Resumen Fallo Estado vegetativo por obstrucción de cánula de traqueostomía. Condena de $1.596.000 Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, Sala 1 Fecha: 10 de Mayo de 2011 Partes: “D.A. y otro v. Universidad de Buenos Aires-Facultad de MedicinaHospital de Clínicas Resumen: La Cámara Civil condenó al Hospital de Clínicas- Universidad de Buenos Airesa indemnizar a una paciente y a su familia con la suma de $1.596.000 por los daños cerebrales que sufriera la misma a raíz de la obstrucción de una cánula de traqueostomía. Si se calculan los intereses y costas de más de diez años de proceso, el monto supera los tres millones de pesos. La Sra. L, había sido intervenida por un tumor de fosa posterior el 13 de diciembre de 1999, con una buena evolución postquirúrgica. Una vez retirada la asistencia respiratoria mecánica, se le practicó una traqueostomía para evitar la obstrucción de la vía aérea por secreciones o reflujo gástrico. La paciente pasó luego de algunos días de terapia intensiva a piso, donde era tratada por una neumopatía. A los 12 días postoperatorios (25 y 26 de diciembre), la Sra L presentó convulsiones sin que se registrara en la historia clínica ninguna reacción médica. Según el tribunal, quedó claramente demostrado que la lesión neurológica (estado vegetativo persistente) se produjo el día 27 de diciembre como consecuencia de la obstrucción de la cánula de traqueostomía. El daño: “El dictamen del perito médico designado de oficio dio cuenta de que la Sra. L se encuentra en estado vegetativo, con movimientos oculares y crisis de llanto. Desde el año 2000 al 2007 se mantuvo en forma estable, solamente con una infección urinaria que no requirió pase a unidad de tratamientos intensivos y con un único episodio de apneas y neumonía que fue superado. La paciente se encontraba al momento del dictamen en cama, con colchón antiescara, en posición decúbito obligado, sin realizar movimientos voluntarios. Obviamente, su incapacidad es del 100%, no se alimenta por sus propios medios y requiere permanente asistencia de terceros para su mantenimiento con vida. “ La demanda y la sentencia de primera instancia: El esposo y las tres hijas de la Sra. L, dos de ellas menores, promovieron demanda de resarcimiento de daños y perjuicios por mala praxis médica contra la Universidad de Buenos Aires-Hospital de Clínicas. En representación de la Sra. L, su esposo reclamó la suma de $11.300.000, comprensiva de diversos rubros que fueron fundados en el escrito inicial, y por sí y por sus hijas reclamó otras sumas en concepto de daño emergente, daño moral y daño psicológico, con intereses y las costas del juicio. La sentencia de primera instancia encontró responsable al Hospital de Clínicas por la actuación negligente de sus facultativos en la atención del postoperatorio de la Sra. L., y condenó a la parte demandada a abonar a la parte actora la suma de $1.400.000 por daños causados a la paciente más la suma de $16.000 a favor del esposo y de cada una de las tres hijas con destino al tratamiento que cada uno de ellos necesita en el plano psicológico. El juez dispuso que el capital admitido devengara intereses a partir del día del hecho con excepción del monto correspondiente a gastos futuros. Contra este fallo se alzaron todas las partes. La Universidad de Buenos Aires negando responsabilidad y la parte actora por lo exiguo del monto acordado. La defensa del Hospital de Clínicas: En su apelación, la parte demandada negó toda responsabilidad y solicitó, para el hipotético caso en que el Tribunal confirmara la atribución de responsabilidad, una significativa reducción de los montos de la indemnización. La defensa sostuvo que la intervención quirúrgica resultó exitosa, que la complicación no se debió a negligencia médica sino a la “enfermedad de base” de la paciente y al “cuadro brusco que presentó en su momento”. Afirma que el Hospital de Clínicas instruyó una investigación para esclarecer los hechos y responsabilidades, con resultado negativo, lo que demuestra la preocupación del centro asistencial por la buena atención de sus pacientes. La Sentencia de Cámara: “Ninguna de las cuestiones traídas a revisión por la parte demandada tiene entidad como para rebatir la muy fundada sentencia del señor juez de primera instancia. Sabido es que en el tratamiento de enfermedades y en toda intervención quirúrgica existe un álea que escapa al cálculo más riguroso o a las previsiones más prudentes, pero esta premisa no desvirtúa el estándar con que debe apreciarse la obligación del médico y del equipo médico, pues conforme a lo establecido en los artículos 902 y 909 del Código Civil, cuando mayor sea el deber de obrar con diligencia y pleno conocimiento de las cosas, mayores serán las consecuencias de los hechos consumados.” “Los días 25 y 26 de diciembre la Sra. L. sufrió un cuadro de convulsiones y el día 27 presentó edema, rigidez de nuca, fiebre, taquipnea, taquicardia, deterioro del sensorio e insuficiencia respiratoria. El experto ha afirmado que el panorama postoperatorio era un cuadro clínico grave. Asimismo, está claramente demostrado que la lesión neurológica se produjo ese día como consecuencia de la obstrucción de la cánula de traqueostomía.” Pese al cuadro, “la paciente se hallaba en una habitación común, no consta qué tipo de cánula llevaba y tampoco consta en la historia clínica con qué frecuencia se cambiaba dicha cánula y se controlaba a la paciente en estado grave” “La única explicación de la parte demandada frente al reproche del magistrado de primera instancia, fue que tal como se hacía con todos los pacientes, la señora L. fue observada todas las mañanas en el pase de sala. Es evidente que para una paciente grave, que tuvo convulsiones los días 25 y 26 de diciembre sin que se registrara ninguna reacción médica, pues no fue llevada a terapia intensiva sino el día 27 de diciembre –cuando evolucionó hacia el paso cardiorrespiratorio-, esa conducta no responde a los buenos estándares de buena praxis profesional.” “Mi conclusión, pues es favorable a la confirmación de la sentencia en cuanto atribuyo al Hospital de Clínicas responsabilidad en el lamentable daño sufrido por S.A.L el 27 de diciembre de 1999” “Estimo que los rubros llamados incapacidad sobreviniente y daño moral han sido apropiadamente cuantificados por el a-quo en las sumas de $700.000 y $400.000 respectivamente. Ahora bien, el rubro que se ha llamado “gastos médicos futuros” contempla un universo de prestaciones que considero no suficientemente ponderadas… En estas condiciones, propiciaré elevar la indemnización por este rubro a la suma de $400.000. En relación al agravio sobre el reducido monto adjudicado para que el esposo y las tres hijas realicen el tratamiento psicológico que ha aconsejado la experta en estos autos, propiciaré que se fije en un “gasto futuro” de $24.000 por persona.” “Propiciaré que los intereses (con excepción a los que correspondan al capital reconocido en concepto de gastos futuros.) sean liquidados al 6% anual desde el día del hecho.”