Género, Equidad y Justicia

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Género,
Edición Nº 40 / Abril de 2016
ISSN en trámite
Equidad y Justicia
Boletín informativo
Observatorio de Género,
Equidad y Justicia
Juan Sebastián Duque Posada
Director Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Esteban Muñoz Galeano
Coordinador Centro de Investigaciones
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Equipo investigador
Juan Jacobo Agudelo Galeano
Carlos Mario Piedrahita Londoño
Cesar Jaramillo Henao
En clúster académico con
Jorge Mauricio Sepúlveda Castaño
Decano
Facultad de Ciencias Básicas e Ingeniería
César Augusto Muñoz Restrepo
Corrector de estilo editorial
Laura Yohana Vélez Osorio
Diseño
Corporación Universitaria Remington
Medellin - Colombia
2016
Contenido
Editorial: ¡Cuando una mujer dice no…!
Página 3
A propósito del primero de mayo
En Colombia el panorama del derecho al trabajo es turbio
Página 5
Violación del DIH en la cárcel de Guantánamo
Y Obama no ha podido clausurarla…
Página 8
La misoginia de un profesor del MIR: “Sara Carbonero es
guapa, pero es rancia porque es rica en sífilis”
Pág. 11
Universidad neoyorquina retira la distinción entre
hombres y mujeres de sus baños
Pág. 12
Colombia, a un paso del matrimonio igualitario
Pág. 13
Justicia colombiana ¿Cada vez más machista?
Pág. 14
Condena de 49 años de cárcel en caso de feminicidio en
Cundinamarca
Pág. 15
El sexismo nuestro de cada día
Pág. 16
En el Atlántico las políticas de protección a la mujer, en
el limbo
Pág. 17
En Colombia, mueren más adultos mayores que niños por
desnutrición
Pág. 18
Proteger la vida y la salud en el trabajo, deber ético para
la paz
Pág. 19
Relecturas 37: Territorialidad, poder, conflicto y paz
Pág. 20
Educar para la paz con justicia de género: un reto político,
cultural y pedagógico
Corporación Humanas – Colombia
Pág. 21
Alianza de trabajo para el litigio estratégico en defensa
de los derechos humanos de las mujeres
Pág.22
Cine Debate – Ciclo de la Inclusión
Pág. 23
Programa radial Ciudadanía Plena del Círculo de
Periodistas de Antioquia (CIPA)
Pág. 24
Editorial
¡Cuando una mujer dice no…!
Juan Jacobo Agudelo Galeano
Coordinador del Observatorio de Género, Equidad y Justicia
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de Uniremington
[email protected]
Entre las frases coloquiales que se han formalizado y que llevan una carga explicita que busca ser un
dogma, se destaca la famosa expresión: “Cuando una mujer dice no, es si”. Es un enunciado producto
los imaginarios y prácticas culturales de nuestro país, la cual considera que la mujer, para no parecer
una “pecadora” y una “prostituta”, prefiere declarar que no desea mantener ningún tipo de acercamiento
sexual con un hombre, pero por el contrario, lo que ella busca supuestamente es que el varón exteriorice
los ademanes y acciones pertinentes en su condición de “activo cazador”.
4
Género, equidad y justicia
Consecuencias nefastas han surgido de esa teoría anclada
en el imaginario colectivo, que le quita a la mujer la
potestad de decidir sobre su cuerpo y su sexualidad,
otorgando además una supuesta superioridad masculina
sobre el sentir de la mujer, ya que durante mucho tiempo
los temas del deseo y del placer les fueron cercenados a la
mujer, designándole un rol pasivo y sujeto a los designios
del varón.
Y es que aun con los avances normativos, en Latinoamérica,
y para el caso de Colombia, el privilegio de la masculinidad,
como lo dice Florence Thomas, sigue vigente en “la
banalidad de lo cotidiano, sigue existiendo de manera
tan evidente, tan naturalizada y esencializada que es
prácticamente invisible”1.
Vale decir, que solo hasta los años 70 del siglo XX, nuestro
país se plegó a aires modernizantes y liberales que
buscaban darle poder sobre sí a las mujeres. De hecho,
únicamente hasta 19322, la ley suprimió la figura de la
potestad marital en cuanto a la administración de bienes y
la representación de sí.
Igualmente, apenas hasta 1970, mediante el Decreto
12603 se eliminó la obligación para las mujeres casadas
que tenían que usar el apellido del marido precedido
de la preposición de pertenencia: “de”. Asimismo, en la
presidencia de Alfonso López Michelsen se firmó el Decreto
2820 de 19744, conocido como el de la “Igualdad jurídica
entre los sexos”. Esta normativa revocó definitivamente la
figura de la potestad marital que prácticamente consideraba
a la mujer como una menor de edad e imposibilitada para
el manejo de ciertos asuntos concernientes al hogar, las
propiedades y sus hijos.
En ese tenor, el sentido de propiedad del hombre hacia
la mujer sigue muy enquistado en las prácticas sociales y
culturales. Incluso, a partir del lenguaje y el vestuario de
una mujer se “analiza” si hay una incitación y un derecho de
acceso del hombre a una mujer, aun cuando esta no tenga
la intención de manifestar insinuaciones de tipo sexual. Y
para la muestra, en 2015, el Tribunal Superior de Antioquia
confirmó la absolución de dos hombres responsables
del delito de acceso carnal violento en contra de una
estudiante de Química Farmacéutica cerca de Medellín5
. Por consiguiente, este caso llegó a la Corte Suprema
de Justicia, que consideró que la decisión se basó en un
prejuicio moral, convertido en una creencia errónea de
que cuando una mujer dice que “no”, supuestamente quiere
decir “sí”. Para la Corte, la decisión del Tribunal Superior
de Antioquia se basó en ese postulado equivocado. En tal
caso, los magistrados consideraron inaudito e inaceptable
que un caso judicial se decida con base en un prejuicio de
carácter moral, el cual somete a la mujer a la interpretación
y voluntad del hombre, el cual además no toma en
consideración el deseo expreso de la mujer a partir de
la acción verbal de expresar un “no” como respuesta para
determinar que la relación no fue consentida. Así, para la
Corte, en su providencia, en dichas decisiones “se parte de
un ideal de lo femenino contrario a la realidad, en el cual
la mujer no debería mostrarse concupiscente dentro de
sus relaciones de pareja con el fin de no ser vista como
pecadora o, peor aún, dispuesta a copular con cualquiera” 6.
Por lo anterior, resulta necesario admitir que nuestra
sociedad está en mora de reconocer -no solo desde la
legislación, sino desde la práctica social y cultural- a la
mujer como dueña de sí, de sus palabras, de sus deseos
y su sexualidad; donde el orgasmo y el placer no sean
de exclusividad masculina. Así, podemos evitar llegar a
extremos tales como los que se dan en Suazilandia, donde
con el prejuicio de que las faldas y la ropa ajustada incitan
a las violaciones y agresiones sexuales, se “rescató” una
vieja ley colonial de 1899 dirigida hacia las mujeres, la cual
“prohíbe la ropa indecente y las personas que incumplan
se exponen a seis meses de cárcel” 7. No podemos caer en
la ambivalencia de otorgar y reconocer los derechos, para
después cercenarlos a partir de prácticas e imaginarios
tan arcaicos que se basan en la idea de la mujer como
objeto y solo puesta al servicio del macho dominante para
que este satisfaga sus instintos sin contar con el deseo y
la voluntad de las mujeres, y es que cuando una mujer dice
no… realmente está diciendo ¡NO!
1
Thomas, Florence (2002). ¿Y entonces que quieren las mujeres?.
Revista Psicología desde el Caribe. Barranquilla: Universidad del Norte.
No. 10
2
Quintero Rojas, Gloria. Mujer: una mirada al pasado, una visión del
presente. Recuperado de: https://gloriaquinterorojas.wordpress.com/
mujer-una-mirada-al-pasado-una-vision-del-presente/
3
Ibid.
4
Ibid.
5
Revista Semana (2015). Cuando una mujer dice no, quiere decir
que NO. Recuperado de: http://www.semana.com/nacion/articulo/
cor te-suprema-decide-en-el-caso-de-una-mujer-violada-enmedellin/446041-3
6
Ibid.
7
Periódico El Tiempo (2012). Por ‘facilitar violación’ prohíben el uso
de minifalda en Suazilandia. 24 de diciembre. Recuperado de: http://
www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-12474561
Edición N° 40 / Abril de 2016
5
A propósito del primero de mayo
En Colombia el panorama del
derecho al trabajo es turbio
Carlos Mario Piedrahita Londoño
Investigador del Observatorio de Género, Equidad y Justicia
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de Uniremington
En Colombia el panorama del derecho al trabajo es turbio.
La ola neoliberal impuesta por las élites que gobiernan
nuestro país, obedientes a las órdenes dictadas desde los
Estados Unidos de Norteamérica y a las directrices de
los organismos financieros internacionales y de diversas
trasnacionales, desde finales de los años ochenta, aun
con la vigencia de la nueva Carta Política de 1991, se ha
encargado de precarizar el derecho al trabajo, al que en
la práctica no reconoce como tal.
La reducción del tamaño del Estado ordenada mediante
la Ley 617 del 2000, que obligó al despido de muchísimos
trabajadores, y la concesión del manejo de servicios
públicos a particulares por parte del Estado -servicios
públicos domiciliarios, servicios sanitarios, la salud, la
seguridad social-, hacen parte del paquete. Se promovieron
los derechos y paralelamente se impulsó el recorte de los
mismos.
Desde el punto de vista normativo se estipula una
aparente protección para garantizar el derecho al trabajo.
En este sentido, podría decirse, como en otros asuntos
en Colombia, que este se encuentra “constitucionalizado”
en el país. En efecto, la Constitución de 1991 hace
referencia al derecho al trabajo en distintos espacios. Así,
el trabajo es un propósito, es un valor, es un fundamento,
es un principio, es un derecho y es una obligación social.
Materialmente, significa el medio digno de subsistencia en
Occidente dentro de la segunda generación de derechos.
En este contexto, sin adelantar todo un ejercicio de
integración y sistematización de las normas vigentes,
es menester enunciar algunos de esos preceptos
constitucionales que directamente se refieren al trabajo.
Como muestra, el preámbulo de la carta política
colombiana menciona el trabajo como uno de los
propósitos a los que se orientó la refundación del país
en el proceso de la Asamblea Nacional Constituyente de
6
Género, equidad y justicia
1991. Igualmente, en el artículo 1, en el que se establece
que Colombia es una República unitaria y un Estado
social de derecho, el trabajo se define como uno de los
fundamentos de este tipo de Estado. Por su parte, el
artículo 2, que no habla directamente del trabajo, sería
aplicable para pensarlo en sus distintas dimensiones
por las connotaciones que tiene de derecho y principio,
constituyéndose entonces el trabajo mismo como un fin
esencial del Estado colombiano. Más adelante, el artículo
5 sería también aplicable al trabajo como un derecho
y por ello tendría primacía en el país. Precisamente, el
trabajo, en el artículo 25, se establece como derecho y
obligación, gozando de la formal y especial protección
estatal, además de estipularse que debe desarrollarse en
condiciones dignas y justas. A continuación, el artículo 26,
se refiere a la libertad de trabajo en sus distintas variables
y a las condiciones en situaciones específicas.
El artículo 39 establece como derecho el que los
trabajadores puedan asociarse en sindicatos o
asociaciones, como también los patronos, y establece el
fuero sindical. Restringe el derecho a los miembros de la
fuerza pública.
Luego, en el artículo 44 se establece que los menores de
edad estarán protegidos contra toda forma de explotación
y labores riesgosas. Más adelante, en el artículo 48 se
habla sobre la seguridad social. Sobre este aspecto, vale
anotar que el sistema de la salud dentro del esquema
de los seguros sociales en Colombia se contempló a la
par que el derecho al trabajo; y se redactaron largos
párrafos, que más que una consagración de derechos, hoy
constituyen un recorte de garantías, particularmente en lo
relativo a las pensiones.
Siguiendo el recorrido constitucional, el artículo 53
menciona que el Congreso de Colombia expediría un
Estatuto del Trabajo. Para el efecto, se consagran los
preceptos mínimos que contendría, pero que la verdad,
hoy apenas sirven como principios informadores. En este
aparte se enmarca lo concerniente a los tratados de la
Organización Internacional del Trabajo y otras normas
internacionales referidas al trabajo.
Posteriormente, en los artículos 54, 55 y 56, se puntualiza
acerca de la habilitación laboral y el derecho al trabajo
para las personas con discapacidad; también se incluye
el derecho de negociación colectiva (ya recortada en el
artículo 48 en materia de seguridad social) y se establece
el derecho a la huelga, con excepción de los servicios
esenciales.
Después, el artículo 57 se refiere a la posibilidad –
remotísima en Colombia en condiciones dignas– de que
los trabajadores se hagan a la gestión de las empresas. De
otro lado, el artículo 67, que toca el tema de la educación,
especifica que esta también orientará en el campo del
trabajo.
En otro aspecto, la Constitución de 1991, en los artículos
122 al 131 se ocupa de la función pública centrada en el
empleo de las personas vinculadas al Estado colombiano
y cuya relación, aunque pública, sigue siendo laboral. En
este sentido se habla de la excelencia como regla de
ingreso y mantenimiento al servicio público.
Por otra parte, en el ámbito legal, de leyes, no
constitucional, el Código Sustantivo del Trabajo se incluye
en los decretos legislativos 2663 y 3743 de 1950, los
cuales fueron adoptados como legislación permanente
mediante la Ley 141 de 1961. En particular, este se
refiere a las relaciones en el sector privado. Igualmente,
algunas normas comprenden el régimen laboral en el
sector público, que sin duda, son más garantistas que
las del sector privado. No obstante, con la reducción
del tamaño del Estado, una buena parte del servicio
público se presta es a través de contratos de prestación
de servicios, a través de los cuales –por lo general– se
establecen nóminas paralelas a las que apuestan todas
las administraciones, cuando no es a la contratación con
entidades que exigen relaciones laborales, pero que no
establecen una remuneración debida. A todo ello se suma
la corrupción y la falta de trasparencia que caracteriza la
contratación estatal, lo que conlleva además a que las
poblaciones sujetos de acompañamiento vean disminuidos
los montos de beneficio debido a la tercerización –y
hasta cuarterización– de las relaciones por lo que esos
dineros disminuyan notoriamente por conceptos de
administración, imprevistos y utilidades (AIU).
Resulta entonces necesario admitir que, a la hora de
adelantar una evaluación del estado de cosas del
derecho al trabajo, se encuentra la precarización del
mismo; hay promesas incumplidas del constitucionalismo
colombiano; y es evidente la criminalización y el asesinato
de sindicalistas, estando en este sentido al frente de las
estadísticas mundiales en toda la historia.
También son notorias las continuas reformas a la
Constitución de 1991 para modificar en lo orgánico los
Edición N° 40 / Abril de 2016
postulados dogmáticos de ésta. Al respecto, Albeiro
Pulgarín, jurista antioqueño, las señala como las verdaderas
contrarreformas a la Carta política, con un peso enorme
en la modificación al sistema pensional y en la entrega al
sector financiero de los recursos de los trabajadores, solo
por nombrar unos pocos ejemplos.
Sin embargo, el Gobierno Nacional insiste en que todos
los días hay más colombianos con empleo, incluyendo en
este grupo a quienes desempeñan oficios de autogestión
e informalidad, labores que no garantizan un mínimo
vital y que no permiten una sobrevivencia digna de estas
personas, cuyos ingresos se encuentran por debajo del
salario mínimo legal mensual vigente del país, a lo que se
agregan las –cada día– menores garantías, lo que implica
altas limitaciones para responder por sí mismos y por las
familias a su cargo.
En realidad, como lo describe Ferdinand Lassalle, en
su libro: Qué es una Constitución, la Carta política
colombiana, en lo que se refiere al trabajo –y a muchos
otros temas– es una hoja de papel. Así, el Congreso, la
Presidencia y sus ministros, incluidos los que provienen de
los trabajadores sindicalizados, no tienen interés en sacar
adelante el Estatuto del Trabajo y cada día debilitan más
las relaciones de trabajo, lo cual es uno de los propósitos
del neoliberalismo: someter al derecho civil las relaciones
de trabajo, desconociendo la asimetría que existe entre
patrono y trabajador.
En este orden de ideas, el efecto directo es de orden
económico y en contra de la distribución social del ingreso.
En consecuencia, los dueños del capital van a tener mayores
ingresos y concentración del dinero, generándose una
disminución para la clase trabajadora y desempleada que
obtiene menores ingresos. Por su parte, quienes trabajan
con el Estado y toman estas decisiones, administran para
otros –el poder detrás del poder–, quienes no tienen
interés alguno en que el trabajo sea protegido, además
que no creen ni apoyan que nuestra sociedad pueda ser
más igualitaria y que existan relaciones más justas en la
nación colombiana. Decidir que el mercado, como mano
invisible, debe guiar las relaciones humanas y las razones
de Estado es una definición con profundos impactos en la
vida social, económica, política y cultural de la sociedad a
la que se pretende dirigir.
En un esfuerzo de síntesis, en palabras del nombre de
uno de los textos de Freud… se diluye “El porvenir de una
ilusión”.
7
8
Género, equidad y justicia
Violación del DIH en la cárcel de
Guantánamo
Y Obama no ha podido clausurarla…
Maria Claudia Cortés Ruiz
Estudiante del noveno semestre de Derecho
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de Uniremington
[email protected]
“Nadie será sometido a torturas ni penas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes”.
(Art. 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos)
Al analizar el actual contexto mundial, no es difícil percatarse
de la grave problemática que enfrentan los sistemas jurídicos
de diferentes países, situación que en materia del derecho
penal es aún más relevante, ya que se trata de decidir sobre
la libertad legal de las personas. Y es este tema el que
pone de relieve la situación social que vivencian los presos
en los centros penitenciarios y carcelarios; en muchos de
estos lugares, los detenidos sufren diferentes violaciones
a sus derechos y soportan tratos indignos, degradantes
e inhumanos por parte de otros presos, o muchas veces,
provenientes de las mismas autoridades carcelarias.
Adicionalmente, el deterioro de los establecimientos
carcelarios y penitenciarios es uno de los problemas
estructurales que, sumado muchas veces al hacinamiento,
deriva en condiciones patéticas de existencia de los
presidiarios. Es evidente la deshumanización de las personas
en los actuales contextos carcelarios.
Precisamente, una de las prisiones que desde su creación
(2002) ha dejado traslucir la vulneración vehemente de los
derechos humanos de los reclusos es la cárcel de Guantánamo.
A propósito, Yolanda Monge, columnista del diario español El
País8 , en su artículo “Obama sobre Guantánamo”, escribió:
“Se trata de cerrar un capítulo de nuestra historia”. Además,
describe como en la presidencia de George Bush hijo (2001
y 2009) en los Estados Unidos, este penal instalado en una
bahía cubana, registró una población cercana a los 800
presos. Enfatiza en que hoy quedan 91, de los cuales 24
tienen la etiqueta de “prisioneros para siempre”, los cuales no
tienen cargos ni han sido sometidos a juicio. (Monge, 2016)
La prisión de Guantánamo fue creada en el marco de una
política antiterrorista aplicada por los Estados Unidos, en
razón de los atentados sufridos el 11 de septiembre de
Edición N° 40 / Abril de 2016
2001. Esta penitenciaría, se supone que estaba destinada a
recluir las personas inmersas en dichas acciones terroristas
y cumplieran allí sus condenas. Sin embargo, dicho objetivo
no ha sido cumplido a cabalidad, pues hoy se ha comprobado
que muchos de los prisioneros de Guantánamo, ni siquiera
han sido sindicados de algún delito; una gran cantidad de
ellos están allí solo por ser sospechosos de algún hecho
terrorista en contra de los Estados Unidos. De hecho, entre
los reclusos, hay varios que llevan más de diez años privados
de su libertad, aun sin ser sindicados de algún crimen
específico; a ellos no se les ha definido su situación jurídica.
En este sentido, el que se prive de la libertad a una persona
de forma indefinida y sin precisarle su situación jurídica, viola
a claras luces el artículo 10 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, el cual reza: “Toda persona tiene derecho,
en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente
y con justicia por un tribunal e independiente e imparcial,
para la determinación de sus derechos y obligaciones o para
el examen de cualquier acusación contra ella en materia
penal”. Lo cierto es que muchos de esos reclusos nunca han
sido escuchados por un tribunal.
Con el manejo del centro penitenciario de Guantánamo, los
Estados Unidos están violando abiertamente el Derecho
Internacional Humanitario, rama del Derecho Internacional
Público, encargado de velar por la humanización de las
situaciones de guerra y los resultados de la misma. Empero,
estas actuaciones del Estado norteamericano en nada
favorecen a la humanización de la guerra, sino que por el
contrario, promueven sentimientos de rencor y rabia entre
los familiares de las personas que se encuentran presas y de
un gran sector de la población civil que promueve y apoya la
clausura de este centro de reclusión.
Es evidente que el gobierno estadounidense viola los
presupuestos del derecho humanitario en la cárcel de
Guantánamo, incluso, a partir de entrevistas concedidas
por ex reclusos de esta prisión, se confirman las prácticas
inhumanas y degradantes a las que son sometidos, en
especial a través de actos de tortura, los que son comunes
allí como método de búsqueda de confesiones o evidencias.
Los testimonios en este sentido, dan cuenta de la atrocidad
por parte de los militares norteamericanos en esta prisión,
con sus prácticas de interrogatorios en las que incluyen
la tortura física y psicológica traducidas en la desnudez
obligada de los presos, la manipulación de su dieta, la
exposición a temperaturas frías, duchas de agua fría, “tackleo”
en bruto (aplicar presión a la arteria de un detenido), soplar
humo de cigarrillo o de un puro en la cara de un detenido,
ahogamiento simulado, entre otras vejaciones.
9
Hoy, muchas de esas personas que han logrado su libertad,
tienen severas secuelas físicas y psíquicas; además deben
soportar la carga social que acarrea ser un ex presidiario
de Guantánamo, situación que les cierra muchas puertas en
su camino de inclusión a la vida social, laboral o familiar,
lo cual significa una reinserción altamente compleja.
Paradójicamente, muchos de los presos que han estado en
Guantánamo nunca se les logró comprobar delito alguno;
o si bien, algunos confesaron ciertas culpas, hoy se plantea
la posibilidad de que esas confesiones fueran forzadas a
causa de las torturas y el maltrato en los interrogatorios
respectivos.
En este orden de ideas, los Estados Unidos vulnera
los convenios de Ginebra relativos a los principios de
humanidad de los detenidos. A decir verdad, a los reclusos de
Guantánamo no se les definió su categoría de ser prisioneros
-o no- de guerra, estableciéndose una nueva categoría: la
de “combatientes enemigos”. En este contexto, vale traer a
colación una apreciación de Lucas Rodríguez de las Heras,
expresada en su artículo “Derecho Internacional Humanitario
y lucha contra el terrorismo: el caso de Guantánamo”
(revista Eunomía): “La creación de un nuevo estatuto no
fijado previamente en el ordenamiento internacional tiene
una doble consecuencia: por un lado, los detenidos en
Guantánamo quedan al margen del ordenamiento y, por lo
tanto, en una especie de limbo legal que les excluye de las
protecciones derivadas del DIH. Por otro, la nulidad de pleno
derecho de todo lo que se derive de dicha categoría”.
Por consiguiente, lo que ha sucedido y sigue ocurriendo en
Guantánamo violenta todas las garantías jurídicas procesales,
pues se han tenido y se tienen presos sin definirles su
situación legal. Es claro que, a los reclusos, como personas
sujetas a derechos, deben respetárseles, el hecho de que se
encuentren privados de su libertad independientemente
de la culpabilidad, no significa que sus derechos puedan
ser vulnerados. El artículo 11 de la Declaración Universal
de Derechos Humanos, estipula: “Toda persona acusada de
delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras
no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio
público en el que se le hayan asegurado todas las garantías
necesarias para su defensa”. Se puede deducir entonces
que a los reclusos de Guantánamo se les ha violentado
ese derecho, hasta el punto de que a muchos nunca se les
realizó un proceso penal con plenas garantías legales y
constitucionales del sistema jurídico estadounidense.
En este tenor, los Estados Unidos ha violado los derechos
más importantes para el respeto de un mínimo de garantías
humanitarias de los presos en Guantánamo. Enumeramos
algunas transgresiones:
10 Género, equidad y justicia
La duración de las detenciones. La privación arbitraria de la
libertad no está justificada en ninguno de los casos. Podrá
únicamente prolongarse hasta la finalización del conflicto.
Hoy, después de más de 10 años de los atentados del 11
de septiembre de 2001 en EE.UU. este país persiste en
mantener prisioneros sin justificación.
Acceso a un abogado por parte del detenido. Si bien en
Guantánamo a los presos se les brinda la oportunidad de la
asistencia letrada, esta pocas veces se materializa, ya que no
se desarrolla un proceso penal como se debiera.
Condición de las detenciones. Esta debe ser digna; están
prohibidos los tratos crueles, inhumanos y degradantes y las
penas atroces. Es un estatuto que también es plenamente
violado por los Estados Unidos. Ya se ha demostrado que han
aplicado condiciones de detención inhumanas, incluyendo
prácticas de tortura.
Las condiciones de igualdad en el juzgamiento. Se evidencia
que los Estados Unidos mantiene un trato desigual para los
presos de Guantánamo, ya que su juzgamiento es bastante
diferente al compararse con los demás reclusos de otras
cárceles de este país sindicados por otros delitos.
Sobre la clausura de Guantánamo
Desde inicios del periodo presidencial de Obama en los
Estados Unidos9, se abrió la posibilidad de cerrar la cárcel
de Guantánamo, lo cual el mandatario ha reafirmado en
varias ocasiones. Sin embargo, ante esta propuesta, el
Congreso norteamericano ha establecido una serie de
frenos legales para evitar la clausura de esta prisión. En
concreto, la idea de Obama de trasladar los presos de este
reclusorio a los Estados Unidos y juzgarlos directamente en
territorio norteamericano, encontrando la férrea oposición,
especialmente de los congresistas republicanos.
Por lo anterior, mediante algunos convenios entre los
Estados Unidos y varias naciones tanto europeas como
suramericanas han sido enviados presos de Guantánamo a
otros países entre ellos Bermudas, El Salvador, Golfo Pérsico
Kuwait, además de que varios también han sido repatriados.
El caso más representativo es la remisión a Uruguay. No
obstante, muchos Estados temen algunas represalias por
recibir estas personas en su territorio. Además, hay que
tener en cuenta que no ha sido posible trasladar a todos los
reclusos, ya que por lo menos 24 de ellos tienen la “etiqueta”
de: “prisioneros para siempre o presos peligrosos”.
De lo anterior se infiere que Obama no ha tenido el coraje
político necesario para enfrentarse al Congreso de su país
en el tema de Guantánamo. Pareciera que hubiera “tirado la
toalla”, pues en enero de 2014 se cerró la oficina del enviado
especial que estaba al frente de los esfuerzos para cerrar
las instalaciones de esta cárcel. Ahora, la comandancia del
ejército estadounidense está invirtiendo en un cable de fibra
óptica hasta la base y prisión de Guantánamo, planeando
cuidados médicos especiales para detenidos de edad
avanzada. Ello sugiere que algunos de los presos seguirán
allí por el resto de sus vidas.
Al final, resulta necesario admitir que los Estados Unidos,
para persistir con la cárcel de Guantánamo, se ha obstinado
en silenciar lo que ocurre en este centro de tortura. El asunto,
además, se convierte en un debate con muchas aristas en
el campo de las relaciones internacionales. Actualmente,
muchos estadounidenses esperan que se lleve a cabo la
promesa del presidente Obama de clausurar Guantánamo.
No queda duda que es realmente indignante que una
potencia mundial como Estados Unidos, activista de los
derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario
(DIH), contradictoriamente los irrespete de forma tan
abierta, a lo que se suma que tampoco sufran ninguna
sanción por sus reprochables acciones, por el solo hecho
de no hacer parte de diferentes tratados internacionales.
Ello es inentendible, ya que los derechos humanos deben
ser respetados por todos los Estados y, por ende, se debe
propender por la implementación en sus territorios, sin la
necesidad de ser aprobados o ratificados par los Estados
para su plena vigencia y validez. Así entonces, el Derecho
Internacional Humanitario carece de fuerza coercitiva frente
a potencias como los Estados Unidos, que es uno de los países
no firmantes de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, y por lo mismo, difícilmente, sus gobiernos podrán
ser llevados ante una Corte Internacional para ser juzgados
por muchas injusticias cometidas.
“La tortura es algo tan vergonzoso, pero es aún peor si se
convierte en la política oficial de una democracia. Es una
contradicción y es inaceptable”.
Tzvetan Todorov
Periódico en línea El País; sección Internacional. 23 de febrero de
2016. 15:11 COT.
9
Para el presidente Obama, la cárcel de Guantánamo representa la
más seria amenaza a la credibilidad de los Estados Unidos, como una
democracia defensora de los derechos humanos.
8
Edición N° 40 / Abril de 2016
11
La misoginia de un profesor del MIR:
“Sara Carbonero es guapa, pero es rancia porque es rica en sífilis”
Periódico El Mundo, España
Marzo 17, 2016
Indignación, vergüenza, repulsa y denuncia. Estos son los
sentimientos de un grupo de estudiantes de sexto de
Medicina que han denunciado unos hechos que califican
de “extremadamente machistas e intolerables”. Los
estudiantes de la Academia barcelonesa CTO Medicina S.
L., en la que se preparan para el Médico Interno Residente.
En esa clase el maestro no dudó en utilizar como reglas
mnemotécnicas para aprender conceptos como glándulas,
psoriásis o liquen conceptos machistas, “degradantes,
humillantes y denigrantes” hacia la mujer. Al parecer el
profesor explicó que existían dos tipos de mujeres, “las
rancias y las guarras”.
La “rancia de discoteca” -que usó para referirse a la
glándula sudorípara Ecrina- es aquella que baila sola
porque “solamente ha venido a bailar. Sin embargo, el
maestro aseguró que de la forma en la que van vestidas
“es imposible que sólo vinieras a bailar”. Y mirando sólo a
las mujeres de la clase espetó: “Si sólo quieres bailar te
quedas en casa y bailas en pijama, no te pones guapa, no
te maquillas o te pones unos tacones”.
El otro tipo de mujer es “la guarra de discoteca”. Para el
profesor de Dermatología es aquella, refiriéndose a los
tipos de glándulas sudoríparas aprocinas, que aparece en
zonas “guarras”, a la que tienes que dar un poco de tiempo
“y sales con ella de la mano”.
Gran parte de los alumnos decidieron abandonar la
clase. “Abandonamos el aula a raíz de las vejaciones y la
impotencia que sentíamos; a pesar de haber expresado
nuestra disconformidad y oposición, se nos acusó de
‘sensiblonas’ y exageradas”, aseguran las alumnas
presentes en la clase. De nada sirvió, el profesor continuó
con sus reglas nemotécnicas y con comentarios del mismo
tipo. Según algunos alumnos que sí continuaron en la
clase cuando llegó el descanso el profesor se disculpó.
Las jóvenes rechazan que se trate de un caso aislado sino
“que es un problema sistémico para el que son necesarias
medidas holísticas para combatirlo”. Y por ello en su
denuncia solicitan que la Academia, “siendo una empresa
e institución docente”, asegure una educación no machista
y firmen un código ético de buenas prácticas en el que
tanto la empresa como el profesorado se comprometa a
no hacer apología de la violencia ni de la discriminación
a ningún colectivo.
12 Género, equidad y justicia
Universidad neoyorquina retira
la distinción entre hombres y mujeres de sus baños
Revista Semana
Marzo 31, 2016
En Estados Unidos se viven tiempos de inquietud en la
comunidad LGBTI. Aunque la aprobación del matrimonio
entre parejas del mismo sexo produjo en el “país de la
libertad” todo un viraje hacia una cultura de aceptación,
parece que la tolerancia aún está lejos de conseguirse.
prescindir de la tradicional separación entre “hombres” y
“mujeres” en todos los baños de su campus. Una medida
que evoca una usanza nada extraña en países como
Francia o Inglaterra, pero que en el continente americano
no es vista de la mejor manera.
Los baños se han convertido en un botín de la batalla
por los derechos LGBTI. Una acalorada discusión se ha
desatado en torno a los derechos de homosexuales y
transexuales por todo el país norteamericano. El congreso
y la Casa Blanca se han enfrentado con posiciones
opuestas. Activistas transgénero han puesto el grito en
el cielo. Pero, mientras tanto, una simple iniciativa de una
pequeña universidad de Nueva York revuelve la polémica
y propone otra cara del debate.
La rescisión de las designaciones para hombres y mujeres
llegó por propia mano de los estudiantes. El año pasado,
un grupo motivado por los clamores de sus compañeros
transgénero tachó las señales de hombre y mujeres que
había en los baños de uno de los edificios de la universidad.
La consigna era que los estudiantes tránsgenero se
sentían incómodos en cualquiera de los dos baños, ya
fuera por insultos o por acoso sexual. Resulta que los
tachones nunca fueron borrados y persistieron de esa
manera hasta que los administrativos de la universidad
pensaron que, de hecho, las señales ya no eran necesarias
La Universidad privada Cooper Union, hogar de “liberales”
estudiantes de artes, ingeniería y ciencias, decidió
Edición N° 40 / Abril de 2016
13
Colombia, a un paso
del matrimonio igualitario
Revista Semana
Abril 4, 2016
A pesar de que el magistrado Jorge Pretelt les propuso
en su ponencia a sus colegas de la Corte Constitucional
negar las pretensiones de parejas homosexuales que
pretenden contraer matrimonios, si nada fuera de lo
común ocurre, desde este jueves ningún notario o juez de
Colombia podrá negarse a celebrar ese tipo de uniones.
El destino del proyecto de fallo está tan claro, que el
magistrado Alberto Rojas ya tiene preparado un escrito
que hará parte de la providencia de reemplazo, en la que
se establece que los funcionarios competentes para la
celebración del matrimonio civil tendrán que acceder a
las pretensiones de las parejas LGBTI que quieran casarse,
en las mismas condiciones en las que lo hacen las parejas
heterosexuales.
Que las parejas de homosexuales y de lesbianas que
decidan casarse tengan el mismo derecho a las constituidas
por hombre y mujer a contraer nupcias es cuento viejo.
Un fallo de la Corte Constitucional estableció que a partir
del 20 de julio del 2013, estas personas podrían celebrar
uniones civiles solemnes con idénticos efectos a los del
matrimonio.
Y aunque en el papel pareciera que esa decisión pone
a parejas LGBTI y a las heterosexuales exactamente en
el mismo plano, la verdad es que esa equidad no tiene
aplicabilidad práctica, pues se trata de una figura parecida,
pero no igual, a la del matrimonio.
Mientras que para hombre y mujer que contraen el vínculo
está claro que tienen todos los derechos afines a ese tipo
de sociedad conyugal, en el caso de los homosexuales
siempre es necesario más trámites para demostrar la
existencia de la unión y no en pocas ocasiones les es
imposible evitar la vía judicial.
Género, equidad y justicia
Justicia colombiana
Cada vez más machista?
Por: José Manuel Acevedo
Portal La Nación.com.co
Abril 26, 2016
Resulta cuando menos sorprendente que en
un país en el que las facultades de derecho
están llenas de mujeres, exista un número tan
reducido de ellas en la cúpula de la rama judicial
colombiana. Tampoco las firmas de abogados más
prestigiosas del país tienen por socias principales
a mujeres. Más increíble todavía es que los
mejores resultados de los últimos exámenes de
estado en derecho los obtienen ‘ellas’ en lugar de
‘ellos’ y que con toda esta evidencia las mujeres
no tengan el papel que se merecen en la justicia
colombiana es de verdad aterrador. Pero como si
esto no fuera suficientemente llamativo, lo que
más preocupa es que este desbalance de género
esté ocurriendo y profundizándose sin que a nadie
parezca importarle en realidad.
Edición N° 40 / Abril de 2016
15
Condena de 49 años de cárcel
en caso de feminicidio en Cundinamarca
Periódico El Tiempo
Abril 26, 2016
Por aceptar su responsabilidad en el asesinato a machete
de dos mujeres y un menor de 9 años, a José Héctor
Beltrán González un juez de la República lo condenó a 49
años y 10 meses de prisión, la pena más alta que se ha
impuesto en el país por el delito de feminicidio.
Según informaron las autoridades, los hechos ocurrieron
en la inspección de San Antonio de Aguilera –zona rural
de Topaipí (Cundinamarca)– el pasado sábado 9 de enero,
cuando Beltrán González ultimó con machete a María
Elizabeth Rubio –quien era su compañera sentimental–,
a su hijo de 9 años y a Leidy Cuervo, que los acompañaba
la noche de la tragedia.
Beltrán huyó el día de los hechos, pero fue capturado el
13 de enero en zona boscosa de Paime, municipio vecino
de Topaipí.
Una vez estuvo a disposición de las autoridades, Beltrán
aceptó su responsabilidad en los asesinatos, pero fue
juzgado en el marco de la Ley de Feminicidios, por lo que
no recibió beneficios.
16 Género, equidad y justicia
El sexismo nuestro
de cada día
Por: Mauricio Albarracín
Periódico El Espectador
Abril 26, 2016
Mary Wollstonecraft inició su famoso texto sobre
la Vindicación de los derechos de la mujer con una
exhortación a los hombres: “Quiero al hombre como
compañero; pero su cetro, real o usurpado, no se extiende
hasta mí, a no ser que la razón de un individuo reclame mi
homenaje; e incluso entonces la sumisión es a la razón y
no al hombre”. Los hombres nos creemos con un derecho
natural o divino de mandar y no somos conscientes de
nuestros privilegios. Las voces de los hombres se escuchan
por todas partes sin medida y hasta el cansancio. Cuando
un hombre habla duro, la gente lo considera valiente,
vehemente, en fin: todo un varón.
Cuando una mujer presenta argumentos contundentes
y con la rabia que produce la injusticia, se le hace un
control del tono a través de la ridiculización. De hecho,
cuando las mujeres hablan claro y son independientes,
los hombres las marginan y no las escuchan. Por eso, los
hombres, especialmente los más poderosos, prefieren a
mujeres sumisas, silenciosas, leales y buenas trabajadoras.
Ningún poderoso renuncia a sus privilegios gratuitamente.
Las mujeres independientes, esas que escriben desde un
cuarto propio, están aquí para recordarnos que existe una
profunda discriminación contra las mujeres y que vivimos
rodeados de clubes de caballeros. El feminismo es una voz
necesaria y urgente. Es por ese potencial emancipatorio y
por amenazar el poder masculino que se le desprecia en
el debate público.
En el Atlántico las políticas de protección
a la mujer, en el limbo
Edición N° 40 / Abril de 2016
Periódico El Tiempo
Abril 26, 2016
Las políticas públicas que se ponen en
práctica para desterrar, o por lo menos
mitigar, las consecuencias que viene
dejando en el Atlántico la violencia
contra la mujer parecen no estar dando
los resultados esperados.
Por lo menos así lo confirman las 21
mujeres asesinadas en el primer tercio
del año en curso en el Departamento,
cifra que de continuar así sobrepasará
la del pasado 2015, cuando murieron 35
féminas en circunstancias violentas.
La situación, carente de soluciones
que hayan dado siquiera un mínimo
porcentaje de resultados positivos,
queda al descubierto una vez más con la
muerte de la mujer número 21, ocurrida
el pasado viernes frente a sus hijas, de 13
años y 8 meses de nacida, en su casa del
barrio La Sierrita, en el suroccidente de
Barranquilla.
“Siguen matando a las mujeres, lo que
demuestra la poca efectividad de las
políticas públicas para acabar con la
violencia de género, en este caso contra
la mujer”, manifestó Emma Doris López,
directiva de la red de Mujeres contra la
Violencia en el Atlántico.
17
18 Género, equidad y justicia
En Colombia, mueren más
adultos mayores
que niños por desnutrición
Por: Cristian Ávila Jiménez
Periódico El Tiempo
Abril 27, 2016
Mientras que del 2012 al 2015 murieron 1.127 niños y
jóvenes por deficiencias nutricionales, el hambre cobró
la vida de 3.899 adultos mayores en ese mismo periodo,
de acuerdo con datos del Departamento Administrativo
Nacional de Estadísticas (Dane).
Algunas de las causas de esta situación son el abandono,
la falta de seguridad social, la ausencia del Estado para
su protección y los malos hábitos nutricionales, además
de su condición de salud por discapacidad e, incluso, por
no tener dentadura, temas que inciden en la probabilidad
de alimentarse bien, como revela una investigación de
la socióloga y docente de la Universidad Nacional Nubia
Ruiz, quien estudia esta causa de mortalidad.
En su análisis, Ruiz aclara que los datos obtenidos del Dane
son los que evidencian las deficiencias nutricionales como
causa directa; no obstante, es una fuente conservadora
porque muchas de las metodologías internacionales
han detectado que cuando solo se toma este aspecto se
estarían omitiendo otras enfermedades relacionados con
ausencia de nutrientes adecuados. Es decir que habría un
subregistro.
Por otro lado, la socióloga explica que las muertes de
adultos mayores por desnutrición es un hecho muy grave y
que cada día cobra dimensiones más grandes.
“El acceso a la alimentación en Colombia cada vez está más
ligado a la capacidad adquisitiva, por lo cual a la población
que no tiene recursos se les cierran las posibilidades de
alimentarse bien. Es posible que coman dos veces al
día, pero muchos alimentos de mejores propiedades o
nutrientes están fuera de su alcance”, indica Ruiz.
Los departamentos del Atlántico, Antioquia, Valle y Nariño,
además de Bogotá, son las zonas con más casos de decesos
por desnutrición, en parte por su densidad poblacional y la
pobreza.
Edición N° 40 / Abril de 2016
Proteger la vida y la
salud en el trabajo,
deber ético para la paz
Por: Mauricio Torres Tovar
Semanario Virtual Caja de Herramientas – Viva la
Ciudadanía
Semana del 29 de abril al 5 de mayo
19
El 28 de abril se ha establecido como una fecha mundial
conmemorativa en memoria de las víctimas en el trabajo,
con la intención de hacer visible los efectos negativos
sobre la vida y la salud que tienen las condiciones
precarias e inseguras en el trabajo.
Fue una fecha que surgió como iniciativa del movimiento
obrero canadiense, solo que desde el año 2003
la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la
institucionalizó como día Internacional en Memoria de
los Trabajadores Fallecidos y Heridos, lo que de alguna
manera le despoja el contenido político que le dio el
movimiento obrero para resaltar que los muertos son
víctimas de unas condiciones laborales que no protegen
la vida porque pone su énfasis en la acumulación de
ganancias del capital.
Muy a pesar de esta fecha y su intención, son cotidianas
en el mundo y en Colombia las muertes en el trabajo, que
se han naturalizando, como si trabajar de por sí fuera un
riesgo para la vida, o porque si se muere era por “designio
de Dios”.
Según la OIT diariamente, producto de precarias e
inseguras condiciones en el trabajo, se producen al día
más de 880.000 accidentes de trabajo y cerca de 6.000
muertes a causa de accidentes o enfermedades de origen
laboral, es decir casi 2.2 millones de muertes laborales al
año, y eso que la misma OIT reconoce un subregistro de
este tipo de eventos2.
Según la Escuela Nacional Sindical, en Colombia en el
2015 se reportaron 723.836 accidentes en el trabajo, es
decir diariamente 2.050, y dos personas mueren al día por
causas de enfermedades o accidentes laborales.
Y esta situación es la que se registra, porque al igual que lo
menciona la OIT, en Colombia existe un gran subregistro
de los eventos de salud de origen laboral, de un lado
porque el Sistema General de Riesgos Laborales (SGRL)
solo capta los eventos de las y los trabajadores afiliados a
las Administradoras de Riesgos Laborales (ARL), quienes
son fundamentalmente formales, dejando por fuera lo
que le sucede al grueso de la población laboral del sector
informal (que es casi el 60%); y de otro lado, porque no
se registra en las empresas los eventos, se ocultan, se
niegan, y adicionalmente, porque el personal médico no
está formado para realizar diagnóstico de enfermedad
laboral.
20 Género, equidad y justicia
Relecturas 37:
Territorialidad, poder, conflicto y paz
En la serie No. 37 de la serie Relecturas, titulada
“Territorialidad, poder, conflicto y paz”, de la mano de las
autoras Vilma Liliana Franco y Paola Andrea Posada, el
Observatorio de Derechos Humanos, Institucionalidad
y desarrollo en Antioquia, del Instituto Popular de
Capacitación, presenta una reflexión teórica y conceptual
sobre la memoria histórica, la paz, la seguridad y algunos
retos para lo que se ha venido llamando postconflicto.
Edición N° 40 / Abril de 2016
21
Educar para la paz con
justicia de género:
un reto político, cultural y pedagógico
Según lo acordado entre el gobierno colombiano
y la guerrilla de las FARC-EP, en 2016 se firmará el
“Acuerdo general para la terminación del conflicto y la
construcción de una paz estable y duradera”1, que busca
poner fin al conflicto armado que ha sacudido al país
durante cinco décadas. Ante este esperanzador escenario,
es urgente avanzar en propuestas incluyentes y diversas
de construcción de paz que aporten a la superación
de imaginarios y de prácticas militaristas, violentas y
excluyentes. La sostenibilidad de la paz depende de la
capacidad de pensar formas distintas de relacionamiento
en las cuales se respete el antagonismo, el disenso y la
diferencia, y se privilegie la construcción colectiva. En el
marco de este reto de construcción de paz, la Corporación
Humanas - Centro Regional de Derechos Humanos y
Justicia de Género, adelanta el proyecto “Observar, formar
e informar para una paz con justicia de género”, apoyado
por el Foro de Mujeres y Desarrollo, Fokus. 1. Luego de
más de tres años de negociaciones entre ambas partes
en La Habana, Cuba. 6 Entre las acciones realizadas en el
proyecto se encuentran procesos formativos con jóvenes
hombres y mujeres pertenecientes a espacios y sectores
sociales diversos; su objetivo es fortalecer sus liderazgos
y la organización de la que hacen parte, brindándoles
herramientas pedagógicas para el trabajo en educación
para la paz con justicia de género.
El proceso de formación en educación para la paz con justicia
de género se adelantó, en la ciudad de Barranquilla, con la
Red Juvenil del Suroccidente de Barranquilla (2014), y en
la ciudad de Medellín, con el grupo de jóvenes vinculados
a la Red Feminista Antimilitarista (2015).2 La publicación
que aquí se presenta abarca y profundiza sobre las
reflexiones surgidas en ambos procesos formativos, sobre
las metodologías y pedagogías construidas y reconstruidas
colectivamente, y sobre aspectos conceptuales claves que
permitan seguir pensando y fortaleciendo la propuesta
de educación para la paz como herramienta central en
la construcción de paz en el país. Es un material dirigido
principalmente a facilitadores y facilitadoras de procesos
pedagógicos para la paz.
22 Género, equidad y justicia
Alianza de trabajo
para el litigio estratégico
en defensa de los derechos
humanos de las mujeres
El 17 de marzo en las instalaciones de la Universidad
Autónoma Latinoamericana se realizo la presentación
de la investigación “Análisis del contexto y los desafíos
jurídicos frente a la violencia intrafamiliar en la ciudad
de Medellín”, realizada por la Alianza de trabajo para el
litigio estratégico en defensa de los derechos humanos
de las mujeres, de la cual hacen parte ONU Mujeres,
Corporación Humanas, Red Feminista Antimilitarista,
Confluencia de Mujeres para la Acción Pública, Colectiva
Justica Mujer, Universidad Autónoma Latinoamericana,
Universidad de Medellín, Corporación Universitaria
Remington y la Unidad de Víctimas de la Alcaldía de
Medellín.
En el evento se hicieron presentes diversas instancias
del orden gubernamental que trabajan el tema en el
orden local, territorial y nacional. El propósito del mismo
más allá de presentar los resultados de la investigación
mencionada, busco aunar esfuerzos y voluntades para la
erradicación de las violencias contra las mujeres en la
ciudad.
Edición N° 40 / Abril de 2016
Cine - Debate
Ciclo de la Inclusión
23
El 31 de marzo diversas instancias de la Uniremington,
entre las cuales se encuentran las Facultades de Salud
y de Ciencias Empresariales, Fomento Artístico y Cultural
de Bienestar Universitario y el Observatorio de Género,
Equidad y Justicia, dieron inicio al Cine Debate con el Ciclo
de inclusión a partir de la película “Historias Cruzadas”.
Al evento en mención asistieron alrededor de 200
integrantes de la comunidad educativa de la institución,
entre docentes y estudiantes.
En esa medida, Cine-Debate propende no solo por ser
un proyecto de índole recreativo que activa emociones
en el receptor, sino que permite a través de una lectura
pedagógica e investigativa generar nuevas formas de
relacionamiento entre los actores de la comunidad
educativa y de aprehensión del conocimiento.
24 Género, equidad y justicia
Programa radial
Ciudadanía Plena
del Círculo de Periodistas
de Antioquia (CIPA)
El 15 de abril, el investigador del Observatorio de Género,
Equidad y Justicia, Carlos Mario Piedrahita Londoño fue
invitado al Programa radial Ciudadanía Plena del Círculo
de Periodistas de Antioquia (CIPA). El tema central
analizado fue masculinidades no hegemónicas y su
influencia en la transformación de la problemática de
las mujeres. El programa radial virtual Ciudadanía Plena
es un espacio de informativo y pedagógico, además de
análisis de coyuntura que permite el debate de asuntos
de ciudad que tienen que ver con los derechos humanos
de las Mujeres.
“En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las
mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces”
-Gabriel García Márquez -
Imagen tomada de: http://u.srl/w2jIV
26 Género, equidad y justicia
Referencias
Portada
Imagen tomada de:https://www.youtube.com/
watch?v=KhldIJWZim0
Editorial
¡Cuando una mujer dice no...!
Imagen tomada de: www.pexels.com
Columna de Opinión
A propósito del primero de mayo
En Colombia el panorama del derecho al trabajo es turbio
Imagen tomada de: https://goo.gl/BXfT7K
Violación del DIH en la cárcel de Guantánamo
Y Obama no ha podido clausurarla…
Imagen tomada de: http://goo.gl/f52vIx
Noticias
La misoginia de un profesor del MIR: “Sara Carbonero es
guapa, pero es rancia porque es rica en sífilis”
Ver noticia completa: http://goo.gl/O1vCHr
Imagen tomada de: http://goo.gl/OpqNYf
Condena de 49 años de cárcel en caso de feminicidio en
Cundinamarca
Ver noticia completa: http://goo.gl/VU211W
Imagen tomada de: http://revistahorizontal.com/
fenomeno-feminicidio/
El sexismo nuestro de cada día
Ver noticia completa: http://goo.gl/RBBAlb
Imagen tomada de: http://goo.gl/hVTKIJ
En el Atlántico las políticas de protección a la mujer, en
el limbo
Ver noticia completa: http://goo.gl/5RA4rl
Imagen tomada de: http://goo.gl/k5dRFU
En Colombia, mueren más adultos mayores que niños
por desnutrición
Ver noticia completa: http://goo.gl/yzJtQO
Imagen tomada de: www.pixabay.com
Proteger la vida y la salud en el trabajo, deber ético para
la paz
Noticia completa en: http://viva.org.co/cajavirtual/
svc0492/articulo05.html
Imagen tomada de: http://goo.gl/XBpRQZ
Publicaciones
Universidad neoyorquina retira la distinción entre
hombres y mujeres de sus baños
Ver noticia completa: http://goo.gl/Sp12Pk
Imagen tomada de: http://goo.gl/MPnXoH
Relecturas 37: Territorialidad, poder, conflicto y paz
Para descargar texto completo: http://www.ipc.org.co/
portal/files/Relecturas%2037.pdf
Colombia, a un paso del matrimonio igualitario
judicial.
Ver noticia completa: http://goo.gl/vt9zFb
Imagen tomada de: http://goo.gl/oAqBWB
Educar para la paz con justicia de género: un reto
político, cultural y pedagógico
Para ver texto completo: http://www.humanas.org.co/
archivos/Doc_completo_2_febrero.pdf
Justicia colombiana ¿Cada vez más machista?
Ver noticia completa:
file:///C:/Users/familiaagudelo/Downloads/Boletin%20
39%20Marzo%202016.pdf
Imagen tomada de: http://goo.gl/vev328
Eventos
Fotografías tomadas del archivo particular de la facultad
Edición N° 40 / Abril de 2016
27
Género,
Equidad y Justicia
Boletín informativo
o
http://www.uniremington.edu.co/images/observatorio-de-genero-equidad-y-justicia/Boletines/Boletin-informativogenero-equidad-y-justicia-40-uniremington-abril-2016.pdf
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