1945" en Japanese Journal of Religious Studies, 37, Nanzan Institute for Religion and Culture, enero de 2010, pp. 32. 35 Iwao MORIOKA y Yoshimitsu KASAOKA: Kirisutokyō no sensō sekinin [La responsabilidad de guerra de las iglesias cristianas], Tokyo, Kyōbunkan, 1974, p. 47 y Kōji SUG : Nihon tōchika no kaigai jinja: Chōsen Jingu, Taiwan Jinja to saishin [Los templos en los territorios externos bajo la gobernancia de Japón - El Chōsen Jingu・Los templos de Taiwan y las deidades adoradas], Tokyo, Kōbundō, 2004, pp. 23-31. 16 42.000 niños en abril de 193536. Para garantizar la asistencia, el templo repartía el día 23 de marzo libros de texto de Morales a los alumnos de primer año de todos y cada uno los distritos de Keijō (Seúl), en una ceremonia conocida como shūshin kyōkasho juyo hōkoku-sai37, traducible muy libremente como "festival de entrega de los libros de texto de Ética y agradecimiento (a las autoridades)", en donde los alumnos debían rezar y mostrar agradecimiento y sumisión al Emperador y las autoridades del templo. No era la única actividad en el templo a la que los alumnos coreanos se veían forzados a acudir. En vacaciones se celebraban unos talleres veraniegos, en donde se realizaban diversas actividades tanto espirituales como físicas e intelectuales. Estos talleres eran celebrados también en Japón, pero nunca tuvieron la duración que llegaron a alcanzar en Corea (unos sesenta días en algunas ocasiones) ni tenían la misma afluencia de estudiantes, puesto que en Corea la asistencia era promovida por las autoridades y llegó a ser obligatoria a partir de 1937, como actividad destinada al rezo por la victoria en la guerra contra China38. El caso filipino es distinto. Si en Corea la religión fue simplemente una herramienta más, en la colonia hispana la religión era a la vez el mayor aliado y el mayor enemigo de la educación colonial. Filipinas había sido hasta bien entrado el siglo XIX una colonia más vinculada a la evangelización católica que al imperialismo político. Ya se diese esta situación por la desidia de la Administración o por su incapacidad por falta de medios, la realidad es que en nuestra más lejana colonia la Iglesia (y en especial determinadas órdenes religiosas) ostentaban un poder gigantesco, mucho mayor que el que tenía en la Península o en las colonias americanas. En las Filipinas previas a 1863, encontramos toda una red de escuelas parroquiales en donde los misioneros, curas y frailes impartían doctrina cristiana y enseñaban los rudimentos de la lectura y la escritura, generalmente en el idioma local de la zona donde estuviesen 36 Más informaci n en Satoko HIUR : “Chōsen Jingū to gakkō: Kangakusai wo chūshin ni” [El Templo Imperial de Chosen y las escuelas en la Corea Colonial] en Nihon no kyōiku shigaku: Kyōiku shigakukai kiyō [Investigación histórica de la educación de Japón: boletín de la Sociedad para los Estudios Históricos en Educaci n], s.l., Nihon no Kyōikushigaku [Sociedad Japonesa para los Estudios Históricos en Educación], 49, 1 de octubre de 2006, p. 116. 37 ÍD.: Jinja gakkō shokuminchi - Gyaku kinō suru Chōsen shihai [Templos, escuelas y colonias - El disfuncional gobierno colonial de Corea], Kyoto, Kyoto University Press, 2013, cap. 1. 38 ÍD.: "Ichi kyū san rei-nendai kōhan no chōsenjingū ni okeru kaki sōchō sanpai" [Visita a los templos a finales de los años treinta bajo el dominio colonial de Japón; los talleres de verano para estudiantes en el Chōsen Jingū] en Chōsen gakubō [Boletín de Estudios Coreanos], vol. 215, Tenri (Nara), Chōsen Gakkai [Asociación de Estudios Coreanos] de la Universidad de Tenri, 2010, pp. 129-178. 17 ejerciendo su labor39. El resultado a mediados de siglo era una escolarización mínima pero acorde a los estándares previos a la Ley Moyano (especialmente para una colonia); un profundo desequilibrio entre la educación primaria, la secundaria y la superior40; y un importante vacío en lo que respecta a la presencia del Estado en dicha materia. El decreto de 1863 fue una maniobra muy ambiciosa por parte de las autoridades españolas. No sólo por pretender crear un sistema educativo tan extenso y moderno para la colonia cuando aún no habían conseguido hacer lo propio en la metrópolis, sino también por el inminente enfrentamiento que iba a suponer con las autoridades eclesiásticas de las islas, que en gran parte sentían su influencia social y política disminuir, así como no estaban de acuerdo con grandes propuestas del nuevo sistema educativo, como la enseñanza obligatoria del castellano y los valores liberales plasmados en la asignatura de Morales que chocaban con la hegemonía casi absoluta de la formación evangélica41. Hábilmente, la educación colonial fue encargada a los recién regresados jesuitas, mucho menos reticentes a aceptar las premisas del sistema, que no sólo se encargarían de implementarlo sino también de formar a los profesores necesarios para ello a través de una nueva institución, la Escuela Normal de Manila. Por tanto, vemos que pese a los enfrentamientos Estado-Iglesia, e incluso a nivel interno religioso, el poder dentro del sistema educativo en Filipinas seguía siendo eminentemente eclesiástico, así como sus símbolos y ritos. Destaca el número de veces que debían rezar los alumnos al cabo de un día: primero, un rosario antes de entrar a clase en la iglesia; seguidamente, al entrar a clase tras la inspección de higiene del profesor y arrodillados ante un crucifijo; después de las clases matutinas, antes de irse a comer a las diez; de nuevo a las dos y media antes de comenzar las clases de la tarde; y finalmente, al finalizar las clases a las cinco, en la iglesia42. Aunque la legislación dejaba la enseñanza religiosa en un segundo plano y se la encargaba a las autoridades eclesiásticas, en la práctica la doctrina católica y el espíritu evangelizador seguía siendo la característica más fuerte en el mundo mental filipino, y al encargarse a los párrocos y misioneros como un elemento no regulado por el decreto, su incidencia era enorme en la formación de los niños y en la imagen del poder imperial que creaban en sus mentes. 39 Evergisto BAZACO: History of the…, 1953, pp. 46 y ss. Filipinas disponía de destacadas universidades, como el Ateneo de Manila o la Universidad de Santo Tomás, pero un pobre desarrollo a nivel primario y secundario. 41 Vicente L. RAFAEL: The promise of the foreign. Nationalism and the technics of translation in the Spanish Philippines, Manila, Anvil, 2006, pp. 26-28. 42 Encarnación ALZONA: A history of…, pp. 68-69. 40 18 En definitiva, mientras en Corea la religión se entendió siempre como un poder dependiente y aliado del Estado, hasta el punto que podemos hablar de una faceta de la ideología oficial del Imperio; en Filipinas se establecía como un poder semi-autónomo e incluso en ocasiones más poderoso que el Estado imperial. Resumiendo, religión y política en Corea fueron un solo bloque de acción, que se coordinaron perfectamente y entendieron desde un primer momento que existía una jerarquía en la que el poder político siempre estaba a la cabeza, y así se representaba simbólicamente. En Filipinas en cambio la concepción de las jerarquías globales era más difusa, con intereses diferentes y a veces contrapuestos entre el poder político y el religioso, provocando un avance más accidentado del sistema asimilatorio colonial y una deficiente simbología del poder imperial. Conclusión Tanto Japón como España, pese a sus muy diferentes planteamientos epistemológicos y justificaciones intelectuales, en esencia entendían sus imperios coloniales como un elemento necesario e irrenunciable, que debía ser asimilado a la Nación lo más pronto posible, imponiendo los valores y la cultura de las metrópolis a unos pueblos considerados como atrasados y necesitados de tutela. Corresponde esto a los preceptos del Nuevo Imperialismo, según los cuales las naciones imperiales no podían concebir sus colonias como meras factorías comerciales, sino que tenían la obligación moral de ocuparse de ellas, tanto a nivel político y militar, como social y cultural. Ello llevó a la puesta en marcha de múltiples herramientas de control político y asimilación cultural, entre las que destaca la educación colonial, como ya hemos explicado. Queda probado que estos sistemas adaptados e intencionales fueron diseñados no sólo con el objetivo de ocuparse de la formación intelectual y moral de los niños colonizados, sino también de asegurarse la correcta asimilación cultural y lealtad al Imperio por parte de las futuras generaciones de súbditos coloniales. Tanto en Madrid como en Tokio se esperaba que, a través de ellas, con el tiempo las culturas nativas se irían diluyendo en favor de las claramente superiores culturas metropolitanas, hasta el punto que esos pueblos retrógrados y débiles podrían considerarse parte integral de la Nación. Para ello, se debía trasmitir una determinada imagen del poder imperial, 19 benévola pero autoritaria, como la figura de un padre. Sin embargo, pese a que ambas naciones entendían esta cuestión perfectamente, no supieron implementar su imagen del poder imperial de una forma igualmente exitosa. Nos hemos fijado, por ejemplo, en cómo se representó la Monarquía en ambas colonias, y cómo los japoneses fueron mucho más hábiles a la hora de convertir la figura imperial en un elemento más de asimilación y control, mientras que en Filipinas el peso de la religión impidió que se pudiese siquiera plantear una utilización semejante. Igualmente, hemos visto como la religión en Corea se convirtió en un complemento muy poderoso de la política asimilacionista, mientras en Filipinas la fuerza de las instituciones religiosas hacía difícil la imposición de una imagen de poder civil fuerte, en tanto en cuanto había una lucha por la autoridad moral entre religión y política. Podemos concluir que ambos países crearon imágenes del poder en la medida que pudieron y supieron, usando las armas de las que disponían y utilizando la educación colonial tanto como instrumento de formación como de adoctrinamiento y propaganda. Sin embargo la realidad en sus colonias y la deriva de la política nacional condicionó la forma en que ambos imperios desplegaron su imaginería. En el caso filipino, la Administración española se vio incapaz de crear un discurso imperial en las aulas filipinas que justificase la situación subordinada de los nativos y que crease una imagen poderosa de la Nación capaz de atraer las conciencias isleñas hacia el discurso nacionalista oficial. El sistema educativo fue un relativo triunfo en tanto en cuanto democratizó la educación, creó una pequeña alfabetización e incorporó a la mujer al mundo académico y laboral - entendiendo esto por trabajo formalmente remunerado pero fracasó en la que, de cara el Imperio español, debía ser su principal función: convertir a los niños filipinos en orgullosos españoles. Por el contrario en Corea los japoneses supieron crear una imagen del poder imperial casi perfecta en la educación colonial, incluso aunque mientras hacían eso mantuviesen la formación de los coreanos en un segundo plano. No buscaban intelectuales o grandes profesionales, sino obreros leales y obedientes, que nunca fuesen a traicionar al Emperador. Lógicamente, un sistema tan controlador y autoritario iba a provocar fuertes resistencias en la sociedad coreana. Los japoneses garantizaron la asistencia de los niños a las escuelas al convertir la educación en el único medio posible 20 de crecimiento social, transformando la formación académica en una obsesión para los coreanos, de lo cual encontramos consecuencias incluso a día de hoy. Ninguno de los dos modelos consiguió funcionar. En Filipinas el intento de crear una imagen de España generosa, paternal e ilustrada se torció en un sentimiento de agravio colectivo entre los nativos que acabó por destilarse en el nacionalismo filipino. La imagen de esa España gloriosa debía contraponerse a la de unas Filipinas necesitadas y primitivas. Así, los filipinos empezaron a tomar conciencia de ser una entidad colectiva que no habían tenido necesariamente antes, y cuya posición subordinada a España empezaba a ser fuertemente cuestionada a todos los niveles. En Corea el sometimiento continuo al que se sometió a la cultura coreana, que se fue intensificando hasta lo intolerable según pasaban los años de dominación nipona - especialmente tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial - provocó que la imagen del poder que vendían los colonizadores a través de la educación fuese inaceptable para los colonizados, enfrentados a la paradoja de un discurso e imaginería pan-asiatista oficial que nada tenía que ver con la realidad social, cada vez más enrarecida y violenta que vivían. El moderno nacionalismo coreano estaba naciendo. 21 Japón y Estados Unidos, la cuenca del Pacífico como punto de encuentro. Un maridaje de postguerra Antonio Blat Martínez Universidad de Valencia Introducción Este estudio toma como eje central la interacción cultural que se produce entre Japón y Estados Unidos desde el final de la postguerra. Bajo este prisma se analizan una serie de productos de la cultura popular norteamericana y japonesa. Dos son los objetivos principales. Por un lado, establecer un vínculo entre la dinámica geoestratégica, la cultura popular y la creación de productos híbridos fruto de las relaciones entre ambos países. Por otro, hacer hincapié en el atractivo que tienen en la actualidad los productos híbridos, transnacionales y glocales, proponiendo una visión de la globalización como hibridación, al menos para el caso propuesto. En primer lugar, se introduce la idea de la hibridación cultural, desarrollando toda una serie de conceptos asociados a esta. Esto permite al lector familiarizarse con el enfoque elegido para este trabajo, el de la interacción cultural como proceso bidireccional y la globalización como hibridación. En segundo lugar, se presenta la interacción cultural entre ambos países durante la postguerra, la época de máxima interacción, por contar Japón con bases militares en su territorio, focos importantísimos del intercambio cultural o transculturación. En Gojira (1954), estrenada poco después del fin de la ocupación, esta juega un papel muy importante. Este film se considera un producto híbrido, transcultural y transnacional que viaja a Estados Unidos, siendo 23 Universidad de Castilla~La Mancha Departamento de Historia. Área de Historia Contemporánea Edificio Benjamín Palencia | Campus Universitario s/n | 02071 Albacete Email: [email protected] | www.ahistcon.org | estrenada como «a transworld release». 1 En tercer lugar, se analizan brevemente tres películas estrenadas en el siglo XXI: Pacific Rim 2013, Big Hero Six 2014 y Godzilla 2014. A través de ellas, se aprecia el estado actual de las relaciones internacionales, que llega al nivel de auténtica simbiosis. Algo, que se vincula con el alto soft power2 alcanzado por Japón, sobre todo desde la década de los noventa del siglo XX. La creciente globalización ha posibilitado este tipo de interacciones, que en el siglo XX ya aparecían incipientes, pero que el siglo XXI amplifica. No son extraños los trabajos que se centran en la influencia que Estados Unidos tiene en Japón durante la postguerra, o aquellos en los que se estudia el fenómeno de interpenetración entre ambas culturas. En este caso, se aprecia la interacción cultural como un proceso recíproco, algo que se explica con más detalle posteriormente. Además, la carencia de este tipo de estudios en España, recalca la necesidad de poner énfasis en esta relación, pues para el estudio de la cultura japonesa contemporánea, a partir de la postguerra, esta influencia no debe ser pasada por alto. Por motivos temáticos, al situar el Océano Pacífico como eje central del estudio las producciones cinematográficas que se tienen en cuenta no son muy numerosas. Tampoco, se realizan análisis de obras de manga o anime, aunque se tiene muy presente su importancia a nivel global, y en algunos casos la influencia de estos se vincula a las películas analizadas. No hay duda, que el manga y el anime han sido clave para la influencia del soft power japonés. Sin embargo, los estudios sobre el fenómeno en cuestión son muy abundantes, y puesto que, en la postguerra dicho movimiento era únicamente regional, parece mucho más apropiado vincular el evento del estreno de Godzilla, King of the monsters (1956) con largometrajes recientes que continúan resaltando la importancia del Pacífico en las relaciones Japón-Estados Unidos. Estas relaciones tienen su origen la ocupación norteamericana, momento en que comienza el auténtico flujo cultural transnacional entre ambos países. Un flujo que parece aumentar y consolidarse con el paso del tiempo. Actualmente, Estados Unidos usa elementos de la célebre cultura pop japonesa en la creación de sus propios productos globales. De esta forma, se asiste a la 1 Ishihiro HONDA: Godzilla, King of the Monsters, Toho, Jewell Enterprise, (0´42). Joseph S. NYE Jr.: Soft Power. The means to success in world politics, Nueva York, Public Affairs, 2004. 2 24 creación de un flujo cultural circular entre Estados Unidos, de ida y vuelta, que parece no tener fin. Se trata de una auténtica simbiosis cultural. Hibridismo Cultural La hibridación cultural y la circularidad de la misma son la clave de este estudio. El análisis de los artefactos culturales elegidos, todos ellos productos globales, se realiza en base a sus características híbridas. Por lo tanto, el enfoque elegido es el del hibridismo cultural.3 La hibridez, más o menos evidente en los productos culturales elegidos, se toma como base de una aproximación metodológica para el análisis de los encuentros transculturales.4 Es obvio, por tanto, que se ha optado por atender a la visión de la globalización como una hibridación. Como se demostrará, el resultado final de este flujo cultural transnacional no ha evolucionado en un choque cultural5 o una homogeneización cultural (Macdonaldization o Coca-colonization).6 Al menos, para este caso particular, donde los resultados de la interacción cultural presenta más similitudes con una hibridación, o simbiosis, que con cualquier otro elemento que implique enfrentamiento o dominación. Al tomar la globalización como rizoma cultural,7 se elude la jerarquización eurocéntrica. De hecho, se trata de evitar cualquier tipo de centrismo.8 El flujo cultural transnacional entre Estados Unidos se coloca fuera del clásico esquemas centroperiferia. Para tal menester, es útil entender el significado del término transculturación, acuñado en 1940 por Fernando Ortiz.9 Un término que se desmarca de connotaciones etnocéntricas, al entender la interacción cultural como «un proceso en el cual siempre se da algo a cambio de lo que se recibe; es un toma y daca, (…) un proceso en el que ambas partes de la ecuación resultan modificadas».10 La «aculturación unidireccional» es sustituida por la «transculturación bidireccional», así, el proceso de interacción 3 Peter BURKE: Hibridismo Cultural, Madrid, Akal, 2013. 4 Philipp W. STOCKH MMER: “Questioning hibridity”, en Philipp W. STOCKH MMER (ed.): Conceptualizing Cultural Hybridization. A Transdisciplinary Approach, Heidelberg, Springer, 2012, p. 2. 5 Samuel P. HUNTTINGTON: “The Clash of Civilizations?”, en Foreign Affairs, 72 (2015), pp. 22-49. 6 Asociados con una Americanización de la cultura a nivel global. 7 Jan Neverdeen PIETERSE: Globalization & Culture. Global mélange, New York, Rowman & Littlefield publishers,2009, p. 54. 8 Los peligros de los centrismo son señalados por NEVERDEEN: , p. 70. 9 Fernando ORTIZ: Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar, Barcelona, Ariel, 1973. 10 Bronislaw MALINOWSKY: “Prólogo”, en Fernando ORTIZ: Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar, Barcelona, Ariel, 1973. 25 cultural adquiere un matiz de reciprocidad.11 En la misma línea, Mary Louise Pratt, alude a ese «toma y daca». En este caso, define la transculturación como un proceso activo por parte de las dos partes. La cultura prestataría elige «what they absorb into their own, how they use it, and what they make it mean». 12 Para el caso japonés, esta consideración es especialmente acertada. El propio Peter Burke usa a Japón como ejemplo en sucesivas ocasiones, al hablar del hibridismo cultural. Japón forma parte de los países con fuerte tradición de apropiación de elementos culturales foráneos13 y de circularidad cultural. Esto es, adaptaciones tan concienzudas que acaban siendo “reexportadas” exitosamente a su lugar de origen.14 Efectivamente, en los anales japoneses aparecen varios ejemplos de las adaptaciones aludidas, lo que Claude Lévi-Strauss denomina bricolaje. No es de extrañar pues que los japoneses tengan un término para referirse a dicha práctica, iitokodori.15 Sin embargo, es menester la precaución con tal de no caer en ideas nacionalistas que busquen el espíritu de las naciones. De hecho, como Koichi Iwabuchi sostiene, esta característica japonesa se ha convertido en un elemento integrante de la quintaesencia japonesa. Japón se concibe como una sociedad híbrida, así, lo que en principio pudiera parecer antagoniza el modelo de pureza propio de los nacionalismos, consigue crear una identidad propia. “The Japanese capacity for cultural borrowing and appropriation does not simply articulate a process of hybridization in practice, but it is strategically represented as a key feature of Japanese national identity itself”.16 Aunque, la hibridación cultural sea clave para el análisis que se desarrolla a continuación, no se circunscribe únicamente al territorio japonés, sino que también es usada por los Estados Unidos. Al proponer, la globalización como un proceso de hibridación, se asume que es una característica común a la especia humana. Los ejemplos de artefactos culturales híbridos a lo largo del mundo son innumerables. La elección de analizar la interacción Estados Unidos-Japón es fruto de un interés 11 Peter BURKE: Hibridismo…, p. 94. 12 Mary Louis PRATT: Imperial Eyes: travel writing and transculturation, Nueva York, Routledge, 2008, p. 7. 13 Peter BURKE: Hibridismo..., pp. 116-117. 14 Peter BURKE: Hibridismo..., pp. 135-138. 15 Esta práctica es analizada en ntonio BL T M RTÍNEZ: “Iitokodori: seña de identidad japonesa desde el siglo VI hasta la difusi n del anime”, en Japón y Occidente: el patrimonio cultural como punto de encuentro (pendiente de publicación). 16 Koichi IWABUCHI: Recentering Globalization. Popular culture and Japanese transnationalism, Durham, Duke University Press, 2007, p. 53. 26 particular y de las fuertes evidencias de dicha interacción, a todos los niveles, desde el fin de la II Guerra Mundial. Además, el propio Burke, propone un estudio serio de las modas,17 y en la actualidad la cultura popular japonesa y la estadounidense forman parte de las tendencias globales. A lo largo de este estudio, se detallan ejemplos en los que se aprecian diferentes creaciones híbridas estadounidenses, en las que Japón es el principal prestamista. Se percibe, pues, una tendencia global a la aceptación y celebración del hibridismo cultural, fruto de la creciente globalización que desdibuja las fronteras y acerca las culturas. Parece evidente, el paradigma de globalización como hibridación comienza «from the fuzziness of boundaries».18 Japanamerica: La continuidad cultural de Japón y Estados Unidos Otro concepto, vinculado con la transculturación es el de zona de contacto, acuñado por Pratt. La autora usa este término para referirse al lugar en que confluyen dos culturas separadas en el espacio y el tiempo.19 En el presente estudio, se toma como zona de contacto el Pacífico durante la Guerra del Pacífico, pivotando en primer lugar a Tokio durante la fase de ocupación y finalmente al eje Tokio y California20 para la época actual, sin que el Pacífico pierda su papel protagonista en ningún momento como elemento unificador. Igualmente, Japanamerica es un concepto sobre el que conviene detenerse. Roland Kelts lo usa para definir el nivel de interpenetración existente entre las culturas populares de ambos países.21 Sin embargo, existen precedentes de dicho término, aunque varíen ligeramente, Tetsuro Kato22 acuña Japamerica para referirse también a cierta interpenetración entre EEUU y Japón. 17 Peter BURKE: Hibridismo..., 124. 18 Jan Neverdeen PIETERSE: Globalization & Culture. Global mélange,New York, Rowman & Littlefield publishers,2009, p. 55. 19 Mary Louis PRATT: Imperial Eyes…, p. 8. 20 este respecto drian F VELL: “Tokyo to L Story. How Southern California became the Gateway for a Japanese Global Pop rt Phenomenon”, en Kontur, 20 (2010), pp. 54-68. 21 Roland KELTS: Japanamerica: how Japanese culture has invaded the U. S., Nueva York, Palgrave Macmillan, 2007. 22 Tetsuro K TO: “The ge of Japamerica: taking Japanese developmente seriously”, en Hitotsubashi Journal of Social Studies, 21 (1989), pp. 61-78. Recuperado de internet (http://members.jcom.home.ne.jp/katori/JAPAMERICA.html). 27 “The “U. S.-Japan complex” or “Japamerica”, derived from Zbigniew Brzezinski´s “ merippon” and the U. S.-Japan “Bigemony” articulated by C. Fred Bergsten. Both Brzezinski and Bergsten stress the crucial importance of the U. S.-Japan partnership for the new world order. Brzezinski, however, stresses the division of labor between a militarily strong America and an economically vibrant Japan, and Bergsten sees recicprocal coordination on various levels by the two superpowers. In my opinion, “ merippon” or U. S.-Japan “Bigemony” has already been established, what I call “Japamerica”, both in the military end economic aereas. The postwar U. S. Occupation of Japan and the U. S.-Japan Security Treaty created the basic institutional conditions for this alliance. I will trace its historical development further in the paper.”23 Sin embargo, como se puede apreciar en este extracto, se encuentra más vinculado con estudios económicos. Por ello, en este caso particular, parece más apropiado ceñirse al estudio de Kelts, donde la cultura popular se coloca en primer plano. A lo largo de las páginas de Japanamerica,24 el objeto central es la cultura popular japonesa (el binomio manga-anime) y el enorme éxito que esta ha tenido en Estados Unidos. Para profundizar en el fenómeno que el autor define como Japanamerica, el siguiente extracto es muy esclarecedor: “If you can't or won't eat sushi don't even think about getting a date in NYC. That is Japanamerica”25 En su obra, Kelts se centra en la penetración de la cultura japonesa en Estados Unidos, y como los aficionados al manga y al anime siente auténtica pasión por lo japonés, lo que en definitiva les lleva a vivir experiencias biculturales. Además, propone la metáfora de la cinta de Moebius como marco general para su trabajo. Por lo tanto, el flujo cultural transnacional entre Japón y Estados Unidos se percibe como una suerte de circularidad.26 También, existe una tesis doctoral, que incluye Japanamerica en el 23 Ibid. 24 Roland KELTS: Japanamerica… 25 Kelts explica que la primera frase aparece en la página inicial de una web de citas neoyorkina Roland KELTS: Japanamerica..., p. 8. 26 Peter BURKE: Hibridismo..., pp. 135-138. 28 título, donde se analiza la influencia norteamericana en un compositor japonés, Joe Hisaishi.27 El Pacífico como punto de encuentro El Océano Pacífico es la vía que permite el acercamiento de Estados Unidos al continente asiático. Una inmensa masa de agua salpicada de pequeños archipiélagos que baña la costa este de Estados Unidos y la Bahía de Tokio. De hecho, los intereses norteamericanos en el área de influencia japonesa son la causa principal de la marcha de las relaciones entre ambos países. En el siglo XIX fue un barco estadounidense quien forzó la apertura de Japón, dada la proliferación de ballenas en la zona. 28 A mediados del siglo XX, con el inicio de la Guerra Fría, la necesidad de un aliado en Asia que frenara la expansión del comunismo, transmuta el papel de Japón en la psyche estadounidense, de enemigo acérrimo a valioso aliado. Sin embargo, es posible hablar de interacción cultural durante la Guerra del Pacífico. La propia guerra y sus prácticas se puden considerar como un intercambio cultural. Por ejemplo, la figura del kamikaze que desde el final de la guerra se inmola fundiéndose con los soldados americanos en un amasijo de acero y fuego. El oceáno Pacífico se convierte así en un auténtico crisol de culturas.29 Precisamente, fue esta estrategia suicida la única que no había sido prevista en las simulaciones bélicas realizadas por el ejército norteamericano.30 Es habitual que en los conflictos militares exista un interés por parte de ambos bandos por entender la mentalidad del enemigo. Algo que se complica si pertenecen a culturas tan diferentes como la estadounidense y la japonesa. Existen ejemplos muy interesantes sobre este fuerzo en el lado de los norteamericanos, que finalmente desemboca en un sincero interés por desentrañar la cultura japonesa. La zona de contacto es el Pacífico y en ella se encuentran los especialistas norteamericanos con los prisioneros de guerra japoneses. Por ejemplo, 27 Alexandra ROEDDER: Japanamerica or Amerijapan? Globalization, Localization, and the film scoring practices of Joe Hisaishi, Tesis Doctoral, Universidad de California, 2013. 28 John DOWER: Black Ships & Samurai. Commodore Perry and the opening of Japan (1853-1854), http://ocw.mit.edu/ans7870/21f/21f.027/black_ships_and_samurai/bss_essay01.html 29 En Peter BURKE: Hibridismo..., p. 99, se alude a la idea de crisol, vinculado con Estados Unidos. 30 Philip SABIN: Simulating War. Studying conflict through simulation games, Londres, Bloomsbury Academic, 2014, p. 58. 29 Donald Keene, comenzó a interesarse por la cultura japonesa debido a su trabajo como traductor en los interrogatorios a prisioneros japoneses en Hawaii, convirtiéndose, eventualmente, en un estudioso de dicha cultura.31 Tampoco debe olvidarse el célebre estudio de Ruth Benedict, publicado tras la guerra, con el título El crisantemo y la espada. Una obra circunscrita a los estudios de la cultura japonesa durante la Guerra del Pacífico, donde el objetivo principal era obtener la victoria militar. La derrota incondicional de Japón es la base sobre la que se cimenta la ocupación norteamericana. Después de una cruenta guerra en el Pacífico, reiterados bombardeos sobre sesenta y seis ciudades japonesas,32 y dos bombas atómicas, la victoria de Estados Unidos es abrumadora y Japón no tiene más remedio que claudicar bajo las condiciones estadounidenses. La ocupación del territorio japonés traslada la zona de contacto, del Pacífico a Tokio. La interacción cultural se torna pacífica, dejando a un lado cualquier actitud beligerante. Sin embargo, el vencedor ejerce la autoridad que la victoria le permite. La llegada del general McArthur en calidad de Comandante Supremo de las Potencias Aliadas (SCAP), al salir del avión, el comandante supremo de las potencias aliadas (CSPA) se detuvo en lo alto de la escalerilla, con una mano en el bolsillo, tensando la mandíbula al sostener la pipa hecha de mazorca seca de maíz, y paseó la mirada sobre el país conquistado con sus gafas de aviador. Esta postura característica, con un aire arrogante y despreocupado, había sido muy ensayada. Fue repetida varias veces desde diferentes ángulos, de modo que todos los fotógrafos de la prensa pudieron obtener una buena toma,33 y la foto del emperador junto al SCAP dan fe de ello: “The photograph of General Douglas Mac rthur standing with Emperor Hirohito, taken at their first meeting in 1945, can be read as a moment of a marriage with all of its attending association of a sexual relationships and 31 Marius B. JANSEN: The making of Modern Japan, Harvard, Harvard University Press, 2002, pp. 654655. 32 Alvin D. COOX: The Pacific War, en Peter DUUS (ed.): The Cambridge History of Japan. Volume 6. The twentieth century, Cambridge, Cambridge University Press, 1988, p. 369. 33 Ian BURUMA: "La creación de Japón, 1853-1964", Barcelona: Mondari, 2003, p. 145. 30 conjugal bliss between Japan and the United States at the beginning of the Occupation. (…) merica is seen as male, (…); Japan, (…) as female.”34 Tokio se convierte en zona de contacto y en ella el intercambio cultural entre los soldados y los japoneses es continuo. Aunque, en este momento predomina el flujo cultural que viaja de Estados Unidos a Japón, no por ello se considera a los soldados norteamericanos como elementos ajenos a la recepción de cultura japonesa, simplemente no es algo que se contemple en este estudio, aunque es un aspecto muy interesante que espera abordarse en futuras investigaciones. Además, este flujo es de especial importancia puesto que posteriormente retorna a Estados Unidos. Las bases norteamericanas actúan como foco difusor de la cultura estadounidense. Los soldados son los agentes que facilitan el intercambio cultural. Desde finales de la década de los cincuenta, aquellos jóvenes que deseaban consumir parte de la cultura americana se reunían alrededor de bases militares.35 Una de las más populares fue la de Washington Heights. Las zonas de Omotesando y Harajuku continúan siendo epicentros en los que se reúnen este tipo de jóvenes. Los soldados eran consumidores de cultura, y a su vez, difusores. Existía la voluntad de transmitir el modo de vida americano de forma consciente, especialmente los valores de la democracia. Aunque, además se hacía de forma inconsciente. 36 Los soldados, a nivel individual, parecían querer compartir la vida cotidiana del American way. Donde determinados productos formaban parte de la vida, el propio Shigeru Yoshida fue testigo de ese intercambio cuando subió en un jeep del ejército de ocupación y los soldados «pressed chewing gum, chocolate, and cigarrettes on the startled Japanese».37 34 H ROOTUNI N: “ merica's Japan/Japan's Japan”, en Masao MIYOSHI y H. D. H ROOTUNI N (eds.): Japan in the World, Durham, Duke University Press, 1999, p. 199. 35 Shunya YOSHIMI: EDX, Visualizing Postwar Tokyo, Lecture 1.6, Washington Heights and Harajuku, 4´10. 36 Para una enumeraci n de las prácticas conscientes e inconscientes, ver Yoshimi SHUNY : “ merica as desire and violence: Americanization in postwar Japan and sia”, en Inter-Asia Cultural Studies, 4 (2003), pp. 433-450. 37 Marius B. JANSEN: The making…, p. 676. 31 La ocupación, fue reciclada literal y figurativamente como combustible para la reconstrucción de la postguerra.38 Es en estos momentos, cuando el manga comienza a tener fuerza en Japón, debido a la escasez de recursos y al bajo precio de estas publicaciones,39 convirtiéndose en una auténtica cultura de masas.40 Publicaciones que ya se encontraban muy influenciadas por el comic norteamericano: “Story manga became very popular after World War II. merican cartoons such as Blondie, Crazy Cat, Popeye, Mickey Mouse and Donnald Duck, and Superman were translated into Japanese and introduced to Japan. The people longed for the rich American lifestyle that was blessed with material goods and electronic appliances.”41 El famoso Osamu Tezuka, considerado por muchos como el padre del manga, publica sus obras orientadas a un público infantil. Este autor, al igual que muchos otros, estaba fuertemente influenciado por el estilo de Disney y por los comics norteamericanos.42 Por lo tanto, la ocupación estadounidense influyo en la cultura popular japonesa de postguerra de una manera acusada. Sistema del Tratado de San Francisco El Tratado de Paz San Francisco (1951) «is an international agreement that largely determined the postwar political order in the region».43 Supone el fin de la ocupación norteamericana y se relaciona íntimamente con la Guerra Fría,44 concretamente con el estallido de La Guerra de Corea. Esta será el detonante definitivo 38 Anne ALLISON: millennial Monsters. Japanese toys and the global imagination, California, California University Press, 2006, p. 38. 39 Craig NORRIS: “Manga, anime and visual art culture”, en p. 241. 40 ITO: “ history of manga in the context of Japanese culture and society”, en Journal of Popular Culture, 38 (2005), p. 463. 41 Ibid., p. 466. 42 Craig NORRIS: “Manga, anime and visual art culture”, en Yoshio SUGIMOTI (ed): The Cambridge Companion to Modern Japanese Culture, Cambridge, Cambridge University Press, p. 243. 43 Kimie HARA: "50 years from San Francisco: Re-examining the Peace Treaty and Japan´s Territorial Problems", en Pacific Affairs, 74, (2001), p. 362. 44 M. SCHALLER: The American occupation of Japan: the origins of the cold war in Asia, Nueva York, Oxford University Press, 1985, p. 174. 32 para un auténtico cambio de coyuntura. En primer lugar, potenciará la economía japonesa debido al gasto estadounidense en suelo japonés. En segundo lugar, moldeará la forma de los tratados de paz y seguridad definitivos entre Japón y Estados Unidos45. Y en tercer lugar, supone una reinterpretación del artículo 9 de la constitución japonesa debido a los intereses estadounidenses de Japón «as a strong link, "active"».46 Mantener el archipiélago japonés del lado del mundo libre y alejado del comunismo47 se convertía ahora en la máxima preocupación48. El reverse course respecto al periodo inicial de la ocupación es evidente. Japón se convierte en un valioso aliado asiático de la larga «lucha crepuscular» contra el comunismo. Este cambio se aprecia en el Tratado de Paz de San Francisco49 y el subsiguiente de Seguridad. En esta ocasión, Japón recibe el trato de favor que le corresponde al principal aliado asiático. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. En el mejor de los casos, muchas de estas disposiciones respondían al interés estadounidense de mantener alejados determinados territorios de la órbita comunista. En el peor, respondía a una maniobra política que pretendía mantener la enemistad japonesa con estos países. Godzilla: Lost in Translation Como ya se ha señalado, el manga se había consolidado en una auténtica cultura de masas en Japón. Sin embargo, a nivel internacional no tenía ningún tipo de impacto. A Godzilla le corresponde el papel de pionero en el avance de la cultura popular japonesa a los mercados internacionales.50 Estrenada en 1954, Gojira marca el retorno 45 Como se verá, implica el Tratado de San Francisco y el inicio de un sistema en el que Japón se posiciona en bloque occidental. Algo que Estados Unidos intentó potenciar mediante una política exterior en la que fomentaba la animadversión entre los países comunistas asiáticos y Japón. 46 Michael SCHALLER: The American Occupation of Japan, Nueva York, Oxford University Press, p. 176. 47 Michael SCHALLER: "The Korean War. The Economic and Strategic Impact on Japan, 1950-53", p. 150. 48 Esto siempre había formado parte de la política estadounidense en Japón, sin embargo el estallido de la Guerra de Corea y el triunfo del comunismo en China lo convierten en la mayor prioridad. 49 Un Tratado que comienza a redactarse en 1947 cuando Washington pensaba que la China del Kuomitang sería su principal aliada en Asia (en Jansen p. 698). Los diferentes borradores que existen denotan los cambios de equilibrios producidos por el contexto internacional de la Guerra Fría (Hara), y en última instancia el tratado definitivo, escrito durante la Guerra de Corea, se relaciona con el resultado incierto de la misma. 50 William TSUTSUI: “Introduction”, en William TSUTSUI, Michiko ITO (eds.): In Godzilla Footsteps. Japanese Pop Culture Icons on the Global Stage, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2006, p. 2. 33 de Japón al ámbito internacional,51 es el primer largometraje japonés de postguerra de carácter internacional, libre de la censura de las fuerzas de ocupación estadounidenses.52 Un film que forma parte de los primeros «Little known-cases of Dollar-earning postwar exports from Japan»53 y se vincula con la quintaesencia de las películas de la postguerra temprana japonesas.54 Un auténtico evento mediático al que se debe prestar la atención merecida. No hay ninguna duda de la relación entre Godzilla y la amenaza nuclear. La memoria de las bobas atómicas en Hisroshima y Nagasaki, convertía a Japón en un país muy concienciado del peligro de este tipo de bombas. Los experimentos norteamericanos en el atolón bikini, con una isla vaporizada y la exposición de un barco pesquero por errores de cálculo, no hacían sino aumentar la ansiedad. Dado el carácter de este estudio, conviene resaltar a Godzilla como una criatura híbrida, y la importancia que tiene el Pacífico en su gestación. El hibridismo que presenta Godzilla es dual. En primer lugar, como personaje ficticio, pues se trata de un ser primitivo que ha sido alterado al exponerse a la radiación, su vínculo con la modernidad. Como bien señala Joyce E. Boss, no parece que en el film original en ningún momento se resuelva la tensión entre Godzilla, como monstruo legendario, ligado al folclore de la isla Odo y la mutación causada por las bombas atómicas.55 Sin embargo, parece evidente que personifica la destrucción estadounidense, poseyendo un status hibrido que permite considerarlo una criatura con «a strong American facet on his person».56 Se trata de una criatura híbrida, nacida o creada en la cuenca del Pacífico fruto de detonaciones atómicas y de una época pasada, antes que la ciencia moderna hiciera 51 Barak KUSHNER: “Gojira as Japan´s first postwar Media Event”, en William TSUTSUI, Michiko ITO (eds.): In Godzilla Footsteps. Japanese Pop Culture Icons on the Global Stage, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2006, p. 41. 52 Barak KUSHNER: “Gojira as Japan´s first postwar Media Event”, en William TSUTSUI, Michiko ITO (eds.): In Godzilla Footsteps. Japanese Pop Culture Icons on the Global Stage, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2006, p. 42. 53 Sayuri GUTHRIE-SHIMIZU: “Lost in translation and morphed in transit: Godzilla in cold war merica”, en William TSUTSUI, Michiko ITO (eds.): In Godzilla Footsteps. Japanese Pop Culture Icons on the Global Stage, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2006, p. 52. 54 Ibid., p. 54. 55 Joyce E. BOSS: “Hibridity and negotiated identity in Japanese Popular Culture”, en William TSUTSUI, Michiko ITO (eds.): In Godzilla Footsteps. Japanese Pop Culture Icons on the Global Stage, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2006, p. 103. 56 aron GEROW: “Wrestling with Godzilla: intertextuality, childish, spectatorship, and the national body”, en William TSUTSUI, Michiko ITO (eds.): In Godzilla Footsteps. Japanese Pop Culture Icons on the Global Stage, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2006, p. 77. 34 su aparición en Japón. Su nacimiento se vincula con el encuentro de ambas culturas. Por un lado, con la tradición japonesa. Por otro, su capacidad de destrucción y su aliento atómico lo acercan a Estados Unidos, especialmente a su ejército que poco tiempo atrás ocupaba el archipiélago japonés. El Pacífico es el lugar de encuentro de ambas culturas y su principal vía de comunicación, por ello, al ser la criatura un puente entre ambas culturas el pacífico mantendrá su importancia en la mayoría de películas de Godzilla. En segundo lugar, el propio producto de consumo es híbrido. De origen japonés, nace en el seno de su cultura, pero también es «an inalienable part of American cultura»57 Como señala Kushner, en Japón Godzilla fue popular en las taquillas, mientras que en Estados Unidos su popularidad creció por los aficionados y el merchandising.58 Un producto híbrido, que ayuda a entender la globalización como hibridación, especialmente aquella vinculada con el consumo y la atracción, así como con glocalización. Al fin y al cabo, existe una clara adaptación del producto a las realidades locales, manteniendo la esencia de destrucción y grandilocuencia, que podría entenderse como puramente globales, han hecho de él un mito a nivel global. Mientras que en Japón se trata de un producto serio, en Estados Unidos se considera casposo (cheesy).59 Es obvio que lo global, lo transnacional y la hibridación cultural se encuentran interpenetrados, y para el caso estudiado se personifican en la creación y distribución de la película de Gojira. No se debe olvidar que se trata del primer evento mediático de carácter internacional durante la postguerra japonesa.60 Dos años después de su estreno en Japón, se lanza en Estados Unidos, Godzilla, the King of the monsters, «a transworld release».61Una traducción cultural, editada por la distribuidora norteamericana, comprensible para el público estadounidense. 57 William TSUTSUI: Godzilla on my mind. Fifty years of the King of the Monster,Nueva York, Palgrave Macmillan, 2004, p. 114. 58 Barak KUSHNER: “Gojira as Japan´s first postwar Media Event”, en William TSUTSUI, Michiko ITO (eds.): In Godzilla Footsteps. Japanese Pop Culture Icons on the Global Stage, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2006, p. 46. 59 Ibid., p. 48. 60 Barak KUSHNER: “Gojira as Japan´s first postwar Media Event”, en William TSUTSUI, Michiko ITO (eds.): In Godzilla Footsteps. Japanese Pop Culture Icons on the Global Stage, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2006. 61 Ishihiro HONDA: Godzilla, King of the Monsters, Toho, Jewell Enterprise, (0´42). 35 Es muy interesante atender a la traducción norteamericana de la película original. Estos transforman Gojira en un «innofensive object of mass entertainment», 62 un proceso mucho más evidente en la década de los sesenta. No hay duda, que en el proceso de traducción a lo largo del Pacífico el mensaje original se pierde. Aunque, la edición tiene un papel muy importante en ello, el público receptor y la memoria histórica de la Guerra del Pacífico de estos es clave.63 La destrucción de Godzilla, los heridos hacinados en los hospitales y la movilización militar en las calles, se dirigía a la memoria del trauma de la guerra, aumentando la carga dramática del film. Por su parte, el espectador norteamericano al que se dirige Godzilla, the King of the monsters (1956), necesita un traductor que explique ese artefacto cultural japonés, en las antípodas del acerbo cultural americano. Igual, que las fuerzas norteamericanas necesitaban traductores con tal de entender al ejército con el que se enfrentaban en la Guerra del Pacífico (Ruth Benedict, Donald Keene). Ese papel le corresponde a Raymon Burr, traductor y espectador. Raymon Burr, interpreta a Steve Martin un corresponsal de prensa de la ONU. Mientras observa, traduce lo que ocurre ante sus ojos. Es el filtro por el que pasa el producto japonés con tal que sea entendido al otro lado del Pacífico. Sin embargo, como el público norteamericano sentado en la sala es un mero observador,64 no puede alterar la realidad, como corresponsal solo narra lo que ve y oye, sin poder alterar la acción. Aunque, como ocurre con las emisiones de noticias estos han alterado el contenido con tal que se adapte a unos determinados fines propagandísticos o de marketing. El rol de observador es el que le corresponde a Estados Unidos, por el momento, el mismo papel que jugaron en las detonaciones atómicas, de Hiroshima y Nagasaki, o las pruebas nucleares de atolón Bikini. El pueblo japonés la sufrió, sin embargo, a Estados Unidos le correspondía un papel activo y pasivo a la vez, ellos la lanzan, la observan y anotan los resultados. De la misma manera, Burr observa, analiza y traduce los resultados que ocurren ante sus ojos (pasivo), pero el largometraje ya había sido manipulado por la distribuidora norteamericana (activo). 62 Sayuri GUTHRIE-SHIMIZU: “Lost in translation and morphed in transit: Godzilla in cold war merica”, en William TSUTSUI, Michiko ITO (eds.): In Godzilla Footsteps. Japanese Pop Culture Icons on the Global Stage, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2006, p.54. 63 En Ibid., p. 55, se realiza una relación del metraje quitado de la película japonesa. 64 En Black Rain, no dejan de repetir a los policías estadounidenses que son observadores en Tokio. Una película muy interesante para analizar, que sin embargo se ha quedado fuera. 36 Pese a las diferencias presentes en ambas películas, el océano Pacífico es omnipresente en ambas. Es la primera imagen que se le muestra al espectador y la última. Es el origen, la causa y el remedio de la angustia con la que se asocia a Godzilla y la amenaza nuclear.65 Fuente de angustia, pues alberga una amenaza inconmensurable que permanece oculta. Aunque, también de esperanza, la ocupación había acabado y la mayor parte de los soldados cruzaban de nuevo el Pacífico en sentido inverso, era momento de reconstruir Japón. Era momento de mirar hacia el futuro con el fantasma de la guerra pasada en la espalda y la amenaza de una guerra producto de la nueva dinámica internacional bipolar (Guerra Fría). En definitiva, Godzilla es un producto híbrido, transnacional, glocalizado y consumido a nivel internacional. Fruto de la interacción cultural entre dos países, aunque en esencia responde a las ansiedades y esperanzas de una región particular, un producto local. Sin embargo, a su vez, es un producto intercultural que se ha convertido en icono cultural norteamericano66 y ha logrado atraer la atención del público de todo el mundo, convirtiéndose en un producto global/glocal. El Nuevo milenio, Japanamerica, capital San Fransokyo La evolución de Godzilla en los sesenta y setenta es muy interesante, y en ella se encuentra el origen del éxito del personaje en los Estados Unidos. Sin embargo, este estudio se centra en el comienzo de los flujos transculturales entre Estados Unidos y Japón, situado en la ocupación de postguerra. Un período que desemboca en Godzilla, King of the monsters; el primer lanzamiento de postguerra transnacional, internacional, transcultural y glocal. Una creación hibrida que es exportada y traducida, creando esta circularidad que tan interesante resulta para el estudio del fenómeno de la hibridación cultural. Un proceso que localiza y transforma el producto con tal que se adapte a otra experiencia, la del cine monster on the loose67 muy popular en Estados Unidos. Este proceso de interacción, Estados Unidos-Japón, cuenta con otros elementos interesantes 65 La ansiedad por la amenza nuclear es un tópico común en ambas versiones, aunque con distintos matices dada las circunstancias. Ver Sayuri GUTHRIE-SHIMIZU: “Lost in …, p. 56. 66 Tanto la cultura japonesa como la americana son catalogadas por Napier como híbridas, en NAPIER: p. 18. 67 Sayuri GUTHRIE-SHIMIZU: “Lost in translation and morphed in transit: Godzilla in cold war merica”, en William TSUTSUI, Michiko ITO (eds.): In Godzilla Footsteps. Japanese Pop Culture Icons on the Global Stage, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2006. 37 que no es posible abordar aquí. Por ejemplo, la exportación de productos electrónicos, la inversión japonesa en California o el éxito del anime en Estados Unidos. El origen de este boom comienza alrededor de los años 90 y se suele asociar con el éxito de la película de Akira (1988) de Katsuhiro Otomo. Diez años después del estreno de Akira, en puro apogeo del soft power japonés, se estrena Godzilla (1998). En esta ocasión, no se trata ni de una traducción cultural, ni una adaptación cultural manufacturada en Estados Unidos. Este film fagocita Godzilla, lo parasita, le extrae la esencia con tal que pueda usar su nombre mientras la cultura de consumo norteamericana se beneficia. Es tal el fiasco de la producción que incluso en posteriores películas se desmiente que la criatura fuera Godzilla. Este godzilla americano, es más débil que el auténtico y ni siquiera es capaz de disparar aliento atómico, una de sus más temibles armas. Esta parasitación, en las antípodas de la simbiosis, se vincula con el éxito de Jurassic Park (1993), producto típicamente estadounidense, basado en la novela del mismo título de Michael Crichton. Efectivamente, toman la idea de Godzilla, una criatura antigua, y lo transforman en un dinosaurio gigante comedor de pescado. Existen tantas similitudes entre las películas que el caso no deja lugar a dudas.68 El siglo XXI evidencia un nuevo paso en la interacción cultural entre Estados Unidos y Japón, fruto de la evolución del encuentro de la postguerra. Al fin y al cabo, «The first English volume of Shonen Jump was published in the United States in January 2003».69 Desde entonces, Estados Unidos comienza a aceptar masivamente el flujo cultural del otro lado del Pacífico. Entre 2013 y 2014, aparecen tres películas, dos de ellas vinculadas con Godzilla, que ilustran la simbiosis actual entre Japón y Estados Unidos. El círculo de Möbius continúa su camino, la hibridación alcanza cotas increíbles de circularidad. Se produce un eterno retorno, una vuelta constante al inicio. En Pacific Rim (2013), unos monstruos gigantes (kaiju) alienígenas, surgen del Pacífico y amenazan con exterminar a la humanidad. La amenaza regional se torna global, aunque continúa siendo el Pacífico el foco de tensión y de problemas. De nuevo, esta masa de agua alberga la amenaza, en este caso extraterrestre, que pone en peligro la existencia misma de la humanidad. Ambas costas del Pacífico sufren ataques continuos 68 Para visualizar algunas de las secuencias donde se hace obvia la similitud ver: SCREEN JUNKIES: Honest Trailers: Godzilla, 2014 https://www.youtube.com/watch?v=vtzSP8VjkcE (2´30-2´50). 69 ITO: “ history…, p. 469. 38 y toda la humanidad debe unirse bajo la lid de los Estados Unidos. 70Un auténtico producto intercultural, heredero de la grandilocuencia de Hollywood y de los géneros kaiju y mecha,71 ambos de orígenes japoneses, que a su vez se vieron influenciados por la cultura de consumo norteamericana. Aunque, la película es norteamericana, mantiene el término kaiju, japonés, para referirse a las criaturas dantescas que surgen periódicamente del Pacífico. Un producto auténticamente híbrido, sin traducciones culturales, que ya no desarrolla una relación parasitaria, sino simbiótica. La cultura norteamericana adapta elementos foráneos, ejerce una voluntad de crear un producto auténticamente híbrido, vinculándose con un género cinematográfico de origen nipón. La auténtica simbiosis que se produce entre Japón y Estados Unidos aparece explícitamente en la película. Para enfrentarse a la amenaza extraterrestre, se desarrolla un arma nueva, unos robots gigantes que luchan de igual a igual con las criaturas gigantes. Sin embargo, es necesario que sean dos individuos los que piloten, a través de una conexión neuronal que les permite manejarlos al unísono. De esta manera, se establece un vínculo entre dos cuerpos diferentes, consiguiendo manejar un único cuerpo. Esta conexión exige tanta compatibilidad entre los pilotos que suelen compartir lazos familiares. Sin embargo, los protagonistas, un americano y una japonesa, deben conseguir establecer un vínculo que les permite manejar uno de los robots gigantes. El vinculo entre Japón y Estados Unidos que comienza en la postguerra y se afianza en la Guerra Fría, continúa creciendo, de manera que son concebidos como un único cuerpo en las dinámicas geoestratégicas del Pacífico. Una metáfora del flujo cultural transnacional entre Japón y Estados Unidos, respaldado, en este caso, por vínculos políticos, geoestratégicos y económicos. Big Hero Six (2014) lleva esta simbiosis metafórica a un nivel superior, puesto que, el espacio de San Francisco es literalmente mezclado con el de Tokio, con la subsecuente creación de la ciudad ficticia de San Fransokyo. La elección no podría ser más clarificadora, San Francisco, el nombre del lugar del Tratado que marca las relaciones de postguerra entre Japón y Estados Unidos, lugar donde además se produce 70 Jan H NSK : “Popular Culture, US security policy, and the sian pivot: reading Pacific Rim as a justification of American strategic involvement in the Asia-Pacific region”, en Critical Studies on Security, 2, (2014), pp. 323-336. 71 WARNER BROS: Pacific RimEntrevista a Guillermo del Toro, 2013, https://www.youtube.com/watch?v=JdxKDykBboA. 39 el primer ataque de un kaiju en Pacific Rim. La cinta de Moebius continúa girando. La producción de Walt Disney, el estilo que influyó a Tezuka en la postguerra, no hace sino aumentar dramatismo a la circularidad. La simbiosis es total, los elementos se interpenetran perfectamente. El último ejemplo de simbiosis es Godzilla (2014), el propio trabajo finaliza así por donde ha comenzado. En ella, se aprecia una interconexión total entre Japón y Estados Unidos. El protagonista (Ford Brody) debe viajar a Tokio, dejando a su familia en San Francisco, se mantiene el nexo Tokio-San Francisco (California). Desde allí, a lo largo de la película, tanto Godzilla como Brody, atravesarán el Pacífico paulatinamente hasta llegar a Estados Unidos. Brody, pasó su infancia en Japón, por lo que contiene en su persona características biculturales. Como el propio Godzilla, ostenta una doble faceta, la japonesa y la norteamericana. De hecho, existe una asociación entre ambos personajes que permite hablar de ellos como una persona, en la clásica asociación japonesa de omote-ura (anverso-reverso). Godzilla y Brody son dos caras de la misma moneda, se encuentran en Hawái, y desde allí viajan a Estados Unidos. Godzilla, luchará contra la criatura responsable de la muerte de la madre de Brody. De esta forma, Godzilla se integra en la psyche del personaje americano, creándose esta simbiosis entre ambas culturas que se ha mencionado en su persona. De esta forma, se cierra el estudio de la misma forma que empezó, con Godzilla como protagonista y la continua circularidad que existe en el flujo transnacional entre Japón y los Estados Unidos de América. Los vínculos políticos y geoestratégicos, muy vinculados con Pacific Rim, apoyan el continuo flujo cultural entre Estados Unidos y Japón, creando obras como Big Hero Six y Godzilla (2014), que evidencian la interpenetración entre ambas culturas desde la postguerra. Así pues, no se ha producido una homogeneización o un choque de culturas, ambas se han adaptado, han integrado elementos ajenos creando un flujo circular constante, sin que se aprecie un dominio claro, al menos en el ámbito cultural. 40 Colonización, construcción nacional e identidades palestinas. Procesos inacabados Diego Checa Hidalgo Coventry University Esta comunicación pretende analizar la evolución de la identidad palestina a lo largo del siglo XX bajo la influencia de un desarrollo colonial no finalizado y de un proceso de construcción nacional fallido. Nuestra hipótesis afirma que el proceso colonizador desarrollado en Palestina por el movimiento sionista ha logrado dividir a las comunidades palestinas de la región dando lugar a la construcción de múltiples identidades en los distintos territorios que habitan. Así, encontramos comunidades palestinas que se encuentran en el interior de Israel y palestinos refugiados en diferentes países de Oriente Medio. Mientas, las comunidades en los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza, sin continuidad territorial entre ellas, también se diferencian entre población autóctona y refugiada, y los habitantes palestinos de Jerusalén Este han visto como su parte de la ciudad era anexionada por Israel y separada de Cisjordania por el llamado muro de separación. Esta discontinuidad territorial acontecida por el desarrollo del proceso colonial sionista ha ido acompañado de una diferenciación de derechos y libertades para las poblaciones palestinas que habitaban estos espacios, regulados por la potencia ocupante del territorio. Como resultado, la identidad de las comunidades palestinas ha evolucionado de manera diferenciada y esto dificulta los procesos palestinos de construcción nacional. 41 Universidad de Castilla~La Mancha Departamento de Historia. Área de Historia Contemporánea Edificio Benjamín Palencia | Campus Universitario s/n | 02071 Albacete Email: [email protected] | www.ahistcon.org | La metodología desarrollada se ha construido teniendo como referente los trabajos sobre nacionalismo,1 la teoría decolonial2 y los estudios poscoloniales.3 Nuestra investigación se apoya en una amplia revisión bibliográfica sobre la historia de la región en el siglo XX y el desarrollo de la identidad palestina, así como de los procesos de resistencia llevados a cabo contra la colonización de la región y de la formación del movimiento nacional palestino. Esta investigación también se nutre de un trabajo de campo realizado durante varias estancias realizadas en Palestina e Israel entre 2013 y 2015. Durante dichas estancias, se efectuó un proceso de observación no participante de las comunidades palestinas de Cisjordania (Nablus, Jenin, Ramala), Israel (Haifa, Nazareth, Tel Aviv) y Jerusalén Este, incluyendo también a comunidades refugiadas de Cisjordania (Balata, Al Arub). También se llevaron a cabo una serie de entrevistas semiestructuradas a líderes políticos y sociales en Cisjordania. Nuestro trabajo de campo se completó con otra serie de entrevistas en la Arab American University de Jenin, donde estudiantes palestinos de Cisjordania, Jerusalén Este e Israel comparten espacio de encuentro. Los resultados iniciales de esta investigación evidencian como se está produciendo una diferenciación de la identidad entre las distintas comunidades palestinas. Esta diferenciación se percibe más allá de la retórica tradicional en forma de prejuicios de unos palestinos sobre otros, y que va asociada a procesos de desarrollo histórico separados provocados por el poder colonial y un el fallido intento de construcción nacional. 1 Sobre todo los trabajos de Benedict ANDERSON: Imagined communities: Reflections on the rise and spread of nationalism, Londres, Verso, 1991; Ernest GELLNER: Nations and nationalism, Ithaca, Cornell University Press, 1983; Eric HOBSBAWN: Nations and nationalism since 1780: Programme, myth, reality, Cambridge, Cambridge University Press, 1990; y Anthony SMITH: The ethnic origins of nations. Oxford, Oxford University Press, 1986. 2 Especialmente Paulo, FREIRE: Pedagogía del oprimido, Buenos Aires, Siglo XXI, 1994 [1970]; Edgardo LANDER (ed.): La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas, Buenos Aires, CLACSO, 2000; Walter MIGNOLO: "Geopolitics of knowledge and colonial difference", The South Atlantic Quarterly, 101, 2 (2002), pp. 57-96; Aníbal QUIJANO "Colonialidad del poder y clasificación social", Journal of World-System Research, 2 (2000), pp. 342386; Eduardo RESTREPO y Axel ROJAS: Inflexión decolonial: Fuentes, conceptos y cuestionamientos, Popayan, Editorial Universidad del Cauca, 2010; y Catherine WALSH (ed.): Pensamiento crítico y matriz (de)colonial. Reflexiones latinoamericanas, Quito, Universidad Andina Simón Bolívar / Abya Yala, 2005. 3 Destacando los trabajos de Bill ASHCROFT, Gareth GRIFFITHS, y Helen TIFFIN (eds.): The empire writes back. Theory and practice in post-colonial literatures, Londres, Routledge, 1989; Elleke BOEHMER: Colonial and postcolonial literature, Oxford, Oxford University Press, 1995; Frantz, FANON: Black skin, white masks, Londres, Pluto Press, 1993 [1952]; y Edward SAID: Orientalism, Harmondsworth, Penguin, 1991. 42 La comunicación primero estudiará el contexto colonial que dio origen a la creación del estado de Israel y su posterior expansión regional, mostrando su impacto en las poblaciones que habitaban Palestina y sus procesos de construcción nacional. Después identificarán los factores que llevaron a las poblaciones palestinas a desarrollar una identidad propia. A continuación se explicará cómo se ha producido la diferenciación de las comunidades palestinas de la región y como esto dificulta los procesos palestinos de construcción nacional. Finalmente terminaremos presentando las conclusiones de nuestra investigación. El proyecto colonial europeo, la creación de Israel y la desposesión palestina La derrota del Imperio Otomano en la I Guerra Mundial propició una gran transformación en la región de Oriente Medio, que pasó a estar dominada por las potencias europeas como resultado de los acuerdos de Sykes-Picot (1916), por los que Francia y Gran Bretaña establecieron sus áreas de influencia en la zona. La Liga de las Naciones respaldó estos acuerdos y autorizó en 1922 el Mandato Británico sobre Palestina, olvidándose del principio de autodeterminación de los pueblos. El Mandato hizo caso omiso de las promesas de independencia que Gran Bretaña había realizado a la poblaciones árabes para que se revelasen contra el Imperio Otomano y, en cambio, defendió los intereses de la metrópoli y ratificó la llamada Declaración Balfour (1917), por la que el gobierno británico apoyaba la creación de un hogar nacional judío en Palestina en respuesta a las peticiones del movimiento sionista.4 Mientras tanto, el movimiento sionista había impulsado la emigración judía a la región a partir de 1882, especialmente desde países de Europa Oriental. Así, a finales de la primera década del siglo XX el fenómeno sionista contaba solamente con 50.000 personas en Palestina,5 pero el antagonismo con la población local era notorio y se manifestaba a través de diferentes formas de resistencia, especialmente contra el consentimiento del Imperio Otomano a la venta de tierra a las organizaciones sionistas.6 4 El proyecto sionista surgió a finales del siglo XIX y fue impulsado intelectualmente por Theodor Herzl con la intención de guiar al movimiento nacional judío hacia la colonización de Palestina. En Ilan PAPPE: A History of Modern Palestine: One Land. Two Peoples, Cambridge, Cambridge University Press, 2004, p. 36. 5 Ibid., p. 56 6 Mazin QUMSIYEH: Popular resistance in Palestine: A history of hope and empowerment, New York, Pluto Press, 2011, p. 42. 43 El establecimiento del Mandato y su respaldo a la Declaración Balfour impulsó la organización de seis congresos árabes palestinos entre 1919 y 1923 para defender su derecho a la autodeterminación y oponerse a la Declaración, y generaron protestas y manifestaciones contra su incorporación al Tratado de Sèvres.7 En la década de 1920 continuó la oposición a la colonización de Palestina dirigida contra el Mandato Británico y liderada por las élites árabes, con el gran muftí de Jerusalén, Haj Amin al Husseini, a la cabeza. Fue una lucha principalmente no-violenta donde los palestinos combinaron métodos simples de protesta con métodos más complejos de no-cooperación para suspender la obediencia, aunque con esporádicos episodios de desórdenes, motines y disturbios violentos.8 En la década de 1930 la resistencia civil se amplió en Palestina con el aumento de la frecuencia de las huelgas generales y con la extensión de un aparato de comités de apoyo a los huelguistas. Sin embargo, la resistencia se polarizó entre moderados y radicales, entre la vieja oligarquía árabe y los jóvenes líderes e intelectuales nacionalistas que nutrieron los primeros partidos políticos palestinos.9 La tensión siguió escalando, al no producirse cambios en las políticas coloniales y en un contexto en el que la emigración judía se intensificaba, dando lugar a la aparición de una resistencia de carácter armado tanto árabe como judía. La lucha armada apareció por primera vez en el discurso del movimiento nacional palestino en 1931, ante el fracaso de la acción no-violenta disciplinada para lograr sus objetivos políticos. Así, el congreso reunido ese verano en Nablus pidió el establecimiento de una organización de defensa y la búsqueda de armas para responder a la ayuda que los británicos proporcionaban a las entidades de defensa judías.10 Al principio la violencia no fue organizada y era producto de choques espontáneos entre agricultores palestinos y colonos judíos, o de protestas que se tornaron violentas durante su desarrollo, como en los disturbios de 1921 y 1929. Sin embargo, durante las décadas de 1920 y 1930, se fueron creando grupos armados que recurrieron a ella como medio para organizar la 7 Gudrun KRAMER: A history of Palestine. From the Ottoman contest to the founding of the state of Israel, Princeton, Princeton University Press, 2008. 8 Ilan PAPPE: A History of Modern Palestine...; y Mary Elizabeth KING: A Quiet Revolution: The First Palestinian Intifada and Nonviolent Resistance, New York, Nation Books, 2007, pp. 34-39. 9 Gudrun KRAMER: A history of Palestine... 10 Mary Elizabeth KING: A Quiet Revolution..., p. 40. 44 resistencia nacional.11 La llamada a la lucha armada tuvo dos fuentes: los nacionalistas defensores del panarabismo y de las estrategias de confrontación y ciertas autoridades religiosas salafistas que vinculaban el reformismo islámico con la militancia nacionalista.12 De esta llamada se hicieron eco el movimiento de jóvenes palestino y campesinos provenientes del mundo rural. A la escalada de la violencia en el conflicto se sumaron también los grupos paramilitares judíos, en acciones de autodefensa y de represalia, y las fuerzas de ocupación encargadas de reprimir los actos de resistencia13. La revuelta árabe que comenzó en 1936 y se prolongó hasta 1939, ilustra claramente la dicotomía del movimiento nacional palestino y sus métodos de resistencia. Durante sus primeros seis meses, la revuelta fue abrumadoramente noviolenta y trató de incluir en la resistencia civil a una amplia masa social. Sin embargo, su segunda fase tuvo mucho más un carácter guerrillero y predominó la resistencia violenta.14 La revuelta comenzó con una huelga general convocada por un congreso nacionalista ante la prohibición británica de una manifestación en Jaffa, lo que en los ojos de los nacionalistas mostraba la disposición de la potencia colonial a negar a los palestinos su posibilidad de expresarse y protestar. El objetivo de la huelga era modificar la política británica para detener la inmigración judía, la venta de tierras a judíos, y el establecimiento de un estado independiente palestino. En esta fase, la actividad de las guerrillas rurales se intensificó llevando a cabo múltiples actos de sabotaje. La huelga se extendió y casi paralizó el país completamente, hasta que la fatiga apareció y se puso fin a ella tras seis meses de lucha.15 Unos meses más tarde la rebelión se reanudó como consecuencia de publicación del informe de la Comisión Peel de noviembre de 1936 que recomendaba la división de Palestina y era el primer aval oficial británico al principio de partición y a la creación de un estado judío.16 Pero en esta nueva fase de la revuelta las bandas armadas fueron las 11 Abdul-Wahhab Said KAYYALI: The Palestinian Arab reactions to Zionism and the British Mandate 1917-1939, Tesis doctoral, University of London, 1970, pp. 228-230. 12 Uno de los primeros representantes del movimiento de reforma islámico salafista fue Izz al-Din al Qassam, implicado activamente en el trabajo social y en la acción militante contra la ocupación extranjera. Aunando nacionalismo militante y reforma islámica, Qassam y su grupo actuaron en el norte de Palestina. Aunque sus primeros ataques ocurrieron en 1929, no fue hasta 1935 cuando trataron de fomentar una insurrección armada en la zona (Kramer 2008, 259-263). 13 Ilan PAPPE: A History of Modern Palestine... 14 Andrew RIGBY: Palestinian Resistance and Nonviolence, Jerusalén, Passia, 2010, pp. 23-30. 15 Mary Elizabeth KING: A Quiet Revolution..., pp. 49-54. 16 Avi SHLAIM: Israel and Palestine. Reappraisals, revisions, refutations, Londres, Verso, 2010, p. 57. 45 protagonistas. Las guerrillas árabes se enfrentaron a las fuerzas británicas, a los judíos y a los árabes moderados, y el Mandato británico perdió el control de algunas áreas de la región temporalmente. Finalmente, las operaciones militares y el cambio de política, con el abandono británico de la idea de la partición y en favor de un estado binacional, acabaron con la rebelión en 1939.17 A comienzos de la década de 1940 Palestina presentaba un conflicto a tres bandas en el que un poder colonial europeo, el Mandato británico, contralaba un territorio por el que se enfrentaban dos proyectos nacionalistas, uno autóctono, el palestino, y otro alóctono, el sionista. El desgaste tras los tres años de lucha de la revuelta árabe y la represión británica redujeron la capacidad de acción del movimiento nacional palestino a principios de la década de 1940, con una economía devastada y unas élites políticas divididas.18 Por su parte, el movimiento sionista estaba políticamente unificado, contaba con instituciones centralizadas y se encontraba altamente motivado. Además, había conseguido la continuidad territorial sobre el territorio a partir de la compra de tierras y de la construcción de asentamientos, y se beneficiaba del apoyo internacional de Estados Unidos y la Unión Soviética.19 En 1947 Gran Bretaña decidió poner fin al Mandato y trasladar la responsabilidad sobre Palestina a la recién creada Organización de Naciones Unidas (ONU), quien optó por dividir el territorio para crear dos estados que respondiesen a las demandas de los proyectos nacionales palestino y sionista. La acogida de las poblaciones locales fue diametralmente distinta y Palestina se encaminó hacia la guerra civil.20 Cuando el 15 de mayo de 1948 Israel se proclamó estado independiente y los ejércitos de la Liga Árabe entraron en escena, ya se sucedían las atrocidades contra las poblaciones árabes y las judías por parte de los grupos armados palestinos y sionistas.21 El resultado de la primera guerra árabe-israelí es por todos conocido y dio origen al trauma de la nakba palestina. Los ejércitos árabes fueron derrotados a excepción de la 17 Mary Elizabeth KING: A Quiet Revolution..., pp. 54-56. Ilan PAPPE: A History of Modern Palestine... 19 Rashid KHALIDI: Palestinian identity. The construction of modern national consciousness, New York, Columbia University Press, 2010, pp. 190-191. 20 Ilan PAPPE: A History of Modern Palestine..., pp. 123-129; y Avi SHLAIM: Israel and Palestine..., pp. 28-29. 21 Andrew RIGBY: Palestinian Resistance..., pp. 31-32 18 46 Legión Árabe jordana, Israel se anexionó territorios que originalmente habían sido destinados al estado palestino por la ONU y la población palestina que no fue desplazada hacia el exterior quedó bajo la dominación de Israel, Jordania y Egipto.22 Los 750000 palestinos expulsados por los enfrentamientos armados y por la limpieza étnica de las milicias sionistas se convirtieron en refugiados en los países árabes vecinos o en los territorios de Cisjordania y Gaza,23 y, desde entonces Israel no les ha permitido retornar a sus hogares ni recuperar sus propiedades. Tras el desastre de 1947-48 y hasta la creación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en 1964, hubo pocas manifestaciones públicas significativas del nacionalismo palestino. Las consecuencias de la guerra hicieron que las prioridades de los palestinos se centraran principalmente en la supervivencia, pero esta ausencia también se puede explicar por la confianza en el triunfo del panarabismo encarnado en Gamel Abd-al-Nasser, presidente de Egipto. Mientras tanto, la concreción del movimiento nacional era dificultado por la dominación que Israel, Jordania y Egipto ejercían sobre la población palestina y el control de los diferentes territorios sobre los que estaba asentada (Cisjordania, Gaza y lo que desde 1948 pasó a constituir el estado de Israel).24 A mediados de la década de 1950 comenzaron a surgir algunos movimientos de resistencia palestinos de distintas ideologías en los campos de refugiados que abogaban por la lucha armada para "liberar" Palestina. El exponente más significativo de esta tendencia fue Fatah, organización que desde 1954 había comenzado a realizar pequeños ataques fronterizos contra Israel desde sus posiciones en Gaza y Cisjordania.25 En este periodo se aprecia también claramente la emergencia de un tipo de resistencia basada en la perseverancia o sumud, en la voluntad del pueblo palestino de permanecer en el 22 Avi SHLAIM: El muro de hierro: Israel y el mundo árabe, Granada, Almed Ediciones, 2003, pp. 6587. 23 Nur MASALHA: Expulsion of the Palestinians: The concept of transfer in the Zionist political thought, 1882-1948, Londres, Tauris, 1994; e Ilan PAPPE: "The 1948 ethnic cleansing of Palestine", Journal of Palestinian Studies, 36, 1 (2006), pp. 6-20. 24 Thomas L. FRIEDMAN: From Beirut to Jerusalem, Londres, Haper Collins Publishers, 1998 [1989], pp. 332-335. 25 Ilan PAPPE: A History of Modern Palestine..., pp. 146-148. 47 territorio, resistir su expulsión y mantener su identidad continuando su vida diaria a pesar de la dominación árabe e israelí.26 Mientras la OLP se creaba en 1964 auspiciada por la Liga Árabe como paraguas para agrupar a las facciones y grupos de diferentes ideologías del movimiento nacional palestino, la actividad de las guerrillas palestinas se intensificó tras un largo periodo de organización y reclutamiento y de represalias israelíes.27 La expansión ocupación de Cisjordania y Gaza en 1967 por Israel y el liderazgo que Fatah ejerció en la OLP a partir de 1969 supusieron el fin de la apuesta por el panarabismo y la centralidad del movimiento nacional palestino en la lucha por la liberación de Palestina.28 A partir de ese momento, la OLP emprenderá una resistencia basada en la abierta glorificación de la lucha armada en sintonía con las guerras de liberación que acompañaban muchos procesos descolonizadores en esos años del siglo XX, e influenciada por las figuras del Che y Castro en América Latina, y los trabajos de Fanon que justificaban el recurso a la utilización de la violencia contra regímenes ilegítimos.29 Sin embargo, el centro de gravedad de la OLP no estará en los territorios palestinos ocupados, si no que se desplazará a través de los países desde donde operó a lo largo de las décadas de 1960 y 1970 (Jordania, Líbano, Argelia y, finalmente, Libia), apoyando sus estrategias en los refugiados y relegando a la población de los territorios palestinos ocupados a un rol pasivo. Mientras tanto, el proyecto colonial sionista continuó expandiéndose y, tras la victoria en la Guerra de los Seis Días (1967), Israel ocupó los territorios palestinos de Cisjordania y la franja de Gaza, los Altos del Golán en Siria, y la región del Sinaí en Egipto. La ocupación de Cisjordania y Gaza generó resistencias a la administración militar israelí por parte de la población palestina que habitaba dichos territorios. Mientras que en Cisjordania los intentos de Fatah por fomentar la lucha armada no fructificaron,30 en Gaza los grupos armados palestinos fueron más activos hasta comienzos de la década de 1970.31 Paulatinamente, los grupos armados fueron 26 Alexandra RIJKE y Toine Van TEEFFELEN: "To Exist Is To Resist: Sumud, Heroism, and the Everyday", Jerusalem Quarterly, 59 (2014), pp. 86-99; y Mazin QUMSIYEH: Popular resistance in Palestine..., pp. 100-101. 27 Ilan PAPPE: A History of Modern Palestine..., pp. 166-168. 28 Andrew RIGBY: Palestinian Resistance... 29 Frantz FANON: The wretched of the earth, New York, Grove Press, 1963. 30 Ilan PAPPE: A History of Modern Palestine..., p. 191. 31 Mazin QUMSIYEH: Popular resistance in Palestine..., p. 119. 48 reemplazados en el imaginario político de los palestinos bajo ocupación por un activismo político y social.32 A pesar de que Israel prohibió las actividades políticas de organizaciones palestinas y administró militarmente los territorios ocupados privando a la población local de derechos humanos y civiles básicos,33 la sociedad palestina contestó pacíficamente a las políticas israelíes, e inició un proceso de organización civil y política que abogaba por la participación popular y por la utilización de métodos de resistencia no-violenta.34 Bajo la ocupación militar israelí, la sociedad civil palestina se volcó en un esfuerzo constructivo que extendió la acción colectiva y sus organizaciones, estableciendo instituciones alternativas, desarrollando procedimientos democráticos y adquiriendo estrategias de acción civil que llevarían a la creación de la primera intifada. La primera intifada (1987-1991) fue un levantamiento popular generalizado acontecido en los territorios palestinos ocupados para luchar por sus derechos y contra la ocupación israelí, utilizando una múltiple combinación de métodos de lucha mayoritariamente noviolentos.35 Este levantamiento no fue solamente un acto de resistencia contra Israel sino que fue también una afirmación del movimiento nacionalista palestino edificado sobre los esfuerzos de las organizaciones sociales que se habían ido construyendo en los territorios ocupados desde 1967. Pero la intifada, a pesar de su componente nacionalista y su aspiración de poner fin a la ocupación israelí, no culminó en la formación de un estado palestino, sino en la firma de los acuerdos de paz de Oslo (en 1993 y 1995) para la creación de una región semiautónoma en parte de los territorios ocupados y gobernada por la Autoridad Palestina (AP). Se acordó la retirada de las fuerzas israelíes de los centros urbanos palestinos y dividir el territorio de Cisjordania en tres aéreas: el Área A con las ciudades bajo control palestino; el Área B con los pueblos y aldeas palestinos bajo jurisdicción compartida palestino-israelí; y el Área C que se mantendría bajo control de Israel.36 32 Mary Elizabeth KING: A Quiet Revolution..., pp. 66-68. Ilan PAPPE: A History of Modern Palestine..., p. 196. 34 Mary Elizabeth KING: A Quiet Revolution..., p. 71. 35 Andrew RIGBY: Living the intifada, Londres, Zed Books, 1991; y Mary Elizabeth KING: A Quiet Revolution... 36 Los Acuerdos de Oslo pueden consultarse en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel: Declaration of Principles on Interim Self-Government Arrangements, Washington, 13 de Septiembre de 1993, visto en <http://www.mfa.gov.il/mfa/foreignpolicy/peace/guide/pages/declaration%20of%20principles.aspx> e 33 49 Llegados a ese punto, parecía que el proceso de Oslo culminaría en la creación del estado palestino a partir de la extensión de la autonomía y que la AP se transformaría en el gobierno nacional de Palestina. Sin embargo, el proceso de Oslo solo mantuvo el status quo y la extensión de la opresión política y económica de Cisjordania y Gaza, donde los asentamientos israelíes continuaron creciendo e Israel se aseguró el control de la mayoría de los recursos hídricos. Esta situación desilusionó a la sociedad palestina y la frustración y la rabia se extendieron dando origen a un ciclo de violencia alimentado también por grupos políticos islamistas que consideraron los acuerdos de Oslo una traición al patrimonio palestino y reclutaron a terroristas suicidas que atacaron el territorio de Israel. A su vez, las fuerzas de seguridad israelíes respondieron con asesinatos selectivos, sanciones colectivas, expropiaciones de tierra para la construcción de nuevos asentamientos y la suspensión de las negociaciones.37 Esta situación fue el caldo de cultivo que generó el inicio de la segunda intifada en el año 2000 en los territorios ocupados, cuyo objetivo último seguía siendo la creación de un estado palestino, pero apoyándose más en la lucha armada.38 La intifada no modificó el escenario pero sí que aumentó la represión israelí y motivó la construcción del muro de separación entre Israel y Cisjordania por el interior de la Línea Verde continuando el proceso de desposesión de la tierra para los palestinos. La división en el seno del movimiento nacional palestino se materializó en el año 2006, cuando las elecciones legislativas de la AP son ganadas por Hamas y este triunfo no es reconocido por la AP, dominada por Fatah. Tampoco es reconocido por Israel ni por la comunidad internacional, que presionan a la AP contra el reconocimiento del triunfo de Hamas, puesto que este partido cuestionaba los Acuerdos de Oslo. Esta situación llevó al desarrollo de una guerra civil entre Hamas y Fatah por el control de la AP y terminó con la afirmación del poder de Fatah sobre Cisjordania y de Hamas sobre la franja de Gaza. Israeli-Palestinian Interim Agreement on the West Bank and the Gaza Strip, Washington, 28 de septiembre de 1995, visto en <http://mfa.gov.il/MFA/ForeignPolicy/Peace/Guide/Pages/THE%20ISRAELIPALESTINIAN%20INTERIM%20AGREEMENT.aspx> [Consulta: 20/09/2014] 37 Ilan PAPPE: A History of Modern Palestine..., pp. 272-275. 38 Charmaine Seitz señala que la estrategia armada en este levantamiento fue predominante debido a que muchos activistas palestinos estaban desconectados del proceso político, bien empleados por la AP y unidos por tanto a sus intereses y planes, o profundamente enredados en la telaraña de ONGs y de sus donantes internacionales. Además, el ejemplo de la resistencia armada de Hizbollah en el sur del Líbano parecía un modelo adecuado para expulsar a Israel de los Territorios Palestinos. En Charmaine SEITZ: "ISM at the Crossroads: the evolution of the International Solidarity Movement", Journal of Palestine Studies, 32, 4 (2003), pp. 50-67, esp. p. 52. 50 Así pues, el resultado de este proceso colonizador ha supuesto la inexistencia del Estado palestino y la construcción del estado de Israel que responde a las demandas del movimiento sionista y que es reconocido internacionalmente. La colonización ha llevado a que hoy existan más de tres millones de refugiados palestinos a los que se les sigue negando el permiso para retornar a sus hogares y más de un millón y medio de palestinos sean ciudadanos de Israel sin disfrutar de los mismos derechos que los ciudadanos judíos. La ocupación de Cisjordania y la franja de Gaza ha permitido la transferencia de más de 500.000 judíos a colonias situadas en esos territorios y la anexión de Jerusalén Este a Israel. El proceso de desposesión de las comunidades palestinas se completó con la división del territorio bajo supuesta administración de la AP en tres áreas, reservándose el área C (con el 60% de los territorios palestinos ocupados, incluyendo los principales recursos naturales) bajo control exclusivo israelí, y la subordinación de la economía de la AP a la del Estado de Israel. La formación de la identidad palestina La identidad nacional palestina es compartida por más de 6 millones de personas y, actualmente, es reconocida en todo el mundo. Y esto es debido a la determinación y resistencia manifestada por el pueblo palestino por preservar su identidad nacional frente a los procesos históricos que ha vivido y que lo han convertido en un pueblo oprimido y subalterno. Sin embargo, la identidad palestina no ha permanecido inmutable a lo largo del tiempo, sino que ha evolucionado, aunque en ella han persistido una serie de sentimientos de identidad superpuestos que han estado operando en el modo en el que los palestinos se han definido a sí mismos como pueblo a lo largo de la Historia. Los primeros intelectuales, escritores y políticos que resultaron fundamentales en la evolución de las primeras formas de identidad palestina a finales del siglo XIX y principios del siglo XX se identificaron con el Imperio Otomano, la religión y los Santos Lugares, el arabismo, su tierra natal Palestina, su pueblo, ciudad o región y su propia familia, clan o tribu.39 En dichas identificaciones, estos intelectuales no parecían apreciar ninguna contradicción ni apreciar conflicto entre sus distintas lealtades 39 Rashid KHALIDI: Palestinian identity... 51 trasnacionales, religiosas, locales y familiares, algo, por otra parte, muy común en el resto del mundo árabe. El Imperio Otomano desapareció y el nacionalismo árabe sufrió también serias derrotas frente a Francia e Inglaterra en el periodo de entreguerras. Sin embargo, mientras en otras áreas de Oriente Medio se formaban nuevas entidades políticas y la población se identificaba con ellas a través de distintas formas de nacionalismo, como en Siria, Líbano o Irak, los palestinos no fueron capaces de imponer su identidad y su existencia política independiente al poder colonial europeo y al movimiento sionista. De esta manera, los palestinos siguieron el mismo destino que Kurdos y Armenios, otros pueblos de Oriente Medio a los que las grandes potencias denegaron su autodeterminación tras los acuerdos que siguieron al fin de la I Guerra Mundial. Las tensión existente entre las diferentes lealtades que inspiran a los palestinos ha sido más fuerte que en otros casos debido a la ausencia de un estado nacional independiente en su propia patria. La ausencia de mecanismos estatales ha dificultado la imposición y divulgación de criterios de identidad nacionales uniformes.40 Sin embargo, estos sentimientos no han sido necesariamente contradictorios para ellos mismo, aunque si que han sido malinterpretados por otros para apoyar las narrativas que contradecían la existencia de la identidad palestina. El movimiento nacional surgió en Palestina a partir del movimiento de renovación cultural árabe o Nahda, de finales del siglo XIX, y se consolidó a través de sus luchas contra la actividad sionista, la inmigración judía y la ocupación británica.41 La génesis de la universalización de una identidad palestina uniforme comenzó antes de la I Guerra Mundial en círculos relativamente pequeños, formados por una nueva élite urbana y educada, que incluía a las clases medias compuestas de profesores, funcionarios del gobierno y hombres de negocios que proliferaron en las últimas décadas del poder otomano. Después de la Gran Guerra, el sentimiento de identidad palestina se expandió a partir de las luchas contra británicos y sionistas. Esto supuso su difusión entre sectores más amplios de la población, incluyendo a toda la clase política 40 41 Ibid., p. 10. Gudrun KRAMER: A history of Palestine..., pp. 123-127. 52 y las élites tradicionales, a partir de la utilización de la prensa y del sistema educativo como correas de transmisión.42 La formación de una identidad palestina diferenciada a lo largo del siglo XX se ha producido bajo una serie de traumas colectivos y de obstáculos que la han influenciado enormemente. Por un lado, la derrota árabe y la creación del estado de Israel en 1948, ha quedado conceptualizado en el imaginario palestino como la nakba. La nakba supuso que la mitad de la población árabe de Palestina fuera arrancada de sus hogares y se convirtiera en refugiada, mientras que el tradicional liderazgo político y social palestino fue dispersado y desacreditado, y sus instituciones políticas destruidas.43 Después de 1948, los palestinos fueron integrados en los países árabes de acogida en distinto grado, bien socialmente, económicamente o políticamente. Pero en lugar de ser absorbidos en esos países, el trauma de 1948 reforzó los elementos de identidad preexistentes, sosteniendo y fortaleciendo una autodefinición que ya estaba presente. La nakba unió más a los palestinos y formó parte de su conciencia colectiva, convirtiéndose en una potente fuente de creencias y valores compartidos por las generaciones posteriores independientemente de sus distintos orígenes. Por otro lado, la expresión de una identidad palestina diferenciada ha tenido que enfrentarse a obstáculos externos puestos tanto por las fuerzas coloniales del movimiento sionista, Gran Bretaña y Estados Unidos, como por las políticas de los gobiernos árabes vecinos, especialmente Jordania y Egipto. También debemos mencionar la existencia de factores internos que obstaculizaron la efectiva expresión de la identidad palestina, como la incapacidad para superar las rivalidades locales, familiares y políticas y unificar sus esfuerzos frente a los enemigos comunes, la falta de acceso de las élites palestinas a las estructuras estatales después de 1918, el escaso desarrollo económico de la población árabe de la región y la débil organización política existente en la primera mitad del siglo XX.44 A pesar de estas dificultades, el sentimiento de identidad nacional palestina emergido desde fuentes dispares como la adhesión religiosa y local a Palestina, el 42 Rashid KHALIDI: Palestinian identity... Ilan PAPPE: "The 1948 ethnic cleansing of Palestine"...; y Benny MORRIS: The birth of the Palestinian refugee problem, 1947-1949, Cambridge, Cambridge University Press, 1988. 44 Rashid KHALIDI: Palestinian identity... 43 53 compromiso con el arabismo y la resistencia a la usurpación de su patria por el movimiento sionista, se vio reforzado y era compartido tanto por aquellos que se convirtieron en refugiados en 1948 como por los que permanecieron en sus hogares en Palestina. Y aunque evolucionó y cambió, este sentimiento de identidad se encontró en los orígenes de los grupos nacionalistas palestinos que surgieron después. Sin embargo, el impacto del proceso colonial, que aún sigue expandiéndose, ha provocado algunas de las fracturas más importantes que han iniciado procesos de diferenciación en la identidad de las comunidades palestinas como veremos en el siguiente apartado. La diferenciación de las comunidades palestinas. En la actualidad la sociedad palestina se encuentra dividida por múltiples fracturas y ello se ha traducido en la evolución diferenciada de su identidad. Algunas de las fracturas que atraviesan la sociedad palestina son comunes a las que atraviesan muchas otras sociedades de Oriente Medio, Europa o América. En primer lugar encontramos la división tradicional entre la población rural y la población urbana, que en el caso palestino debe incluir también la diferenciación entre población rural sedentaria y nómada. En segundo lugar encontramos las líneas divisorias entre clases socio-económicas, relacionadas con la capacidad de acceso a las fuentes de riqueza y poder por los distintos segmentos sociales. En tercer lugar podemos señalar también las diferencias religiosas entre las confesiones religiosas musulmanas y cristianas de la población palestina. Sin embargo, en la sociedad palestina existen otras fracturas de gran calado producto del proceso colonial. Estas fracturas se han materializado físicamente en una división que ha fragmentado a las comunidades palestinas territorialmente y, que además, han conllevado la adjudicación de derechos, libertades y obligaciones diferenciadas. Así, hemos podido identificar la existencia de las siguientes comunidades palestinas: los palestinos de Cisjordania, la población de la franja de Gaza, los palestinos de Jerusalén Este, los ciudadanos palestinos en Israel y los palestinos refugiados en el exterior en Líbano, Siria y Jordania y en el interior de los territorios ocupados (Cisjordania y la franja de Gaza). 54 Los refugiados palestinos son la víctima más evidente de la afirmación del poder del movimiento sionista y de su proyecto colonial, formando múltiples comunidades palestinas separadas tanto geográficamente como por los diferentes estatutos legales con los que cuentan. La creación del Estado de Israel en 1948 se produjo en un contexto de violencia, limpieza étnica y guerra que expulsó a cientos de miles de palestinos de sus tierras y los convirtió en refugiados. La ONU creó la United Nations Relief and Works Agency (UNRWA) para proporcionarles protección hasta que se produjese el retorno a sus hogares, pero esta no se ha producido hasta la fecha al no permitirlo Israel. Según los datos de la propia UNRWA, el número de refugiados en Líbano, Siria y Jordania alcanza los tres millones, mientras que en los territorios ocupados se encuentran dos millones.45 Los refugiados en Cisjordania y Gaza disfrutan de los mismos derechos legales que la población palestina no refugiada, aunque viven concentrados en campos gestionados por UNRWA, masificados, y suelen tener una relación conflictiva con sus vecinos debido a su alta movilización política. Los campos de refugiados en Jenin o Nablus han sido objetivo reiterado de la operaciones militares de las fuerzas de ocupación israelíes ante la participación de sus activistas en actividades de resistencia. En Jordania, la mayoría de los palestinos vive fuera de los campos de refugiados y disfrutan de los beneficios de la ciudadanía jordana, lo que incluye hasta el derecho a votar.46 Sin embargo, existen algunas formas de discriminación contra ellos como, por ejemplo, la relacionada con el empleo en el sector público o su participación en el gobierno.47 En Siria solo un cuarto de los refugiados palestinos viven en campos de la UNRWA. En general disfrutan de los mismos derechos que los ciudadanos sirios con respecto al trabajo y tienen la posibilidad de servir en el ejército. Sin embargo, no pueden poseer tierras para cultivar, más de una casa ni votar en las elecciones parlamentarias o presidenciales.48 En Líbano la situación es más grave, con más de la 45 Cifras extraídas de la base de datos de la UNRWA: <http://www.unrwa.org/sites/default/files/unrwa_fields_of_operation_map_2015.pdf> [Consulta: 20/05/2016] 46 Esta situación es debida al interés que durante muchos años Jordania tuvo para la incorporación de Cisjordania a su territorio, el cual se anexionó en 1950. A partir de la victoria israelí en la guerra de 1967, Jordania siguió pagando los salarios y pensiones de los funcionarios civiles y proporcionó servicios, como los educativos, hasta su renuncia a sus reivindicaciones territoriales sobre Cisjordania en 1988. 47 BADIL: Survey of Palestinian Refugees and Internally Displaced Persons, Belén, Badil, 2015, pp. 1819. 48 Ibid., pp. 17-18. 55 mitad de los refugiados viviendo en campos de la UNRWA. Cualquier cambio de residencia debe ser aprobado por estado libanés, lo mismo que sus viajes al exterior que, además, requieren una evaluación del riesgo que el refugiado implica para la seguridad. Al ser clasificados como extranjeros no pueden trabajar sin un permiso de trabajo, lo que raramente es concedido, no tienen acceso al sistema de salud público y tampoco pueden poseer propiedades.49 Todo esto hace que el 80% de los refugiados palestinos en Líbano viva bajo el umbral de la pobreza,50 siendo una población muy vulnerable. A pesar de que estas comunidades están geográficamente distanciados comparten su condición de refugiados palestinos y, a pesar de que las políticas de los países de acogida han modelado la formación de su identidad, este proceso también se ha visto fuertemente influenciada por un sentido colectivo de victimización y por su identificación con el movimiento nacional de resistencia.51 Son los refugiados los que encarnaron el espíritu del Sumud como una forma de afirmación nacional y de resistencia contra el proyecto colonial del movimiento sionista.52 Tras la nakba, los desplazados internos palestinos y aquellos que siguieron viviendo en sus tierras aunque dentro de las fronteras de Israel se convirtieron en ciudadanos de segunda categoría. Desde 1948 hasta 1966 vivieron bajo administración militar y, de facto, bajo una ocupación militar, sufriendo restricciones en su libertad de movimientos, de prensa y de opinión, y la confiscación de sus tierras y propiedades.53 Hoy día forman una comunidad de un millón y medio de palestinos, casi el 20% de la población de Israel, que siguen viviendo una situación de desigualdad ante la ley en casi todos los aspectos de la vida social, económica y política, que incluye un sistema educativo discriminatorio donde el curriculum es rutinariamente inclinado hacia las posiciones y las normas judías a expensas de la cultura palestina. 54 Un ejemplo de esta 49 Ibid., pp. 20-21. Edward SAID: "Palestinian refugees: Host countries, legal status and right of return", Canada´s Journal on Refugees, 21, 2 (2003), pp. 89-95, esp. pp. 90-91. 51 Michaela S. CLEMENS: "The influence of refugee status on Palestinian identity and the impact of identity on durable solutions to the refugee problem", Nebraska Anthropologist, 22 (2007), pp. 96-112. 52 Leonardo SCHIOCCHET "Palestinian Sumud: Steadfastness, ritual, and time among Palestinian refugees" en VV. AA.: Palestinian refugees: Different generations, but one identity, Birzeit, Birzeit University, 2012, pp. 67-90. 53 PAX CHRISTI INTERNATIONAL: "The status of Palestinians citizens in Israel", The Electronic Intifada, 16 de febrero, 2004, <http://electronicintifada.net/content/status-palestinian-citizens-israel/341> [Consulta: 20/05/2016]. 54 HUMAN RIGHTS WATCH: Second class. Discrimination against Palestinian Arab children in Israel´s schools, New York, Human Rights Watch, 2001. 50 56 discriminación es la "Ley del Retorno" que garantiza a cada judío, independientemente de su lugar de residencia, la ciudadanía israelí si lo desea, mientras que a los refugiados palestinos se les niega el retorno a su tierra.55 La discriminación del estado alcanza también la prestación de servicios públicos, un acceso restringido al empleo público y serias limitaciones para vivir en municipalidades no palestinas, mientras que se mantiene una activa política de sub-desarrollo de los "pueblos palestinos no reconocidos". La primera generación de ciudadanos palestinos en Israel experimentó la nakba, el desplazamiento y la expulsión de la mayoría de los palestinos de las fronteras actuales de Israel, junto a la destrucción de la mayoría de sus propios pueblos. La segunda generación creció en el miedo, fue criada por los supervivientes de la nakba, vivió bajo la administración militar israelí y era constantemente amenazada y controlada por el estado.56 Fueron generaciones desempoderadas que mantuvieron su identidad palestina en la esfera privada pero que vieron suprimidas la mayoría de sus manifestaciones en la esfera pública bajo una intensa represión y la afirmación de los símbolos Estado judío donde tenían que vivir. Será la tercera generación la que reivindique su identidad nacional palestina y se atreva a salir a la calle con sus banderas para confrontar al poder colonial. Una generación que comienza a identificarse con el movimiento nacional palestino y cuya lucha se centra contra el sionismo, dado que éste es percibido como el principal obstáculo para conseguir la mejora de los derechos civiles de los ciudadanos palestinos en Israel y para conseguir la liberta de los territorios palestinos ocupados.57 La expansión de Israel hacia el resto de territorios palestinos que se inició en 1967 y, tras intensificarse a partir del inicio del proceso de paz, aún no ha terminado. En la franja de Gaza, más de un millón y medio de personas sufren un persistente bloqueo a la libre circulación de personas y mercancías como castigo colectivo contra una población que apoyó el acceso al poder de una de las facciones palestinas, Hamas, que es contraria a los Acuerdos de Oslo. Así, Gaza se ha convertido en la prisión más grande del mundo. Sus infraestructuras han sido seriamente dañadas por los reiterados ataques de Israel sobre los militantes de los grupos de resistencia palestina y la mayoría de la 55 PAX CHRISTI INTERNATIONAL: "The status of Palestinians citizens in Israel"... Henriette CHACAR: "A new activism, a new politics, a new generation of Palestinians in Israel" +972 Magazine, 11 de marzo, 2015, <http://972mag.com/a-new-activism-a-new-politics-a-new-generation-ofpalestinians-in-israel/103837/> [Consulta: 20/05/2016]. 57 Ibid. 56 57 población vive bajo el umbral de la pobreza y afrontando serias crisis humanitarias de manera recurrente.58 Por su parte, la comunidad palestina Cisjordania cuenta con alrededor de dos millones y medio de habitantes. Junto a ellos, y en un proceso que no ha cesado hasta la fecha, se han instalado más de medio millón de colonos israelíes judíos en una clara violación del Derecho Internacional Humanitario. Los Acuerdos de Oslo han dividido Cisjordania en 165 unidades de tierra separadas sin continuidad territorial y solamente han permitido el acceso de la AP a la ilusión de administrar del 18% del territorio de Cisjordania que comprende los principales núcleos urbanos y la mayor parte de la población (Área A). También tiene un control parcial de otro 22% del territorio perteneciente a zonas rurales (Área B). Sin embargo, el 60% del territorio restante está fuera de su control. En esa zona, el proyecto colonizador sigue una política indirecta de expulsión de la población palestina limitando sus posibilidades de desarrollo y supervivencia. Un ejemplo de ello es la negación de permisos para la construcción de nuevas infraestructuras, como casas o sistemas de regadío, o para la reparación de las mismas.59 Las comunidades que viven en Cisjordania, la palestina y la colonizadora, disfrutan de dos sistemas legales diferenciados. La primera vive bajo un sistema de órdenes militares dictadas por la potencia colonial que regulan el comportamiento de la población palestina bajo la ocupación a la que se ha sumado otro conjunto legislativo producto de la AP que se subordina al militar. La segunda, que amenaza con desplazar la identidad palestina del territorio, se beneficia de todos los derechos y libertades que se garantizan a los ciudadanos de Israel.60 El poder colonial se ha garantizado el control de las principales vías de comunicación que la atraviesan Cisjordania al ser consideradas Area C, y ha creado infraestructuras diferenciadas, que sirven para dotar a las colonias israelíes en territorio ocupado (como carreteras, líneas eléctricas, conducciones de agua, etc.) pero a las que las comunidades palestinas no tienen generalmente acceso. Completando este cuadro general, no debemos olvidar las restricciones impuestas a la libertad de movimientos de los palestinos entre unas zonas y 58 OCHA OPT: The Gaza Strip: The Humanitarian Impact of the Blockade, Jerusalén, OCHA OPT, 2015, <https://www.ochaopt.org/content/gaza-strip-humanitarian-impact-blockade-july-2015> [Consulta: 20/05/2016]. 59 B´TSELEM: Acting the landlord: Israel´s policy in Area C, the West Bank, Jerusalén, B´Tselem, 2013. 60 B´TSELEM: 47 years of temporary occupation, Jerusalén, B´Tselem, 2014. 58 otras, a través de una serie de barreras y obstáculos,61 entre los que destacan el muro de separación, llamado del apartheid por los activistas palestinos, entre el territorio de Israel y el de Cisjordania, pero sin respetar las fronteras internacionalmente reconocidas, ya que el 87% de su recorrido discurre por el interior de los territorios ocupados, y con el objetivo de anexionar de facto a la primera tierras pertenecientes a la segunda.62 Estas fracturas que hemos identificado han tenido como efecto la diferenciación de la identidad palestina en cada comunidad, como consecuencia de su evolución histórica separada. Así, tanto los resultados de nuestro estudio piloto entre los estudiantes de la Arab American University de Jenin como el estudio inicial que ha realizado Diakonia entre jóvenes palestinos de Cisjordania, Jerusalén Este, la franja de Gaza y de Israel,63 evidencian dicha diferenciación. Los jóvenes muestran que tienen conciencia de una identidad palestina común, a nivel abstracto y retórico, aunque tienen dificultades para ponerla en práctica. Los factores señalados por estos jóvenes como más relevantes para expresar su identidad colectiva palestina son la pertenencia a la tierra, la herencia cultural palestina y el fenómeno de la nakba. Por el contrario, señalan como principales amenazas a la misma dos procesos complementarios: son la pérdida de tierras en favor de la potencia ocupante y las políticas de la ocupación israelí. De esta manera, la lucha contra estas políticas para evitar la fragmentación de la identidad palestina se manifiesta como una fuente de cohesión y de solidaridad entre los jóvenes palestinos. A su vez, estos jóvenes expresan una mayor afinidad en primer lugar hacia aquellos que proceden de su propia comunidad, con los que comparten un mismo espacio físico, y, después, con los procedentes de Gaza. Mientras que, en general, se expresa una menor afinidad hacia los jóvenes palestinos de Israel porque están bajo la influencia del poder colonial y eso les ha transformado. Tampoco se manifiesta una gran 61 Por ejemplo, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de los Asunto Humanitarios en los Territorios Palestinos (OCHA OPT) ha documentado la existencia de 543 obstáculos a la libertad de movimientos en Cisjordania durante el año 2015. En OCHA OPT: Fragmented lives. Humanitarian overview 2015, Jerusalén, OCHA OPT, 2016, p. 13, <https://www.ochaopt.org/humanitarian-overview2015> [Consulta: 13/06/2016]. 62 Lisa MONAGHAN y Grazia CARECCIA: The annexation wall and its associated regime, Ramala, AlHaq, 2012. 63 Informe no publicado al que el investigador ha tenido acceso gracias a una entrevista personal realizada en Jerusalén en abril de 2015. 59 afinidad con aquellos que forman parte de las comunidades de refugiados en el exterior, con los que no mantienen contacto y a los que no llegan a considerar como una parte importante de la población palestina. El aislamiento físico de Gaza, de Jerusalén Este y de partes de Cisjordania ha tenido un efecto negativo para estos jóvenes y ha provocado que miren más hacia el interior de sus comunidades, dañando su sentimiento de identidad común y su conexión con los palestinos que viven en otros lugares. Conclusiones La identidad nacional palestina, tal y como hemos mostrado en esta comunicación, se formó a partir de comienzos del siglo XX y ha evolucionado enfrentada, principalmente, al proyecto colonial sionista. La ausencia de soberanía palestina sobre su territorio ha supuesto la inexistencia de mecanismos estatales que diseminaran e impusieran criterios nacionales uniformes de identidad. Esto fue sustituido por un proceso de victimización donde el poder colonial, Israel, ha sido el enemigo frente al que se ha configurado la resistencia y esto ha cohesionado en cierta medida la identidad palestina en sus distintas comunidades. Como resultado del proceso colonizador que aún desarrolla el movimiento sionista en Oriente Medio, la sociedad palestina aparece fragmentada en distintas comunidades que habitan en la Palestina histórica, Cisjordania, Jerusalén Este, Gaza y el territorio de Israel, o que se encuentran refugiadas en los países árabes vecinos. Esta separación no es solamente geográfica sino que también aparece marcada en los derechos a los que tienen acceso y a las libertades que pueden disfrutar. Los efectos de esta fragmentación se pueden apreciar en los distintos segmentos de la población palestina, y, especialmente, en la juventud, que muestra claras evidencias de una identidad palestina diferenciada acorde a la comunidad de palestinos a la que pertenezcan. En la actualidad, existen muchas barreras que obstaculizan la construcción de la dimensión colectiva de la identidad palestina, principalmente debido a la política de control israelí y a la ausencia de experiencias compartidas entre los jóvenes que viven en espacios físicos diferenciados, lo que beneficia claramente a la potencia colonizadora. Y es que las fracturas que se aprecian entre las distintas comunidades 60 palestinas y la aparición de una identidad palestina diferenciada ha tenido como consecuencia la debilitación del movimiento nacional palestino y su resistencia frente al proyecto colonial del movimiento sionista. El más claro ejemplo de este proceso queda ilustrado por la división política existente en la sociedad palestina entre partidarios de Fatah y partidarios de Hamas, cuya traducción física se concreta en la completa separación existente entre Cisjordania y Gaza. 61 La herencia colonial española en el cine filipino: análisis textual Alberto F. Delgado García Universidad Rey Juan Carlos de Madrid Introducción e Hipótesis Esta comunicación no es otra cosa que un adelanto de lo que será la tesis que estoy realizando actualmente en la Universidad Rey Juan Carlos bajo la dirección del profesor Lorenzo Javier Torres Hortelano durante la cual he realizado mis prácticas bajo la supervisión de Doña María Dolores Elizalde Pérez-Grueso en el Instituto de Historia del CSIC. El objetivo de este artículo es presentar un pequeño boceto de mi tesis donde nos vamos a detener en la representación cinematográfica de la herencia colonial española, es decir, de toda manifestación que permita descubrir que ese legado sigue vigente en la actualidad y se manifiesta de un modo u otro a través del celuloide. Esta investigación la haré desde una perspectiva multidisciplinar en la cual es igual de importante la religión que la toponimia, la organización del Estado que el lenguaje, las costumbres que la arquitectura. Todos ellos son campos a través de los cuales se puede explorar la formación de una identidad filipina. El análisis se planteará a partir de las imágenes que los nuevos cineastas de la llamada Tercera Edad de Oro del Cine Filipino están construyendo en aras de indagar las raíces de su propio pasado y en confrontación/aceptación con la historia de su país y con la formación de un sentimiento de comunidad. 63 Universidad de Castilla~La Mancha Departamento de Historia. Área de Historia Contemporánea Edificio Benjamín Palencia | Campus Universitario s/n | 02071 Albacete Email: [email protected] | www.ahistcon.org | Cronológicamente, las primeras imágenes en movimiento aparecen en el archipiélago filipino en el momento en que estalla la insurrección independetista de la mano de Francisco Pertierra1. Inmediatamente el séptimo arte se convirtió en el espectáculo preferido de las masas. Como en el resto del mundo, el cinematógrafo sirvió como entretenimiento pero cumplió también otras funciones propias del mismo como instrumento de reflexión, arma propagandística o aparato para confinar la memoria colectiva. Sin embargo, el sendero que siguió el cine filipino fue muy distinto al del resto del planeta y estuvo marcado por los propios acontecimientos históricos que marcaron el devenir de la nación2. Uno de los pocos libros que aluden directamente al estado de la cuestión es Cine: Spanish influences on early cinema in the Philippines3 de Nick Deocampo que forma un díptico junto al documental del mismo autor Cine/Sine: Spanish begginings of philippine cinema (2012). Pero como sus títulos indican, en ambos casos el autor se orienta a los comienzos del cine en el archipiélago. A pesar de todo frases extraídas del libro como la siguiente corroboran aparentemente nuestro supuesto… “The end of the Spanish era did not mean an end to Spanish influences. (…)The assimilation of cinema by the Hispanic society is the main reason why Filipino films, even long after the Spaniards have left our shores, still contain Spanish influences in them” (Deocampo, 2003, pp.201-202)4. En este artículo se analizarán dos secuencias paradigmáticas de dos largometrajes filipinos: A short film about the Indio Nacional (or the prolonged sorrow of the Filipinos) (2006), dirigida por Raya Martin; y por último Lola (2009), realizada por Brillante Mendoza, posiblemente el director filipino más reconocido dentro y fuera del país. Las películas seleccionadas pertenecen al cine filipino contemporáneo y su orden de representación es el post-clásico. Las razones por las que las he seleccionado es porque argumentalmente una de ellas hace un viaje introspectivo al pasado colonial 1 Nick Deocampo es el historiador que más ha investigado sobre la figura de Francisco Pertierra [en el libro “Spanish influences on early cinema in the Philippines”]. Olid, Miguel. En “Cineastas españoles en el Pacífico” en Perro Berde. Revista cultural hispano filipina, Nº4, p.95. 2 “Cinema of the Philippines. A history and filmography, 1897-2005”, de Yeatter, Bryan L., pp.5-18. 3 Editado en el año 2003 por The National Commission for Culture and the Arts en Filipinas. 4 “Spanish influences on early cinema in the Philippines”, de Deocampo, Nick, pp.201-202. 64 español (en las postrimerías de la revolución) para explorar la identidad filipina, y Lola habla sobre la religión como nexo de unión y perdón entre nuestros semejantes. Para llevar a cabo el análisis textual de las secuencias seleccionadas tomaré como punto de partida la teoría de los tres ordenes de representación del cine clásico de Hollywood propuesto por Jesús González Requena5: Clásico, Manierista y Post-clásico. Aunque los postulados de Requena6 descansan fundamentalmente sobre la industria cinematográfica americana, este esquema es perfectamente aplicable al filipino, pues históricamente ambos son muy parecidos7. El análisis textual de estas secuencias, y en concreto de sus fotogramas, nos proporcionará la línea de investigación básica para corroborar (o no) la hipótesis de partida. Así podremos demostrar si en el presente ese legado es perceptible en el imaginario popular fabricado en las imágenes o, al menos, existe una cierta inquietud por la historia que se traduce narrativamente. El estudio encuentra su máxima dimensión en los nuevos realizadores y en géneros en concreto como el documental o el drama social. 5 Jesús González Requena es un escritor, Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y ensayista que ha desarrollado la llamada “Teoría y Lectura del Texto” como metodología de análisis textual cuyos fundamentos están basados en la iconología, en la semiótica, en la antropología y en los principios del psicoanálisis. Actualmente ejerce de profesor en la Universidad Complutense y diversifica su actividad en varios frentes como en la Asociación Cultural Trama y Fondo o en Archivos de la Filmoteca. (Extraído del siguiente enlace el día 4 de mayo de 2016: https://www.ucm.es/data/cont/media/www/pag19915/CV%20Jes%C3%BAs%20Gonz%C3%A1lez%20Requena%202.pdf). 6 Para comprender mejor la génesis de su trabajo se pueden consultar los siguientes libros del escritor: Clásico, manierista, post-clásico: Los modos del relato en el cine de Hollywood (2006), Los 3 Reyes Magos. O la eficacia simbólica (2002), El análisis cinematográfico. Modelos teóricos, metodologías, ejercicios de análisis (1995), El discurso televisivo: espectáculo de la posmodernidad (1988); o en alguno de los muchos artículos que ha publicado a lo largo de su trayectoria para Trama y Fondo o para revistas como Cahiers du Cinema: Lo Real (2010), La experiencia cinematográfica (2009), El arte y lo sagrado: en el origen del aparato psíquico (2005), El Héroe y La Mujer (2004), Pasión, Proceso, Símbolo (1999), y un largo etcétera. 7 Desde un primer momento los norteamericanos tuvieron claro que el control del medio cinematográfico en el archipiélago era fundamental para asentar su control sobre la población sometida. El cine como herramienta de entretenimiento y poder creció en las islas Filipinas copiando fórmulas ensayadas previamente en el poder colonial de consabida eficacia. “Cinema of the Philippines. history and filmography, 1897-2005”, de Yeatter, Bryan L., pp 18-41. 65 Orden Post-Clásico A short film about the Indio Nacional (or the prolonged sorrow of the Filipinos) Si hay algún director comprometido con el pasado colonial de Filipinas ese es Raya Martin. No sólo con el período español sino también con el norteamericano y las consecuencias históricas (y cinematográficas) que trajeron al país. A short about the indio nacional está ambientada en los albores de la insurrección filipina contra España, en la década de 1890; y es la primera parte de una trilogía que se completa con Autohystoria (2007), un estudio de la ejecución del líder revolucionario Andrés Bonifacio y de su hermano Procopio tras la traición urdida por el futuro presidente del Katipunan Emilio Aguinaldo; e Independencia8 (2009), que cuenta la llegada de las tropas estadounidenses al archipiélago9. Como bien argumenta el profesor y crítico de cine Gonzalo de Pedro “hay películas que recuperan la historia, hay otras que la embalsaman y otras que la suplantan. Las de Raya Martin pertenecen a la tercera categoría: el cineasta busca reconstruir el pasado de su país, y suplantarlo, al menos cinematográficamente (…) Recreando el estilo del cine correspondiente a cada uno de sus períodos históricos, Martin busca hacer posible un cine que nunca existi ” (De Pedro, 2010, p.21)10. La carrera de Raya Martin se ha ido fraguando desde su infancia, pues siempre estuvo rodeado por artistas. Fue precisamente su padre quién le inculcó la afición por el cine tras asistir a una proyección de una película del iraní Majid Majidi en el marco del CineManila Film Festival. A partir de ahí su interés aumentó y su ascenso fue meteórico. El también realizador filipino Tikoy Aguiluz le convenció para presentar su proyecto para la Résidence del Festival de Cannes, popularmente conocido como Cinéfondation. Su visión radical y experimental marcaron su devenir y le convirtieron en uno de los directores más innovadores del panorama actual11. 8 El título de la película es toda una declaración de intenciones y habla del anhelo de la población por conseguir la autodeterminación. 9 “Cinema Filipinas. Historia, teoría y crítica fílmica (1899-2009)”, de Guardiola, Juan, pp.158-159. 10 De Pedro, Gonzalo (junio 2010). En Cahiers du cinema España Número especial 12. 40 años de cine filipino (1970-2010). Madrid: Caimán Ediciones S.L, p.21. 11 “Filipino directors up close: The golden ages of philippine cinema 1950-2010”, de Carballo, Bibsy M., p.157. 66 Análisis textual (Secuencia 0:39:20 – 0:46:46) Tras un epílogo en el que el relato oral sirve como un pretexto para exponer los males endémicos de la nación, la película cambia de registro y se suceden escenas inconexas entre sí, sin un hilo narrativo lógico, a la vez que se imita el cine clásico mudo, tal y cómo hubiera sido realizado por los propios nativos a finales del siglo XIX. El texto sirve a modo de explicación para, a continuación, presentar una breve pieza audiovisual que tiene relación directa con la aclaración precedente: su traducción literal es “Fraile que perdona al niño por sus fallos” y lo primero en que nos fijamos es en la similitud casi exacta de la palabra en tagalo “frayle” con su hom nimo en español. También hay que resaltar el componente religioso del que tenemos notificación expresa gracias a los títulos impresos. Siguiendo los preceptos del cine silente, la secuencia se abre con un plano fijo12 de un niño de cuclillas que espera la llegada del monje. Su vestimenta con el conjunto blanco tanto en la parte de arriba como en la de abajo es la utilizada en el período colonial español por algunos naturales y nos recuerda indiscutiblemente a una fotografía de E. M. Barretto tomada en el Barrio de San Antón de Manila13 en el año 1885. Podríamos no ser conscientes del emplazamiento dada la fastuosidad del edificio en 12 Toda la película está rodada a base de planos fijos. Esta fotografía se puede observar en el Palacio La Cumbre, sede de la Subdelegación del Gobierno en San Sebastián. Del mismo modo aparece recogida en el catálogo editado por Juan Guardiola en el año 2006 El imaginario colonial. Fotografía en Filipinas durante el período español, 1860-1898. Barcelona: Casa Asia y SEACEX, p.60. 13 67 contraposición a las tradicionales casas de nipa14 hasta que por corte en el montaje pasamos a otro plano fijo. Un leve contrapicado oblicuo15 señala la presencia del religioso descendiendo las escaleras de una iglesia. La cámara inicia un travelling de manera pasiva en el que el eje motor de la escena es el propio actor y nos revela algunos detalles decisivos: la demarcación nosotros/ellos se evidencia a través de los barrotes metálicos que separan el exterior del interior y, así, entendemos la posición de dominio que se establece entre uno y otro. Por corte en el montaje asistimos a una conversación ficticia16 en la que el sacerdote le regaña a causa de una estatua quemada y le insta que vaya a buscarla. El hábito del párroco es el típico con el que se vestían en la época colonial pero sus rasgos son los del indio por excelencia: recordemos que la intención principal de Raya Martin es hacer una película por y para los indígenas, por lo que el aspecto caucásico queda excluído en toda la narración. Tampoco se puede desdeñar la postura del muchacho que constata esa especie de relación paterno-filial basada en el miedo y en la amonestación a la que hacíamos referencia unas líneas más arriba con la frontera nosotros (el pueblo)/ellos (las órdenes religiosas), pues el muchacho tiene la cabeza baja en señal de arrepentimiento y se agarra los pantalones con ambas manos17. Entre medias se intercalan varios títulos explicativos en los que aparecen los vocablos “frayle” (de nuevo) y “campanero”, el segundo adoptado tal cual del castellano. 14 Al comienzo de la colonización los españoles imitaron el modelo de construcción utilizado por los indígenas antes de su llegada, a base de caña y nipa. Pero debido a la vulnerabilidad de estos materiales en los incendios se comenzaron a edificar sobre adobe. Sin embargo esta piedra de origen volcánico era demasiado rígida durante los terremotos. La solución final fue aplicar la madera junto a la piedra, lo que dotó a las estructuras de una mayor estabilidad y resistencia. Con el paso de los siglos y las consecuentes innovaciones arquitectónicas, se establecieron nuevas directrices que aseguraban una mayor seguridad. “Manila 1571-1898. Occidente en Oriente, de VV. AA., pp.96. 15 Empleado para captar la profundidad de campo y conseguir mayor extensión del encuadre. 16 Al estar desprovistos de la comunicación verbal, el esfuerzo de los actores debe ser mucho mayor que en el cine sonoro. Por ello el uso de los gestos corporales y faciales es esencial para transmitir emociones y acciones en el contexto de la escena en cuesti n. “Historia general del cine (Vol.1: Orígenes del cine)”, de VV. AA., pp.303-318. 17 unque a priori no sea la intenci n del realizador, la expresi n coloquial “agarrarse los machos” (gesto que aparenta realizar el crío) es de origen española y hace referencia al momento en el que el torero se encuentra preparado para salir al ruedo y asumir su suerte (como el caso que nos ocupa). Es muy empleado en algunos países de Latinoamérica como Cuba y Venezuela y quizás a través del intercambio cultural que se produjo entre Filipinas y estos países pudo llegar a ser una frase conocida en el archipiélago. Consultado parcialmente (el final es pura suposición mía) en el enlace https://hablandodepalabras.wordpress.com/2011/04/26/%C2%A1agarrate-los-machos/ el día 19/04/2016. 68 De nuevo, un corte en el montaje nos sitúa en un plano fijo oblicuo en el que el pequeño arrastra la estatua, que pierde toda su pureza pues es tratado como un objeto vacío y carente de significado alguno. Al adoptar esa postura con la talla en particular esta imagen recuerda a la solidaridad de los campos de batalla donde un soldado porta el cuerpo herido o fallecido de un compañero18. Incluso el cura parece recriminarle su actitud segundos después en la siguiente captura para luego acabar reculando. La cámara se acerca al primer plano para mostrar sin ningún pudor la “estatua quemada”19 a la que alude continuamente el religioso (cómo reza el título en uno de los intervalos de obligatorio cumplimiento). La imagen está cargada de un simbolismo fulgurante: en un acto de rebeldía e indisciplina, el pequeño ha transformado la escultura católica de un santo en una especie de anito20, en un intento formidable de recuperar las raíces culturales y ensalzar las creencias prehispánicas de los nativos. Es, además, un acto de resistencia camuflada, y no una travesura inocente, que siembra el germen para el despertar gradual de toda una nación. Pero la perspicacia del sacerdote, y por ende de todo el estamento religioso, convierte una situación casi insalvable en una oportunidad a través de la confabulación de un plan surrealista. Por ello, en la imagen por corte que sigue a la anterior, coge del brazo al pequeño para que sea testigo directo de los designios del Señor. 18 Recordemos que estamos en los albores de la insurrección filipina contra el poder colonial español. Ejemplo manifiesto de la pulsión escópica a la que hace mención Jesús González Requena y a la que hemos hecho alusión en el capítulo relativo a la Introducción. 20 “[Los anitos] constituyen una de las formas de expresión artística más frecuente entre los pueblos „primitivos‟, pero también sabemos que el arte entre estos pueblos siempre tiene un carácter funcional, ya sea religioso, social, económico, etc.; generalmente se debe a la gran cantidad de prácticas y creencias religiosas que hay entre ellos. Una de las más frecuentes es la creencia en que los espíritus de sus antepasados pueden ayudarles en todos los actos de su vida. Esto ha originado varias formas de culto con sus correspondientes ceremonias” (Romero de Tejada, 1970, p.390). Para más información sobre los anitos se pueden consultar el artículo de José Regalado Trota “Orgullo y piedad” (1991) y su libro “Simbahan: church art in colonial Philippines, 1565-1898” (1992) o el artículo de María Belén Bañas Llanos “Los anitos: Enfermedad, muerte y cultura en los pueblos prehispánicos de Filipinas (S.XVIXVII)” (2007). 19 69 Un nuevo cuadro de texto dibuja sobre el fondo “bellas mujeres nativas discutiendo” aunque la explicaci n no es del todo cierta ya que, como veremos en la siguiente toma, en realidad están rezando. La diferencia de este sketch o pieza corta es que, a diferencia del resto, sí tiene una continuidad natural con la previa. Es decir, hay un orden narrativo coherente integrado en el discurso fílmico. Mediante un plano fijo oblicuo la imagen nos muestra a dos mujeres nativas orando ataviadas con velo y el traje folclórico usado en este tipo de celebraciones. En el interior del santuario la arquitectura indígena21 se mezcla con la europea. Es cuando una de ellas mira de repente fijamente hacia el frente y descubre que “la estatua parece…real” según su opini n. Por corte en el montaje un plano medio nos revela la existencia de una figura con el semblante serio que permanece inmóvil. Su indumentaria 21 Los motivos indígenas son recurrentes en este tipo de construcciones dando como resultado una arquitectura colonial atípica como podemos apreciar en el pilar o columna que se encuentra al fondo del plano. Las órdenes religiosas de los agustinos y los dominicos sembraron el archipiélago de un gran número de monasterios e iglesias aunque la mano de obra empleada fue en la mayoría de los casos indígena o sangleye, lo que le confiere un estilo único. “Manila 1571-1898. Occidente en Oriente”, de VV. AA., pp.195-208. 70 sacada de una representación teatral enlaza de manera directa con una escena del final de la película en la que un grupo de actores nativos ensaya la captura del héroe Bernardo Carpio22 y nos recuerda que durante este período el teatro de herencia española23 era el tipo de ocio dominante entre la población junto a las peleas de gallos. Hay otra intención explícita del sacerdote en su confabulación al elegir a un personaje con rasgos indígenas como sustituto de la talla inerte: acercar y e intentar familiarizar la religión católica al pueblo filipino. A partir de este momento y hasta el final de la secuencia se produce un largo plano-contraplano entre ambas partes que culmina en el éxtasis religioso. Un plano fijo frontal registra una mayor amplitud de campo y regala al espectador una visión más detallada de los rostros de las damas para apreciar mejor sus expresiones y gestos. Por corte en el montaje la cámara se acerca a un primer plano por segunda vez para captar un guiño de la “estatua”. La reacci n del personaje provoca el consabido principio de causa y efecto que se materializa en la siguiente toma cuando la pareja de beatas ejecuta su ritual católico con el fervor característico resultante de contemplar un supuesto milagro (que ya habría sido anunciado poco antes con un título por medio de la palabra tagala “milagro”). El resultado que podríamos esperar de una situación de tal envergadura se invierte y acaba derivando en algo incluso cómico con el pretexto de restar rigidez y formalidad a la religión por parte del cineasta. 22 Bernardo del Carpio fue un héroe legendario español perteneciente a la Baja Edad Media que derrotó en la segunda batalla de Roncesvalles en 808 a Carlomagno. Muchos historiadores han negado su existencia. Curiosamente la leyenda de este guerrero se conoció en Filipinas a través de los romances bernardinos que trajeron los españoles y allí se adaptó su nombre al de Bernardo Carpio. Su popularidad lo convirtió en el protagonista de infinidad de tebeos y de películas de animación en los que representaba la figura de un salvador que lucha contra el colonialismo norteamericano. En la película A short film about the Indio nacional recrean al personaje español pero con el nombre en tagalo, pues la invasión estadounidense todavía no había llegado al archipiélago. Consultado en el enlace http://www.bernardodelcarpio.org/bernardo/filipinas.htm el día 21/04/2016. 23 “El teatro prehispánico tom la forma de rituales, danzas, sesiones, canciones y duelos verbales. Formas como el duplo y karagatan fueron populares y permanecieron incluso durante la época española. Cuando los españoles vinieron, las expresiones culturales occidentales comenzaron a echar raíces en el país. Las expresiones culturales indígenas dieron paso a las formas españolas en lugares dónde los colonizadores establecieron el control (…) Construido principalmente para proporcionar entretenimiento a las élites españolas y las clases sociales altas, el “teatro español” se dedic principalmente al soporte de comedias españolas, zarzuelas y presentaciones venidas desde la Península Ibérica (…) Los teatros tagalos escenificaban „moro-moro‟ o comedia nativa, y más tarde zarzuelas nativas (…) La creciente poblaci n china patrocin igualmente su propio teatro, la comedia chinica (…) La presencia de una tradición teatral fuerte en Manila hizo en consecuencia a sus habitantes predispuestos a la llegada de una nueva forma de entretenimiento: el cine” (Deocampo, 2003, pp.109-116) (Traducido al castellano de su original en inglés). “Spanish influences on early cinema in the Philippines”, de Deocampo, Nick, pp.109116. 71 Una multitud de mujeres deja el templo cristiano de manera muy mecánica, como el obrero alienado que termina su dura jornada laboral y abandona la fábrica24. Todas ellas pertenecen al ámbito rural y encuentran cobijo a su terrible existencia a través del credo. Súbitamente un corte en el montaje nos traslada al campo25 y a la imagen de una joven moribunda que atraviesa un puente inestable de izquierda a derecha. Acto seguido un título esclarecedor que informa “una joven chica está a punto de morir” refuerza la teoría que acabamos de deducir. Esta alegoría simboliza la representación de una mujer como la idea de nación que se encuentra a punto de fenecer y pende, casi literalmente, de un hilo. El pueblo debe despertar de su letargo inmediatamente y dejar atrás sus propios errores y su apatía generalizada. Y es precisamente la religión y aquéllos que la predican una de las enfermedades que hay que erradicar para asegurar el porvenir la nación. Es por eso que hay una confrontación radical entre el grupo de campesinas del plano anterior y la soledad de este retrato. 24 En realidad recuerdan a las sementeras de tábaco que se desplegaron por todo el archipiélago durante el desestanco del mismo. 25 La imagen nos recuerda una fotografía de Albert Honiss del Puente del Capricho situado en la provincia de Laguna entre los años 1870 y 1872 y que se puede contemplar en el Museo Oriental de Valladolid. “El imaginario colonial. Fotografía en Filipinas durante el período español, 1860-1898”, de Guardiola, Juan, p.31. 72 Lola Hablar de Brillante Mendoza es hacerlo del director más conocido de toda Filipinas y uno de los más activos. Su ritmo de producción nos regala una película (por lo menos) por año, sin mencionar sus trabajos para la televisión filipina o sus anuncios publicitarios. “Dante” Mendoza26 es el máximo exponente de esta nueva generación de realizadores que se refugia en el realismo social como forma narrativa predominante y el primero de todos ellos que consiguió reconocimiento internacional con la participación de Serbis (Service) en la Sección Oficial del Festival de Cannes27 de 2008, mérito que culminó con la concesión del Premio al Mejor Director en el mismo certamen un año después por Kinatay (Butchered)28. En Lola, vocablo que en el idioma tagalo significa literalmente abuela pero también hipocorístico del nombre de origen latino Dolores29, las constantes del cine de Brillante Mendoza están más presentes que nunca: como heredero directo y discípulo de la llamada Nueva Ola del Cine Filipino surgida en 1970, “al igual que Brocka, Mendoza enfatiza el realismo y la inmediatez documental. Al contrario que Brocka, no se deja seducir por el defectuoso tono del melodrama” (Vera, 2010, p.12)30 Lola cuenta en clave social el drama de dos ancianas que comparten el mismo nombre31 y la misma voluntad: proteger el honor de sus nietos a raíz de un acto criminal. Una de ellas, Lola Sepa, es la abuela del fallecido. La otra, Lola Puring, la abuela del presunto asesino. Y su misión es recolectar dinero en una aventura que las lleva a recorrer las calles de Manila, lugar donde la miseria extrema se junta con la inclemencia de la climatología más cruel. Sus propósitos difieren radicalmente: 26 Calificativo con el que le refieren sus amigos y familiares. “Brillante Mendoza: Retratando la realidad filipina”, de Fernández, Gloria; Garcelán, Enrique, p.27. 27 Se convirtió de esta manera en el segundo realizador filipino tras Lino Brocka en competir en el festival francés. “Brillante Mendoza: Retratando la realidad filipina”, de Fernández, Gloria; Garcelán, Enrique, p.36. 28 “Brillante Mendoza: Retratando la realidad filipina”, de Fernández, Gloria; Garcelán, Enrique, pp. 2739. 29 Es uno de los nombres místicos más usuales en los países de tradición hispana y su origen se remonta a los siete dolores que sufrió la Virgen María durante la crucifixión de su hijo Jesús. Normalmente la imagen de esta Virgen es representada con siete flechas que le traspasan el corazón. Consultado en el enlace http://www.sellamara.com/nombre/dolores#.VvuxmWSLT-Y el día 30/03/2016. 30 Vera, Noel (junio 2010). En “Instántanea filipina” en Cahiers du cinema España Número especial 12. 40 años de cine filipino (1970-2010). Madrid: Caimán Ediciones S.L, p.12. 31 De ahí el título de la película. 73 mientras que la primera intenta conseguir fondos para sufragar la celebración del funeral y del juicio, la segunda lo hace para obtener la libertad provisional del sospechoso32. Análisis textual (Secuencia 0:00:18 - 0:07:40) Sobre un fondo negro y sonido ambiente, los títulos de crédito se abren con la palabra “Lola”33; título de la película que nos ocupa, término en tagalo para abuela y nombre de reminescencias biblícas. A continuación se da paso a a un primer plano en el que se nos muestra a alguien pagando sobre un puesto repleto de velas y en la profundidad de campo podemos apreciar varios conceptos fundamentales: unos cuántos jeepneys34 parados o circulando, vehículos militares abandonados por los americanos tras la Segunda Guerra Mundial que se reconvirtieron en transporte público y a los que se les añadió llamativos colores y ornamentos de todo tipo; y el bullicio del entorno acompañado del ensordecedor tráfico que nos recuerda que estamos en la capital de Filipinas o, al menos, en una de las ciudades principales. 32 “Brillante Mendoza: Retratando la realidad filipina”, de Fernández, Gloria; Garcelán, Enrique, pp. 3941. 33 Explicado de manera más detallada unos párrafos más arriba. 34 “The oldest jeepneys were of origin old merican Jeeps. They were extended in length by approximately two meters. Inside were put two long seats and the „jeepneys‟ were ready to serve as a small bus. The „first generation‟ jeepneys were replaced by „new‟ jeepneys produced in the Philippines. Small family entreprises built up and even a jeepney fabric arose in Sarao, just south of Metro Manila (…) What makes a real jeepney is especially the colorful and glittering ornaments on the car, like paintings, color lines, dots, a specific name and frequently a typical small aluminum horse (or two) in the front of the jeepney and extra lights. All these details make many jeepneys very special and give the Philippines a characteristic face”. Consultado en el enlace http://www.philippines.hvu.nl/jeepneys1.htm el día 15/04/2016. 74 Acaba de adquirir una vela, componente por antonomasia de la oración católica. La cámara sube para revelar el rostro de una anciana acompañado de lo que se intuye por su nieto justo abajo en el margen derecho del encuadre, supuesto que corroboramos segundos después en el siguiente plano. Toda la escena está rodada cámara al hombro para conferir a la narración nervio y agobio. Según avanzan se puede intuir un edificio en la parte derecha coronado por cuatro figuras de santos. En otro punto, los nombres del elenco y del apartado técnico de la película se superponen con las imágenes en movimiento: se mezcla la toponimía nativa (“ ddiss Tabong” o “Raymond Nullan”) con la de origen puramente español (“ urora Cruz” o “ ntonio de Guzman Jr.” ). Los protagonistas entran a una iglesia dónde se celebra una homilía y la octogenaria mujer se santigua con la señal de la santa cruz como símbolo de respeto tal cómo señalan los preceptos del catolicismo. La escena finaliza con un corte en el montaje en el que un plano general acrecienta la sensación de magnificencia y amplitud del templo cristiano, referencia explícita al “glorioso” pasado colonial español. En su periplo por las calles de Manila contemplamos la occidentalización que ha sufrido el país mediante los carteles (un restaurante de hamburguesas) y letreros (más adelante observamos en una pintada en las paredes derivaciones del idioma castellano como Diyos/Dios) que aparecen en segundo término en el borde superior izquierdo. Un corte en el montaje nos sitúa detrás de la pareja para exponer sin ningún tipo de adorno la realidad de la pobreza más extrema que, a su vez, se contrapone a la imagen de Lola Puring con su nieto con un doble significado manifiesto: el gesto enternecedor de apoyo versus su dificultosa travesía por el núcleo urbano. Otro nuevo corte en el montaje los sigue en un travelling con una intención fundamentalmente ética por parte del director. El objetivo de este recurso es enfatizar el precedente más inmediato y amplificar el contexto del ambiente. 75 En la siguiente toma, por corte otra vez, la cámara espera al fondo el avance de ambos. En este momento hace su aparición por primera vez de manera categórica (pues en planos anteriores observamos el asfalto mojado) un elemento que va a estar presente a lo largo de todo el metraje y que va a tener una importancia capital en el desarrollo de la trama: el agua. Pero el agua no como elemento purificador asociado tradicionalmente a la tradición cristiana, sino como un factor despidiado que se suma a otros y supone un nuevo obstáculo para las dos abuelas de la historia. Es el ruido incesante de la lluvia35 torrencial el que nos recuerda una dimensión nunca vista hasta entonces de Manila. Al final les espera un pequeño descampado en el que yacen unos niños jugando, momento que aprovecha Lola para intentar abrir el paraguas a pesar de que la lluvia no es intensa. La cámara se aproxima al primer plano tras un corte para recrear con más desasosiego la batalla que mantiene contra la climatología más adversa en un intento desesperado de buscar protección y por un instante recordamos otro tipo de lucha como la protagonizada por los funcionarios y el personal español durante el transcurso de su estancia en el archipiélago contra el cambiante tiempo y los desastres naturales 36. A 35 “La lluvia constante, que martillea y que, en lugar de purificar y dejar ver las cosas más claras, no hace más que acentuar la tristeza” (En relaci n a Lola). Extraído de Bernal, Fernando (octubre de 2014). En Cahiers du cinema España Número especial 5 (19). Madrid: Caimán Ediciones S.L., p.15. 36 Filipinas tiene un clima ecuatorial de tipo oceánico en el que se alternan dependiendo de las estaciones el calor más sofocante con los desastres naturales provocados por los tifones o los terremotos. Al contrario de lo que muchos pensaban, Filipinas no era un paraíso exótico y las quejas acerca del tiempo 76 través del plano-contraplano volvemos a la situación inicial y se establece un perverso diálogo entre la ciudad y sus habitantes. Vemos como por motivos semejantes la vulnerabilidad les alcanza e intentan aferrarse el uno al otro mientras caminan torpemente. Cuando por fin se resguardan en una pared al ritmo de un largo plano secuencia podemos intuir los motivos pero, en realidad, difieren de la lógica inicial. Y es cuando se ve a Lola intentando encender la vela con una cerilla sin mucho éxito. Es entonces cuando su nieto le sugiere dirigirse al calor de los críos que se encuentran cubiertos por una lona. El viento es tan insoportable quee incluso un joven lo escenifica tapándose inútilmente con un papel en la cabeza. En la nueva ubicación tras varios intentos frustrados consigue iluminar el objeto. El cuerpo del chaval en su misión de parapeto parece confudirse con alguna de la estructuras metálicas de alrededor. En un instante el grupo de al lado se interesa inquiriendo “¿Qué vais a hacer aquí?”, a lo que el pequeño acompañante responde “ mi tío lo apuñalaron aquí ayer” y súbitamente comprendemos las veraderas intenciones de la anciana, posición que se ve reforzada en la siguiente toma cuando Lola se agacha para colocar la “memoria y el recuerdo” en el lugar exacto del crimen. Es significativo que los residuos amontonados en el pavimento tengan una función positiva en este caso. Tras la reanudación el pequeño no ceja en su empeño de mirar atrás apenado e incluso parece despedirse con la mano de sus recién conocidos amigos. En la esquina inferior de la derecha un testigo presencial (también carcelero como veremos ahora) registra el devenir de los acontecimientos. Durante varios segundos los protagonistas quedan atrapados en los pliegues de la representación y los monolíticos bloques de fueron frecuentes entre los funcionarios y regimientos militares españoles allí destacados. “Manila 15711898. Occidente en Oriente, de VV. AA., pp. 209-211. 77 hormigón que los rodean recuerdan de manera inequívoca a los muros de una prisión37 de la que ya no pueden escapar. La ciudad transmuta así en un ente opresivo que oprime y controla a sus habitantes. Sólo cuando el plano se abre primero a derecha y después a izquierda todo vuelve a la normalidad. La cámara aguarda semi-escondida en un acto de voyeurismo activo (pues la cámara gira para grabar desde atrás) que se extiende dejando a los protagonistas avanzar por el puente. El enclave que corona el final de la escalera no difiere mucho del anterior y la pesadilla urbana toma un nuevo cariz: los motores de los vehículos rugen al unísono con la danza tribal que ejecutan los papeles movidos por el aire. A su paso por una de las paredes que los flanquean se observa una mancha de color rojizo que evoca la ejeución de algún líder revolucionario tal y cómo se hacía en el perído colonial por las tropas españolas. La escena se despide con el contraste tecnológico de la plataforma de hierro mientras Lola y su nieto la recorren. Un contraste que se combina a lo largo de toda la ciudad con las construcciones de madera que datan del colonialismo ubicadas en los barrios más pobres o slums38 y que ejemplifica la representación de Manila como una perfecta radiografía de la desigualdad. 37 Desde un primer momento se entendió la importancia de fortificar las islas Filipinas mediante un sistema defensivo en los enclaves más estratégicos. Una de las fortalezas más importantes fue la del Fuerte Santiago de Manila, levantado en piedra a finales del siglo XVI. Hubo otros: el de Cebú se convirtió en el primer fuerte español que hubo en Filipinas y Cavite estuvo rodeada por un perímetro de murallas. “Manila 1571-1898. Occidente en Oriente”, de VV. AA., pp.70-75. 38 El término en inglés slum designa los barrios bajos de las ciudades. Varios medios de comunicación de renombre como BBC News o el Daily Mail se han hecho eco de las terribles condiciones de vida en los suburbios de Manila. Es allí dónde se encuentra el tristemente famoso Smokey mountain, en el que se amontonan toneladas de basura que lo convierten en un foco de infecciones e insalubridad. Para más información al respecto se puede visionar el video que se encuentra en el siguiente enlace: http://www.vice.com/video/japans-cemetery-slums-595 78 Conclusiones En los dos ejemplos analizados permanece la herencia colonial española de manera inequívoca. Pero hay un componente que se encuentra en todas ellas y que se alza como la principal manifestación en Filipinas hasta nuestros días: la religión. En A short film about the Indio Nacional es explícito tanto en la narración como en la subversión de los elementos que la componen, pues en la secuencia es mostrada como un factor de alienación que despierta (en el sentido alegórico e incluso peyorativo) un letargo en la población que impide la formación de un sentimiento de revolución. En ese lienzo el chico es el único que adopta una postura de inconformismo e intenta recuperar unas raíces indígenas que ya formaban parte en la configuración del territorio antes de la llegada de los españoles. No es lo único a lo que hace referencia Raya Martin al intentar recuperar la memoria histórica. Desde un punto de vista narrativo la cinta se sitúa en los albores de la revuelta contra el poder colonial español por lo que la puesta en escena está ambientada en aquella época con todo lo que ello conlleva: la vestimenta colonial de los personajes, la arquitectura clásica que imita los modelos europeos (con el ejemplo de la iglesia destacando sobre el resto) o los hábitos adquiridos por aprendizaje. Y más allá, Raya Martin hace un ejercicio fílmico con un patrón a modo de imitación: el del cine mudo puramente nativo (que nunca llegó a existir en realidad). Un tipo de cine que a su vez coincide con la entrada del cinematógrafo en el país gracias precisamente a la iniciativa de un grupo de españoles (posteriormente se fue perfeccionando a través de otros agentes extranjeros implicados en el negocio). En este ejercicio de deconstrucción Martin entiende la acción de rodar como un acto de resistencia en oposición frontal a los poderes establecidos (en este caso el español) en contra de la voluntad de un pueblo. Por ello tiene que retomar casi por obligación un argumento acontecido justo antes de la insurrección. El resultado es, visto desde cualquier perspectiva, una lección de historia hiriente y esperanzadora a partes iguales. En Lola el resultado es totalmente distinto. La visión que Brillante Mendoza ofrece de la religión católica es ajena a sus predecesoras en el análisis. Aquí adopta un papel fundamental en la sociedad, como refugio y salvaguarda ante los acontecimientos de la vida. Las dos protagonistas de Lola se cobijan en las creencias más profundas para sobrellevar sus penurias, elemento presente del principio al final del metraje. El director ni juzga ni desprecia el catolicismo, tan sólo se limita a ofrecer de forma honesta y sencilla una realidad que es inherente a todo un país, sobre todo entre los ancianos. El 79 espectador debe ser el encargado de fabricar su propia opinión aunque lo más probable es que todos acabemos coincidiendo en una misma idea: la religión como un nexo de unión entre las personas y además entendida como un engranaje que, empleada en su concepto primigenio, posibilita la colaboración y el entendimiento mutuo entre otros aspectos a destacar. La religión no es la única manifestación visible que descubrimos en Lola, la toponimia a la que hacíamos mención en los títulos de crédito tanto en la ficción de la película como en los nombres reales de los actores es de origen español y de nuevo la presencia de algún edificio colonial (o su evolución lógica y adaptada al paso del tiempo). Hay otros más ocultos e invisibles que exigen un estudio pormenorizado de la historia del país y que a simple vista pueden ser indescifrables: el aparato judicial de la nación que se plasma en los juicios celebrados y en el proceso burocrático, la pobreza producto de los efectos de la colonización en la que las diferencias de clase recuerdan a la organización social en el período colonial español (si bien muchos lo achacan al colonialismo sería un supuesto debatible) y las costumbres y tradiciones más arraigadas. Sin embargo, también se produce una americanización desde el punto de vista cultural perceptible en los carteles y en la publicidad, en ciertas formas de proceder en los entes públicos y en la densidad desmesurada de ciertos barrios debido a los efectos del capitalismo. Sería interesante tener en cuenta y analizar la obra cinematográfica de los realizadores de la década de los 70 y 80 en busca de ratificar con más precisión y con un margen mayor la hipótesis de partida. En este caso, el orden de representación indicado para realizar el análisis textual sería el modelo manierista aunque no cambiaría sustancialmente el resultado. Y son tan relevantes porque primera vez en la historia del cine filipino cobra protagonismo el cine social de denuncia y se tienen en cuenta los efectos de la colonización en el país, por lo que podemos concluir diciendo que esta generación allana el camino a los autores actuales y les inyectan una preocupación esencial y un deber histórico por y para su país. Los ejemplos son rotundos y numerosos y por el momento nos centraremos en cuatro de ellos de manera paradigmática: Asedillo (1971) de Celso A. Castillo narra la lucha de un profesor filipino que se rebela contra el poder colonial español y después contra la ocupación estadounidense; Ganito kami noon…Paano kayo ngayon? (1976) dirigida por Eddie Romero cuenta en clave humorística el levantamiento insurgente contra España; Mababangong bangungot (1977) realizada por el artista multidisciplinar Kidlak Tahimik funciona a modo de 80 retrato semi-autobiográfico para servir como una crítica mágica a la realidad del colonialismo en los países del tercer mundo; o Himala (1982) de Ishmael Bernal se replantea el valor y la repercusión de la religión en la sociedad filipina39. Bibliografía Carballo, Bibsy M. (2010): Filipino directors up close: The golden ages of philippine cinema 1950-2010. Manila: Anvil Publishing Inc. Deocampo, Nick (1986): El cortometraje: Surgimiento de un nuevo cine filipino. Bilbao: Certamen Internacional del Cine Documental y Cortometraje, D. L. Deocampo, Nick (2003): Cine: Spanish influences on early cinema in the Philippines. Quezon City: The National Commission for Culture and the Arts. Dormiendo, Gino (2001): “Náufrago en el Pacífico. El viaje de redescubrimiento del cine filipino”. 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(1976) Película dirigida por Eddie Romero, Filipinas/ [DVD] Himala (Miracle) (1982) Película dirigida por Ishmael Bernal, Filipinas/ [DVD] Independencia (2009) Película dirigida por Raya Martin, Filipinas/ [DVD] Kinatay (Butchered) (2009) Película dirigida por Brillante Mendoza, Filipinas/ Cameo Media S.L. [DVD] Lola (2009) Película dirigida por Brillante Mendoza, Filipinas/ Cameo Media S.L. [DVD] Mababangong bangungot (Perfumed nightmare) (1977) Película dirigida por Kidlak Tahimik, Filipinas/ Flower Films. [DVD] Serbis (Service) (2008) Película dirigida por Brillante Mendoza, Filipinas/ E1 Entertainment [DVD]. 83 Relaciones China-Unión Europea: de la colonización a la globalización Augusto García Weil Universidad de Málaga ”No importa que el gato sea blanco o negro; si caza ratones, es un buen gato”.1 Deng Xiao Ping (邓小平)2 Introducción Esta frase de Deng Xiao Ping, quien fuera presidente de la República Popular China (RPC) y artífice de la apertura y modernización chinas, refleja el carácter eminentemente práctico del pueblo chino, y determina su veloz adaptabilidad. En cuanto al colonialismo, hemos de especificar que gran parte de los autores consideran que China no fue víctima del colonialismo, pero sí de una variante del 1 En su versi n original: “不管白猫黑猫,捉到老鼠就是好猫。” s.a.: “毛泽东为何反感邓小平的„白猫黑猫论‟?”(Traducci n oficiosa: “¿Por qué Mao Ze Dong se oponía a la „Teoría del gato blanco-gato negro‟ de Deng Xiaoping”)环球新闻(Traducción oficiosa: Noticias del mundo), http://history.huanqiu.com/china/2015-10/7873221.html 2 En esta comunicación hemos utilizado los nombres chinos en su versión en español, los originales chinos escritos en caracteres (siempre que aparezcan en la fuente o los hayamos encontrado) y su transcripción fonética, todo ello la primera vez que se cita un nombre; en ocasiones sucesivas tan solo se cita el nombre en español. Si el nombre en español coincide con la transcripción fonética china, consignamos nombre chino escrito en su versión española y en caracteres chinos. De esta manera intentamos mejorar la exactitud de los términos, que no siempre se pueden traducir con precisión. Es frecuente que en China se siga la misma pauta; de esta manera mantenemos la reciprocidad. N.B.: En chino, el apellido va antes que el nombre. 85 Universidad de Castilla~La Mancha Departamento de Historia. Área de Historia Contemporánea Edificio Benjamín Palencia | Campus Universitario s/n | 02071 Albacete Email: [email protected] | www.ahistcon.org | mismo: el imperialismo.3 En todo caso, ambos sistemas son reflejo del poder omnímodo ejercido por Occidente durante largo tiempo. La diferencia entre ambos conceptos puede considerarse que estriba en que una colonia implica la ocupación de la totalidad o de gran parte de un país durante largo tiempo. Así pues, China no fue invadida durante largo tiempo y en grandes extensiones, por potencias occidentales, como sí ocurrió por parte británica en India y muchos otros lugares del mundo. Sin embargo, Japón tomó Manchuria, lo que constituyó el primer caso de imperialismo por parte de una potencia no occidental, y además, varias de sus ciudades fueron tomadas, tanto por potencias occidentales como por Japón, parcialmente (como Shanghái o Qingdao) o totalmente (como Hong Kong, con la extensión de los Nuevos Territorios; así mismo, Macao). Por otra parte, no se debe olvidar que China fue repetidamente invadida por potencias occidentales, aunque no durante largo tiempo, como sí ocurrió en las colonias.4 En esta comunicación, trataremos en primer lugar el imperialismo en China, con especial atención a las Guerras del Opio y los Tratados “Desiguales”. A continuación, analizaremos la figura de Deng Xiaoping (邓小平) y su política de “reforma y apertura” al exterior (改革开放gaige kaifang) iniciada en 1978 y desarrollada durante la década de los 80. Dicha política fue decisiva para la apertura de China al mundo. Así mismo, profundizaremos en las reformas que dieron lugar al ingreso de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC). Por último, realizaremos un análisis prospectivo, intentando averiguar cómo pueden ser las relaciones chino-europeas en el futuro. 3 Alejandro RODRÍGUEZ CARRIÓN, Lecciones de Derecho Internacional Público, Madrid, Tecnos, 2012. 4 Roch LITTLE: “Colonialismo e imperialismo: pretextos para el saqueo y los despojos”, Bicentenario de una nación en el mundo; Credencial Historia. Recuperado de internet (http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/octubre2009/colonialismo.htm) El autor especifica las zonas entonces ocupadas por los occidentales en China: “Desde la Indochina , Francia penetr en China con la cesi n del puerto de Zhangjiang y luego control les regiones de Yunnan y Guangxi; por su parte, Rusia alcanzó a dominar todo el norte chino, del Xinjiang hasta Manchuria. Alemania recibió una parte modesta con el puerto Qingtao y el control del Shandong. Otra vez más, la porción más grande fue para Gran Bretaña que logró dominar todo el centro de China, del Tíbet hasta Nanking. Shangai, por su parte, fue establecida como “puerto libre”, abierta al comercio de todos los países12.” 86 La Primera Guerra del Opio Desde 1760, toda la actividad marítima comercial con Occidente estuvo confinada al puerto de Cantón (广州Guangzhou). El Emperador prohibió que se construyeran naves de gran calado, con lo que China dejó de salir al mundo. Pero también impidió que el mundo entrara en ella.5 En el s. XIX, los comerciantes occidentales sufrían un enorme déficit comercial debido a las restricciones impuestas por los mandatarios chinos, así que debían compensar el déficit por medio del pago en metálico, y esto, en aquéllos tiempos en China significaba pagar en plata. Los mercaderes occidentales buscaban un producto que pudieran introducir en China, para así compensar su déficit comercial, y lo encontraron. Se trataba del opio. 6 El consumo de opio era habitual en Europa. Pronto se extendió por China. Sin embargo, las autoridades chinas habían prohibido su consumo, excepto con fines terapéuticos, ya en 1729. En Europa no fue mayoritariamente prohibido hasta el s. XX. A principios del s. XIX, se convirtió en el cultivo más valioso del mundo. El problema de tan buen negocio consistía en que era un producto ilegal en China, pero no en el resto del mundo. La East India Company, compañía británica inicialmente monopolística, cedió a la presión de las autoridades chinas y dejó de vender opio en el país asiático, pero lo siguieron haciendo los mercaderes privados. La importación de opio aumentó, así que el déficit en la balanza comercial pasó a ser soportado por China. Las autoridades locales estaban preocupadas por la economía, así como por la criminalidad y la moral, por lo que resolvieron eliminar el tráfico ilegal de opio. Esto fue considerado por los británicos un ataque a sus intereses, y en 1840 llegó una flota a China para defender los negocios de los ciudadanos del Reino Unido. China y dicho país entraron en guerra, la Primera Guerra del Opio (1839-1842). La primera fue derrotada, y se vio obligada a firmar el Tratado de Nankín (南京条约nanjing tiaoyue) en agosto de 1842.7 5 Es significativa la frase del Emperador Qianlong al enviado británico Lord McCartney, cuando desembarc en China en 1793: “Poseemos todas las cosas…no le damos uso a tus manufacturas”. De esta manera, el emperador Qianlong prohibió el comercio exterior. Ezra F. VOGEL, Deng Xiaoping and the transformation of China, Cambridge, Massachusetts, and London, The Belknap Press Of Harvard University Press, 2011. Recuperado de internet (http://www.gelora45.com/news/DengXiaoping_TransformationOfChina_Vogel.pdf) 6 S.a.: “China Trade and the East India Company”, British Library, Help for Researchers, http://www.bl.uk/reshelp/findhelpregion/asia/china/guidesources/chinatrade/ 7 En el apartado sobre los Tratados “Desiguales”, analizamos este asunto en profundidad. 87 La Segunda Guerra del Opio En la década de 1830 el funcionario Lin Zexu (林则徐) fue enviado por las autoridades chinas para acabar con el tráfico ilegal de opio. Tuvo mucho éxito en la represión de los chinos, pero no tanto en la de los extranjeros.8 En 1860, a consecuencia de un conflicto naviero estalló la Segunda Guerra del Opio. Un gran ejército franco-británico desembarcó en la costa cercana a Pekín y marchó contra la ciudad, lo que significó otra humillación para China, ya que arrasaron el hoy llamado Antiguo Palacio de Verano.9 Según Frèches, el emperador Qianlong (乾隆) se había hecho aconsejar por misioneros jesuitas, hasta el punto de que dicho Palacio era un auténtico “Versalles chino”.10 Frèches se expresa así: “El saqueo de esta joya de la arquitectura y del paisaje…quedará largo tiempo grabado en la memoria de los dirigentes chinos. Y hasta es posible pensar que nunca se borró del todo de su memoria…”. Las potencias occidentales seguían dominando China. Según una estadística de 1881, un 77,5% del comercio exterior chino estaba en manos británicas.11 En 1898, el Reino Unido, Francia, Alemania y Rusia consiguieron concesiones por distintos puertos (reflejados en Tratados “Desiguales”), lo que aún le restó más soberanía a China sobre su territorio. En 1900, la emperatriz viuda Cixi (慈禧) les declaró la guerra a los occidentales en China. Los Boxers (una misteriosa sociedad religiosa adepta a las artes marciales) también se rebelaron contra los occidentales. En agosto de dicho año, una fuerza 8 S.a.: “Lin Zexu, carta a la reina Victoria en 1839“, Carpetas docentes de Historia, http://carpetashistoria.fahce.unlp.edu.ar/carpeta-1/fuentes/el-imperialismo/fuente-7-lin-zexu-carta-a-lareina-victoria-1839 9 Chris BOWLBY “The palace of shame that makes China angry”,BBC News, http://www.bbc.com/news/magazine-30810596 Según Bowlby (traducción oficiosa): “Hay una herida hist rica aún no curada en las relaciones del Reino Unido con China, una herida de la que la mayoría de los británicos no saben nada, pero que causa gran dolor en China. Proviene de la destrucci n en 1860 del más bello palacio del país”. En el texto original: “There is a deep, unhealed historical wound in the UK's relations with China - a wound that most British people know nothing about, but which causes China great pain. It stems from the destruction in 1860 of the country's most beautiful palace”. 10 José FRÈCHES, Érase una vez China. De la antigüedad al siglo XXI, Pozuelo de Alarcón (Madrid), Espasa Calpe, 2006. 11 Charles HOLCOMBE, A History of East Asia. From the origins of Civilization to the Twenty-First Century, London, Cambridge University Press, 2011. 88 multinacional marchó sobre Pekín, aplastaron a los Boxers, arrasaron una vez más el Palacio de Verano y en 1901 se le impuso a China la firma del Protocolo Boxer, conocido en chino como el Tratado de Xinchou (辛丑条约 xinchou tiaoyue) que también es uno de los Tratados “Desiguales”, y que incluía el pago de una indemnización igual al doble de los ingresos fiscales de la dinastía. Análisis de los Tratados “Desiguales” Como hemos expresado, tras ciertos escarceos con los británicos, que estaban en pos del comercio del opio, la Dinastía Qing (清代 qingdai) se vio forzada a deponer las armas y firmar el Tratado de Nankín (南京条约nanjing tiaoyue) en agosto de 1842. En virtud del mismo, los británicos tendrían acceso a cinco puertos, entre ellos el de Shanghái, se le entregó permanentemente la isla de Hong Kong y recibirían una indemnización de 21 millones de dólares. El Tratado de Nankin fue el primero de los Tratados “Desiguales”. El Tratado de Nankín, según Frèches, contenía multitud de cláusulas abusivas para China, lo que hacía de él un auténtico “Tratado perverso”, o en todo caso un ejemplo del imperialismo opresor ejercido por las potencias occidentales durante el siglo XIX no solo en Asia.12 Por principio, los tratados son la esencia del Derecho Internacional. Durante el siglo XIX las potencias occidentales desarrollaron su expansión imperialista, reflejada en los mencionados Tratados “Desiguales”. Son una serie de Tratados Internacionales que China se vio obligada a firmar bajo la presión de distintas potencias occidentales, y así terminar las Guerras del Opio. Tras el Tratado de Nankín se firmaron otros muchos más. En base a la cláusula de nación más favorecida, Rusia, Francia y Estados Unidos firmaron Tratados en Tianjin (天津) en 1858, en virtud de los cuales tuvieron derecho a las mismas ventajosas condiciones que el Reino Unido había conseguido por la fuerza. Se llaman Tratados “Desiguales” porque le concedían a las potencias extranjeras privilegios y obtenían concesiones de China.13 Además de todo lo dicho, el Tratado 12 José FRÉCHES, Érase una vez China…, p. 335. “Milestones: 1830–1860. The Opening to China Part II: the Second Opium War, the United States, and the Treaty of Tianjin, 1857–1859”, Departamento de Estado de los Estados Unidos de mérica. Office of the Historian, https://history.state.gov/milestones/1830-1860/china-2 13 89 Adicional de 1843 incorporaba los primeros derechos de extraterritorialidad, por el que los súbditos británicos no estaban sometidos a la jurisdicción china y la cláusula de nación más favorecida, en favor de Gran Bretaña. Por otra parte, la jurisdicción consular y las concesiones (租界zujie) también socavaron la autonomía y soberanía chinas.14 Los Tratados “Desiguales” (不平等条约 bupingdeng tiaoyue), fueron los siguientes: el Tratado de Nanjing (1842) (南京条约nanjing tiaoyue), el Tratado de Humen (1843) ( 虎门条约 humen tiaoyue), el Tratado de Whampoa o Huangpu (1844) (黄埔条约 huangputiaoyue), Tratado de Wangsha (1844) (望廈条约 wangsha tuiaoyue), Tratado de Tianjin (1858) (天津条约 tianjin tiaoyue) y el Tratado de Pekín (1860)(北京条约 beiijng tiaoyue). 15 A este respecto, el Profesor Rodríguez Carrión mantiene que hubo una gran diferencia entre China y Jap n en cuanto a la “progresiva penetraci n de las potencias occidentales”. Según dicho profesor, la postura china fue no cooperativa y aislacionista con los occidentales, cerrándose al resto del mundo, a pesar de la superioridad occidental (Tratado de Nankín, de 29 de agosto de 1842, entre China y Gran Bretaña). Por su parte, Japón demostró gran adaptabilidad ante una situación similar (Tratado de Kanagwa, de 31 de marzo de 1854). Así se inició en Oriente la aplicación de los Tratados “Desiguales”. Se refieren a aquéllos en los que al país sometido, debido a la situación de hegemonía de la contraparte, no le queda más que la sumisión. 16 Según Franke y Trauzettel, la China de aquella época no captó la potencia socioeconómica de los países con los que se enfrentaba, y ante los que les quedaban tan solo dos opciones: o se adaptaba o se encerraba. Desafortunadamente para China, optó por la segunda alternativa.17 “China nunca fue convertida en colonia occidental”,18 si seguimos considerando las afirmaciones del Dr. Rodríguez Carrión. Es cierto. Pero no es menos cierto que China, debido a la debilidad e ineficiencia de la Dinastía Qing, fue subyugada por las potencias occidentales y soportó continuas humillaciones, como las ya analizadas. No llegó a ser 14 Jacques GERNET, El mundo chino, Barcelona, Crítica, 2007. Ulrich THEOB LD, “Chinese History - Qing Dynasty 清 (1644-1911) event history”, www.ChinaKnowledge.com 16 Alejandro RODRÍGUEZ CARRIÓN, Lecciones…, pp. 38-39. 17 Citados por Alejandro RODRÍGUEZ CARRIÓN, Lecciones…, pp. 38-39. 18 Ibid. 15 90 colonia occidental, pero sí que fue presa del imperialismo vigente en la época. Frèches asevera que, debido a la imposición de firmar los numerosos Tratados “Desiguales”, las potencias occidentales privaron a China de su soberanía durante casi un siglo.19 Más adelante, el mismo autor afirma que China sufrió una verdadera tutela administrativa, reflejada en “la reorganizaci n de la administraci n aduanera por los británicos”.20 En el mismo asunto, Patricia Buckley Ebrey estima que “según los chinos, no cabe imaginar un caso más evidente de intimidación internacional en el que lo moralmente abyecto impone su voluntad a los que tratan [de] obrar bien. A su vez, esta dimensión moral hizo que a los chinos les costase discernir en la civilización occidental algo que mereciera la pena adoptarse.”21 Efectivamente, de todas las humillaciones que hubo de soportar China en el s. XIX, quizá la peor fue ser obligada a permitir el tráfico de una sustancia perniciosa como el opio, y que esta fuera la causa del hundimiento aún mayor de su economía, al no poder sufragar el pago del déficit comercial en plata. Por su parte, Gelber explica detalladamente un concepto muy interesante a los efectos de nuestro trabajo: el conflicto de leyes. Se refiere al conflicto entre las leyes de China y las de los occidentales residentes allí. Viene a decir que estos últimos creían en el “rule of law” (principio de legalidad o estado de Derecho), mientras que los funcionarios chinos, al fin y al cabo confucianos, se guiaban por lo que Gelber ir nicamente denomina el “rule of virtue” (principio de la virtud como máxima). Por otra parte, en China no existía el derecho a la propiedad privada, debido a la total sumisión al emperador, y el Estado regía con poder omnímodo. Tampoco existía la profesi n de abogado, el derecho a un proceso justo, ni el principio “in dubio pro reo”. Durante el proceso tanto acusador como acusado podían ser sometidos a tortura cuyos términos estaban cuidadosamente definidos, la detención podía ser arbitraria y la prisión indefinida. 22 Esta fue la causa de que los occidentales exigieran en los Tratados “Desiguales” el derecho de extraterritorialidad, ya que no confiaban en el sistema judicial de la Dinastía Qing. 19 FRÈCHES, Érase una vez China…, p. 346. Ibid., p. 350. 21 Patricia BUCKLEY EBREY, Historia de China. Cambridge, Madrid, La Esfera de los libros, 2009. 22 Harry G. GELBER, The Dragon and the Foreign Devils, London, Bloomsbury, 2008. 20 91 República China y República Popular China En 1911 se produjo la primera revolución china (que puso fin a la Dinastía Qing, y con ella, a la China Imperial) y la proclamación de la República de China (1912-1949); y en 1949 se proclamó la República Popular China, a partir de lo cual se inició un periodo de más de dos décadas en que las relaciones con Europa fueron casi inexistentes. La RPC tan solo fue reconocida por algunos países del norte de Europa; la mayoría de países, junto con EEUU, se negaban a reconocerla. En 1962 fue reconocida por Francia. Posteriormente, a mediados de los setenta, tras los primeros contactos diplomáticos de los EEUU con China y la adjudicación a esta de un asiento en la Asamblea General de la ONU, otros países europeos fueron reconociéndola paulatinamente.23 La importancia de un liderazgo en el devenir de China Desde joven, Deng Xiaoping había tenido relaciones con Francia, ya que en 1920 había viajado a este país,24 donde estudió y trabajó desde los 16 hasta los 21 años, aunque la primera actividad fue menor en favor de la segunda para poder vivir. Aquéllos años serían determinantes para el futuro de China y sus relaciones con Europa. Como afirma Ezra F. Vogel, los estudiantes-trabajadores chinos en Francia vivían en unas condiciones pésimas, cobrando menos que sus compañeros franceses.25 Es entonces cuando desarrollaron no solo la conciencia comunista sino también la antiimperialista, deseando llegar a ser líderes de su país para sustituir a su débil gobierno, y defenderlo de los “imperialistas europeos”. Deng ingres en el Partido Comunista Chino (PCC) en 1924. Como Presidente de la RPC, su impulso de la política de reformas y apertura facilitó las relaciones internacionales y, en particular, con Europa. De hecho, para preparar la modernización del país estrechó sólidas relaciones con Francia, en su visita a dicho país del 12 al 17 de mayo de 1975. Previamente, en 1974, había realizado una breve visita al 23 Chengyuan GUAN, “Las relaciones entre China y la Unión Europea hacia el nuevo siglo”, CIDOB 63 (2003), p. 142. http://www.jstor.org/stable/40585989 24 Christopher JOHNSTON: “What Deng taught Xi Jinping: pragmatism trumps ideology”, East Asia Forum, http://www.eastasiaforum.org/2013/09/28/what-deng-taught-xi-jinping-pragmatism-trumps-ideology/ 25 Ezra F. VOGEL, Deng Xiaoping…, p. 37. 92 territorio galo.26 Estos viajes fueron la manera en que el presidente Deng comenzó a desarrollar las relaciones con Europa. Se trataba de la primera visita de Estado de un líder de la República Popular China a un país occidental. Siguiendo la Teoría de los Tres Mundos (formulada por Mao), de todo el “Segundo Mundo”, Francia fue la que mostr más interés en establecer relaciones con la RPC, y de hecho, estableció relaciones en 1962, cuando aún pocos países occidentales tenían ni pensamiento de hacer tal cosa.27 Por su parte, el presidente Pompidou, había realizado en 1973 una visita de Estado a China, en la que fue muy bien recibido. China estaba ávida por mantener relaciones con otros países, lo que la acercaba a ser oficialmente reconocida por los mismos, y así superar en el campo diplomático a su competidora, Taiwán.28 Así pues, cuando Francia invitó formalmente al presidente Deng a realizar una visita de Estado, a este le pareció una ocasión perfecta para relanzar a su país en el ámbito diplomático. La visita fue muy fructífera y cordial. Para estrechar la relación, Deng buscó un punto de interés común, y lo encontró en la resistencia de ambas partes a los embates de la URSS. En esta visita fue la primera vez que Deng visitó fábricas en Occidente, y le sorprendió el avance que había experimentado Francia en medio siglo, desde que él mismo había trabajado allí, pero también se percató del tremendo retraso que sufría su propio país. De hecho, esta visita de Estado fue trascendental para el futuro de China, ya que fue en Francia donde Deng decidió que el territorio chino debía emprender grandes reformas, para superar la enorme brecha con Occidente. Del 18 al 22 de diciembre de 1978 se celebró en Pekín la Tercera Sesión Plenaria del Comité Central del Partido Comunista Chino. En dicha ocasión se decidieron grandes reformas: “ rranc una recuperaci n ordenada del sistema. China comenz a pasar de estar „orientada a la lucha de clases‟ a „orientada a la construcci n econ mica‟, de „semi-rígida/rígida‟ a reforma global y, de „semi-cerrada/cerrada‟ a „abierta.‟”29. En 26 Ibid, p. 590. Ibid, p. 109. 28 Recordemos aquí que la República Popular China considera a Taiwan tan solo como una provincia más de China, exactamente igual que las demás. 29 S.a.:“Third Plenary Session of 11th Central Committee of CPC held in 1978”, People's Daily Online, http://en.people.cn/90002/95589/6512371.html. People’s Daily es el órgano oficial del Partido Comunista Chino. Traducción oficiosa. En su versión original: 27 93 concreto, Deng determinó que la lucha de clases dejara de ser la base de la política nacional.30 En cuanto a las relaciones de China con Europa, el aspecto transcendental de la política de reformas, sin lugar a dudas, fue el de las referidas al ámbito económico, que permitió que fluyera el comercio exterior entre China y Europa.31 Durante la China Imperial, los líderes apenas habían tenido interés por abrirse al mundo. Era una potencia regional, no mundial. Los países cercanos respetaban a China y a su civilización, pero esta no tenía interés en el mundo exterior. Los mandatarios chinos consideraban que ya tenían bastante con mantener el país, así que no iban a intentar ir a más.32 Al principio de este trabajo hemos aludido a la frase del Emperador Qianlong al enviado británico Lord McCartney, cuando desembarc en China en 1793: “Poseemos todas las cosas…no le damos uso a tus manufacturas”.33 En definitiva, una total cerrazón al mundo. Deng Xiaoping es quien revierte esta tendencia. Deng promovió el ingreso de su país en el Fondo Monetario Internacional (FMI)34 y en el Banco Mundial (BM), ambos en 1980. Tras ser reconocida China como miembro de pleno derecho de la ONU en 1971,35 el presidente Deng fue el primer líder chino en dirigirse a la Asamblea General de la ONU en 1974. Afirmó que el gigante asiático “ n ordered recovery of the system was kicked off. China started shifting from „class struggle-oriented‟ to „economic construction –oriented‟, from „semi-rigid/rigid‟ to comprehensive reform, and, from „semiclosed/closed‟ to „opening up.‟” 30 “Third Plenary Session…”. 31 Cuando Deng accedió al poder en 1978, el comercio exterior de China ascendía a menos de 10 billones de dólares, pero una década después, se había centuplicado. Ezra F. VOGEL, Deng Xiaoping…, p. 578. 32 Tan solo en el s. XV hubo expediciones a ultramar. Comandadas por el almirante Zheng He (郑和), se hicieron a la mar grandes navíos. Pero poco después, los emperadores prohibieron la construcción de naves de proporciones oceánicas y los viajes de exploración. 33 Ezra F. VOGEL: Deng Xiaoping…, p. 577. 34 En cuanto al FMI, recientemente ha incorporado a la moneda China, el renminbi (人民币), al selecto club, formado por otras cuatro monedas: el dólar de EE.UU., el euro, el yen japonés y la libra; este grupo se llama Derecho Especial de Giro (DEG). S.a.: “El renminbi chino se suma a la cesta del derecho especial de giro del FMI.” , Boletín del Fondo Monetario Internacional, http://www.imf.org/external/Spanish/pubs/ft/survey/so/2015/NEW120115AS.htm 35 “Restoration of the lawful rights of the People‟s Republic of China in the United Nations”, samblea General de las Naciones Unidas, Resolución 2758 (XXVI), http://www.un.org/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/RES/2758%28XXVI%29 94 nunca se convertiría en un tirano, oprimiendo a otros pueblos, y que si lo hiciera, dichos pueblos estarían legitimados para criticar y derrocar al gobierno chino.36 No obstante, durante el mandato de Deng Xiaoping se produjo la Tragedia de Tiananmen. A raíz de ello, la por aquel entonces Comunidad Económica Europea, reunida a finales de junio de 1989 en Madrid, bajo la presidencia de turno española, adoptó una dura declaración de condena e impuso sanciones a China: suspensión de la cooperación militar, embargo de armas, interrupción de la cooperación económica y congelación de los encuentros de alto nivel.37 Al menos, el embargo de armas aún continúa vigente. El 27 de junio de 1989, en sesión celebrada en Madrid, el Consejo Europeo emitió una declaración al respecto. Sin embargo, España mantuvo la Comisión Mixta para Asuntos Económicos, así como los créditos Fondo de Ayuda al Desarrollo, lo que implicó el alejamiento de sus socios comunitarios. Por otro lado, Francisco Fernández Ordóñez, en 1990, fue el primer Ministro de Exteriores comunitario en visitar China tras dichos sucesos, Felipe González el primer Presidente del Gobierno en realizar dicha visita y El Rey Juan Carlos, por su parte, el primer Jefe de Estado en hacer lo propio. El motivo por el que España apoyó a Deng, según Bregolat, fue que el Estado español comprendió que el presidente chino estaba asediado por los conservadores, y las sanciones no harían más que apoyar a aquellos, y dicha circunstancia terminaría de hundir a Deng y sus reformas.38 Por su parte, el canciller alemán Helmut Schmidt, según refiere Bregolat, en sus memorias Fuera de servicio hace la misma lectura: “En 1990 volé a Pekín… El aislamiento de China solo podía 36 Ezra F. VOGEL, Deng Xiaoping…, p. 591. General Assembly of the United Nations, General Debate of the 70th Session, http://gadebate.un.org/68/china 37 S.a.: “EU restrictive measures in force, Restrictive measures (sanctions) in force (Regulations based on rticle 215 TFEU and Decisions adopted in the framework of the Common Foreign and Security Policy)” European Commission, Service for Foreign Policy Instruments, 20, http://eeas.europa.eu/cfsp/sanctions/docs/measures_en.pdf El texto de la declaración es como sigue: “The European Council, recalling the declaration of the Twelve of 6 June, strongly condemns the brutal repression taking place in China…In the present circumstances, the European Council thinks it necessary to adopt the following measures: … -interruption by the Member States of the Community of military cooperation and an embargo on trade in arms with China” 38 Téngase en cuenta que, en las fechas de los acontecimientos, el autor de la obra consultada fue Embajador en Pekín, lo que le convierte en un testigo cualificado. Eugenio Bregolat, En torno al renacimiento de China, Lérida, Edicions Universitat de Lleida, 2015. https://books.google.es/books?id=9HhpBgAAQBAJ&pg=PA289&lpg=PA289&dq=CEE+sanciones+cont ra+China+Tiananmen&source=bl&ots=xKvFt9jRAP&sig=gUvDN2_Bnh7b6OuuYS7tD515B00&hl=es &sa=X&ved=0ahUKEwiY7omo9MDLAhWL0xoKHWgjANQQ6AEIJDAA#v=onepage&q=CEE%20sa nciones%20contra%20China%20Tiananmen&f=false 95 empeorar la situación. Pude convencer de ello a mis colegas del International Action Council (formado por ex jefes de gobierno) y decidimos combatir la tendencia de aislar a China”, como queda dicho, las sanciones se levantaron en 1990. 39 Desgraciadamente, no es posible determinar si, en caso de que hubiera triunfado el movimiento estudiantil, habría podido prosperar China. El mismo Bregolat se posiciona a favor del posterior desarrollo de China, pero mantiene que la resolución del conflicto podría haber sido incruenta.40 La República Popular China ingresa en la OMC (2001) El 19 de febrero de 1997 falleció Deng Xiaoping y Jiang Zemin (江泽民) tomó el control del partido y del Estado. Obtuvo grandes éxitos, como el acuerdo chinoamericano de 1999 y el chino-europeo de 2000 (ambos previos al acuerdo de Doha de noviembre de 2001).41 Tras la firma de los mencionados acuerdos, el 17 de septiembre de 2001, China ingresó en la OMC.42 Con dicho ingreso China se abre definitivamente al mundo, debido a su compromiso de respetar las transacciones internacionales y, concretamente, en el ámbito arancelario.43 Palacios y Ramírez coinciden en la trascendencia de esta liberalización en lo económico y en lo social. Ramón Tamames considera que se trata, en realidad, de la Cuarta Revolución china: la primera fue la República China, del Dr. Sun Yat-sen; la segunda, la dirigida por Mao Tse Tung, por la que se proclamó la República Popular China; la tercera, al abordarse las Cuatro Modernizaciones de Deng Xiao Ping; y la cuarta, el ingreso en la OMC.44 39 BREGOLAT, Ibid., 236. BREGOLAT, La segunda Revolución china, Barcelona, Destino, 2007. 41 En cuanto a imagen a nivel mundial, en 2001, China obtuvo el éxito de la candidatura de Pekín a los Juegos Olímpicos de 2008; y la Expo de Shanghái en 2010. 42 S.a.: “WTO successfully concludes negotiations on China's entry”, WTO News: 2001 Press Releases, https://www.wto.org/english/news_e/pres01_e/pr243_e.htm 43 Luis PALACIOS & Raúl RAMÍREZ, China: historia, pensamiento, arte y cultura, Córdoba, Almuzara, 2011. 44 Obsérvese el análisis de Tamames al enunciar esta teoría. Estrictamente, hubo dos Revoluciones en China (1911 y 1949) más la Revoluci n Cultural, que él no incluye aquí. Sin embargo, añade las “cuatro modernizaciones”, a las que considera otra revoluci n, y el ingreso en la OMC y sus reformas liberalizadoras. Ibid. pp. 302-303. 40 96 Jiang Zeming, a nuestro entender, tomó el relevo modernizador iniciado por Deng Xiaoping y, con visión pragmática, continuó la política de reformas. Sin embargo, la mayoría de las reformas tocaban a la economía y apenas a la política. Del bilateralismo de la Guerra Fría al multipolarismo Consideramos que en los últimos cincuenta años se han producido enormes cambios en el equilibrio geoestratégico. Desde la Guerra Fría (con dos frentes, formados por los EEUU y la URSS) hasta el fin de la glasnost y la perestroika, con la consiguiente desaparición de la URSS, que abocó a la situación actual, en la que existe una potencia hegemónica (los EEUU) y varias potencias relevantes, pero no tanto como los EEUU, aunque siguen creciendo. Dichas potencias no hegemónicas son principalmente por un lado, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica), y por otro, la Unión Europea. La disolución de la URSS se produjo en diciembre de 1991. Las autoridades chinas estaban muy interesadas en estrechar lazos con la entonces llamada Comunidad Económica Europea, y el sentimiento era recíproco por parte de esta. Tanto interés había por ambas partes que en la primavera de 1992 una comisión china, encabezada por el Primer Ministro Li Peng (李鹏) y por el Ministro de Asuntos Exteriores Qian Qichen (钱其琛), realizó una ronda de contactos por Europa Occidental. Visitaron la Comisión Europea en Bruselas y Bonn, entre otras capitales. En todo caso, las relaciones bilaterales chino-europeas están condicionadas por la marcha de las relaciones económicas bilaterales. A estos efectos, Maiza señala que los grandes inconvenientes que pueden causar mella en estas relaciones son, por parte europea las políticas proteccionistas, y por parte china la falta de transparencia.45 Por otro lado, como señala Möller, cualquier política adoptada por China debe tener tres características: consideraciones económicas, consideraciones de orden mundial y consideraciones de orden regional. La UE tan solo se ha mantenido sólida en el primero de estos tres aspectos, mientras que los EEUU han sido estables en las tres áreas.46 45 J. A. MAIZA LARRARTE: Políticas públicas de la Unión Europea ante el despertar económico del gigante chino, Tesis doctoral, Universidad del País Vasco, 2009. 46 Kay MÖLLER: “Strategic Perceptions: China and the European Union”, The China Quarterly, 169 (2002), pp 10-32, esp. p. 30. 97 Según Möller, la multipolaridad está más relacionada con la competencia que con las alianzas a las que se enfrenta. Maiza, por su parte, cita a Holslag, quien mantiene que China espera encontrar en la UE a un socio que le acompañe en su singladura multipolar, pero sin embargo, cita también a Ferrero-Waldner, quien afirma que Europa “no tiene interés en un mundo multipolar, sino en un mundo gobernado por normas creadas y controladas por instituciones multilaterales”.47 Maiza destaca que tanto China como la UE consideran que el poder de los EEUU es excesivo, pero que, aunque la UE no coincide con los EEUU en considerar a China una amenaza, sin embargo tampoco está de acuerdo con la visión china del multipolarismo. La UE propugna el multilateralismo y la gestión de los conflictos por la ONU. 48 En este aspecto hay varios ejemplos que demuestran la positiva cooperación entre China y la UE, como son las reuniones a distintos niveles entre tanto dirigentes como técnicos de ambas partes. Es preferible esta visión de cooperación, en vez de enfrentamiento. En cuanto a la visión multipolar o a instituciones multipolares consideramos que, de momento, la segunda opción es factible, pero también parece previsible que ambos actores potentes, esto es, los EEUU y China, quieran atraer a la UE a su terreno. Por añadidura, hoy por hoy, la crisis económica, la crisis de inmigrantes o los ataques a la seguridad interna, debilitan a la UE, y le perjudican en cuanto a su posicionamiento respecto de las dos citadas potencias. Análisis de las relaciones China-Unión Europea: ¿simetría o asimetría? En primer lugar, las relaciones China-UE tienen unas características diferenciadoras evidentes: mientras que China es un país, la Unión Europea es una organización internacional. Esto implica que China tiene un solo Gobierno, un solo Presidente, un solo Primer Ministro y un solo representante de Asuntos Exteriores. La UE, por su parte, el 1 de diciembre de 2009, con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, por fin gana personalidad jurídica y se establecen tanto la Presidencia permanente del Consejo 47 48 J. A. MAIZA LARRARTE: Ibid., p.298. Políticas públicas…, p. 268. 98 Europeo como el Alto Representante para Políticas de Exterior y Seguridad Común. Por otra parte, por primera vez la Unión Europea está capacitada para firmar Tratados, siempre dentro del ámbito de sus competencias.49 No obstante, hay factores que revierten dicha apariencia. Según Rocha Pino los “entendimientos mutuos” y la cooperación efectiva en los asuntos bilaterales y mundiales determinan el nivel simétrico, a pesar de las apariencias iniciales. El mismo autor asegura que las relaciones chino-europeas se podrían encuadrar en una de las cuatro categorías establecidas por Pfetsch y Landau (concretamente la Categoría C), y que: “las negociaciones [son] realizadas en el contexto de una relaci n asimétrica en términos de poder estructural que ha sido transformada por los actores en resultados simétricos en términos de utilidad. Un ejemplo han sido las negociaciones entre la UE y algunos países admitidos en su proceso de ampliaci n.”50 La dimensión económica Según el Parlamento Europeo, la UE le exporta a China 113.100 millones de euros, mientras que China le vende a aquella 281.900 millones de euros, esto es, China le vende a la UE casi el 250% de lo que esta última exporta a la primera.51 En opinión de Bregolat: “…la superioridad indiscutible de la economía de mercado sobre la economía planificada convenció a Deng Xiaoping y a sus colegas de que para conseguir un país rico, fuerte y que no pudiera volver a ser humillado como lo fue de 1840 a 1949, debían emprender la reforma econ mica. Es decir, la „esencia del socialismo 49 S.a.: “Tratado de Lisboa, por el que se modifican el Tratado de la Uni n Europea y el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea (2007/C 306/01)”, rtículo 9 B.6, (2007) http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/HTML/?uri=CELEX:12007L/TXT&from=EN 50 M. ROCH PINO, “La simetría en la asociaci n estratégica república popular China-Uni n Europea”, Estudios de Asia y África, El Colegio de México vol. XLV, núm. 1, enero-abril (2010): pp. 117-158. 51 S.a.: “Equilibrando la economía mundial: déficit comercial de la UE con China”, En portada, Parlamento Europeo, http://www.europarl.europa.eu/news/es/news-room/20111017STO29445/Equilibrando-laeconom%C3%ADa-mundial-d%C3%A9ficit-comercial-de-la-UE-con-China 99 con características chinas‟, esa economía de mercado que cada vez es más difícil de distinguir del capitalismo, es el nacionalismo.”52 Pastor y Gosset afirman que en 2003 la Unión Europea soportaba un déficit en la balanza de pagos con China de 55.000 millones de euros, el mayor déficit comercial bilateral de la UE.53 Por otra parte, China posee 3.2 trillones de dólares americanos en divisas, lo que hace que los países emisores de dicha deuda pública dependan de China, y por su parte, este país asiático tiene intereses en aquéllos territorios.54 Según José María Beneyto, Xinning Song y Chun Ding, Europa se siente perjudicada por lo que se pueden considerar factores determinantes de la “competitividad” china y europea, respectivamente, en los mercados globales, como son ciertas prácticas de competencia desleal en términos laborales y de seguridad, así como la protección de los derechos de propiedad intelectual. Todo esto se une al hecho de que los líderes europeos están cada vez más preocupados con el creciente déficit en la balanza de pagos. 55 Según Guan, exembajador chino para la Uni n Europea, “existen varios temas difíciles entre China y la UE debido a sus diferencias históricas y culturales, a los distintos sistemas sociales y niveles de desarrollo. Estos problemas abarcan los derechos humanos, el Tíbet y las políticas anti-dumping contra China”.56 Por otra parte, el mismo Guan afirma que la Uni n Europea ha retirado “la etiqueta impuesta sobre China de que no era una economía de mercado y ha enmendado sus 52 Eugenio BREGOLAT, La segunda revolución china. Una década como embajador en Beijing, Barcelona, Destino, 2007. 53 . P STOR y D. GOSSET, “Las relaciones entre la Uni n Europea y China: una clave del orden mundial del siglo XXI”, Real Instituto Elcano, Área: Europa/Asia-Pacífico, 142 (2005). http://www.realinstitutoelcano.org/wps/wcm/connect/2b3248004f01876ebd0dfd3170baead1/ARI-1422005-E.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=2b3248004f01876ebd0dfd3170baead1 54 S.a.: “China to keep investing in euro zone debt: China central bank”, Reuters, consultado el 31 de marzo de 2016, http://www.reuters.com/article/us-china-europe-idUSTRE81E07J20120215 55 José María BENEYTO, Xinning SONG y Chun DING (Ed.) “China and the European Union: future directions”, CEU Instituto Interuniversitario de Estudios Europeos, 7 (2013) http://www.idee.ceu.es/Portals/0/Publicaciones/Ebook%20n%C2%BA%207.pdf 56 Chengyuan GU N: “Las relaciones entre China y la Uni n Europea hacia el nuevo siglo”, Revista CIDOB d'Afers Internacionals, 63 (septiembre-octubre 2003), pp 141 http://www.cidob.org/articulos/revista_cidob_d_afers_internacionals/las_relaciones_entre_china_y_la_un ion_europea_hacia_el_nuevo_siglo/%28language%29/esl-ES 100 políticas anti-dumping hacia China.” 57 Actitudes como las citadas ayudan a conseguir una atmósfera de comprensión mutua y cooperación. Las relaciones China-EU y la globalización Desde antiguo, las relaciones China-UE ya tenían vocación global, puesto que estas se realizaban a través de la que quizá fuera la primera gran conexión comercial intercontinental: la Ruta de la Seda, tanto en su vía terrestre como la marítima. Hoy en día revive aquella vía mercantil, ya no solo por la muy transitada vía marítima, sino también por la terrestre, concretamente la ferroviaria (el ferrocarril transeurasiático, que conecta China con Europa Occidental).58 Por su parte, Men Jing asegura que la visión europea está íntimamente relacionada con la concepción china de la situación política internacional, así como con las tendencias chinas de política exterior.59 En función de la cambiante política internacional, los chinos perciben diferentemente sus relaciones con las superpotencias. Por ejemplo, en la era posterior a la Guerra Fría, a raíz del desarrollo de la globalización, las ideas liberalizadoras y socio-constructivistas determinan las relaciones exteriores chinas y, por tanto, también las relaciones chino-europeas. 60 El ya citado Guan mantiene que China y la UE coinciden en su visión, en cuanto a que la globalización mantiene una situación de total desequilibrio entre países ricos y pobres, hasta el punto de que los países pobres apenas se enriquecen. Por eso, ambas partes mantienen que habría que reequilibrar tal descompensación.61 Aquí, como hemos manifestado, el equilibrio comercial es deseable, a largo plazo, para ambas partes. 57 Ibid., p. 145. Xiangming CHEN, “China & Europe: Reconnecting cross a New Silk Road”, East by Southeast, (2016) http://www.eastbysoutheast.com/tag/trade/ 59 Jing MEN, “Chinese Perceptions of the European Union: Review of Leading Chinese Journals”, European Law Journal, vol. 12, 6, 2006, p. 789. 60 Ibid., p. 789. 61 Chengyuan GU N: “Las relaciones…”, p. 147. 58 101 Derechos Humanos en China Desde hace décadas, entre la RPC y Occidente hay diferencias en torno a los Derechos Humanos. En la ONU se han visto reflejadas dichas diferencias.62 Deng Xiaoping, según Domenach, “le había hecho saber al presidente Carter el desprecio que le inspiraban las protestas humanitarias”.63 Esta afirmación sobre las “protestas humanitarias”, es decir, sobre los que protestaban en favor de los derechos humanos, refleja una constante lucha en torno a los mismos, pero no solo se refiere a un conflicto entre China y Occidente, sino que al lado de China hay otros países. En primer lugar, definamos qué se entiende por derechos humanos. Según el Artículo 2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitaci n de soberanía.”64 Por otra parte, según el rtículo 1 de la Declaraci n, “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.” Por lo tanto, se aprecia el carácter precisamente de “universal” de los derechos humanos, tal y como expresa el nombre de la citada Declaración. Sin embargo, a pesar de los artículos antedichos, los derechos humanos no son realmente universales. 62 S.a.: “China: independent UN experts urge stepped-up respect for human rights”, UN News Centre, http://www.un.org/apps/news/story.asp?NewsID=36393 63 Jean–Luc DOMENACH, ¿A dónde va China?, Barcelona, Paidós Ibérica, 2005. 64 S.a.: “Declaraci n Universal de los Derechos Humanos”, Organizaci n de las Naciones Unidas, http://www.un.org/es/documents/udhr/ 102 Existe una explicación técnico-jurídica para esta situación. Según la Profesora García Picazo65, dentro del corpus doctrinal de los derechos humanos, dimanado de la Declaración Universal de 10 de diciembre de 1948, se puede distinguir entre los “derechos civiles y políticos” y “los derechos sociales, econ micos y culturales”, distinción que quedó plasmada en ciertos pactos parciales, como el de Nueva York, de 1966,66 y que además sirvió para que, en la situación de Guerra Fría, los dirigentes mundiales se adhirieran a uno de ellos, ignorando al otro. A grandes rasgos, se puede establecer que los dirigentes que se adhirieron al primer grupo estaban encuadrados en el “liberalismo” o defensores de la democracia, y los del segundo, en el “socialismo” o defensores del desarrollo, aunque en ambos grupos dichas adscripciones fueron en muchos casos meramente formales. La mencionada distinción y a qué grupo se adscribe resulta evidente en una manifestación del exembajador de China para la UE, Guan Chengyuan: “Dado que China sigue considerando el desarrollo econ mico como su tarea principal…”67 El propio Guan también afirma: “El ámbito de los diálogos entre China y la Uni n Europea se ha ido ampliando de manera constante cubriendo, entre otros,…derechos humanos…”.68 A este respecto, la Unión Europea coopera a la transición política de China, y es en este campo donde incardina “un diálogo político regular sobre los derechos humanos, la protección de las minorías y la consolidación del Estado de derecho.”69 Y, por fin, Guan asegura que “la UE no ha participado ni copatrocinado ninguna resolución contra China en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU desde 1998.”70 Esto, como es lógico, es valorado positivamente por China. La Unión Europea, en definitiva, está muy interesada en continuar y mejorar las relaciones con China, pero no está dispuesta a hacerlo a cualquier precio, y menos renunciando a sus principios fundacionales.71 65 Paloma GARCÍA PICAZO, La investigación del medio internacional. Fundamentos teóricos y conceptuales, métodos y técnicas, Madrid, Tecnos, 2012. 66 S.a.: “Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”, CNUR, http://www.acnur.org/t3/fileadmin/scripts/doc.php?file=t3/fileadmin/Documentos/BDL/2001/0015 67 Chengyuan GU N: “Las relaciones…”, p. 147. 68 Ibid., p. 144. 69 S.a.: “Refuerzo de la asociaci n Uni n Europea-China”, Eur-lex (El acceso al Derecho de la Unión Europea) http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/HTML/?uri=URISERV:r14208&from=ES 70 Chengyuan GU N: “Las relaciones…”, p. 145. 103 Análisis prospectivo de las relaciones China-Unión Europea Rocha Pino, acertadamente, asegura que la asociación estratégica entre China y la UE es debida a la redefinición de sus respectivas estrategias. Por una parte, por lo que consideramos que se puede calificar como “tendencia centrípeta” de la Uni n Europea (este es, al fin al cabo, el significado de la integración europea), a pesar de todos los altibajos, de la UE y, por parte china, por su necesidad de tener relación con dicho proyecto. Es en este punto donde Rocha Pino mantiene lo siguiente: “la construcci n de este vínculo diplomático ha estado determinado (sic) por un factor estructural de tipo histórico: los países europeos desarrollaron hacia China unas relaciones basadas en la dominación y la sujeción durante el siglo XIX y parte del XX. Tal relación de dominación resultó ser un factor asimétrico siempre favorable para la parte europea.”72 Sin embargo, desde los albores de la Guerra Fría cambió totalmente dicha actitud, y empezaron las aproximaciones a los países más avanzados de la zona, como Singapur, Corea del Sur u Hong Kong, y esta tendencia posteriormente se convirtió en lo que en la UE se conoce como la Nueva Política hacia Asia.73 Según Guan, China y la UE no están enfrentados en ningún conflicto de intereses directo, lo que favorece unas fluidas relaciones internacionales y, además, comparten intereses comunes. Por otra parte, el veloz desarrollo de la globalización económica abre un futuro común, así como desafíos a ambas partes. Guan afirma que “a partir del momento en que China –el país que evoluciona más rápidamente del mundo– adoptó la política de reformas y apertura, ha conseguido logros remarcables en el desarrollo econ mico con un mercado potencial emergente.”74 71 S.a.: “Carta de los Derechos Fundamentales de la Uni n Europea (2000/C 364/01), de 18.12.2000”, Diario Oficial de las Comunidades Europeas C 364/1, consultado el 31/03/2016, http://www.europarl.europa.eu/charter/pdf/text_es.pdf 72 M. ROCH PINO, “La simetría…” p. 156. 73 Ibid., 41. 74 Chengyuan GU N: “Las relaciones…”, p. 146. 104 El 21 de noviembre de 2013 se celebró en Pekín la XVI Cumbre UE-China, donde se adoptaron acuerdos relevantes. Tan solo como ejemplo, citaremos el documento “ genda Estratégica de Cooperaci n UE-China 2020”, que define los intereses comunes en diversos apartados. Así mismo, hemos de mencionar la primera visita de un presidente chino, concretamente 习近平 (Xi Jinping) a las instituciones de la UE, donde fue recibido por los más altos mandatarios europeos. China y Europa, como certeramente manifiesta el profesor Xiangming Chen, están íntimamente conectadas desde el tiempo de las Guerras del Opio, pero las posiciones económicas respectivas se han invertido desde entonces, y esto se ve reflejado en el Bund de Shanghái, donde los edificios de estilo occidental de baja altura, construidos por los occidentales a principios del s. XX, situados en el lado occidental浦西(puxi) del río Huangpu (黄浦huangpu) se ven apabullados por el gigantismo de los modernos edificios del lado oriental (浦东pudong), de construcción china. Estos skylines están uno justo enfrente del otro. Esta confrontación ente el pasado y el presente refleja cómo se han invertido las tornas en la relación chino-europea.75 Hoy en día se ralentiza el crecimiento de la economía china y por ende, quizá no aumente tan rápido como hasta ahora el déficit en la balanza de pagos europea. Sin embargo, dada la vitalidad china, a medio plazo suponemos que volverá a crecer. Además, China tiene en proyecto promover la creatividad, desde las más tempranas edades, en su sistema educativo. Si lo consiguiera, esto le proporcionaría una enorme baza cara al futuro. 75 Xiangming CHEN, “China & Europe: Reconnecting http://www.eastbysoutheast.com/tag/trade/ 105 cross a New Silk Road”, East by Southeast, España y sus migajas de Ultramar: Las últimas islas hispánicas en la Oceanía, 1898-1900 David Manzano Cosano Escuela de Estudios Hispanoamericanos CSIC, Sevilla Introducción El presente trabajo pretende acercarse al proceso de disolución del Imperio ultramarino hispano en la denominada Oceanía hispana, es decir, los territorios que fueron englobados por los españoles de finales del siglo XIX dentro de las posesiones que su Estado albergaba en el Pacífico: Filipinas, Marianas y Carolinas. Archipiélagos que dejaron de ser parte del territorio español por los efectos de la guerra hispanoamericana de 1898. La mayoría de las islas Filipinas y el epicentro español en la Micronesia localizado en la isla de Guam dejaron de ser territorio español por las cláusulas del tratado de París que daba fin a la guerra hispano-americana, donde no se incluía el resto de las islas de la Micronesia que serán vendidos a Alemania un año más tarde (1899). Estos dos caminos jurídicos que finiquitan el Imperio ultramarino español serán estudiados por este trabajo, que analizará en primer lugar los efectos que la guerra hispano-americana de 1898 tendrá en la Oceanía hispana, y posteriormente se detendrá a estudiar los tratados que finiquita Imperio ultramarino español, es decir, el tratado de venta de las Marianas y Carolinas a Alemania en 1899 y la venta de las islas más meridionales de Filipinas a los Estados Unidos en 1900. 107 Universidad de Castilla~La Mancha Departamento de Historia. Área de Historia Contemporánea Edificio Benjamín Palencia | Campus Universitario s/n | 02071 Albacete Email: [email protected] | www.ahistcon.org | La guerra hispano-americana de 1898 en las fronteras filipinas Tras la voladura del Maine1, el gobierno de Washington declaró el 25 de abril de 1898 la guerra a España, sumiéndola en una lucha doble en sus colonias: una interna para doblegar los movimientos de los insurgentes antillanos y filipinos2; y otra externa, donde movilizará su marina para defender a las colonias de los ataques de los estadounidenses. El hundimiento de la flota española en Cavite el 1º de mayo de 1898 y el asedio de la bahía de Manila por parte de Estados Unidos (mayo-agosto de 1898)3serán claves para romper la relación existente entre las autoridades metropolitanas y los gobiernos políticos de la Micronesia, los cuales tendrán conocimiento de la contienda a principios del verano de dicho año. Este hecho muestra, una vez más, el papel marginal de estos archipiélagos dentro de la estructura de poder del Imperio español. Pues, aunque es cierto que la marina española estaba limitada para llegar a estas colonias por la acción de los estadounidenses, los servicios diplomáticos hispanos no emplearon a ningún agente internacional para que avisase a estos puntos de la existencia de una guerra. Esta desinformación incidirá de forma significativa en las Marianas, pues a causa de ella su gobernador será apresado rápidamente por los estadounidenses por esta desinformación. Los hechos se producen cuando el día 20 de junio de 1898 arribó a Agaña el crucero estadounidense Charleston, acompañado de cuatro embarcaciones más. Las autoridades de la isla los recibieron hospitalariamente al desconocer el estado de guerra, que les será comunicado. Al día siguiente, el gobierno de Agaña liderado por Juan Marina y Vega obedece la exigencia de los americanos de entregarse ante su absoluta indefensión. De esta forma, la marina americana lo apresa junto a dos oficiales y 54 individuos de tropas peninsulares existentes, a los que embarcan en el crucero. A su vez ese día 21 los estadounidenses se dirigen al casi demolido fuerte de Santa Cruz para izar su bandera “que retiraron en seguida después de los saludos de ordenanza hechos por el 1 La voladura del acorazado Maine acaecida en la Habana el 15 de febrero de 1898 fue empleada por la administración estadounidense como causa belli para declararle la guerra a España; Carlos SERRANO, Final del Imperio. España 1895-1898. Madrid, siglo XXI, 1984; Demetrio RAMOS, Cuba, Puerto Rico y Filipinas en la perspectiva del 98, Madrid, UCM, 1997; Cristóbal ROBLES MUÑOS, 1898: Diplomacia y Opinión, Madrid, CSIC,1991. 2 El gobierno de Primo de Rivera firmó el pacto de Biac-na- Bató el 15 de noviembre de 1897 para intentar aplacar sin éxito las ansias independista de los rebeldes ; Julia CELDRÁN RUANO, Instituciones hispano filipinas del siglo XIX, Madrid, Mapfre, 1994, pp. 394-396 (texto completo). 3 Luis E. TOGORES SÁNCHEZ, L. E., “El asedio de Manila (mayo-agosto 1898) Diarios de los sucesos ocurridos durante la guerra de España con los Estados Unidos”, Revista de Indias, LVIII, núm. 213. Madrid, CSIC, 1998. pp. 449- 498. 108 crucero”4. A la jornada siguiente, la isla no presentaba ninguna señal que evidenciase la soberanía americana porque el conjunto de la expedición (con sus insignias incluidas) partieron hacia la capital filipina5, aprovechando la ocasión el administrador de hacienda, José Sisto, para declarar la ocupación nula, al no seguir los principios de la ocupación efectiva aprobados por la resolución de la Conferencia de Berlín de 1885. Este se autoproclamó nuevo gobernador español de Agaña, y aprovechará el viaje de las pequeñas goletas niponas para dar cuenta al Ministerio de Ultramar de la situación por vía del consulado de Yokohama. La tardanza del ejecutivo de Madrid para asumir la nueva de la realidad de las Marianas es otro ejemplo del trato marginal que dispensaron a este territorio6. Un territorio que a diferencia de las Carolinas, fue fuente del deseo de los agentes estadounidense, como prueba que se destine un crucero para tomar Guam (no así en las Carolinas), y que posteriormente esta isla chamorra se incluya dentro de los puntos del Pacífico que España cederá a los Estados Unidos por el tratado de paz de París de diciembre de 1898. Por su parte, las tropas españolas destinadas en las Carolinas también sufrirán graves problemas por el desconocimiento de la doble guerra en la que se hallaban las Filipinas. Así lo evidencia el caso de Carlos de Pineda y de Soto que parte de Ponapé el 1º de mayo de 1898. Tras pasar por el estrecho de San Bernardino el día 12 de dicho mes, conoce la contienda internacional en Sorsogon, y la orden de que su expedición es trasladada a Borneo en el Saturnus para alejarlos de la guerra. De Pineda se niega a abandonar a sus compatriotas y desembarca, desoyendo a sus superiores, para luchar contra los Estados Unidos. Posteriormente se enterarán de la existencia de la otra guerra que su Estado estaba librando contra los insurgentes filipinos, quienes lo apresaran en Tayabas junto a otros españoles que regresaban de la Micronesia7. Su historia es un ejemplo del apoyo del Reino Unido a España, al permitir a su marina atracar en Borneo 4 AHN, Ultramar, 5353, expediente 29, doc. 1. Informe de José Sisto a Ministerio de Ultramar a 30 de junio de 1898. 5 Robert F. ROGERS., Destiny's Landfall: A History of Guam. Honolulu, University of Hawai`i Press, 1995 Destiny's Landfall, 1995; L. W. WALKER, "Guam's Seizure By The United States", The Pacific Historical Review , XIV (1), University of California Press, 1945, pp. 1-12. 6 AHN, Ultramar, 5353, expediente 29, doc. 2. Carta de Ultramar a Estado a fecha de 11 de diciembre de 1898. A raíz de ahí ambos ministerios se preguntan recíprocamente por el estado en el que se hallan las Marianas, y ambos expresan su desconocimiento. 7 Enrique García Artime (procedente de Yap), Juan Roibal Guerrero (parte con Carlos de Pineda de Ponapé a bordo del Quirós por enfermedad), Benito Arnesti (soldado proveniente de las Marianas) y Vicente Presidente (embarca desde Yap en el Villalobos). AMN 0525 MS 1532/006 Guillen, Influencia de la capitulación de Tayabas en Carolinas, pp. 9-12 109 (donde se trasladará también a los agentes hispanos de Puerta Princesa, Palawan 8), pero también es el ejemplo del aislamiento que padecen las Carolinas durante toda la guerra hispano-estadounidense durante la que romperán por completo los nexos con la metrópoli. Ello provocará que dependan del exterior para seguir la evolución de los acontecimientos y para abastecerse, ya que sus capitales sufren una gran carencia por la interrupción de las redes comunicativas con Filipinas. La situación se agrava en Ponapé, por la existencia de agentes metodistas estadounidenses y por las revueltas de los indígenas. Su gobernador, José Fernández de Córdoba, conoce la lucha el 15 de junio de 1898 gracias a la visita del capitán del Mercur (correo de Jaluit), quien le entrega una carta del comisionado alemán en las Marshall, Mr. Huttler, donde le informa de la situación mediante la remisión de doce números del The Sidney Morning y Herald (que abarcan las fechas del 25 de abril al 9 de mayo)9.Inmediatamente crea una junta con todos los oficiales de la colonia que deciden por unanimidad emprender trabajos defensivos por el peligro estadounidense. Ante este miedo apresarán al Tulenkum, un barco con matrícula de California dirigido por Melander, que atraca en la isla por su desconocimiento de la contienda. Hasta el 19 de febrero de 1899 cuando el gobernador se entera del fin de las hostilidades entre ambas naciones no lo liberará10. El aislamiento de esta isla agravó el problema de su desabastecimiento, que fue resuelto gracias al apoyo de los buques alemanes que arribaban a la colonia por su cercanía a las Marshall. Ya que desde abril hasta el 26 de noviembre de 1898 con la llegada del Saturnus11, ningún buque español arribará a las Carolinas. La misma situación aconteció Yap, donde su gobernador, Salvador Cortes, en carta de 6 de octubre de 1898 se lamenta de la ausencia de cualquier tipo de noticias del archipiélago filipino desde el 12 de abril. En ella cuenta que la colonia ha podido 8 Ibidem, p. 77, Telegrama del cónsul español en Singapur al Ministro de Estado a 23 de enero de 1899. AHM, Ultramar 5359, caja 1, expediente 29. Documento reservado del gobernador de Ponapé a 29 de noviembre de 1898 que es copiado por el gobierno general interno de Bisayas y Mindanao a diciembre de 1898; AHAM, A, Ih, L 6, Copiador de Oficios, citado en ELIZALDE, Mª D., España en el Pacífico, 1992, p. 231 (nota 7). 10 AHAM, A Ii, L4, 19 de febrero de 1899, Citado en ELIZALDE, Mª D., España en el Pacífico, 1992, p. 235-236 (nota 16). 11 Archivo del Viso, Carta del Gobernador Político Militar de Ponapé al Gobernador General de Filipinas el 27 de noviembre de 1898, Citado en ELIZALDE, Mª D., España en el Pacífico, 1992, p. 232 (nota 10). 9 110 surtirse de los víveres existentes en la factoría de O´keef, y que dada la gran carencia de otros bienes, como medicinas, se han liquidado las arcas del Estado y la suya propias. Gracias a la compra de 4.000 libras de arroz a un barco nipón, el suministro del barco alemán Arcona a mediados de agosto y el cultivo de palay en los meses de agosto y septiembre el gobernador prevé el abastecimiento de la tropa hasta enero de 189912. En las fechas en la que escribe Cortés el gobierno de Sagasta, España ya había iniciado las gestiones para negociar la paz como consecuencia del importante avance de las tropas americanas en las principales plazas ultramarinas hispanas. Pues tras producirse la derrota de Cavite (1º de mayo de 1898), los estadounidenses tomaron en el mes de julio las Antillas (donde el día 16 de julio se rinde Santiago de Cuba y el 25 se ocupa Puerto Rico). En este contexto, España asume la derrota, que derivará en la firma el 12 de agosto de un armisticio entre España y Estados Unidos en Washington, al día siguiente se produjo el bombardeo de Manila que condicionará la rendición de la capital. El papel que juega en las gestiones del acuerdo el galo Jules Cambon (quien fue empleado por España para iniciar las conversaciones de paz, al mantener una entrevista con el presidente McKinley el 30 de julio)13 advierte del cariz internacionalista de esta contienda, donde las potencias, a pesar de declararse neutrales14, emplean su diplomacia para intentar incrementar sus cotas de poder y frenar la de sus adversarias en la nueva distribución colonial que se esperaba tras el fin de la contienda. De esta forma, una vez iniciada la guerra hispano-estadounidense, Alemania crea hasta tres planes secretos para conquistar las islas Filipinas15, siguiendo su política expansiva en la cuenca oeste de la 12 Archivo del Viso. Carta del jefe de la división de Yap, 6 de octubre de 1898 y A, Ii, L1, Nº 6, Carta del gobernador político militar de Yap al Ministro de Marina a 6 de octubre de 1898, Citado en ELIZALDE, Mª D., España en el Pacífico, 1992, p. 233. 13 Rosario De la TORRE DEL RÍO, “Filipinas en el reparto de Extremo Oriente”, en Francisco SOLANO, Florentino RODAO y Luis TOGORES, (edits.) El Extremo Oriente Ibérico. Investigaciones históricas: Metodología y Estado de la Cuestión, Madrid, AECI- CSIC, 1989, pp.509-521. Cambon representará a España dadas las relaciones amistosas entre ambos Estados y su deseo de frenar la expansión estadounidense en Europa y la cuenca mediterránea. 14 “Declaraci n, decretos, instrucciones y promesas de neutralidad durante la guerra entre España y US ”, en Ram n de Dalmau y de Olivart OLIVART, Colección de los tratados, convenios y documentos internacionales celebrados por nuestros gobiernos con los Estados extranjeros desde el reinado de Doña Isabel II hasta nuestros días, tomo XI, 1897-1899 Madrid, Fernando Fé, ,pp. 389-395. El autor elabora una lista que comprende cronológicamente de 23 de abril al 24 de junio de 1898, donde aparece las fechas en que las principales potencias declaran su neutralidad en la guerra. 15 Hermógenes E. BACAREZA., Philippine- German Relations. A Modern History (1834-2006), Vol I, Manila, UST, 2007, pp. 99-112. En el diseño de estos planes será clave la labor del cónsul alemán de Manila, Herr Kruger. 111 Oceanía16. El Reino Unido acogió el pensamiento alemán debido a que valoran, aunque de forma tenue, la posibilidad de comprar el archipiélago para proteger sus colonias en Hong Kong y Borneo, si finalmente Estados Unidos no anexionaba las islas. El interés de los británicos en la región será empleado por España, quien queriendo conservar las islas sureñas de Filipinas trató de atraerlos a su causa, ofreciéndole en el verano de 1898 compensaciones coloniales en el propio archipiélago y en Gibraltar17. Finalmente esto no se producirá, y la aceptación del sistema internacional a los deseos estadounidense de colonizar las Filipinas como consecuencia de su fuerza y su implicación en la contienda, trasladó el debate del reparto a la Micronesia hispana. Alemania y Estados Unidos coparon el protagonismo en la disputa de estos puntos de la Oceanía, que se saldará con la renuncia americana a colonizar el área (a excepción de Guam) por la presión germana, que apeló a sus derechos legítimos para dominar el área, cercana a sus colonias en las Marshall y dentro del área de influencia del tratado suscrito con el Reino Unido en 1886. Ante su afán por dominarlas suscribió un pacto secreto con España el 10 de septiembre de 1898 por el que el Estado Ibérico se comprometía a entrar en contacto con Alemania para cederle Yap, Kusaie y Ponapé en caso de que quisiera venderlas en un futuro. Al no ser un pacto vinculante, sino más bien una declaración de intenciones, la diplomacia alemana presionará a las autoridades ibéricas en diciembre para evitar que se materialice el deseo de los ciudadanos estadounidenses que pedían el dominio de las Carolinas18. Alcanzado el acuerdo entre las principales potencias para redistribuir los antiguos dominios hispanos, las autoridades ibéricas, siguiendo la ley sancionada el 16 de septiembre de 1898 conducente a concluir la guerra con los Estados Unidos19 firmarán el tratado París de 10 16 Sus intereses en el área se incrementaron tras apoderarse en noviembre de 1897 del puerto chino de Kiaochow y buscar en plena guerra hispano-americana el establecimiento de nuevas estaciones de carbón en el Pacífico. De ahí que su diplomacia se activase para saber si el gobierno estadounidense se opondría a sus planes para aprobar su expansión en las Filipinas y Carolinas; J. W. PRATT, Expansionist of 1898. The acquisition of Hawaii and Spanish Islands, Baltimore, John Jopkins University Press, 1936. 17 Public Record Office, Kew (Reino Unido), FO 72/2098, Telegrama de Wolf a Balfour a 23 de agosto de 1898, citado en Rosario de la TORRE, La neutralidad británica en la guerra hispanoamericana de 1898, Tesis doctoral, Madrid, UCM, 1983, p. 405;. El ejecutivo español preguntó sobre este plan a personalidades relacionadas con las Filipinas como José Jiménez, quien se opone al proyecto porque “serían un peso eterno para la naci n”, H M, R. I , Informe de José Jiménez sobre las Carolinas, citado en ELIZALDE, Mª D., España en el Pacífico, 1992, pp. 246-257. 18 Mª D. ELIZALDE., España en el Pacífico, 1992, pp. 247-248. 19 rtículo Único. “Se autoriza al gobierno para renunciar a los derechos de soberanía y para ceder territorios en las provincias y posesiones de Ultramar, conforme a lo estipulado en los preliminares de paz y convenios con el gobierno de los Estados Unidos del Norte de mérica” en R. OLIV RT, Colección de los tratados, convenios, tomo xi, 1897-1899, p. 455. 112 de diciembre de 1898 por la que se establecía la paz entre los Estados combatientes. Por este documento, España renunciará a la soberanía y propiedad de Cuba (artículo I), cederá a la potencia victoriosa Puerto Rico, Guam (artículo II), y Filipinas (artículo III) a cambio del pago de veinte millones de dólares20. El texto será ratificado por el presidente de los Estados Unidos el 6 de febrero de 1899 y por la Reina Regente el 19 de marzo de dicho año. Gracia a él la relaciones diplomáticas entre ambos gobiernos quedaron restablecidas en junio de 1899 con la recepción del embajador estadounidense en Madrid (16 de junio) y el español en Washington (3 de junio)21. La especificidad del artículo III a la hora de fijar los límites del archipiélago filipino denota los problemas de España y del propio sistema internacional de fijar qué islas se han de integrar dentro de las Filipinas hispanas. Pues, incurren en un error al obviar a las islas de Cagayan de Joló y Sibuti, lo que permite a España conservar un reducto en las Filipinas sin saberlo. Sin embargo, la dominación hispana en las Islas del Poniente concluirá prácticamente con la firma del tratado de París, al activarse los mecanismos para traspasar la soberanía de la isla y la salida de las tropas hispanas. A excepci n de los “últimos de Filipinas” que continuaban luchando en Baler ante el desconocimiento de la conclusión de la guerra22, desde enero los militares hispánicos se concentraron en Zamboanga, Basilan y Joló23. De esta forma las islas sureñas del archipiélago filipino jugaron un papel clave para la repatriación de los agentes colonizadores hispánicos que con su partida a mediados de 1899 dieron fin a la historia del dominio español en el archipiélago filipino tras más de tres siglos. 20 El tratado será firmado por parte de España por Eugenio Montero Ríos (presidente senado), Buenaventura de Abarzuza (senador del reino), José de Garnica (diputado), Wescelao Ramírez de Villaurrutia (enviado extraordinario, Ministro Plenipotenciario en Bruselas) y Rafael Cerezo (general de la división). Y por parte estadounidense los plenipotenciarios William R. Day; Chusman K. Davis, William P. Fyre, George Gray y Whitelaw Reid (ciudadanos de los Estados Unidos); “Tratado de París de 1898 de Puerto Rico”, http://www.lexjuris.com/lexlex/lexotras/lextratadoparis.htm. 21 Gaceta de Madrid, núm. 168, de 17/06/1899, página 957, http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1899/168/A00957-00957.pdf 22 Carlos MADRID, Flames Over Baler, The Story of the Siege of Baler. Quenzon City, Univerity of Philippines, 2012 23 R. OLIVART., Colección de los tratados, tomo XI, 1897-1899, p. 455. Las tropas militares concentradas al Sur de las Filipinas recibieron la orden de regresar a la Península en abril de 1899. 113 La liquidación de la Oceanía hispana: la venta de las islas del Pacífico La interiorización de la pérdida de las joyas ultramarinas por parte de la clase política hispánica, provocó que en su seno surgiera la duda sobre qué hacer con los territorios que aún se conservaban en la Micronesia. A pesar de no incluirse en el tratado de París, esta área sufrió severamente sus efectos debido a la ruptura de su régimen político como consecuencia del fin de la soberanía hispana en las Filipinas en 1899 (que acabó con la vida de la gobernación general de Manila de la que dependía). Además, con la evacuación de las tropas hispanas de la isla de Guam el 1 de febrero de 189924se acaba con el dominio de España en su epicentro de poder en la Micronesia situado en esta isla, lo que obliga a trasladar la capital de las Marianas hispanas a Saipán25. La Corona ha de enfrentarse al dilema de si continuar con una política colonial en el Pacífico (que le había llevado en plena guerra hispano-americana a pensar en crear un consulado en Brisbane, Australia, para proteger a los cien filipinos y tres españoles que trabajaban en Thursday Island26); o si, por el contrario, finiquitar totalmente el Imperio ultramarino con la venta de lo que le quedaba en la Oceanía. A pesar de la conclusión de las guerras de los rebeldes indígenas en Ponapé en abril de 1899 con la llegada de los barcos españoles27, la gran distancia con la metrópoli, el aislamiento de las islas y el escaso valor que poseían para la geopolítica hispana (ya que se concebían como una extensión de las Filipinas, y por tanto, con la pérdida de esta colonia su dominio no tenía sentido) conducirán a España a vender las islas a Alemania por el convenio de 30 de junio de 189928. 24 R. OLIVART., Colección de los tratados, tomo XI, 1897-1899, p. 455 Belen POZUELO MASCARAQUE, B., Presencia y acción españolas en las Islas Marianas, Madrid, UCM, 1997, p. 816. 26 AHN, Ultramar, 5359, caja 1, expediente nº 12. El 20 de marzo el gobierno general de Filipinas informa al Ministerio de Ultramar que existe una colonia filipina en Thursday Island (extremidad N. Australia y oeste de cabo York, la mayor del Estrecho de Torres). El 6 de abril de 1898 el Ministerio de Estado se interesa por el caso y solicita a Ultramar que recabe más información mediante el contacto con el cónsul más próximo (Melbourne). Sin embargo, consciente de la enorme distancia escribe al gobernador general de Filipinas para que mandase un barco visitar a los colonos hispanos. Por otro lado, conocido el caso en Australia, el cónsul de Melbourne escribe a 9 septiembre de 1898 el cónsul de Melbourne demanda a las autoridades metropolitanas que se ubique un nuevo consulado en Brisbane por la gran distancia de Thursday island con la capital Australia. 27 Tras producirse importantes refriegas a finales de enero y principio de febrero de 1899, la llegada del Villalobos aplacó el ánimo de los indígenas que solicitaron la paz a los españoles en abril, concluyendo de esta forma la rebelión que se inició en marzo de 1898. ELIZALDE, Mª. D., España en el Pacífico, 1992, p. 230. 28 Gaceta de Madrid, núm. 182, de 01/07/1899, p. 1, http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1899/182/A00001-00001.pdf . 25 114 El acuerdo se fragua en plena guerra hispano-americana cuando la diplomacia germana, tras conocer los términos del tratado de Paris de 10 de diciembre de 1898, logra que se suscriba ese mismo día un tratado secreto, que ratificaba la voluntad hispana de ceder sus islas micronesias a Alemania (como ya acordó el 10 de septiembre de dicho año)29. Al no oponerse las grandes potencias a esta nueva redistribución colonial, el pacto se consolidará el 12 de febrero de 1899 con una declaración firmada entre el Ministro de Estado español, Almodóvar del Río, y el embajador alemán en Madrid Radowitz30. El 12 de junio de 1899 se presentará ante las Cortes españolas este convenio como proyecto de ley, donde se especifica en sus 4 artículos el acuerdo al que habían llegado las chancillerías. En él España cedía sus ínsulas micronesias a Alemania a cambio del pago de 25 millones de pesetas, un punto de carboneo en cada una de los gobiernos que aún conservaba (Marianas, Carolinas Orientales y Occidentales) y la protección de sus religiosos e intereses comerciales y agrícolas en estos puntos. Para justificar la venta y su presentación en la Cámara, el gobierno recurre a: “La carga que para el Tesoro representa las islas poseídas aun por la Corona de España en el pacífico; las responsabilidades y gastos que traería la defensa de tan lejanas posesiones; la falta de intereses morales y comerciales en el presente, y la dificultad de crearlos en el porvenir sin hacer gastos en desproporción con los resultados que pudieran esperarse, fueron las razones en que se fundaba para pedir a las Cortes en un proyecto de ley ya redactado y que no se les pudo someter, la autorización que preceptúa el art. 55 de la Constitución de la Monarquía para poder ratificar el compromiso internacional contraído”31. 29 Die Grosse Politik. tomo XV. Cap. XCVIII, doc. nº 4187-4188, pp. 91-94, citado en M. D., ELIZALDE, España en el Pacífico, 1992, p. 249. El acuerdo será conocido por Estados Unidos que no se opondrá al dominio germánico de las islas que mantenía España en la Micronesia. 30 R. OLIVART,., Colección de los tratados, tomo XI, 1897-1899,- p 483; AMAE, Tratados internacionales s. XIX, Caja nº 530, 12 de febrero de 1899 Citado en M. D. ELIZALDE., España en el Pacífico, 1992, p. 249 (nota 50). 31 Gaceta de Madrid, núm. 164, de 13/06/1899, p. 905, http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1899/164/A00905-00905.pdf 115 Este proyecto se convierte en ley el día 24 del citado mes32, y gracias a esta norma el ejecutivo español suscribirá el tratado de 30 de junio de 1899 por la que la Corona hispana se desprende de su dominio en el conjunto de la Micronesia33 que ceden a Alemania. Una nación que por decreto de 8 de julio de 1899 confirma el protectorado alemán en las Carolinas, Palaos y Marianas (excepto Guam)34. De esta manera, se prepara una comisión liderada por Ricardo de Castro y Gándara encargada del traspaso de los gobiernos coloniales en la Micronesia, cuyas autoridades desde finales de mayo tuvieron conocimiento de que se disolverían las estaciones navales que habitaban35. En el verano de 1899 se desarrollan las operaciones para ejecutar la cesión de los gobiernos hispanos en la Oceanía, que comienza por el punto más distante a las Filipinas. Este archipiélago, a pesar de dejar de pertenecer al sistema político español, será el centro logístico del proceso de liquidación del Imperio ultramarino. De esta manera, el Ministerio ordena al vapor Álava que se traslade a la capital de las Carolinas Orientales antes del 22 de septiembre de 1899 para que reciba a la comisión alemana, que asistiría a la ceremonia de trasvase de poder de la isla que se esperaba para el día 26 de dicho mes36. Así, partirá el día 26 de agosto hacia Ponapé con las instrucciones formales de cómo proceder en el acto solemne, el cual debía de reflejar las cordiales relaciones hispano-germanas. Posteriormente, para auxilio de los trabajos del traslado del personal y bienes hispánicos, partirá de Manila el 15 de septiembre el Uranus37, en cuya expedición viajará el capitán de infantería de marina Ricardo de Castro que será designado como el último gobernador de las Carolinas Orientales (ante 32 Gaceta de Madrid, núm. 180, de 29/06/1899, p. 1151 http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1899/180/A01151-01151.pdf ; OLIVART, R. de D. y de O., Colección de los tratados, tomo XI, 1897-1899,- p 533-535; AMAE, Tratados internacionales del siglo XIX, caja nº 530, citado en Mª D ELIZALDE,., España en el Pacífico, 1992, p. 250 33 R. OLIVART., Colección de los tratados, tomo XI, 1897-1899, pp. 539-542. La norma reitera el contenido del artículo que se especifica en el proyecto de Ley de 12 de junio y la ley de 24, pero altera el orden y contenido del articulado. Así el artículo 4 de las citadas normas relativo al valor de la venta pasa al artículo 1; y los artículo 1 y 3 del proyecto de ley se refunden en el artículo 3º del tratado. Así surge un nuevo principio que es recogido en el artículo 4º del tratado relativo a la entrada en vigor del convenio ese mismo día. 34 Idem. 35 Mª D ELIZALDE,., España en el Pacífico, 1992, pp. 250- 251. 36 AHM, Sección de África y Ultramar: Filipinas, leg. 8. Cablegrama del ministro de Marina a Federico Reboul. Presidente de la Comisión de selección y transporte del material de guerra, Madrid, 12 agosto 1899, citado en Belén POZUELO MASCARAQUE, Presencia y acción españolas en las Islas Marianas , 1997, p. 826. 37 Ibidem, p. 827 116 los problemas de salud de Fernández de Córdoba, quien embarca en el España en junio de 1899 rumbo a Filipinas)38. Antes de producirse el acto de la cesión de las islas, los españoles trabajarán para vender los enseres que no les interesaban conservar y empaquetar aquellos que por su importancia viajarían a la Península. El resto serían entregados a los teutones. La expedición alemana encabezada por el gobernador general de Nueva Guinea, Rudolf von Bennigsen, arribará a Ponapé en una expedición formada por el cañonero Jaguar y el transporte Kudat el 11 de octubre de 1899, y un día más tarde se celebrará la ceremonia de entrega de la colonia39. Posteriormente, los barcos europeos partieron de la antigua capital de las Carolinas Orientales para reiterar los actos en Yap y Saipán. De esta manera, el Uranus abandonó Ponapé el 17 de octubre y el Álava el 2040, tras embarcar al personal español (excepto, a todos aquellos religiosos que querían continuar con la labor evangélica en la isla). Antes de partir, los hispanos eligieron el punto de la ínsula que albergaría la estación de carboneo que le otorgaba a España el tratado de compra-venta suscrito con Alemania. Con la llegada de la comisión germana a Yap el 2 de noviembre el proceso se repite, y el 3 de noviembre de 1899 la máxima autoridad española de la isla (el gobernador Salvador Cortes y Samit) entrega el gobierno de las Carolinas Occidentales a Bennigsen41. Ese mismo día se procede a la elección del terreno que albergaría la estación hispana de carboneo y al día siguiente le pone en conocimiento al representante alemán Arus Snufft de todos los bienes que España le deja a Alemania en esta capital por un informe, que nos permite conocer los edificios existentes en la colonia42. 38 Hasta la llegada del Uranus dirigirá la colonia de forma interina el comandante del Quirós, Tomas Vázquez. AHAM, AIi, L6, 4 y 5 de junio de 1899, citado en MªD ELIZALDE, España en el Pacífico, 1992, p. 252. 39 Belén POZUELO MASCARAQUE, Presencia y acción españolas en las Islas Marianas , 1997, pp. 828-829. 40 El Álava arriba a Yap el 26 de octubre, donde se encuentra con los cañoneros Quiros y Villalobos. Por su parte el Uranus tras tocar en la capital de las Carolinas Occidentales se dirige a las Marianas para que vayan preparando de la ceremonia de entrega. Idem. 41 Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos de Centro Cartográfico del Ejército (ACEG), C19, nº 1, doc. c, “Hay sello dice = Gobierno P. Occidental de Carolinas y Palaos = señor el representante del gobierno de España D. Salvador Cortés y Samit, capitán de fragata y gobernador político y militar de las Carolinas occidentales y Palaos fue hoy solemnemente entregado al plenipotenciario del gobierno imperial de Alemania Don Rodolfo Von Bennigsen, gobernador imperial de Nueva Guinea =Hecho para que conste firma la presente el 3 noviembre de 1899” 42 CEG, C19, nº 1. Carta de Nicolás Jaramillo al Ministerio de guerra donde le remite “Inventario de los edificios, muebles y archivos del gobierno, notaría y registro de la propiedad que se le entrega al representante del gobierno alemán Sr. Bennigsen”. En el documento se especifica la existencia de una 117 Finiquitado el gobierno español en las Carolinas tras partir los españoles, se terminará de concluir el proceso en las Marianas. Allí, con la llegada el Urunus el 15 de noviembre a su capital (San Isidoro de Garapán en Saipán) se da comienzo a la preparación de los actos de entrega del último bastión del gobierno español ultramarino. La ceremonia se efectúa el día 17 de noviembre a las tres de las tarde, tras arribar la expedición del Jaguar, que trasladaba al nuevo gobernador alemán, George Fritz. Tras seleccionarse en punta de Muchot el lugar para establecer la estación de carboneo 43, los barcos españoles partirán a finales de noviembre rumbo a Filipinas, antes de partir hacia la Península. De esta manera, concluía el dominio español en el conjunto de la Oceanía, donde solo quedarán sus religiosos y el derecho a poseer en las colonias alemanas tres puntos de carboneo que llegarán a planificarse. La historia colonial de España en el Pacífico se cerrará, sin embargo, en el archipiélago donde comenzó: las Filipinas. Pues las autoridades españoles gratamente se sorprenden de la existencia de una errata en el tratado de París de 1898 que les permitía la conservación de las islas sureñas de Cagayan de Joló y Sibutu. Los estadounidenses conscientes del problema que, desde el punto del derecho internacional, podría generar este fallo, activan su aparato diplomático para comprar los derechos hispanos en estas islas. Apelando a la necesidad de dominar el conjunto de las Filipinas para justificar la compra el gobierno americano, consiguen firmar un acuerdo el 7 de noviembre de 1900, por el que España renuncia a: “todo derecho que pudiera cavar en cualquiera isla del archipiélago filipino, situado fuera de los límites señalados en el artículo III del tratado de 10 de diciembre de 1898, al firmarse dicho tratado y especialmente a las islas llamadas Cagayan de Joló y Sibutu y prometiendo los Estados Unidos pagarla en atención a casa de gobierno (que se hallaría en perfecto estado), una fuente, una factoría, un cuerpo de guardia, un comedor de tropa; bienes de la marina (almacén para carbón, dos casas para vivienda, departamento que alberga un horno para cocinar); otras dependencias como un camarín de nipa y otro de hierro; muebles (escritorio de la casa gobierno, una lámpara, una cama, dos mesita, una escribanía, un canasto con mimbre, un tarro limpia- pluma, dos sillas, una mesa de acaba, una mesa de nácar, dos marcos de cuadros dorado, una percha, una hoja de la isla Carolinas, un plano del puerto de Tomil, un plano de la isla de Yap y materiales de oficina); y diferentes archivos de gobierno. 43 B., POZUELO MASCARAQUE, Presencia y acción españolas en las Islas Marianas , 1997, p. 829. 118 esta renuncia la cantidad de 100.000 dólares antes de los 6 meses de la ratificaci n”44. El convenio no solo hace referencia específica a las islas en conflicto, sino que de una forma general, se apela al conjunto del archipiélago filipino para evitar que España pudiera reclamar una nueva isla por el olvido en la delimitación del tratado de París de las Filipinas, como podía ocurrir en las Batanes que por esas fechas se debatía si continuaban bajo soberanía hispana. El tratado será ratificado por el Congreso de los diputados el 28 de enero de 190145 y con el pago del concepto acordado por parte de la administración estadounidense en marzo de 1901, España dará fin a cualquier tipo de relación colonial con las islas que conformaron los pequeños charcos de poder de su “Spanish Lake”. Conclusiones El proceso de redistribución colonial que las grandes potencias protagonizan a finales del siglo XIX será clave para el desarrollo de la guerra hispano-americana de 189846, durante la que España mostrará la debilidad de su Imperio. Su derrota en la contienda causará el fin de sus colonias ultramarinas47, salvo la Oceanía, un caso particular porque hasta 1900 el Estado ibérico no se desprenderá por completo de sus derechos soberanos en estas latitudes, como consecuencia del desconocimiento de las fronteras filipinas. De esta forma, España concluye su historia colonial en el Pacífico con la misma marginación con la que trató durante todo su dominio a esta área. Un 44 R. OLIVART, R., Colección de los tratados, tomo XI, 1897-1899, p. 173. Gaceta de Madrid, núm. 29, de 29/01/1901, p. 383, http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1901/029/A00383-00383.pdf. 46 José María JOVER ZAMORA, Teoría y práctica de la redistribución, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1979; Jesús P BÓN, “El 98, acontecimiento internacional”, Días de Ayer. Historia e Historiadores, Barcelona, Alpha, 1963. pp.139-195; Mª Dolores, ELIZALDE, Mº D., España en el Pacífico: la colonia de las islas Carolinas, 1885-1889, Madrid, CSIC-Instituto de Cooperación Iberoamericana, 1992. 47 Elena HERNÁNDEZ S NDOIC . “España: 1898 fin de siglo”, Cuadernos de Historia Contemporánea, nº 20, 1998, pp. 103-105, pp. 23-46; Rosario De la TORRE DEL RÍO, “Filipinas en el reparto de Extremo Oriente”, en Francisco SOL NO, Florentino ROD O y Luis TOGORES, (edits.) El Extremo Oriente Ibérico. Investigaciones históricas: Metodología y Estado de la Cuestión, Madrid, AECI- CSIC, 1989, pp.509-521; Mª Dolores, ELIZALDE, Mº D., España en el Pacífico: la colonia de las islas Carolinas, 1885-1889, Madrid, CSIC-Instituto de Cooperación Iberoamericana, 1992, pp.19-56. 45 119 abandono que le conducirá a olvidar por completo a sus gobiernos en la Micronesia durante la guerra del 98 y a vender a Alemania en 1899 la soberanía de estos territorios. 120 Desarrollo económico regional en China: la egión Autónoma de Xinjiang*1 Chiara Olivieri Universidad de Granada Presentación El objetivo de este trabajo es realizar, a través de un atento estudio de la bibliografía y los artículos analizados, una reflexión profundizada sobre el desarrollo económico regional en China, para centrarnos con más esmero en la observación de la situación económica actual de la Región Autónoma china de Xinjiang; para ello, se tratará de extrapolar los datos más relevantes de los artículos e informes económicos considerados, para llegar a unas reflexiones finales lo más actuales y contextualizadas posibles. Para empezar, parece apropiado situar geográfica e históricamente la región de Xinjiang. Situada en el extremo noroccidental de China, la Región Autónoma de Xinjiang representa una vasta área escasamente poblada, esencialmente compuesta por depresiones áridas y montañas muy elevadas. En Chino, su nombre significa “Nueva Frontera”, y esta descripci n refleja la lejanía de esta regi n del Este de China, que históricamente ha sido el escenario de poder de las sucesivas dinastías y, a partir de * Este trabajo se inscribe dentro de la Ayuda de Formación de Profesorado Universitario, Convocatoria 2014, Referencia FPU 14/01270. Esta publicación se inscribe dentro del proyecto: “Procesos emergentes y agencias del común: praxis de la investigación social colaborativa y nuevas formas de subjetivación política” Convocatoria 2014, proyectos de I+D, del programa estatal de fomento de la investigación científica y técnica de excelencia (Referencia: CSO2014-56960-P). 121 Universidad de Castilla~La Mancha Departamento de Historia. Área de Historia Contemporánea Edificio Benjamín Palencia | Campus Universitario s/n | 02071 Albacete Email: [email protected] | www.ahistcon.org | 1949, del gobierno del Partido Comunista Chino (a partir de ahora, PCCh). Para la población uigur, nacionalidad minoritaria musulmana mayoritariamente establecida en este territorio, la región es conocida como Sharqi Turkistan (Turkestán Oriental). Esta distinción ilustra las tensiones existentes en el programa de desarrollo comunista de la región de Xinjiang; dicha operación forma parte de un más amplio programa estatal de integración y control de las fronteras. Durante décadas, el PCCh ha realizado importantes inversiones en las infraestructuras regionales, expandiendo y potenciando la industria y un comercio a gran escala de la agricultura. Asimismo, a este proceso se ha añadido una promoción de la inmigración masiva de chinos de nacionalidad han al territorio de Xinjiang. Podríamos afirmar pues, en un principio, que la considerable expansión económica y el incremento del nivel de vida en la región son consecuencia directa de la estrategia de desarrollo del PCCh. Sin embargo, y dejando unas más profundas consideraciones sobre este aspecto para apartados posteriores, cabe destacar que la población uigur ha quedado, pese a estas mejoras, en un nivel de pobreza más acentuado que sus connacionales han, los cuales han conseguido unos beneficios harto mayores debido a las oportunidades económicas proporcionadas por las políticas estatales. Asimismo, y debido también a medidas gubernamentales que pueden fácilmente ser clasificadas de represivas hacia la cultura tradicional uigur, las protestas y los actos de rebelión han sido, a lo largo de estas últimas décadas, numerosos y en muchos casos violentos. Sin querer ahondar ahora en cuestiones de naturaleza etnopolítica, centrémonos in primis en realizar un breve análisis del desarrollo regional chino en general, para concentrarnos luego en el caso específico que nos interesa. Desarrollo regional en China Desde la fundación de la República Popular de China (RPC) en 1949, una de las primeras preocupaciones del gobierno ha sido la de promover un desarrollo a nivel de todo el territorio nacional, tratando de homogeneizar la economía del País y aprovechar, al mismo tiempo, los recursos propios, naturales y humanos, de cada uno de los territorios regionales. Analicemos pues las medidas llevadas a cabo por el gobierno del PCCh, siguiendo el recorrido que de ellas nos proporciona el artículo de Xu y Yagüe (2012). 122 Opinión general entre los expertos que han analizado este proceso de cambios administrativos, políticos y económicos, emprendidos por el PCCh al fin de favorecer un inmediato y rápido desarrollo de la economía estatal, es que ha habido, en el planteamiento comunista, un continuo plan de “medidas y ajustes”, que ha provocado profundos cambios sociales hasta nuestros días, y que sin embargo aún no ha logrado asumir una forma definitiva (XU; YAGÜE, 2012). La propia división administrativa del país ha sido objeto de numerosas revisiones, desde 1949; el período de gobierno del Presidente Mao Zedong (1949-1976), se caracteriza por reformas drásticas en la división administrativa y por la unificación del sistema financiero de ingresos y de gastos de acuerdo al nuevo sistema de administración centralizada: bajo su mandato, las campañas de cooperativización se alternaron con otras medidas menos restrictivas; sin embargo, desde un principio la política de Mao miraba claramente a favorecer un desarrollo de la producción industrial (esencialmente, industria pesada) gracias a los beneficios obtenidos en las cooperativas y comunas agrícolas. Evidentemente, las medidas a nivel administrativo y del territorio debían servir para garantizar y consolidar la gobernabilidad local a todos los niveles; la primera medida que se tomó con la firma de la primera Constitución fue establecer grandes regiones administrativas; no obstante, pronto el gobierno central se percató de los riesgos secesionistas de este proceso de descentralización del poder, por lo que se revocaron las grandes regiones administrativas y unificaron algunas provincias de pequeña escala. Asimismo, la proliferación de órganos administrativos había aumentado exponencialmente el coste para la administración central. En general, todos los gobiernos urbanos se ocupaban de gestionar la producción industrial, mientras que el control de la agrícola estaba en las manos de las oficinas distritales de villas y pueblos. Tras 1958, a partir de la campaña del Gran Salto hacia Adelante y la radicalización del proceso de creación de comunas, el desarrollo del China se basó principalmente en una política de equidad, con la que se trató de eliminar las diferencias en el ingreso y el crecimiento entre los grupos de población y las regiones. Hay que apuntar, a este propósito, que en el ventenio que va desde 1958 hasta 1978, hasta la muerte del Presidente Mao, China experimentó un largo período de aislamiento económico, manteniendo sus puertas cerradas al exterior y aislándose de la economía mundial; en un principio, ello se debía a su alianza con la Unión Soviética mas, incluso tras la ruptura diplomática con ésta, China trató de imponerse como líder del bloque socialista 123 en el escenario de la Guerra Fría. Por ello, y por la clara preeminencia de la industria pesada, que acaparó las prioridades en la asignación de recursos a expensas de las industrias de la luz y los sectores del comercio y de las finanzas, se ralentizó de manera importante el crecimiento de las ciudades costeras, que en cambio podrían haber prosperado de haberse fomentado ámbitos económicos cuales el comercio, las finanzas o el entretenimiento. Para citar a Xu y Yagüe (2012, 287): “En conjunto, durante los treinta años que se desarrollan entre 1949 y 1978, China estuvo explorando constantemente un sistema territorial más razonable para una administración eficiente. La categoría y la cantidad de los órganos administrativos fueron ajustadas continuamente para lograr este propósito. Aunque se cometieron errores, podemos decir que se fue acumulando expe- riencia para conseguir orientar el desarrollo en el período siguiente”. Tras la muerte de Mao y la instalación del gobierno de Deng Xiaoping, se puso en marcha la renombrada política de “Reforma y pertura”, que promovió un cambio gradual desde una sociedad rural, austera y autosuficiente hacia una sociedad urbana, de consumo y más abierta; asimismo, el eje de la política gubernamental se enfocó hacia la construcción económica del país. La reintroducción de China, promovida por el nuevo gobierno, en los mercados internacionales, favoreció sin duda el rápido crecimiento económico del que el país ha sido protagonista en los últimos treinta años. El desarrollo regional, de hecho, fue uno de los objetivos primordiales de la nueva política económica china: por un lado, se trató de aprovechar el inmenso potencial de las ciudades costeras, su favorable ubicación, su conexión con los centros de la economía mundial, mejores condiciones económicas y más fácil acceso a los recursos marítimos, creando paulatina pero acertadamente numerosas zonas económicas especiales (“Ciudades Costeras Abiertas”: se empezó con las provincias surorientales de Guangdong y Fujian, muy cercanas a las zonas de Hong Kong y Taiwán). Todo ello, favorecido además por un menor control político (y por lo tanto, mayor libertad) en las actividades comerciales y económicas, e importantes incentivos estatales a la inversión, hizo que el crecimiento económico en la zona costera de China se impusiera como motor para un desarrollo económico a nivel nacional. De hecho, desde entonces el país 124 ha confiado básicamente en las exportaciones emitidas desde estas zonas para el crecimiento de la economía estatal; este crecimiento, pues, se asoció con una aceleración del comercio exterior, y un consiguiente aumento de los desequilibrios internos; sin embargo, la crisis asiática de los años 90 y la crisis económica mundial empezada en 2008 han revelado las debilidades de una economía como la china, aún muy dependiente de las economías y el comercio exteriores. Por otro lado, como se ha visto, el incremento de la economía costera aumentó el gap entre las distintas regiones del país. Con el principio del nuevo milenio, las políticas ventajosas que hasta entonces se habían aplicado exclusivamente a las provincias costeras se han abierto generalmente a todo el país, acentuando incluso los beneficios concedidos por el gobierno a las regiones occidentales (SUN, 2013). El gobierno, pues, para hacer frente a esta situación problemática, propuso, a partir del Séptimo Plan Quinquenal, la división del territorio del país en tres zonas económicas, con el objetivo de emplear los recursos de las más ricas para favorecer el desarrollo de las menos avanzadas: en 1999 se presentó pues la campaña de “Desarrollo Occidental”, enfatizando los futuros proyectos de desarrollo de los transportes, las infraestructuras, las industrias y la explotación, y la transmisión de los recursos energéticos. Asimismo, se trató de promover un desarrollo “local” y “cultural” de las distintas zonas, de acuerdo con las especificidades étnicas, sociales y culturales de cada una de ellas. A este propósito, y con el fin de comprender mejor, posteriormente, la situación de la región de Xinjiang, que nos interesa, merece la pena demorarnos brevemente en algunos aspectos sobresalientes del tipo de desarrollo económico regional llevado a cabo por el gobierno chino. China es, como es evidente por su propia conformación, un sistema continental que comprende un gran número de prácticas sociales y culturales. Resulta claro que, pues, para favorecer un desarrollo económico nacional que incluya todas las regiones, y cree una cierta homogeneidad entre ellas, el Estado debería contar con una estrategia para el desarrollo de una cultura provincial, que legitime el cambio acelerado de la estructura económica de la provincia, y que además implique a los propios empresarios locales. La política y el Estado, por lo tanto, deberían seguir siendo una parte esencial del proceso de desarrollo regional, y sin embargo “resaltar el significado de la cultura de modo regional puede, aunque a largo plazo, resultar de gran utilidad para comprender la dinámica del estado y de la sociedad” (GOODMAN, 2007, 32). 125 A través de la división administrativa en siete zonas económicas promulgada en el Noveno Plan Quinquenal (1996-2000), como mencionado por Xu y Yagüe (2012, 296), definimos la región de Xinjiang, que nos interesa, como la zona económica noroeste, zona con un nivel de desarrollo económico bajo, que cuenta además con un entorno ecológico muy frágil, y sin embargo es harto rica en recursos naturales (energía, minería) y étnicos (muchas minorías nacionales están establecidas en este territorio). Una mirada a un mapa topográfico de China devuelve enseguida la idea de que las provincias del Oeste presentan numerosos obstáculos al desarrollo económico, debido a sus propias características geográficas. Para empezar, la región occidental (Xinjiang, Tíbet) está completamente alejada de la costa (más de 1400 km), y el acceso a ella está aún más dificultado por la presencia de numerosas e imponentes cadenas montañosas y altiplanicies, además de desiertos en los confines del norte y el oeste. Además, el clima del occidente de China, añadido a la falta de agua en la zona, no es adecuado para una producción agrícola desarrollada, y sólo el 8% de la tierra es arable, lo cual explica asimismo la menor densidad de población en la zona (en 1998: 46 habitantes/km2 frente a los 126/km2 de las regiones del suroeste del país) (DÉMURGER et al., 2002), pues la zona noroccidental es árida, y la suroccidental sufre de importantes déficits energéticos (SUN, 2013). Por otra parte, el 5% de la tierra tiene una pendiente de más de 10 grados en comparación con el 2,5% de la tierra en las provincias del noreste, costeras y centrales. Muchos expertos concuerdan en afirmar que el principal error del gobierno chino ha sido llevar a cabo medidas bajo una dinámica de continuo revisionismo y corrección del sistema: cuando se aplicaba una nueva política, al surgir de nuevos problemas se volvía a modificar o a anular. Como afirman Xu y Yagüe (2012, 301): “La cuestión más importante a la que hay que prestar atención en el futuro proceso de desarrollo regional son las condiciones específicas de cada región cuando se inicia una reforma, evitando proyectos generalistas e incluso el establecimiento de la misma norma para toda la nación, ya que China en sí misma es una realidad altamente compleja”. Pese a que siga existiendo una significativa divergencia en términos de PIB per cápita entre las regiones costeras y las provincias del interior, la “Política de Apertura y 126 Reforma” alivió la brecha que existía anteriormente. Y a pesar de que las provincias occidentales se quedaron atrás en un principio, han recuperado rápidamente durante este período de tiempo. En general, pues, se puede afirmar que las provincias más pobres al principio del período de “ pertura y Reforma” han visto crecer más rápidamente que las que empezaron teniendo unos niveles más altos su PIB per cápita (SUN, 2013, 7). Para concluir este apartado, cabe destacar cómo todos los autores analizados concuerdan en afirmar que el factor geográfico influye directa e indirectamente en el desarrollo de una economía a nivel regional en China, debido a las enormes diferencias internas que existen en el país, y que éste ha influido asimismo en el establecimiento de medidas económicas que trataran de potenciar las infraestructuras, las comunicaciones y el comercio en estas zonas (DÉMURGER et al., 2002, 151). Por otro lado, parece fundamental subrayar los relevantes propósitos de naturaleza geo-política que acompañaban estas medidas; por un lado, de hecho, ya desde la época de Mao se trató de desarrollar las zonas interiores del país, con el fin de impedir la existencia o el agravamiento de diferencias en el desarrollo económico y social entre regiones, y se promovió el autoabastecimiento económico de todas y cada una de ellas; por otro lado, el gobierno central tenía el claro objetivo, dictado por las circunstancias diplomáticas y políticas del momento2, de “prepararse para la guerra” (ROVETTA, 2002, 94), y decidió por lo tanto impulsar cierto desarrollo industrial en zonas del interior del país, alejadas de la costa y por lo tanto menos vulnerables a ataques militares extranjeros. Por ello, muchas zonas montañosas fueron escenario del establecimiento de grandes complejos industriales, acompañados por supuesto de una rápida urbanización y el consiguiente traslado de población (mayoritariamente, de etnia han) a estos territorios. La Región Autónoma de Xinjiang, para citar un ejemplo que nos servirá en posteriores análisis, la población se multiplicó por 3 o por 4 en sólo unas décadas, como consecuencia de las migraciones interiores (ROVETTA, 2002). En el caso específico de Xinjiang, además, el gobierno favoreció una masiva migración de población han para contrarrestar el crecimiento y eventuales movimientos secesionistas promovidos por la etnia islámica uigur. Se trata, a este propósito, de un caso de “emigraci n” propiamente dicha, de enorme interés antropológico, por su importancia 2 Poco tiempo tras el establecimiento de la República Popular de China, el país tuvo un papel relevante en la Guerra de Corea, y posteriormente fue protagonista del escenario de Guerra Fría, la Guerra de Vietnam y la grave tensión entre China y Taiwán (que gozaba del apoyo de los Estados Unidos) (ROVETTA, 2002). 127 histórica y por su relación con factores económicos, políticos, culturales y demográficos. No pudiendo abundar aquí en este tema, que sin embargo es harto interesante y rico en implicaciones, y tras este sucinto análisis de los estudios más relevantes sobre el desarrollo económico regional de China, pasemos a centrarnos en el objetivo último de este trabajo, y analicemos las características propias de la economía de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang. La economía del Oeste - La Región de Xinjiang El desarrollo del Oeste El Oeste chino abarca una superficie de 6,700,000 km2, que representa el 69% del territorio total de China; pese a ello, sólo hospeda a cerca del 28,5% de la población total del país (alrededor de unos 350 millones de habitantes). Lo conforman en total 12 provincias y Regiones Autónomas: Shaanxi, Gansu, Ningxia, Qinghai, Xinjiang, Yunnan, Guizhou, Sichuan, Tíbet, Chongqing, Guangxi y Mongolia Interior. Para citar a Rovetta (2002, 95), “La China moderna, la de los grandes rascacielos, la que ve con asombro el turista que la visita, es sólo una parte de un país que aún debe enfrentarse a duros retos y resolver importantes temas de desarrollo económico y social, la mayor parte de los cuales se concentra en el interior”. Aún hoy en día las diferencias de nivel del desarrollo económico del país muestra grandes disparidades, dependiendo de la zona que se analice. Fundamentalmente, este gap se observa en cuanto a participación en el PIB nacional, ingresos, nivel de desarrollo de las infraestructuras, grado de apertura al exterior, niveles de vida, etc. En los últimos años, el nivel de participación de las zonas costeras en el PIB nacional se ha incrementado, aumentando por consiguiente las diferencias de PIB per cápita; asimismo, el crecimiento industrial del Oeste no alcanza los niveles logrados por la costa; además, y también por obvias razones geográficas, las relaciones con el exterior (y todo lo que conllevan: inversión extranjera directa, comercio y exportaciones) en las regiones del Oeste son extremadamente limitadas: en el año 2000, por ejemplo, de todas las inversiones extranjeras realizadas en China, sólo el 3% tuvo como destino las regiones occidentales del país, y sólo el 4% del comercio exterior se generó en esa región (ROVETTA, 2002). Por consiguiente, antes de la implantación del Séptimo Plan Quinquenal, en 1999, que 128 se ha mencionado anteriormente, se estaban generando movimientos migratorios espontáneos, mirados en este caso a abandonar estas regiones menos ricas. Desde el punto de vista estratégico, el Oeste representa un inmenso recurso geopolítico, ya que hace frontera con 13 países, muchos de ellos de los más conflictivos de Asia, y reúne en su territorio a los principales grupos étnicos no-han, que comparten con los habitantes de las naciones fronterizas muchos aspectos culturales y religiosos. Desde el punto de vista económico, la región del Oeste de China es la que concentra los mayores niveles de pobreza. Allí, el sector primario (básicamente, monocultivo) y secundario (industria pesada, de extracción y explotación de materias primas) representan, en el PIB nacional, un porcentaje harto más elevado que en las regiones costeras; sin embargo, simbolizan un importante recurso natural para el país, en especial en el sector energético (se concentra ahí más del 80% de los nuevos pozos de petróleo y reservas de gas natural, recursos fundamentales para un país que importa grandes cantidades de petróleo). No es de extrañar, pues, que en las últimas décadas se haya dado prioridad a la “cuesti n del Oeste”. Para ello, se ha decidido acelerar la construcción de obras de infraestructura (sobre todo, con el fin de poder transportar estos recursos al Este del país); asimismo, desde Beijing se han aprobado planes de apoyo financiero del Estado y de estimulación de inversión extranjera (a través de conceder incentivos fiscales a las empresas de inversión extranjera que se implanten allí: créditos blandos y ventajas tributarias, así como reducción de tasas impositivas, vacaciones fiscales y exenciones), tratando pues de replicar el modelo de desarrollo que tuvo éxito en las zonas orientales y costeras, y aplicarlo al caso de las regiones del Oeste. En una entrevista para el periódico China Daily3, Pu Yufei, un investigador del State Infomation Center de la Comisión Nacional para el Desarrollo y la Reforma, afirma que: “Las estrategias de desarrollo para las diferentes regiones se deben diferenciar mediante la incorporación de las ventajas comparativas de cada región al mismo tiempo que se evita el alto coste medioambiental que las regiones costeras pagaron durante su período de desarrollo más intenso”. 3 “ hora es el turno del oeste, afirman las industrias”, http://www.casaasia.es/pdf/41910120609PM1271671569399.pdf> 129 China Daily, 22.03.2010. Siguiendo esta estrategia, como declara Nur Bekri4, presidente del gobierno regional durante las sesiones de implantación del programa de desarrollo, en el caso de Xinjiang, se explotarán los beneficios de su cadena industrial de petróleo, algodón y tomate, aprovechando pues sus importantes recursos energéticos y su agricultura como principales fuerzas para impulsar su desarrollo regional. La Región Autónoma de Xinjiang El desarrollo de la región de Xinjiang es el resultado de una confluencia de factores económicos, ambientales y socio-políticos. Durante el siglo XIX, y hasta principios del XX, la economía de la zona estaba dividida en distintas áreas de influencia: la china, que trataba de mantener un firme control sobre este territorio, recientemente adquirido5; la británica, que ejercía su control sobre la zona sur de la región; la rusa/soviética, que en cambio dominaba la parte norte (WIEMER, 2004). Bajo el gobierno del PCCh, la estratégica importancia de la industria de petróleo y gas ha proporcionado un fundamental incentivo para que el gobierno fomentara con infraestructuras e industrias el desarrollo económico de la zona. Y efectivamente, en las dos últimas décadas el PCCh ha logrado éxitos muy relevantes: el incremento del PIB de China se ha acrecentado de un 9,5% anual en el período 1978-2000; el PIB de Xinjiang ha conseguido incluso superar estas cifras, llegando a crecer de un 10,3% al año, así como el PIB per cápita de China creció de un 8,1% cada año, y el de Xinjiang de un 8,4%. Estas cifras han sufrido una ligera pero notable disminución en la década de 1990-2000, cuando el PIB per cápita de Xinjiang se estancó en un crecimiento del 7,8%, mientras que el de China se establecía en un 8,9% (WIEMER, 2004, 164). No obstante, en el año 2000 Xinjiang se situaba, en un ranking basado en PIB per cápita, en la duodécima posición, entre las 31 regiones y provincias de China, estando las primeras posiciones ocupadas por localidades costeras. 4 Ibid. Los antiguos pueblos uigures fueron finalmente conquistados por turcos kirguises a mediados del siglo IX. La mayoría de los uigures pues, que se encontraba asentada en distintas zonas del territorio, movió a las regiones occidentales; éstos vivían mezclados con tribus nómadas de origen turcomano; con los han que habían migrado allí tras la caída del Imperio Han Occidental; con tribus mongolas y tibetanas; esta mezcla étnica fue el origen de la actual comunidad uigur. La dinastía Qing completó la conquista de Xinjiang a finales del siglo XVIII; la población uigur se unió, pues, al Estado chino tras un proceso de conquista y adquisición violenta por parte de China: se trata de un pueblo con unas tradiciones originarias de Asia Central, una religión distinta a la tradicional china, una lengua que no pertenecía siquiera al mismo cepo que la china. 5 130 Sin la intención de resumir el recorrido histórico del desarrollo económico de Xinjiang que hace Calla Wiemer (2004), sí parece apropiado hacer algunas consideraciones básicas sobre cómo la política de China ha influido, positiva y negativamente dependiendo de sus distintas etapas, en las diversas áreas de la economía de la región. Como se ha apuntado anteriormente, la importancia estratégica de Xinjiang es indudable, bien por su posición geográfica, que conforma la región como punto de contacto entre China y otros países de Asia Central, bien por sus recursos; antes del final de la China imperial, la economía de Xinjiang se basaba principalmente en la agricultura, que en las últimas décadas del imperio Qing gozó de importantes avances, a nivel de maquinaria, comercialización, y de desarrollo de actividades manufactureras conectadas (industria de algodón y seda, y posterior exportación especialmente a Rusia y Gran Bretaña). Evidentemente, sin embargo, los tumultos que siguieron a la caída del último emperador, la instauración de la República China y la consiguiente guerra civil entre Partido Nacionalista (GMD) y PCCh, pararon o al menos ralentizaron el proceso de desarrollo económico de la zona; las infraestructuras creadas fueron en muchos casos destruidas, y la región se encontró en el medio de conflictos de naturaleza política no sólo ya entre partidos internos a China, sino en los que intervinieron potencias extranjeras, in primis la URSS, que desde sus albores ejerció una fuerte influencia en Xinjiang. Asimismo, la injerencia extranjera promovió un éxodo de más de 100.000 obreros y trabajadores que abandonaron la región hacia otras zonas del país (WIEMER, 2004). El apoyo a las reivindicaciones del pueblo uigur, de hecho, procedía exclusivamente de la Unión Soviética, como medida estratégica de ésta para frenar el desarrollo del poder comunista chino. Las relaciones entre los dos estados comunistas habían guiado ya, desde el final de la II Guerra Mundial, el desarrollo de la región, importantísima a nivel económico por la presencia de minerales; estos yacimientos habían sido aprovechados por los soviéticos a partir de los años 50, cuando además el gobierno chino promovió la creación de un alfabeto cirílico-uigur para facilitar la penetración de rusos y las comunicacioness. Tras la quiebra, a finales de los Cincuenta, de las relaciones sino-soviéticas, la política de la URSS en relación a la región de Xinjiang fue la de comenzar un proceso de emigración de población uigur a territorio soviético, que explotó en la emigración masiva de 1962, y el abierto apoyo de la URSS a acciones anti-chinas de la población uigur. 131 Este clima favoreció que en la región se aplicasen y abrogasen alternativamente una serie de reformas económicas que sin embargo, por el estado de inestabilidad política y social, no llegaron a tener los efectos deseados; tras el establecimiento de la República Popular de China, y el fracaso del intento de independencia representado por la proclamación de la República del Turkestán del Este de 1944, el desarrollo económico de Xinjiang no dejó de ser fluctuante, tal y como el de toda la nación. El breve período de crecimiento de los años 50 culminó negativamente con la campaña del Gran Salto hacia Adelante, añadido a la ruptura de las relaciones sino-soviéticas, y las consecuencias que la diplomacia tuvo sobre movimientos étnicos separatistas de la zona. El resultado de este período se hizo patente en la gran hambruna de principio de los 60, y las represiones de la Gran Revolución Cultural de finales de esa misma década. Sólo las reformas emprendidas en 1978, tras la muerte de Mao, consiguieron subsanar la situación (a mediados de los 70, para citar algún dato, el PIB real per cápita había descendido a los niveles registrados en los años 50. (WIEMER, 2004: 168). El gobierno comunista, pues, trató de levantar la economía de Xinjiang ejerciendo un mayor control directo sobre numerosos aspectos: in primis, promocionando la migración de un elevado número de trabajadores y técnicos han, con el objetivo de “modernizar” la zona a través de la introducción de tecnologías que ya se utilizaban en otras zonas del país; por otro lado, estableció los Cuerpos de Producción y Construcción de Xinjiang (Xinjiang shenchan jianshe bingtuan), cuyo objetivo primario era el de reconvertir a ex-militares en trabajadores civiles; es evidente, sin embargo, que transferir masivamente a militares a una zona considerada “conflictiva” para que controlaran todas sus actividades económicas, desde la agricultura hasta la extracción de minerales, poseía objetivos socio-políticos intrínsecos muy claros. Tras la caída del Muro de Berlín, la disolución de la Unión Soviética y el nacimiento de las Repúblicas de Asia Central en 1991, el comercio entre Xinjiang (que anteriormente estaba más orientado hacia las regiones del este de China) y estas zonas ex-soviéticas creció de manera paulatina, a veces fluctuante, mas incesante. A las puertas de la campaña de “Desarrollo del Oeste” lanzada en 2001, la economía de Xinjiang se basaba fundamentalmente en el sector secundario (en el que primaba, con creces, la industria extractiva) y terciario. El cambio de una economía eminentemente rural a una industrial, por supuesto, conlleva una necesaria urbanización y cambios en las estructuras sociales. Clifton 132 Pannell y Ma Lawrence (1997) analizan en profundidad no sólo las modalidades propias de la transición urbana en la región de Xinjiang, sino que se demoran en desvelar las relaciones transnacionales y étnicas que de esta transición derivan. Tras la disolución de la URSS y el surgimiento de los Estados de Asia Central independientes, se crearon muchas nuevas oportunidades para el desarrollo de Xinjiang no sólo como parte de China, sino también para que éste desempeñara un papel activo en el establecimiento de relaciones más estrechas entre la propia China y los países de Asia Central. Estos nuevos desarrollos conducirán a una expansión y articulación del sistema urbano existente, después de un comienzo lento en los siglos anteriores asociado con un pequeño flujo de comercio trans-asiático tradicional. El reciente crecimiento de las ciudades de Xinjiang pues, como ya se ha apuntado, ha sido paralelo al crecimiento de la población de inmigrados han a la región y a las políticas comunistas de control militar y colonización de la región. Los factores que más han influido en la conformaci n de una “nueva Xinjiang” son la ampliación y mejora del sistema de transporte, con nuevos enlaces en las repúblicas de Asia Central recientemente completados o previstos; el crecimiento de las ciudades y pueblos; la rápida expansión de las industrias, especialmente actividades extractivas tales como la refinación de productos químicos derivados del petróleo, así como productos locales (lana, algodón, etc.); marcados incrementos en el comercio transfronterizo, especialmente con Kazajistán y Kirguistán; y una tasa provincial general de urbanización que es mayor que la media nacional (PANNELL; LAWRENCE, 1997). El sistema urbano, asimismo, se puede dividir en una jerarquía Junggar o del norte que se centra en Urumqi, y una serie de centros industriales y comerciales más pequeños situados cerca de la frontera con los Estados de Asia Central. En la zona al sur de la cordillera de Tian Shan Tarim se refleja el carácter inhospital de la región: las redes de comunicación, la industria, las propias ciudades están menos desarrolladas. Por otro lado, sin embargo, con sus potenciales en recursos petrolíferos, no hay que subestimar el valor estratégico futuro de esta zona. La mejora de los vínculos de transporte ha empujado Xinjiang cada vez más en el papel de una frontera bulliciosa que une la Gran China a sus partes periféricas, y ha intensificado sus conexiones con sus vecinos de Asia Central. Tras la reanudación del 133 comercio fronterizo en 1986 y sobre todo en las bolsas de la década de 1990, el comercio y los visitantes entre Xinjiang y los países de Asia Central han florecido. Tras una década de crecimiento y desarrollo, Xinjiang y los Estados de Asia Central ahora están trabajando en conjunto para avanzar en su comercio fronterizo partiendo de una base de comercio en pequeña escala e individual, a un nivel más complejo, oficial y sofisticado. En suma, pues, el valor estratégico de Xinjiang queda absoluta e indudablemente demostrado; y el gobierno central de China, en efecto, considera que el desarrollo y la “normalizaci n” de la región debe permanecer entre sus prioridades en los Planes Quinquenales. Conclusiones Tras haber revisado la bibliografía seleccionada para este estudio, a través también del análisis que Shan y Weng (2010) hacen de las nuevas políticas gubernamentales para el desarrollo de Xinjiang, y a la luz de los numerosos incidentes armados que han protagonizado grupos secesionistas uigures, resulta evidente que las medidas de desarrollo económico en el caso específico de Xinjiang, pese a haber logrado importantes éxitos en las últimas décadas, están lejos de haber subsanado una situación, ya no solo económica, sino también socio-política harto complicada; debido a las importantes diferencias étnicas y culturales que separan la etnia uigur de la mayoritaria han, y como consecuencia de unas relaciones transnacionales complicadas y a menudo tensas y violentas entre el estado central y esta nacionalidad minoritaria, el clima de inestabilidad política y las continuas reivindicaciones del pueblo uigur, que tachan muchas de las medidas gubernamentales de restrictivas y humillantes hacia su cultura, dificultan el desarrollo de una región que posee un elevado valor en recursos económicos, naturales y culturales. Todos los autores analizados concuerdan en afirmar que el gobierno chino debería tener fuertemente en cuenta el factor étnico y cultural cuando aplica políticas económicas en las distintas regiones, y esto es especialmente válido en el caso de Xinjiang. “China’s preferential policies in Xinjiang have also sharpened the ethnic divide, distributing benefits according to people’s ethnic status and making people unequal politically and economically” (SHAN; WEBER, 2010, 60); “El sistema chino se ha ajustado constantemente y […] aún se continúa buscando una reforma adecuada a 134 los requerimientos del nuevo desarrollo” (XU; YAGÜE, 2012: 273); “The future of Xinjiang appears quite promising despite what are likely to be continuing problems of social fragmentation” (PANNELL; SCHMIDT, 2013, 249); éstas son sólo algunas de las citas que nos ha parecido apropiado remarcar aquí, para subrayar dos vertientes opuestas en el desarrollo de la región, así como lo ha planteado y llevado a cabo el PCCh: por un lado, los éxitos económicos han sido evidentes y loables; por otro, las desigualdades sociales, las políticas de fragmentación social y los conflictos que de ahí se generan hacen que el desarrollo de la región esté lejos de ser real y total, y que la actitud del gobierno central hacia Xinjiang se asemeje en muchos casos al de un colonizador6 que explota los recursos naturales y humanos de una zona, construyendo las infraestructuras estrictamente necesarias para que sea realizable un desarrollo industrial, empleando mano de obra especializada procedente de la “metr polis” (en este caso, la población han), y aplastando o al menos restringiendo las libertades de las poblaciones autóctonas. Pese a estas (aun fundamentales a nuestro entender) reflexiones de naturaleza sociopolítica, cabe destacar que el desarrollo de Xinjiang está siguiendo un importante camino y un éxito notable, que debe inscribirse dentro del fenómeno históricogeográfico más amplio del crecimiento de Asia y China en la economía global. Los factores que han favorecido este avance, por supuesto, son el cada vez más importante valor estratégico y geopolítico de la región, su fundamental base de recursos naturales y energético, y la aplicación de medidas y campañas estatales para fomentar se desarrollo y crecimiento económico. Esto se refleja, por lo tanto, en la construcción y mejora de las infraestructuras de transportes, los cuales han conllevado un mayor contacto económico con los países fronterizos. A lo largo de este análisis, pues, se ha intentado demostrar, apoyándonos en los trabajos de los expertos, que Xinjiang ha participado activamente en el reciente y extraordinario crecimiento económico de China, en las dos últimas décadas. Asimismo, se inserta en el panorama chino en un nivel más alto que muchas otras regiones del país, presentando un PIB per cápita elevado en relación a otras zonas no costeras, así como una tasa de crecimiento industrial y del sector terciario muy relevante. 6 Para una reflexión más profunda sobre las implicaciones de naturaleza sociológica y antropológica de las relaciones transnacionales que se establecen entre el Estado Central chino y la comunidad uigur, Cfr. Chiara OLIVIERI: Chiara OLIVIERI: China y el Islam. Creación de identidades sinomusulmanas, Granada, Comares, 2016. 135 Sin embargo, la transición económica debería verse reflejada en una correcta gestión de las estructuras históricas, sociales y étnicas; y los datos estadísticos, así como las noticias de prensa, nos dicen que la prosperidad y el progreso económico de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang no se comparten equitativamente entre sus ciudadanos. 136 “Epistemología Decolonial aplicada a Estudios Asiáticos. Aprendizajes desde la historia ambiental”1 Antonio Ortega Santos Universidad de Granada Introducción La Modernidad nos ha traído hasta el presente con la certeza de la seguridad histórica y de la primacía occidental en la forma de generación, concreción y periodización del conocimiento. Pero no es la única mirada posible, ni la única certeza sobre la construcción del saber científico regido por normas académicas eurocentradas. Los procesos de Colonización y DesColonización se han convertido en referentes centrales de la historia social y política, a la hora de trazar procesos de tránsito en la contemporaneidad. Siglos de apropiación colonial dejaron un impronta brutal en los saberes, pueblos y formas de creación del poder estatal –del Estado Nación como producto occidental también o de los sistemas educativos existentes hasta la edad adulta-. Este texto pretende ser una primera mirada hacia las continuidades de los procesos de colonialidad más allá de la teórica salida emancipadora que la Revolución Popular imprimió desde 1949. Desde mediados del siglo XIX, un proceso de saqueo colonial retardado en el tiempo- respecto al modelo economía mundo de Wallerstein- apremió en China a una presión de las potencias colonizadoras hacia la apertura comercial de puertos y lugares de aprovisionamiento de recursos energéticos y materiales de rango central para el mantenimiento de la conocida como Segunda Revolución Industrial 2 . 1 Antonio Ortega Santos, Profesor Historia Contemporánea, Departamento Historia Contemporánea Facultad Filosofía y Letras, Campus Cartuja s/n. Email: [email protected]. Investigador Responsable del Grupo PAI Investigador Responsable HUM 952 RESPARTO (Red Estudios sobre Sustentabilidad, Patrimonio y Territorio) 2 Rolf Peter SIEFERLE (2001) The subterranean forest : energy systems and the Industrial Revolution. Londres, White Horse Press. 137 Universidad de Castilla~La Mancha Departamento de Historia. Área de Historia Contemporánea Edificio Benjamín Palencia | Campus Universitario s/n | 02071 Albacete Email: [email protected] | www.ahistcon.org | Pero hubo un tiempo después, tras un siglo de las humillaciones que dejó paso un transito hacia un modelo republicano generado desde un up-down político bajo la égida de Sun Yat Sen y un tiempo de convulsiones bajo la pirámide represora del Guomindang y hubo un tiempo de Mao….. Responder a la cuesti n de las continuidades y discontinuidades respecto con el modelo colonial es un ejercicio académico pendiente de ser resuelto. Nuestra propuesta se radica en el campo de la historia ambiental decolonial que está teniendo un amplio recorrido en el contexto europeo y latinamericano, con resultados extensos aplicables a otros contextos, como el asiático de no tan amplio recorrido historiográfico en este campo del saber. Partamos de nuestra pregunta indagatoria –a la que puede no respondamos en su plenitud y extensión en este artículo-: ¿pervivieron formas de colonialidad en la gestión de los recursos naturales en el siglo XX que puedan tener similitudes y continuidades con el modelo colonial previo e imperante a escala global? Paradojas del Saqueo. Historia Ambiental como herramienta para estudiar la insustentabilidad histórica. Hace algunos años, Richard Grove nos ofrecía un libro seminal para entender el recorrido histórico de las potencias coloniales en su extensión por la apropiación material y natural desde el siglo XVI. Green Imperialism 3 nos relataba como la expansión colonial en las zonas tropicales había supuesto un proceso de antropización-europeización de las formas de manejo y extracción del capital natural de estas áreas ecogeográficas, atendiendo a la creación de un mercado global, con altos niveles de exacción fiscal y material, todas las nuevas europas. Esta “herramienta” colonial, esta economía del saqueo (parafraseando a Joan Martínez lier y Rama Guha 4) fue un concepto eje para la construcción de las economías occidentales y para la subordinación, subsunción de economías extraeuropeas al modelo hegemónico, tanto en Países del Sur como del Este Asiático. 3 Richard GROVE. Green Imperialism. Colonial Expansion, Tropical Island Edens and the Origins of Environmentalism, 1600–1860. New York, Cambridge University Press 4 Joan MARTÍNEZ ALIER, J. (2011) El ecologismo de los pobres : conflictos ambientales y lenguajes de valoración. Barcelona, Ed. Icaira. Ramachandra GUHA. y Joan MARTÍNEZ ALIER, J. (1997) Varieties of environmentalism : essays North and South. New York, Earthscan Publications 138 De igual manera, John McNeill 5 nos trazaba una imagen sobre el proceso de explotación capitalista de la naturaleza, en el que las economías occidentales habían ido ampliando su rango de apropiación de recursos naturales a escala global tanto de la mano de la mercantilización de la naturaleza6 como de la imposición hegemónica de lógicas capitalistas en el intercambio global de inputs materiales y energéticos, una suerte de imperialismo ecológico7 Metodologías decoloniales aplicados a las ciencias históricas. Este recorrido y apuesta por el futuro del territorio nos obliga a un ejercicio epistémico nuevo desde la historiografía occidental. Superar el colonialismo científico, superando la modernidad como programa intelectual en cuanto que legitimante de un único camino hacia la consecución de los beneficios del desarrollo y del crecimiento (liberal-monetario). Esa postura, de primacía hegemónica del discurso de la modernidad, no sólo perpetúa la hegemonía del discurso sobre la superioridad de la civilización occidental sino que responde a un proceso de reconfiguración de las estrategias de dominación colonial, una colonialidad global. Para comprenderlo se ha de tener claro que «colonialismo» y «colonialidad» no son lo mismo. Como indica el colombiano Aníbal Quijano 8, mientras «colonialismo» denota una relación política y económica en la que la soberanía de una nación o pueblo descansa en el poder de otra nación, lo que convierte a esta última en imperio; «colonialidad» refiere a un conjunto de patrones de poder de larga duración que emergieron con el colonialismo pero 5 John MCNEILL (2003) Algo nuevo bajo el sol : historia medioambiental del mundo en el siglo XX. Madrid, Alianza Ed. 6 James O`CONNOR (1997): "What is Environmental History? Why Environmental History?" en Capitalism, Nature and Socialism, Vol 8, nº 2, June 1997, Guilford Publications, Santa Cruz,C.A. USA, págs. 3-29 (trad. española: "Qué es la Historia Ecológica, Por qué la Historia Ecológica" en Ecología Política nº 14, C.I.P./ICARIA, Madrid, págs 114-131. 7 Alfred CROSBY (1988) Imperialismo Ecológico La expansión biológica de Europa,. 900-1900) Barcelona, Ed. Crítica. 8 Anibal QUIJ NO (1991). “Colonialidad y modernidad/racionalidad”. Perú indígena, 29, pp. 11-20. Anibal QUIJANO e Inmanuel WALLERSTEIN (1992). “ mericanity as a Concept, or the mericas in the Modern World-System”. International Social Science Journal, 44. Anibal QUIJANO (1999), “Colonialidad del poder, cultura y conocimiento en mérica Latina” en Santiago C STRO-GÓMEZ, Oscar GUARDIOLA-RIVERA y Carmen MILLÁN DE BENAVIDES (eds.). Pensar (en) los intersticios. Teoría y práctica de la crítica poscolonial. Bogotá: Instituto Pensar, Pontifi cia Universidad Javeriana, pp. 99-109 . nibal QUIJ NO (2000). “Colonialidad del poder, eurocentrismo y mérica Latina” en Edgardo Lander (ed.). La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas . Buenos Aires, Clacso, pp. 201-245. nibal QUIJ NO (2001). “Globalizaci n, colonialidad y democracia”. En Instituto de ltos Estudios Diplomáticos Pedro GUAl (ed.). Tendencias básicas de nuestra época: globalización y democracia. Caracas: Instituto de Altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual. 139 definen la cultura, las relaciones intersubjetivas, la distribución del trabajo y la producción de conocimientos más allá de los estrictos límites de las administraciones coloniales. Sobre esas diferencias Grosfoguel apunta: «El colonialismo es más antiguo que la colonialidad (…) Lo nuevo en el mundo moderno-colonial es que la justificación de dicha dominación y explotación colonial pasa por la articulación de un discurso racial acerca de la inferioridad del pueblo conquistado y la superioridad del conquistador» 9. Sobre esto agrega el filósofo puertorriqueño Nelson Maldonado Torres10 que la colonialidad «se mantiene tan viva en los libros, en los criterios para el desempeño académico, en los patrones culturales, el sentido común, la auto-representación de las personas, las aspiraciones del „yo‟ y tantos otros aspectos de la experiencia moderna que, como sujetos modernos, «respiramos colonialidad todo el tiempo y cada día». Por su parte, Santiago Castro-Gómez 11 señala que el discurso hegemónico del modelo civilizatorio se articula a través de una estructura triangular entre la «colonialidad del saber», la «colonialidad del poder», y la «colonialidad del ser». Por ello es necesario descolonizar esas tres esferas. Visto así, los procesos de descolonización política por los que han pasado los países del «Sur Global» no agotan la problemática de la colonialidad existente. Esta es la esencia de la crítica decolonial o perspectiva de la modernidad/colonialidad, que se ha ido conformando a partir de las críticas que desde la noción «colonialidad del poder» hizo Aníbal Quijano (1991) a la «teoría del sistema mundo moderno» propuesta antes por el sociólogo estadounidense Immanuel Wallerstein (1974, 1979). Se trata de un enfoque que pone de relieve el rol fundamental 9 Santiago CASTRO-GÓMEZ y Ramón GROSFOGUEL (comp.) (2007): El giro decolonial: reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Bogotá: Siglo del Hombre Editores; Universidad Central, Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos y Pontificia Universidad Javeriana, Instituto Pensar. Santiago CASTRO-GÓMEZ (2007a): “Decolonizar la Universidad. La hybris del punto cero y el diálogo de saberes” en Santiago C STRO-GÓMEZ, y Ramón GROSFOGUEL (comp.). El giro decolonial, pp. 79-91 10 Nelson MALDONADO TORRES, N. (2007) “Sobre la colonialidad del ser: contribuciones al desarrollo de un concepto”, en Santiago C STRO-GÓMEZ y Ramón GROSFOGUEL (eds). El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad epistémico más allá del capitalismo global, Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana-Instituto Pensar / Universidad Central / Siglo del Hombre, pp 127-168. 11 Santiago C STRO GÓMEZ “El giro decolonial…” pp. 80 140 de la expansión colonial hispánica en la conformación epistémica de la modernidad y desvela el eurocentrismo del proyecto civilizatorio globalizado12(Quijano & Wallerstein, 1992). De hecho, Wallerstein13 ha continuado desarrollándola. La crítica decolonial plantea que tras el fin del colonialismo y las administraciones coloniales se ha consolidado un sistema-mundo donde la epistemología occidental domina sobre el resto de las epistemologías; hegemonía fundada en la historia imperial de larga duración que construyó al hombre occidental como sujeto de enunciación superior y patrón de supuesta validez universal, capaz de dictar las normas de toda existencia humana mundial. En ese sentido interesa destacar, como apunta Grosfoguel 14 que la jerarquía epistémica del sujeto de enunciación occidental en el sistema-mundo moderno/colonial adquiere múltiples manifestaciones, de las cuales se pueden destacar las siguientes: • una formaci n de clase global particular donde van a coexistir y organizarse una diversidad de formas de trabajo (esclavitud, semiservidumbre, trabajo asalariado, producción mercantil-simple, etc.) como fuente de producción de plusvalía mediante la venta de mercancías para obtener ganancias en el mercado mundial; • una división internacional del trabajo del centro y la periferia donde el capital organizaba el trabajo en la periferia alrededor de formas represivas y autoritarias 15 • un sistema interestatal global de organizaciones político-militares controladas por hombres europeos e institucionalizadas en administraciones coloniales 16 y, más adelante, neo-coloniales; 12 nibal QUIJ NO e Inmanuel W LLERSTEIN (1992) “ merica as a concept or the mericas in the modern world system” en RICS 134, Colombia, Universidad Javieriana, pp 583-591 13 Inmanuel WALLERSTEIN (2006) Geopolítica y geocultura: ensayos sobre el moderno sistema mundial. Madrid, Ed. Kairós. 14 Ram n GROSFOGUEL (2008). “Del imperialismo de Lenin al Imperio de Hardt y Negri: «fases superiores» del eurocentrismo”, Universitas Humanística, no.65, pp. 15-26. Ramón GROSFOGUEL y Roberto ALMANZA (2009). “Izquierdas otras o caminos descoloniales hacia mundos transmodernos”, Tabula Rasa, no.11, pp. 235-252. 15 Inmanuel WALLERSTEIN (1999) El moderno sistema mundial III : La segunda era de la gran expansión de la economía mundo-capitalista, 1730-1850, Madrid, Historia Siglo XXI 16 Inmanuel WALLERSTEIN, I. (1989) El moderno sistema mundial II : el mercantilismo y la consolidación de la economía-mundo europea, 1600-1750, Madrid, Historia Siglo XXI 141 • una jerarquía étno/racial global que privilegia a los occidentales sobre los nooccidentales 17 • una jerarquía global de género que da primacía a los hombres sobre las mujeres y al patriarcado europeo sobre otras formas de relaciones de género. • una jerarquía sexual que otorga primacía a los heterosexuales sobre los homosexuales y lesbianas (es importante recordar que la mayoría de los pueblos indígenas en América no consideraban que la sexualidad entre hombres fuera una conducta patológica y no tenían, antes de la llegada de los europeo, una ideología homofóbica); • una jerarquía espiritual global que da primacía a los cristianos sobre las espiritualidades no-cristianas/no-occidentales institucionalizada en la globalización de la iglesia cristiana (católica y más tarde protestante); • una jerarquía epistémica que privilegia al conocimiento y la cosmología occidentales sobre el conocimiento y las cosmologías no-occidentales, y está institucionalizada en el sistema universitario global 18. • una jerarquía lingüística entre las lenguas europeas y las no-europeas que hace primar la comunicación y la producción teórica y de conocimiento en los primeros, subalternizando los últimos como productores de folclor o cultura solamente pero no de conocimiento ni teoría 19. • una jerarquía pedag gica global donde se privilegian las pedagogías occidentales de matriz cartesiana sobre las pedagogías no-occidentales institucionalizado en el sistema escolar mundial. • una jerarquía de medios de comunicaci n global donde se privilegian los aparatos de comunicación controlados por occidente. • una jerarquía ecol gica global donde se privilegia el concepto de “naturaleza” 17 Anibal QUIJANO 1991, 2000, 2001 Walter MIGNOLO (2000) “Border Thinking and the Colonial Difference”, en Local Histories/Global Desings: Coloniality, Subaltern Knowledges and Border Thinking. New Jersey: Princeton University Press, pp. 49-90, nibal QUIJ NO, “Colonialidad…” pp. 91. 19 Walter MIGNOLO (2000) “Border Thinking …” pp. 49-90 ((2003). Historias locales / diseños globales. Colonialidad, conocimientos subalternos y pensamiento fronterizo. Madrid: Akal. Walter MIGNOLO (2000b) “Diferencia colonial y raz n post-occidental” en Santiago C STRO- GÓMEZ (ed.). La reestructuración de las ciencias sociales en América Latina. Bogotá: Instituto Pensar, Pontificia Universidad Javeriana, pp. 3-28. 18 142 occidental (donde la naturaleza es siempre pasiva, exterior a los humanos e instrumental para un fin) con todas las consecuencias nefastas para el medio ambiente/ecología planetaria y se descartan otras formas de entender el medio ambiente y la ecología (donde las personas son parte de la ecología y la « naturaleza » es un fin en sí mismo). El concepto occidental lleva la lógica de la destrucción ecológica pues al pensar la naturaleza como medio para un fin, toda la tecnología que construye lleva dentro de sí la racionalidad de la destrucción ecológica y no su reproducción. • una jerarquía de edad occidentalizada donde se privilegia la edad adulta-productiva entre los 16 y 64 años, inferiorizando y haciendo dispensables a los «viejos » y los « niños ». Entre muchos ejemplos, estos bastarían para reconocer «la colonialidad del ser territorial», en la que el ser urbano-colonial dispone hegemonía sobre otras formas de existencia (rural/no-urbana) Que la población mundial sea cada vez más urbana, lo constata: “vivir”, cada día es más sin nimo de “vivir en la ciudad”. Un situaci n de colonialidad territorial que da muestras de ello en ejemplos como el privilegio con que las disciplinas científicas universalizan nociones occidentales de territorio, ciudad y naturaleza, progreso, crecimiento, bienestar, felicidad…. En cuanto a la «colonialidad del poder territorial», definida siguiendo a Mignolo 20 como el ámbito de la intersubjetividad en que cierto grupo de gentes define qué es territorialmente correcto y, por lo tanto, sustentan el poder de enunciación, esta se ejerce tanto en los escenarios territoriales globales como en los locales. En los primeros, ostentan operan como transmisores y ejecutores de ese procesos los actores que detentan el control sobre los procesos de explotación de los recursos naturales, megaminería, transgénicos, proyectos de megahidráulica, etc, sustentados en ocasiones por el papel legitimante de espacios de creación de pensamiento. En el lado local, están los que pueden desde la cercanía ejercer procesos de política pública, contextualizada en el territorio más próximo. Esta colonialidad territorial es eficaz generando jerarquías en el territorio que tienen como apoyo genealogías de saber que apuestan por la primacía de las epistemologías occidentales, que jerarquizan el 20 Walter MIGNOLO “Border Thinking….”, pp. 35 143 saber sobre el territorio, insertas en una lógica de globalización neoliberal, en una ciencia que sigue parcelando los conocimientos científicos como base para la continuidad del paradigma de la modernidad y la posmodernidad. Muchas veces cuando se explicita una conexión entre diferentes saberes territoriales no se efectúa con un objetivo de crear diálogo de saberes sino de acentuar la primacía de unos sobre otros, de los occidentales sobre los territoriales, de los europeos sobre los indígenas, de los universales sobre los locales. La posibilidad de concebir el territorio desde un «pensamiento fronterizo» a la modernidad/colonialidad, radica en la posibilidad de una total descolonización territorial, implicaría romper el triangulo de la colonialidad territorial y sustituirlo por una concepción justa y sostenible de las relaciones entre poderes, saberes y seres territoriales, tanto global como localmente. Este enfoque general nos permite resituar las lógicas de investigación en dos ejes de novedad radical. En un eje interior visibilizar como han sido los procesos de apropiación y desterritorilización que las políticas agrarias y ambientales en la Era de Mao han transfigurado y potenciado una antropización de la naturaleza, generando ruptura con otras formas previas de consideración sobre el medio ambiente. Esta apuesta nos lleva a reconsiderar tanto los procesos de colectivización y comunalización como las lógicas de manejo de los recursos naturales. Pero también en una imagen general hacia el rol de la china actual en el campo de la geopolítica global como actor emergente, resultando de un proceso de desterritorialización a gran escala, en la que la obtención de recursos energéticos y mineros clave para la continuidad de los modelos de crecimiento se ampara en la extensión de la huella ecológica vinculada al territorio21 Miradas hacia Historia de China. Aprendizajes Decoloniales La Gran Revolución Cultural supuso una transformación, política y ecosistémica a gran escala, con procesos de realojo y recolocación poblacional que traslocó las formas de sustentabilidad comunitarias preexistentes22. El movimiento de la 21 “Tercera Frontera Mathias W CKERN GEL y WILLI N Rees “Nuestra huella ecológica: Reduciendo el impacto humano sobre la Tierra, IEP/Lom Ediciones, Santiago 2001, 22 Judith SH PIRO. (2005) “Environmental Degratation and Secutiry in Maoist China: Lessons from the War Preparation Movement” en Paul H RRIS (ed.) Confronting Environmental Change in East and 144 (sanxian)” supuso la recolocaci n industrial a la espera de un futurible conflicto bélico, cuyo mejor ejemplo es el caso de Panzhihua. Un proceso de formas impregnadas de colonialidad del poder ejercido de la mano del régimen y del papel colaborador del EPL, y de la mano del Tercer Plan Quinquenal iniciado en 1964. En el plano ambiental que nos ocupa, este proceso distorsionó los agroecosistemas de las zonas de montaña tanto del interior como del suroeste de China, con una creciente construcción de carreteras, ferrocarriles , apertura de minería a cielo abierto de alto impacto socioambiental a largo plazo así –origen de conflictos incluso persistentes en la actualidad23- y con una acentuación de los procesos de deforestación histórica24 en laderas de montaña de sistemas boscosos secundarios. Como nota introductoria consideramos que la nueva apuesta del régimen suponía la combinación de procesos de seguridad geopolítica global ante la amenaza exterior soviética, junto a una apuesta por la seguridad en el aprovisionamiento alimentario-energética25 sin medir ni valorar las externalidades negativas del proceso implementado, una economía de saqueo del capital natural atentatorio contra las lógicas bio-regeneradoras de los ecosistemas, junto a una disciplinariedad de las formas de prestiación de trabajo que nos retrotraen el modelo epistemológico colonial. Poder ejercido desde el centro hacia la periferia, homogeneizando la diversidad político-étnica al socaire del proyecto estatal sin margen a la acción que no fuera las servidumbre al poder establecido desde el centro nos hacen girar la mirada hacia una continuidad histórica de formas de poder colonial, insertos en la lógicas de expansión política del maoísmo y al amparo de los resortes que la economía planificada facilitaba. En suma estaríamos ante una forma de colonialidad del poder que navegó en las olas del régimen surgido tras 1949 pero con una fuerte impregnación de las praxis políticas, nacidas aunque no asumidas en períodos previos. SouthEast Asia. Ecopolictics, Foreing Policy and Sustainable Development. New York, United Nations University Press, pp. 72-87. 23 Véase www.ejolt.org 24 Frank MURRARY y I.G. COOK (2004). “La Crisis del Medio mbiente en China. Una Visi n de conjunto” en Fran Murray et al (eds). China Verde. En busca de alternativas ecológicas, pp. 19-51 . 25 B. N UGHTON, B. (1991) “Industrial Policy during the Cultural REvolution: military preparation, decentralization and leaps forward” in William JOSEPH et al. (eds.) New Perspectives on the Cultural Revolution. Harvard University Press, Cambridge, pp. 153-187. 145 Cuerpos sometidos a la colonialidad. Forzamiento de la disciplinar del trabajo, militarización de las formas de prestación del trabajo incluso en el marco de las instituciones civiles desde 1967-8, como forma de control contra-ideológico frente a las insurgencia revisionistas (todas las personas son soldados-quan min jie bing) son herramientas de esa praxis que impulsa en opinión de la reflexión aquí propuesta una colonialidad de los cuerpos y mentes. La recolocación ideológica (zhiying yundong) de sectores intelectuales afectó a más de 20 millones de personas. Por último, en el marco de esta nota introductoria, la colonialidad-antropización de la naturaleza fue una herramienta para someter al medio ambiente al control humano para su puesta al servicio de las necesidades sociales del conjunto de la poblaci n … Prepare for war, prepare for famine, for the sake of the people (Bei Zhan, Bei Huang, Wei Renmin) fue la mejor formulación para el proceso de degradación ambiental. El binomio establecido en los discursos de Mao entre Imperialismo-Guerra-Hambre-gestión estratégica de recursos naturales fue un episodio recurrente y persistente 26. Industrialización que se extendió por regiones montañosas de interior hasta una altitud de 500 ms., en zonas de Yunan, Guizhou, Sichuan y en zonas surorientales de Hunan, Hubei y zonas al norte de Shaanxi, Gansu y Ningxia fue un proceso de geolocalización para la instalación de lugares industriales diversos y dispersos (“…. Kaoshan, fensan, yinbi…)(… san, san, dong….) con una ausencia total de planificaci n territorial y ambiental. Un proceso de conversión productiva hacia la industria presada –ausente la contabilidad del impacto deducido de la necesidad de aprovisionamiento de combustibles fósiles o biomasa para mantener la continuidad de esta opción-. Cifrado este proceso, siguiendo al ya citado Naughton, entre 1964-71 se localizaron 381 factorías, afectando a industria pesada, aeroespacial, automovilística, hidráulica de todo tipo, con un valor total a cuenta corriente de 1971 de casi 200 billones de yuanes. Costes financieros, urgencia y militarización de la naturaleza van de la mano en este proceso de alta externalidad negativa sobre los ecosistemas, 26 Miscellany of Mao Tse-tung Thought 1949-1968, Part. I. Joint Publications Research Service, Arlington. 146 junto a la no existencia de valoración a tal efecto 27 . Forzamiento biológico que debía haber sido aprendido tras el Gran Salto delante por Mao… pero no fue así. Es obvio que el modelo propuesto por Mao (Man Conquer Nature) llevaba implícito una lógica productivista que germinó desde el mismo ámbito de las comunas, convertidas en unidades de maximización futura de producción gracias a una apuesta por una agricolizacion máxima de la tierra útil disponible28. El resultado, en claves agronómicas y ambientales, no podía ser mas previsiblemente desastroso: pérdida de niveles de fertilización, destrucciónreducción de acuíferos, ausencia de cubierta forestal secundaria o terciaria como manto sustentante de biodiversidad –entendida como avifauna asociada usos agroalimentarios, y como pérdida de germoplasma al apostar por especias orientadas al abastecimiento consumo, por lo que se extendieron los cultivos monoclonales (cereales, arroz, etc)-. Como bien indica Shapiro (2001) la afectación al ciclo integral ambiental fue asumida como un slogan oficial del sistema político: Encircle the rives, build land (weihe zaodi) Encircle the lakes build farmland (weihu zaotian) Destroy forest, open wastelands (huilin kaihuang) On flat-lands, consrtruc terraces (pingyuan zao titian). En zonas como Quinhai (Tibet) se perdieron más de 670 mil has de pastos a manos de la imposición de un modelo de agricultura familiar que era más próximo a las lógicas productivas capitalistas, insertas en el marco creado por un modelo geopolítico global. En Dianchi – Yunan- se afectaron tierras por más de 300 km2 bajo la necesaria urgencia que surgía de la necesidad de preparar la lucha contra las URSS, que se convirtieron en un escenario adecuado para la emergencia de conflictos por el mundo rural , herramienta para una remodelación global de la arquitectura de estos paisajes y de las formas de relación biocultural entre las sociedades rurales y los ecosistemas de su entorno. 27 “…The great haste with which Third Front projects were initiated meant that in most cases desing and preparatory work were inadequate or non-existent. Nearly every project about which we have information ran into substantial additional costs and delays because preparatory work…” Naughton, Ibidem pp. 168 28 Judith SHAPIRO (2001) Mao`s War agains Nature. Politics and the Environment in Revolutionary China. New York, Cambridge University Press. 147 Las consecuencias fueron la contaminación a gran escala, la pérdida de vida en los cursos fluviales con la alteración de las propias contradicciones del capitalismo y del socialismo 29 , tanto la brecha abierta a lo largo del siglo XX entre renta salarial y renta empresarial generando una sustainabilty gap en el ámbito de la pobreza ampliada (primera contradicción del capitalismo según O`Connor), así como un segunda contradicción que condena al abismo al capitalismo –y reitero al socialismo en formas más diversas- para con la destrucción por contaminación o despojo de las propias bases biofísicas de la producción de bienes. Uno de los ejemplos más considerados y validados ,ya citado con anterioridad, es el de Panzhihua, situada en la confluencia del río Jinsha y Yalong, 800 kms al sur de Chengdu, con un alto valor geológico descubierto desde las primeras expediciones de los años 30 del siglo XX que permitió alumbrar su alto valor que reside en los minerales pesados y raros. En los años 50, Mao intuyó su valor como lugar idóneo para situar nuevas áreas industriales, dado que había más de 47 diferentes tipos de minerales, metales raros, carbón, antracita, casi 70% del total de vanadio de China y 93% del total de titanio. La construcción de la ciudad como residente de un proceso industrial se retomó en 1965 para resituar la producción industrial 30 Ese mismo año, la llegada de 50000 trabajadores marcaron el inicio de tensiones interétnicas con el territorio de la minoría Yi, frente a la “invasi n” Han, envueltos en una irracionalidad productivista (Bu Xiang Die, Bu Xiang Ma, Bu Chu Tie, Bu Hui Jia, No pienses en el padre, no pienses en la madre, hasta que no produzcas acero no retornes a casa). El primer entramado industrial (Nongnonping) se instaló sobre una extensión algo superior a 2.5 km2, entre tres zonas montañosas justo al lado del río Jinsha. El proceso de desestructuración territorial arrancó de la mano de la Revolución Cultural, bajo el principio radical del dominio de los trabajadores sobre los técnicos-conocimiento experto. El dominio del conocimiento no experto y también poco conocedor del territorio –saber no situado culturalmente- apostó por hacer colusión con el conocimiento político dirigido desde la praxis productiva, por unos trabajadores que asumieron todo el ámbito de toma de decisiones sobre la producción en todas sus esferas. Pero los resultados de este empeño, sobrepuesto a las propias condiciones 29 James O`CONNOR (1997): "What is Environmental History? Why Environmental History?" en Capitalism, Nature and Socialism, Vol 8, nº 2, June 1997, Guilford Publications, Santa Cruz,C.A. USA, págs. 3-29 (trad. española: "Qué es la Historia Ecológica, Por qué la Historia Ecológica" en Ecología Política nº 14, C.I.P./ICARIA, Madrid, pp.114-131. 30 Sichuansberg, Panzhihuashi zhi biancuan weihuanhui (1994) Panzhihua City Record, Shichuan kexue jishu chubnasche, Chengdu 148 ambientales del territorio, tuvo consecuencias desastrosas, con tasas de mortalidad en el trabajo superior al 5.40% en el período 1963-75 31. Trabajadores del acero llegados desde Angang y Wingang, arribados allí desde zonas de Wuhan para ser entrenados en este proceso de trabajo con el fin de ser luego relocalizados en el proyecto Nongnonping, fueron los “soldados” del empeño personal de Mao por convertir este proyecto en el líder de la nueva frontera geopolítica y social, más allá del rechazo social al mismo32. Una ciudad creada de la nada, orientada al producción de una población convertida en deux ex machina bajo el impulso político, masculinizado en su conformación de género y con un fuerte ataque a las minorías étnicas existentes. Algunos datos; en 1965 más de 80000 personas llegaron mediante procesos de inmigración, y en el período 1965-71 fueron más de 373000 personas con un incremento porcentual de más del 263%, con una población masculina – como ya antes indicaba de forma general- del 62%, alcanzando en el período 1970 más del 70% . A la altura de 1960, el EPL en su Unidad 7659, culminó la construcción del ferrocarril Chengdu-Kunming, herramienta que abría al “desarrollo” el suroeste de China, empleando para ello más de 300000 trabajadores y excavando más de 420 túneles para un total de 340 kms y un coste total de 3.3 billones de yuanes (doble del coste normal de construcción). 33 Los costes ambientales fueron inconmensurables, con altísimos niveles de polución aérea, con la inversión en marcadores de temperaturas diarias y en el ciclo diurno-nocturno. En el monitoreo ambiental de 1975, la emisión de partículas al aire se cifró en 2197.5 miligramos por metro cúbico (218 veces el máximo nacional recomendado). De igual manera, la contaminación de aguas fue muy intensa, máxime en una zona, la del río Jinsha, con más de 400 factorías y más de un 3% de la población con enfermedades respiratorias severas. De igual manera, la contaminación de suelos por metales pesados en los suelos y su pérdida para 31 Sichuansberg, op. cit. pp. 131 “…A huge group of steelworkers came from Angang in 1969. Of course, no one wanted to come. But in those days it was imposible tos ay how you really felt. Baut Mao said he couldn´t sleep at night, that was because of the international situation with the Soviet Union, India, US and Japan… )(… In fact, building the railroad or producing Steel in Panzhihua wasn`t going to give him any sleep. It was all for political considerations, nothing else…” Shapiro, (2005), op. cit. pp. 80 33 Naughton, B. (1988) “The Third Front: Defence industrialization in the Chinese interior” en China Quaterly, vol. 115 pp. 351-386. 32 149 usos agrarios fue muy alta, acompañado de procesos de deforestación que escaló los montes circundantes hasta los 1500 m, son sólo algunos de los ejemples de la dispersión industrializadora, que fue un paradigma a escala nacional por mucho tiempo34. “El desierto ambiental” construido desde este modelo perdur hasta hoy, ahora dinamizado con las ansias más recientes de convertirlo en destino turístico, algo para lo que el monitorio y la restauración ambiental se ha convertido en un requerimiento ético y social. En estos momentos, el paisaje aparece como una ciudad marcada por la presencia del pantano Ertam, el más alto de China hasta la Presa de las Tres Gargantas (240 ms de altura de vaso de almacenamiento) y el tercer más alto de Asia. Muchas de las industrias fueron y son ineficientes e impracticables. Con el Plan de 1985 se adoptaron medidas de resolución sobre los problemas generados por este aparato industrial “fosilizado”, con una nueva deslocalización de 121 unidades de producción, con una población pauperizada aunque con altos niveles de producción industrial 35. Tras la visita de Nixon en 1972 y en el contexto del giro en geopolítica de China, el slogan “prepararse para la guerra” fue sustituido por “seize revolution, promote production promote work, promote war preparation” 36 , rechazando la “guerra a la naturaleza”, una idea que se abandon a la vez que se abrazaba un nuevo credo ambientalista con la presencia de China en la Conferencia de Naciones Unidas en Estocolmo (1972), girando la mirada culpabilizadora sobre las consecuencias ambientales del desarrollo, ahora no sólo imputables al modelo capitalista. Se promulgaron los primeros resultados desde principios como “el que contamina, paga”, bajo la promoci n de principios desde el Consejo de Estado 37. El esfuerzo en procesos de reparación medioambiental y en generación de una mejor conciliación entre desarrollo, bienestar social y población en expansión, con una fuerte migración hacia zonas urbanas desde lo rural, no ha impedido que las consecuencias de la apuesta industrializadora sigan dejando huella en el territorio. Pero el proyecto Mao supuso detraer inversiones y atenciones desde necesidades básicas hacia la industrialización dispersa interior, con fuertes niveles de coerción y forzamiento social y personal –incluso ideológico 34 G. QU y J. LI. (1994) Population and Environment in China. Boulder, Colorado, Lynne Rienner Pub. H. LIANG y Judith SHAPIRO (1986) After the Nightmare: A survivor of the Cultural Revolution Reports on China Today. New York. Alfred A. Knopf 36 W. ZHANG y LI (eds, 1998) Koubao yu Zhongguo. Zhonggong dangshi chubanshe, Beijing. 37 J. XIE (1999) “Humanity and Nature. review of development and environmental degradation of Contemporary China” en www.chinaenviro.net. 35 150 como hemos expresado con anterioridad- guiado por la agenda de una supuesta seguridad nacional. Conclusiones Esta mirada de forma focalizada e intuitiva nos permite marcar una senda de trabajo hacia el futuro que ensambla nuevas apuestas epistemológicas aplicadas al estudio de realidades asiáticas. La idea planteada nos enfoca hacia la coincidente realidad del modelo propuesto por Mao para industrialización diversificada, desde un imperativo de geopolítica nacional, en el que la naturaleza y los seres humanos fueron sometidos a un intenso proceso de colonialidad. Esta colonialidad, despojada del discurso colonizador propio de los enfoques tradicionales, se nos escenifica en tres elementos. El primero de ellos es la forma de poder estatal, coercitivo en cuanto que los proyectos forzaron tanto la dinámica de la naturaleza –entendida como mero objeto de apropiación antrópica- como de las poblaciones sometidas a prácticas coercitivas para prestar su fuerza de trabajo masiva al éxito del modelo. Poder Estatal colonizante de cuerpos y saberes comunitarios con intensos procesos de migración o movilización de personas que fueron también objetivizados en el marco de una nueva estrategia de estado La segunda es la colonialidad de los seres, masas de trabajadores movilizados, despojados de raíces y saberes territoriales, empujados a otros territorios en los que se acentuaron los conflictos interétnicos –aspecto no abordado en este artículo-. Hegemonías raciales, sexuales y de género que marcaron un panorama de una sociedad construida ex novo para un fin delimitado por los intereses de la seguridad estatal. En tercer lugar, el sujeto ausente de cualquier sentido racional fue la naturaleza antropizada. Con todo este proceso de relocalización de las formas de producción se incrementaron los niveles de extracción de materias primas y energía, aumentando la generación de residuos y la contaminación de la tierra, agua y aire de la zona. Extracción y depósito fueron las lógicas de un metabolismo social 38 asentado en la insustentabilidad local y global, con altos niveles de irradiación de injusticia socioambiental hacia territorios cercanos. 38 Manuel GONZALEZ DE MOLINA y Victor TOLEDO (2014) The Social Metabolism. A SocioEcological Theory of Historical Change, Londres, Springer International Publishing. 151 Estos tres elementos resumidos nos permiten formular, como hipótesis de trabajo inicial, que disponemos de herramientas epistemológicas para afirmar que hubo una continuidad de las formas de sujeción colonial de estos territorios, perviviendo y adaptando inercias de la producción en masa sujetas e impresas en el modelo de capitalización de la naturaleza, acaecido en la historia del siglo XIX y XX como vector de continuidad histórica. Es sólo un ejercicio pero con toda la experiencia acumulada en proyectos de investigación en el curso de esta nueva dimensión epistemológica desde América Latina, la viabilidad de estas propuestas van a permitir una relectura de procesos históricos del mundo asiático, y en concreto del caso de China para una más poliédrica comprensión de los cambios en el tiempo contemporáneo. 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Al percibirse como una amenaza a la situación mantenida desde tiempo atrás, el Consulado no perdió tiempo en desplegar todos sus recursos para tratar de salvaguardar sus prerrogativas para con la negociación transpacífica. La Real Cédula de creación de la Compañía mantenía esta ruta y el comercio con la Nueva España en manos de los cargadores del Galeón. Así, en el artículo 43 de la Cédula fundacional leemos: “permito igualmente á los vecinos de las Islas, que sigan por ahora el comercio con Nueva España en la Nao que cada año viene á Acapulco; y prohibo severamente á la Compañía y sus Dependientes tomar el menor interes directo, ni indirecto en dicha Nao, 1 Referimos aquí a Schurz, quien afirma que “the secular galleon traffic with merica […] was already noticeably on the wane, but its accelerated decline in the second half of the eighteenth century was laid to the competition of the company” (SCHURZ, 1920, 506-508). Encontramos otro ejemplo de esta postura en Martínez Shaw, quien por su parte afirma que “la irrupci n de la Compañía en el mercado novohispano entrañó una cierta pérdida de interés en la ruta entre Manila y Acapulco por parte de los mercaderes de México y de Filipinas integrados en el tradicional sistema comercial transpacífico.” (MARTÍNEZ SHAW, 2007, 49). 155 Universidad de Castilla~La Mancha Departamento de Historia. Área de Historia Contemporánea Edificio Benjamín Palencia | Campus Universitario s/n | 02071 Albacete Email: [email protected] | www.ahistcon.org | de la que podrá solamente valerse, para que á su regreso se la lleven la grana y frutos que convinieren á sus negociaciones, y hubiere adquirido en la Nueva España con los efectos y expediciones á ella, entendiéndose la remision por aquella via sin perjuicio de los vecinos y naturales de Filipinas en el buque del Galeon para sus retornos, ni privilegio en la Compañía para no pagar fletes y derechos que se causen, ó puedan causar en Acapulco, á excepcion del importe de las acciones que pongan los habitantes de aquel Reyno en la Compañía, que irá libre de todos á Filipinas”.2 No sólo se mantenía de esta forma el comercio de la Nao, sino que además el tráfico directo entre Asia y América quedaba prohibido para los navíos de la Real Compañía. Los cargadores del Galeón, siempre tratando de aumentar sus privilegios y de reforzar su posición dominante dentro del panorama económico filipino se centraron siempre en el ámbito general de la empresa que, para ellos, iba a ser su más dura competidora. En la Nueva Real Cédula de la Compañía de Filipinas de 1803 se continuaban manteniendo estas cláusulas que protegían los intereses del Consulado de Manila en la negociación transpacífica, tal y como queda establecido en el artículo 37 de la misma. 3 A esta disposici n se le añadi el artículo 38, en el que se establecía que “podrá valerse la Compañía de la Nao para que á su regreso la conduzca á Manila los caudales que tuviese acopiados en Nueva España, los quales irán libres de derechos, como se previene en el artículo 62”.4 Así pues mediante estos dos artículos quedaba protegido, el comercio del Galeón. La Real Compañía de Filipinas sería la que, viendo dónde se encontraba el mayor lucro posible, solicitaría de forma continua que se le concediese el permiso de comerciar directamente entre Asia y América, como de hecho se le concedió en 1793 para tiempo de guerra, y en 1815 permanentemente. Estas ideas planteadas ya por los comerciantes filipinos sobre la competencia que les hacía la Compañía creemos que fueron recogidas por primera vez en la obra de Schurz, y lo mismo podríamos decir sobre la idea de la decadencia del tráfico del Galeón en la segunda mitad del siglo XVIII. De esta forma, en su artículo sobre la Real Compañía, afirma que 2 Archivo General de la Nación de México (AGNM en adelante), Filipinas, vol. 61: Real Cédula de Erección de la Compañía de Filipinas de 10 de marzo de 1785, Joaquín Ibarra, Madrid, 1785. 3 Archivo General de Indias (AGI en adelante), Filipinas, vol. 990: Nueva Real Cédula de la Compañía de Filipinas de 12 de julio de 1803, Imprenta de la Viuda de Ibarra, Madrid, 1803. 4 Ibidem. 156 “the secular galleon traffic with merica […] was already noticeably on the wane, but its accelerated decline in the second half of the eighteenth century was laid to the competition of the company. […] The fears of the islanders were in fact realized, and one of the most important causes contributin to the ultimate ruin of their traditional commerce was the Royal Philippine Company” (SCHURZ, 1920, 506-508). Estas afirmaciones, recogidas en gran medida por la historiografía posterior, fueron las que asentaron la extendida idea de su certeza. Ahora bien, también existen trabajos que no coinciden con estos planteamientos. Por ejemplo, podemos citar la investigación de Valdés Lakowsky, quien, pese a que llega a afirmar que “la historia de los últimos años de la Nao presenta, además de la competencia que para ella representó la fundación de la Real Compañía de Filipinas, un constante debate entablado con la Corona para obtener mayores cantidades de plata y exenci n de impuestos” (V LDÉS L KOWSKY, 1987, 213), también se da cuenta de que “pocos barcos de la Compañía comerciaron en los puertos de la Nueva España” (V LDÉS LAKOWSKY, 1987, 172). Por eso mismo, dice también que “difícilmente podemos afirmar aquí si las operaciones de la Compañía perjudicaron el comercio de Manila y la Nueva España, pero el hecho de que el número de naos que arribaron a Acapulco sea mayor que el número de navíos de la Compañía pudiera ser un indicador de la preeminencia, por lo menos en la ruta transpacífica del comercio tradicional de las naos” (V LDÉS L KOWSKY, 1987, 176). Barrón Soto, en su Tesis sobre la Real Compañía de Filipinas y la Nueva España (BARRÓN SOTO, 1975), carece en gran medida de la variedad de fuentes documentales que habrían complementado y hecho más rica su investigación. Basándose en gran medida en el esquema seguido por Díaz-Trechuelo Spínola en su estudio sobre la empresa peninsular (DÍAZTRECHUELO SPÍNOLA, 1965), aporta algunas series de datos interesantes sobre los envíos de numerario desde el virreinato novohispano hacia el archipiélago filipino. Siguiendo con la idea de la supuesta competencia de la Compañía con el comercio de la Nao, se podría llegar a pensar que esta competencia se produjo de forma directa por comerciar con los mismos productos en un mismo territorio, en este caso la Nueva España. Por otra parte, también podría tratarse de una competencia indirecta, que podría haberse establecido por utilizar la Compañía de Filipinas el registro de retorno del Galeón para enviar la plata a Filipinas para continuar con su negociación en Cantón. También dentro de esta competencia indirecta, podría 157 haber ocurrido que se hubiesen encarecido los precios de los productos asiáticos en Manila por la mayor concurrencia de compradores (cargadores de la Nao y Factores de la Compañía), o incluso que la subida de los precios no se diese en Manila sino en el origen, es decir, en Cantón o la India, por la mayor demanda que había de ellos tanto allí como en el resto de mercados internacionales del sudeste asiático. La última opción que quedaría por investigar sería si la afluencia de géneros asiáticos en toda América del Sur llevados por la Real Compañía habría tenido algún impacto en el tráfico transpacífico en general. En estas páginas nos centraremos más en el comercio de la Real Compañía entre Nueva España, Filipinas y China que en esta competencia indirecta, de la que hablaremos de forma más superficial. El comercio de la Real Compañía con la Nueva España La Real Cédula de 10 de marzo de 1785 estableció una prohibición tajante a la Compañía de Filipinas en cuanto a comerciar con América directamente desde Asia. Todas las mercancías debían pasar primero por la península, y luego ser reenviadas a las colonias. La empresa sí que estaba autorizada para cargar y descargar mercancías en los territorios americanos, que luego podrían proseguir su tránsito hacia Asia, si era el caso. En cuanto a la Nueva España, se establecieron algunas cláusulas adicionales para la Compañía. Al hacerse la ruta del virreinato a Filipinas a través del Galeón, se dispuso en 1785 que la Compañía podría sacar productos novohispanos en él, siempre y cuando no se entorpeciesen los registros de los cargadores del Galeón. Así pues, nos encontramos con que el único puerto al que podía acceder la Real Compañía para importar productos en América Central era el de Veracruz, teniendo dos posibles puertos de salida, ese mismo y el de Acapulco, aunque en este último sólo podría enviar géneros fletando espacio en las Naos. El mercado novohispano no fue uno de los objetivos prioritarios de la empresa, pues la presencia de los cargamentos de géneros asiáticos que llegaban anualmente en el Galeón entorpecía en gran medida la posible venta de esos mismos géneros que llevase, y más teniendo en cuenta que no gozaba de privilegios para el tráfico con América. En cualquier caso, sí que se produjo cierto movimiento de mercancías hacia la colonia. Sin hacer uso en un principio del permiso para enviar a la Nueva España 800 toneladas anuales de géneros desde la península que tenía concedido por el artículo 25 de la Real Cédula de su creación, hasta 1789 se habían enviado géneros por valor de 452.406 pesos. De esas remesas, sólo se realizaron ventas por valor de 72.046 pesos, que arrojaron un beneficio de 158 10.050 pesos (casi un 14%), quedando en total mercancías valoradas en 390.410 pesos en los almacenes de la Ciudad de México y Veracruz. Según Díaz-Trechuelo, el elevado número de existencias en 1789 habría hecho que la Compañía desistiese de sus envíos a la colonia hasta 1796 (DÍAZ-TRECHUELO SPÍNOLA, 1965, 216). Ahora bien, hasta esta fecha se hicieron varios, según se desprende de la documentación consultada. Para 1793 se habían hecho dos remesas a Veracruz, una de aguardiente valorada en 2.267 pesos y otra de géneros asiáticos por valor de 3.538 pesos. Las ventas en el puerto del Caribe ascendieron a 207.131 pesos, arrojando un beneficio de 46.143 pesos (un 22%), quedando unas existencias por valor de 138.033 pesos. En cuanto a la capital, las remesas habían sido en cinco navíos particulares que habían salido de Cádiz, por un total de 174.409 pesos, efectuándose ventas por valor de 77.400 pesos, que arrojaron una ganancia de 6.695 pesos, quedando unos remanentes de 122.119 pesos. Por último, en la expedición del San Andrés de 1791 los Directores de la Compañía en Manila enviaron 39 bultos de efectos europeos rezagados en la capital filipina desde las primeras expediciones a las islas, bastante deteriorados e invendibles allí, valorados en 27.115 pesos pero que se vendieron tan sólo por 16.902 pesos.5 La negociación con la Nueva España a comienzos de 1793 se redujo a un total de 207.329 pesos en los envíos y 301.433 las ventas, que arrojaron un beneficio de 63.051 pesos (casi un 21%), quedando almacenadas mercancías por valor de 260.152 pesos. Por tanto, se habían conseguido reducir las existencias que había en 1789 en un tercio. Estas permanentes existencias de la Compañía en las ciudades en que negociaba, tanto en la Nueva España como en la península y en el resto de sus almacenes repartidos por el mundo, al igual que los géneros rezagados por invendibles en los lugares a los que se destinaban, fueron un continuo en la negociación de la empresa. En 1793, después de que la Junta de Gobierno de la Compañía hubiese elevado sus solicitudes de mejoras y nuevos privilegios al monarca, el 10 de marzo,6 le fue otorgado el permiso para poder participar en el comercio de la Nao como un vecino más de Manila, aunque limitado a tiempo de guerra. Esta nueva disposición contravenía en gran medida lo acordado por la Real Cédula de 1785 en lo que a salvaguardar los intereses de los cargadores del Galeón se refería, por lo que de inmediato se elevaron las correspondientes quejas por parte del Consulado y sus representantes. Pronto se dio marcha atrás y por la Real Orden de 20 de julio 5 AGNM, Correspondencia de Virreyes (1ª Serie), vol. 162 exp. 635. AGI, Filipinas, vol. 984: Relacion, y acuerdos de la ultima sesion de la Junta Gral. de Accionistas de la Compa. de Filipinas, celebrada el 16 de Julio de 1793. 6 AGI, Filipinas, vol. 990. 159 del mismo año7 se anulaba el nuevo privilegio para cargar en la Nao, por lo que ni siquiera dio tiempo a la Compañía a empezar a disfrutar de esta conesión. A cambio, se le dio la libertad de poder enviar sus naves directamente desde Asia a los puertos de América del Sur en tiempo de guerra, buena compensación si tenemos en cuenta que ésta era una de las mayores reclamaciones de la Compañía, y que le produciría buena parte de sus beneficios. De cualquier forma, a lo largo de 1793 y 1794 en tres embarcaciones de particulares se remitieron a Veracruz registros de géneros asiáticos por valor de 44.352 pesos y 2.061 pesos en mercancía europea, y a la capital virreinal, productos asiáticos valorados en 177.947 pesos, lo que hacía un total de 224.362 pesos en envíos a la Nueva España. Las ventas efectuadas ascendieron a 369.379 pesos, con un beneficio de 19.209 pesos (poco más de un 5%). La baja rentabilidad de estas ventas se debió, en palabras de la propia Junta de Gobierno, a que “una parte de [los] efectos asiaticos en Mexico que sobre ser de dificil venta se hallaban mui deteriorados”.8 En 1795 se enviaron desde Cádiz algunos rezagos de géneros asiáticos que había resultado imposible vender en la península, partida por valor de 47.964 pesos. Éstos géneros, junto con las existencias que había almacenadas en Veracruz a las que nos acabamos de referir, que estaban deterioradas y no iban a poder venderse en el puerto caribeño, se enviaron a la capital, juntando en su totalidad mercancías por valor de 115.556 pesos. Gran parte de las mismas consiguieron venderse, aunque con una pérdida de 17.065 pesos, debida en gran medida a “la mala calidad y peor gusto de los referidos efectos siaticos”.9 Al año siguiente la fragata particular Vascongada, que llevaba de parte de la Real Compañía géneros asiáticos que tampoco se habían podido vender en la península por valor de 24.196 pesos, fue apresada por los ingleses.10 No se produjo la venta de estos géneros, que fueron cobrados a la aseguradora, obteniendo la Compañía 34.253 pesos. Se envió también ese año una pequeña partida de tejidos peninsulares que imitaban los de producción inglesa, a modo de prueba, por valor de 1.576 pesos. Las ventas durante 1796 fueron por valor de 34.485 pesos, obteniéndose una ganancia de 10.039 pesos (casi un 30%), a la que, si sumamos lo recibido por el incidente de la Vascongada, nos da un total de beneficios de 44.292 pesos. Las existencias de géneros en los almacenes de la Compañía en la capital y en Veracruz se redujeron a 69.579 pesos. 7 AGI, Filipinas, vol. 990. AGI, Filipinas, vol. 982: Acuerdos de la Junta general de la Rl. Compañia de Filipinas celebrada en 12 de Marzo de 1795; con insercion de los documentos que se citan. 9 AGI, Filipinas, vol. 982: Acuerdos de la Junta general de la Rl. Compañia de Filipinas celebrada en 17 de Agosto de 1796. 10 AGI, Filipinas, vol. 989B: Junta general de Accionistas de la Rl. Compa. de Filipinas de 30 de Agosto de 1797. 8 160 No se volvería a realizar un envío de géneros desde la península hasta 1800. No obstante, durante 1797 y 1798 las ventas de las existencias almacenadas tanto en Veracruz como en la Ciudad de México fueron por unos 60.000 pesos, que produjeron una utilidad de 9.162 pesos.11 De esta forma, las existencias que tenía la empresa en el puerto se vendieron totalmente, y en la capital sólo quedaron géneros por valor de 3.188 pesos. Que se vendiesen los remanentes atrasados en la Nueva España no significaba que ocurriese lo mismo en otros almacenes de la Compañía. En Manila siempre se mantuvo una considerable provisión de géneros de las tres procedencias posibles (nacionales, europeos y asiáticos), por ser un punto de redistribución esencial dentro del entramado internacional de la empresa. Para finales de la década de 1790 esta situación llegó a ser ciertamente preocupante. Así pues, se solicitó y se consiguió por Real Orden de 6 de marzo de 179812 el permiso para despachar de la capital filipina a Acapulco buena parte de las mercancías europeas que habían quedado en el archipiélago, pues resultaban imposibles de vender allí. Eran productos rechazados en otro lugar los que se llevan a la Nueva España, con el lógico descenso en el rendimiento que pudiesen tener. Ignoramos por el momento si este permiso llegó a utilizarse, pues la expedición que partió en 1798 de Manila, la del San Andrés, se perdió; la del año siguiente del San Fernando (Magallanes) llegó de arribada; y en la del San Rafael (Comercio de Manila) de 1800 no aparece reflejada ninguna partida con estas características. Al tener pocos géneros en la Nueva España, en 1800 se enviaron dos registros en sendos navíos, uno de la Compañía y otro particular. El San Fernando, construido por la Compañía y en su primer viaje, transportaba a Veracruz un cargamento de mercancías asiáticas valoradas en 34.302 pesos; el Acteon, de un comerciante de San Sebastián, llevaba alrededor de 12.000 pesos de la misma clase de géneros de parte de la empresa.13 Ambas naves fueron apresadas por los ingleses, perdiéndose ambos cargamentos, pues, en principio, no estaban asegurados, o al menos no se refleja este dato en la documentación consultada. Junto con la Vascongada son tres los envíos de la Compañía a la Nueva España que fueron apresados por los ingleses, con lo que desde 1795 no se habían recibido casi surtidos en el virreinato. O, lo que es lo mismo, no podía ofrecerse un producto inexistente al mercado objetivo, por lo demás surtido a través del Galeón. Para tratar de solucionar esta situación, y habiendo recibido en la península los cargamentos que se habían tenido que poner en tierra en Tenerife con motivo de la guerra contra 11 AGI, Ultramar, vol. 639, Exposicion de la Junta de gobierno de la Rl. Compñia de Filipinas á la General de Accionistas celebrada el dia 18 de Octubre de 1800 presidida por la misma Junta de gobierno y ambas por el Excmo. Sor. Dn. Miguel Cayetano Soler Secretario de Estado, y del Despacho universal de Hacienda de España é Yndias. 12 AGNM, Correspondencia de Virreyes (1ª Serie), vol. 192 exp. 95. AGI, Filipinas, vol. 990. 13 AGI, Ultramar, vol. 639: Exposición de la Junta de Gobierno de la Real Compañía de Filipinas a la Junta General de Accionistas celebrada el día 23 de junio de 1803. 161 Inglaterra, que eran cuantiosos, se decidió enviar desde Cádiz al virreinato en 1801 seis partidas de géneros asiáticos en buques particulares. La suma total de estos registros ascendió a 686.433 pesos, destinados tanto a Veracruz como a la capital. Estas existencias habrían sido suficientes para mantener un volumen de negocio estable por unos años, pero vino a añadirse la carga de un navío que hacia el viaje de Manila a Lima. El San Francisco Javier (Filipino)14 llegó de arribada a San Blas. Por su mal estado, se decidió descargar su carga completa, y con permiso del Virrey ésta se llevó a la Ciudad de México para ser allí vendida. El cargamento, valorado en 422.997 pesos, se sumó a los géneros acopiados en el virreinato, con lo que la totalidad de mercancías asiáticas propiedad de la Compañía en la Nueva España era en dicho momento de 1.109.430 pesos. La Real Orden de 11 de mayo de 180715 dejó claro que el permiso especial otorgado para llevar el registro del navío a la capital no debía repetirse, pero la Real Orden de 26 de junio siguiente,16 al menos, le perdonó el pago del derecho de internamiento, teniendo que pagar sólo los mismos derechos que el Galeón. Por si no fuese suficiente con las remesas llegadas a la Nueva España durante 1802, a lo largo de 1803 y 180417 se continuaron enviando cargamentos de géneros asiáticos al virreinato en un total de 16 registros en embarcaciones particulares, que en conjunto sumaban 686.400 pesos. Con esto, la Compañía en sólo tres años envió géneros por valor de 1.795.830 pesos. Las ventas realizadas de casi las tres cuartas partes de ellos se efectuaron por 1.927.478 pesos, con un beneficio de 226.808 pesos (cerca del 12%). A principios de 1805 quedaban existencias almacenadas por valor de medio millón de pesos. Es de destacar que este período de poco más de tres años fue en el que la Compañía realizó su mayor movimiento comercial en relación con el virreinato, pese a no obtener unos beneficios en exceso elevados, pero que no se repetirá. No obstante, las ventas de los efectos asiáticos que se habían llevado sí que continuaron, llegando a principios de 1806 a la suma total de 223.598 pesos, que dieron una ganancia de 63.318 pesos.18 El número de existencias descendió hasta los 108.074 pesos para entonces. En 1808 se envió un registro de tejidos nacionales por valor de 63.600 pesos; en cuanto a las mercancías asiáticas, nunca se volvió a hacer ningún envío. La ocupación de la península por los franceses, al igual que ocurrió con el comercio de la Compañía en general, paralizó 14 AGNM, Correspondencia de Virreyes (1ª Serie), vol. 205 exp. 396. AGNM, Correspondencia de Virreyes (1ª Serie), vol. 233 exp. 1295. 16 AGNM, Filipinas, vol. 22. 17 AGI, Filipinas, vol. 991: Junta General de Accionistas de la Rl. Compa. De Filipinas celebrada en 23,, de Diciembre de 1805. 18 AGI, Filipinas, vol. 991: Junta general de Accionistas de la Rl. Compa. De Filipinas celebrada en 24,, de Julio de 1807. 15 162 también el de la empresa con la Nueva España.19 Con el cambio en las alianzas, ahora a favor de los británicos, la Compañía obtuvo un permiso especial por Real Orden de 20 de mayo de 180920 para poder enviar una expedición desde Inglaterra a Veracruz, en barco con bandera inglesa, de géneros tanto asiáticos como europeos, incluso productos de algodón. Además, para esta ocasión la Compañía podría llevar de regreso a Europa la totalidad del producto de la venta así como un millón de pesos adicional, para tratar de avivar la negociación europea de la empresa. Pese a estas ventajas, no llegó a producirse esta travesía, que podría haber ayudado en parte a mitigar el estado en el que estaba entrando la empresa. De cualquier forma, entre 1808 y 1813 se vendieron la totalidad de géneros almacenados en el virreinato, tanto nacionales como extranjeros, por 225.945 pesos, que arrojaron un beneficio de 58.699 pesos. Ahora bien, con la recuperación de sus privilegios después del retorno al trono de Fernando VII, la Real Compañía se vio en una situación complicada para con la Nueva España, pues no le resultó nada fácil el tratar de avivar aquel comercio que tanto había solicitado, y fue por motivo del comercio transpacífico post-Galeón en navíos particulares. Dijo la Junta de Gobierno que una vez “suprimida la Nao, que desde Filipinas se despachaba anualmte. á capulco, y libre el comercio de Manila para hacer espediciones á Nueva España por el valor que estuvo señalado a aquel, permiso especial, la Compañía debió renunciar no solo á las remesas de artículos asiáticos, que ántes hacia á Veracruz, sino tambien al pedido de los géneros mas aparentes para los mercados de Nueva-España”.21 Es decir, con la supresión del Galeón, al que a duras penas podía hacer la competencia en el mercado novohispano, la Real Compañía ya perdió del todo la esperanza de poder realizar ventas en el virreinato, no ya sólo de géneros asiáticos, sino incluso de mercancía nacional y extranjera de procedencia europea. El tráfico tradicional del Galeón, ya disuelto, se continuó llevando a cabo por los comerciantes filipinos en sus propias embarcaciones. Es así como a mediados de 1817 la Compañía de Filipinas realizó un envío a Veracruz de una partida de tejidos ingleses, que llevaban sin venderse en la península varios años, valorada en 11.387 pesos. Junto con las escasas existencias en los almacenes mexicanos, el monto total de 19 AGI, Filipinas, vol. 993: Exposición de la Junta de gobierno de la Rl. Compañia de Filipinas á la general de Accionistas en 10 de marzo de 1815. 20 AGNM, Correspondencia de Virreyes (1ª Serie), vol. 242 exps. 14 y 166; Marina, vol. 173; Reales Cédulas Originales, vol. 201 exps. 97 y 274. 21 AGI, Filipinas, vol. 993: Exposición de la Junta de Gobierno de la Real Compañía de Filipinas a la Junta General de Accionistas celebrada el día 17 de julio de 1818. 163 mercancías de la Compañía por vender era de 15.817 pesos, que en 1820 seguían intactos.22 Con la llegada de la Independencia de México, toda relación comercial de la Compañía con la antigua colonia cesó, y más con los reveses sufridos al serle arrebatados todos sus privilegios de comercio. Recapitulando, hemos visto la totalidad de las remesas de géneros de la Real Compañía de Filipinas tanto desde la península como desde el archipiélago a la Nueva España. Los registros de géneros asiáticos, enviados entre 1787 y 1806, ascendieron a un valor total de 2.723.562 pesos; los géneros nacionales, remitidos entre 1791 y 1812, a 67.443 pesos; y los géneros ingleses, enviados entre 1793 y 1818, a 13.448 pesos. Los tres tipos juntos sumaron un total de 2.804.453 pesos. Durante el mismo período, entre 1785 y 1815, los comerciantes filipinos enviaron a la Nueva España únicamente en géneros asiáticos registros por valor de 11.163.592 pesos, más del cuádruple de lo remitido por la empresa privilegiada. En cuanto a las ventas de la Real Compañía, efectuadas todas entre 1787 y 1814, produjeron un total de 3.270.701 pesos, lo que supondría un beneficio de 466.248 pesos, es decir, poco más de un 14%. Las ventas por parte de los cargadores del Galeón permitieron que se enviase como beneficio de su comercio un total de 24.464.779 pesos, lo que supone unos beneficios del 119%. Estas ganancias de un 14% de la empresa peninsular, si las repartimos entre los 35 años del período que hemos reflejado, dejan para la Real Compañía un beneficio anual de 13.321 pesos, muy poco si se compara con otras negociaciones más rentables de la empresa. El único período realmente fértil de la negociación de la Real Compañía con la Nueva España fue el de 1801 a 1805. Tres grandes registros enviados en poco tiempo, que juntos formaban más del 65% del volumen total de remesas al virreinato, produjeron en esos años casi dos millones y medio en ventas. Ese sería el único momento en el que la empresa podría haber supuesto una competencia contra el tráfico tradicional del Galeón. Aún así, las expediciones de la Nao se sucedieron todos los años sin interrupción, y la única travesía en la que no se celebró feria fue la del Rey Carlos de 1801. Desde la creación de la Compañía hasta 1806, el único año en que no se envió expedición desde Manila fue 1788; el resto de años en que no llegó Nao a Acapulco no fue por decisión de los cargadores, sino por causas ajenas a ellos (naufragios o arribadas). 22 AGI, Filipinas, vol. 994: Exposición de la Junta de gobierno de la Real Compañía de Filipinas a la Junta General de Accionistas celebrada el día 28 de enero de 1820. También Junta General de Accionistas de la Compañía de Filipinas, celebrada en 16 de diciembre de 1820, Imprenta de D.M. Repullés, Madrid, 1820. 164 Así pues, puede que en un principio el tráfico de la Real Compañía afectase al del Galeón, pues manejaron ambas los mismos artículos asiáticos para un mercado quizá no tan amplio como necesitarían. Pero, exceptuando ese breve espacio de cinco años a principios del siglo XIX, durante el resto de tiempo la empresa privilegiada no fue rival para el comercio de la Nao. Tengamos en cuenta el tipo de mercancías, pues las que llegaban de Manila habían sido adquiridas hacía poco tiempo y estaban dirigidas a un mercado conocido; las de la Compañía, al principio, habían tenido que dar todo el rodeo de África, habían sido rechazadas en Europa, y llegaban deterioradas. Es por eso que en muchas ocasiones producían pérdidas a la empresa peninsular. Tengamos presente también que la negociación con la Nueva España no fue nunca un objetivo prioritario de la Compañía, y así lo atestigua que ninguna embarcación de su propiedad se dirigiera hacia el virreinato, con excepción de la San Fernando capturada por los ingleses, y la arribada casual de la San Francisco Javier (Filipino). El verdadero interés de la Compañía fueron otros mercados, como el de Perú23 o el propio peninsular; quizá por este motivo se dejase un poco de lado el mercado centroamericano. No en vano, estos eran también centros de poder en los que la capacidad de consumo era muy elevada, y, teniendo en cuenta las dificultades para operar en la Nueva España, se prefirieron siempre estos otros destinos. Así pues, el comercio de la Real Compañía con la Nueva España no supuso una competencia directa al del Galeón de Manila, si exceptuamos el breve período antes mencionado. Durante el resto del tiempo de actuación de ambas empresas en un mismo territorio esta competencia fue, como mucho, muy limitada por parte de la empresa peninsular. En gran medida fue esto posible por el interés en salvaguardar el comercio de la Nao que se ratificó en el artículo 43 de la Real Cédula de 1785 y en el artículo 37 de la de 1803. Puede que se tratase de empezar a minar el monopolio del Galeón desde la metrópoli, como aseguran muchos historiadores al hablar de la apertura del sistema comercial del Imperio, pero, con el “por ahora” que aparece en ambos artículos se mantenía el acceso directo a la Nueva España desde Asia en exclusiva para los cargadores de Manila. Competencia indirecta de la Real Compañía al tráfico del Galeón Pese a que la negociación con el virreinato no fue importante dentro del esquema global de la Compañía, ni representó grandes beneficios a la misma, sí que sirvió como fuente de obtención de plata para la empresa. Las remesas hechas a la Nueva España desde la península y desde Filipinas generaron un volumen de ventas que produjo unas existencias en pesos que eran inmediatamente remitidas a Manila para su inversión en el mercado de Cantón, siempre ávido de este metal, y más aún cuando iba con forma de moneda española. Por otra parte, también 23 Sobre el virreinato peruano, remitimos a Fisher (FISHER, 1993, 1998, 2003, 2006). 165 cierta parte de estas remesas se hicieron a la península, a partir de la Paz de Amiens, cuando las operaciones de la Compañía en Europa requirieron de una mayor afluencia de moneda. Se podría llegar a suponer que la competencia de la Real Compañía hacia el Galeón venía de la preferencia que ésta tenía a la hora de hacer sus envíos de caudales hacia Filipinas, pasando por encima de los cargadores al hacer uso del permiso de embarque. Como ya hemos señalado con anterioridad, la normativa establecida para el comercio con la Nueva España impedía esto. De hecho, en los registros de caudales hacia Manila para el viaje de vuelta del Galeón siempre se especificaba separadamente la cantidad de cada una de las remesas que formaban el envío. Pese a que en ocasiones se establecía solamente una diferenciación binaria entre la plata propiedad de la Real Hacienda y del “Comercio”, después se desglosaban ambos grupos en cada una de las partidas que los conformaban, expresando explícitamente quién, cuánto, en concepto de qué y los impuestos que pagaba cada tanda. Contabilizados aparte del permiso de retorno a las islas, no hemos encontrado hasta la fecha ningún documento que atestigüe que en algún momento se le diese preferencia a la empresa peninsular a la hora de embarcar la plata. Una vez aclarado esto, es preciso hablar de la utilización del Galeón por parte de la Compañía como medio para hacer acopio en Filipinas del numerario suficiente para llevar a cabo las adquisiciones de géneros asiáticos. En fecha tan temprana como fue el 28 de febrero de 1788 la Real Compañía consiguió que se aprobase una Real Orden24 que le permitía embarcar caudales en cualquier embarcación que fuese de las costas del Pacífico americano al archipiélago, aunque especificando que este permiso sólo servía para el producto de las negociaciones que llevase a cabo en las colonias. Un poco más adelante, mediante la Real Orden de 23 de febrero de 179125 en la que se aprobaban las remesas hechas a través de las expediciones del San Andrés (en su retorno de las travesías de 1786 y 1789) y del San José de Gracia (en la de 1787), se volvía a insistir en que estos envíos de plata amonedada por parte de la Real Compañía no afectaban al permiso de los cargadores de Filipinas, siendo aparte de los mismos y pagando un derecho del 2,5%. Ya por último, y a petición de los compromisarios de la empresa en la Nueva España, la Casa de Cossío y la Casa de Yraeta, se obtuvo por Real Orden de 15 de noviembre de 179226 la gracia de tener que presentar solamente una certificación jurada de que la moneda que se enviaba a Filipinas era únicamente producto de las ventas hechas en el virreinato, con lo que, además de reducir los trámites burocráticos para llevarlos a cabo, se abrió la puerta a los envíos de más. Estas disposiciones respaldaron las estrategias comerciales que la empresa mantuvo con respecto a su comercio en Asia. A su vez, 24 AGNM, Filipinas, vol. 27. Ibidem. 26 AGNM, Reales Cédulas Originales, vol. 153 exp. 135. 25 166 sirvieron también para perfilar la línea de actuación de la propia monarquía con respecto a su política colonial al respecto, por lo menos, del comercio entre los diferentes territorios del imperio, de la misma forma que podemos hacer esta lectura en las Cédulas otorgadas a la Real Compañía. Básicamente, el control de la salida de plata desde los puntos de origen y producción fue siempre el principal interés que la administración colonial tuvo, y las disposiciones en favor de la Compañía de Filipinas se mantuvieron dentro de esta línea de actuación. Regresando ya a nuestro tema, en el Cuadro 6.2 aparecen todos los envíos de plata amonedada que la Real Compañía hizo a Filipinas desde la Nueva España. Huelga decir que son todas las remesas que hemos conseguido localizar hasta la fecha, cabiendo una pequeña posibilidad de que sean más. Además, existen una serie de envíos que no aparecen especificados con exactitud ni por embarcación, sino a groso modo para varios años, de los que hablaremos a continuación. El monto total de los envíos de plata por parte de la Real Compañía de Filipinas desde la Nueva España a Filipinas hasta 1807 fue de 2.798.252 pesos.27 Debemos añadir a estas partidas enviadas a Manila varias remesas más, de forma que el total remitido desde la Nueva España en pesos fuertes, bien a la península, bien a Filipinas, entre 1785 y 1820, fue de al menos 4.831.497 pesos. El producto total de las ventas efectuadas en el virreinato durante el mismo período ascendió a un total de 3.270.701 pesos, lo que representa más de un millón y medio de pesos de diferencia entre esta cantidad y el volumen de moneda enviada. Es por esto mismo que afirmamos antes que la aprobación de la Real Orden de 15 de noviembre de 1792 había abierto la puerta a los envíos de plata fruto de otras operaciones diferentes a la venta de géneros, como pudieran ser los préstamos. Las operaciones de la empresa en América Central no permitían este elevado envío de moneda acuñada para proseguir con sus negociaciones en Asia o Europa. Durante un período similar, aunque solamente llegando hasta 1815, los cargadores del Galeón enviaron a Manila como resultado de su negociación en Acapulco 24.464.779 pesos, lo que representa varias veces más que lo remitido de cuenta de la Compañía. Para el caso de la península, como hemos visto, se enviaron en navíos externos a la Real Compañía, pagando el flete correspondiente. Para el caso de Filipinas, se utilizó el Galeón de Manila, y, en pocas ocasiones, las fragatas escolta o los buques de servicio del apostadero de San Blas. Lo que sí es seguro es que no se hicieron estas remesas pasando por delante de los 27 AGI, Filipinas, vols. 982 y 991. AGNM, Filipinas, vols. 19, 24, 27, 36, 38, 40, 44 y 58; Correspondencia de Virreyes (1ª Serie), vol. 15 exps. 80, 151, 269 y 372, vol. 141 exps. 232 y 234, vol. 145 exp. 271, vol. 229 exp. 998 y vol. 231 exp. 129; Indiferente Virreinal, vol. 1260 exp. 2 y vol. 2834 exp. 23; Marina, vols. 86, 103 y 194bis. 167 cargadores de la Nao a la hora de embarcarlas, pues se contabilizaron siempre aparte unos envíos de otros. Quizá se podría afirmar, por otra parte, que la competencia indirecta de la Compañía vendría derivada de su presencia en la región asiática y del consiguiente encarecimiento de los géneros chinos e indios en el country trade del sudeste asiático, bien en su origen, bien en Manila. Para nosotros, ninguna de estas dos premisas acerca de la Real Compañía pudo haber tenido un impacto suficiente en el mercado regional, y por lo tanto, no pudo afectar de una forma sustancial a la negociación tradicional establecida entre China y Filipinas para formar los cargamentos del Galeón. Por un lado, cabría la posibilidad de que las adquisiciones de la Real Compañía en China e India hubiesen hecho aumentar los precios a los que los comerciantes filipinos adquirían las mercancías para luego reenviarlas a Acapulco. Al producirse una mayor demanda en los puertos de origen, los géneros llevados por los juncos chinos al archipiélago costarían más. Aunque lo mismo podríamos aducir de la presencia de otros competidores en el área, como podrían ser la British East India Company y la Vereenigde Oost-Indische Company. Esta situación, motivada en gran medida por el inicio de la presencia masiva de europeos en el área, fue una constante a lo largo de todo el siglo. La llegada de una compañía más a negociar en este ámbito, en el que ingleses, holandeses, daneses y franceses ya llevaban años inmersos, consideramos que no supuso un cambio tan grande en la balanza comercial para que afectase de manera notoria a los precios de los géneros chinos e indios de forma tal que la negociación del Galeón se pudiese ver amenazada. Por otro lado, también podría aducirse que fue la presencia de la Compañía en Manila la que hizo encarecerse los precios en la capital filipina. Al producirse una mayor demanda del mismo tipo de productos en filipinas, estos productos habrían aumentado todavía más sus precios al competir por su adquisición dos grupos enfrentados en el mercado manileño. Ya hemos señalado que la presencia de la Real Compañía en Manila no obedecía tanto a que la capital actuase como un centro receptor sino más bien como un centro de redistribución. Al menos durante los primeros años de vida de la empresa, cuando era obligatorio el paso por la capital del archipiélago para emprender sus retornos a la península, las mercancías eran llevadas allí como almacén, no siendo la ciudad el lugar en el que la Compañía adquiría los géneros. Lo que llegaba a Manila, desde cualquier punto del planeta, ya era propiedad de la Compañía. Así pues, la adquisición de géneros asiáticos en Manila para formar los cargamentos del Galeón no debería haberse visto afectada por la presencia o no de la Real Compañía en el área, pues la empresa peninsular no participaba de este comercio regional. 168 Ya por último, también se podría plantear la hipótesis de que el comercio de la Real Compañía con América del Sur afectó de forma notoria al tráfico del Galeón en el puerto de Acapulco. Se podría sugerir que, a raíz del permiso obtenido por la Compañía durante las guerras contra Inglaterra y Francia para enviar registros directamente desde Asia a los puertos del Mar del Sur (especialmente al de Lima), los comerciantes filipinos habrían notado un descenso en sus ventas en la Nueva España. Esto sería así porque, pese a la reiterada prohibición del comercio entre el virreinato novohispano y Perú, las compras de géneros asiáticos en Acapulco por parte de las embarcaciones peruanas que iban a llevar cacao fueron siempre una constante. De esta forma, que la Compañía llevase desde Filipinas estos mismos géneros podría haber supuesto que el tráfico ilícito desde el puerto de Acapulco al sur notase un descenso. Esta es una premisa que no nos encontramos en posición de aceptar o refutar. Merecería un estudio detallado y una profundización al respecto, que podría arrojar algunas luces que ayudasen a comprender mejor el período del Galeón de Manila que estudiamos. Conclusiones Hemos visto cómo el comercio de la Real Compañía de Filipinas con la Nueva España no fue elevado, y que no produjo grandes beneficios a lo largo de todo el período en el que estuvo en marcha. Las pérdidas de naves y cargamentos, la mala calidad de gran parte de los mismos y el consecuente almacenamiento durante largos períodos, y la situación de insurrección del virreinato durante la década de 1810 fueron los grandes obstáculos que impidieron que esta parte de los negocios de la empresa no fructificase, con excepción del breve período comprendido entre los años 1801 y 1805. Pese a que gran parte de los géneros objeto de su comercio con la Nueva España fueron de procedencia asiática, no supusieron en gran medida una amenaza al abastecimiento tradicional que tenía el virreinato a través de las remesas del Galeón. Al menos hasta llegar al siglo XIX la Compañía no envió los surtidos apropiados para la demanda novohispana, pasando luego, aún antes de 1810, a cesar en las remesas de este tipo de géneros. Por su parte, el Galeón continuó de forma anual con sus registros, y los resultados se mantuvieron estables a lo largo de los años. Las dificultades que produjo la primera fase de la Guerra de Independencia de México, que afectaron a ambos organismos, hicieron que sus negociaciones se viesen detenidas. No obstante, a partir de 1814, mientras que el comercio de la Nao se recuperó, el comercio de la Real Compañía fue el que cayó en picado, y concretamente en el caso de América Central, se detuvo completamente. 169 Por otra parte, hemos visto también que el comercio de la Compañía a nivel global, pero sobre todo refiriéndonos a su presencia como agente inversor en la región asiática, no supuso una alteración notable en el ámbito del mercado, siendo más bien una empresa más entre muchas otras que acudió a China e India a surtirse de los productos que se demandaban en Europa. Así pues, en relación al Galeón, la Compañía no afectó en la formación de los surtidos para remitir a la Nueva España, ni encareció los productos por su mayor demanda. Hemos dejado abierto el resquicio para poder profundizar y arrojar algo más de claridad sobre el asunto de si el comercio directo de la Compañía entre Asia y Perú afectó a la negociación transpacífica tradicional de la Nao, al encontrarse surtido el puerto de Lima de las mercancías que de otra forma tenían que llevarse de manera clandestina desde el puerto de Acapulco. Las limitaciones impuestas a la Real Compañía de Filipinas acotaron su capacidad de actuación, ya que debía acomodarse a un modelo colonial definido desde el siglo XVII. Todo intento de fomento impulsado en la segunda mitad del siglo XVIII quedó recortado por el marco de relaciones establecido desde los marcos político y administrativo. De esta forma, cualquier subversión del modelo se consideró como una potencial amenaza, y su inserción dentro de los parámetros del modelo colonial absolutista hispano eliminó la eficacia que podría haber tenido en las esferas económica y social. 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