36 CAPITULO SEXTO EL CONTRATO DE LEASING. En esta parte especial del contrato de Leasing, el objetivo es señalar lo propio del contrato, es decir que no hablaremos sino de lo que es el propio contrato, todas aquellas partes que lo integran. La importancia que tiene su identificación dentro del mismo a fin de poder tener la claridad necesaria para evitar su confusión, así como también no alegar ignorancia del contenido contractual al momento de su reclamo por la vía judicial o extrajudicial. 1- Contenido. Como se ha manifestado en la parte general el contrato de leasing se ha enmarcado dentro de los contratos de empresa por tal razón es importante tomar en cuenta la libertad contractual que la Constitución de la República señala en el Art. 23. En uso de esa Libertad los contratantes pueden hacer su propio contrato, por su parte y como consecuencia de esa Libertad contractual el Código Civil en el Art. 1416 determina el carácter de ley del contrato para los contratantes. La forma y documentación de esa declaración de voluntad es necesaria y en tal sentido se entiende por forma el aspecto exterior que asume toda declaración expresa de voluntad de manera que ante la inexistencia de una forma determinada, la declaración de voluntad no podría emitirse. En cumplimiento de este propósito es que existen un cúmulo de formas ciertas, precisas y en muchas veces inmutables que procuran evitar duda alguna acerca de la 37 voluntad expresada y de las consecuencias del acto que se ha realizado. Nuestro derecho no exige ninguna formalidad especial para el perfeccionamiento del contrato de Leasing. La Libertad formal rige plenamente en este tipo de contratos; sin embargo, teniendo en cuenta la naturaleza compleja de este contrato es casi imposible su formalización sin que sea plasmado por escrito. Este formalismo del que estamos hablando responde a la necesidad de probar todos sus efectos y los alcances de los acuerdos de voluntades Generalmente los contratos de tracto sucesivo y los traslaticios de dominio como el leasing, que comprende ambas características, el acuerdo de voluntades se instrumentaliza por escrito a fin de dotar de certeza, precisión y seguridad a las obligaciones asumidas. Esta imposición responde a una finalidad probatoria del vínculo contractual, por lo que su omisión no invalidaría el acto, sino que simplemente hace más difícil la prueba del mismo. En aras de esa finalidad probatoria mencionaré a continuación las partes esenciales que a mi entender debe contener el contrato de leasing; a) La Fecha. Es un aspecto sumamente importante ya que determina el nacimiento de la relación jurídica y que una vez suscrito el instrumento tiene validez entre ambas partes desde la fecha consignada en el mismo. b) La identificación de las partes No basta únicamente con determinar o establecer el nacimiento de la relación jurídica, es necesario que se identifique fehacientemente a las partes que se van a obligar en esa relación jurídica, por tanto, la identificación de las partes debe comprender su nombre o razón social, sus datos generales, su domicilio, su nacionalidad y demás datos necesarios a fin de individualizar a cada uno de los participantes de ese contrato de manera fehaciente e inequívoca a fin de poder determinar responsabilidades en caso de incumplimiento. 38 c) La identificación del Bien Esta parte es de suma importancia ya que es el objeto de la relación jurídica, aquí, tiene que mencionarse todas las características del bien dado en leasing, modelo, marca, color, tamaño y todos aquellos rasgos característicos propios del bien. La razón de esto es para que el tomador se cerciore si lo que esta adquiriendo en Leasing, es el mismo artículo que fue seleccionado por él. d) El Precio. El pago del precio constituye la principal obligación que asume el tomador en el contrato de Leasing. Su fijación se hace tomando en cuenta las dos etapas que integran el contrato las cuales son la administrativa y la dispositiva. Necesariamente debe existir una relación entre el precio por el uso del bien y el precio de compra del mismo al final del contrato, dado que este ultimo precio es determinado en función de las cuotas que se pagan por el uso. Ambos precios conforman la totalidad de la financiación por tal razón las cuotas no deben de ser tan elevadas, ni el valor residual tan mínimo ya que se manipularía la voluntad del tomador a fin de que consienta con la compra del bien desde el principio del contrato. Entonces tenemos que el precio comprende: las cuotas periódicas de amortización y el valor residual de amortización. i) Las cuotas periódicas de amortización. Es el pago mensual de una cuota por el uso del bien facilitado por el dador el cual constituye el pago por ese uso y algo más; ese algo más es lo que precisamente distingue la cuota de Leasing del simple alquiler constitutivo de la locación. El pago de la cuota de Leasing abarca los siguientes elementos: 1- La amortización del capital prestado por el dador. 2- El interés correspondiente por la financiación acordada. 39 3- El precio por el uso del bien propiamente dicho. 4- Los riesgos inherentes al estado de conservación del bien a su restitución y su posterior colocación en el mercado. Para obtener esta cuota mensual de Leasing, hay que tener bien definido con anterioridad cual es la cantidad o porcentaje de valor residual que se reserva para la opción de compra y el cual será abonado una vez expire el contrato, dando lugar a la amortización total de la operación. Entonces una vez se ha determinado la proporción correspondiente al valor de origen que se financia, se resta el valor residual. Sobre este resultado se le aplica la tasa de interés convenida; luego la sumatoria del capital más la tasa de interes se divide por el número de meses que durará el financiamiento y esta nos dará como resultado el importe de cada cuota mensual de amortización. El precio del Leasing y la duración del contrato no depende de los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados, sino exclusivamente del precio del dinero y de las condiciones de contratación que predominen en el sistema financiero. Procede también resaltar que los intereses devengables también pueden ser pactados a tasa fija o a tasa flotante según sea el plazo de la financiación y según sean los usos y las practicas del mercado. ii) El Valor Residual de Amortización. Se le llama así al precio de adquisición del bien consignado en el contrato para cuando el tomador ejerza la opción de compra reconocida a su favor. Siendo el leasing una operación financiera, el valor residual debe determinarse en función de la financiación otorgada y no en función de la vida útil del bien, ni por el valor de mercado del bien al momento del ejercicio de la opción de compra. Una vez optada la compra del bien el pago del precio a la 40 fecha de vencimiento estipulada puede efectuarse al contado o por cuotas. Es habitual que las cuotas de pago sean mensual y no mayor de tres. e) Los daños. En el contrato de Leasing se acostumbra establecer que el tomador es responsable por los daños ocasionados con o por el bien. Al no existir una Legislación propia en materia de leasing para determinar la responsabilidad por los daños se esta a lo estipulado en los Art.2065 al 2085 del Código civil. La responsabilidad objetiva que se aplica en el contrato de Leasing, consiste en presumir la responsabilidad del dueño o propietario de la coso con o por la que se produjo el daño. Tal principio de la responsabilidad objetiva no es absoluto ya que admite prueba en contrario, pues la regla general de la responsabilidad civil, es una responsabilidad por culpa demostrada. Es importante hacer mención que cuando se esta diciendo dueño de la cosa, debe entenderse que el tomador se reputa dueño, cuando se ésta en la fase administrativa del contrato, ya que él la usa y la posee y está a su cargo y cuido. f) El Seguro. Resulta de imperiosa necesidad como consecuencia de asumir, por parte del tomador todos los riesgos inherentes al uso y utilización del bien contratado y a la conservación y mantenimiento del mismo a fin de responder por todo daño o deterioro provocado por o con el bien. El seguro puede ser contratado ya sea por el tomador o por el dador, generalmente éste seguro lo contrata el dador. En el seguro contratado debe expresarse claramente su cobertura, el importe de la prima y la forma de pago del mismo. g) Garantías por saneamiento. 41 El saneamiento como garantía sirve para dar seguridad jurídica al tomador de leasing. Es importante analizar el tipo de garantía que se pretende y así tenemos las siguientes: - La Evicción. - Los Vicios Redhibitorios - Las garantías de fabrica. LA EVICCIÓN. Es la privación, pérdida o turbación de derecho, sea total, sea parcial que puede sufrir todo adquiriente a título oneroso de un determinado derecho sobre una cosa, en la propiedad, uso, goce o posesión de la misma. Art. 1640 del Código Civil. 7 En el contrato de leasing esta garantía de evicción entra en juego a partir del momento en que el dador adquiere el bien. Directamente a él, le beneficia esta garantía e indirectamente este beneficio se extiende al tomador. La Obligación de garantía por evicción requiere tres presupuestos básicos: • Que exista una turbación de derecho. • Que la turbación sea por causa anterior o contemporánea a la venta. • Que la turbación sea actual. Esta garantía de evicción rige cuando el comprador sufre una privación total o parcial de derecho de dominio sobre el bien que adquirió. ¿ De quien puede provenir la evicción? ¿Únicamente del vendedor?, de ninguna manera también puede provenir del proveedor o fabricante. El proveedor o fabricante debe responder ante el dador si es perturbado en su derecho de propiedad por cualquier tercero, en el caso del dador o vendedor surge cuando ejerce la 7 Codigo Civil de la República de El Salvador, editorial LIS, Art. 1640. 42 opción de compra, perfeccionándose una nueva transferencia de dominio del bien contratado a su favor. En este sentido el dador deja de ser destinatario de la garantía para pasar a responder por ella. LOS VICIOS REDHIBITORIOS. Se entiende por estos todos aquellos vicios ocultos o defecto que impiden o menoscaban el uso y goce del bien contratado. Este tipo de vicios puede provenir de tres maneras: • En relación al proveedor o fabricante. En este caso queda para el tomador, la acción contra el proveedor o fabricante por los daños y perjuicios derivados del vicio y el cumplimiento del contrato que necesariamente debe llevar a cabo. En materia de Leasing respecto a los vicios ocultos existentes en el bien al momento de su adquisición, el proveedor debe responder por ellos; por lo tanto, el tomador sustituye al dador y puede exigir el cumplimiento de tal garantía. Producto del vicio redhibitorio se derivan los siguientes derechos: La rescisión del contrato ó la rebaja del precio. Art. 1662 Código Civil. • En relación al dador. Por el contrario, el dador no puede responder por vicios ocultos, ya que el bien en ningún momento es utilizado por él. Podría responder si se tratara de un Leasing sobre un bien usado y restituido posteriormente, el cual bien pudo haber sido reparado por él y no lo hizo. 43 GARANTIAS DE FABRICACIÓN. Paralelamente a las garantías legales de evicción y vicios redhibitorios, también es preciso analizar la garantía voluntaria de fabricación que los proveedores o fabricantes ofrecen y comprometen para una mejor comercialización de sus productos. Estas garantías de fabricación se diferencia de las garantías por vicios redhibitorios en atención a que trascienden el bien intrínsicamente considerado y se extiende a su funcionalidad con relación al interés particular del adquirente . h) Gravámenes. Durante la vigencia administrativa del contrato, la propiedad del bien contratado pertenece a la entidad financiera. Tal pertenencia le posibilita al dador constituir sobre el bien cualquier tipo de gravamen. Es compromiso del dador al momento de consolidarse la compra del bien, por parte del tomador, que se encuentre libre de todo gravamen a finde que no dificulte o entorpezca la transferencia del dominio. El dador debe inhibirse contractualmente de contraer gravámenes y comprometerse a levantar de inmediato toda medida cautelar o precautoria trabada sobre el bien, a fin de garantizar que a la fecha del ejercicio de la opción de compra, la propiedad del bien estará libre de toda carga o restricción de derecho. i) Cesión de derechos. Esta parte del contrato es de suma importancia, ya que prohíbe la transferencia de obligaciones. Por regla general los derecho provenientes del contrato de Leasing son intransferibles. Por excepción, la relación jurídica contractual puede ser transferida, mediante el consentimiento del dador y la aceptación del nuevo tomador, o en los casos de sustitución patronal en una empresa. 44 j) indisponibilidad del uso del bien. La aceptación de este compromiso es una consecuencia directa de la naturaleza propia del leasing. El tomador recibe una unidad nueva a estrenar y la usa como si fuera el propietario. Ante tal calidad asume los mismos riegos inherentes del uso que tuviera el mismo propietario. Por tal razón es habitual consignar en el contrato de leasing que no será motivo de suspensión del pago del arriendo, el hecho de que la unidad no funcione o no pueda ser utilizada por desperfectos de cualquier naturaleza u origen, es decir, que el tomador debe continuar pagando las cuotas pactadas aunque no pueda utilizar el bien, siempre y cuando esa indisponibilidad permanente o transitoria, derive de algún hecho de terceros. k) Uso Indebido del bien. Constituye una garantía para el dador, ya que limita el uso del bien que pueda darle el tomador. Estas limitaciones o restricciones del uso del bien va en resguardo de la integridad del mismo. Como consecuencia de estas restricciones impuestas por el dador, éste puede reservarse en el contrato, la facultad de inspeccionar y verificar el uso que se le da al bien contratado, así como el estado en que se encuentra. Por su parte el incumplimiento de las condiciones del debido uso pactadas en el contrato, puede dar lugar a que se exija su inmediato cumplimiento o que se rescinda el vínculo contractual. La importancia de este apartado en el contrato de leasing es de doble carácter, ya que por un lado se busca evitar que por el mal uso se dañe el equipo y luego se reclame algún tipo de garantía de saneamiento; y por otro lado, se busca mantener en buen estado el bien por si se da el caso que el tomador no haga uso de la opción de compra que le confiere el contrato, se pueda vender en perfecto estado el bien a terceras personas. I) Enajenación del bien. 45 La condición de no enajenación del bien dado en Leasing, es parte integrante del contrato y debe de establecerse de manera clara, precisa e inequívoca a fin de que no se pueda alegar ignorancia, cuando se reclame la rescisión del contrato por incumplimiento de esta causal. Esta enajenación puede estar a cargo tanto del dador como del tomador. i) Por parte del dador. Por la calidad de propietario que este tiene, no le impide o imposibilita enajenar el bien a un tercero distinto del tomador, pero sí le representa un impedimento contractual, ya que en el se encuentra un compromiso de venta sumido y reconocido de modo irrevocable a favor del tomador. El primer impedimento proviene de la mala fe del dador respecto al cumplimiento de sus obligaciones contractuales; aun y cuando se logre superar esto, aparece el segundo impedimento en el que se manifiesta la dificultad de encontrar un tercero que acepte comprar sin tradición, a fin de que éste espere hasta el vencimiento del contrato, que el tomador renuncie a la opción de compra. Si este la renuncia se perfeccionase la compra, pero ¿Qué sucedería si hace uso de se derecho?¿Cómo queda esa situación? ¿Aquien se le da la tradición del dominio? Tales circunstancias constituyen trabas insalvables en todo intento de enajenación por parte del dador. ii) Por parte del Tomador De acuerdo a la doctrina, la venta de cosa ajena no puede efectuarse válidamente, aun cuando el Art. 1622 del Código Civil, diga que una vez ratificada la venta por el legítimo dueño, esta se reputa perfecta. La presunción de propiedad que emana de la posesión de un bien, según lo establece el Art. 745 del Código Civil vigente facilita que el tomador se vea tentado a vender el bien en cuestión. 46 En síntesis, el dador debe de vigilar atentamente la buena ejecución de las obligaciones asumidas por el tomador, y a su vez, este debe de cumplirlas de buena fe. l) Impuestos, Tasas y tributos. Generalmente se estipula que serán por cuenta y cargo del tomador todos los impuestos, tasas y tributos y demás derechos de registro que recaigan sobre la propiedad, tenencia y uso del bien contratado. m) Incumplimiento contractual. Esta situación es la negación de la intención original en la celebración del contrato, el cual tiene por intención cumplir con las prestaciones asumidas, que constituyen la causa o finalidad perseguida. El ordenamiento legal establece distintos mecanismos de tutela que deriven en la ejecución forzosa de la obligación una vez dado el supuesto de incumplimiento. La parte afectada tiene dos salidas: • Exigir el cumplimiento del contrato en los mismos términos y condiciones pactadas. • La resolución del contrato, por causa imputable a la contraparte, facultad derivada del pacto comisorio o condición resolutoria plasmada dentro del contrato. Así resulta que puede definirse la condición resolutoria, como la cláusula por la que se estipula que cualquiera de las partes contratantes, o una de ellas, puede optar por la resolución del contrato si el otro contratante no cumple la obligación u obligaciones que contrajo. Esta condición resolutoria, puede ser; tácita o legal, expresa o convencional. Es tácito aquel que se encuentra reconocido en una norma legal, sin que sea necesario que se 47 encuentre expresamente contemplado en el contrato de leasing para que surta efectos. Es expreso, el que constituye la cláusula contractual por la que los contratantes convienen que cualquiera de ambos pueden optar por la resolución del contrato, si el otro no cumple en la forma estipulada, las obligaciones que están a su cargo. Para que sea procedente la condición resolutoria ya sea expresa o tácita, es necesario que concurran las siguientes situaciones: • Un contrato Válido. Es evidente, que el contrato que se pretenda resolver tiene que tener validez de conformidad a los principios de los contratos contenidos en el Código Civil en los Art. 1308 al 1315. • El incumplimiento de una de las partes. Este incumplimiento que se traduce en el desequilibrio obligacional, constituye la base donde se sustenta el ejercicio de la acción resolutoria. En cuanto a la magnitud del incumplimiento, este debe referirse a una obligación fundamental del negocio cuya importancia comprometa su equilibrio económico y jurídico. • La mora de la parte que incumple. El mero retraso no constituye mora; la simple demora es un concepto temporal, en cambio la mora configura un concepto jurídico en razón de que es el retrazo que la ley señala. La mora esta íntimamente vinculada con el incumplimiento contractual, ya que el plazo, sea del contrato o de la fecha de pago del arriendo, constituyen un ingrediente principal de la obligación. 48 • Culpabilidad Comprobada. Este constituye un presupuesto inexcusable sin el cual es imposible demandar la resolución contractual. Es importante comprobar que ese incumplimiento e por culpa del deudor, ya que existen incumplimientos ajenos a él, como el caso fortuito o la fuerza mayor. En este sentido, el deudor, puede limitar el ejercicio de la acción resolutoria, probando su falta de culpa. El marco legal o base jurídica de la acción resolutoria se encuentra en el Art. 1360 del Código Civil. n) Renuncias Domiciliares. Constituye la parte última del contrato de Leasing. El propósito de ella estriba en la comodidad que busca tener el dador al momento de exigir el cumplimiento por la vía judicial; y consiste en la renuncia que hace el tomador a su fuero o domicilio y se somete al domicilio señalado por el dador para el ejercicio de la acción judicial en caso de incumplimiento. 2- El contrato como prueba. La prueba constituye una necesidad práctica y tiene por objeto únicamente hechos jurídicos de los cuales se derivan derechos. La función primordial de la prueba consiste en constatarla existencia de un determinado hecho jurídico.Una vez probada la existencia de ese hecho, podrá derivar la prueba de los derechos subjetivos y de las obligaciones inherentes. La prueba es comprobación, demostración, corroboración de la verdad o falsedad de las proposiciones formuladas por las partes en la confrontación de la versión de cada parte con las medidas producidas para abonarlas. La producción de la prueba 49 corresponde a quien de una afirmación propia, pretende hacer derivar consecuencias que le sean favorables. Si el tomador invoca derechos sobre un bien que dice se le ha facilitado en leasing debe probar su imputación. El contrato de leasing debe ser probado por las partes en común si se trata de demostrar su existencia ante terceros, o bien por la parte que reclama el incumplimiento de la otra. La prueba testimonial es improcedente para probar la existencia del contrato de leasing que no estuviera instrumentado por escrito. Finalmente, se considera que la prueba del contrato de Leasing no ofrece dificultades ya que siempre se formaliza por escrito y además se suscriben distintos documentos complementarios que son aptos para ser invocados como principio de prueba por escrito. La existencia de un contrato de Leasing, se prueba, mediante el mismo contrato. 3- La interpretación del contrato. Se entiende por interpretación la investigación tendiente a conocer el significado efectivo del negocio concertado, el cual no siempre es claro y preciso. Como consecuencia de la interpretación, es posible detectar la naturaleza jurídica real de la operación celebrada; y por consiguiente derivar la aplicabilidad de las normas jurídicas correspondientes. Para indagar el significado efectivo del contrato la Ley establece reglas de interpretación a las cuales debe de ajustarse el que pretende interpretar ese contrato. En nuestro medio la interpretación de los contratos, se establece mediante las reglas contenidas en el Código Civil Art. 1431 al 1437. Al no existir una normativa propia para el caso de leasing, las reglas de interpretación serán las mismas que las del Código Civil en los artículos antes mencionados. 4- Desnaturalización del contrato. 50 Se entiende por desnaturalización del contrato cuando la realidad económica que busca determinada operación no se concilia con los términos de la declaración de voluntad consignada en el contrato; y el cual es invocado como respaldo formal y jurídico. El contrato de Leasing la finalidad que busca gira alrededor de la financiación, que se traduce en el uso de determinado bien de capital, más la posibilidad de adquirirlo al vencimiento del plazo, adquisición que es hipotética ya que el tomador puede hacerla efectiva o no. Esta alternativa de comprar o restituir, constituye la particularidad que diferencia al leasing, debe permanecer objetivamente factible durante toda la vigencia del contrato, así como también el precio total del contrato debe ser único, abarcando las dos etapas de su mecánica operativa. Si ello no ocurre el contrato se desnaturaliza ya que se diluyen los elementos distintivos del Leasing. Al darse esto, cualquier acreedor de las partes puede impugnar el contrato de Leasing denunciando su desnaturalización y consecuentemente la simulación del negocio jurídico. Las modalidades más comunes que llevan a la desnaturalización del contrato son: • La inexistencia de la Opción de compra, o el pacto hecho de manera verbal o escrita pero por separado. • El valor residual ínfimo. • La celebración de un segundo contrato al vencimiento del primero por un valor equivalente al valor residual. • La exigencia de una garantía adicional. 5- La prescripción de las acciones o derechos. 51 Ante la ausencia de normas especificas reguladoras de la operación de Leasing, la prescripción de las acciones y obligaciones resultantes del contrato se rigen por los dispuesto en el Código de Comercio en el Art.995 y a falta de este en el Código Civil Art. 2253 al 2259. 6- Resolución del Contrato. Mediante el ejercicio de la acción resolutoria, el contratante que ha cumplido debidamente sus obligaciones pone fin al contrato, ya sea de manera automática o a través de un pronunciamiento judicial. La resolución del contrato ya sea por cualquiera de las vías antes mencionadas, busca obtener las siguientes alternativas; exigir el cumplimiento del contrato o resolver el contrato, es decir, darlo por terminado, producto del incumplimiento. 7- Efectos de la resolución del contrato. La rescisión del contrato de Leasing produce diversos efectos, tanto entre las partes como ante terceros. Los efectos de la resolución contractual van a variar conforme la etapa del contrato en que se encuentre al momento de la resolución, así como también el tipo de bien que sea afectado. La resolución del contrato producida antes de ejercer la opción de compra por el tomador habilita al dador, ha exigir la restitución del bien además de la indemnización por dalos y perjuicios que acarrea su incumplimiento. Una vez ejercida la opción de compra por el tomador, el bien se activa al patrimonio de este, por lo que el dador solo tiene contra él, un crédito exigible por el incumplimiento de pago del valor residual, el cual fue el motivo de la ruptura contractual. Contablemente, el 52 bien ya forma parte del haber del tomador, y ha salido del patrimonio del dador, por tal razón es que el incumplimiento de pago del valor residual el dador solo puede reclamar el pago no efectuado, más no la exigibilidad de entregar el bien.