Hoja de sala - ARQUA - Museo Nacional de Arqueología

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2.4 Del mar a los océanos
Mare Hibericum
A la muerte del Emperador Teodosio I (395 d.C.) el
Imperio Romano se divide definitivamente en dos:
Oriente y Occidente. En este momento es ya habitual
la presencia de iconografía cristiana en las
manufacturas objeto de comercio. En el 476 d.C. la
mitad occidental cae mientras Oriente permanece
unido, consolidándose Constantinopla como principal
puerto comercial. En el siglo VI, Oriente reconquista
territorios de Occidente y Carthago Spartaria pasa a
ser la capital de la provincia Spania.
En el año 711, los musulmanes llegan a la Península
Ibérica tras haber conquistado el norte de África. El
Mediterráneo se convierte en un mar de frontera,
dividido entre musulmanes y cristianos. Este hecho
condiciona el trazado de las rutas marítimas de
mercancías y personas durante toda la Edad media.
En la Península Ibérica, a inicios del siglo XIII, Jaime I
conquista los reinos de Mallorca y Valencia. Comienza
la expansión catalano-aragonesa por el Mediterráneo
que lleva a la anexión de Sicilia, Cerdeña y Nápoles
(siglo XIV).
A finales del siglo XV los Reyes Católicos financian la
empresa de Cristóbal Colón, que acaba en 1492 con
su desembarco en el Nuevo Mundo. Se abre el
periodo de los grandes viajes exploratorios. En la
búsqueda de un acceso a la Ruta de las Especias, la
expedición iniciada por Magallanes y acabada por
Elcano logra circunnavegar el Globo entre 1519 y
1522.
Entre la segunda mitad del siglo XVIII y la primera del
XIX las revoluciones industriales desarrollan una serie
de mejoras tecnológicas que se aplican al mundo
naval. Se perfecciona la máquina de vapor, cuyo uso
en los buques se generaliza en la segunda mitad del
siglo XIX. Las siderurgias producen aceros y
aleaciones metálicas más resistentes y duraderas que
también repercuten en la construcción de buques y la
industrialización de los astilleros.
MAQUETA E INTERACTIVOS
Se muestra una maqueta del puerto de Cartagena
desde el Arsenal hasta la punta de Aguilones e isla de
Escombreras en la actualidad. El puerto de Cartagena
sirve de ejemplo para explicar la diversidad del
Patrimonio Cultural Subacuático: industrial, militar,
marítimo y la arqueología subacuática.
COLECCIONES
Antigüedad Tardía y Edad Media (s. IV-XV d.C.)
A la época tardoantigua, puente entre el final del
mundo romano y la alta edad media, pertenece un
interesante conjunto de materiales cerámicos.
Destacan las ánforas y vajilla de mesa, halladas en
enclaves del sureste peninsular como Escombreras
(Cartagena) o Playa de la Isla (Mazarrón).
La cultura islámica queda representada gracias a un
homogéneo conjunto de piezas tanto numismáticas
como cerámicas, entre las que destaca un ataifor con
representación de una nave con vela latina.
En referencia a la numismática, se expone una
selección de piezas que reflejan bien los cambios
históricos del periodo, desde las emisiones
tardorromanas y bizantinas a las medievales islámicas
y cristianas.
Edad Moderna (s. XVI-XIX d. C.)
A la Edad Moderna pertenece un variado conjunto de
piezas que van desde un nutrido conjunto de monedas,
objetos diversos de uso personal como vajillas,
cubiertos, pipas, etc., a elementos directamente
relacionados con la navegación.
En este sentido destaca la doble roldana o cuadernal
procedente de una embarcación de época moderna,
hallada en la costa de la Manga del Mar Menor. De la
misma época se exponen materiales recuperados en el
Puerto de Cartagena como un plato de loza blanca
vidriada realizado por la famosa fábrica Pickman de
Sevilla de finales del siglo XIX. De la numismática del
periodo se muestra un notable conjunto de piezas de
plata hispánica, como los reales de a ocho.
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