Comisión nº 8, Consumidor - XXV Jornadas Nacionales de Derecho

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Comisión nº 8, Consumidor: “Protección del consumidor de servicios financieros y
bursátiles”
MECANISMOS DE TUTELA DEL CONSUMIDOR DE CRÉDITO FRENTE A
LA CONCESIÓN ABUSIVA Y AL USO DE TÍTULOS CIRCULATORIOS
Autores: Forencia M. Culasso* y Julieta C. Tabares**
Resumen:
Proponemos que las XXV Jornadas Nacionales declaren que:
DE LEGE LATA
El Código Civil y Comercial profundizó el principio de transparencia en la actividad
crediticia.
Se pondere la cláusula de renuncia de los derechos del consumidor a oponer defensas
al adquirente-cesionario en el marco del contrato de crédito vinculado.
El principio de transmisibilidad de los derechos y el de no empeoramiento de la
condición del deudor están implícitos en una situación jurídica abusiva cuando una
cláusula provoca un desequilibrio en perjuicio del consumidor.
DE LEGE FERENDA
La abstracción cambiaria de títulos circulatorios emitidos en pago o en garantía de
contratos de crédito vinculados, debe considerarse limitada y ajustada a parámetros de
constitucionales.
En los contratos de crédito vinculados cuando el título no ha salido o circulado más
allá de su relación de emisión, o ha sido endosado en procuración, resulta procedente
la interposición de la excepción de tráfico.
1. El crédito al consumo: sus dos facetas.
El crédito al consumo constituye un mecanismo esencial de la economía que
permite alcanzar altos niveles de progreso y crecimiento en la población1. En términos
generales, se entiende como tal “todo préstamo al consumidor final que va destinado a
la adquisición de bienes de consumo o a la realización de servicios no unidos a un
proceso productivo”2.
*
Prof. adjunta interina con dedicación semiexclusiva en Derecho Civil III de la Facultad de Derecho de la
UNR; Prof. Adjunta en Derecho Civil III y Prof. Asociada en Derecho del Consumidor de la UCEL.
**
Prof. JTP en Derecho Civil III de la Facultad de Derecho de la UNR; Prof. JTP en Derecho del
Consumidor de la UCEL; Prof. JTP en Derecho Ambiental de la Facultad de Derecho de la UNR.
1
En este sentido, puede v. PÉREZ GARCÍA, Patricia, "Notas sobre la Ley de Crédito al consumo", en
Anales de Derecho, N° 16, Universidad de Murcia, Murcia, 1998, ps. 367 a 390 y PEREIRA ÁLVAREZ,
Iván E., La importancia del crédito para alcanzar un crecimiento económico sostenido en el Ecuador,
FLACSO, Quito, 2010.
2
MARÍN LÓPEZ, Manuel J., La compraventa financiada de bienes de consumo, Aranzadi, Navarra,
2000, p. 33.
En su aspecto jurídico, el crédito a los consumidores abarca todos los tipos y formas de
crédito a disposición de los particulares quienes, por su intermedio, pueden adquirir los
bienes y servicios necesarios para desarrollar su proyecto de vida. En este orden,
constituye una herramienta para el mejoramiento de la calidad de vida de los
consumidores ya que permite la satisfacción de sus necesidades.
Sin embargo, en el mercado crediticio ciertas entidades financieras divulgan el crédito
sin transparencia, y lo conceden de manera irresponsable, como un bien a adquirirse de
modo fácil, inmediato y a bajo costo; provocan en un gran sector particularmente
vulnerable de nuestra población, situaciones de endeudamiento excesivo que impiden el
desarrollo del proyecto de vida de los consumidores. Estas consecuencias se traducen en
un alto costo para el consumidor porque debe destinar gran parte de su ingreso para
afrontar el pago de sus créditos, reduciendo al máximo los porcentajes indispensables
para solventar las necesidades de su economía familiar. En estos casos, donde los
egresos insumen los ingresos actuales y comprometen los futuros, el endeudamiento
excesivo o sobreendeudamiento afecta negativamente la calidad de vida del
consumidor.
1.1. Las partes intervinientes.
A los efectos de delimitar el objeto de estudio de nuestra investigación, resulta
conveniente conceptualizar los sujetos involucrados en la operación de crédito para
consumo. En primer lugar, entendemos como consumidor de productos financieros o
usuario de servicios de esta especie a “toda persona física que recibe algún crédito,
préstamo o financiamiento de parte de alguna entidad financiera (…), y que aplica dicho
crédito, préstamo o financiamiento a un fin no comercial”3. En este sentido, cabe
complementar el concepto expuesto con el art. 1° de la Ley de Defensa del Consumidor,
que remarca el carácter “no profesional” de las deudas contraídas por el consumidor
para la adquisición o utilización de bienes o servicios como destinatario final, en
beneficio propio o de su grupo familiar o social.
Por otro lado, definimos como proveedor de crédito a la entidad financiera que actúa en
el mercado crediticio de manera profesional, utilizando recursos propios o de sus
inversionistas, según sea su estructura jurídica. Es por ello que quedan excluidos de
nuestro estudio, en los aspectos que no les resulten aplicables, los operadores
financieros que toman dinero del público y lo prestan, intermediando entre la oferta y la
demanda de recursos financieros.
1.2. Las prácticas abusivas.
1.2.1. Concesión abusiva del crédito.
En general, la concesión de crédito al consumidor puede calificarse como
abusiva cuando la conducta del proveedor encuadra en alguna de las siguientes
situaciones:
a) No evalúa la solvencia del consumidor: cuando el proveedor induce a tomar crédito
de modo inmediato a cambio de un alto costo de financiación y no evalúa la solvencia
del consumidor, incumple la pauta de conducta honesta que deriva del principio de
buena fe, resultando responsable por las consecuencias gravosas que la concesión de ese
3
Adoptamos la noción que trae el Proyecto de Ley de Insolvencia Familiar, Expediente N° S-586/12, en
su art. 5°.
crédito ocasione al consumidor y su grupo familiar4. La realización de la justicia avala
que el principio de tutela del crédito ceda ante el de protección de los derechos
fundamentales del consumidor cuando el pago de las deudas compromete la
satisfacción de sus necesidades básicas, sus intereses económicos y el desarrollo de la
vida personal y familiar; máxime cuando la conducta del proveedor, contraria a los
deberes mencionados, haya contribuido a agravar el estado de necesidad del consumidor
imposibilitado de pagar.
b) Emplea publicidad lesiva y engañosa: la publicidad carece de transparencia y
veracidad por los mecanismos que el proveedor utiliza para dar a conocer la
composición de la deuda. Advertimos que el mensaje publicitario transmite la idea de
inmediatez y baratura del crédito. Resulta significativo que se ofrezca la concesión de
crédito “sin veraz”, es decir, aun cuando el consumidor se encuentre endeudado
anteriormente. Esta circunstancia, inevitablemente, lo llevará a ampliar su base de
crédito y al pago de un mayor costo de financiación (acumulándose intereses
compensatorios, punitorios, gastos administrativos, cargos de alta, sellados, etc.). Tal
situación provoca un desfasaje en la ecuación económica ingreso-patrimonio-gasto y su
posterior desenlace en la insolvencia.
c) Incumple la obligación de informar: el crédito se otorga con facilidad, sin advertir el
costo que derivará de las condiciones impuestas en su otorgamiento. Las prácticas
empleadas no cumplen con las exigencias de veracidad y adecuación que debe tener la
información como derecho fundamental. En este contexto, al consumidor de crédito no
se le transmiten: el conocimiento de los rubros, el costo total de financiación, el alcance
de las condiciones y la posición jurídica bajo la que quedará obligado.
1.2.1.1. Herramientas tutelares.
Frente a las situaciones que configuran la concesión abusiva, deviene imperioso
recurrir a mecanismos de tutela preventiva del consumidor de crédito. En nuestro
ordenamiento normativo, es posible encontrar tales herramientas en diversos ámbitos de
protección:
1) En la Constitución Nacional: en el art. 42 subyace la protección de la persona del
consumidor deudor en tanto se encuentran garantizados derechos fundamentales como
el trato digno y equitativo, la protección de los intereses económicos y la información.
2) En la Ley de Defensa del Consumidor: el art. 8 brinda el marco regulatorio de la
publicidad; la obligación de información contiene una regulación general en el art. 4 así
como una específica en el art. 36, referida a las operaciones de venta de crédito
imponiendo a las entidades que lo conceden el deber de consignar precio contado, saldo
de la deuda, total de intereses a pagar, amortizaciones (sistema), tasa efectiva anual,
gastos extras o adicionales5.
3) En la Ley de Lealtad Comercial: la publicidad engañosa se encuentra prohibida por el
art. 9, es decir aquélla que “… mediante inexactitudes u ocultamientos pueda inducir a
4
FRUSTAGLI, Sandra A., Reflexiones en torno al contrato como marco de tensión entre utilidad y
derechos de la personalidad, en ALTERINI, Atilio y NICOLAU, Noemí (dirs.), “El Derecho Privado
ante la internacionalidad, la integración y la globalización”, La Ley, Buenos Aires, 2005, ps. 319 y ss.
5
SAUX, Ignacio E. y MULLER, Enrique C., Capítulo VIII. De las operaciones de venta de créditos art.
36, en PICASSO, Sebastián y VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto A., “Ley de Defensa del Consumidor
Comentada y Anotada”, La Ley, Buenos Aires, 2009, t. I, ps. 410 a 435. MOSSET ITURRASPE, Jorge,
Ley de defensa del consumidor: ley 24240, modif. por leyes 24568,24787,24999 y 26361: protección
procesal de usuarios y consumidores por Osvaldo Gozáini, Jorge Mosset Iturraspe, Javier Wanjtraub,
1°ed., Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2008, pp.197.
error, engaño o confusión respecto de las características, …, o condiciones de
comercialización …”.
4) En el Código Civil y Comercial: la legislación unificada ha producido una
profundización de la transparencia en las condiciones contractuales a través de: a) la
regulación de prácticas comerciales como la publicidad en los art.s 1101 y 1103 y, en
relación a los contratos bancarios con consumidores y usuarios, en el 1385; b) la
profundización del régimen de la obligación de informar al consumidor en el art. 1100
y, en las operaciones de crédito, en los art.s 1387 y 1389; c) la obligación de evaluar la
solvencia del deudor incluida, de manera incipiente, en el art. 1387.
Por su parte, en el derecho comparado la directiva 2008/48/CE expresa en su
considerando N° 26 que “… tiende a la adopción de medidas adecuadas para
promover prácticas responsables en todas las fases de la relación crediticia, …,
resultando importante que los prestamistas no concedan créditos de forma
irresponsable o sin haber evaluado previamente la solvencia del prestatario y que los
estados miembros lleven el control para evitar tales comportamientos, así como los
medios necesarios para sancionar a los prestamistas en caso que ello ocurra, …, los
prestamistas tienen la responsabilidad de controlar individualmente la solvencia del
consumidor”. En este sentido, en su art. 8 regula la obligación del proveedor de evaluar
la solvencia del consumidor disponiendo que “… el prestamista evalúe la solvencia del
consumidor, sobre la base de una información suficiente facilitada en su caso por el
consumidor, y cuando proceda, basándose en la consulta de la base de datos
pertinente”, y “si las partes acuerdan modificar el importe total del crédito, el
prestamista actualice la información financiera de que disponga sobre el consumidor, y
evalúe su solvencia antes de aumentar significativamente el importe total del crédito…
”6.
La directiva 2008/48/CE otorga también protección a los consumidores contra las
prácticas desleales o engañosas en lo que refiere a la publicidad relativa a los contratos
de crédito y sobre algunos elementos de información básica que deben facilitarse a los
consumidores para que puedan comparar diferentes ofertas. Así, el Capítulo II
“Información y prácticas previas a la celebración del contrato de crédito”, en su art. 4
establece el contenido de Información básica que debe figurar en la publicidad donde el
proveedor debe facilitar información sobre el coste total del crédito (suministrando un
ejemplo representativo del cálculo) en los anuncios publicitarios, en locales del
financista o intermediario para que el consumidor pueda comparar distintas ofertas. El
art. 5 Información precontractual precisa de modo detallado el contenido de la
obligación de informar que pesa sobre el proveedor (porcentaje anual de cargas
financieras y coste total del crédito). Por su parte, el Capítulo IV “Información y
derechos en relación con los contratos de crédito”, en concordancia con los antedichos,
en su art. 10 Información que debe mencionarse en los contratos de crédito, especifica
las precisiones que deben contemplarse en caso de que el contrato de crédito se celebre.
Por último, el art. 14 regula el derecho de desistimiento del contrato de crédito sin
expresión de motivo por parte del consumidor, el que, conjuntamente con los otros
institutos, se encuentra inspirado bajo una finalidad tuitiva que pretende prevenir y/o
evitar las situaciones de endeudamiento excesivo.
6
Directiva 2008/48, eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=OJ:L:2008, Considerandos 18,19,
20,24,27,31,33). Directiva 87/102/1986 en materia de crédito al consumo en Id. vLex: VLEX-15490367.
Directiva 90/88/1990 en Id. vLex: VLEX-15488322.
La Ley N° 737-2010 modificó el Código de Consumo Francés, en algunas disposiciones
relativas al Crédito al Consumo. Esta ley adaptó el derecho interno a la directiva del año
2008, estableciendo en su Título I, Capítulo III “Condiciones de formación del contrato”
(art. 6), la obligación del acreedor de evaluar la solvencia del deudor7. Por su parte, la
actual ley española N˚ 16/2011 “de contratos de crédito al consumo” regula en su
capítulo II la “información y actuaciones previas a la celebración del contrato de
crédito” incluyendo en él la publicidad y obligación de evaluar la solvencia del
consumidor. Además, en el capítulo IV detalla la “información y derechos en relación
con los contratos de crédito”8.
1.2.2. Transferencia de los derechos emergentes de un contrato de crédito, y uso de
pagarés y otros títulos circulatorios.
En los últimos años, de modo específico en la operatoria de otorgamiento de crédito al
consumo, los comportamientos comerciales se valen de la transferencia o de la cesión
de los derechos emergentes del contrato de crédito, como también, de la emisión de
títulos circulatorios a los que se les otorga una función de pago o de garantía por la
financiación concedida. Estos mecanismos protegen al financista dado que le conceden
liquidez y le aseguran el reembolso rápido, fácil y efectivo del crédito. De modo
contrario, el uso de estas prácticas acentúa la debilidad del consumidor de crédito,
habida cuenta que en la generalidad de los casos, aquélla se manifiesta mediante una
desprotección que proviene de la imposición de cláusulas que pretenden impedir la
facultad de oponer defensas al nuevo titular o cesionario de los derechos, o de las
escasas excepciones cambiarias que resultan oponibles al tenedor de aquellos títulos,
por resultar inmunes a las derivadas de la relación causal que dio lugar a su emisión.
Estas circunstancias empeoran o agravan la condición de deudor del consumidor, y
robustecen el derecho de crédito de titularidad del financista, dado que restringen las
facultades emergentes de su posición jurídica, sea impidiendo oponer aquellas defensas
al adquirente de los derechos, o sea por el principio de inoponibilidad de excepciones
extracambiarias (causales o personales) al legítimo tenedor del título que entró en
circulación9.
En esta praxis negocial, cuando el consumidor emite títulos circulatorios, también se
advierte que el financista se vale del uso de cláusulas de prórroga a extraña jurisdicción,
y de la suscripción de títulos con contenido en blanco y sin identificación de su origen,
7
p.v.http://www.legifrance.gouv.fr/affichTexte.do?cidTexte=JORFTEXT000022419094&fastPos=1&fast
ReqId=1168663930&categorieLien=cid&oldAction=rechTexte.
8
Ver RCL 2011\1206 BOE 25 junio 2011, núm. 151.
9
Ver CNCom, Sala E, Compañía Financiera Argentina S.A. c. Castruccio, Juan Carlos, 26/08/2009, en
AR/JUR/37607/2009; Juzgado Nacional de 1ra Instancia en lo Comercial Nro. 4, Compañía Financiera
Argentina S.A. c. Agudo, Alfredo Antonio, 01/02/2010, en AR/JUR/45538/2010, SCJ BsAs, Cuevas,
Eduardo Alberto c. Salcedo, Alejandro René, 01/09/2010, en AR/JUR/47199/2010. Como ejemplo de la
segunda de las prácticas mencionadas, ver el conflicto resuelto por la C1aCivyComSanNicolas,
17.09.2013, en la causa “Ledesma Jorge Armando c. Pardo S.A. s/ repetición sumas de dinero”, en
AR/JUR/55642/2013, en el que una sociedad anónima, ante el incumplimiento del pago de un crédito
solicitado para adquirir art.s del hogar, ejecutó un pagaré firmado en garantía contra el firmante y contra
quien se habría obligado como fiador. Luego de varios años este último inició acción de repetición en
juicio ordinario posterior solicitando la restitución de las sumas descontadas y la reparación de los daños
derivados del embargo sobre su sueldo por un título incausado. La Cámara admitió la acción entablada
por el fiador. Para así decidir consideró que el pagaré carecía de causa y, que si bien la demandada
presentó una solicitud de crédito en la cual el actor se habría obligado como garante, su fecha de emisión
difiere respecto a la del título ejecutado, no contiene la autorización del préstamo ni su importe, así como
tampoco el valor de la mercadería adquirida, todo lo cual impide encontrar el vínculo causal entre ambos
instrumentos.
en los que, aquél desconoce el costo total de financiación que, por lo general, se
completa de modo unilateral por el financista endosante o por el endosatario en
procuración o, según el caso, si entró en circulación, por su legítimo tercero- tenedor10.
1.2.2.1. Herramientas tutelares.
El desarrollo de las herramientas tutelares se transita a partir de la superación de las
consecuencias aislantes derivadas de la eficacia relativa del contrato de crédito y del de
provisión. En efecto, el reconocimiento de la conexidad contractual existente en el
contrato de crédito vinculado permite otorgar consecuencias jurídicas a un tramo de la
eficacia negocial que se sitúa a nivel del negocio, por sobre la individualidad de cada
contrato vinculado en la operación global (arts 36 ley 24240 y modificatorias, 1073,
1075 CC y C). De modo especifico, a nivel del negocio, estos efectos permiten que el
consumidor pueda oponer al financista las defensas que tuviere contra el proveedor del
bien o del servicio.
Las implicancias del ejercicio de estos derechos son vitales para la consolidación de las
herramientas tutelares en el crédito al consumo, máxime en aquellas prácticas en las que
el financista en su operatoria transfiere los derechos emergentes del contrato de crédito
o recurre al uso de pagarés u otros títulos circulatorios. De este modo, conforme el
estado actual de desarrollo de nuestro sistema jurídico, pensamos que en aquellos
supuestos en los que el financista transfiera los derechos emergentes del contrato de
crédito o el contrato, las cláusulas de renuncia o restricción de los derechos del
consumidor (deudor cedido) a oponer defensas al nuevo titular, adquirente-cesionario de
aquellos, quedan sujetas al control de abusividad que según las circunstancias podrá
ponderarse sobre la situación jurídica en el marco del contrato de crédito vinculado
(arts. 37 ley 24240 y modificatorias, 1°, 10, 1119, 1120 CC y C), y actualmente,
también en el marco del régimen del tipo contractual de la cesión de parte contractual
(arts. 1636, 1638 CC y C). Ambas herramientas permiten preservar la tutela de los
derechos del consumidor de crédito garantizando la armonía entre el principio de
transmisibilidad de los derechos y el de no empeoramiento de la situación del
consumidor deudor-cedido, y la distribución normativa equilibrada entre los derechos y
los deberes en el tramo del negocio o a nivel de la operación global.
En consonancia con ello, en el derecho comparado la directiva N° 48/2008, bajo un
criterio tuitivo como la anterior, considera que “la cesión de los derechos del
prestamista derivados de un contrato de crédito no debe debilitar la posición del
consumidor”. Por su parte, ley española N° 16/2011 adopta un alcance similar a la
regulación anterior, reproduce el texto de la directiva actual, y establece una norma de
protección de los derechos del consumidor en la etapa de ejecución del contrato de
crédito11.
En el derecho nacional, el desarrollo de las herramientas tutelares relativas a la
problemática del uso de pagarés u otros títulos circulatorios en el crédito al consumo,
tiene su origen en la labor doctrinaria y jurisprudencial. En este sentido, la doctrina
10
En el endoso en procuración del endosante (acreedor – financista) otorga mandato al endosatario para
que éste ejerza el derecho cambiario, en procuración o en interés de aquel. Por tanto, actuando de este
modo, es parte de la operación de crédito, y no tercero ajeno al interés que subyace en la relación causal a
partir de la cual se emitió la cambial.
11
Ver MARÍN LÓPEZ, Manuel Jesús; Comentario de la nueva Ley de Contratos de Crédito al Consumo
(Ley 16/2011, de 24 de junio), en www.uclm.es/cesco, p. 5; PAOLANTONIO, Martín; España: ley
16/2011 de Contratos de Crédito al Consumo, en Revista de Derecho Comercial, del Consumidor y de la
Empresa, Año II, N° 4, Agosto 2011, p. 119.
judicial fijada en el fallo plenario de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Comercial decidió que en un conflicto de esta índole, resulta posible inferir de la calidad
de las partes y prescindiendo de la naturaleza cambiaria del título, que subyace en él la
existencia de una relación de consumo12. Los aspectos teóricos centrales que emergen
de las conclusiones del voto de la mayoría, se focalizan en torno a la abstracción
cambiaria y a los límites de origen constitucional a los que debe sujetarse. Bajo esta
inteligencia, estos fundamentos hacen hincapié en aquellos supuestos en los cuales
resulta procedente considerar limitada la abstracción cambiaria como mecanismo de
tutela del consumidor de crédito que emitió tales títulos. En este sentido, cuando el
título circula entre las partes de la operación de crédito al consumo, o sea, no ha salido o
circulado más allá de su relación de emisión, o ha sido endosado en procuración, debe
considerarse que la abstracción cambiaria está limitada dado que por la calidad de las
partes puede inferirse que subyace una relación de consumo y la tutela de los derechos
iusfundamentales reconocidos en ella (art. 42 CN). De modo contrario, cuando el título
entra en circulación y coloca en vinculación a dos personas no alcanzadas por la
relación subyacente, rige la abstracción cambiaria de modo pleno y el tercero, legítimo
tenedor del título, adquiere el derecho incorporado a él de forma autónoma e
independiente de su anterior transmisión. La doctrina del plenario también fijó criterios
en orden a la interpretación a efectuarse de la ley ritual relativa a las excepciones en el
trámite del juicio ejecutivo. En este sentido, se sostuvo que la presunción de la
existencia de relación de consumo por la calidad de las partes del vínculo causal
subyacente, no vulnera la prohibición de indagar la causa en este tipo de proceso y en
punto a la inhabilidad del título.
Finalmente, también resulta relevante remarcar que la doctrina plenaria estableció
criterios de prelación normativa, dado que sostuvo que la ley 24.240 y modificatorias
tienen jerarquía constitucional, es ley de orden público, es ley especial y posterior no
sólo respecto de la legislación común, sino también del derecho cambiario y de los
códigos de procedimientos. Este decisorio tiene suma relevancia habida cuenta que sus
conclusiones permiten reconocer protección al consumidor en lo relativo a la
abstracción cambiaria13. En efecto, en ellas se afirma que el consumidor en los
supuestos en los que exista conexidad contractual y aparezcan las figuras del financista
y del proveedor, y siempre que el título no haya circulado de esta relación, puede
oponer las excepciones casuales o personales que tenga frente al proveedor, ya que la
adquisición del título por el financista no puede ser calificada como cambiaria típica,
12
CNCom, en pleno, Autoconvocatoria a plenario s/competencia del fuero comercial en los supuestos de
ejecución de títulos cambiarios en que se invoquen involucrados derechos de consumidores, 29/06/2011,
en RCyS 2011-VIII, 57, y en AR/JUR/27786/2011. CNCom, Sala E, 20/03/2013, en la causa “Medinas,
Francisco Enrique c. Gamarra, Fernando Adrián s/ejecutivo”, en AR/JUR/14432/2013. CCivyCom
Rosario, Sala III, 24.06.2013, “Banco Patagonia S.A c/Cano, Ramón Ricardo s/Juicio Ejecutivo”.
13
CCivyComMardelPlata, SalaIII, 17.10.2011, causa “BBVA. Banco Francés S.A. c. Nicoletto, Marcelo
Andrés”, en AR/JUR/59887/2011. CCivyComMardelPlata, Sala II, 10.07.2012, causa “Asociación de
usuarios bancarios c/Bazar Avenida s/materia a categorizar”, con nota de Alvarez Larrondo Federico “La
protección constitucional de los intereses económicos de los consumidores”, en AR/DOC/382/2013.
CCivyComMardelPlata, SalaIII, 06.11.2012, “Carlos Giudice S.A. c. Ferreyra, Marcos de la Cruz s/cobro
ejecutivo”, en AR/JUR/56308/2012. CCivyComJunin, 29.10.2013, “Naldo Lombardi S.A. c. Caporale,
Sergio Daniel s/ cobro ejecutivo”, en AR/JUR/70411/2013. CCyCom de Azul, Sala I, 28.05.2013, causa
“Bazar Avenida S.A c/Ligore, Julio s/Cobro Ejecutivo”, en IJ-LXVIII-533. CNContenc.Administ. Fed,
Sala II, 16.09.2014, causa “Asociación mutual c/Prieto s/ Ejecutivo”, con nota de Alvarez Larrondo
Federico “Pagarés de consumo y otros títulos: incompetencia e invalidez”, en AR/DOC/4599/2014.
por carecer de tráfico y no gozar éste de la calidad de tercero cambiario 14. De este
modo, la doctrina plenaria permite otorgar una solución que respete el imperativo
constitucional de tutela del consumidor, aplicando en nuestro derecho las soluciones
existentes en la regulación legal habida en el derecho comparado en orden a la
excepción de tráfico regulada en el derecho español15. Asimismo, pensamos que las
repercusiones jurisprudenciales que han generado una apertura en el seno del juicio
ejecutivo encuentran un punto de contacto con los criterios doctrinarios existentes con
anterioridad a ellas, en los que se propició la protección del consumidor mediante la
inclusión -al momento de la emisión del título- de una inscripción inequívoca que
establezca su origen, permitiendo -a su vez- que el tercer adquirente tome conocimiento
del carácter del título que recibe16.
En consonancia con ello, en el derecho comparado, la directiva N° 48/2008 no hace
referencia expresa a la posibilidad de que los estados puedan seguir utilizando
instrumentos cambiarios para garantizar los créditos al consumo, es decir, no prohíbe el
uso pero tampoco recomienda como su anterior que los estados velen porque no se
produzcan desequilibrios en las posiciones jurídicas de ambos contratantes,
principalmente la del consumidor17. La ley española N° 16/2011 en su art. 24 reproduce
el texto del art. 12 de la ley N° 7/1995. De este modo, se establece una excepción al
régimen jurídico cambiario para aquellos supuestos en los que el título no circuló más
allá de su relación de emisión. En estos casos, el consumidor o su garante podrán
oponer al financista en el marco de un juicio ejecutivo, la excepción de tráfico, o sea
aquellas que tuvieren contra el proveedor del bien o del servicio dado que la unidad
económica de la operación impide considerarlo tercero cambiario ajeno a los intereses
que motivaron la relación de emisión18.
14
PAOLANTONIO, Martín E., Abstracción cambiaria, juicio ejecutivo y derecho del consumidor, cit.,
p. 8; HERNÁNDEZ, Carlos A. y PICASSO, Sebastián, La conexidad en las relaciones de consumo, cit.,
p. 495.
15
ÁLVAREZ LARRONDO, Federico M. y RODRIGUEZ, Gonzalo M., La extremaunción al pagaré de
consumo, en AR/DOC/5191/2012; HERNÁNDEZ, Carlos A., Protección de usuarios de servicios
financieros. Aportes para considerar del Tribunal de Justicia Europeo, en AR/DOC/2117/2013;
IBARLUCÍA, Emilio A. Conflicto entre las leyes de títulos abstractos y la Ley de Defensa del
Consumidor. Análisis constitucional, en AR/DOC/1436/2015; PAOLANTONIO, Martín E., Monólogo de
fuentes: el caso del pagaré de consumo, en AR/DOC/1267/2015.
16
La ausencia de este requisito fue advertido en la causa resuelta por la CCivyComJunin, 29.10.2013,
“Naldo Lombardi S.A. c. Caporale, Sergio Daniel s/ cobro ejecutivo”, en AR/JUR/70411/2013.
17
GARCÍA RUIZ, Encarnación; Los créditos al consumo garantizados mediante títulos valores en la
normativa comunitaria, en en AAVV, “La Tutela del consumatore nelle posizioni di debito e crédito”, 1°
ed., Napoli, Edizioni Scientifiche Italiane s.p.a, 2010, p. 836.
18
Ver MARÍN LÓPEZ, Manuel J., Comentario de la nueva Ley de Contratos de Crédito al Consumo,
cit., p. 9.
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