GACETA JURÍDICA DE GUERRA Y MARÍN (Contiena artículos doctrinales, 3eeeiones Legislativa, Conten«ioso-Administrativa, Extranjera, Consultas y — — Jurisprudencia) i La vista del proceso por el golpe de Estado del 13 de Septiembre de 1923 El 22 de noviembre comenzó la vista en el Palacio' del Senado, durando cuatro días. Daremos un extracto, y en el próximo número publicaremos la sentencia. • que la tribama pública, está lleua de probjücd. Los1 ¡tísícañios, quitando los de líos pirp'Cieíaadoai, sólo se ve etn ellos a ocjho per somas que se dedicaii a leer ipwiódjioiosi. Las tribunast de Pnemsa, llenas; lo inismjoi que las dej invitados. A los procesados ee lee, ve tr,aajA: las¡ diea y media en punto, : quilos; unos pareioen que/ están se forma el Tiábunal de üespon sabiiidadeiSj por el go|lpe de Esta- escuchando una <3onf«rerioia y no do del 23 diei ¡septiembre de 1923. ejí abita de su ¡aouisiacióa. Estos. Entran a continuación los gene- son: Saro ; Cavaloaati, Beiiengueri rales del ¡primer Directorio1 y los Gharcía de losi Hejesi, Ghailo Ponte, EL ACTO generales y poflífticos del ssegundot en, un total da 18, acompañados de sus| respectivos defensores, que son : José Antonio' Primo, de Rivera, Maturana, Gil Robles, Jiíajlínez d© Velascoi Róiz|pide, Ar.ranz } Pita Roméno. La mesa la preside Franícliy Iloca; y 18 dipiutadois, habiendo Sieisi s.uipleEntesí. A la® ónice® menos el presidenta da pocr1 comenzada ia vista, y eüj relatotn da comiendo a la lectora deí acta de acusación;. Mientra» tanio, Muño» OoiboS'( íCbamejo, E,uiz del Portal, Maryandía, Ma-gaz, Jordana, Na.va.rrio, Muislena y ftermosa. La lectura, del acta á© aeusaoión duró oincuientai minutos. PRUEBA TESTIFICAL A las once y veinticinco entra el primen testigo1, marqués de Alhucemas. El defensor, Martímeizi de Velasco, 1© pregunta si recuerda si ei general Id indicó Ja detención de Sano, Clavialcaaiti y otros aos. Contesta que se toinió lia determinación de detener a esos gene, nales, (fiero al eíntoacea capitán genera], Sr. MuBoa Cobos, no se le encontró basta 1» una y media. d¡e ía madrugada!, y no se pudo. áL CONDE OE J1MEN0 Segundo testtigo, ©1 conde de El Si*. Gil Robles le preigiunta si estuvo el día de 23 de septiembre en Ginebra: T.—Sí. Presidien;4o la delegación espían ola. D.—¿Estaba Magia-allí? T.—Sí; estaba-a misi órdenes. D.—¿Cómo se recibió la noticia del go'jpe de Eistado? T.—El 24 de septiembre estábamos en Asamblea, y ae¡ me acercó una (persona con mn< papelt con ia noticia, a lo oual dijo¡ un delegado : <(Quó biarbaridad». Magaz, recibió unta,, orden para que viniera. BERMUD£Z DE CASTRO Tercer, testigo, Eermúdez de Castro, general de división de se|unda reserva. Abogado Sr. - Pita.-—¿ Era usted subsecretario' dé Guerra entonces? T.—Sí. - •• • -• •• 176 GACÍltA JURÍDICA A.—¿Kaeudrck. si entonces cele- dicho que aá; peno yo fui secreta- tenían que verse Jae respon'siabilibró ei general Primo di© Rivera rio ,e«n «di raini-aterio liberal, y dadea de los palíticos del rey, y con Salo, Oi-valca-nti y ©tros una subsecretario con Primo de Ri- entonces f!ué cuandiO' e|L militar conferencia? vera, que quiso dimitin y no¡ pu- arrojado, niás rebelde, iperco más T.—No. reciuerdo, diado-e|l nú- do, por'iefiüteü prohibido; pero qu^ palatiuiO, se aiiaó die aquel gienemero, tan gianda de pereonaJida- ól no me ((eokó» ; ha tenido car- ral, qu* no qu^eiro' habla.r por¿cs y pensoiias de todas clases gosi pcivilea y no> ha hei&ho más que murió. Pero no hay qu© dequ» oioupiaís© de su caírexa mili- cir que aquél fue el ún¡ico que qu.©- Je visitaban,. ' trajo aquel absolutismo, sino- que A.—¿ Si a los días siguientes tar y nadi*; más. todos los de Miadíid, lcjs que cob.—¿El sfUPbs©ore' t axio tiene redel golpes hubo ©n ©1 Ministerio nooían mejor al rey, son igual de ¡algún Consejo eaitr© estos gene- lación ooni el ministro ? 1 culpables. T.—No', señor. Eijt suibs©c¡reta.railes ? T.—No creo, puea Primo de riado no es ciar^o> polítiíco y no' 6© Denomina, ali Gobierno de üanoía Rivera- tenía en/tena, confianza, y entena de. ia¡& visitas qu© recibe elPrieto, í^ej trisíe y pobre, diteieiiministro; só¿© ee un portero que do q'ua fue cómplice del movi•as-taha identificado QO>nj olios. J.* A. Primo da Rivera.—.¿Es ©s ©1 que idioei a laat visita^ ai el miento, dietario a <su negligencia, aíl no oortari & tiempo el movimienciesrto que dijo ¡utaited qu© aqufel ministoo ©ata viBibie o no. Eíl defenso* diei general Berau- to militar, diciendo que iGarcía go>lp© Jie repugnaba ¡por falta de idealismo, coimpí-asá consta ©n el guea; hacei la propuesta y renun- Prieto, igual que el ministro de La Gueria de su ministerio, se cia »la prueba. suimario? sienta ahosm como aousaido tamT.—No reauetrdo e¿ haberlo di S© siMpen-de la visita, por quinbién. eho. oe miautoiSj a las, doc© ©n punto. J. A. Primo de Báver» pid© la A las 'doc© y toieinta s© reaoiuda Primo de BiVera, al venir a venia para* que sia lean unos pá- la vista, oon el informe fecai. Madrid, trató d© atraerse al miLoa Qorties Oon^tituiyentes. em- litar desconocido. ri«do» da su deolariaieión. Se accede^ y ®i, relator lo lee, juioi-aráii. ila© mes jaitas reepouaai- De los .genessales del >Dire.ctorio dejl g@i$e d© Estelo, d© dlice que: eiloa no hablan más, y se ve que el testigo dijo así. alta tmipáóta. que. cumplieron con sru deber y J. A. Primoi tdia Risrara.—¿E& eiei'to qwQ ai dairte» ei galp© d© 'El galp© de Estado del 13 de nada. más. Es lamentabile q¡u© por la falta Ssta.db Primo é& Rivera leí nom- septiembuei ftoi «asa un hecho anóbró secfjefcaiicj d© &u©rra, has,ta mal®, ©xtoaSo; ©na de una larga del derecho y de la cdudadanía, maduración. Solamente s© espe- kabiérase. rodeado da viejos mijunio.de. 1924? naba ei momeotiito' oportuno, y ©se litares. T.-JE'a oisrto. Primo d© Eálvera, ©1 año 25 neEl defensor! die Aiapuru 1« pre- momento' llegó. El ministro Salgunta si éste conoioía ©1 complot. vateilia, en) >su viaijei con el rey a cesitaba panal su niavimienjto ha SaJiama&pa, d'esüiubre estas pági- aer lo qua Mussoilini hiao en ItaT.—En absoluto. lia : había que hacer un Gobierno A preguntas del fiscal, si los nas del ptrooeso'. Eíl Gobierno- no tenía arraigo en pu«8ito de lofe¡ viejo© militareis, generales; estaban conform¡esi con pojp:ular, ©ría heeiiuirtai de la Corte. y entonces volvieron éstos al él golpe 'djfe E&ttado. Dice que el Oobierno no tenía montón dejl anónimo. T.—Dijo qu© niíjjguaio; pero Incidentalmente, eíl año 30 se como ya estaba inoimbrado »1 Dir más que la 'Confianza dei rey; pe1 rectorio, y ^u© a todios le» sox- ro no- tenía lia del pueblo. Llama produce una pequeña ©riáis y apaccviejos» a, loa p#lítioos d© ernto-n- recen nuevos p-ensonajes. piiendió el noniibramiento. cea. Despuési dice que el .-Gobierno T.—¿ M« p'escmite •aña^ mautifes. oívüpo-militaT Continúa que el rey vio qu© la s iué ei hecho más iacione© -e|L señor presidente P grave, ya •qpis no hizo más que línioa; solución era ha,c©r i¡B GoP .-"Concedido. T.—EA abogado- Sr. Primo d© bierno militar, quetriendkj conver- anbituariedadi&s. El ¡proceso quq' sé v© ©s mucho Itives-a me dijo q.i*e gd yo había tir ósit© en, un. cluarto de banderas. miás qu© urna figura delictiva, ya M do euSbeeoretaiíio- de la Chierra Es entonoes^ víspera» d© la reque, se enjuicia ^ las: niási durante la ltootiaidiur^, y yo ae unión, de im Ótoana», d$m<k> se DB GUERRA Y MARINA magistraturas del país. Un Tribunal togado, al cabo de Dice que las- peanas del Código los anos hubiera, juagado- estos Penal son nada más que para «1 Vecinos de una manera irregular; vosotras estáis al margen de pequeño delinctaenté. Pero piai*a la- alta reistponsabilidad de1 trai- la comedia-, soisi 'la emanación del ción del rey, las Cortea- Consti- Parlamento. tuyentes lo lian juzgado. Luetgo dice que; el delito del La República adviniO' ipor cau- golpe d¡e> Estado efe común a toces legales, Ja Comisión efe Res- dos los que tomaron parte en él, poiisabüGdadBs que representa pi- para evitar lai responsabilidades de la. sanción) de un .confinamien- por ios sucesos de agosto. La to duradero a veinte años, e in • prueba-es que el hecho e!s este: habilitación perpetua.. El día 15 de septiembre, cuanEl fiscal dice pide el ciumjpli • do Primo 'de Rivera se posesionó miento- d® las' siancdoii&s, ya que del Poder, puso> a la firma del rey la impunidad! son malos conseje- el dietoreto de la disolución de las ros de delito; sin embargo, la Cortes1. sanción es pequeña, y termina 'Ore© que en ello' 'había una rescosa.1 esto pidiendo que' se cumplía. ponsabilidad colectiva. No niega EJ] señor presiden te dice en una que reconoce que varios genecarta del Ser. Royo Villa-nova, que ralle» se batieron en Marruecos,, pide1 la absolución de loa acusa- dlebietffo-nt no' sollo defender a la- pado», ¡pero como Villanova es acu- tria con ilasi armas, sino< de otro sador, pide no¡ se le conceda la pa modo: no- aceptando- aquel error; labra. peíro se equivooairoii y colaboraEn e^tei momento1 se levanta y ron1. pide la palabra, dicietndo que pa¿ No pensaban ellos que aquera contestar, y ^sipera- a la iiiier- llo sería un» guerra -civil f A'imvenición parlamentaria-. ©situviera aquella idea cargaEjl ST. Penalva 'dice' que ya qlie de razón, no» pensaron en sus viene diei viaje, puesto que reside consecuencias. fuera, y encuéntrase' fatigado', pi Califica' de1 giran pecado, de so d© que la -sesión se suspenda has- berbia y de orgullo el movimienta mañana, en la qu» hará un to 'del- 13 d# septiembre1, y una de 'acusación, sucesión) áe delito. Lias consecuenicias del golpe de SEGUNDA SESIÓN DE LA Esitado' fueron unas mayores que VISTA oteas; las1 mayores.fueron las de] 1 El Sr. Pénalba tiene la palabra.. seigiundb Direictorio , presidido y El pueblo* español hizo, la revolu- dirigido por un valido capnohoción de un modo, procer harto- de so, y qu-ei todos1 aquellos minishistoria. tros' obedecían ipiegiamente. Dice» que este delito, de gran La Comisión de Responsabilidades ha tenido1 que- actuar abru- nateailea», llega, a las ent-r-aSas del praeblo. madorameiLte. '• Dice que él viene aquí a no CaiHtKoa de cuaidíro' terrible las traer acusación privada, sino a re- cottsecuencias d© la Dictadura. presentar al pueblo. Dice que el Tribunal tiene que La soberanía nacional la repre- hacer unasi refleixiones ante la sentáis vosotros, los del Tribunal. magnitud del delito. 177 (Después, el ST. Peíalba se1- <.-xtiende en su informe en hablar del fantasma® y de delito, y más delito®, que v© por todas partes. El informe de acusación de este señor, es monótono y rico en palabras superfluas, en el que con tinuancuentei se desdice, puesto que unas veces dica que es delito eoleotivo, para lueigo decir que cada uno de los ptrooesados hacían por su cruenta, -delitos. Señala el delito del golpe dé E&taido de «secuestro de la soberanía nacional», y que mantiene las penas, de su voto' particular. (Primero. Dos años de destie* rro, a 250 kiiliómetrosi de la capital, e inhabilitación perpetua. Segundo. ¡Cuatro años dé destierro, a 250 kilómetros, e inhabilitalción pe*píetua. Tercero. Seis años id© destierro, a¡ 300 kilómetros, e inhabilitacióin! perpetua. Publioi IStuáuea: Habla en vojt baja y pausado. Detalla sqmaramenite los heclios que precedió y hubo en el golpe de Estado de Primo de Itivera. Dicw qu© no ve culpabilidad en el general AizpuT ru, toda ves; que' hizo cuanto pudo paira ©vitar aquel movimiento, avisando y aconsejando a su Gobierno las detenciones de los generales comprometidos1. iDice que en el sumario ve nuevos delitos que no ve ningún Código español. Sigue diciendo el Sr. Suáreg que el Tribunal no «s el de la Historia. N ..".-• 1 Pregunta por qué se ha calificado de aláa.;teaioión ál golpe >3« Estado. Dice/ que el i'-ey entonces eirá inviolable, y a; esto nadie' puede juiagarie, más que la soberanía nacional, el pueblo eii el .triunfo do la revolución. - : • ,178- GAC3ETA JURÍDICA los del segundo, inhabili"". Si se montó este delito para el rey, no és melcesaiio. a otras pefc tación absoluta temporal. sonas. Luego define lo qua e» el delito político. Otro error de la propuesta de Termina su gran informe con la Comisión .'de Responsabilidades! es la igualdad de) responsabi- palabras brillantes y sentidas, lidades para todosi los procesa- oyéndose en escaños y tribunas dos. No puede ¡haber igualdad en signos de aprobación por la ecuael deüto en los generales que co- nimidad y certeza d© su pieza oralaboraron con el dictador, con los toria. El señor presidenta suspende hombres civiles del segundo Directorio, porque aquellos, si fue !a sesión por diez minutos, a ia.*> ron colaboradores de Primo de Ri. doce y diez-. vera, fueron principalmente, deDefensa de Berenguer bido- a su. concepti) del cumplimiento del 'deber y de la. discip.iA la® doce y treinta y cinco mi na, mientras.que lo® segundos, ñutes1 s© reanuda la vista con e' los civiles, obedecían por su vo- informe de los defensores. El luntad, y, por tanto, no es la mis- primero, ©n hablar es el Sr. Pi r ma respotasiabilidad, y por conse^ Romero, defensor Ae Federico cu-encia, no es la misma pena. Berenigrier. Le© después los artículos 237 Comienza diciendo- que quiere y 238 del Código- de Justicia M¡- aclarar lo que dijo ayer el señor liíar, en los que se 'detalla y de- Royo Villano va de que aquí érn fine lo que es relbeüión y alia míos todos políticosi y qu-ei él sollo traición, y ve que los genera] es viene .aquí en calidad de abogado Sara, "Cav&foanti y Federico Be/ sobriamente. renguer, no son más que reos de En .algún voto particular de sedición. acusación, parece flotar alguna du Lee también el artículo 277 < le1 da referente a los hechos que immismo Código, referente a las pe- putan a su patrocinado. Recuer 1 nas da los .delitos comprendido? da al Tribunal que echa de meno? en, los artículos anteriormente a la unidad de heoho-si en el ÍI-CV. éste, y no tía que no es la misma que condenaba al es rey, y que impuesta por la. Comisión de Res- aquella acta, rechazada por !as Cortes, en la que se señalaban ponsabilidades. ; Lee artículos del Código Pcna.l hechos de su patrocinado, que e' de entonces-, números 181 y 185. presidente de'la Co-misión rechazCj .raidos-que se ve que las penas \ aquellos hechos contra su defen calificación de delito -en estn da dido, puesto que aquellos era.n se de delito que se está discu- snla y exclusivamente' para el e> tiendo no es ¿g'ual a la que se pi- rey. de. Dice que el Sr. Peñai'.ha y e Lee también el artículo 15 de¡ fisical están equivocados con Jo Código Civil, sobre los actos de- petición ¡de la. pena, diViendo q\u lictivos, de los auxiliares. entre el fiscal, el Si1. Fcñ-alba y La petición de pena es nada Suárez disorepan entre sí. más queja da.inhabilitación. Dice que el. Sr. Sánchez Rojmbabüitapón absoluta perpe- mán en la Cámara dijo' que la tua al primetP Directorio. Comiisió+a sólo- debiera estitenidíei en dejlitosi de .alta- tnaición, miem tras que los no de esta categoría, fuesen juzgados por los Tribunales corrieíntes'. Aquella discusión peip.amantaria, con sus matices y discrepancias, le da base para distinguir loa delito®, es. decir: ©1 político, o el común. » Detallan los delitos qu© le imputan los ¡Síes. Peñalba y Suárez, por su participación.y cooperación en el primer Directorio. 'Oalifüpan estos hechos en rebelión militar, y antes de impugnar estos hechos, quiere hacer una acilanación que teme. Según los actos y hecho*» de que acusan a su patrocinado en el acta, a no dudar, sería de alta traición. La República, ha dado, una ley, como, carácter de tal, el día 14 d© mayo de 1931, en la que se detallan los delitos que come I en los funcionarios en el ejercicio de su cargo.; pero en ella no está ni se define .el de rebelión y sedición. Y que ni este Gobiernoi ni otro puede derogar ni sustituir ninguna ley que favorece a los reos. Sobre los hechos en materia dt cargo. Die© que en el movimiento del 13 de septiembre mi defendido se encontraba- en Bruselas, y dice se ha entenado' de lo que piensa Primo de Rivera por él mismo. Defiende enton-ces una brigada en Madrid, y Primo de Rivera expuso a sus compañeros la grave situación de España, el Estado, la Administración, etc. Sobre1 todo a la actuación del! general Aguilera, la actitud-d-e éste con Sánchez Guerra hiao preveer en una Dictadura de este general. Y no sabe si Primo de Rivera temiera por su patria o no otra cosa. DE GUBRRA V MARINA 179 " Tío oree que ©1 movimiento lo Referente*al Directorio militJar miento' de llama* la atención del trajesen las ¡Tuntas do defensa, co dice que mo tomói disposiciones. país, del rey y d'«il -Gobierno, somo dijo ayer oin testigo^ puestoLa responsabilidad de no con- bre el estado de la vida nacional. que las Junlias- ©ataban avisadlas vocar a las Cortes, no la tienen Aseguró qu© estaban conformes contra, Primo de Rivera. ios generales y, por tanto, mi muchos capitanes geñerailes. Niega qu© los (generales- del Di- patrocinado. Citó nombres áe los señores rectorio' y, sobre todo, su patroSu defendido no fue acompa- Unamiuno, Marañóm, Torres Qu&cinado, I© silguieran a Primo de ñando1 el 13. de septiembre al ca- vedo, Maeizitú, Llaneza y Flores Riviera"'para dar un golpe de'Es- pitán general >all ministerio d© la de Leimus', paia constituir Gotado; sollámente colaboraron pa- Guerra. bierno; no haiblló fe nada pareciria evitar que prosperasen las Cuando vino Primo dei Rivera do a Dictadura. Manifesté mi sim Juntas de defensa, presididas a Madrid visitó1 a Muñoz Cobos, patíá por la idea. par Aguilera. Otr'avS' reuniones a que asistí y éste dice que visitó al marqués Dice qu© por adelantarse Pri- d© Alhucemas, y aquél dice qu© él fueron los que siemanialm'eníe y mo da Rivera, demuestra que no no visitó a nadie, y que no jurará para asuntos de swvicio., se celehubo conspira/ción, porque¡ no hu- ante nadie qu© estaba dispuesto braban en Capitanía. bo concierto. La® d/el Gobierao militar no a formar el Directorio militar1. deben ser delictivas, por cuanto . Niega que h'iíbies© delito de i»& DEFENSA DEL GENERAL no- están procesados otros genebelión militar, ya que no hubo SARO ralea que asistieron. levantamiento, en armas1. Y, por tanto, su patrocinado Mi venida—>dice—desde Mani- 'Segundo. De hiaiber visitado no se • rebeló, ni fue tampoco se- la, mi presentación voluntaria y al capitán general d©1 Madrid dicioso, ya qu© su patrocinado mi conducta' desde que proclama- anunciándole ©1 propósito de tomó parte•después. Niega por- da lía República me posesioné de constituir un Directorio militar, que no hay pruebas dé que la la Capitanía (gene-ral' de Sevilla., no recuerdo que tal idea existí©*'1 idea del primer Directorio fuera expresan mi acatamiento a las rlaj la primena viess que Primo; de¿ implantar la Dictadura, sino cu© 1 • Corte® 'Constituyentes:, supliendo Rivera habló de1 ello, fue al lleera. para1 ¿.alear1 frente a un Go- i la defensa que me h!an querido gar a Madrid, el 15 de septiembierno, civil. : ;asumir los letrados republicanos bre, ya nombrado jefe del Go'Se extraña sobr© el calificativo a quien©» quise enc¡«Tga.rla, hace bierno, y manifesté mi disconford« delito d© rebelión, puesto que que sea yo quien haya de¡ escla- midad ; ee ©n cambio- cierto que vi no hubo levantamiento d© armas recer mi intervención en Jos suce- sité al (gobernador militar y capitán general, para darles cuenlít sos die septiembre de 1923. en ninguna parte do. Elspaña. Y por tanto, su defendido sería En 'resumen, el acta acusato- de la conversación con el genelo más, delito die sedición, y si : ria mei atribuye lew siguientes he- ral Primo de Rivera, a que antes aludí. hubo conspiración «na sofern-ente chos»: para hacer uña petición colectiva Tercero. Que, coincidiendo Primero. Que asistí a. freal Poder moderador, y fuera lo cuentes1 reuniones ,¿e generales con el aislamiento ¿el capitán gemás para que cayera el Gobier- en el Gobierno militar de Madrid. neral de Cataluña, constituímos no-, sobre el manifiesto que Pri- .SIóHo recuerdo babea" asistido' los generales Cavaicanti, Daban, mo de Rivera, en el que, se decía a las siíguientes : TJna en casa del Berenguer y yo, el primer Direc•que. el Ejército pedía al rey la general Muñoz -Cobos, ante l torio militar en el Gobierno de destitución de ¡los 'ministros, no anuncios die la Dictadura del ge- Madridl. ~NQ existió («y. Directorio. tuvo mi defendido' noticias de él. neral Aguilera, donde se exteri E], general Muños Cbbos declaSostiene que no hubo conspira- j rizó la falta de ambiente para ese ra que en todo momento ejerció ción, y si la hubo era tan sólo pa- movimiento; me ausenté, y el día su autoridad. Los coroneles de Ja ra... la sedición, y sostiene que a T a 8 de septiembre, asistía a guarnición afirman que nadie les <*'j patrocinado se 1© aplique él una entrevista, ©n -casa de Primo habló del movimiento. . ¡El Sr. 'García ípritíto y sus mi-;. artículo 246 d© enjuiciamiento, de Rivera, en Madrid'. j Elsée' geneinal expuso su pensahablan de gtoeralesi comcon abono dg pena jutrídíoa. 180 CACETA JURÍDICA plioaaas, i-» "o no de Directorio-, Dirección d© Guerra, la primera y afirma que nunca ha. existía» división de Miattaid. el bando de Primo de Rivera de Proclamada la República, 5 en 1'\ de septiembre, a, que alude el Ja noche del 14 de abril, me pojrenera.1 Jordana. sesioné de la, Capitanía 'de .Sevidiario. Q je reemplazamos al lla, (para, la que estaba nombrado, Gobierno oonsiitu.cion-¡aíl por el y -ejecuté las instrupíáones que jvrsonal del general Primo de Ri- conservo1, del Gobierno republivera ; conste que el Gobierno prf cano1, al que pedí mi relevo. Desentó su dimisión al rey. -Conste claré el estado de guerra a petii a ID bien, la consulta'a los capita- ción del comité revolucionario y nes generales, quienes, excepto con la aprobación del Gobierno. ZabarsKi, respondieron de1 la disciReemplaiza-do en mi miando, plina. El gene-ml • 'Áizpuru reco- marché con licencia a Manila, y noce que en >íadríd no- hubo su- desde1 ¡allí obtuve ©1 pase a la seblevación. gunda reserva. La, ((Gacela» del 16 de septiemlío existía alzamiento en arbre1 demuestro que al Gobierno lo, matí. ¿ Hubo adhesión .ail alzareemplazó Primo, de Rivera co- miento ? Admitamos1 quei hubo almo jefe del Gobierno, y Gar- zamiento- en Cataluña, Aragón y cía Prieto declara que el rey Je Valencia. El -Gobierno acuerda dijo que encardaría a. Primo de aguardar la venida del rey? no Rivera de formar Gobierno1, para da una sola orden y cuando etl disolver las Cortes1 y convocar rey llega dimite. otras. ¿ Quiénes estuvieron en un laEn los autos aparee© que1 Pri- do ni en otra, si no hubo dos mo de Rivera no pensó basta en- frentes? tonces en el j:oder' personai!. El Código Militar eximió a los Ei! Sr. Peñalba habla de una rebeldes- que se sometieran a la au vigilancia ejercida por. nosotros toridad antes de ejecutar violen•en la calle de Alcalá.- Esta vigi- cias. Está aprobado que no hubo lancia no tiene finalidad ni • es violencia, en Madrid. BulFongialógica, porque* el Gobierno salió jnos, sin embargo, que si existió de Buenavista para Gobernare ion delito contra el Gobierno- monáry no se dice que en Gobernación quico1 constitucional, no sería perla ejerciéramos. El rey, después seguí ble, porque ha- desaparecido do designar a Primo de Rivera la norma protegida y la sanciopnru, formar Gobierno, nos encar- nad ora aplicable. dó que maníuviésemos la disciEntra en ei estudia de los deplina, ltasta h llegada de éste y litos políticos. Recoge el r e-conolo ciMiipliino* cada uno en su cimiento que hace el Sr. Peñalbr tslera. El iJ);iectoria militar se de que el movimiento1 hubiera creó de-ipuérf que Primo de Rive- triunfado igualmente sin ellos, ra se posesionó del Gobierno, y y expone' la situación dé1 la vida - coni ra esto los cinco generales política, en el año- 23. Déolaxa que manifestamos nuestra opinión. rechaza, los hechos en que s-e basa "Rechacé la Alcaidía de Madrid la acusación y la calificación que y sólo ejercí mandos militares e-ü d« ellos se hace. Porque no hubo África basta la 'loma de Alhuce- alzamiento en armas, porque, no mas, y a mi regreso preferí a una se ]¡e! puede oonsideirar como adihe- rido al alaaimieiito en pionque no< hubo la de que habla el artículo' 239 del Código1 Militar, y aunque imponiéndoles delito-, no sería hoy ipiüaiblei. Magia ignajmente los delitos políticos de alta traición. Pirimero-. Porque para ello sería preciso admitir tos actos d© rebelión que quedan negados. Segundo. Porque aunque hubiera/prestado auxilio no sería. auxilio- necesario, y Tercera. Porque si se estima actué en la preparación del movimiento mi orientación fue contraria a los aioontecírnientosi qué sé produjeron más tarde. Yo, termina, acataré el fallo. A conllevarlo', si me fuese adverso, me ayiidará el coniV-encimieDto de que a mis juagado-res se lo babía nspirado el amor a España qu-ei fue sieimpre el móvil de los actos míos. DEFENSA DE CAVALCANTI A continuácóón, ©1 general 0®,vailcanti leyó sai escrito de defensa, encomendada ésta ei 7 de octubre pasado, al doctor Marañan, quien tuvo que dejarla por deberes profesionales. Tuve previo' cíono-cimiento de qu« el general Primo de Rivera intentaba erigirse en portavoz de la opinión publica, para que el Gobierno fueira sustituido por otro de hombres dasligado-sr de partidos, y que inspii'flíran confianaa al país, ¡para que aquel! Gobierno convocara a Cortes, apuntalara la Híiicienda, disciiplinaia,-. los organisimos del Eístado-, finalizase la guerra de Marruecos, reforzaría la autoridaid y acabara la sistemática hostilidad, de todo, a- todos los Gobiérnaos. España ansiaba que alguien le- DE GUERRA Y MARINA vantar& ©sa. bandera, y a ello me acogí sin vacilar. Ein mi concepto, el arranque de Primo de K¿vetra era salvador, porque respondiendo a otras expitáeioneiSi éL .general Aguilera organizaba ain recato una. Dictadura y la oficialidad dé Barcelona desetmiboeabai en el camino de Jas Junta» de. defensa. En Madrífl', sin confabulaciones ni sedición©», «i proyecto de Primo d© Rivera fue acoigáido ealurosajnjent©, y leyendo la Pirensa de aquellos días no se piuieden negar e&tas afirmaciones. El propio Gobierno dejó de actuar, porque consideró qu© estaba, abandonadlo por la, opinión pública y a la llegada del rey declinó SUBÍ poderes. El primer Directorio', que vivió unas cuanta» h&rais. s© iKmító< a sostener el orden público. Las tropa® siguieron en sus cuarteJesi en absolutia; disciplinia. ¿ Dónde: están las punibles intervenciones ? ¿ iLos actos dé hos¿ Dónde la rebelión ? ¿Que el género! Primor de Rivera ttO' cumplió sus eomprpDíu&os y en lugar de un Gobierno constifcu!cional formó un Directorio? Jfo «ei tizo con nuestra anuencia, y ruego a tta. Comisión dé loa Perjuicios que me ocasionó a la ilefralidaid política creada por Primo de Rivera.. Podrán testimoniar sobro mi persistente oposición el Sr. Alcalá Zamora y ol Sr. Lerroux. El presidente de la Comisión de Besponsabilida'díeis, J}. Carlos Blanco, también podría decir aügo, y sin salir de las Cbrtes (podrían informar en igual sentido el.lStr1. 'Sánchez Guerra, el doctor Marañón y el conde d© Eomanores, y en el Ejéo-icito bien enterados están diei mí actitud los gene- rales Rodríguei» del Barrio 3 Queápo deil Líano. El recuerdo de mi destierro a la& Bale'aTes1. El de mi destitución de la Casa Militar del rey y de l¡a Capitanía general de Burgos y ul privawnei durante varios años del eje¡rcieio¡ de» mi profesión, nubla mi espíritu liberal, al .considerar {ue entre los1 mile» de1 generales y oiiciades qu© prudentemente se idoptaron a Ta situación creada, 7O que sufrí los rigores de la •posición, soy de los: pocos a uion ptrooesa fesa Cbmiisión de Responsabilidades. No existen delitos en los geneialea d© da guarnición de1 Madrid;; >éro si ¡alguien lo oonsideria,ba, ; podría perseguirse después <ie luetve año» transcurridos y tantas ransformacion*© leaiizadas en la 7Ída española ? Evidentemente, 10. Entre la iniciativa, de Primo de •uvera eln BajToeloaa y ©1 Gobiexio dictaitorial qu© preisidió, se»arándos¡é dé sus oompromisosi, oaediajon ñoras, que discurrieron lormalmenfe, á pesar de que ©I jk)bietrno! abandonó ei Poder, y ii3to' obligó al capitán igenerraíl de íiadrid a afrontar la «iituaciótn •-reáda. Berenguer, Diabám, Saro - yo, con óirdenee del oapitán general, teníamos la misión1 efe mantener el, orden, ya que Jo® civiles labían dejado- de hecho vacantes HUS cargos. A1 eist© grupo del geaerales se fes djó únicamente el aombr© de Directorio. ' Niega que le1 corres¡ponda ©1 título de palatino, porque hasta después, dej 13 de septiembre no' ejerció oairgo en Palacio. Ii© pa.reoe1 injusto y poco equiativo' el piro'Cesamiento del capitán general y del llamado ©1 primer Directorio, porque no se ptrocesa; a • Jos> generales de aquella,» 181 p*uarnicion©s' ©n oue Kubo distairbios-, y en cambio, .ge hace oon los de Madrid, donde no ocurrió absolutamente nada. Oree que no merece la pena desvirtuar: ed testimonio de un alabar dero, qu© dicte dé una confidénoia diel rey hecha all declarante por un jayuda. de cámara. Niega la. vigilancia del ministerio de la Guerra. Creyó en ,-sepúembr© 3e 1923 qa© la. actitud de Primo de E<iver,a favorecía los. intereses rpatrios; pero ea el mismo míeisi se coniveacíó de lo contrario1, y adoptói una conducta firma, a consecuencia, da las que sufrió penas. No se acusa d© incnimplimiento del debed?;, pero si hubiena falta^ do a él, hubiera sido ímyoluntaPor ironías! del destiao he sido arrestado ail ocupar e8 primer puesto^ del escalafón. Este Tribunal tendrá en cuenta mi oonduiota miUtar. Otro aún ha de jusagarlo, y siente que ño haya ipirecedido a ésto, porque está seguro d© su solución satisfactoria, y no tieme que s© involucsren hecihó» y fechas en Ja* supuestas actitudes1 ([\ié a® le imputan, en perjuicio' d© .©ata- defensa, y espera qu© este Iribunal le absuelva con toda das© de pronúnckniientios favoralles'. DEFENSA DE AIZPURU A ooistinuación «1 Sr. Martínez de V:elasoo s© ¡levanta a defender al general AJapuru. Ej Sr. Martíne» ríe Velasoo relata los, hecho* acaecidos en aquerjes día», J aj>e¡h»\a3 cargos- qn« -¡e lanzan contra, el entonces ministro d© la Guerra, general Aízip,uru. Aníei los rumores que circulaban, el Consejo de ministros en- 1S2 GACETA JURÍDICA •cargó al ministro d© Ja Guerra DEFENSA DE MUÑOZ COBOS que conferenciara con ¿1 genera! j A los doce, el presidiante susPrimo de Rivera. . . > pende la sesión, reanudándose con 1 Tiene palabras de censura P&- i la aotuaeióca del Sr. Ñoñez M.atura el ministro de Estado de en- rana, defensor del geinerall, Muñoz tonoe&, Sr. Alba; relata el cua- Cobos1. dro 'desolador de anarquía en que Dice que é& Sí. Afufioa (Jobos los Gobiernos de entonces tenían estaba tan ajeno al golpe1 de Esconvertida a España; esto había tado del día que ocurrió1, pues que cortarlo. Recuerda que Aizw esitiaba en el teatro y «a1 Ta salida puru invitó a La reflexión y a la fue requerido por eil Sr. Garcíadisciplina a- Primo de Rivera, y Prieto, para consulterjle lo que ha el dialogo de ambos terminó con bía quei hacer. la. destitución de éste; pero el teNo- ¡podía lanzar mi patrocinado légrafo contestó que no esi&ba las guarnicione® de Aragón, Capresento el futuro dictador. Lee telegramas ' q u e Aizp<uru taluña y Castilla a una lucha fradirigió a, todos1 los capitanes ge- tricida.ufe limitó' a decir al señor nerales y gobernadores' militares, • García Pristo que había que conlos cuales se limitaron a decir que sultar a]: poder moderador. Afirmantenían ejl orden; pero no que ma, que la crisis se tramitó oonsprotegieran o ayudaran al Go~ tituoionaimeiite, y Muñoz Cobos dijo a Primo' de Rivera que debe?jierno. ría, jurar el cargo. El ex r^y, »g*ún el g«neral MiRelata las escenas ocurridas en láns del Boscli, ya Kabía confePallacio, y de vuelta a Capitarenciado oon l&s autoridades milinía, Primo dei Rivera le dijo : «Mi tares. M géneta! Aizpruru hizo lo genera!, acabo de jurar ©1 cargo que tenía que hacer: dar cuenta de presidentei del Oorifíiejo)). el Gobierno de lo quie ocurría. Esto demuestira que1 Maifíoz CoDa detalles dé lo quei ocurrió en aquel Consejo. Consejo, eoi el bos quería un trámite constitJuque quedó muerto «quei Gobier- cionial. De'spfué», mi defendido' no vuelve a (figurar para nadia en los no. Niega, que ej Gobierno diera planes del dictador. Dice que en el enjuiciamiento órdenes al general Aizpum de de de la falta cometida por sti detener a los generales. Dice que Aizip'uru n o podía ha- fendido, son cuatro aipreciaciones cer o*'a o1--. que echarse a la ca- las que bay: la del fiscal y la de lle para detener a ios sublevados. los firmantes de los votos partiNiega que éste haya dífinqui- culares. Esto prueba que no hay una base concreta pana su acusatígo para su defendido. Dice qu© ayer, el Sr. PeñaJba ción. tuvo que crear en su imaginación Niega que exista el delito. Alacalenturienta un delito y un cas- ba la larga y gloriosa vida militigo, y dice que bastante tiene con tar y ciudadana de Muñoz Cobos. recordar en el ocaso de su vid» «a- que hoy se vé, ha -rendido su gloriosa, las horas d© amarga so- tributo a la muerte. La bictoria ledad en ej ministerio de la Gue le juagará. Tuvo- grandes- erroraa. res ; pero también tuvo grandes Pido, pues, ,su absolución; aciertos-, que no debéis olvidar al emitir vuestro fallo.. Termina haciendo un canto, 'a. la soberao)ía...;nacional y,a.la piacificacióm dalos espíritus,. en nombre de la futura grándeüM españo-ia. HABLA EL SEÑOR GIL ROBLES A continuación, el Sr. Gil Robl.es, defensoi de los /gen©raJeh' del Directorio, milita^ comienza dioieoido que hay qu© dejar en la puerta toda significacióii política, y oaiifica al' Tribunal de represen tacióii idleólógica del Parlamento. Nieigia que los gen-erales que defiende sean culpables'," cómio lo .prueba la falta de ácusaSiación en todos los documentos deJ proceso. ' Alude a la declaración de don Amalio Gimeno- para' sacar en con&eciuenoia de que algún miembro del Directorio., expresó su ©xtrañ-eaa por el golpe de Estado y llegó a- ca¡lifica-rlo d¡é.''disparate. HáctíJ xer que1 mucho® genérales estaban en el extranjero1, y lee-los decretos de cónsíitúción del Directorio, suprimiendo los .cargos da ptresideJíte del Concejo, ministros y subseictreCátios. EjT movimiento, no' tiene nada que ver con las Juntas1 de defensa. Enumera los- decretos- del dictador, disolviendo lias Cámaras sin la reunión de los cuerpos oolegisüadores, suspendiendo, las garantías constitucionalesi en toda España, -sustituyendo gobernadores1 civiles- por los militares, etc. Los vocales, del Directorio recibieron su nombramiento telegráficamente, por medio de las Capitanías generales1. .Recuerda las dimisiones de Navarro y otros ge-. nerales, que no admitió .el dictador, para qú© na se resquebra; jara Ja aparente unidad del Directorio. . , .. PE GUERRA, .Y, MARINA .„ ..,.._„....,„.,, ÍB3 Venida a 'menos -cualquier norma que no sea la 'fundamental, siempre hay una jerarquía superior nonde acudir para qué provea a sustituiría. Pero rota la ribrma'fuiídamenta1, falta todo recurso a uu principio positivo superior que por defi'ucicn no existen, y. como solo por aplicación de tal principio podría la Constitución resucitar, es p.a tente que tal resurrección resulta, imposible. .-..Por eso solo sé. sale de los períodos de crisis constitucional, ya Lee la alocución y los telegraque no puede darse la producción mas que Jordana dirigió a las de un i¡uevo derecho por vía «-defuerzas militares de Marruecos, rivativa» por vía «originaria», coexhortándolas a acatar el régimen. mo dice Btamblér: esto és, recibienHabla ; dé la actuación, fisca.. do cómo orden niievo legítimo el mostrándose conforme en que hay implantado por el mismo hecho qué que crear una figura de delito paderribó el orden, antes vigente. Si ra j uzgar al ex rey. Reconoce el 1925 fue nombrado ministro el acu derecho de las Cortes constituyen- sado. Para imaginar aquella Cons- tai cosa no se admite, resultará-que tes de la República a calificar de titución como vigente hay que ol- no. hay un sólo orden iegítimo en el ata traición el delito del ex rey, vidar un hecho decisivo: el golpí uiundo, pues todos los que existen, pero no a calificar de igual, ma- de Estado de 13 de septiembre de antes o después, han nacido de una' nera los. hechos de los cojabora- 1023. El golpe de Estado subvirtió ruptura con éT sistema anterior. La doios de don Alfonso id'e Borbón, el orden constitucional y lo susti- misens, República española considepues si delinquieron, debe juzgár- tuyo por otros de principios y ''•"••',rada con razón como forma legítiseles con arreglo a ¿os Códigos de ganos distintos; desde ese instante ma desd'-! qué se implantó, advino- >.ñ sfiaa. lío hubo continuidad í.n quedó derrotada la Constitución, d? contrarción como es natural con i-.V el cielito, y, por lo tanto, no s;t 1676, y. iina Constitución que ?e de- que la legalidad antes vigente establecía. Nadie caerá en la ridicules puede acusar como se ha, he- rroca no puede resucitar. lez de declarar a la República ju cho.. Termina pidiendo que a es Esta fue exactamente la afirma rídicaaiente inexistente, y sin émt'os militares anónimos persegui- ción de los revolucionarios españoba-rgo muchos se olstinañ en declados en el . ocaso, de su vida, «les les antes de la República. Y es rar i un'dTcamente inexistente a- "lajuzguéis sin pasión, con austeri-' cierta no per el argumento de Jedfetadura. • dad, y. estoy seguro de que les ab- re oh o privado que ve un pacto en KÜL veréis». <vt Constitución, pacto resuelto Demostrada su legitimidad forcuando una de las partes lo rompe, mal (que no tiene que ver con' qu», DEFENSA DE DON JOSÉ AIST sino por el principio de doctrina ju- su actuación se repite buena o maTON!O PRIMO DE RIVE{RA rídica pura, que afirma, con Merkl la), «o cabe duda de que don Galo El presidente concede la palabra y K(?lsen, la unidad de ordp-n jurí- Ponte, nombrado ministro en a don José Antonio Primo de Ri- dico. En efecto, todas las normas diciembre de i925, rió pudo delin-t vera, y éste da comienzo a su in- do una jerarquía dentro del ord.;n quir «.-ontra la Constitución del 7o. forme. :,otal se refieren, y dr- ahí reciben ya entonces derrocada. Ni puede enLos cargos que se lanzan contra ;u fuerza, a la jerarquía inmediata- volvérsele en un delito llamado do don Galo Ponte son dos tipos: Unos mente superior, hasta hallar ana alta traición, porque f.¡ la alta"tfai-señalan infracciones de orden for- forma fundamental, la Constitu- ion coi. sistió en subvertir desde la el orden n a1, reprobables en cuanto estu ción, donde todas las normas en pr.imera magistratara última. •onstilucional (es íc que Tas Cortas . vier;n en pugna con el orden cor.s : neutran su" justificación Lee "palabras de Magaz, pronunciadas <áñ~un banquete de la Tlnión Patriótica, donde dijo que todo tó que se *hací,a eria. por la omnímodia voluntad -diotatorial. Cuando Primo de Bivera le» destituyó, fueron otra vez a sus cargo® oo<n la misa modestia que salieron de ellos. Alaba el acatamiento al nuevo 'estado de cosas dispuesto ipor Primo de Rivera, así coniS la implantación de la República. tituclonal vigente ' al comentarlas (así al aceptar el cargo' de un Poder i'egítimo, legislar sin Cortes inve-ntar con sus colegas 'de Gobierno una Asamblea Consultiva, etc. )j otros subrayan hechos que además de agraviar formalmente al ordvn constitucional, entrañan material malicia, por cuanto hubieran sido injustos en cualquier régimen (así ^oa confinamientos, deportacion«=¡. multas, suspensión de sentencias, avalos y monopolios perniciosos). Aparte de que el señor Pont 3 nunca tuvo el propósito de que la dictadii-a se prolongase más de lo estrictamente preciso, no • es posible acusarle de haber infringido la Constitución del 76. Por una razón: porque no existía cuando er; ,.. , , , , . GACETA JURÍDICA han sentenciado y a esta 'defensa no régimen con abstracción <!.- y consideraciones, nunca hasta enle es lícito discutir). Es indudable su legitimidad o ilegitimidad for- tonces conocidas. El pueblo enterÍJUÍ» aquella subversión quedó cou- mal. día muy bien su lenguaje y percibía surnada en un momento solo, y qu<; En el sumario* sólo consta que su efecto. Por eso contempló su ende ahí en adelanre empezó a ini- promulgo leyes por decreto, ¿Eran tierro como un luto de todos y por jerar i ara todos, con razón o o¡n ¿njustaís? -• eso ha mostrado la fa'ta de toco «lia, el orden nuevamente implanEl famoso Código Penal reduj D rencor en su indeferencia por este !ad-:. Aparte de que el concurso casi roda? las penas, moderó algu- proceso. Quien hizo malograr la dicprestado por 'don Galo Ponte al nas crueldades del antiguo y corrí tadura fue el antiguo régimen, forllamado deliío no es de aquellos g'') defectos que todos estaban acor- tificado en unas cuantas familias sin los cuales no sí hubiera podido des en señalar. Efl decreto 'de 19? dominantes, que si primero se inrealizar como el número 3 del ar- no autorizó la suspen?ión de todas clinaron a la dictadura porque la tículo 13 (leí Código Penal exig? las sentencias, sino sólo en dos c. suponían, encaminada a robustecer Tampoco puede acusársele con lo° 3ÜS: JP.S de lo Contenciosoadminis- su situación de privilegio, pTonto otros ministros de «secuestro d6 l.t trativo, cuya suspensión ya esta- se le pusieron en contra enconadaRoberanífe nacional), temo quiere ¿\ ba autorizada, por la ley regulado- mente a1 descubrir el carácter poseñor Poñalba. O la soberan'a na- ra en tres o cuatro casos. La dic- pular de su política. APÍ dejaron cional se entiende en el sentido co- tadura sólo usó la facultad tres <> solo al dictador oon unos cuantos mo Poder atribuido a la mayoría cuatro veces. Y de los demás decre- colaboradores leales, sin 'el apoyo «•lectora t para definir lo justo y lo tos leyes la República ha derogado de los profesionales de 'a inteligeninjusto, o se entiende de modo más ('reconociendo validez a sus efectos, cia, que hubieran podido nutrir a amplio, como cualidad inalienable seis», ha anulado uno, ha reduci- la dictadura de doctrina elegante y que al pueblo toca de «ben«fica- do a jerarquía reglamentaria uno fuerte y que tampoco la quisieron rio del Derecho», con lo que el bien, ha rifado subsistentes 23. No se entender. Y el dictador, fracasado la libertad y la. felicidad 'del pue- ría tanta su injusticia. en su esfuerzo, fue a morir en la blo viene a aceptarse como aspira ¿Y ríe las demás cosas? De los emigración, mientras el antiguo réción de todo derecho posible. En legocios, de los atropellos, de las gimen se regocijaba en un renacisu primera acepción • la soberanía, iniquidades, no hay ni rastro de miento efímero.1 Para la memoria nacional es un dogma, combatido prueba en el sumario, a pesar <1<J del dictador so © pido una cordiapor todas partee, que nadie puecí" as facultades que para instruirlo idad capaz dé entenderle. ser eorapelido a creer, a menos que ha tenido* la Comisión. Se dirá que HABLA EL SEÑOR ARRANZ se resuciten las persecuciones con•El señor Arranz, defensor del ala io pertenece a otros procesos, a tra los herejes. La mayoría no pu?'mirante Cornejo, dice que su patrolos de responsabilidades 'de gestión. tío tener razón y en ocasiones el pr: cinado pasó la vida dedicado al esSea; .I-FI-O entonces debe desaparemor díber de un gobernante es con tudo c'e lo» problemas de la Macer drl proyecto de sentencia toda trariar a su puebla por el bien del rina y jamás hizo incursión alguna imputación no probada, porque una pueblo misino; muchas veces ganaen el campo de la política. wnlencia ejecutoria de justicia no do profundamente por los defectos No conoció al general Primo de puede convertirse en libelo difama; del régimen que el gobernante ha Rivera hasta bastante tiempo destorio. destruido. En su segunda acepción, pués del golpe de Estado. En 1925, Si eí Tribunal sólo tuviera la mila sob'prarila es indiscutible; -pero sión de sentenciar sobre un 'deli- fue nombrado ministro de Marina intonces, para ver si se ha faltado to, aquí terminaría la defensa. Pe- y en este hecho está el principio de i- ella-, es indispensable nwdir la ro, además, tiene una misión polí- la acusación. bondad o malicia naterial contetrEl almirante Cornejo, al ver que tica: la de interpretar con lealtad Ua, en Jos actos Je gobierno. T.v la actitud del pueblo acerca de ia no puede realizar en su departadonde se Hega al examen del seguniiietadura, y una misión histórica: mento la labor que había soñado, do grupo do inculpaciones lanzadas la de adelantar una interpretación presenta la dimisión, que le es acepcontra don Galo Ponte y sus coleacere» de ella. La actitud del pue- tada y entonces vuelve a su vida gas; a saber: las gue &e refieren a blo no fue nunca hostil al dictador, profesional y cree aplicables a su hechos que serían injustos en cual'le quien el pueblo logfó ventajas patrocinado los argumentos emplea- GÜEKRA Y MARINA dos por «1 setícr Primo da ft?\pra por 3a Itepújblica, pues eso ni io pensó su defensor. én favor del señor Ponte. •Termina pidiendo la absolución A las dooe menos diez se suspende -su representado. dió la sesión por quince minutos. v Se reanuda la sesión a las doce ROZPIDE HACE, A CONTINUA"y Cuarto. CIÓN LA DENFEN SA DEL SEA continuación se le concede la ÑOR GARCÍA DE LOS REYES palabra al señor Martínez de VeDice que los cargos que se le imlasco, defensor del señor Ardanaz. putan a su representado son anáDice que el geñor Ardanaz es un logos a Jos defendidos por el señor caso incólume de disciplina, pues Arranz y Martínez de Velasco. lleva cincuenta años sirviendo a la Dice que durante los cinco' años patria. que formó parte en el Gobierno de 185 como ministro fuá el <ie p) esentar su dimisión y tan solo firmó decretos de personal. Si él aceptó a colaborar con aquei Gobierno, fue por creer que no cometía delito y que como funciona.rio público se vio obligado a obedeoWj ya qué es deüfo rebelarse' contra e.l Poder" públicc. Pide su absolución, ya que si él fue ministro ha sido por creer que BU nombramiento era.más bien como técnico. Que empieza a hacer suna mani- Primo de Rivera, él cumplió con Como pude—dice—'ealiear un defestación y que la confusión es ca- su deber de a<vúamiento a la dis- lito fuó durante los cííae en que fui da ve.z mayor a 'medida de que van .vfjlma, ya qae si no liub¡;::t aca- ministro en 1930. pasando las sesiones. tado las órdenes que recibía, huEL FISCAL RECTIFICA bier* sido un indisciplinado y enNo le extraña, porque sabe que Esta representaciói—empieza diéste es un proceso de Responsabi- tonces hubiera Tdo » pagar su delito ciendo—no hubiera tenido qué. halidades y contra su defendido solu a una prisión militar. cer rectificación alguna si no se le imputan tres cargos, que son: Que lo que se le debe juzgar es hubiesen desarrollado hechos que 1* Que aceptó un cargo en un Poder ai en e.l tiempo que eítuvo al frente hacen necesaria. faccioso. del ministerio de Marina Jas disDice que el decreto en que a ia posiciones y modificaciones han as-Dice que por la fecha que su devenida de la República daba la lifendido* se hizo cargo de la carte- tado bien o mal hechas. bertad a los que estaban encerraTambién se sorprende de que en ra del ministerio de la Guerra^ tsdos en mazmorras, n* era para los ;taba ya anulada la Constitución este juicio se hayan creado nuevos procesados, sino a los que estaban y por tanto no puede haber cargo delitos. encerrados por querer la libertac1, contra él. Dice que si el Tribunal tiene ala la República. guna duda acerca de si ha juzgado Dice que no existe un delito deDice que en el voló particular del terminado para calificarlo; han te- bien o 'mal, piensen que en lo peseñor Béñalba no hay discrepannido las -acusaciones que forzar las nal la duda,, siempre cae a favor cias. Luego se extiende en un anámáquinas para detallar b inventar del delincuente. lisis extenso, porque la Comisión estos delitos. Termina- pidiendo la absolución ha tenido que ver nuevos delitos. Que Andanaz na pudo cometer de su patrocinado. <?1 delito de la disolución de las EL J3R. OASTEiLO Cortes puesto qué éstas fueron diComienza su defensa leyéndola. sueltas en 1923 y su defendido euPide su absolución, puesto qué los tró a formar parte del Gobierno cargos que se le imputan en el acta presidido por Primo de Rivera en de la acusación, a él no son apli1928. cables, puesto que en ©1 puesto a Dice que. en el artículo 181 del que fue designado fue sin consulEl ponente señor Pjig de Asprer Código Penal no se encuentra comtarle, ya que era nombramiento apo sometió a la consideración de sus prendido el general Ardanaz, pueslítico, a su parecer puesto que es- compañeros varias cuestiones relato que stt defendido no trató de taba reservado a los técnicos. cionadas con los fundamentos de he sustituir una monarquía constitucional por una abso.luta, y eso rio Cuando füé nombrado ministro cho que lian de constituir los relo hizo su defendido, y menos aún seguía siendo su carácter apqlíti- sultandos de fa sentencia; El Triel querer sustituir a la .monarquía co, ya.que e.l único acto que hizo bunal volverá a reundisie mañana, y La sentencia por las responsabilidades iel golpe de Estajo 186 GACETA JURÍDICA espera poder dictar sentencia a fi- José lAlVarez. Rodrigúela, dado de nes cié semana o en ios primeros bajía por condena y ¡amnistiado.. días de la próxima; Magistrados con 14.000 pesetas de sueldo . ÜDon Franoiaco López* jNieto, nuagistoado de Bilbao; i). Antonio Ferreiro JÜilanco, maigistnado de 'Opa-uña; i>. Jiiidaiajolo. Vioenti Braivo, magistrado- de Lérida; don Inocencio. •Guardo Jí emándea, ma JíiL ininiístd-o de. Justicia ha de- gistrado' dei Logroño; D. Antonio creiaido. las siguientes jnbiílaioio- tíórea Lópeiz,, magistrado, de Murcia; UD. Majuano. Lacambra, Garnosi forzosas: Magistrados cora 17 000 pe cía, miagiisitoado. de Muricia; don Pedro, PiaJomeque y ,G. de Quesasetas de sueldo da, maigistradoi üe tí&ntander; Don- José Al-aa-íai Cternades, ma- D. José iCiayiuso García., magisitra gistrado da Bilbao; D. Mariano do, juiea del dietrito dea Salva(iáceres. ALaa-tíne», presidente de dor, de Sevilla,; D-. Adolfo Alonla Provincial de Jtiungp»; ¡D. To so Colmenares, magistrado, de más Mendiguea Moraie», magis- Málaga; D. Agustín iDenis Sola, trado1 d|tí (Jáceiras; D. José Vieafcez magis'trado de Málaga; D. Luis Ocaimpo, presidente dei ¿ia. Provin- Tafur Funes, maigisteaiclo de Palcial de Cor uña; D. Juan die Dios ma dje Mallo.r.oai; D. Pedro. AnCuenca- tóamcio, magistrado, de dreu Oa¡bejstany, magistrado, de S«tvilla; i)1. 'Eduardo Aionso Alon- Paikna de Malio-rcaí; D. ?íicodás so, magistrado deValenjcaai; don Fernándeiz Piadiail, magistrado, Eduardo Fraile Reñones>, presi- jiuezi ida pirimera inistianicia de Ladente: de: la Provincial d© Zana rache. goza. Jubilación de Magistrados Magistrados con 15.000 pesetas cíe sueldo Don Constancio Pascual Sánohezi, ¡presídeme! dei la Audiencia da \iioria; lü. Judian, Pliaaa Miradles, presidente Audiencia: de Ajlicante; D. Eladio Niño Valinaseda, magistrado Albacete; don Jaime Martínez. ¡Villarc, magistrado dei Burgos; D. Ricardo Medina Fernández, magistrado, de Burgos; D. Vicente Recuero Gemente, magistrado idei Coruña; ÜJ. Pedro Benito Vanela, presiden te Audiencia de Buescia.; D. Domingo (iuMná-'i' Lacialla, presidente Audiencia, dg Xipigmoño; don ¡Víctor Cbbiún Freria, maigistrado de Oviedo; [D. A¿oifo' Sánciheiz Movalláii, inagistriado de Oviedo; D. José MiraÜlueJo Duonango, magistrado de Paanplona; don Manuel Parrilla, Babamonide, magistrado de Pontetvadna; Di. 'Elnrique Lóptía Frias;, 'maigistrado de &ü¡vi:a; D. Vícte ^earaao Triig'ueros? presidente Auídttencia de Zamora; ]>. Vicente Moría Aremagisfra-doi ¿aragoaa; 'dolí Fiscales territoriales Don Antonio Piaren Móso> Salyadiar, fiscajl de ¡la Audiencia de Valladolid. provirtcialss de as censo Don Jo.se María, Sana Gognendio, de Viitoi'iai; D. Carlos Clarxasioo Malidomaidio, de Alicante; D. León, Muñoa 'Cbbo Elsteban, de Oórdobaí; D. (jabrie1! Oayón 3)UÜ'~ marcoi, de Ouetaca; D. Eduardo de Priada Vaquero-, 'teniente fispal idbi Gnaniadaí; D. Jua-n E-cJier varría Herrániz, teniente fiscal de Ovieido.; don Pedro. d e 1 a Hu.«nte Plerteigias, teniente f'.scial del Zanaigoaa,; D¡. Manuel Gandarías BJianipoi, (füscal de Cádia. Fiscales provinciales de en traúa ¡Don Luis Felipe Mena Pére*, teniente fiscal, d& -Cuenca; don Antonio- Tabeada Tundidor, fis«al 'provincial de entrada, excedente. de. Zaragoiaa,; D. AÜfonao de Lara y Gil, 'de Oáidía. Abogados) fiscales >tie ascenso Don Ramóin iGiarjcía Bedruello., db Bilbao.; D. José Ma-ría Vigner:a .Sapigraidor, de Vadladollid. AiwgEtlos íiscaies tíe assíraifa ÍDon Joaquín Mieir: Vigil, de Oviedo. Jueces de primera instancia, de término Don Enrique Alonso. Iglesias, del distrito de San Sebastián, d© Almería; D. Luis ¡Salcedo Ausó, de Albacete; D. Agustín Polidura Ortega, de! La Ro-da; don Fernando Erce Vades, idei Ferrol, D Alfonso Fernández Pereira, de" Mondoñedoi; D. TeófíJo Es.oribano Quintanilla, de Tlaiavera de la üeina; D. José Fernández Fernández, idel distrito de San Miguel, de Jerez, dé la Frontera; D. Isidro Acedo Llerena, del distrito dei ila, Alameldia., de Málaga. Ju€€es de pnimera instancia, de ascenso Don, Enrique Hernándea Cairilio, de Berja; D. Francisco Gutiórriea Carrera, electo de Haro; D. Andrés Basianta Suva, de Boa... ferrada; D. Juan- Matauel Váaquea Tannames, de Villafnanea del Bierzo; D. Fetrmín Garbayo "Rueda, de Tuidela; D. Ricardo Sánchez Mobellán, de Tolosa; D. Ildefonso. Maiaa, Fernández, efecto; de Zancona; D. 'Adolfo Serra Vallantín, dej Iillesóas; don Salvador Quintana, (Derquí, de Arcos id© la Frontera; D. Bernardo Riibes López, de Manzanares; D. Adiolfo Gómez, Caminera, juez de ascenso, reihabilitado,, ©n expeotativa, de destino. Jueces cíe primera instancia de entrada Don Adolfo Antón Matabicíi, de Sorbáis; ÍD. Bartolomé Abó Juanes, de Píedrahita; D. Francisioo Martos Montón, ídé Atienza ; D. Fecmamdb Ferreiro Rodríguez, de Chantada,; D. Luis. Mosquera Oaramejlo., de Quiroga; D. Eugenio Mora Regil, de Luanca, y don Félix Váaq'uieiz Sola, juez, del disAbogados fiscales die término trito Se Santiago, de Jeresz -de La ODion 'Juan; Oonaáíleizi Oeampa-, Frontera.