http://www.tsj.gob.ve/decisiones/scs/julio/166593-0852-7714-2014-14-146.HTML Ponencia de la Magistrada CARMEN ESTHER GÓMEZ CABRERA. En el recurso de nulidad conjuntamente con solicitud de medida cautelar suspensión de efectos propuesto por la sociedad mercantil SIDERÚRGICA DEL TURBIO, S.A. (SIDETUR), representada judicialmente por los abogados María Alejandra Blanco, Hender Montiel Martínez, Carlos Borges Espinal, José Ramón Padilla, María Fernanda Valarino, Alexandra Silveira Jaramillo, Milagros Carolina Andrade Pinto, Erika Radivojevich Estrada, Simón Alberto Bravo Vásquez, Solsiré Dayana Mendoza, Mauren Cerpa, Andreina Risson, Gustavo Patiño, Elisbet García, Margarita Assenza, María Inés León, María Gabriela Fernández, Diana Berrio, Crismaira Salamanca, Juan Carlos Varela, Liliana Salazar Medina, Emma Neher, Ricardo Alonso, Ángel Mendoza Quintana, José Ernesto Hernández Biszot, Hadilli Gozzaoni Rodríguez, Evelyn Pérez Rojas, Daniela Arévalo Barrios, Doralice Bolívar Sánchez, Vanessa Mancini Gutiérrez, Ilyana León Toro, Gerardo Gascón Domínguez, Amaranta Laya Márquez, Fabiola Pantoja Rodríguez, Heymer Rodríguez Duque, Manuel Alfredo Rincón Suárez, César Roberto Santana Sosa, María Carolina Seijas Sequera, Alfredo José Planchart Pérez, Andrea Domínguez Muras y Scarlet Fernándes Correia, contra el acto administrativo de efectos particulares emanado de la DIRECCIÓN ESTADAL DE SALUD DE LOS TRABAJADORES MIRANDA (DIRESAT) DEL INSTITUTO NACIONAL DE PREVENCIÓN, SALUD Y SEGURIDAD LABORALES (INPSASEL), sin representación judicial acreditada en autos, contenido en la Certificación N° 0411-09 de fecha 03 de diciembre de 2009, notificada a la prenombrada empresa el 17 de febrero de 2010, por medio del cual se dejó constancia que el ciudadano JOSÉ RAFAEL INFANTE CELIS padece “protusión discal C3- C4, C4- C5, C5- C6 Y C6-C7; protusión anular de los discos invertebrales L3- L4, L4- L5 y L5- S1, síndrome de compresión radicular ( E010-06; E010-02), considerada como una Enfermedad Agravada por las condiciones de trabajo que le condiciona una Discapacidad Total y Permanente. Quedando limitado para la ejecución de actividades que requieran de manipulación, levantamiento y traslado de cargas, posturas estáticas e inadecuadas mantenidas, dorso flexo extensión y lateralización de tronco con o sin cargas, deambulación, subir y bajar escaleras frecuentemente. (…)” y actuando como tercero interesado el ciudadano antes mencionado; el Juzgado Superior Sexto del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, en fecha 16 de diciembre del año 2013, dictó decisión conforme a la cual declaró sin lugar el recurso contencioso administrativo de nulidad incoado por la sociedad mercantilSIDERÚRGICA DEL TURBIO, S.A. (SIDETUR). Contra la referida sentencia, la parte actora ejerció recurso de apelación, por lo cual fue remitido el presente expediente a esta Sala de Casación Social. Siendo recibido e mismo e fecha 20 de enero del año 2014. La parte actora consignó ante la Secretaría de esta Sala, en fechas 04 y 11 de febrero del año 2014, respectivamente, escritos de mismo tenor, contentivos de los fundamentos del referido medio procesal de impugnación. En fecha 06 de febrero del mismo año, se dio cuenta en Sala, asignándose el conocimiento a la Magistrada Dra. Carmen Esther Gómez Cabrera. En esa misma oportunidad, y conforme al artículo 92 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, se fijó un lapso de diez (10) días de despacho, para que la parte recurrente consigne la respectiva fundamentación del recurso de apelación propuesto. Mediante auto de fecha 12 de marzo del año 2014, el Juzgado de Sustanciación de esta Sala declaró concluida la sustanciación del presente asunto, por cuanto había transcurrido el lapso previsto en el artículo 92 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa. Siendo la oportunidad para decidir, esta Sala de Casación Social, lo hace previas las siguientes consideraciones: ANTECEDENTES En fecha 03 de agosto del año 2010, la abogado Erika Radivojevich, en representación de la sociedad de comercio SIDERÚRGICA DEL TURBIO, S.A. (SIDETUR), presentó por el Juzgado Superior Noveno de lo Contencioso Administrativo de la Región Capital, actuando como Tribunal Distribuidor, escrito contentivo de recurso de nulidad conjuntamente con solicitud de medida cautelar de suspensión de efectos, contra el acto administrativo de efectos particulares emanado de la DIRECCIÓN ESTADAL DE SALUD DE LOS TRABAJADORES MIRANDA (DIRESAT) DEL INSTITUTO NACIONAL DE PREVENCIÓN, SALUD Y SEGURIDAD LABORALES (INPSASEL), contenido en Certificación N° 0411-09 de fecha 03 de diciembre de 2009, correspondiéndole por distribución el conocimiento de dicho recurso al Juzgado Superior Segundo de lo Contencioso Administrativo de la Región Capital. En fecha 28 de septiembre del mismo año, el mencionado Tribunal admitió el recurso de nulidad interpuesto, ordenando la notificación, mediante oficios del Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y Seguridad Social y del Fiscal General de la República, así como la notificación del ciudadano José Rafael Infante Celis, en su carácter de tercero interesado, mediante boleta. En fecha 12 de diciembre del año 2011, el Juzgado a quo, dicta auto por medio del cual ordena la notificación del ciudadano Procurador General de la República, toda vez que se percató que en el auto de admisión se había obviado su notificación, siendo librados en esa misma el oficio dirigido a dicho funcionario. Verificadas las notificaciones ordenadas tanto en el auto de admisión como en el auto de fecha 12 de diciembre de 2011, el Juzgado de la causa, procedió mediante auto dictado en fecha 22 de febrero de 2012, a fijar el vigésimo día de despacho siguiente para la celebración de la audiencia de juicio. El día 26 de marzo de 2012, la representación judicial de la parte accionante, solicita la reposición de la causa, al advertir que no fue notificado el ente emisor del acto recurrido. En fecha 27 del mismo mes y año, el Tribunal Superior Segundo de lo Contencioso Administrativo de la Región Capital, emite auto por medio del cual, en aras de garantizar el derecho a la defensa de las partes y al debido proceso, anula el auto por medio del cual se fijó oportunidad para la celebración de la audiencia de juicio y se ordenó la notificación del Presidente del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales, Dirección Estadal de Salud de los Trabajadores Miranda, así como del Consultor Jurídico del Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y la Seguridad Social, del Fiscal General de la República de la Procuradora General de la República, de la parte recurrente en nulidad y del tercero interesado, siendo librados los actos de comunicación respectivos en fechas 03 y 18 de abril de 2012, en su orden. Posteriormente, en fecha 07 de junio del mismo año, el Juzgado a quo dicta auto por medio del cual se declara incompetente para conocer del Recurso Contencioso Administrativo propuesto y declina la competencia para el conocimiento del presente asunto en los Juzgados Superiores del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas. En fecha 10 de agosto de 2012, fue recibido el expediente por la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos del Circuito Judicial Laboral de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, y en fecha 13 del mismo mes y año fue distribuido al Juzgado Superior Sexto del Trabajo de la referida Circunscripción, quien lo dio por recibido mediante auto dictado el día 14 de agosto de 2012. En fecha 19 de septiembre del mismo año, el Juzgado a quo dicta auto asumiendo la competencia para el conocimiento del recurso de nulidad, e indicando que la admisión efectuada por el Juzgado Superior Segundo en lo Contencioso Administrativo mantiene sus efectos, ordenándose nuevamente la notificación de la Procuradora General de la República, del Presidente del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales, de la Dirección Estadal de Salud de los Trabajadores Miranda, de la Fiscalía del Ministerio Público y del tercero interesado, ciudadano José Rafael Infante Celis, siendo librados en esa misma oportunidad los actos de comunicación correspondientes. Notificadas nuevamente todas las partes, el Juzgado Superior Sexto del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, procedió mediante auto de fecha 26 de septiembre de 2013, a fijar el día 17 de octubre de ese año como oportunidad para que se llevase a cabo la audiencia de juicio en el presente asunto. En el escrito contentivo del recurso contencioso administrativo de nulidad, la parte demandante denunció que el acto recurrido se encuentra inficionado de los siguientes vicios: 1) Falso Supuesto de Derecho: ya que la Dirección Estadal de Salud de los Trabajadores Miranda al establecer que (…) la patología descrita constituye una enfermedad profesional agravada con ocasión al trabajo en el que el trabajador se encontraba obligado a trabajar e imputable básicamente a condiciones ergonómicas tal y como lo establece el artículo 70 de la LOPCYMAT (…), obvia establecer cuáles son las normas técnicas aplicadas para llegar a la conclusión establecida en el acto recurrido. Aunado al hecho que en la certificación impugnada, se obvió o al menos se distorsionó, el contenido del artículo 70 de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo, pues, aún y cuando dicha Dirección se encontraba obligada a verificar tanto los hechos y las normas técnicas aplicables, al presente caso, así como las condiciones a las cuales está y estuvo sometido el trabajador, incluyendo sus antecedentes laborales, sólo se limitó a describir las supuestas actividades desempeñadas por él, sin explicar si las mismas, se encuentran dentro de los rangos aceptables de esfuerzos para un trabajador, estableciendo tan sólo que los movimientos, esfuerzos físicos y levantamientos de cargas descritos, constituyen un riesgo disergonómico como elemento determinante para el origen o agravamiento de trastornos músculo esqueléticos; con lo cual no puede ser utilizado para establecer con certeza la causa de la enfermedad padecida por el ciudadano José Rafael Infante Celis, ni mucho menos para determinar su agravamiento. Adicionalmente indica que en el cuerpo de la certificación impugnada no se especifica la relación que existe entre la actividad desarrollada por el trabajador y la enfermedad que él padece, en atención a que no existe nexo causal entre ambas. 2) Omisión total y absoluta del Procedimiento Legalmente Establecido: por cuanto el acto recurrido se dictó mediante un procedimiento que fue llevado de forma tal que la sociedad mercantil recurrente no pudo ejercer el derecho a la defensa, no fue oída y no pudo exponer las razones por las cuales considera que la enfermedad que invoca el trabajador, no tiene su origen en la labor desempeñada para SIDETUR, ni que ésta se haya efectuado bajo condiciones disergonómicas, así como que tampoco tuvo la oportunidad de presentar las pruebas pertinentes, toda vez que sólo fueron tomadas en consideración para emitir la certificación impugnada, las labores descritas por el ciudadano José Rafael Infante Celis, presentadas en el informe de investigación de origen de la enfermedad. DE LA MEDIDA CAUTELAR DE SUSPENSIÓN DE EFECTOS DEL ACTO SOLICITADA La parte accionante en nulidad en el escrito mencionado supra, a los fines de sustentar la solicitud de la medida preventiva de suspensión, esgrimió los siguientes argumentos: (Omissis). Asimismo, el fumus bonis iuris, de mí (sic) representada queda debidamente demostrado en las copias de la Certificación impugnada que cursan en el presente expediente marcadas “B”, y en donde queda plenamente demostrado que mí (sic) representada es el sujeto que se encuentra obligado al cumplimento de la misma, por se ésta el patrono obligado a cumplir las obligaciones y responsabilidades que le impone la LOPCYMAT (…). (Omissis). El segundo requisito (…) se refiere el periculum in mora (…) es decir, que la decisión definitiva no pueda reparar el daño que se causare o que difícilmente pueda repararlo. (…) En efecto, la Certificación contiene unas obligaciones dirigidas a SIDETUR inclusive sancionatorias y económicas para con INPSASEL y par con el Sr. JOSÉ RAFAEL INFANTE CELIS. Está demás decir que el perjuicio que se podría alcanzar sería no sólo irreparable sino que incuantificable, toda vez que de n suspenderse los efectos de la Certificación impugnada, SIDETUR está obligada a resarcirlo económicamente. Ciertamente, la lesión patrimonial que podría generar a SIDETUR un daño que no puede ser reparado por la definitiva, puesto que de ser favorable a mí (sic) representada la decisión, se limitaría a declarar la nulidad de la Certificación y no a reintegrar los daños patrimoniales sufridos. (…) El tercer requisito (…) es la ponderación de intereses (…). (Omissis). En el presente caso, mí (sic) representada tiene el fundad temor de que a no concesión de la medida cautelar innominada la cause un serio gravamen ya que, hasta tanto no quede demostrada la nulidad de la Certificación impugnada, ésta tendría pleno efecto entre las partes y, por tanto, SIDETUR estaría en la obligación de acatar la orden ahí establecida. En el supuesto de no acatar la mencionada Certificación, mí (sic) representada se vería expuesta a ser objeto de un procedimiento sancionatorio, el cual e costaría un alto precio a los efectos de la Solvencia Laboral requerida por la empresa para la adquisición de divisas y contrataciones con el Estado (…) Es importante destacar que la actividad económica a la que se dedica SIDETUR tiene que ver con la producción de cabillas y demás piezas de acero, materia prima para la construcción, entre otras de viviendas (…). Para lo cual requiere divisas, no sólo se estaría afectando los intereses económicos de la misma sino que se verían igualmente afectados los intereses sociales y colectivos por falta de producción de las cabilas y demás piezas de acero necesarias en el área de la construcción de viviendas (…). En fecha 17 de octubre de 2013, se celebró audiencia de juicio a la cual comparecieron la parte recurrente en nulidad, el tercero interesado y la representación del Ministerio Público, quienes adujeron en su favor todo cuanto consideraron pertinente. En esa misma oportunidad, la parte actora presenta escrito de ampliación de los fundamentos esgrimidos en la audiencia antes aludida, por medio del cual ratifica los fundamentos de derecho y vicios denunciados con ocasión a la interposición del presente recurso de nulidad. DECISIÓN APELADA El Juzgado Superior Tercero del Trabajo de la Circunscripción Judicial del estado Carabobo, mediante decisión de fecha 16 de diciembre del año 2013, declaró sin lugar el recurso contencioso administrativo de nulidad incoado por la sociedad mercantil SIDERÚRGICA DEL TURBIO, S.A. (SIDETUR), por las siguientes razones: MOTIVACIÓN PARA DECIDIR (Omissis). 1.- Omisión Total y Absoluta de Procedimiento Legalmente Establecido: En cuanto a éste punto, se evidencia de las actas que componen el expediente administrativo signado bajo el N° MIR-29-IE09-0710 que cursa a los folios Nros. 179 al 230 del presente expediente, cumplió con la Norma Técnica para la Declaración de Enfermedad Ocupacional (NT-02-2008), conforme a lo establecido por la Sala de Casación Social en sentencia N° 775 de fecha 16/09/2013. (Omissis). Ahora bien, partiendo del criterio jurisprudencial parcialmente transcrito y aplicando el mismo al caso de marras, observa éste juzgado, que efectivamente en fecha 19/06/2009 se libró la orden de trabajo para llevar a cabo la evaluación de puesto de trabajo en la empresa recurrente, realizándose la inspección en fecha 26/06/2009 cumpliéndose con los requisitos establecidos en la Norma Técnica para la Declaración de Enfermedad Ocupacional, con la participación del representante de la empresa recurrente durante la inspección o evaluación del puesto de trabajo ocupado por el ciudadano José Rafael Infante Celis, se evidencia también de las actas del expediente administrativo, que la hoy recurrente, facilitó al funcionario del INPSASEL la información relacionada con el trabajador, asimismo, se evidencia del folio N° 195 del expediente, emanada de la empresa accionante y dirigida al INPSASEL en fecha 01/07/2009, comunicación emanada de la empresa accionante y dirigida al INPSASEL en fecha 01/07/2009, mediante la cual consignan copia de las estadísticas de morbilidad y accidentabilidad, así como, el resumen de horas extras laboradas por el ciudadano José Rafael Infante Celis, material que le fue solicitado durante la investigación de origen de enfermedad, en consecuencia, queda clara para esta Alzada, la participación activa por parte de la empresa recurrente en el procedimiento, en el cual se basó el funcionario de la Dirección Estadal de Salud de los Trabajadores del Estado Miranda DIRESAT-Miranda del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales INPSASEL, para emitir la Certificación N° 0018-12 de fecha 14/03/2012, en consecuencia, es forzoso para quien aquí decide, declara improcedente el alegato de Prescindencia Total y Absoluta de Procedimiento Legalmente Establecido, esgrimido por el recurrente. Así se establece.- 2.- Falso Supuesto de Derecho: (Omissis). En el presente caso, aduce la recurrente en nulidad que en el acto impugnado se obvió completamente o al menos se distorsionó, el contenido del artículo 70 de la LOPCYMAT, en este sentido, observa este tribunal después de una revisión de las actas que conforman el expediente, que de las copias certificadas del expediente administrativo (f. 179 al 230), se aprecia, que la ciudadana Sheila Delgado, dejó constancia en el Informe de Investigación de Origen de Enfermedad, de haberse trasladado a la sede de la empresa Siderúrgica del Turbio S.A. (SIDETUR), en donde entre otras actividades, verificó en presencia de los ciudadanos Carlos Urbina, Baudilio Villanueva e Iván Navas titulares de las cédulas de identidad N° 6.835.139, 10.692.834 y 4.820.609, respectivamente, en su condición de Coordinador de Seguridad Industrial, el primero y Delegados de Prevención en representación de los trabajadores los dos últimos, quienes tuvieron conocimiento del motivo de la actuación, las labores que realizaba el trabajador afectado, en el cumplimiento de sus funciones, dejándose constancia de las actividades desarrolladas por el trabajador; Siendo todo lo anteriormente expuesto, ratificado por el representante de la empresa Siderúrgica del Turbio S.A. (SIDETUR), por el representante de los trabajadores, quienes firmaron en señal de conformidad el informe levantado por la funcionaria asignada para tal fin. Asimismo la norma aducida como obviada o distorsionada, es decir el artículo 70 de la LOPCYMAT, expone textualmente lo siguiente: “Artículo 70. Definición de enfermedad ocupacional. Se entiende por enfermedad ocupacional, los estados patológicos contraídos o agravados con ocasión del trabajo o exposición al medio en el que el trabajador o la trabajadora se encuentra obligado a trabajar, tales como los imputables a la acción de agentes físicos y mecánicos, condiciones disergonómicas, meteorológicas, agentes químicos, biológicos, factores psicosociales y emocionales, que se manifiesten por una lesión orgánica, trastornos enzimáticos o bioquímicos, trastornos funcionales o desequilibrio mental, temporales o permanentes. Se presumirá el carácter ocupacional de aquellos estados patológicos incluidos en la lista de enfermedades ocupacionales establecidas en las normas técnicas de la presente Ley, y las que en lo sucesivo se añadieren en revisiones periódicas realizadas por el Ministerio con competencia en materia de seguridad y salud en el trabajo conjuntamente con el Ministerio con competencia en materia de salud.” Ahora bien, de la norma transcrita ut supra, se desprende la presunción legal que se le otorga a las enfermedades ocupacionales incluidas en las normas técnicas de la mencionada ley, y siendo que la certificación impugnada estableció que el trabajador ciudadano José Rafael Infante Celis, cursa protrusión discal C3-C4, C4-C5, C5-C6 y C6-C7, protrusión anular de los discos intervertebrales L3-L4, L4-L5 y L5-S1, síndrome de compensación radicular E010; E010-20, considerada como una enfermedad agravada por las condiciones de trabajo, que le condiciona una discapacidad total y permanente, quedando limitado para realizar una serie de funciones frecuentemente, enfermedades éstas que se encuentran dentro del Listado De Enfermedades Ocupacionales Codificación 2007 (Clasificación estadística internacional de enfermedad y problemas relacionados con la salud, décima revisión CIE-10 DE OPS) -anexo N° 1 de la Norma Técnica para la Declaración de Enfermedad Ocupacional (NT-02-2008)- el padecimiento de dichas enfermedades por parte de un trabajador o trabajadora, es presumido como de origen ocupacional o agravado por las condiciones de trabajo, conforme a lo establecido en el artículo 70 de la LOPCYMAT antes señalado. En consecuencia, es forzoso para quien juzga, declarar improcedente el falso supuesto alegado por la parte recurrente. Así se establece.Debe igualmente, señalarse que la parte recurrente no trajo pruebas a los autos que demostraran la existencia de elementos diferentes sobre la enfermedad padecida por la trabajadora y dentro de la investigación, no promovió prueba alguna que pudiera establecer violación de ningún tipo o que el falso supuesto del origen de la enfermedad ocurrió en otra empresa o sitio diferente de la sede del recurrente, como por ejemplo la evaluación preempleo, pues lo que se ventila es la legalidad del acto mismo y del cumplimiento del procedimiento utilizado para tal fin, el cual fue explicado precedentemente, razón por la que se considera que el acto administrativo dictado por el Instituto Nacional de Prevención Salud y Seguridad Laborales cumplió con los parámetros exigidos en las normas que lo regulan siendo lícito a todos los efectos. Así se establece.DISPOSITIVO En virtud de los razonamientos anteriormente expuesto, este Juzgado Sexto Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara: SIN LUGAR el Recurso Contencioso Administrativo de Nulidad intentado por la abogada Erica Radivojevich, en su carácter de apoderada Judicial de la sociedad mercantil Siderúrgica del Turbio S.A. SUDETUR, contra la Certificación de fecha tres (03) de diciembre de dos mil nueve (2009), contenida en el oficio N° 041109, emanado de la Dirección Estadal de Salud de los Trabajadores de Miranda (DIRESAT), del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL). En consecuencia, queda FIRME la Resolución impugnada. No hay condenatoria en costas. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN La parte recurrente en su escrito de fundamentación de la apelación propuesta, señala lo siguiente: 1) Que en la sentencia recurrida no fueron tomados en consideración los argumentos esgrimidos por la sociedad mercantil accionante sobre los cuales –en su criterio- debía declararse la nulidad de la certificación objeto de impugnación, no pronunciándose sobre la pretensión deducida, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 243, numeral 5 del Código de Procedimiento Civil, lo cual genera la nulidad del fallo objetado a tenor de lo preceptuado por el artículo 244 ejusdem. 2) Que si bien es cierto tal y como lo indicó la sentencia recurrida, las enfermedades que se indican en la Certificación objetada en nulidad, se presumirán como ocupacionales, no es menos cierto que la parte actora nunca atacó si el tipo de enfermedad puede presumirse como de origen ocupacional, sino que lo realmente atacado fue el hecho de cómo llegó la administración a la conclusión que se trata de una enfermedad agravada por el trabajo. Por cuanto –según sus afirmaciones- el INPSASEL, Dirección Estadal de Salud de los Trabajadores Miranda, pese a encontrarse obligado de conformidad con la LOPCYMAT a verificar los hechos, las normas técnicas aplicables, las condiciones a las cuales está y estuvo sometido el trabajador y los antecedentes laborales de éste, no lo hizo, sino que sólo se limitó a describir las supuestas actividades realizadas por el ciudadano José Rafael Infante Celis para la empresa SIDETUR, sin explicar si las mismas se encuentran dentro de los rangos aceptables de esfuerzos para un trabajador, es decir, no se explica si alguna de esas actividades fue generadora, causante o agravante de la presunta enfermedad, ya que no basta con que una norma técnica establezca una presunción, sino que debe además haber una relación de causalidad, entre las actividades realizadas por el trabajador y el supuesto agravamiento de la enfermedad. Así como que tampoco explica si las descripciones efectuadas constituyen un riesgo disergonómico como elemento determinante para el origen o agravamiento de la enfermedad, lo que no puede ser utilizado a los fines de determinar con certeza la causa de la patología padecida por el ciudadano José Rafael Infante Celis. Finalmente indica que todos esos argumentos, expresados tanto en el escrito libelar como en la audiencia de juicio y en los informes, no fueron mencionados por la sentencia apelada, y que ésta tampoco emitió pronunciamiento con relación al argumento de contradicción del acto administrativo recurrido, al afirmar, por una parte que el trabajador no hacía ningún esfuerzo físico y por la otra que dicho ciudadano realizaba manualmente yen grupo una actividad de recolección que implicaba cargar pesos de 12 kilogramos. MOTIVACIÓN PARA DECIDIR Debe precisar esta Sala que en atención a la forma como la parte recurrente fundamentó su apelación, se emitirá el correspondiente pronunciamiento sobre el alegato relativo a que la sentencia objetada, al resolver la controversia, no tomó en consideración los argumentos que le sirvieron de fundamento para solicitar que la certificación impugnada fuese declarada nula, con lo cual, en criterio de la parte apelante, el juzgadorad quem infringió el contenido del artículo 243, numeral 5 del Código de Procedimiento Civil, al no pronunciarse sobre la pretensión deducida, lo que –según sus afirmaciones- hace nula la decisión recurrida, a tenor de lo preceptuado en el artículo 244 ejusdem. Así se establece. Con respecto a esta denuncia, se observa que la parte recurrente, no indica en forma expresa el vicio que presenta la sentencia cuya impugnación se pretende, no obstante ello, esta Sala, extremando sus funciones y a objeto de garantizar la tutela judicial efectiva entiende que lo que realmente quiso ser delatado por quien ejerce el recurso de apelación es el vicio de incongruencia negativa. Así se establece. Ahora bien el criterio de la Sala con respecto al requisito de congruencia del fallo y con relación al vicio de incongruencia negativa, reflejado en múltiples decisiones, entre ellas, la Nº 896 del 02 de junio de 2006, ha sido el siguiente: Ahora bien, el ordinal 5º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, expresa la obligación de que toda sentencia debe contener una ‘decisión expresa, positiva y precisa con arreglo a la pretensión deducida y a las excepciones o defensas opuestas, sin que en ningún caso pueda absolverse de la instancia’, allí se establece el llamado principio de congruencia, el cual sujeta al sentenciador a no alterar el problema judicial debatido entre las partes, debiendo resolver sobre todo aquello alegado y probado por los sujetos integrantes de la litis. El incumplimiento de lo señalado anteriormente, hará padecer a la sentencia del vicio de incongruencia. En este sentido, se debe destacar que el precitado defecto de actividad puede ser positivo o negativo, configurándose la incongruencia positiva cuando el sentenciador se sitúa fuera de los términos en que quedó establecida la litis, supliendo alegatos o excepciones que no han sido señaladas por las partes; y la incongruencia negativa se patentiza en el caso de que el sentenciador no tome en consideración argumentos fácticos o de derecho que sustenten la demanda del actor o las excepciones o defensas del accionado. (Énfasis de la Sala). En similares términos se pronunció la Sala Político Administrativa de este Máximo Tribunal, mediante sentencia N° 000034, 12 de enero de 2011: (…) Respecto del señalado vicio, esta Sala en su pacífica y reiterada jurisprudencia ha señalado, de conformidad con la previsión contenida en el ordinal 5° del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, según la cual toda sentencia debe contener una “Decisión expresa, positiva y precisa con arreglo a la pretensión deducida y a las excepciones o defensas opuestas”. La omisión de estas precisiones se materializan cuando el juez con su decisión modifica la controversia judicial debatida, bien porque no se limitó a resolver sólo lo pretendido por las partes, o bien porque no resolvió sobre algunas de las pretensiones o defensas expresadas por los sujetos en el litigio. (Omissis). (Ver Sentencia Nro. 05406 del 4 de agosto de 2005, ratificada en sus decisiones Nros. 01073 y 00155 de fechas 20 de junio de 2007 y 4 de febrero de 2009, casos: PDVSA Cerro Negro, S.A. y Telcel Celular, C.A., respectivamente) (…). Establecido lo anterior, estima pertinente la Sala previo a cualquier otro pronunciamiento, realizar la siguiente precisión: la parte recurrente, acusa, tal y como se indicó supra que la sentencia recurrida no decidió conforme a la pretensión deducida, en el sentido que no fueron tomados por ésta, los argumentos que –en su criteriosustentaban la nulidad de la certificación cuya impugnación pretende. Ahora bien, luego de haberse revisado los argumentos aducidos en el escrito libelar, se observa que los vicios que se le imputan al acto administrativo objetado, son prescindencia absoluta del procedimiento legalmente establecido y falso supuesto de derecho, no obstante ello, del escrito de fundamentación del medio de impugnación ejercido (apelación), se evidencia que en todo momento, los argumentos allí esgrimidos, van destinados a atacar la decisión del Juez de Alzada, tan sólo en lo que respecta a la omisión de pronunciamiento de éste con respecto a los alegatos relativos al vicio de falso supuesto de derecho, por lo cual entiende esta Sala que el apelante circunscribió su recurso a ese punto específico, y sólo sobre tal particular, emitirá pronunciamiento, esto, a los fines de respetar el principio tantum devollutum quantum apellatum. Así se establece. Determinado lo precedente, pasará esta Sala a verificar si existe en la sentencia impugnada el vicio de incongruencia negativa delatado para lo que se hace necesario transcribir fragmentos de dicho fallo, en los siguientes términos: (…) 2.- Falso Supuesto de Derecho: (Omissis). En el presente caso, aduce la recurrente en nulidad que en el acto impugnado se obvió completamente o al menos se distorsionó, el contenido del artículo 70 de la LOPCYMAT, en este sentido, observa este tribunal después de una revisión de las actas que conforman el expediente, que de las copias certificadas del expediente administrativo (f. 179 al 230), se aprecia, que la ciudadana Sheila Delgado, dejó constancia en el Informe de Investigación de Origen de Enfermedad, de haberse trasladado a la sede de la empresa Siderúrgica del Turbio S.A. (SIDETUR), en donde entre otras actividades, verificó en presencia de los ciudadanos Carlos Urbina, Baudilio Villanueva e Iván Navas titulares de las cédulas de identidad N° 6.835.139, 10.692.834 y 4.820.609, respectivamente, en su condición de Coordinador de Seguridad Industrial, el primero y Delegados de Prevención en representación de los trabajadores los dos últimos, quienes tuvieron conocimiento del motivo de la actuación, las labores que realizaba el trabajador afectado, en el cumplimiento de sus funciones, dejándose constancia de las actividades desarrolladas por el trabajador; Siendo todo lo anteriormente expuesto, ratificado por el representante de la empresa Siderúrgica del Turbio S.A. (SIDETUR), por el representante de los trabajadores, quienes firmaron en señal de conformidad el informe levantado por la funcionaria asignada para tal fin. Asimismo la norma aducida como obviada o distorsionada, es decir el artículo 70 de la LOPCYMAT, expone textualmente lo siguiente: “Artículo 70. Definición de enfermedad ocupacional. Se entiende por enfermedad ocupacional, los estados patológicos contraídos o agravados con ocasión del trabajo o exposición al medio en el que el trabajador o la trabajadora se encuentra obligado a trabajar, tales como los imputables a la acción de agentes físicos y mecánicos, condiciones disergonómicas, meteorológicas, agentes químicos, biológicos, factores psicosociales y emocionales, que se manifiesten por una lesión orgánica, trastornos enzimáticos o bioquímicos, trastornos funcionales o desequilibrio mental, temporales o permanentes. Se presumirá el carácter ocupacional de aquellos estados patológicos incluidos en la lista de enfermedades ocupacionales establecidas en las normas técnicas de la presente Ley, y las que en lo sucesivo se añadieren en revisiones periódicas realizadas por el Ministerio con competencia en materia de seguridad y salud en el trabajo conjuntamente con el Ministerio con competencia en materia de salud.” Ahora bien, de la norma transcrita ut supra, se desprende la presunción legal que se le otorga a las enfermedades ocupacionales incluidas en las normas técnicas de la mencionada ley, y siendo que la certificación impugnada estableció que el trabajador ciudadano José Rafael Infante Celis, cursa protrusión discal C3-C4, C4-C5, C5-C6 y C6-C7, protrusión anular de los discos intervertebrales L3-L4, L4-L5 y L5-S1, síndrome de compensación radicular E010; E010-20, considerada como una enfermedad agravada por las condiciones de trabajo, que le condiciona una discapacidad total y permanente, quedando limitado para realizar una serie de funciones frecuentemente, enfermedades éstas que se encuentran dentro del Listado De Enfermedades Ocupacionales Codificación 2007 (Clasificación estadística internacional de enfermedad y problemas relacionados con la salud, décima revisión CIE-10 DE OPS) -anexo N° 1 de la Norma Técnica para la Declaración de Enfermedad Ocupacional (NT-02-2008)- el padecimiento de dichas enfermedades por parte de un trabajador o trabajadora, es presumido como de origen ocupacional o agravado por las condiciones de trabajo, conforme a lo establecido en el artículo 70 de la LOPCYMAT antes señalado. En consecuencia, es forzoso para quien juzga, declarar improcedente el falso supuesto alegado por la parte recurrente. Así se establece.Debe igualmente, señalarse que la parte recurrente no trajo pruebas a los autos que demostraran la existencia de elementos diferentes sobre la enfermedad padecida por la trabajadora y dentro de la investigación, no promovió prueba alguna que pudiera establecer violación de ningún tipo o que el falso supuesto del origen de la enfermedad ocurrió en otra empresa o sitio diferente de la sede del recurrente, como por ejemplo la evaluación pre-empleo, pues lo que se ventila es la legalidad del acto mismo y del cumplimiento del procedimiento utilizado para tal fin, el cual fue explicado precedentemente, razón por la que se considera que el acto administrativo dictado por el Instituto Nacional de Prevención Salud y Seguridad Laborales cumplió con los parámetros exigidos en las normas que lo regulan siendo lícito a todos los efectos. Así se establece.Del análisis del veredicto parcialmente transcrito, se evidencia que el Jurisdicente de Primera Instancia, consideró que la parte recurrente adujo, para fundamentar el vicio delatado (falso supuesto de derecho), la omisión o aplicación distorsionada del artículo 70 de la Ley Orgánica de Prevención Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo, luego, hace una revisión detallada de las actas que conforman el expediente, concluyendo que la ciudadana Sheila Delgado, en su carácter de funcionaria adscrita al INPSASEL, en el informe de investigación de la enfermedad, dejó constancia de haberse trasladado a la sede de la empresa, donde, entre otras actividades, procedió a comunicar el motivo de la actuación y luego a verificar, en presencia del Coordinador de Seguridad Industrial de la mencionada entidad de trabajo y de dos Delegados de Prevención, en representación de los trabajadores, las actividades realizadas por el ex trabajador, dejándose constancia de ello en el informe respectivo, el cual fue debidamente firmado tanto por el representante de la empresa como por los representantes de los trabajadores, quienes suscribieron conjuntamente con la mencionada funcionaria dicho documento, en señal de conformidad. Es decir, el juez de la recurrida, luego de verificar que se llevó a cabo la actividad investigativa por parte de la representante del INPSASEL, y después de analizar el informe producido como consecuencia de ella, que a su vez sirvió de fundamento para que se emitiera la certificación recurrida en nulidad, estimó que era aplicable al caso concreto, el contenido del artículo 70 de la ley antes mencionada, y como corolario, determinó que las enfermedades reflejadas en la certificación objetada, deben conforme a dicha disposición normativa, en concordancia con el anexo N° 1 de la Norma Técnica para la Declaración de Enfermedad Ocupacional (NT-02-2008), presumirse de carácter ocupacional, concluyendo adicionalmente, que la empresa recurrente, ni durante el procedimiento de investigación de la enfermedad ni durante el decurso del juicio de nulidad, ofreció material probatorio que le ayudase a desvirtuar el origen ocupacional de dichas patologías, por lo que, a criterio de esta Sala el Juez a quo actuó apegado a derecho al proferir la decisión que por medio de apelación hoy se pretende enervar. Así se establece. Para finalizar quiere dejar establecido esta Sala que, en su mayoría los argumentos esbozados por la parte recurrente a objeto de ofrecer cimiento a la solicitud de nulidad del acto recurrido, inherentes al vicio de falso supuesto de derecho, lejos de corresponderse con el vicio distinto al denunciado, se consustancian más bien con el vicio de falso supuesto de hecho, por cuanto en toda ocasión pretenden atacar los hechos establecidos por la administración, por lo tanto, al no haber sido denunciado tal vicio, no podía el sentenciador superior emitir pronunciamiento con respecto a ello. Así se establece. Por lo tanto, la sentencia recurrida, no presenta el vicio de incongruencia negativa señalado. DECISIÓN En virtud de las consideraciones anteriormente expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de Casación Social, administrando justicia, en nombre de la República Bolivariana de Venezuela por autoridad de la Ley, declara: PRIMERO: SIN LUGAR el recurso de apelación propuesto por la representación judicial de la sociedad mercantil SIDERÚRGICA DEL TURBIO, S.A. (SIDETUR) S.A., contra la decisión proferida por el Juzgado Superior Sexto del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, en fecha 16 de diciembre del año 2013. SEGUNDO: SE CONFIRMA el fallo recurrido. Publíquese, regístrese y remítase el expediente a la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos del Circuito Judicial del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas. Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia en Caracas a los siete (7) días del mes de julio de dos mil catorce. Años 204° de la Independencia y 155° de la Federación. El Presidente de la Sala, ________________________________ LUIS E. FRANCESCHI GUTIÉRREZ La Vicepresidente, Magistrado, __________________________________ CARMEN ELVIGIA PORRAS DE ROA ___________________________ OCTAVIO SISCO RICCIARDI Magistrada, Magistrada Ponente, ___________________________________ SONIA COROMOTO ARIAS PALACIOS __________________________________ CARMEN ESTHER GÓMEZ CABRERA El Secretario, _____________________________ MARCOS ENRIQUE PAREDES Apelación Nº AA60-S-2014-000146 Nota: Publicado en su fecha El Secretario,