Asociación Psicoanalítica Argentina

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Asociación Psicoanalítica Argentina
Instituto de Psicoanálisis "Angel Garma"
Monografía
ALGUNAS CONTRIBUCIONES DE PIERA AULAGNIER, ANDRÉ GREEN Y JORGE E.
GARCÍA BADARACCO
EL PSICOANÁLISIS... ¿NO ES PARA TODOS?
Trabajo presentado en el seminario
"LAS CUESTIONES FUNDAMENTALES EN WINNICOTT Y PIERA AULAGNIER"
Profesora:
Lic. Ana Delia Levin de Said
Colaboradoras:
Lic. Isabel Eckell de Muscio
Psic. Ana María Rumi Souza
Autora:
Dra. Inés Josefina Puig
Buenos Aires, noviembre 26 de 2003
2
Algunas contribuciones de Piera Aulagnier,
André Green y Jorge E. García Badaracco
El psicoanálisis... ¿no es para todos?
*
Inés Josefina Puig
INTRODUCCIÒN
El objetivo del presente trabajo es intentar dar una semblanza sobre las contribuciones
de algunos autores pertenecientes al movimiento psicoanalítico europeo,
particularmente al francés. Esto lo afirmo a pesar de sus diferentes nacionalidades de
origen.
Considero que los desarrollos alcanzados por éstos en la segunda mitad del siglo XX
permiten acceder a distintas perspectivas teóricas y técnicas capaces de abrir las puertas
del psicoanálisis y así recibir buenos y nuevos aires.
Realizo esta afirmación ya que según mi modo de ver el obstáculo para las aplicaciones
del psicoanálisis clínico a una población más extendida radica no tanto en las
dificultades de la técnica en sí, como en las dificultades de algunos analistas.
Una caja de herramientas permite desplegar una labor polifacética y generatriz pero, si a
esta caja se la utiliza de manera estereotipada, la creatividad que vio en su origen podría
sucumbir. En este sentido cito a Winnicott en su libro "Realidad y juego": "se me ha
señalado la posibilidad de pensar que mi interpretación en cada una de sus dos partes
podría vincularse con el juego y encontrarse tan alejada como es posible, de la
interpretación autoritaria, que es más próxima al adoctrinamiento".
Las creatividades freudiana, kleiniana, winnicottiana, lacaniana, no siempre han
inspirado creatividad en los analistas de escuela.
¿Acaso se trató durante el siglo XX de ser "más papistas que el papa"?. Sin embargo los
pensadores de quienes me ocuparé no se adoctrinaron e intentaron abrir un camino y
también invitarnos a transitarlo con ellos. Deseo referirme a tres autores: dos extranjeros
y uno argentino. Ellos son: Aulagnier, Green y García Badaracco.
Quisiera aclarar que efectué una selección guiada por mis propios intereses en el
recorrido clínico que ellos realizaron.
En mis 20 años de camino profesional como psiquiatra de adultos, niños y familias, y
psicoanalista, me encontré a menudo identificada con las miradas de estos autores.
Como todo recorte, éste es parcialmente aleatorio y no me ocuparé de otros maestros
que respeto y admiro pero que excederían los objetivos del articulo.
Tomaré en consideración los siguientes ejes:
- Reseña biográfica,
- Contribuciones y pensamientos originales.
Encuentro desarrollos afines en todos ellos puesto que, según creo, fueron influidos por
sus orígenes y su cultura, por la objetología psicoanalítica prevalente en la época y el
*
Dirección: Coronel Dìaz 1775, PB, (1425) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, R. Argentina
3
movimiento lacaniano, especialmente en Aulagnier y Green. Por supuesto que,
esencialmente, llevan la base freudiana en un estudio minucioso y sistemático.
Merecería una mención especial y un desarrollo independiente de este trabajo referirme
más acabadamente a la obra de Winnicott que influyó en los tres autores arriba
mencionados, pero prefiero postergar esta labor para otra oportunidad.
DESARROLLO
Como epígrafe de la introducción de su libro " De Viena a Londres y Nueva York",
Riccardo Steiner cita a Walter Benjamin: "Articular históricamente el pasado no
significa reconocerlo" tal como realmente fue " (...) Significa apoderarse de un recuerdo
cuando destella en un momento de peligro" .
Historia Resumida del Psicoanálisis en Francia
En este resumen, me permitiré seguir a Macías y a Roudinesco.
1925: creación de la revista: L´Evolution Psychiatrique.
1926: fundación de la Sociedad Psicoanalítica de Paris (Marie Bonaparte, Eugénie
Sockolnicka, Thesnard, Allend, Borel, Lowenstein, Laforgue, Pascheminey y Pichon).
Conferencia de psicoanalistas de habla francesa.
1927: aparece el primer número de la Revue Française de Psychanalyse.
1934: creación del Instituto de Psicoanálisis.
1936: aparición de un número de la revista L'Evolution Psychiatrique, dedicado a Freud.
Congreso de la I.P.A. en Marienbad.
1952: El Instituto de Psicoanálisis cambió de sede y Lacan redactó los estatutos que
fueron reglamentados en febrero siguiente.
1953: Se produce una escisión por enfrentamiento entre las posturas de S. Nacht y D.
Lagache, de estirpe más medicalizada y psicologizada, respectivamente.
Se funda la Sociedad Francesa de Psicoanálisis (S.P.F.) por Lagache, Dolto y Favez
Boutonnier. Más tarde se suman Lacan y otros.
1960: encuentro de analistas franceses luego de la escisión en Bonneval (Cataluña
francesa)
Organizado por H.Ey que vivía y trabajaba allí.
1964: escisión. Se producen negociaciones entre la IPA y la Sociedad Francesa de
Psicoanálisis, para ser integrada a la internacional que le pone como condición retirar a
Lacan su habilitación de didacta. Esto da como resultado la ruptura de la SFP y el
surgimiento de tres sociedades psicoanalíticas que aún persisten: Sociedad
4
Psicoanalítica de Paris, la Asociación Psicoanalítica de Francia (filial de IPA) y la
Escuela Freudiana de Paris (fundada por Lacan).
1969: creación del así llamado cuarto grupo: Quatrième Groupe, por Aulagnier,
Valabrega, Perrier y Moreigne.
1970: Fundación de la Nouvelle Revue de Psychanalyse.
1980: Disolución por Lacan de la E.F.P.
1981: Muerte de Lacan (9 de setiembre).
1986: Voto de nuevos estatutos de la S.P.P.
1989: A. Green organiza las Jornadas de la UNESCO "La psychanalyse, questions pour
demain ".
Los años del Sainte-Anne
El hospital psiquiátrico de Paris representó (y representa, según entiendo, hasta hoy) un
sitio de florecimiento intelectual donde se convocaron destacados exponentes de la
psiquiatría y el psicoanálisis tanto de Francia como los traídos por aires de ultramar.
Sitúo estas observaciones en la segunda mitad del siglo XX, después de la segunda
Guerra Mundial. Sin embargo, deseo destacar que, en un periodo anterior, Francia había
recibido psicoanalistas emigrantes de Alemania, Austria, Checoslovaquia, debido a la
situación cada vez más comprometida de éstos por el auge del nazismo en Alemania, lo
cual llevó a la solicitud de renuncia de los nueve miembros que quedaban (de origen
judío) en el Instituto Psicoanalítico de Berlín. Muchos otros se habían marchado por su
propia decisión y Klara Happel hizo lo propio, solidarizándose con sus colegas.
E. Jones, presidente de la IPA,. intermedió, en parte, para poder vehiculizar una salida
decorosa pero la diáspora debió continuar hacia Inglaterra y América (especialmente
EE.UU. y Canadá). También allí tuvieron su papel Jones, la IPA y la Sociedad
Psicoanalítica Estadounidense.
Dice Riccardo Steiner en su ya mencionado libro "De Viena a Londres y Nueva York":
"Forzado por las circunstancias, Jones subrayó en Lucerna, sobre todo, el problema de
la relación entre psicoanálisis y politica, para destacar que eran mutualmente
excluyentes; y aunque no mencionó ningún nombre, hizo una obvia referencia a
W.Reich y en general a los sucesos producidos en Berlín, así como, al mismo tiempo,
una vaga alusión a la interferencia política y el perjuicio racial que obstaculizaban el
trabajo del análisis ". Steiner hace constar que tanto Freud como su hija Anna estaban
de acuerdo en este punto, prueba de ello es una carta de Anna a Jones del 18-08-34.
Dice Steiner en ese mismo libro:"En el congreso que organizó la IPA en Marienbad en
1936, a. Jones le resultaría imposible no mencionar explícitamente la suerte que habían
corrido sus colegas judíos en Berlín, obligados a renunciar a la institución ".
5
En ese mismo congreso, en la reunión reservada a las sociedades, se anunció, que el
Instituto Psicoanalítico de Berlín había sido incorporado a un nuevo instituto que, según
decìan era arianizado; Deutsche Institut Fur Psychologische Forschung und
Psychotherapie, el que fue dirigido por un primo (o tío) del Mariscal Goering : Matías
H. Goering . Con los años, John Rittneister, psiquiatra y psicoanalista alemán que había
estudiado medicina en Paris, fue arrestado por la Gestapo y fue ejecutado el 13-05-43.
Teniendo en cuenta las siniestras experiencias vividas por el mundo durante la segunda
Guerra Mundial, no extraña que los psiquiatras y psicoanalistas reunidos en una Francia
de posguerra, ahora liberada, generaran una labor tan fecunda, al servicio del Yo. Dicha
labor bien podria pensarse como un rico trabajo de ligadura vinculado a Eros, luego de
tanta muerte...
Todo pensador es hijo de su tiempo, nos dice el catedrático de la Universidad Autónoma
de Barcelona, Gerard Vilar y, como sabemos, éste fue bastante conmocionado por
cierto.
El Sainte-Anne representó un espacio-tiempo de libertad, donde se podía aprender de
los grandes maestros y de los pacientes. Fue justamente en ese hospital donde Celes
Cárcamo, uno de los pioneros fundadores de APA, había realizado su formación
psicoanalítica. En París, a finales de la década del 30 fue donde se conoció con Garma
el que lo consultó a fin de emigrar a Buenos Aires..
Más tarde, en la década del 50, se encontraban trabajando allí H. Ey, Ajuriaguerra,
Delay, el que descubrió la clorpromazina, Diatkine, Lebovici, Lacan, Lagache, entre
otros y se contaban entre los discípulos, coincidentes en aquel período y
contemporáneos todos ellos: Aulagnier, Green, García Badaracco, Rosolato, Émile
Mâle hijo del escritor y destacado psicoanalista de niños.
Pierre Marty llevó a cabo la primera de sus investigaciones sobre psicosomática en el
servicio de Marcel David, (era un servicio de neurocirugía).
Por otra parte, en el servicio de Delay trabajaban Francis Pasche, Lacan y Lagache, el
que se encargaba de parte de la enseñanza de la psicopatología.
En síntesis, el psicoanálisis tenia en el Sainte-Anne una presencia fuerte (y la mantiene
hasta el presente).
Relata Jorge García Badaracco una anécdota de aquellos tiempos: "En ocasión de una
fiesta que se realizaba anualmente, de la que participaban tanto los jóvenes médicos en
formación como sus profesores, los estudiantes podían gastarles una broma a sus
maestros, en presencia de ésos (al estilo de una liberación carnavalesca organizada):
entonces fue cantada la "misa"en latín del "órgano - dinamismus ", dedicada al "papa "
Henry Ey, el que enseñaba detalladamente la teoría de Pierre Janet sobre la etiología de
las neurosis.
En la S.P.P., por otra parte, había diferentes corrientes: los partidarios de Nacht que,
para algunos, se vinculaba demasiado a la psicología del Yo, angloamericana,
proveniente de Hartmann, y también estaban los partidarios de Lacan.
Jugaba un rol destacado Bouvet, lamentablemente muerto a los 48 años, el que, tal vez
de no haber fallecido tan tempranamente, habría podido contrapesar a Lacan, aportando
su actitud reflexiva y asi evitar la escisión que aconteciera en el seno de esa sociedad.
6
Green reconoce también la influencia recibida por la fenomenología de Eugène
Minkowski y de Hegel, a quien otorga valor a la hora de inspirar su trabajo sobre lo
negativo.
7
PIERA AULAGNIER (1923 – 1990) 1
Nació en Milán, vivió en Egipto durante la segunda Guerra Mundial, hablaba varios
idiomas fluidamente. Perteneció a la tercera generación de analistas.
Ávida y culta lectora, se interesó tempranamente en la literatura y escritura, lo que se
traduce en sus escritos donde, en varias ocasiones intercala citas de novelas
contemporáneas, inclusive literatura de ficción (como el "1984" de George Orwell).
Estudió medicina en Roma y, luego, se instaló en París. Se analizó con Lacan (1955 a
1961) 2 .
.
Durante la llamada "edad de oro" del psicoanálisis en Francia –la que, para E.
Roudinesco, habría comenzado después de 1948 con las enseñanzas de Bouvet- Piera
Aulagnier integraba el grupo de los "juniors" destacados, seguidores de Lacan, junto a
Leclaire, Perrier, Granoff, Widlôcher –hoy presidente de la IPA-, Lavie, Smimoff, Pujol
y Rosolato 3 .
Clínica destacada, se interesó tempranamente por las psicosis. Se desempeñó en el
Hospital Sainte-Anne donde, hoy, un pabellón lleva su nombre. Participó en la
fundación de la Escuela Freudiana de Paris e integró su directorio, al frente del
Departamento de Enseñanza.
En 1967 publicó, junto a Jean Clavreul la revista "L´Inconscient" de la que sólo se
editaron ocho números, todos ellos muy interesantes, donde escribían, por esos tiempos,
"autores inquietos", vale decir psicoanalistas jóvenes. El primer número se dedicó al
tema de la transgresión. Los siguientes se referían, en general, a clínica, perversión,
identificación, paternidad y enseñanza del psicoanálisis 4 .
Aulagnier abandonó la EFP en 1969 por diferendos con Lacan, especialmente con
relación al "pase" 5 . El pase había sido un término empleado por Lacan para designar un
procedimiento de pasaje que consistía en que un analizante (pasante) expusiera ante
analistas (pasadores) los que daban cuenta ante un jurado llamado de acuerdo, aquellos
elementos de su historia que el psicoanálisis había llevado a considerarlos capaces de
fundamentar su deseo de convertirse en analistas.
Lacan se había opuesto al concepto de analisis didáctico puesto que, según él, nadie
podía de antemano decidir si un análisis era didáctico. La propuesta del pase había
constituido una forma de darle un viraje institucional a la EFP que muchos no aceptaron
y, en 1978, el mismo Lacan lo dejó de lado.
1
Roudinesco
Roudinesco
274.
3
Roudinesco
4
Roudinesco
5
Roudinesco
2
E., Plon, M.: Diccionario de psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1998, p.72.
E.: La batalla de cien años (1885-1985), Madrid, Fundamentos, 1993, tomo II, p.
E. Idem, tomo II, p. 329.
E. Idem, tomo III, p. 66.
E., Plon, M. Op. Cit. P. 798.
8
En 1969, Piera Aulagnier, Jean-Paul Valabrega, Françoise Perrier (fallecida en 2003 en
Parìs) y Moreigne se constituyeron en co-fundadores de la Organización Psicoanalítica
de Lengua Francesa (OPLF) más conocida como Quatrième Groupe (el Cuarto Grupo) 6 .
La producción de Piera Aulagnier ha sido fecunda. Publicó numerosos trabajos y varios
libros de la especialidad, en los que contribuyó con aportes personales basados sobre la
observación clínica rigurosa, su disciplina para lectura y escritura y la metabolización
que de ellas hizo, a través de un camino dialéctico. Su último trabajo (póstumo) es una
recopilación de numerosos artículos publicados en la revista "Topique" que dirigía ella7 .
Sus títulos fueron:
- La violencia de la interpretación (1975)
- Los destinos del placer (1979)
- El aprendiz de historiador y el maestro brujo (1985)
- Un intérprete en busca de sentido (1994)
Piera –inteligente, lúcida, vital, sensible e irreverente- hacía gala de un pensamiento en
movimiento constante que la llevaba a tomar las verdades científicas provocativamente,
casi en la misma categoría que los mitos. Esto es: provisorias.
En la introducción de "El aprendiz de historiador y el maestro brujo" dice textualmente:
"Más pasa el tiempo y más me convenzo de que las cuestiones que privilegiamos a
veces en nuestro itinerario teórico, si de buena fe creemos que nos vienen determinadas
por la importancia que ha cobrado cierto fenómeno clínico, cierta lectura nueva, en
realidad con ello no hacemos más que retomar, en otras formas, lo que yo llamaría las
cuestiones fundamentales propias de cada analista. Puede que ellas designen el punto
conjugado de resistencia y de fascinación que singulariza la relación de ese analista con
la teoría analítica. No menos convencida estoy de la importancia de las lecciones que la
clínica nos dicta, muchas veces en forma de fracaso, así como de la necesidad de
mantenernos receptivos a lo que otros descubren y ofrecen a nuestro pensamiento. Sin
embargo, cada analista –lo prueban sus escritos- privilegiará, en sus aportes teóricos y
en su experiencia clínica, los elementos que puedan permitirle profundizar en sus
cuestiones fundamentales 8 .
Dentro del vasto terreno de los escritos y aportes de Piera Aulagnier, me interesa
referirme a sus contribuciones sobre el psiquismo arcaico del infans (aquel niño que aún
no habla ni accede a la representación de la palabra) y que esa autora reconoce haber
abrevado en el trabajo con pacientes psicóticos. Lo enuncia como una "deuda" con el
discurso psicótico.
Su libro "La violencia de la interpretación" (1975) puede dividirse en dos partes.
La primera, dedicada a los procesos y modo de representar en el psiquismo arcaico.
6
7
8
Macías M.: André Green, un psicoanalista comprometido, Bogotá, Grupo Norma, 1998.
Aulagnier P.: Un intérprete en busca de sentido, México DF, Siglo XXI, 1997.
Aulagnier P.: El aprendiz de historiador y el maestro brujo, Buenos Aires, Amorrortu, 1997.
9
La segunda, referida a la interpretación de la violencia y el pensamiento delirante
primario.
Aulagnier se encontró con el obstáculo epistemológico que supone pensar un aparato
psíquico caracterizado por el inconsciente reprimido, el complejo de Edipo, la angustia
de castración y la actividad asociativa, poco esperables de los sujetos que atendía en el
Sainte-Anne y, también, que una parte de la "propia vivencia" del analista quedaba
excluida 9 .
Lo arcaico, el cuerpo biológico, las primeras experiencias con el mundo ¿externo?, los
sonidos, las caricias, los aromas propios del ambiente –en síntesis, los primeros
contactos con lo humano- ¿acaso no dejaban su marca, huella, registro algunos?.
Sin embargo, las conductas de los pacientes gravemente perturbados parecían decir otra
cosa: "El discurso psicótico nos induce a postular una forma de actividad psíquica
percluida (forclose) de lo cognoscible, en forma definitiva y para todo sujeto y, sin
embargo, siempre en acción, "fondo representativo" que persiste paralelamente a otros
dos tipos de producción psíquica: la que caracteriza al proceso primario y la que
caracteriza al proceso secundario" 10 .
Considera que, si bien la actividad de representación del proceso originario se halla
presente en todo sujeto es, en la práctica del análisis, en el registro de la psicosis donde
más claramente se verifica.
Para fundamentar su conceptualización del proceso originario, se refiere a dos
postulados:
1. El cuerpo: el biológico, el erógeno y, ahora, el sensorial
2. El encuentro: característico del ser viviente con el medio que lo rodea. Este encuentro
será la fuente de tres producciones-espacios.
Entiende, por actividad de representación, el "equivalente psíquico del trabajo de
metabolización", propio del mundo orgánico 11 . El metabolismo rechaza lo heterogéneo
y homogeneiza lo extraño, cuando le es posible.
En lo psíquico, lo metabolizado es un elemento de información. P. Aulagnier plantea la
hipótesis que la actividad psíquica está constituida por tres modos de funcionar o tres
procesos de metabolización (lo que es lo mismo):
Proceso originario
Proceso primario
Proceso secundario
9
Representación pictográfica
Representación fantaseada o fantasía
Representación ideica o enunciado
Aulagnier P.: La violencia de la intepretación, Buenos Aires, Amorrortu, 2001, p. 12.
Aulagnier P.: Op. Cit., p. 16.
11
Aulagnier P.: Op. Cit., p. 23.
10
10
Con esta concepción, Aulagnier nos informa que toda vivencia, todo acto, toda
experiencia pondrán en marcha conjuntamente:
- un pictograma
- una puesta en escena "mise en scène"
- una puesta en sentido "mise en-sens" 12 .
Aquí se despliega el espacio para la tarea del analista esperanzado, el que, al recurrir a
este modelo, podrá tomar conocimiento de la sensorialidad que el sujeto no puede tener
consciente.
El analista, al construir con el paciente un genuino encuentro, intentará armar escenas
que puedan ser cognoscibles para esa instancia llamada Yo (je) que deberá advenir.
Deberemos encontrar un intérprete en busca de sentido...
Para esto serán necesarias condiciones que estudiaremos.
Podrán existir modificaciones en el "je" pero respetando lo existente y su potencialidad,
sin arrasarlo con desestructuraciones. Es célebre la frase de P. Aulagnier que dice:
"modificar el granero (grenier: altillo) para transformarlo en biblioteca" .
En el recorrido bidireccional que va del pictograma al enunciado y viceversa, el infans
se subjetivará. En el encuentro con el analista, los enunciados otrora conclusivos de la
psicosis tendrán otra oportunidad.
Para quien quiera oír... Al menos, provisoriamente.
12
Aulagnier P., Op. Cit., p. 18.
11
ANDRÉ GREEN
Este médico psicoanalista francés nació en El Cairo y allí vivió hasta completar el
bachillerato en el Liceo Francés.
Miraba a Francia con una visión casi mítica e idealizada de ese país que conoció a los
diecinueve años de edad 13 . Era hijo de un comerciante próspero y de una mujer
proverbialmente sensible –decía Green que le había dado motivo para interesarse por el
afecto- cuyo apellido de soltera era Barcilon (Barcelona). Siguiendo a H. Ey, su
maestro, para quien la frontera franco-española de los Pirineos parecía no existir y
afirmaba que a uno u otro lado de ésos se sentía en su casa, Green tendía a pensar de
una manera que, por cierto, reconocía partidaria: "todo aquello que tuvo que ver con el
alma (...) encuentra sus raíces en el Mediterráneo" 14 .
Estudió medicina en París y, según lo previsto, siguió psiquiatría. Fue admitido a
concurso en 1953 y trabajó como interno en Sainte-Anne desde 1954. En 1957, pasó a
ser asistente en el Hospital Henri-Rousselle (que pertenece al Sainte-Anne). En 1958
fue nombrado Jefe de Clínica de la cátedra de enfermedades mentales de la Facultad de
Medicina de la Universidad de París 15 .
Fue discípulo de Ajuriaguerra y Ey, el que dirigía y organizaba la biblioteca que, hoy,
lleva su nombre (viajaba desde Bonneval una vez por semana para dar clases). Green se
analizó con Bouvet y, al fallecer éste, con Catherine Parat a la que le dedica su capítulo
sobre "La madre muerta".
Había estudiado tempranamente tanto de neurología y anatomía patológica como de
filosofía, psicoanálisis y literatura –en particular, el teatro inglés (en la Sorbona, formó
parte del elenco, como actor, por muchos años).
Pensador creativo, considera que los fenómenos neurobiológicos deben ser leídos en un
nivel diferente del de la metapsicología y que, para él, "aquello de lo cual habla el
psicoanálisis incluye también a la dimensión cognitiva" y "lo que distingue al
cognitivismo del psicoanálisis no es su objeto, lo cognitivo, sino su procedimiento, su
método, su pensamiento, situados frecuentemente en las antípodas del psicoanálisis" 16 .
En relación con la crítica que se le hace al psicoanálisis, al atribuirle antigüedad en su
concepción pulsional que tiene "olor a siglo XIX", dice Green: "Tal actitud corresponde
a la secuela de un positivismo estrecho. Cuando se dice algo así ¿qué queda entonces?
No queda sino el afecto, la noción más cercana a la de pulsión. Con este juego de manos
(nótese que el verdadero sentido de la expresión francesa "jeu de mains" significa
"prestidigitación") se ha escamoteado por completo la potencialidad que tiene la
pulsión, para desplegarse en los diferentes campos, en los cuales debe manifestarse,
tanto en la esfera de la representación como en las del afecto, de la cognición o del
acto" 17 .
Entiendo que este párrafo resume claramente el pensamiento de Green.
13
14
15
16
17
Macías M.: Op. Cit. p. 21.
Macías, M.: Op. Cit. p. 17.
Macías, M.: Op. Cit. p. 43.
Macías, M.: Op. Cit. p. 61.
Macías, M.: Op. Cit. p. 62.
12
Vale la pena jerarquizar la influencia que ejerció Winnicott en él 18 . Lo conoció en 1957
durante un congreso en Paris y, a partir de 1961 comenzó a estudiar la obra de éste al
asistir en Londres al pre-congreso que, luego, se realizó en Edimburgo. Aceptó Green
haber quedado impactado por la originalidad y el modo personal que tenía Winnicott de
expresarse, mostrando libertad para hablar de sus sentimientos de culpa al abandonar a
sus pacientes –hablaba de sus "pequeños pellizcos en el corazón" que, más que
metáfora, era una alusión a sus problemas cardíacos 19 .
Dice Green que Winnicott le despertó una simpatía inmediata y que, luego de fallecido
éste, atendió en París a quien fuera una de sus pacientes. Respecto de ella, anota: "Si
creo lo que ella me dijo, el lugar del padre en el Edipo fue por completo descuidado.
Hay que decir, en cambio, que por el lado de la madre, ¡la situación estaba más bien
sobresaturada! 20 .
Green reconoce en Winnicott una originalidad, una profundidad de pensamiento pero,
paradójicamente también, una sencillez para expresarlo, que resultan poco comunes de
ver. Además, considera que "Realidad y Juego" es uno de los libros más importantes
desde la muerte de Freud.
La creatividad y la originalidad son características del pensamiento de Green, para lo
cual resulta necesaria cierta irreverencia por lo dado y por lo prevalente en el medio
psicoanalítico en el cual se había formado.
Su historia, su marco referencial, sus cuestiones fundamentales lo llevaron a no excluir
el estudio del afecto dentro de sus teorizaciones. Pero, por otra parte, su medio, su
cultura y sus propias inclinaciones le permitieron describir claramente un mundo de
representaciones rico y polifacético.
Se queja Green acerca de la tendencia teórica de leer la obra de determinado autor de
acuerdo con su historia personal aunque, asimismo, no deja de reconocer su importancia
y la influencia que ejerce a la hora de la creación.
Cito a Winnicott en su capítulo "La creatividad", de "Realidad y Juego" 21 : "... como
base para la idea que deseo ofrecer en este capítulo, sugiero que la creatividad es uno de
los denominadores comunes de hombres y mujeres. Pero, en otro lenguaje, es la
prerrogativa de las mujeres y, en otro más, es una característica masculina".
André Green ha sido original y creativo en torno al tema del narcisismo, en su libro
"Narcisismo de vida, narcisismo de muerte". Si bien reconoce que el capítulo con mayor
repercusión es el de "La madre muerta" , tiene especial aprecio por otro: "El narcisismo
18
19
20
21
Macías M.: Op. Cit. p. 138.
Macías M.: Op. Cit. p. 139.
Macías M.: Op. Cit. p. 141.
Winnicott D. W., Realidad y juego, Barcelona, Gedisa, 1999, p. 102.
13
primario: estructura o estado", al que me referiré sucintamente 22 . Lo considero
complejo pero entiendo que resume su pensamiento, aunque de él procede su ruptura
con Lacan puesto que, al escribirlo, no lo citó a éste en absoluto, y ello habría ofendido
al maestro.
Estudia detalladamente el narcisismo y la patología fronteriza en varios libros, interés
que mantiene hasta el presente.
La teoría del narcisismo que Green expone articula las influencias recibidas de los
kleinianos, de Winnicott y del mismo Lacan –para Green, el narcisismo es la clé de
voûte del sistema lacaniano 23 -y considera asimismo que el psicoanálisis francés de
posguerra le prestó mucha atención 24 .
Green se había propuesto relacionar la teoría del narcisismo con la teoría definitiva de
las pulsiones 25 . En relación con éstas, dice: "La sexualidad es la constante indestronable
de la teoría íntegra del inventor del psicoanálisis pero su poder es de continuo
cuestionado por una fuerza adversa que, por su parte, experimentó cambios con el paso
de los años" –y esto es el narcisismo.
Green describe dos formas de narcisismo: uno de vida y uno de muerte. El primero,
ligado al cumplimiento de la unidad del Yo y, el segundo, opuesto a la unión; o sea, que
va ligado a la pulsión de muerte. Considera que el narcisismo ha sido un "paréntesis en
el pensamiento freudiano, un antes y un después, y que marcó una inflexión" 26 .
El narcisismo positivo es un factor unificador procedente del Yo, por el cual su líbido,
opuesta a la líbido de objeto, busca alcanzar cohesión yoica. Este es un narcisismo que
tiende a la unidad, aunque sus logros nunca sean completos.
El narcisismo negativo, que brota de pulsiones destructivas, tiene la tendencia a reducir
a cero la investidura del Yo. Así, la líbido objetal es atacada por el narcisismo positivo
que promueve la líbido yoica y por el narcisismo negativo que desinviste la líbido yoica,
sin devolverla al objeto, y se refiere a relaciones entre el narcisismo y la pulsión de
muerte.
Hay casos en los cuales el Yo se desinteresa al igual por el objeto y por sí mismo, lo que
da por resultado una tendencia a desaparecer. La nada sería la expresión auténtica de la
pulsión de muerte, diferente de la agresividad y del masoquismo primario: " El
narcisismo es la borradura de la huella del Otro en el deseo de lo Uno" 27 .
La búsqueda activa de la nada por el Yo ocasiona una disminución de la tensión a nivel
cero, que equivale a la muerte psíquica. Ya no se busca un objeto, no hay deseo del Otro
22
23
24
25
26
27
Green
Green
Green
Green
Green
Green
A.: Narcisismo de vida, narcisismo de muerte, Buenos Aires, Amorrortu, 1999, p. 78..
A. Op. Cit., p. 38.
A. Op. Cit.,, p. 15.
A. Op. Cit., p.11.
A. Op. Cit., p.12.
A. Op. Cit, p. 121.
14
sino deseo de lo Uno. Se puede llegar al deseo del no-deseo. En vez de buscar el centro,
ahora se lo suprime.
La búsqueda de satisfacción se resuelve en el abandono de toda búsqueda de
satisfacción.
La vida se hace equivalente a la muerte, como liberación de todo deseo.
Llegados a este punto, tenemos que la actividad psíquica es gobernada por el modelo de
la realización alucinatoria negativa del deseo.
Lo neutro: blanco (blank) reemplaza al placer (ascetismo, anorexia del vivir).
El narcisismo, en sí, es deseo de lo bello, de lo Uno; es un logro de Eros, propio de una
trayectoria con no pocas vicisitudes y supone haber encontrado una compensación por
la pérdida del amor fusional, en el amor que se tiene a sí mismo.
El narcisismo es efecto de religazón: el Yo forma pareja consigo mismo (a través de su
imagen). El Yo genera la ilusión de autosuficiencia y se libera de la dependencia de un
objeto que lo puede frustrar. Por regresión, puede volver a lo Uno o hasta llegar al Cero
de la nada, la inexistencia. Ahora, es el Cero el objeto de la investidura (y es ilusión de
no-investidura).
Todo este desarrollo teórico ha surgido de la clínica y resulta claramente aplicable, a
pesar de su aparente oscuridad..
El narcisismo negativo puede tener diferentes caminos. Cuando inviste el afecto, el
resultado observable es la indiferencia. Cuando inviste la representación, el resultado
visible es la alucinación negativa 28 .
Si el narcisismo negativo inviste el pensamiento, el resultado será la psicosis blanca
(por blank = neutro) 29 .
En relación con el objeto, Green dice que el Yo no lo puede controlar, en la medida en
que es externo; la madre está con el padre, tiene pulsiones que el bebé no puede
modificar ni satisfacer. El Yo tiende a unirse al objeto y, si no tolera la separación, se
desorganiza. ¿Qué puede hacer el Yo? Percibir, identificarse y representar.
El objeto, por sí mismo, por existir, fuerza al Yo a modificarse. Como no lo puede
controlar, se vuelve traumático. Puede estar demasiado presente (siendo intrusivo) o
demasiado poco presente. La fusión sería deseable pero, si ocurriera, el Yo
desaparecería.
El objeto es "deseable e indeseable" y "el polo narcisista prefiere
es el concepto de "objeto-trauma" 31 .
28
29
30
31
Green
Green
Green
Green
A.:
A.:
A.:
A.:
Op.
Op.
Op.
Op.
Cit.,
Cit.,
Cit.,
Cit.,
p.
p.
p.
p.
120.
147.
137.
133.
SER
a
TENER"
30
. Este
15
Cuando surge el conflicto (inevitable) entre el Yo y el objeto-trauma, la desinvestidura
del objeto y el repliegue narcisista exponen el Yo a amenazadoras angustias narcisistas
que no implican regresión de la realidad psíquica ni externa, como, sí, ocurre con las
angustias psicóticas, entre las cuales Green establece diferencias 32 .
Cuando la acción específica se vuelve específicamente mala (el objeto deja de cumplir
con su papel de espejo, continente y auxiliar del Yo), aparece otra fuente de conflicto.
El Yo debe defenderse de las pulsiones y sus derivados pero, también, del objeto. La
lucha se libra en dos frentes. Sin saber cuál es el peligro mayor, recurre a las pulsiones
de destrucción que se volcarán sobre el objeto externo, o el interno, o el mismo Yo. La
identificación proyectiva será excesiva. La realidad exterior así como la interior serán
odiadas. "Es ahí donde aparecerán no sólo las angustias narcisistas de la locura privada,
sino las angustias psicóticas de la locura pública: psicosis" 33 .
En su libro "Locuras privadas", Green habla extensamente de estos casos fronterizos
que no transitan necesariamente una psicosis clínica. En la segunda parte de su libro
"Narcisismo de vida, narcisismo de muerte", Green se refiere a formas clínicas
narcisistas:
- El narcisismo moral,
- El género neutro,
- La madre muerta.
Respecto del complejo de la madre muerta, dice que describe lo que ocurre ante el
fracaso de la separación-individuación (Mahler).
Sintetizando, cito a nuestro autor: "... he propuesto distinguir un narcisismo primario
positivo (reconducible a Eros) que tiende a la unidad y la identidad, de un narcisismo
primario negativo (reconducible a las pulsiones de destrucción), que no se manifiesta en
el odio hacia el objeto (perfectamente compatible con el repliegue del narcisismo
primario positivo) sino en la tendencia del Yo a deshacer su unidad para tender a Cero.
Esto se manifiesta clínicamente en el sentimiento de vacío" 34 .
32
33
34
Green A.: Op. Cit., p. 138.
Green A.: Op. Cit., p. 140.
Green A.: Op. Cit., p. 233.
16
JORGE E. GARCIA BADARACCO
Nació en Buenos Aires, el 8 de noviembre de 1923, descendiente de familias europeas.
Llegó al mundo en una Argentina floreciente y próspera que miraba a la Ciudad Luz a
fin de parecerse a ella tanto como para recibir el mote de "la París de Sudamérica".
Por un lado, la rama española de su familia debe haber impreso en su carácter una clara
disposición al trabajo tesonero, consecuente y constructivo. Por el otro, la rama italiana
quizá influyó en el niño y, luego, en el joven, al despertar su afición por la música, el
canto y una temprana vocación en la atención de familias.
Joven inteligente, estudiante destacado, egresó del Colegio Nacional de Buenos Aires y
de la Universidad de Buenos Aires en la cual, andando el tiempo, crearía el
Departamento de Salud Mental.
Al decidir radicarse en Buenos Aires, para trabajar en el Hospital Psiquiátrico de
hombres "Dr. José T. Borda" (actual Hospital Psicoasistencial Interdisciplinario), lo
reemplazó en Mendoza el Dr. Horacio Etchegoyen.
García Badaracco fue Jefe de Servicio de Internación del Borda y creó el primer
Hospital de Día de América Latina, así como la Comunidad Terapéutica Psicoanalítica
de Estructura Multifamiliar. Trajo al país las primeras terapistas ocupacionales.
También creó la primera residencia para psiquiatras de la Argentina y América Latina
que funcionaba en el Hospital Borda. Posteriormente a su experiencia hospitalaria,
fundó la institución privada de salud mental Ditem.
Fue presidente de la Asociación Psicoanalítica Argentina pòr dos períodos.
Actualmente, realiza –de manera honoraria- la atención a grupos psicoanalíticos
multifamiliares en los Hospitales Borda, Moyano (este último, de mujeres) de la ciudad
de Buenos Aires, y en la citada Asociación Psicoanalítica Argentina.
El trabajo psicoanalítico de Jorge E. García Badaracco jerarquiza el camino recorrido en
la atención de pacientes graves, especialmente en el desarrollo de un proceso
terapéutico como factor de cambio psíquico mediante el análisis de las
interdependencias patológicas y patógenas. Fuertemente influido por la obra de Melanie
Klein, como él mismo lo reconoce 35 , realizó su desarrollo conceptual sobre el objeto
enloquecedor.
Sin embargo, su teorización respecto de éste atribuye un papel activo y significativo a
las características reales de los objetos.
35
García Badaracco J.E.: Comunidad terapéutica psicoanalítica de estructura multifamiliar,
Madrid, Tecnipublicaciones, 1989.
17
En la obra de Garcia Badaracco se encuentra incorporada la noción de un mundo interno
fantástico e intensamente emocional 36 , así como la idea acerca de las relaciones
objetales tempranamente internalizadas que determinan el futuro funcionamiento
psíquico profundo y estable.
El objeto enloquecedor: García Badaracco usa este concepto para describir una
presencia enloquecedora que se daría en los casos en los cuales el bebé captaría
tempranamente las carencias parentales, identificándose entonces con aspectos
patológicos de dichos objetos que se han estructurado en forma de falso self 37 , y que
han detenido igualmente el crecimiento del self verdadero.
Al no poder realizar experiencias formativas y estructurantes con esos objetos, que
permitan ir logrando el establecimiento de recursos yoicos genuinos, el bebé incorporará
y reincorporará vínculos frustrantes de característica sado-masoquista que vehiculizará
así el sadismo primitivo y, paulatinamente, se congelará como modalidad estable
vincular, con los progenitores, inicialmente, y, luego, con los otros.
Esta condición sería alimentada por el objeto real externo que impuso inicialmente su
característica de "ser imprescindible para la vida del sujeto" 38 .
Descripciones como éstas pueden corresponder a lo que acontece con las patologías
graves: neurosis graves, personalidades limitrofes y narcisistas, y psicosis no orgánicas.
Jorge E. García Badaracco describe estos vínculos como de naturaleza perversa por
incluir características de sadismo y sexualidad primitivas. También piensa que "las
perversiones sexuales clínicas se estructuran a partir de estos núcleos perversos
primitivos" 39 . Describe este autor al objeto enloquecedor como un modo de
funcionamiento patológico y patógeno de los objetos que "... induce inconscientemente
al sujeto a actuar sádicamente y con maldad, y lo hace sentir malvado y culpable porque
la inadecuación del objeto en lugar de amortiguar las pulsiones primitivas del sujeto, las
incrementa –especialmente la envidia y el sadismo. El objeto suele actuar muy
sádicamente sobre el sujeto por no darse cuenta del estado de indefensión de éste y por
sentir su espontaneidad como amenazante y peligrosa. El deseo, como búsqueda
subyacente de la experiencia de satisfacción, se somete a la necesidad del otro; es decir,
del objeto. Se configurará así la experiencia traumática repetitiva que se constituirá en
fijación al trauma. La situación aterradora y paralizante de depender de, y necesitar
(cada vez más) un objeto que es enloquecedor conduce, como única salida, a una
identificación con el mismo" 40 .
De este modo, García Badaracco explica una constitución intrapsíquica al estilo de la
relación amo y esclavo, pero de manera intercambiable e imprescindible el uno para el
otro y que imprime también una modalidad de relación entre el Yo y el Superyó,
36
37
38
39
40
Segal H.: Introducción a la obra de Melanie Klein, Buenos Aires, Paidós, 1987 p.19.
Winnicott, D.W.: El hogar, nuestro punto de partida, Buenos Aires, Paidós, 2001, p.80.
Garcia Badaracco J.E.: Op. Cit. p. 79.
García Badaracco J.E.: Op. Cit. p. 177.
García Badaracco J.E.: Op. Cit. p.177.
18
considerando a este último no como heredero del complejo de Edipo sino como un
Superyó primitivo kleiniano; o sea, "un objeto intrapsíquico idealizado y
persecutorio" 41 .
Las identificaciones antes mencionadas se vuelven sometedoras del desarrollo del resto
del psiquismo y, por eso mismo, se transforman en alienantes. La presencia invasora
semeja una "posesión demoníaca" 42 que reemplaza al Yo, impidiendo el surgimiento de
la espontaneidad.
Estas identificaciones van quedando disociadas y organizándose como objetos internos
escindidos que pasan a formar parte de un inconsciente no reprimido, el que se
expresará por el camino de la compulsión a la repetición.
Puedo afirmar, citando a Carlos Mario Aslan, con relación a la repetición que depende
de las estructuras 43 que "cabe notar una vez más que la repetición no es de un
contenido específico, sino de una modalidad de funcionamiento, de una característica de
este relacionarse". Así, se conforman las estructuras patológicas que tan claramente
expresa Carlos Mario Aslan, y que no pueden menos que expresarse de esta manera
compulsiva, la que el analista deberá saber leer.
Concepto de interdependencia patológica y patógena.
Este concepto da cuenta de un modo vincular dependiente recíprocamente, que es
enfermo y, a la vez, enfermante, para diferenciarlo de los vínculos sanos de necesidad
que se establecen con aquellas personas que amamos, justamente por el amor mismo, y
que tienen origen en la dependencia antigua entre el bebé y su madre. El necesita
cuidados y ella necesita cuidar.
García Badaracco describe los vínculos saludables y generadores, a su vez, de mayor
salud, bajo el nombre de interdependencias normogénicas.
Por interdependencias patológicas y patógenas, partiendo del concepto acuñado por F.
Fromm Reichman, Sullivan, Lidz y otros 44 , aplicado a sus estudios sobre esquizofrenia,
entiende una manera de funcionamiento mental generalmente descripto como simbiosis
patológica, relación narcisista de objeto y relación primitiva de objeto. Lo considera una
"realidad clínica" 45 no siempre evidente a primera vista pero que juega un papel
fundamental en el proceso terapéutico psicoanalítico y que resulta aprehensible cuando
se piensa en ella.
41
García Badaracco J.E.: Op. Cit., p. 178.
García Badaracco J.E.: Op. Cit. p. 174.
43
Aslan C.M. La repetición que depende de las estructuras, Rev Psicoanal APA, 1993, núm.
especial internacional, p. 11-19
44
García Badaracco J.E.: Op. Cit. p. 209.
45
García Badaracco J.E.: Op. Cit. p 210.
42
19
El proceso terapéutico
“Compañera Ud.sabe
que puede contar conmigo
no hasta diez, ni hasta cien,
ni hasta quinientos,
sino contar conmigo...”
"Hagamos un trato" 46
Consideraré a modo de síntesis los siguientes ítems:
1. Definición; 2. Puesta a prueba; 3. Clima; 4. Reactivación de reproches y reclamos; 5.
Contenidos psicóticos y conductas psicopáticas; 6. Pérdida de omnipotencia y
desimbiotización; 7. Surgimiento de la espontaneidad y período de desidentificaciones.
1. Definición
Jorge García Badaracco define el proceso terapéutico como un concepto clínico que da
cuenta del “conjunto de transformaciones que puede experimentar un individuo a través
de la psicoterapia” 47 .
Según el diccionario enciclopédico Espasa-Calpe, proceso viene del latín “processus” y
significa: progreso: acción de ir hacia delante. Transcurso del tiempo. Conjunto de
fases sucesivas de un fenómeno natural o de una operación artificial 48
Esta ultima definición es la que más se acerca a la idea del autor que toma la salud como
una virtualidad potencial presente en todos los seres humanos y que puede ser
desarrollada.
Cuando García Badaracco se refiere a las transformaciones, habla de las modificaciones
que se operan en la vida de una persona, evidenciables tanto en su conducta como en los
cambios vivenciales subjetivos.Ambos son producto de cambios psíquicos que,
previamente, deberán ocurrir.Así, considera que el proceso terapéutico no es el
resultado de una modificación lineal sino una sucesión de momentos de
desestructuración y reestructuración.
No se trata de la suma de cambios parciales sino de una transformación del individuo
como totalidad.
46
47
48
Benedetti, M. , Poemas de otros, Buenos Aires.
García Badaracco J.E.: Op. Cit. p. 235.
Tomo XIX, pág. 9552.
20
El proceso terapéutico procura restablecer el crecimiento y desarrollo psicoemocional
normal del individuo. Para García Badaracco se trata de que el paciente pueda recorrer
con nosotros las etapas que nunca pudo cumplir en el seno de su familia. Se basa este
proceso sobre el concepto de que existen aspectos del Yo que han sido disociados y
detenidos en su desarrollo pero que mantienen una capacidad sana potencial.
Esta es una concepción eje a lo largo de toda la obra de este brillante autor.
Nuestra labor terapéutica deberá aportar experiencias emocionales enriquecedoras y
generadoras de recursos yoicos nuevos. Para García Badaracco, la analizabilidad de un
paciente no depende totalmente de su psicopatología ni de las limitaciones del
psicoanálisis sino del contexto y de algunas condiciones como las mencionadas más
abajo, especialmente con los pacientes internados:
1. Marco de seguridad emocional
2. Participación familiar
3. Capacidad y experiencia del psicoanalista
4. Condiciones del paciente
5. Articulación de recursos que potencien los efectos de las técnicas psicoterapéuticas .
El surgimiento de los citados recursos yoicos irá disolviendo el funcionamiento mental
patológico y patogénico; o sea, el poder de una mente enferma con capacidad
enfermante.
García Badaracco destaca que la patología mental grave no se debería a la presencia de
conflictos intrapsiquicos inconscientes, que deberán ser elaborados, sino a la carencia de
recursos yoicos para poder enfrentarlos y, así, resolver esos conflictos 49 .
El concepto de carencia de recursos yoicos se acerca al de déficit yoico, alteración en el
Yo, planteado por Freud en "Análisis terminable e interminable" 50 .
Volviendo a García Badaracco, y respecto de los pacientes graves , dice: “Son pacientes
que no pueden pensar en lo que les pasa. Se sienten movidos por fuerzas irracionales
superiores a su voluntad consciente, se sorprenden desbordados por estados
emocionales internos donde habitualmente domina el sufrimiento y estas situaciones
vivenciales patológicas no son la consecuencia de conflictos no resueltos sino más bien
la persistencia de estados primitivos patológicos de la mente” 51 .
Destaca que estas características se manifiestan más en la convivencia que a través de
las vías regias del inconsciente, sueños, lapsus y actos fallidos. Un ejemplo de esto son
las actuaciones psicóticas y psicopáticas repetidas compulsivamente a la manera de una
puesta en escena de situaciones traumáticas infantiles graves.
49
García Badaracco J.E.: Op. Cit. p.171.
Freud S.: Análisis terminable e interminable, Obras completas, tomo 23, p. 223, Buenos
Aires, Amorrortu, 1997.
51
García Badaracco J.E.: Op. Cit. p. 80.
50
21
En varios pasajes de su obra, el autor habla de los recursos yoicos como capacidades
que todos poseemos y que nos permiten tolerar frustraciones y disfrutar de situaciones
placenteras, aceptando que tendrán un fin.
Las enfermedades mentales graves, caracterizadas por un profundo sufrimiento, a
menudo se padecen durante largo tiempo sin que la familia. tome conciencia de la grave
situación que vive el afectado. Esto acontece hasta que el paciente, desesperado, emita
un pedido de ayuda que ya no puede ser silenciado y entonces los familiares piden
asistencia profesional. En estos casos y movido por su terrible soledad y desvalimiento,
a menudo el paciente se resiste a recibir el auxilio que se le brinda.
Umbrío por la pena
Casi bruno
Porque la pena tizna
Cuando estalla
Donde yo no me hallo
No se halla
Hombre mas apenado
Que ninguno...
¡...tanto penar
para morirse uno!
“Umbrío por la Pena" 52 Miguel Hernandez
2. Puesta a prueba
Los pacientes nos ponen a prueba y evidencian inicialmente desconfianza, la que será
directamente proporcional a la inseguridad que sienten en sí mismos y que dará lugar a
un circulo vicioso atrapante de donde, generalmente, no se sale sin ayuda.Tales
inseguridad y desconfianza se irán incrementando cuando comiencen a ceder los
mecanismos de defensa propios de su patología y el paciente necesite de nosotros,
angustiándose al descubrirse vulnerable.
Al ir conociendo a su terapeuta se ira identificando con él pero de manera provisoria.
Estas nuevas identificaciones más saludables, facilitarán el surgimiento de nuevos
recursos yoicos y, más tarde, deberá el paciente abandonarlas.
A menudo la puesta a prueba del terapeuta es de carácter sufriente. El paciente necesita
hacerle vivir algo de lo que padeció con las figuras parentales.Casi como si le dijera:
"Vivilo en carne propia" y también: "A ver qué podés hacer vos con esto".De esta
manera el paciente pone a prueba los recursos yoicos del terapeuta.
Mediante la experiencia clínica se puede tener una visión panorámica de lo doloroso
que el paciente ha vivido.
52
Hernández, M., Poesía, México DF, Ed. Mexicanos Unidos, 1996, p 28.
22
Dice García Badaracco:"Donde hay enfermedad por algo es. Donde hay conflicto algo
ocurrió. Donde hay carencia algo faltó" 53 .
Será nuestra función rescatar los primeros esbozos sanos presentes en el discurso
psicótico o psicopático (así como los cambios que se operen en el discurso neurótico
rigidizado por las defensas puestas en juego). Señalarlos pero especialmente saber
acompañarlos y comprender que así como se sintieron mal, ahora se sienten malos y
hasta pueden hacernos vivir la maldad que sienten. Además, debemos saber que, si bien
estarán atentos a nuestros señalamientos, más lo estarán a nuestra comunicación
paraverbal y especialmente a nuestras emociones.
3. Clima
Se refiere a la necesidad de crear un ambiente que implique un contexto de seguridad
diferente al vivido por el paciente cuando padecía situaciones traumáticas. En estos
períodos iniciales del tratamiento, importan especialmente: la presencia del analista, su
actitud, el tono de su voz, su mirada al saludar al paciente, su plasticidad psicológica
ante una evolución clínica zigzagueante. Si se dan estas condiciones, probablemente
también el paciente grave pueda paulatinamente aprovechar el significado de las
palabras.
4. Reactivación de reproches y reclamos
Al mejorar, los pacientes graves, generalmente, pasan del autismo al temor paranoide
porque, con frecuencia, es ésta la única forma de relación que conocen y utilizan la
identificación proyectiva. Así, hay aspectos escindidos que quedan fuera de la relación
para no sentir emociones intolerables.Estos pacientes establecen relaciones parciales de
objeto que, a menudo, enmascaran la fuerte necesidad que siente de un otro.
Esta necesidad imperiosa puede estar enmascarada por otros sentimientos como el
rechazo, la agresividad o la erotización del vínculo con el analista y que son
manifestaciones de necesidades primitivas y que, para García Badaracco, en un
momento, no fueron colmadas.
Así, los pacientes nos harán reclamos compulsivos y reproches vengativos –y nos será
imprescindible comprender que van dirigidos hacia objetos tempranos.
Al salir el paciente de la retracción narcisista se aferra a su médico y espera todo de él,
buscando establecer un vínculo absoluto que llamaremos transferencia psicótica
sumamente labil e inestable por la inmensa demanda que contiene y por la fragilidad del
paciente psicótico.De este modo, cualquier dificultad contratransferencial puede desatar
una tormenta: como ser un estado de despersonalización, una crisis de sadismo o bien el
alejamiento del paciente con aparente indiferencia.
53
Garcia Badaracco J.E.: Op. Cit. p. 241.
23
Al mejorar, el paciente tiende a simbiotizarse con su analista y entonces lo idealiza,
dependiendo extremadamente de él... o lo rechaza con furia cuando utiliza una
identificación proyectiva masiva.Esta transferencia psicótica manifiesta identificaciones
patógenas que asfixian a su sí mismo verdadero 54 y lo llevan a accionar
psicopáticamente como forma de reclamar por sus necesidades básicas insatisfechas, y
le reprochan al objeto actual lo que corresponde al objeto primitivo.
Dice Winnicott:"Mi experiencia me ha llevado a reconocer que los pacientes
dependientes o en regresión profunda pueden enseñarle al analista, sobre la infancia
temprana, más que lo que se aprende en el contacto con madres relacionadas con
infantes" 55 .
Este período es riesgoso para aquel analista que no sepa leer el reclamo escondido en el
reproche y para el paciente que puede actuar de modo sado-masoquista, creyéndose más
libre pero que, al contrario, se queda más atrapado en este mecanismo.
5. Contenidos psicóticos y conductas psicopáticas
Si bien estos contenidos y conductas pueden ser variados tienen características en
común porque ambos son formas de accionar sobre el objeto, pulsiones primitivas que
quedaron disociadas o escindidas y con las que el Yo no sabe qué hacer.
Cuando el paciente presenta una regresión evolutiva, afloran estos aspectos primitivos
que se mantuvieron sin desarrollo y que, para lograrlo, tendrán que ser actuados.
El accionar psicótico tiene gran fuerza estructurante en relación con el objeto y,
nuevamente aquí será necesario que el analista reconozca lo que hay de salud en esta
aparente enfermedad.
En la evolución favorable, a esta etapa psicótica generalmente le sigue una psicopática
en la cual el paciente pareciera hacer o decir todo cuanto le pasara por la cabeza. Esta
etapa suele representar un intento de movilizar estructuras estereotipadas que necesitan
exteriorizarse en la conducta más que por la palabra. Suelen ser el contenido de núcleos
primitivos no desarrollados.Así como nadie diría que las conductas infantiles habituales
transforman a un niño en un psicópata, tampoco habría que ver tal psicopatía en estas
conductas infantiles, que buscan (mediante su expresión) el desarrollo yoico que estaba
detenido. Nuevamente vemos aquí que se trata de una etapa evolutiva en el proceso
terapéutico pero también riesgosa porque suele dar lugar a reacciones terapéuticas
negativas en la familia, la que puede dar por terminado el análisis.
6. Pérdida de omnipotencia y desimbiotización
Otra vez, será necesario que el analista vea la salud tras la aparente enfermedad puesto
que, cuando en el paciente disminuye su omnipotencia, aparece un período depresivo en
54
Winnicott D.W.: Los procesos de maduración y el ambiente facilitador, Buenos Aires, Paidós,
1996.
55
Winnicott D.W.: Op. Cit., p.183.
24
el que se mezclan aspectos melancólicos con otros, sanos, de reacción ante la
pérdida..El trabajo de elaboración que se pueda hacer de ellos sentará las bases para una
individuación e identidad propias. En ocasiones la sensación de vacío es tan grande que
el paciente se siente como muerto y, a veces, intenta matarse.
Aquí se ponen de manifiesto las gravísimas carencias que este sufriente psíquico
padeció. A este período, el Dr. Salomon Resnik (comunicación personal) lo llama
depresión narcisista y lo considera sumamente riesgoso para la vida del paciente que,
muchas veces, intenta suicidarse al percibir más claramente su realidad, la que le resulta
intolerable. García Badaracco dice que el paciente descubre aquí su impotencia por falta
de desarrollo de recursos yoicos genuinos. (El crecimiento emocional da lugar a la
desimbiotización y genera individuación). De modo que el paciente deberá elaborar el
duelo por la pérdida de esa relación simbíótica idealizada. Es entonces cuando se
impone la terapia familiar para que el grupo acepte que ya no podrá depositar en el
sufriente todo lo indeseable y persecutorio –vale decir, el objeto enloquecedor.
Es éste otro momento de riesgo en el que la familia puede intentar la ruptura del
tratamiento para volver a la homeostasis anterior.
7. Surgimiento de la espontaneidad y periodo de desidentificaciones
Es éste un período que, por momentos, puede parecer discordante ya que surgen
emociones intensas, reacciones coléricas o alegría exagerada, emociones que intentan
reproducir la situación familiar, o bien hallar un contexto de seguridad para expresarse.
La familia no supo antes y no puede ahora tolerar la espontaneidad, y el paciente se
asusta de sí mismo. Necesitará descubrir que la violencia de sus fantasías es más
destructiva que la realidad de tal violencia expresada en un contexto de seguridad.
Paulatinamente, descubrirá deseos de ayudar a los demás y capacidad para identificarse
con el sufrimiento ajeno, como forma de ir elaborando lo propio. Verá con asombro que
puede enojarse sin desmoronarse por ello.
Durante el período de desidentificación es posible que critique el análisis o se exprese
con palabras de su analista. Se torna rebelde y acusa a los padres por su padecer pero, si
se comprende la verdadera naturaleza de esta psicopatología, jamás se caerá en la
tentación de culpabilizarlos. Nuevamente, aquí, podría correr riesgo la continuidad del
tratamiento.
Superados estos obstáculos, la persona (desidentificada de lo patógeno) comienza a ser
para sí mismo, tomando a los padres como son, con sus errores y virtudes, sin creer que
se lo abandona o daña por eso.
A veces, el paciente puede sentir que perdió mucho: sus objetos enloquecedores, sus
delirios, sus actuaciones psicopáticas. En definitiva, su originalidad.
Al efectuar el duelo por la enfermedad perdida, se presenta un último momento de
riesgo en el proceso terapéutico, con posibilidad de aparición de ideas suicidas. Pero,
lejos de perder, ha ganado con el cambio: el romanticismo no irá de la mano de un
sufrimiento insoportable; el artista expresará su obra sin necesitarla como descarga
25
compulsiva de situaciones traumáticas; el sentido del humor no se usará para herir sino
para compartir una alegría.
Luego del arduo, laborioso y, a menudo, doloroso trabajo que representa el análisis;
luego de que analista y pacientes fueron haciendo "camino al andar" y abriendo
espacios para pensar, en síntesis han desarrollado una salud potencial, difícil de
visualizar en un comienzo. Entonces, imagino que, juntos, podrían compartir los versos
de Miguel Hernández en "Nanas de la cebolla":
... Tu risa me hace libre,
me pone alas,
soledades me quita,
cárcel me arranca.
Tu boca que vuela,
Corazón que en tus labios
Relampaguea 56
CONCLUSIONES
El trabajo psicoanalítico minucioso de estos autores ha jerarquizado la
importancia de la clínica tanto como de la metapsicología en un proceso
dialéctico e hipercomplejo.
Como vimos: “Todo pensador es hijo de su tiempo”.
Las posibilidades de comprensión que estos autores hallaron, se vieron
favorecidos por la experiencia adquirida durante sus años de trabajo en el
hospital psiquiátrico.
Lejos de soslayar esta experiencia, más bien la jerarquizaron.
El contexto temporal, social y cultural dejó su impronta, su marca, en
psicoanalistas para los cuales el arte fue un camino privilegiado.
El teatro y la literatura para Green; el piano y la canción para García Badaracco; la
literatura para Aulagnier.
Para algunos autores, los artistas son detectores, sensores o traductores de los
acontecimientos ocurridos en su tiempo, lo que les permiten adelantarse a su tiempo y,
de alguna manera, predecirlo. Theodor Adorno, al compartir su punto de vista con W.
Benjamín entiende de este modo la tarea del artista como la de un traductor: "Es muy
concebible (...) que el lenguaje de la plástica o de la pintura se funde con ciertas formas
del lenguaje de las cosas; que, en ellas, se traduzca un lenguaje de las cosas en una
esfera infinitamente más elevada" 57 . Estos psicoanalistas pudieron anticiparse al tiempo
de su cultura.
La Ciudad Luz, brindó un marco de excelencia para la " libertad, igualdad y
fraternidad”, lema de 1789 que ha permanecido vigente desde entonces entonces,
incorporado al inconsciente de los franceses, a pesar de las diferencias o disidencias
56
57
Hernández, M., Poesía, México DF, Ed. Mexicanos Unidos, 1996, p. 145.
Adorno, Th., Sobre la música, Barcelona, Paidós Ibérica, 2000, p. 17.
26
y de las cuestiones fundamentales de cada quien (parafraseando a P. Aulagnier).
Pienso que ese espirìtu francés atrajo a los pensadores de otras nacionalidades los que se
convocaron en Paris al sentirse identificados por esta manera de pensar.
Partiendo de la metapsicología freudiana y fieles al maestro que proponía seguir
investigando, así como tomar nuevos caminos para la terapia psicoanalítica,
realizaron descubrimientos que posibilitan hoy en día, el abordaje a una población
más amplia de pacientes, anteriormente considerados no analizables mediante la
técnica clásica reservada inicialmente para neuróticos.
Estos pacientes se mostraban pocos capaces para la asociación libre y más
dispuestos a tomar las interpretaciones analíticas de manera dogmática
transformándolas en “racionalizaciones psicoanalitizadas” (permítaseme
el
neologismo ), o como enunciados conclusivos que no les permitirìan seguir pensando,
al decir de Piera Aulagnier.
Con ellos, la máxima freudiana: Interpretar es hacer consciente lo inconsciente,
dejaba fuera de su alcance al inconsciente no reprimido pero si expresado y
puesto en acto a través de los trastornos del sueño (insomnio pertinaz ), de la
alimentación:, bulimia y anorexia, de la sexualidad, de los delirios y
alucinaciones y de las hoy llamadas patologías del acto..
Estos autores abrevaron en el pensamiento lacaniano sin sujetarse a un estructuralismo
rígido más encerrante que clasificatorio y orientador (especialmente Aulagnier y
Green).
En la Francia de los grandes literatos y las novelas románticas, en la cual Proust
se preguntaba acerca de la subjetividad, expresándose mediante “En busca del
tiempo perdido”; en la tierra donde el discurso y la palabra han tenido un sitio
privilegiado desde siempre; en la nación que vio nacer, en la Universidad de
Nanterre, el mayo francés del 68 revolucionario, bajo el lema: seamos realistas,
exijamos lo imposible, estos analistas maestros, pero no de escuela, nos
recordaron y nos recuerdan la importancia de reconocer un inconsciente que
pugna y pulsa sin cesar reclamando un oyente, un artista, un artesano, un
científico. En síntesis, un humano capacitado por sus conocimientos, su historia,
sus recursos y su deseo con quien efectuar el encuentro que otrora fuera
desencuentro, o tal vez traumatismo del encuentro.
En esa situación nueva de espacio-tiempo: el análisis, se irá tejiendo una trama de
significaciònes que luego irán permitiendo re-significar, ritmar o musicalizar, según
el caso y el estilo personal de cada cual, escenas pasadas que no existieron como
tales sino meramente como representaciones pictográficas en un pasado arcaico.
Advenirá así otra escena con sensaciones y afectos devenidos en sentimientos y
palabras que ya no den cuenta del vacío imposible de llenar…
Advenirá así un genuino encuentro, psicoanalítico en todo sentido.
Según yo entiendo el análisis, este puede resultar un camino fecundo o una huella
en el desierto que desaparece al soplar nuevos vientos…
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Los seres sufrientes reclaman analistas-caminantes, analistas- peripatéticos , analistas
sedentes , pero nunca analistas inmovilizados por el encierro de una teoría
defendida como baluarte o como dogma y poco compartida con otros.
Los seres sufrientes reclaman analistas capaces de pensar, sentir y practicar el
psicoanálisis del siglo XXI para muchos más, si no para todos …al menos
provisoriamente....
Deseo agradecer el estimulo constante de las docentes Ana Delia Levin de Said, Isabel
Eckell de Muscio y Ana Maria Rumi Souza.
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