JESUCRISTO HOMBRE APÓSTOL DOCTOR JOSÉ LUIS DE JESÚS MIRANDA JESUCRISTO HOMBRE 26 de octubre de 2011 Les voy a pedir que busquemos un libro histórico llamado Mateo, en el capítulo 1; Mateo capítulo 1 en el verso 18 en adelante hasta el 25. Dice: “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José; y antes que se juntasen, antes que se relacionaran sexualmente, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.” O sea, no se habían juntado y ella estaba embarazada. Yo estaba buscando una versión esta mañana del 1569 y decía: “Y, se halló que estaba preñada.” Antes que se juntasen, se halló que el Espíritu Santo la preñó. No fue José. “José, su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.” Como quien dice, ese hijo no es mío, eso no es mío, si yo nunca la he tocado. “Y, pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, diga: del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo; y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo, a su pueblo, de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá…” Las vírgenes no conciben. Conciben, si dejan de ser vírgenes. “…y llamarás su nombre Emmanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no se relacionó sexualmente con ella, hasta que dio a luz a su hijo…” O sea, que seguía virgen, no la conoció. La palabra ‘conocer’ es relacionarse. “Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús.” Hemos llegado a una conclusión en lo que hemos leído: Jesús de Nazaret, ¿el hombre participó en su nacimiento? No. O sea, que él no nació por voluntad de hombre. Él no es hijo de un hombre. Diga: NO ES HIJO DE UN HOMBRE. Por lo tanto, a él no se le puede llamar ‘El Hijo del Hombre’. (Aplausos) A él se le puede llamar ‘El Hijo de Dios’, o ‘El Hijo de María’, pero no El Hijo del Hombre. En Romanos, hay un verso bíblico, vamos a buscar en Romanos 5:18. “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno, por el Hijo de María, vino a todos los hombres la justificación de vida.” Entonces, hasta que el Hijo de María no nació, todos los hombres nacían en pecado. O sea, el bebé que tuvo María, vino para redimir a su misma mamá, porque María era una pecadora. En el sistema dicen: Santa María, madre de Dios, sin pecado concebida-. Pero, eso es mentira delante de la evidencia bíblica. Esa es una mentira romana. Que es parte del engaño de 2,000 años en mantenernos en ignorancia, a los cuales, con toda decencia, tenemos que taparles la boca. Porque en este reino no cabe la mentira. Por lo tanto, María fue una pecadora. Pero, como María no participó en la formación de ese niño, tampoco José, sino que fue el Espíritu Santo, el niño tuvo que nacer así, no podía ser Hijo de Hombre, porque si él era hijo de hombre, entonces nacía en pecado, y no podía redimir al pueblo de sus pecados. ¿Me estás siguiendo? ¿Estamos claros? Hablamos con los entendidos, hablo con los entendidos, con los millones de personas que van a ver esta declaración. Entonces, por eso es que María, una vez exclamó, y dijo: “Me regocijo en Dios, mi Salvador”. Ella tuvo que ser salva, al creer en lo que ella misma parió. Porque ella era una pecadora. José era un pecador, se le llama justo por posición, pero era un justo en pecado. Moisés estuvo en pecado. David estuvo en pecado. Todos. Antes de Cristo morir, todos eran pecadores, no por conducta, sino por la posición que el primer hombre les imputó. Por eso, repetimos el verso, mira como dice Romanos 5:18.Esto es teología clara. Esto no es para preguntar, ni para refutar, esto está establecido. Esto es una declaración oficial para el mundo entero. Romanos 5:18, dice: “Así que, como por la trasgresión de uno…” ¿Quién es ese uno? Adán. “…por la trasgresión de uno vino la condenación, ¿a unos pocos? a todos los hombres.” A todos los hombres y mujeres. Seguro, todo lo que nació después de Adán hasta Cristo, y no hasta Cristo que nació, hasta Cristo cuando murió y resucito. Porque cuando Cristo estaba en carne, no podía salvar a nadie; aunque él perdonaba pecados, no los podía quitar. Él los perdonaba, pero quitarlos no podía, porque para quitarlos, tenía que dar su vida, tenía que morir. Ahora, al morir, entonces sí que quita el pecado del medio, y con una sola ofrenda quedamos perfectos para siempre. (Aplausos) Por ende, desde que Cristo murió, toda la gente nace salva. El engaño de una misa, el engaño de un pastor diciendo, pasa al frente y arrepiéntete, pasa al frente y acepta al Señor; todos esos son engaños evangélicos, atropellos teológicos de un mundo que desconoce a Dios. Pero, desde que Cristo murió y resucitó, todos los bebés nacen perfectos con una sola ofrenda, nacen bendecidos completamente. Ahora, por qué ¿Cómo dice el verso? Vamos a ver como dice el verso, Romanos 5:18. “Así que, como por la trasgresión de uno vino la condenación a todos los hombres…” “La condenación a todos los hombres”, quiere decir que cuando él bebé nacía, antes de Cristo morir, nacía en pecado. Bebé, pecador, en la cuna, es más, sin haber hecho nada, ni ensuciar el pañal, nace ciento por ciento pecador. Porque eso una ciencia departe de Dios, que después del pecado de Adán, todos nacen condenados y pecadores. Naturalmente, esto lo dijo el perito arquitecto, y por eso, yo lo puedo decir. Pero, eso no lo podían decir los apóstoles, no lo pudo decir la misma María, porque el niño, cuando creció, hablaba en parábolas, no explicaba nada. Él vino con una función, a salvar a su pueblo de sus pecados. Y, mientras tanto, tenía 33 años para entretenerse, hacer lo que quisiera hacer, pero la clave era, tiene que morir, tiene que morir. Por eso, cuando Pedro, Pedro poseído por su padre, le dijo: “Maestro bueno, no vayas a la cruz”, estaba Pedro hablando el disparate más grande, concebido sobre la faz de la tierra. Porque lo que él está diciendo: -No salves a este pueblo de sus pecados-. Es más, podemos decir que el apóstol Pedro era una reencarnación de Satanás mismo. (Aplausos) ¿Sabes por qué? Porque Pedro, al hablar así estaba diciendo: -¿A ese propósito tú has nacido? ¿A ese propósito tú has nacido? Y, ahora tú estás con nosotros, tú has venido a dar tu vida, pero ahora yo te ruego, apelo a tus sentimientos carnales-, porque él tenía carne y vino en semejanza de carne de pecado, -no vayas a la cruz, maestro-. Entonces, el padre que vivía en Jesús de Nazaret, le dijo: “Apártate de mí, Satanás”. El apóstol Pedro era una reencarnación de Satanás en aquellos tiempos. Ese es el primer papa, los demás, me imagino que es de la misma categoría. (Aplausos) Porque de tal palo tal astilla. Y una verdad llama a una verdad, pero una mentira llama a otra mentira. Y esto lo digo con conocimiento, yo no estoy airado, yo estoy, simplemente, sacando lo oculto de las tinieblas. Esas son las tinieblas que el apóstol dijo allá en Primera carta a los Corintios 4:6, cuando dijo: “No juzguéis nada hasta que venga el Señor.” Ahora, hay “una misma manera”, que no se ha predicado nunca. Nunca. Dice Romanos 5:18. “…de la misma…” Tiene que ser de esa manera. ¿Tú te crees que los pastores aquí en Miami aplican esa misma manera? Es más, muchos de ustedes no lo aplicaban, yo creo que hoy lo oyeron por primera vez. El Papa no aplica eso. Los líderes religiosos, a nivel mundial, no honran la manera, al no honrar la manera, entonces se constituyen mentirosos y falsos, porque no están honrando esa manera. Por eso Pablo, cuando enviaba a Timoteo, decía: “Mira, ahí te envió a Timoteo que él enseña, él sabe de la manera que yo enseño”. Entonces, Timoteo era fiel a Pablo enseñando de la misma manera, y todos ustedes, que no calcan la manera que sale de este púlpito están también errando al blanco. Usted no puede cambiar esta manera, ni suavizarla. A esta manera no se le quita nada, no tiene que suavizar para que aquel entienda, para que este entienda. Dispárela así. Pásela de la misma manera, no suavice con lisonjas. (Aplausos) Es de la misma manera, y si por esa manera, te buscas problemas, esos problemas están en el decreto: de la misma manera; y la misma manera se encarga de arreglar, por haber predicado la misma manera. (Aplausos) Romanos 5:18. “De la misma manera, por la justicia de uno, vuelve la otra copia, ahora esta copia es buena. De la misma manera, por la justicia de uno vino ¿a cuántos? a todos los hombres la justificación ¿de qué? de vida.” Quiere decir, que de Cristo para acá, todos hemos nacido arreglados. ¿Tú sabes por qué hay prisiones llenas de criminales? Porque no le han predicado la misma manera. Le dicen: -Tienes que confesarte, tienes que portarte bien, ir a la iglesia, hacer la primera comunión, luego hacer esto otro. Entonces, esas maneras idiotizan a uno. No le dicen la verdad. Ese preso, ese criminal, ese pandillero, ese vendedor de droga, esa, como las llaman prostitutas, o afeminados es que no se le ha dicho la misma manera, y son unos infelices. Pero, de este púlpito hacemos felices al mundo, diciéndoles que es de la misma manera, ellos están justificados a vida. Ese criminal que está ahí cumpliendo una condena a treinta años, está justificado, perdonado, perfeccionado, tal y como la segunda copia vino. ¿Usted cree que Cristo es bueno? ¿Jesús de Nazaret fue bueno? ¿Hizo muchas cosas buenas? ¿Y, logró morir y resucitar? Pues ese eres tú. Esa es tu copia. ¿Por qué no puedes reconocer tu verdadera identidad, y verte como Dios te ve? Lindo, precioso, completo, perfecto. Así es que Dios te ve. Porque no se puede violar la manera. El que te predica otra cosa te está mintiendo. Es de la misma manera. Entonces, al yo entender que esa copia vino, ese Jesús de Nazaret vino para arreglar lo que estaba dañado, quiere decir que él no podía ser engendrado por hombre alguno. El factor humano no podía estar ahí, porque entonces nacía en pecado, y si nacía en pecado, no te podía redimir a ti. Él vino como cordero; santo, sin mancha, para pagar un precio y redimirnos de todo los pecados. Por lo tanto, él no era hijo de hombre, él era hijo de Dios. Así ellos lo llamaban, tú eres Jesús, hijo del Altísimo. Y ahí sí que tenían razón, que fue Dios quien lo hizo, porque ahí el hombre no participó, ni María participó. Lo que sucede es que cometieron una idolatría tremenda con María, e hicieron un misticismo también de Jesús. Ese misticismo debieron de haberlo hecho, después de la cruz, pero no antes. Fíjate que todas las iglesias cristianas, su fundamento está antes de la cruz. Ellos bautizan, ellos lavan los pies, ellos toman la pascua, lo que llaman la santa cena. Ellos hacen todo lo que Jesús hizo, reprender demonios como Jesús reprendió demonios, ellos reprenden demonios. Todas las iglesias; católicas, protestantes, evangélicas, pentecostés, todos están mirando a Jesús de Nazaret, y oran así, en el nombre de Jesús de Nazaret. Cuando esa copia ya pasó. Es después de la cruz que está el asunto. Entonces, si nosotros creemos eso, que Jesús de Nazaret no era Hijo de Hombre; entonces, vamos a ver esta explicación que dice aquí en Lucas. Lucas capítulo 17 del verso 20 al 37: “Preguntando por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios…” No, el reino de los cielos, perdóname. Ahí está hablando del reino de Dios. El reino de Dios y el reino de los cielos son dos cosas diferentes. “…cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrán con advertencia…” ¿Vendrá cómo? ¿Como ladrón en la noche? El reino de los cielos sí, el reino de los cielos lo estamos viviendo nosotros, pero el reino de Dios, no es lo mismo. Dice: “Ni dirán: Helo aquí o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.” Ahí está hablando ya de su espíritu. “Y dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del Hombre, ya no está hablando de él, y no lo veréis.” No podían verlo, porque estaba hablando ahora del Hijo del Hombre, no estaba hablando del hijo de María. Ahora está hablando del hijo que venía como hijo del Hombre. Yo soy Hijo de Hombre. (Aplausos) Mi padre se llama José Luis, José Antonio. Tengo memoria que cuando mi madre murió, y yo sé que ella me esta oyendo en la nube de testigos, pero cuando mi madre murió, yo la tenía en mis brazos, ya le quedaban minutos. Entonces, ella perdió todo su hígado, su hígado lo tenía en un galán que me lo dio el médico, y me dijo: -Mira, eso es su hígado, no lo tiene. Ella va a morir de aquí a mañana-. Bueno, duró hasta el otro día, y yo estaba con ella, y entonces, la cogí en mis brazos así, porque ya estaba moribunda. Entonces me dijo: -Tú sabes que hay algo que yo quisiera decirte, pero no puedo porque te va a perjudicar grandemente-, y qué bueno que no me dijo eso en aquel tiempo, porque me hubiera desembocado, hubiera dañado todo. Pero me dijo: Pero, fíjate, un día tú lo sabrás. Un día, tú lo vas a saber. Y yo le dije: -Ay, mami, pero dímelo. No me dejes en esta incógnita, porque tú te estás muriendo. Tú vas a pasar ya al Señor. ¿Por qué no me lo dices? Y me dice: - Mi hijo con todo lo que yo te amo a ti, y no puedo decírtelo. -Pero, dame una orejita. -Es que un poco que te diga, te va hacer mucho daño. Y, entonces, yo me quedé por años pensando en eso que ella me dijo, y entonces cuando a mí me dio hepatitis A, B y C, yo dije, ah eso es, que me voy a morir igual que ella. Que voy a perder el hígado, pensé yo. Pero, que la hepatitis A B y C no han podido conmigo. No es eso. Y, entonces, este miércoles, cuando yo estaba así, que me quedé dormido y desperté, me dice: “Tú eres Hijo de Hombre. Jesús estaba hablando de ti. Cuando él dijo que no iban a poder verlo.” Vamos a leerlo de nuevo, mira como dice, Lucas 17:22. “Tiempo vendrá cuando deseareis ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis. Y os dirán: helo aquí, o helo allí, no vayáis, ni lo sigáis. Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro, así también será, futuro, el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que padezca mucho, y sea desechado por esta generación. Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca y vino el diluvio y los destruyó a todos Así mismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste. En aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás. Acordaos de la mujer de Lot. Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará. Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada y la otra dejada. Dos estarán en el campo; el uno será tomado y el otro dejado.” Entienda que está hablando ahí de las dos simientes. Y, ‘tomado’ es aquí donde tú estás; ‘dejado’ es donde está el resto. “Y respondiendo, le dijeron: ¿Dónde, Señor? Él les dijo: Donde estuviere el cuerpo, allí se juntarán también las águilas.” ¿Son ustedes el cuerpo? Pues, allí se juntan las águilas. Cuando se formara la iglesia de Jesucristo con el evangelio de la gracia, con el evangelio de la incircuncisión, sin rudimentos, sin diablo, sin pecado, ese es el cuerpo, allí estarán las águilas. El Señor habló bien claro en ese capítulo a ellos. Hay otro lugar donde dice que aparecieron en ese día unos diciendo: -Mira, Señor, en tu nombre profetizamos, echamos fuera demonios e hicimos muchas señales y milagros. Fíjate, que yo no vine con señales, y sacar demonios, menos, porque están desaparecidos. Pero, yo no vine a dar señales, por eso es que él dice: - Tengan cuidado cuando les digan, mira es por allí-, porque muchos se han aparecido diciendo: Yo soy el Señor-, en muchos años. Y, ¿cómo identificarlos? Señales, milagros, sacando demonios, tirando gente; pero, yo no he venido a hacer eso. Yo he venido a formar el cuerpo con información, a educar a la iglesia, a formarle un cuerpo a la amada. Y, entonces, dice que el Señor les dijo: “Apartaos de mí, hacedores de maldad”. Oye, profetizan, sanan y echan fuera demonios y Dios les dijo: -Ustedes son hacedores de maldad. -Pero, si esto es lo que tú dices. -No, eso es lo que yo dije antes de la cruz. Vamos a buscar ahora a Daniel capítulo 12, verso 1: Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán.” Yo entiendo claramente que este evangelio que el Señor me ha encomendado nunca se había predicado, y puedo aceptar el título que la iglesia me da, no que yo me doy, porque el cuerpo es el que pide cabeza. El cuerpo se formó y estaba descabezado. Yo era la cabeza, pero no me atrevía a aceptarlo. Pero el cuerpo me exigió: Tú eres la cabeza. ¿Por qué? Porque la cabeza es la que forma el cuerpo y ambos, uno al otro, se buscaron. Por lo tanto, para las naciones del mundo, una vez más JESUCRISTO HOMBRE ESTA EN LAS TIERRA. JESUCRISTO HOMBRE ESTA EN LAS TIERRA.