S E PA R ATA T É C N I C A Boletín Informativo del Instituto N a ci o n a l de E s t a d í s t ic a s • agosto 8 de 2013 Cambios Metodológicos en la División Prendas de Vestir y Calzado del índice de Precios al consumidor Introducción El Instituto Nacional de Estadísticas, en su continua labor de mejoramiento y adecuación a las mejores prácticas internacionales, a partir del mes de julio de 2013 introdujo dos importantes cambios en la metodología de cálculo del índice de Precios al Consumidor (IPC). En específico, se modificó la forma de controlar por temporalidad; y se mejoró la comparabilidad por moda los productos de la División Prendas de Vestir y Calzado. Esta división posee una ponderación de 5,21042% en la canasta vigente del IPC (2009=100). Caracterización de la industria del vestuario y calzado La industria del vestuario y calzado tiene dos características relevantes para su medición en el IPC: a) un cambio cíclico de variedades de productos por temporada, y b) atributos visuales que también varían durante el transcurso del año por el factor moda. Para el caso chileno se pueden identificar dos temporadas de seis meses de duración cada una, otoño-invierno y primavera-verano. Ambas características presentan un gran desafío desde el punto de vista de la recopilación de precios para la elaboración del IPC, ya que este índice descansa sobre la premisa de que los productos que componen su canasta pueden ser comparados período a período, sólo si mantienen sus características sin cambios. Esto permite que las variaciones que se reflejen en el índice correspondan única y exclusivamente a cambios en los precios de un mismo producto a través del tiempo. Por consiguiente, durante el proceso de recolección de los precios, cualquier cambio visible en los productos debe ser registrado, lo que en primera instancia implicaría que ellos son diferentes, y por consiguiente no comparables. Dada la continua sustitución de productos que provoca la moda, prendas con las mismas características básicas pueden ser visualmente distintas. Es por esto que se debe contar con un procedimiento consensuado y enmarcado dentro de las mejores prácticas internacionales, que permita la comparación de las características básicas de los productos. De lo contrario, no se podría comparar una misma prenda, por ejemplo, de la temporada otoño-invierno de este año con la del año anterior. En consecuencia, la falta de comparabilidad causa que el índice no refleje el cambio esperado en los precios debido al cambio de temporada, ya que el precio de salida del producto no puede ser comparado con el precio de entrada (usualmente más alto) de la misma temporada del año siguiente. Por otra parte, la existencia de cambios de temporadas en la división nos presenta otro desafío, pues se deben excluir los precios que corresponden a ofertas especiales; sin embargo, se precisa hacer dos distinciones. Por un lado, ocurre que al inicio de temporada los productos poseen un precio relativamente más alto de entrada, que va disminuyendo paulatinamente en los meses siguientes, con liquidaciones de media temporada y al final de los seis meses. En este caso, sí deben ser consideradas dentro del cálculo del IPC. Por otro lado, después de la entrada de la temporada siguiente, continúan existiendo saldos de la temporada previa (artículos fuera de temporada), que usualmente no son de gusto de muchos consumidores dados sus atributos (por ejemplo colores o tallas). Estos productos son vendidos a precios mucho más bajos y, se puede decir, que el mayor valor entregado a la prenda por el atributo de moda al inicio de la temporada está totalmente depreciado, por lo que no es el mismo producto que al inicio de la temporada. Más aún, estos productos no estarán dispo- nibles en el futuro. Por consiguiente, no deben ser considerados dentro del cálculo del IPC. Cambios metodológicos • Ajuste de calidad por moda La correcta identificación de cuáles productos son comparables y cuáles no, es clave para evitar que se produzcan sesgos en la medición del IPC. En ese sentido, a partir de julio 2013 el ajuste de calidad por moda se realizará en función de tres características para poder definir la comparabilidad de una prenda con su sustituta. Estas características son: marca, composición de la tela y país de procedencia. De esta forma, el precio de una prenda otoño-invierno o primavera-verano, podrá ser comparada en el momento de su entrada, con el precio de una prenda similar presente en la misma temporada del año pasado. Este nuevo método sustituye al anterior, donde se consideraban atributos específicos tales como largo de la manga o tipo de cuello, es decir, características específicas que pueden variar por temporada, a pesar de que los productos mantengan las mismas características básicas. • Temporalidad El cambio metodológico relativo a la temporalidad consiste en definir ex ante la estacionalidad de las variedades de prendas, donde la temporada otoño-invierno irá desde febrero hasta julio de cada año; y la temporada primavera-verano corresponderá a los meses de agosto hasta enero. Este hecho implica que las variedades entrarán en el cálculo sólo en los meses que correspondan a su estación. Esta nueva metodología difiere de la anterior, en que se definía la entrada en el cálculo del IPC basado en un criterio de cobertura suficiente, para un nivel de representatividad adecuado sobre la base de la cantidad de los precios recogidos. Bajo este formato implícitamente se incluía la liquidación de prendas de temporadas anteriores. Junto con lo anterior, también se aplicará un criterio de cota de representatividad para definir con más exactitud la temporada. Este tratamiento consiste en levantar todas las variedades asociadas a cada temporada, dos meses previos y dos meses posteriores al primer y último mes de cada temporada. De esta manera, en la medida que el porcentaje de representatividad sea superior que la cota establecida, se considerará el mes en cuestión dentro de temporada. Por ejemplo, para el caso de otoño-invierno, se recolectarán precios en diciembre y enero, y entrarán a cálculo sólo si cumplen con el criterio de representatividad. Lo mismo ocurrirá en los meses de agosto y septiembre2. Cabe destacar que la selección de los meses correspondientes a cada temporada fue tomada sobre la base de criterios de expertos, dado que se les consultó a las principales tiendas de ventas al por menor que existen en Chile, y todas coincidieron con los períodos expuestos. No obstante, hay años en los cuales esta definición no debiese ser tan fija. Según dichas tiendas, las estaciones pueden modificarse (generalmente prolongarse) debido, principalmente, a factores climáticos. Cuadro 1. Calendario de temporadas Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Otoño Invierno Primavera Verano Meses que entran a cálculo Meses en que su entrada a cálculo depende de su representatividad (1) Excepcionalmente, para la introducción en 2013 de esta metodología, se consideró una representatividad de 50%. Desde enero 2014, se considerará el promedio de representatividad registrado por la estación correspondiente en el año anterior. Juan Eduardo Coeymans, Director Nacional (TP) del Instituto Nacional de Estadísticas Subdirección de Operaciones / Subdepartamento de Estadísticas de Precios al Productor Paseo Bulnes 418, Santiago, Chile - Teléfono 56-2-892 4311 correo electrónico: [email protected] - www.ine.cl Ene