¿Por qué Congregarnos?

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¿Por qué Congregarnos?
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza,
porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para
estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de
congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos;
y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Hebreos 10:23-25
OBJETIVO: Que los hermanos entiendan la importancia de congregarse y
lo pongan por practica.
INTRODUCCIÓN: Un miembro de una iglesia escribió una carta al editor
de una revista cristiana, en la cual decía que no tenía ningún sentido ir a
la iglesia cada domingo. “Yo he estado yendo por 30 años”, escribió, “y
en ese tiempo he oído alrededor de 30,000 sermones. Pero puedo
asegurarle que no recuerdo uno solo de ellos. Así que creo que estoy
perdiendo mi tiempo en ir a la iglesia, y quizás deba emplearlo en algo
más productivo.”
Esto creó una especie de controversia en la sección “Cartas al Editor”, y
muchas personas comenzaron a escribir compartiendo sus opiniones al
respecto. Esto continuó por varias semanas, hasta que alguien escribió la
siguiente carta, la cual puso punto final a la discusión, “Yo he estado
casado por 30 años. Durante ese tiempo, mi esposa ha cocinado unas
30,000 comidas. Pero, actualmente, yo no puedo recordar el menú
completo de ni siquiera una de esas comidas. Sin embargo, yo sí puedo
asegurarle que todas ellas me nutrieron y me dieron la fuerza que
necesité cada día para hacer mi trabajo. Si mi esposa no me hubiera
dado esas comidas, yo estaría físicamente muerto en estos momentos.
De la misma manera si no hubiera ido a la iglesia a nutrirme, actualmente
yo estaría espiritualmente muerto”
Ciertamente una magnífica ilustración de la necesidad de congregarnos.
El pasaje de hoy nos exhorta a hacerlo, con el fin de “estimularnos al amor
y a las buenas obras.”
DESARROLLO
1) La única manera de mantenernos firmes: La única manera de
mantenernos firmes, sin fluctuar, en aquello que hemos creído es
alimentando nuestras almas con la palabra de Dios y buscando su
presencia en todo momento, ya sea a solas en nuestra habitación, o
reunidos con un grupo de hermanos que persigan el mismo objetivo.
La Biblia nos enseña que debemos establecer una relación con los demás
creyentes, pues todos somos parte del cuerpo de Cristo y juntos tenemos
una importante labor que llevar a cabo aquí en la tierra. Romanos 12:5
dice: “así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos
miembros los unos de los otros.” Y Efesios 4:11-13 completa la idea de esta
función: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a
otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a
los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento
del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo.” Entonces estaremos listos para salir al mundo a
“predicar el evangelio a toda criatura.” (Marcos 16:15)
2) ¿Qué sucede cuando nos congregamos?: Cuando la iglesia de Cristo
se reúne suceden cosas maravillosas. Hay un poder adicional que se
manifiesta en ese grupo, según declaró Jesús en Mateo 18:19-20: “Otra
vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra
acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que
está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi
nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” En Hechos capítulo 2, la Biblia
nos narra la poderosa manifestación del Espíritu Santo el día de
Pentecostés. Comienza de esta manera: “Cuando llegó el día de
Pentecostés, estaban todos unánimes juntos...”
Aquel grupo de hombres y mujeres habían permanecido reunidos en el
aposento alto, perseverando en oración mientras esperaban que se
llevara a cabo lo que Jesús les había prometido justo antes de ascender
al cielo. Entonces el Espíritu Santo se presentó en medio de un fuerte
estruendo y con lenguas de fuego, y todos ellos recibieron el poder del
cual el Señor les había hablado.
La Presencia de Dios se manifiesta de manera evidente en toda reunión
de sus hijos que desean alabarle. El Salmo 22:3 declara que Dios habita
en medio de las alabanzas de su pueblo. Y el Salmo 133:1-3 dice: “¡Mirad
cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!
Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba,
la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras; como el rocío
de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí envía
Jehová bendición, y vida eterna.” La dulce unción del Espíritu de Dios se
derrama sobre aquellos que se unen en armonía a alabar y adorar a Dios.
APLICACIÓN: Gracias, Padre amado, por tu presencia entre tus hijos que
se congregan para adorarte y alabarte y recibir de ti la fortaleza, la
sabiduría y el amor que, como un cuerpo, necesitamos para edificarnos
y llevar a delante la misión que tú has encomendado a tu pueblo. En el
nombre de Jesús, Amén.
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