UNIVER SIDAD DE CONCEPCIÓN DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA TIERRA 10° CONGRESO GEOLÓGICO CHILENO 2003 FORMACIÓN CALAMA, EOCENO, II REGIÓN DE ANTOFAGASTA (CHILE): ESTRATIGRAFÍA E IMPLICANCIAS TECTÓNICAS BLANCO, N.1, TOMLINSON, A.J.1, MPODOZIS, C.2, PÉREZ DE ARCE, C. 1 Y MATTHEWS, S. 1. 1 Servicio Nacional de Geología y Minería. Av. Sta. María 0104, Providencia, Santiago. [email protected]; [email protected]; [email protected]; [email protected] 2 Sipetrol. Av. Vitacura 2736, Santiago. [email protected] INTRODUCCIÓN En el norte de Chile existen extensos afloramientos de gravas y sedimentos poco consolidados de edad terciaria, los cuales, generalmente, han sido atribuidos al Mioceno ("Gravas de Atacama"). Sin embargo estudios recientes han demostrado que la acumulación de esos sedimentos comenzó durante el Paleógeno en relación directa con pulsos discretos de actividad tectónica ocurridos durante el Terciario. Uno de estas unidades corresponde a la Formación Calama, expuesta en aisladas colinas que sobresalen de la altiplanicie de Calama (Figura-1), donde fue definida por Naranjo y Paskoff (1981). Esos autores, de igual modo que Marinovic y Lahsen (1984) le atribuyeron una edad miocena, aunque, posteriormente, May (1997) la asignó al OligocenoMioceno Inferior a pesar de no contar con antecedentes cronológicos directos. En esta contribución presentamos nuevos datos estratigráficos y geocronológicos 40Ar/39Ar y K/Ar que permiten precisar su edad , eocena, y comprender el ambiente de depositación y el régimen tectónico dominante durante la sedimentación. TRABAJOS PREVIOS Y RELACIONES ESTRATIGRAFICAS Naranjo y Paskoff (1981) indicaron que la Formación Calama, en su localidad tipo, descansaría, discordantemente, sobre volcanitas de la Formación Moctezuma (Jurásico Inferior a Medio, Harrington, 1961 en Naranjo y Paskoff, 1981), y estaría cubierta, discordantemente, por calizas de la Formación El Loa (Fuenzalida, 1957 en Marinovic y Lahsen, 1984). Posteriormente, Marinovic y Lahsen (1984) incluyeron en la unidad a conglomerados que afloran en el rajo de Mina Sur, en el pique de exploratorio de la mina Radomiro Tomic, y en las quebradas Corral y Honda, 50 km al norte de la localidad tipo. Dichos autores le asignaron un edad Mioceno MedioSuperior sobre la base de una edad en una toba de ca. 8 Ma en el rajo de Mina Sur y su posición estratigráfica sobre gravas atribuidas al Oligoceno-Mioceno Medio expuestas en quebrada Honda. Por otro lado, May (1997) asignó a esta formación conglomerados expuestos en las nacientes de quebrada Yalqui, aproximadamente 50 km al ENE de la localidad tipo. Dichos conglomerados presentan una intercalación de toba (retrabajada?) con edad de 30,15 ± 0,26 Ma (40Ar/39Ar en biotita) y subyacen, discordantemente, a una secuencia sedimentaria clástica (Formación Lasana; May, 1997) que contiene una toba de 19,62 ± 0,36 Ma (40Ar/39Ar en biotita; May, 1997). Esos antecedentes llevaron a May (1997) a sugerir, para ella, una edad OligocenoMioceno Inferior Todas las contribuciones fueron proporcionados directamente por los autores y su contenido es de su exclusiva responsabilidad. Observaciones realizadas por los autores indican que las lavas sobre las cuales se apoyaría discordantemente la formación en su localidad tipo, como lo describieran los autores antes citados, corresponden a flujos lávicos intercalados en la porción basal de la secuencia, cuya base no está expuesta. La formación subyace, en discordancia angular, a limolitas rosadas de la Formación Jalquinche, del Mioceno Inferior-Medio (May, 1997). ESTRATIGRAFÍA Y ESTRUCTURA Los afloramientos de La Formación Calama en el cerro homónimo están afectadospor un sistema de pliegues de interferencia, de ejes E-W y NNE, y alcanzan, localmente, manteos de hasta 53º (1 km al W de Jalquinche). En cerro Milagro, afloran conglomerados con lavas andesíticas intercaladas, cortados hacia el norte por una falla que los pone en contacto con granitos paleozoicos. La Formación también aflora en Morros los Cerrillos, donde se apoya, discordantemente, sobre volcanitas triásicas, con suave manteo al sudeste. Al sur, aflora en Pampa Moctezuma (Figura-1). Allí, los conglomerados, con manteo de 60ºN, se apoyan en discordancia angular sobre sedimentitas mesozoicas y subyacen con igual relación a conglomerados de probable edad ¿oligocena?, inclinados 25ºNW. afloramientos de la formación Calama (tomado y modificado de Sernageomin, 2002). pCP4= Precámbrico-Pérmico (metamórfico); CPg=Carbonífero-Pérmico (granitoides); CP3= Carbonífero-Pérmico (volcánico); TrJ3=TriásicoJurásico Inf. (volcánico y sedimentario continental); Trg=Triásico (granitoides); J1m= Jurásico (sedimentario marino); JK1c= Jurásico Sup.Cretácico Inf. (sedimentario continental); Kia3= Cretácico Inferior alto (volcánico); Ks2c= Cretácico Sup. (volcanosedimentario); Ks3i= Cretácico Sup. (volcánico); Ksg= Cretácico Sup. (granitoides); KT1c= Cretácico Sup.-Treciario Inf. (sedimentario continental); KTg= Cretácico Sup.-Terciario (granitoides); PE3a= Paleoceno-Eoceno Inf. (volcánico); Paga= Paleoceno-Eoceno (granitoides); E3= Eoceno (volcánico); Ec= Eoceno (Fm. Calama); Eg= Eoceno (granitoides); Oc?= ¿Oligoceno? (sedimentario continental); MP1c= Mioceno Sup.Plioceno (sedimentario continental); MP1l= Mioceno Sup.-Plioceno (sedimentario palustre); PPl1= Plioceno-Pleistoceno (sedimentario continental); Qa= Cuaternario. Figura-1: Mapa geológico regional del área de Calama, con la distribución de En cerro Calama se expone una secuencia de conglomerados medianamente consolidados de 760 m de espesor, cuya base no aflora, en la cual se han separado tres miembros diferenciables por color, composición de clastos y direcciones de aporte sedimentario (Figura-2). Miembro Inferior Ec(i): secuencia granodecreciente de ortoconglomerados de bloques, de color gris verdoso, que aflora típicamente en el cerro Calama, con un espesor mínimo de 195 m. Su base no aflora y su techo lo constituye el Miembro Medio Ec(m), a través de un contacto estructuralmente concordante. La mala calidad de los afloramientos que exponen este contacto no permite distinguir su naturaleza, sin embargo, los cambios de composición de clastos y la marcada diferencia en las direcciones de aporte sedimentario podrían sugerir la existencia de una discontinuidad en la sedimentación. Figura-2: Sección estratigráfica de la Fm. Calama levantada en su localidad tipo (cerro Calama) correspondiente a 760 m de conglomerados diferenciados en tres miembros. Las formaciones que le sobreyacen (Fms. Jalquinche y Opache) corresponden a una reorganización estratigráfica de la Formación El Loa (Fuenzalida, 1957 en Marinovic y Lahsen, 1984) propuesta por May (1997), la que se adopta en este trabajo. En la base de la secuencia, sector Topater (Figura-3), se intercalan al menos tres flujos lávicos andesíticos. Son de color café grisáceo, con espesores individuales de 5-7 m, cuyo techo está frecuentemente erodado por los conglomerados. Consisten en andesitas porfíricas de piroxeno (hiperstena, augita) y hornblenda (con coronas de oxidación), incluidos en una masa fundamental de plagioclasa y piroxeno. En una muestra fresca de estas lavas, se efectuó una datación K-Ar en roca total obteniéndose una edad de 51,9 ± 1,7 Ma (Eoceno Inferior). Los conglomerados son monomícticos, clasto soportados y mal estratificados en bancos masivos de 1-2 m de espesor. Los clastos, de 0.3-1 m de diámetro, son de andesitas de hornblenda y piroxeno, andesitas basálticas y brechas andesíticas. La matriz es de limo arenoso rosado, cementado por halita. En un bloque de estos conglomerados, situado entre las lavas basales y con petrografía similar a las lavas intercaladas, se efectuó una datación 40Ar/39Ar en hornblenda obteniéndose una edad plateau de 51,8 ± 0,5 Ma (6 pasos en el plateau correspondiente 68,5% del 39Ar). Hacia la parte mediasuperior de esta unidad (desde Jalquinche hacia el E; Figura-3), los conglomerados son gruesos a de bloques (5-30 cm de diámetro), estratificados en niveles masivos (facies Gm) y en cuerpos lenticulares de base cóncava erosiva, con espesores de 0.4-1 m. Presentan estratificación cruzada en artesa y fábrica imbricada medianamente desarrollada. Los clastos son subangulares a subredondeados, de andesitas y brechas andesíticas propilitizadas (75%), granodioritas, monzogranitos y monzodioritas cuarcíferas (14%), conglomerados y areniscas cuarcíferas propilitizadas (6%), areniscas y limolitas laminadas rojizas (3%) y pórfidos dacíticos y riolíticos (2%). Ocasionalmente se intercalan areniscas limosas de color marrón claro, en niveles de 30-40 cm de espesor, con estratificación plana. Mediciones de paleocorrientes (imbricación) indican flujos dirigidos hacia el ENE a ESE (N75º-108ºE, n= 110 medidas). Figura-3: Geología de detalle del área de los cerros Calama y Milagro. 1= Plioceno-Cuaternario (depósitos aluviales plio-pleistocenos y fluviales cuaternarios del río Loa); 2= Mioceno Sup.-Plioceno (Fm. Opache; May, 1997); 3= Mioceno Inferior-Medio (Fm. Jalquinche; May, 1997); 4= Eoceno (Fm. Calama; miembros Inferior (i), Medio (m), Superior (s)); 5= Eoceno (Fm. Calama, lavas andesíticas); 6= Paleozoico (Granito Mesa); 7= edad KAr en roca total; 8= edad K-Ar en biotita; 9= edad 40Ar/39Ar en hornblenda; 10= vector de paleoflujo. En cerro Milagro (Figura-3), se exponen lavas andesíticas de piroxeno (hiperstena) y hornblenda, de color café, y daciandesitas fluidales negras de hornblenda y piroxeno. Éstas se intercalan en conglomerados marrones gruesos, en cuya base se disponen grandes bloques (30-60 cm de diámetro) erodados de las lavas subyacentes. En uno de estos bloques, se efectuó una datación 40 Ar/39Ar en hornblenda obteniéndose una edad plateau de 46,9 ± 0,5 Ma (8 pasos en el plateau correspondiente 99,3% del 39Ar). Mediciones de paleocorrientes en este sector indican flujos dirigidos hacia el NE (N50º-53ºE, n= 50 medidas). Miembro Medio Ec(m): 275 m de conglomerados medianamente consolidados, de color marrón anaranjado claro, expuestos en un cuerpo asimétrico que se acuña hacia el este. Se apoya en concordancia estructural sobre el Miembro Inferior, aunque posiblemente a través de una discontinuidad erosional. Su techo lo constituyen conglomerados gris verdosos del Miembro Superior, dispuestos en discontinuidad erosional sobre esta unidad. Constituye una secuencia de granulometría simétrica: granodecreciente al inicio y posteriormente granocreciente (Figura-2). Consisten en conglomerados gruesos a de bloques, clasto soportados, medianamente estratificados, en niveles de 0,3-1 m de espesor. En ellos, se reconocen conglomerados con estratificación cruzada en artesa (facies Gt) en niveles de 30-40 cm de espesor, conglomerados masivos con fábrica imbricada bien desarrollada (facies Gm) y areniscas gruesas de guijarro ya sea con estratificación en artesa (facies St) o laminación plana paralela (facies Sh), en niveles de 15-35 cm de espesor. Los clastos son redondeados a subangulares, de 20-40 cm de diámetro, hasta 1 m hacia el techo de este miembro. Se componen de andesitas y brechas andesíticas propilitizadas (56%), pórfidos riolíticos y dacitas fluidales porfíricas (22%), volcanitas hidrotermalmente alteradas (sílice-arcilla, goethita-jarosita) (13%), conglomerados cuarcíferos gruesos propilitizados (4%) y areniscas finas laminadas y calizas fosilíferas jurásicas (3%). La matriz es de arenisca gruesa de guijarro, cementada por yeso en la mitad inferior de la unidad, y limonita en la porción superior, con óxidos de manganeso ocasionales en areniscas de guijarro. La mitad inferior de este miembro, presenta estratificación de tipo masivo, aunque a escala de afloramiento, se observa una característica estratificación en láminas, ya sea planas (dominante) a levemente cóncavas (subordinado) (depósito de flujo en lámina). Hacia la parte alta de esta mitad, se intercalan niveles canalizados de conglomerados de bloques, de base cóncava erosiva y techo plano, de 0,5-1 m de espesor y de continuidad lateral a escala métrica, estructurados internamente con estratificación en artesa. Incluye, además, abundantes bloques de ignimbrita dacítica (0,5-3 m de diámetro), en uno de los cuales se efectuó una datación K-Ar en biotita, obteniéndose una edad de 60 ± 2 Ma (Peleoceno Superior bajo). La mitad superior de este miembro, aunque en general presenta estratificación masiva, se reconoce una mejor y no tan basta estratificación. Se distinguen niveles granodecrecientes de 0,4-2 m de espesor, de conglomerado grueso a arenisca gruesa de guijarro, con estratificación en artesa. Presentan base cóncava erosiva y, frecuentemente, una bien desarrollada canalización. Mediciones de paleocorrientes en este miembro (imbricación) indican un flujo promedio dirigido hacia el N (N3ºE, n= 227 medidas). Este vector se compone de dos modas principales, una dirigida hacia el NNW (N15ºW, n= 143 medidas) y otra hacia el NNE (N30ºE, n= 84 medidas). Esta última componente, se registra principalmente en el techo de la unidad, cercano al contacto con el Miembro Superior (Figura-3). Miembro Superior Ec(s): 290 m de conglomerados gris verdoso claro, medianamente consolidados, expuestos en el cañón del río Loa (Figura-3). Se apoya, en discontinuidad erosional, sobre el Miembro Medio, y está cubierto por limolitas rosadas de la Formación Jalquinche, (Mioceno Inferior-Medio; May, 1997). Consiste en ortoconglomerados gruesos a de bloques, estratificados en niveles masivos de 0,3-1 m de espesor, y subordinadamente, limolitas arenosas de guijarro, de color rojizo, en niveles lenticulares de 0,25-1 m de espesor. Los conglomerados se estructuran con: estratificación masiva y fábrica imbricada (facies Gm), estratificación horizontal (facies Gh) y estratificación cruzada en artesa y fábrica imbricada (facies Gt). En estos últimos, se reconocen cuerpos canalizados, con base cóncava erosiva, de 1-3 m de espesor, siendo lateralmente continuos a escala métrica-decamétrica y frecuentemente gradan (en la vertical) a conglomerados de grano medio con estratificación horizontal, estructurando una sucesión granodecreciente a escala decimétrica, la cual culmina con niveles lenticulares de limolitas laminadas, con extensión lateral de 30-40 m.. Este tipo de sucesiones ocurre en la porción basal de este miembro. Los clastos varían de 10-50 cm de diámetro, redondeados a subangulares. Se componen de andesitas y brechas andesíticas propilitizadas (60%), pórfidos riolíticos y dacitas fluidales porfíricas (22%), granitos rosados gruesos y finos, granitos de muscovita, milonitas de granito de muscovita, monzogranito grueso, granodioritas (16%), conglomerados cuarcíferos gruesos propilitizados y areniscas cuarcíferas con muscovita detrítica (3%) y areniscas roja gruesa, lutitas negras, esquistos micáceos (3%). La matriz es de arenisca gruesa de guijarro fino, cementada por yeso. Direcciones de paleocorrientes (imbricación) señalan un flujo promedio dirigido hacia el N (N3ºW, n= 254 medidas). Sin embargo, este vector está compuesto de dos modas principales, una dirigida hacia el NNW (N20ºW, n= 111 medidas) y otra hacia el NNE (N14ºE, n= 143 medidas). La primera componente, se registra principalmente en la base de la unidad, cercano al contacto con el Miembro Medio (Figura-3). En Pampa Moctezuma (Figura-1), la formación consta de 240 m de conglomerados gruesos marrones, estratificados en bancos masivos de 0,6-1,5 m de espesor, de carácter cíclico y granodecreciente (facies Gm). Presentan estratificación en artesa, clastos de cantos angulares, de pórfidos riolíticos morados, pórfidos dacíticos y dacitas fluidales (90%) y granitos gruesos rosados (10%). En la parte media de estos afloramientos, se observa un set de discordancias progresivas rotacionales y un cambio de facies asociada (a depósitos de flujo en lámina), con la aparición de clastos de esquistos micáceos grises y cuarcitas junto a los granitos rosados gruesos, pasando progresivamente a conglomerados masivos (facies Gm). Mediciones de paleoaportes en esta localidad indican flujos dirigidos hacia el N (N7ºE, n= 32 medidas). Estos conglomerados se asignan tentativamente al Miembro Superior, debido, fundamentalmente, al tipo de facies (Gm dominante), las direcciones de aporte clástico y a la composición de los mismos (derivados del bloque paleozoico de Limón Verde). Al norte en cambio, en Morros los Cerrillos, los conglomerados son masivos, de color marrón claro, con clastos subredondeados a subangulares, de 5-40 cm de diámetro y se componen de andesitas afaníticas verdes (35%), monzogranito amarillo (35%), pórfidos riolíticos rosados y (10%), daciandesitas de hornblenda (15%) y diorita de hornblenda gruesa (5%). Medidas de paleoflujo (imbricación) señalan aportes hacia el SSW (S15ºW, n= 20 medidas). No es claro a que miembro pueden ser asignados estos conglomerados, sin embargo, sus direcciones de aporte clástico sugieren una probable relación temporal con los miembros Medio y Superior, pudiendo éstos representar los depósitos del borde norte de la cuenca al tiempo de depositación de dichas subunidades. INTERPRETACIONES Y PALEOGEOGRAFÍA Las facies descritas en la Fm. Calama reflejan en general un ambiente aluvial en condiciones de semiaridez, asociado, en sus inicios, a un volcanismo andesítico. La evolución temporal se inicia (ca. 52 Ma; Miembro Inferior) con la depositación de gravas gruesas a través de eventos multiepisódicos de crecidas de corrientes confinadas en canales (streamflood deposits) (Nilsen, 1982; Boggs, 1995; Miall, 1996), probablemente en abanico proximal para esta etapa. Junto a esta sedimentación, se desarrolla volcanismo andesítico, expresado por flujos lávicos que fueron parcialmente erodados por la actividad aluvial, como así lo sustenta la edad obtenida en uno de los bloques datados (Tabla-1). Hacia el techo de este miembro sin embargo, dominan clastos de volcanitas andesíticas propilitizadas, probablemente erodadas de unidades más antiguas dado su grado de alteración: Fm. Cinchado, del Paleoceno-Eoceno Inferior o Fm. Quebrada Mala, del Cretácico Superior (Montaño, 1976 en Marinovic y García, 1999 y, en menor grado (10%), dioritas cuarcíferas y granodioritas. Dichas unidades habrían constituido relieves positivos localizados al oeste de la zona de depositación (Figura-2), esto es, al sur de Cerritos Bayos y al norte de Sierra Gorda, considerando el desplazamiento de rumbo siniestral en la Falla Oeste (ver Tomlinson y Blanco, 1997b). Un importante quiebre en las facies y en el estilo de la sedimentación ocurre durante la sedimentación del Miembro Medio, quiebre que, además, marca la desaparición permanente de la actividad volcánica. En efecto, la sedimentación en esta segunda fase se caracteriza por la prevalecencia de gravas con estratificación en lámina, depositados por flujos tractivos no canalizados (sheetflood deposits) (Bull, 1972; Hogg, 1982; Wells, 1984; Boggs, 1995). Dicha sedimentación se habría desarrollado bajo condiciones climáticas de semiaridez, como lo sugiere la presencia de yeso como cemento principal y el estilo de facies desarrollada (Hogg, 1982). El quiebre también se manifiesta en las direcciones de aporte clástico, las que en esta etapa cambian y se dirigen, en general, hacia el norte. De igual modo, la composición de los clastos cambia substancialmente. Aunque predominan los clastos de rocas volcánicas (56%), en uno de los cuales (ignimbrita) se obtuvo una edad paleocena, aparece una importante componente (20%) de rocas volcánicas ácidas, de probable edad paleozoica, además de calizas fosilíferas jurásicas (3%) y conglomerados (4%) similares al Miembro Inferior de la Fm. Cerro Empexa (Cretácico Superior-¿Paleoceno Inferior?, Tomlinson y otros, 2000). De acuerdo a estas características, la zona fuente de los sedimentos parece corresponder a una similar a aquella situada en la actualidad al S y SE de Sierra de Limón Verde, donde aflora esencialmente la Fm Cinchado, El Grupo Caracoles y volcanitas ácidas del Carbonífero-Pérmico (Sernageomin, 2002). Hacia el término de esta segunda etapa (Miembro Medio), se registra un progresivo cambio de facies, desde flujos de corriente en lámina (sheetflood deposits) a flujos de corrientes canalizadas (streamflood deposits), manifestándose en el desarrollo de cuerpos canalizados, mayor variabilidad de granulometría y mejor desarrollo de fábricas tractivas (imbricación, estratificación cruzada en artesa), lo cual sugiere una mayor participación de agua en el transporte y depositación del sedimento. En concomitancia con esto, cambia el tipo de cemento en el sedimento, siendo yeso reemplazado por limonita y, localmente, óxidos de manganeso. Finalmente, la última etapa de sedimentación de la Fm. Calama (Miembro Superior) se inicia luego de un episodio erosional (hiatus de magnitud desconocida) con depósitos de crecidas canalizadas (streamflood deposits), en un ambiente de abanico aluvial proximal. Las direcciones de aporte clástico se mantienen respecto de la etapa anterior, esto es, un vector promedio dirigido hacia el norte, pero aumenta considerablemente la participación de clastos de probable edad paleozoica. En efecto, aproximadamente un 35% de los clastos corresponden a estas rocas, conformándose por volcanitas ácidas (18%) y granitoides (17%), composición que se asocia a la componente de flujo dirigida hacia el NNW, sugiriendo una fuente en la zona de Sierra Limón Verde (Sernageomin, 2002). La componente NNE en cambio, se asocia a clastos de composición andesítica, los cuales provendrían de las unidades volcánicas situadas al E del Salar de Pampa Blanca (Sernageomin, 2002), considerando el desplazamiento de rumbo siniestral de la Falla Oeste (Tomlinson y Blanco, 1997b). EDAD DE LA FORMACIÓN CALAMA La dificultad para establecer una edad precisa de la Formación Calama en trabajos anteriores (Naranjo y Paskoff, 1981; Marinovic y Lahsen, 1984; May, 1997), se debía a que no se habían encontrado marcadores de tiempo en esta “monótona” secuencia de conglomerados y, por otra parte, su posición estratigráfica sólo indicaba una edad mínima para ella (pre-miocena o preMioceno Superior). Otro factor incidente, tiene relación con correlaciones erróneas con otras unidades constituidas esencialmente de conglomerados. En efecto, Naranjo y Paskoff (1981) establecen una posible relación con la unidad “Gravas de Atacama” sobre la base de correlaciones litológicas y morfoestratigráficas. Además, Marinovic y Lahsen (1984) y May (1997) correlacionaron y asignaron a esta formación conglomerados de facies aluviales muy distintas con edades diferentes a la sección tipo. Las observaciones de este trabajo, indican que la sedimentación aluvial del Miembro Inferior es contemporánea, al menos en sus inicios, con un volcanismo andesítico de edad Eoceno Inferior (∼ 52 Ma; Figura-2 y Tabla-1). Esta sedimentación continuó hasta por lo menos 47 Ma (edad del clasto datado en Cerro Milagro). Adicionalmente, como se discute más adelante, se infiere que el abrupto cambio en las direcciones de aporte, representados en los miembros Medio y Superior, sería contemporáneo a la fase Incaica, y por lo tanto, se interpreta que estos miembros fueron depositados durante dicha fase (∼ 43-35 Ma, Tomlinson y Blanco, 1997a; Tomlinson y otros, 2001). Por otra parte, los afloramientos expuestos en Pampa Moctezuma (Figura-1) muestran que la Formación Calama subyace, en discordancia angular, a conglomerados de probable edad oligocena, edad asignada tentativamente por la posición estratigráfica que ellos ocupan (bajo Grupo El Loa, May, 1997) y por equivalencia de facies (sheetflood deposits) con aquellos expuestos y datados en quebrada Yalqui (ver trabajos previos). Esta relación indicaría una edad mínima oligocena inferior para la formación y complementa la inferencia antes descrita. Todos estos antecedentes indican una edad eocena para la Formación Calama. Tabla-1: Edades radiométricas* de la Formación Calama. (*)realizados en laboratorio de Sernageomin Muestra UTM N (m) UTM E (m) Roca y unidad Método y material %K 2QN-9 7515721 510712 7516199 510546 K-Ar, roca total 40Ar/39Ar, 1,753 QN-336 Lava andesítica, Mbro. Inferior Clasto de andesita, Mbro. Inferior 2QN-8 7517442 510975 QN-339 7521306 516960 Clasto de ignimbrita, Mbro. Medio Clasto de andesita, Mbro. Inferior % Ar rad (nl/g) 3,586 % Ar Atm Edad (Ma) Error (2σ) Interpretaciones 18 51,9 1,7 Edad de volcanismo 51,8 0,5 60,0 2,0 46,9 0,5 Edad máxima para nivel conglomerádico; plateau 68,5%, 6 pasos Edad máxima para nivel conglomerádico Edad máxima para Nivel conglomeradico; 39 plateau 99,3% Ar; 8 pasos hornblenda K-Ar, biotita 40Ar/39Ar, hornblenda 5,653 13,425 36 ORIGEN DE LA CUENCA E IMPLICANCIAS TECTÓNICAS El inicio de la sedimentación aluvial de la Fm. Calama, en el Eoceno Inferior (∼ 52-47 Ma), indica que, de acuerdo a la composición y direcciones de aporte clástico, debió existir un relieve positivo localizado al oeste de la zona de depositación, la que se habría situado en el área de Cerritos Bayos-Sierra Gorda, considerando el desplazamiento de rumbo siniestral de la Falla Oeste (ver Tomlinson y Blanco, 1997b). El lapso en el que tuvo lugar esta fase de sedimentación, esto es, contemporáneo al extendido volcanismo andesítico expuesto al norte de Calama (Fm. Icanche, 53-43 Ma, Maksaev, 1978; Tomlinson y otros, 2001) e inmediatamente antes de la compresión Incaica y, en concomitancia con el tipo de relleno de la cuenca (asociación de lavas y sedimentos clásticos), se infiere tentativamente la existencia de una depresión volcanotectónica para hospedar los depósitos de esta fase. La segunda fase de sedimentación en cambio (miembros Medio y Superior), indica una reorganización mayor de los sistemas de drenajes en la zona, instalándose una paleopendiente regional esencialmente dirigida hacia el norte. Las paleocorrientes y composición de clastos, indican que la zona de denudación más probable fue el área de Limón Verde. El cambio en la composición de clastos, desde niveles donde predominan los clastos de rocas volcánicas de edad paleocena, y probablemente cretácica superior, a niveles con mayor participación de clastos de probable edad paleozoica, sugieren una secuencia de destechamiento normal del área de Limón Verde. Por otra parte, las discordancias progresivas que registran los afloramientos de Pampa Moctezuma, indican que parte de esta sedimentación fue sintectónica, deformación que habría ocurrido con posterioridad a los 47 Ma, que es la edad más joven registrada en el Miembro Inferior (Figura-3, Tabla-1), evento que además, habría alzado el bloque “Limón Verde”. En efecto, diversos trabajos han documentado la existencia de una fase compresional durante el Eoceno Medio-Superior en la región (Maksaev, 1990; Mpodozis y otros, 1993; Marinovic y otros, 1996; Tomlinson y Blanco, 1997a; Arriagada y otros, 2000) y datos de trazas de fisión en apatita indican un alzamiento y denudación importante de los bloques paleozoicos en la precordillera durante esta fase (Andriessen y Reutter, 1994; Maksaev y Zentilli, 1999). Dicho alzamiento se habría originado durante la transcurrencia siniestral eocena en este segmento del Sistema de Fallas de Domeyko (SFD), la cual se habría iniciado en la zona entre los 43-40 Ma (Mpodozis y otros, 1993). De este modo, se puede establecer una buena correlación entre esta deformación y la segunda fase de sedimentación de la Formación Calama, la que ha sido ligada al SFD y asociada a la Orogénesis Incaica (Maksaev, 1990; Reutter y otros, 1991; Mpodozis y otros, 1993; Tomlinson y Blanco, 1997). Por otra parte, el patrón de plegamiento de interferencia que muestran los afloramientos de esta formación (Figura-3) se pueden atribuir a dos componentes principales de acortamientos desarrolladas durante el Eoceno: una en sentido E-W, de carácter regional (Tomlinson y Blanco, 1997a) y la otra, en sentido N-S y de carácter local, atribuible al alzamiento de Sierra Limón Verde. CONCLUSIONES La Formación Calama representa la evolución de una cuenca, esencialmente aluvial, durante el Eoceno (∼52-¿35? Ma), asociado con volcanismo andesítico en sus inicios. En ella, se distinguieron tres subunidades, las cuales representan dos fases de sedimentación claramente diferenciables, desarrolladas en el Eoceno. La primera de éstas (Miembro Inferior; 52-47 Ma) se habría originado de relieves positivos situados al W del depocentro de la cuenca, en el área comprendida entre Cerritos Bayos y Sierra Gorda, acumulando sus depósitos en una depresión probablemente de tipo volcanotectónica. La segunda fase de sedimentación en cambio (43-¿35? Ma), estaría estrechamente ligada al diastrofismo Incaico, causando una reorganización mayor en los drenajes que rellenaron la cuenca, modificando también la zona fuente de los materiales clásticos, los que se habrían derivado de Sierra Limón Verde. Al menos parte de esta sedimentación fue sintectónica y las componentes regionales de acortamientos de esta cuenca, en el Eoceno, habrían sido responsable del plegamiento polifásico evidenciado en la misma. AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen a Sernageomin y al Proyecto Fondecyt (Nº1990009) quienes permitieron la realización de este estudio. Además, expresan su reconocimiento al laboratorio de separación de minerales del SNGM dirigido por Sylvia Moraga. REFERENCIAS Andriessen, P. And Reutter, K. 1994. K-Ar and fission track age determination of igneous rocks related to multiple magmatic arc systems along 23ºS latitud of Chile and NW Argentina. In Tectonics of the Southern Central Andes. Reutter, K., Scheuber, E. and Wigger, P.J. (ED.) Springer-Verlag. Berlín.p. 141-153. Arriagada, C., Roperch, P. y Mpodozis, M. 2000. Clockwise block rotations along the eastern border of the Cordillera de Domeyko, Northern Chile (22º45’-23º30’S). Tectonophysics. Vol. 326. P.153-171. Boggs, S. 1995. Principles of sedimentology and stratigraphy. Prentice-Hall. 774 pp. New Jersey. Bull, W.B. 1972. Recognition of alluvial-fan deposits in the stratigraphic record. In Recognition of ancient sedimentary environments. Rigby, J.K. & Hamblin, W.K. (Ed.). Society of economyc palontologist and mineralogist, Special Publication, Nº 16, p. 63-83. Hogg, S. 1982. Sheetfloods, sheetwash, shetflow, or...?. Earth-Cience Review. Vol. 18. p. 59-76. Maksaev, V. 1978. Cuadrángulo Chitigua y sector occidental del cuadrángulo Cerro Palpana. Región de Antofagasta. Carta Geológica de Chile, N°31, escala 1:50.000. Instituto de Investigaciones Geológicas.p. 55. Santiago. Maksaev, V. 1990. Metallogeny, geological evolution, and thermochronology of the Chilean Andes between latitudes 21° and 26° South, and the origin of mayor porphyry copper deposits. Ph.D. Thesis (Unpublished). Dalhousie University. Halifax. Canada. 554 pp. Maksaev, V. and Zentilli, M. 1999. Fission track thermochronology of the Domeyko Cordillera, northern Chile: Implications for Andean tectonics and porphyry copper metallogenesis: Exploration Mining Geology. Vol. 8. p. 6589. Marinovic, N. y Lahsen, A. 1984. Hoja Calama, Región de Antofagasta. Servicio Nacional de Geología y Minería. Carta Geológica de Chile, N° 58, escala 1:250.000. 140 pp. Santiago Marinovic, N., Cortés, J y García, M. 1996. Estudio geológico regional de la zona comprendida entre Sierra del Buitre y Pampa San Román. Sernageomin-Codelco. Informe Registrado IR-96-8. Vol. I. 156 pp. Santiago. Marinovic, N. y García, M. 1999. Hoja Pampa Unión, Región de Antofagasta. Servicio Nacional de Geología y Minería. Ma`pas geológicos, Nº 9, 1 mapa escala 1:1000.000. Santiago. Miall, A.D. 1996. The geology of fluvial deposits. Sedimentary facies, basin analysis, and petroleum geology. Springer-Verlag. 582 pp. Berlin Heidelberg. Mpodozis, C., Marinovic, N., Smoje, I. y Cuitiño, L. 1993. Estudio geológico-estructural de la Cordillera de Domeyko entre Sierra Limón Verde y Sierra Mariposas, Región de Antofagasta. Sernageomin-Codelco. 282 pp. Santiago. May, G. 1997. Oligocene to Recent evolution of the Calama Basin, northern Chile. PhD Thesis. University of Aberdeen. 274 pp. Naranjo, J. y Paskoff, R. 1981. Estratigrafía de los depósitos cenozoicos de la región de Chiuchiu-Calama, Desierto de Atacama. Revista Geológica de Chile, Nº 13-14. p.79-85. Nilsen, T. 1982. Alluvial fan deposits. In Sandstone depositional environments. Peter A. Scholle & Darwin Spearing (Ed.). The Ammerican Association Petrolog. Geologyst. 410 pp. Usa. Reutter, K.J, Scheuber, E. y Helmcke, D. 1991. Structural evidence of orogen-paralell strike-slip displacements in the Precordillera of Northern Chile. Geologische Rundschau. Vol. 80, Nº 1. P. 135-153. Sernageomin. 2002. Mapa Geológico de Chile. Servicio Nacional de Geología y Minería, Chile. Carta geológica de Chile, Serie Geología Básica, Nº 75, 1 mapa en 3 hojas, escala 1:1.000.000. Santiago. Tomlinson, A. y Blanco, N. 1997a. Structural evolution and displacement history of the West Fault system, Precordillera, Chile: Part 1, synmineral history. Congreso Geológico Chileno, N°8. 1997. Antofagasta. Chile. Actas.Vol. III. p. 1873-1877. Tomlinson, A. y Blanco, N. 1997b. Structural evolution and displacement history of the West Fault system, Precordillera, Chile: Part 2, postmineral history. Congreso Geológico Chileno, N°8. 1997. Antofagasta. Chile. Actas. Vol. III. p.1878-1882. Tomlinson, A.J., Martin M.W., Blanco, N. and Pérez de Arce, C.. 2000. U-Pb and k-ar geochronology from the cerro empexa formation, 1st and 2nd regions, precordillera, northern chile. III South American Symposium on Isotope Geology. Puerto Varas. Chile. 2000. Actas (CD).p. 632-635. Tomlinson, A.J., Blanco, N., Maksaev, V., Dilles, J.H., Grunder, A.L. y Ladino, M. 2001. Geología de la precordillera andina de Quebrada Blanca – Chuquicamata, Regiones I y II (20º30’-22º30’ S). Servicio Nacional de Geología y Minería (Chile)-Codelco Chile. Informe Registrado IR-01-20, 2 Vol, 444 p., 20 mapas escala 1: 50.000. Santiago. Wells, N. 1984. Sheet debris flow and sheetflood conglomerates in cretaceous cool-maritime alluvial fans, South orkney Islands, Antartica. In Sedimentology of gravels and conglomerates. Koster, E.H. & Steel, R.J. (Ed.). Canadian Society of Petroleum Geologist, Memoir Nº 10, p 133-145.