La trascendencia social de la influencia político

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La trascendencia social de la influencia políticocarismática de Andrés Manuel López Obrador en el
joven universitario de la BUAP
www.proyectohunabku.tk
Junio 2012
La estadística (descriptiva) comprende un conjunto de métodos y
técnicas
gráficas
eventualmente
y/o
numéricas
interpretar
datos1.
para
Éstos
resumir,
(métodos
presentar,
y
y
técnicas)
incluyen nociones más o menos comunes como pueden ser el promedio
y/o la gráfica de barras, y conceptos no tan familiares (no
obstante cruciales) como pueden ser la varianza y/o la desviación
estándar.
Vale la pena notar que en el planteamiento anterior
otrilnr em ctqriuar {a oa{abqa “imseqoqesaq”, ya que la actividad
por ella referida resulta por demás decisiva en la estadística en
general sin formar como tal parte de ella.
Los datos que maneja la estadística en general son (en su
mayoría) números.
Los números aluden a la racionalización por
excelencia de la realidad.
Los números son objetivos en sí mismos;
de ahí que 2 + 2 sea igual a 4 aquí y en China. La controversia más
bien se da en el momento en que dicha información numérica debe de
ser interpretada, por ejemplo, en el lenguaje propio de la ciencia
social.
Obviamente, el problema de la interpretación en el ámbito
estadístico no comienza ahí, sino más bien en el ejercicio mismo de
1
Ver (Anderson, Sweeney y Williams, 2010: Capítulo 1).
1
traducir al lenguaje numérico algún aspecto de la realidad (como
puede ser una preferencia electoral).
está
más
bien
puesto
en
la
No obstante, nuestro interés
problemática
de
interpretación
anteriormente aludida.
Según Durkheim, la ciencia social3
2
es ciencia porque nos permite entender
nuestro
presente
y
pasado
sociales4.
Tal entendimiento aspira a ser objetivo,
en la medida en que nos aleja como tal
de nuestra percepción subjetiva de los
mismos.
La estadística a este respecto
ofrece una maravillosa herramienta de
objetivación
hacer
de
ciencia
la
realidad,
social
ya
que
(basada
en
estadística) entraña necesariamente la
comprensión de {a “mnqla{idad” (y/n” oasn{ngía” regúm rea e{ carn)
de los hechos sociales en cuestión.
El hecho social que ahora nos compete es el referente a los
resultados del Simulacro de Elecciones Presidenciales BUAP 2012. A
este respecto, dichos resultados ubican claramente al candidato de
la Izquierda (Andrés Manuel López Obrador) como el amplio favorito
de la contienda electoral mexicana de 2012 por la presidencia de
la república.
¿Cómo entender (desde la ciencia social) dicha
2
http://www.iphonewallpaperblog.com/wp-content/uploads/2011/01/340x510xblackwhite-patterns-iphonewallpaper.jpg.pagespeed.ic.wbNZmow6KZ.jpg .
3
Nos tomamos el atrevimiento de generalizar los juicios siguientes al conjunto
de las ciencias sociales, ya que Durkheim alude originalmente a la ciencia
sociológica como tal.
4
Ver (Durkheim, 1972: Capítulo 2).
2
información
estadística?
Ofrecemos
entonces
al
lector
una
interpretación propia basada en algunas lecciones epistemológicas
de los padres fundadores de la ciencia social en general5.
Marx explica que la asociación política de los trabajadores
asalariados
es
una
consecuencia
inintencionada
no
obstante
necesaria para la reproducción del capital6.
La magia de dicha
organización
freno
política
que
pretende
poner
al
hambre
insaciable de sobreproducción de mercancías, estriba en su carácter
positivo;
ya
que
representa
el
triunfo
de
la
racionalidad
“proletaria” cnln imcioiemse cnmsqaoaqse de {a qacinma{idad oqnoia
del capital.
Weber a este respecto comenta que toda organización social
nace de una figura profética que no hace más que poner el ejemplo
“cnqqecsn” em rt caqácseq de eielo{n diuimn emcaqmadn. E{ oqnb{ela
estaría en que tal cualidad extraordinaria no puede perdurar más
allá de la vida del poseedor.
De ahí deviene el origen de la
burocracia como pecado original del buen ejemplo.
La racionalidad
instrumental, una vez perdido su sentido original, se vuelve puro
medio enroscado en sí mismo a manera de fin7.
Podemos suponer entonces a la democracia electoral de hoy en
día, como una forma de organización, justificada como tal por y
para la reproducción del capital, que formaliza apriorísticamente
(esto es, legítimamente) la cristalización de nuevos órdenes de
5
6
7
Karl Marx, Max Weber, Emile Durkheim y Georg Simmel.
(Marx, 1968: Capítulo VI-VIII).
Ver (Weber, 1968: Capítulo III de la Parte Uno) y (Weber, 1958: Capítulo II y V).
3
dominación carismáticos8.
El extraordinario magnetismo que López
Obrador ejerce en el sector universitario de Puebla, justifica
claramente (la posibilidad de) el nacimiento de un sistema político
“qeun{tcinmaqin”9.
Retomando a Durkheim10, la clave de una ciencia social no sólo
aceptable sino más bien exitosa, está en discernir la normalidad (o
potencial de) de los fenómenos sociales.
Cuando hablamos de
normalidad (y no de patología social) estamos aludiendo a la
necesidad utilitaria de los mismos.
Un hecho social por el simple
hecho de existir es útil (o potencialmente útil) para el cuerpo
social.
La popularidad abrumadora de López Obrador entre los
jóvenes debe de ser vista y entendida bajo esta óptica.
El último
cuarto del siglo XX fue testigo del desgastamiento político de
nuestra
identidad
gobernante.
política
unitaria
en
torno
al
entonces
partido
A este respecto, toda necesidad de diferenciación
tiene
que
ser
potencializada
(que
no
gestada
intelectualmente como un requerimiento formal) por la gente joven
(como matriz del libido social); de ahí la necesidad de líderes con
experiencia.
Ahora, toda idea (como hecho) social pertenece al
pasado; esto es, representa una experiencia social exitosa (o no).
Por lo que si el joven es pura vitalidad, que no vida recorrida, éste
tiende necesariamente a fungir como el portador legítimo de la
historia (por otros vivida).
8
Teniendo en cuenta asimismo, las debilidades de dicha condición. Ver (Weber,
1968: Capítulo III de la Parte Uno).
9
En el sentido en que Marx entiende la dialéctica implicada en la evolución de
los órdenes sociales a un momento imperantes. Ver (Marx y Engels, ¿?: Parte I y II).
10
Ver (Durkheim, 1972: Capítulo III, V y Conclusión).
4
El imaginario del mexicano
11
está plagado de grandes hombres;
de
hombres
que
simbólicamente
han guiado nuestro destino como
nación
independiente
Juárez,
Porfirio
Cárdenas,
y
Díaz,
Carlos
(Benito
Lázaro
Salinas
de
Gortari por mencionar algunos).
Para una nación que vivió tantos
años bajo la hegemonía políticoideología de una identidad más o
menos definida (el PRI), resulta
por demás importante forjarnos un imaginario colectivo que se
refleje directamente en otra persona de carne y hueso como
nosotros.
En eso radica el poder carismático de López Obrador.
Simmel12 en este sentido justificaría el denominador cnlúm de “e{
oteb{n”
({a
“lara”)
mexicano
con
la
percepción
hartazgo con la realidad social imperante.
mayúscula
de
Dicho en pocas
palabras, López Obrador es popular porque focaliza subjetivamente
(ersn er, em tma oeqrnma cnmcqesa) e{ pte sndnr “erselnr hartos” de
nuestra situación (cualquiera que ésta sea).
En este sentido, López Obrador ya no se pertenece como tal a sí
mismo, Obrador es ahora el nombre (uno de muchos) de un descontento
social generalizado con la manera en que los mexicanos (de
entrada) nos gobernamos.
Inútil sería tacharlo como tal de
“on{ísicn”, de “lemsiqnrn”, de “imcisadnq”; ya pte sndnr {nr on{ísicnr
11
12
http://farm3.static.flickr.com/2610/4075518283_dabc08c82c.jpg .
Ver (Simmel, 1986: Capítulo 3).
5
al
respecto
contrario13).
hacen
lo
mismo
(aunque
el
mismo
sostenga
lo
Aclaremos entonces que aunque Obrador es un político
como todos los demás políticos con los que actualmente compite, la
percepción que de él tiene un sector importante de la población (lo
pte mnrnsqnr {{alalnr “caqirla”) es por demás distinta a la de los
demás candidatos14.
Weber en su momento15 precisó magistralmente
que el ejercicio mismo de la política consiste en hacer valer la
voluntad de uno16 por encima de la de los demás, y que la
culminación de dicha empresa entraña necesariamente (esto es, en
última instancia) el monopolio (legítimo) de la coerción (violencia).
A este respecto, la política de Obrador es una política en nombre de
un sector muy importante de la población (en este caso los jóvenes),
y es una política destinada a gobernarnos, si es necesario (esto es,
en última instancia), con mano dura.
Marx entendió brillantemente que el motor material de la
valorización del capital está en la (re)producción insaciable (casi
ondqíalnr deciq uiqa{) de tma eroecie oaqsict{aq de “leqcamcía”;
esto es, la mercancía fuerza de trabajo17.
En sus tiempos18, el
gqtern de {a onb{acióm eqa emsemdida cnln “nbqeqnr (onsemcia{lemse)
ara{aqiadnr” em tm ersadn cqómicn de {asemcia {abnqa{.
Maqx
asimismo explica cómo la (intencionada) organización racional-
13
Ver http://info7.mx/a/noticia/333611 .
De ahí pte re oeqcibam a rtr adueqraqinr cnln “lár de {nr lirln”.
Veq
http://lopezobrador.org.mx/2012/02/24/se-reunira-amlo-con-joe-biden-vicepresidentede-estados-unidos/ .
15
Ver (Weber, 1968: Ver Capítulo I de la Parte Uno).
16
Cnln lielbqn acsiun de tma “nqgamizacióm on{ísica” dada, pte btrca em sndn
momento salvaguardar su existencia y estructura (orden) organizativa dentro de
un territorio determinado.
17
Ver (Marx, 1968: Capítulo I, IV-VI, XXIII).
18
Escribiendo desde Inglaterra a mediados del siglo XIX.
14
6
laboral de los mismos (manufactura) devenga eventualmente (y de
modo inintencionado desde el punto de vista de la racionalidad
caoisa{irsa) em tma qerirsemcia “{ega{” (onq eielo{n, {nr rimdicasnr)
al propio avance del capital.
En ese sentido, bien podríamos
pensar al sector universitario de la población como uno de los
“ejércitos industriales de qerequa” de{ oqeremse (sino es que la
punta de lanza de su acepción general).
En Marx, el Ejército Industrial de Reserva es visto como la
contraparte equilibradora material del avasallamiento del capital.
Los humanos somos su última frontera, que fuimos nosotros mismos
los que lo creamos.
Dicho contingente en masa es el que presiona
(en forma de oferta de trabajo eternamente disponible) porque los
salarios no suban más allá de lo necesario, de lo necesario para
que la plusvalía arrancada del trabajo real brindado por el
trabajador no vea mermado como tal su incesante crecimiento (y por
ende capitalización). En el caso de los estudiantes universitarios,
esto conjunto heterogéneo de seres humanos ansiosos por conocer,
crecen y se fortalecen (propulsado irónicamente por su propia y
hasta diríamos, consciente iniciativa) en pos de mantener un
sistema de control por demás interesante: el sistema electoral.
El Sistema electoral, aquella idea social que sostiene el
organismo estructural de delegación de responsabilidad colectiva
por excelencia, representa hoy en día uno de los barómetros
sociales más importantes.
¿Qué leemos en su actual medición para
el caso que ahora nos compete (el resultado altamente favorecedor
del ejercicio de simulación de elección electoral para el cargo de
Presidente de México, por parte del estudiantado universitario de
7
la BUAP, para el candidato Andrés Manuel López Obrador)19?
Leemos
una demanda social del futuro por emular aquellos tiempos pasados
en los que parecía irnos mejor20. Este eterno regreso al pasado este
perfectamente explicado por Durkheim en su sociología de la
religión, en términos de la distinción entre lo sagrado y lo
profano.
De acuerdo a lo anterior, la idea social de comunidad es
el motor mental más importante de la civilización humana.
La
comunidad representa de dónde vienes no sólo como individuo
social, sino sobre todo como especie orgánico-mental.
La evolución
material del hombre asociado con la fragmentación infinita de la
idea original de comunidad21 es quizás el punto epistemológico de
coincidencia más importante entre Marx, Weber, Durkheim y Simmel22.
Mientras que en Marx dicha teleología se lee desde el punto de
vista de la progresiva estructuración limitativa del deseo del
hombre por medio del holograma de la economía del valor; en Weber
aparece más bien como la mátrix de la racionalidad instrumental
que evoluciona a partir de {a rtbiesiua gqacia “diuima” de{
carisma.
Durkheim, desde una sociología de la religión harto
distinta a la de Weber, interpretaría más bien nuestra pretensión
infinita del regreso al pasado (lo sagrado como comunidad celular)
por medio del incesante ejercicio material de la profandad. En los
tres autores, la idea de una comunidad originaria adaptada al
presente resuena fuertemente a modo de valor humano supremo.
19
El
¿Te das cuenta que ni siquiera hizo falta hacer mención de los partidos (PRD,
PT, y Movimiento Ciudadano) que ahora representa?
20
Ver
al
respecto
Midnight
in
Paris
(2011)
de
Woody
Allen.
http://www.imdb.com/title/tt1605783/ .
21
La comunión unitaria de todos en el todo como una negación infinita de sí
misma.
22
Que lo eleva perfectamente a la categoría de Lo Absoluto.
8
problema
estaría en
su progresiva fractalización a modo de
reoaqacióm “fnqzada”; ersn er,
el hecho de que
toda idea de
comunidad evolucione hacia {n pte emsemdelnr er “e{ ftstqn”,
adaptando(se)
meméticamente
generacionalmente
anterior.
conforme
Cuando
a
su
hablamos
de
acepción
un
proceso
generacional, estamos refiriendo que nosotros los humanos tendemos
a subdividimos históricamente em séqlimnr de uidar htlamar “pte
mnr amsecedem y mnr oqecedem” (onq eielo{n, e{ hiin qeroecsn de{
padre, el padre respecto del abuelo).
De modo que la fascinación
generacional de los jóvenes por López Obrador, estaría dada por su
inexperiencia
empírico-mental
de
vida23
que
les
lleva
necesariamente a focalizar su propio futuro con base en la
exoeqiemcia rtbiesiua de figtqar laynqer “cnm exoeqiemcia”, y rnbqe
todo carismáticas.
24
23
En contraposición con la aplastante e inabarcable oferta de sensualidad
empírica (¡vía el dinero por supuesto!, entendido éste como la simbolización
perfecta del control social) que tan bien caracteriza a nuestras sociedades
mercantiles modernas.
24
http://freephotoshoppatterns.com/wp-content/uploads/2010/11/Vintage-SquarePattern1.jpg .
9
La política de López Obrador representa entonces la utopía de
una
comunidad
mejor
(respecto
del
(re)creación de (lo mejor de) el pasado.
presente),
con
base
en
la
Qué mejor expresión de esto
que el plantón de sus seguidores en el corredor Centro Histórico
(avenida Juárez-Reforma) del DF en 2006, a modo de protesta por el
resultado
supuestamente
fraudulento
de
las
elecciones
presidenciales entonces ocurridas en las que éste (como su entonces
candidato) no resultó favorecido25. Más que una protesta se veía un
verdadero
escenario
de
fiesta,
de
celebración;
de
desfogue
comunitario de un sector importante de la población ante la
apremiante necesidad vital de estar juntos, de sentirse incluidos
en
algo
que
brindase
seguridad
anímica
a
modo
de
una
inconformidad colectiva concreta (para ellos) legítima.
Podemos
entonces
pensar
a
la
conciencia
colectiva
universitaria que mayoritariamente se suma a la candidatura
presidencial de López Obrador, no sólo bajo la óptica de una forma
ritual
comunitaria
de
recreación
(y
sobre
todo
iniciación)
“qe{iginra”, en el sentido en el que Durkheim analiza de los ritos
totémicos de Australia y Norte América26; sino también conforme al
hecho
de
que
el
joven
universitario
parece
sentirse
más
identificado con un líder carismático, que con una estructura
social organizativa dada (como pueden ser los partidos políticos).
A
este
respecto,
carismática
(y
como
la
bien
argumenta
estructura
Weber,
organizativa
la
que
dominación
de
ella
inevitablemente deviene) tiende necesariamente a enfrentarse con
25
Ver
http://www.jornada.unam.mx/2006/08/30/index.php?section=capital&article=043n1cap .
26
Ver (Durkheim, ¿?).
10
los órdenes de dominación social imperantes, como pueden ser
ciertos
grupos
de
poder
empresariales,
políticos,
económicos,
religiosos, etc.27.
El
movimiento
cultural
que
Obrador
ahora
simboliza,
representa realmente una de las fuerzas propulsoras del cambio
social más significativas del México contemporáneo.
Lo anterior
viene dado por su carácter decididamente contestatario. Recordemos
al respecto como Durkheim contempla a la conciencia colectiva, a
las ideas sociales que la conforman, como la matriz en sí misma de
su propia evolución28; por medio de su subjetivación individual, o
sea,
de
su
múltiple
(y
reconstitución ontológica.
potencialmente
infinita)
iteración
y
Lo anterior no sólo concuerda con la
dialéctica de reconstrucción inteligente del capital (a modo de una
estructuración social en torno a la producción-satisfacción de
necesidades humanas) que Marx plantea29; sino que es llevado a su
máxima expresión en el pensamiento de Simmel30, a modo de la
condición metafísica de fractalización31 de la realidad.
No obstante, debemos a su vez aclarar que más allá de la
notoriedad (sobre todo mediática) actual del movimiento que lidera
López Obrador, por lo que se refiere a la demanda política del joven
universitario (en este caso de la BUAP) por contar con mejores
gobernantes (más preparados, mejor informados, más honestos, menos
27
Ver (Weber, 1968: Capítulo III de la Parte Uno).
Entendida ésta como una adaptación interna respecto del ambiente externo.
(Durkheim, 1972: Capítulo V).
29
Ver (Marx, 1968: Capítulo I, II, XXII, XXIII).
30
Ver (Simmel, 1978: Capítulo 6).
31
Término
nuestro.
Ver
http://www.mat.ub.edu/futurs_ub/activitats/triptics/fractal.pdf
y
http://www.productions.caffix.org.mx/dimetiltriptamina-dmt-en-la-glandula-pineal .
28
11
corruptos, más nacionalistas, etc.)32, nos encontramos todavía con un
fenómeno social de significación estadística muy focalizada.
Lo
anterior lo podemos apreciar en el hecho de que (aproximadamente)
el 30% de la Lista Nominal del IFE (23.8 de 79.5 millones) es joven (18
a 29 años)33. Si suponemos que todos esos jóvenes son universitarios
(lo cual creemos altamente improbable porque únicamente el 4.5% de
la población joven34 [respecto del total poblacional -112 millones-35]
se ubica en un nivel de escolaridad Superior36), la población
estudiantil de la BUAP matriculada en el nivel Licenciatura
(aproximadamente 47000)37 representaría solamente el 0.19% de La
Lista Nominal del IFE38.
tiene
necesariamente
tmiueqrisaqinr
Sin embargo, este esbozo estadístico no
porque
desalentar
“{noeznbqadnqirsar”
de
{a
a
BUAP,
los
rimn
compañeros
lár
biem
ubicarlos en el contexto real de la situación poblacional actual39.
32
Y que a su vez deviene en la recíproca exigencia social de contar con (y sobre
todo preparar a) mejores estudiantes; aclarando asimismo que no sólo es el joven
“nbqadnqirsa” e{ pte exige (y a{ pte re {e debe exigiq) ersn.
33
http://www.ife.org.mx/portal/site/ifev2/Estadisticas_Lista_Nominal_y_Padron_Elect
oral/
34
En este caso, de 15 a 29 años.
35
http://www.inegi.org.mx/Sistemas/temasV2/Default.aspx?s=est&c=17484 .
36
Ver
http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/estadisticas/2
010/juventud10.asp?s=inegi&c=2766&ep=41 .
37
Ver
http://www.buap.mx/portal_pprd/wb/Vicerrectoria_docencia/concentrado_general .
38
Ver al respecto la metodología propia de la encuesta base.
39
Recordemos al respecto las aspiraciones de Durkheim y Marx por lograr una
ciencia social realista. Ver (Durkheim, 1972, Capítulo I, II, V, y Conclusión) y
(Marx, 1968: Capítulo XVI).
12
La política es el arte de la
40
dominación carismática; de otro modo,
deviene en una simple reproducción
adaptativa
de
la
maquinaria
organizativa social por excelencia
(El Estado)41.
Uno de los méritos más
significativos
de
la
política
de
López Obrador es su impresionante
fuerza de arrastre entre la juventud universitaria.
Estamos
hablando entonces de un capital político por demás significativo;
ya que debido a su naturaleza eminentemente revolucionaria, el
inuem “erstdiadn” funge como uno de los arietes más promisorios del
cambio
social
en
el
México
contemporáneo
(más
allá
de
la
proporción estadística que guarda dicho grupo respecto del total
de la población).
Considerar
al
joven
universitario
como
un
agente
revolucionario es hablar de cómo el propio sistema capitalista
construye, sino las armas de su propia destrucción, si los agentes
reflexivos de su conducta.
política
al
que
irremediablemente
el
Más allá de{ “oe{igqn” de cnnosacióm
joven
expuesto42,
(universitario
el
simple
o
hecho
no)
de
que
se
ve
quiera
<<racionalmente>> conocer, probar, experimentar lo que empíricamente
desconoce43,
refleja
claramente
que
vivimos
en
una
sociedad
mexicana viva que busca incesantemente un sentido trascendental
de finalidad.
40
41
42
43
http://www.hdwallpapersdesktop.com/iPad/Vector/imagepages/image32.htm .
Al que la política tiende inevitablemente. Ver (Weber, 1968: Capítulo I y III).
Y ante el cual eventualmente cede (como hombre total).
Como experiencia sensible, que no ideal.
13
En otras palabras, la forma en la que México se piensa como un
país mejor, es proyectándose manifiestamente hacia un mismo futuro,
hacia una misma dirección, y aunque suene un poco extraño, hacia
una misma forma de hacer política.
Epílogo (Julio 2012): Durkheim concluye su disertación sobre el
método sociológico de la siguiente manera:
Cuando se reclama a la gente, como condición previa de su iniciación,
que se desprenda de los conceptos que suele aplicar a un orden de cosas,
para repensarlo en una actitud de renovado esfuerzo, no es posible creer
que se reclutará una clientela numerosa.
proponemos.
Pero no es éste el fin que nos
Por el contrario, creemos que ha llegado el momento de que la
sociología renuncie a los éxitos mundanos, por así decirlo, y adquiera el
carácter esotérico que conviene a toda ciencia.
De ese modo ganará en
dignidad y en autoridad lo que quizá pierda en popularidad.
Pues tras se
contente con elaborar –con mayor lógica que el vulgo- las ideas comunes y,
por
consiguiente,
no
presuponga
la
posición
de
ninguna
competencia
especial, no tendrá derecho a hablar con voz suficiente vigorosa para
aca{{aq {ar oarinmer y {nr oqeiticinr… (Dtqjheil, k97|: k84-185).
Pretender entonces este escrito sociológico en el espíritu
científico al que Durkheim aludía, nos obliga por tanto a hacer
una lectura cuidadosa de los resultados preliminares de las
(ahora) pasadas elecciones presidenciales mexicanas44, a contraluz
del panorama universitario actual de la BUAP.
44
Ver
http://www.difusorprepelecciones2012.unam.mx/prep/NACIONAL/PresidenteNacionalVPC.html
y
http://www.google.com.mx/elections/ed/mx/results .
14
El estudiante universitario de la BUAP45 puede a bien sentirse
decepcionado, ya que el resultado electoral (para la elección de
Presidente de la República) no fue el que se esperaba. Sin embargo,
sa{ “derca{abqn” elncinma{ qeoqeremsa a rt uez tma nonqstmidad de
oro para la reflexión y el aprendizaje intelectual.
Antes de
intentar justificar lo anterior, definamos la adolescencia como
aquel periodo de la vida de todo hombre en el que éste se ve
confrontado con la realidad: la realidad del amor (primordialmente
en
su
faceta
de
desilusión),
la
realidad
de
la
dependencia
económica (en términos del trabajo asalariado), la realidad de la
edad (en términos de la fragilidad de la vida orgánica), etc. A este
respecto,
ningún
hombre
puede
jactarse
de
haber
trascendido
completamente la adolescencia; ya que ésta implica necesariamente
la capacidad de soñar con una realidad (todavía) no alcanzada.
En el caso que aquí nos compete, el que (para el estudiante
universitario de la BUAP) López Obrador haya perdido la carrera de
la Presidencia de la República46, representa en primer término una
desilusión política.
Cuando hablamos de desilusión, aludimos a la
posibilidad del reconocimiento subjetivo47 de la imposibilidad de
los ideales metafísicos (amor, vida, comunidad, autosubsistencia,
etc.) per se; por lo que hablar de desilusión política nos remite
45
Por lo menos el sector aquí aludido; esto es, los simpatizantes de López
Obrador.
46
Más allá de que éste, para variar, se niegue a aceptar el resultado del juego
en el que previamente aceptó participar (como candidato formal).
Ver
http://www.jornada.unam.mx/2012/07/03/politica/003n1pol .
47
Como fractalización primigenia de la relación social. Ver al respecto (Weber,
1958a: 187).
15
necesariamente a la experiencia empírica de la dominación social
del hombre48.
E{ inuem tmiueqrisaqin {e oqegtmsa a rt oqnfernq “¿Ursed pté
piensa de las elecciones profesor?, ¿Cree que hubo fraude?; con lo
que expresa sutilmente su desconcierto ante una situación que está
por demás clara: Lopez Obrador no ganó.
Y es que el lado positivo
de esta situación está en que dicho joven ya no se contenta con lo
dado, lo cuestiona. Porque la función del joven, como el proletario
lndeqmn de {a fábqica de cnmnciliemsn pte {{alalnr “ercte{a”, er
precisamente revolucionar en torno a un ideal que poco importa
tenga mucho o poco de irreal, fantástico, fundamentado, utópico, o lo
que
sea.
No
pretendemos
cuestionar
como
tal
la
ideología
embelsante de López Obrador, ese no es nuestro propósito; su
justificación valorativa del mundo, como la de cualquier político,
es sensualmente irreal. Sino no atraería a nadie. Lo que queremos
más bien subrayar es el carácter trascendetal de la vida joven. El
joven
actúa, y en su actuar aprende.
universitario,
que
simboliza
una
Y
aun
identidad,
más,
una
su
forma
tono
de
identificación con dicha ejercicio del cuestionar muy particular,
lo hace potencialmente inteligente.
Cuando hablamos del carácter
inteligente del joven universitario, estamos diciendo únicamente a
su posición de privilegio en torno al conocimiento.
La idea
colectiva de la universidad, simboliza una posición de privilegio
en torno a la información, sea esta tecnología, técnica, científica
lúdica, etc.
El hecho de que el joven universitario esté tan en
contacto (respecto por ejemplo, de a aquel joven que primordialmente
48
Esto es, la dominación que el hombre, como una experiencia social, ejerce sobre
sí mismo.
16
debe de trabajar para vivir49) con lo que llamamos globalización50,
lo hace marcadamente activo.
En este caso, su carácter activo
implica una racionalidad progresiva que trastoca los órdenes
sociales imperantes.
nunca antes.
El joven ahora se comunica y organiza como
Su estructuración
y movilidad
social
es
casi
horizontal, sin intermediarios, y sobre todo, evoluciona y crece
exponencialmente.
51
Karl Marx muere intentando culminar su obra maestra El
Capital.
Para esos años (1867-1883)
viejo y muy inteligente.
ya se podía apreciar un Marx
Éste ya no es el Marx Radical e
incendiario del Manifiesto del Partido Comunista, que enfocaba sus
baterías a los capitalistas (como crisálida antes-revolucionaria de
clase revolucionaria); esto es, a los opresores del proletariado.
Este Marx ya identifica y entiende plenamente la verdadera fuerza
controladora de los hombres: el capital.
49
El capital es una
Como puede ser el caso de aquel 67.1%de hombres y mujeres de 15 a 29 años que no
asisten
a
la
escuela.
Ver
http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/estadisticas/2
010/juventud10.asp?s=inegi&c=2766&ep=41 .
50
Noción que más adelante intentaremos precisar.
51
http://image.naldzgraphics.net/2012/01/9-mono-circles.jpg .
17
entelequia
inteligente
paradigmáticamente
de
la
y
auto
necesidad
replicante
de
que
satisfacción
surge
orgánico-
sensual inalcanzable para y por el yo; es decir, solo posibilitada
em {a ledida em {a pte emsqn em cnmsacsn cnm “e{ nsqn”. Era ondqía
a bien ser una expresión filosófica de aquella relación social que
llamamos trabajo asalariado; y que también advertía acertadamente
Weber
como
la
fractalización
material
del
espíritu
racional
capitalista52. En El Capital, Marx demuestra cómo lo que llamamos
capital, es un organismo colectivo mental que existe en la medida
em pte {nr hnlbqer mnr uelnr nb{igadnr a “exo{nsaqmnr”.
que
tenemos
que
trabajar
en
(un)
conjunto
Ersn er,
(irremediablemente
estratificado) para poder sobrevivir como especie.
De modo que
tanto capitalistas como proletarios (a modo de la expresión bipolar
con la que Marx explicaba la dialéctica económico material de su
época) somos componentes asociativos (en un sentido durkhemiano)
del (ahora) proceso originario de la realidad social53.
La manera
en que este ente evoluciona, es por medio de crear las condiciones
mentales de posibilidades de confrontación material entre los
hombres; es decir, de antagonizar (como un absoluto) a la sociedad
en dos. De otro modo esta presencia no podría existir, moriría como
tal.
Tenemos entonces la necesidad de extraernos plusvalía unos de
otros, con la asociada percepción mental de que ganamos; cuando en
realidad solamente alimentamos un ego que cree trabajar para y
por sí solo54.
52
53
54
De ese modo surgen siempre, de las clases dominantes,
(Weber, 1958).
Es decir, el capital.
Una ilusión pues.
18
las clases originalmente-dominadas+potencialmente-dominantes55.
El
proletariado en esa época, representada la nueva y poderosa clase
revolucionaria, pero ya en estos años maduros de Marx no se
percibe tan notoriamente la posibilidad de una trascendencia
digálnr{n arí “imsegqa{”. Maqx ya oaqa emsnmcer cnmncía lty biem a
la Deux ex Machina56 de la fenomenología humana, como para no
darse cuenta de su naturaleza homeostática; o sea, de la simbiosis
autogestiva implicada.
Sin embargo, este no es el tema de este
ensayo, comentamos lo anterior para explicarle a usted lector, la
posibilidad de que los jóvenes (en principio) universitarios estén
ya fungiendo
(aunque
sólo
sea de
forma incipiente)
como
la
encarnación contemporánea del espíritu comunista57.
Durkheim llama lo sagrado al punto de reflexión infinita de
nuestra actividad material; algo así como el principio teleológico
de la existencia humana.
A este respecto lo sagrado se define
únicamente en contraposición con lo profano.
Lo profano aludiría
a nuestra actividad orgánico-material en esta realidad, el medio
por el cual se recrea incesantemente lo sagrado58.
Lo sagrado a
este respecto está asociado con el eterno retorno, con la comunidad,
con la comunión.
argumento anterior.
constreñido
a
He ahí el punto de conexión con nuestro
Mientras que en Marx el obrero se veía
organizarse
políticamente
como
una
forma
de
contrapesar (y por ende contraponerse a) la organización racional
55
El supuesto materialismo histórico. Para una expicación ilustrativa de dicho
término, ver http://mimosa.pntic.mec.es/~sferna18/materiales/pepe/10_marx.pdf .
56
Ver http://filologiaclasica.blogspot.mx/2007/10/deus-ex-machina.html .
57
Ver el punto II de (Marx y Engels, ¿?).
58
(Durkheim, ¿?).
19
del trabajo que progresivamente le impuso el capital59, bien podemos
afirmar que la organización autogestiva del joven universitario
actual representa una respuesta funcionalmente necesaria ante el
deruameciliemsn de {nr nqdemer rncia{er “sqadicinma{er”.
Atm lár,
si la forma industrial de la organización económica capitalista
implicaba en Marx un dominio absoluto de la máquina sobre el
obrero60,
en
universitario),
el
la
caso
de
nuestro
maquinaria
obrero
moderno
(el
joven
tecnológica de nuestros tiempos
(redes sociales, dispositivos móviles, conectividad digital, etc.)61 se
ha fechitizado ante los ojos del mismo de tal modo que ésta acaba
fungiendo simplemente como la herramienta, el medio de la acción62.
En conclusión: La gente de mi generación, podemos sentirnos
afortunados de haber labrado el suelo del que comienzan a brotar
nuevos aires de cambio.
No se malentienda lo anterior, el cambio
social es en sí mismo una dialéctica omnipresente; solo quisimos
enfatizar su coloración actual particular.
Valores tales como La
Democracia, La Ciencia, El Respeto a las Minorías, La Educación, La
Tolerancia, La Trascendentalidad, La Multiculturalidad, La Libertad,
La
Autodeterminación63,
no
son
históricas que ahora vivimos.
agotados
en
las
iteraciones
Hay que tener paciencia, mucha
paciencia.
Tales ideales están apenas germinando en las cabezas
inquietas
de
nuestros
estudiantes.
59
Tenemos
entonces
que
Hasta su configuración industrial.
Lo que eventualmente termina anexándolo orgánicamente a la máquina en la
fnqla de tm “aoémdice”.
Veq a{ qeroecsn The Masqix (k999) de Laqqy y Amdy
Wachowski. http://www.imdb.com/title/tt0133093/ .
61
En conjunción con la ciencia que la posibilita.
62
En el sentido en el que Weber contempla la progresiva racionalización del
intelecto humano, a expensas de su justificación ideológica primigenia (como una
ética religiosa de denominación protestante). Ver (Weber, 1958).
63
Como holografía de La Contemplación.
60
20
mostrarles una interpretación mucho más coherente de los mismos, a
la luz de la realidad social.
Con esto quisiéramos volver a la cita con la que comenzamos
este epílogo.
Creemos que el futuro social próximo del adolescente
(esto es, la etapa adulta) no se verá expresado únicamente en
expresiones
vergonzosas64
que
poco
(o
nada)
justifican
justifican por) la propia experiencia de su juventud.
(y
se
Ubicamos más
bien la acción política del joven mexicano universitario actual en
el punto de contacto de la teoría weberiana del atomismo orgánico
material
en
trascendental
el
que
el
universo
construye
al
de
ser
la
significación
humano
(como
ideal
sujeto
holográficamente social), con la teoría durkheimiana de la eterna
(re)creación
practico-social-ritual-comunitaria-comunal65
de
lo
sagrado (la proyección simbólica del regreso al origen, como un
proceso homeostático emergente).
Al joven es fácil seducirlo (intelectualmente hablando).
Su
inexperiencia de vida lo hace proclive a creer aun en las
historias más disparatadas.
Sin embargo, dicha inexperiencia, sus
ganas de vivir lo impulsan a revolucionar.
El joven que a su vez
tiene la oportunidad de ir a la escuela, logra un dinamismo mental
impresionante; ya que entra en contacto apresurado con aquello que
llamamos globalización.
La globalización, es el entendimiento
mundial de que todo lo social esta interconectado. La escuela (pero
sobre todo su etapa universitaria) representa el punto de contacto
neutral y obligado de las comunidades primigenias que llamamos
64
Ver http://tvolucion.esmas.com/noticieros/noticias-y-reportajes/179214/agredencarlos-marin/ .
65
¿Podríamos decir además comunista?
21
familias66;
esto
es,
representa
el
espacio
simbólico
del
autoaprendizaje disciplinado.
Con base en lo anterior, podemos anticipar (como ya ha sucedido
en el pasado67) que la juventud universitaria vuelve a estar a la
cabeza de una transformación social mucho más amplia.
Creemos
asimismo, como una tarea prioritaria, complementar su formación
político-ideológica68 con una verdadera formación científica. Y es
ahí donde podemos intervenir nosotros los profesores de la ciencia
social:
nuestra
vocación
consiste
en
estimular
en
nuestros
estudiantes la ética epistemológica que Durhheim tanto anhelaba
para el científico social.
En otras palabras, hacer germinar en
sus cabezas (esto es, llevar autogestivamente a la práctica) la idea
de una ciencia social objetiva69 que posibilite intelectualmente la
comprensión (y por ende la trascendencia) de lo real.
Referencias
(Anderson, Sweeney y Williams, 2010).
Anderson David R., Sweeney
Dennis J., Williams Thomas A. (2010). Estadística para administración
y Economía (decima edición). México DF, México: CENGAGE Learning.
66
La familia representa la unidad básica de lo social.
Ver
http://siclapuebla.blogspot.mx/2011/01/movimiento-de-reformauniversitaria.html .
68
Más allá de que ésta se defina como obradorista, #yosoy132, priista, etc.
69
Por mucho que sus explicaciones nos confronten con nuestros propios miedos,
fantasías, sueños y/o aspiraciones.
67
22
(Durkheim, ¿?).
Durkheim Émile.
Las Formas Elementales de
(¿?).
la Vida Religiosa. México: Colofón.
(Durkheim, 1972).
Durkheim Émile.
(1972).
Las Reglas del Método
Sociológico. Buenos Aires: La Pléyade.
(Marx, 1968).
Marx Karl.
[2000] (1968).
El Capital: Crítica de la
Economía Política. México: FCE.
(Marx
y
Engels,
¿?).
Marx
Manifiesto del Partido Comunista.
Karl,
Engels
Friedrich.
(¿?).
México: Ediciones de Cultura
Popular.
(Simmel, 1978).
Simmel Georg.
[1982] (1978).
The Philosophy of
Money. Boston, Londres, Melbourne, Henley: Routledge & Kegan Pual.
(Simmel, 1986).
Simmel Georg.
(1986).
Sociología I, Estudios Sobre
las Formas de Socialización. Madrid: Alianza Editorial.
(Weber, 1958).
Weber Max.
[2003] (1958).
The Protestant Ethic and
the Spirit of Capitalism. N.Y: Dover.
(Weber, 1968).
Weber Max.
[1978] (1968).
Berkeley: University of California Press.
23
Economy and Society.
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