DS. Diputación Permanente, Página: , Núm: 3, Fecha: 13

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Año 1999
VI Legislatura
Núm. 3
DIPUTACIÓN PERMANENTE
PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. DOÑA ESPERANZA AGUIRRE
GIL DE BIEDMA
celebrada el martes, 13 de julio de 1999
ORDEN DEL DÍA:
— Examinar la solicitud de doce miembros de la Diputación Permanente, todos ellos pertenecientes al Grupo
Parlamentario Socialista, de convocatoria de sesión extraordinaria de tres Comisiones del Senado (Número de
expediente 561/000003).
Se abre la sesión a las nueve horas y treinta minutos.
La señora PRESIDENTA: Se abre la sesión.
Ruego a la Secretaria Primera de la Mesa proceda a
comprobar la asistencia de los miembros de la Diputación
Permanente. (Por la señora Secretaria Primera se procede
a la comprobación de las señoras y de los señores Senadores presentes.)
El acta de la sesión anterior ha sido distribuida previamente entre sus señorías. ¿Puede darse por aprobada por
asentimiento? (Asentimiento.)
Queda aprobada.
La Diputación Permanente ha sido convocada con objeto
de examinar la solicitud formulada por doce miembros titula-
res de la misma, todos ellos pertenecientes al Grupo Parlamentario Socialista, de convocatoria de una sesión extraordinaria, de conformidad con el artículo 70 del Reglamento del
Senado, de las siguientes Comisiones: Sanidad y Asuntos Sociales; Obras Públicas, Medio Ambiente, Transportes y Comunicaciones, y General de las Comunidades Autónomas.
Vamos a proceder a un turno a favor de la citada solicitud por tiempo de diez minutos.
Tiene la palabra el portavoz del Grupo Socialista.
El señor LABORDA MARTÍN: Gracias, señora Presidenta.
A efectos de concretar mi intervención, y para poder
distribuir mis argumentos en función del tiempo, me gus-
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taría saber cómo se va a desarrollar el debate, señora Presidenta.
Muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Habrá un turno de diez minutos a favor, un turno en contra también de diez minutos,
y a continuación se pasará a un turno de portavoces asimismo de diez minutos empezando por orden inverso al
número de Senadores, para proceder después a la votación.
El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias.
Le doy las gracias especialmente a la Presidenta y a la
Mesa de la Cámara por la rapidez con que se ha convocado
esta reunión del órgano máximo. Eso da a entender que no
habrá turno en contra de esta solicitud ya que la reunión se
ha convocado para hoy, día 13 de julio, cuando el registro
de dicha convocatoria es del día 8. Ello quiere decir que
nos vamos a encontrar con mucha probabilidad —y se lo
agradezco de antemano al Grupo de la mayoría— con que
nuestras pretensiones van a ser aceptadas. (El señor González Pons pronuncia palabras que no se perciben.) Pero
como he visto algún gesto de mi colega no del todo aprobatorio, un cierto gesto mecánico, me voy a esmerar en
condensar los argumentos fundamentales por ver si tengo
alguna fortuna en esta pretensión.
Señora Presidenta, distinguidos colegas de la Diputación Permanente, creemos que es necesario y bastante
pertinente que de aquí a que se reanude el próximo período
de sesiones, aunque lo que solicitamos podría formularse
perfectamente en el mes de julio, se convoquen las tres Comisiones con la pretensión que en nuestro escrito figura de
que comparezca ante la Comisión de Sanidad el Ministro
de Sanidad, ante la Comisión de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones el Ministro de Fomento, y finalmente que un miembro del Gobierno, no precisamos
quién, comparezca ante la Comisión General de las Comunidades Autónomas a los efectos que a continuación voy a
exponer.
Señora Presidenta, su señoría ha recibido unas fechas
antes de que este período de sesiones terminara un escrito
de amparo firmado por el portavoz socialista ante la Comisión de Sanidad para intentar lograr, antes de que el mes de
julio concluyera, que el Ministro de Sanidad tuviera a bien
hacerse ver por la Comisión de Sanidad, de la que lleva ausente, y lo digo con todas las letras, desde hace más de un
año. Con la excepción de la propagandística defensa de la
enmienda que se presentó en el debate de los presupuestos
generales del Estado el pasado día 10 de diciembre, el señor Ministro de Sanidad no ha comparecido ante su Comisión desde el día 30 de junio del año pasado. Fue un escándalo vergonzoso que en el último día del período de sesiones de hace un año el Ministro de Sanidad compareciese ante la Comisión.
Hay embalsadas un número superior a 30 preguntas, algunas de las cuales son consecuencia de algunas formuladas por escrito que no han sido contestadas en tiempo y
forma y que, por tanto, se han convertido en preguntas orales, por lo que, de acuerdo con nuestro Reglamento, estas
preguntas transformadas en orales tienen prioridad sobre
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cualquier otra actividad de dicha Comisión. Como el señor
Ministro no quiere contestarlas, bloquea la Comisión de
Sanidad del Senado, lo que pretendemos corregir con esta
propuesta extraordinaria de que en el mes de julio o de
agosto, tanto nos da, el Ministro comparezca ante la Cámara y ante la Comisión correspondiente para desbloquear
la situación en la que se encuentra.
Nuestra segunda pretensión es que ante la Comisión de
Obras Públicas, Medio Ambiente, Transportes y Comunicaciones comparezca el señor Arias-Salgado, el titular correspondiente, para que nos explique las razones de su
complaciente comprensión hacia la decisión del Presidente
de Telefónica de contratar a un Comisario, que estaba todavía en funciones, encargado del sector.
A nosotros nos parece de extrema gravedad que el Ministro pueda estar haciendo, incluso de manera extravagante, en relación con algunos otros miembros del Gobierno y extravagante en relación con la decisión que entre
otros el Embajador de España ha adoptado de llevar al señor Bangemann ante los tribunales de justicia, declaraciones al respecto con una condescendiente comprensión hacia la decisión de Villalonga y que, sin embargo, estas Cámaras estén ajenas a las consecuencias y no puedan formular en alta voz las interrogantes que buena parte de la
opinión pública europea se está haciendo sobre las razones
de la contratación del señor Bangemann por la empresa Telefónica de España.
Ya me adelanto a decir, y quizás en la réplica tenga que
hacer alguna consideración, que no nos vale el argumento
de que ésta es una empresa privada —argumento que hemos estado soportando en esta Cámara desde hace más de
dos años— porque, afectivamente, no estamos sólo ante
una cuestión que afecta a una compañía recientemente privatizada, sino que afecta al prestigio de nuestro país.
Desde hace unos cuantos años, desde el año 1986 al
menos, habíamos ido afianzando nuestro prestigio en Europa como un país eficiente, cuyos profesionales son competentes, cuyos Gobiernos cumplían, y cuyos parlamentarios eran eficientes y con iniciativas. En algún momento,
incluso algo más que coloquialmente, se habló de España
como de aquella Alemania del sur.
Pues bien, lo que ha sucedido en relación con el fichaje
del ex ministro encargado del sector de las telecomunicaciones por parte de una compañía recientemente privatizada, ha vuelto a reverdecer el argumento de que esto sólo
puede suceder en un país del sur. Yo, desde luego, me resisto a que un Ministro de mi Gobierno no tenga el mínimo
espíritu crítico para, al menos, haberse callado y yo, por
tanto, me resisto a que un Ministro de mi Gobierno o mi
Gobierno, aunque estemos en período de vacaciones parlamentarias, no venga ante estas Cámaras a restaurar el prestigio que le corresponde a la sociedad española y a España
en su conjunto, cosa que está también entre las tareas de
este Ministro que, por cierto —y es un argumento suplementario—, se ha marchado de este período de sesiones dejando tres preguntas por contestar, referidas, precisamente,
a estos asuntos para los que hoy pedimos la comparecencia.
Señora Presidenta, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones depende directamente del Ministerio de Fo-
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mento y es también sonoro el silencio de esta Comisión,
que depende del Gobierno, contrastando con la prodigalidad de declaraciones que nos hemos encontrado, incluso
ante antiguos miembros del Gobierno de España.
Por tanto, el Ministro de Fomento tiene que venir aquí a
contestar y a explicar también por qué órganos a los que la
Ley atribuye funciones importantes respecto de la competencia, han manifestado con su silencio una especie de distanciamiento sobre el fenómeno que nos ocupa.
Hay preguntas que yo creo que cualquier miembro de la
Comisión de Transportes de esta Cámara tiene que hacer.
¿Por qué se ha fichado al Comisario cuando todavía estaba
en funciones? Teniendo en cuenta que éste ha estado encargado durante mas de diez años de las funciones del control y de la intervención en el mercado de las telecomunicaciones; teniendo en cuenta que en los últimos tres años
ha actuado al menos diez veces en asuntos relacionados
con Telefónica y teniendo en cuenta además que el Gobierno de España hace unos cuantos años estuvo especialmente beligerante con algunas empresas del sector, ante
las cuales el señor Comisario tuvo que intervenir, para escándalo de algunos otros comisarios como, por ejemplo,
el de la competencia, realmente lo que nos preguntamos
—pero no me gustaría que la pregunta se dirigiera a la señora Presidenta, sino al Ministro encargado del ramo— es
si no había ya relaciones antes de que se produjera la contratación y, por tanto, ésta no ha sido el resultado de las dependencias que anteriormente el Gobierno y Telefónica tenían con el señor Bangeman, personaje cuyo comportamiento y ética en relación con las incompatibilidades, con
la economía de mercado, señora Presidenta, es incompatible incluso para los miembros de la dirección de su propio
partido político, el Partido Liberal Alemán.
Hay otras preguntas que hay que hacer. ¿Por qué el señor Presidente de Telefónica ha contratado a este Comisario y nos lo ha presentado como un fichaje estelar, algo así
como el «Ronaldo de las telecomunicaciones»? Yo quiero
preguntar al señor Ministro por qué el señor Presidente utiliza esas metáforas para referirse a la actuación de Telefónica. Porque algunos podemos pensar que no se ha fichado
a un futbolista, no se ha fichado a un competitivo actuante;
se ha fichado sencillamente al árbitro. No se ha fichado a
Ronaldo, sino a un árbitro que, además, ha perdido todo
prestigio y equilibrio. Es una ruinosa decisión porque este
personaje ha perdido todo crédito. Es que nos podemos
preguntar en voz alta si alguien va a contestarle al teléfono.
Y no se me diga que ésta es una decisión de una empresa
privada. Ésta es una empresa privatizada y yo creo que el
Gobierno de España tiene obligación de responder ante la
Comisión de Transportes y Comunicaciones de esta Cámara sobre cuáles son las razones de fondo, llenas de interrogantes, que, efectivamente, han obligado a que no sólo
se produzca esa decisión, sino a que cuente con la comprensión, con la condescendiente comprensión del señor
Arias-Salgado.
La última interrogante que podríamos hacernos al respecto es si no es ésta una huida hacia adelante del señor Villalonga o una primera maniobra para, quizás, ir hacia operaciones en relación con el mercado de las telecomunica-
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ciones, que pongan incluso en peligro la integridad de Telefónica en el inmediato futuro.
De todo esto creo que tenemos legítimo derecho a preguntar en la Comisión y a no aplazar esta decisión hasta el
mes de septiembre que, efectivamente, es el mes, en el
caso de que se votara en contra, en el que tendríamos que
volver a reiterar esta pretensión.
Por último, y termino, señora Presidenta, dándole las
gracias por su comprensión y generosidad en el tiempo,
pretendemos que la Comisión General de Comunidades
Autónomas se reúna. Es la Comisión pertinente, en la que
están y estarán representados los Gobiernos de las Comunidades Autónomas, incluso aquellos recientemente constituidos, para que sencillamente se efectúe el cumplimiento de una disposición que figura en el acuerdo de los
firmados en1996 para la financiación de las Comunidades
Autónomas.
Venimos reclamando a lo largo de este período de sesiones, que ha terminado el día 30 de junio, que se nos dé
cumplida cuenta, tal y como figura nuestra pretensión en el
escrito, de la liquidación de los ingresos del Estado y, especialmente, de la que afecta al Sistema de Financiación
Autonómica de fecha 1997.
Diversos portavoces del Grupo Parlamentario que sustenta al Gobierno —figura en el «Diario de Sesiones» y yo
tengo aquí las copias— nos han señalado en el Pleno de la
Cámara que esa liquidación para 1997, que tendría que haber sido conocida de acuerdo con ese acuerdo —perdón
por la reiteración— y conforme a las disposiciones legales
en 1998, será conocida en el mes de julio de 1999. Desde
luego, con mucho retraso.
Si en este mes el Gobierno tiene ya hecha la declaración
—por lo tanto, lo que venimos pretendiendo desde hace
tiempo puede ser conocido—, nos parece necesario que,
una vez más, no pospongamos ese debate hasta el mes de
septiembre, sino que pueda realizarse en la Comisión General en este mismo mes de julio o en el mes de agosto,
tanto nos da.
Si se efectuase uno de los tantos debates pendientes que
esta Cámara tiene que realizar, trasladaríamos, incluso
ante la opinión pública y ante los Gobiernos de las Comunidades Autónomas, lo cual es más importante, que este
Senado está atento a una cuestión tan clave y tan crucial
como son los efectos de la financiación autonómica, de la
recaudación de los distintos impuestos, especialmente del
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Hacerlo antes de septiembre también es necesario sencillamente por un último argumento que me permito hacer
figurar. Realizarlo en el mes de septiembre, cuando se reanude el período de sesiones, probablemente será muy tarde
ya que si para entonces se conocen los datos, es muy probable que el debate, que ya se ha suscitado de una manera
todavía no sistematizada en distintos parlamentos de Comunidades Autónomas por parte de diversas fuerzas políticas, tendrá tal magnitud, porque nos encontramos también en una etapa preelectoral en dos Comunidades Autónomas previsiblemente, que este Senado una vez más,
como ha venido sucediendo desde el año 1996, quedará
completamente fuera de ese debate que hemos venido
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reclamando que pudiera hacerse multilateralmente en esta
misma Cámara.
Nada más y muchas gracias, señora Presidenta.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, Senador
Laborda.
Turno en contra. (Pausa)
El Senador González Pons tiene la palabra.
El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señora
Presidenta.
No quisiera yo que mi estimado colega del Grupo Parlamentario Socialista se hubiese engañado por los gestos
que hacía yo al principio de su intervención pensando que
de entrada nuestra posición era radicalmente contraria a las
pretensiones de su Grupo y, por lo tanto, empezaré por
aclarar que he escuchado con atención sus argumentos y
ciertamente debo reconocer que hasta el momento no me
ha convencido. No obstante, como tendrá un nuevo turno,
escucharemos de nuevo esos argumentos en la esperanza
de poder llegar a algún acuerdo.
Señorías, la función de la Diputación Permanente,
como todos ustedes saben, desde un punto de vista jurídico, es cubrir los imprevistos que pudieran presentarse en
el tiempo en el que el Parlamento no se encuentra reunido
y, desde luego, hacerlo dentro de lo que es la competencia
estricta de la Cámara. La Diputación Permanente no puede
hacer menos de lo que hace el Pleno, pero tampoco debe
hacer más de lo que el Pleno podría llegar a hacer. La Diputación Permanente debe adoptar decisiones —hablo
desde un estricto punto de vista jurídico— siempre atendiendo a los criterios de urgencia, al criterio de pertinencia
reglamentaria y al criterio de competencia de la Cámara,
para que la Diputación Permanente en su composición reducida no acabe suplantando al Pleno de la Cámara, que es
el auténtico órgano soberano y que por circunstancias de
calendario no se encuentra reunido en estas fechas. Esto es
cierto en términos jurídicos.
En términos políticos la verdad es que se ha instalado
una nueva tradición, según la cual la oposición llegado el
mes de julio —nunca ha sucedido o no suele suceder en el
mes de agosto— tiene la obligación o siente que tiene la
obligación política de provocar una reunión de la Diputación Permanente para transmitir a los ciudadanos cierto
sentimiento de que algo está sucediendo, de que el pulso
político no se pierde durante este mes. Esto es completamente legítimo desde un punto de vista político y, además,
desde un punto de vista político-mediático comprensible y
hasta justificable.
Ahora bien, la pregunta que debemos hacernos cada
mes de julio, cuando llega esta entrañable reunión —una
reunión que empieza a ser ya casi familiar, con un algo caluroso de Navidad en el hemisferio sur—, es cuál es el motivo que la oposición escoge para convocar a la Diputación
Permanente; cuál es la causa en la que la Diputación Permanente viene a ampararse para reunir a los miembros de
este órgano. La única pregunta con la que todos los veranos nos despedimos es cuál será el tema que elegirán nuestros colegas de la oposición para convocar en el mes de ju-
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lio a la Diputación Permanente. Y sobre ello, sobre la imaginación, sobre la oportunidad, sobre la congruencia, caben y se cruzan muchas veces apuestas en el instante entrañable de la despedida de los compañeros.
Pues bien, esta vez han elegido tres temas que no resultan relacionados entre sí y que, en mi opinión y si me lo
permiten, componen lo menos acertado de esta reunión
que hoy estamos manteniendo. Uno, porque obviamente,
no sólo desde un punto de vista jurídico, también desde un
punto de vista político, no es competencia de esta Cámara;
otro, porque debió haberse planteado antes y, otro, porque
tengan la certeza de que se planteará después. Los analizaré detenidamente, tal y como ha hecho el Senador Laborda.
En el llamado caso Bangemann —en el que, por cierto,
es conocida la posición del Gobierno español y, además,
ha sido manifestada no sólo en términos de declaración política, sino en términos de posicionamiento en Bruselas—,
nos encontramos ante dos sujetos político-jurídicos: uno es
una empresa privada y el otro es una institución pública; la
institución pública es de ámbito europeo y, efectivamente,
la empresa privada es española. Por cierto, Senador Laborda, en su próxima intervención me gustaría entender
qué diferencia hay entre una empresa privada y una privatizada, al menos en términos jurídicos. (El señor Laborda
Martín: Ya se lo voy a explicar.)
Resulta que la institución política, la institución pública
afectada por el caso no es una institución española, sino
comunitaria y, por lo tanto, en términos jurídico-políticos
correspondería al Parlamento Europeo controlar cuál es la
circunstancia política que se ha producido, llevar a cabo
esta sesión de la Diputación Permanente y plantear todas
aquellas preguntas que el Senador Laborda ha dicho que le
bullen en la cabeza. Pues estas preguntas deberían lógicamente plantearse en el Parlamento Europeo que es a quien
le corresponde el control de las instituciones políticas comunitarias. El hecho de que el sujeto privado sea un sujeto
privado español no modifica esta condición de planteamiento de la cuestión, puesto que si fuera un sujeto privado
de cualquier otra nacionalidad comunitaria seguiría siendo
el Parlamento Europeo el órgano competente. Tiene poco
sentido que apoyemos la creación de instituciones democráticas comunitarias, que sostengamos la necesidad de reducir en lo máximo posible el déficit democrático que pudieran tener las instituciones comunitarias, que todos en
nuestras conferencias en cursos de verano vayamos diciendo «que ojalá el Parlamento Europeo alcance las condiciones de cualquier parlamento nacional», y que cuando
de verdad se plantea un tema propio del Parlamento Europeo queramos traerlo a los parlamentos de las naciones que
componen la Unión. (La Senadora Pleguezuelos Aguilar
dice palabras que no se perciben.)
La señora PRESIDENTA: Senadora Pleguezuelos, le
ruego que guarde silencio. Continúe Señoría.
El señor GONZÁLEZ PONS: El segundo asunto al que
se ha referido su señoría es la convocatoria de una sesión
extraordinaria de la Comisión de Sanidad para que compa-
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rezca el Ministro. Y es aquí donde a mí me asaltan lamentablemente las preguntas. La primera de ellas es por qué no
se solicitó la habilitación del mes de julio cuando el Pleno
de la Cámara podía acordarlo, cuando de verdad el Pleno
de la Cámara podía pronunciarse y este debate podía plantearse —hace tan sólo dos semanas—, por qué entonces no
se planteó la cuestión y se plantea hoy a través de la Diputación Permanente. La verdad es que me parece que es un
derroche el que los argumentos que han sido planteados y
la discusión que quiere sostenerse no se haya conducido,
cuando procedía oportunamente hace sólo dos semanas al
Pleno de la Cámara, y se traiga hoy a la Diputación Permanente.
Quizás es más rentable desde un punto de vista político
el tinte dramático que la Diputación Permanente añade a
cada cuestión que se plantea, pero desde un punto de vista
propio de la Cámara a la que pertenecemos sin ninguna
duda si este asunto contiene la importancia que el Senador
Laborda ha querido darle, debía haber sido un asunto que
debía haberse planteado en el Pleno, y en el caso de que el
Pleno lo hubiera rechazado, hubiéramos entendido que
hoy se trajera a la Diputación Permanente. No hablamos de
un asunto que tenga urgencia, sino de un asunto que según
los argumentos de la oposición se mantiene en el tiempo;
por lo tanto, hablamos de un asunto que pudo haberse
planteado en el tiempo y que no debería plantearse ante
una institución que sólo atiende a lo que es imprevisible,
que sólo atiende a lo que es urgente.
Por cierto, le diré también que el Ministro y el Gobierno
han comparecido ante esa Comisión tantas veces como han
sido solicitados por la misma. En todo caso, si en el seno
de la Comisión hay algún desacuerdo en cuanto a solicitudes y tramitaciones no debería ser resposabilizado de él el
Ministro, que cuantas veces ha sido llamado ha acudido.
Finalmente se refiere su señoría, como última de las
causas que justifican la convocatoria de una Comisión de
esta Cámara, a la liquidación del Impuesto sobre la Renta
de las Personas Físicas en lo que afecta a la financiación de
las Comunidades Autónomas. Permítame que le diga que
no ahora en esta nueva fase del sistema de financiación relacionado con el Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas, sino ya antes, cuando el Gobierno del Partido Socialista por primera vez alcanzó un acuerdo por el cual el
sistema de financiación se vinculaba al IRPF, la liquidación definitiva de este Impuesto en relación con esta materia se ha venido produciendo siempre dos años después del
período impositivo, y sobre estas fechas en las que nos encontramos. Tal cosa sucedió en aquel período; tal cosa sucedió el año pasado, y tal cosa está sucediendo en este momento.
Como su señoría sabe, a lo largo del mes de julio se terminará de producir la liquidación y conoceremos las cifras
definitivas, de las que en este momento todavía no dispone
el Gobierno, y yo le garantizo que en el mismo instante en
que el Gobierno disponga de cifras definitivas, que coincidirá temporalmente con el instante en que tradicionalmente los Gobiernos han dispuesto de esas cifras, en ese
mismo instante la Comisión General de Comunidades Autónomas dispondrá, no sólo de las cifras y de los datos,
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sino que también quedará a su disposición el Gobierno
para plantearle sus señorías cuantas cuestiones, legítima y
oportunamente, entiendan que deben plantear.
Por tanto, señorías, aceptamos esta convocatoria de la
Diputación Permanente; agradecemos también la premura,
con un criterio constructivo; entendemos que es el derecho
jurídico de la oposición y, por otro lado, el derecho político
de la oposición, que está correctamente instalada en su papel, pero nos parece que los temas seleccionados para el
debate de hoy podría haberse ajustado un poco más a la razón de ser y fundamento de esta institución, en el seno de
las Cortes Generales.
Nada más; muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, Senador
González Pons.
Pasamos al turno de portavoces. ¿Por el Grupo Parlamentario Mixto? (Pausa.) Tiene la palabra el Senador
Nieto Cicuéndez.
El señor NIETO CICUÉNDEZ: Gracias, señora Presidenta.
Sin entrar en aspectos reglamentarios, voy a ir al fondo
de la cuestión que es ver si hay elementos políticos suficientes para convocar la Diputación Permanente o no.
Tengo que decir que me siento obligado a dar, al tiempo
que mi opinión individual, la opinión igualmente del
Grupo Parlamentario Mixto, y en nombre de este Grupo he
de decir que algunos de los Senadores con los que he podido consultar en el día de ayer no veían argumentos suficientes para la convocatoria de las diferentes comisiones
en el mes de julio.
Como opinión personal, diré que, indudablemente, este
Senado haría bien institucionalmente si debatiera, si no todos los temas planteados por el Senador Laborda, sí un par
de ellos al menos de suficiente enjundia como para que no
se dejaran para más adelante; por ejemplo, el del nombramiento del ex comisario por parte de Telefónica.
De alguna manera ésta es una de las preocupaciones
que sigo manteniendo, aunque podría parecer una contradicción, porque yo no voy a estar a partir de pasado mañana, pero esta institución debería de cubrir ciertos vacíos
por una serie de causas, incluso ajenas a ella. La composición de las Cortes Generales, el papel a que está relegado
el Senado, etcétera, hace que algunas cuestiones —como
ésta, que creo que es de suficiente relevancia— se deban
debatir en esta Cámara, concretamente la comparecencia
del Ministro. Indudablemente se puede discutir en septiembre, pero quizá en esa fecha ya no será el Senado el
protagonista de este tema, sino otra Cámara. Además, también juegan los tiempos en política, y el tiempo oportuno
sería discutir estos temas lo más pronto posible en función
de los acontecimientos, puesto que también está relacionado con nuestro prestigio a nivel europeo, tiene que ver
con el Parlamentario Europeo y con la introducción de elementos que hacen falta en nuestro país para ir entendimiento que estamos, además de en las Cortes Generales,
en el marco comunitario, donde cada vez son más importantes las cosas, por lo que tenemos que intentar introducir
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en la vida política española una ética especial y debemos
tener opinión a ese respecto en el marco europeo. Ese
tema, por sí sólo, al menos en mi opinión, sería lo suficientemente relevante como para que se convocara la Comisión y se tratara.
De todas formas, he de manifestar —precisamente por
la contradicción en la que me siento sumido— que a la
hora del voto, si el Grupo Parlamentario Popular ve que,
no para todo, sino en parte, pudiera prosperar la solicitud
del Grupo Parlamentario Socialista, lo que pondría decir
que reconsideraría su posición, yo, personalmente, pero
también en representación del Grupo Parlamentario Mixto,
me abstendré en la votación.
Nada más; muchas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, Senador
Nieto Cicuéndez.
Por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de
Convergència i Unió, tiene la palabra el Senador Ferrer.
El señor FERRER I ROCA: Gracias, señora Presidenta.
Con relación a la solicitud que ha presentado el Grupo
Parlamentario Socialista, que tiene tres puntos, como venimos comentando, con referencia al primero de ellos, la
reunión de la Comisión de Sanidad para resolver una serie
de preguntas que, según se acaba de decir, llevan un gran
retraso, creemos que puede considerarse quizá como una
lesión del Reglamento, y en este punto sería buena política
reunir a esa Comisión en este período y resolver dichas
preguntas que, por lo que parece, llevan un considerable
retraso. Eso en cuanto a la Comisión de Sanidad.
Por lo que hace referencia a la Comisión de Obras Públicas, éste es un asunto que compete clarísimamente a la
Comisión Europea y que previsiblemente será objeto de
gran debate o de debates y resoluciones en el Parlamento
Europeo. Por consiguiente, opinamos que no es ni urgente
ni oportuno que se reúna esta Comisión para tratar este
tema que, sinceramente, no es de competencia del Gobierno español.
En cuanto al tercer tema que se propone en esta solicitud, que es la reunión de la Comisión General de las Comunidades Autónomas, tampoco creemos que haya una
urgencia como para que en este momento se reúna esta Comisión, porque, como ya se ha dicho, esta liquidación de
1997 no lleva un retraso excesivo, sino que viene con el
ritmo con que se han producido otras liquidaciones. Por
consiguiente, también sería raro que reuniéramos esta Comisión en este momento para discutir esta cuestión cuando
previsiblemente en los próximos meses, como ha venido
ocurriendo otros años, vamos a tener esta información y
será objeto de los debates pertinentes en la Comisión de
Comunidades Autónomas y quizá también en el Pleno; por
consiguiente, en los próximos debates.
En definitiva, de los tres puntos que propone la solicitud del Grupo Parlamentario Socialista nuestro grupo, el
Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió, daría su voto favorable al primero, al de la Comisión de Sanidad, y votaría en contra de los otros dos.
Muchas gracias, señora Presidenta.
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La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, Senador Ferrer.
Por el Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra
el Senador Laborda.
El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, señora Presidenta.
Gracias también a los portavoces de los grupos que han
intervenido.
Senador González Pons, le agradezco que me dé la
oportunidad de ofrecerle nuevos argumentos para cambiar
su criterio, pero no se los voy a dar. Ya están dados. No
obstante, como me ha hecho una oferta para ver si llegamos a algún tipo de acuerdo, sencillamente le digo que me
dé cualquier fórmula porque yo casi seguro que se la voy a
votar.
Le pido al Senador González Pons, que hace siempre un
ejercicio muy encomiable de facundia, que haga en este
momento un esfuerzo de aproximación y nos ofrezca, por
ejemplo, que venga el señor Ministro de Fomento a otra
Comisión. Ésta puede ser una fórmula de transacción.
El resto de sus argumentos no me han convencido en
absoluto. En esta Cámara, en esta Legislatura en la que el
Partido Socialista está en la oposición, nunca ha reunido su
Diputación Permanente en período veraniego ni en otros
períodos; de tal manera que pienso que el Senador González Pons ha debido estar viviendo en el Congreso de los
Diputados o no sé dónde porque no es comprensible que
nos diga que va a negarse a esto porque convocar la Diputación Permanente es una especie de rutina veraniega a la
que nos dedicamos para darle mayor espectacularidad.
Senador González Pons, quien ha convocado sesiones
extraordinarias en esta Cámara en esta Legislatura ha sido
su Gobierno y no hemos dicho nada. Una vez más hay una
supeditación —por otra parte comprensible, aunque tampoco debería usted darme pie para hacer estos argumentos
porque son casi superlativos— del Grupo Parlamentario
Popular al Gobierno que le ha puesto en bandeja utilizar
los períodos vacacionales para la tramitación de normas legales. Y no hemos dicho nada la oposición.
No me diga que no tenemos derecho esta vez —por las
razones que efectivamente figuran y que yo he argumentado— a pedir que el Gobierno venga aquí a desbloquear
una situación insostenible en la Comisión de Sanidad.
Aquí tengo el dossier de todas las peticiones —algunas son
de noviembre y de marzo de 1998 y están sin contestar—
que la Comisión, a iniciativa de mi Grupo y de otros grupos, ha hecho al señor Ministro de Sanidad, y el señor Ministro de Sanidad no comparece. Es más, ustedes tomaron
la decisión de crear una Ponencia para el estudio del envejecimiento de la población española en esa Comisión, que
no se ha podido reunir nunca sencillamente porque el Ministro no viene a contestar las preguntas, y como esas preguntas reglamentariamente tienen prioridad, resulta que la
Comisión está bloqueada por responsabilidad del Gobierno desde hace más de un año.
Lo que les pido es que trabajen un poquito en vacaciones, que se quiten un poco este sentimiento vacacional que
tienen ustedes tras las elecciones municipales, que trabajen
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un poco y que hagan trabajar al Ministro, que venga y que
conteste. Son 38 preguntas. En una mañana sustanciamos
estas cuestiones.
¿Por qué no hemos usado ese procedimiento que usted
me ha sugerido? Sencillamente porque estábamos pendientes de ver si teníamos la fortuna que tuvimos hace un
año y que al menos el día 30 de junio el Ministro convocara la Comisión, porque hemos pedido amparo a la Presidencia y porque a nuestro portavoz le duele la mano de hacer escritos en esa Comisión para que el señor Ministro de
Sanidad tenga a bien venir a contestar las preguntas que se
le han hecho.
Señor González Pons, no le voy a contestar con el «Samuelson» —que por cierto es un buen texto, aunque podríamos ir a cualquier otro texto— sobre la diferencia que hay
entre una empresa privada o una empresa privatizada. El
preámbulo del «Samuelson» es excelente y me remito a él.
Pero yo lo tengo bien claro. Los fines de semana en Burgos
yo sé lo que es una empresa privada. Puedo ir un día a
comprar a «Pryca» y otro día a «Continente». Pero no
tengo ningún derecho a hacer venir aquí al Presidente de
«Pryca» o al Presidente de «Continente» a que nos explique, por ejemplo, cuáles son sus fichajes, ni tengo ningún
derecho ni me importa nada saber qué gana el Presidente
de «Pryca» o qué gana el Presidente de «Continente», porque si me da la gana compro en «Pryca» o compro en
«Continente».
Esta señoría, como cualquier ciudadano español, sabe
de sobra que entre «Pryca» o «Continente», entre el sueldo
del Presidente de «Pryca» o el sueldo del Presidente de
«Continente», y el suelo del Presidente de Telefónica y el
sueldo del señor Bangemann —si es que finalmente lo
contratan—, que dicen que es un millón de euros, hay una
diferencia fundamental —lo saben todos los ciudadanos—, y es que el señor Villalonga sigue funcionando con
un sistema que no tiene nada que ver con la economía de
mercado.
Fíjese usted qué cosa más sorprendente. Ocurre exactamente igual que con aquellos que se hacían ricos en la
época de Franco. Porque es una empresa que tiene un Presidente que no tiene una acreditación empresarial tan sorprendente; debe tener realmente algunas conexiones de
pupitre que explican por qué está ahí, pero eso es lo de menos. Lo de más es que a mí me gustaría saber, y a usted
también, estoy seguro —y se lo podemos preguntar al Ministro, porque usted seguramente va a apoyar mi pretensión—, cómo se puede tener una empresa cuyo funcionamiento en el mercado está regulado por leyes que aprueba
este Parlamento hasta que no se produzca la entera liberalización, de la que, por cierto, el señor Bangeman algo
tiene que saber y, por eso, se le contrata.
A mí me gustaría también tener una empresa en la que
los precios me los aprobara el Gobierno, como en la época
de Franco que no había mercado. Ésa es una empresa que
está —por decirlo de una manera conceptual— privatizada, que no es exactamente una empresa privada porque
tiene un componente que todavía ésta no tiene y es que
funciona en el mercado sin ningún tipo de red o de protección y su actuación está completamente desmonopolizada.
NÚM. 3
Como Telefónica no es una empresa como «Pryca» o
como «Continente», quiero saber qué gana el Presidente
de Telefónica. Me gustaría saberlo. Creo que tengo derecho. Pero me importa mucho más saber por qué se ha contratado al señor Bangemann, el Comisario del sector.
Quiero saberlo. Y quiero saberlo en este Parlamento, entre
otras cosas, para no tener que pasar el bochorno, como ciudadano español, de que nuestros trapos sucios salgan a la
luz, para que este Parlamento tenga una posición definida
para decir que sigue siendo un Parlamento de un país respetable, que cree en la Unión Europea, en la economía de
mercado, en la libre competencia, en la ética, en las incompatibilidades, y para ir por delante en ese planteamiento, no vaya a ser que en el Parlamento europeo —que
es lo que usted me sugiere— nos saquen los trapos sucios
y nos digan otra vez que somos del sur.
Por eso, quiero que haya un debate en esta Comisión
para que se nos explique por qué se ha fichado al árbitro y
por qué se ha fichado en todo caso a un Ronaldo que tiene
una tarjeta roja a perpetuidad en ese mercado; ruinoso negocio del que yo creo que el Ministro Arias-Salgado debería decirnos algo aquí en nombre del sentido común, ya
que no en nombre del Gobierno de España porque parece
que el Gobierno de España es poco menos que un Gobierno que está fuera de circulación.
Por último, ¿por qué queremos conocer la liquidación
de 1997? Se nos ha dicho que va a estar —y a mí me parece increíble que todavía no la conozca el Gobierno— en
el mes de julio. Traíganla aquí. Además, no es correcto lo
que se nos ha argumentado: que hay siempre un retraso de
dos años.
En el año 1997 conocimos la liquidación de 1996. Recuérdenlo. Por lo tanto, no hay un retraso de dos años. En
todo caso, quien firma un acuerdo y quien estipula una
norma de cumplimiento la tiene que cumplir y, si no la
cumple, que venga aquí a explicarlo.
La norma —se la leo— dice en el acuerdo de financiación que la liquidación definitiva del tramo de participación, así como la relativa a la compensación, se efectuará
cuando se disponga de los valores del Producto Interior
Bruto aplicables en la fórmula en el ejercicio siguiente al
que se refiera.
Por lo tanto, si no se cumple que nos expliquen por qué
no se cumple. Esto es la vida del Parlamento. A mí me parece que éste es el decoro de esta institución, de este Senado.
Nada más y muchas gracias, señora Presidenta.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, Senador
Laborda.
Tiene la palabra el Senador González Pons en nombre
del Grupo Parlamentario Popular.
El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señora
Presidenta.
Quiero agradecer, en primer lugar —y supongo que ése
es mi papel—, que el Senador Laborda dedique bastante
más tiempo a hablar de mi facundia que de las razones que
justifican su solicitud de reunión de comisiones de esta
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Cámara. Al mismo tiempo, quiero que entienda, puesto
que él renuncia a exponer nuevas razones dado que las anteriores no nos convencieron, que nosotros renunciemos
en el mismo caso a ofrecer un acuerdo que no pase precisamente porque voten lo mismo que nosotros, porque a
falta de nuevas razones no puede haber nuevas ofertas,
como la lógica indica. (Risas.)
Para que sigan siendo felices aquellos cuya felicidad se
hace sonoramente ostensible en este momento, le comentaré al Senador Laborda que la Ponencia de envejecimiento se encuentra ya en fase de conclusiones y que espero que los informes que le haya pasado el portavoz de su
Grupo sobre la Comisión de Sanidad sean algo más exactos que ése. (El señor Laborda Martín pronuncia palabras
que no se perciben.)
Asimismo, quiero decirle también que no sabía que su
Grupo Parlamentario no tuviera relación con el Grupo Socialista del Congreso de los Diputados. Bien sé que algunos partidos políticos en este momento se encuentran en
procesos de, digamos, multiplicación de colores, pero no
sabía que había llegado hasta nuestra Cámara y que el señor Laborda no se hace responsable de las posibles solicitudes de reunión de la Diputación Permanente que el
Grupo Socialista haya planteado en el Congreso de los Diputados. (Rumores.) En cualquier caso, ambas Cámaras se
corresponden con las Cortes Generales y nosotros sí pertenecemos a una fuerza política que mantiene una representación no sólo homogénea, sino al mismo tiempo coherente en ambas Cámaras, luego consideramos que lo que se
plantea en la una tiene su repercusión y su sentido parlamentario en la otra.
Por lo que el Senador señala respecto de la diferencia
entre una empresa privada y una empresa privatizada, renuncia gentilmente —y también él con facundia— a leerme la introducción del Samuelson, pero a mí me hubiera
gustado que se hubiera referido a un texto jurídico, porque
el Samuelson es un texto económico que probablemente
me explicará muy bien cuáles son las consecuencias económicas de un proceso de privatización, pero en términos
jurídicos —que son en los que yo me refería— ni una línea
encontraré a lo largo de su texto sobre la diferencia jurídico-política que puede existir entre una empresa privada y
una empresa privatizada. Por otro lado, Samuelson —
como todas sus señorías saben— es profesor norteamericano y seguramente sabe mucho de la legislación aplicable
en los Estados Unidos pero poco —a no ser que haya tenido un interés particular en conocerlo— de la legislación
aplicable en España.
En todo caso, como sé que en otra época, en la década
de los ochenta, hubo procesos de nacionalización y de privatización importantes, me remito a lo que entonces sostuvo el Gobierno respecto de las consecuencias que debe
tener parlamentariamente un proceso de privatización, y lo
cierto es que en términos jurídicos una empresa privada es
responsabilidad de sus accionistas.
¿Quiere esto decir que el Grupo al que represento sostenga una posición que difiera respecto del juicio de valor que el Senador Laborda hace de la actitud del Comisario Gangemann —por cierto, no un comisario del sur,
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sino un comisario procedente del norte, y sería bueno que
lo matizáramos nosotros mismos y no tiráramos piedras
contra nuestro propio tejado— difiere —digo— la opinión de mi Grupo respecto del juicio de valor que le merece la actitud de Bagemann al Grupo Socialista? Pues
probablemente no, casi seguro que no, pero entendemos
que no es éste el foro parlamentario adecuado e, insisto,
si todos estamos de acuerdo en que al Parlamento Europeo hay que cubrirle su tradicional e histórico déficit democrático y que hay que dotarlo de competencias y que
hay que dotarlo de capacidad parlamentaria, bueno será
que cuando se plantea una verdadera oportunidad para
que el Parlamento Europeo ejerza su capacidad como
Parlamento dejemos que sea el Parlamento Europeo el
que cumpla con su función parlamentaria. Eso es creer en
Europa; otra cosa sería creer en Europa únicamente de
manera pequeña, porque parece que Europa sirve cuando
interesa a nuestra conveniencia de partido y no sirve
cuando no interesa.
Por más que también me gustaría —y su señoría lo
sabe— manifestar alguna opinión personal respecto de
este asunto, lo dejaremos en función de que el Parlamento
Europeo es el órgano competente y hasta ahora no he encontrado un argumento decisivo que pueda variar esta posición de mi Grupo.
Y, por último, en el asunto relativo a la liquidación del
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en relación con la financiación de las Comunidades Autónomas,
insisto en lo que ya le dije, Senador Laborda, con la mejor
fe del mundo: el Gobierno tarda en tener disponible esta liquidación, exactamente igual que tardó en períodos anteriores e idénticamente lo mismo —sin ninguna intención
peyorativa— que tardaban Gobiernos anteriores. Yo les
transmito, señorías, la certeza de que en cuanto el
Gobierno disponga de estos datos serán trasladados a la
Comisión General de Comunidades Autónomas y que sus
señorías dispondrán de ellos para plantear los debates que
consideren pertinentes.
En ningún caso he cuestionado el derecho de sus señorías a plantear esta reunión de la Diputación Permanente.
Sí me ha parecido que en la actualidad existen asuntos de
suficiente enjundia como para plantear otros debates y que
precisamente estos asuntos que han sido traídos no se caracterizaban ni por su urgencia ni por su pertinencia ni, en
algún caso, por afectar a la competencia de la Cámara. Por
lo tanto, nuestro Grupo Parlamentario se mantiene en el
voto en contra, no con una voluntad destructiva, sino simplemente porque no hemos entendido las razones últimas
que justificarían la convocatoria de una Comisión de la
Cámara en estas fechas.
Gracias, señora Presidenta.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señoría.
De las palabras del portavoz del Grupo Catalán en el
Senado de Convergència i Unió deduzco que quieren votación separada de la primera. Por tanto, si les parece, votaremos según el orden del escrito del Grupo Parlamentario
Socialista: en primer lugar, la celebración de la sesión de la
Comisión de Sanidad, después la de la Comisión de Obras
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Públicas y finalmente la de la Comisión General de Comunidades Autónomas. ¿Están sus señorías de acuerdo?
(Pausa.)
Comenzamos la votación sobre la petición de habilitación del mes de julio para la reunión de la Comisión de Sanidad.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos
a favor, 13; en contra, 15; abstenciones, una.
La señora PRESIDENTA: Queda rechazada.
En segundo lugar, vamos a votar la celebración de la sesión extraordinaria de la Comisión de Obras Públicas, Medio Ambiente, Transportes y Comunicaciones.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos
a favor, 12; en contra, 18; abstenciones, una.
La señora PRESIDENTA: Queda rechazada.
En tercer lugar, vamos a proceder a la votación sobre la
reunión de la Comisión General de Comunidades Autónomas para la presentación de la liquidación de la financiación.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos
a favor, 12; en contra, 18; abstenciones, una.
La señora PRESIDENTA: Queda rechazada.
El señor LABORDA MARTÍN: Señora Presidenta, no
queremos rebatir el resultado de las votaciones, pero tenemos la impresión de que nosotros, en la primera votación,
hemos votado todos los titulares que somos miembros de
esta Diputación, es decir, doce miembros socialistas más
los dos del Grupo de Convergència i Unió y, lógicamente,
el resultado sería distinto en uno más que el que ha salido.
No queremos objetar, sino simplemente que conste que hemos estado todos los miembros del Grupo en la primera
votación. Es simplemente la advertencia que queremos hacer.
La señora PRESIDENTA: Los letrados han hecho el recuento.
El señor GONZÁLEZ PONS: Señora Presidenta, no
tengo intención de abrir ningún debate...
La señora PRESIDENTA: Entonces no lo abra, señoría.
(Risas.)
El señor GONZÁLEZ PONS: Simplemente quería apoyar la pretensión del Grupo Parlamentario Socialista, la
que impone la lógica.
La señora PRESIDENTA: ¿Que se vuelva a votar?
El señor GONZÁLEZ PONS: No hay inconveniente.
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La señora PRESIDENTA: Los letrados ya han hecho el
recuento y, por tanto, queda rechazada la solicitud del
Grupo Socialista.
— PROPUESTA DE MODIFICACIÓN DEL ORDEN
DEL DÍA PARA QUE LA PONENCIA SOBRE UTILIZACIÓN DE SUSTANCIAS DOPANTES EN EL
DEPORTE PUEDA CONTINUAR SUS TRABAJOS
DURANTE EL MES DE AGOSTO (543/000019).
La señora PRESIDENTA: Se ha presentado un escrito
de la Comisión de Educación y Cultura por el que se solicita autorización para que la Ponencia sobre utilización de
sustancias dopantes en el deporte realice un seguimiento
del próximo Campeonato Mundial de Atletismo que se celebrará en Sevilla del nueve al doce de agosto.
Esta petición no ha sido todavía calificada por la Mesa —
lo será en la próxima reunión del día 20 de julio—, por lo que
si fuera autorizada, sería necesaria la habilitación del mes de
agosto para que la Ponencia pudiera realizar esa actividad.
En consecuencia, y por si acaso la Mesa autoriza esta
cuestión, y por si sus señorías entienden que este asunto
puede figurar en el orden del día, porque supondría una alteración del orden del día de la Diputación Permanente, sería necesario que en este momento sus señorías acordaran
que conviene tratar este punto. (El señor Laborda Martín
pide la palabra.)
El señor LABORDA MARTÍN: Exactamente, ¿qué es
lo que vamos a votar? ¿Habilitamos toda la Cámara para el
mes de agosto?
La señora PRESIDENTA: No. Lo que vamos a votar es
si la Diputación Permanente está de acuerdo en que se altere el orden del día de esta Diputación Permanente para
poder incluir la petición de la Comisión de Educación y
Cultura de habilitar el mes de agosto.
El señor LABORDA MARTÍN: ¿Y yo podría proponer
como enmienda alguna habilitación más? (Risas.—El señor González Pons pide la palabra.)
El señor GONZÁLEZ PONS: Señora Presidenta, entendemos que lo que se está pidiendo es una habilitación
para el caso de que la Mesa autorice, que sería procedimentalmente más correcto que si la Mesa autoriza que se
nos solicite habilitación, y si no hay habilitación, la Mesa
no debe autorizar.
La señora PRESIDENTA: De acuerdo.
En ese caso, no hay ningún otro asunto que tratar y, por
lo tanto, señorías, agradeciéndoles su presencia y rogándoles que asistan al acto solemne de recepción del Presidente
de Bulgaria, se levanta la sesión.
Eran las diez horas y cuarenta minutos.
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