Causas de la depresión

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INFORME DE LECTURA 4
Título original: “Le cittá invisibili” (1972)
Autor: Italo Calvino
Editorial: Minotauro (en la edición de 1983)
Idioma original: Italiano
Nº de páginas: 175
Lector: Txus Iglesias – [email protected]
Impresión general de la obra: Bajo mi prisma personal, “Las ciudades invisibles” es una
obra impresionante, tremendamente poética, imaginativa y colorida en sus
descripciones. Originalísima desde detrás de mi subjetiva visión.
SINOPSIS: Marco Polo le cuenta al poderosísimo emperador tártaro Kublai Khan cómo
son, exactamente, las numerosas ciudades que componen el vasto Imperio de éste
último. Polo describe al detalle las urbes que visitó a través de todo tipo de gestos,
cambios lingüísticos, muestra de objetos y demás actos histriónicos. Las ciudades que
expone el viajero italiano son sorprendentemente camaleónicas, oníricas, extrañas, sus
ladrillos son deseos, sus edificios son miedos, sus calles plegables, sus gentes
enrevesadas, su extensión confusa…
Anastasia hace realidad lo que deseas, Bersabea tiene sus proyecciones celeste e
infernal, Tecla siempre en construcción, Trude que no empieza ni termina nunca,
Fedora con mil distintas replicas en miniatura de cómo pudo ser, Leandra habitada por
miles de pequeñas deidades, Raissa la ciudad infeliz que no sabe que es feliz,
Laudomia: la de los no nacidos. Las 55 en total, son engañosas, semióticas,
invisibles…en las que todas podrían formar parte de una sola o ser un pedacito, cada
una, de alguna ciudad real como Venecia.
Cita resumidora: “Quizá el imperio, pensó Kublai, no es sino un zodíaco de fantasmas
en la mente”
Marco Polo y Kublai Khan cada vez se enredan más en discusiones filosóficas sobre
esas “falsas” ciudades y, en la evolución de su distorsionado y metafísico pulso
dialéctico, a mitad de novela, el emperador propone inventar él las ciudades y que sea
Marco Polo quien las ubique y verifique. Así, crean un particular y enorme atlas que
contiene todos estos emplazamientos míticos y de fábula. Pero ¿Y ellos dos? ¿Existen?
Al final, Polo concluye que “el infierno de los vivos” o sea, las ciudades de la vida real
no pueden suprimirse. Así que, o te adaptas a ellas hasta quedarte insensible o puedes
aliviarlas agrandando, con tu imaginería, sus pequeñas cosas buenas.
Temas: El tema principal : los mitos geográficos de la antigüedad y por extensión de
cualquier época. Todo gira en torno al puzzle que la memoria pueda detorsionar,
inventar, cambiar, poner, quitar…todo ello como un juego alegórico para explicar, huir
o enfrentarse a la vida.
Los temas secundarios: la filosofía existencial, es decir, la búsqueda del significado de
las cosas. Otro tema recurrente es el hecho de que muchos monarcas pueden tener
miles de kilómetros de dominos y no conocer, apenas, nada de ellos.
PERSONAJES: Todos ellos, incluidos los dos protagonistas, están estilizados,
versioneados y desprenden un profundo halo de surrealismo.
Al igual que las ciudades, puede que ni Polo ni Khan sean reales dentro la novela.
Marco Polo: Es el explorador veneciano, cronista favorito del emperador. Polo es
imaginativo, teatral, enigmático, erudito. Durante un tiempo envuelve al emperador
con sus historias. Al igual que Khan, no está casi descrito pero ambos no parecen
necesitarlo, ya que su fuerza dialogal y capacidad inventora les definen de por sí.
Kublai Khan: Absolutista monarca tártaro que no conoce bien sus fronteras y quiere
hacerse una idea de sus posesiones a través del, para él, fantasioso pero interesante
Marco Polo; minimizando a otros embajadores. El caprichoso y curioso Khan cambia
las reglas del juego cuando le apetece y él también inventa lugares.
Las ciudades: Con supuestos nombres de mujer, son personajes tan importantes en si
mismas como Khan y Polo, adquieren vida propia a través de sus características
peculiares y se fusionan con los raros humanos, muertos activos, pequeños dioses o
ninfas ocasionales que las habitan.
GENERO: Fantástico (es una versión libre de los viajes que le relataba M. Polo al
emperador asiático K. Khan) aunque es difícil de englobar por sus tintes filosóficos
y moralistas.
TÉCNICA LITERARIA:
La estructura es muy ingeniosa. Cada uno de los 9 capítulos abre con una introducción
hablada de los dos protagonistas, luego se describen las ciudades y como epílogo el
viajero y el monarca sacan una conclusión. Los diálogos de ambos son el cable que
soporta el argumento. Lo curioso es la clasificación de las ciudades, por ejemplo:
La ciudad y los muertos 1,2,3,4,5. La ciudad y los deseos 1,2,3,4,5, las ciudades sutiles
1,2,3,4,5 y así hasta once series. Sin embargo, luego el autor las va metiendo
desordenadas en cada capítulo pero, como cada ciudad es una historia distinta no
altera el argumento. Por ejemplo: “La ciudad y los muertos 5” que corresponde a
Laudomia la mete en el capítulo 9 pero “ la ciudad y los muertos 1” referencia de
Melania( allí siempre se habla de lo mismo) la coloca en el capítulo 5. Y así toda la
obra, conformando unas intrincadas autopistas estructurales.
Acerca de la coherencia, comentar que los anacronismos (aparecen trenes,
Moctezuma o nombres de ciudades actuales) están justificados. Está claro por parte
del autor que lo suyo una obra atemporal (como Cien años de soledad). Nada aquí
tiene porqué ser creíble o cronológico sino metafórico o, simplemente, fantástico.
La tensión es muy particular ya que, la intensidad de cada relato hace que te preguntes
como será el siguiente de extraño. Cada urbe mantiene el interés por si misma y hace
que no te preocupes del final, propiamente dicho, de la obra.
LENGUAJE Y REGISTRO:
En los prólogos y epílogos de cada capítulo el narrador es omnisciente en tercera
persona. Sin embargo, en la parte central de cada sección es un relatista intradiegético
que oscila entre heterodiegético y homodiegético, es decir, describe en primera
persona y a veces está metido él en la acción pero en otras ocasiones cuenta la historia
de las ciudades de modo ajeno. Todos estos cambios son realmente beneficiosos para
la novela y la enriquecen.
Las conversaciones son didácticas, reflexivas y profundas. No hay muchos diálogos
pero van colocados adecuadamente, en el momento exacto.
En cuanto a la ambientación decir que es estupenda. Es un mosaico de parajes de
variado surrealismo, de civilizaciones de lo más imaginativas, grotescas, irisadas, casi
dantescas. Todo está descrito con absorbente maestría.
El registro es bastante formal, por ello cuesta empezar la novela pero merece la pena
continuarla.
Las complejas descripciones destilan cultura, arte, virtuosismo… y se ofrece la
posibilidad de interpretar los textos o sacar una moraleja de ellos.
FACTORES POSITIVOS: Su gran originalidad y atrevimiento estructural. Eso hace que
sea, afortunadamente, una novela de difícil clasificación. Además, las descripciones de
las ciudades son realmente antológicas y absorbentes.
FACTORES NEGATIVOS: Esta vez, casi ninguno. Tal vez, las conversaciones entre Marco
Polo y Kublai Khan sean, a veces, demasiado filosóficas.
VALORACIÓN COMERCIAL: Un 6,5. No es una obra fácil de abordar para el gran
público aunque su corta duración favorece su abordaje.
VALORACIÓN LITERARIA: Un 9. Realmente es una pequeña joya del léxico más
imaginativo.
PÚBLICO: Hombres de entre 25 y 50 años con ganas de leer una obra corta pero
de cierto tono experimental y fantástico
SUGERENCIAS PARA CUBIERTA: Una ciudad real ( por ejemplo Venecia) combinada
con distinto elementos no reales y que aparezca todo algo borroso.
¿Qué es la depresión?
El trastorno depresivo es una enfermedad que afecta al organismo, al estado de ánimo y
a la manera de pensar, de concebir la realidad. Afecta al ciclo normal de sueño-vigilia y
alimentación. Se altera la visión de cómo uno se valora a sí mismo (autoestima), y la
forma en que uno piensa.
Es importante aclarar que un trastorno depresivo no es lo mismo que un estado pasajero
de tristeza, que puede ser considerado como una reacción normal ante un
acontecimiento negativo (pérdida de un ser querido, divorcio, etc). Sin embargo, si
dicho estado se prolonga en el tiempo o sus síntomas se agravan, impidiendo el
desarrollo adecuado de la vida cotidiana, puede llegar a convertirse en un trastorno
depresivo, de ahí la importancia de que la persona reciba un tratamiento adecuado.
Síntomas y diagnóstico
Estos son los síntomas principales del trastorno depresivo:
La persona pierde el interés en casi todas las actividades usuales, y en las que antes le
ocasionaban placer.
Prefiere estar triste, desesperanzada, desanimada. A menudo recurre a expresiones
como: "me siento dentro de un hoyo", "creo que toqué fondo".
Hay trastornos del apetito, generalmente por disminución del mismo, junto con una
pérdida significativa del peso. Otras personas muestran un aumento del apetito o de la
ingestión de alimentos -aunque no haya apetito- y también del peso.
Son comunes los trastornos del sueño: dificultades para quedarse dormido, sueño
interrumpido, demasiado sueño (hipersomnia).
El aspecto psicomotor sufre alteraciones: la persona puede sufrir episodios de agitación,
incapacidad para permanecer tranquila, estallidos de queja o de gritos.
En el otro extremo se da lo que se denomina “lentificación psicomotora”, que se traduce
en un hablar muy pausado y en movimientos corporales lentos.
La persona experimenta una fatiga constante, hasta la tarea más pequeña puede parecer
una tarea difícil o imposible de lograr.
A esto se agrega un sentimiento de minusvalía. El individuo cree que todo lo ha hecho
mal; y recuerda sus errores, magnificándolos. Se reprocha, incluso, detalles mínimos, y
busca en el ambiente cualquier signo que refuerce la idea de que él no vale nada.
Hay sentimientos de culpa, igualmente exagerados, sobre situaciones presentes o
pasadas.
Es frecuente que la persona tenga dificultades para concentrarse, y que le cueste tomar
decisiones o recordar las cosas pasadas.
Se presentan pensamientos constantes acerca de la muerte, que incluso llevan a elaborar
ideas suicidas. Aunque puede sentir miedo de morir; no obstante estar convencido de
que él y los demás estarían mejor si falleciera.
También se presentan síntomas como: llanto frecuente, sentimientos de angustia,
irritabilidad, mal genio, preocupación excesiva por la propia salud física, ataques de
pánico y fobias
Causas de la depresión
La depresión puede ser de tipo reactivo, ante un suceso externo que ocasiona tristeza o
endógena, en cuyo caso la persona se deprime sin existir una causa externa.
Una tercera postura es la que considera que en una depresión pueden estar implicados
ambos factores, tanto endógenos como exógenos, en distintas proporciones en los
distintos pacientes.
Las causas de depresión son el resultado de la acción de varios factores: Factores,
químicos, hormonales, genéticos y psicosociales, es decir, el entorno en el que crecemos
o vivimos.
A. Factores químicos
Las causas básicas de la depresión están asociadas a anormalidades en la liberación de
ciertos neurotransmisores importantes. Los neurotransmisores son los mensajeros
químicos del cerebro y, en caso de depresión, se ven alterados los siguientes:
Serotonina (Íntimamente relacionada con la emoción y el estado de ánimo)
Acetilcolina (Responsable de muchas de la estimulaciones musculares, y participa en la
programación del sueño).
Catecolaminas: Dopamina, (Interviene en el deseo y en la sensación de placer),
Noradrenalina (puesta en “alerta máxima” de nuestro sistema nervioso), y Adrenalina
(La sustancia de la “acción” por antonomasia).
Estos mensajeros químicos se alteran por diversas causas como: anomalías estructurales
cerebrales leves, trastornos del sueño o herencia genética. Por ejemplo, los
investigadores han identificado un defecto en un gen llamado SERT, que regula la
serotonina, la que ha sido asociada a la depresión.
B. Factores Hormonales
En la depresión se encuentran alteraciones en el funcionamiento de las glándulas
hipotálamo e hipófisis (que se encuentran en el cerebro) y las glándulas suprarrenales,
que se encuentran sobre los riñones.
Estas tres glándulas funcionan sincronizadas entre sí, de modo que la hormona
segregada por el hipotálamo estimula a la hipófisis a que produzca otra hormona que a
su vez estimula a las glándulas suprarrenales a producir cortisol.
Normalmente, la cantidad de hormona segregada frena a la glándula que la ha producido
de modo que se produce un mecanismo llamado de retroalimentación. Si esta respuesta
de retroalimentación no funciona con normalidad, se origina la depresión. Por ejemplo,
en la depresión mayor se pueden observar niveles elevados de cortisol.
Las anomalías de la función de la glándula tiroides también se han relacionado con los
trastornos del estado de ánimo, ya que el hipotiroidismo a veces da la cara como un
síndrome depresivo. Como en el caso anterior existiría en ciertos casos de depresión una
mala regulación de la secreción hormonal de estas glándulas.
En las hormonas femeninas, los estrógenos y la progesterona, jueguen un papel en la
depresión. Los niveles anormales de determinadas hormonas del estrés y del
crecimiento también pueden desempeñar un papel fundamental en el
desencadenamiento de la depresión.
C. Factores genéticos
La predisposición genética a la depresión no implica que se padezca, sino que existe una
disposición hacia ella.
Algunos tipos de depresión tienden a afectar miembros de la misma familia, lo cual
sugeriría que se puede heredar una predisposición biológica. Esto parece darse en el
caso del trastorno bipolar.
Sin embargo, no todos los que tienen la predisposición genética para el trastorno bipolar
lo padecen. Al parecer, hay otros factores adicionales que contribuyen a que se
desencadene la enfermedad: posiblemente tensiones en la vida, problemas de familia,
trabajo o estudio.
En algunas familias la depresión severa se presenta generación tras generación. Sin
embargo, la depresión severa también puede afectar a personas que no tienen una
historia familiar de depresión.
Sea hereditario o no, lo cierto es que el trastorno depresivo severo está a menudo
asociado con cambios en las estructuras o funciones cerebrales: Disminución del
metabolismo del área prefrontal izquierda del cerebro, situación que se normaliza tras
los diferentes tratamientos.
D. Factores Psicosociales
La depresión puede ser la consecuencia o respuesta a determinadas situaciones
traumáticas como la pérdida de un ser querido, enfermedad, divorcio o ante situaciones
de fuerte estrés.
Obviamente, en la gestación de la depresión también influyen ciertos patrones de
comportamiento como la inseguridad en el carácter, la baja autoestima y la ansiedad.
Los trastornos de inseguridad o de ansiedad, suelen originarse en la infancia, bien por
un conflicto puntual o por un ambiente familiar en el que el sujeto ha sido privado de
afecto, ha sido sobreprotegido o ha tenido que vivir circunstancias traumáticas.
E. Otras Causas:
Causas Médicas
Los trastornos médicos generales más depresógenos son el fracaso renal avanzado, el
posinfarto de miocardio, el cáncer y el SIDA.Los enfermos de las cuatro primeras clases
mencionadas son afectados por la depresión en una proporción entre el 20 y el 50 por
ciento. La mayor parte de los trastornos orgánicos cerebrales se acompañan de
depresión con alta frecuencia. Así ocurre con la enfermedad de Parkinson, los
traumatismos craneoencefálicos y un largo etcétera.
Adicciones
Es rara la existencia de una droga que no determine un estado depresivo con cierta
frecuencia. El alcohol y las drogas son las sustancias responsables de la mayor parte de
las depresiones adictivas.
Tipos de depresión
La Depresión Severa (Trastorno Depresivo Mayor) se manifiesta por una combinación
de síntomas que interfieren con la capacidad para trabajar, estudiar, dormir, comer, etc.
Es decir, es un tipo de depresión incapacitante que altera la vida del paciente.
La Distimia; También conocida como depresión crónica, afecta a un porcentaje pequeño
de la población (entre un 3 y un 6%) y se caracteriza por la presentación de la mayoría
de los síntomas que aparecen en la depresión mayor, aunque dichos síntomas suelen ser
menos intensos en este caso y se prolongan más en el tiempo (como mínimo dos años).
Los pacientes aquejados de distimia pueden llevar una vida normal pero se sienten
permanentemente deprimidos, tienen dificultad para disfrutar la vida y no muestran
cambios aparentes en la conducta o comportamiento diario, aunque tienen menos
energía, una negatividad general, y un sentido de insatisfacción y desesperanza.
Depresión Doble. Esta es una complicación de la distimia. Los síntomas empeoran con
el paso del tiempo y los pacientes sufren un episodio de trastorno depresivo mayor
escondido tras la depresión crónica. En este caso, la depresión es denominada depresión
doble.
El Trastorno Bipolar o enfermedad maniaco-depresiva es una alteración de los
mecanismos que regulan el estado de ánimo. Quienes la sufren pasan alternativamente
de la euforia o "manía" a la depresión, llegando a necesitar, en ocasiones, la
hospitalización. Los cambios de estado de ánimo pueden ser dramáticos y rápidos, pero
más a menudo son graduales. Cuando una persona está en la fase depresiva del ciclo,
puede padecer de uno, de varios o de todos los síntomas del trastorno depresivo.
Cuando está en la fase maníaca, la persona puede estar hiperactiva, hablar
excesivamente y tener una gran cantidad de energía. Este trastono, no es tan frecuente
como los anteriores y si la manía se deja sin tratar puede empeorar y convertirse en un
estado psicótico (el paciente pierde temporalmente la razón).
El trastorno bipolar suele iniciarse en la vida adulta y, aunque es menos común, también
puede comenzar en la adolescencia y raras veces en la niñez. El trastorno bipolar puede
afectar a cualquier persona sin embargo, el factor hereditario desempeña un papel
importante, de modo que si uno o ambos progenitores padecen un desorden bipolar,
existe mayor probabilidad de que los hijos desarrollen el mismo desorden.
Depresión Atípica.- Las personas con depresión atípica generalmente comen y duermen
con exceso, tienen un sentido general de pesadez, y un sentimiento muy fuerte de
rechazo.
Trastorno Afectivo Estacional: el trastorno afectivo estacional (SAD) se caracteriza por
episodios anuales de depresión en otoño o invierno, que remiten en primavera y verano.
En estas épocas pueden ser sustituidos por fases maníacas. Otros síntomas incluyen
fatiga, tendencia a comer exceso (particularmente hidratos de carbono), a dormir
invierno. Es importante destacar que los cambios estacionales suelen a todas las
personas y que no por ello se debe confundir con una depresión estacional.
Trastorno Disfórico Premenstrual. El síndrome de depresión severa, irritabilidad, y
tensión que precede a la menstruación se conoce como trastorno disfórico premenstrual
(PDD o PMDD) (también llamado trastorno disfórico luteínico tardío). Este trastorno
suele afectar a un porcentaje mínimo de las mujeres (entre un 3 y un 8%) y su
diagnóstico depende de la presencia de cinco síntomas típicos de la depresión severa,
que aparecen durante la mayoría de ciclos menstruales, y que empeoran
aproximadamente una semana antes del período menstrual y desaparecen después.
Diagnóstico
Una buena evaluación diagnóstica debe incluir una historia médica completa. ¿Cuándo
comenzaron los síntomas, cuánto han durado, cuál es su intensidad? Si el paciente los
ha tenido antes, el médico debe averiguar si los síntomas fueron tratados y qué
tratamiento se dio.
El médico también debe preguntar acerca del uso de alcohol y drogas, y si el paciente
tiene pensamientos de muerte o suicidio. Además, la entrevista debe incluir preguntas
sobre otros miembros de la familia. ¿Algún pariente ha tenido depresión y si fue tratado,
qué tratamientos recibió y qué tratamientos fueron efectivos?
Por último, una evaluación diagnóstica debe incluir un examen del estado mental para
determinar si los patrones de habla, pensamiento o memoria se han afectado, como pasa
algunas veces en el caso de enfermedad depresiva o maníaco-depresiva
A continuación se describen los patrones que el médico determina para diagnosticar los
trastornos depresivos:
Depresión mayor. Aparecen al menos cuatro de los siguientes síntomas y durante más
de dos semanas: alteración del apetito, del sueño, de la actividad psicomotora, del
funcionamiento cognitivo, de la energía física, pérdida de la sensación de placer,
sentimientos de culpa e ideación suicida.
Son frecuentes los antecedentes personales de episodios depresivos similares (50%) o
de otras características, así como de ansiedad o angustia. Igualmente es frecuente
encontrar antecedentes familiares de depresiones mayores, trastornos bipolares o
alcoholismo; y antecedentes biográficos de ambientes familiares caóticos o pérdida de
algún familiar en edades tempranas.
Trastorno bipolar, fase depresiva. En la evolución previa de la enfermedad han existido
uno o varios episodios de características maníacas. En sus antecedentes familiares
aparecen con muy alta frecuencia trastornos bipolares o unipolares.
Trastorno distímico. Coincide aproximadamente con los diagnósticos clásicos de
neurosis o personalidad depresiva. Los síntomas son menos intensos pero más crónicos
y responden peor a los medicamentos. En sus antecedentes destacan síntomas
neuróticos desde la infancia, así como conflictos permanentes en las de relaciones
interpersonales. También pueden existir ambientes familiares conflictivos.
Trastorno adaptativo con estado de ánimo depresivo. Surge desencadenado por un estrés
claramente identificable que ha tenido lugar en las últimas semanas. La reacción
desaparece bien por desaparecer el suceso desencadenante o por alcanzar el paciente un
nuevo nivel adaptativo en su funcionamiento.
Tratamiento
Tratamiento
El tratamiento de la depresión ha de ser abordado por profesionales de la salud,
psiquiatras o psicólogos, y los métodos son diversos, según los casos.
Si estamos ante un episodio agudo de depresión o ante un período de progresivo
deterioro, estará indicada la hospitalización.
Aunque el tratamiento con medicación es siempre recomendado para aliviar el
sufrimiento, es necesaria la psicoterapia para ayudar al paciente a solucionar sus
conflictos y expresar sus problemas.
El primer paso para recibir un tratamiento adecuado consiste en un examen médico, ya
que, como hemos visto, algunas enfermedades o ciertos medicamentos pueden producir
los mismos síntomas que la depresión. El médico debe descartar esas posibilidades por
medio de un examen físico, entrevista del paciente y análisis de laboratorio. Si las
causas físicas son descartadas, el médico debe realizar una evaluación psicológica o
dirigir al paciente a un psiquiatra o psicólogo.
La selección del tratamiento dependerá del resultado de la evaluación. Existe una gran
variedad de medicamentos antidepresivos y psicoterapias que se pueden utilizar para
tratar los trastornos depresivos.
La psicoterapia sin medicación es efectiva en algunas personas con formas más leves de
depresión y los antidepresivos suelen recetarse en casos de depresión moderada o
severa.
La mayoría de los pacientes obtienen un resultado óptimo con un tratamiento
combinado de medicamentos para obtener un alivio relativamente rápido de los
síntomas y psicoterapia para aprender a enfrentar mejor los problemas de la vida,
incluyendo la depresión. El psiquiatra puede recetar medicamentos y recomendar la
terapia psicológica idónea para cada sujeto, dependiendo del diagnóstico del paciente y
de la seriedad de los síntomas.
Autoayuda
¿Cómo uno puede ayudarse a si mismo cuando está deprimido?
Los trastornos depresivos hacen que uno se sienta exhausto, inútil, desesperanzado y
desamparado. Esas maneras negativas de pensar y sentirse hacen que las personas
quieran darse por vencidas. Es importante ser consciente de que las maneras negativas
de ver las cosas son parte de la depresión. Estas son distorsiones que, por lo general, no
se basan en circunstancias reales. Los pensamientos negativos desaparecen cuando el
tratamiento empieza a hacer efecto. Mientras tanto:

Fíjese metas realistas, tomando en cuenta la
depresión, y no trate de asumir una cantidad excesiva de responsabilidades.

Divida las metas en partes pequeñas, establezca prioridades y haga lo que pueda
cuando pueda.

Trate de estar acompañado y de confiar en alguna persona; siempre es mejor que
estar solo y no hablar con nadie.

Tome parte en actividades que le ayuden a sentirse mejor.

Haga ejercicio liviano, vaya al cine, vaya a un juego deportivo, o participe en
actividades recreativas, religiosas, sociales o de otro tipo. Todo eso puede
ayudar.

No espere que su estado de ánimo mejore de inmediato, sino gradualmente.
Sentirse mejor toma tiempo.

Es aconsejable que posponga las decisiones importantes hasta que la depresión
mejore. Antes de hacer cambios importantes, como cambiar de trabajo, casarse o
divorciarse, consulte con personas que lo conozcan bien y tengan una visión más
objetiva de su situación.

La gente rara vez sale de una depresión de un día para el otro. Pero se puede
sentir un poco mejor cada día.

Recuerde, patrones positivos de pensamiento eventualmente van a reemplazar
los pensamientos negativos que son parte de la depresión. Los patrones
negativos van a desaparecer tan pronto su depresión responda al tratamiento.
Recuerde, tan pronto su depresión responda al tratamiento, los pensamientos
negativos van a ser reemplazadas por pensamientos positivos.

Deje que sus familiares y amigos le ayuden.

Familiares

¿Cómo pueden los familiares y amigos ayudar a la persona deprimida?









Lo más importante que alguien puede hacer por la persona deprimida es
ayudarle a que reciba el diagnóstico y tratamiento adecuados. Esto tal vez
implique que tenga que aconsejar al paciente para que no deje el tratamiento
antes de que los síntomas puedan empezar a aliviarse (varias semanas). Tal vez
implique ayudarle a obtener un tratamiento diferente, si no se observa ninguna
mejoría con el primer tratamiento. En ocasiones puede requerir que el familiar o
amigo haga una cita y acompañe a la persona deprimida al médico.
A veces es necesario asegurarse que la persona deprimida esté tomando el
medicamento. A la persona deprimida se le debe recordar que obedezca las
órdenes médicas con respecto a beber bebidas alcohólicas mientras está
medicado.
Otra cosa muy importante es dar apoyo emocional. Esto implica comprensión,
paciencia, afecto y estímulo. Busque la forma de conversar con la persona
deprimida y escucharla con atención. No minimice los sentimientos que el
paciente expresa pero señale la realidad y ofrezca esperanza. No ignore
comentarios o alusiones al suicidio. Informe al terapeuta si la persona deprimida
hace comentarios sobre la muerte o el suicidio.
Invite a la persona deprimida a caminar, pasear, ir al cine y a otras actividades.
Persista con delicadeza si su invitación es rechazada. Fomente la participación
del paciente en actividades que antes le daban placer, como pasatiempos,
deportes, actividades religiosas o culturales, pero no fuerce a la persona
deprimida a hacer demasiadas cosas demasiado pronto. La persona deprimida
necesita diversión y compañía, pero demasiadas exigencias pueden aumentar su
sentimientos de fracaso.
No acuse a la persona deprimida de simular enfermedad o ser perezoso, ni
espere que salga de esa situación de un día para el otro. Con tratamiento, la
mayoría de las personas mejora. Tenga eso presente y continúe repitiéndole a la
persona deprimida que con tiempo y ayuda va a sentirse mejor.
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