2 loS marinoS reGenteS en laS CorteS de CÁdiZ D. José Cervera Pery General Auditor del Cuerpo Jurídico de la Armada D. José Cervera Pery General Auditor del Cuerpo Jurídico de la Armada licenciado en derecho por la universidad Complutense de madrid, y en Historia por la universidad de Cádiz, titulado oficial de Periodismo, diplomado en derecho marítimo y en altos estudios internacionales, General auditor del Cuerpo Jurídico militar, asesor de la dirección del instituto de Historia y Cultura naval, Correspondiente de la real academia de la Historia, numerario de la académie Belgo-Spagnole d´Historie, antiguo profesor de la escuela de Guerra naval y auditor de la Flota, Gran Cruz de las Órdenes de San Hermenegildo y del mérito naval, Comendador de las de isabel la Católica, mérito Civil y África, Premio marqués de Santa Cruz de marcenado (ministerio de defensa). 2 • loS marinoS reGenteS en laS CorteS de CÁdiZ D. José Cervera Pery General Auditor del Cuerpo Jurídico de la Armada RAZONES DE UN DESENCUENTRO esta conferencia tiene dos perfiles absolutamente definidos. de una parte las semblanza de los marinos que ejercieron sus cargos en las regencias establecidas durante el periodo de 1812 a 1814, y en efímera del trienio constitucional (1823). Hombres todos destacados en los escalafones de la armada, admirables en su comportamiento y trayectoria; y de otra las dificultades y contratiempos que tuvieron que afrontar en el ejercicio de sus cargos en la españa convulsa de aquellos años y las injerencias y exigencias, cuando no humillaciones, del poder legislativo, de aquellas Cortes constituidas, donde todo el monte no era orégano, si se me permite la frase. es sabido que el alzamiento del pueblo de madrid el 2 de mayo de 1808, se extendió rápidamente a toda la nación y de manera espontánea se extendió en distintas regiones, provincias o comarcas, se constituyeron juntas, que mal avenidas entre sí, como corresponde al carácter español, pretendían ordenar y articular la resistencia al invasor. dichas Juntas rechazaban las sugerencias del Consejo de Castilla, el máximo organismo ejecutivo por entender estaba en manos de afrancesados, como también habían rechazado la legitimidad de las constitución de Bayona por idénticas razones Ya en 1751 había propuesto el marques de la ensenada despojar al Consejo de sus facultades de gobierno, política y economía dejando reducida sus competencias al ámbito de la justicia civil y penal, pero con los franceses en suelo patrio y la lucha enconada para su expulsión, se dirigió a las Juntas y a los generales del ejército: a estos para que se aproximasen a la capital, a aquellas exhortándolas a que enviasen diputados o representantes, para que unidos al Consejo, tratasen de los medios de defensa. loS marinoS reGenteS en laS C o rt e S de CÁdiZ • 37 (Gómez de la Serna) el rechazo de las Juntas a tales propuestas fue absolutamente frontal. la de Galicia tachaba al Consejo de ser instrumento del usurpador; Zaragoza le imputaba de “no haber cumplido con sus deberes” la de Sevilla le imputaba de haber obrado contra las leyes fundamentales y de ser una autoridad nula e ilegal, y Valencia en principio, sumisa, ordenó “que ninguna autoridad se entendiese en nada con el Consejo”. ante tal conjunto de desacuerdos y confrontaciones se planteó por las mentes más lúcidas –las del marino y antiguo ministro don antonio Valdés entere ellas– la necesidad de sumas y coordinar los esfuerzos en un poder central, y así se constituyó el 25 de setiembre de 1808, una Junta Central Suprema Gubernativa, que primero fijó su residencia en aranjuez, y posteriormente forzada por la invasión y los avatares negativos de la guerra se estableció en Sevilla. la Junta tenía como misión principal la conducción de la guerra, pero paulatinamente fue adquiriendo conciencia de que la invasión había arrasado el viejo estado y que era necesario reconstituirlo. los pareceres sin embargo, dentro y fuera de la Junta se hallaban muy divididos. un sector de la opinión –con Jovellanos como su mas ilustre representante– entendía que la reconstrucción del estado podía y debía realizarse mediante la restauración y renovación de las antiguas leyes del reino, que suprimidas por el absolutismo, habían asegurado en otros tiempos el ordenado funcionamiento de los poderes públicos y las libertades de los españoles, pero otro sector mas influido por las doctrinas y ejemplo de Francia y mas decidido en su actuación, consideraba que la reconstrucción debía realizarse mediante una Constitución, que sin perjuicio de aprovechar instituciones y recuerdos nacionales, ordenase la vida política, según criterios y normas mas ajuntados a los nuevos tiempos, y que en ciertos aspectos habría de comportar –aunque eso no sea el tema– fervores iluministas o revolucionarios. la Junta Suprema creada en aranjuez se componía en principio de 24 miembros, aumentados mas tarde a 35. Su presidente era José moñino Conde de Floridablanca y su secretario martin de Garay. Si bien en un principio la Junta pareció seguir los dictámenes de Floridablanca –partidario del aumento del poder real– tras su muerte y los reveses militares que se sucedieron, la balanza se fue inclinando a favor de Jovellanos –partidario de la monarquía moderada– ayudado por don martin de Garay. Si los comienzos de la guerra fueron razonablemente optimistas, tras la rendición de la escuadra francesa del almirante rosily surta en los caños de la Carraca y Cádiz, y que en cierto modo propició el triunfo de la batalla de Bailen tras la acción de mengibar, los reveses no tardarían en llegar tras el brutal incremento de las tropas napoleónicas y la presencia del propio napoleón en españa. Poco podían oponer las descoordinadas 38 • xxx Semana de eStudioS del mar fuerzas españolas, aunque las actividades guerrilleras en las que participaban no pocos marinos, (el jefe de escuadra Serrano Valdenebro fue un buen ejemplo de ellos, como dueño de la serranía rondeña) y tras las derrota de ocaña, que dispersa al ejercito de andalucía, los generales Soult, Victor, mortier, Sebastiani, se adueñan del territorio y propician la entrada en Sevilla de José i (1 de febrero de 1810) entre tanto la Junta Central que ha tenido que abandonar Sevilla , se traslada a Cádiz en un peregrinaje bochornoso, porque sus miembros son insultados y aun agredidos por los pueblos que pasan, y ya en el reducto gaditano y ante el cúmulo de circunstancias adversas se disuelven como órgano de gobierno y entregan el mando de la nación a la primera regencia (29 de enero de 1810) integrada por cinco personas el obispo de orense don Pedro de Quevedo y Quintano, famoso por haberse negado a concurrir a la mascarada de Bayona, don Francisco de Saavedra, ex ministro de Hacienda y presidente de la Junta de Sevilla, el general Castaños por el ejercito, don antonio de escaño, héroe de trafalgar y también ministro de marina y don miguel de lardizábal por américa. la extracción social de los regentes –ha escrito Gómez de la Serna– y su orientación ideológica, explica que la primera regencia descuidara la convocatoria de las Cortes, prevista por la Junta Central, hasta que el clamor público y algunos diputados de las Juntas, obligó a los regentes a la publicación de un decreto por la que se ordenaba se realizasen las elecciones de diputados en las provincias donde no se habían elegidos y que el el mes de agosto se reunieran en la isla de león para comenzar las sesiones. era el primer paso para la adopción de un sistema unicameral, sin “estatus” de privilegiados , con amplísimas facultades para los que resultasen elegidos. la regencia preocupada por mantener una autoridad que ciertamente se le iba de las manos, decidió la apertura de las Cortes en la isla de león el 24 de setiembre de 1810, verdadero comienzo de la primera revolución liberal española, pero no del nacimiento de la democracia como obstinadamente nos quieren hacer tragar los corifeos de sus excelsitudes. la regencia al retirarse, dejó un comunicado en el que manifestaban su deseo de hacer dejación del mando. las Cortes quedaron enteradas pero de momento nada resolvieron. la chispa saltó cuando el obispo de orense se negó a jurar el cargo de diputado y presentó su renuncia como regente. mientras en las recién constituidas Cortes se iban perfilando los diversos sectores de opinión; los partidarios de las reformas liberales; los contrarios a las reformas o “serviles” y el posicionamiento de los americanos que si bien iban unidos a los liberales, servían a los intereses de su causa que no eran otros que los de una independencia a mas corto o lejano plazo. la primera regencia procuró mantener su autoridad y ante el descenso alarmante de los partidarios del antiguo régimen se mostró tolerante loS marinoS reGenteS en laS C o rt e S de CÁdiZ • 39 con las fórmulas innovadoras, pero no pudo aguantar más que hasta el 28 de octubre en que se decidió su renovación, admitiendo por fin las Cortes la renuncia presentada –con evidente ingratitud– y nombrándose otra de tres miembros ; el general Joaquin Blake, el jefe de escuadra Gabriel Císcar y el capitán de fragata Pedro agar, en representación de la españa ultramarina. Como puede verse un militar y dos marinos, todos con reputada fama de dignos y eficaces. Con esta segunda regencia las Cortes pretendían disponer de un ejecutivo fluido al que pudieran controlar, pero los estrictos límites establecido por el reglamento provisional del poder ejecutivo y la continua desconfianza del legislativo, marcan la actuación de esta segunda regencia. Como ha escrito la Parra, “la experiencia de la primera actuó como prevención permanente, de ahí que a pesar de la buena disposición de los nuevos regentes, los problemas entre los dos poderes constituyan una constante. Pero el problema fundamental sin duda estribaba en el grado de sometimiento de la regencia a las Cortes. en 1811 aun no se habían delimitado los dos grupos políticos , liberales y realistas o serviles, pero en muchos asuntos concretos ya se manifestaban diferencias de planteamientos.. no obstante los regentes por su parte, habían manifestado con cierta frecuencia su buena disposición hacia las Cortes, llegando Císcar a decir. “la regencia actuará sin desviarse de las reglas prescritas por el supremo Congreso nacional.” no puede ponerse en duda de que esta segunda regencia gobernó en condiciones sumamente desfavorables. en primer lugar porque su antecesora se había distinguido por un decidido enfrentamiento con las Cortes y en segundo término por la delicada situación militar de españa, casi dominada en su totalidad por las tropas napoleónicas; la carencia de recursos económicos, la dificultad en las comunicaciones donde dificilmente se podían cursar órdenes desde el gobierno central de Cádiz en 1812 había salido triunfante el sector realista, cuando fueron cesados como regentes Blake, Ciscar y agar, aunque buena parte de los dputados liberales suscribieron la medida. la nueva regencia, a la que el Conde de toreno con cierto menosprecio denomina “la del quintillo” contaba con cinco miembros, el duque del infantado , el almirante Juan maría de Villavicencio, Joaquin mosquera, ignacio rodriguez de rivas y Juan Pérez de Villamil, el famoso auditor de la proclama de mostoles. esta tercera regencia –dice la Parra– no imprimió mayor agilidad al ejecutivo ni mostró mas decisión que la anterior, pero ademas se decantó deliberadamente hacia el sector. en el caso de la rebelión del clero por la lecrtura del decreto de la abolición de la inquisición, no solo no impuso su autoridad sino que permitió que en el mismo Cádiz se gestara un peligroso movimiento contestatario contra las Cortes encabezado por el nuncio del Papa y el cabildo eclesiástico de la ciudad. la mayoría liberal reaccionó. Se requería un gobierno dispuesto a a seguir con fide- 40 • xxx Semana de eStudioS del mar lidad las disposiciones de las Cortes capaz de hacer cumplir las nuevas leyes, por lo que el signo político de la regencia era en esta coyuntura de capital importancia. a si pues, valiéndose de su hegemonía parlamentaria el 8 de marzo de 1813 los liberales lograron el cese de la regencia “atendiendo al estado en que se halla la nación y nombraron otra provisional integrada por los tres consejeros de estado más aniguo,: Pedro agar, Gabriel Ciscar y el cardenal luis de Borbón. los dos marinos que volvian na empuñar las riendas del poder público fueron considerados por los diputados liberales sinceros partidarios de las reformas. del cardenal de Borbón existían mas dudas. el tiempo programado para esta conferencia, y la breve semblanza de los marinos regentes, que ahora expondremos, no permite alargar comentarios o deducir conclusiones sobre aspectos puntuales delas razones del continuado desencuentro entre Cortes y regencias. todavía hubo una quinta, –aunque efímera– al termino del trienio constitucional y con las tropas del duque de angulema a las puertas de Cádiz, y que tuvieron que padecer –y esa es la palabra adecuada, vista la felonía de Fernando Vii– los marinos Ciscar y Cayetano Valdés, que al termino de su impuesta gestión tuvieron que ser salvados por los generales de angulema de las iras fernandinas. la biografía de don antonio de escaño, el marino de la primera regencia, puede decirse que constituye un capítulo completo de la Historia de la marina española pues se encontró en la mayoría de las acciones que nuestras escuadras sostuvieron en la mar durante el último tercio del siglo xViii y primeros años del siguiente. Comenzó con Barceló persiguiendo corsarios argelinos a los que se atacaba al arma blanca despues de abordarlos. estuvo después muy ligado al almirante mazarredo, con elque redactó las célebres ordenanzas de la armada real y del que fue mayor General en la escuadra del mar océano , así como después de Gravina con el que participó en el combate de trafalgar resultando herido. Cuando sobrevino la invasión napoleónica era miembro del almirantazgo, siendo llamado por el rey intruso para jurar el cargo a lo que se negó rotundamente .murat sin embargo insiste y le ofrece el mando de una escuadra que se forma en Ferrol para transportar tropas españolas al río de la Plata. escaño entiende que desea alejar de la península tanto a su persona como a fuerzas navales y militares que podían molestar la ocupación completa de españa por los franceses. Con habilidad alega que hay que esperar la presencia de mazarredo en la Corte para tratar del asunto con él. en realidad trata de ganar tiempo, porque tiene noticias de la formación de juntas patrióticas para oponerse a la agresión francesa y quiere participar en ellas. Pero el 15 de abril de 1808 es nombrado por la Junta Central Secretario de estado y del despacho universal de marina. desde este cargo trabaja y dicta órdenes para la preparación de las fortificaciones de la isla de león y arsenal de la Ca- loS marinoS reGenteS en laS C o rt e S de CÁdiZ • 41 rraca. Sorprendentemente la Junta Central nombra a escaño en febrero de 1809 virrey y capitán general de las Provincias de Buenos aires, pero renuncia a ello, porque no está dispuesto a abandonar la península mientras los franceses se mantengan en ella. entra sin embargo a formar parte de la primera regencia (22-enero-1810) y continúa con el impulso a las fortificaciones costeras, al tiempo que se forma la armadilla de buques menores armados de cañón tan utilizados en la defensa de Cádiz y caños isleños y en la que tanto destacará otro ilustre marino, Cayetano Valdés. en esta controvertida regencia escaño sufre notorias contrariedades, y aunque se insinúa la posibilidad de ser nombrado capitán general y gobernador de la isla de Cuba, se niega pretextando razones de salud , aunque en realidad mantiene su deseo de no abandonar la península ocupada. Poco tiempo después morirá en Cadiz en lastimosas condiciones de penuria y soledad. don Gabriel de Císcar perteneció a la categoría de los marinos científicos lo que no le impidió combatir en argel y Pensacola, pero desde muy joven destacó por su afición al estudio escribiendo varias obras de matemáticas y ciencias sublimes destinadas a la enseñanza de los guardiamarinas. asimismo representó a españa en París en la conferencia de sabios allí reunida para fijar la unidad fundamental del sistema de pesas y medidas. también desempeñó durante largo tiempo el cargo de comandante de las Compañías de Guardiamarinas. Sin ser un personaje político ejerció tres veces el cargo de regente por su integridad y el extraordinario prestigio que gozaba en la nación. Se ha destacado tambien su espíritu, su indomable honestidad de liberal, y hombre leal a sus principios. el capitán de fragata don Pedro agar contaba solamente cuarenta y cuatro años, cuando en 1810 fue nombrado regente del reino, en atención a sus elevados méritos –estaba también considerado como hombre científico y desempeñaba entonces el destino de director de las tres academias de Guardiamarinas– Ferrol, Cádiz y Cartagena. Contribuyó a sy nombramiento de regente, el hecho de su nacinmiento en Santa Fe de Bogotá, ya que las Cortes decidieron que uno de los tres regentes representase a las provincias de ultramar. al regreso de Fernando Vii fue encarcelado y posteriormente perseguido hasta que ocurrido el alzamienrto constitucional de 1820, se pronunció la Coruña formando una Junta de Gobierno para el reino de Galicia cuya presidencia ocupó. después de jurar Fernando Vii la Constitución, encubriendo con ello su mayor deslealtad, el capitán de navío agar fue nombrado jefe político y capitán general del ejercito de Galicia, dando pruebas de delicadeza al exponer sus deseos de no ejercer este último cargo, pues siendo solamente capitán de navío iba a tener a sus órdenes a brigadieres y generales. el gobierno acordó promoverle al empleo de jefe de escuadra sin pasar por el de brigadier, y con posterioridad fue nombrado consejero de estado. 42 • xxx Semana de eStudioS del mar el teniente general de la armada don Juan maría de Villavicencio, nacido en medina Sidonia, cuna de tantos ilustres marinos, no pertenecía al grupo de los científicos como Císcar y agar. era por el contrario un marino de continuos embarcos y acciones, con una brillante hoja de servicios. durante el tiempo que fue regente dejó bien patentes sus dotes de mando, rectitud de principios, alta probidad y templanza. Fue el único que no persiguió Fernando Vii a su regreso, pues su tendencia era conservadora. derogada la Constitución en 1823 el rey le otorgó nuevos cargos de confianza. Y llegamos por último a don Cayetano Valdés, en el que reúnen todas las características que por separado distinguían a los grandes marinos de la época; hombre de mar, científico, combatiente a bordo y en tierra, político y fervoroso liberal. Como marino demostró su pericia y buen quehacer durante gran parte de los cincuenta y cuatro años que prestó servicios en la armada, en tanto que como hombre de ciencia tomó parte en la expedición de las corbetas “descubierta” y “atrevida”, que bajo el mando de malaspina dieron la vuelta al mundo en misión hidrográfica. asimismo fue elegido para llevar a cabo , a las ordenes de alcalá Galiano en reconocimiento del estrecho de Juan de Fúcar en Vancouver- Como guerrero tuvo actuaciones de verdadero héroe en los combates de San Vicente y trafalgar, al mando de los navíos “Pelayo” y neptuno” en este último buque trabó heroico combate con cuatro navíos ingleses resultando gravemente herido. Hombre de verdadero temperamento patriótico, no podía quedarse sin actuar cuando la guerra de la independencia exigía tantos sacrificios y Valdés tomó el mando de las lanchas cañoneras que defendía el acceso a Cádiz por mar y en tierra tuvo el mando de una división del ejercito del general Blake con la que participó en la batalla de espinosa de los monteros resultando herido en el pecho por una bala de fusil. la vuelta de Fernando Vii supuso como premio a sus servicios, el confinamiento en el castillo de alicante, y cuando màs tarde por consejo de su tío el bayilio don antonio, se le indicó que pidiera perdón al rey se negó a ello diciendo que el perdón suponía la existencia de delito. ante tal firmeza de caracter se le comisionó a Cartagena para que pasase una revista de inspección, con la idea de que así finalizara el confinamiento. Valdés realizó disciplinadamente su misión, pero no salió hasta que en l820 tras el alzamiento de riego fue nombrado ministro de la Guerra. encontrándose en Sevilla en 1823 y siendo diputado a Cortes, fue elegido por sus excepcionales dotes , presidente de la regencia provisional, (con Císcar en ella) que sustituyó al rey durante su traslado a Cádiz, cargo impuesto coactivamente por Fernando Vii que sin embargo cuando recuperó su libertad gracias a la intervención del duque de angulema (¡Gran favor me habéis hecho, primo!) lo condenó a muerte, así como a Císcar y mal lo hubiese pasado si el general francés que mandaba loS marinoS reGenteS en laS C o rt e S de CÁdiZ • 43 las fuerzas de ocupación, realizó la argucia de detenerlo y embarcarlo en un buque francés que lo condujo a Gibraltar, pasando desde allí a londres, donde vivió exiliado diez años. Pero es ya otra historia. el paso de los cinco marinos por las regencias ha dejado muchas notorias huellas en la Historia de españa, y muchas muestras de ellas pueden contemplarse en el museo naval, donde se conservan todas las glorias y reliquias de la armada, existe una sala dedicada a estos regentes mencionados de los que tanto puede aprenderse y admirarse. 44 • xxx Semana de eStudioS del mar