Aplicación de iontoforesis en traumatología y cirugía

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16• Jornadas- 79-80,2002
Aplicación de iontoforesis en traumatología
y cirugía ortopédica
DR. P. ERDOCIA EGUÍA; DRA. C. SIERRA FARINELLI; DR. A. HERNÁNDEZ LECUONA;
DR. G. MURATORE MORENO; DR. L. CARRASCO MARTÍNEZ
La iontoforesis se utiliza desde hace más de medio siglo en diferentes
campos de la medicina, consiste en la introducción de medicamentos o
iones fisiológicamente activos a través de la epidermis y mucosas, aprovechando los efectos polares de la corriente galvánica, o en la facilitación del
transporte de drogas moleculares a través de la piel bajo la influencia de
un campo eléctrico externo continuo o pulsante. De esta forma podemos
conseguir los efectos biológicos intrínsecos de la corriente galvánica, tanto
polares como interpolares, como el ya señalado de vehículo del preparado
prescrito.
Esta administración pasiva transdérmica tiene la ventaja de aumentar el
índice de penetración del compuesto permitiendo que con concentraciones
máximas locales y mínimas plasmáticas mantener una liberación sostenida
de la misma con el mismo nivel terapéutico. El medicamento a aplicar debe
estar en solución para que se encuentre en disociación electrolítica, pueden
aplicarse geles o pomadas si confirmamos que el fármaco elegido se encuentra en ellos en forma iónica, pero su peso molecu-lar debe ser siempre inferior a 8.000. La cantidad de medicamento introducido en el organismo será
directamente proporcional a la cantidad total de electricidad que apliquemos
e inversamente proporcional a la impedancia o resistencia de los tejidos al
flujo de la corriente. La penetración dérmica es aproximadamente de 1 mm
pero la absorción es más profunda gracias a su difusión a la circulación capilar y el transporte trans-membrana.
No existe una indicación concreta del uso de iontoforesis, sus resultados terapéuticos depen-derán de la selección del ion administrado y de la
patología subyacente. En la actualidad el uso más habitual de la iontoforesis es el tratamiento de las lesiones musculoesqueléticas agudas inflamatorias como son las tendinitis, bursitis y distensiones o estiramientos musculares. El fármaco más empleado es el fosfato disódico de dexametasona 4
mg. en 1 ce. de solución acuosa. Particularmente se ha empleado con muy
buenos resultados en el tratamiento de epicondilitis-epitrocleitis de codo y
tendinitis del manguito de los rotadores del hombro y aunque en la literatura se ha empleado como única terapia, nosotros preferimos su asociación
con ultrasonidos.
Existen también estudios en los que se utiliza la orgoteína (superoxidodismutasa) en concentración de 8 mg. en el tratamiento iontoforético de las
tendinitis y otros procesos inflamatorios localizados.
Nosotros hemos empleado con éxito la iontoforesis con corticoides en la
Tendinitis de De Ouervain, Síndrome de la cintilla iliotibial y procesos inflamatorios a nivel de la bolsa anserina y grasa de Hoffa.
En su publicación, Banta, utiliza fosfato sódico de dexametasona para
el tratamiento de inflama-ciones articulares, refiriendo igualmente resultados muy satisfactorios. No ha encontrado tras la aplicación del tratamiento
efectos secundarios indeseados ni alteraciones de la glucemia en los diabéticos insulina-dependientes. Salli utiliza ketoprofeno en el tratamiento de
las inflamaciones articulares de la artritis reumatoide. Tambien se ha utilizado el salicilato sódico en iontoforesis en caso de mialgias y artritis reu matoide.
El fentanil y sufentanil son opiáceos de síntesis muy utilizados por tener
una efectiva acción analgésica, la iontoforesis en los estudios experimentales
superaba al uso de los parches clásicos transdérmicos cuando se buscaba la
obtención de un suministro más rápido y pulsado de la droga analgésica. Se
deberá verificar dicha aseveración con los nuevos sistemas de administración
transdérmica que tienen un diferente perfil farmacocinético. Estos productos
se están utilizando en iontoforesis para el tratamiento del dolor crónico, particularmente en patología discal primaria y posquirúrgica.
Debemos señalar que esta técnica no puede superar a una infiltración en
el objetivo de obtener una anestesia local eficaz pero la iontoforesis con
Lidocaína al 5% es una buena alternativa para el tratamiento de las zonas trigger en los cuadros axiales de origen muscular.
Los resultados publicados sobre el tratamiento de las miositis osificantes con
iontoforesis con ácido acético son muchas veces espectaculares, dentro de este
grupo se incluye la calcificación del manguito de los rotadores. La finalidad es la
de dispersar el ion acetato en el lugar de la calcificación y mejo-rar la vascularización local, que favorecerá la absorción del fármaco. Siguiendo un razonamiento
similar, en la gota los tofos formados por la precipitación de los crista-les de urato
sódico pueden ser transformados en cristales solubles con cloruro o carbonato
de litio en solución acuosa al2%, mediante iontofo-resis.
Aunque en la literatura no hay mucha bibliografía sobre el tratamiento de
estos sín-dromes compresivos mediante iontoforesis, Rioja lleva varios años
tratando las neuropatías compresiva leves y moderadas, sin axonotmesis, a
nivel de codo y muñeca con fosfato disódico de betametasona mediante iontoforesis, asociada a terapia ultrasó-nica con control electromiográfico evolutivo. También se ha empleado asociado a lidocaína o en terapia única con gel
de ketoprofeno, naproxeno o fenilbutazona
La hidrocortisona o succi-nato de prednisolona en solución al 1% se puede
utilizar en estadías iniciales de la enfermedad de Dupuytren logrando una atenuación de la progresión del proceso. También se ha utilizado Cloruro sódico en
solución al 2% como agente esclerolítico, fibri-nolítico en cicatrices fibrosas,
queloides y adhe-rencias. Tam-bién se utiliza cada vez más en la enfermedad de
Dupuytren tras cirugía, a veces en tratamiento alterno con yoduro potásico.
La Hialuronidasa está indicada en el tratamiento del linfedema crónico,
trombofle-bitis y linfangitis. Los mucopolisacáridos (thiomucase y alphamucase) se uti-lizan en forma de crema para la resolución de los hematomas, linfedemas y, sobre todo, lipodistrofias. La alfa-quimiotripsina ha sido utilizada
con resultados variables por su acción antiedema-tosa y antinflamatoria en
contusiones y esguinces.
Uno de los principales riesgos de su aplicación son las quemaduras por
un uso inadecuado en las mayoría de los casos. Afortunadamente la hipersensibilidad y las reacciones adversas a los iones son poco frecuentes, aunque importantes. Para evitarlas se han de tener en cuenta los antecedentes
alérgicos del paciente a los contras-tes, al marisco y a metales (cobre, cinc,
magnesio). o antecedentes previos de patologias, como úlcera gástrica (en
los que evitaremos hidrocortisona y sali-cilatos).
Las contraindicaciones de la iontoforesis son escasas y son las propias de
las corrientes de baja frecuen-cia unidireccionales. Es muy importante en
nuestra especialidad conocer que no podemos aplicarla en caso de presencia
de implantes metálicos en el área de tratamiento como pueden ser hilos de
alambre, piezas de osteosintesis ... Tampoco la administraremos en zonas con
tromboflebitis, en caso de lesiones o infecciones cutáneas o zonas con hematomas recientes o heridas por ello siempre se debe realizar un examen minuciosa del área de tratamiento. Otras contraindicaciones relativas son el embarazo, pacientes con marcapasos y la epilepsia. Por la posibilidad de provocar
quemaduras también tendremos mucha precaución en areas de anestesia o
hipoestesia y en zonas de isquemia lo que nos obliga a la observación periodica del estado de la piel durante el tratamiento.
Es muy importante conocer que en pacientes hipertensos y diabéticos el
suministro de corticoides mediante iontoforesis no ha producido variaciones
tensionales ni ha alterado las cifras de glucemia. Este hecho permite que la
iontoforesis sustituya a las infiltraciones en muchas patología articulares y de
partes blandas donde están contraindicadas.
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Bibliografía
1. BANTA C.: A prospective nonrandomized study of iontophoresis, wrist
spliting, and antiinflammatory medication in the treatment of early.mild
carpal tunnel syndrome. J Occup Med.; 36 (2). 166-168. 1994.
2. MARTINEZ M.: Manual de Medicina Física. Harcourt&Brace. 1998.
3. RIOJA J.: Electroterapia y electrodiagnóstico. Universidad de Valladolid,
1996.
4. SALLI L.: Efficacy and tolerability of ketoprofene administrated throught
iontophoresis in rheumatoid arthritis, results from a multicentric study. Clin
Ter.; 142 (6). 533-537. 1993.
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Nunca aplicaremos los electrodos sobre áreas cica-triciales lo que nos
obliga a una selección rigurosa del área de tratamiento. El metal de los electrodos nunca debe entrar en contacto con la piel. Cuando la piel de la zona
que se va a tratar presenta heridas o pequeñas excoriaciones se puede proteger con un esparadrapo o papel parafinado para evitar que la corriente se
concentre en este punto produciendo una quemadura.
El interés de la iontoforesis como agente terapéutico está reexperimentando un lento pero importante resurgir motivado por el incremento de estudios que apoyan la efectividad de la iontoforesis. La tecnología que disponemos en la actualidad permite aplicaciones iontoforéticas utilizando aparatos
conectados a la red en el domicilio del paciente o que funcionan con pilas de
9 voltios que conllevan menores riesgos de quemadura con la posibilidad de
aplicaciones de larga duración.
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