ABADIA D E ALCALÁ LA R E A L : SU ORIGEN, PRIVILEGIOS Y ERECCION: LA ESCRIBE Y SACA Á LA LUZ PUBLICA U N I N T E R E S A D O E N SUS G L O R I A S D. F. M. AÑO M. DE T. J. M. ^ 0 3 . CÓRDOBA Î IMPRENTA REAL DE DON JUAN GARCIA RODRIGUEZ DE LA TORRE. Fol. 3 PARTE PRIMERA. Be la Abadía en general, sión y estado su origen ,, progreactual. A b a d es nombre Hebreo, que significa Padre, que con cuidado y desvelo procura el bien de sus hijos. Asi parece deducirse del capitulo 1 4 de San Marcos , quando Jesu-Christo dixo á su Padre Abba Pater* San Pablo adhiere á esto mismo quando en una de sus Cartas dice : in quo clamamus Abba Pater. En los tiempos primitivos se dio este nombre á los Superiores de los Monges^ mas con él querian indicarles , que su gobierno debia ser como el de un Padre amante de sus hijos , y que tan digna notion dimanaba de su oficio y del nombre de Abad con que se le llamaba, ( i ) L a Abadia es dignidad que tiene su lugar entre las otras de la Iglesia. Ni viene bien , ni puede concebirse con una simple denominación. Su dignidad es verdadera, real y existente, pues de ella m deriva á los 4 los subditos en la parte que se les comete y hace funcionarios : Est vera Dignitas, non cadit sub simplici denominatane tuum Dignità- , según dictamen de los Canonistas: por el contrario dicen : Est nomen & prœ alius est honorandum. (2) Dignitas, A la Abadía , ó al título y Dignidad de Abad estuvo y permanece unido el gobierno superior en los Monges , y la potestad espiritual sobre los subditos del Monacato. Pasó la Dignidad Abacial al Clericato , y se extendió á los Señores Sacerdotes Seculares. Hay unos que presiden en las Iglesias Colegiales , otros que solo tienen asiento , y mejor lugar en el Coro , Procesiones y demas actos públicos, como el Abad de la Santa Iglesia de Toledo, y otros que tienen unido el Benefìcio Curado propio , en el qual es inherente su Dignidad con verdadera jurisdicción ordinaria , vel quasi en ambos fueros , excepto la potestad de ordenes mayores, y del Sacramento de la Confirmación. El Cardenal Tusco,(3) Hojeda, (4) Quaranta Naldo, Samuel de Nublino, Manuel Rodriguen, Sairo , Reginaldo , el céie- s lebre Barbosa, (5) Tamburino, que privativamente trató esta materia, (6) Miranda , (7) Henriquez, (8) Diana (9) y Machado (10) sostienen esta potestad de los Abades verdaderamente exentos, y con jurisdicción separada : también hacen memoria de otros, cuya jurisdicción es solo interior en el foro y orden de la conciencia , y en él son , dicen , tan exentos como lo son los primeros en ambos fueros, y á estos llaman Abades Curados , ó Dignidad de Abadia, con percepción de Diezmos , y cargo del culto Divino , oficios y administración de los Santos Sacramentos , y demás anexo á la Cura. El Doctor Juan Rubio de Valdivia reduce á esta clase de Dignidad la célebre Abadia de Rute y Oñate , erigida en la Capilla mayor de Santa Maria dé Baena, fundado en que este es un Beneficio Curado, al quai está unida la administración y cele^ bracion de los Divinos oficios y Sacramentos, según de expreso se lee en la primera Bula de la Santidad de Alexandro Vi. en que con estas cargas erige este Beneficio Curado , al qual le agrega los Diezmos, le im* po- 6 pone las cargas dichas, y da facultad para nombrar uno ó mas Curas Vicarios, según exigencia de los tiempos, y extênsion de la Pohlacion : todo lo qual fue confirmado por otra Bula del mismo Alexandro , y por otras dos de la Santidad de Clemente VIII. una librada el año primero de su Pontificado , y otra en 25 de Mayo de 1 5 9 6 , y año quinto ex certa scientia , ex motu proprio , & de plenitudine potestatis. De estos diplomáticos instrumentos deduce , que aunque al Abad de Rute no se le concedan los privilegios que ä los demás Abades fnfulados , como lo son r dice, el Abad de Alcalá la Real, el de Medina del Campo, el de Vallad olid y Cabarrubias , los quales gozan de esta dignidad, con jurisdicción verdadera é independiente ; con todo, aunque les falte la jurisdicción externa, establece , que el título de Abad que se da en las Bulas, es favor que este debe ampliarse , en quanto no se oponga al espíritu de estas , en su erección y confirmación : que este título est vera res, y de consiguiente ha de ser inherente en la Dignidad Curada con jurisdicción 7 cion en el fuero de la conciencia , y administración de/ los Santos Sacramentos 7, no- minacion de Curas Vicarios , y demás que se le impone. Pero sea lo que fuere ( especialmente v quando formamos este analisis , en que ya se ha subrogado esta Dignidad Abacial en Dignidad de Caballerato para el segundo genito de la Casa de los Duques de Sesa y de Baena , y sobre lo que remitimos á los Lectores al citado Doctor Valdivia ) parece cierto que una Dignidad no puede ser una cosa mental, y que siendo res vera , la jurisdicción debe ser inherente en ella con mas ó menos extension , según las precisiones formadas , y que sin ella no puede ser verdadera y efectiva la jurisdicción , ya se considere en el fuero interno 6 de la conciencia , ya en el externo por la potestad casi Episcopal y de coacción en los actos que la exigen , ó ya en la espiritual para la administración de Sacramentos, celebración de Divinos oficios mixta con el gobierno y regimen de la Iglesia , reparo de su Fabrica, provision de Vasos y Vestiduras Sagradas, dotation de Minis- 8 nistros, y demás que son propios actos del Abad , ya Dignidad de Caballero de la expresada Villa. Los Abades infulados , y verdaderamente tales, como exêntos y constituidos en terreno propio, no pueden prescindir de sus derechos , ni renunciar el que tienen de exención , respecto de los Señores Obispos confinantes ó limitrofos, á los qnales no deben obedecer por estar fuera de su jurisdicción ; y el Purpurado que citamos arriba (i i) sostiene , no pueden abdicar el derecho que gozan de ser inmediatos al Soberano Pontífice , según la disciplina actual de la Iglesia. N o sabemos , dice el Sàbio Zegerio "VVanespen, (i 2) el tiempo en que los Abades empezaron á usar de los Paramentos Pontificales. E l Oficio y Dignidad Abacial parece ser coevo al Monacato, según afirma en otro lugar este Sabio Dísciplinista; pero la época en que fueron infulados, y si el uso de los Pontificales fue tan antiguocomo su Dignidad , á lo menos el Báculo, que parece ser la insignia primitiva, no es tan cierto, que pueda demostrarse usus Mi- tra tre quo tempore inter Abbat es habuisse principi um de hoc varij varia scripsere : Dom. Macri Hierolexicon V. Abbas. Afirma Christiane) Lupo , que el Soberano Pontífice Juan XVIII. á quien varios escritores colocan en el numero de Juan XX. que ocupó la Silla de San Pedro á principios del siglo onceno , fue el primero que se los conced o } ( l 3 ) Pero este mismo autor no omite el Ímpetu con que los Señores Obispos contradixeron esta permisión , y los trágicos sucesos que la comprobaron. Sin embargo no puede dudarse, que aunque es cierto que antes de los siglos séptimo y octavo no tenían los Abades tales ínfulas, en el nono y decimo empezaron los Papas á autorizarlos con algunas, procediendo con mensura y moderación en las concesiones. Leon IX. dispensó á algunos Abades en el uso de las Sandalias , Dalmaticas y Chirotecas , según observa el erudito Juan Bautista Mabillon (14) hizo con Richerio Abad Casiniense y con Warminio Abad de San Arnulpho; pero con exclusion de las Chirotecas, de donde se comprueba la parsiB mo- IO monia y precaución con que procedió la Santa Silla en estos indultos , y que ella juzgó , que el uso de aquellas es algo mas que el de las Sandalias y Dalmaticas, de lo que es prueba la mas positiva el acto de reservación. Alexandro II. que floreció por los años de mil y sesenta y uno, entre las otras c o sas que ordenó en los once años y medio poco mas de su Pontificado , fue conceder á los Canonigos de la Iglesia de San Martin de Luca , de la qual habia sido Obispo, el uso de la Misa Episcopal , cuya gracia hizo despues Pasqual II. á siete Canonigos de la Compostela , para que con Mitra y vestidos purpurados celebraran sobre el Ara maxima del Altar en que está el Cuerpo de Nuestro Patron Santiago, llamándoles Cardenales por amor á esta Iglesia , en la que habia sido Legado Pontificio, (i 5) Este Supremo Pastor concedió al Abad de Monte Casino se llamase Abad de los Abades , y aquel al Abad de San Agustin , no lexos del territorio Cantuariense, el uso de la Mitra. A Elgesino, que fue este Abad agraciado, dice 11 ce un sabio, se le concedió este indulto Apos- tólico ob ìpsius Romanorum alumni , An* glorum Apostoli dignitatem. Por testimonio de San Bernardo consta , que en el sigio doce muchos Abades vestian ya Pontificalmente como los Obispos, y usaban Mitra , Anillo y Sandalias , cuya concesion fue fruto de los desvelos y solicitud que pusieron en la Corte Romana, (ió) Tomas de Cantimprato en un lugar muy notable de sus obras no se reserva para decir que estos paramentos propios de la Dignidad Episcopal , y privativos de los Señores Obispos , abiertamente se los habian abrogado ciertos Abades. ( 1 7 ) Sin embargo de ser San Bernardo tan dulce , juzgó eran las vestiduras Prelaticias contrarias al espíritu de humildad inseparable de la vida y profesion Monastica. Y asi de una de las Cartas de Inocencio IH. (18) dirigida al Orden Premostratense , como de lo inserto en las Constituciones de la Congregación Burafeldense, (19) cuyo texto despues de Coppino (20) alega Ascanio Tamburino hablando del derecho de los Abades, ( 2 1 ) puede muy bien discernirse el juicio que la que en su época formó de semejantes privilegios aquel Santo y célebre Doctor. Según las aserciones de Zegerio el uso de los Pontificales fue adoptado por ciertos, Abades y Monasterios de vida relaxada , rebatido de otros., en los quales la disciplina Monastica estaba en su v i g o r , y que despues con el transcurso de los tiempos fue admitido en todos los otros, porque la regular y Monastica disciplina vino á debilitarse de su primitivo fervor. Muchos Abades , en quienes vivia esté, desestimaron el uso de las, Ínfulas, habiéndole concedido espontáneamente según leemos en Mabillon. (2 2) Asi sucedió á Geronimo Cartulense , pues habiéndole concedido Leon IX. el uso de las Sandalias ,las dimitió por su grande humildad y modestia. San Pedro Abad del M o nasterio de Cluni tampoco quiso admitir el uso de la Mitra que Urbano I L le ofreció el año noventa y uno del siglo once , según testimonia de Baronia y Christiana Lupo, intentando con su exemplo reprimir la ambición de otros; Abades. (23) Macri en su Bíerolexicoi* hace mención del privilégia que 13 queen el año de 1040 concedió Leon IX. al Abad de Santa Justina , quando este Soberano Pontífice volvió de su peregrinación del Monte Gargano en el modo que refiere Leon Ostiense ( lib. 2. cap* 8. ) y que pudiese usar de Sandalias, Dalmatica, y Chirotecas en las grandes festividades. En el siglo quince y diez y seis ya en todas las Congregaciones Monacales estaban en uso los Pontificales ; (24) pero no de un modo uniforme ; por manera que todos usaban de unas mismas concesiones é indultos» Habia Abades privilegiados para unos con exclusion de los; otros, y de esto se comprueba no ser de derecho propio de la Dignidad Abat icia , y si ex jure privilegiar iof (25) y que en su uso deben conformarse con el privilegio ,, y regular sus funciones por la concesíon , según es dé ex preso eo el ca* so , ut Apostolica , èf privilegih in Vh Es*~ tando pues unos Abades mas privilegiados: que otros , no debe ser indistinto el • usó de sus Pontificales.c De San Bernardo y Jotras fuentes se colige , que algunos tienen el mo> dé Báculo^ el qual parece: ser propio de la " ,r v l Pre- 14 Prelatura Abaticia. Asi este Santo Doctor como otros escritores de su tiempo , hablando de las insignias Pontificales, que solicitaban de la Corte de Roma, no hacen memoria del Báculo, suponiendo era debido á los Abades ex jure Pastorali, y no ex jure pri- vile tgiario,como la Mitra, Sandalias> Dalmaticas y otros. (^) En realidad debe oportunamente notarse , que asi los Abades que no tienen especial concesion , como las Abadesas, usan el Báculo como insignia propia Pastoral. Esto presenta como cierto , que el Báculo fue siempre la sencilla y primitiva insignia Abacial , el distintivo de su Dignidad , el ornamento del oficio Pastoral, y que despues con la progresión de los tiempos, lä imperfección y menos observancia introduxo ios indultos,y con ellos fueron acumulados los. demás Pontificales al Báculo ; éste insignia propia y de oficio , y aquellos por dispensación é indulto. „ Es manifiesto, que conferir la tonsura á sus subditos, celebrar ordenes menores , ben-: decir solemnemente al pueblo, y concedei sus perdones son . actos de privilegio en la i * ' Dig- Dignidad Abaticia ; pero no todos los funcionaron los Abades en una misma época. En el Concilio Arelatense III. (26) despues de haberse juzgado los derechos de Teodoro Obispo y del Abad Fausto , que resistía fuese visitado el Monasterio Lirinense , se mandó , que los Clérigos Monges solo pudiesen ser ordenados por el Obispo Teodoro y sus sucesores , y que de él habían de procurar el Sagrado Crisma , quedando baxo la obe^ diencia de los Abades en quanto á la dirección y regimen , prohibiéndose á los Obispos no los promoviesen á ios Sagrados ordenes , sin que precediese la petición expresa del Abad. En el Concilio Eucumenico de Calzedonia (27) se habia ya enfrenado la indiscreción de algunos Monges, conforme al canon 42 de la Sinodo quini-sexta , decía3randolos sugetos á los Obispos del territorio, conforme-á las disposiciones Canónicas antiguas de derecho (28) con otras concern nientes á que no pudiesen erigir nuevas habitaciones , Monasterios y Oratorios sin su noticia y asenso. Vease á San Bernardo, (29) cuyo lugar es insigne, asi por lo tocante á . que+ i V i6 querer sustraerse los Abades de la jurisdicción de los Obispos , como en quanto á usar de los Pontificales, los que juzgó incompatibles por su Dignidad con la profe- sión del Monacato. Sane si atenditur rerum dignitas hanc Monachi abhöret profesio. El Santo Concilio de Trento dexó en su vigor este Canon en quanto á la erección de nue- vos Monasterios : Nec de cœtero similìa loca erigantur ûne Episcopi , in cujus Diœcesi erigenda sunt îicentia priés obtenía. (30) Pero del Buiario de la Congregación Casinense aparecen mas antiguas estas concesiones. Alii se lee que en el dia quarto de las Kalendas de Mayo del año de 643 , el Papa Teodoro ä instancias de Rotharith , Rey de los Longobardos , yv de la Reyna Gudiberga confirmó el privilegio que antes habia concedido Honorio I. al Abad Bovlense , para que pudiese adornarse con Sandalias , Dalmaticas y Chirotecas en las primeras festividades del año. Otros autores estiman que el uso de la Mitra tomó su principio en el siglo diez, en el qúal Silvestre IL facultó al Abad de San Sabino. Por *7 Por Balsamon y otros Comentadores Griegos sabemos que muchos Abades estaban , aun antes de San Bernardo, autorizados para poder instituir Lectores en sus Monasterios. Por otros testimonios no menos ciertos consta la facultad de conferir los mer ñores ordenes, y dar la Tonsura con la qualidad de que los Abades fuesen Presbíteros, y de que hubiesen recibido del Obispo Diocesano la imposición de las manos. En el Canon catorce del segundo Concilio de N i céa, (31) al mismo tiempo que se reprueba el abuso con que los Clérigos jóvenes eran admitidos á las Iglesias á leer los Sagrados Libros , habiendo recibido sola la Tonsura , se permite á los Abades Sacerdo- tes y benditos por el Obispo, ordenar de Lec- tores tan sola y unicamente á sus Monges. A los Corepiscopos, ( 3 1 ) se da la misma facultad , precedido el consentimiento, del Obispo. Graciano se sirvió de este Canon, (32) y despues el grande Inocencio III. (33) y por esto fue insertado en las Decretales de Gregorio IX. y hace hoy parte del derecho común. Los interpretes de estas conC vie- 18 vienen en que el Abad puede por derecho común conferir la Tonsura y ordenes meno- . res , si ha recibido el Sagrado Presbiterado y la bendición Abacial solemne, porque según la disciplina moderna de la Iglesia, el que no esté solemnemente bendito no puede hacerlo sin concesion especial de la Santa Sede. (3 4) El Señor Fagnano atesta haberlo asi resuelto la Sagrada Congregación de Cardenales , respondiendo á la duda que á ella propuso el General del Orden de los Sil— vestrinos , por la que deseaba saber , si podría conferir la Tonsura y menores ordenes ; á lo que le fue respondido, eran necesarias dos cosas para que pudiese hacerlo con sus subditos ; una que fuese Presbítero, y otra que estuviera solemnemente bendito, según estaba resuelto ya. (35} Aun procuraron los Abades extender mas sus privilegios , y conseguir otros indultos Pontificales. Efectivamente la facultad limitada para conferir á sus subditos y en sus Monasterios la Tonsura y ordenes menores , adquirió alguna extension para los que no lo eran. Pero como esta, y los demas 19 mas privilegios turbasen y ofendiesen la ordinaria y potestativa facultad de los Obispos , el Santo Concilio de Trento, reasumiendo la disciplina anterior , la restringió, aun por exentos que fuesen , á los limites del territorio Abacial, (36)'sin embargo de qualquiera privilgios , exênciones, prescripciones y constituciones , aunque sean de inmemorial. Este Decreto fue explanado por la Sagrada Congregación (37) quando resolvió la duda ocurrida entre el Obispo Cataniense y los Monges del Orden de San Benito de la Congregación de Casino , según trae Fagnano,(38) é insistiendo en las anteriores resoluciones ya dadas por la misma Congregación, resolvió á 23 de Noviembre de 1 6 4 1 , que los Abades ( aunque estubiesen benditos ) regulares de la misma familia é instituto , no obstante tuviesen derechos Episcopales vel quasi, solo pudiesen conferir la Tonsura y menores ordenes á sus subditos regulares , y no á los de otras Congregaciones Monacales, aunque tuviesen dimisorias de los superiores de aquellas, y consentimiento de los Obispos en cuyo mar- 20 , marco existían, y mucho menos á seculares, aunque llevasen letras dimisoriales de sus Diocesanos ; inhibiendo á todos los que exercen jurisdicción ordinaria * para que puedan darlas , y á los Abades para que las reciban; unos y otros con pena de suspension si hiciesen lo contrario , y otras al arbitrio de dicha Congregación, Igual reso» lucion fue dada por esta en 1 6 5 8 , y por ella es visto estar derogado el capitulo Abbates en quanto en él se les concede facultad para tonsurar á los regulares aun , y á todos aquellos en quienes tienen jurisdicción Eclesiástica casi Episcopal, según observa, el citada autor. (39) Nos parece oportuno decir en honor de la Dignidad Abacial, que esta ha sido distinguida con diplomas muy singulares. E l Abad de San Pablo de R o m a , por indulto de Inocencio III. (40) de Honorio asimismo III., (41) y de Gregorio, IX. (42) quando alguno es ordenada de Sacerdote por el Soberana Pontífice,/ tiene facultad de cantar la Misa pontificalmente en el Altar Patriarchico de la misma Capilla. E l indulto del Abad Abad del Cister es singular en su linea, pues por concesion de Inocencio VIIL (43) puede conferir los Sagrados ordenes del Subdiaconado y Diaconado. Los Abades exentos que tienen privilegio de .usar Mitra ( el qual según varios Doctores tuvo principio en el siglo diez por concesion de Silvestre II. al Abad de San Sabino ) ó á quien haya autorizado una costumbre legítimamente establecida , y de consiguiente aprobada por la Santa Sede 5 pueden , según Doctores muy graves , bendecir las cosas Sagradas , en cuya bendición no interviene la Sagrada unción, y consagrar también los Calices, Patenas, Altares portátiles , y demás Vasos Sagrados. También pueden por dispensación de S. S. y con permiso del Obispo del territorio conferir el Sacramento dé ía Confirmación. Gavanto produce un Decreto , en que ía Sagrada Congregación de Ritos (44) limitó las facultades de los Abades en quanto á la bendición de las cosas Sagradas para solo el prer ciso uso de sus Monasterios. Domingo M a cri añade , que la misma Sagrada Congregación en 28 de Agosta de 16 29 derogó total- s ZI talmente la costumbre sostenida por algunos autores , que ampliaban las facultades de los Abades exentos, especialmente la alegada por Tamburino (45) que trató sus derechos y regalías de proposito. Los Abades deben usar del Báculo pendiente un velo , para distinguirse de la Dignidad Episcopal, que como mas eminente no necesita de él. La Mitra debe ser modesta, y quando mas orofrísada ; pero no puede ser de plata , oro, ó texida de perlas , y otras preciosidades, por haberse esto reservado á la Dignidad de los Obispos. Los no exentos solo pueden usarlas blancas, sencillas y sin ornato. (46) Los que tienen privilegio de Mitra y Báculo no pueden reconciliar las Iglesias profanadas, sino con agua bendecida por el Obispo. (47) Tampoco pueden celebrar en las Sagradas Festividades, estando en el Altar encendidas siete candelas, pues esta regalia es propia de los Señores Obispos , á favor de quienes se hizo esta concesión. (48) Este numero de las siete candelas es alusivo á los siete candeleros que San Juan vio ante el Trono del Señor, (49) y de- denota, que el Prelado debe estar adornado ' los siete Dones del Espíritu Santo. En algunas Provincias de Francia se distinguían las Festividades de primera y segunda clase por el numero de cinco ó de siete candeleros , dando á éste el de primera Festividad, y al de cinco el de segunda. (50) El Soberano Pontífice, entre el aparato magnifico con que celebra , le es privativo usar de siete candelas , de siete cirios y de siete acólitos , por ser número determinado á la Misa Papal. El Santo Concilio dè Trento prohibió el número supersticioso de las candelas. Los Abades deben ser convocados á los Concilios , asi generales , como nacionales y provinciales, por privilegio de costumbre , (51) su lugar es despues de los Obispos , asi en las sesiones, como en las subscripciones. E l mismo Santo Concilio declaró en la sesión tercera la qualidad de su voto; pues habiéndose preguntado si los Abades y los Generales de los ordenes R e gulares , y los Procuradores de los Obispos ausentes tenian sufragio decisivo , el Decreto fue negativo. (52) En realidad es muy con co- 24 conocido el mejor derecho de los Señores Obispos respecto de los Abades. No solo son consiliarios, sino Jueces. San Beda hace mención en su historia de los Anglos, (53) del privilegio que tiene el Abad de San C o lumbano de presidencia y jurisdicción sobre toda la Provincia , y sobre los Obispos, por haber sido Apostol de los Británicos , y conservar los sucesores de San Columbano en la Dignidad Abacial aquella prerrogativa. Habere autem so'let ipsa ínsula Rector em semper Abbatem Presbiterum , cujus juri, vmnis Provincia , & ipsi Episcopi ordine instituto debeant esse subjectu Antiguamente era célebre el aniversario del Abad entre los Monges, y en la vida de Santa Eufrosina se hace memoria de haber sido convidado Páphmmcio para celebrarlo. ; * A la Dignidad Abatida pertenece como á verdadera Dignidad la administración cum Jurisdictionen tanto en lo temporal, cpmo en lo espiritual, según resoluciones Canónicas, y los Abades propiamente tales , aunque sean temporales tienen jurisdicción, asi extema como interna , en sus subditos, y les pertenece ex ipso juré Abbaiali la recta administración de las temporalidades, que son propias de la Dignidad, según consta de la Glosa. (54) En los temporales , esto es, por tiempo determinado , es cierto falta la perpetuidad , y que según las doctrinas de los Canonistas no es propia y rigorosamente Beneficio Eclesiástico por derecho Canonico, (55) P e r o también lo es r que no les falta requisito alguno para la esencia de su Dignidad , la qual unicamente consiste en tener jurisdicción con administración , lo que de cierto se verifica en los temporales , los quales tienen una y otra, como actos propios de su Prelatura. Sanchez y Tamburino afirman por esta razón , que los Vicarios generales de los Señores Obispos tienen verdadera Dignidad , aunque sean temporales. (56) Zegerio afirma , no deberse llamar , ni juzgar constituido en Dignidad el Vicario general por ser temporal, y revocable ^(57) mas antes dexa - sentado, como principia cierto * (58) que la Dignidad es preeminencia con jurisdicción , qualidades que no puedeii controvertirse al Vicario general # los -í.íi'D D Se- Señores Obispos, ya sean de institución de derecho , ya por costumbre que la hace verdadera Dignidad , como con Ubulfo afirma, el mismo citado autor. (59) Concluimos esta primera parte afirmando , que la exención simple de un Monasterio no lo constituye en la calidad de Abad veré nullius : que los Abades no pueden bendecir solemnemente el pueblo , sino en las Iglesias que les están sujetas con pleno derecho , obteniendo dispensación especial: que el uso de los Pontificales es ceñido unicamente á sus limites y territorio , por ser acto de jurisdicción no menos que la bendición , y porque ni los Obispos pueden aun usarlos fuera del suyo, como lo declara el Santo Concilio de Trento : (60) que prescrite el Obispo no pueden los Abades dar la bendición solemne al pueblo , aunque esta les competa por derecho común , cuya razón concluyente dá Tamburino , y es, que el menor ó inferior en Dignidad no debe bendecir al mayor. En efecto .en las concesiones dadas por la Santa Sede , especialmente la de Paulo III. consta a s i , y h fa-5 3 il CUl- cuitad de bendecir los Abades el pueblo debe entenderse quando no está presente algún Obispo ó Legado de la Santa Sede, ó estos lo pidan de expreso , ó no lo contradigan : que quando los Abades son citados y llamados á los Concilios Provinciales , y Sinodos Diocesanos, deben usar Mitras llanas , y de tal suerte modestas , que no ofendan la autoridad Episcopal, según declaró Clemente IV. (61) prohibiéndoles las laminas de oro , plata , ó. de texido de piedras preciosas, y permitiéndoles en estos* actos á los Abades mitrados las aurifrisadas , y á los no exentos las planas , sencillas y blancas , dexando á su arbitrio el uso de estas en las demás ocasiones , según el tenor y facultades de su concesion , á que cada uno debe ceñirse , sin traspasarlas con motivo alguno , teniendo presente la moderación y humildad propia del estado Religioso , y que muchos y célebres Canonistas fundados en la Decretal ya citada, y en lo que aquel exige de sencillez , establecen como cierto, que los Pontificales no pertenecen por de- *8 recho de su Dignidad ä los Abades, y si por privilegio , á cuya literal disposition deben estar, porque él es quien faculta para su uso , y solo aquello que expresa puede hacerse. (62) El privilegio , dice la Glosa , debe mirarse con seria reflexion, y observarse sin excederse de la concesion que en él se hace. Por lo mismo en aquellos Monasterios, en los quales no están recibidas estas distinciones é Ínfulas, no deben desearse ni procurarse , y en los que los Abades los usen , debe ser con grande moderación y simplicidad. Son doctrinas de los Doctores mas sabios. iti "Tist.-i " • • ; ; * * •' • OíÍl jD abili: «U;Ti litt • ... .1 'ív;c; >; - ij ,./... J i-" • ... ¿i. J> 4 r• Oíi l'Áir:¡-,.n -A ,> SMi SE- ' ' '" I ' •"•";•• • ? S E G U N D A '--i-"; 29 P A R T E . JDe la Abadia de Alcalá la Real, m Dignidad , erección, privilegios y série crónica de sus Prelados desde su institución hasta el dignísimo y meritísimo Señor Ilustrísimo actuah H asta de presente hemos hablado de la Abadia en general,, dando sus nociones y privilegios ,. según las doctrinas y autores alegados. En esta segunda parte debemos contrahernos á lo que es privativo de los R R . SS. Abades; mayores de Alcalá la Real, á su »Dignidad ,. erección,. privilegios y demas que les compete,. asi por los derechos de aquellos , como por el actual estado y posesion inmemorial.. Para ello repetimos, que del Monacato y Superiores de los Monges pasó esta Dignidad al Clericato , y Señores Sacerdotes; seculares. Estos unos son Abades titulares; por haberse extinguido el territorio de su título ; otros que presiden en las Iglesias y Colegiales insignes ;; otros que JO que solo tienen asiento en el Coro con preferencia de lugar en las Procesiones y otros actos piíblidos , como el Abad de la Santa Iglesia de Toledo , según el citado Doctor Baldi via. Por lo mismo puede considerarse la Abadía en los Presbíteros seculares con varios respetos. Los autores mas exâctos la dividen en quatro clases. Una es la de aquellos que tienen la Abadia solo en encomienda , pero sin título, como los Abades L e gos , ios Comendatarios, los Abbi-Condes, de que trata con extension Wan-espen. (i) L a segunda es los Abades de presidencia sobre los Canonigos y Dignidades , asi en Coro, como en los demás actos públicos. Esta existe en varias Catedrales y Colegiales de España. Otra clase de Abades hay que tienen la Dignidad Abatida, y no tienen facultades para usar Pontificales , 6 por ser solo titulados, ó por exercer jurisdicción solo interna. (#) L a mayor y mas excelente de todas es la quarta clase de Abades , y son aquellos que tienen Jurisdicción verdadera Episcopal , vel quasi con sus subditos y y pueden usar de insignias Pontifia cales. Estos Abades son verdaderamente Ordinarios. El Padre Oviedo , (2) entre otros de que hace mención , expresa señaladamente en España el Abad de Cabarrubias , el de Alcalá la R e a l , el de Medina del Campo , el de Lerina, y el de Olivares. Estos, dice con otros autores, pueden cada uno en su territorio , como verdaderos Diocesanos, vél quasi, quanto pueden hacer los Señores Obispos, y la potestad de jurisdicción en los subditos del suyo. (3) Tal es la Dignidad Abaticia, cuyas facultades nos proponemos demostrar. Su origen y erección debe fixarse por este orden. L a Ciudad de Alcalá la Real , Capital de la Abadia de este título fue conquistada por el Señor Rey Don Alonso el onceno , conocido en nuestra historia por Alfonso el Justiciero. Este Principe verdaderamente grande en todas sus empresas , y que en seis Batallas llenó de confusion á los Africanos , Aragoneses y Lusitanos , y no se si mas triunfador en la ilustre Batalla del Salado ( que la-Santa Iglesia de Toledo celebra con el nombre de victoria de Tarifa, en 3a que los historiadores antiguos dicen uniformemente perdió solos veinte Cristianos y mató doscientos mil Moros, quedando ios demás con todo el vagage de inmensas riquezas ó esclavos ó fugitivos ) que en la expedición contra Gibraltar, al pie de cuyas murallas fue atacado del contagio que padecía su Exercito , y acabó en solos treinta y ocho años una carrera la mas brillante para un Monarca , que casi espirante dixo á los Aulicos que le aconsejaban retirarse á Toledo , no habia timbre para un Rey mas glorioso que dar á sus tropas exemplo de constancia, y que la muerte arrebatase las armas de sus manos, con que peleaba contra los enemigos de la Santa Fe de JesuChristo. Este Monarca pues conquistó la Ciudad de Alcalá en veinte de Diciembre de mil trescientos quarenta , dia de Santo Domingo de Silos, que despues fue elegido Patrón de ella por la memoria del dia de su conquista. Llamóla Real por el aprecio singular que de ella hizo , y porque era de la parte del medio dia la defensa de los Reyes Moros, y su conquista del mayor in- en interés para los Católicos por la seguridad de la frontera de Andalucía , y de consiguiente una pérdida irreparable para aquellos , quienes desde esta época empezaron á rezelar la del Reynode Granada , en cuyas montañas y desfiladeros se habían hecho fuertes despues de las conquistas de Jaén, Córdoba y Sevilla , y de tantos destrozos como anteriormente habian sufrido por muchos Principes invictos, que dexaron á la posteridad su memoria y fastos gravados de un modo indeleble desde los Pelayos hasta los Beremundos , y desde esta época hasta la presente. (4) El Señor Don Alfonso la hizo independiente de las Capitales mas inmediatas Jaén y Córdoba ya conquistadas , y la erigió en Dignidad Abacial Real , sita en la Iglesia mayor, que hizo construir en el célebre Castillo de la Mota con la advocación de la Asuncion de la Santísima Virgen, y otra consagrada á su Patrono Santo Domingo de Silos. Espiritualizóla Don Gil Albarez de Albornoz , Arzobispo de Toledo , y Legado á latere, según las facultades que teE nia o ht , . « nia de la Silla Apostólica. En efecto habiendo sido inseparable del dicho Señor Rey en sus conquistas, y seguido en todo su dirección, según graves historiadores, (5) y sucesor legitimo del Arzobispo Don Rodrigo , que les acompañó en su tiempo en las que ocurrieron , le competían sin discusión ni duda todas las que N . Santísimo P a d r e Inocencio III. había dado al Don Rodrigo por su Bula expedida el año de mil doscientos y nueve, y puede verse en el Excelentísimo Aguirre. (6) Este Pontificio diploma no fue dirigido al citado Prelado personal y privativamente , de modo que con su vida espirasen sus facultades ; por el contrario era extensivo en la comunicación de estas á todos los que le sucedieran en el cargo que tenia de acompañar á los R e y e s , instituir en los pueblos que se conquistasen de los Sarracenos Obispos ó Sacerdotes, según el Señor mejor les dictase, asi en las tierras y parajes que no conociesen Metropolitano ó Pastor propio, que en las de su antigua jurisdicción. Y en fuerza de estas facultades, que pasaron al D . G i l por muerte de D. Rodrigo, según el tenor del citado Bre¿ in J ve 3S ve Pontificio , fue espiritualizada la Abadia, y erigida su Dignidad en Diócesi propia, yel quasi R e a l , independiente de los Obispados de Jaén y Córdoba demarcados y establecidos en el siglo trece , y anterior ¿ la conquista de Alcalá , que fue en el catorce , como dexamos dicho , sufraganea de Toledo, según su primitiva erección , y origen de su espiritualización hecha por el # mencionado Prelado , no desmembrada de los Obispados confinantes ó limitrofos , ni del de Granada conquistado á fines del siglo quince. Y de todo esto podia formarse un convencimiento exacto ( si no urgiese la brevedad ) asi por repetidas Bulas Apostólicas hasta la del concordato del año de setecientos cincuenta y quatro, corno de las noticias y memorias históricas del Doctor Salazar y otros graves historiadores. Formada esta Dignidad Abatida en terreno propio , que no fue separado , ni desmembrado de las Diócesis inmediatas , y constituida canonicamente por el Legado de Sj. S, enüignidad propia est veré nullius ^ porque no se contuvo dentro de los limites de otro Obis- Obispado , y fue erigida con demarcación fixa desde su erección : de consiguiente como verdadero Diocesano se llama Abad mayor, para distinguirse de otro qualquiera constituido en esta Dignidad , como podria suceder con la progresión de los siglos. Desde la creación de esta Dignidad usan los R R . SS. Abades de vestiduras Pontificales , es á saber, Anillo, Pectoral, Báculo 4...Mitra , y demás propias de los Señores Obispos , cuya significación daremos aquí. L a Mitra, según algunos Doctores, indica.en las dos puntas en que termina , los dos testamentos ; pero muchos, sabios quieren sea indice de la Corona de espinas que pusieron á N. S. JesuChristo en su Sagrada Pasión. Parece que la alusión al nuevo y viejo testamento es mas enérgica , porque expresa la ciencia de la ley y del culto ; la doctrina y sabiduría propia de un Prelado. En el Báculo Pastoral se expresa la potestad Sacerdotal, y la potestativa con sus subditos. E l Anillo es el carácter ó sello del matrimonio espiritual del Prelado^ con su Esposa , esto es , con la Iglesia. Las Sandalias dan á entender la pre- paracion que debe tener para ir á la predicación del Santo Evangelio. La Tunicela expresa la perseverancia en el bien obrar, y las virtudes que deben decorar su alma. L a Dalmatica es simbolo de la liberalidad propia de un Pastor con su rebaño. Los Guantes significan los exemptas de los Santos, que deben comprobarse con las manos, esto e s , con las obras. L a Cruz Pectoral es signo de honor y reverencia en el Prelado, pues representa la Pasión de N . S. JesuChristo. Asi varios autores á quien hemos seguido, sin embargo de las inteligencias y significaciones de otros. (6); En los dias en que según el Ceremonial de los Obispos, deben estos celebrar de Pontifical , lo hace el R. Abad mayor de Alcalá la R e a l , y lo ha hecho siempre. En su Dignidad reside la Cura de almas, y de ella se deriva á los Curas , vel quasi, comò sucede en varios Obispados de España , dornde estos, son Tenientes de los Obispos. Nombra, como lo hacen estos, Provisor Vicario general, Fiscal Eclesiástico civil y crimina^ Vicarios foráneos*, y creá1 quando convient mi Ko- 38 Notarios receptores, y demás Ministros precisos á su Curia para desempeño de los cargos del Tribunal de Justicia : nombra Secretario de reverenda Cámara Abacial : presta su consentimiento para la erección de Capellanías, que instituye y destruye conforme á derecho Canonico : convoca Sínodos, y en ellos establece con su anuencia Leyes Sinodales y reservación de casos. Tiene el uso dé la Jurisdicción civil, criminal y mixta, y la posesion inmemorial de que sus subditos le nombren como á su verdadero Prelado en el Canon de la Misa. En suma, hace asi en lo gubernativo como en lo potestativo quanto es propio de los Señores Obispos , excepto los ordenes mayores , y esto debe entenderse quando el R. Abad no es Obispo, como lo es el digno Prelado actual , pues entonces exerce todas aquellas funciones ; y los que no lo han sido traxeron desde el principio Obispos, á quienes dando su facultad y licencia , celebraron aquellos dos Santos Saçramentos , y los comunicaron á los fiejles del territorio Abacial. También da este Prelado V i s o r i a s en foc^ ma -C ¥ i ' ma autentica, quando no es Obispo, ó quando está legítimamente impedido, si lo es, con arreglo á la disciplina Canonica , para que vayan sus subditos á ordenarse á distinta Diócesi, y asi en ellas, como en los demás despachos, títulos , licencias , letras comendaticias de censuras generales, y otras , hemos visto llamarse ( y se llama debidamente en virtud de la erección Real por el Señor Don Alonso , y espiritualización por el Señor Don G i l , con toda la plenitud de facultad Apostólica ) Abad mayor, por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica nullius sed propria Diœcesis. Co- mo tales Prelados propios han sido y son sufragáneos de Toledo , á cuyos Sínodos han concurrido, como testifica el Eminentísimo Aguirre con voto decisivo. (7) Esto mismo consta de varios documentos del ar-r chivo de la Dignidad Abacial , y también en la Secretaría del Real Patronato de Cas*• tilla , y de ellos consta , que los R R . Don Diego de Avila y Zuñiga , hijo de los Marqueses de las Navas , y Don Andres de Bobadilla y la Cerda , hijo de los Condes de Chin/ 4° Chinchón , asistieron con voto decisivo, como los demás Prelados en los Concilios de Toledo , celebrados en 1 5 6 6 y 1582. ( * * * ) Todos estos privilegios de honor y respeto debidos á su Dignidad los usaron sin interrupción de tiempo todos los R R . Abades desde su institución hasta de presente, mirándose como punto convencido , ya por lo qué obra en la Secretaría del Real Patronato de Castilla desde la provision del citado R. S. Bobadilla, ya por lo practicado constantemente en mas de quatro siglos y medio, ya por lo actuado en los tres Sinodos celebrados por los R R . SS. Don Pedro Gomez de Padilla, Don Valeriano Ordonez y Villaquiran y Don Pedro de Moya y Arjona, que es el que actualmente rige. Este fue dispuesto y celebrado en 1 6 2 3 , presentado al Supremo Consejo de Castilla, y aprobado en 22 de Abril de 1 6 2 6 , según resulta del certificado de Juan de Villa-Cevallos, Escribano de Cámara y del Consejo , fecho é impreso en dicho dia, mes y ano, y en este impreso se titula Abad 4i por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostolica , conforme al uso primitivo tari constantemente observado, y el qual se sublima hasta el grado mas alto con la aprobación Pontificia , que dicho Señor Moya obtuvo del citado Sinodo ; porque habiéndose dudado de algunas de sus Constituciones , acudió para su confirmación á S. Santidad , y vistas por la Sagrada Congregación del Concilio , la obtuvo y calificó por buenas en 1 8 de Marzo de 1 6 1 6 , y tercero del Pontificado dei Señor Urbano VIII. siendo mucho de notar, que era Secretario de la Congregación del Concilio el célebre Prospero Fagnano tan conocido por los sabios por sus grandes talentos , y ser uno délos mas famosos Canonistas y Disciplinistas. También es acto comprobativo de esto mismo la obra que el R. Señor Don Diego Castél, Abad mayor que fue de Alcalá la R e a l , publicó en 1 7 1 7 , sobre la explicación de la Bula Unigeñitus de M Santísimo Padre Clemente XL la qual fue con licencia del Supremo Consejo y Cámara de Castilla , y en la que usa dicho R, F Abad 4? Abad de los mismos prenotados títulos infulados. Todo Abad exento , y que es veré nullius, debe tener su territorio propio , segua la Glosa, (8) y en él usar por consiguiente de su Dignidad de todos los antedichos actos y distintivos. Gomo verdaderos Párrocos descargan la administración de la Cura in actu en los idóneos nominados por ellos. A estos y los que lo son para los ministerios del Confesonario , Pulpito y Altar dan licencias de predicar, confesar y celebrar en todo aquel. También hacen la coiacion de los Beneficios , proveen los que vacan en sus meses Pontificales, determinan las causas y cosas pertenecientes al mejor régimen de su Diócesi, y por sus oficiales y demás ministros de su Curia proveen en todo lo contencioso. También nombran Examinadores de su Mesa Abacial, Teologos de Cámara , que con arreglo á lo dispuesto por los Sagrados Cánones, les ayuden con su ciencia, doctrina y prudencia á llevar el peso del gobierna del rebaño del Señor, Hacen quanto un verdadero Obispo J i a # con con el suyo ( excepto el Orden y Confirmación ) según afirman Quaranta, el sabio Naldo, Samuel de Nublino , el Eminentísimo Tusto, Hojeda , y otros Canonistas clásicos , que atestan los actos antedichos hasta de presente , ya se consideren como inseparables de los Abades exêntos de propia Diòcesi, vel quasi tal, ya como privilegios concedidos por ios Sumos Pontifices , se-r gun dexamos dicho en la primera parte. Por exentos veré nullius, y con juris- dicción Eclesiástica ordinaria son tales Abades verdaderamente Diocesanos. Estos por decisiones Canónicas son los que tienen ter-> ritorio separado , el qual no está contenido en otra Diócesi, ni formado de partes , ó desmembraciones de ella. En é l , como verdaderos Ordinarios exercen los actos de jurisdicción propia, y de ellos se hace mención una sola vez en el Santo Concilio de Trento. Fagnano trata del Oficio y Dignk dad de ios Abades con extension. (9) Este célebre Canonista observa, (10) que siempre que ios Abades á otros qualesquiera Prelados tengan territorio separado, y .no con* te- i , • < .., - . • . - 44 tenido dentro de los limites de otro Diocesano, son verdaderamente exentos nullius sed propri® Diœcesis. Por esta regla deben ser llamados verdaderos Prelados propios, con verdadera y real potestad en los fueros, interno y externo, y en su Diócesi, ni por tes Obispos inmediatos pueden ser regidos, pot serles; anexos todos los; actos Prelaticios, ni tampoco compelidos á observar sus mandatos y diposiciones, á no ser del Metropolitano . , y en los casos que previene el Santo Concilio de Trento pueden los Obispos inmediatos, como Delegados Apostóli- cos visitar los Prelados veré nullius., (i i) Entre nuestros autores nacionales, y aun en los extrangeros, pudiéramos citar muchos que refieren las exenciones de los. R R , Abades con > territorio propio y usan de insignias Pontificales. E l célebre Barbosa y Termosino hablan de , estos magníficos privilegios , y los atestanpues h a y , dicen, otros Prelados que exercen jurisdicción ordinaria Episcopal, vel quasi, no solo en los Clérigos , sirio es en los; Legos , y llevan insignias Pontificales , porque usan. de Anillo, 45 ilo , Mitra , Báculo y otros distintivos, de cuyo número son entre los Españoles el Abad de Alcalá la Real , el de San Isidro de Leon y otros ; Ahi inquam sunt, qui non solum in clericos, sed etiam in laicos quasi - E pi se opale m juris diet ionem exercent, ac Fontificalia insignia gestant , nam utuntur Annula y Mitra y Báculo ex quorum, numero apud nos sunt Abbas Divi Isidori Legionensis, , & Abbas de Alcalá la Real. (i 2) El autor del Crisol teologico y Asamblea católica adhiere á estos mismos privilegios.. E l Padre Oviedo también hace memoria de ellos, en ios Abades Mitrados de España. L a Real Academia Española ,, despues. de haber entendido por Abad el Superior de los Monges , y dicho , usan de este título la mayor parte de. los Prelados de los, Monasterios y Ordenes Monacales, afirma , es el Superior é Cabeza de algunas Iglesias Colegíales como la de Alcalá de Henares y también de otras servidas por Canónigos regulares* como la de San Isidro de Leon. En algunas Iglesias Catedrales hay , dice Dignidades con este título 5 como en Toledo el Abad 4« Abad de Santa Leocadia, en Oviedo ¿1 de Govadonga , y en Cuenca ei del Asei. Hasta los Curas Párrocos suelen llamarse Abades en Galicia y Navarra, y las Universidades de Señores Beneficiados, como sucede en Sevilla, y los Cabildos de Señores Curas, como en Madrid, Salamanca y otras partes eligen un Superior del Cuerpo de su Cabildo , el qual preside las funciones publicas del culto y actos, ó congresos propios de su régimen , y á este suelen llamar Abad. Pero este nombre es un título honorífico , continua, en aquellos que por derecho de sucesión poseen alguna Abadia con frutos secularizados, como el Abad de Vivarco, el de Siones , Rueda , Riva Martin , Medina Rosales , y novísimamente el de Rute por Bula de N. Santísimo Padre Papa Pio VL que Santa Gloria goza. Los que en sus Iglesias y territorios tienen jurisdicción quasi Episcopal, y usan de las insignias correspondientes se llaman Abades benditos , y tales , el de la Iglesia Colegial del Real Sitio de San Ildefonso, el de Olivares , y otros ^ por exemplo el de Alcalá la Real. Es- <. • Este, según sus regalías y actual esta-* do de una posesion tan antiquaria como la de, quatro siglos y medio, puede en todo su territorio dar Dimisorias á sus subditos para que sean ordenados por los Señores Obispos á quien los dirijan : siendo digno de tenerse presente, han usado de esta facultad antes y despues del Santo Concilio de Trento sin contradicción de los Prelados de estos Rey* nos , y que por no haberse dudado jamas de esta facultad no recurrieron como otros Abades á Roma para confirmarla despues de la publicación del citado Santo Concilio, Para sus obejas aprueba Confesores y Predicadores idoneos : dispensa en las proclamas y denunciaciones matrimoniales : con? fiere y da la colacion de los Beneficios Curados : hace , y abre concurso de los Curatos vacantes á oposicion por juicio comparativo de examen en su Mesa Abacial , ó por provision , precedidos los competentes informes : junta Sinodo , y establece en él Leyes y Constituciones sinódicas y oportunas : es admitido ( como los Señores Obispos ) á cualquiera Concilio General, NacÍQr nal nal ó Provincial : es citado y llamado para él con voz" y voto decisiva También están los R R , Señores Abades de Alcalá la Real en la posesion inmemorial , que como verdaderos Prelados les compete, interponer su autoridad en las permutaciones y resignaciones de los Beneficios simples: pueden ser ejecutores de las Letras Apostólicas , que se les dirìge por los Soberanos Pontífices, como lo han sido en distintas ocasiones, y se dirá despues : y de las últimas voluntades pertenecientes á causas pías , asi como lo son los Señores Obispos, pues siendo este acto de verdadera jurisdicción (i 3) no hay causa racional para privarlos de él : pueden visitar todas las Iglesias de su Marco, y establecer en: las Comunidades de sus Cleros las actas, determinaciones y mandatos que juzguen oportunos al mejor regimen de ellas , y decoro de los Eclesiásticos. También han dado licencia á los Señores Obispos que han traido , para que en todo su territorio , y distrito usen de Pontificales, y exerzan to* dos los actos que son propios de la potest tad 49 . lad de orden , como son , ordenar , confirmar , &c, Conceden las mismas indulgencias que acostumbran los Señores Obispos, y dan encomiendas á sus Clérigos. (14) Pueden conocer, y efectivamente conocen de las causas matrimoniales, de todo lo jurídico , civil y contencioso Eclesiástico en ambos fueros interno y externo, y dispensan en todos los casos y cosas que pueden los Señores Obispos. Bendicen ai pueblo quando celebran solemnemente , ó al que asiste á los Divinos oficios. Y en quanto á si pueden ó no ser visitados por algún Obispo , como Delegado de la Sede Apostólica, y en fuerza del Decreto del Concilio de Trento , ( 1 5 ) los Lectores prudentes y juiciosos acudirán á las Sesiones y Capítulos que abaxo se citan , para que en fuerza de su seria inspección y convinacion resuelvan este particular. Los Señores Abades , por mas exentos que sean , no pueden usar de la bendición que dan los Señores Obispos en las Calles, Plazas publicas y sus Palacios, según lo resuelto por la Sagrada Congregación de Ritos. (1 ó) Aunque haya detener G el el lugar mas preeminente en su Clero, esto debe entenderse quando no está presente ,el Obispo , porque entonces aunque sea en . Iglesia de su propia jurisdicción debe el Abad tener inferior lugar a aquel, y por lo mismo deberá sentarse á su lado izquierdo ó ä su frente , de modo que se manifieste es lugar inferior al del Obispo presente. ( 1 7 ) Tampoco pueden tener los Diáconos asistentes, como los tienen los Señores Obispos quando celebran de Pontifical, y solo deben asistirle un Diacono y Subdiacono para cantar la Epistola y el Evangelio , un .Ministro con capa que asista al misal, y otros Clérigos asistentes con sobrepelices', según lo decretado por la Sagrada Congregad o n. (18) Entre los particulares privilegios de la Abadía Real de Alcalá es singular el de no ser necesarias Bulas Pontificias para obtenerla ( quando el nombrado no es Obispo) en cuya posesion está desde su erección hasta de presente, y en virtud de ella la obtubo el meritísimo Señor Don Francisco Salgado , nada acepto en la Corte de Roma; pe- 51 pero bien conocido en la república literaria por sus inmortales obras de retentionef & regia protect ione. También es muy nota- ble prerogativa de esta Abadia no sufrir expolio , ni que en sus vacantes las rentas puedan ser ocupadas, aprehendidas ó interceptadas por Jueces algunos, asi Eclesiásticos , como Reales , y lo mismo los bienes de los Señores Abades defuntos, en cuya administración, dirección ó distribución nadie puede intrometerse , según Cédulas Reales ( y lo mismo los bienes de ios Señores Abades) y otros privilegios. (19) Igualmente es privilegiado el Abad mayor de Alcalá quando algún reo de su jurisdicción ha de ser sentenciado por el Santo Tribunal de la Fe de Córdoba, á cuyo Marco pertenece esta Abadia : en este caso , como verdadero Prelado é Inquisidor nato por derecho, da su poder para votar su causa , y si no lo tiene dado se le interpela , según práctica de dicho Tribunal. Presentarse con sus vestiduras Prelaticias en los congresos mas solemnes , y e n los Concilios á que son citados , y á besar la mano á los Señores Reyes, y e s , nuestros augustos Monarcas , precedido su Real permiso , es otra distinción muy digna de memorarse en esta segunda parte* En los quatro meses ordinarios provee íos Beneficios que le vacan según lo hace S. M, en los ocho que antes correspondían á la Santa Sede , según el Concordato del año de 1 7 5 4 . Tiene el Patronato de la importante Obrapia que fundó el R. S. Abad Don Pedro de Moya para dotar doncellas huérfanas , y dar estudio á Jóvenes ,. preferidos sus deudos ; el de otras varias Capellanías. Hace á la Real Cámara de Castilla, propuesta para dos Capellanías Reales de la Capilla de SS. Magestades Católicas de Granada, para que sean provistas en Eclesiásticos benemeritos naturales de esta Abadia Real por la gracia del Señor Don Carlos II. y su Madre la Señora Gobernadora, y á instancia del R* S. Abad Don Alonso Antonio de San Martin. (20) Las comisiones Pontificias, que como á tal Prelado veré nullius se le han dirigido en distintos tiempos y ocasiones , 110 solo es es otro positivo acto de distinción, exención y privilegio i sino es aun de cierto reconocimiento y no solo tacito y virtual, sino es expreso que la Santa Sede ha hecho de esta Dignidad , especialmente quando ellas fueron en tiempos antiguos ,, y menos distantes de su erección. L a primera de estas fue dada por N. Santísimo P. Sixto IV. ( 2 1 } para que el Abad de Alcalá la Real conservase y defendiese las haciendas , privilegios y derechos de la Santa Iglesia Catedral de Jaén , y de ella como testigo ocular hace mención en su plan Beneficiai el M . R. S. Don Estevan Lorenzo de Mendoza y Gatica , Abad mayor que fue , el que atesta haberla visto y leido original en el Archivo de la dicha Santa Iglesia , con el motivo de estar de Canóniga Lee toral de ella antes de su promocion á esta Abadia r en cuyo archivo) hay razón de este Pontificio diploma , y del que se libro al Señor Bobadilla ,comodi~ remos despues., L a segunda fue en t lem pò del Señor Julio III. dirigida a í R. S. Don Diego de Avi¿ la y Zuñiga, (22) comunicada por el Car* de- denal S. Poggio , Nuncio Apostolico en España y Legado á latere de S. S. por la qual deposita en él la jurisdicción Eclesiástica de esta Abadia v la espiritual de la Villa del Noalejo, Ínterin se decidía la competencia entre los Prelados de Granada y de Jaen , sobre la pertenencia de dicha Vh Ha en lo espiritual, la qual subsiste aun indecisa , y en posesion la Abadia de visitarla, oir las causas Eclesiásticas en justicia , aprobar Confesores, y dar lo autorizable á su Cura propio , que io presenta el Señor temporal de dicha Villa. L a tercera del M. S. Padre Pio IV. (23) dirigida al mismo Señor Abad Don Diego de Avila y Zuñiga , por la qual sujetó á la jurisdicción Abacial y la de sus sucesores las Religiosas Trinitarias de la Ciudad de Alcalá la Real..La quarta del Señor Pontífice Gregorio XIII. (24) para que el ya citado R . S. Abad Don Andres de Bobadilla conociese de todas las causas del Colegio Seminario de la Asuncion de la Ciudad de Córdoba , el qual antes de su expulsion y extinción dirigían los Regulares llamados de la Compania de Jesus : y de este Rescripto Pontificio hay suficiente noticia en el Archivo Abacial, mas su original pára en el citado Colegió Seminario. L a quinta es del Señor Clemente VIIL dirigida por Don Camilo Burgecio, ProtoNotario Apostólico, al Señor Don Maximiliano de Austria , hijo del Archiduque Don Fernando, para que como Abad de Alcalá la Real estableciese el M. R. Convento de Capuchinas de Granada ^ en cuya virtud dicho Señor como Juez Apostólico , y habiendo aceptado la comision , que en la citada Bula se le conferia con todas las solemnidades de derecho, despachó su inhibitorio al Juez Apostólico y Ordinario de la Ciudad "de Granada , mandando se le remitiesen todos quantos autos se hubiesen formado, no solo por el Juez Apostólico el Doctor Zavala $ sino es por el Capitulo Sede vacante ú otro qualesquiera Superior : y habiendo sido obedecido , despúes de otras cosas , eâ veinte y quatro de Marzo de 1 5 93 pró*nunció sentencia difinitiva de posesiona amparo y restitución de là Venerable Dg^» ña 5<S ña Lucìa de Ureña su Fundadora. Todos estos privilegios y distinciones, de que hasta de presente hemos hecho memoria , son actos propios de la Dignidad Abacial , tan antiguos y firmes como la erección y espiritualización de que dimanan y son inseparables. Ni obsta en su perjuicio el debil é inoficioso argumento de . que no parece el Breve original Apostólico de su institución ; porque ademas de que • esto mismo sucede en otros Obispados de España , sin que por esta causa sus Prelados sean perjudicados en sus regalías, privilegios y derechos , ni estos se reducen á duda ó question ; sabemos por otra parte la grande incuria dé los antiguos en conservar ilesos sus privilegios con grave perJuicio délas Iglesias ; y de esto pueden ser modelos dos exempiares notables entre los muchos que pudieran presentarse á la curiosidad de los eruditos : uno el fuero de Córdoba , ignorado y confundido casi desde su concesion por San Fernando III. de este nombre, y otro el de el Voto de nuestro Patron Santiago, cuyo original aun se 57 se desea despues de tantas diligencias como se han practicado. Es constante que buscar privilegios y concesiones en tanta antigüedad es surcar el Occéano sin carta ni norte fixo ; por lo mismo la posesion y uso tan envejecido de quatrocientos sesenta y dos años nunca interrumpida y constantemente observada desde este punto , sin dexar arbitrio ni recurso aun al genio mas delicado y critico ; pues no es verosimil, ni racionalmente puede juzgarse que los R R . Señores Abades de Alcalá la Real se hayan infulado y abrogado estas facultades, sin tenerlas desde la erección é institución Canonica de esta Dignidad. De consiguiente el presente las recibió de su antecesor, éste de los que le precedieron, aquellos de otros, y asi por retrogresión hasta el primero * que fue el R. Señor Don Rui Hernandez , Capellan del Señor Don Alón* so XI. conquistador de Alcalá, y erector de la Abadia ; y que recibió todas las facultades é Ínfulas antedichas de Don Gil A l barez de Albornoz, Arzobispo de Toledo y Legado á latere , que fue quien la espk • • -sb • H ri- s8 . . ritualizósegua le competía por la que le daba la Bula ya citada de N. Santísimo P. Inocencio III. y por conseqiiencia forzosa se derivaron á sus sucesores con la Dignidad Abacial. Por otro principio debe convencerse de esto • mismo aun el genio menos parcial y severo. E l territorio de Alcalá sufrió las continuas irrupciones de los Moros desde el veinte de Diciembre de mil trescientos quarenta , día de su conquista , hasta el dos de Enero de mil quatrocientos noventa y dos en que fue la de Granada por Don Fernando el V. de Aragon y Doña Isabel de Castilla , entre cuyos dos puntos hallamos una época de ciento cincuenta y dos años , en la qual aunque los honrados Caballeros que la poblaron resistieron con el mayor valor y constancia entre los acometimientos de las medias' lunas , no puede dudarse vivieron en un continuo sobresalto, y que los ataques, correrías é insultos qué padecieron, pudieron ser causa de da pér^ dida de este documento diplomatico. Asi sucede á muchas Ciudades y Pueblos, que -ir ' K de- S9 desean los originales de sus mas preciosas concesiones , de que solo tienen la posesion, título de preeminencia , porque supone la propiedad. Asi sucede á otros que han sido despojados de sus mas preciosas pertenencias por estos acaecimientos ; y solo este fundamento tan poderoso unido á la posesion inmemorial basta para formar el calculo , de que habiéndose derivado los privilegios Abaciales de la misma erección á los Prelados que han ocupado su Silla , estos como sabios y de autoridad los han usado por haberlos recibido con la posesion de esta. También sabemos, que aquellos Héroes verdaderamente Ínclitos, quando proyectaron la conquista del Rey no de Granada, se dirigieron á la Ciudad de Alcalá para desde ella observar la situación y fuerzas del Rey Moro : que el Católico Don Fernando dexó su familia dentro de sus muros como en seguro asilo de las invasiones de aquel, porque la pureza de sus aires y buena complexion de su temperamento , la dieron esta preferencia en el animo de tan gran 6o Rey : que á los veinte y quatro años de conquistada Granada ( ó el año de 1 5 1 6 ) ocurrió en esta Ciudad una peste desoladora de la salud pública, con cuyo motivo su Chancillería, que había sido trasladada á ella en 1 5 0 2 , pasó sus Estrados y Audiencia Real á la Ciudad de Alcalá la R e a l , y los situó en el célebre Castillo de la Mota, donde estuvo por espacio de cinco meses, hasta que fue serenada la peste , y restituida su Audiencia : y que con estas ocurrencias hay sobrados argumentos para rece^ lar la pérdida de documentos antiguos que pueden haberse confundido con otros, ó haberlos substraído dolosamente, ó llevado á otra parte por casualidad ; mas sin perjuicio de las regalías de la Dignidad de los Señores Abades , cuya série crónica es como sigue. i.° E l R . S. Don Rui Hernandez, Ca pelan del Señor Don Alonso el onceno, conquistador de la Ciudad y fortaleza de Alcalá , y el primero que ocupó la Silla Abacial despues de la erección y espiritualización por el referido Señor Rey , y Don Gil * 'V 61 Gil Albarez de Albornoz , Arzobispo de Toledo, sucesor en las facultades Pontificias que el Señor Inocencio III. habia concedido al Arzobispo Don Rodrigo : tuvo su residencia. 2.° El R. S. Don Juan Alonso Chirinos , Capellán del Señor Rey Don Juan el I. Este Prelado tuvo su residencia, y habiéndole conferido el Deanato de la Ciudad de Córdoba , hizo resignación de la Abadia , la qual conio verdadera Prelacia era incompatible con aquella pieza Eclesiástica. « 3.0 E l R. S. Don Pedro Gomez de Padilla , que residió y dió disposiciones muy próvidas para el mejor regimen y establecimiento de la jurisdicción espiritual y del Clero. Celebró el primer Sinodo , y en él estableció leyes y disposiciones competentes como verdadero Diocesano. Nótese quan antiguas son en los Prelados de Alcalá las facultades espirituales , vel quasi ; 0 4. E l R. S. Don Gutierre de Burgos, Capellan mayor y Confesor de la Señora Rey na Doña Isabel, conquistadora del Rey: no 6* no de Granada , del Sagrado Orden de Santo Domingo , y despues Obispo que fue de Córdoba. Tubo su residencia personal. Ç El R. S. Don Valeriano Ordoñez y Villaquiran, Predicador y Capellan de los Señores Reyes Católicos Don Fernando el V. de Aragon y antedicha Doña Isabel de Castilla. Residió personalmente, y celebró, el segundo Sinodo el año de i 500, y despues ascendió á Obispo de Piacencia. 6.° El R. S. Don Fadrique Henriquez de Portugal : tubo su residencia , y despues fue sublimado á Obispo de Calahorra. 7.0 E l R. S. Don Juan de Avila, residió personalmente , y celebró el tercer Sinodo en 1 5 4 2 . En tiempo de este Prelado se separaron las dos terceras partes de las rentas de esta Abadia, y de ellas se formó pension para parte de dotacion de la Real Capilla de S. M. Católica de Granada. También como verdadero Diocesano y Prelado próvido de sus subditos traxo á sus expensas al R . S. Don Sancho de Gatica y Truxillo , Canonigo de la Santa Iglesia Patriarcal de Seyilla , y Obispo titular de Marrue- «3 ruecos , para que celébrase ordenes y confirmaciones según debia , para proveer á sus obejas del competente auxilio espiritual. 8. E l R. S. Don Diego de Avila y Zuñiga , hijo de los Marqueses de las Nabas. Residió personalmente , y publicó el Santo Concilio de Trento en toda la Abadia en 1 7 de Septiembre de 1 564. Como verdadero Prelado y sufragáneo de Toledo asistió en el siguiente de 6 5 al Concilio Provincial con sus insignias Prelaticias , con voz y voto decisivo, siendo muy digno de memoria,que en este Concilio Toledano presidió por Don Cristoval de Sandoval, Obispo de Córdoba. Asistieron los Obispos de Sigiienza, de Segovia, de Palencia, de Cuenca y Osma con el memorado Señor Zuñiga, entonces Abad de Alcalá la Real : y que en la segunda sesión , tenida en 30 de Enero del citado año , se publicaron treinta y un artículos de reformación sobre varios particulares tocantes á los Obispos, Curas, Ofi- ciales , la residencia personal y el oficio Di- vino : y que en la tercera y ultima sesión tenida en 2 5 de Marzo se publicaron veinch te 64 te y ocho artículos, y se leyeron los Decretos del Santo Concilio de Trento de los Pontificados de los Santísimos Padres Pau- lo III. y Pio V. sobre la residencia personal: de lo que se convence demòstradamente quan solícitos han sido los Prelados de Alcalá en esta materia, que han resuelto canonicamente en los Concilios. (2 5) 9.0 E l R. S. Don Andres de Bobadilla y la Cerda , Canonigo que era de la Santa Iglesia Patriarcal de Sevilla , y de cuya Prevenda hizo dimisión por la incompatibilidad con esta Prelatura, fue hijo de los Señores Condes de Chinchón : residió personalmente , y como su antecesor asistió con sus ínfulas Prelaticias al Concilio Toledano celebrado en 1 5 8 2 , y despues fue ascendido á Arzobispo de Zaragoza. 10. E 1 R . S. Don Maximiliano de Austria , hijo del Archiduque Don Fernando y Emperador por la renuncia de su hermano el Señor Don Carlos V. Residió personalmente, y su residencia fue executor de L e tras Pontificias de N. Santísimo Padre Clemente VIII; dirigidas por el Proto-Notario río Don Camilo Burgesio para el establecimiento del Convento de Capuchinas de Granada. En estas Letras se llama á es- te Prelado Abad secular , y ä su Iglesia se dá el título de Colegiata. Como verdadero Prelado traxo á Don Fr> Alberto de Gandia , Obispo in partibus, el qual con su licencia y permiso hizo ordenes y confirmaciones. Fue ascendido á Obispo de Cadiz, y despues á Arzobispo de Santiago. i l . El R» S. Doctor Teologo Don Alonso de Mendoza , antes Abad de Valladolid. Residió y usó de sus facultades ordinarias. Traxo á sus expensas para que hiciese ordenes y confirmaciones al R. Obispo de Nicaragua Don Pedro de Villa Real. ra. E l R. S. Don Galteran de Alban e l , Maestro del Señor Don Felipe IV. Este Prelado no residió por el encargo de su Magisterio, en que tanto se interesaba la causa pública de la Religion y del Estado; mas embió su Gobernador con poderes bastantes , y despues al R. Obispo de Troya Don Melchor de Soria, para que con su I per- 66 permiso hiciese ordenes y confirmaciones. Ascendió á Arzobispo de Granada. 1 3 . El R. S. Don Pedro de Moya y Arjona , Doctor en Sagrados Cánones , y Dignidad de Tesorero de la Santa Iglesia de Malaga , de la que hizo dimisión por la incompatibilidad. Célebre fue este Prelado por su residencia , por su gobierno , y por -el quarto Sinodo que celebró , que es el que hoy rige, y en el que reduxo á un cuerpo correcto los Estatutos y Leyes Si- nodales que en esta vere nullius , sed pro- pria Diœcesis habían formado los Señores Don Pedro Gomez de Padilla, Don Valeriano Ordoñez de Viilaquiran, y Don Juan de Avila sus predecesores : publicólas en el año de 16-23 , y como Prelado propio traXQ á sus expensas para hacer ordenes y confirmaciones al R. Obispo de Ñapóles. Despues fue trasladado á la Silla Episcopal de Tuy. 14. E l R. S. D. Juan de Frías, del Consejo de S. M. Residió, y despues fue ascendido á Obispo de Zamora. 1 5 . E l R. S. Don Alvaro de Toledo, hi- 67 hijo de los Duques de Alba , y Capdlan mayor del Señor Don Felipe IV. Residió y falleció en Alcalá la Real á poco de haber tomado posesion de esta Silla Abacial. (26) 16. El R. S.Don Antonio de Soto Mayor , Arzobispo de Damasco , del Sagrado Orden de Santo Domingo, Inquisidor G e neral en estos Reynos de España , Comisario General de Cruzada , y Confesor del Señor Rey Don Felipe IV. No residió este grande y autorizado Prelado por estos gravísimos cargos, en que tanto se interesaba la causa pública de la Religion , y servicio de ambas Magestades ; pero embió su G o bernador para tomar posesion á su nombre, y como verdadero Prelado traxo Obispos auxiliares para ordenes y confirmaciones. - 1 7 . E l R . S.Don Garcia Gil de Manrique, Obispo que fue de Barcelona , y perdida esta , por Bula de N . Santísimo Padre Inocencio X. dada el año de 1 6 4 9 , obtuvo esta Abadia Real con otros Beneficios, y celebró ordenes y confirmaciones. Su residencia fue de mucho consuelo para sus Diocesanos, ^ 68 1 8 . El R. S. Don Fernando de Heras y Manrique , antes Inquisidor de Cuenca, y despues fue ascendido al Obispado de Calahorra. Residió personalmente y fue Prelado muy exemplar. 19. El R. S. Don Francisco * Salgado de Somoza , tan conocido en el ameno Jardín de Minerva por las obras inmortales que publicó sobre la retención de Breves Apostólicos, suplicación de ellos, y Real protección debida á los Eclesiásticos. Del Supremo Consejo de Castilla. Residió personalmente , y traxo para hacer ordenes y confirmaciones al R. S. Don, Fr. Tomas de Paredes,del Sagrado Orden de San Agustín ,, Obispo titular de Claudio. 20. E l R . S . D o n Alonso de San Martin , hijo natural del Señor Don Felipe IV« Dignidad de Arcediano de la Santa Iglesia de Cuenca. Residió , y entre otras; dignas disposiciones de este Prelado á su instancia concedió el Señor Don Carlos II. á los naturales de esta Abadia Real derecho para poder ser presentados á dos Capellanías Reales de la Capilla de los Señores res Reyes Católicos de Granada , con previa propuesta de los R R . Abades mayores, para que en su vista el Supremo Consejo de la Cámara forme la consulta á S. M. en caso de vacante. Para ordenes y confirmaciones traxo al R. Don Fr. Cristoval de Roxas , del Sagrado Orden de San Francisco , Obispo de Fina en Alemania. Ascendió á Obispo de Cuenca , de cuya Iglesia habia sido Dignidad 3, según dexamos dicho. 2 1 . El R. S. Don Pedro de Toledo Oso rio, Comendador de Lopera ^Caballero del Orden de Calatrava , y antes Canonigo y Dean de la Santa Iglesia de Leon , hijo de los Marqueses de Villafranca. Residió personalmente , y como Prelado propio y vere exento traxo para hacer ordenes y confirmaciones al R . Don Fr. Josef Georgerini, del Sagrado Orden Monacal de San Basilio el Grande , Arzobispo titular de Zamos* 2 2 . El R . S. Don Antonio Pimente! Ponce de Leon , hijo de los Condes de Benavente , Inquisidor de la Suprema,, Obispo ) 7o po electo de Tuy. Residió en esta Abadia Real , con que fue agraciado por S. M. como propia de su Patronato, y para hacer ordenes y confirmaciones traxo al M. R. Don Fr. Diego de Ortega, del Sagrado Orden de San Francisco , Arzobispo in fartibus. 23. El R. S. D. Diego Castel, Doctor en Sagrada Teologia del Claustro y Gremio de la Universidad de Alcalá de Henares , Catedrático en ella , Magistral de su Iglesia Colegial , y Calificador de la Suprema y G e neral Inquisición de España , Escritor público. Residió personalmente , y traxo para hacer ordenes y confirmaciones al antedicho Señor Arzobispo Ortega. En su tiempo vacaron las dos Capellanías Reales, cuya gracia de presentación concedió perpetuamente el Señor Don Carios II. y propuso para ellas sujetos de méritos, que las obtuvieron. 24. E l R. S. Eminentísimo Cardenal de Borja, hijo de los Duques de Gandía, Patriarca de las Indias, y Abad de Alcalá la Real , por gracia del Señor Don Felice V. el valeroso é invicto. No residió por la 7r la precisa é inmediata asistencia cerca de la persona de S. M. en la que las causas publicas de la Religion y del Estado tenian tanto interés. Embió su Gobernador, que tomó posesion por poderes , y traxo el año de 1 7 2 8 al R. Don Fr. Dionisio de Villavicencio, del Sagrado Orden de San Agustín , Obispo de Nicaragua para que hiciese ordenes y confirmaciones. Y hallándose dicho Eminentísimo Purpurado en Sevilla, donde por entonces residia la Corte , no pudo su paternal corazon estar mas tiempo ausente de su rebaño , y asi obtenida de S. M. la correspondiente licencia vino á reconocer sus obejas, y residir en el año de 1 7 3 0 . 25. El Eminentísimo Señor Carde- nal Don Alvaro de Mendoza y Soto Mayor , Patriarca de las Indias , agraciado en « 1 7 3 4 . No residió por los graves encargos que le unian á la Real Persona ; mas proveyó su Grey de muchos temporales socorros , y del pasto espiritual que necesitaba. 26. E l Eminentísimo Señor Cardenal de 7 «2 de la Cerda y San Carlos Don Ventura Fernandez de Córdoba, hijo de los Duques de Medinaceli, Patriarca de las Indias , y Arzobispo in fartibus , como los dos anteriores Purpurados Abades. Se le confirió esta Real Abadia en 1 7 6 1 , No residió por la justa y legitima causa del servicio de la Corona y Magestad del Señor Don Carlos III. ( que Santa Gloria goza ) pero como verdadero Prelado con autoridad ordinaria tomó posesion por su Gobernador, y traxo al M. R. S. Don Pedro Antonio Barroeta y Angel, Arzobispo de Granada, y con su permiso celebró ordenes y confirmaciones en el año de 67. 2 7 E l R. S. Don Este van Xorenzo de Mendoza y Gatica, Catedrático de Teología del Sacro Ilipulitano Monte de Granada , Canonigo Lectoral de la Santa Iglesia Catedral de Jaén , Juez Examinador Sino- dal y su Gobernador sede vacante, provis- to en Abril de 1 7 7 8 . Residió personalmente y y para ordenes y confirmaciones traxo al R. Don Fr. Bernardo de Lorca, del Sagrado Orden Monacal del Maximo San b Ge- / Geronimo , Obispo de Guadix y Baza. 28. El R. é Ilustrísimo Señor Don Josef Martinez Palomino Lopez de Lerena: fue electo por el. Rey el Señor Don Carlos III. Obispo de Chiapa en la América. Con el motivo de la Guerra con los Ingleses, se consagró en Madrid , y por el mismo motivo no pudo pasar á su Obispado ; y fue electo por el Rey Abad de San Ildefonso, en donde permaneció algún tiempo, hasta que por muerte del Señor Gatica ; fue promovido á esta Real Abadia. 29. E l Reverendísimo é Ilustrísimo Señor Don Fr. Manuel Maria Truxillo y Jurado, del Consejo de S. M. del Sagrado Orden de San Francisco de la Provincia de Granada en Andalucía, natural de Baena, Diócesis de Córdoba, Ministro Provincial y Comisario General de Indias. Fue electo Obispo de Albarracín, en cuya Santa Iglesia residió varios años , y agraciado con esta Real Abadia por nuestro Católico- Monarca Don Carlos IV. la que obtuvo premisa resignación del citado Obispo. Prelado de gran zelo, de superior talento y sinri^i ì\ ^ ^ K gu- 74 guiar amor á nuestros Señores Reyes , á quienes ha socorrido con repetidos donativos con motivo de Ía Guerra : y en Albarracín levanto una Compañía á sus expensas , la que mantuvo sobre las armas durante el tiempo de aquella. Como verdadero Literato y amante de las Letras , asi en su Orden , como en sus dos Sillas ha fomentado el buen gusto é ilustración. Por no ofender su modestia con los justos elogios á que le hacen acreedor sus distinguido^ méritos dexamos á mejores plumas su extension ; pero no podemos menos de publicar el improbo trabajo de sus tareas literarias; el Pian de Estudios que formó é imprimió en Madrid, aprobado por el Consejo Supremo , para la reforma de Estudios utiles; la Exôrtacion Americana , igualmente impresa en la misma Corte para la reforma de las Indias en los dos puntos de literatura y de disciplina Eclesiástica ; el giro de Misiones en su origen y curso progresivo de ellas , también impreso de orden superior con otras obras, son unos testimonios ter^ minantes de sus continuados, y nada inter- terrumpidos desvelos , aun en una Vdad bastante abanzada. Suspéndase la pluma hasta ocasion mas oportuna. Estas son las noticias mas exâctas que corren y se hallan justificadas por documentos y memorias constantes de los Ar chivos de esta Ciudad , y Digaidad Abacial sobre el establecimiento y erección de su Real Abadia, sus progresos, estado, medio y actual de sus facultades Prelaticias exenciones , prerogativas , gracias, privilegios y demás concerniente á ella en esta parte ; dexando de hablar por no ser del intento de sus rentas, y otras cosas que podrá hacerse en tiempos mas oportunos si los exigiese la necesidad y las circunsta'nrías. Fin de la Obra. U » 8obt ßW» its « » Stemmi* - • > • ' - fill 5'b ^ . ^ J t i w J "!r A « * Mhtxtim^ < iqnw ' - - ' ; " Aii ^ ó k bub>ns»U X <fc»buï'>- ^ * m * ? * fe* / • v ; " ' • 8 ^ " ™ m -ant , ü b & ! 2 3 ' i •'• " "" iaoíí 0 ^ • / U t b r i Í9 2 • so I31 -slivhq < t 'Ï • «Ilo ü 5s ' «mv^imaOílOS U S B ® Ï 8018 "Blas IR» ~ w M M «utWoá afe oba«öb ;snßq V r ' ® ) ^ -:. ' « ö l i p WS*» fe ' »Jtau-îoqo «mjvqmii na snsari. «nuq A m b i t a v.- 'i bsbfe*m tí eoi C Í T A S - DE LA PRIMERA PARTE. O 2jt 3) 4) .S) (6) (7) (8) £9) H l Card. Tuse, torn; i . V . Abbas. Tuse. cono. i . Ojed. p. i ? c . 5. f. 10. n. 1 . Fol. 1 2 3 . öi 24. Ubi sup. De jure E c . lib. r. cap. 17, n. 4 . De jure Ab. torn. 1. disp. 1. q U£ est. 6. Tom. 2. q. 40. art. 4. 5, notand. Lib. 4. cap. ì8. Diana sum. V. Abbas. Ub 4 P S t r a c t 3 c M cZh't ' i ' - ' ' (I i ; Lard. Tusc. conci, i o , X 6. & S- ( j 2 ) Wan-Spen. Jur. E c . Univ. p. 1. tit. 3 1 . c. 6, n. 1 . (r3) t.. s. Schol. in Can. p. 527. ( 1 4 ) M a b i i l in Praef. ad 1 . p. Sœc. 6. Bened. n. 54. » ( * S } G u l h e l m . Bur. Rom. Pont. hist, in fast. Alexand. 2. & Paschal, jun. f. 74. & 18. ( 1 6 ) Bernard. Ep. 42. ad Episc. Sen. seil tract, de Episcop. inorib. & offic. cap. 9, ( T 7 ) Thorn. Cantimp. lib. r. de apib. c. 6. de inf. ( 1 8 ) Innocenc. III. lib. i. epist. 1 9 7 . ( ¡ 9 ; Cap. 28. suarum constit. (20) Copp. lib. i . Monast. tit. 2. n. 18. (at)-Asean Tamb. t. 1. de jure Ab. disp. 10. q . i . (22) Mabill. in praef. ad 1 . p. saec. 6. Bened. (23) Macr. loc. cit, n (24} Asean Tamb. ubi sup. ( a s ) Id Tamb. disp. 2 1 quaest. T. (*) Nota Pero del Bulario de la Congregación Casímense aparecen mas antiguas estas concesiones AU i se lee que en el dia quarto de las KaJendas de M a y o de 643 , el Papa Teodoro á instancias de L Ro~ Rothareth , R e y de los Longobardos , y de la R e y o a Gudiberga confirmó el privilegio que antes" habia concedido Honorio I. al Abad Boviense, para que pudiese adornarse con Sandalias , D a l maticas y Chirotecas en las primeras festividades del año. Otros autores estiman que el uso de la Mitra tomó su principio en el siglo 10 en el qual Silvestre IL facultó al Abad de San Sabino. (26) Sub Leon I. ad an. 4 5 $ . Joann. Cabas, not. Concil. f 2 1 3 . 6i seq. (27) An. Christ. 451= can. 4. (28) In cap Nemo Ecclesiam de consecrat. dist. 1 . cap. Aut. de privileg. in 6. & Justin. Autent. de Eccles. titulis §. si quis autem & Auth. de M o nach. i . & speciali Auth. ut nullus fabricet domos , ike. §. 1 . (29) Epist. 42. S. Bern, ad Henric. Sesee. Episcop. (30) Concil. Trid. ( 3 1 ) Secund. Concil. Niz. 7. Maim. an. Chr. 7 8 7 . (32) Dist. 69. can. i . (33) Ad Episcop. Rotomagens. (34) In cap. Cum continga t de setate , & qualitat. praeficiend. , ( 3 5 ) Can. Quoniam 69. dist. & eap. cúm contingat. Fagn. in cap. Quanto de consuetud, n. 20. & seq. (36) Ses. 23. c. 16. , ( 3 7 ) Die 23. N o v . 1 6 4 1 . (38) Ad cap. Aqua de consecrat. E c . n. 1 9 . (39) Fagn. ad cap. Cum inter Vos > de sent. & re j u die. n. 6. (40) Die 1 3 . Jun. 1 2 0 3 . ( 4 1 ) 1 5 . Mai] 1 2 1 8 . (42} 2 s . Feb. 1 2 3 6 . (43) 9. April, i486. (44) En 24 de Ag. de 1609. e l q u a l á instancia del Obispo de Espoleta fue renovado en 30 de Sept. de 1 6 2 8 . Tom, t . disp. 22. q. 2. în r. (**; Nota. Hgmos visto en el Sabio Merati part 4- Ht. 19 las reflexiones que hace scbie ei Decreto de la. Sagrada Congregación de H kos dé r - D C f g 0 s o t 0 d e l 6 °9 en que d i c e : Abbates , & --al.ij Prçiati Regulares non possunt benedicereVa ramenta Eçclesiarum non sibi sudditarum , v también io respondido por aquella á los A b a des Casineases ea eí recurso que hicieron afir-' mando estaban privilegiados para bendecir O r namentos de Iglesias agenas , resultando de todo que la dicha Sagrada Congregación tenida ante A l e x a n d r a VII. en 20 de Julio de 16Ó0. respondió les estaba prohibida semejante bendición cuy a resolución fue confirmada en otra nueva in lancia que hicieron exponiendo tenían indulto Apostolico para ello : el qual habiéndoseles Z l dado exhibir no lo han hecho hasta de p r e s a r e según advierte N . SS. P. Benedicto X I V . aï fin eftñ? f n S t ; U C C 1 0 n P a s t 0 r a l n u m - 2 0 - y en vista de estos fundamentos nos parece no puede subsist i r í a opinion de Pasqua]lijo, Quarti y otros autores que sostienen en los Abades Regulares fa cuitad para bendecir Ornamentos de Iglesias na sujetas á ellos. La presunción de duda práctica del citado Decreto con que pretenden facultarse, es de hecho ; pues si lo tuvieran la habrían manifestado ; mas Ínterin no lo presenten deben abstenerse , pues la Sagrada Congregación ha resistido con la negativa esta solicitud , siempre que se ha instruido libelo sobre ellas. (46) Non exempt i veró simplicibus , & albis plani« utantur : De privilegio in 6. cap. 6. (47) Tambur, dísp. 23. q. 10. (48) S. R . C . 29. J a n . 1628. (49; Apocal. i.. q U q e candelâ t r b. Feston Septem canüelab. Maori V. Candel. ñ i e a , la Magestad del Sr. D. Felipe II. expidió su R e a l Cédula por la Secretaría del Real Patronato en 1 5 . de Marzo de 1 5 7 7 firmada de Martin Gastel'í , su Secretario , y dirigida al Sr. D. Fran, c i s c o G a m b o a , Abad de Sta. Fe de G r a n a d a , Provisor y V i c a r i o G e n e r a l que había sido del dit fun to Sr. A v i l a , para que le informase de las renf tas V demás concernientes á la Pieza de Povision y Patronato R e a l con sus preeminencias y derechos para hacerla de la vacante con todo conocimiento. Y habiéndose dado ei informe con inserción de todas estas prerogativa» y distinciones como propias de la Dignidad Abacial, por su R e a l Cédula de 17 de Septiembre de dicho año la proveyó en el R . Sr. D Andres de Bobadilla. De estos hechos consta quan antiguo es en esta Dignidad el uso de Pontificales y demás de que va hecha mención. (8) Glosa in Clem. 1. ut prop de reb. E c . non alij it Menda , G a v a r , Coras , & c . (a) Fagn. in cap. cum contingat. de for. compet. ( 1 0 ) A d cap. cum inter vos de sentent & r e jud.n. 3 5 . ( 1 1 ) Barbos, in suisUniv lib. i c 1 7 . & p. 2. Aíeg. 2 5 . de oficio , ¿k potest Episcop. Tormosin üb. <2. c. i . q 2. & torn. 1 . tit. de aetate ôi qualitate, cap. cum extingat. ( 1 2 ) Vease el Santo Concilio de Trent ses. 24. c. 9. y á Leurenzo in Jus .univ. t. i . q. 48. donde prueba con la autoridad del citado Santo Concilio que ei Metropolitano puede proceder contra sus sufragáneos por censuras como Juez ordinario de ellos , y cohibirlos quando son negligentes á executar todas aquellas cosas que pertenecen á su oficio ; por exemplo á la administración de justicia en las causas : á celebrar Sínodos en sus debidos tiempos : á erigir Seminarios Conciliares , y otras semejantes. í r M . s. 23. cap. i 8 . A z o r p. p. 2. lib. 3. c. 54. & 9. §. absolvît. Pirh. W i e s ner.Quarant. Reinfest. Barbos. & c . á quienes cita y sigue dicho autor. ( ! 3) Barbosa y otros. Cobarr. n. 1 . in cap. Joan, de testa m. ( 1 4 ) Flores de Mena variar, lib. 3. q. 24. n. 1 8 . ( 1 5 ) Ses 24. de reform.cap. 9. & ses. 7. c. 8. it. ses. 2f. c. 8. ( 1 6 ) A 24. de Agosto de 1609. Asi R i c c . in rer. E c . resolut. 4 6 1 . Úrsell. in exam, conci. Legal, conc. i . n. 1 2 5 . A estos cita y sigue N a v a r r o in lucerna Regul. verb, benedicere. n. 1 5 . ( 1 7 ) S. R . Cong. 18. Mart. 1Ö17. ( 1 8 ) En 2 8 . d e Enero de 1606. Vease i Tambur* de jure Ab. á Lezana quaest. Reg. verb. Abbas, á Barbos, de jure E c . t. 1 . 1 . 1 . de Ab. c. 17. ( 1 9 ) Vease el auto T4, de los Acordados lib. 1. tit, 6. de la nueva Recopil. pag. 44 de la ultima impre^ sion de que tenemos noticia. (20) Este privilegio de tanto honor para la Dignidad Abacial , é Ínteres para las materias de la A b a día de Alcalá se habia traspapelado con motivo de haberlo llevado á la Corte en tiempo del Sr. Cardenal de la Cerda y S. Carlos Abad : pero hoy obra ya en el legajo de los derechos de la Dignidad en su Archivo. De él consta que la Sra. R e y n a Gobernadora en 1 6 7 1 . concedió perpetuamente á los R R . Abades de Alcalá la presentación y propuesta de dos Capellanías Reales de su Capilla de Granada en sujetos*%enemeritos , y naturales de esta Abadia Real. ( 2 1 ) Dada en Roma á 4. de Febrero de 1477. (22) Año de i$52* y 3 0 de su Pontificado. (23) Dada en Roma año de 1560. (24) Librada en 1 3 de Agosto de 1 5 7 7 . consta de la fundación del Monasterio de Jesus Maria de Capuchinas de Granada , torn. i . f. Í 3 7 . y 436. (-2$) Tom. <2ï. -Concil. pag. §37. (26) La muerte eia,esie R, Sr comprueba ïo solícitos que eran los R R, Abades de Alcalá la Real en la residencia personal, y que en aquellos tiempos que nos parecen obscuros se posesionaban personalmente luego que eran electos por S. M .