PLAZO RAZONABLE EN EL NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL

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PLAZO RAZONABLE EN EL NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL DE SALTA…
¿Realidad o Ficción?
Por Daniel Alejandro Escalante1
Introducción
La implementación del Nuevo Código Procesal en materia Penal en la
Provincia de Salta conlleva varias aristas a analizar. Según algunos, consideran que el
primer cambio que notara el ciudadano será el relativo a las nuevas nominaciones que
tendrá cada tribunal atendiendo a su competencia. Que ello es verdad, pero creo que no
es el cambio fundamental y resonante de la nueva ley.
Hay legislaciones que apuntan a un simple cambio de denominación de
las instituciones, que ello es verdad pero aquí va más mucho más allá.
En lo posible tratare de hacer hincapié en algunos temas que serán de
importancia para el abogado penalista.
Contexto social-espacial de la Reforma Procesal2
Para el amigo lector, que reside en las afueras de los límites de la
Argentina, debo resaltar que esta reforma integral del proceso penal ocurre el norte de mi
país, específicamente en la provincia de Salta. Hasta hace unos buenos años predominó
un sistema penal mixto, es decir con dos procedimientos, uno llamado procedimiento
sumario, para delitos cuya pena no exceda los cincos años caracterizado por su rapidez en
la tramitación, y por otro lado un procedimiento de instrucción, para delitos más graves
con la nota de la Inquisitoriedad emanada de un Juez de Instrucción que investigaba.
Ahora, tal sistema fue reemplazado por un sistema acusatorio, es decir en donde todos los
delitos serán investigado por un Fiscal Penal pero con la presencia de un fuerte Defensor,
ambos serán por protagonistas principales en lo que hace al ofrecimiento de pruebas y
1
2
Funcionario Judicial, Provincia de Salta. [email protected]
Para una mejor ubicación del tema, el acceso al nuevo Codigo Procesal Penal puede hacerlo por esta via:
http://www.boletinoficialsalta.gov.ar/anexos/CodigoProcesalPenal2011.pdf
por ultimo un Juez llamado Juez de Garantías encargado del control de la Investigación
Penal preparatoria y que a su vez hace las veces de Guardián de las Garantías
Constitucionales. Pero lo que se rescata de ello, es que cada Magistrado tiene la función
que le corresponde, Fiscal acusa; Defensor defiende y Juez decide. En este texto trataré
unos de sus aspectos cual es el tiempo de cada etapa y su vinculación con el Principio del
Plazo Razonable.
El Tiempo Procesal en la Ley N° 76903
A modo de síntesis, sin ánimo de profundizar en el futuro, creo que
existen tres etapas o momentos en los que se debe tener en cuenta el plazo en que se
deben tramitar el proceso.
Vamos a remitirnos en primer lugar al primer artículo,
Valoración Inicial
Art. 241... Conocida la noticia criminis, recibida la
denuncia, o iniciadas las actuaciones de prevención, el Fiscal practicará una
averiguación preliminar para determinar las circunstancias del hecho. Dentro de
los quince (15) días de individualizados los presuntos autores del hecho, deberá
adoptar o proponer alguna de las siguientes decisiones:
a) la incompetencia para conocer en el hecho de que se trate;
b) la desestimación de las actuaciones;
c) el archivo de las actuaciones;
d) la aplicación de un medio alternativo de solución del conflicto;
e) la apertura de la investigación.
3
Promulgada por Decreto N| 4870 del 16 de Noviembre de 2011.
Refiere que una vez que el órgano acusatorio haya tomado conocimiento
del supuesto ilícito, a través de los distintos modos enumerados, llevara adelante una
averiguación preliminar.
Por otro lado, luego de que dentro de esa averiguación surjan los
posibles autores del hecho, tiene quince días para optar por alguno de los caminos que se
enuncian desde los incisos a) al e).
Esta es la primera etapa en donde entra en juego el papel activo del
Fiscal. Ello por un deber emanado de la responsabilidad que predica el Art. 76 y 78 del
C.P.P.
Creo que la norma es clara en sus términos, no da lugar a muchas
interpretaciones. Aunque queda un interrogante, cuya solución no se desprende del
Código. ¿Qué sucedería si se extiende el plazo de los quince días? ¿Alguien podría pedir
que se cierre la investigación? ¿Acaso por vía de analogía in bonam parte podría pedir que
se tome la decisión de archivar o desestimar la causa?
Investigación Penal Preparatoria
Art. 256.- Plazos. La investigación penal preparatoria deberá practicarse
en el término de seis meses a contar desde el Decreto de apertura. Si resultare
insuficiente, el Fiscal podrá solicitar fundadamente prórroga al Juez de
Garantías, quien podrá acordarla por otro tanto si juzga justificada su causa o la
considere necesaria por la naturaleza de la investigación. Sin embargo, en los
casos de suma gravedad y de extremas dificultades en la investigación, podrá
concederse otra prórroga de hasta seis meses más. No se computará en estos
casos el tiempo transcurrido durante el trámite de incidentes o cualquier clase
de articulaciones que determinasen que el expediente no estuviere en poder del
Fiscal. La fuga, rebeldía o falta de individualización del imputado en hechos
graves suspenderá igualmente los plazos fijados por este artículo.
Transcurridos los plazos a que se hace alusión en este artículo sin que se
formule el requerimiento de remisión de la causa a Juicio, cualquiera de las
partes podrá solicitar al Juez de Garantías que dicte auto de sobreseimiento sin
más trámite.
Uno de los cambios positivos que denoto de este Código de forma, es el
relativo a la definición de la duración de la investigación penal preparatoria y del juicio
propiamente dicho.
El Art. 256 referido a la etapa investigativa define que dentro del plazo
de seis meses deberá investigarse. Como toda regla tiene sus excepciones, que aquí se
traducen en el pedido de prórroga. El Fiscal, siendo el investigador del supuesto ilícito es
quien debe pedir esta excepción al Juez de Garantías, podríamos definirlo como el Juez de
1° Instancia encargado de velar por la regularidad de la investigación penal preparatoria
(Art. 436) y control de legalidad procesal y resguardo de la garantías constitucionales (Art.
41). Y acertado en el sentido de que este prorroga deberá exponer sus fundamentos, el
porqué de esta licencia.
A continuación se procede a definir los momentos en los cuales no se
contará este plazo de seis meses. En incidentes y articulaciones que deriven que el legajo
no se encuentre en poder del Fiscal. Creo que es conveniente por la práctica imperante en
la actualidad, cuando los defensores penales como técnica defensiva, debidamente
justificada, suele interponer recursos como modo de aletargar en el tiempo los
expedientes, lo que deriva en un posible sobreseimiento por prescripción.
Juicio
Art. 219.- Duración máxima del Juicio. El Juicio no podrá durar más de
dos (2) años, computados desde el requerimiento acusatorio, prorrogables un
(1) año más por el Tribunal de Impugnación, a pedido fundado del Tribunal de
Juicio, o a pedido de las partes, por intermedio de éste. No se computará a
estos efectos el tiempo necesario para resolver los recursos de casación y
extraordinario federal. La rebeldía o la suspensión del trámite por cualquiera de
las causas previstas en la ley, suspenderá el plazo antes referido, hasta su
cese.
Vencido el plazo previsto de duración máxima del proceso, el tribunal, de
oficio o a petición de parte, dictará el sobreseimiento del imputado.
Cuando se disponga el sobreseimiento y la demora en la tramitación del
proceso se haya originado por morosidad judicial, la víctima que se hubiese
presentado como querellante tendrá derecho a ser indemnizada por el Estado.
Otro de los aciertos de la reforma penal se basó en poner la mirada en la
duración del Juicio propiamente dicho. Quiero decir, que no basta simplemente estipular
un término a la investigación si luego, se derivare en perpetuo las siguientes etapas
sucesivas, es decir que rara vez se le fije fecha de Audiencia de Debate. Para ello se
consignó un plazo de dos años. Pero a los fines de evitar estrategias dilatorias en aras de
lograr prescribir la causa, a estos dos años no se le computará algunas situaciones. Solo se
menciona dos recursos penales.
Quiero hacer notar que la Rebeldía, suspenderá el conteo de su plazo,
esta situación es idéntica tanto en la investigación penal preparatoria como en el juicio.
Resta preguntarnos ¿qué ocurrirá si se pasan este plazo? No es
necesario recurrir a ninguna solución analógica. El artículo es sumamente claro al
consignar que se dictará el sobreseimiento del imputado. Por el otro lado, también se
mira a la víctima por no haber el proceso penal cumplido con su objetivo principal, nace
un derecho a ser indemnizada por el Estado.
Desafío procesal en el marco de los Convenios Internacionales
El derecho a un plazo de duración razonable del proceso penal no debe
ser un mero deseo esperanzador. Estamos todos de acuerdo en que debe volverse
concreto. Véase por ej el art. 8.1 de la Convención Americana garantiza en todo especie
de proceso, que toda persona tiene derecho "a ser oída" con las debidas garantías "dentro
de un plazo razonable".
Por su parte, el art. 7.5 de la Convención Americana, vinculado a la
libertad personal, asegura el derecho de toda persona a "ser juzgada" dentro de un "plazo
razonable" o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso.
Se me ocurre la idea de un proceso penal, en el que el caso de no
cumplirse la obligación del Poder Judicial de juzgar a un acusado en un "plazo razonable",
el detenido o retenido tiene derecho a que se decrete su libertad. En el caso Suárez
Rosero, sent. de 12-11-97, la CIDH, entendió que "el principio de plazo razonable al que
hacen referencia los artículos 7.5 y 8.1 de la Convención Americana tiene como finalidad
impedir que los acusados permanezcan largo tiempo bajo acusación y asegurar que ésta
se decida prontamente" (párr. 70).
Inconvenientes en la determinación de “razonable”
En el caso Genie Lacayo, sent. de 29-1-97, la CIDH señaló que el
concepto de plazo razonable no resulta de sencilla definición (párr. 77, primera oración).
Efectivamente varios criterios en aras de determinar este término, probablemente lo que
coadyuvara a su precisión apuntara a analizar le caos en conjunto y atendiendo a las
circunstancias particulares de cada caso. La CIDH entendió que era imprescindible
examinar las eventuales demoras en las diversas etapas del proceso, haciendo propias las
expresiones de la Corte Europea quien determinó la razonabilidad del plazo procesal
observando el conjunto de su trámite lo que llamó “análisis global del procedimiento”
(caso Genie Lacayo, párr. 81)
Creo que la existencia de parámetros orientadores resulta sumamente
útil en orden a la determinación de la razonabilidad. En este sentidola Corte Europea de
Derechos Humanos analizó este concepto, pues este artículo de la Convención Americana
es equivalente en lo esencial, al 6 del Convenio Europeo para la Protección de Derechos
Humanos y de las Libertades Fundamentales. De acuerdo con la Corte Europea, se deben
tomar en cuenta tres elementos para determinar la razonabilidad del plazo en el cual se
desarrolla el proceso: a) la complejidad del asunto; b) la actividad procesal del interesado;
y c) la conducta de las autoridades judiciales (Ver entre otros, Eur. Court H.R., Motta
judgment of 19 February 1991, Series A no. 195-A, párr. 30; Eur. Court H.R., Ruiz Mateos v.
Spain judgment of 23 June 1993, Series A no. 262, párr. 30)" (caso Genie Lacayo, párr. 77).
En consecuencia, la CIDH no precisó cuantitativamente cuál es el "plazo
razonable" (en días calendarios, meses o años) de duración de un proceso penal, sino
estableció criterios para que, en cada caso concreto, éste pueda ser determinado. Ello nos
lleva a enfocar el problema desde un ámbito no de cantidad, sino de cualificación
concreto. En el caso Suárez Rosero, sent. de 12-11-97 advirtió la CIDH "al realizar un
estudio global del procedimiento en la jurisdicción interna contra el señor Suárez Rosero",
que "dicho procedimiento duró más de 50 meses", período que "excede en mucho el
principio de plazo razonable consagrado en la Convención Americana"(párr. 73).
En el caso Paniagua Morales y otros, sent. de 8-3-98, la CIDH señaló
expresamente que se pronunciaba sobre este tema de acuerdo con los criterios
establecidos en los casos Genie Lacayo y Suárez Rosero, afirmando que los
procedimientos seguidos para investigar determinadas violaciones a los derechos
humanos ocurridas en 1987 y 1988, a la fecha de la decisión de la CIDH (marzo de 1998)
aún continuaban en la etapa de investigación (no contaban con una decisión final),
excediendo "en mucho" el principio del plazo razonable consagrado por la Convención
Americana (párr. 152).
Para la CIDH, la responsabilidad de esta situación recae sobre el Estado
demandado (Guatemala), el cual "debía hacer posibles dichas garantías" (caso Paniagua
Morales y otros, párr. 155).
En el caso Tribunal Constitucional, sent. de 31-1-01, al examinar el
tiempo de duración de los procesos de amparo, señaló la CIDH que "resultarán ilusorios e
inefectivos, si durante la tramitación de éstos se incurre en un retardo injustificado de la
decisión", situación producida en el caso y que, además, resulta lesiva del art. 25 de la
Convención Americana que reconoce el derecho de toda persona a contar con un recurso
efectivo para la protección de sus derechos fundamentales (párr. 93).
Conclusión
A mi juicio y antes de comenzar un análisis pormenorizado del contenido
sustancial del nuevo proceso penal salteño, es menester conocer los tiempos de cada
etapa, que tal como el lector pudo notar los dividí en tres. Más allá de que algunos
consideren que puede ser una válvula de escape para la Defensa, la variable del tiempo
beneficia a los tres órganos integrantes del sistema acusatorio.
Por un lado y principalmente, a los jueces, en el sentido que dentro de
los plazos que fija la Ley Provincial
Quiero citar expresamente los términos que fueron utilizados por la
Procuración General de la Nación en la causa “Barra: “La garantía a obtener un
pronunciamiento judicial que defina de una vez y para siempre la situación ante la ley y la
sociedad, se basa en que el estado con todos sus recursos y poder no tiene derecho a llevar
a cabo esfuerzos repetidos para condenar a un individuo por un supuesto delito,
sometiéndolo así a las molestias, gastos y sufrimientos y obligándolo a vivir en un continuo
estado de ansiedad e inseguridad, y a aumentar también la posibilidad de que, aun siendo
inocente, sea hallado culpable4”.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos defiende este concepto y
sostuvo que ello” tiene como finalidad impedir que los acusados permanezcan un largo
tiempo bajo acusación y asegurar que esta se decida prontamente”. La Corte suprema de
Justicia de la Nación por su parte, hizo propio este pensamiento ya dese e año 1968 en el
fallo “Mattei”, y luego en Pileckas (1977), Aguilar (1977), Klosowsky (1977), Oñate (1978)
, Mozzati (1978), García (1983) , Bolo (1985) , Barra (2004) , Podestá (2006) , entre
otros mas.
Es más adelanto mi opinión que el presente tema se enfrentaría con otro
debate, con en el corto o largo plazo debería ser tratado, cual es el tema de los plazos
“ordenatorios” y perentorios, lo cuales adelanto mi opinión que dicha clasificación no
tendría razón de ser. Y otro de los temas sumamente relevante, a nivel nacional
específicamente que trae el Código Penal Nacional, es el tema de algunas causales de
suspensión del plazo de prescripción, ítem sumamente relacionado con el plazo razonable.
Espero haber cumplido con mi principal intención cual es transmitir con
la mayor claridad posible mis ideas en este y varios artículos más, en los cuales nos
detendremos en algunos puntos relevantes de este suceso legislativo que sucede en mi
provincia de Salta
DR. DANIEL ALEJANDRO ESCALANTE
4
(Fallos 272:188)
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