Breve pasaje de mi existencia Tiempos de primavera

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Breve pasaje de mi existencia
Tiempos de primavera, transcurría el año del 48 cuando llegue al mundo, mis padres pobladores
de la Finca Valiazo, con aproximadamente 40 a 60 habitantes en esa época.
De apellido Gimenez Fernandez mi madre y Lòpez mi padre, me pusieron de nombre Francisco ,
simplemente un solo nombre, ya que decían para que ponerme dos si con uno bastaba.
Luz mortecina y tenue luz por las noches solamente el mechero que apenas alumbraba (se
trataba de una botella de vidrio a la cual la habían colocado kerosene en su interior con una tapa
agujereada por la que pasaba un trapo en forma de una tira que servía para encender y dar luz).
Mi infancia pase como cualquier chico de la campiña. Aun recuerdo que a la edad de tres o cuatro
años y cuando no obedecía me decían : sino nos haces caso te vamos a mandar a la guierra
como pronunciaba mi mama o guerra como mi papa solía hablar. También decían: en la guerra a
los chicos se los comen o los cortan el cogote con un cuchillo.
Todavía quedaba latente los tiempos de la Segunda guerra mundial y de vez en cuando los oía
hablar de ello.
Así pasaron tres años mas, mis padres trabajaban en el ingenio cortando cañas de azúcar antes
de que yo naciera.
Por el año 57 y por medio de un hermano de mi padre , se enteran que por el norte, precisamente
por el Cerro El Aguilar, una empresa de capitales norteamericanos estaba necesitando personal y
es allí donde mi padre consigue trabajo por espacio de mucho tiempo, primero en la mina y luego
en carpintería.
Entre a la primaria a la edad de 8 años, egresando de la secundario a los 20 años mas o menos.
Mi infancia no fue nada fácil ya que en la época de las vacaciones escolares o en las vacaciones
de mi padre debía ayudarle en trabajos de toda índole, Tanto como seleccionar madera, cepillar la
madera, cortar adobes y otros trabajos que me encomendaban, ésto ocurrió hasta que curse el
sexto año.
Luego entré a trabajar en la misma empresa Aguilar en la parte de ingeniería y construcciones
haciendo planos o yendo a tomar algunas medidas de la casa. Desde el cuarto al sexto año
realicé las practicas de la especialidad en esta empresa.
Luego por tres o cuatro meses preste servicios para Minera el Aguilar.
Para salir de lo rutinario decidí irme de la localidad.
Tras pensarlo varias veces me fui a Río Negro a otra industria minera, el lugar se llamaba Sierra
Grande y la empresa HIPASAM que las siglas significaban: hierro patagónico de Sierra Grande
S.A. Minera. También debo destacar que antes de mi partida hacia este lugar mi madre me pedía
que no me fuera tan lejos, aun recuerdo a mi madre limpiándose los ojos con el delantal al verme
partir, de todas formas igual tuve que irme, allá por la década de los 70, sin conocer a nadie ni
siquiera saber si conseguiría trabajo, solicité dinero a mis padres para el pasaje y la estadía en
ese lugar.
Llegué en otoño en el mes de mayo, época de frío intenso con temperaturas bajo cero y vientos
intensos.
Totalmente desierto el lugar, algunas casas aisladas, una estación de servicio, una estafeta postal
allá lejos distante 5 kilómetros del lugar llamado Sierra Vieja, desde ese punto una carta llegaba a
destino luego de 25 a 30 días ida y vuelta a Jujuy.
A lo lejos una casona que hacía las veces de comedor y hospedaje llamado Hostería Los Patos
dirigida por gente del lugar donde todos los días los camioneros hacían un alto para comer o
tomar algo. Continuaban luego su viaje hasta Gallegos o Punta Arenas o Puerto Montt en la
vecina República de Chile.
El viaje desde San Salvador fue una odisea, Salí desde la estación con el Expreso Cinta de Plata
con rumbo a Retiro a las 9 de la noche viajando con el constante traqueteo de las ruedas del tren
y los silbatos quejumbrosos de la máquina que era diesen en ese entonces. Calores infernales al
pasar de día por Santiago del Estero, no se podía aguantar, ni pensar en lavarse la cara ya que
había poco agua en el expreso y eso que estábamos en época de otoño pero así estaban las
cosas. Había que continuar hacia un camino incierto.
Llegado a retiro y haciendo averiguaciones ya que el otro tren salia de Constitución me decido por
comprar un pasaje en avión, en ese entonces todavía estaba la empresa Austral Líneas Aéreas,
así que compré pasaje para Viedma recién para el otro día. Me hospedé en el Cosmos Hotel de
Constitución totalmente exhausto por el viaje.
Viedma: ciudad chica. Un solo micro cada día, lunes, miércoles y viernes y si Dios quiere el
Domingo pero no era seguro dependiendo de la cantidad de personas a viajar ya sea a San
Antonio Oeste, Las Grutas o Sierra Grande.
Otro día de espera ya que llegué un miércoles después que salió el único colectivo de ese día,
solo me quedaba con realizar un recorrido por la ciudad al otro día.
Llegó el día de la partida 08:30 de la madrugada, no debía perder el único micro del día por lo que
me desperté a las 06:00 de la mañana, viaje largo y tedioso, no hay un alma, caminos
interminables, no tienen fin, vientos huracanados que no dejan ver nada allá afuera.
SIERRA GRANDE
Llego a eso de as 3 de la tarde del día viernes y hasta el día Lunes, debía esperar ya que el
personal de administración trabajaba de lunes a viernes, otra espera... daban ganas de volverse,
lo primero era conseguir alojamiento y ese lugar donde hago referencia anteriormente en Los
Patos, esperar hasta el lunes...Dios mío, que hago aquí, dos días sin hacer nada, empieza a
aflojar el bolsillo... y si no consigo laburo ?... que hago ?
No hay un conocido a quien recurrir en caso de emergencia.
Gente de todas partes, todos desconocidos, nadie para poder intercambiar palabras de aliento.
Por fin el día esperado! ...con un poco de temor me dirijo a las oficinas de administración, me
atiende una señorita de la provincia de Mendoza y también comenta que técnica en minería y que
estudió en Malargue, soy presentado al jefe administrativo y allí me dan la autorización para el
examen de aptitud, una gotita de esperanza fluye en mi cabeza.
En el lugar donde me harían el examen médico escucho apellidos como Callupil, Antual,
Caifacura, y otros mas procedentes de la misma provincia.
Gente de todos lados de la República, incluso de Nacionalidad Boliviana, cada uno con su tonada
que lo caracteriza.
Salí bien del pre ocupacional, estaba contento. Solo faltaba que me designen mi lugar de trabajo.
Hice buenas relaciones con gente de la zona, personas amables dispuestas al dialogo.
A la semana de estar trabajando me encontré con colegas de la misma rama, personas para
poder conversar, gente de compartir todos los fines de semana asados en abundancia y mucho
vino en bota o damajuana.
Me hice compañero inseparable de la Familia Hole de procedencia chilena con quien compartí
mucho.
También me hice compañero con la familia de Iriondo oriundos de la Provincia de Santa Fe de
Rosario.
Mi lugar de trabajo: interior mina en la parte de manejo de explosivos y voladuras, me gustó la
idea de estar en contacto con estos elementos.
En ésta oportunidad puedo decir que me salve de una tragedia, sucedió que entre en el turno de
las 2 de la tarde y por una causa que todavía desconozco llegué al lugar de trabajo (interior mina)
unos treinta minutos antes de empezar el turno y grande fue mi sorpresa al no ver a nadie. Me
dirijo hacia una de las galerías y me sorprendí al ver que todo el frente de avance ya estaba
cargado con explosivos, las conexiones hechas, el cable de coladura, ya unido a los detonadores
eléctricos. De inmediato me volví sobre mis pasos y a unos escasos 60 metros veo que los
operarios del turno saliente venían a ver que no había salido la voladura, sorprendiéndose al igual
que yo al verme salir del lugar. Que paso ?...Se había desconectado uno de los cables del
detonador principal.
Tras nueve años de trabajo en esta localidad opto por retirarme con vista a nuevos horizontes.
Somisa; San Nicolas de Los Arroyos Pcia. De Buenos Aires,
Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina, empresa dirigida por personal jerárquico de Fabricaciones
Militares, allí por los años 78 o mediados o mediados del año 79.
Hermoso clima subtropical, también gente de todos lados, Empresa Siderúrgica dedicada a la
fundición de los “pellets” traídos de Sierra Grande mediante barcos desde Punta Colorada en Río
Negro, puerto muy importante en ese entonces.
Somisa se dedicaba a la fundición del mineral traído de Sierra Grande.
Aproximadamente 2000 entre administrativos y operarios de los Altos Hornos y los de laminado.
Alli se realizaba el tratamiento de los productos del mineral de hierro (magnetita y ematita)
pasando primero por los hornos de fundición, donde mediante una cinta transportadora o un cable
carril se alimentaba el tragante de carbón de piedra o coque es decir la parte superior del horno
donde a una temperatura de de aproximadamente 1700 grados se fundía el mineral de hierro,
pasando luego por l
os crisoles que son grandes ollas donde se deposita el mineral fundido, vertiendo luego a unos
moldes y que los mismos pasan por unos enfriadores apropiados donde la temperatura va
bajando lentamente de acuerdo a la graduación térmica.
Este producto pasa luego por unos moldes especiales donde se elaboran los distintos tipos de
perfiles que saldrán a la venta como así también los distintos tipos de alambres, chapas o
molduras para diferentes repuestos, etc..
Se fabrican aceros especiales, aceros al carbono, al tungsteno, etc. Barras lisas o tensionadas.
Los obreros que trabajan en la fundición usaban trajes especiales basados en la utilización de
trajes amiantados.
Temperaturas que oscilaban entre 30 a 35 grados, trabajando en turnos rotativos de 8 horas cada
turno durante todo el día.
Minera San Juan: yacimiento cuprífero sin mayor trascendencia por la baja productividad y valor
económico, situada en las cercanías de Nihuil, Pcia. De Mendoza. casos especiales solamente
salía la camioneta del lugar hacia Mendoza o San Rafael, a la vez esta camioneta hacia las veces
de ambulancia ya que estaba equipada para estos fines.
Por razones de costumbre tuve que alejarme para buscar nuevos horizontes.
Altos Hornos Zapla: hoy Acero Zapla.
Corrían los años del 79 mes de septiembre, llegué a Palpala en busca de laburo, me dicen que se
jubila un supervisor de minas y que en noviembre volviera para el examen médico de modo que
aproveché este intervalo para realizar algunos trámites de rutina y contactarme con mis familiares.
También en este ínterin fui hasta Santiago del Estero para visitar a uno de mis hermanos que
hacía tiempo que no lo veía.
Empecé a trabajar recién en el mes de febrero pleno carnaval. Me tocó prestar servicios en la
Mina Puesto Viejo distante 60 km de Palpala.
Gente de monte, finqueros que todos los fines de semana mataban una res o un cerdo. En rueda
de compañerismo se tomaban unas cuantas damajuanas acompañados por el sonido de un
acordeón, la guitarra o algún coplero de la zona de El Carmen, con típicas bagualas de vez en
cuando.
Puesto Viejo: pueblo con aproximadamente 2500 almas entre empleados de fabricaciones
militares y otros juntamente con sus familiares.
Se trabajaban en turnos rotativos de 8 horas por turno de domingo a sábado. No difería en mucho
de los trabajos realizados anteriormente en las otras empresas, de modo que fue fácil adaptarme
a mis tareas. La única estaba en el clima, que se trataba del típico clima subtropical, mucha
humedad, demasiada vegetación muchos animales entre ellos el chancho del monte, víboras,
sapos, iguanas, etc..
En este yacimiento se extraía el mineral de hierro sobre todo la ematita, de color rojizo y pegajoso.
Puedo comentar también que en este lugar tuve un percance bastante complicado dentro de la
mina. Retrocedía la máquina de sacar mineral y de repente se me paga la luz de mi lampara, por
lo tanto el maquinista no alcanza a verme de acuerdo a la oscuridad, por una de esas
casualidades o milagro la máquina se detiene bruscamente debido a la pinchadura de unas de las
mangueras hidráulicas parándose a escaso metros del lugar donde me había quedado sin luz.
Pase dos años más en este establecimiento y decidido a continuar rodando por el país.
Minera Aguilar: En el mes de noviembre del año 81 me dirijo a esta localidad. Debo mencionar
antes lo que me pasó en mi primera práctica en el cuarto año de secundaria.
Ocurrió un caso parecido al de Sierra Grande, También en esta ocasión con explosivos, me había
apartado de uno de mis compañeros y me fuí por uno de los túneles donde ya los obreros habían
salido, pasó que ya habían prendido la mecha lenta y que dura aproximadamente 7 minutos para
llegar el fuego hasta el detonador que inicia la voladura, al encontrarme con esta situación, solo
me restaba alejarme del lugar lo antes posible, el humo de la mecha lenta ya me rodeaba con su
olor característico, tuve el tiempo suficiente para alejarme y a escasos 100 metros de distancia
escuché la voladura. Esto sirvió para que en lo sucesivo no entre a un lugar donde no hay gente.
Estas vivencias aún a pesar del tiempo transcurrido me vuelven a la memoria.
En el mes de febrero me contratan en Aguilar luego de las tramitaciones de rutina. Paso por las
secciones de Seguridad Minera e Industrial, Agrimensura, Dpto. Investigaciones (hoy
departamento de planificaciones) Mina Esperanza sistema rampa y que luego pasó a llamarse
pique inferior.
Estando en la última sección debía de hacer la supervisión del cargado de explosivos para un
nuevo método de grandes voladuras de cámaras y pilares de 20 metros de altura por 10 de ancho
y treinta metros de longitud.
Se puso el explosivo necesario dentro de una jaula que hacía de ascensor juntamente con dos
operarios que realizarían la tarea del cargado de explosivos. Una vez hecho la provisión de lo
imprescindible debíamos de dar la señal al operador del guinche eléctrico para que proceda a
elevar el ascensor. En un determinados y a una altura aproximadamente de unos 15 metros se
atasca el ascensor y como la misma no tenía un sistema de apagado automático para estos
casos, de modo que seguía tirando hasta que el cable se rompió, nos vinimos al suelo en un
instante, con toda suerte no detonó el explosivo. Se vuelve todo negro hasta que despierto 24
horas mas tarde en el Sanatorio Quintar en la sala de terapia intensiva.
Resultado de la caída, fractura de calcaño derecho y posible fractura de columna.
Pasaron 80 días para nuevamente regresar a las tareas cotidianas.
Antes de continuar o terminar con esto debo mencionar que cuatro años antes me enteré de un
accidente ocurrido en esta misma sección, con un operador que fue aplastado por una máquina
cargada de mineral, esto ocurrió en una galería, el maquinista no vio a unos de sus compañeros
que circulaba en el mismo sentido debido a la poca visibilidad que había por la falta de iluminación
y la alta concentración de humo, a cargadora rozo al operario con la parte trasera y en vez de caer
hacia un costado, el operario cayó en medio de la galería, pasando por encima de todo el peso de
la máquina mas el peso del mineral que transportaba, quedando el accidentado totalmente
irreconocible, desde entonces es que se cambió el color de los mamelucos que eran azules por el
de color naranja con cintas refractantes. Otro caso entre los tantos que recuerdo, sucedió en
planta de trituración primaria, había que cambiar una chapa de acero de 1,60 x 1,20 y de espesor
1/4” y para ello debían levantarlo con un aparejo hasta una altura de 2,50 metros, y debían
sujetarlo bien con cables. A la altura de 2,30 metros uno de los cables se zafa y cae de punta
sobre el cuello de uno de los operarios, dejándolo sin vida en forma instantánea. Va pasando mi
vida en esta empresa hasta que lega mi jubilación en el año 2004.
Me retiro de la empresa pero continúo dictando clases en la escuela.
Pasan tres meses desde mi retiro. Elecciones de autoridades en el centro de jubilados y me
designan como presidente de la institución hasta el día de la fecha. Pasa un tiempo más y me
llaman desde Santa Cruz de la multinacional COEUR, subsidiaria de una empresa norteamericana
que tiene minas en Bolivia, Sudáfrica, Groenlandia y otros países.
Luego de pensarlo varias veces y de consultar con mi familiar, decido aceptar el ofrecimiento por
el lapso de tres meses, pero me quedé durante cuatro años en el sur.
Rumbo a Santa Cruz.
Luego de los trámites cotidianos, me envían los pasajes para salir de Jujuy hasta Comodoro
Rivadavia con escala en Buenos Aires.
Pero esto lo voy a contar desde un principio.
Salgo desde El Cadillal o Aeropuerto Horacio Guzmán a las 14:00 con un poco de nostalgia y
tristeza pero viendo un solo objetivo trabajar y conocer Santa Cruz. Llego a Buenos Aires
(aeroparque) a las 16:00 y el vuelo a Comodoro salía a las 18:00 recorro las instalaciones del
aeroparque, todo caro en cuanto a precios, tomo alguna cervecita y hora de embarcarse.
Todavía con temor por alejarme cada vez mas de mi familia.
Sale el vuelo y luego de 2:15 horas arribo a Comodoro, frío y viento intenso me dan la bienvenida.
Desde aquí había que trasladarse en taxi hasta la terminal. Llego luego de media hora, compro
pasaje y de allí a cenar algo. Me dicen que puedo hacerlo en un restaurante llamado “ Los Tres
Chinos ” atendido justamente por chinos.
Llego la hora de tomar el micro 00:15 de la madrugada, un viaje muy largo de 06:15 horas hasta
San Julián a orillas del Atlántico.
Mas frío aún y con mayor intensidad el viento, me dicen que la combi hasta el yacimiento parte a
las 07:30. A continuar esperando, terminal con calefacción con una cafetería donde tomar algo.
Rumbo a la empresa
08:15 horas, recién sale la trafic, unas 10 o 12 personas, todas van a Gobernador Gregores
distante unas 4:30 horas desde esta localidad y 1:15 horas desde el yacimiento, hasta el empalme
2:30 horas y hasta Bella Vista 2:00 horas. Dios santo...cuando llego, una casita solitaria en medio
de la nada, lugar obligado para hacer un alto, beber algo y disfrutar del paisaje...nada, todo es
horizonte hasta donde se pierde la vista. Un viejo mostrador de madera, bebidas varias como
vodka, esperidina, caña, cerveza, ginebra, etc. y el típico gaucho de la Patagonia, con boina
ladeada y bombacha, una típica pulpería, no había sanitarios, había que orinar sobre el cielo raso
y las mujeres donde podían y como podían.
Luego de 15 minutos a continuar viajando hasta el empalme sobre camino de tierra, no se ve
nada por el polvo que levanta la camioneta.
Antes de continuar debo mencionar que en la pulpería pude observar las famosas tabas, algunas
viejas herraduras una osamenta de cráneo de un zorro, huevos de avestruz, etc..
Camino al yacimiento pude observar la fauna y flora patagónica, 2 o 3 avestruces, varios pichis,
guanacos y a lo lejos muchas ovejas y el cordero patagónico muy codiciado por su riquísima
carne, no hay vegetación, tan solo la paja brava que se ve a lo largo del camino, amarillenta
tirando casi a blanco.
Una hora mas de viaje. A la distancia un cerro, me dicen que es el Cerro Primero de Abril, y que al
pie del mismo se encuentra la empresa.
Llego al empalme y puedo ver desde la combi una camioneta blanca con el logo de la empresa,
no hay dudas es el móvil que me llevará hasta la mina.
Llego luego de mucho tiempo, muy cansado, con muchas ganas de descansar... pero me dejan
frente a la oficina para presentarme a la entrevista. No se ve mas que algunas casitas y el
comedor.
Me mandan a descansar un rato y me dicen que esa misma noche debo empezar a trabajar
guiado por un ingeniero, me hacen conocer el socavón, el método de trabajo, al personal y otras
cosas relativas al trabajo.
También me hablan de Chichilico y según cuenta la gente de la zona es el Dios de las
profundidades y de las minas y que en algunos casos puede llegar a tentar a aquellos que se
sienten flojear, no dejando de ofrecer grandes cosas.
Cuatro largos años en santa Cruz y eso que pensé solo probar por tres meses. Lo que no deje de
hacer fue trabajar, comer y dormir...trabajar, comer y dormir. Debo mencionar mencionar además
que nunca se logró, aún tras largas conversaciones que la gente del lugar pueda dejar de tomar
mate en horas de trabajo, en especial los operarios que trabajan en los talleres, hasta que me
alejé de la empresa esa costumbre no ha sido dejada de lado.
Gente de Santa Cruz, gente temeraria, siempre con el facón o cuchillo en la cintura aquellos que
vivían en el campo e incluso los Gregores y toda la zona de la Patagonia. No se enfrentaban a los
puños, mejor llevarse bien o muy bien con esta gente, llevarse mal significaba que te achuraban
sin miramientos o te pegaban un chumbazo como solían decir. Como en todos lados había gente
del norte, sur, este y oeste, también bolivianos, chilenos ( rotos y mapuches ). Las estaciones
como la primavera y el verano no existían, solo invierno y otoño.
Norte y Sur
Contraste total en cuanto a vegetación, costumbres y tradiciones, tonada de voz y forma de
hablar. En el sur todos viven con calefacción, no salen de sus hogares, tan solo a hacer algunas
compras o viajar.
En el norte los que quieren pueden hacer poner calefacción y tienen la ventaja de poder salir y
estar en contacto con la naturaleza.
De vuelta al Norte
Continúo con mis tareas cotidianas. Vuelvo a la escuela, sigo al frente del Centro de Jubilados y a
los tres meses de haber vuelto a la docencia me citan de la empresa minera Aguilar para realizar
trabajos de asesoramiento técnico, decido aceptar ya que me dan la posibilidad de que en las
horas de clase pueda asistir a la escuela. Así presto servicios por espacio de tres meses y medio
hasta finalizar con las tareas de asesoramiento.
López, Francisco
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