EVALUACIÓN DE LA COMPRENSIÓN lectora

Anuncio
Maestría: Desarrollo de la Tecnología
(Análisis del Ámbito Educacional como Sistema)
Profesor: Alfredo Ortiz Leal
Alumna: María Belén Medina Alderete
Evaluación de la comprensión lectora
21-Junio-2014
EVALUACIÓN CUALITATIVA DE LA COMPRENSIÓN
LECTORA.
Una situación de evaluación consta de cuatro momentos:
1. Indagación del conocimiento previo de los alumnos.
2. Lectura de los textos realizada por los alumnos.
3. Respuestas a las preguntas.
4. Análisis e interpretación de las respuestas.
INSTRUCCIONES:
Lee el siguiente texto y luego realiza las actividades que se presentan a continuación
de manera individual.
Si lo deseas puedes leer el texto tantas veces lo consideres necesario.
Tienes todo el tiempo que necesites para realizar las actividades.
EL GATO Y EL RATÓN
Un ratón se cayó a un tonel de vino y chillaba como loco para que
alguien lo sacara.
En eso pasó un gato.
-¿Quieres que te saque? -le preguntó el gato al ratón.
-Sácame, por favor, que me estoy ahogando -respondió el ratón.
-Te voy a sacar, pero antes prométeme que siempre vendrás a
ponerte
a mis pies cuando te llame.
-Te lo prometo -dijo el ratón.
Y el gato sacó al ratón del tonel de vino y lo dejó irse, porque ese día
no
tenía hambre.
Tres días después, el gato estaba muerto de hambre.
-Ratón, ven acá -gritó con voz muy fuerte.
-No quiero -le respondió el ratón, bien escondido en su cueva.
-¿Es así como cumples tus promesas, ratón? ¿Acaso no me
prometiste
el otro día, cuando estabas en el tonel de vino, que te pondrías a mis pies
cada vez que te llamara?
-Claro que te lo prometí —respondió el ratón-, pero había bebido
tanto
vino, que no supe lo que te prometía.
ACTIVIDADES
1) Une con una línea el dibujo que mejor completa la oración.
A. El ratón se cayó al
B. El ratón estaba bien escondido en su
C. Al ratón lo sacó el
2) Escribe al lado de cada oración V si es verdadera o F si es falsa:
A. ———— El gato se estaba ahogando.
B._________El ratón chillaba como un loco.
C. ———— El ratón cumplió la promesa.
3) Haz una oración con las palabras:
Tonel: ________________________________________________________________
Promesas:________________________________________________________
4) Encierra en un círculo la G cuando la oración corresponde al gato
y la R cuando corresponde al ratón.
A. Sácame, que me estoy ahogando.
B. Tres días después estaba muerto de hambre.
C. Se escondió en la cueva.
D. No cumplió su promesa
E. Salvó al ratón.
G
G
G
G
G
R
R
R
R
R
5) Contesta por escrito las siguientes preguntas:
A. ¿En qué se diferencia un gato de un ratón?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
B. ¿Qué significa la expresión "ponerse a los pies de alguien"?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
C. ¿Cómo actúas tú cuando haces una promesa?
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
________
6) Crucigrama
Horizontales
1. El animal que se cayó al tonel.
2. Sonido que se produce al toser.
3. Animal peludo, simpático, que vive en la selva. Femenino.
Verticales
1. El animal que no se cayó al tonel.
2. El objeto donde cayó el ratón.
3. Flor.
COMPLETA EL TEXTO.
INSTRUCCIONES:
Lee primero TODO el texto con las palabras omitidas, y piensa en la palabra
que mejor complete cada uno de los espacios en blanco
EL GATO Y EL RATÓN
Un ratón se cayó a un tonel de vino y chillaba como loco para que
alguien lo sacara.
En eso pasó un _______________.
-¿Quieres que te saque? - _______________ preguntó el gato al
_______________.
-Sácame, por favor, que _______________ estoy ahogando respondió el _______________.
-Te voy a sacar, _______________ antes prométeme que siempre
_______________ a ponerte a mis _______________ cuando te llame.
-Te _______________ prometo -dijo el ratón.
_______________ el gato sacó al _______________ del tonel de
vino _______________ lo dejó irse, porque _______________ día no
tenía hambre.
_______________ días después, el gato _______________ muerto
de hambre.
-Ratón, _______________ acá -gritó con voz _______________
fuerte.
-No quiero -le _______________ el ratón, bien escondido
_______________ su cueva.
-¿Es así _______________ cumples tus promesas, ratón?
¿_______________ no me prometiste el _______________ día, cuando
estabas en _______________ tonel de vino, que _______________ pondrías
a mis pies _______________ vez que te llamara?
-Claro que te lo prometí —respondió el ratón-, pero había bebido
tanto
vino, que no supe lo que te prometía.
INDICADORES
1.-Retención:
Es capaz de percibir detalles aislados.
Extrae datos para responder preguntas.
Presenta detalles de manera coordinada
Recuerda pasajes específicos del texto.
Identifica conceptos fundamentales del texto.
2.- Organización:
Establece un orden secuencial de ideas.
Capta las relaciones que se establecen entre las ideas.
Es capaz de seguir instrucciones.
Hace clasificaciones de ideas.
Distingue las partes que componen la estructura del
texto.
3.- Interpretación:
Identifica y escribe la idea de cada párrafo
Localiza correctamente las ideas.
Interpreta datos, frases e ideas.
Distingue lo verdadero de lo falso.
Distingue lo real de lo imaginario.
Distingue el tipo de estilo del texto.
4.- Valoración:
Emite juicios valorativos sobre el texto leído.
Valora el contenido del texto, con relación a su
propósito: informar, convencer, explicar, persuadir o
ejemplificar.
Deduce conclusiones con relación al texto leído.
Es capaz de encontrar soluciones.
5.- Creación:
Logra cambiar el final del texto.
Es capaz de colocarse en el lugar del o los protagonistas.
Inventa nuevas situaciones que podrían incorporarse al
texto.
Responde hipotéticamente a entrevistas de personajes.
Escribe cartas a personajes, siguiendo el formato base.
Totalmente
Logrado
Medianamente
Logrado
No Logrado
Lecturas sugeridas
“El Ruiseñor y la Rosa”
–Dijo que bailaría conmigo si le llevaba una rosa roja –se lamentaba el joven
estudiante–, pero no hay una sola rosa roja en todo mi jardín.
Desde su nido de la encina, oyóle el ruiseñor. Miró por entre las hojas asombrado.
–¡No hay ni una rosa roja en todo mi jardín! –gritaba el estudiante.
Y sus bellos ojos se llenaron de llanto.
–¡Ah, de qué cosa más insignificante depende la felicidad! He leído cuanto han
escrito los sabios; poseo todos los secretos de la filosofía y encuentro mi vida
destrozada por carecer de una rosa roja.
–He aquí, por fin, el verdadero enamorado –dijo el ruiseñor–. Le he cantado todas
las noches, aún sin conocerlo; todas las noches les cuento su historia a las estrellas,
y ahora lo veo. Su cabellera es oscura como la flor del jacinto y sus labios rojos
como la rosa que desea; pero la pasión lo ha puesto pálido como el marfil y el dolor
ha sellado su frente.
–El príncipe da un baile mañana por la noche –murmuraba el joven estudiante–,
y mi amada asistirá a la fiesta. Si le llevo una rosa roja, bailará conmigo hasta el
amanecer…”
Wilde, Oscar. Cuentos de Oscar Wilde. El Ruiseñor y la Rosa (Fragmento). Editorial Norma. Bogotá.
1996.
“Vendrán lluvias suaves”
… A las ocho y media los huevos estaban resecos y las tostadas duras como piedras.
Un brazo de aluminio los echó en el vertedero, donde un torbellino de agua caliente
los arrastró a una garganta de metal que después de digerirlos los llevó al océano
distante. Los platos sucios cayeron en una máquina de lavar y emergieron secos
y relucientes. “Las nueve y cuarto”, cantó el reloj, “la hora de la limpieza”. De las
guaridas de los muros, salieron disparados los ratones mecánicos. Las habitaciones
se poblaron de animalitos de limpieza, todos goma y metal. Tropezaron con las sillas
moviendo en círculos los abigotados patines, frotando las alfombras y aspirando
delicadamente el polvo oculto. Luego, como invasores misteriosos, volvieron de
sopetón a las cuevas. Los rosados ojos eléctricos se apagaron. La casa estaba limpia.
Las diez. El sol asomó por detrás de la lluvia. La casa se alzaba en una ciudad de
escombros y cenizas. Era la única que quedaba en pie. De noche, la ciudad en ruinas
emitía un resplandor radiactivo que podía verse desde kilómetros a la redonda.
Las diez y cuarto. Los surtidores del jardín giraron en fuentes doradas llenando el
aire de la mañana con rocíos de luz…”
Fuentes: Bradbury, Ray. Vendrán lluvias suaves. (Fragmento). En: Chronicles, Martians. Crónicas
Marcianas. Traducción: Francisco
Abelenda. Editorial Minotauro, Buenos Aires. 1955.
“Un viejo que leía novelas de amor”
Capítulo tercero
Antonio José Bolívar Proaño sabía leer, pero no escribir. A lo sumo, conseguía
garrapatear su nombre cuando debía firmar algún papel oficial, por ejemplo en
época de elecciones, pero como tales sucesos ocurrían muy esporádicamente casi
lo había olvidado.
Leía lentamente, juntando las sílabas, murmurándolas a media voz como si las
paladeara, y al tener dominada la palabra entera la repetía de un viaje. Luego hacía
lo mismo con la frase completa, y de esa manera se apropiaba de los sentimientos
e ideas plasmados en las páginas.
Cuando un pasaje le agradaba especialmente lo repetía muchas veces, todas las
que estimara necesarias para descubrir cuán hermoso podía ser también el lenguaje
humano. Leía con ayuda de una lupa, la segunda de sus pertenencias queridas.
La primera era la dentadura postiza. Habitaba una choza de cañas de unos diez
metros cuadrados en los que ordenaba el escaso mobiliario; la hamaca de yute, el
cajón cervecero sosteniendo la hornilla de queroseno, y una mesa alta, muy alta,
porque cuando sintió por primera vez dolores en la espalda supo que los años se le
echaban encima y decidió sentarse lo menos posible. Construyó entonces la mesa
de patas largas que le servía para comer de pie y para leer sus novelas de amor…”
Fuente: Sepúlveda, Luis. Un viejo que leía novelas de amor. (Fragmento). Tusquest Editores.
Barcelona. 2009.
Descargar