La Avalancha : revista ilustrada. Año 30, n. 703 [i.e. 704] (5 julio 1924)

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Año XXX
Pamplona 5 de julio de 1924
Núm. 703
trcia:
BIBLIOTECA CATÓLICO-PROPAGANDISTA
Teieria, 4O,
2.°
ADMINISTRACIÓN, ESLAVA, 3
DIRECCIÓN, NAVAS DE TOLOSA, 23, 2.»
HONREMOS A S. FERMÍN
Hermoso es ver reunidos los miembros de dilataaa
familia en la casa de sus antepasados, en determinados
días del año que recuerdan fecha memorable para toda
el linaje, en torno del padre común, para obsequiarle,
ON las solemnísimas vísperas que tendrán luofrecerle el tributo de su amor y veneración, recrearle
gar mañana en la capilla de nuestro esclarecon la vista de sus hijos, que se glorían de su descendencido Patrono San Fermín, y a las que asisticia, se honran con su apellido y manifiestan no haber
rá nuestro Excmo. Ayuntamiento, acompadegenerado ni torcido sus sabias inclinaciones; consolañado de todo el pueblo de Pamplona, darán comienzo
dor entonces recordar las tradilas típicas fiestas que nuestra caciones
de familia, reproducir espital dedica a tan invicto Mártir.
FRANCIA
cenas de los primeros días de
Consolador espectáculo el que
la infancia, traer a la memoria
presencia Pamplona en estos
los consejos paternos, los candías de regocijo, viendo congretos de la madre, a cuyo arrullo,,
gados a tantos navarros en el
de niño, se dormía; estrechar
lugar en que se levantaba, seasí
todos los lazos, templar su
gún tradición, la casa nativa de
espíritu,
saturarlo de la atmósnuestro Santo, de Firmino, hifera familiar y resolverse desjo de Firmo, presidente del Sepués, con ánimo decidido, a
nado pamplonés.
conservar
con pureza y gloria
Vayamos con frecuencia a la
el
nombre
secular que sus antehermosa capilla de nuestro glopesados
le
transmitieron. Pues
rioso Patrono, que es como la
algo
parecido
hemos de hacer
casa solariega de Navarra crisestos
días
los
hijos
de esta bentiana. Ese es nuestro hogar, el
dita tierra navarra para celebrar
hogar en el que se encendió pola fiesta de nuestro Patrono y
tente y tomó gran intensidad la
Padre en el cristianismo: visitar
llama de la fe navarra, que no
su
capilla, postrarnos al pie de
se ha extinguido todavía, sino
su
altar para pedirle su protecque se conserva pujante; llama
ción
y amparo, para obsequiara cuyo calor se templó el corale y recrearle con la vista que,
zón de Fermín, recibiendo arsin duda, ofreceremos a nuestro
dores propios de héroe distinSanto, que desde el Cielo nos.
guido, y llama que también ha
está mirando con ojos benévocaldeado tantos corazones nalos y cariñosos, gozándose en
varros, dándoles un temple que
sus
hijos; para manifestarle no
ha asombrado al mundo. Allí esqueremos
degenerar ni avertá el hogar que abrigó a Fermín
AM1ENS.—Detalle de ¡a estatua de San Fermín en la puerta
gonzarnos de su nombre, no
del frío de la superstición pagaoccidental de la iglesia catedral
haber
desatendido sus consena, y después, a tantos paisanos
Foto. Régnaut
jos,
su
predicación, sus sabias
nuestros, protegió del frío dei
egoísmo de! mundo, como también defenderá a nosotros
de la indiferencia glacial y helador escepticismo, hoy reinante, y que de tantas almas se ha apoderado.
lecciones; no haber despreciado sus desvelos por educarnos. Hemos de procurar traer con frecuencia a la memoria las escenas de la infancia cristiana en Navarra, que
LA AVALANCHA
146
tanto confortan el ánimo y consuelan el espíritu; hemos
de templar nuestros corazones, con el calor de tales recuerdos, ante el altar de San Fermín, y salir después de
allí dispuestos a no avergonzarnos nunca del nombre
cristiano, a conservar a todo trance el depósito sagrado
que nos encomendó, el caudal que nos legó y enriqueció
a los navarros, e inspirarnos en los ejemplos altísimos
de nuestro Patrono glorioso.
Honremos también a nuestro insigne Mártir, apartándonos de los espectáculos peligrosos que tanto abundan
estos días, recibiendo los santos sacramentos para conmemorar su fiesta y mostrándonos en todas ocasiones,
en el templo y en público, como verdaderos católicos y
navarros dignos de llevar siempre con honor el nombre
de hijos de San Fermín.
LA REDACCIÓN.
EL SUELO NATAL
de Chateaubriand)
A Providencia tiene, por decirlo así,
atados los pies de cada hombre al suelo natal, por un lazo invencible e invisible; los hielos de Islandia y las ardientes arenas de África nunca están
faltos de habitantes. También es digno
de señalarse que, cuanto más ingrato
es el suelo de un país, cuanto más rudo es su clima, o lo que es lo mismo,
cuantas más persecuciones sufrimos,
pisando su tierra, muchos más encantos encierra para
nosotros.
Un salvaje ama más su choza que un príncipe su palacio, y más hechizos encuentra un montañés en su montaña que el habitante de la llanura en el surco. Preguntad a un pastor de Escocia si cambiar quisiera su suerte
por la del primer potentado de la tierra. Lejos de su querida tribu, guardaría perpetuamente el recuerdo de lo suyo; miraría a su alrededor... y en todas partes creería
ver sus rebaños, sus torrentes, sus nubes..: Él no aspira
más que a comer pan de cebada, beber leche de cabra y
cantar baladas sentimentales en su tranquilo valle... Enfermaría si no retornase al suelo natal. Es una planta de
la montaña, y preciso es que su raíz viva en la roca; no
puede prosperar si no es batida por vientos, granizos y
lluvias: la tierra, los abrigos y el sol de la llanura la hacen morir...
¡Con qué alegría volviera e! pastor a cobijarse bajo su
techo de paja! ¡Con qué explosión de gozo visitaría las
santas reliquias de su indigencia! Así diría el pastor llegado de lejanas tierras:
¡Dulces tesoros, prendas queridas que Jamás
atrajisteis la envidia ni la falsedad,
os recojo de nuevo: salid de esos ricos palacios,
cual si salierais de un sueño!
Se dice que un francés, obligado a huir durante el TeTror, había comprado, con algunas monedas que le sobraban, una barca sobre el Rhin; vivía allí con su mujer
y dos hijos, niños aún. Careciendo como carecía de dinero, la permanencia en aquel lugar érase penosa y triste. Cuando nuestro buen hombre creía ver en una de las
orillas indicios del enemigo, cruzaba inmediatamente y
con gran sigilo a la orilla opuesta. En ocasión de creerse
perseguido por los dos lados, veíase obligado a echar el
ancla en la mitad del río. Él pescaba para nutrir a su pobre familia; pero los hombres aun querían disputarle los
socorros de la Providencia. Por la noche salía a recoger
yerbas secas, para hacer un poco de fuego, y era de ver
la angustia de su triste mujer hasta su retorno. Obligada
a vivir en vida salvaje entre cuatro naciones civilizadas,
esta familia no disponía ni de un solo rincón de tierra
donde poder pisar; todo su consuelo era que, aunque
errantes e indigentes, eran vecinos a Francia y respirar
podían de vez en cuando el aire que había pasado por
su país.
Si se nos preguntase cuáles son esas sólidas uniones,
esos fuertes lazos que nos atan a nuestro suelo natal, ardua sería la respuesta... Pueden ser la sonrisa de una
madre, de un padre, de una hermana; puede ser el recuerdo del antiguo maestro que nos educó, o las pasadas
amistades de nuestra infancia; puede ser la memoria de
los cuentos del queridísimo abuelo, los cuidados de la
vieja criada de nuestra casa, que es parte esencial de
nuestro hogar; y a más de estas circunstancias principales existen otras simples, triviales, como pudieran ser: el
perro que ladra de noche en la campiña, el risueñor que
visita todos los años nuestro jardín, el nido de la golondrina en nuestra ventana, el sonar de la campana de
nuestra iglesia, el ciprés del cementerio, la tumba gótica,
la calleja oscura del pueblo....
He ahí todo. Pero estos pequeños lazos demuestran
mejor que nada la realidad de una Providencia, ya que
ellos no podrían ser la fuente del amor a la patria y de
las grandes virtudes que de este amor nacen, si una voluntad suprema no lo hubiera ordenado así.
JUAN DE L.
CATEDRAL DE AMIENS
IMPRESIONES DE UN VIAJE AL SEPULCRO DE S. FERMÍN
N las elevadas regiones del arte,
y entre sus más señaladas obras,
pocos nombres existen tan sugestivos como Amiens, cuya prodigiosa catedral, acaso la primera de Francia, arruinada la de
Reims, y con esto, dicho se está,
del mundo entero, representa por
sí uno de los más sublimes esfuerzos del alma humana.
Pero si al conjuro de su magia despiértase en todo espíritu
culto un sentimiento incomparable de admiración y encanto por
su arte, sube de punto en un navarro, en un vascongado, por ser el sepulcro de un santo, primer obispo, primer apóstol de aquella región, cuya
cuna se meció en la romanizada Pompeyópolis que le
aclama por su Patrono
Apóstol lo fue también nuestro y de toda Euscalerría,
donde extendió la fe recogida de labios del santo Prelado de Tolosa {cuyo nombre parece perpetuarlo la que
fue capital, en tiempos recientes, de un antiguo pedazo
del suelo navarro) y trasmitida sin mengua a los corazones de dos ilustres hijos suyos, Ignacio de Loyola y
Francisco Xavier, portador a su vez de ella en las remotas regiones del Extremo Oriente.
Y primer obispo también de la antigua Iruña (nombre
asimismo ostentado todavía por la floreciente ciudad de
Irún, la antigua "lruñarranci B , "pesquería de Pamplona»),
cuyos dilatados límites se extendieron en otro tiempo
por ambas vertientes del Pirineo, hasta cerca de Jaca y
el Ebro por un lado, y por el otro hasta el mismo Bayona, diócesis formada por el propio restaurador de la Sede iruniense,2con territorio desprendido de las de Pamplona y Dax.
1
Erat in urbe Hiberiensi nunctipata Pampolana (sic) vir... nomine... Firmus &. &. &. (EX DUABUS MS- AMBIANENSI ET ANTUERPIENS!.-Actas
de San Fermín.
3
Cartulario magno de D. Teobaldo. Archivo de Navarra.
LA AVALANCHA
147
No es extraño, pues, que por tales motivos constituyeEdad media, que representa a Cristo bendiciendo con su
se una de mis más caras ilusiones, toda la vida acariciadiestra y sosteniendo con su izquierda el libro de los
da, la de visitar el singular monumento—levantado por la
Evangelios, de pie sobre un león y la figura horrorosa de
piedad y agradecimiento de la patria de San Luis para
un dragón: en otro, la imagen benditísima de nuestra
tumba de nuestro Santo,—que el otoño pasado tuve la
adorada Madre, de augusto continente, pero llena de afaocasión de realizarla en compañía de un distinguido cabilidad, con el Niño Dios en sus brazos.
ballero y amigo mío, competente y entusiasta crítico de
Mas, a pessr de los pocos años de fecha que le sepaarte, Mr. Jacques Baudry, de París, a quien me complazran, ¡qué diferencia en el proceso artístico de su época,
co, desde estas columnas, en tributarle modesto pero sincon la célebre escultura de "la Virgen Doradan, en !a
cero testimonio de gratitud.
vecina puerta del brazo meridional! Miradla; qué naturaDespués de haber besado las plantas de la hermosísilidad, qué encanto y qué gracia: si vierais el original, ajama imagen de nuestra Madre querida, Notre Dame de la
do y todo por les efectos de la reciente guerra, diríais
Bonne Nouvelle, en la catedral de Burdeos, y contemplaque, a pesar del atavismo en que vulgarmente se supone
do su iglesia de San Miguel y sus torres góticas aisladas,
a los humildes mazoneros medioevales, no desmerece
inmediatas a estos suntuosos templos; después de haber
al lado de las mejores obras de la antigüedad pagana, y
tenido el consuelo de celebrar sobre el sepulcro de San
aun las aventaja; pues los cinceles de Fidias y PraxiMartín y admirado la aérea y delicada catedral de Tours;
teles, deteniéndose en el umbral de la belleza física, jadespués de haber visitado Versailles y París, que tantos
más penetraban en su santuario y hacían, como aquéllos,
recuerdos guarda de nuestros
trascender a través de los raspaisanos Iñigo Pérez de Oñaz
gos externos esa belleza incorFRANCIA
y Francisco Jaso y Azpilcueta,
pórea, encantadora y celestial
a quienes está dedicada una elede un más allá que se refleja
gante capilla en la Basílica del
en los rostros y continente de
Sagrado Corazón de Mcntmareste admirable grupo.
tre. donde aparecen pintadas,
Y también veréis sobre uno
en las modernas vidrieras, dide dichos maineles ocupando
versas escenas de su vida que
un puesto, el más conspicuo
allí tuvieron lugar; esa inmenque pudo dársele, la estatua de
sa metrópoli, cuyas mejores
nuestro Patrono San Fermín
preseas constituyen todavía—y
(alcanzada asimismo por los
lo serán mientras vivan,—Noefectos corrosivos de la Quítre Dame, la Santa Capilla y
mica puesta al servicio de la
Saint Denis, la iglesia más esguerra), a quien hacen la corte
tupenda del arte gótico, allí llediversas estatuas asentadas sovado hasia el ideal; después de
bre el jambaje de la puerta izhaber visto Chartres, la más soquierda de la fachada principal
lemne catedral que recuerdo,
de este magnífico templo, en su
¿qué impresión podía hacerme
honor levantado.
Amiens?
Saludémosle reverentemen* **
te, al pasar junto a ella por la
Llegamos a la ciudad en un
puerta que nos franquea, y pedía lluvioso: atravesamos aquenetremos ya en el interior.
llas poéticas llanuras, siempre
verdes, surcadas de canales:
una sutil cortina de agua velaba
¡Qué impresión, Dios mío!
los contornos de las casas y le
El término parece huir ante
prestaba cierto matiz de tristenuestros ojos y prolongarse inza, muy a tono, por cierto, con
definidamente sus esbeltísimos
los recientes recuerdos que han
haces de columnas, por los cuadejado su huella en las ruinas,
les se dejan guiar hasta hundiraun visibles, de muchos y vase en las inmensidades de aqueliosos edificios.
lla nave, cuya audacia y temeridad hacen enmudecer de asomAMIENS. -Detalle de la estatua de "la Virgen Dorada»
Pero aquellas menudas gotas
en la puerta de ta Fachada meridional de la iglesia catedral
bro
y pasmo, de entusiasmo y
que sin cesar caían no podían
ina
^
religioso sobrecogimiento, y exextinguir el entusiasmo que la
F°to- c.
presencia de tan grandioso moclamar, tras los primeros monumento despierta, aun en el ánimo más apático e inaccementos de estupor: ¡Hcec est domus Domini veré non
sible a las dulces emociones del Arte.
est hic aliad nisi domus Dei et porta cceli!
¡Qué majestad, qué grandeza, qué proporción, qué arSus dimensiones, acrecidas por los efectos de persmonía, qué sublime esfuerzo el que exigió aquel milagro
pectiva, daranos alguna idea de su grandeza:
de piedra, poema grandioso de fe y de amor para cantar
143 metros de largo.
las grandezas de Dios y las maravillas de su siervo San
65
„ de ancho en el crucero.
Fermín!
44 „
„
en la fachada.
No puede pedirse más al ingenio humano ni al arte
43 „ de alto en la nave principal.
ojival, que allí ha dejado escrita una página inmortal e inCubriendo un espacio total de 7.700 metros cuadrados
imitable.
de superficie.
De dondequiera se la contemple, aquella masa enorConstituyelo una planta de cruz latina, con tres naves
me—que domina, como un gigante, la población entera y
en todos sus brazos, y cinco, contando con las capillas,
déjase ver a largas distancias—aparece cual encaje de
en la cabecera; sin otros macizos que las líneas resistenpiedra primorosamente bordado, lo mismo en su fachates, llevadas al límite, cual si fueran simples bastidores
da con su triple pórtico, poblado de estatuas, galerías de
de un ingente fanal de vidriería de color.
reyes, espléndida rosa y festonadas torres, que en sus
Embeleso causan aquellas líneas graciosas y atrevidas;
costados y frontispicios laterales y rasgado ábside, ceñido,
aquellas perspectivas aéreas, que varían a cada paso que
a modo de diadema, de diáfanas y bellas capillas.
nos movemos; aquella majestad solemne; aquella armonía de proporciones; aquel místico ambiente, pintado con
No es posible dar idea, ni aun sucinta, de tanta magnilos tintes de una luz multicolor sabiamente combinada;
ficencia.
aquellos rasgados ventanales, que perforan la fábrica enAllí veréis, en los maineles de sus puertas, el famoso
tera; aquel triforio, por ambos lados calado, muy semele Beau Dieu de Amiens, obra acabada del cincel de la
148
LA AVALANCHA
jante al de la nuestra de León, la cual presenta muchas
1.° San Fermín indicado milagrosamente por un rayo
analogías con la ambianense, aventajándola todavía, si es
luminoso.
posible, en la diafanidad y ligereza; aquel grupo elíptico
2.° Exhumación de San Fermín.
de las columnas del presbiterio, a través del cual sumér3.° Traslación de las reliquias del Santo a Amiens.
gese la vista en el fondo misterioso de las capillas absidales; finalmente, aquel grandioso crucero, donde, al desCuadrifolios del subasamento:
doblarse la iglesia, despliega, ante los absortos sentidos
l.° Bautismo de San Fermín.
del viajero, todas sus grandezas y todas sus galas impon2.° San Honesto, encargado de la educación de San
derables, con que los siglos, a porfía, la han, tan cumpliFermín.
damente, ataviado.
3.° Bautismo de Firmo, padre de San Fermín.
4.° Primeras predicaciones de San Fermín.
Y ya en él situados, decidme, ¿qué cosa hay com5.° Consagración episcopal de San Fermín.
parable con aquellos espléndidos rosetones del tran6.° San Fermín en Auvernia.
septo, el "uno en frente del otro, extendidos, con una
7° San Fermín en Angers.
inmensa faz, entre el cielo y la tierra, como para dar8." San Fermín en Beauvais.
nos idea de las magnificencias de nuestra añorada Pa9.° El Santo curando a unos paralíticos.
tria, y levantar las esperanzas y alientos de los pobres
10.° Curando a dos leprosos en la puerta clipeenense.
desterrados en este valle de lágrimas; verdaderas tapice11.° Haciendo a Casto recobrar el ojo que éste había
rías transparentes donde aparecen, flotando, envueltos en
la gama del iris, los bienavenperdido.
turados del cielo mezclados
FRANCIA
12.° Curando a diversos
con los reyes y personajes
enfermos.
de Francia; en cuyas majes13.° Liberando a unos potuosas figuras el sentimiento
sesos.
de la Edad media escribió
una de sus más esplendoroTal es, a grandes rasgos,
sas páginas?
la estética de la catedral de
Amiens, debida, ante todo, a
¡Delicadas y gigantescas
su estática o maravillosa estracerías, cual sutil y aéreo
tructura, origen principal de
encaje levantadas, para abrir
su belleza.
paso a la luz, tamizada por
aquellas inimitables producErigida sobre el emplazaciones delarte vitreo-musivo
miento de! primitivo oratorio
de los siglos XIV y XV, a
que nuestro Santo había editravés de las más ingeniosas
ficado en honor de San Esy variadas combinaciones
teban, donde él mismo fue
geométricas!
sepultado, sus sucesores San
Fermín el confesor y San
*• *
Salve construyeron, sobre la
tumba del ilustre mártir, un
No es posible entrar en
templo más suntuoso, que,
la descripción de tanta y tanandando el tiempo, fue pasto
ta riqueza allí acumulada, cade las llamas.
paz de llenar, a pesar de las
depredaciones y vandalismo
Llamado Robert de Luzarde que ha sido víctima, voche?, por el obispo Evrard
lúmenes enteros.
de Foulloy, recibió el encargo de trazar los planos de
Pero sí—respecto a nuesuna nueva iglesia y dirigir los
tro propósito—debemos estrabajos, quien, por un especialmente fijar n u e s t r a
fuerzo de su ingenio, creó el
atención en el famosísimo
tipo perfecto de la más sucoro de los canónigos, que
blime de las arquitecturas.
llena el esplendor de sus í 10
sillas, en las cuales el flamíNacida en el apogeo de
gero decadente del siglo XVI
mayor pureza y grandiosidad
labrara en roble esos agudos
de estilo, dieron sus obras
y primorosos doseletes, docomienzo en 1220 y tuvieron
minados por aquellos dos de
su término hacia 1244, pero
mayor elevación, reservatardó todavía en consagrarse
dos al Obispo y al Rey de
cerca
de dos siglos y medio.
AMIENS.—Nave lateral del lado Sur en la iglesi caatedral
Francia, a cuya sombra se
Mas su complemento y orFoto. C. Régnaut
cobijan más de 3.650 estanamentación fue continuántuirás, sobre fondo delicadamente tallado. Y asimismo,
dose por siglos posteriores, habiendo experimentado el
en el pétreo vallado que al exterior le circunda, obra
siglo pasado una sabia restauración, no exenta de lamentables mutilaciones.
maestra del gótico flamular que en él inmortalizó la vida
de nuestro Santo, exponiendo diversos pasajes de su
• **
apostolado, con tal grandeza de composición y colorido,
Si tan interesante es bajo el punto de vista de su valor
del cual también se ayudó, que rara vez, a pesar de la
intrínseco, no deja tampoco de serlo por los recuerdos
vecindad del Renacimiento, logró el cincel de semejante
que a sus muros van vinculados.
escuela animar las figuras de piedra con tanta vida, verLugar de acontecimientos históricos, los solemnes culdad y decorosa unción.
tos del rey San Luis y su madre (la insigne española doña Blanca); sus dádivas preciosas; la sentencia por él
Hs aquí las escenas allí representadas (muchas de
lanzada contra Enrique III de Inglaterra y sus revoltoellas restauradas en nuestros tiempos), por el orden en
sos barones, en 1263; el homenaje rendido por Eduarque aparece su colocación:
do
III, de aquel país, a Felipe de Valois, en 1329, y di1.° Entrada de San Fermín en Amiens.
versos
acontecimientos reales, hasta la recepción del nie2.° Predicación de San Fermín.
to
de
nuestros
últimos reyes navarros, de Enrique IV de
3.° El Santo bautizando a los habitantes de Amiens.
Navarra y Francia, difícilmente hubieran hallado marco
de tal majestad cual las bóvedas de la insigne catedral:
testigos asimismo de otras ceremonias de diversa índole,
Otro tramo:
LA AVALANCHA
como la fiesta de los Fuegos (continuada hasta tiempos
recientes), consistente en lanzar, desde la clave de una de
ellas, una paloma por la fiesta de Pentecostés, queriendo
con ella simbolizar al Espíritu Santo, y su descenso con
estopas encendidas.
A par de estas, ellas han presenciado también escenas
de vandalismo e impiedad que afrentaron su venerable
ancianidad y dejaron señalado su funesto paso.
Profanáronle las guerras de la Reforma en el siglo diez
y seis; y en 1791, la Revolución francesa, después de haberla saqueado y despojado de sus tesoros, no halló para
la noble fábrica destino mejor que convertirla en templo
de la diosa Razón, cuyas báquicas y escandalosas fiestas
resonaron allí con increíble insania.
He ahí, a grandes rasgos, la concha; contemplada apenas la cual me lancé en busca de la perla que suponía en
ella contenida: el cuerpo de nuestro Santo.
Empeño vano; nadie me supo dar razón, y no tiene
otra que la anteriormente apuntada.
Ni la santidad del lugar ni lo venerable y popular de
su nombre detuvieron la audacia y furia impías de los
revolucionarios ame el sepulcro de nuestro Santo, ni ante el de San Martin de Tours, San Remigio, Santa Genoveva, San Dionisio y la casi totalidad de ios grandes santuarios de Francia, cuya gloria constituían y cuyas cenizas aventaron, sin que apenas pudiera escapar nada
de su vesánico furor.
Pasada la tormenta, alguna que otra reliquia hase podido recobrar, o bien pudieron salvarla a tiempo, o andaban distribuidas por otros países, como la nuestra
que, obtenida de! Obispo de Amiens, veneramos en esta
ciudad.
8
• * *
Pregonera y heraldo de las glorias de nuestro Santo, la
noble basílica hizo brotar por doquier, en todo el suelo
Francés, al conjuro de una devoción ferviente, multitud de
santuarios que le están dedicados.
Y cosa singular y extraño caso es que, al paso se multiplican en el país vecino, apenas haya en Navarra y aun
en la misma capital, descontada la capilla que va aneja a
la parroquia de San Lorenzo, cualus lleven su nombre,
si no es San Fermín de Aldapa y tal vez alguna otra.
Emplazada, como su etimología vascongada lo indica,
sobre una pequeña colina, contigua al viejo palacio de los
obispos, y, antes aún, de los reyes de Navarra, de cuya
época tuve la fortuna de descubrir algunas piezas coetáneas; y jurisdicción, en otro tiempo, del Cabildo de Pamplona, existía en él, hasta hace poco, un antiguo retablo
con la imagen del. santo titular, y algunos lienzos, los cuales, con muy buen acuerdo conservados, andan hoy distribuidos por los lunetos de la nave.
La imagen del santo titular, que, según la mente de
nuestra Madre la Iglesia y sus repetidas normas—de
continuo mantenidas por la digna Comunidad que ocupa
el edificio,—continúa todavía siéndolo, ha encontrado sitio
en la parte alta del nuevo retablito.
Manténgase enhorabuena (aparte de otros motivos), en
el puesto en que una posesión ya secular, nunca interrumpida, le da derecho.
Porque, encontrándonos a obscuras e ignorando a punto cierto el emplazamiento de la casa del senador Firmo en
la antigua población romana, ¿quién sabe si la Historia,
según frecuentemente acontece, nos tiene, en plazo más o
menos lejano, reservada alguna revelación que marque
las huellas de una pista segura, y haya de reclamar en su
auxilio el prestigio de la tradición y la presencia de monumentos, grandes.o pequeños, que a la sazón existieren?
1
En el archivo de ia Catedral de Pamplona consta que en el año
1186 el Sr. Obispo D. Pedro donó, para la Enfermería, un huerto en
Ortalave, como décima para el día de San Fermín; y determinaba se
celebrase con más solemnidad, por cuanto era hijo de Pamplona y
Obispo de ella; y porque el Sr. Obispo de Amiens le había enviado
reliquias de dicho Santo en una cruz de oro, y estaban colocadas en
la iglesia. (Arca de la Enfermería núm. 2.)
149
Y con esta corta digresión hago punto en este pobre
artículo sobre mis impresiones de Amiens; artículo hilvanado de priesa, a requerimiento de esta revista, y cuya
pesadez ruego a sus lectores, en gracia a mi buen deseo,
me la perdonen.
* **
¡Santo mío querido, no tengo otra cosa que estas humildes líneas con qué significarte mi tierno cariño y perenne gratitud!
Acéptalas, te ruego, si no por lo que valen, por lo que
representan.
ONOFRE LARUMBE Y PÉREZ DE MUNIÁIN, Pbrot
Julio de 1924.
¡Pamplona! Como un águila en su nido,
estás en tus murallas asentada,
esperando que un Sancho, enardecido,
te arrastre tras la gloria de su espada.
La voz de tu Gayarre esclarecido
suena en tu corazón de enamorada,
mientras llora el violín enternecido
del gran artista, de memoria amada.
¡Patria de San Fermín y Sarasate!...
Aun en tu entraña masculina late
el genio de una raza brava y fuerte.
No me niegues tu amparo y tu cobijo,
ya que cifro mi orgullo en ser tu hijo,
y he de amarte, Pamplona, hasta la muerte.
ÁNGEL G. LUGEA.
COSAS DE TIEMPOS LEJANOS
La mitra y el báculo de S. Fermín
regalados a la sagrada imagen en 1766
UY valiosos y de gran mérito artístico son las alhajas y ornamentos con que suele ir vestida
la imagen del insigne Patrono de
Navarra, San Fermín, en la procesión pública que con ella se
celebra el 7 de julio, con asistencia del Prelado y Cabildo Catedral, el Ayuntamiento con el Alcalde y los Gobernadores civil y
militar.
Esas joyas y vestiduras sagradas son otros tantos testimonios
vivientes de la acendrada fe y
devoción de nuestros antepasados a su esclarecido paisano, ei Santo pamplonés: todas
ellas son regalo de distinguidos navarros diseminados
por el mundo, con las cuales ofrendaron su entrañable
amor y su espléndida generosidad a San Fermín.
Uno de esos regalos lo hizo en 1766 el señor D. Felipe de Iriarte, natural de Alcoz {Ulzama) y residente en
Méjico, quien remitió al Ayuntamiento de Pamplona una
mitra y un báculo de plata para la efigie de San Fermín,
según nos lo demuestra una acta levantada el 19 de febrero de aquel año, inserta en el libro de consultas número 42, página 235, que se conserva en el Archivo mucipal, y dice así:
150
LA AVALANCHA
a
En la Ciudad de Pamplona, Caveza del Rey no de
Navarra, Casa de su Aiuntamiento y Sala de Consultas
de ella, Miércoles a diez y nueve de Febrero de mil setecientos sessenta y seis, se juntaron y congregaron en
Consulta, a toque de Campana según y como lo tienen
de Costumbre, los Sres. D. Francisco Ignacio de Gainza,
D. Miguel Pablo de Ascarate, D. Antonio Virto, Licenciado D. Josseph de Sagardia, Licenciado D. Ventura de
Echeverría, Antonio Ramón de Antoñana, Juan Fermin
de Garayoa, Juan Antonio Paternayn y Juan de Irisarri,
Rexidores de la dicha Ciudad.
MY concluido con el despacho hordinario, Dijo Su Señoria que en la Consulta de este día se ha presentado a
la Ciudad, de parte de D." María Fermina Ciriza, vecina
de la misma, a nombre de D. Phelipe Iriarte, natural del
Lugar de Alcoz del Valle de Ulzama, residente en México, un cajón rotulado: A mi señora 0. a Maña Fermina
de Ciriza que guarde Dios muchos años ausente. A LA
NAVARRA
.Asi bien resolvió Su Señoria que Josseph Jirano, artífice platero, reconozca dicha Mitra y Vaculo Pastoral
en la Casa del Aiuntamiento, con intervención de los dichos Sres. Licenciados D. Josseph Sagardia y Juan de
Irisarri, y haga Declaración especifica e indibidual de todas las piezas de que se componen sus piezas, tembleques de mariposas, alacranillos y demás que comprenden, como también de su peso.
,,Que a dicho D. Phelipe se le remitan, por medio de
dicha D.a Maria Fermina, veinte y quatro estampas de la
lamina mayor de dicho Glorioso Santo, las doce de ellas
en Raso fino pajizo, y las otras doze en papel de marquilla, y una dozena de librillos de su novenario con sus
Cubiertas de pana, escribiéndosele
la Carta de Gracias
muy espresiva, y que a dicha D.B Maria Fermina se le
den también dos estampas del mismo Raso Pajizo con
otras dos de papel y dos librillos del novenario.
BY para que Conste acordó Su Señoria hacer este auto
y lo firmo, y en fee de ello, yo el
Secretario — BALENTIN PÉREZ DE
URRELO.B
En la sesión que celebró la Corporación municipal el 8 de marzo de
1766 fue aprobada la comunicación
que había de dirigirse a D. Felipe
Iriarte, dándole las gracias en nombre de ia Ciudad o Ayuntamiento de
Pamplona, por su importante regalo.
Acordó celebrar una misa de gracias
con Te Deum ante San Fermín, en
la capilla de la iglesia de San Lorenzo, y determinó obsequiar al distinguido donante con varias estampas
y novenas del Santo Patrono, como
puede verse en un auto que se conserva en el Archivo municipal, inserto en la página 243 del libro de consultas n.° 42, y cuya copia es la siguiente:
"En la Ciudad de Pamplona, Caveza del Reino de Navarra, Casa de
su Ayuntamiento y sala de Consultas
de ella, sábado, a ocho de Marzo de
mil setecientos setenta y seis, se juntaron y congregaron según y como
lo tienen de Costumbre, a toque de
Campana,
en Consulta los señores
L1. Francisco Ignacio de Gainza, don
Miguel Pablo de Ascarate, D. Antonio
Virto, Licenciado D. Joseph Sagardia, Licenciado D. Ventura de Echeverría, Antonio Ramón de Antoñana,
Juan Fermin de Garayoa, Juan Antonio Paternain, Martin Phelipe Lacarra y Juan de Irisarri, Rexidores de
la dicha Ciudad.
PAMPLONA.—La imagen de San Fermin al pasar por la Plaza Consistorial
nY concluido con el Despacho oren la procesión de las fiestas del 7 de julio de 1923
dinario se Vio la Carta de gracias
Foto. Roldan
escrita a D. Phelipe Iriarte, residente en México, en conformidad de lo
resuelto en auto de consulta de 19 de Febrero ultimo,
M. N. Y M. L. E ILUSTRE CIUDAD DE PAMPLONA. (Una
cuyo tenor es el siguiente:
mitra) PAMPLONA, y en el una rica mitra de plata sobre dorada con su Vaculo Pastoral, adornada de flores
vMui Señor mío. Por mano de D." Maria Fermina de
de filigrana exquisita y Variedad de piedras, tembleques
Ciriza, vecina de esta Capital, se me ha presentado Una
de mariposas y alacrancillos dorados de rara Velleza y
Mitra con su Vaculo Pastoral, que el novilisimo quanto
peregrina ermosura, para nuestro Glorioso Patrón San
magnánimo generoso espíritu de V., acompañado de su
Fermin, con una
Carta
escrita
por
dicho
D.
Phelipe
a
la
singular
devoción, dedica reverente a nuestro esclarecido
mencionada D.ft Maria Fermina, que abla de la remesa
Patrón San Fermin, alaja de tanto primor, que ha sido
de dicha mitra.
celebrada por todos los de mejor gusto, echándose ver
en ella los esmeros de V. en el maior y mas plausible
nY conferido en su Razón acordó Su Señoria por aora
obsequio del Santo Patrón, que le premie con mil Venque por dichos señores Antonio Ramón de Antoñanzas
diciones del Cielo, como lo espero. Y merece tan insigy Juan Antonio Paternain se le den a nombre de la Ciune Patríense amante Bien hechor.
dad las gracias a dicha D." Maria Fermina, previniéndole se sirva manifestar en Respuesta a dicho D. Phelipe
wEn manifestación de mi suma devida gratitud, apreIriarte el aprecio y estimación con que queda de la escio y estimación a tan señalada distinguida dadiba, que
puesta dadiba.
quedara perpetuada en mi memoria, he resuelto se ce-
LA AVALANCHA
lebre Misa de gracias con Te Deum en su Capilla, concurriendo la música de la Santa Iglesia catedral, y me ha
parecido remitirá V. por mano y dirección de la misma
D.a Maria Fermina, veynte quatro estampas del Santo,
las doce de ellas en raso liso pajizo, y las otras doce en
papel, vendecidas de orden de nuestro Iltmo. Sr. Obispo,
con una docena de librillos de su novenario, para que se
sirvan de particular Consuelo a su devoción.
wLas estampas a mas de ir vendecidas lleban quarenta
dias de Indulgencias cada una, concedidas por Su Ilustrisima. Dios guarde a V. muchos años. PAMPLONA, de mi
Consistorio 8 de Marzo de 1766.—LA CIUDAD DE PAMPLONA, CAVEZA DEL REYNO DE NAVARRA: D.
Francisco
Ignacio de Gainza, D. Miguel Pablo de Ascarate, D. Antonio Virio.—Con su acuerdo, Valentín Pérez de Urrelo.—SR. D. PHELIPE IRIARTE.
nY acordó Su Señoría que tres Cartas del mismo tenor, a una con dichas estampas y librillos, se entreguen
a dicha D.a María Fermina, para que por distintos dias
las dirija a dicho D. Phelipe. Y para que conste se hizo
este Auto y lo Rubrico y en fee de ello firmo yo el Secretario
151
Rasolisso, y las otras doze en Papel, bendecidas por ese
Iltmo. Señor Obispo, y doze Libritos de su Novenario,
las que, aunque no han llegado todavía aqui, quedan estampadas perpetuamente en mi agradecimiento, estimando como justo el favor, al tanto vea V. S. si mi pequenez e inutilidad pueden servir de algo por acá, y mándeme quanto gustase, sobre el seguro de mi sincero afecto
y fina voluntad.
„Dios guarde la importante vida de V. S. muchos
años.—MÉXICO Y AGOSTO DE 1766.— FELIPE DE
IRIARTE.—Muy Ilustre Ciudad de Pamplona.»
* **
La mitra y báculo regalados por el distinguido navarro D. Felipe Iriarte, que son de plata primorosamente
filigranada, embellecida su forma con pequeñas mariposas y alacrancillos de fino esmalte, se conservan en tan
perfecto estado, que la sagrada efigie de San Fermín continúa actualmente adornándose todos tos años con tan
artísticas y preciosas joyas, cumpliéndose así los piadosos deseos del ilustre donante.
EQUIS.
BALENTIN PÉREZ DE URRELO.»
* **
El Sr. Iriarte contestó al Ayuntamiento, con fecha
25 de Agosto, acusando recibo de la comunicación que
se le había dirigido, cuyo escrito se conserva en el Legajo n.° 19 de la Sección de Asuntos eclesiásticos, del Archivo municipal, y se halla concebido en los siguientes
términos:
"M. I. SR.—Con el devido aprecio rqcibi la tanto estimada, agradecida cuanto espresiva, favorecida de V. S.
de 8 de Mayo, con que se digno honrarme, por lo que
veo, por mano de mi señora IV Maria Fermina Ziriza,
recibió V. S. la Mitra y el Báculo Pastoral que en obsequio le remití a esse Nuestro Glorioso, Esclarecido Pa-
PAMPLONA Y SANFERMINES
*Rapsodiemosn al poeta:
Te pintaré en un cantar
las fiestas de San Fermín:
¡Cinco días sin parar!
¡Cinco noches sin dormir!
Eso de cinco días es un modo de señalar como otro
cualquiera. A lo mejor son ocho o nueve los días de aje-
NAVARRA
I
1
PAMPLONA.—Paisaje junto a la entrada a la ciudad por la Puerta Nueva
Foto. Aquilino Garda Deán
tron San Fermín, y que inmediatamente mando V. S. celebrar Misa de Gracia, con Te Deum laudamos en su
Capilla, con asistencia de la música de essa Santa Iglesia
Catedral, cosa muy propia, y no extraña en el Generoso,
Magnánimo y Devoto Corazón de V. S., quien, me persuado, dispondría que el Santo Glorioso la estrenara en
su dia del presente año.
«Igualmente veo que por medio de la misma señora,
V. S. con la gallarda vizarria que acostumbra me regala
veinte y quatro estampas del Santo, las doze de ellas en
treo incesante, de alegría bulliciosa, de °juergaB sana; no
lenta, pero sí continua; que en algo se ha de diferenciar
de la famosa media luna, Iruña la grande, la hospitalaria,
la de más límpida estirpe católica.
Y esos días "sin parar,, y esas noches "sin dormir,
alcanzan a todos, que Pamplona en fiestas equivale a la
implantación de un programa socialista a lo Max Stirne,
por lo de la abolición de clases, o a lo de Prondhon, por
lo de la ausencia de la propiedad (léase en sentido "rectilíneo,). Allí todo es de todos; el señorito se agarra a la
152
LA AVALANCHA
blusa y a las alpargatas, y e! obrero se emperejila con el
temo de pantalón "a rayas, y la bota con caña de color.
En la plaza pasea la aristocracia y se agita la clase media,
que con ei pueblo fraternizan en corrillos o se confunden en los veladores "cafeteros, que invaden las anchas
aceras de ta Plaza del Castillo.
co y pabellones del Ensanche... espectáculos que terminan cuando ya el nuevo día lleva algo avanzado en los
umbrales de su horario.
¿Dormir? Pero, hombre, si dentro de tres horas tenemos encima las dianas.,, ¡y el segundo encierro!... [Nada!
Volvamos a la rapsodia:
Te pintaré en un cantar
las fiestas de San Fermín:
¡Cinco días sin parar!
¡Cinco noches sin dormir!
Las dianas militares nos despiertan a las seis. ¿Por
qué a las seis? Porque a las siete es el encierro. La razón es aplastante. Prescindir
Pero el espíritu es incansade un "encierro,
es abdicar del
FRANCIA
a
ble;
no siente la fatiga, y si altítulo de sanferministaM clásiguna
vez llegan hasta él los
co, castizo, tradicional.
atisbos de un cansancio por harY también en "esoB toman
tura de sensaciones agradables,
parte todos, así los más estirapronto reacciona pensando cuan
dos muchachos de casa grande,
bien ganado, cuan legítimamencomo los más humildes mozos
te tiene adquirido Pamplona
de tierra baja.
el derecho a divertirse ruidoIr al encierro es echarse a
samente cinco, siete, diez días
la calle. He ahí un feo equíconsecutivos.
voco.
Pueblo admirable que duEcharse a la calle, es fraterrante
el año labora callado, innizar de nuevo grandes y chitrépido,
majestuoso y tenaz por
cos, ricos y pobres.
los más bellos ideales del viHe ahí una hermosa verdad.
vir colectivo; pueblo que en
La cuestión es esperar en la
nuestros
días pone de pie
calle a los seis toros, o a los
80,000 hombres, para decir:
nueve o diez si con ellos van
Aquí hay Fe; que lanza a la
ios "sobreros,,... a los toros que
actividad los montes de Irati y
llegan a cierta velocidad, y ver
Leizarán, para gritar: Aquí hay
quién entra en la plaza más cerIndustria; que nos presenta a
ca de los pitones y más "apuraSimonena, Sanz y Escartín,
diton por la proximidad de la
Campión, Larregla y otros mufiera.
chos, para exclamar: Aquí hay
Alguna vez han entrado las
Ciencia, Letras, Arte... ¡Ese
reses pasando por encima de
pueblo fuerte, generoso, noble
docenas de muchachos.
y hospitalario, merece gozar,
¿Que es esto bárbaro? ¡Bah!
con orgullo de vencedor, de lo
La Cierva se convenció, a los
que en el transcurso del año
tres años de ministro, de que
ha ganado con tesón de héroe...
cuando todos tienen la culpa de
¡Cinco días de alegría estrepialgo... es que tienen razón totosa, de alborozo sano, de fiesdos. Y los encierros siguen sientas que se exteriorizan en grido a los "sanfermines, algo
tos, músicas, colores, fuegos,
"consubstancial, (palabreja de
sangre viva, sangre roja.. ¡alartículo de fondo).
ma navarrica!
AM1ENS.—Grandioso rosetón en el crucero del lado
Después del encierro, emboNorte de la iglesia catedral
FULANEZ.
lados gratis, y tumbos y árniFoto. C. Régnaut
ca... gratis también.
Y esto dura hasta dejarnos el tiempo preciso para ver
la procesión o asistir al concierto matutino. Echar un
sueñecillo que nos compense del madrugón.,, ¡es otro
sueño!
Apenas si hay tiempo para desayunar en el Ensanche,
con churros y "bala rasa,, o en casa, y cambiar de ropita.
Del concierto salimos a la una... o a la otra. No hay
que pensar en sentarse a la mesa sin acudir al paseo del
El programa de fiestas
Bosquecillo, para ver el soberbio desfilar de forasteras y
"pamplónicas, con sus más elegantes atavíos matutinos.
IN penetrar otra vez Anales de
Total. Que se come a las tres... ¡y acuérdese usted de
Navarra adentro, ni aun pasar
la siesta, teniendo la corrida a las cinco!
los umbrales de la Historia contemporánea en busca de noticias
Volvamos a emular a Frégoü... ¡y venga la indumentaantiguas o modernas referentes a
ria taurina!
los sanfermines, para ofrendarEn la de ellas abundan las mantillas de encajes y malas, a modo de ramillete más o
droños; en las de ellos, el ancho sombrero de alas caídas,
menos vistoso, a los devotos del
ta blusa blanca hasta los tobillos y las botas... replétasele
excelso Apóstol navarro, creo que
vino, y enormes cazuelas de "ajoarrieron, "chilindrónn,
este año podremos salir del paso
pollos asados, etc., etc.
recordando y glosando ligeraEsta última es la indumentaria más esencial. Se acaba
mente algunos números del prola corrida, y lo urgente es acudir al desfile en el paseo de
grama de fiestas de Pamplona.
Sarasate.
Y como dijo el baturro: "Ni padre se muere ni cenaDejando por ahora las funciomos.. Porque la tertulia en el paseo acaba media hora
nes religiosas, solemnísimas y
antes de comenzar los fuegos, y el zezenzusko, y el túnel
brillantes como todos sabemos, vamos a fijar la atención
eléctrico, que es a la noche lo que el paseo del Bosqueúnicamente en los festejos más sobresalientes, entre los
cillo al mediodía. Y el que no quiere prolongar su estancuales figuran, además de otros, los conciertos, las corricia en el "túnel, siente "l'embarrar du choi_ entre el cirdas de toros y los encierros; y aunque no esté en la letra
RASGOS DE LA PATRIA
LA AVALANCHA
del programa, sino que preside, informa y satura el espíritu del mismo, es a saber, el jolgorio, la animación, la
alegría que durante varios días reinan e imperan con señorío absoluto en la capital navarra, y que también comentaremos con la mayor brevedad posible.
Todos deben reconocer y sin excepción reconocen la
excelentísima fama que con justicia tienen los conciertos
de Pamplona. Es indudable que no están en el plano elevado en que los dejó el gran Sarasate, pues por algo
Sarasate era Sarasate, o sea el rey del violín, con el cual
encantaba al mundo entero; y la desaparición de tal coloso, a no empequeñecer su figura, en modo alguno puede
pasar inadvertida en dichos conciertos, que él tanto abrillantaba con su cooperación; recordando, además, que
durante muchos años figuraron a su lado Maya y Larregla; no pocas veces, Zabalza, y en alguna ocasión, el inmortal Gayarre; con otros genios de la música navarra,
como el insigne Arrieta. Pero nadie podrá negar, ni niega, que los conciertos de San Fermín son realmente notabilísimos, tanto por los eximios ejecutantes que ios
dan como por el selecto público que los oye.
Casi resulta una perogrullada decir que las corridas
de los sanfermines figuran entre las más renombradas de
España, por tratarse de una verdad que muchos tienen
como artículo de fe, o poco menos, y que ningún buen
aficionado ignora. Una población como Pamplona, que,
por lo menos desde el siglo XIV hasta nuestros días, ha
visto lidiar, antes en la Plaza del Castillo y después en
su circo taurino, las reses bravas de las más acreditadas
ganaderías y por los diestros de mayor tronío, desde el
cuatrocentista Gil Juan Alcait hasta los contemporáneos
Romero, Montes, Cuchares, Tato, Frascuelo, Lagartijo,
Mazzantini, Guerrita, Espartero, Bombas, Machaco, Belmonte y demás ases de la tauromaquia antigua y moderna, para obsequiar con el brillante espectáculo nacional a
augustos huéspedes españoles y extranjeros, o para conmemorar grandes acontecimientos de la patria; una población como Pamplona, repito, tan significada en la historia del arte, por presentar en el coso los mejores toreros, los cornúpetos más escogidos, la afición más castiza,
y, como adorno de la animada fiesta, un mujerío de elegancia suprema y de belleza insuperable, tiene muy bien
ganado el derecho a proclamar la excelencia de sus clásicas corridas, que nadie le disputa.
Llegamos a los célebres, sorprendentes, originales y
únicos encierros de Pamplona. Célebres, porque en todo
el mundo son conocidos y comentados. Sorprendentes,
porque, aun a aquellos que los censuran, por la excesiva
virilidad que derrochan les asombran y maravillan. Originales, por ser creación exclusiva de la capital navarra.
Únicos, porque, como no resultan género de exportación,
son únicamente los pamplónicas quienes pueden hacerlos, poseyendo, como poseen ellos solos, el secreto de
saber tumbarse casi en el testuz de las fieras, limpiarles
los mocos y acariciarles la cornamenta; lo mismo que si
hicieran competencia a aquel Ataúlfo, Obispo de Compostela, de quien cuentan las crónicas que, sorprendido
por un toro bravo, realizó el prodigio estupendo de agarrársele a las astas y quedarse con ellas en las manos.
Verdad es que también Pamplona cree en los milagros
que todos los años hace San Fermín en los encierros de
las fiestas; pues aunque los antiguos abanderados del Santo tuvieron que lamentar algún percance, al encambretar
las manadas de reses destinadas a las corridas, y no han
pasado muchos lustros aún desde que un capitalista fue
despanzurrado en la plaza, debe recordarse que aquellos
abanderados fueron encargados de encerrar los toros
yendo casi confundidos con ellos durante muchos tiempos, que quizá llegaron a ser siglos, y que el aludido pobre hombre que perdió la vida en ¡a suerte fue un suicida, y por cierto no navarro, que se buscó la muerte él
mismo, consciente o inconscientemente. De todos modos,
el portento sigue considerándose casi como hecho sobrenatural, y los encierros continúan dando la sensación de
un estremecimiento trágico que admira y angustia a la vez.
El jolgorio y la animación de ios sanfermines resultan verdaderamente incomparables. Son como ráfagas,
como torbellinos que parecen olas inmensas de gozo y
153
entusiasmo que inundan a Pamplona durante una semana larga, manteniéndola en un ambiente de regocijo que
no cesa de alegrar a la ciudad ni de día ni de noche. He
oído decir que Pamplona duerme trescientos días para
derrochar la vida de ellos en cinco o seis; lo cual ignoro
que pueda ser cierto; pero sí sé que son necesarias las
energías de varios meses para sostener la exaltación de
ánimo de toda la sanferminada.
Estos inusitados transportes de júbilo se nutren de la
alegría natural, pero también de la cultura de Pamplona,
que nadie empaña nunca; y si alguna vez, como sucedió
hace varios años, hubo mozalbetes forasteros o desnaturalizados que, con procacidades, quisieron deslustrar las
fiestas, pronto se agostaron sus intentos, como florecülas
transplantadas Fuera de su zona de cultivo; pues no debe
olvidarse que las cuadrillas de jóvenes simpáticos, opositores al bullicio perpetuo y al movimiento continuo, que
dan a los sanfermines su animación proverbial, son pregoneros constantes del buen humor y del mejor gusto de
su pueblo, que saben lucir con el donaire y el contento,,
la educación y la prudencia más exquisitas.
Y tampoco debe ignorar nadie que estas falanjes de
pamplónicas, perfectos caballeros de la Orden de la alegría y del buen gusto, pueden, injustamente irritadas o
torpemente dirigidas, desbordarse de sus cauces naturales y llevar la intranquilidad y el disgusto a toda la urbe.
Como aconteció en 1882 u 83, próximamente, año en el
cual, siendo alcalde D. José Javier de Colmenares, los
simpáticos derrochadores del júbilo y de la risa, salieron
exaltados y amenazadores de la plaza de toros y de otros
centros recreativos, y ensombrecieron el programa de
fiestas con la tristeza y el llanto que causaron, creando a
la ciudad una situación difícil que hizo necesaria la intervención de la fuerza pública. Y es que (sin estudiar
ahora el origen de los disturbios referidos) en Navarra
en general, y en Pamplona en particular, puede haber
ciudadanos alegres, animados y bulliciosos, mas no parias viles ni mansuetos despreciables a los cuales se les
dirija empujándoles con la punta de la bota. Importa mucho no confundir unos con otros.
Estos son los números principales del programa de las
fiestas de San Fermín, cada vez más alegres, animadas y
famosas.
JUAN P. ESTEBAN Y CHAVARRÍA.
NUESTROS GRABADOS
Detalle de la estatua de San Fermín, en la
Cátedra! de Amiens.—En nuestro número del 6 de
julio de 1917 publicamos una fotografía de la estatua
completa de nuestro esclarecido Patrono San Fermín
que adorna el parteluz de la puerta de su nombre en la
fachada principal de la Catedral de Amiens, de la cual es
un detalle el grabado que damos a la estampa.
Amiens—como es sabido—es una ciudad del Norte de
^rancia, con más de 65.000 habitantes, y capital del departamento y prefectura del Somme. En ella recibió el
martirio nuestro insigne paisano el Obispo San Fermín,
y en su Catedral se guardan los restos del ilustre Mártir.
Detalle de la estatua de la Virgen Dorada, en
la Catedral de Amiens.—El parteluz de la puerta de
la fachada meridional de la Catedral de Amiens está timbrado con una bella estatua de piedra de Ntra. Sra. la
Virgen Dorada, de cuya imagen es detalla nuestra fotografía.
Nave lateral y rosetón en la Catedral de
Amiens.—Trasladamos a nuestros lectores al interesante artículo Impresiones de un viaje al sepulcro de
San Fermín, escrito por D. Onofre Larumbe y Pérez de
Muniáin, que publicamos en el presente número.
LA AVALANCHA
154
La imagen de San Fermín en la procesión de
las fiestas de Pamplona,—El 7 de julio, festividad
del Patrono de Navarra San Fermín, dan comienzo las
fiestas en Pamplona, y en ese día se celebra procesión
pública, con la efigie del Santo, por varias calles de la ciudad, y a la terminación tiene lugar una solemnísima función religiosa en su capilla de la iglesia parroquial de
San Lorenzo.
Reproduce nuestra fotografía el momento en que la
sagrada imagen de San Fermín—que va adornada con
la mitra y báculo regalados al Santo en 1766 por don
Felipe de triarte—pasa por la Plaza Consistorial, en la
procesión celebrada el 7 de julio de 1923.
Paisaje de extramuros de Pamplona.—Una de
las más principales arterias de nuestra capital es la entrada por la Puerta Nueva, que se halla emplazada entre
los baluartes de Guadalupe y Redín.
Reproduce nuestra fotografía el aspecto exterior de la
Puerta Nueva y la fisonomía del paisaje adjunto, cuyo
cliché fue impresionado desde las cercanías de la antigua
Fábrica del gas, en el barrio de la Rochapea.
BIBLIOTECA CATÓLICO-PROPAGANDISTA
Relación de losjolletos y hojas repartidos por la Biblioteca Católico-Propagandista, durante el primer semestre de 1924.
OPÚSCULOS
Los Siete Domingos a San José
Carta Pastoral del Cardenal Primado Dr. Reig, sobre acción
católica
400
100
HOJAS
"La Lectura Popular» de Orihuela
•
Disponiendo la marcha
Los dos caminos
Engrasador de almas
Siempre el mismo
Los labios redentores
¡Es un buen sujeto!
Hoja de "Cultura,, n.° 179
Me voy con mi dolor, quédate con IU remordimiento
Civilización cristiana y civilización atea
Así fue
."
Lo primero es lo primero
En el umbral
Contrasentido
v
Rayos de sol
Al Santo Cristo de la Agonía
12.300
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
1.000
6.000
2.000
Este celosísimo Padre de la Compañía de Jesús es un
querido paisano nuestro que se halla ligado a nuestra revista con lazos muy íntimos. Él fue el fervoroso panegirista en las bodas de plata de LA AVALANCHA y de la "Biblioteca Católico-Propagandista,, de Pamplona.
¡Que Dios premie a este insigne hijo de San Ignacio
sus trabajos y sacrificios por extender el reinado del Sagrado Corazón en nuestra Patria!
La moda y sus escándalos ---Por ridiculas, por inmorales, por molestas, por atrevidas que sean sus leyes,
a ellas se someten incondicionalmente buen número de
mujeres, siendo ocasión de escándalo por ello.
~¿Qué podrán esperar de la Virgen esas desaprensivas
que, olvidando su recato, piden protección a la que es
reina de la pureza y espejo de la honestidad?
Por Dios, por el propio decoro, por la moral, rogamos
a las católicas damas navarras un poco de reflexión y
juicio para evitar el escándalo que tales abusos de la moda produce.
* **
Nuestro limo. Prelado, en una interesante circular que
acaba
de publicar, dispone lo siguiente:
a
A) No se permitirá la entrada en las iglesias a las mujeres indecorosamente vestidas, descoladas de brazos,
cuello, etc.
B) A las que en esta forma se presentasen a la Sagrada Mesa, burlando la vigilancia de los encargados de las
iglesias, se les negará la Santísima Eucaristía y Comunión.
C) Tampoco serán admitidas en las iglesias las niñas
menores de doce años que no vayan vestidas de Jalda
o tuniquilla que cubra por lo menos hasta las rodillas,
y más abajo que las rodillas después de los doce años.
Prohibimos que en los colegios dirigidos por Religiosas se toloren en sus niñas alumnas las anticristianas modas que condenamos en esta circular.
Los reverendos párrocos, ecónomos, encargados de
iglesias, superiores y superioras antes mencionados fijarán, en sitio visible de las puertas de entrada de sus respectivas iglesias y capillas, una hoja que contenga la parte dispositiva de la presente circular. La hoja llevará al
pie Nuestro nombre.,,
Termina el Sr. Obispo su oportuna circular con estas
palabras:
"Esperamos que, si no está completamente pervertido
el sentido moral de nuestras cristianas mujeres, no pondrán resistencia—que por otra parte sería inútil—a Nuestras decisivas disposiciones.„
De la docilidad de la mujer navarra confiamos serán
atendidas las disposiciones de nuestro celoso Prelado.
33.300
Ejemplares de LA AVALANCHA
13.000
Pamplona, 30 de junio de 1924.
El Bibliotecario,
Feliciano Goñi e Izuia.
MESA REVUELTA
El monumento de Bilbao al Sagrado C. de Jesús.—
Con singular brillantez y asistencia de las dignísimas autoridades se celebró el domingo último, 29 de junio, en
la capital de nuestra provincia hermana de Vizcaya, la
fiesta hermosísima de bendecir y colocar la primera piedra del grandioso monumento que se va a levantar en
Bilbao como homenaje público de adoración y de amor
al Sagrado Corazón.
Felicitamos con verdadero cariño y entusiasmo al ilustre jesuíta pamplonés, R. P. Luis M.a Ortiz, iniciador de
esta nobilísima idea.
Granos de oro—Las fiestas cristianas son otras tantas páginas del catecismo más práctico y popular que se
ha dictado jamás para instrucción de los fieles. Y celebrar como es debido las fiestas cristianas es la mayor escuela de propaganda católica. A Dios Padre, al Hijo Unigénito, a María Santísima y a los Angeles y Santos llega
a conocer como de vista el pueblo cristiano cuando desde su niñez los ha contemplado repetidas veces ante sus
ojos, en los diferentes cuadros o grupos que le va presentando el calendario.
Celebrando las fiestas, ojea sin cesar el pueblo este álbum divinamente iluminado, y aprende en él no sólo el
conocimiento histórico de sus santas figuras, sino los dogmas y preceptos que en ellas están como personificados.
Dénsele a un pueblo cualquiera las fiestas católicas,
digna y espléndidamente celebradas y convenientemente
explicadas por quien tiene para eso debida autoridad, y
aquel pueblo no necesitará apenas otra instrucción para
ser, a su manera, un pueblo de teólogos, y más aún (y lo
que es mucho mejor), un pueblo de buenos cristianos.—
(Sarda y Salvany.)
LA AVALANCHA
Nombre torero
(Histórico)
I
—¡Mira, Juan, que es una monería! ¡Mira que es un
chiquillo como no es posible nada más picotero ni más
salado! Yo creo que si echaras un rato de conversación
con él, te daba asunto para una "silueta,.
—Ya te oigo algunas noches departir con él.
—Como que no puedes figurarte la letra menuda que
tiene y la gracia que me hace. Esta noche, cuando venga
con la cuenta, te lo voy a presentar. Tírale de la lengua,
y que te hable del toreo... Te digo que es para oírlo.
il
Es el cobrador de la carnicería que nos sirve a domicilio, y viene por las noches a cobrar y a recibir el pedido para el día siguiente. Tendrá sus doce años, y medirá
hasta un metro veinticinco centímetros de estatura.
Contra la costumbre que hay en Sevilla, de destocarse
todo el mundo al entrar en las casas, él no se descubre
nunca, o si lo hace, es con gran trabajo... ¡Tiene el hombre su coleta, y le parece una degradación para "la clase»
el que un personaje de su importancia tenga que descender a otros oficios que el de "fenómeno,,.
Por lo demás, sus "tufos,, muy pegados a las sienes,
sus pantalones con el talle a media espalda, su blusilla
anudada por delante, para que más se arremede a una
chaqueta corta, su sombrero de ala ancha puesto de medio lado, ¡y hasta allí "los andares,, y el contoneo!...
¡Cuando ese se adelante a echar un brindis!...
III
—¡Con que este es el hombre!
—¡Lo seré con er tiempo, si Dio quiere!... ¡Usté tamié
sería de mi edá!
—¡Y dice la señorita que te da por el toreo!...
—¡Como que si por argo esty eseando en er mundo
de echiá cuerpo, es pa arrimarme a los toro!
—¡A ver el mozo!...
—Po aquí ande usté me ve, que no alevanto lo que
alevanta ese asuquero—estábamos en el comedor,—he
irabajao en la puerta de la Burqueta y en una venta de
Torre-Blanca, y la verdá, no he queao malamente. Lo
que mejón me salen son los molinete.
E hizo uno con una gracia.,, belmontina.
—¿Y a ti no te da miedo de ponerte delante de los
toros?
—¡Catusté ahí lo más malo que le pue pasar a un torero: cogerle mieo ar bichío! Mientras haiga valentía y
haiga anrojo, er toro es uno na ma. Cuantito haya jindama, er toro, anlugá de se un toro na má, se le güerve a
usté una piara... ¡Es semenesté frescura, ¡¡y corasónü Si
no, a jasé carsela o yiema de San Alejandro, como las
monja.
—-Bueno: pues, figúrate tú—esto es un pone—que, a
pesar de esa sangre fría y ese a anrojo ot te engancha el
toro por la faja, y te remonta por lo alto, y te...
—¡Po señó, una mala hora que ha tenío uno!... ¡Asín
se quita uno
De pasa puros tormentos
en la vía!... Si fuéramos a eso, no hubiá en er mundo na
má que afinaores e piano. Y en er mundo, señó donjuán,
es semenesté que haiga de to, y toreros más que na...
¿Usté ha visto en er mundo na más triste ni más esaborío que Triana sin Bermonte?... ¡Er toreo es la alegría
de los barrio y er porvenir de los hombre!... ¡Verá usté,
cuando yo tome la alternativa, un mataó de rumbo y con
carté!... ¡Porque a mí no me dé usté toreros estilos ni ridículo! ¡Que er dinero, como se ganase debe de gasta;
que yo no sé que ningún torero tenga obligasión de ajun-
155
tá pa jasé una campana pa tanta ajorrativa!... ¡Creo yio!...
—¡Me parece a mí que lo que tienes tú es jarabe de
pico, y nada más!...
—¿Jarabe de pico yo?... Po ¿qué más quie usté que
jaga, que paga mi cota como er primero?...
—¿Tú cuota?... ¿qué cuota es esa?
—¡A ve qué grusia! ¡Po la cota que tenemos que endiñá pa paga al apoderao!
—¿Pagar al apoderao?
—Sí, señó. Un señó que le damo un duro tos mese,
entre los sinco que formamos la cuadriya, pa que cuando
yiegue er tiempo nos saque a torea, que, ¿usté sabe lo
que cuesta que lo saquen a uno a torea?... Po ese güen
señó, que es cuñao de una prima política del amo de la
plaza de la Maestransa y que tie muchia mano con e, como es natura, lo tenemo nombrao apoderao nuestro, pa
alospué, si yiegamo, que sea apoderao nuestro ar por
mayió y jasemos las contrata y cobra las corría, y se, en
fin, lo que es un apoderao. ¡Andispué der mataó, la figura
prensipá de titito er mapa!...
IV
—Bueno: pues, lo que a mí no me gusta ni chispa es
que te hayan puesto ese mote tan feo y tan despectivo
que te han puesto... ¡Con ese nombre no va ningún torero a ninguna parte!...
—¿Y qué nombre respectivo m'han puesto a mí?
—¿No te han puesto... (y me eché a discurrir lo que
más pudiera lastimarle y herirle en su amor propio y le
hiciera saltar, como saltó)... no te han puesto... "El Espantas,?... "¡Espantaítasn me han dicho que te han
puesto!
¡Y creí que le daba algo! Frunció los labios, arrugó el
entrecejo, desencajó los ojos, se creció hasta doblar su
estatura, y dando un puñetazo sobre la mesa, que hizo
tambalearse al azucarero, rugió como un leoncillo ai que
le hubiesen clavado un arpón... hecho ascua.
—¡¡No ceñó!! ¡Eso es mentira! ¡A mí no me llaman "El
Espantas,» ni me lo han llamao nunca, ni me lo llamarán
en la eterna vía!... ¡Eso será argún mal arma que me tendrá invidia, porque hay mucha competensia en er mundo, y basta de media ve que tenga uno carté y tenga público pa que quieran las malas lenguas jaserle daño!
Y de pena o de coraje se le saltaron las lágrimas.
—¡Yo no me llamo "Espantas»! ¡Misté, llamarme yio
"Espanta?,» cuando soy er que más me arrimo de los
sinco!... ¿Por qué cree usté que no esty yo por esos
pueblos, en las capeas, con mi hermano? Po, por no jaserle un mal tersio a mi prinsipá y no deja sola a mi madre y a la señora. Porque acá vivimo casa de balde ¿sabusté?, y un hombre dentro de casa, por las noche,
acompaña mucho.
—-Bueno—le dije, para desagraviarle del mal rato que
a ciencia y paciencia le había dado con el mote dea El
Espantas,,,—ya me parecía a mí que eso sería cosa de
algún mal ángel. ¡No hay más que verte para comprender que ese nombre no te pega ni con cerote! ¿Quieres
que yo piense uno bonito y de tronío?...
—¡Si yo ya tengo el mío, má de cuanto ha! ¿Usté ha
visto en er mundo argún torero sin su apoo? Yo me yiamo (y no porque yo me lo haiga puesto, ¿sabeusté?, sino
porque me lo han puesto los que m'han visto trabaja)...
Yo me yiamo—y se irguió, y se contoneó, y se puso la
mano en la cintura, y me miró de soslayo, un si es no es
con orgullo—...Yo me yiamo... "¡Er Pinturita!,
¡¡Fotográfico!!
VI
¡Y a ver quién no le daba una peseta por la sesiónl
JUAN F. MUÑOZ Y PABÓN.
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156
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