Título: Adolfo Sánchez Vázquez: El Marxismo, La Praxis y La Utopía

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Título: Adolfo Sánchez Vázquez: El Marxismo, La Praxis y La Utopía. Autor: Dr. José Antonio Soto Rodríguez Centro de Procedencia: Universidad de Oriente Desde la Segunda Guerra Mundial y con posterioridad al triunfo de la Revolución Cubana Adolfo Sánchez Vázquez se mantiene desde la trinchera de la Cátedra de Filosofía de la UNAM fiel al marxismo y crítico de sus tergiversaciones que en su nombre se hicieran en Europa Occidental y en la exURSS por teóricos y políticos que se hacían llamar seguidores del marxismo. Influenciado por destacados filósofos mexicanoscomo Antonio Caso, García Maynez, Leopoldo Zea, Eli del Gortari entre otros y por las lecturas de profundización de las obras de los clásicos del marxismo y de sus desarrollos en figuras como Gramsci, Altthuser, Lúkacs, Korsh y Bloch. Todas estas lecturas y contactos con personalidades latinoamericanas le hicieron quebrar la influencia que en cierta medida había adquirido de la versión institucionalizada soviética del marxismo y sus prácticas teóricas de dogmatización y anquilosamiento y de férreo dogmatismo. La primera ruptura ya expresada en el plano teórico de Sánchez Vázquez con el marxismo soviético fue su libro Las ideas estéticas de Marx donde aparece una crítica a la Estética Soviética y en particular al realismo socialista y aparecen sus concepciones teóricas acerca del arte como forma específica de praxis y trabajo creador, el análisis aquí se enrumba a considerar a la creación artística como un producto de la experiencia del artista con toda la carga de subjetividades que este lleva consigo, por tanto esta concepción echa por tierra la idea de que el arte tiene que ser fiel reflejo de la realidad, este enfoque mutila la creación y su especificidad y no deja percibir las innumerables mediaciones que se dan entre el artista, su obra y los destinatarios. Precisamente en este ambiente de apertura crítica que se desarrolló en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNAM, Sánchez Vázquez va a desarrollar su labor de profundización teórica del marxismo fundamentado por su concepción de la praxis como categoría central de la nueva visión desarrolladora de los fundamentos del marxismo y de la utopía como ideal socialista, alejado de la visión del marxismo soviético y del marxismo occidental más cercano a los desarrollos del humanismo y las teorizaciones del marxismo latinoamericano y sus desarrollos originales más fecundos. La renovación del marxismo en su esencialidad praxeológica. Un mérito indiscutible de Adolfo Sánchez Vázquez lo constituye el haber construido la concepción medular de la filosofía de la praxis en México en contraposición con las concepciones del Grupo Praxis de la otrora Yugoslavia, los que hacen énfasis en el papel del hombre como ser de la praxis, que en su actividad libre y creadora se contrapone a los intentos de enajenar al hombre de sus esencia humanista y liberadora. Aunque este aspecto es incuestionablemente importante en el rescate del humanismo que hay en Marx frente a la negación que de este principio de libertad auténtica le negaba la visión heterodoxa del marxismo oficial soviético. Sánchez Vázquez va más allá al hacer énfasis en que una concepción marxista de la praxis no puede contentarse
exclusivamente sobre un nuevo objeto, sino la de fijar el lugar de la teoría en el proceso práctico de transformación de lo real y por tanto su esencialidad estriba en convertirse en crítica, proyecto de transformación, conocimiento y vinculación permanente con la práctica, integrados en una totalidad que es el proyecto de emancipación del hombre latinoamericano. En tal sentido Sánchez Vázquez funda en México un movimiento teórico que aglutina a un conjunto de destacadas figuras en el ámbito filosófico latinoamericano de orientación marxista como lo son Gabriel vargas Lozano, Roberto Escudero, BolívarEchevarria, TeresaConde, Juan Mora Rubio entre otros. Que tienen como objetivo el de reconstruir el marxismo a partir de la asunción de la validez y vigencia de la propuesta marxista de inteligibilidaddel mundo, como heredera de los aspectos más valiosos de la tradición praxeológica occidental y del pensamientolatinoamericano. Un aporte incuestionable de la filosofía de la praxis en México ha sido su posición de defensa del marxismo ante el colapso del socialismo en los países de Europa del Este, y de la crítica consecuente que desarrollaron al fundamento filosófico del socialismo soviético la doctrina del materialismo dialéctico o DIA­MAT el eje de esta crítica praxeológica a esta tendencia estaba dada en el rechazo a su materialismo ontológico que dio pie a una concepción oficial y única, a una visión totalizante de la realidad, cuya función política e ideológica fue la de contribuir al proceso de constitución del estado soviético. La filosofía de la praxis que tiene su inspirador mayor y sus contribuciones teóricas fundamentales en Sánchez Vázquez, puso el énfasis en desentrañar la visión negadora del verdadero marxismo que hicieron los llamados marxistas soviéticos que intentaron de una forma positivista y dogmática el análisis de las realidades en sus diferentes contextos, con un enfoque determinista y mecánico de las leyes y categorías que nunca los clásicos la desarrollaron tan determinativamente, sin tomar en consideración las múltiples mediaciones que se dan en el desarrollo dialéctico de los procesos contradictorios de la realidad y que por ser tan dinámicas no se pueden prever .de forma absoluta. De tal suerte al destacar el carácter cientificista de su proyecto social al que llamaron “socialismo real” y que era la negación en su construcción de los ideales del verdadero marxismo, los llamados “marxistas soviéticos” etiquetaron una visión mecanicista y poco coherente de la historia, negando la variedad de matices y la correspondencia de las condiciones objetivas y subjetivas diferentes en los diversos contextos históricos. Esto los llevó a la falsa creencia de que estaban al nivel de un socialismo desarrollado exitoso y carente de contradicciones esenciales que negaran su progreso ascensional, sin hacer un análisis objetivo de la realidad histórico concreta que dio al traste con tales falacias pronosticadoras. El análisis de la relación dialéctica marxismo socialismo que hace la filosofía de la praxis, es fundamental porque reconoce la existencia de una propuesta teórica de socialismo marxista que se contrapone a aquella consideración de carácter abstracto y genérico, industrialmente utilizada para condicionar ideológicamente a las masas con un tipo de socialismo, que es incapaz de asumirse en su imbricación dialéctica como proyecto político, conocimiento y crítica de la realidady como práctica política para la transformación revolucionaria de lo existente.
Para el destacado filósofo un problema que gravita hoy en la credibilidad del socialismo es su viabilidad como proyecto y esto le exige su fundamentación racional ante los ataques de los adversarios. Semejante empresa requiere que se contraste con la realidady se admita que en la actualidad no todas las tesis de Marx mantienen su vigencia, sino sólo aquellas que han resistido la prueba del tiempo. Hoy día fueron premonitorios estos análisis hechos por Sánchez Vázquez en sus trabajos de fines de la década del noventa del pasado siglo ya que el paradigma socialista se yergue como única solución posible para las fuerzas de izquierda, que en el ámbito latinoamericano pugnan desde el poder o luchando por el,llegar a edificar un proyecto socialista que se ha dado en llamar del siglo XXI, totalmente diferenciado de las propuestas totalitarias y antidemocráticas del fracasado socialismo real, que toma como base la más amplia democracia y la construcción de un Estado socialista que se fundamenta en la democracia participativa y de unaoposición que sigue existiendo reconocida y que se enfrenta al poder revolucionario y a las masas, esto es un aspecto novedoso de la actualidad en procesos revolucionarios en el poder en Venezuela, Bolivia, Brasil y Nicaragua, que luchan para hacer realidad los cambios revolucionarios que exigen las circunstancias, fundamentalmente aquellos que se refieren al aumento del bienestar material de sus pueblos y al bienestar social, cultural y espiritual, estos resultados ya se objetivizan en Venezuela y Bolivia con las medidas tomadas por los gobiernos revolucionarios de estos países. En esta lógica de enfrentamiento con la oposición está la lucha contra los medios que en muchos casos están en manos de la reacción y cómo la propia verdad desplegada por el poder revolucionario materializada en medidas que benefician en gran medida al pueblo, permite a las masas comparar y desarrollar un espíritu de cultura reflexiva para no dejarse engañar,ni manipular. Y para prepararse diariamente en una necesaria cultura del debate revolucionario, que sabe enfrentarse al adversario con sólidas pruebas, sin despojarlos de su derecho deexistencia y de sus bienes materiales. Las concepciones de Adolfo Sánchez Vázquez sobre la utopía Sánchez Vázquez es un teórico marxista de la utopía, dedicándole una atención importante a la cosmovisión de la utopía desde las perspectivas marxista más auténtica que se contextualiza en la dimensión de lo propiamente latinoamericano, sin perder su conexión con lo universal y desde esta óptica crítica del presente se propone la utopía como lo nuevo que no existe, pero que tiene la posibilidad real de realizarse y que es una utopía que cree en el progreso humano y en una sociedad de justicia, de decoro y de enaltecimiento de los mejores valores del hombre. De ahí que el filósofo dedique un espacio importante de sus reflexiones teóricas a resaltar el valor de la utopía que hay en esa obra insigne del humanismo que es El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, cuyo valor va más allá de los propósitos que se planteó Cervantes con la misma, de ahí las variadas interpretaciones que se han hecho de las misma y de las búsqueda de respuestas por el tesoro ético y emblemario en lo que a su visión humanista se refiere, en lucha abierta contra la injusticia y cabalgando por una utopía que intenta subvertir la realidad presente y que se disputa la construcción de un mundo mejor.
Sánchez Vázquez valora que en la obra cervantina subyacen importantes indicadores que dan cuenta desde lo epistemológico e ideoético de las esencialidades que debe comportar cualquiera visión utópica. Entre las mismas se destacan la referida a que la misma es valiosa y deseable por su contraste con la realidad que pretende superar, de ahí que marca un distanciamiento con el presente y se proyecta como alternativa la solución de dichos contrasentidos y males que aquejan a la sociedad, la utopía que encierra la obra no sólo expresa una aspiración de sociedad que se anticipa como superior, sino que además reafirma la convicción de luchar por que se haga realidad y Sánchez Vázquez destaca como la utopía tiene un carácter subversivo, quiere dinamitar lo que existe e imponer nuevos valores, nuevas instituciones, nuevas relaciones económico sociales, culturales y una nueva manera de ejercer el poder. Los diferentes momentos histórico filosóficosde la utopía, son destacados por el filósofo, el que determina dos momentos trascendentes el platónico y el de la modernidad, en el primero con su Estado o Ciudad Ideal, especie de República perfecta, que es imposible superar o alcanzar, de este modelo se subrayan dos cuestiones esenciales: la imagen del futuro, que se haya fuera del tiempo y del espacio y la problemática de no plantearse su realización como posibilidad. El otro paradigma trascendente de la utopía es el de la modernidad, que llega hasta hoy, dentro de esta concepción utópica cabe referirse a diferentes estadíos a los que dedica el filósofo un espacio reflexivo importante. El primer momento en la utopía moderna es el renacentista que crítica los costos sociales que provoca el feudalismo y se proyecta por una sociedad más justa, tal es la utopía de Tomás Moro, Tomás Campanella, que señalan las causas de los problemas, la omnipotencia del dinero, la propiedad privada y el afán de poder, que ya aparecen en la época de transición del feudalismo al capitalismo. A partir de esta visión crítica de estos males se proponen un modelo de sociedad con instituciones nuevas que permitan eliminar estos males. En este tipo de utopía no sólo se expresa una inadecuación con el presente, sino que plantea una voluntad de realización de lo utópico aunque le señala como limitación el no despliegue de las acciones prácticas para superar el presente. Por su parte el ideal utópico ilustrado centra su crítica al absolutismo feudal y se planteará como ideal la futura sociedad capitalista, pero con la mediación de que el hombre ilustrado iba a ser capaz de no ser ambicioso con el dinero y la violencia iba a ceder su lugar al orden, la paz y la fraternidad entre los hombres, este modelo de sociedad contra su confianza en el poderío de la razón, de la educación y en la formación de un nuevo tipo de ciudadano portador de valores morales, pero con la limitación de que desecha el papel de la acción transformadora. El socialismo utópico es otro de los momentos destacados de estos ideales de la modernidad que llegó a criticar como nadie los males de la sociedad capitalista, para superar este estado de cosas, propone un modelo de sociedad sin explotación, con una distribución de equidad entre todos los miembros de la sociedad y de sus instituciones democráticas con un poder colegiado, la falla para Sánchez Vázquez estuvo en pretender alcanzar estos fines a fuerza del ejemplo y de la educación y por eso su utopismo plantea alcanzar sus objetivos de forma gradual.
El fracaso de estas utopías preparó el camino según el filósofo para una utopía nueva la del socialismo científico de Marx y Engels, que como ideal aún no está cerrado mantiene su vigencia, por cuanto la sociedad capitalista es aún más explotadora y más irracional que nunca y no puede ser el futuro para la humanidad. Sánchez Vázquez plantea como a diferencia de todos los proyectos anteriores el ideal socialista marxista plantea una vocación práctica de realización a través de la lucha de clase, de la revolución. Este análisis se torna aquí muy problémico por cuanto muchos estudiosos marxistas se oponen a atribuir al proyecto marxista una filiación utópica y señalan que el concepto de socialismo científico de Marx y Engels, sólo pondera la lógica de pensamiento de ambos clásicos, fundada sobre bases materialistas y no una concepción universal y en una cosmovisión que se sustenta en núcleos racionales como expresión de contradicciones reales que se van a superar a través de la revolución como proceso real y complejo de relaciones dialécticas de condiciones objetivas y subjetivas. De ahí que señalan estos teóricos marxistas que Marx y Engels conciben el socialismo como movimiento real emancipador y como producto histórico y de ahí sacan la conclusión de que los clásicos terminan con la especulación de la vida real, fundando la ciencia real. Semejantes puntos de vista hipertrofian la esencialidad de la utopía del socialismo como proyecto que aún no se ha realizado tal como los clásicos lo proyectaron y que tendrá adecuaciones de acuerdo a las circunstancias presentes y futuras como ideal que espera la humanidad, hace que el contenido del socialismo como ideal o utopía mantenga sus bases. Negar que en el mundo se proyecté el hombre por utopías es negar la esperanza de la lucha por un mundo mejor, es negar la historia, congelando el presente y no reconociendo que siempre hay una meta superior que el hombre ansía alcanzar. Hoy día la problemática de la utopía da lugar a un amplio debate en el terreno de las ciencias sociales y el núcleo del mismo versa sobre la constatacióndel agotamiento del modelo neoliberal, lo que apela a las búsquedas teóricas de alternativas, tomando en cuenta las condiciones presentes en la sociedad capitalista actual y en particular en América Latina. Lo que imprimeuna nueva dimensión al manejo teórico de la utopía, que entraña la probabilidad de construir de un proyecto socialista de cara al siglo XXI y ese socialismo al que se aspira no debe renunciar a que el capitalismo debe ser superado como orden social injusto y la de mantener el ideal de construir una sociedad mejor. Coincido con la destacada filosofa cubana Yohanca León del Río en que la centralidad de la utopía está dada en la perspectiva crítica frente al pensamiento único que descalifica todo pensamiento utópico y vende la creencia en el final de la historia y de plantear la actual sociedad capitalista como la panacea de la humanidad. Este pensamiento social crítico opone a este pensamiento único irracional una visión de utopía que como idea general acompaña las demandas de losmovimientos sociales en Latinoamérica.
Adolfo Sánchez Vázquez tiene como aporte teórico indiscutible el reivindicar la utopía en el análisis de las alternativas como proyecto de emancipación y en establecer una crítica certera a la fría comprensión dogmática del socialismo como proyecto de emancipación, con la correspondiente de un marxismo vulgar, manualista que niega la necesidad de la utopía y la plantea como un proyecto detenido en el tiempo histórico incapaz de concebir el momento social crítico, como un momento necesario para la construcción del ideal del socialismo como sociedad futura, como proyecto humanista inseparable de nuestras raíces históricas. Véase de Adolfo Sánchez Vázquez:Una vida en la UNAM. Texto leído en el coloquio “Setenta años de la Facultad de Filosofía y Letras” enero de 1994. en A tiempo y destiempo. Antología de ensayos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2004. Adolfo Sánchez Vázquez: ¨Marxismo y praxis ¨ enaTiempo y destiempo. Editorial de Ciencias Sociales., La Habana,2004. Véase de Adolfo Sánchez Vázquez: La utopía de don Quijote en Entre la realidad y la utopía. Ensayo sobre política, moral y socialismo. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2006 Véase de Platón: La República. UNAM, México. 1971. Véase de Camilo Valqui Cachi: El pensamiento de Marx en los umbrales del siglo XXI. Universidad Autónoma de Guerrero. Editorial Caminos. México. 1995. Una interesante crítica a estas posiciones negativas con respecto a la utopía de estos marxistas escolástizados está en la obra del destacado marxista mexicano Gabriel Vargas Lozano “En torno a la obra de Adolfo Sánchez Vázquez”.Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1995. Y del mismo autor “ Mas allá del derrumbe. Socialismo y democracia en la crisis de la civilización contemporánea. Adolfo Sánchez Vázquez: A tiempo y destiempo. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 2004 Véase Yohanca León del Río: “Debate en torno a la utopía en el pensamiento social crítico alternativo al pensamiento único” en Paradigmas emancipa torios en América Latina. Editorial Academia (colectivo de autores) Instituto de Filosofía. Academia de Ciencias de Cuba. La Habana, 2005.
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