orden del dia nº 1959

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O.D. Nº 1.959
CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION
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SESIONES ORDINARIAS
2003
ORDEN DEL DIA Nº 1959
COMISION DE CULTURA
Impreso el día 13 de mayo de 2003
Término del artículo 113: 22 de mayo de 2003
SUMARIO: Fallecimiento del poeta y compositor
neuquino don Marcelo Berbel. Expresión de pesar. Savron y otros. (1.389-D.-2003.)
Dictamen de comisión
Honorable Cámara:
La Comisión de Cultura ha considerado el proyecto de declaración de la señora diputada Savron
y otros señores diputados, por el que se expresa
pesar por el fallecimiento del poeta y compositor
neuquino, don Macelo Berbel; y, por las razones expuestas en el informe que se acompaña y las que
dará el miembro informante, aconseja la aprobación
del siguiente
Proyecto de resolución
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Expresar pesar por el fallecimiento ocurrido el 9
de abril de 2003 de don Marcelo Berbel, poeta y
compositor neuquino, creador de la música del himno de la provincia de Neuquén.
Sala de la comisión, 7 de mayo de 2003.
Hugo G. Storero. – Irma Roy. – Alicia
Gutiérrez. – Mónica Arnaldi. – Rosa
Tulio. – Norma Pilati. – Roberto
Abalos. – María del Carmen Alarcón.
– Alfredo Allende. – Roque T. Alvarez.
– Marta Di Leo. – Beatriz Goy. – Gracia
M. Jaroslavsky. – Encarnación Lozano.
– Eduardo G. Macaluse. – Irma
Parentella. – Sarah A. Picazo. – Olijela
del Valle Rivas. – María N. Sodá.
INFORME
Honorable Cámara:
La Comisión de Cultura al considerar el proyecto
de declaración de la señora diputada Savron y otros
señores diputados, por el que se expresa pesar por
el fallecimiento del poeta y compositor neuquino,
don Marcelo Berbel, lo modifica por razones de mejor técnica legislativa y cree innecesario abundar en
más detalles que los expuestos en los fundamentos
que acompañan la iniciativa, por lo que los hace suyos y así lo expresa.
Hugo G. Storero.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Solía decir que no le gustaba “pelear por pelear”,
lo que era toda una definición del poeta y del hombre. Era jerarquizar la pelea y ponerla a tono de su
verdad. Andaba sentenciando con lucidez sobre cosas que le pasan a diario al bicho humano.
“Yo no leo, me regalan libros pero no leo…” Prefería pensar, mirar, escuchar.
Hacía casi 78 años que se había alzado esta figura
de chico humilde y se proyectaba escribiendo versos sobre la montaña, el agua, el cielo, la tierra, los
pájaros, pero fundamentalmente sobre el hombre con
su sencillo paso por la tierra, con la pequeñez de su
estatura y no como lo que cree ser, un gigante.
Don Marcelo Berbel nació el 19 de abril de 1925
en Plaza Huincul. Hijo de María Teresa Arraigada,
pasó su infancia entre Huincul y Allen y su adolescencia y juventud en Mariano Moreno. Luego se
radicó definitivamente en Neuquén capital. Su primer poema lo escribió a los 7 años en el pizarrón
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del aula de su escuela, el cual nunca será borrado
porque sus maestras pusieron un vidrio delante de
la madera verde y permanece así en el colegio. A
los 10 años, les dio vida a los primeros acordes de
una de sus tantas melodías. A lo largo de su vida
compuso alrededor de 2.000 temas, entre los que se
destacan La Pasto Verde, Rogativa del Loncomeo,
Piñonero, Quimey Neuquén, Pehuenche, Polka del
rosedal, Tú que sabes, Río Macho, entre otras.
A la hora de musicalizar sus escritos, prefería el
ritmo de la milonga porque –según él– sus compases son la manera más humilde de poder expresar
los sentimientos más profundos.
También le puso música a obras de grandes poetas, como Canción de los amantes muertos y Un
pedazo de amor, de Pablo Neruda.
Participó junto a artistas de la talla de José
Larralde, Argentino Luna, Naldo Labrín, entre otros,
y en el 2000 compartió junto a León Gieco el escenario del Teatro Opera de la Ciudad de Buenos
Aires.
Desde muy joven se contactó con la cultura de
los aborígenes de Neuquén, siendo compadre del
cacique Namuncurá. Es autor, además, de varios libros sobre los mapuches.
Además de cantar y componer, trabajó en el campo y formó parte del Ejército Argentino, alcanzando el grado de suboficial principal.
En 1987, el Concejo Deliberante de Neuquén lo
declaró vecino ilustre.
Es tal el talante artístico de don Marcelo Berbel
que tanto el Neuquén como la Patagonia toda son
reconocidos a través de su producción poética y
musical. Contaba en sus letras: “Yo hablo con lenguaje sencillo, la gente tiene hambre de otras cosas
y esas cosas están en el sur; busca verdades y el
sur es verdad: el viento, las montañas, los caminos… es verdad, nada está desfigurado por la publicidad o por el canto, es así”. Estos versos y muchos más fueron dando lugar a esa serie de
exteriorizaciones que quedaron marcadas en libros,
lugares o entidades.
Cuarenta nominaciones para diferentes espacios,
varias calles llevan su apellido, sea por su recuerdo
o por el de sus hijos, aparte de salas, bibliotecas,
escenarios, plazas, radios.
Fue premiado tantas veces que cuando se le preguntaba no lograba recordar y “menos llevar la contabilidad de premios, porque estoy para escribir”,
como marcaba. Pero lo que más le había movilizado
en cuestión de galardones fue el Cóndor de Oro,
premio literario “al creador”, y numerosas estatuillas
Pehuén para su producción autoral neuquina, junto a la designación de ciudadano ilustre de Neuquén que recibió hace años.
Toda su extensa obra, más de mil temas de los
que se grabaron un centenar, le otorgó una presencia y un espacio entre las grandes figuras del fol-
clore argentino. La última manifestación de reconocimiento nacional y a la vez de homenaje fue, hace
poco más de un año, la edición de Los poetas que
cantan, editado por la Comisión Municipal de Folclore de Cosquín –a la que se hizo referencia– y que
lo encolumnó junto a Ariel Petrocelli, Armando
Tejada Gómez, José Augusto Moreno, Manuel José
Castilla, Ariel Ferraro, Jaime Dávalos, Pablo Raúl
Trullenque, Antonio Esteban Agüero y Ramón
Ayala.
Del material editado, dos son las obras de mayor
difusión de Berbel: en 1980, La copla nuestra de
cada día y Jarillal, poemas y canciones, en 1987;
pero siempre alertaba al oyente que era “increíble
la cantidad de poemas y cantatas” con que contaba a la espera de publicación.
Era tal su inspiración que hace poco tiempo atrás,
y en su casa del barrio La Sirena, expresaba: “Escribo
siempre, todos los días, por lo menos una copla. Lo mismo que hago cada día una planta o si se ofrece planto
un árbol”; pensaba el poeta que así, con estos gestos,
era un “dador de vida, cada día y todos los días, un
multiplicarse desde el lugar que es mi razón de ser”.
Lamentablemente, como consecuencia de una infección pulmonar, nos dejó ayer, a los 78 años, luego de una lucha denodada de ocho días, durante
los cuales estuvo internado en la unidad coronaria
de una policlínica de la ciudad de Neuquén.
Sus restos serán velados en el Concejo Deliberante de la ciudad, como un reconocimiento de la
sociedad a su trayectoria como poeta y vecino ilustre de la provincia.
Dada la trascendencia que tiene y tuvo el poeta
para la provincia, el gobierno neuquino decretó tres
días de duelo con las banderas nacional y provincial a media asta.
La medida provincial se dispuso en el decreto
532/03, en cuyos considerandos el primer mandatario provincial destacó a Berbel como “el creador de
la letra y música de nuestro himno, quien reseñó
las vivencias de nuestra provincia a partir del canto y su profusa creación poética, traspasando los
límites de Neuquén y del país”. Agregó que el fallecido poeta “ha dejado una huella de sentimiento y
tradición con la poesía y la narración que servirá
de referente a las generaciones venideras”.
Berbel es autor de la música de la canción Trabún
Mapu, con letra del periodista Osvaldo Arabarco
que, años después, se convirtió en el himno oficial
de la provincia del Neuquén.
Se casó y tuvo 4 hijos, dos de los cuales, Hugo
y Marité, integraron el dúo Los Hermanos Berbel,
que llevaron por todo el país las letras y canciones
de su padre.
Don Marcelo Berbel tiene su sitial en los sentimientos que hacen al ser y existir en tierras
neuquinas. Quizá por la realidad que trasunta aquel
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estribillo: “Neuquén es compromiso/que lo diga la
patria/porque humilde y mestizo/sigue siendo raíz
del árbol esperanza…”.
Don Marcelo es de la estirpe de quienes, más allá
de su ser y existir terrenos, dejan las huellas de la
creación, de la amistad, también de la admiración
hacia la constancia y esfuerzo del maestro al servicio de lo que generosamente compartió el hombre.
El sabía que su paso por este mundo era tan breve
como un verso y tan efímero como una nota, pero sabía también que sin ese verso y esa nota su vida no
hubiese tenido el sentido que le dio, no hubiese recorrido el dolor de la pérdida de sus hijos, o el amor de
su única hija mujer, y el de su callada y dulce esposa,
con la fortaleza, la risa y la lágrima en las que vibró.
Maestro: hasta siempre.
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Es por las razones expuestas que solicito sea aprobado el presente proyecto de declaración.
Haydé T. Savron. – Luis J. Jalil. –
Encarnación Lozano.
ANTECEDENTE
Proyecto de declaración
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Expresar pesar por el fallecimiento ocurrido el 9
de abril de 2003 de don Marcelo Berbel, poeta y
compositor neuquino, creador de la música del himno de la provincia de Neuquén.
Haydé T. Savron. – Luis J. Jalil. –
Encarnación Lozano.
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