0852 - Jurisprudencia Laboral

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http://www.tsj.gob.ve/decisiones/scs/julio/166593-0852-7714-2014-14-146.HTML
Ponencia de la Magistrada CARMEN ESTHER GÓMEZ CABRERA.
En el recurso de nulidad conjuntamente con solicitud de medida cautelar
suspensión de efectos propuesto por la sociedad mercantil SIDERÚRGICA DEL
TURBIO, S.A. (SIDETUR), representada judicialmente por los abogados María
Alejandra Blanco, Hender Montiel Martínez, Carlos Borges Espinal, José Ramón
Padilla, María Fernanda Valarino, Alexandra Silveira Jaramillo, Milagros Carolina
Andrade Pinto, Erika Radivojevich Estrada, Simón Alberto Bravo Vásquez, Solsiré
Dayana Mendoza, Mauren Cerpa, Andreina Risson, Gustavo Patiño, Elisbet García,
Margarita Assenza, María Inés León, María Gabriela Fernández, Diana Berrio,
Crismaira Salamanca, Juan Carlos Varela, Liliana Salazar Medina, Emma Neher,
Ricardo Alonso, Ángel Mendoza Quintana, José Ernesto Hernández Biszot, Hadilli
Gozzaoni Rodríguez, Evelyn Pérez Rojas, Daniela Arévalo Barrios, Doralice Bolívar
Sánchez, Vanessa Mancini Gutiérrez, Ilyana León Toro, Gerardo Gascón Domínguez,
Amaranta Laya Márquez, Fabiola Pantoja Rodríguez, Heymer Rodríguez Duque,
Manuel Alfredo Rincón Suárez, César Roberto Santana Sosa, María Carolina Seijas
Sequera, Alfredo José Planchart Pérez, Andrea Domínguez Muras y Scarlet Fernándes
Correia, contra el acto administrativo de efectos particulares emanado de
la DIRECCIÓN ESTADAL DE SALUD DE LOS TRABAJADORES
MIRANDA (DIRESAT)
DEL
INSTITUTO
NACIONAL
DE
PREVENCIÓN, SALUD Y SEGURIDAD LABORALES (INPSASEL), sin
representación judicial acreditada en autos, contenido en la Certificación N° 0411-09 de
fecha 03 de diciembre de 2009, notificada a la prenombrada empresa el 17 de febrero de
2010, por medio del cual se dejó constancia que el ciudadano JOSÉ RAFAEL
INFANTE CELIS padece “protusión discal C3- C4, C4- C5, C5- C6 Y C6-C7;
protusión anular de los discos invertebrales L3- L4, L4- L5 y L5- S1, síndrome de
compresión radicular ( E010-06; E010-02), considerada como una Enfermedad
Agravada por las condiciones de trabajo que le condiciona una Discapacidad Total y
Permanente. Quedando limitado para la ejecución de actividades que requieran de
manipulación, levantamiento y traslado de cargas, posturas estáticas e inadecuadas
mantenidas, dorso flexo extensión y lateralización de tronco con o sin cargas,
deambulación, subir y bajar escaleras frecuentemente. (…)” y actuando como tercero
interesado el ciudadano antes mencionado; el Juzgado Superior Sexto del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, en fecha 16 de diciembre
del año 2013, dictó decisión conforme a la cual declaró sin lugar el recurso contencioso
administrativo de nulidad incoado por la sociedad mercantilSIDERÚRGICA DEL
TURBIO, S.A. (SIDETUR).
Contra la referida sentencia, la parte actora ejerció recurso de apelación, por
lo cual fue remitido el presente expediente a esta Sala de Casación Social. Siendo
recibido e mismo e fecha 20 de enero del año 2014.
La parte actora consignó ante la Secretaría de esta Sala, en fechas 04 y 11 de
febrero del año 2014, respectivamente, escritos de mismo tenor, contentivos de los
fundamentos del referido medio procesal de impugnación.
En fecha 06 de febrero del mismo año, se dio cuenta en Sala, asignándose el
conocimiento a la Magistrada Dra. Carmen Esther Gómez Cabrera. En esa misma
oportunidad, y conforme al artículo 92 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, se fijó un lapso de diez (10) días de despacho, para que la
parte recurrente consigne la respectiva fundamentación del recurso de apelación
propuesto.
Mediante auto de fecha 12 de marzo del año 2014, el Juzgado de
Sustanciación de esta Sala declaró concluida la sustanciación del presente asunto, por
cuanto había transcurrido el lapso previsto en el artículo 92 de la Ley Orgánica de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa.
Siendo la oportunidad para decidir, esta Sala de Casación Social, lo hace
previas las siguientes consideraciones:
ANTECEDENTES
En fecha 03 de agosto del año 2010, la abogado Erika Radivojevich, en
representación de la sociedad de comercio SIDERÚRGICA DEL TURBIO, S.A.
(SIDETUR), presentó por el Juzgado Superior Noveno de lo Contencioso
Administrativo de la Región Capital, actuando como Tribunal Distribuidor, escrito
contentivo de recurso de nulidad conjuntamente con solicitud de medida cautelar de
suspensión de efectos, contra el acto administrativo de efectos particulares emanado de
la DIRECCIÓN ESTADAL DE SALUD DE LOS TRABAJADORES MIRANDA
(DIRESAT) DEL INSTITUTO NACIONAL DE PREVENCIÓN, SALUD Y
SEGURIDAD LABORALES (INPSASEL), contenido en Certificación N° 0411-09 de
fecha 03 de diciembre de 2009, correspondiéndole por distribución el conocimiento de
dicho recurso al Juzgado Superior Segundo de lo Contencioso Administrativo de la
Región Capital.
En fecha 28 de septiembre del mismo año, el mencionado Tribunal admitió
el recurso de nulidad interpuesto, ordenando la notificación, mediante oficios del
Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y Seguridad Social y del Fiscal General de
la República, así como la notificación del ciudadano José Rafael Infante Celis, en su
carácter de tercero interesado, mediante boleta.
En fecha 12 de diciembre del año 2011, el Juzgado a quo, dicta auto por
medio del cual ordena la notificación del ciudadano Procurador General de la
República, toda vez que se percató que en el auto de admisión se había obviado su
notificación, siendo librados en esa misma el oficio dirigido a dicho funcionario.
Verificadas las notificaciones ordenadas tanto en el auto de admisión como
en el auto de fecha 12 de diciembre de 2011, el Juzgado de la causa, procedió mediante
auto dictado en fecha 22 de febrero de 2012, a fijar el vigésimo día de despacho
siguiente para la celebración de la audiencia de juicio.
El día 26 de marzo de 2012, la representación judicial de la parte
accionante, solicita la reposición de la causa, al advertir que no fue notificado el ente
emisor del acto recurrido.
En fecha 27 del mismo mes y año, el Tribunal Superior Segundo de lo
Contencioso Administrativo de la Región Capital, emite auto por medio del cual, en
aras de garantizar el derecho a la defensa de las partes y al debido proceso, anula el
auto por medio del cual se fijó oportunidad para la celebración de la audiencia de juicio
y se ordenó la notificación del Presidente del Instituto Nacional de Prevención, Salud y
Seguridad Laborales, Dirección Estadal de Salud de los Trabajadores Miranda, así
como del Consultor Jurídico del Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y la
Seguridad Social, del Fiscal General de la República de la Procuradora General de la
República, de la parte recurrente en nulidad y del tercero interesado, siendo librados los
actos de comunicación respectivos en fechas 03 y 18 de abril de 2012, en su orden.
Posteriormente, en fecha 07 de junio del mismo año, el Juzgado a quo dicta
auto por medio del cual se declara incompetente para conocer del Recurso Contencioso
Administrativo propuesto y declina la competencia para el conocimiento del presente
asunto en los Juzgados Superiores del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas.
En fecha 10 de agosto de 2012, fue recibido el expediente por la Unidad de
Recepción y Distribución de Documentos del Circuito Judicial Laboral de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, y en fecha 13 del mismo
mes y año fue distribuido al Juzgado Superior Sexto del Trabajo de la referida
Circunscripción, quien lo dio por recibido mediante auto dictado el día 14 de agosto de
2012.
En fecha 19 de septiembre del mismo año, el Juzgado a quo dicta auto
asumiendo la competencia para el conocimiento del recurso de nulidad, e indicando que
la admisión efectuada por el Juzgado Superior Segundo en lo Contencioso
Administrativo mantiene sus efectos, ordenándose nuevamente la notificación de la
Procuradora General de la República, del Presidente del Instituto Nacional de
Prevención, Salud y Seguridad Laborales, de la Dirección Estadal de Salud de los
Trabajadores Miranda, de la Fiscalía del Ministerio Público y del tercero interesado,
ciudadano José Rafael Infante Celis, siendo librados en esa misma oportunidad los actos
de comunicación correspondientes.
Notificadas nuevamente todas las partes, el Juzgado Superior Sexto del
Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, procedió
mediante auto de fecha 26 de septiembre de 2013, a fijar el día 17 de octubre de ese año
como oportunidad para que se llevase a cabo la audiencia de juicio en el presente
asunto.
En el escrito contentivo del recurso contencioso administrativo de nulidad,
la parte demandante denunció que el acto recurrido se encuentra inficionado de los
siguientes vicios:
1) Falso Supuesto de Derecho: ya que la Dirección Estadal de Salud de los
Trabajadores Miranda al establecer que (…) la patología descrita constituye
una enfermedad profesional agravada con ocasión al trabajo en el que el
trabajador se encontraba obligado a trabajar e imputable básicamente a
condiciones ergonómicas tal y como lo establece el artículo 70 de la
LOPCYMAT (…), obvia establecer cuáles son las normas técnicas aplicadas
para llegar a la conclusión establecida en el acto recurrido. Aunado al hecho
que en la certificación impugnada, se obvió o al menos se distorsionó, el
contenido del artículo 70 de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y
Medio Ambiente de Trabajo, pues, aún y cuando dicha Dirección se
encontraba obligada a verificar tanto los hechos y las normas técnicas
aplicables, al presente caso, así como las condiciones a las cuales está y
estuvo sometido el trabajador, incluyendo sus antecedentes laborales, sólo
se limitó a describir las supuestas actividades desempeñadas por él, sin
explicar si las mismas, se encuentran dentro de los rangos aceptables de
esfuerzos para un trabajador, estableciendo tan sólo que los movimientos,
esfuerzos físicos y levantamientos de cargas descritos, constituyen un riesgo
disergonómico como elemento determinante para el origen o agravamiento
de trastornos músculo esqueléticos; con lo cual no puede ser utilizado para
establecer con certeza la causa de la enfermedad padecida por el ciudadano
José Rafael Infante Celis, ni mucho menos para determinar su
agravamiento. Adicionalmente indica que en el cuerpo de la certificación
impugnada no se especifica la relación que existe entre la actividad
desarrollada por el trabajador y la enfermedad que él padece, en atención a
que no existe nexo causal entre ambas.
2) Omisión total y absoluta del Procedimiento Legalmente Establecido: por
cuanto el acto recurrido se dictó mediante un procedimiento que fue llevado
de forma tal que la sociedad mercantil recurrente no pudo ejercer el derecho
a la defensa, no fue oída y no pudo exponer las razones por las cuales
considera que la enfermedad que invoca el trabajador, no tiene su origen en
la labor desempeñada para SIDETUR, ni que ésta se haya efectuado bajo
condiciones disergonómicas, así como que tampoco tuvo la oportunidad de
presentar las pruebas pertinentes, toda vez que sólo fueron tomadas en
consideración para emitir la certificación impugnada, las labores descritas
por el ciudadano José Rafael Infante Celis, presentadas en el informe de
investigación de origen de la enfermedad.
DE LA MEDIDA CAUTELAR DE SUSPENSIÓN DE EFECTOS
DEL ACTO SOLICITADA
La parte accionante en nulidad en el escrito mencionado supra, a los fines
de sustentar la solicitud de la medida preventiva de suspensión, esgrimió los siguientes
argumentos:
(Omissis).
Asimismo, el fumus bonis iuris, de mí (sic) representada queda
debidamente demostrado en las copias de la Certificación impugnada que
cursan en el presente expediente marcadas “B”, y en donde queda
plenamente demostrado que mí (sic) representada es el sujeto que se
encuentra obligado al cumplimento de la misma, por se ésta el patrono
obligado a cumplir las obligaciones y responsabilidades que le impone la
LOPCYMAT (…).
(Omissis).
El segundo requisito (…) se refiere el periculum in mora (…) es decir, que
la decisión definitiva no pueda reparar el daño que se causare o que
difícilmente pueda repararlo.
(…) En efecto, la Certificación contiene unas obligaciones dirigidas a
SIDETUR inclusive sancionatorias y económicas para con INPSASEL y par
con el Sr. JOSÉ RAFAEL INFANTE CELIS. Está demás decir que el
perjuicio que se podría alcanzar sería no sólo irreparable sino que
incuantificable, toda vez que de n suspenderse los efectos de la Certificación
impugnada, SIDETUR está obligada a resarcirlo económicamente.
Ciertamente, la lesión patrimonial que podría generar a SIDETUR un daño
que no puede ser reparado por la definitiva, puesto que de ser favorable a mí
(sic) representada la decisión, se limitaría a declarar la nulidad de la
Certificación y no a reintegrar los daños patrimoniales sufridos.
(…) El tercer requisito (…) es la ponderación de intereses (…).
(Omissis).
En el presente caso, mí (sic) representada tiene el fundad temor de que a no
concesión de la medida cautelar innominada la cause un serio gravamen ya
que, hasta tanto no quede demostrada la nulidad de la Certificación
impugnada, ésta tendría pleno efecto entre las partes y, por tanto, SIDETUR
estaría en la obligación de acatar la orden ahí establecida. En el supuesto de
no acatar la mencionada Certificación, mí (sic) representada se vería
expuesta a ser objeto de un procedimiento sancionatorio, el cual e costaría
un alto precio a los efectos de la Solvencia Laboral requerida por la empresa
para la adquisición de divisas y contrataciones con el Estado (…) Es
importante destacar que la actividad económica a la que se dedica
SIDETUR tiene que ver con la producción de cabillas y demás piezas de
acero, materia prima para la construcción, entre otras de viviendas (…).
Para lo cual requiere divisas, no sólo se estaría afectando los intereses
económicos de la misma sino que se verían igualmente afectados los
intereses sociales y colectivos por falta de producción de las cabilas y
demás piezas de acero necesarias en el área de la construcción de viviendas
(…).
En fecha 17 de octubre de 2013, se celebró audiencia de juicio a la cual
comparecieron la parte recurrente en nulidad, el tercero interesado y la representación
del Ministerio Público, quienes adujeron en su favor todo cuanto consideraron
pertinente.
En esa misma oportunidad, la parte actora presenta escrito de ampliación de
los fundamentos esgrimidos en la audiencia antes aludida, por medio del cual ratifica los
fundamentos de derecho y vicios denunciados con ocasión a la interposición del
presente recurso de nulidad.
DECISIÓN APELADA
El Juzgado Superior Tercero del Trabajo de la Circunscripción Judicial del
estado Carabobo, mediante decisión de fecha 16 de diciembre del año 2013, declaró sin
lugar el recurso contencioso administrativo de nulidad incoado por la sociedad
mercantil SIDERÚRGICA DEL TURBIO, S.A. (SIDETUR), por las siguientes razones:
MOTIVACIÓN PARA DECIDIR
(Omissis).
1.- Omisión Total y Absoluta de Procedimiento Legalmente Establecido:
En cuanto a éste punto, se evidencia de las actas que componen el
expediente administrativo signado bajo el N° MIR-29-IE09-0710 que cursa
a los folios Nros. 179 al 230 del presente expediente, cumplió con la Norma
Técnica para la Declaración de Enfermedad Ocupacional (NT-02-2008),
conforme a lo establecido por la Sala de Casación Social en sentencia N°
775 de fecha 16/09/2013.
(Omissis).
Ahora bien, partiendo del criterio jurisprudencial parcialmente transcrito y
aplicando el mismo al caso de marras, observa éste juzgado, que
efectivamente en fecha 19/06/2009 se libró la orden de trabajo para llevar a
cabo la evaluación de puesto de trabajo en la empresa recurrente,
realizándose la inspección en fecha 26/06/2009 cumpliéndose con los
requisitos establecidos en la Norma Técnica para la Declaración de
Enfermedad Ocupacional, con la participación del representante de la
empresa recurrente durante la inspección o evaluación del puesto de trabajo
ocupado por el ciudadano José Rafael Infante Celis, se evidencia también de
las actas del expediente administrativo, que la hoy recurrente, facilitó al
funcionario del INPSASEL la información relacionada con el trabajador,
asimismo, se evidencia del folio N° 195 del expediente, emanada de la
empresa accionante y dirigida al INPSASEL en fecha 01/07/2009,
comunicación emanada de la empresa accionante y dirigida al INPSASEL
en fecha 01/07/2009, mediante la cual consignan copia de las estadísticas de
morbilidad y accidentabilidad, así como, el resumen de horas extras
laboradas por el ciudadano José Rafael Infante Celis, material que le fue
solicitado durante la investigación de origen de enfermedad, en
consecuencia, queda clara para esta Alzada, la participación activa por parte
de la empresa recurrente en el procedimiento, en el cual se basó el
funcionario de la Dirección Estadal de Salud de los Trabajadores del Estado
Miranda DIRESAT-Miranda del Instituto Nacional de Prevención, Salud y
Seguridad Laborales INPSASEL, para emitir la Certificación N° 0018-12 de
fecha 14/03/2012, en consecuencia, es forzoso para quien aquí decide,
declara improcedente el alegato de Prescindencia Total y Absoluta de
Procedimiento Legalmente Establecido, esgrimido por el recurrente. Así se
establece.- 2.- Falso Supuesto de Derecho:
(Omissis).
En el presente caso, aduce la recurrente en nulidad que en el acto
impugnado se obvió completamente o al menos se distorsionó, el contenido
del artículo 70 de la LOPCYMAT, en este sentido, observa este tribunal
después de una revisión de las actas que conforman el expediente, que de las
copias certificadas del expediente administrativo (f. 179 al 230), se aprecia,
que la ciudadana Sheila Delgado, dejó constancia en el Informe de
Investigación de Origen de Enfermedad, de haberse trasladado a la sede de
la empresa Siderúrgica del Turbio S.A. (SIDETUR), en donde entre otras
actividades, verificó en presencia de los ciudadanos Carlos Urbina, Baudilio
Villanueva e Iván Navas titulares de las cédulas de identidad N° 6.835.139,
10.692.834 y 4.820.609, respectivamente, en su condición de Coordinador
de Seguridad Industrial, el primero y Delegados de Prevención en
representación de los trabajadores los dos últimos, quienes tuvieron
conocimiento del motivo de la actuación, las labores que realizaba el
trabajador afectado, en el cumplimiento de sus funciones, dejándose
constancia de las actividades desarrolladas por el trabajador; Siendo todo lo
anteriormente expuesto, ratificado por el representante de la empresa
Siderúrgica del Turbio S.A. (SIDETUR), por el representante de los
trabajadores, quienes firmaron en señal de conformidad el informe
levantado por la funcionaria asignada para tal fin. Asimismo la norma
aducida como obviada o distorsionada, es decir el artículo 70 de la
LOPCYMAT, expone textualmente lo siguiente:
“Artículo 70. Definición de enfermedad ocupacional. Se entiende por
enfermedad ocupacional, los estados patológicos contraídos o
agravados con ocasión del trabajo o exposición al medio en el que el
trabajador o la trabajadora se encuentra obligado a trabajar, tales como
los imputables a la acción de agentes físicos y mecánicos, condiciones
disergonómicas, meteorológicas, agentes químicos, biológicos,
factores psicosociales y emocionales, que se manifiesten por una
lesión orgánica, trastornos enzimáticos o bioquímicos, trastornos
funcionales o desequilibrio mental, temporales o permanentes.
Se presumirá el carácter ocupacional de aquellos estados patológicos
incluidos en la lista de enfermedades ocupacionales establecidas en las
normas técnicas de la presente Ley, y las que en lo sucesivo se
añadieren en revisiones periódicas realizadas por el Ministerio con
competencia en materia de seguridad y salud en el trabajo
conjuntamente con el Ministerio con competencia en materia de
salud.”
Ahora bien, de la norma transcrita ut supra, se desprende la presunción legal
que se le otorga a las enfermedades ocupacionales incluidas en las normas
técnicas de la mencionada ley, y siendo que la certificación impugnada
estableció que el trabajador ciudadano José Rafael Infante Celis, cursa
protrusión discal C3-C4, C4-C5, C5-C6 y C6-C7, protrusión anular de los
discos intervertebrales L3-L4, L4-L5 y L5-S1, síndrome de compensación
radicular E010; E010-20, considerada como una enfermedad agravada por
las condiciones de trabajo, que le condiciona una discapacidad total y
permanente, quedando limitado para realizar una serie de funciones
frecuentemente, enfermedades éstas que se encuentran dentro del Listado
De Enfermedades Ocupacionales Codificación 2007 (Clasificación
estadística internacional de enfermedad y problemas relacionados con la
salud, décima revisión CIE-10 DE OPS) -anexo N° 1 de la Norma Técnica
para la Declaración de Enfermedad Ocupacional (NT-02-2008)- el
padecimiento de dichas enfermedades por parte de un trabajador o
trabajadora, es presumido como de origen ocupacional o agravado por las
condiciones de trabajo, conforme a lo establecido en el artículo 70 de la
LOPCYMAT antes señalado. En consecuencia, es forzoso para quien juzga,
declarar improcedente el falso supuesto alegado por la parte recurrente. Así
se establece.Debe igualmente, señalarse que la parte recurrente no trajo pruebas a los
autos que demostraran la existencia de elementos diferentes sobre la
enfermedad padecida por la trabajadora y dentro de la investigación, no
promovió prueba alguna que pudiera establecer violación de ningún tipo o
que el falso supuesto del origen de la enfermedad ocurrió en otra empresa o
sitio diferente de la sede del recurrente, como por ejemplo la evaluación preempleo, pues lo que se ventila es la legalidad del acto mismo y del
cumplimiento del procedimiento utilizado para tal fin, el cual fue explicado
precedentemente, razón por la que se considera que el acto administrativo
dictado por el Instituto Nacional de Prevención Salud y Seguridad Laborales
cumplió con los parámetros exigidos en las normas que lo regulan siendo
lícito a todos los efectos. Así se establece.DISPOSITIVO
En virtud de los razonamientos anteriormente expuesto, este Juzgado Sexto
Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana
de Caracas, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana
de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara: SIN LUGAR el Recurso
Contencioso Administrativo de Nulidad intentado por la abogada Erica
Radivojevich, en su carácter de apoderada Judicial de la sociedad mercantil
Siderúrgica del Turbio S.A. SUDETUR, contra la Certificación de fecha tres
(03) de diciembre de dos mil nueve (2009), contenida en el oficio N° 041109, emanado de la Dirección Estadal de Salud de los Trabajadores de
Miranda (DIRESAT), del Instituto Nacional de Prevención, Salud y
Seguridad Laborales (INPSASEL). En consecuencia, queda FIRME la
Resolución impugnada. No hay condenatoria en costas.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN
La parte recurrente en su escrito de fundamentación de la apelación
propuesta, señala lo siguiente:
1) Que en la sentencia recurrida no fueron tomados en consideración los
argumentos esgrimidos por la sociedad mercantil accionante sobre los
cuales –en su criterio- debía declararse la nulidad de la certificación objeto
de impugnación, no pronunciándose sobre la pretensión deducida, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 243, numeral 5 del Código de
Procedimiento Civil, lo cual genera la nulidad del fallo objetado a tenor de
lo preceptuado por el artículo 244 ejusdem.
2) Que si bien es cierto tal y como lo indicó la sentencia recurrida, las
enfermedades que se indican en la Certificación objetada en nulidad, se
presumirán como ocupacionales, no es menos cierto que la parte actora
nunca atacó si el tipo de enfermedad puede presumirse como de origen
ocupacional, sino que lo realmente atacado fue el hecho de cómo llegó la
administración a la conclusión que se trata de una enfermedad agravada por
el trabajo. Por cuanto –según sus afirmaciones- el INPSASEL, Dirección
Estadal de Salud de los Trabajadores Miranda, pese a encontrarse obligado
de conformidad con la LOPCYMAT a verificar los hechos, las normas
técnicas aplicables, las condiciones a las cuales está y estuvo sometido el
trabajador y los antecedentes laborales de éste, no lo hizo, sino que sólo se
limitó a describir las supuestas actividades realizadas por el ciudadano José
Rafael Infante Celis para la empresa SIDETUR, sin explicar si las mismas
se encuentran dentro de los rangos aceptables de esfuerzos para un
trabajador, es decir, no se explica si alguna de esas actividades fue
generadora, causante o agravante de la presunta enfermedad, ya que no
basta con que una norma técnica establezca una presunción, sino que debe
además haber una relación de causalidad, entre las actividades realizadas
por el trabajador y el supuesto agravamiento de la enfermedad. Así como
que tampoco explica si las descripciones efectuadas constituyen un riesgo
disergonómico como elemento determinante para el origen o agravamiento
de la enfermedad, lo que no puede ser utilizado a los fines de determinar con
certeza la causa de la patología padecida por el ciudadano José Rafael
Infante Celis. Finalmente indica que todos esos argumentos, expresados
tanto en el escrito libelar como en la audiencia de juicio y en los informes,
no fueron mencionados por la sentencia apelada, y que ésta tampoco emitió
pronunciamiento con relación al argumento de contradicción del acto
administrativo recurrido, al afirmar, por una parte que el trabajador no hacía
ningún esfuerzo físico y por la otra que dicho ciudadano realizaba
manualmente yen grupo una actividad de recolección que implicaba cargar
pesos de 12 kilogramos.
MOTIVACIÓN PARA DECIDIR
Debe precisar esta Sala que en atención a la forma como la parte recurrente
fundamentó su apelación, se emitirá el correspondiente pronunciamiento sobre el
alegato relativo a que la sentencia objetada, al resolver la controversia, no tomó en
consideración los argumentos que le sirvieron de fundamento para solicitar que la
certificación impugnada fuese declarada nula, con lo cual, en criterio de la parte
apelante, el juzgadorad quem infringió el contenido del artículo 243, numeral 5 del
Código de Procedimiento Civil, al no pronunciarse sobre la pretensión deducida, lo que
–según sus afirmaciones- hace nula la decisión recurrida, a tenor de lo preceptuado en el
artículo 244 ejusdem. Así se establece.
Con respecto a esta denuncia, se observa que la parte recurrente, no indica
en forma expresa el vicio que presenta la sentencia cuya impugnación se pretende, no
obstante ello, esta Sala, extremando sus funciones y a objeto de garantizar la tutela
judicial efectiva entiende que lo que realmente quiso ser delatado por quien ejerce el
recurso de apelación es el vicio de incongruencia negativa. Así se establece.
Ahora bien el criterio de la Sala con respecto al requisito de congruencia del
fallo y con relación al vicio de incongruencia negativa, reflejado en múltiples
decisiones, entre ellas, la Nº 896 del 02 de junio de 2006, ha sido el siguiente:
Ahora bien, el ordinal 5º del artículo 243 del Código de Procedimiento
Civil, expresa la obligación de que toda sentencia debe contener una
‘decisión expresa, positiva y precisa con arreglo a la pretensión deducida y a
las excepciones o defensas opuestas, sin que en ningún caso pueda
absolverse de la instancia’, allí se establece el llamado principio de
congruencia, el cual sujeta al sentenciador a no alterar el problema judicial
debatido entre las partes, debiendo resolver sobre todo aquello alegado y
probado por los sujetos integrantes de la litis. El incumplimiento de lo
señalado anteriormente, hará padecer a la sentencia del vicio de
incongruencia.
En este sentido, se debe destacar que el precitado defecto de actividad puede
ser positivo o negativo, configurándose la incongruencia positiva cuando el
sentenciador se sitúa fuera de los términos en que quedó establecida la litis,
supliendo alegatos o excepciones que no han sido señaladas por las partes; y
la incongruencia negativa se patentiza en el caso de que el sentenciador no
tome en consideración argumentos fácticos o de derecho que sustenten la
demanda del actor o las excepciones o defensas del accionado. (Énfasis de
la Sala).
En similares términos se pronunció la Sala Político Administrativa de este
Máximo Tribunal, mediante sentencia N° 000034, 12 de enero de 2011:
(…) Respecto del señalado vicio, esta Sala en su pacífica y reiterada
jurisprudencia ha señalado, de conformidad con la previsión contenida en
el ordinal 5° del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, según la
cual toda sentencia debe contener una “Decisión expresa, positiva y precisa
con arreglo a la pretensión deducida y a las excepciones o
defensas opuestas”. La omisión de estas precisiones se materializan cuando
el juez con su decisión modifica la controversia judicial debatida, bien
porque no se limitó a resolver sólo lo pretendido por las partes, o bien
porque no resolvió sobre algunas de las pretensiones o defensas expresadas
por los sujetos en el litigio.
(Omissis).
(Ver Sentencia Nro. 05406 del 4 de agosto de 2005, ratificada en sus
decisiones Nros. 01073 y 00155 de fechas 20 de junio de 2007 y 4 de
febrero de 2009, casos: PDVSA Cerro Negro, S.A. y Telcel Celular,
C.A., respectivamente) (…).
Establecido lo anterior, estima pertinente la Sala previo a cualquier otro
pronunciamiento, realizar la siguiente precisión: la parte recurrente, acusa, tal y como se
indicó supra que la sentencia recurrida no decidió conforme a la pretensión deducida, en
el sentido que no fueron tomados por ésta, los argumentos que –en su criteriosustentaban la nulidad de la certificación cuya impugnación pretende.
Ahora bien, luego de haberse revisado los argumentos aducidos en el escrito
libelar, se observa que los vicios que se le imputan al acto administrativo objetado, son
prescindencia absoluta del procedimiento legalmente establecido y falso supuesto de
derecho, no obstante ello, del escrito de fundamentación del medio de impugnación
ejercido (apelación), se evidencia que en todo momento, los argumentos allí esgrimidos,
van destinados a atacar la decisión del Juez de Alzada, tan sólo en lo que respecta a la
omisión de pronunciamiento de éste con respecto a los alegatos relativos al vicio de
falso supuesto de derecho, por lo cual entiende esta Sala que el apelante circunscribió su
recurso a ese punto específico, y sólo sobre tal particular, emitirá pronunciamiento, esto,
a los fines de respetar el principio tantum devollutum quantum apellatum. Así se
establece.
Determinado lo precedente, pasará esta Sala a verificar si existe en la
sentencia impugnada el vicio de incongruencia negativa delatado para lo que se hace
necesario transcribir fragmentos de dicho fallo, en los siguientes términos:
(…) 2.- Falso Supuesto de Derecho:
(Omissis).
En el presente caso, aduce la recurrente en nulidad que en el acto
impugnado se obvió completamente o al menos se distorsionó, el contenido
del artículo 70 de la LOPCYMAT, en este sentido, observa este tribunal
después de una revisión de las actas que conforman el expediente, que de las
copias certificadas del expediente administrativo (f. 179 al 230), se aprecia,
que la ciudadana Sheila Delgado, dejó constancia en el Informe de
Investigación de Origen de Enfermedad, de haberse trasladado a la sede de
la empresa Siderúrgica del Turbio S.A. (SIDETUR), en donde entre otras
actividades, verificó en presencia de los ciudadanos Carlos Urbina, Baudilio
Villanueva e Iván Navas titulares de las cédulas de identidad N° 6.835.139,
10.692.834 y 4.820.609, respectivamente, en su condición de Coordinador
de Seguridad Industrial, el primero y Delegados de Prevención en
representación de los trabajadores los dos últimos, quienes tuvieron
conocimiento del motivo de la actuación, las labores que realizaba el
trabajador afectado, en el cumplimiento de sus funciones, dejándose
constancia de las actividades desarrolladas por el trabajador; Siendo todo lo
anteriormente expuesto, ratificado por el representante de la empresa
Siderúrgica del Turbio S.A. (SIDETUR), por el representante de los
trabajadores, quienes firmaron en señal de conformidad el informe
levantado por la funcionaria asignada para tal fin. Asimismo la norma
aducida como obviada o distorsionada, es decir el artículo 70 de la
LOPCYMAT, expone textualmente lo siguiente:
“Artículo 70. Definición de enfermedad ocupacional. Se entiende por
enfermedad ocupacional, los estados patológicos contraídos o agravados con
ocasión del trabajo o exposición al medio en el que el trabajador o la
trabajadora se encuentra obligado a trabajar, tales como los imputables a la
acción de agentes físicos y mecánicos, condiciones disergonómicas,
meteorológicas, agentes químicos, biológicos, factores psicosociales y
emocionales, que se manifiesten por una lesión orgánica, trastornos
enzimáticos o bioquímicos, trastornos funcionales o desequilibrio mental,
temporales o permanentes.
Se presumirá el carácter ocupacional de aquellos estados patológicos
incluidos en la lista de enfermedades ocupacionales establecidas en las
normas técnicas de la presente Ley, y las que en lo sucesivo se añadieren en
revisiones periódicas realizadas por el Ministerio con competencia en
materia de seguridad y salud en el trabajo conjuntamente con el Ministerio
con competencia en materia de salud.”
Ahora bien, de la norma transcrita ut supra, se desprende la presunción legal
que se le otorga a las enfermedades ocupacionales incluidas en las normas
técnicas de la mencionada ley, y siendo que la certificación impugnada
estableció que el trabajador ciudadano José Rafael Infante Celis, cursa
protrusión discal C3-C4, C4-C5, C5-C6 y C6-C7, protrusión anular de los
discos intervertebrales L3-L4, L4-L5 y L5-S1, síndrome de compensación
radicular E010; E010-20, considerada como una enfermedad agravada por
las condiciones de trabajo, que le condiciona una discapacidad total y
permanente, quedando limitado para realizar una serie de funciones
frecuentemente, enfermedades éstas que se encuentran dentro del Listado
De Enfermedades Ocupacionales Codificación 2007 (Clasificación
estadística internacional de enfermedad y problemas relacionados con la
salud, décima revisión CIE-10 DE OPS) -anexo N° 1 de la Norma Técnica
para la Declaración de Enfermedad Ocupacional (NT-02-2008)- el
padecimiento de dichas enfermedades por parte de un trabajador o
trabajadora, es presumido como de origen ocupacional o agravado por las
condiciones de trabajo, conforme a lo establecido en el artículo 70 de la
LOPCYMAT antes señalado. En consecuencia, es forzoso para quien juzga,
declarar improcedente el falso supuesto alegado por la parte recurrente. Así
se establece.Debe igualmente, señalarse que la parte recurrente no trajo pruebas a los
autos que demostraran la existencia de elementos diferentes sobre la
enfermedad padecida por la trabajadora y dentro de la investigación, no
promovió prueba alguna que pudiera establecer violación de ningún tipo o
que el falso supuesto del origen de la enfermedad ocurrió en otra empresa o
sitio diferente de la sede del recurrente, como por ejemplo la evaluación
pre-empleo, pues lo que se ventila es la legalidad del acto mismo y del
cumplimiento del procedimiento utilizado para tal fin, el cual fue explicado
precedentemente, razón por la que se considera que el acto administrativo
dictado por el Instituto Nacional de Prevención Salud y Seguridad
Laborales cumplió con los parámetros exigidos en las normas que lo
regulan siendo lícito a todos los efectos. Así se establece.Del análisis del veredicto parcialmente transcrito, se evidencia que el
Jurisdicente de Primera Instancia, consideró que la parte recurrente adujo, para
fundamentar el vicio delatado (falso supuesto de derecho), la omisión o aplicación
distorsionada del artículo 70 de la Ley Orgánica de Prevención Condiciones y Medio
Ambiente de Trabajo, luego, hace una revisión detallada de las actas que conforman el
expediente, concluyendo que la ciudadana Sheila Delgado, en su carácter de funcionaria
adscrita al INPSASEL, en el informe de investigación de la enfermedad, dejó constancia
de haberse trasladado a la sede de la empresa, donde, entre otras actividades, procedió a
comunicar el motivo de la actuación y luego a verificar, en presencia del Coordinador
de Seguridad Industrial de la mencionada entidad de trabajo y de dos Delegados de
Prevención, en representación de los trabajadores, las actividades realizadas por el ex
trabajador, dejándose constancia de ello en el informe respectivo, el cual fue
debidamente firmado tanto por el representante de la empresa como por los
representantes de los trabajadores, quienes suscribieron conjuntamente con la
mencionada funcionaria dicho documento, en señal de conformidad. Es decir, el juez de
la recurrida, luego de verificar que se llevó a cabo la actividad investigativa por parte de
la representante del INPSASEL, y después de analizar el informe producido como
consecuencia de ella, que a su vez sirvió de fundamento para que se emitiera la
certificación recurrida en nulidad, estimó que era aplicable al caso concreto, el
contenido del artículo 70 de la ley antes mencionada, y como corolario, determinó que
las enfermedades reflejadas en la certificación objetada, deben conforme a dicha
disposición normativa, en concordancia con el anexo N° 1 de la Norma Técnica para la
Declaración de Enfermedad Ocupacional (NT-02-2008), presumirse de carácter
ocupacional, concluyendo adicionalmente, que la empresa recurrente, ni durante el
procedimiento de investigación de la enfermedad ni durante el decurso del juicio de
nulidad, ofreció material probatorio que le ayudase a desvirtuar el origen ocupacional de
dichas patologías, por lo que, a criterio de esta Sala el Juez a quo actuó apegado a
derecho al proferir la decisión que por medio de apelación hoy se pretende enervar. Así
se establece.
Para finalizar quiere dejar establecido esta Sala que, en su mayoría los
argumentos esbozados por la parte recurrente a objeto de ofrecer cimiento a la solicitud
de nulidad del acto recurrido, inherentes al vicio de falso supuesto de derecho, lejos de
corresponderse con el vicio distinto al denunciado, se consustancian más bien con el
vicio de falso supuesto de hecho, por cuanto en toda ocasión pretenden atacar los
hechos establecidos por la administración, por lo tanto, al no haber sido denunciado tal
vicio, no podía el sentenciador superior emitir pronunciamiento con respecto a ello. Así
se establece.
Por lo tanto, la sentencia recurrida, no presenta el vicio de incongruencia
negativa señalado.
DECISIÓN
En virtud de las consideraciones anteriormente expuestas, este Tribunal
Supremo de Justicia, en Sala de Casación Social, administrando justicia, en nombre de
la República Bolivariana de Venezuela por autoridad de la Ley, declara:
PRIMERO: SIN LUGAR el recurso de apelación propuesto por la representación
judicial de la sociedad mercantil SIDERÚRGICA DEL TURBIO, S.A. (SIDETUR)
S.A., contra la decisión proferida por el Juzgado Superior Sexto del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, en fecha 16 de diciembre
del año 2013. SEGUNDO: SE CONFIRMA el fallo recurrido.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente a la Unidad de Recepción y
Distribución de Documentos del Circuito Judicial del Trabajo de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación
Social del Tribunal Supremo de Justicia en Caracas a los siete (7) días del mes de julio
de dos mil catorce. Años 204° de la Independencia y 155° de la Federación.
El Presidente de la Sala,
________________________________
LUIS E. FRANCESCHI GUTIÉRREZ
La Vicepresidente,
Magistrado,
__________________________________
CARMEN ELVIGIA PORRAS DE ROA
___________________________
OCTAVIO SISCO RICCIARDI
Magistrada,
Magistrada Ponente,
___________________________________
SONIA COROMOTO ARIAS PALACIOS
__________________________________
CARMEN ESTHER GÓMEZ CABRERA
El Secretario,
_____________________________
MARCOS ENRIQUE PAREDES
Apelación Nº AA60-S-2014-000146
Nota: Publicado en su fecha
El Secretario,
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