Tesis - Universidad de Colima

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Faculatad de Psicología
"Validez de Constructo y Confiabilidad del Inventario
Multidimensional de Celos”.
Tesis.
Que para obtener el grado de
Maestría en Ciencias. Área, Psicología Aplicada.
Presenta:
Sergio Gabriel Ochoa Alcaraz.
Colima, Col. Julio de 1998.
Resumen
En el presente trabajo de investigación se analizó la validez de constructo y
la confiabilidad del cuestionario multidimensional de celos aplicado a jóvenes
universitarios de la ciudad de Colima. El objetivo del presente trabajo fue
identificar las reacciones de celos de los individuos, así como también se
realizó un análisis psicométrico que permitió validar y confiabilizar la escala
sobre celos.
Dentro de la revisión de la literatura se analizó un panorama histórico sobre
los celos para finalizar en investigaciones recientes hechas a partir del trabajo
sobre los mismos. También se abordo la importancia de la validez y
confiabilidad de los instrumentos de medición psicológica en psicología.
La muestra con la que se trabajo fue intencionada y la conformaron 200
sujetos universitarios de diferentes facultades yo escuelas, y bachilleratos de
la Universidad de Colima. Los resultados encontrados para la presente
investigación mostraron que el instrumento presenta una Alfa total de Cronbach
superior a 0.75 indicando que es bueno y consistente. Se encontró una
configuración factorial de seis factores, de los cuales solo tres de ellos
mostraron ser consistentes con un peso factorial superior a 0.70.
En cuanto al análisis de algunas variables como la edad, el sexo y el estado
civil;
con
respecto
a
los
factores,
significativas entre hombres y mujeres.
1
se
encontró
que
hubo
diferencias
Finalmente
se
concluye
para
esta
investigación
que,
los
resultados
mostraron tanto para los hombres como para las mujeres perciben a los celos
de una forma subjetiva y de acuerdo a las normas establecidas culturalmente
dentro de cada grupo en particular. También se establece que antes de poder
generalizar los resultados de un instrumento este debe ser
confiabilizado en la misma población de estudio.
2
validado
y
ÍNDICE
Resumen………………………………………………………………………………
1
Introducción……………………………………………………………………………
6
CAPITULO UNO: “LOS CELOS”
Antecedentes de los celos…………………………………………………………
9
Importancia y funciones de los celos ……………………………………………
19
Diferencias culturales de los celos..................................................................
25
Diferencias sexuales de los celos ………………………………………………
27
CAPITULO DOS: “VALIDEZ Y CONFIABILIDAD”
Antecedentes…………………………………………………………………………
33
Concepto de Validez..........................................................................................
35
a) Evidencia relacionada con el Contenido………. ....... ..............................
37
b) Evidencia relacionada con el Criterio.......................................................
37
c) Evidencia relacionada con el Constructo………………………………….
37
Confiabialidad…………………………………………………………………………
44
1. Medida de estabilidad (confiabilidad test-retest).......................................
44
2. Método de formas alternas o paralelas.....................................................
45
3. Método de mitades partidas......................................................................
45
4. Coeficiente alfa de Cronbach....................................................................
46
3
5. Coeficiente de KR -20................................................................................
46
Factores que pueden afectar la validez y la confiabilidad.................................
47
Instrumentos de medición psicológica...............................................................
48
Escala tipo “Likert”.......................................... ...................................................
48
CAPITULO TRES: MÉTODO.
Planteamiento del problema……………………………………………………......
51
Objetivos............................................................................................................
51
Hipótesis............................................................................................................
51
a) Hipótesis conceptual.................................................................................
52
b) Hipótesis de investigación........................................................................
52
Variables
a) Definición conceptual de las variables ………………………………………
53
b) Definición operacional de las variables…………………………………….
53
Muestra
a) Selección de la muestra………………………………………………………
54
b) Características de la muestra....................................................................
55
Escenario………………………………………………………………………………
4
56
Tipo de investigación…………………………………………………………………
56
Diseño………………………………………………………………………………….
56
Instrumento……………………………………………………………………………
57
a) Administración del instrumento……………………………………..……….
58
Análisis de los datos ……..…………………………………………………………..
58
Procedimiento…………………………………………………………………………
59
Resultados..……………………………………………………………………………
60
Discusión de los resultados …………….……………………………………………
72
Conclusiones y sugerencias …………………………………………………………
79
Bibliografía……………………………………………………………………………..
82
ANEXOS
Anexo 1. Cuestionario Original……………………………………………………..
90
Anexo 2. Cuestionario Actualizado…………………………………………………
92
5
Introducción.
La medición en psicología data desde principios de este siglo, en donde su
objetivo fue investigar cómo algunos individuos podían ser clasificados según
sus características individuales de desarrollo para fines educativos, situación
que a la larga tomó matices políticos y no sociales como se pretendieron.
Es entonces, que se comienzan a desarrollar toda una serie de pruebas
psicológicas
encaminadas
a
medir
actitudes,
habilidades,
capacidades,
memoria, etc. Una área de la psicología hasta entonces poco estudiada era la
psicometría, es decir, la integración de la psicología con la estadística, con tal
combinación surge lo que actualmente se conoce como la psicología aplicada.
La psicología aplicada busca dar respuesta a una serie de fenómenos
sociales, para la implementación de estrategias que permiten la solución a
dichos fenómenos de la sociedad. Pero para esto, necesita de una serie de
instrumentos para investigar como se relacionan los mismos con la sociedad en
general.
En la actualidad existe muy poca información acerca de la validación de
instrumentos, que consiste en comprobar que éstos realmente midan lo que
pretenden medir. La validación siempre requiere investigaciones empíricas, en
donde la naturaleza de la medida y la forma de la validez establecen evidencia
que es necesaria, es decir la de Criterio, Contenido o la de Constructo.
6
Para muchos autores la validación tiene que ver con un proceso, es decir,
algunas medidas psicológicas necesitan ser evaluad as y reevaluadas de
manera constante para obtener evidencias si se comportan de la misma
manera siempre. Es en este sentido en que el proceso se vuelve interminable
y muchas de las veces los resultados que arrojan algunos instrumentos de
medición psicológi ca, no son constantes y se llegan a desechar por la falta de
validez y confiabilidad de los mismos.
En psicología son muy pocos los instrumentos que han sido estandarizados
a nivel nacional y esto se debe a la poca investigación que se realiza tanto a
nivel nacional como local, es por está razón que el presente trabajo tiene como
finalidad validar y confiabilizar un cuestionario multidimensional sobre Celos
aplicado a jóvenes universitarios de la ciudad de Colima.
El presente trabajo esta divido en tres capítulos. El primer capitulo consiste
en la revisión del concepto de los celos, los antecedentes de los mismo, los
principales autores que trabajaron con los celos así como la importancia que
tienen los mismos tanto para una cultura como para los diferentes sexos.
En el segundo capitulo se da un panorama general sobre lo que es la
Validez, los diferentes tipos de validez que existen a nivel teórico; la
Confiabilidad y los diferentes criterios que hay para confiabilizar un
instrumento; finalmente se aborda brevemente las escalas para medir
actitudes como la tipo Likert, la cual es la base de este trabajo de
investigación.
En el capítulo tres se revisa la metodología que dicho trabajo llevó a cabo,
es decir, los pasos que se realizaron para la presentación oficial de un
7
documento. Así, como también se presentan los resultados obtenidos por la
presente investigación, como las conclusiones y sugerencias del mismo.
8
CAPITULO UNO.
“LOS CELOS
Antecedentes de los Celos.
Todos los buenos diccionarios contienen una nota especial de los “celos”. A
continuación se dan dos explicaciones del diccionario Inglés de Oxford (citado
en Valencia, 1991) sobre los celos:
a) Celoso... es amor o afecto, especialmente en amor sexual: Temeroso de
ser desplazado del amor o la buena voluntad de alguien; desconfiado de la
fidelidad de la esposa, el esposo o el amante...
b) Los celos son el estado mental derivado de la sospecha, aprensión o
conocimiento de rivalidad en el amor, etc.: Temor de ser suplantado en el
afecto, o desconfianza de fidelidad de la persona amada, especialmente hacía
una esposa, un esposo o un amante.
En el origen hebreo del Viejo Testamento, las palabras Qana y Quinah
pueden significar “celos”, “envidia” o “celo”, dependiendo del contexto. Lo
mismo puede decirse de las palabras zelos y zelou que se usaron al traducirse
el hebreo al griego. La palabra jealousy en inglés (celos, en español) tiene su
origen en la palabra griega zelos; aunque había una gran diferencia en el
significado de las dos palabras (Ibid).
9
El diccionario de la Herencia Americana (citado en Valencia, 1991), señala:
muchas palabras en inglés adquirieron su significado porque se les usaba de
manera particular para la traducción de una palabra determinada en la biblia; y
los traductores no siempre entendían lo que significaba la palabra que estaba
tratando de interpretar. Tal vez la gente se acostumbró a escuchar la palabra
celos, aun determinado pasaje bíblico o con referencia a un evento bíblico en
particular y la asociación en su mente con algo que no era positivo.
Los “Celos” tienen una historia cambiante. En griego, los celos significaron
”emulación” y “rivalidad”. Pero la palabra podía ser positiva o negativa. De
hecho era más a menudo positiva que negativa, según el diccionario;
implicaba una rivalidad cordial; competir con alguien, indicaba una ambición
interna y deseo de realizar. Pero entonces celos se usó como palabra técnica
en círculos cristianos y probablemente asumió más significados ambivalentes a
causa de las palabras que se estaban traduciendo. Una vez que se convirtió
en una palabra inglesa, empezó a ser usada en un contexto negativo y así se
convirtió en una palabra negativa.
Los celos son uno de esos estados afectivos, como la pena, que pueden ser
Descritos como normales. Si alguien no los tiene está justificada la inferencia
de que ha estado sometido a severa represión y en consecuencia desempeña
la parte principal en su vida mental inconsci ente. No hay mucho qué decir
desde el punto de vista analítico acerca de los celos normales. Es fácil ver que
en su esencia están compuestos de dolor, la pena causada por el pensamiento
de perder al objeto amado, y de la herida narcisista, y en cuanto a que ésta se
distingue de la otra herida; además, de sentimientos de enemistad hacia el rival
venturoso, y de una cantidad mayor o menor de autocrítica que trata de
responsabilizar a la propia persona de su pérdida. Aunque se podrían llamar
10
normales, estos celos de ninguna manera son completamente racionales, es
decir, derivados de la situación real, proporcionándoles a las circunstancias
reales y bajo el completo control del ego consciente; como están arraigados
muy hondo, en el inconsciente, es una continuación de los más tempranos
comienzos de la vida afectiva del niño, y se originan en el “Complejo de Edipo”
(Freud, 1922).
Freud (1922) dice que en los celos hay tres etapas:
1.- Competitiva o normal.
2.- Proyectada.
3.- Celos engañosos.
Los celos normales son a los que Freud (1922) llamó la Primera capa o
etapa de los celos. A continuación se describe la segunda etapa de los celos,
la “Proyectada”, según el mismo autor:
Se derivan tanto en mujeres como en hombres de su propia fidelidad en la
vida real o de impulsos hacia ella, que han sucumbido a la represión. Es una
cuestión de experiencia cotidiana que la felicidad, en especial ese grado de
ella, requerido en el matrimonio, sólo es mantenida ante continua tensión.
Cualquiera que lo niegue para sí, sin embargo, se verá impulsado tan
fuertemente en dirección de la infidelidad que le dará gusto hacer uso de un
mecanismo inconsciente como un alivio. Este alivio - más bien absolución por
su conciencia- lo obtiene cuando proyecta sus propios impulsos hacia la
infidelidad sobre la compañera a quien él debe fidelidad.
11
La tercera etapa de celos de acuerdo con Freud (1922), el tipo engañoso
también tiene su origen en impulsos reprimidos hacia la infidelidad. El objeto,
sin embargo, es estos casos es del mismo sexo que el sujeto.
Por ejemplo, al encontrarnos en una situación de celos, tenemos la
oportunidad
de
hacer
preguntas
conducentes:
¿He
descuidado
a
mi
compañera, seguro de tenerla? ¿He sido ciego a señales reales, obvias,
viendo sólo lo que quiero ver? En tal caso, estos celos dicen que vale más que
preste atención, haré enmiendas o puedo perder lo que más amo. Por otra
parte, podríamos preguntar, ¿Estoy proyectando mis sentimientos sobre mi
amada(o)? Mis sospechas pueden estar arruinando una relación perfecta a
causa de mi incapacidad de aceptar deseos que están dentro de mí, no en mi
compañera. Dos diagnósticos muy diferentes (ibid).
No son siempre los celos los que “ciegan, enredan, tergiversan”; esto lo
hace la proyección. Se saca un poco del deseo de infidelidad del sujeto como
si fuera un veneno y lo inyecta en su compañera(o).
En los días en que el padre era el único que llevaba el sustento al hogar,
todo se subordinaba a mantenerlo en su empleo. Había poco espacio para los
celos en su vida. Estos reducirían su eficiencia en “el mundo real”. Se insistía
en la castidad de la mujer. El hombre tenía que saber que los hijos eran suyos.
“El lugar de la mujer era el hogar”, principio absoluto aceptado por hombres y
mujeres por igual; éste impedía que las mujeres anduvieran haciendo de las
suyas a sus espaldas. La virginidad y la monogamia acallaban la ansiedad
acerca de posibles comparaciones con un nivel más lujurioso y desconocido
(Ibid).
12
Emociones como los celos no eran remunerativos, eran enemigos de la
producción y se los entregaron a las mujeres. Las mujeres reforzaron y
mantuvieron vigente al doble estándar. Perdonaron al hombre su error
ocasional, ya que se juzgaban a sí mismas y a las demás mujeres con firme
dureza. Los hombres debían estar en libertad - emocional y práctica - para
construir al país. Más que otro objetivo era el trabajo lo que definía la
masculinidad.
Las mujeres compraron la jaula dorada. Exhibieron una fidelidad de hierro
que fue enseñada a sus hijos como la mejor virtud de la mujer. Si alguna vez
llegaban a sentir la urgencia de tener una aventura sexual, ésta era
rápidamente dominada. Como el esposo tenía el control financiero dominaba
su vida. La mente simbiótica se encontraba también detrás de la fidelidad de
muchas mujeres, una especie de chantaje mágico: “Si soy fiel, él también lo
será”. Si rechazo las pretensiones de otros hombres fascinantes, ¿no lo unirá
la grandeza de mi sacrificio? (Ibid).
Si bien generalmente se cree que los celos son experimentados
esencialmente de manera similar por hombres y mujeres, Farber (1976),
describe la más envidiable posición asignada a los hombres en la sociedad
tradicional:
“A través de la historia, la infidelidad sexual de la mujer ha sido castigada
más duramente que la de los hombres, yendo desde un aislamiento social y el
destierro hasta la muerte, e incluye la práctica de los indios norteamericanos
de amputar la nariz de la esposa infiel” (Ibid).
13
Las
suposiciones
tradicionales
acerca
de
los
celos
son
también
interesantes, un hombre se vuelve cornudo; la mujer es meramente
desafortunada. La infidelidad de la mujer afecta el honor y el orgullo del
marido. Sin embargo, la infidelidad del esposo, por mucho que le duela a la
esposa, no necesita humillarla o deshonrarla; se refleja en él, más bien que en
ella, en tanto que la infidelidad de ella se refleja también en él.
La historia señala que el hombre pierde mucho más por la infidelidad de su
compañera que la propia mujer, y que su vulnerabilidad debe estar bien
protegida por la ley y la costumbre.
Los hombres siempre se han dado a sí mismos libertad sexual mientras que
exigen la fidelidad absoluta de las mujeres. Es el famoso doble estándar.
Tener celos era la señal de que el hombre no tenía a su mujer bajo control. Un
“hombre de verdad”, nunca se preocupaba de tener rivales. La esposa hacía
todo lo posible por hacerle saber que nunca tendrían un rival. Esta negación
de la humanidad en la mujer obligaba a los hombres a vivir una ilusión de
invulnerabilidad. El precio era elevado para ambos sexos (Ibid).
Respecto a la vieja idea de que las mujeres eran el sexo celoso, aquellos
celos tenían su raíz en la no separación, y como tales eran infantiles y no
hacían bien a nadie. Tiger (citado en Valencia, 1991) dice que cuando menos
los hombres son tan celosos como las mujeres.
Uno de los grandes factores de la evolución y la selección natural es la
competencia masculina por la hembra. Ahora que las mujeres tienen la
contracepción, es una situación nueva, todo un nuevo plan biológico. La gente
no quiere reconocer que se está jugando con fuerzas existenciales que han
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sido imbuidas durante millones de años. Los celos son una fuerza positiva, es
decir, si una relación es buena vale la pena luchar por ella.
Si los celos no hubieran servido a un propósito importante, habrían
desaparecido de la especie humana con la evolución. Los hombres son
absolutamente más celosos que las mujeres. Tienen que saber quienes son
sus hijos - algo que es muy difícil - continúa diciendo Tiger.
Por otro lado Gould (citado en Valencia, 1991) opina: que los celos tienen
sus raíces en patrones de desarrollo no sanos. Están relacionados con la
posesión y la propiedad. Por tal razón, son siempre patológicos.
Continua Gould diciendo, que cualquier estudio de los celos debe comenzar
con la vulnerabilidad, la susceptibilidad a la pérdida. La pérdida por celos no
es la pérdida de una posesión. Lo que se ha quitado no es algo que se posea,
sino algo que se es. Cuando se está celoso hay la sensación de ser mutilado,
restringido y achicado como persona. Si la pérdida es pública, los celos son
más intensos, hay humillación.
Para Robertiello (citado en Valencia, 1991), los celos se sustentan en el
miedo a quedar en el desamparo. Mientras más se siente que se puede vencer
al oponente o reemplazar al objeto amado, menos celos se sienten. Por eso
las mujeres son mucho más conscientes, abiertas, y fenomenológicamente
celosas que los hombres. Sería ridículo no decirlo de esta manera.
Stern D. (citado en Valencia, 1991) menciona que el abandono es primo
muy allegado de la depresión. El miedo a ser abandonado y la reacción
15
biológica a él, cambian muy poco, desde los pri meros nueve meses hasta que
morimos.
Gaylin (citado en Valencia, 1991) señala que la palabra desesperación tiene
algo que ver con la pérdida del objeto amado. La desesperación es una
sensación de impotencia, una sensación del yo disminuido. Cuando se pierde
a alguien y se deprime, ello significa que con esa pérdida, también pierde
autoestimación y capacidad para encarar las situaciones, ya sea ganándose el
amor mediante la supervivencia.
Al respecto Klein (1953) dice que los celos comienzan en la cuna, antes de
que el padre sea considerado rival sexual (por los varones) u objeto de deseo
sexual (por las niñas). La semilla de los celos precede al conflicto edípico. El
padre es visto por tanto por niños como por niñas, rival capaz de llevarse el
pecho amado y quedarse con él. Para Klein, antes de que la sexualidad surja
como ingrediente en los celos, el infante siente resentimientos hacia el padre
porque está absorbiendo la atención de la persona que retiene todo el poderío
en el mundo del infante.
Celos es una sensación de abandono y privación, de enfado, de falta de
atención, de control y de humillación. Cuando a un hombre le quitan a su mujer
se siente abandonado, furioso, humillado, devaluado, su amor propio se
encuentra herido, con deseos de matar y todo esto mezclado dependiendo de
la situación.
La supervivencia en los seres humanos depende en una buena parte de su
carácter social y gregario, lo cual explica el enorme énfasis asignado a dichos
factores de interdependencia (Griffin y Patton, 1971; Schutz, 1958). Con el fin
16
de establecer y regir patrones de interacción humana, han evolucionado una
serie de normas de atracción, pertenencia y reciprocidad (Gouldner, 1960). La
transgresión de dichas reglas y normas de interdependencia por parte de un
miembro del grupo produce una serie de sentimientos y conductas entre las
cuales se encuentran aquellas vinculadas a los celos.
Revisando la literatura referente al concepto de celos se observa que las
reacciones de los individuos varían enormemente ante la transgresión de las
reglas de relación de pareja. Estas reacciones pueden ser de enojo y
hostilidad (Vollmer, 1977; Bryson, 1977); de temor (Beecher y Beecher, 1971);
de angustia, dolor y odio (Gesell, 1906). Esto parece indicar que existe un
malentendido, dado que una emoción no puede tener tantas expresiones
cualitativamente diferentes (Reidl, 1985).
Se observa también que existen dos formas alternativas de definir a los
celos. En primer lugar, los celos pueden ser definidos en términos de otra
emoción como lo hace Durbin (1977), quien señala que son una forma de dolor
o como Bohm (1967), quien dice que es una forma de temor o miedo.
Definiciones más recientes son por ejemplo, las de Mathes y Severa (1981);
quienes definen a los celos como la emoción negativa que resulta de la pérdida
real o de la amenaza de pérdida del amado ante un rival; y la de Mathes y
Deuger (1982), quienes indican que los celos son una respuesta innata de
congoja ante la amenaza de la pérdida del amado(a) frente a un rival. En
segundo lugar los celos pueden definirse en términos de varias emociones,
como una mezcla o agregado de diferentes emociones. Por lo tanto, los celos
serían una emoción resultante de emociones supuestamente más básicas.
17
Entre los autores que hacen referencia al segundo punto de vista se
encuentran Freud (1922) que los conceptualiza en términos de dolor y
enemistad; Neill (1977), Plutchick y Kellerman (1980), los definen en términos
de enojo, dolor y lástima por uno mismo; Davis (1949) como temor y rabia;
Klein y Riviere (1953) como odio y agresión; Walster y Walster (1977) como
enojo, temor amor; Sahnd (citado por Mead, 1977) como aprehensión,
angustia,
suspicacia
y
desconfianza;
Podolsky
(1954)
como
agresión,
depresión y envidia; Mead (1977) como temor, enojo y humillación. Entre las
definiciones más recientes, que reflejan este punto de vista, están las Tiesman
y Mosher (1978), quienes indican que los celos son un estado emocional,
constituidos por miedo y enojo, y basados en una apreciación subjetiva de la
amenaza de pérdida de algún rival; y la de White (1981), quien define a los
celos como una complejidad de pensamientos, sentimientos y acciones que se
dan posteriores a la amenaza contra la autoestima y/o a la amenaza en contra
la existencia o cualidad de una relación, siendo esas amenazas generadas por
las percepciones de una atracción potencial o real entre la pareja de uno y un
rival (quizá imaginario).
Si se opta por la segunda alternativa (Reidl, 1985), habría que contestarse
las siguientes preguntas: ¿Los diferentes componentes emocionales se
reconocen en forma individual? ¿La mezcla es cualitativamente diferente que
las emociones componentes? Parece ser que la mayoría de los investigadores
concuerdan en que las diferentes emociones se reconocen en forma separada
(Hupka, 1981).
Sin embargo, quedan otras preguntas por contestar: ¿Por qué no todos
sentimos todas las emociones mencionadas? y ¿Por qué algunas emociones
se sienten en forma secuencial? Una respuesta puede ser que la emoción que
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uno siente depende del aspecto del dilema que no esté ponderando (Reidl,
1985). Jones (1929) señala que se puede sentir miedo ante la idea de perder
al amado(a), odio al pensar en el rival y dolor ante el éxito del mismo.
Por lo anteriormente expuesto, se puede pensar que los celos son
situacionales. Hupka (1981), propone que los celos están referidos a una
situación social en la que está inmerso el individuo - se presentan
identificados-, con una situación que explica una emoción observada. La
suposición de que las emociones se identifican por la situación en la que
ocurren no es nueva. Varios autores adoptan este punto de vista: Davis
(1949), Walster y Walster (1977), Lazarus (1966), y Schachter (1962), entre
otros.
Por lo tanto, en el presente trabajo se adoptará la definición planteada por
Hupka (1981), señalando que la situación de celos se define por la percepción
subjetiva de una pérdida real o potencial de una persona amada, ante un rival
real o imaginario. De esta manera, se puede decir que la situación de celos es
un fenómeno cognitivo, psicológico y social. Es un estado emocional basado
en las ideas respecto a cómo deben actuar los individuos entre sí, las cuales
están determinadas tanto por las normas culturales como por motivaciones
personales.
Importancia y funciones de los celos.
Las definiciones y conceptualizaci ones de los celos desarrolladas por
pensadores, filósofos y científicos, han sido diversas y multifacéticas. En el
19
ámbito cotidiano, los celos, son considerados como parte elemental del amor,
incluso se ha llegado a especificar que “no se ama si no se sienten celos”. En
la actualidad se ha llegado a pensar que sentir celos es vergonzoso, y por lo
tanto se disfraza y esconde (Sokoloff, 1947); los que los experimentan se
sienten culpables por considerarse que son producto de la inmadurez,
inseguridad y que son destructivos, que como consecuencia genera un
problema de comunicación y desamor en la pareja (Clanton y Smith, 1977); por
lo que se tiende a reprimirlos (Lobsenz, 1977), Esto puede dar como
consecuencia una comunicación incompleta entre los miembros de la pareja,
que los llevará a un distanciamiento cada vez mayor, si no es que a la
aparición de conductas bizarras por parte del miembro celoso de la pareja.
Estas conductas bizarras pueden ir desde una constante desconfianza en el
otro (la confianza mutua es la base del amor; Rubin, 1973), que obligan al
celoso a inspeccionar las pertenencias del otro; a seguirlo constantemente; o a
maltratar a la pareja o al rival.
Las funciones de los celos pueden clasificarse en individuales y sociales.
Desde el punto de vista individual, los celos parecen dar derecho al que los
siente de ser cruel (Ankles, 1939); pueden servir como una salida socialmente
aprobada de sentimientos y conductas que otros desaprueban, presentándose
el celoso como mártir ante los demás (Clanton y Smith, 1977). También
funcionan como defensa contra el impulso de ser infiel, o de involucrarse en
conductas homosexuales (Freud, 1922); como un tipo de actividad fantaseada
que expresa y disfrazan algunos de los deseos y temores más profundos
(Downing, 1977), Además, el sentir celos tiene la función de obtener
ganancias secundarias como el atraer la atención o hacerse la víctima; siendo
también una forma de autocastigo (Ibid.).
20
Desde el punto de vista social, se puede decir que los celos son parte del
lazo de unión que mantiene a los grupos humanos (Clanton y Smith, 1977). La
forma en que se experimentan y expresan los celos, refleja las normas y
estructuras de la sociedad con respecto a las jerarquías y papeles de los
individuos involucrados (Davis, 1977). Un claro ejemplo de la función social de
los celos se refiere al código, implícito o explícito, que define los castigo s que
han de sufrir tanto el rival como la víctima y su pareja original (Davis, 1977;
Hupka, 1981).
Los celos responden a todas aquellas situaciones - no importa que tan
diversas- que significan una violación a los derechos sexuales establecidos
como norma. Asimismo, tienen una función como parte de la estructura
institucional. No sólo están controlados en forma normativa, sino que también
dan fuerza a las normas sociales (Davis, 1977). No sólo sirven para castigar
la violación de un derecho, después que está ha ocurrido, sino también para
impedir que ocurra; reforzando así las normas comunitarias (Bernard, 1977).
Se espera desde un punto de vista normativo que cuando los individuos
llegan a la edad adulta, éstos formen parejas. Las sociedades altamente
orientadas hacia la pareja producen normas referidas al sistema de
apareamiento creando, por lo tanto, un alto sentido de propiedad y
exclusividad, que propicia la aparición de los celos (Whitenursrt, 1977).
Wastermarck (citado en Bernard, 1977), señala que los celos previenen la
promiscuidad apoyando así la institución del matrimonio, y que esto podría ser
una explicación de la universalidad de la institución matrimonial.
Se puede decir que existen muchos indicadores del evento celotípico y no
sólo una emoción única. Es decir, un individuo reacciona ante una experiencia
21
de celos en forma cognitiva, fisiológica y conductual. No existe un índice único
que permita predecir la forma en que un individuo reaccionará ante una
situación de celos. Las reacciones pueden tener causas múltiples, múltiples
metas, múltiples formas de expresión en los individuos dentro de una cultura
específica y, por supuesto, en diferentes culturas (Reidl, 1985). Por lo tanto,
los celos se refieren a una situación particular, pero en la que pueden ocurrir
muchas respuestas subjetivas o abiertas. Así, los individuos generalmente
reaccionan en la forma en que les permita crear, mantener o modificar las
circunstancias que son importantes para ellos. Desde el punto de vista
cognoscitivo,
este
proceso
puede
incluir
el
sentir
emociones,
hacer
evaluaciones, tomar decisiones y emitir juicios, plantear estrategias de
confrontación, etc. (Hupka, 1981; Constantine, 1977).
Algunos tipos de eventos que generalmente amenazan a una relación de
pareja y que suscitan celos, pueden ocurrir por medio de la acción de un
intruso, del interés de uno de los miembros de la pareja por un intruso, o
alguna actividad que reduce la atención que uno de los miembros de la pareja
preste a la relación; sí todos estos eventos pueden suscitar celos, puede uno
preguntarse ¿por qué difieren los individuos en sus reacciones y conducta en
una situación de celos? Por otra parte, la percepción de una diferencia entre el
estado de un individuo y el de otro, y el hecho de esta diferencia se perciba
como afectando al primero, como en el caso de los celos, depende del tipo de
eventos que son percibidos como amenazantes y del concepto que tenga de sí
mismo (Reidl, 1985).
Una manera de respuesta a la pregunta del párrafo anterior es señalando
que depende de cómo el individuo evalúe los eventos. Lazarus y cols. (1968,
1970, 1980) conciben al individuo como un organismo evaluador que busca en
22
el ambiente aquellos indicadores que le señalan lo que desea o necesita,
evaluando cada entrada de información respecto a su relevancia y significancia
(Lazarus, 1972). Esta evaluación está determinada por los valores culturales
de la sociedad en cuestión y éstos, en última instancia, influyen en la reacción
subjetiva y en la conducta observable del individuo. De lo anterior se deriva
que el ambiente al que respondemos y sobre el cual actuamos es el ambiente
percibido, y respondemos sobre la base del significado que nuestra percepción
tiene para nosotros. De esta manera, se puede decir que existe un proceso
cognoscitivo mediador entre un evento en particular y la reacción que se da
ante el mismo.
Lazarus (1966, 1968; 1972), distingue dos procesos de evaluación. El
primero, evaluación primaria, involucra el proceso de evaluar un evento de
acuerdo a la importancia que éste tiene para el bienestar del individuo. De
este primer proceso pueden surgir tres evaluaciones: a) el evento es
irrelevante; b) el evento es benigno-positivo; c) el evento es productor de
angustia o tensión psicológica (estrés). En este último caso, la tensión o
angustia se puede deber a la pérdida de la pareja (Reidl, 1985).
La evaluación secundaria se refiere a los juicios que los individuos llevan a
cabo al evaluar las alternativas disponibles para manejar o confrontar la
situación. Es decir, cómo confrontar la situación y lo adecuado de las
alternativas de confrontación disponibles. También produce angustia o tensión
el reto que le presenta al sujeto la evaluación de la posibilidad de controlar
dicho evento.
De esta manera se puede decir que la situación de celos consiste en una
evaluación particular de un evento social que es percibido por el sujeto como
23
señalándole que él o ella ha perdido o puede perder, una pareja deseada
frente a un rival (Hupka, 1981). La composición social del evento involucra a
tres individuos: al celoso, al rival y a la pareja con la que, el celoso está
tratando de mantener una relación en presencia de las aproximaciones del rival
o el interés que la pareja pueda tener en el rival (Bohm, 1967). Este rival
puede ser real o imaginario, una persona, o el interés en una carrera o
pasatiempo (Hupka, 1981; Durbin, 1977).
Una vez que se ha realizado la evaluación primaria de la amenaza de un
evento, que en una cultura en particular es tomado como indicador de que un
individuo está a punto de perder o que ya perdió a su pareja ante un rival,
cualquier respuesta ante el evento, ya sea interna o externa, se definirá como
conducta celosa (Reidl, 1985).
Reidl (ibid), comenta que, el medio cultural en el que se encuentre el
individuo influye sobre los procesos cognoscitivos involucrados en lo que el
individuo busca, la forma en que lo evalúa y el por qué lo evalúa en la forma en
que lo hace. De esta manera, algunas de las formas en que la cultura influye al
proceso de evaluación primaria podrían ser: 1) la cultura designa aquellos
eventos particulares que indican que el individuo puede perder o ya perdió a su
pareja ante un rival, o deba sentir amenazado el concepto que de sí mismo
tenga al compararse con otros; 2) la cultura especifica las condiciones que le
permitan al individuo concluir que el evento ya ocurrió y; 3) la cultura crea las
condiciones que predisponen al individuo a llevar a cabo la evaluación
primaria.
Dado que una cultura - dice Reidl- determina los procesos que organizan a
los seres humanos en unidades sociales, ésta influye también en la evaluación
24
primaria de los eventos considerados como amenazantes o dañinos.
Cualesquiera que hayan sido las decisiones o elecciones de la cultura para
organizarse a nivel social, éstas tienen consecuencias psicológicas para el
individuo. Estas elecciones definen para el individuo lo que es valorado y por
lo tanto, lo que debe ser protegido. Para ser competente y valo rado dentro de
la cultura, cada quien debe llegar a un acuerdo sobre una unidad económica,
un sistema de propiedad, reglas para la procreación y para la actividad sexual,
y las metas ideales que el ser humano debiera o pudiera alcanzar.
Finalmente comenta la autora, que las soluciones a estos y otros aspectos
básicos que regulan una sociedad, crean en forma simultánea metas,
necesidades, y valores que el individuo busca alcanzar o satisfacer.
Extrapolando a la situación de la pareja, se puede decir que la tendencia a
verse amenazado por un rival, está en relación directa a la cantidad de metas o
necesidades que la pareja satisface en virtud del papel que juega en la
sociedad. De esta manera, los determinantes principales de los celos, serían
las costumbres culturales asociadas a los derechos de propiedad, conducta
sexual, progenie, evaluación individual y a las provisiones hechas para el
establecimiento de contactos humanos.
Diferencias culturales de los celos.
Dentro de un grupo cultural dado, existe considerable consenso con
respecto al tipo de fenómenos abarcados por los diferentes conceptos
emocionales y sus palabras de correspondientes. Si esto no fuera así, éstos
25
términos perderían su función comunicativa, perdiéndose también del lenguaje
(Reidl, 1985).
Los conceptos emocionales suponen sistemas de juicio y de esta manera se
encuentran hondamente arraigados en la herencia cultural del hombre. Ningún
sistema social puede sobrevivir cuando no puede proveer satisfactores a las
necesidades emocionales de sus ciudadanos, o cuando no puede controlar o
canalizar aquellas emociones en forma en que sean tolerables o ventajosas
para el sistema social. Las diferentes sociedades han moldeado y matizado la
experiencia y expresión emocional a través de una gran variedad de medios
que dependen principalmente de factores históricos, geográficos y económicos
(Hollander, 1968).
Según Lazarus, Averill y Opton (1972), la cultura puede influir en las
emociones de diversas manera: 1) por medio de la percepción o evaluación de
los estímulos emocionales; 2) moldeando las respuestas emocionales para
que se conformen a ciertos estándares de expresión emocional, limitando los
tipos de respuesta o posibilidades de confrontación relevantes a la emoción
disponibles para el individuo, ayudando así a determinar lo apropiado o
aceptable de la respuesta en relación con la situación estímulo; 3) moldeando
las relaciones sociales y sistemas de juicios que presuponen los conceptos
emocionales; 4) haciendo surgir ciertas formas convencionales de conducta
que a su vez ayudan a reforzar la estructura social particular.
La existencia de los celos se hace más probable en una cultura que adora a
un dios monoteísta y celoso, que sustenta el matrimonio monogámico y que
alienta un concepto de sí mismo monocéntrico, racional y reprimido (Downing,
1977). Por su parte Ellis (1977), señala que los celos son emociones a las que
26
se verán más propensos los individuos que pertenecen a culturas que
favorecen las filosofías monogámicas y románticas del sexo, del amor, y del
matrimonio. Las culturas que tienden a propiciar celos son aquellas donde
existe la idea de posesividad o de derechos de propiedad, donde las mujeres
son evaluadas como tal, y donde los hombres tienen derecho s patriarcales
(Ellis, 1962). Whitehurst (1977), señala que los valores asociados a los
conceptos de pertenencia y propiedad privada, hacen que los individuos
tiendan a proteger sus cosas y sus gentes. Los celos se engendran con
facilidad en las sociedades competitivas, donde se compite, no por lo que la
persona es, sino por lo que pueda producir.
En contraste Mead (1977), opina que las sociedades menos estratificadas,
las que tengan menos clases religiosas, raciales y sociales, las que hagan más
énfasis en lo humano, ofrecen la posibilidad de provocar menos situaciones de
celos. Por otra parte, Bernard (1977), índica que aunque las experiencias
emocionales parecen ser independientes de la sociedad que rodea al individuo,
en virtud de que éstas se perciben en forma privada, subjetiva, interna y
personal, la cultura determina la canalización de las emociones, y especifica
cuándo y cómo se deben experimentar.
Diferencias sexuales de los celos.
El desarrollo, la percepción y asimilación de normas, así como su
establecimiento y socialización son diferenciados según el grupo cultural,
social y de género en el que el individuo se desenvuelve. Por esto las
reacciones emocionales provocadas por los celos son diferentes por sexo,
27
edad, cultura, etc. (Díaz Loving, 1989). Diversos autores (Bohm,1967; Reik,
1957; Corzine, 1974), coinciden en señalar que los hombres niegan sentir más
celos que las mujeres. Los hombres los expresan por medio del enojo y la
violencia ante la actividad sexual externa a la pareja, mientras que las mujeres
sienten celos por la posible involucración emocional de la pareja con un
tercero. Los hombres tienden a pensar que la culpa de la situación es externa
a ellos, las mujeres se culpan así mismas. La reacción del hombre es competir
contra el intruso, la mujer reacciona mostrándose más posesiva de su pareja,
Mead (1977) señala que la mujer es el sexo más celoso, debido a que su
jerarquía, su libertad de acción, su existencia desde el punto de vista
económico, y el derecho sobre o
l s hijos, dependen de la preservación de sus
relaciones personales con el hombre; sin embargo, la autora señala que en
realidad las mujeres son más celosas que el hombre debido a su sentimiento
de inseguridad. En el mismo sentido Bernard (1977), indica que la exclusividad
sexual sólo es aplicable a la mujer, y que por lo tanto la mujer no debería ser
celosa. Sin embargo, cuando la mujer depende de la pareja para su seguridad
económica, lo que provoca los celos no es tanto la privación sexual como en el
temor de perder la seguridad. También señala este autor, que las mujeres
pueden sentirse celosas de la carrera y trabajo del hombre, y que el hombre
puede también sentir celos del tiempo que la mujer dedica a su trabajo o al
estudio.
Respecto a las diferencias sexuales en las reacciones ante los celos, Reik
(1957), señaló también que, ante una situación de celos, la mujer tiende a
aferrarse a la pareja más que a alejarlo, y trata de reconquistarlo más que
alejarse de él. Tiesman y Mosner (1978), reportaron un estudio donde se trató
de determinar el estilo de confrontación ante conflictos de celos, donde se
28
concluyó que los hombres los experimentaron especialmente en términos de
aspectos sexuales, y las mujeres en términos de privación de atención y tiempo
de parte del hombre hacia ellas.
En una serie de estudios realizados por White (1981) sobre diversos
aspectos de los celos, se encontró que las mujeres perciben que su pareja se
siente atraído por otras mujeres por motivos sexuales, o por sus cualidades no
sexuales, o por que sus parejas se sentían insatisfechas con la relación más
que los hombres, mientras que los hombres percibían más que las mujeres que
sus parejas se sentían atraídos por otro hombre por que buscaban una relación
más estable que la sostenida con ellos. Se encontró también que tanto en
hombres como en mujeres, su autoevaluación respecto a qué tan celosos son
correlaciona con la percepción de motivos sexuales e insatisfacción con la
relación actual, como factores que propician la atracción hacia un tercero. En
las mujeres la autoevaluación estaba correlacionada con la percepción de
cualidades en el rival. Por otra parte, cuando se relacionó la percepción de
qué tan celosa era la pareja, se vio que tanto en hombres como en mujeres,
esta percepción también correlacionó en forma positiva con las cualidades del
rival.
Mathes y Severa (1981), en un estudio en el que trataron de determinar que
tanta
influencia
ejercía
ciertas
creencias
relacionadas
con
los
celos,
encontraron que los hombres sentían más celos interpersonales que las
mujeres; es decir, entre más románticos fueran, más celosos, tanto hombres
como mujeres; en las mujeres, entre más inseguras, más celosas; tanto en
hombres como en mujeres, se vio que eran menos celosos si tendían a cultivar
intereses por separado.
29
De algunos otros estudios referidos a otras variables psicológicas, unos son
de tipo teórico, y otros resultados son de estudios empíricos; además, la
relación que se establece con los celos puede ser de “caus a-efecto”,
concurrente, o resultante; los autores se abstienen de establecer con claridad
esta distinción.
Entre los estudios teóricos se encuentran las conclusiones siguientes:
Viorst (1977) señala que los celos se relacionan con una autoestima baja y
dudas sobre uno mismo. Lobsenz (1977) indica que cuando se siente celos, se
siente culpa y devaluación, y que por lo tanto se tiende a reprimirlos ya que son
indicadores de inseguridad e inadecuacidad. Durbin (1977), dice que sentir
celos es un reflejo de inmadurez e inseguridad. Mead (1977) indica que son
producto de una autoestima débil y se relacionan con inseguridad y pérdida de
orgullo. Beecher y Beecher (1971), señalan que los celos están arraigados en
sentimientos de inferioridad.
Entre los estudios empíricos se encontraron las siguientes conclusiones:
Lindsey (citado por Jaremko; Lindsey; 1979), señala que la conducta cognitiva
de personas celosas, en situaciones sociales, indica más preocupación,
intolerancia e inferioridad, en comparación con las personas no celosas.
Bringle; et al (1979), reportan datos correlacionales que sugieren que las
calificaciones de una escala de autoevaluación en celos están asociados a
autoestima baja, locus de control externo, ansiedad y dogmatismo. Tipton; et al
(1978), sometieron a análisis factorial a una escala de autoevaluación de celos
y encontraron cinco factores: necesidad de intimidad, atención, envidia, falta de
confianza en sí mismo y estado de ánimo cambiante. Jaremko; Lindsey;
(1979), encontraron que las calificaciones de una escala de autoevaluación en
celos correlacionaron en forma positiva con angustia y negativamente con
30
autoestima y deseabilidad social. Mathes et al (1982) encontraron que en el
caso de las mujeres, los puntajes de celos correlacionaron positivamente con
neuroticidad e inseguridad; mientras que en el caso de los hombres los celos
correlacionaban positivamente con amor romántico y dependencia. Mathes y
Severa (1981) encontraron que en mujeres, los celos correlacionaban
positivamente con amor romántico e inseguridad y negativamente con el cultivo
de identidades separadas en la pareja; en el caso de los hombres se encontró
que los celos correlacionaron en forma positiva con amor romántico, agrado por
la pareja y negativamente con el cultivo de identidades separadas.
Bringle y Williams (1979) encontraron que los sujetos que son más
sensibles a la amenaza tienden a ser más celosos que aquellos que tienden a
reprimir el temor frente a las amenazas. De los diversos estudios llevados a
cabo por White (1981 a, b, c, y d), se observa que los celos correlacionan
positivamente tanto en hombres como en mujeres, con sentimientos de
inadecuación como pareja en la relación, con el grado de involucración relativa
en la relación y con exclusividad en la relación; para los hombre
correlacionaron
negativamente
con
autoestima
y
positivamente
con
dependencia de la autoestima y tradicionalismo en los roles sexuales; en el
caso de las mujeres, los celos correlacionaron positivamente con dependencia
en la relación.
En un estudio realizado en México, Reidl Martínez (1985) tradujo y aplicó a
200 sujetos un instrumento para medir celos y envidia, desarrollado por Hupka
(1981) encontrando 8 reactivos reparti dos en dos factores que tienen que ver
con di versos aspectos relacionados con celos. Sin embargo, este instrumento
no cubre las reacciones de dolor, enojo, temor.
31
Díaz Loving, et al. (1989), elaboró y validó una escala multidimensional
sobre celos de 40 reactivos, lo aplicó a 387 sujetos solteros y casados,
encontrando 5 dimensiones de celos, y son los siguientes: I. Emocional/Dolor;
ll. Enojo; III. Egoismo/Posesión; IV. Confianza; V. Intriga. Los cuales
presentaron una consistencia interna medida a través del Alfa de Cronbach
superiores a 0.70.
Los autores antes mencionados, llegaron a la conclusión de que no se
deben considerar los resultados de una población dada como únicos y
verdaderos; ya que los mismos incluso pueden variar después de un tiempo
determinado.
Además,
las
diferentes
subculturas
tienen
sus
propias
percepciones sobre los celos y los mismos están determinados por sus propias
experiencias culturales.
Es importante señalar que la replicación de algunos instrumentos medición
psicológica en medios diferentes en el que fue aplicado, es importante, puesto
que permite por un lado obtener medidas o resultados diferentes a los
originales, y por el otro, caracterizar a una población, en la cual no hay
investigaciones realizadas dentro de ella, y por la tanto no se tienen datos
científicos. De aquí, nace la importancia de replicar este cuestionario
multidimensional de celos, para determinar si tiene validez de constructo y
confiabilidad en una población culturalmente diferente en la que fue
psicométricamente estudiado y analizado .
32
CAPITULO DOS.
“VALIDEZ Y CONFIABILIDAD”
Antecedentes.
El hecho de que las personas difieran en sus capacidades, personalidades
y comportamiento, y que estas diferencias puedan evaluarse de alguna forma,
quizás se ha reconocido desde el principio de la historia de la humanidad.
Platón y Aristóteles (Aiken, 1996), escribieron sobre las diferencias individuales
hace casi 2,500 años e incluso los precedieron los antiguos chinos.
Durante la edad media, el interés por las diferencias individuales, al menos
desde el punto de vista científico, era casi inexistente en Europa. En la
estructura social de la sociedad europea medieval, las actividades de una
persona se determinaban por la clase a la que pertenecía (op. cit.).
A principios del siglo XIX, los científicos consideraban las diferencias
individuales en las capacidades sensoriomotrices y mentales como una
molestia. Antes de la invención de equipo preciso y automático para medir y
registrar los sucesos físicos, la exactitud de las me didas científicas de tiempo,
distancia y otras variables físicas dependían en gran parte de las capacidades
perceptuales de los observadores humanos. Casi siempre, estos observadores
estaban muy bien capacitados y ponían especial cuidado al realizar esas
medidas, pero aquellas que tomaban distintas personas o la misma persona en
diferentes ocasiones podían variar en forma considerable. Ya que la búsqueda
33
de leyes generales en la naturaleza es difícil cuando las medidas de los
fenómenos naturales no son confiables, los físicos dirigieron su atención hacía
la elaboración de instrumentos más consistentes y exactos que las
observaciones a simple vista del ser humano.
Desde la Primera Guerra Mundial, muchos individuos han contribuido a la
teoría y práctica de los tests psicológicos y educativos, muchos de ellos
contribuyeron al desarrollo del mejorami ento de la metodología estadística y de
los avances tecnológicos en la preparación y calificación de los tests, así como
en el análisis de los resultados de éstos.
Las pruebas psicológicas y otros instrumentos de evaluación se aplican a
una
amplía
variedad
de
contextos
de
organización
en
la
sociedad
contemporánea: escuelas y universidades, negocios e industrias, clínicas
psicológicas y centros de asesoría, contextos de investigación de diferentes
tipos (op. cit.).
En la actualidad, el propósito principal de los tests y evaluaciones
psicológicas es el mismo que ha prevalecido durante todo este siglo: evaluar el
comportamiento, las capacidades mentales y otras características personales
con el objeto de ayudar en los juicios, predicciones y decisiones de las
personas. En forma más específica, los tests se utilizan para 1) observar a las
personas que solicitan empleos y desean participar en programas educativos y
de capacitación; 2) clasificar y ubicar a las personas dentro de los contextos
educativos y de empleo; 3) asesorar y guiar a los individuos a propósitos
educativos, vocaciones y personales; 4) retener o suspender, promover o
cambiar estudiantes o empleados en los programas educativos y de
capacitación, así como en situaciones laborales; 5) diagnosticar y prescribir
34
tratamientos psicológicos y físicos en clínicas y hospitales; 6) evaluar los
cambios cognoscitivos entra e interpersonales debido a programas de
intervención educativos, psicoterapéuticos y conductuales, y 7) realizar
investigaciones sobre los cambios y comportamientos a través del tiempo y
sobre la efectividad de los programas y técnicas nuevas. Además de sus
aplicaciones en la descripción y análisis de las características individuales, los
tests se utilizan para evaluar el entorno psicológico, los movimientos sociales y
otros eventos psicosociales (op. ci t.).
Toda medición o instrumento de recolección de los datos debe reunir dos
requisitos esenciales: confiabilidad y validez (Hernández, et al. 1994). La
confiabilidad de un instrumento de medición se refiere al grado en que su
aplicación repetida al mismo sujeto u objeto, produce iguales resultados
(Kerlinger, 1992). La confiabilidad de un instrumento de medición se determina
mediante diversas técnicas, las cuales se comentarán brevemente después de
revisar el concepto de validez. En su caso la validez se referirá al grado en el
cual un instrumento de evaluación mide aquello que deb e medir (Aiken, 1996).
La validez puede evaluarse de diversas formas (Ibid), las cuales a continuación
se expondrán.
Concepto de Validez.
La validez, en términos generales, se refiere al grado en que un instrumento
realmente mide la variable que pretende medir (Kerlinger, 1992). Kerli nger
plantea la siguiente pregunta respecto a la validez: ¿Está usted midiendo lo
que usted cree que está midiendo? Sí así es, su medida es válida; si no, no lo
35
es (Ibid. p, 471). En un sentido muy general, un instrumento es válido si
cumple satisfactoriamente el propósito con el que fue diseñado. Un buen
funcionamiento adecuado de ciertos instrumentos es bastante fácil de verificar,
por ejemplo, con un metro como instrumento de medida se requiere poca
investigación para demostrar que las medidas obtenidas a partir de su uso se
adaptan perfectamente a los conceptos axiomáticos sobre la naturaleza de la
extensión, y se relacionan con muchas otras variables. Si en todas las
medidas se encontrasen tan perfectamente estos estándares, lo cual no
siempre sucede seria poco necesario comprobar la validez de los instrumentos
(Nunnally, 1991).
La cuestión de la validez de un instrumento se limita siempre a la situación y
al objetivo que se persigue con él, ya que a menudo las pruebas son válidas
para un propósito pero no para otro. En sentido estricto, no se valida un
instrumento de medición, sino el uso que se le pueda dar (Ary, 1989; Nunnally,
1991; Nunnally y Bernstein, 1995).
La validez es un concepto del cual pueden tenerse diferentes tipos de
evidencia (Wiersma, 1986; Gronlund, 1985): 1) evidencia relacionada con el
Contenido, 2) evidencia relacionada con el Criterio, 3) evidencia relacionada
con el Constructo. Para fines de esta investigación el tipo de validez que se
tomará es la evidencia relacionada con el Constructo. A continuación se
explicará brevemente a cada una de ellas.
36
1) Evidencia relacionada con el Contenido.
La validez de contenido se refiere al grado en que un instrumento refleja un
dominio específico de contenido de lo que se mide. Es el grado en que la
medición representa al concepto medido (Bohrnstedt, 1976). Un instrumento
de medición debe contener representados a todos los ítems del dominio de
contenido de las variables a medir.
2) Evidencia relacionada con el Criterio.
La validez de criterio establece la validez del instrumento de medición
comparándola con algún criterio externo. Este criterio es un estándar con el
que se juzga la validez del instrumento (Wiersma, 1986), Entre los resultados
del instrumento de medición se relacionen más al criterio, la validez de criterio
será mayor. Si el criterio se fija en el presente, se habla de validez concurrente
(los resultados del instrumento se correlacionan con el criterio en el mismo
momento o punto del tiempo). Si el criterio se fija en el futuro, se habla de
validez predictiva (Hernández; et al., .1994).
3) Evidencia relacionada con el Constructo.
La validez de constructo es probablemente la más importante sobre todo
desde una perspectiva científica y se refiere al grado en que una medición se
relaciona consistentemente con otras mediciones de acuerdo con hipótesis
derivadas teóricamente y que conciernen a los conceptos (o constructos) que
37
están siendo medidos (Carmines y Zeller, 1979). Un constructo es una variable
medida que tiene lugar dentro de una teoría o esquema lógico (Hernández; et
al. 1994). La validez de constructo incluye tres etapas:
1) Se establece y específica la relación teórica entre los conceptos (sobre la
base del marco teórico).
2) Se correlacionan ambos conceptos y se analiza cuidadosamente la
correlación.
3) Se interpreta la evidencia empírica de acuerdo a qué tanto clarifica la validez
de constructo de una medición en particular.
El proceso de validación de un constructo está vinculado con la teoría. No
es posible llevar a cabo la validación de constructo, a menos que exista un
marco teórico que soporte a la variable en relación con otras variables. Desde
luego, no es necesaria una teoría sumamente desarrollada, pero sí
investigaciones que hayan demostrado que los conceptos están relacionados.
Entre más elaborado y comprobado se encuentre el marco teórico que apoya la
hipótesis, la validación de constructo puede arrojar mayor luz sobre la validez
del instrumento de medición. Mayor confianza se tiene en la validez de
constructo de una medición, cuando sus resultados se correlacionan
significativamente con un mayor número de mediciones de variables que
teóricamente y de acuerdo con estudios antecedentes están relacionadas.
La validez de un instrumento de medición se evalúa sobre la base de tres
tipos de evidencia. Entre mayor evidencia de validez de contenido, validez de
criterio y validez de constructo tenga un instrumento de medición; éste se
38
acerca más a representar la variable o variables que se pretende medir. Cabe
agregar que un instrumento de medición puede ser confiable pero no
necesariamente válido (Hernández; et al. 1994). Por ello es requisito que el
instrumento de medici ón demuestre ser confiable y válido. De no ser así, los
resultados de cualquier investigación no podrían ser redactados.
Para Nunnally (1991), la validación del constructo es un asunto obvio en la
generalización científica. El objetivo del estudio de los constructos es emplear
una o más medidas cuyos resultados se generalicen a una clase más amplia de
medidas que legítimamente empleen el mismo nombre.
Continua Nunnally diciendo que los constructos varían ampliamente en la
medida en que el domini o de las variables observadas relacionadas son:
a)grandes o pequeñas, b)está definido de manera específica o imprecisa.
Cuando el constructo es la latencia de la respuesta (velocidad de respuesta), el
dominio de las variables relacionadas es relativamente pequeño y cualquiera
de las pocas variables observables en el dominio bastará para medir dicho
constructo.
El tamaño del dominio y su superficie se relacionan muy estrechamente;
entre mayor es el dominio de variables observables relacionadas con un
constructo, es más difícil especificar las variables que pertenecen al dominio.
Debido a que los constructos se refieren a dominios de variables observables,
una mejor medida de cualquier constructo se obtiene al combinar los resultados
de diversas medidas, en vez de utilizar cualquiera de ellas de manera
individual (Nunnally, 1991).
39
Puede considerarse que cualquier medida particular tiene validez de
constructo en el grado en que los resultados obtenidos pertenezcan iguales en
la misma, si se emplean otras medidas que en el dominio. Del mismo modo, la
combinación de variables observables proporcionan una validez de constructo
y generalización científica mayor en el dominio como un todo, en relación con
un una medida única.
Para Nunnally (1991), existen tres aspectos importantes para la validación
del criterio relacionada con el Constructo y son los siguientes:
t 1) Especificar el dominio de observables relacionados con el constructo. No
puede establecerse un método preciso para determinar de manera
apropiada el dominio de variables para un constructo. La delimitación en
esencia constituye una teoría que considera la forma en que se relacionan
entre sí las variables. Aunque las teorías mismas deben ser evaluables de
manera objetiva, el proceso de teorización es instintivo por necesidad. La
delimitación de un constructo consiste esencialmente en el establecimiento
de lo que uno entiende con el uso de palabras particulares tales como:
celos, personalidad y lenguaje. Los pri meros intentos para delimitar un
dominio por lo general se reducen a una definición en que la palabra que
denota el constructo es relacionada con otras palabras menos abstractas.
t El que un dominio bien especificado para un constructo en realidad
conduzca o no a una medición inadecuada del mismo, es cuestión empírica.
Sin embargo, no hay manera de saber como evaluar la adecuación con que
un instrumento es medido sin un dominio bien especificado.
40
t 2) Delimitar el grado en las observables tienden a medir lo mismo, varias
cosas diferentes o muchas cosas diferentes por medio de una investigación
empírica o análisis estadístico. La adecuación de la delimitación de un
dominio
es
evaluada
al
determinar
que
tan
bien
“armonizan”
(intercorrelacionan) de manera empírica las observables. El primer paso en
las investigaciones de las diferencias individuales es obtener una muestra
de puntajes de los individuos en alguna de sus medidas. Luego se
intercorrelacionan las diversas medidas. Las intercorrelaciones restantes
describen el grado en que todas las medidas se relacionan con la misma
cosa.
t Los métodos para investigar la validez de constructo tanto en estudios de
diferencias
individuales
como
en
experimentos
controlados
implican
correlaciones en el sentido amplio del término. Las correlaciones reales son
calculadas entre medidas de diferencias individuales, y una comparación de
dos curvas en un proceso correlativo aún si no se usa de manera específica
el Coeficiente de Correlación de Pearson. Sin importar, si las correlaciones
son calculadas sobre las diferencias individuales o sobre los niveles de
efectos del tratamiento, tales correlaciones proporcionan evidencias acerca
de la estructura de un dominio de observables relacionadas con un
constructo.
t Los resultados de investigaciones como las que se acaban de describir
llevan a una de las tres conclusiones. a) Si todas las medidas propuestas se
correlacionan altamente entre sí, podría concluirse que todas miden lo
mismo. b) Si las medidas tienden a dividirse en grupos tales que los
miembros de un grupo se correlacionan altamente entre sí y se
correlacionan mucho menos con los miembros de otros grupos, miden un
41
número de cosas diferentes. c) Una tercera posibilidad es que las
correlaciones entre las medidas están todas cercas de cero, de modo que
miden cosas diferentes y no hay un constructo significativo.
t 3) Realizar estudios subsecuentes y/o experimentos de diferencias
individuales para determinar el grado en que las supuestas medidas del
constructo son consistentes acerca del constructo. Para determinar la
validez de constructo, una medida debe ajustarse a una teoría acerca del
constructo; pero para usar esta evidencia, debe asumirse que la teoría es
cierta. La circularidad de esta lógica se ilustra con las siguientes cuatro
hipótesis:
t a) Los constructos A y B se correlacionan positivamente.
t b) X es una medida del constructo A.
t c) Y es una medida del constructo B.
t d) X y Y se correlacionan positivamente.
En el caso restrictivo, la validez de constructo se interesa en una relación
hipotética entre una supuesta medida de un constructo y una variable
observable en particular.
Campbell y Fiske (1959 citados por Nunnally; Bernstei n; 1995) publicaron
un articulo clave sobre la validación de constructo. Ellos consideraron a la
confiabilidad y a la validez como un punto a lo largo de un continuo más que
como ideas distinguidas claramente, ya que cada una implica grados de
acuerdo entre las medias. Su introducción destaca cuatro puntos:
42
1) La validación típicamente es “convergente” porque esta interesada en
demostrar que dos métodos independientes para inferir un atributo conducen
a fines similares. Esto con frecuencia implica correlacionar una medida
nueva con una medida ya existente, pero podría implicar además
correlacionar dos medidas existentes.
2) Con el fin de justificar las medidas nuevas de atributos, una medida debe
tener validez “divergente” en el sentido de medir algo distinto de los métodos
existentes. Las medidas de atributos diferentes, en consecuencia, no deben
correlacionarse en un grado extremadamente alto.
3) Una medida es definida conjuntamente por un “método” y un “contenido”
relacionados con el atributo. Dos medidas pueden diferir en método, en
contenido o en ambos.
4) Se requiere cuando menos dos atributos , cada uno medido por al menos dos
métodos, para examinar la validez discriminante.
En resumen, la mayoría de los autores antes mencionados concuerdan con
las definiciones de validez de Constructo, la cual en términos generales busca
relacionar un atributo o constructo psicológico con un marco teórico en
especial.
43
Confiabilidad.
La Confiabilidad es el grado en el cual un instrumento de medición
psicológica mide algo en forma consistente. Un instrumento confiable, esta
relativamente libre de errores de medición, de manera que las calificaciones
que obtienen los sujetos en el instrumento son cercanas en valor numérico a
sus calificaciones reales (Aiken, 1996).
Existen diversos procedimientos para calcular la confiabilidad de un
instrumento de medición (Hernández; et al., 1994). Todos utilizan fórmulas que
producen coeficientes de confiabilidad. Estos coeficientes pueden oscilar entre
0 y 1. Donde un coeficiente de 0 significa nula confiabilidad y 1 representa un
máximo de confiabilidad (confiabilidad total). Entre más se acerque el
coeficiente a cero (0), hay mayor error en la medición.
El método para calcular la confiabilidad del instrumento que se estará
manejando en la presente investigación es el Coeficiente Alfa de Cronbach.
Los
procedimientos
más
utilizados
para
determinar
la
confiabilidad
(Hernández; et al., 1994; Aiken, 1996; Nunnally, 1991; Kerlinger, 1992; Ary,
1992)) mediante un coeficiente son:
1.- Medida de estabilidad (Confiabilidad por test-retest).
En este procedimiento un mismo instrumento de medición (o ítems o
indicadores) es aplicado dos o más veces a un mismo grupo de personas,
después de un período de tiempo. Si la correlación entre los resultados de las
44
diferentes aplicaciones es altamente positiva, el instrumento se considera
confiable. Se trata de una especie de diseño panel. Desde luego, el periodo
de tiempo entre las mediciones es un factor a considerar. Si el periodo de
tiempo es largo y la variable susceptible de cambios, ello puede confundir la
interpretación del coeficiente de confiabilidad obtenido por este procedimiento.
Y si el periodo es corto las personas pueden recordar cómo contestaron en la
primera aplicación del instrumento, para aparecer como más consistentes de lo
que son en realidad (Bohrnstedt, 1976).
2.- Método de formas Alternativas o Paralelas.
En este procedimiento no se administra el mismo instrumento de medición,
sino dos o más versiones equivalentes de éste. Las versiones son similares en
contenido, instrucciones, duración y otras características. Las versiones generalmente dos- son administradas en un mismo grupo de personas dentro
de un periodo de tiempo relativamente corto. El instrumento es confiable si la
correlación
entre
los
resultados
de
ambas
administraciones
es
significativamente positiva. Los patrones de respuesta deben variar poco entre
las aplicaciones.
3.- Método de Mitades Partidas (Split-Halves).
Los procedimientos anteriores (medida de estabilidad y método de formas
alternas), requieren cuando menos dos administraciones de la medición en el
mismo grupo de individuos. En cambio, el Método de Mitades Partidas
requiere sólo una aplicación de la medición. Específicamente, el conjunto total
45
de ítems (o componentes) es dividido en dos mitades y las puntuaciones o
resultados de ambas son comparados. Si el instrumento es confiable, las
puntuaciones de ambas mitades deben de estar fuertemente correlacionadas.
La confiabilidad varía de acuerdo al número de ítems que incluya el
instrumento de medición. Cuantos más ítems, la confiabilidad aumenta.
4.- Coeficiente Alfa de Cronbach.
Este coeficiente desarrollado por J. L. Cronbach, requiere una sola
administración del instrumento de medición y produce valores que oscilan entre
0 y 1. Su ventaja reside en que no es necesario dividir en dos mitades a los
ítems del instrumento de medición, simplemente se aplica la medición y se
calcula el coeficiente.
5.- Coeficiente de KR-20.
Kuder y Richardson en 1973, desarrollaron un coeficiente para estimar la
confiabilidad de una medición, y su interpretación es la misma que la del
coeficiente Alfa de Cronbach.
¿Que tan alto debe ser el coeficiente de confiabilidad para una escala a fin
de que sea útil? La respuesta depende de los que planeamos hacer con las
calificaciones de la prueba. Si se utiliza una prueba para determinar si las
calificaciones medias de dos grupos de personas son diferentes en forma
significativa, entonces un coeficiente de confiabilidad bastante modesto (0.60 a
0.70) puede ser satisfactorio. Pero si se usa la prueba para comparar la
46
calificación de una persona con la de otra, debe obtenerse un coeficiente de
confiabilidad de por los menos 0.85 (Aiken, 1996). Por lo tanto, el criterio que
se tomará como base para identificar sí el instrumento es consistente o no será
de 0.60 como mínimo pudiendo llegar el mismo hasta 1 como máximo.
Factores que pueden afectar la Validez y la Confiabilidad.
Hay diversos factores que pueden afectar la validez y la confiabilidad de los
instrumentos de medición. El primero de ellos es la improvisación. Algunas
personas creen que elegir un instrumento de medición o desarrollar uno es
algo que puede tomarse a la ligera. A los investigadores experimentados le
toma tiempo desarrollar con cuidado y frecuentemente están desarrollándolo,
para que cuando los necesiten con premura se encuentren preparados para
aplicarlos, y no tengan que improvisar. Además, para poder construir un
instrumento de medición se requiere conocer muy bien a la variable que se
pretende medir y la teoría que la sustenta.
El segundo factor es que, se utilizan instrumentos desarrollados en el
extranjero que no han sido validados a nuestro contexto: cultura y tiempo.
Traducir un instrumento - aún cuando adaptemos los términos a nuestro
lenguaje y los contextualicemos- no es de ninguna manera validarlo. Es un
primer y necesario paso, pero sólo es el principio. Por otra parte, hay
instrumentos que fueron validados en nuestro contexto pero hace mucho
tiempo, hasta el lenguaje nos suena “arcaico”. Las culturas, los grupos y las
personas cambian; y esto debemos tomarlo en cuenta al elegir o desarrollar un
instrumento de medición.
47
Un tercer factor que puede influir está constituido por las condiciones en las
que se aplica el instrumento de medición. Si hay mucho ruido, hace mucho
frío, el instrumento es demasiado largo o tedioso, son cuestionarios que
pueden afectar negativamente la validez y la confiabilidad. Por otra parte,
aspectos mecánicos tales como sí en el instrumento esc rito: no se leen bien las
instrucciones, falten páginas, no haya espacio adecuado para contestar, no se
comprenden las instrucciones, etc., también pueden influir de manera negativa.
Instrumentos de medición psicológica.
Como ya se menciono anteriormente; en la parte de la introducción de este
trabajo; los instrumentos de medición psicológica fueron elaborados con fines
políticos y sociales, a principios de este siglo, conforme las investigaciones
sobre atributos psicológicos se fueron desarrollando por investigadores, cada
vez más fue tomando fuerza la importancia que tiene la elaboración de
diferentes escalas que miden actitudes, percepciones, memoria, autoconcepto,
inteligencia, etc. A continuación se abordará teóricamente como se elaboran
las escalas tipo Likert, dado que el cuestionario que se utilizó para esta
investigación es del mimo tipo.
Escala tipo “Likert”.
Este método fue desarrollado por Rensis Likert a principios de los treinta;
sin embargo, se trata de un enfoque vigente y bastante popularizado. Consiste
en un conjunto de ítems presentados en forma de afirmaciones o juicios ante
los cuales se pide la reacción de los sujetos a los que se les administra. Es
48
decir, se presenta cada afirmación y se pide al sujeto que exteriorice su
reacción eligiendo uno de los cinco puntos de la escala. A cada punto se le
asigna un valor numérico. Así, el sujeto obtiene una puntuación respecto a la
afirmación y al final se obtiene su puntuación total sumando las puntuaciones
obtenidas en relación con todas las afirmaciones.
Las afirmaciones califican al objeto de la actitud que sé esta midiendo y
deben expresar sólo una relación lógica, además es muy recomendable que no
excedan de -aproximadamente- 20 palabras. Es indispensable comentar que el
número de categorías de respuesta debe ser el mismo para todas las
afirmaciones.
Las
afirmaciones
pueden
tener
dirección:
favorable
o
positiva
y
desfavorable o negativa, esta dirección es muy importante para saber cómo se
codifican las alternativas de respuesta. Si la afirmación es positiva significa
que califica favorablemente al objeto de actitud, y entre más de acuerdo estén
los sujetos con la afirmación, su actitud es más favorable.
Las puntuaciones de las escalas Likert se obtienen sumando los valores
obtenidos respecto a cada frase. Por ello se lo denomina escala aditiva. La
escala Likert es, en sentido estricto, una medición ordinal, sin embargo, es
común que se le trabaje como si fuera de intervalo. Asimismo, a veces se
utiliza un rango de 0 a 4 o de -2 a +2 en lugar de la 5. Pero esto no importa
porque se cambia el marco de referencia de la interpretación. Un aspecto muy
importante de la escala es que asume que los ítems o afirmaciones miden la
actitud hacia un único concepto subyacente, si se van a medir actitudes hacia
varios objetos, deberá incluirse una escala por objeto aunque se presenten
49
conjuntamente, pero se califican por separado. En cada escala se considera
que todos los ítems tienen igual peso.
En términos generales la construcción de una escala Likert, es generando
un elevado número de afirmaciones que califican al objeto de actitud y se
administran a un grupo piloto para obtener las puntuaciones del grupo en cada
afirmación. Estas puntuaciones se correlacionan con las puntuaciones del
grupo a toda la escala (la suma de las puntuaciones de todas las afirmaciones),
y las afirmaciones cuyas puntuaciones se correlacionen significativamente con
las puntuaciones de toda la escala, se seleccionan para integrar el instrumento
de medición. Asimismo, debe calcularse la confiabilidad y validez de la escala.
Existen dos formas básicas de aplicar una escala Likert. La primera es de
manera autoadministrada: se le entrega la escala al respondiente y éste marca
respecto a cada afirmación, la categoría que mejor describe su reacción o
respuesta. Es decir, marcan su respuesta. La segunda forma es la entrevista;
un entrevistador lee las afirmaciones y alternativas de respuesta al sujeto y
anota lo que éste conteste, cuando se aplica vía entrevista, es muy necesario
que se le entregue al respondiente una tarjeta donde se muestran las
alternativas de respuesta o categorías. Al construir una escala Likert se debe
asegurar que las afirmaciones y alternativas de respuesta serán comprendidas
por los sujetos a los que se les aplicará y que éstos tendrán la capacidad de
discriminación requerida.
50
CAPÍTULO TRES.
MÉTODO.
Planteamiento del Problema.
¿Tiene validez de constructo y confiabilidad el inventario multidimensional
de celos aplicado a jóvenes universitarios de la ciudad de Colima?
Objetivos.
1) El problema a que este estudio se aboca presenta en primer lugar a
identificar las reacciones de celos de los individuos, considerando que los
mismos tienen componentes cognitivos, psicológicos y sociales; tomando en
cuenta que el organismo es evaluador de estímulos percibidos de su medio
ambiente y que la evaluación se hace de acuerdo a la importancia que éstos
tienen para el individuo. 2) Hacer un análisis psicométrico que permi ta validar
y confiabilizar la escala sobre celos.
Hipótesis.
A
continuación
se
describen
explícitamente
las
hipótesis
de
esta
investigación. En primer lugar, se planteará la hipótesis conceptual. Es decir,
51
aquella que se plantea empleando términos definidos a nivel teoría-hipótesisconstrucción (Kerlinger, 1992). En segundo lugar, se planteará la hipótesis de
investigación (Siegel, 1976) u operativas (medidas) (Kerli nger, 1992) derivada
de la primera.
a) Hipótesis Conceptual.
La
hipótesis
conceptual
que
subyace
a
la
pregunta
general
de
investigación planteada, señala que la situación de celos, se define por la
percepción subjetiva de una pérdida real o potencial de una persona amada,
ante un rival real o imaginario (Hupka, 1981). De esta mane ra se puede decir
que la situación de celos es un fenómeno cognitivo, psicológico y social. Es un
estado emocional basado en las ideas respecto a cómo deben actuar los
individuos entre sí, las cuales están determinadas tanto por las normas
culturales como por las motivaciones personales (Reidl, 1989).
b) Hipótesis de Investigación.
1) Existe una configuración estadísticamente diferente en las respuestas
dadas al inventario multidimensional de celos.
2) Existe una función discriminante estadísti camente significativa de los
factores que se formaran en el inventario multidimensional de celos.
52
Variables.
a) Definición Conceptual de las variables.
Celos: se experimentan ante la pérdida potencial o real de una persona
amada ante un rival, real o imaginario (Hupka, 1981).
Validez:
se
refiere
al
grado
en
que
una
medición
se
relaciona
consistentemente con otras mediciones de acuerdo con hipótesis derivadas
teóricamente y que conciernen a los conceptos (o constructos) que están
siendo medidos (Carmines y Zeller, 1979). Es decir el concepto de celos.
Confiabilidad: es el grado en el cual un instrumento de medición psicológica
mide algo en forma consistente (Aiken, 1996).
b) Definición operacional de las variables.
Celos: fueron obtenidos por las respuestas que se dieron al Inventario
Multidimensional de Celos.
Validez: fue la referida al criterio de Constructo y se obtuvo a través del
Análisis Factorial de una vía (One -way).
Confiabilidad: se obtuvo a través del Coeficiente Alfa de Cronbach.
53
Muestra.
A continuación se describe la forma en que se seleccionó la muestra
investigada, así como sus características más importantes.
Para esta investigación se procedió a hacer una lista de las diferentes
facultades que tiene la Universidad de Colima en todo el estado, así todas las
escuelas o facultades tuvieron las mismas oportunidades de ser elegidas, pero
por condiciones de tiempo solo se eligió una facultad que no fuera de la ciudad
de Colima, siendo la Facul tad de Veterinaria y Zootecnia ubicada en Tecomán,
Col.
Una vez que se eligieron a las cinco facultades participantes, se procedió a
elegir de la población, la muestra que representaría a las diferentes facultades,
de los grupos que formaron la muestra fueron elegidos por los propios
directores de los diferentes planteles, los cuales tomaron al grupo que
estuviera en ese momento, en disposición para participar en la presente
investigación.
Ante
tal
situación,
la
muestra
elegida
se
considerará
intencionada.
a) Selección de la muestra.
La muestra tomada intencionadamente quedó constituida por 200 sujetos,
estudiantes universitarios de ambos sexos, de la facultad de Psicología,
facultad de Trabajo Social, facultad de Administración y Contabilidad, facultad
de Veterinaria y Zootecni a, y de la facultad de Ciencias de la Educación,
pertenecientes a la Universidad de Colima. Y finalmente a profesionales
54
independientes. A los cuales se les solicitó su cooperación voluntaria para
responder al inventario multidimensional de celos.
b) Características de la muestra.
La muestra de 200 sujetos, quedó constituida por 131 sujetos del sexo
femenino y 69 sujetos del sexo masculino. Las edades de los sujetos variaron
de 17 a 40 años o más. La escolaridad de los sujetos fueron las siguientes:
bachillerato 92 (46.7%), licenciatura 84 (42.6%) y profesionístas 24 (10.7%). El
estado civil presentado fue de: solteros 158 (80.2%) y casados 42 (18.2%),
(TABLA 1).
TABLA 1.
DISTRIBUClÓN DE LA MUESTRA ESTUDIADA.
VARIABLES
F
P(%)
69
131
33.3%
66.5%
92
84
24
46.7%
42.6%
10.7%
Sexo:
Masculinos.
Femeninos.
Escolaridad:
Bachillerato.
Licenciatura.
Profesionistas.
Edad de los sujetos:
17-20 años.
21-25 años.
26 o más.
Estado civil:
Solteros.
Casados.
55
84
93
23
46.7%
42.6%
10.2%
158
42
80.2%
19.8%
Escenario.
El escenario en que se trabajo fue en las aulas de cada uno de los
diferentes planteles que salieron seleccionados y la forma de trabajo fue en
grupo.
Tipo de Investigación.
El tipo de investigación es Descriptiva. La investigación descriptiva busca
especificar las propiedades importantes de personas, grupos, comunidades o
cualquier otro fenómeno que sea sometido a análisis. Mide o evalúa diversos
aspectos, dimensiones o componentes del fenómeno o fenómenos a investigar.
Desde el punto de vista científico, describir es medir. Es necesario hacer notar
que los estudios descriptivos miden de manera más bien independiente los
conceptos o variables con los que tienen que ver. Aunque, desde luego,
pueden integrarse a
l s mediciones de cada una de dichas variables para decir
cómo es y se manifiesta el fenómeno de interés, su objetivo no es indicar cómo
se relacionan las variables medidas.
Diseño.
En la presente investigación no es aplicable un diseño experimental debido
a que es un estudio descriptivo y no hay manipulación de variables.
56
Instrumento.
El instrumento que se aplicó fue el Inventario Multidimensional de Celos,
elaborado por Díaz Loving; et al. (1989), que consta de 40 reactivos tipo Likert
con cinco opciones de respuesta, el cual tiene como extremos completamente
en desacuerdo y completamente en acuerdo. Las respuestas fueron
codificadas con 1 para la primera opción hasta 5 para la última opción y 0 para
la
opción
“No
contesto”.
La
escala
tiene
cinco
factores:
factor
1.
Emocional/Dolor (9 reactivos); factor ll (11 reactivos); factor III (8 reactivos);
factor IV (8 reactivos); factor V (4 reactivos).
La Validez de constructo del cuestionario, se obtuvo a través de una análisis
factorial. En donde los autores eligieron aquellos factores que tuvieron valores
superiores a 2.0. El instrumento final quedo constituido por los cinco factores
antes mencionados y que explicaron el 62% de la varianza total de la prueba;
dentro de cada factor fueron seleccionados en primero lugar aquellos reactivos
que presentaron pesos factoriales superiores a ± 0.30 y en segundo lugar
tuvieron congruencia conceptual en cada dimensión.
Para la confiabilidad del instrumento y a fin de corroborar la consistencia
interna de cada una de las escalas, los autores realizaron una serie de
Coeficientes de Alfas de Cronbach, en donde la misma fue superior en todos
los casos a 0.70. Dada que no son los fines de esta investigación el comparar
los resultados que obtuvieron los autores del instrumento original se
recomienda al lector revisar el artículo original de Díaz Loving; Rivera Aragón y
Flores Galaz, (1989).
57
Procedimiento.
1. Se solicitó a la dirección de la Facultad de Psicología los oficios
correspondientes para la realización de dicha investigación.
2. Se seleccionó a las facultades y/o escuelas participantes.
3. Se explicó a los directivos de las facultades y/o escuelas el objetivo de la
investigación.
4. Se seleccionó a los grupos y se acordó el horario para la aplicación de la
escala.
5. Aplicó la escala en forma grupal.
6. Recolectó y codificó a los resultados.
7. Analizó psicométricamente los resultados.
8. Tabuló a los mismos.
9. Se hicieron las conclusiones y sugerencias.
58
Resultados.
A continuación se presentan los resultados obtenidos de los análisis
estadísticos efectuados con los datos recogidos para poder contestar al
problema de investigación planteado en el presente estudio.
a) Análisis de la distribución de las frecuencias para las repuestas.
Primero, se hizo un Análisis de la distribución de frecuencias para cada
reactivo que compone el cuestionario multidimensional de celos, para elegir a
los mismos con mejor distribución teórica; mediante el cual se obtuvo que
todos los reactivos no mostraron una tendencia a favor hacia algunas de las
respuestas. Se consideró que para eliminar un reactivo y no poder pasar al
siguiente análisis fue, que si el reactivo presentaba un porcentaje menor a 5 y
mayor a 75, en las cinco posibles opciones de respuestas (Totalmente en
desacuerdo, En desacuerdo, Ni en acuerdo ni en desacuerdo, De acuerdo,
Totalmente de acuerdo), entonces, el reactivo quedaba eliminado y ya no podía
seguir el siguiente análisis. Pero no sucedió así como se puede apreciar en la
tabla 2, solo en el caso de la opción “NO CONTESTO”, sí un reactivo aparecía
con un porcentaje igual o mayor a 3.00 se eliminaba, no teniendo en este caso
que eliminar a ninguno de los reactivos que componen el cuestionario.
59
TABLA 2.
DISTRIBUCIÓN GENERAL DEL ANÁLISIS DE FRECUENCIA
PARA CADA UNO DE LOS REACTIVOS.
Reactivos
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
No Contesto.
.5
.5
.5
.5
Totalmente en
Desacuerdo.
5.6
11.7
17.8
12.7
7.1
9.1
21.3
35
22.8
20
8.6
16.2
12.2
14.7
16.8
13.7
15.7
20
29
28.9
9.1
7.1
11.2
11.2
9.6
10.7
13.2
7.6
6.1
5.1
5.7
5.1
5.1
5.1
5.0
10.2
37.6
13.2
11.2
15.7
Desacuerdo.
13.7
13.7
30.5
26.9
13.7
12.7
27.4
29.4
38.5
27.9
20.3
32.5
15.7
24.4
31.0
31.0
28.4
26
29
26.9
11.7
7.1
13.7
20.8
22.3
13.7
26.4
10.2
5.3
7.1
5.1
5.1
5.0
6.6
13.7
6.1
21.3
20.3
19.8
21.8
60
Ni en Acuerdo.
Ni en Desac.
17.8
16.8
25.9
25.4
14.2
21.8
26.4
18.8
23.4
26.9
27.4
16.8
21.8
27.4
27
29.9
25.4
28.4
19.8
24.4
16.8
13.7
24.4
24.4
26.4
18.3
39.1
21.3
5.6
14.7
12.2
7.6
5.1
15.2
24.4
25.4
18.8
29.9
34.5
35.5
Acuerdo.
41.6
43.7
15.7
27.9
45.7
41.1
19.3
11.7
20.3
20
29.9
20.8
34.0
25.9
19.3
20.3
24.4
20.3
16.2
12.2
31.5
39.1
32.5
30.5
31.0
38.6
16
38.1
29
34.0
34
44.7
28.4
36.1
38.6
40.1
15.7
25.4
24.4
16.8
TotalmenAcuerdo.
21.3
14.2
10.2
6.6
19.3
15.2
5.6
5.1
5.0
5.2
13.7
13.7
16.2
7.6
5.6
5.1
5.6
5.3
5.4
7.6
31.0
33.0
18.3
13.2
10.7
18.8
5.4
22.8
54
39.1
43
37.6
56.4
37.1
18.3
17.8
6.6
11.2
9.6
10.2
b) Análisis de la Confiabilidad Total de la Prueba.
Para este análisis se continuo trabajando con todos los reactivos de la
escala. Con el fin de confiabilizar el instrumento se hizo un análisis de los
reactivos, los cuales fueron elegidos solo aquellos que presentaron una
correlación de ítem total superior o igual a .3000 con una correlación positiva;
posteriormente los ítems que obtuvieron una correlación negativa fueron
cambiadas las formas de respuestas es decir, con el fin de obtener valores
positivos; en el caso del reactivo 12 se le procedió a modificar los valores de
sus respuestas quedando de la siguiente manera 5=1; 4=2,; 3=3; 4=2; y 5=1.
Se volvió a realizar el análisis; dejando todos los reactivos exactamente igual
para continuar con el proceso estadístico. Una vez hecho el proceso se
identifico si el reactivo continua o no con su valor de correlación negativa y sí
se vuelve positiva que valor adquiere nuevamente. En este caso los siguientes
reactivos una vez hecho el segundo proceso estadístico que quedaron
eliminados por no cumplir con la correlación ítem total superior o igual a .3000
0 que en su caso la correlación fue negativa, fueron los siguientes: 12, 29, 30,
31, 32, 33, 34 35, y 36. Finalmente, una vez eliminados los reactivos antes
mencionados se procedió a obtener la configuración final de los reactivos que
componen el cuestionario original (anexo 1) quedando los siguientes: 1, 2, 3, 4,
5, 6, 7, 8, 9, 10 y 11; 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27 y
28; 37, 38, 39 y 40; con sus respectivas correlaciones ítems total de la prueba,
así como su Alfa de Cronbach (TABLA 3). Además, el análisis de la
confiabilidad total de la prueba arrojó un Alfa Total de .8977 mostrando que fue
consistente y aceptable para todos los casos.
61
TABLA 3.
ANÁLISIS DE LA CONFIABILIDAD TOTAL DE LA PRUEBA.
Reactivos.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
37
38
39
40
Item-Total Correlation.
.3089
.3675
.4321
.4633
.4542
.3890
.5384
.4113
.4323
.5825
.5258
.5396
.4833
.4538
.5364
.5285
.4423
.3596
.4819
.3805
.4396
.5271
.6131
.4445
.5207
.4626
.2949
.3059
.4889
.4781
.3808
Alpha.
.8969
.8960
.8949
.8943
.8945
.8956
.8930
.8959
.8948
.8923
.8932
.8929
.8939
.8945
.8932
.8932
.8947
.8961
.8939
.8959
.8947
.8931
.8916
.8946
.8932
.8932
.8972
.8973
.8938
.8941
.8957
Alpha Total = .8977
62
c) Análisis de la confiabilidad por factores y total.
Para obtener el análisis de la confiabilidad por factores y total se procedió a
identificar
los
reactivos
que
componen
a
las
dimensiones
originales
encontradas por Díaz Loving, et. al. (1989), las cuales fueron: Factor 1
“Emocional/Dolor” componiéndose de los siguientes reactivos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7,
8, y 9. El factor ll “Enojo”, con los siguientes reactivos 10, 11, 12, 13, 14, 15,
16, 17, 18, 19 y 20. El factor III “Egoísmo/Posesión”, tuvo los reactivos 21, 22,
23, 24, 25, 26, 27 y 28. Para el factor IV “Confianza”, los reactivos fueron los
siguientes 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35 y 36. Finalmente el factor V “Intriga”, se
compuso de los reactivos 37, 38, 39 y 40 (anexo 1). Se hizo el proceso
estadístico para obtener los Alfas de Cronbach respectivos para cada uno de
los factores o dimensiones que componen el cuestionario, encontrándose que
para cada uno de los anteriores los Alfas de Cronbach fueron superiores a
0.7500 mostrándose aceptables y consistentes (TABLA 4).
TABLA 4. FACTORES ORIGINALES.
INDICADORES DE CONSISTENCIA INTERNA DEL
INVENTARIO MULTIDIMENSIONAL DE CELOS.
I
II
III
IV
V
Factores.
Alpha de Cornbach.
Emocional/Dolor.
.78050
Enojo.
.79150
Egoísmo/Posesión.
.78960
Confianza.
.81800
Intriga
.75270
63
Después de que se realizo el análisis de Confiabilidad Total de la prueba y
el análisis factorial con rotación tipo Varimax, se encontraron seis factores en el
instrumento, y de los factores originales solo se mantuvieron en el caso del
factor cuatro “Intriga” solo el reactivo 32; para el factor cinco “Egoísmo”, solo el
reactivo 40; y para el factor seis “Emocional/Dolor”, los reactivos 1, 2, y 6 se
mantuvieron. Después se sometieron al análisis por factores para obtener el
Alfa de Cronbach. Los factores que presentaron pesos superiores a 0.7000
fueron los siguientes: factor uno, dos y tres; presentando consistencia y
aceptando a los mismos como confiables. En el caso de los factores cuatro,
cinco y seis los pesos Alfas fueron inferiores a 0.7000; mostrando
inconsistencia y no aceptándolos como confiables (TABLA 5).
TABLA 5.
FACTORES NUEVOS.
INDICADORES DE CONSISTENCIA INTERNA DEL
INVENTARIO MULTIDIMENSIONAL DE CELOS.
I
II
III
IV
V
VI
Factores
Alpha de Cronbach.
Enojo.
.7761
Fatalismo.
.7324
Desconfianza.
.7941
Egoísmo.
.5120
Intriga.
.6393
Dolor.
.6693
64
d) Análisis Factorial con rotación tipo Varimax.
Para obtener la validez de constructo se procedió a hacer un análisis
factorial con rotación tipo Varimax. Los criterios elegidos para considerar a un
factor resultante como descriptivo de alguna dimensión del concepto estudiado
fueron:
1) Que presentaran un valor Eigen igual o mayor a 1;
2) que explicaran un grado significativamente importante de la varianza y,
3) describir un aspecto del fenómeno de manera conceptual clara.
Dentro del análisis de los reactivos se eligieron aquellos que tuvieron
valores propios superiores a .3000. De este análisis se obtuvieron ocho
factores de los cuales se seleccionaron los primeros seis con base en su
autovalor y el punto de quiebre de la varianza; los cuales tuvieron valores
Eigens superiores a 1.0000 y explican el 61.6% de la varianza obteni da
(TABLA 6).
TABLA 6
VALORES EIGEN ENCONTRADOS Y
VARIANZA EXPLICADA POR FACTOR.
Factores.
Valores Eigen.
I
ll
III
IV
V
8.11640
2.63461
1.99500
1.57927
1.39437
65
% de la….
Varianza.
26.2
8.5
6.4
5.1
4.5
Cabe aclarar que, se reorganizó la escala multidimensional de celos, dado
que quedaron 9 reactivos eliminados en el análisis de la confiabilidad total de
la prueba, quedando la escala actual (anexo dos), conformada con 31
reactivos. En el caso de los reactivos 20, 21, 22 y 23, el 25 y 27 formaron el
factor uno. Los reactivos 3, 4, 5, 8, 9 y 13 formaron el factor dos. El factor tres
quedo conformado con los reactivos 7, 10, 14, 15, 16, 17 y 18. Para el factor
cuatro los reactivos fueron los siguientes: 28, 29 y 30. En el caso del factor
cinco lo forman los reactivos 19, 24, 26 y 31. Y por último el factor seis lo
formaron los reactivos 1, 2, 6, ll y 12 (ver TABLA 7). En la misma tabla se
pueden observar los pesos factoriales que obtuvo cada uno de los reactivos en
sus respectivas dimensiones o factores.
TABLA 7
ANÁLISIS FACTORIAL CON ROTACIÓN TIPO VARIMAX.
Carga factorial
F-I. Enojo.
Reactivos.
20
21
22
23
25
27
F-II. Fatalismo.
Reactivos.
3
4
5
8
9
13
I
II
.72309
.73762
.64694
.46286
.55731
.58777
.54447
.67235
.50903
.67317
.42601
.47009
66
III
IV
V
VI
F-III. Desconfianza.
Reactivos.
7
10
14
15
16
17
18
F-IV. Intriga.
Reactivos.
28
29
30
F-V. Egoísmo.
Reactivos.
19
24
26
31
F-VI. Dolor.
Reactivos.
1
2
6
11
12
.42885
.49777
.63490
.57600
.40141
.49743
.69488
.60875
.82472
.82314
.70758
.66691
.62303
.45811
.69854
.73895
.62927
.78642
.70281
e) Una vez que se realizó el análisis factorial con rotación tipo Varimax, se
procedió a realizar el Análisis de Varianza de una entrada (Oneway) con las
variables sexo, edad y estado civil, con el objetivo de identificar cual de ellas
contribuyeron de manera significativa en cada uno de lo s factores que se
encontraron.
En el caso de la variable sexo que se dividió en 1=mujeres y 2=hombres, se
encontró que en el factor uno “Enojo” las mujeres son más propensas a
67
enojarse cuando sienten celos que los hombres. Para el factor dos “Fatalismo”,
no
presentó
ninguna
diferencia
entre
ambos
sexos.
El
factor
tres
“Desconfianza”, tampoco se observó una diferencia significativa entre los
hombres y las mujeres. En cuanto al factor cuatro “Intriga”, se obtuvo una
diferencia significativa entre ambos sexos, en donde los hombres son más
intrigosos que las mujeres cuando estos tienen celos. Para el factor cinco
“Egoísmo”, no se encontró una diferencia significativa para ambos sexos.
Finalmente, el factor seis “Emocional/Dolor”, se obtuvo una diferencia
significativa, en el cual los hombres reaccionan más emocionalmente cuando
los mismos tienen celos que las mujeres y, por lo tanto, llegan a sentir mayor
dolor que las mujeres (TABLA 8).
TABLA 8.
PRINCIPALES EFECTOS ENCONTRADOS EN LA VARIABLE SEXO.
Factores
DF
Mean Square.
I
1
3.915
II
1
1.257
III
1
1.045
IV
1
3.048
V
1
2.199
VI
1
3.024
** significativo a .05
F
5.707
2.162
1.773
4.879
3.475
5.072
Signif de “F”
**.018
.143
.185
**.028
.064
**.025
En el caso de la variable edad, la cual se dividió en tres grupos de edad
(g1=17-20 años; g2=21-25 años; g3=26-más años), se encontró que en el
68
factor uno “Enojo”, el grupo 2 de 21 a 25 años tuvo una diferencia significativa
que los dos grupos restantes, en donde este mismo presenta mayor enojo
cuando sienten celos. El factor dos “Fatalismo”, no se encontró una diferencia
significativa entre los tres grupos de edad. Para el factor tres “Desconfianza”,
tampoco se encontró una diferencia significativa para estos grupos. En el
factor cuatro “Intriga”, los resultados indican que el grupo 1 de 17 a 21 años
son más intrigosos cuando tienen celos que los dos grupos restantes. Para el
factor cinco “Egoísmo”, no se obtuvo ninguna diferencia significativa para los
tres grupos. Finalmente en el caso del factor seis “Emocional/Dolor”, no se
encontró ninguna diferencia en los tres grupos de estudio (TABLA 9).
TABLA 9.
PRINCIPALES EFECTOS ENCONTRADOS EN LA VARIABLE EDAD.
Factores
I
II
III
IV
V
VI
** significativo a
DF
2
2
2
2
2
2
.05
Mean Square.
2.855
.832
.079
2.048
1.200
1.449
F
4.197
1.429
.133
3.289
1.889
2.416
Signif de “F”
**.016
.242
.876
**.039
.154
.092
Los resultados encontrados en la variable estado civil, la cual quedo
conformada por solteros y casados, demostró que el factor uno “Enojo”, los
solteros son más enojones cuando tienen celos que los casados. También en
69
el caso del factor cinco “Egoísmo”, se obtuvo que los casados se vuelven más
egoístas cuando estos presentan celos que los solteros (TABLA 10).
TABLA 10.
PRINCIPALES EFECTOS ENCONTRADOS EN LA VARIABLE ESTADO CIVIL.
Factores
DF
Mean Square.
I
1
3.032
II
1
.526
III
1
.004
IV
1
.508
V
1
3.876
VI
1
1.720
** significativo a .05
70
F
4.391
.899
.007
.797
6.207
2.853
Signif de “F”
**.037
.344
.934
.373
**.014
.093
Discusión de los resultados.
Una vez obtenidos los resultados y haberlos procesado estadísticamente, se
puede observar que la hipótesis de investigación queda confirmado con los
hallazgos encontrados. Es decir para la primera hipótesis de investigación la
cual plantea la existencia de diferencias en la organización factorial de las
respuestas dada al inventario multidimensional de celos que mide a los
mismos; se encontró que las respuestas en el caso de los jóvenes
universitarios de la ciudad de Colima sí tuvieron una diferencia en la
organización de sus respuestas. Estas se pueden observar claramente en la
tabla 3, dado que del cuestionario original, el cual presentaba 40 reactivos, se
eliminaron 9 reactivos al hacer el análisis de la confiabilidad total de la prueba.
Al hacer el análisis factorial con rotación tipo Varimax se obtuvo una
configuración
estadísticamente
diferente
al
cuestionario
original,
presentándose seis dimensiones o factores, los cuales presentan una
configuración de reactivos diferentes a los encontrados por los autores en la
escala original.
Con esto queda claro como lo manifiesta Hupka (1981), que los celos tienen
un componente afectivo, psicológico y social. En este sentido, en la población
de jóvenes universitarios de la ciudad de Colima la percepción subjetiva de sus
respuestas y cómo evalúan a los mismos dependen del propio contexto cultural
y del aprendizaje que lleva consigo la internalización de los mismos . Esta
valoración dada en las respuestas a los ítems por los sujetos ha permitido
identificar que el cuestionario multidimensional sobre celos, sí presenta validez.
71
En cuanto a la segunda hipótesis planteada en este trabajo, se corroboro
que al hacer el proceso de confiabilidad a través del Alfa de Cronbach, en el
caso de los reactivos se puede observar que los Alfas de Cronbach tuvieron
pesos superiores a .3000 (tabla 4). En segundo lugar, los seis factores
obtenidos presentaron una valor Eigen superior a 1.000 y los mismos explican
el 59.3% de la varianza obtenida. Con lo anterior queda confirmada la
segunda hipótesis, por lo tanto sí se encontró que existe una función
discriminante estadísticamente significativa de los factores que componen el
inventario multidi mensional de celos.
Los seis factores encontrados fueron contrastados teóricamente y los
mismos presentaron una congruencia conceptual; es decir, los celos presentan
una serie de componentes básicos a nivel cognitivo, afectivo y social. En este
caso
los
seis
factores
poseen
estos
elementos
psicológicos
en
su
configuración.
El factor I recibió el nombre de “Enojo” en donde se puede observar este
aspecto en los siguientes reactivos que componen a dicho factor:
20. Me sería difícil perdonar a mí pareja se ésta me fuera infiel.
21. Me molesta cuando mí pareja coquetea con alguien.
22. Me molesta que mi pareja tenga una conversación íntima con alguien del
sexo opuesto.
23. Resiento cuando mí pareja pasa demasiado tiempo con sus amigos(as) en
vez de conmigo.
25. Me sentiría muy mal si mi pareja se fuera con otro(a).
27. Me sentiría molesto(a) si en un baile no me está prestando suficiente
atención mi pareja.
72
En los anteriores reactivos se observa claramente que el componente
principal que subyace a los mismos se refiere al enojo. Es decir, la mayoría de
los reactivos se componen de una molestia o resentimiento hacía la pareja
cuando está no presta atención, coquetea, si pasa más tiempo con otras
personas, etc., en este sentido la percepción que se tiene de la pareja se debe
a un componente cognitivo, el cual es manifestado a nivel emocional por el
enojo y por la posibilidad de pérdida ante un rival.
El factor II recibió el nombre de “Fatalismo”, después de haber hecho un
análisis conceptual y teórico. Los reactivos que lo componen son los
siguientes:
3. Si me engañará mi parejas sería de lo mas devastador que me pudiera
ocurrir.
4. Me deprimo cuando pienso lo que pasaría si pierdo a mi pareja.
5. Me sentiría muy mal si mi pareja se fuera con otro(a).
8. Sentiría ganas de morirme si mi pareja me dejara.
9. Mis emociones ciegan los hechos de la situación cuando siento celos.
13. Siento resentimiento hacia las personas que reciben más atención que yo.
En estos reactivos la percepción que se tiene es de fatalismo, es decir, si la
pareja es perdida o la misma es capaz de engañar, entonces sobreviene una
catástrofe para uno de los miembros de la pareja, y por lo tanto se presentan
sentimientos tales como el morir, se siente deprimido, es algo devastador. El
componente que aquí se muestra es cognitivo, dado que, antes de que
sucedan tales eventos, los mismos son evaluados como una catástrofe o como
si fuera el fin del mundo.
73
Para el factor III, recibió el nombre de “Desconfi anza”, y los reactivos que lo
componen son:
7. Cuando mi pareja se esta divirtiendo en una fiesta y yo no estoy ahí, me
siento deprimido(a).
10. Me enoja cuando mi pareja habla bien de alguien del sexo opuesto.
14. Soy muy posesivo(a).
15. Me enojaría mucho si mi pareja se pusiera muy contento(a) de la posibilidad
de ver a un antiguo amigo(a) del mismo sexo.
16. Si mi pareja se mostrará amable con alguien del sexo opuesto, sentiría
celos.
17. Cuando mi pareja habla sobre experiencias felices en el pasado, me siento
triste de no haber sido parte de ellas.
18. Tiendo a criticar a los novios(as) que tuvo mi pareja.
Para este componente se observa un componente psicosocial, dado que
para los sujetos el percibir que su pareja habla con desconocidos, se reúne con
antiguos amigos, es amable con personas de su sexo contrario, entonces
sobreviene una desconfianza infundada en un aprendizaje social, trasmitido por
la cultura y/o el medio en que se ha desarrollado el sujeto.
En el caso del factor IV, recibió el nombre de “Intriga”. Y se compone de los
reactivos:
28. Me he imaginado que mi pareja trama cosas a mis espaldas.
29. Siento mucha curiosidad por saber lo que hace mi pareja cuando sale con
amigos(as) de su mismo sexo.
74
30. Siento mucha curiosidad por saber de lo que habla mi pareja cuando sale
con amigos(as) de su mismo sexo.
El factor IV muestra una clara tendencia hacia la intriga, es decir, el sujeto
se siente abrumado por saber que hace su pareja en ausencia del mismo, así
como, le acarrea mucha curiosidad por saber que dice y que trama cuando no
este no la puede ver.
El nombre que recibió el factor V fue “Egoísmo”. Componiéndose de los
siguientes reactivos:
19. Me molesta que mi pareja se divierta cuando yo no estoy.
24. Me desagrada cuando mi pareja más tiempo en sus entretenimientos que
conmigo.
26. No me gusta que mi pareja pase mucho tiempo con sus amistades.
31. Se me haría muy sospechoso el que mi pareja fuera a ayudar a alguien del
sexo opuesto con su trabajo.
La percepción hacía el egoísmo se ve matizada en este factor, por la
necesidad de que la pareja no ayude a nadie, no conviva o pase demasiado
tiempo con otras personas. Entonces, el egoísmo es traducido como una
pertenencia, es decir, el sujeto considera que solo le pertenece a él su paraje y
tiene el derecho de no compartir a su amada(o).
Finalmente, el factor VI recibió el nombre de “Dolor”, y se compone de los
siguientes reactivos:
75
1. Si me traicionará mi pareja, pasaría mucho tiempo antes de que el dolor
desapareciera.
2. Si mi pareja me fuera infiel me sentiría muy desdichado(a).
6. Me pondría muy ansioso(a) al saber que mi pareja estuviera interesado(a)
más por otra persona que por mi.
11. Me molesta cuando alguien abraza a mi pareja.
12. Me siento mal cuando veo que mi pareja besa a alguien del sexo opuesto
que yo no conozco.
Para el factor VI, su componente principal es una reacción emocional
manifestada por el dolor, dado que el sujeto es capaz de sentirse mal, se
queda con ese resentimiento durante mucho tiempo antes de que aprenda a
perdonar. En este sentido, el dolor es integrado como parte del amor, en
donde un sujeto que “no sufre no ama”. Y por lo tanto, se considera como un
componente que socialmente es aceptado en la actualidad.
Por otro lado, el análisis de la varianza que se hizo permite observar que no
en todos los casos las variables sexo, edad y estado civil fueron significativas
en las diferentes dimensiones o factores obtenidos. Tomando en cuenta que,
las diferentes variables ante mencionadas concuerdan con la hipótesis
conceptual, la cual específica que la situación de celos se define por una
percepción subjetiva de una pérdida real o potencial de una persona amada,
ante un rival real o imaginario (Hupka, 1981). Así como, ReidI (1989),
menciona que esta situación de celos esta determinada por las normas
culturales como por las motivaciones personales de los individuos en su forma
de cómo deben actuar ante estas ideas que tienen los mismos sobre los Celos.
76
Finalmente, se demostró con este análisis, que tanto los resultados
significativos como los no significativos, se debieron a las diferentes
percepciones culturales y sexuales que tienen los individuos participantes de
esta investigación de la ciudad de Colima.
77
Conclusiones y sugerencias.
Con base en los análisis realizados en el presente trabajo de investigación
es posible concluir que los instrumentos validados y confiabilizados, así como
los resultados obtenidos con ellos en una cultura particular no deben
generalizarse a otra cultura de manera directa. Es adecuado que dicho
instrumento sea reestudiado psicométricamente en la nueva cultura donde se
pretenda utilizarlo pues como se vio en el presente trabajo aun cuando la
cultura de donde provenga el instrumento sea semejante a la nueva cultura, no
son iguales y así como encontrarán semejanzas se encontrarán diferencias; es
por ello que realizar generalizaciones directamente, sin saber en que aspectos
son semejantes o diferentes dichas culturas, pudiera llevar a obtener
conclusiones erróneas.
Así, tenemos que al validar y confiabilizar el cuestionario multidensional de
celos en nuestra cultura, el concepto de celos muestro una estructura factorial
diferente en la cultura colimense a la del estudio original, esto se debe a que la
misma posee características particulares como grupo cultural.
Además, otra razón por la cual está configuración fue diferente se debió a
que la percepción subjetiva que tienen los sujetos de Colima ant e los celos, y la
forma en como evaluaron a los mismos, se vio influenciada por las normas
establecidas y aprendidas del propio contexto como cultura.
Es importante resaltar que muchos de los autores antes mencionados hacen
énfasis en que los celos son propios de una cultura y que los mismos
presentan una serie de componentes tanto a nivel intelectual como afectivo, en
78
donde la propia cultura demuestra su amor a través de los mismos
matizándolos desde un “te quiero” hasta un “te odio”. Es por eso que parte del
presente trabajo se dio a la tarea de investigar como los mismos se
presentaron y que tipo de configuración tuvieron en una cultura como la de
Colima.
Desde esta perspectiva se pudo comprobar al igual como algunos autores
han señalado a ni vel teórico; que si hay diferencias entre los sexos al momento
de percibir y de integrar una serie de respuestas que tienen que ver con los
celos, aunque estas sean subjetivas, en el momento de ser evaluadas no dejan
de ser importantes para el propio comportamiento de las personas; muchas de
las conductas que se presentan ante esta situación llegan a ser de alejamiento,
desconfianza, expresiones de enojo, cólera, irritabilidad, tristeza, etc.
En cuanto a algunas manifestaciones encontradas de orden co gnitivo se
encontraron: pensamiento negativo, autoderrota, autoculpa, fatalismo, agresión
encubierta, rabia, etc., las cuales solo forman una pequeña parte de todo un
comportamiento que es el del ser humano.
Otro aspecto importante para considerar es , que la presente investigación
fue producto del trabajo de dos años de estudio de la maestría; en ocasiones
destacar qué experiencias se dejan a una institución como formadora de
recursos humanos es arriesgado proporcionar un veredicto a favor o en contra,
sin embargo mucho del trabajo aquí presentado tiene experiencias más a nivel
personal que institucional.
Además, considerando que en el estado de Colima, son contados los
estudios que se han realizado sobre celos, sin tomar en cuenta cuantos de los
79
mismos se han enfocado a la validación y confiabilidad de instrumentos
psicológicos. Por lo tanto, desde esta perspectiva, esta investigación es una
aportación tanto teórica como metodológica para la Maestría en Ciencias. Área,
Psicología Aplicada.
Parafraseando a Octavio Paz (1985), comenta que no hay un solo México,
sino que existen muchos Méxicos. Es decir, la aportación teórica aquí
presentada es mínima pero que de alguna forma u otra se comienza a
proporcionar un perfil característico propio de l colimense. En el caso de lo
metodológica, queda como un instrumento que necesita ser trabajado más,
para poder generalizar los resultados a la población colimense.
Como sugerencias queda decir que, el haber realizado un trabajo como
este, es demasiado arduo, difícil, no por el tema sino debido al trabajo
estadístico llevado a cabo. Además, que el mismo sirva como estímulo para los
compañeros y estudiosos del área, para que continúen con trabajos parecidos
o se retorne al mismo en un futuro cercano; así como guía para aquellas
personas que estén interesadas en la validación y confiabilidad de
instrumentos de medición psicológica.
80
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87
ANEXOS
88
ANEXO UNO
CUESTIONARIO MULTIDIMENSIONAL DE CELOS (ORIGINAL).
INSTRUCCIONES: A continuación encontraras una serie de afirmaciones referente a los celos,
nos interesa saber que piensas al respecto, Para lo cual solicitamos tu cooperación Responde a
cada afirmación marcando con una CRUZ (X) dentro del cuadro que le corresponda a cada
pregunta, de acuerdo a tu experiencia. Por favor no deje ningún reactivo sin contestar. Por su
colaboración MUCHAS GRACIAS.
Completamente de acuerdo (5)
De acuerdo (4)
Ni en acuerdo ni en desacuerdo (3)
En desacuerdo (2)
Completamente en desacuerdo (1)
1. Si me traicionará mi pareja, pasaría mucho tiempo antes de que el dolor
desapareciera.
2. Si mi pareja me fuera infiel me sentiría muy desdichado(a)
3. Si me engañara mi pareja seria de lo más devastador que me pudiera
ocurrir.
4. Me deprimo cuando pienso lo que pasaría si pierdo a mi pareja.
5. Me sentiría muy mal si mi pareja se fuera con otro(a).
6. Me pondría ansioso(a) al saber que mi pareja estuviera interesado(a) más
por otra persona que por mi.
7. Cuando mi pareja se esta divirtiendo en una fiesta y yo no estoy ahí, me
siento deprimido.
8. Sentiría ganas de morirme si mi pareja me dejara.
9. Mis emociones ciegan los hechos de la situación cuando siento celos.
10. Me enoja cuando mi pareja habla bien de alguien del sexo opuesto.
11. Me molesta cuando alguien abraza a mi pareja.
12. Mis emociones ciegan los hechos de la situación cuando siento celos.
13. Me siento mal cuando veo que mi pareja besa a alguien del sexo opuesto
que yo no conozco.
14. Siento resentimiento hacia las personas que reciben mas atención que
yo.
15. Soy muy posesivo(a).
16- Me enojaría mucho si mi pareja se pusiera muy contento(a) de la
posibilidad de ver a un antiguo amigo(a) del sexo opuesto.
17. Si mi pareja se mostrará amable con alguien del sexo opuesto, sentiría
celos.
18. Cuando mi pareja habla sobre experiencias felices de su pasado, me
siento triste de no haber sido parte de ellas.
89
Completamente de acuerdo (5)
De acuerdo (4)
Ni en acuerdo ni en desacuerdo (3)
En desacuerdo (2)
Completamente en desacuerdo (1)
19. Tiendo a criticar a los novio(a)s que tuvo mi pareja.
20. Me molesta que mi pareja de divierta cuando yo no estoy.
21. Me sería difícil perdonar a mi pareja si ésta me fuera infiel.
22. Me molesta cuando mi pareja coquetea con alguien.
23. Me molesta que mi pareja tenga una conversación íntima con alguien del
sexo opuesto.
24. Resisto cuando mi pareja pasa demasiado tiempo con sus amigo(a)s en
vez de conmigo.
25. Me desagrada cuando mi pareja pasa más tiempo en sus entretenimientos
que conmigo.
26. Me sentiría muy mal si mi pareja se fuera con otro(a).
27. No me gusta que mi pareja pase mucho tiempo con sus amistades.
28. Me sentiría muy molesto(a) si en un baile no me esta prestando suficiente
atención mi pareja.
29. Me satisface ayudar a un amigo.
30. Me es fácil hacer amistades.
31. Me hace sentir bien el saber que alguien se interesa por mí.
32. Trato de entender el comportamiento de mi pareja aun cuando algo me
disgusta.
33. Todos necesitan alguien en quien confiar.
34. Me siento contento(a) cuando a mi pareja le cae bien uno(a) de mis con
amigo(a)s.
35. Generalmente yo confío en los demás.
36. Me gusta que mi pareja haga nuevas amistades.
37. Me he imaginado que mi pareja trama cosas a mis espaldas.
38. Siento mucha curiosidad por saber lo que hace mi pareja cuando sale con
amigo(a)s de su mismo sexo.
39. Siento mucha curiosidad por saber lo que habla mi pareja cuando sale con
amigo(a)s de su mismo sexo.
40. Se me haría muy sospechoso el que mi pareja fuera a ayudar alguien del
sexo opuesto con su trabajo.
SEXO:_______.
EDAD:_________.
ESTADO CIVIL:_________________.
ESCOLARIDAD:________________________________________________________________.
90
ANEXO DOS
CUESTIONARIO MULTIDIMENSIONAL DE CELOS (ACTUALIZADO).
INSTRUCCIONES: A continuación encontraras una serie de afirmaciones referente a los celos,
nos interesa saber que piensas al respecto, Para lo cual solicitamos tu cooperación. Responde a
cada afirmación marcando con una CRUZ (X) dentro del cuadro que le corresponda a cada
pregunta, de acuerdo a tu experiencia. Por favor no deje ningún reactivo sin contestar. Por su
colaboración MUCHAS GRACIAS.
Completamente de acuerdo (5)
De acuerdo (4)
Ni en acuerdo ni en desacuerdo (3)
En desacuerdo (2)
Completamente en desacuerdo (1)
1. Si me traicionará mi pareja, pasaría mucho tiempo antes de que el dolor
desapareciera.
2. Si mi pareja me fuera infiel me sentiría muy desdichado(a).
3. Si me engañará mi pareja sería de lo más devastador que me pudiera
ocurrir.
4. Me deprimo cuando pienso lo que pasaría si pierdo a mi pareja.
5. Me sentiría muy mal si mi pareja se fuera con otro(a).
6. Me pondría ansioso(a) al saber que mi pareja estuviera interesado(a) más
por otra persona que por mi.
7. Cuando mi pareja se esta divirtiendo en una fiesta y yo no estoy ahí, me
siento deprimido.
8. Sentiría ganas de morirme si mi pareja me dejara.
9. Mis emociones ciegan los hechos de la situación cuando siento celos.
10. Me enoja cuando mi pareja habla bien de alguien del sexo opuesto
11. Me molesta cuando alguien abraza a mi pareja.
12. Me siento mal cuando veo que mi pareja besa a alguien del sexo opuesto
que yo no conozco.
13. Siento resentimiento hacia las personas que reciben más atención que
yo.
14. Soy muy posesivo(a).
15 Me enojaría mucho si mi pareja se pusiera muy contento(a) de la
posibilidad de ver a un antiguo amigo(a) del sexo opuesto.
16. Si mi pareja se mostrara amable con alguien del sexo opuesto, sentiría
celos.
17. Cuando mi pareja habla sobre experiencias felices de su pasado, me
siento triste de no haber sido parte de ellas.
18. Tiendo a criticar a los novio(a)s que tuvo mi pareja.
91
Completamente de acuerdo (5)
De acuerdo (4)
Ni en acuerdo ni en desacuerdo (3)
En desacuerdo (2)
Completamente en desacuerdo (1)
19.Me molesta que mi pareja se divierta cuando yo no estoy.
20. Me sería difícil perdonar a mi pareja si ésta me fuera infiel.
21. Me molesta cuando mi pareja coquetea con alguien.
22. Me molesta que mi pareja tenga una conversación íntima con alguien del
sexo opuesto.
23. Resisto cuando mi pareja pasa demasiado tiempo con sus amigo(a)s en
vez de conmigo.
24. Me desagrada cuando mi pareja pasa más tiempo en sus
entretenimientos que conmigo.
25. Me sentiría muy mal si mi pareja se fuera con otro(a).
26. No me gusta que mi pareja pase mucho tiempo con sus amistades.
27. Me sentiría muy molesto(a) si en un baile no me esta prestando
suficiente atención mi pareja.
28. Me he imaginado que mi pareja trama cosas a mis espaldas.
29. Siento mucha curiosidad por saber lo que hace mi pareja cuando sale con
amigo(a)s de su mismo sexo.
30. Siento mucha curiosidad por saber lo que habla mi pareja cuando sale con
amigo(a)s de su mismo sexo.
31. Se me haría muy sospechoso el que mi pareja fuera a ayudar alguien del
sexo opuesto con su trabajo.
SEXO:_______.
EDAD:_________.
ESTADO CIVIL:______________.
ESCOLARIDAD:_____________________________________________________________.
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