Dialogar con la educación 52 reconocer en el “sentir subjetivo” del humano y no solo desde los afecser individualizado las posibilidades tos, implica saber de lo que estamos El poder de de interacción en las diferencias. El hablando, la libertad de educar, la transformación y el profesor o la profesora deben asumir libertad de saber, de favorecer nuesinstinto de rebeldía en la importancia de su rol en el diálogo tros talentos o múltiples habilidades, una sociedad no funcionan con sus estudiantes. Las acciones viimplementando nuevas prácticas que como fuerzas coercitivas, tales y forjadoras que emprendamos sean un reflejo de las distintas realise legitiman políticamente y que caractericen nuestro actuar pedades humanas, educativas, sociales a cuando de modo efectivo dagógico no deben ser aisladas, sino las que nos enfrentamos a diario. se orientan hacia la toma puestas en frecuencia con el medio, Nos relacionamos con los otros de decisiones para lograr con los otros. Lo anterior se sustenen plena libertad, constituimos bloobjetivos dispuestos ta en que sin la alteridad es imposible ques de acción socializados, idealy consensuados en que la comunicación se haga efectiva, mente permeables e interactivos, para comunidad. en tanto al educar damos cuenta de transformar justamente a la realidad nuestros sentimientos, nos expresamisma: “Educación que lo coloque en mos, escuchamos, observamos, acdiálogo constante con el otro, que lo tuamos y amamos. Al compartir con predisponga a constantes revisiones, a análisis críticos de sus otros en medio del proceso educativo, “descubrimientos”, a una cierta rebeldía, en el sentido más hulos profesores nos hacemos parte de mano de la expresión…” (Freire: 1994) un cuestionar como seres responsaEl poder de transformación y el instinto de rebeldía bles de nuestro impacto en la socie- en una sociedad no funcionan como fuerzas coercitivas, dad, de la trascendencia de nuestros se legitiman políticamente cuando de modo efectivo se actos, de la implicancia en el espacio orientan hacia la toma de decisiones para lograr objetivos individual de otros seres humanos: dispuestos y consensuados en comunidad. Ambos impulconmutando, estableciendo relacio- sos son —desde mi visión— asuntos de índole e interés nes, afectos y sentido. público en tanto la sociedad no se transforma sin reflexión El desafío pedagógico que procla- activa, no se hace política, humana y responsable si no se mo en estas líneas, y en la vida diaria, cuestiona o se pone en crisis respecto de lo que hay que implica involucrarse en el “encuentro” cambiar/transformar o de lo que hay que subvertir. humano y educativo, en el estricto El ser humano, intelectual y emotivamente integrado a significado de ambas palabras. En una comunidad educativa, debe estar en crisis permaneneducación el encuentro entre actores te, esto es, necesita rebelarse positivamente entendiendo se vislumbra en el apropiarse, inter- esta acción como el levantarse frente a un sistema establepretar y vivir el curso de los acontecimientos a través de un cido, intentando en un gesto político abierto (no necesadiálogo en conjunto y social que circunscribe emocional- riamente impositivo) conformar un nuevo estadio y promente el actuar de los participantes de este diálogo. Este poner una simbiosis intercultural que sugiera relaciones encuentro implica un gesto empático, solidario y emanci- de ayuda mutua y dé inicio a un diálogo político. De esta pado. Como profesora, soy parte de este nexo humano a manera, un aspecto del desarrollo de este sentido político diario, mi visión sobre este diálogo surge en la reflexión de la pedagogía es abandonar el propio “yo”; aquella es la cotidiana de mi propia práctica, considerando este nexo invitación libertaria, desprendida y muy consciente de su