AMNISTÍA INTERNACIONAL COMUNICADO DE PRENSA http://web.amnesty.org/library/Index/ESLEUR450042005 Reino Unido: Las "órdenes de control" propuestas violarían los derechos humanos El proyecto de ley en materia de prevención del terrorismo constituye una burla de los derechos humanos y del Estado de derecho y contraviene el espíritu, si no la letra, del fallo dictado por el grupo de jueces lores (jueces del Tribunal Supremo británico) en diciembre de 2004, declaró el 22 de febrero Amnistía Internacional. El ministro del Interior británico, Charles Clarke, dio a conocer su propuesta de introducir unas "órdenes de control" que permiten desde colocar dispositivos electrónicos de localización en personas al "arresto domiciliario" sin cargos ni juicio, y que se aplicarían a ciudadanos británicos y extranjeros por igual. La decisión de imponer tales órdenes corresponderá en exclusiva al ejecutivo. La introducción del "arresto domiciliario" sin cargos ni juicio supone dejar de aplicar plenamente el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (Convenio Europeo) y del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP). "La propuesta del gobierno del Reino Unido de emitir, debatir y aprobar una norma –que introduce medidas draconianas y contraviene las obligaciones establecidas en los tratados internacionales– en las próximas semanas, reproduce exactamente el modo acelerado en que se tramitó la Ley sobre Antiterrorismo, Delincuencia y Seguridad (ATCSA) de 2001. En ese sentido, supone un desprecio al debate parlamentario y al escrutinio público", dijo Amnistía Internacional. "El arresto domiciliario sin cargos ni juicio no se diferencia del internamiento en Belmarsh, Woodhill o Broadmoor. Sigue siendo una privación de libertad. Las disposiciones que prevén la intervención judicial post facto no alteran la naturaleza arbitraria de este proyecto de ley", apuntó Amnistía Internacional. "Las personas sospechosas de estar relacionadas con el "terrorismo" deben ser acusadas de un delito común reconocible y juzgadas en procedimientos acordes con las normas internacionales sobre juicios justos." Amnistía Internacional considera que en lugar de proponer una ley mal concebida y peligrosa, que contraviene el derecho de los derechos humanos nacional e internacional y que, si se aplica, dará lugar a graves violaciones de derechos humanos, las autoridades del Reino Unido deben: comprometerse en la defensa del Estado de derecho y los derechos humanos; eliminar los poderes del ejecutivo para privar a las personas de su libertad; poner en libertad de inmediato a todos los detenidos a menos que se los acuse de un delito común reconocible y se los juzgue; volver a cumplir íntegramente el Convenio Europeo y el PIDCP; poner fin a la utilización de las pruebas secretas para privar a las personas de su libertad o restringir sus libertades de circulación, expresión o reunión; prohibir el uso de pruebas obtenidas bajo tortura en cualquier procedimiento. El ministro del Interior, Charles Clarke, ha justificado el proyecto de ley para la prevención del terrorismo en la necesidad de luchar contra los "terroristas" que presuntamente quieren atentar contra el Reino Unido. Amnistía Internacional condena con la mayor rotundidad los actos de violencia contra los civiles, con independencia de quién los perpetre o cuáles sean sus motivaciones pero, al mismo tiempo, la organización insta al gobierno del Reino Unido a garantizar que todas las medidas que adopte para prevenir o responder a esos ataques cumplen íntegramente sus obligaciones en virtud del derecho internacional, en especial el derecho internacional de los derechos humanos, el derecho humanitario y el derecho de refugiados. Amnistía Internacional está estudiando la norma en detalle y publicará sus motivos de preocupación más adelante. Información general El gobierno del Reino Unido está intentando que el proyecto de ley en materia de prevención del terrorismo sea aprobado antes del 14 de marzo, fecha en que vence la Parte 4 de la ATCSA. Once personas siguen detenidas –10 en instituciones del Estado y una bajo "arresto domiciliario"– en virtud de esta ley. La mayoría llevan detenidas más de tres años. A Amnistía Internacional le preocupa que el nuevo proyecto de ley no se ajusta al fallo emitido por los jueces lores en diciembre de 2004, según el cual la potestad del ministro del Interior, en virtud de la ATCSA de 2001, para detener indefinidamente sin cargos ni juicio a ciudadanos extranjeros "presuntos terroristas internacionales" a los que no se pueda deportar, es incompatible con los artículos 5 y 14 del Convenio. El Reino Unido sigue siendo el único país que ha dejado de aplicar plenamente ese tratado. Los nueve jueces lores han determinado que el artículo 23 de la Ley sobre Antiterrorismo, Delincuencia y Seguridad del Reino Unido de 2001, que hace posible la detención indefinida sin cargos ni juicio de ciudadanos no británicos, viola los derechos humanos de los detenidos, porque sus disposiciones son desproporcionadas y discriminatorias. A las personas detenidas en aplicación de esta ley se les ha recluido en régimen extremadamente restrictivo en prisiones de alta seguridad y en un hospital psiquiátrico de alta seguridad (una de ellas está bajo arresto domiciliario). La preocupación existente en torno a su salud mental y física se agudizó cuando, el 13 de octubre de 2004, se dieron a conocer las conclusiones de un informe realizado por 11 especialistas en psiquiatría y un especialista en psicología clínica, que habían analizado los graves daños a la salud de ocho de los detenidos. Amnistía Internacional ha pedido reiteradamente al gobierno británico que deje de aplicar esta ley, que es discriminatoria e incompatible con el derecho y las normas internacionales de derechos humanos.