kobie_27_EXCAVACIÓN EN ZAHARRA Nº 2

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KOBIE (Serie Paleoantropología). Bilbao
Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia
N.º XXVII, pp. 231-300, año 200317.
ISSN 0214-7971
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA Nº 2-4 DE LA CIUDAD DE
ORDUÑA. RESULTADOS, EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR
DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
Excavation in Zaharra 2-4 in the town of Orduña, Results, evolution
and uses of the plotfrom 13th to 19th century
Silvia Cajigas Panera (*)
David Martinez Izquierdo (**)
Florencia Savanti (***)
RESUMEN
En este artículo mostramos los resultados de la excavación atendiendo a tres aspectos: la evolución constructiva y usos del solar; el estudio de las tipologías cerámicas y el análisis arqueofaunístico. El solar abarca
una amplia cronología que va desde el siglo XIII hasta el XX.
Palabras clave: Arqueología de intervención, Urbanismo medieval, Cerámica, Arqueofauna.
SUMMARY
In this article we present the results of the archaeological excavation in three points: the evolution of the lot
constructions and uses; the different kind of ceramic through the time and the archaeozoological study. The
chronology of this site goes from 13th to 20th century.
Key words: Intervention archaeology, Medieval urbanism, Pottery, Archaeozaology.
LABURPENA
Idatzi honen bidez indusketa arkeologikoren emaitzak aurkezten ditugu hiru ataletan banatuta. Lehenengoan
orubearen bilakaera aztertzen dugu (eraikinak eta erabilera ezberdinak). Bigarrenean, keramikazko tipologien
eboluzioa eta hirugarrenean arkeofaunaren ikasketa.
Hitz gakoak: Hedapena kronologikoa XIII. mendetik XX. mendera arte zabaltzen da.
(*)
Directora de la excavación, coordinadora del trabajo y redactora de toda la primera parte
(**) Catalogación del material y redactor de la parte correspondiente a la cerámica
(***) Redactora de la parte de arqueofauna
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
232
I. INTRODUCCIÓN
El objetivo de estas páginas es presentar los resultados más destacables de la intervención arqueológica llevada a cabo en el solar de la calle Zaharra nº 24 del Casco Histórico de la Ciudad de Orduña1• Para
comprender esos resultados será necesario conocer
unos datos mínimos de la morfología urbana de la
villa y del proceso histórico que dio lugar a ese urbanismo. Explicaremos brevemente las razones que
motivaron la intervención y sus características principales, aunque sin entrar en detalles que se podrán
consultar en la memoria.
En cuanto a su estructura, el artículo se organiza en
tres bloques atendiendo fundamentalmente a dos
aspectos diferentes, pero complementarios. Por un
lado, el de las estructuras y rellenos de carácter inmueble que a través de su estudio estratigráfico nos permitirán hacer una aproximación de la evolución constructiva del solar y de los diferentes usos y aprovechamientos del espacio. Y por otro lado, el estudio del
material mueble, el cual se abordará a su vez en dos
grandes bloques, el de los artefactos y el de la fauna.
El estudio de los artefactos se centrará básicamente en
el material cerámico atendiendo a su tipología, si bien
se intentará establecer el origen de las piezas de
importación más significativas. El análisis de la fauna
permitirá observar las especies documentadas, su tratamiento e incluso su posible uso con fines artesanales, complementando así la información estratigráfica
sobre el uso del solar.
Cada uno de los aspectos mencionados -la estratigrafía, la fauna y los artefactos- tiene características
propias y se hace difícil presentar unas conclusiones
basadas en divisiones cronológicas comunes, por ello
se ha optado por utilizar en cada caso las que mejor
se adaptan a cada elemento. Por esta razón, al analizar la evolución constructiva del solar, se hará referencia a todos los periodos y fases documentadas en
el mismo; el análisis de los artefactos se hará siglo a
siglo, mientras que para la fauna se ha optado por una
división en dos grandes periodos, el medieval y el
postmedieval, lo que permitirá aventurar algunas
hipótesis sobre un cambio en los hábitos alimenticios,
y en las actividades relacionadas con productos
pecuarios a lo largo del tiempo.
Por otra parte, el solar presenta dos ámbitos muy
bien diferenciados por la muralla, lo que hemos denominado el espacio intramuros y extramuros. El priEste solar se sitúa dentro de la Zona Arqueológica declarada en
1994 Bien Cultural con la Categoría de Conjunto Monumental.
mero de ellos ha sido utilizado con fines artesanales
o como vivienda, mientras que en el segundo había
un foso relacionado con la muralla de carácter defensivo que fue utilizado como basurero. Es evidente
que el tipo de depósitos de cada uno de estos ámbitos
y el material arqueológico en ellos localizado tiene
características diferentes, razón por la cual tanto la
cerámica como la fauna se han separado por ámbitos
para su análisis.
11. CARACTERÍSTICAS DE LA
INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA.
METODOLOGÍA
El lugar donde se llevó a cabo la intervención
arqueológica era un solar urbano de algo más de 350
m2 de superficie (ver plano de ubicación) que había
estado ocupado por dos edificios hasta unos años
antes de comenzar la intervención2 • En la zona delantera tenía forma irregular adaptándose a la curva de la
calle y en la zona trasera ambos edificios presentaban
sendos patios descubiertos delimitados por un murete en forma curva y situados a una cota más alta que
la de la calle Zaharra, aproximadamente metro y
medio más alta.
La intervención arqueológica se llevó a cabo en
dos campañas diferentes. La primera en 200!3 en la
que se realizaron dos sondeos con una superficie total
excavada de 85 m 2 4 y la segunda el año siguiente
cuando se procedió a la excavación en extensión de
prácticamente todo el solar ante la inminente construcción de viviendas 5 • La excavación se ejecutó
mayoritariamente de forma manual, excepto el levantamiento de algunos de los rellenos y suelos más
recientes, que se hizo con excavadora.
La metodología empleada en el proceso de excavación se basa en los planteamientos de E.C. Harris.
2
El nº 2 fue derribado en 1992 (Archivo Municipal de Orduña
2381-1. Exp. nº 16/92). El nº 4 se derribó en 1994 (A.M.O. 2385-
3
Se realizaron como parte de un Estudio Histórico Arqueológico
subvencionado por el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de
Orduña para informar el PER y establecer medidas de protección
adecuadas.
El sondeo A discurría en sentido este-oeste siguiendo el muro
medianero que dividía los edificios nº 2 y nº 4. El sondeo B discurría en sentido norte-sur por la zona zaguera de los edificios
abarcando parte del patio.
Esta intervención fue subvencionada por el Ayuntamiento de
Orduña, promotor de las viviendas. Únicamente quedó sin excavar un espacio de seguridad de 1 m. a cada lado, al sur y norte
respectivamente, y una pequeña extensión en la zona delantera
utilizada para ubicar contenedores y que por lo tanto era parte de
la vía pública.
1)
4
5
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EXCAVACIÓN EN ZAHARRA nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
Se parte por lo tanto de la consideración de que el
yacimiento es el producto de la estratificación
arqueológica que se ha ido produciendo a través de
las diferentes actividades, constructivas y destructivas, operadas tanto por el hombre como por los agentes naturales. Partiendo de esa idea, el objetivo principal es individualizar cada uno de los estratos o
estructuras que son producto de una acción (los cuales reciben en nuestro caso el nombre de unidades
estratigráficas o U.E.) y a través de las relaciones
estratigráficas existentes entre ellas establecer las
fases o periodos cronológicos.
Con respecto al patrimonio mueble recuperado en
la excavación, tenemos que adelantar que este ha sido
inusual en dos aspectos fundamentales, por un lado,
debido a su abundancia, y por otro debido a que sobre
todo la cerámica está menos fragmentada de lo que es
habitual en los solares urbanos. Esto se debe a que
procede en gran parte de un basurero que ha permitido documentar una secuencia estratigráfica que va
desde el siglo XIII hasta el XX6 •
III. ESTADO DE LA CUESTIÓN E INTERÉS
HISTÓRICO DEL SOLAR
Además de su amplitud, este solar tenía un especial interés urbanístico debido a su estratégica ubicación en la zona de confluencia del núcleo oriental y
septentrional. Conviene recordar aquí que el Casco
histórico de Orduña· está formado por tres núcleos
diferenciados de origen medieval y una amplísima
plaza central donde se realizaba el mercado. El
núcleo situado al este de la plaza tiene tres calles
orientadas en sentido este-oeste, y en su extremo se
ubica la iglesia-fortaleza de Santa María. Sin embargo las calles de los núcleos situados al norte y sur de
la plaza presentan una orientación completamente
diferente, en sentido norte-sur. El flanco occidental
de la plaza está cerrado por un imponente edificio del
siglo XVIII que fue sede de la aduana.
La calle Zaharra o Vieja, que también recibió el
nombre de calle Vizcaya en una época, es la calle más
oriental de las del núcleo norte y también la más irregular en su trazado, y siempre ha sido y es aún en la
actualidad la de salida hacia Bilbao. El solar en el que
6
La catalogación, dibujo e inventariado del material arqueológico
se hizo gracias a una subvención de Gobierno Vasco del año
2003. La catalogación de los artefactos fue llevada a cabo por
David Martínez y la de la fauna por Florencia Savanti, mientras
que la coordinación general así como la dirección de la excavación fue llevada a cabo por Silvia Cajigas, los tres autores que firmamos este artículo.
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se ha intervenido se sitúa en el extremo sureste de la
calle Zaharra, en la zona más cercana al núcleo oriental y a la plaza, en la manzana por donde debía ir la
muralla del recinto septentrional, muralla cuyo trazado
exacto se desconocía antes de comenzar la excavación.
No existía en toda la calle ni un solo alzado seguro de la muralla. Además casi todos los edificios presentan en su zaguera un pequeño patio o huerta y la
profundidad de los solares es variable con lo cual no
se sabía si el trazado de la muralla medieval correspondía a alguno de los muros zagueros de los edificios o incluso al de cierre de los patios. Por otra parte,
un escueto documento de 15417 hace referencia a una
barbacana de carácter sin duda defensivo situada en
la trasera de esta calle, en su zona norte. Como se
sabe una barbacana es un muro grueso situado en
paralelo a la muralla y adelantado con respecto a ella,
y por lo tanto estas diferentes alineaciones que presentan los solares y edificios de la calle podían responder tanto a la muralla como a esa barbacana de la
que no tenemos más noticias. Así pues esta cuestión
se convirtió en uno de los objetivos prioritarios que
pretendíamos aclarar con la excavación.
Otra cuestión que queríamos abordar, sin duda de
mayor calado para la historia de Orduña que la anterior, era la relación física entre el recinto defensivo
del núcleo oriental y septentrional, tanto para ver si se
unieron físicamente ambos núcleos desde época
medieval o bien permanecieron separados hasta un
momento más tardío, 8 como para determinar definitivamente cuál de ellos era más antiguo 9 •
Llegados a este punto creemos necesario relatar
brevemente los datos que se barajaban sobre el origen
de la villa y de cada núcleo antes del comienzo de
7
8
9
A.M.O. C/045, d,14 1541-11-28. Sale a remate el arriendo de una
casa y fragua, fuera del portal de la calle Vieja y junto a una
"pared, fuerza y barbacana" de la ciudad, lindante con el camino
de Tras Santiago y con el Camino Real.
Cabía la posibilidad de que al fundar el segundo recinto éste quedase incluido físicamente dentro del primero mediante una
ampliación de la muralla o bien que cada uno de ellos tuviese su
propio sistema defensivo y permaneciesen durante un tiempo
indeterminado como núcleos independientes.
Tradicionalmente en la bibliografía se venía asignando la mayor
antigüedad al núcleo oriental formado por las calles Burdin,
Artekale y Harategi, sin embargo no existía una confirmación
documental ni arqueológica para esa hipótesis. Por otra parte, en
la intervención arqueológica dirigida por Silvia Cajigas en Lukas
Deuna nº 5, calle situada en el extremo occidental del núcleo septentrional, se halló cerámica del siglo XIII en la zanja fundacional de la muralla. Otros hallazgos arqueológicos realizados en
diversos solares de este mismo núcleo permitían fechar su origen
en el siglo XIII, carecíamos sin embargo de datos así de determinantes para la zona oriental.
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SILVIA CAilGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
esta excavación, pues de otro modo se hace imposible entender su trascendencia. El origen y evolución
de Orduña habían sido ya tratados por diferentes
autores que a través de la documentación o de la
interpretación del plano planteaban sus hipótesis evolutivas, pero fue el recurso al método arqueológico el
que definitivamente permitió confirmar y matizar
alguna de esas hipótesis.
Cuando se comenzó la excavación que ahora nos
ocupa, partíamos de la hipótesis de que cada uno de
los núcleos de la villa se había fundado en diferente
momento. Creíamos que el primer recinto era el
oriental fundado a partir de la Carta Puebla otorgada
por el Señor de Vizcaya Don Lope Díaz de Haro en
1229. Posiblemente no se fundaría ex novo, sino que
habría una población incipiente en torno al castillo
preexistente a la fundación 10 • El fundador de la villa
detentaba los señoríos de Orduña y Balmaseda entre
otros porque le habían sido entregados por el rey de
Castilla Fernando III al contraer matrimonio con su
hermana Doña Urraca, en agradecimiento por el
apoyo prestado. Pero al morir Don Lope y sucederle
su hijo Don Diego López de Haro comenzaron las
tensiones con el monarca a causa de esas tenencias
puesto que las consideraba patrimoniales. Estas tensiones se prolongaron durante todo el siglo XIII y se
hicieron más acusadas en el reinado de Alfonso X
quien personalmente acudió a Orduña con sus mesnadas a reprimir un levantamiento del señor de Vizcaya
contra él en 1255. Una vez sofocado dicho levantamiento y de vuelta en Silos concedió una nueva Carta
Puebla el 5 de febrero de 1256 11 • Alfonso X decía en
el texto que concedía el fuero "a todos los de Orduña
porque yo los poblé". Esta frase junto con otros indicios había sido interpretada por algunos historiadores
como la evidencia de que se había producido un traslado de la población desde las inmediaciones de
Nuestra Señora de la Antigua de Orduña (templo que
dista algo más de un kilómetro del núcleo urbano)
donde se ubicaría la villa señorial, al emplazamiento
actual donde se fundaría la real1 2, sin embargo parecía
más coherente atribuir a esa fundación real precisamente el origen del núcleo septentrional de la villa.
Como veremos a continuación los resultados de
esta intervención han sido concluyentes para confirmar esta hipótesis evolutiva y explicarla, pero además
10
11
12
Sobre esta cuestión ver el artículo publicado en esta misma revista Kobie (Serie Anejos) nº 6 (vol. 2) pp. 575 a 584, 2004, Silvia
Cajigas "Contribución de la arqueología al conocimiento de la
ciudad de Orduña (Bizkaia)"
Portilla, M. Catálogo monumental de la Diócesis de Vitoria, T.
VI, pág. 644
Silvia Cajigas opus cit.
han superado los objetivos iniciales al haber aportado
interesantísimos datos sobre el sistema defensivo de la
villa, materiales constructivos empleados, actividades
artesanales, elementos de uso cotidiano como la cerámica o hábitos de consumo alimenticio.
IV. EVOLUCIÓN GENERAL DE LA
OCUPACIÓN DEL SOLAR
Describiremos a continuación las fases documentadas en el solar y los cambios que se han ido produciendo a lo largo de los siglos tanto en su fisonomía
como en los usos que ha recibido. Empezaremos por
el orden inverso al excavado, es decir siguiendo el
orden en el que se ha ido realizando la deposición
estratigráfica, comenzando por lo tanto por el periodo más antiguo.
Parece que la historia de este solar comienza a la
vez que la de Orduña como villa, a partir de que el
Señor de Vizcaya Don Diego Lope de Haro otorgara
en 1229 el fuero de Vitoria.
Edad Media
Foso defensivo del núcleo fundado por el Señor
de Vizcaya en 1229
El elemento más antiguo descubierto es un foso o
cava relacionado con el sistema defensivo de la villa.
Se pudo documentar con claridad en la zona del patio
pues allí había sido rellenado con diferentes depósitos posteriores, pero no había sido alterado por excavaciones. Al excavar dichos depósitos fue posible
observar su perfil y dimensiones aproximadas, a
pesar de que su pared norte se metía bajo el cantil y
la zona de seguridad (Ver corte estratigráfico). Se ha
conservado el perfil del foso de forma claramente
reconocible en una longitud aproximada de 4 m. En
el interior del solar nº 4 también se documentó el
fondo pero sus paredes habían sido destruidas al allanar los solares colindantes para su edificación, por lo
que apenas era perceptible.
Se trata de un foso de dirección este-oeste, paralelo por lo tanto a la muralla y las calles del recinto
oriental (Burdin, Artekale y Harategi). Su eje central se sitúa aproximadamente a 13 m. de distancia
de la línea de muralla. Está excavado en el nivel
geológico compuesto por arcilla amarilla y no presenta ningún tipo de recubrimiento. Su profundidad
desde la zona superior donde la arcilla se ameseta
es de 2,50 m., aunque posiblemente hasta la base de
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EXCAVACIÓN EN ZAHARRA nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIIJ AL XIX
la muralla alcanzase una profundidad mayor. Extrapolando los datos en base a la pared conservada
consideramos que tendría una anchura aproximada
de 6 m. en la zona de más pendiente, 1O m. si consideramos la zona superior de menor pendiente.
Presenta perfil en V con paredes divergentes y
fondo estrecho (aproximadamente un metro) ligeramente cóncavo. Da la sensación de que para su ejecución se aprovechó la pendiente natural del terreno excavando artificialmente únicamente la parte
inferior.
No existía en el fondo del foso ningún relleno limoso o de gravas que podrían ser indicativos de que estuvo inundado con agua, por lo cual parece que era un
foso seco. Esto no debió ser en absoluto inusual en las
villas de la Península debido a la escasez de agua 13 , sin
embargo no creemos que Orduña tuviese ese problema
y contrasta además con lo que ocurre al norte del núcleo
septentrional de la villa, donde el arroyo de Agua Salada actúa como foso exterior situado junto a la muralla.
Amortización del foso y construcción de la
muralla del núcleo fundado por Alfonso X el
Sabio en 1256
Desde el comienzo ese foso debió utilizarse como
improvisado y cómodo basurero y vertedero. En la
zona del patio tres rellenos nivelan y amortizan el
fondo del foso, son de abajo arriba la UE 170 (tierra
arcillosa muy compacta con carbones, piedras pequeñas y tejas), 169 (tierra más clara que la anterior también con tejas y piedras y abundante material arqueológico fechable en el siglo XIII) y 60 (importante
paquete de escoria de hierro rojiza y compacta con
carbones y material arqueológico que se puede fechar
también en el siglo XIII).
Estos tres rellenos, especialmente el paquete de
escorias, sirven de base a un potente muro (UE 71) de
dirección norte-sur, es decir, perpendicular al eje del
foso. Tiene una longitud de 3 metros y una anchura
que oscila entre 1,20 m. en la zona superior y 1,70 m.
en la inferior y presenta cierto escalonamiento. Está
formado por piedras calizas heterométricas unidas
por un mortero de cal y arena muy sólido y colocadas
con bastante regularidad tratando de formar hiladas.
Esa potencia y consistencia se debe a que se sitúa
sobre la zona donde el foso es más profundo para evitar hundimientos.
13
GIBELLO BRAVO, V.M., VARGAS CALDERÓN, J. 1999
"Intervención arqueológica en el foso medieval de Olivenza
(Badajoz)" en XXV Congreso Nacional de Arqueología, Actas,
Valencia, pág. 395.
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Este muro sirve a su vez como base a otros dos
(UE 48 y 49) de dirección igual a la de él, es decir
norte-sur, los cuales fueron utilizados como muros de
cierre zagueros de los edificios que ocuparon el solar
en sus últimos momentos. En realidad parece que formaron en origen una única estructura, parcialmente
destruida y muy alterada en época moderna.
El muro UE 48 continúa hacia el norte metiéndose en el medianero con el solar nº 6 y había sido cortado por el sur, acabando en la zona central de la UE
71, con una longitud documentada en este solar de 1,
75 m. Cuando se comenzó la excavación presentaba
un alzado algo superior a los dos metros, aunque
había sido también parcialmente destruido con el
derribo del edificio. Su anchura alcanza 1,10 m. Está
compuesto por piedras calizas y mortero de arena y
cal bastante sólido y compacto y se apareja en mampostería con camisas exteriores donde se sitúan las
piedras más grandes y relleno de ripio trabado con
mortero al interior.
La UE 49 parte desde el muro del caño albañal
que actúa como límite meridional del solar. Se apareja en mampostería bastante regular tendente a formar
hiladas y presenta una disposición similar al anterior
con camisas exteriores rellenas de ripio. Tiene una
longitud algo inferior a los seis metros y una anchura
media de 1-1,10 m., si bien es bastante variable porque oscila desde los 0,30 m. del sur hasta 1, 30 m. del
norte. También es muy variable su alzado pues si bien
en algunas zonas alcanza una altura similar al anterior, al sur en su cara este se ha conservado una única
hilada debido a que este muro se adaptaba a la pendiente del terreno, es decir, a la pendiente de la pared
del foso.
Es evidente que estas estructuras 14 descritas pertenecen al sistema de fortificación, son sin duda restos
de la muralla, pero en este caso de la muralla del
recinto septentrional, situándose aproximadamente a
20 m. de distancia de la línea de la calle Zaharra, en
paralelo a ella. La UE 48 y 49 fueron utilizados como
muros de las casas y por lo tanto han sufrido innumerables transformaciones pero su grosor, trazado y ubicación no dejan lugar a dudas (ver foto 1).
Por lo tanto en este solar se ha podido documentar una clara relación de antera-posterioridad entre
los elementos defensivos de los núcleos oriental y
septentrional de la villa. Esta relación supone la
confirmación arqueológica de la hipótesis según la
14
La UE 48, 49, 71 y en parte el perfil del foso extramuros se han
conservado e integrado en el proyecto arquitectónico.
236
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
Foto l. Vista del solar
extramuros y parte de
intramuros en proceso
de excavación.
cual el núcleo oriental era anterior al septentrional. Asimismo ya en el siglo XIII se amortiza el foso
del primer núcleo y se hace la muralla del segundo
recinto, es por ello lógico decir que el núcleo oriental
se hizo a partir de la Carta Puebla otorgada en 1229
por el Señor de Vizcaya y asignar esta misma cronología al foso. Del mismo modo las estructuras murarias del núcleo septentrional se harían a partir de la
fundación real de 1256.
Muchas son las razones que se pueden ofrecer
para explicar ese cambio de orientación de ambos
poblamientos. En ocasiones se ha aludido a una transformación general de los caminos situándose la primera puebla sobre la ruta que venía de La Barrerilla,
que luego cedió paso a otra que venía de la Peña de
Orduña. Incluso algunos autores consideran que el
asentamiento inicial en la calle Zaharra -vial principal hacia Bilbao con ese cambio de ruta- pudo ser
espontáneo al instalarse algunos comerciantes en
tomo a él. Tampoco se puede descartar un interés del
monarca por dejar su huella física sobre el terreno,
pero lo cierto es que los resultados arqueológicos
obtenidos hasta la fecha no aportan luz sobre esta
cuestión.
Sí iluminan a nuestro Juicio un tema de gran
importancia para conocer no sólo el urbanismo de la
villa, sino las relaciones entre cada uno de sus
núcleos, pues parece lógico pensar que la villa de fundación señorial y la real se unieron formando una,
dentro de un único recinto amurallado ya desde la
segunda mitad del siglo XIII. De lo contrario se hubiese mantenido el foso como elemento separador de dos
realidades diferentes, más aún si, como ocurre con los
diferentes burgos de ciudades como por ejemplo Pamplona, se tiene un interés en que se mantengan separados 15. En este sentido los resultados de la excavación
llevada a cabo recientemente en el patio de Zaharra
12 16 a nuestro entender confirman esta idea pues se ha
documentado también parte de un foso, en este caso
relacionado con el segundo recinto y de dirección
norte-sur. Por lo tanto cuando se hizo el núcleo septentrional probablemente sólo se anuló la parte del foso
antiguo que discurría por el solar de Zaharra 2-4, el
resto seguiría en uso y se uniría con el nuevo.
Una vez concluido que las estructuras descritas
pertenecen a la muralla, queda claro que, en general,
el trazado de ésta discurría por el muro zaguero de las
15
16
Según José María Lacarra, cuando una población es objeto de
sucesivas repoblaciones por nuevos privilegios reales, se distingue cada una de estas ampliaciones porque adoptan para sus
calles un trazado especial. La nueva población se levanta adosada a la anterior, pero sin confundirse con ella, rodeada de su propia muralla e incluso de fosos, aunque finalmente un recinto
amurallado común a todos los barrios acaba por cercar todo el
espacio. Este es el caso de villas como Jaca, Estella, Pamplona o
incluso Vitoria.
LACARRA, J.M. 1991 El desarrollo urbano de las ciudades de
Navarra y Aragón en la Edad Media, Diputación General de
Aragón pág. 15-16.
La intervención en Zaharra 12 se ha llevado a cabo en octubre de
2006 dirigida por Silvia Cajigas y financiada por la Sociedad de
Rehabilitación del Casco Histórico de Orduña Urduñederra.
KOBIE (Paleoantropología n.° 27), año 2003/07
EXCAVAOÓN EN ZAHARRA nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
237
viviendas mientras que los patios que presentan las
casas en su trasera, se situaban extramuros. De todos
modos creemos que es muy posible que el límite
exterior de dichos patios coincida con el trazado de la
barbacana mencionada más arriba, si bien esta cuestión no se ha podido documentar arqueológicamente,
ni en ésta, ni en otras intervenciones realizadas en
Orduña hasta la fecha.
A partir de ahora nos referiremos al espacio que
queda al oeste de la muralla como espacio intramuros, y al espacio que queda al este de la misma como
extramuros. Esto no sólo facilitará la descripción y
permitirá una ubicación rápida sino que responde
estrictamente a la realidad documentada, pues ambas
zonas presentan una estratigrafía y una evolución
diferentes.
Fundición de dos campanas para la iglesia
(ver plano 2 y foto 2)
Un ejemplo de lo que decimos lo constituye el foso
en el espacio intramuros. El foso y todo lo excavado del
nº 4 desde la calle hasta la muralla se rellenó y niveló en
la segunda mitad del siglo XIII, posiblemente a la vez
que se hacía la muralla. Al excavar se distinguieron
varias unidades estratigráficas (UE 124, 107, 109), aunque consideramos que responden a un mismo
fenómeno. Era un relleno muy compacto arcilloso con
arenas de grano fino de color marrón claro y contenía en
proporción muy alta fragmentos pequeños de piedras
areniscas y cayuela. En la base presentaba algunas escorias y sobre todo cascotes de teja. Estos rellenos se echarían para evitar las humedades que produciría el agua de
la lluvia retenida en el fondo del foso. En la zona superior sin embargo, se aprovecharía el material extraído en
las excavaciones de nivelación y preparación del terreno
para el nuevo núcleo de fundación real, lo que explicaría la abundancia de fragmentos de cayuela.
La función de todo ese relleno era nivelar y elevar
todo el espacio para servir de suelo de uso artesanal.
En concreto se documentaron varias unidades estratigráficas que creemos se pueden relacionar con una
actividad de fundición de dos campanas. Así se excavaron dos conjuntos formados por sendos hoyos (UE
146 y 147) excavados en el estrato de nivelación descrito y sus respectivos rellenos (UE143 y 142).
Ambos se situaban alineados, el primero a 2,5 m. de
la muralla y el otro a 4 m. de distancia del anterior.
La fosa más cercana a la muralla presentaba inicialmente en planta una forma en U donde se distinguían dos rellenos. Uno muy oscuro rellenando la U
propiamente y otro más claro formando la lengüeta
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
Foto 2 Hoyas de fundición de campanas.
central. En primer lugar se excavó el relleno de la U,
que era de tierra muy suelta de grano muy fino,
húmedo y muy negro. La lengüeta central estaba formada por diferentes capas, la superior era como la
U.E.124 donde estaba excavada la fosa, pero ligeramente más .oscura, en las inferiores alternaban capas
oscuras con otras rojizas. Al excavar este depósito
central quedaba una fosa de forma rectangular de 1,
85-1,90 m. en dirección N-S y entre 1,70 y 1,60 m. en
sentido E-0. La profundidad oscilaba entre 0,70 m. y
0,60 m. El fondo era cóncavo con ligeras desigualdades, las paredes eran ligeramente divergentes (unos
95º) y los bordes inferiores eran redondeados mientras que los superiores eran más angulosos.
El otro conjunto presentaba estaba cubiero por los
restos de la destrucción de alguna estructura, posiblemente del horno. Era una acumulación de 3 m. por
1,30 m. de extensión formada por piedras calizas de
aristas vivas y una argamasa con mucha cal muy
compacta y blanca. Bajo ella aparecía una capa de tie-
238
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
rra de unos 0,30 m. de grosor de color negruzco con
pequeños fragmentos de teja, piedra y algunas pequeñas escorias de fundición de color verde. Este depósito cubría la fosa U.E.146 y su relleno. Dentro de la
interfase UE146 había una fosa semicircular que estaba rellena de una mezcla de color negro compuesta
por carbón y escoria verde muy suelta y ligera, quedando en la zona central unos rellenos más compactos formados por capas superpuestas de distintos
colores, más negras, verdosas o rojizas. Al excavar
todos los rellenos la fosa que quedó era de planta
oval. Sus dimensiones oscilaban entre 1,98 y 2 m. en
su cumbrera y 1,10-1,20 m. en la base; Su altura
variaba de 0,30 m. a 0,56 m. El fondo era ligeramente cóncavo aunque bastante liso, las paredes divergentes, los bordes inferiores y superiores redondeados.
Creemos que los conjuntos descritos pueden ser
las huellas de las estructuras donde estaban los moldes de las campanas. Encontramos el principal paralelismo en el yacimiento de San Andrés en Roa (Burgos )17 donde se localiza "el primer testimonio arqueológico de una factoría de campanas realizadas por el
sistema de eje horizontal", sistema sustituido por el
de eje vertical o central a partir del siglo XV.
Con ese sistema técnico el molde para la campana
se realiza fuera de la fosa de fundición y se introduce
en la misma una vez seco, sujetándolo con tierra apisonada para resistir los empujes laterales que se producen en el proceso de fundición. Cuando la fundición
ha terminado se extrae el molde íntegramente por lo
que no queda ningún resto del mismo en el interior de
la fosa. Esta posteriormente se colmata con restos de
combustión, escorias, restos de la estructura del horno
etc. Como hemos visto en la descripción de los hallazgos de Orduña, no quedaban restos del molde de campana y sí las huellas dejadas por los mismos colmatadas por rellenos muy sueltos con carbones y pequeñas
escorias de color verde, posiblemente de "metal campanil", como se suele denominar en los documentos al
17
18
A.I. Palomino, M.J. Negredo, J. Abarquero, M.J. Morales y O.
González "El área artesanal localizada en el yacimiento de San
Andrés, Roa (Burgos): nuevos elementos arqueológicos sobre el
proceso de fabricación de campanas en época medieval" en Actas
del V Congreso de Arqueología Medieval Española. Valladolid,
1999. 2001 Vol l.
Jose Angel Barrio Loza "Campanas y campaneros de Bizkaia"
pág. 12 en V.V.A.A. 2005 Brontzearen soinua. Bizkaiko kanpaiak- El sonido del bronce. Las campanas de Bizkaia. Bizkaiko
Foru Aldundia, Bilbao
Según este autor nunca se denomina en la documentación bronce al metal empleado para hacer las campanas, sino metal campanil, el cual se formaba con una aleación apenas variable de
78% de cobre y 22% de estaño.
metal para fabricar campanas 18 •
Este primitivo sistema lo describe el monje Teófilo en el siglo XII. Primero se elaboraba un molde en
arcilla a tomo instalado sobre un eje horizontal de
madera, el cual se cubría al principio con cera, fundiéndolo posteriormente utilizando el procedimiento
de la cera perdida. Durante los siglos XIII y XIV se
fueron incorporando mejoras en el sistema, como la
sustitución de la cera por el barro en la elaboración
del molde lo que abarataba costes y permitía elaborar
campanas de mayor tamaño.
De esta modalidad avanzada consideran que son
los restos de San Andrés a juzgar por el tamaño de los
hoyos, entre 1,90 y 2 m. de diámetro y 1, 13 y 1,25 m.
de profundidad, que son de campanas "de considerable tamaño, ya difíciles de conseguir mediante el sistema primitivo". Como vemos si se comparan con los
de Zaharra los diámetros son muy similares, aunque
la profundidad es mayor, por lo que podríamos estar
ante la misma técnica de fabricación.
En el yacimiento de Roa no sólo se han documentado los hoyos de fundición como en nuestro caso,
sino también unas zanjas alargadas que se interpretan
como la boca de alimentación de los hornos, y la base
de los mismos. Nosotros no hemos tenido tanta suerte puesto que los hoyos se situaban justo en el sur del
solar nº 4, en el límite con el nº 2. Seguramente en ese
solar 2 se ubicaron los hornos aprovechando que estaba más alto, pues al parecer siempre se colocaban
junto a las fosas de fundición a un nivel más elevado
para que el caldo descendiera por gravedad hasta el
bebedero por un canal hecho con tejas curvas o con
madera recubierta de barro 19 •
En cualquier caso las hoyas de fundición no son
los únicos elementos documentados en Zaharra, pues
aparecían también una serie de estructuras alineadas
con las anteriores hacia el oeste, sin duda relacionadas con ellas pero de difícil interpretación. La UE 122
era una estructura formada por seis piedras calizas
grandes y la huella de otra que componían una hilada
de dirección E-W. Aunque no tenía aspecto de muro
podía ser la base de una estructura no muy consistente construida con materiales endebles. El suelo U.E.
124 (el mismo en el que se excavan los hornos) se le
adosaba con claridad y presentaba un resalte, una
subida junto a él. Además en ese suelo, al sur del
resalte y junto a una de las piedras más grandes de
esta estructura estaban los tres agujeritos que formaban la U.E. 132, que eran sin duda la huella de algu19
Opus cit pág. 157
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
na estructura de madera. Estos agujeros tenían unos
0,08 m. de diámetro y unos 0,04 m. de profundidad,
eran de planta circular y fondo ligeramente cóncavo
con paredes paralelas y formaban entre sí un fragmento de círculo.
Al oeste de lo anterior se situaban las estructuras
UE 119 y 133 que consideramos podían formar parte
de una estructura circular destruida tanto al norte
como al sur (en este caso al hacer el muro UE 5). La
UE 119 era el resto de un muro de planta ligeramente semicircular y dirección SE-NW. Se conservaba
únicamente en una altura de unos 0,20 m. y en una
longitud de 1,16 m. y tenía una anchura total de 0,69
m. si bien la parte de piedra era más estrecha y estaba recubierta por una argamasa muy gruesa y dura
que en los laterales tenía pendiente.
La UE 133 se conservaba peor porque sobre ella
se construyó en época posterior otro muro, pero formaba una planta ligeramente curva y tenía una argamasa similar al anterior. Si considerásemos que
ambos formaban una única estructura circular, ésta
tendría aproximadamente un diámetro similar al de
las hoyas de fundición, es decir, en tomo a los dos
metros, por lo que creemos que podía tratarse de una
estructura relacionada con el proceso de fabricación
del molde de arcilla.
Lo habitual en la fabricación de campanas era que
fuesen realizadas por expertos itinerantes que acudían
allí donde había demanda, siendo sus instalaciones
artesanales temporales. Este era sin duda el caso de
Orduña, pues sólo se documentaron restos de dos
hoyas de fundición y eran además coetáneas.
Cabe ahora por lo tanto preguntarse para dónde
eran las campanas que se fundieron aquí. El primer
lugar en el que pensamos es la torre que se sitúa junto
a este solar al sur. Se trata de una torre defensiva que
ocupa la esquina noroeste de la villa primitiva.
Actualmente tiene espadaña con campana, pero ésta
es muy posterior a la fábrica medieval de la torre, y
las campanas aquí fabricadas son mucho mayores.
También cabía la posibilidad de que fuesen para el
templo de San Juan del Mercado. Era un templo que
se situaba en el noroeste de la plaza junto a la muralla, cuyo origen es incierto aunque indudablemente
medieval. Algunos autores piensan que se hizo con la
fundación del segundo núcleo, aunque a nosotros,
basándonos en algunos datos indirectos, nos parece
más probable que se hiciese con el tercero, es decir,
con el situado al sur de la plaza. Así pues creemos
que estas campanas se hicieron para la iglesia de
Santa María situada en el extremo oriental del núcleo
KOBIE (Paleoantropología n.° 27), año 2003/07
239
primitivo. Desconocemos si cuando se fundó la villa
por el Señor de Vizcaya se construyó un pequeño
templo que con la fundación real fue ampliado o éste
se comenzó ex novo, pero en general toda la bibliografía apuntaba al rey Alfonso X como constructor
del templo. Por otra parte, con la lectura estratigráfica de los alzados del extremo nororiental de la villa se
pudo ver que la muralla primitiva había sido rota para
situar la iglesia fortaleza posiblemente en el mismo
momento en el que se hizo el segundo núcleo. Por lo
tanto parece que el taller aquí documentado puede
responder precisamente a este momento justo mediado el siglo XIII. A la vez que se estaba haciendo la
muralla del segundo recinto y se estaba preparando el
terreno, allanando y repartiendo los solares, se estaría
construyendo la iglesia-fortaleza de Santa María y las
campanas para ella. Sin duda se podría alegar en contra que el área artesanal está demasiado lejos del templo, pero no consideramos que sea una distancia
excesiva, además tal vez no existía un espacio libre
apropiado más cerca, teniendo en cuenta que el interior de la villa estaría ocupado por viviendas y seguramente el exterior, alrededor de las murallas, por
huertas o terrenos de labor.
Primera edificación del solar nº 4 hacia el siglo
XIV (ver plano 3)
Tras esa ocupación artesanal temporal que duraría
estrictamente el tiempo preciso para la elaboración de
las campanas, que según algunas estimaciones podría
llevar aproximadamente un mes, se produjo la primera ocupación estable del solar hacia el siglo XIV. En
ese momento se construyó el muro UE 5 que sorprendentemente dividió el espacio en dos solares (nº 2 y
4) desde la Edad Media hasta el siglo XX, momento
en el que se derribaron los edificios. Se trataba de un
muro de dirección este-oeste, de apenas 30 cm. de
grosor, que se aparejaba en mampostería con piedras
calizas de formas angulosas y aristas vivas trabadas
con mortero de cal con bastante arena. Presentaba de
tramo en tramo algunas piedras bastante grandes que
debieron servir de base a los pies derechos de madera. Este muro tenía una longitud en la zona excavada
de 12,5 m. y no llegaba hasta la muralla.
Al norte del anterior se adosaban dos muros de
dirección norte-sur (UE 141 y 33). El más occidental
(UE 141) debió ser inicialmente el zaguero del edificio. Posteriormente el inmueble se debió alargar
hacia el fondo hasta la UE 33, para lo cual se rompió
el muro anterior para abrir un acceso hacia la zona
trasera quedando en uso como compartimentación
interna.
240
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
La estructura que sirvió como muro zaguero en el
segundo momento tenía dos partes bien diferenciadas. Por un lado adosado a UE 5, la UE 33, que era
un muro de mampostería trabada con mortero de cal
y arena bastante sólido de 0,50 m. de anchura. Al
norte continuaba con la UE 136 que era un murete de
fábrica muy endeble formado por piedras pequeñas
unidas con argamasa blanquecina bastante dura, la
cual recubría sus caras. Sobre él apoyaba una viga
calcinada que estaba embutida en UE 33, por lo que
ha sido interpretado como la base de un tabique
donde posiblemente se abriría una puerta de acceso al
espacio libre de la ronda. De hecho se documentaron
restos del mismo suelo (UE 135) a un lado y otro de
dicha estructura, y por lo tanto en el espacio correspondiente al paso de ronda. Se trataba de un suelo
muy duro y compacto de color beige grisáceo formado por arcilla y cal prensada que creaba una superficie muy horizontal. Creemos que este suelo nos
puede estar indicando ya un uso privado de este espacio público de ronda, aunque se siguiese manteniendo sin edificar y como zona de paso entre los edificios y la muralla. Es muy posible que se utilizase
como patio o corral, para dejar la leña, los aperos de
labranza o para tener algunas gallinas etc.
Como conclusión podemos decir que en época
medieval se edificó únicamente la parte correspondiente al solar n º 4, al menos no se documentaron estructuras de este periodo en el solar n º 2. Este
último posiblemente estaría ya rebajado y allanado al
menos parcialmente desde el momento en el que se
hizo la muralla y se utilizó este espacio para la fundición de campanas. Con respecto al edificio que ocupó
el solar nº 4 no conocemos su anchura aunque pensamos que pudo llegar hasta el mendianero con el nº 6,
es decir, 5 m. Su profundidad inicial sería seguramente de unos 11 m. y quedaría un espacio libre de ronda
entre la zaguera y la muralla superior a los 1Om. Posteriormente fue ampliado el edificio 3 m. quedando
una ronda de 7 ,5 m.
EPOCA MODERNA
Edificación del solar nº 2 (ver plano 4)
En el siglo XVI el edificio descrito en el apartado
anterior siguió en uso aunque sufrió algunos cambios.
Así se construyó un muro en sentido norte-sur (UE
26) que seguramente era de compartimentación interna del espacio. Con él se echó un relleno (UE 112)
que en su parte superior estaba muy nivelado por lo
que fue interpretado como un suelo, suelo del nuevo
espacio creado entre UE 26 al oeste, UE 5 al sur y UE
141 al este. Sobre él se construyó en la zona más o
menos central y a 1 m. de distancia de UE 5 una
estructura circular de mampostería de 0,60 m. de diámetro y 0,20 m. de altura que sin duda sirvió de base
a una viga de madera, lo cual tal vez pueda estar indicando una elevación en altura del edificio. Este
utilizaba como material constructivo un entramado de
palos manteados con una argamasa bastante dura de
color amarillo rosado que recibe el nombre de verganazo y se debió utilizar mucho en Orduña.
Pero además se rompió parcialmente la muralla
(se destruyó la continuidad entre UE 48 y 49) y se
adosó por el exterior la estructura UE 47, para lo que
fue preciso realizar una importante fosa de cimentación (UE 103) excavando los rellenos del basurero
extramuros. Esta estructura UE 47 2º es un muro circular excepto en el extremo norte donde varía su trayectoria en ángulo recto posiblemente porque sufrió
algún desplome. Mide 3,20 m. en sentido norte-sur y
1,60 m. en sentido este-oeste, tiene un radio aproximado de 1, 10 m. y se ha conservado en una altura de
2 m. Desconocemos exactamente el uso de esta
estructura aunque creemos que es posible que se utilizase como silo. Lo cierto es que se han documentado otros muros circulares exteriores en algunos edificios de Orduña21 •
De este periodo eran también las primeras estructuras documentadas en el solar nº 2. Se trataba de tres
muros, dos de ellos de dirección norte-sur y uno de
ellos este-oeste, que podrían estar delimitando un edificio de 3,5 m. de anchura y aproximadamente 12 m.
de profundidad.
El muro UE 38 sólo se conservaba en una longitud inferior al metro, se adosaba al muro UE 5 por el
sur, y tenía 0,70 m. de grosor. Se aparejaba en mampostería sin ningún tipo de argamasa, trabado con tierra. Debió servir como muro zaguero del edificio
quedando un espacio de ronda junto a la muralla de
casi 11 m. El 166 era también un arranque de muro de
poca longitud que se cortaba por el este y no pudo ser
excavado por el oeste, aunque suponemos que llegaría hasta la calle. Lo hemos interpretado como el
muro de cierre sur del edificio. El murete UE 163 sin
embargo era posiblemente la base de un tabique que
delimitaba el portal de este edificio, del que no sabemos nada más.
Es interesante destacar aquí que este edificio no
20
21
Esta estructura U.E 47 también se ha conservado junto con los
restos de la muralla y el foso.
En un edificio del s XVII en el nº 17 de Donibane Kalea o en el
edificio que se derribó en Lukas Deuna nº 5
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
dase un paso de acceso a la ronda, que de lo contrario
hubiese quedado como un callejón sin salida. Por otra
parte el que la ronda fuese tan amplia inicialmente
puede deberse a la ubicación de este solar, próximo a
la zona donde las respectivas murallas del núcleo primero y segundo se unirían. La zona de unión no se
pudo ver al excavar este solar, a pesar de que era uno
de los objetivos de la intervención, pero por el trazado de ambas es probable que fuera en ángulo recto.
Ocupación de los espacios públicos por los
edificios (ver plano 5)
Seguramente hacia la segunda mitad del XVII y
con toda probabilidad antes del primer cuarto del
siglo XVIII los espacios públicos relacionados con el
sistema defensivo fueron ocupados con fines privados en este solar. Esto sucedió tanto en el espacio propiamente de ronda como en el de paso hacia ésta
situado al sur del solar n º 2.
Así en este último se amplió el edificio anterior o
construyó uno de nueva planta que se extendió hacia
el sur hasta el límite del solar como lo atestiguaban
tanto los rellenos y suelos como el muro UE 22. Este
era un muro de dirección norte-sur que se retranqueaba 2 m. con respecto al zaguero anterior (UE 38).
Caben dos posibilidades, o bien este se convirtió en el
muro zaguero del edificio o bien actuó como tal ya
desde este momento la muralla. En cualquiera de los
dos casos la ronda habría sido ocupada con fines privados, pues en el muro UE 22 se documentaba un
acceso a la zona trasera donde existía un suelo de cota
y características similares al del interior del edificio.
Además sabemos que al menos una parte de ese espacio zaguero estuvo cubierto por una tejavana o
techumbre de vigas de roble porque se documentó
una esquina calcinada de la misma en el ángulo
noroeste.
Como materiales constructivos de este edificio,
además de los muros de mampostería se utilizaría de
nuevo aquí el verganazo con estructura de vigas de
roble y cubierta de teja curva.
También en el solar n º 4, donde siguieron en uso
los muros de las fases anteriores, el edificio avanzó
en profundidad hasta la muralla, al prolongarse el
medianero UE 5 hasta el fondo con el muro UE 145.
Es muy probable que el espacio trasero de la que
antaño fuera ronda fuese utilizado como bodega o
almacén, pues sería una habitación oscura sin apenas
iluminación o ventilación natural. Una evidencia de
este uso la encontramos en las UE 35-36, restos de un
troje de cebada calcinada.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
241
Instalación de una tahona intramuros tras el
incendio de 1727 (ver plano 6)
Los edificios descritos se quemaron en un incendio del cual nos quedaron no sólo abundantes evidencias materiales (UE 35, 36, 162, 134), sino también
testimonio escrito en un acta municipal. Esto nos permite fecharlo en 1727 y conocer su importancia, ya
que según parece afectó a catorce casas de la calle
Zaharra y a ocho de la calle Frankos22 •
A pesar de que el documento hace referencia a la
limpieza de los solares, en el caso que nos ocupa
parte del escombro y los restos del incendio se dejaron para elevar el nivel del suelo y fueron "reutilizados", lo que nos ha permitido conocer los materiales
empleados en los edificios quemados.
Esta catástrofe trajo importantes cambios en el
uso del espacio aunque curiosamente no debió suponer un escarmiento suficiente, pues tras ella se documentan los restos de al menos cuatro hornos de pan
de una tahona intramuros, con el peligro que esto
debía suponer para la población.
A pesar del fuego se mantuvo la secular parcelación del espacio entre los solares 2 y 4, manteniéndose el mismo muro UE 5 de división entre ellos. El
solar n º 2 no cambió demasiado en cuanto a sus compartimentaciones, pues aunque se hizo un muro
zaguero nuevo, el UE 27, éste se ubicaba exactamente sobre el 141 cuyo origen hemos situado en la Baja
Edad Media. También el muro UE 33 siguió en pie
pero en este caso asociado a los restos de la tahona.
En el solar nº 4 los muros principales continuaron
en uso, pero se hicieron algunos muretes nuevos (UE
7, 9, 156) que sirvieron para crear un pequeño habitáculo, así como alguna base para la estructura portante (UE 8).
En cualquier caso la transformación principal se
produjo en la zona zaguera pues la división entre los
dos solares hasta la muralla hecha en la fase anterior
(UE 145) quedó anulada, unificándose el espacio que
se destinó a tahona. Para ello no sólo se dejaron los
22
A.M.O.L/016, f.151 v. 1727-10-21. El incendio comenzó en una
casa de la calle Zaharra y no se pudo apagar sin que afectase a
muchas más. El alcalde decreta que se busquen carros y peones
para limpiar los suelos. Se entregarían madera en la Plaza Pública y en el Prado, supervisado por unos maestros carpinteros. En
cualquier caso en esta fecha todavía alguna de las casas mantenía
"lumbre" en el interior por lo que se dice que lo primero que
había que hacer era apagarla para que los dueños pudiesen recuperar algunas cosas como piedras, clavos, ladrillos, madera.
242
SILVIA CARGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
suelos de los edificios quemados sino que se utilizó
un potente relleno de escombro de dichos edificios
compuesto sobre todo por teja y verganazo (UE 87)
para "envolver" los hornos. Seguramente por su
carácter de material refractario cubría las bóvedas (al
menos en lo conservado de éstas) y había sido ligeramente excavado para insertar sus bases.
Se documentaron restos de al menos cuatro hornos de esta tahona así como unos agujeros en la UE
87 (UE 96 y 126) que por su forma alargada y dimensiones bien podrían ser la huella dejada por otros dos.
El primero que se excavó cuando se hicieron los sondeos fue el UE 42 situado junto a unas estructuras de
remate y refuerzo de la muralla. Era un horno de
bóveda de media naranja de la que se conservaba algo
menos de la mitad. Esta se hizo mediante la aproximación de hiladas de ladrillos macizos rotos unidos
por arcilla de fuerte tonalidad amarilla, la cual se utilizó también para rasear exteriormente la bóveda. La
base donde se colocaría el pan estaba formada por
lajas calizas de formas y tamaños irregulares y 0,10
m. de grosor que estaban trabadas por un mortero de
cal y arena de irregular consistencia.
Junto al anterior estaba el horno UE 50 que se
situaba en el centro de la estructura UE 47. Prácticamente sólo se conservaba la base y el arranque de
la bóveda, pero en este caso sí es posible conocer el
diámetro de la bóveda de 1,50 m. Por lo demás a
juzgar por lo conservado parecía de factura similar
al anterior aunque la base estaba formada por tres
lajas bastante regulares. Estos dos hornos tenían la boca al
oeste mientras que
los otros dos situados bastante próximos tenían la boca
hacia al este quedando en el centro una
zona de pasillo con
lajas en el suelo.
Excepto el 42 que
estaba a más altura,
los otros tres se situaban más o menos en la misma
cota.
El horno UE 93 tenía forma en planta de ojo de
cerradura (ver foto 3). Medía 1,90 m. de largo por
1,30 m. de ancho. La base del horno estaba compuesta por lajas calizas y areniscas que estaban a su vez
recubiertas por arcillas con cenizas. Bordeando las
lajas se empezaba a construir la pared del horno con
ladrillos trabados con mortero de cal y arena y arcilla
de color rojizo por la calcinación.
El horno UE 157 tenía también forma de cerradura antigua con dos partes bien diferenciadas, la entrada y la cámara (joto 4 ). La entrada era rectangular y
medía 0,60 m. en sentido este-oeste y 1,10 m. en sentido norte-sur, construida con ladrillo y alguna piedra
caliza. La cámara tenía planta circular de 0,47 m. de
diámetro con paredes de 0,20 m. de anchura. El suelo
de la estructura estaba hecho de ladrillos quemados y
tenía una capa de cenizas, además se pudo comprobar
que los ladrillos empleados en la bóveda eran reutilizados pues tenían restos de argamasa.
Como hemos visto todos ellos presentaban pequeñas diferencias entre sí, pero en general la factura, los
materiales empleados y la tipología era similares.
Creemos que eran para cocer pan y que todos ellos
estarían en uso al mismo tiempo, por lo tanto debían
pertenecer a una tahona que ocupaba todo este espacio zaguero al que se entraría a través del acceso del
muro UE 22 por Zaharra n º 2.
Foto 3, horno de pan UE 93,
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
243
En cuanto a la cronología de esta tahona debió
desarrollarse a lo largo de un periodo indeterminado
durante el siglo xvm, pues tenemos una cronología
post quem clara, el incendio de 1727, después del
cual se hizo y los materiales arqueológicos de los
rellenos más antiguos que cubren y amortizan los
hornos son también del siglo XVill. No hemos
encontrado sin embargo ninguna referencia documental que podamos relacionar con esta tahona.
EPOCA CONTEMPORÁNEA
En el siglo XIX se produce la apropiación del
espacio extramuros por las viviendas
(ver plano 7)
Una vez desaparecida la tahona en el siglo XIX se
volvió a dividir el espacio correspondiente al solar nº
2 y 4 hasta el fondo, hasta la muralla, mediante el
muro medianero UE 72, el cual se ubicaba exactamente sobre el trazado del que antes de existir la
tahona cumplió la misma función (UE 145). Los antiguos muros zagueros o de división con el espacio
destinado a los hornos (UE 27 Y 22) quedaron definitivamente anulados produciéndose una unificación
del espacio desde la calle hasta el fondo y siendo utilizada la muralla como muro de apoyo zaguero de los
edificios.
En ese momento se hizo también una elevación
general de la cota del suelo en ambos edificios, que
afectó sobre todo a la zona zaguera, que era la más
baja, lo cual facilitó la conservación de los restos del
periodo anterior. Este fenómeno de la elevación de
los suelos en el siglo XIX lo hemos visto también en
otros solares de Orduña y tal vez responda a una elevación paralela de la cota de las calles al realizarse
canalizaciones y adoquinados más adecuados y consistentes para un mayor tráfico.
En la zona sur del solar n º 4 se realizó un suelo de
lajas (UE 6) que se extendía desde la calle hasta el
fondo con una anchura (norte-sur) entre 1 y 2 m., perteneciente por ello seguramente a un pasillo. Estaba
formado por grandes lajas calizas de O, 10 m. de grosor.
En el solar n º 4 se mantuvo en algunos casos la
compartimentación del periodo anterior (UE 7 ,8,9/ UE
38,5,9) aunque con algunas modificaciones (UE 176/
UE 158) que parece que perseguían dividir longitudinalmente el espacio en dos. Con este último objetivo se
hicieron también en la zona delantera dos muretes de
muy mala factura que reutilizaban materiales y debieron servir de base de algún tabique (UE 150 y 165). De
hecho no sabemos si ya desde el XIX, pero sin duda sí
Foto 4. Horno de pan UE 157.
en el s. XX este edificio debió pertenecer a dos dueños
los cuales hicieron sendas escaleras (UE 63 y 64) sobre
la muralla para acceder al espacio extramuros.
EVOLUCIÓN DEL ESPACIO EXTRAMUROS
O DE PATIO
(Ver corte estratigráfico)
Durante toda la Edad Media y Moderna el espacio
situado al este de la muralla fue utilizado como vertedero o basurero. En él se localizaban cinco unidades
estratigráficas del periodo medieval (UE 83, 125,
114, 113 Y 106) además de las tres que se echaron
para rellenar el foso con el fin de construir la muralla
(UE 170, 169 y 60). Todos ellos eran rellenos o echadizos con una cronología que va desde mediados del
siglo xm al XV. La UE 169 y 170 tendían a crear una
superficie horizontal mientras que todos los demás
buzaban hacia el norte manteniendo la pendiente de
la pared sur del foso.
En el siglo XVI se excavaron parte de los rellenos
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
--·----- ---
---·~-·----
·------------
244
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
Intervención Arqueológica en Zaharra 2-4,
Urduña ·
N
Localización del solar en la villa de Urduña
Períf"'letro de segur1
SOLAR 4
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:;OLAP 2
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1
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División del solar.
Plano l.
(Superior) Plano de ubicación del solar.
(Inferior) Planta del solar Zaharra nº 2-4.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
245
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Plano 2.Plano de los restos de una instalación metalúrgica de Ja segunda mitad del siglo XIII. U.E.142 y 143 hoyas de fundición de campanas.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
246
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
L!E 5
Plano 3. Edificación del solar nº 4 hacia el siglo XIV.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA Nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
247
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Gráfico 2. Corte estratigráfico del foso extramuros.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
O.
248
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
UE33
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UE 163
Plano 4. Hacia el siglo XVI se edifica el solar nº 2 y se destruye parcialmente la muralla para adosar al exterior la estructura VE 47.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA Nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
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UE 145
UE 33
UE 141
Plano 5. Ocupación de los espacios públicos por los edificios (segunda mitad del siglo XVII-1727).
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
249
250
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
UEJ.!f7
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UE149
UE 153
UEl66
UE 163
Plano 6. Plano de la tahona tras el incendio de 1727,
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), aíio 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA Nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
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Plano 7. Plano del solar en el siglo XIX.
KOBIE (Paleoantropología n. º 27), año 2003/07
251
252
SILVIA CATIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
anteriores para hacer la zanja de cimentación (UE
103) de la estructura circular UE 47, la cual se rellenó con un echadizo de tejas (UE 101). Todavía durante los dos siglos siguientes se siguió utilizando ese
espacio como vertedero y suelo público según parece,
manteniendo los rellenos la pendiente, aunque al irse
colmatando esta iba progresivamente suavizándose.
De esta época era también una pequeña atarjea de
piedra de dirección oeste-este (UE 53, 54, 55).
Parece que la apropiación por parte de los particulares de ese ámbito público se produjo en el siglo
XIX, cuando dividieron el espacio perteneciente a los
edificios nº 2 y nº 4 mediante el muro UE 44. A partir de entonces a la zona meridional no se le debió dar
mucho uso pues sólo había un relleno de nivelación
(UE 2). El nº 4, sin embargo, fue usado como patio
para lo que se hicieron unas escaleras de acceso (UE
40) y un suelo de lajas (UE 41) que posteriormente
fue sustituido por otro superpuesto de hormigón (UE
31).
Todo este conjunto de rellenos han sido muy interesantes por la cantidad y calidad de los materiales
arqueológicos recuperados. En primer lugar, por tratarse de un basurero la muestra es en cierto modo más
completa y más acorde con la realidad que se quiere
estudiar puesto que no está sometida a las labores de
limpieza o de descarte que lógicamente se producen
en un ámbito que está siendo usado bien como
vivienda, bien como taller o lugar de trabajo. Desde
el punto de vista de los huesos parece lógico pensar
que un basurero es el sitio ideal para conocer los
hábitos de consumo. En cuanto a la cerámica e incluso el vidrio, tiene la ventaja de que normalmente,
cuando una pieza se rompe y por ello se decide prescindir de ella, se tiran todos sus fragmentos a la vez,
con lo cual es mucho más fácil reconstruir formas
cuando el material procede de un basurero que cuando proviene de rellenos de nivelación o de suelo de
un solar que ha estado edificado u ocupado. Por otra
parte cronológicamente el material de este basurero
va desde el siglo XIII hasta el XIX sin solución de
continuidad. Todas estas cuestiones han hecho que en
el estudio del material arqueológico, que se abordará
en las dos siguientes partes de este artículo, se haya
dividido el procedente del espacio extramuros del de
intramuros.
V. ESTUDIO DEL MATERIAL CERÁMICO
En esta parte vamos a analizar fundamentalmente la cerámica por ser con mucha diferencia el material más abundante, si bien también haremos alusión
a otros materiales aunque de forma concisa. No se ha
realizado un estudio profundo con análisis de pastas
u otros elementos sino que el objeto principal de este
artículo es dar a conocer las formas encontradas en el
solar. Para llevarlo a cabo se han seleccionado las
piezas más completas, y cuando no se puede reconstruir el perfil, se prefiere la parte superior, es decir, el
borde a la inferior o base, y en este último caso sólo
se elige si tiene alguna peculiaridad. En la exposición se ha dividido el material según sus ámbitos de
procedencia (extramuros e intramuros) y por siglos.
Para las descripciones y con el fin de establecer unas
tipologías se ha utilizado en el caso del sigo XIII la
tesis doctoral de José Luis Solaun Bustinza La cerámica Medieval en el País Vasco (Siglos VIII-XIII),
publicada recientemente y que nos ha servido de
gran ayuda. Para otras cronologías hemos seguido
nuestros criterios, seleccionando los términos más
habituales en la bibliografía publicada, si bien en
general hacemos referencia a otras terminologías utilizadas para describir un mismo aspecto en notas a
pie de página.
ÉPOCA MEDIEVAL
SIGLO XIII
Los primeros restos recuperados en la excavación
se remontan a mediados del siglo XIII, siendo las unidades estratigráficas 169 y 170 las que aportan los
materiales más antiguos del solar. Este depósito se
localiza extramuros y se corresponde con el nivel de
basurero de los primeros momentos de la villa. Del
material cerámico recuperado destacan las siguientes
formas:
- Escurridores: generalmente son fondos planos
con paredes divergentes que presentan una serie de
orificios circulares en el fondo 23 • (Lámina nº 1-Fig. nº
9)
- Jarro de cuerpo ovoide, largo cuello cóncavo,
borde exvasado y labio triangular (Lámina nº 1-Fig.
nº 7).
- Jarro de perfil cóncavo con borde exvasado,
labio triangular. Tiene una decoración estriada en la
cara externa. Destaca su marcado encaje interno para
tapadera24 • (Lámina nº 1-Fig. nº 6).
- Orza de cuerpo globular, cuello cóncavo, borde
continuo y labio triangular, con asa de cinta que
arranca desde el labio 25. (Lámina nº 1-Fig. nº 1).
23
24
25
Forma Escurridor 1-V de Solaun J. S.
Forma Cántaro 1-2-VI de Solaun J. S.
Forma Olla !-VI de Solaun J. S.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVAOÓN EN ZAHARRA Nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
- Orza de cuerpo bitroncocónico, diferenciado del
cuello por un marcado rebaje. Tiene borde exvasado,
labio triangular y asa de cinta que arranca desde el
labio 26 • (Lámina nº 1-Fig. nº 10).
253
vidriados en color verde, y son las cerámicas utilizadas en el primer núcleo poblacional de la Villa de
Orduña (1229-1256).
- Cuenco de paredes convexas, borde continuo y
labio triangular. Presenta una decoración estriada
consistente en dos líneas en la unión del borde con el
labio21 • (Lámina nº 1-Fig. nº 8).
- Olla de base plana, galbo ovoide, su cuello está
diferenciado del hombro por una inflexión marcada.
Borde continuo. 28 (Lámina nº 1-Fig. nº 2).
- Olla de cuello troncocónico, borde exvasado y
labio redondeado Orza 4-v. (Lámina 1-Fig. nº 4)
- Tinaja de perfil ovoide, cuello cóncavo de escaso desarrollo, borde continuo y labio triangular, con o
sin engrosar. Un ejemplar presenta un rebaje interno
para tapadera29 • (Lámina nº 1-Fig. nº 3 y 5).
- Merece la pena destacar la aparición de un recipiente vidriado en ambas caras, de color verde, la
forma es de base plana y galbo ovoide sin que se conserve el resto (Lámina nº 1-Fig. nº 11)
También se recogieron fragmentos de vidrio
correspondientes a vasos (Foto nº 5). Uno es de un
galbo divergente de borde recto y labio redondeado,
con la particularidad de que este último está tintado
en azul. El segundo fragmento de vidrio destacado es
un galbo verdoso con una decoración aplicada, consistente en hojas de agua de color rojo. Todos estos
vidrios se pueden encontrar a partir del siglo XIII. Por
sus características, formas y decoración pueden ser
de procedencia francesa. De hecho, ya en el siglo
XIII hay constancia de comerciantes vascos en Francia y Bretaña30 •
En cuanto a la cronología de este conjunto, encontramos piezas que datan de siglos anteriores y que
perduran hasta el siglo XIII, tanto en la primera mitad
como en la segunda, como son las nº 1, 2, 3, 5, 6 y 9,
mientras que las nº 4, 7 y 8 comienzan a utilizarse
desde esta centuria en adelante. El 93,5% de estos
materiales son sin vidriar y el 6,5% restantes son
26
27
28
29
30
Forma Orza 7-V de Solaun J. S.
Forma Cuenco 1-V de Solaun J. S.
Forma Olla 10-V de Solaun J. S.
Forma Tinaja 1-VI de Solaun J. S.
INCLAN GIL E.: El dinero de la mar: el comercio de la costa
vasca con Europa en los siglos XN al XVII, Bilbao, Vitoria y San
Sebastián: espacios para mercaderes, clérigos y gobernantes en
el medievo y la modernidad. 2005. Pp 17-78.
KOBIE (Paleoantropologfa n.° 27), año 2003/07
Foto nº 5. fragmentos de vasos de vidrio decorados de procedencia
francesa de mediados del siglo XIII.
Contamos con una unidad estratigráfica de la
segunda mitad del siglo XIII, la UE 83, en la que se
recogieron las siguientes cerámicas:
- Orzas de cuerpos ovoides, cuello cónico, borde
exvasado y labio triangular. Un ejemplar presenta asa
de cinta que arranca desde el hombro. Tiene una
decoración estriada31 • (Lámina nº 2-Fig. nº 5, 6, 7 y
8).
- Orza de borde recto y labio triangular con ranura interna para tapadera (Lámina nº 2-Fig. nº 4).
- Fragmento de pico vertedero con forma zoomórfica, al parecer un lobo, con vidrio verde; los
parecidos mas cercanos son las jarras de la zona de
Marsella32 (Lámina nº 2-Fig. nº 10).
- Jarra de base plana y galbo globular, con vidrio
verde en ambas caras (Lámina nº 2-Fig. nº 9).
Como hemos dicho arriba estas cerámicas hay que
situarlas en la segunda mitad del siglo XIII; tanto las
orzas, que son formas que no perduran más allá del
siglo XIII, como la jarra con pico vertedor. Así
mismo las cerámicas con vidriado verde, que no
superan un 6,9% de las cerámicas, son características
del siglo XIII33 •
Intramuros (UE 124, 142 y 143), los primeros
materiales recuperados están relacionados con la
ampliación de la villa con un segundo núcleo, a par31
32
33
Forma Orza 2-VI de Solaun J. S.
MARCHES!. H. THIRIOT J. VALLAURI L. Marseille. Les ateliers de potiers du XIII' set le quartier Sainte-Barbe (V'-XVll' s)
Paris: Editions de la Maison des Sciences de l'Homrne, 1997.
Estratigráficamente está situada sobre el nivel de la primera
mitad del siglo XIII y esta cubierta por una unidad claramente del
siglo XIV.
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
254
tir de 1256. Concretamente los restos proceden de las
unidades de amortización de los hoyos de fundición
de campanas excavados en los rellenos de colmatación del foso, por lo que se puede considerar material
residual. Aquí el material es más escaso pero la tipología es muy similar a la de extramuros. Su cronología no supera normalmente la primera mitad del siglo
XIII, aunque se pueden encontrar en la segunda mitad
del siglo como material secundario, como ocurre en
este caso. Se documentan las siguientes formas:
- Orza de cuerpo bitroncocónico, con rebaje en el
cuello, borde continuo y labio triangular'4 • (Lámina nº
2-Fig. nº 1).
- Orza de cuerpo globular, cuello cóncavo, borde
exvasado y labio triangular35 • (Lámina nº 2-Fig. nº 2).
- Vaso de base plana, galbo bitroncocónico,
borde continuo y labio redondeado 36 • (Lámina nº 2Fig. nº 3).
- Orza de pequeño tamaño de perfil ovoide, borde
recto, diferenciado del hombro por una inflexión
marcada. Tiene labio 3~riangular y presenta una ranura
interna para tapadera • (Lámina nº 2-Fig. nº 11).
- Cuenco de perfil curvo, borde continuo y labio
apuntado. Presenta estrías marcadas en la cara interna40. (Lámina 3-Fig. nº 8).
- Jarro de galbo ovoide, cuello recto, borde moldurado triangular. Tiene labio redondeado, triangular
o apuntado (estos últimos son muy escasos). La
mayoría de los ejemplares presentan decoración
estriada en la parte superior del cuerpo. Tienen un
acabado bruñido en la cara externa. A partir de este
momento nos referiremos a ella como jarro u olla de
borde moldurado pues su uso es indistintamente para
mesa como para cocina, ya que se observan huellas
de haber estado al fuego en sus paredes 41 • (Lámina 3Fig. nº 4, 5 y 7)
- Olla de perfil ovoide, cuello cóncavo, borde
exvasado y labio triangular engrosado. El asa es de
cinta con incisiones ovales. Estas piezas tienen una
decoración consistente en acanaladuras en el cuerpo,
y en el asa presenta 5 impresiones en forma de ojal42 .
(Lámina 3-Fig. nº 6)
- Olla de cuerpo globular, cuello cóncavo o recto,
borde de arista43y labio que puede ser engrosado,
redondeado o plano. A partir de aquí la denominaremos olla de borde de arista44 • (Lámina nº 3-Fig. nº
11).
SIGLO XIV.
En la zona de extramuros es donde más material se
ha recuperado por lo cual la tipología es más variada.
En la zona intramuros, sin embargo, se han recuperado pocos recipientes pertenecientes a esta época. Se
ha diferenciado entre material sin vidriar y vidriado.
Zona extramuros (UE 125),
Cerámicas sin vidriado.
Orza de perfil ovoide, cuello cóncavo, borde
exvasado, labio triangular. Presenta una decoración
estriada38 • (Lámina 3-Fig. nº 3 y Lámina 4-nº 8).
- Escurridores. Generalmente son fondos planos
con paredes divergentes, presentando una serie de
orificios en el fondo de manera circular. También presentan una costra grisácea en su interior39 • (Lámina 4Fig. nº 10).
34
35
36
37
38
Forma Orza 7-V de Solaun J. S.
Forma Orza 1-V de Solaun J. S.
Forma Vaso 1-V de Solaun J. S.
Forma Olla 10-V? de Solaun J. S.
Forma Orza 1-V de Solaun J. S.
- Orza de cuerpo ovoide, cuello cóncavo, borde
exvasado y labio triangular; un ejemplar tiene arranque de asa desde el hombro. Pueden presentar decoración estriada en el borde y en el asa incisiones ovaladas. Otro ejemplar presenta un pico vertedero.
(Lámina 4-Fig. nº 3 y 5)
- Olla de perfil ovoide, cuello cóncavo y borde
exvasado, que termina en labio triangular. Con o sin
engrosar. Presenta acanaladuras bien marcadas en el
cuerpo y el asa de algunas piezas aparecen ungulaciones ovaladas45 • (Lámina 3-fig nº 9 y Lámina 4-Fig. nº
7)
- Tinaja de perfil ovoide, cuello cóncavo, borde
continuo y labio triangular4 6 • (Lámina 4-Fig. nº 2)
39
40
41
42
43
44
45
46
Forma Escurridor 1-V de Solaun J. S.
Forma Cuenco 3-V de Solaun J. S.
Forma Jarro 7-IV a/b de Solaun J. S.
Forma Orza 1-V de Solaun J. S.
Este mismo borde otros autores lo llaman borde de pestaña. Garcia Alonso M. "La Cerámica de "El Torrejón" de las Henestrosas
de Valdeolea. Revisión y Nuevas Aportaciones". Sautuola!VI
1999 Diputación regional de Cantabria Pag 521-538.
Forma Olla 9-X de Solaun J. S.
Forma Olla 8-X de Solaun J. S.
Forma Tinaja !-VI de Solaun J. S.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA Nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
255
- Olla de perfil globular, cuello cóncavo, borde
exvasado y labio redondeado47 • (Lámina 3-Fig. nº 1y2)
cedencia también puede ser del taller de Manises 52
(Lámina 5-Fig. nº 2).
- Candil de base plana, galbo recto, borde sin
diferenciar, labio redondeado y pellizco para la
mecha. (Lámina 4-Fig. nº 9).
- Fuente de paredes bien abiertas en la que no se
diferencian el ala y labio bífido. Presenta una decoración en verde-manganeso de motivos vegetales. Este
tipo de decoración y forma son habituales en los talleres de la zona de levante, posiblemente de la zona de
Manresa o Paterna; aunque no se puede afirmar con
seguridad51 (Lámina 5-Fig. nº 4).
- Bacín de base plana, galbo troncocónico, borde
recto y labio triangular (Lámina 4-Fig. nº 12).
- Cántaro de galbo ovoide, hombros marcados,
cuello cóncavo, borde exvasado y labio triangular
con una acanaladura. Presenta una decoración estriada en la cara externa48 • (Lámina 4-Fig. nº 11).
- Cuenco con galbo carenado, borde ligeramente
exvasado y labio redondeado (Lámina 4 Fig. nº 1).
- Olla de galbo troncocónico, con rebaje en el
cuello, borde continuo y labio triangulai-19 • (Lámina 4Fig. nº 6).
- Olla de galbo globular, cuello comco, borde
exvasado y labio redondeado. (Lámina 4-Fig. nº 4).
Cerámica vidriada.
Podemos distinguir entre las piezas vidriadas y las
producciones vidriadas con decoración, que son piezas excepcionales. De estas últimas se han encontrado las siguientes:
- Cuenco/escudilla de borde recto y labio apuntado de azul-dorado. Presenta una decoración en reflejo
metálico, que puede representar piñas con un acabado
en líneas azules en la cara interna y líneas horizontales y oblicuas en la cara externa. Esta pieza puede proceder de los talleres de Manises50 (Lámina 5-Fig. nº 1).
- Cuenco de paredes en doble línea curva, borde
recto y labio redondeado. Presenta un vedrío estannífero51 en ambas caras. Tiene una decoración pintada
en azul en la cara interna que consiste en una línea
paralela al labio y luego dos líneas verticales. Su pro47
48
49
50
51
Forma Orza 1 de Solaun J. S.
Forma Cántaro 1-2-V de Solaun J. S.
Forma Olla 10-V? de Solaun J. S.
VICENT LERMA. J., MARTI. Javier, SOLER. Josefa Paz.
ESCRIBA Felisa. Mesquida. Mercedes. "Sistematización de la
loza gótica-mudéjar de Paterna/Manises". La ceramica medievale ne/ Mediterraneo Occidentale: Siena 8-12 octobre 1984,
Faenza 13 ottobre 1984. Edizione all'Insegna del Giglio. 1986,
pág 183-203.
Hemos optado por denominarlas vidriado estannífero en vez de
loza ya que para los alfareros loza es la cerámica de pastas blancas.
KOBIE (Paleoantropología
n.º 27), año 2003/07
- Cuenco de paredes divergentes, borde recto y
labio redondeado. Está vidriado en la cara interna,
donde presenta una decoración en verde-manganeso
de motivos geométricos, concretamente dos círculos
concéntricos. Esta pieza puede proceder de los talleres locales de Aragón como Zaragoza o Calatayud54 •
(Lámina 5-Fig. nº 5).
Del resto de las producciones vidriadas encontramos representadas las siguientes formas:
- Cuenco de pie anular, galbo semiesférico, borde
continuo y labio redondeado. Presenta un vidriado
melado en la cara interna. Tiene dos líneas incisas en
la cara externa. En la base presenta perforaciones,
posiblemente para colgarlo (Lámina 5-Fig. nº 10).
- Cuenco de perfiles carenados con bordes rectos y
labios redondeados. Presenta un vidriado melado en la
cara interna aunque algunas veces cubre la parte superior de la cara externa; siendo estos vidriados de color
verde o melado. Estas piezas pueden ir decoradas con
líneas incisas en la cara externa (Lámina 5-Fig. nº 6 y 8).
- Taza de cuerpo cilíndrico con arista, borde recto,
labio redondeado y asa oval. Presenta un vidriado
melado en la cara interna que cubre parte de la externa. También esta decorada con estrías en toda la
superficie55 (Lámina 5-Fig. nº 7).
- Jarra de cuello cilíndrico, borde recto y labio
redondeado, Presenta un vidriado melado en ambas
caras. Tiene una decoración consistente en líneas
incisas paralelas a una cierta distancia unas de otras
(Lámina 5-Fig. nº 14).
52
53
54
Igual nota nº 26.
RIU Manuel. Riu M. Carmen. "Medieval Catalan pottery", in
Spanish medieval ceramics in Spain and the British Isles.
Oxford: B.A.R., 1995.
Se descarto el taller de Teruel porque las producciones de dicho
taller es de mejor calidad que la que se ha recuperado en Orduña.
55
Hemos denominado a esta pieza taza pero también puede ser una
aceitera.
256
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
- Jarra de cuerpo globular, cuello cónico cilíndrico, borde recto. Presenta un rebaje diferenciando en el
cuello y el borde, y labio redondeado. Tiene un vidriado verde con irisaciones en la cara externa que cubriría la parte superior de la pieza (Lámina 5-Fig. nº 15).
- Cántaro/botijo de galbo ovoide y pitorro vertedor. Presenta un vidriado verde en la cara externa. En
la parte superior donde arranca la vertedera tiene
dibujada en un vidriado más brillante una especie de
hoja (Lámina 5-Fig. nº 13).
- Jarra de base plana, cuerpo troncocónico, con
vidriado verde y verde-melado en la cara externa.
Presenta decoración acanalada en la parte superior
del cuerpo (Lámina 5-Fig. nº 9).
- Olla de cuerpo ovoide, cuello cónico abierto, borde
con arista y labio triangular. Presenta goterones de
vidriado verde en la cara externa (Lámina 5-Fig. nº 3).
- Olla de cuerpo ovoide, cuello cilíndrico, borde
exvasado, labio engrosado triangular y asa de cinta.
Presenta un vidriado de color verde en la cara interna
(Lámina 5-Fig. nº 12).
- Plato de borde levantado en forma de "L",
vidriado estannífero por ambas caras (Lámina 5-Fig.
nº 11).
Por lo que respecta a otros materiales recuperados en esta unidad destacan agujas en bronce, clavos
de hierro, vasos y copas en vidrio.
Intramuros Se han localizado pocos niveles
correspondientes a esta época (UE 37, 105 y 135).
Entre ellos se ha recuperado una cazuela de base
plana, galbo divergente y labio triangular. (Lámina 3fig 10). Y.ollas de borde exvasado y labio triangular
(Lámina 3-fig 12).
En esta centuria se aprecia un cambio respecto a
la anterior. Ciertas producciones del siglo Xill perduran, como son las ollas y orzas, además del cuenco y del escurridor. Pero se observa una diversificación, aparecen formas nuevas, como pueden ser los
candiles, las ollas de arista y las jarras de borde moldurado. Estas dos últimas producciones serán mayoritarias en los siglos venideros en utillaje de cocina,
y en ningún caso presentaban revestimientos. El origen de las ollas de borde de arista es la Merindad de
56
SOLAUN J.L: La cerámica medieval en el País Vasco (siglos
VIII-XIII), Vitoria-Gasteiz. 2005 Pp. 375 siguientes.
Campoo56 y su distribución se hacía al parecer desde
Aguilar de Campoo hasta el camino de Santiago y de
ahí hacia Burgos y hacia Álava. La gran cantidad de
este tipo de cerámica encontrada en Orduña hace
pensar que la ruta de comercio no vendría desde
Vitoria (Camino de Santiago), sino que una vez llegado el producto a Burgos iría por el camino de
Orduña y/o Balmaseda. El otro grupo de gran porcentaje son las jarras de borde moldurado que se
atestiguan en el siglo XIII en otras áreas, pero en
Orduña es en este siglo XIV cuando se documentan
por primera vez.
En cuanto a las cerámicas vidriadas, el porcentaje respecto al siglo anterior es parecido, pero el corpus formal es mucho más variado, apareciendo una
forma curiosa como es el Cántaro/botijo. El resto de
las formas son cuencos, platos y jarras, todo servicio
de mesa. Continúan las cerámicas vidriadas en
verde, pero se documentan por primera vez el
vidriado melado y el estannífero, además de la cerámica mudéjar, piezas decoradas con reflejo metálico
pintado en azul y la vidriada estannífera pintada en
azul. Estas producciones son foráneas a la villa de
Orduña.
El cuenco de azul-dorado es una pieza probablemente del taller de Manises, con una decoración
característica de la cerámica mudéjar como son las
piñas, un estilo del grupo de Pula 57 de la primera
mitad del siglo XIV. En el cuenco de cerámica
azul, la decoración de los trazos verticales suele
ser un motivo característico también de la segunda
mitad del siglo XIV 58 , aunque podría ser algo anterior.
Por lo que respecta a las producciones de verdemanganeso, el plato es una pieza cuya decoración nos
situaría en el siglo XIV. Y se trata de una producción
cuidada, ya que el dibujo esta muy bien realizado y la
calidad del mismo es excelente. Esta pieza procede
de la zona levantina como Paterna o Manresa, inclinándonos más por la última opción debido a la calidad del dibujo 59 • La última pieza de este lote de cerámica de lujo es el cuenco de verde-manganeso, procedente de los talleres locales de Aragón, cuya cronología también es de esta centuria, ya que en este siglo
los talleres de la zona de Aragón solo vidrian sus piezas por la cara interna y su temática decorativa es
sencilla, a base de figuras geométricas60·
57
58
59
60
Igual nota nº 26.
Igual nota nº 26.
Igual notanº 29.
Igual nota nº 30.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA Nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
SIGLO XV
En este siglo continúa la gran variedad formal que
observábamos en el anterior. El material recuperado
(UE 114, 113y106) procede de la zona de extramuros y presenta las siguientes formas:
Cerámica vidriada.
257
- Jarrita cilíndrica, borde recto, labio redondeado
y asa oval. Vidriado en la cara interna. Presenta decoración de líneas incisa en la cara externa (Lámina 6Fig. nº 1).
- Plato de galbo divergente, ala marcada y pequeña, borde exvasado, labio redondeado. Presenta un
vidriado melado en la cara interna (Lámina 6-Fig. nº
13).
- Cuenco de pie anular, galbo carenado, borde
exvasado y labio redondeado, con vidriado melado en
la cara interior, pudiendo abarcar parte de la zona
superior de la cara externa. Puede presentar una decoración consistente en una o varias líneas paralelas
incisas (Lámina 6-Fig. nº 8 y 9).
- Cuenco de base plana, galbo carenado, borde
recto, labio redondeado, asa de orejeta. Presenta un
vidriado melado en la cara interna (Lámina 6-Fig. nº
11).
- Jarra de cuerpo globular, borde exvasado, labio
engrosado plano. Presenta una decoración consistente en tres líneas incisas paralelas. Tiene un vidriado
melado, con tacto rugoso en la cara interna (Lámina
6-Fig. nº 3).
- Plato de base de pie anular, galbo semiesférico
y ala pequeña bien marcada. Tiene un vidriado melado en la cara interna. Presenta una perforación en el
pie (Lámina 6-Fig. nº 5).
- Cuenco de perfil carenado, borde exvasado y
labio redondeado. Presenta una decoración en verdemanganeso de motivos geométricos simples en la
cara interna (Lámina 6-Fig. nº 7).
- Cuenco esférico, borde continuo y labio redondeado. Presenta una decoración de verde-manganeso
consistente en motivos geométricos.61 (Lámina 6-Fig.
nº 6).
- Platos de galbo divergente, ala ancha bien marcada, borde exvasado y labio redondeado. Presenta
un vidriado verde o melado en la cara interna, con
decoración impresa (Lámina 6-Fig. nº 15 y 17).
- Plato de base cóncava, galbo divergente, ala
marcada, borde exvasado y labio redondeado. Vidriado melado en la cara interna (Lámina 6-Fig. nº 14).
61
Estas dos piezas también pueden proceder de los talleres locales
de Aragón, como nos hemos referido anteriormente.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
- Jarra de borde exvasado y labio engrosado triangular. Asa de cinta. Tiene un vidriado verde en la cara
interna (Lámina 6-Fig. nº 2).
- Plato de galbo divergente, gran ala marcada,
borde exvasado y labio redondeado. Tiene un vidriado estannífero en la cara interna Decoración de acanaladuras en la parte externa (Lámina 6-Fig. nº 12).
- Cuenco semiesférico borde continuo, labio
redondeado y asa de orejeta. Vidriado estannífero en
ambas caras. Presenta una decoración en el asa pintada en azul consistente en un corazón con punto central (Lámina 6-Fig. nº 10).
- Taza de galbo recto, borde continuo, labio
redondeado y asas ovales. Tiene un vidriado verde en
la cara externa y melado en la interna (Lámina 6-Fig.
nº 4).
- Pequeño cuenco de base plana, galbo con carena baja, borde continuo y labio redondeado. Tiene un
vidriado estannífero en la cara interna (Lámina 7-Fig.
nº 7).
Cerámica sin vidriado.
-Tinaja de cuello cóncavo, borde continuo y labio
triangular (Lámina 7-Fig. nº 2).
- Olla de cuerpo globular, cuello cóncavo o recto,
borde de arista, labio que puede ser engrosado, redondeado o plano y asa de cinta que arranca desde el
labio (Lámina 7 -Fig. nº 5 y 6).
- Jarro de galbo ovoide, cuello recto, borde moldurado. Tiene labio redondeado, triangular o apuntado (estos últimos son muy escasos), asa de cinta que
arranca desde el labio. Pueden presentar una decoración estriada en la parte superior del cuerpo (Lámina
7-Fig. nº 3 y 4 Jarro 7-IV a/6).
Por lo que respecta a otros materiales. aparecen
copas, vasos, cuencos en vidrio y tulipas de lámparas;
clavos en hierro.
258
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
En esta centuria desaparecen formas como el
cuenco, bacín, tinajas, ollas, cuenco carenado sin
vidriar, y escurridores. Entre la cerámica vidriada
desaparece el reflejo metálico. Hay otras formas que
no se documentan, como el candil, pero ello no implica una desaparición de la tipología sino, probablemente que no se han recuperado fragmentos cerámicos de estas tipologías.
Cerámicas vidriadas.
Perduran los cuencos carenados vidriados en el
interior, la jarrita carenada, la olla de labio triangular engrosado y los platos. En estos últimos se ve
una mayor variedad formal que en el siglo XIV, con
el ala más o menos ancha, de mayor o menor diámetro. Algunos ejemplares exhiben una decoración
estampillada, consistente en árboles y/o palmas
estilizados. También se recuperan fragmentos de
verde-manganeso, porque aunque su producción se
centre en el siglo XIV, pueden perdurar en el siglo
XV. Así sucede en este caso y pueden proceder de
talleres locales de Aragón como en la centuria pasada. Por último, mencionamos una pieza de cerámica estannífera pintada en azul, se trata de un cuenco con asa de orejeta, la decoración consiste en un
corazón con punto central. Este tipo de cerámica es
probablemente de la zona del Levante, concretamente de Manises 62 • Nuevas formas son la taza con
dos asas y el cuenco de orejeta, porque en la centuria pasada los cuencos no presentabas este tipo de
apéndice.
- Cuenco de pequeño o gran tamaño, de base ligeramente cóncava, galbo esférico, borde continuo y
labio redondeado y apuntado. Un ejemplar presenta
un asa de orejeta con forma lobulada. Presenta un
vidriado estannífero en ambas caras o en la interna
(Lámina 8-Fig. nº 2).
Entre las cerámicas sin vidriar las dos únicas formas documentadas son el jarro de borde moldurado y
la olla de borde moldurado; formas claramente utilizadas en la cocina que . desbancan a las otras. Aparece un fragmento de tinaja de cronología más vieja, del
siglo XIII-XIV, pero es un ejemplar residual.
ÉPOCA MODERNA
SIGLO XVI
En esta centuria se documenta con respecto a los
siglos precedentes en los dos ámbitos (extramuros e
intramuros) una disminución tanto de las formas
cerámicas como de la cantidad de fragmentos recuperados.
Extramuros Sólo una unidad se encuentra en la
zona de extramuros (UE 101)
62
Los paralelos que se han encontrado son en la zona de Toscaza.
- Cuenco de pequeño o gran tamaño, de base ligeramente cóncava, galbo carenado (alta o baja carena),
borde continuo y labio redondeado. El vidriado
estannífero lo tiene en ambas caras o solo en la interna. Un ejemplar presenta una aspa incisa en el fondo
(Lámina 8-Fig. nº 1).
- Plato de base ligeramente cóncava, baja altura y
gran diámetro. El galbo es divergente, el ala ancha
bien marcada, el borde exvasado o plano y el labio
redondeado. Presentan un vidriado estannífero en
ambas caras o, solamente en la cara interna. Hay un
ejemplar con vidriado verde en la cara interna (Lámina 8-Fig. nº 5).
- Jarra de gran cuello cilíndrico comco, borde
continuo y labio redondeado. Presenta un pico vertedor en forma de "U". Tiene un vidriado estannífero
en ambas caras (Lámina 8-Fig. nº 7).
- Plato de pie anular, galbo divergente, ala ancha
bien marcada, borde exvasado y labio redondeado.
Presenta un vidriado verde en la cara interna y una
decoración de líneas incisas también en la cara interna. Por su altura, mayor que los otros platos, puede
tratarse de una fuente, (Lámina 8-Fig. nº 6).
- Cuenco de galbo carenado, borde recto, labio
redondeado. Presenta un vidriado melado en la cara
interna (Lámina 8-Fig. nº 3).
- Jarra de base plana con una pequeña arista y
galbo globular. Presenta un vidriado melado en la
cara interna (Lámina 8-Fig. nº 8).
- Jarra de cuello cilíndrico, borde ligeramente
exvasado y labio plano. Está vidriado de color verde
en ambas caras. Presenta una decoración de una línea
incisa entre el borde y el labio. También tiene una
perforación en el cuello (Lámina 8-Fig. nº 4).
Con respecto a la cerámica sin vidriar siguen
apareciendo las ollas de borde de arista.
Entre otros materiales se han recuperado un
dedal en bronce, así como copas, vasos y cuencos en
vidrio.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA Nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
Intramuros (UE 112).
- Pequeño cuenco de base cóncava, galbo exvasado, labio continuo y labio redondeado. Presenta el
arranque de un asa de orejeta. Lleva un vidriado
estannífero en ambas caras (Lámina 8-Fig. nº 10).
- Vaso de galbo cilíndrico, borde continuo, y labio
redondeado. Tiene un vidriado estannífero en ambas
caras. Tiene una decoración consistente en una línea
incisa en la cara externa (Lámina 8-Fig. nº 9).
En este siglo se aprecia una progresiva disminución del vidriado melado y verde reemplazado por un
vidriado estannífero. Las piezas sin vidriar también
disminuyen aunque siguen apareciendo las ollas de
borde de arista y jarras de borde moldurado.
En cuanto a piezas refinadas, como la de vidriado
estannífero pintado en azul, reflejo metálico, o la
cerámica mudéjar, desaparecen del panorama tipológico de la Ciudad de Orduña. Es curioso que al menos
que en este solar no aparezcan materiales ricos como
el reflejo metálico, más si cabe siendo Orduña puerto
de Castilla.
Aparecen formas nuevas: una jarra con el pico
vertedor en forma de "U", posiblemente para sustancias de mayor densidad que el agua, como miel o chocolate. Hay otra jarra de mayores dimensiones, pero
al no presentar perfil completo no podemos decir más
acerca de ella. También se recuperaron fragmentos de
cerámica tipo zamorana, pero al no tener una forma
reconocible no se ha incluido.
Resumiendo se puede decir que en este siglo las
formas se reducen mayoritariamente a dos: cuencos y
platos, todo ello servicio de mesa, con algún que otro
recipiente auxiliar como jarras.
SIGLO XVII
En esta centuria hay un aumento del material
recuperado además de un incremento en la variedad
de las piezas
Extramuros (UE 80):
Cerámicas vidriadas.
- Cuenco de pequeño o mediano tamaño, con base
plano u/o pie anular, galbo carenado, borde continuo
y labio redondeado. Puede presentar asa de orejeta de
forma triangular o polilobulada. Un ejemplar tiene un
asa aplastada. Tiene vidriado estannífero en la cara
interna (Lámina 9-Fig. nº 2, 3 y 5).
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
259
- Cuenco de base ligeramente cóncava, galbo esférico, borde continuo y labio redondeado. Un ejemplar
presenta un asa de orejeta con una decoración en relieve de una flor de lis. También presenta una decoración
consistente en una línea incisa en la cara externa. El
vidriado estannífero lo tiene en ambas caras o en la
interna (Lámina 9-Fig. nº 1, 8 y 9).
- Plato de base ligeramente cóncava, de altura
variable y gran diámetro. Tiene el galbo divergente,
el ala ancha y bien marcada, borde exvasado o plano
y labio redondeado. Presentan un vidriado
estannífero en ambas caras o en la cara interna. Hay
un ejemplar con vidriado melado en la cara interna
(Lámina 9-Fig. nº 4).
- Bote de farmacia de base de pie de galleta, galbo
cilíndrico ligeramente abierto 63 • Tiene un vidriado
estannífero en ambas caras. (Lámina 9-Fig. nº 12).
- Jarrón de pie de copa, galbo cilíndrico abierto.
Presenta el arranque de un asa y un vidriado
estannífero (Lámina 10-Fig. nº 1).
- Taza de galbo cilíndrico, borde continuo y labio
redondeado. Presenta un asa oval. El vidriado
estannífero está en la cara interna (Lámina 9-Fig. nº 10).
- Tazón de galbo carenado, borde exvasado y
labio redondeado. Tiene un asa oval. Vidriado melado en la cara interna (Lámina 9-Fig. nº 6).
- Escudilla/plato64 de base de pie anular, galbo
cóncavo, ala marcada, borde exvasado y labio redondeado. Presenta un vidriado melado en la cara interna
(Lámina 10-Fig. nº 11).
- Cuenco de base de pie anular, galbo carenado,
borde ligeramente exvasado y labio apuntado. Presenta un vidriado melado en la cara interna y verde en
la externa. (Lámina nº 10-Fig nº 8).
- Jarra de base plana, galbo ovoide, cuello cilíndrico, borde exvasado y labio redondeado, con un
pequeño rebaje en la cara externa. Presenta un asa de
forma oval. Tiene una serie de líneas incisas a modo
de decoración. Está vidriada en la cara interna y parte
63
64
En intramuros se ha recuperado fragmentos de tapas que pueden
corresponder a este tipo de recipientes.
Esta forma se documenta en la excavación realizada en "couvent
des feuillantines" en Paris de finales del siglo XVII a comienzos
del siglo XVIII. REVOIRE. Fabienne" Un emsemble céremique
provenant du counvent des feuillantines (75005- Paris) de la fi du
XVII' siecle et du début du XVIII' siécle. In Revue archéologique de Picardie nº 3/4 2004 Ed Service régional de l'archéologie.
260
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
de la externa con un vidriado verde oscuro (Lámina
10-Fig. nº 9).
- Pieza singular es el galbo de un recipiente, posiblemente de una jarra, que tiene representada en relieve una cara humana. Presenta un vidriado estannífero
con algunos rasgos faciales pintados en verde como
los ojos, boca, cejas, barba (Lámina 9-Fig. nº 11).
- Gran recipiente de galbo cónico abierto, borde
recto diferenciado del galbo por una arista y labio
engrosado plano. Presenta un pico vertedor en forma
de "U". Tiene un vidriado de color verde-amarillo
(Lámina 9-Fig. nº 7).
- Frutero de pie anular, galbo semiesférico, borde
continuo y labio plano con una incisión para tapadera. Tiene un vidriado estannífero en ambas caras. Presenta una decoración consistente en líneas incisas en
el borde (Lámina 10-Fig. nº 10).
Cerámica sin vidriar.
Las formas mas frecuentes siguen siendo la olla de
borde de arista (Lámina 10-Fig. nº 3) y el jarro de borde
moldurado (Lámina 10-fig nº 2). De la primera forma
su número sigue siendo considerable mientras que el
jarro va disminuyendo su presencia en este siglo.
Entre los otros materiales se ha recuperado un
dedal en bronce, botella, copas y vasos en vidrio y
clavos en hierro.
Intramuros (UE 54, 97, 102, 118 y 121)
Cerámicas vidriadas.
- Cuenco de galbo carenado, borde continuo y
labio redondeado. Puede presentar un asa de orejeta
con forma. triangular o asa aplastada. Vidriado
estannífero en la cara interna. Un cuenco está vidriado
en blanco y pintado en verde (Lámina 10-Fig. nº 4 y 6).
- Cuenco de galbo esférico, borde continuo y
labio redondeado. Tiene un vidriado estannífero en
ambas caras. (Lámina 10-Fig. nº 5).
Cerámicas sin vidriar
- Olla con borde de arista.
- Olla de borde recto y labio engrosado triangular65 (Lámina 10-Fig. nº 7).
En cuanto a cronología podemos decir que las formas de estas unidades son más de la segunda mitad
del siglo XVII, e incluso perduran a comienzos del
siglo XVIII, como es el caso de la escudilla/plato, la
jarra, la taza y el gran recipiente con pico vertedor, ya
que estas formas se encuentran en niveles de la centuria siguiente. El vidriado primordial es el estannífero, aunque no han desaparecido totalmente piezas
vidriadas en otras tonalidades como el verde y el
melado.
Se observa una recuperación en la variedad formal
con respecto al siglo XVI. Las formas principales
siguen siendo el cuenco y el plato. De los primeros
varían poco, aunque empiezan a aparecer piezas con
asa de orejetas decoradas en relieve que serán más
características del siglo XVIII. En cuanto a los platos
comienzan a predominar los vidriados por ambas
caras respecto a los de la interna.
Junto a estas piezas de mesa aparecen otras piezas auxiliares, como la jarra para líquidos (posiblemente de servir agua o vino), y pequeños recipientes
como son el tazón, la taza y el frutero. Posiblemente
las piezas sin vidriar, como la olla y el jarro, serían
útiles de cocina. El gran recipiente con vertedera en
forma de "U" se utilizaría para elementos densos utilizados en la cocina como miel o fluidos similares.
Junto a este menaje de cocina y mesa aparecen
otras piezas como el jarrón y el bote de farmacopea;
así como una pieza decorativa: una jarra con una cara
humana en relieve. También es destacable que la
cerámica tan común como la serie tricolor u orla castellana no sea tan abundante aquí como en otros solares excavados en la Ciudad de Orduña66 .
SIGLO XVIII
En esta centuria hay un mayor número de recipientes, sobre todo, decorados en azul, tanto en intramuros como en extramuros.
Extramuros En esta última zona se documentan
dos unidades. La UE 82, que se puede datar en la primera mitad del siglo, encontrándose piezas en desuso
como la olla de borde de arista y cuencos de orla castellana. En esta unidad aparecen muy poco las piezas
vidriadas con estaño pintadas en azul, por lo que es
un indicio de su cronología inicial del siglo XVIII.
66
65
Este tipo de piezas con muchos desgrasantes micáceos son denominadas cerámicas tipo "zamorana".
La excavación realizada por Silvia Cajigas en Harategi nº 11 ha
proporcionado bastante material de este tipo, y constituye la
excavación de Orduña con más material de estas características.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA Nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
La UE 43 se puede datar a mediados del siglo xvm,
es posible que esta unidad esté formada con la limpieza
parcial de los solares tras el incendio sufrido en 1727, ya
que se recuperan formas en desuso como la olla de
borde de arista o los cuencos con orla castellana. Aquí
las cerámicas de serie azul son más abundantes.
Cerámicas Vidriadas
- Plato de gran dimensión de base cóncava, galbo
semiesférico con ala ancha y marcado y labio redondeado. Tiene un vidriado estannífero en ambas caras
y presenta una decoración pintada en azul consistente en dobles "S" (Lámina 11-Fig. nº 5).
- Cuenco de base de pie, galbo semiesférico,
borde exvasado y labio redondeado. Tiene un
vidriado estannífero en ambas caras y presenta una
decoración de flor de lis enmarcada en un círculo en
el fondo de la pieza y una orla en el borde pintado en
azul (Lámina 11-Fig. nº 6.)
- Platos de galbo divergente, ala ancha sin marcar
y labio redondeado. Tienen un vidriado estannífero
en ambas caras y la decoración es a base de cenefa en
al ala pintada en azul. Los motivos decorativos son de
doble "S", vegetales, etc. (Lámina 11-Fig. nº 2.).
- Plato de base ligeramente cóncava, baja altura y
gran diámetro. El galbo es divergente, el ala es ancha
y bien marcada. Tiene además borde exvasado o continuo y labio redondeado. Están vidriados en blanco
en ambas caras. Un ejemplar tiene el galbo cóncavo
(Lámina 11-Fig. nº 10).
- Cuenco. Se reconocen 4 variantes:
a) Cuenco de base cóncava, galbo semiesférico,
borde exvasado y labio redondeado. Tiene
vidriado estannífero en la cara interna (Lámina
12-Fig. nº 1).
b) Cuenco de base cóncava, galbo carenado, borde
continuo y labio redondeado o apuntado. Tiene un
vidriado estannífero en la cara interna y presenta
en algunos ejemplares, asas de orejetas triangulares, trilobulares, polilobulares o asa aplastada
(Lámina 11-Fig. nº 1).
c) Pequeño cuenco de base pie anular, galbo semiesférico, borde continuo y labio redondeado; algunas piezas tienen asa de orejeta. Presenta vidriado
estannífero en ambas caras y una decoración consistente en líneas incisas en la cara externa (Lámina 11-Fig. nº 7 y 8).
d) Cuenco con pie anular, galbo carenado, borde
continuo y labio redondeado. Algunos ejemplares
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
261
presentan sendos agujeros en el pie. Tiene un
vidriado melado en la cara interna (Lámina 12Fig. nº 5).
- Plato de pie anular, galbo divergente, ala ancha
y marcada, borde plano y labio redondeado. Presenta
un vidriado melado en la cara interna (Lámina 12Fig. nº 7).
- Jarra de galbo globular, borde exvasado y labio
triangular. Presenta una serie de estrías en la cara
externa a modo de decoración. Tiene un vidriado
melado en ambas caras (Lámina 12-Fig. nº 9).
- Frutero con galbo semiesférico, bode continuo y
labio plano con una incisión para tapadera. Tiene un
vidriado estannífero en ambas caras. Presenta una
decoración consistente en líneas incisa en el borde
(Lámina 12-Fig. nº 3).
- Bote de farmacia de base de pie de galleta, galbo
cilíndrico. Tiene un vidriado estannífero en la cara
externa (Lámina 12-Fig. nº 6).
- Taza de base plana, galbo con carena baja, borde
recto, labio redondeado y asa oval. Tiene un vidriado
estannífero en la cara interna y parte de la externa.
Presenta una serie de líneas incisa a modo de decoración (Lámina 11-Fig. nº 12).
- Pequeño bacín de galbo carenado, borde plano y
labio redondeado. Tiene un vidriado estannífero en
ambas caras (Lámina 11-Fig. nº 10).
- Olla de galbo globular, borde envasado, labio
redondeado y asa oval. Tiene un vidriado melado en
ambas caras y líneas incisas a modo de decoración
(Lámina 12-Fig. nº 2).
- Pequeño platito de base plana, galvo cóncavo,
borde continuo y labio redondeado. Tiene un vidriado melado en ambas caras (Lámina 11-Fig. nº 3).
- Jarra de base plana y galbo globular. Tiene un
vidriado melado en la cara interna y parte de la externa. Presenta estrías en la cara externa (Lámina 11Fig. nº 13).
- Vaso de galbo cilíndrico, borde continuo y labio
plano. Presenta un vidriado melado en la cara interna
(Lámina 11-Fig. nº 14).
- Taza de galbo exvasado ligeramente abierto,
borde continuo y labio redondeado. Tiene un vidriado estannífero en ambas caras y presenta una decora-
262
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
ción pintada en azul consistente en una línea en el
labio en ambas caras (Lámina 11-Fig. nº 4).
-Tapadera plana con asa oval (Lámina 12-Fig. nº
11).
:. . . Bacín de galbo divergente, borde exvasado y
labio plano. Tiene un vidriado estannífero o verde en
ambas caras. Presenta un aplique decorativo vertical
(Lámina 12-Fig. nº 4).
Intramuros (UE 20, 81, 82, 84 y 111):
Cerámicas Vzdriadas:
- Cuenco de base cóncava o pie anular, galbo
semiesférico, borde exvasado y labio redondeado.
Presenta asas de orejeta trilobuladas. Tiene una línea
a modo decorativo en la cara externa. y un vidriado
estannífero en ambas caras. Algunos ejemplares presentan el vidriado quemado a consecuencia del incendio (Lámina 13-Fig. nº 6 y 10).
- Plato de base cóncava, galbo divergente, ala
estrecha sin marcar, borde exvasado y labio redondeado. Tiene un vidriado estannífero en ambas caras.
Presenta una decoración pintada en azul, en el ala o
en el fondo del plato, los motivos son vegetales. Un
ejemplar casi completo presenta una decoración en
azul consistente en una hoja de palma, con círculos
concéntricos67 (Lámina 13-Fig. nº 1 y 3).
- Plato de galbo divergente, ala estrecha marcada, borde exvasado y labio redondeado. Tiene un
vidriado estannífero en ambas caras (Lámina 13 Fig. nº 8).
Foto nº 6. Fuente de Cream Ware con decoración chinesca.
- Jarra de galbo globular, borde exvasado y labio
engrosado redondeado. Tiene un vidriado estannífero
en ambas caras (Lámina 11-Fig. nº 15).
- Fuente de Creara Ware (también llamada Pseudo-porcelana inglesa), de pie anular, galbo semiesférico, borde continuo y labio redondeado. Tiene una
decoración chinesca, pintada en azul, en ambas caras.
Por las características de esta pieza y por el contexto
donde apareció consideramos que puede ser una
importación, sin poder precisar más su origen. (Foto
nº 6).
- Gran recipiente de pie anular, galbo troncocónico abierto, borde recto diferenciado del galbo por una
arista y labio engrosado plano. Presenta un pico vertedor en forma de "U". Tiene un vidriado melado o
verde, además de unas estrías a modo decorativo en
la cara externa (Lámina 12-Fig. nº 10).
Cerámicas sin vidriar.
- Olla de cerámica tipo zamorana de borde recto
ligeramente envasado y labio engrasado plano (Lámina 11-Fig. nº 9).
- Plato de galbo divergente, ala ancha marcada,
borde exvasado y labio redondeado. Tiene un
vidriado estannífero en ambas caras. Presenta una
decoración pintada en azul en el ala consistente en
motivos geométricos (Lámina 13-Fig. nº 5).
- Cuenco de galbo semiesférico, borde continuo y
labio redondeado. Tiene un vidriado estannífero en
ambas caras. Presenta una decoración pintada en azul
en ambas caras, consistente en motivos vegetales y S
(Lámina 13-Fig. nº 2).
- Plato hondo de base plana, galbo troconcónico,
ala sin marcar, borde exvasado y labio redondeado.
Presenta un vidriado de color marrón claro en la cara
interna (Lámina 13-Fig. nº 9).
- Plato de Creara Ware68 , base de pie anular, galbo
divergente, ala ancha marcada, borde exvasado y labio
67
68
Platos como este se han encontrado en la excavación de la iglesia parroquial de San Andrés de Cameros. "Hallazgos de un conjunto cerámico en la iglesia parroquial de San Andrés de Cameros" en Estrato nº 9. 1998. ed Gobierno de la Rioja. Consejería
de Educación, Cultura, Juventud y Deporte. Pág. 71-78.
Esta pieza es idéntica tanto en manufactura como motivos decorativos a fuente encontrada en extramuros.
KOBIE (Paleoantropologfa n.º 27), afio 2003/07
\
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA Nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS.
263
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
redondeado. Presenta una decoración chinesca de
motivos vegetales y florales muy parecido a la fuente
anteriormente mencionada. (Lámina 13-Fig. nº 4).
- Jarrita de galbo globular, cuello cilíndrico, borde
recto, labio redondeado y asa oval. Presenta un vidriado melado en la cara interna (Lámina 13-Fig. nº 7).
tricos, y los fondos con motivos vegetales, como es el
caso del plato con hoja de palma o motivos geométricos. En relación con este tipo de cerámica se documenta por primera vez la Cream Ware u/o imitaciones; los ejemplares que se recuperaron son un plato y
una fuente con motivos decorativos chinescos.
- Tapadera de galbo semiesférico, borde recto
ligeramente envasado y labio redondeado. Entre el
borde y el galbo presenta un entrante para encajar
bien en el bote y hacer de tope. Presenta un vidriado
melado en la cara externa (Lámina 13-Fig. nº 11).
Cerámicas sí11 vidriar
- Olla tipo zamorana, de borde envasado y labio
triangular (Lámina 13-Fig. nº 12).
También se recuperaron fragmentos de ollas de
arista, pero se trata ya de material residual. Esto
puede deberse a que el solar sufrió un incendio, y en
las labores de limpieza y reconstrucción del mismo
debieron de alterar niveles anteriores, mezclándose el
material. Esa es la causa de que se haya recogido
cerámicas medievales, cerámica de imitación de
Talavera, etc.
Merece una mención aparte un fragmento de una
copa ática del siglo V a. C. (Foto nº 7) Probablemente una antigüedad traída por algún anticuario de
Orduña69 •
Resumiendo podemos decir que en esta centuria
las formas de mesa perduran de siglos anteriores,
como los cuencos en todas sus variedades. Los platos
son de la misma factura, aunque aparecen aquí algunos con el galbo cóncavo, si bien en un porcentaje
bajo. Otra forma que se repite es la taza, así como el
gran recipiente con vertedera en fonna de "U". En
cuanto a recipientes de otros ámbitos que no son el de
mesa, se sigue manteniendo el bote de farmacopea.
Las formas que no aparecen son: la pieza singular
con una cara en relieve, el jarrón, la taza pequeña y
cuencos vidriados en blanco pintados en verde, que
son sustituidos por las cerámicas vidriadas en blanco
pintadas en azul. En este siglo XVIII aparece en gran
cantidad este último tipo de cerámica, que está en relación con la serie azul, muy profusa en los principales
centros alfareros como Manises y Talavera. Los motivos principales son orlas vegetales o de trazos geomé69
Agradecemos a Julio Nuñez su ayuda desinteresada a la hora de
clasificar esta pieza.
KOBIE (Pale~ntropologla n.º 27). año 2003/07
Foto nº 7 Fragmento de copa ática del siglo V a.C hnllnda en uno de
los depósitos del basurero del siglo XVUI.
Respecto a la cerámica sin vidriar sólo aparecen
de manera residual las ollas de borde de arista, mientras que los jarros/ollas de borde moldurado han desaparecido completamente.
Además del material cerámico se recuperaron
tanto intramuros como extramuros otros materiales.
como vasos, copas y botellas en vidrio, así como clavos en hierro.
SIGLO XIX
En este siglo se colmata la zona del basurero
extramuros y hay una mayor actividad remodeladora
dentro de los solares.
Extramuros (UE 2, 32, 77).
Cerámicas vidriadas
- Cuenco de galbo carenado, borde exvasado y
labio redondeado. Tiene un vidriado estannífero en
ambas caras (Lámina 14-Fig. nº 1).
- Cuenco de galbo carenado, borde exvasado y
labio redondeado. Tiene un vidriado estannífero en la
cara interna. Un ejemplar tiene un asa en forma de
botón (Lámina 14-Fig. nº 2).
264
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
- Cuenco de grandes dimensiones de galbo cóncavo,
borde continuo y labio redondeado. Presenta un vidriado
estannífero en ambas caras (Lámina 14-Fig. nº 3).
- Cuenco de galbo carenado, borde exvasado y
labio redondeado. Tiene un vidriado estannífero en la
cara interna (Lámina 14-Fig. nº 15).
- Plato de base cóncava, galbo exvasado ligeramente cóncavo, ala ancha marcada, borde exvasado y
labio redondeado. Presenta un vidriado estannífero en
la cara interna (Lámina 14-Fig. nº 9).
- Plato de base pie anular, galbo divergente, ala
ancha y marcado, borde exvasado y labio plano. Presenta un vidriado estannífero en ambas caras. La
forma de este plato no es circular, sino que el borde
presenta ángulos formando una figura geométrica
(Lámina 14-Fig. nº 16).
- Bacín de galbo cónico, borde plano y labio
redondeado. Presenta un vidriado estannífero en la
cara interna. Algunos ejemplares están pintados en
verde (Lámina 14-Fig. nº 4).
- Gran recipiente de galbo cónico, borde plano y
labio redondeado. Presenta un vidriado estannífero en
la cara interna (Lámina 14-Fig. nº 7).
- Olla de cuerpo globular, cuello cónico, borde
recto ligeramente exvasado y labio redondeado. Tiene
una decoración consistente en una línea incisa en el
borde. Presenta un vidriado estannífero en la cara
interna y marrón en la externa (Lámina 14-Fig. nº 10).
- Gran recipiente, probablemente una tinaja de
borde engrosado triangular y labio redondeado.
Presenta un vidriado de color marrón en la cara
interna y en el borde en la cara externa (Lámina 14Fig. nº 14).
- Plato de galbo exvasado ligeramente cóncavo,
ala ancha marcada, borde exvasado y labio redondeado. Presenta un vidriado estannífero en la cara interna y tiene una línea pintada en verde en el labio
(Lámina 14-Fig. nº 6).
- Plato de base plana, galbo exvasado, sin ala
marcada, borde exvasado y labio redondeado. Presenta un espeso vidriado estannífero y tiene una decoración consistente en 5 círculos concéntricos en rosa y
azul (Lámina 13-Fig. nº 17).
- Botella de base plana, galbo recto. Esta pieza
está realizada en gres (Lámina 14-Fig. nº 18).
Imitaciones de Cream Ware y Porcelana.
Imitaciones de Cream Ware 70 y Porcelana.
- Plato de porcelana de galbo divergente, ala
estrecha y marcada, borde exvasado y labio redondeado (Lámina 14-Fig. nº 16).
- Taza de porcelana, de base cóncava, galbo recto
ligeramente exvasado, borde continuo, labio redondeado y asa ovalada (Lámina 14-Fig. nº 12).
- Orinal de Cream Ware, de galbo globular, cuello cilíndrico, borde plano y labio redondeado (Lámina 14-Fig. nº 17).
- Salsera de porcelana, presenta una base cóncava, galbo recto, borde recto y labio redondeado
(Lámina 14-Fig. nº 11).
En conjunto vemos que continúa el predominio de
las cerámicas de mesa: tanto los cuencos como los
platos, también hay vajilla auxiliar como la jarra y
bacín. Y se documentan grandes recipientes como
son la tinaja y la botella en gres. Toda esta cerámica
está vidriada en una o ambas caras. Por lo que respecta a las decoraciones, aparecen motivos geométricos
y vegetales pintados en verde. Tanto las producciones
vidriadas, sobre todo cuencos y platos, como las producciones pintadas en verde, pueden proceder del
taller encontrado en Transantiago71 , donde se documentaron las mismas formas de cuencos, platos y los
motivos decorativos.
Intramuros (UE 25, 152, 157 y 165).
Aquí la actividad, como hemos dicho antes, es
mayor y las reformas más acentuadas. El material
recuperado es el siguiente:
Cerámica vidriada.
- Cuenco de base pie macizo, galbo semiesférico.
Presenta un vidriado estannífero en la cara interna
(Lámina 14-Fig. nº 8).
71
70
Hemos optado por utilizar el término de Cream Ware, ya que la
bibliografía reciente es el término más utilizado, aunque para los
alfareros es Loza.
Excavación realizada por Silvia Cajigas donde se excavaron
parte de las instalaciones de un alfar de época contemporánea
situado extramuros de la villa de Orduña, muy próximo a Zaharra.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA Nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
265
SIGLO
XIII
SIGLO
XIV
SIGLO
XV
SIGLO
XVI
SIGLO
XVII
SIGLO
XVIII
93'5%
30'4%
2'54%
0'87%
2'7%
-
Ollas de borde de Arista
-
21'8%
39'7%
48'68%
23'54%
8'77%
Jarras de borde moldurado
-
41%
23'05%
-
2'3%
-
6'5%
5'3%
21'42%
13'15%
14,3%
24'26%
C. vidriada estannífera
-
0'2%
10'61%
37'28%
55,63%
56'93%
C. estannífera pintada en azul
-
0'2%
0'21%
-
-
4'97%
C. estannífera pintada en verde
-
-
-
-
0'34%
-
Cerámica Mudejar
-
0'8%
0'42%
-
-
-
Reflejos metálicos
-
0'2%
-
-
-
-
Cerámica tipo zamorana
-
-
-
-
1'02%
4'97%
Porcelana/Cream Ware
-
-
-
-
-
0'58%
Cerámica Medieval72
Cerámica vidriada
Cuadro de los porcentajes de los diferentes tipos cerámicos entre el siglo XIII y XVIII.
El menaje en porcelana se concentra sobre todo en
tazas de café, platos y orinales, apareciendo en baja
proporción otras formas como la salsera.
Conclusiones
Queremos agradecer la colaboración de Sergio
Escribano, quien estudiará este material cerámico
más a fondo, haciendo análisis de pastas, como parte
de su Tesis doctoral.
A modo de conclusión vemos en el cuadro los
porcentajes de las diferentes cerámicas entre los
siglos XIII y XVIII. En primer lugar podemos observar como la cerámica medieval pasa de ser la cerámica mayoritaria en el siglo XIII, para ir descendiendo su porcentaje hasta quedar reducida a cerámica
residual desde el siglo XV.
Las jarras de borde moldurado, aparecen en el
siglo XIV con un 41 % pero en los siglos sucesivos
pierden peso específico, relegándose a cerámica residual en el siglo XVI-XVII (aunque no se ha documentado este tipo de cerámica en el siglo XVI). Rivalizando con este tipo de jarras aparecen las ollas de
borde de arista, que advertimos que irrumpen en el
mercado en el siglo XIV con un alto porcentaje
(21 '8% ), que irá aumentando hasta alcanzar el
48'68% en el siglo XVI llegando a desbancar a las
jarras de borde moldurado a pesar de que habían partido con un porcentaje menor; en el siglo XVII desciende a la mitad y en el siglo XVIII es un material
residual con el 8'77%, esta presencia puede estar
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
motivada por el incendio que sufre el solar y el
trabajo de limpieza del mismo.
En cuanto a las cerámicas vidriadas vemos que ya
desde el siglo XIII están representadas con un 6'5%,
siendo el revestimiento de color verde en todas las piezas. En el siglo XIV el porcentaje disminuye un poco y
con el vidriado verde aparece el vidriado melado. Esta
pequeña disminución en el porcentaje puede deberse a
que el vidriado se diversifica en otras producciones,
como son el vidriado estannífero, estannífero pintado
en azul, reflejos metálicos y cerámica mudéjar que no
superan el 1% cada una. En el siglo XV el porcentaje
aumenta hasta el 21'44%. En las dos siguientes centurias se reduce en tomo a un 13%, manteniéndose hasta
el siglo XVIII, cuando vuelve a experimentar un
aumento considerable hasta el 24'26%.
Referente a la producción estannífera se documenta por primera vez en el siglo XIV, pero el porcentaje es tan bajo que es solamente testimonial. En
las centurias siguientes experimenta un aumento que
culmina en un 55'63% en el siglo XVII convirtiéndose en la producción mayoritaria. En el siglo XVIII
llega hasta el 56,93%.
Con respecto a las producciones de ceram1cas
estanníferas pintadas en azul y en verde, su presencia es meramente testimonial, solamente destacar que
en el siglo XVIII las producciones estanníferas pintadas en azul alcanzan un 4'97%.
Las producciones que se pueden considerar de
lujo, como la cerámica con reflejo metálico, cerámi-
SILVIA CAilGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
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Lámina 1. cerámica de la primera mitad del siglo XIII.
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EXCAVACIÓN EN ZAHARRA Nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
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Lámina 2. cerámica de la segunda mitad del siglo XIII.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
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Lámina 3. cerámica sin vidriar del siglo XIV.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA N° 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
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Lámina 5. cerámica vidriada del siglo XIV.
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Lámina 7. cerámica del siglo XV.
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EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
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Lámina 14. cerámica del siglo XIX.
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SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
ca mudéjar, y estannífera pintada en azul, aparecen en
el siglo XIV con un porcentaje ínfimo, manteniéndose hasta el siglo XV las dos últimas, también con un
porcentaje inferior al 1%.
En cuanto a la cerámica tipo zamorana, aunque
encontramos fragmentos en el siglo XVI cuantitativamente (ya que no son ni bordes ni fondos para
poderlos cuantificar), no tiene representación hasta
el siglo XVII con un porcentaje bajo del l '02%, que
irá aumentando en la centuria siguiente hasta el
4'97%.
En referencia a la porcelana y/o Cream Ware no es
hasta el siglo XVIII cuando se documenta por primera vez, con un 0'58%, un porcentaje meramente
representativo para esta centuria, pero que aumentaría en la siguiente.
VI. ANÁLISIS ARQUEOFAUNÍSTICO.
METODOLOGÍA Y MATERIALES
FAUNÍSTICOS
Para el análisis arqueofaunístico de los materiales
óseos excavados en Zaharra 2-4 se han utilizado dos
tipos de criterios en la delimitación de los conjuntos.
Por un lado se han considerado dos tipos de conjuntos según su asignación temporal de acuerdo con los
criterios planteados, pero simplificando la temporalización en dos categorías: medieval y posmedieval,
que consideramos que son suficientemente significativas a la hora de poder identificar cambios en las
estrategias generales de explotación de la fauna. Por
otro lado, hemos dividido la muestra en dos conjuntos dentro de cada periodo, dependiendo de si el
material provenía de espacios intramuros o extramuros (ver introducción). Se considera que las condiciones de depositación de ambos tipos de entorno pueden ser informativas de diferentes procesos y actividades.
Abreviaturas utilizadas
NSP
número de especimenes (restos óseos
con o sin identificación taxonómica o
anatómica)
NISP
(número identificado de especimenes a
nivel de taxón o anatómico)
NMI
número mínimo de individuos
NME
número mínimo de elementos
La muestra faunística medieval se compone de
541 especímenes óseos (en adelante NISP) que se
recuperaron en 7 unidades estratigráficas Extramuros
y 5 Intramuros, mientras que la muestra posmedieval
se compone de un NISP de 356 proveniente de 5 unidades estratigráficas de Intramuros y 17 UUEE
Extramuros (ver tablas la y b, y 2a y b).
Para la identificación de la fauna se utilizaron
materiales comparativos del Museo Etnográfico de
Bilbao y atlas osteológicos (Barone, 1990, Pales y
Lambert, 1971, Schmid 1972).
Solo contabilizaremos los MNI de los individuos
identificados a nivel de género ya que las categorías
menos específicas pueden estar siendo parte de los
individuos ya identificados.
Es posible que la categoría Mamíferos Grandes y
Medianos que figuran en las mencionadas tablas,
correspondan a las categorías más frecuentes identificadas, a saber, Bos y Equus por un lado y ovicápridos
(especialmente Ovis) por el otro, respectivamente.
También en esta categoría incluiremos a los Suidos.
En la categoría Ovicápridos se incluyen Ovis,
Capra y ovicápridos indeterminados, mientras que
Equus ( caballus) y Bos (tau rus) incluyen a una sola
especie cada uno.
Al comparar la abundancia relativa de especies es
necesario considerar el aporte diferencial de carne
que ofrece cada una. No basta con comparar NISP y
NMI. Los pesos de los animales varían entre los 200300 Kg. de una vaca, 80-130 Kg. de un cerdo a los
15-25 Kg. de una oveja, los cuales a su vez proporcionan respectivamente unos 150, 90 y 12 kilos de
carne (Sanz Egaña, 1948).
Los perfiles de edades se han establecido a partir
de la dentición (secuencia de brote y desgaste) y del
estado de fusión de huesos, (criterios tomados de
Schmid 1972). A partir de la conjunción de estos criterios se obtiene una idea aproximada de la edad, que
hemos englobado en dos categorías generales: maduros (adultos y seniles) e inmaduros (infantiles, juveniles y subadultos).
Para comparar las tendencias en cuanto a la distribución de partes del esqueleto de cada taxón se
comparan, por un lado, los patrones de representación de regiones anatómicas a partir del MNE y el
NMI de cada región (adaptado de la metodología
propuesta por Stiner 1991) y las unidades anatómicas estandarizadas respecto del elemento más frecuente (número mínimo de unidades anatómicas o
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA Nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
MAU de Binford (1984). El primero brinda una
visión global de cómo está representado el esqueleto, en función de la cantidad de individuos representados por la parte más frecuente del esqueleto, y el
segundo describe las frecuencias relativas de cada
porción (proximal, diáfisis, distal) de cada uno de
los elementos presentes.
En el estudio tafonómico se han empleado diferentes indicadores de agentes y procesos naturales
que permiten medir el grado de alteraciones en la
muestra. Para medir el grado de deterioro de los
huesos se toman los 6 estadios de meteorización
definidos por Behrensmeyer (1978) que miden el
progresivo deterioro de los huesos por causas tafonómicas. Si bien estos estadios se han definido para
huesos depositados en espacios naturales, la escala
de O a 5 estadios nos sirve para medir el grado de
deterioro de los huesos y comparar el estado de diferentes muestras.
A su vez, se comparan las distribuciones de elementos en relación con su densidad mineral ósea
(Lyman 1994), para evaluar la incidencia de los
procesos tafonómicos, que afectan a los huesos
según su resistencia, en la conformación de los conjuntos.
Por otra parte se han registrado marcas de otros
agentes bióticos y abióticos sobre los huesos como:
pisoteo, carnívoros, roedores, raíces, hongos, coloración, presencia de cargas minerales, termoalteraciones y fracturas.
Para el estudio de las fracturas y marcas de origen
antrópico relacionadas con actividades económicas,
se utilizan criterios diagnósticos (Binford 1981) para
determinar actividades de despiece (dismembering),
descame (jilletting) y cuereo o desuelle (skinning).
Según la localización y tipo de marcas observadas,
utilizadas como indicadores, se sugieren hipótesis
sobre actividades económicas relacionadas con la
explotación de la fauna.
ALTERACIONES TAFONÓMICAS
La representación anatómica, así como la taxonómica, está condicionada por los procesos tafonómicos. Esto debe tenerse en cuenta porque supone un
sesgo que induce a sobreestimar la representación de
los animales de mayor tamaño corporal, los huesos de
mayor tamaño y densidad mineral, y también de ciertas partes del esqueleto sobre otras. Dependiendo de
las historias tafonómicas de los conjuntos óseos las
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
281
distribuciones de huesos pueden presentar superposicic:mes de eventos tanto culturales como naturales.
Por lo tanto consideramos en primer lugar aquellos
indicadores de procesos diferentes del cultural, tanto
por su potencial informativo sobre los procesos involucrados en la formación de los conjuntos zooarqueológicos, como por ejercer un control sobre el alcance
de nuestras inferencias sobre el hecho cultural/humano en sí mismo.
En la tabla 3 se observa la frecuencia de las diferentes modificaciones tafonómicas identificadas en
los huesos, que se comentan a continuación. La
muestra medieval está más afectada por hongos, y
cargas minerales, estas últimas especialmente en el
sector de intramuros. Se trata principalmente de lo
que se identifica como óxidos (UE 124, 143,170), tinción por cobre (en gran parte asociados a rellenos
empleados en las hoyas de fundición de campanas
comentadas y a la escoria).
Se que observa las marcas de pisoteo, si bien se
registran regularmente en todas las unidades estratigráficas, son, en ambos periodos, más abundantes en
el conjunto intramuros, donde muchos materiales formaron parte de rellenos de suelos.
La baja frecuencia de pisoteo extramuros, se
explica por el uso recurrente de estos espacios
como depósitos de basura, poco expuestas a la
superficie.
Las marcas de raíces en cambio, son mas frecuentes en la muestra de extramuros en ambos periodos, y
son indicadores de la exposición al ambiente exterior
y a los organismos que no son comunes en el interior
de un solar.
Siguiendo con la tabla 3, se observa una baja incidencia de roedores, probablemente a causa de la presencia de gatos y perros en el espacio doméstico.
Las marcas de carnívoros (presumiblemente
perros) se presentan de manera proporcional en
todas las muestras, lo que indica probablemente su
convivencia en todos los periodos. Un análisis más
detallado de los tipos de marcas puede dar una idea
de la intensidad o del acceso de los carnívoros a los
huesos (con más o menos carne). Sin embargo se
destaca la intensidad de las marcas en cada hueso,
lo que sugiere la posibilidad de que este agente sea
responsable de la desaparición de muchos restos
óseos, especialmente epífisis de huesos largos. Su
presencia constante en espacios intramuros y extramuros sugiere dos contextos: uno primario, el de
282
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
Medieval
posmedieval
intramuros
extramuros
intramuros
Extramuros
64
484
190
173
NISP
n
%nisp
n
%nisp
n
%nisp
%nisp
n
Hongos
16
25
99
20.4
25
13
4
2.3
Cargas minerales
18
28
20
4
16
4
2.3
7
10.9
104
21.4
40
8.4
21
30
17.3
Pisoteo
17
26.5
33
6.8
28
14.7
9
5.2
Raíces
9
14
120
24.7
2
1
45
26
Roedores
o
o
5
1
3
1.5
5.2
14
124
25.6
43
22.6
9
31
17.9
11
44
28
18
12.5
27.4
47
24.7
66
38
Termoalteraciones
Carnívoros
9
Meteorizacion >Oa
19
Marcas carniceriab
11
45
38
17.2
133
Tabla 3. Frecuencia de modificaciones tafo nómicas en los huesos
intramuros, lugar de convivencia de humanos y
perros, y otro secundario, extramuros, cuando ya
se produce su descarte final. El acceso de perros a
las carcasas es secundario. El daño pronunciado
del hueso indica poca presencia de carne cuando el
carnívoro accede a la unidad. En el período medieval, los daños son importantes en la muestra de
extramuros, donde se observa un palimpsesto de
huesos de diferente origen y acción de la humedad
y raíces.
Meteorización
tabla 4 se detallan los estadios de meteorización identificados en las muestras. Se considera que el deterioro es avanzado a partir del estadio 3. Los conjuntos de
intramuros presentan materiales más deteriorados
que los de extramuros. En general la conservación es
buena y ninguna de las muestras alcanza estadios
muy elevados, o lo hace en una proporción insignificante, lo que es coherente con un contexto urbano,
donde los materiales no permanecen largo tiempo
expuestos, ya sea por la redundancia en el uso de los
basurales o por la relativamente rápida depositación
de sedimentos.
Este proceso, dada su importancia en la medición
del grado y tiempo de exposición de los materiales
puede ser de gran utilidad a efectos de diferenciar
contextos de descarte primario o secundario. En la
La diversidad de estadios presentes se relaciona
principalmente con que las muestras proceden de distintas unidades estratigráficas. Los estadios más
avanzados se observan en los suelos medievales (124
Medieval
Posmedieval
Intramuros
Extramuros
Intramuros
Extramuros
50
402
157
144
NISP*
Estadio
n
%nisp
o
o
o
o
o
o
o
o
o
1
7
14
160
39.8
42
26.7
54
37.5
2
24
48
197
49
71
45.2
72
50
3
16
32
38
9.4
34
21.6
17
11.8
4
3
6
7
1.7
8
5
1
0.7
5
o
o
o
o
2
1.2
o
o
n
%nisp
N
%nisp
n
%nisp
Tabla 4. Distribución de estadios de meteorización por conjunto
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XJIJ AL XIX
y 109, probablemente coetáneos o incluso el mismo),
y en los que forman parte de rellenos (142-143) asociado a las mencionadas hoyas de fundición de campanas, por lo que posiblemente su estado se deba a la
acción térmica. También en el caso del material posmedieval de intramuros, los materiales en peor estado de conservación están asociados a estructuras
identificadas como hornos de una tahona (UE 87) y
suelos (UE 102).
En resumen, los estadios de meteorización mas
elevados identificados se atribuyen, en parte a un
resecamiento provocado por exposición a elevadas
temperaturas, como hornos o fundición de campanas y no a un deterioro por exposición atmosférica.
Taxon
Equus
Bos
Ovis
Ovicáprido
=
=
5
1
Gallus
Pelis
6
En la muestra de intramuros, en cambio, se observa, en el conjunto medieval, la importancia de ovicá-
-¡;
.-;
=
t-.-;
....o
....
24
18
2
4
8
9
4
31
9
138
1.8
28.6
2
4
109
24
1
7
84
22.6
17.4
4
2
4
10
28
3
14
7
60
5.8
12.4
8
6
28
5.8
2
7
1.4
1.6
74
8
481
30
14
14
12
3
7
2
82
......
~
11)
27
20
8
1
~
c.
..,¡-
.-;
.-;
2
11
12
13
5
6
135
MamG.
MamM.
En las tablas la y b, 2a y b puede verse la abundancia relativa de taxones a partir del NISP. En los
gráficos de la figura 1 se observan las diferencias en
la distribución de cada grupo taxonómico en los diferentes periodos. Los conjuntos de extramuros presentan tendencias similares: mayor variedad de especies
con predominio de ovicápridos (sumando las categorías Ovis sp. ovicápridos y Capra) y Bos taurus. La
importancia de Ovicápridos se mantiene constante,
mientras que las frecuencias de Bos aumentan hacia
el periodo posmedieval.
.-;
32
18
Sus
REPRESENTACIÓN TAXONÓMICA
.-;
.-;
2
34
Capra
Total
!"l
'.e>
.-;
'.e>
283
16
N
52
O'I
'.e>
100
34
z"'
7
17
2
8
3
2
100
Tabla la .Composición taxonómica del conjunto Medieval Extramuros
Taxon
=
t-.-;
=
O'I
.-;
Equus
Bos
Ovis
..,¡N
.-;
9
2
1
Ovicáprido
5
3
2
Total
9
3
3
1
1
9
14
Tabla lb .Composición taxonómica del conjunto Medieval Intramuros
KOBIE (Paleoantropología n.° 27), año 2003/07
2
4
Capra
Sus
MamG.
MamM.
N
..,¡-
.-;
!"l
..,¡.-;
3
1
7
c.-
~
"'
1:11
z"'
14
23.3
2
7
1
11.6
1
3
zs
2
7
22
1.6
18
30
-
-
1
10
1
Q.,
14
5
60
1.6
23.3
8.3
......
:E
z
1
284
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
Taxon
o00
·a
5
61
2.9
1
18
35.6
4
27
31
18
6
4
32
18.7
1
1
12
7
4
3
14
8
o..
Vl
"'
1
4
8
4
20
11
O vis
3
1
Ovicáprido
5
1
18
4
8
1
6
1
1
0.5
3
1
4
2.3
Bos
Capra
N
00
3
Sus
2
MamG.
MamM.
Mamp
;;;s
o..
'tj-
'tj-
Equus
......
*z"'
......
o......
e')
3
z
1.7
3
Gallus
5
5
2.9
2
Peces
1
1
2
171
0.5
1
1
2
Ostrea edulis
2
Total
18
11
63
20
59
Tabla 2.a. Composición taxonómica del conjunto Postmedieval Extramuros
Taxon
00
"'
r-
00
N
o
......
"'o......
......
......
......
N
......
......
\O
......
......
......
......
N
Equus
Bos
2
8
O vis
3
15
3
6
1
Ovicáprido
Capra
31
Sus
2
3
1
3
1
1
1
2
1
1
3
1
1
1
1
1
1
1
1
Cervus
1
MamG.
3
12
2
1
1
MamM.
1
16
1
1
1
1
1
8
9
Mamp
'tj-
\O
......
......
1
1
1
4
r-
\O
......
31
61
6
8
4
4
2
1
2
1
1
12
11
Vl
~
o..
-Ctl
Vl
z8
7
i*
o..
0.5
......
;;;s
z
1
1
1
2
2
2
19
10.2
2
1
27
14.5
19
5
2.7
2
1
1
5
2.7
1
3
2
32
17.2
3
28
15
2
1
1
2
1
13
185
1
9
*Ctl
1
1
Gallus
Total
e')
N
10
3
28
15
36
19.4
1
Tabla 2.b. Composición taxonómica del conjunto Posmedieval Intramuros
pridos seguida de Equus y en tercer lugar el género
Bos. En el conjunto posmedieval se observa la drástica
disminución de Equus junto con un marcado predominio de ovicápridos y proporciones constantes de Bos.
Como tendencias principales, en primer lugar se
observa que la muestra de intramuros permite señalar
cambios en la representación de especies, mientras que
la muestra de extramuros, se mantiene semejante a lo
largo del tiempo. Esto se debe probablemente a que este
último tipo de contexto refleja una tasa de descarte
mayor y más recurrente, proveniente seguramente de
más de una vivienda o establecimiento, y por lo tanto la
muestra representaría una mezcla de materiales procedentes de actividades llevadas a cabo en diferentes
emplazamientos, ya sean viviendas o establecimientos.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
285
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
Equus
Equus
Sus
Caprinos
Ovicáprido
Sus
Caprino
Bos
Figura l. Representación taxonómica Zaharra 2-4 en base al NISP%
vechados tanto maduros como inmaduros, aumentando el porcentaje de maduros en el posmedieval.
Con el cerdo ocurre lo contrario, predomina el
maduro en el periodo medieval, que luego es superado por el porcentaje de inmaduros en el siguiente periodo, sin embargo la muestra es pequeña para
este taxón. Este patrón sugiere cambios en el tipo
Clases de Edad
Los patrones de edades muestran un predominio de los individuos maduros en los taxones grandes, (Equus el 100% ), (ver datos en tabla 5) en
ambos periodos. En la figura 2 se observan las tendencias por periodos. Los ovicápridos fueron apromedieval
extram
IM
MA
2
4
3
8
9
2
6
intram
MA
2
1
2
1
1
IM
SPP.
Equus
Bos
Ovicap
Sus
total
intram
IM
MA
4
IM
3
5
1
11
9
2
7
5
1
MA
?
1
14
1
posmedieval
extram
IM
MA
1
5
2
?
3
1
1
total
MA
2?
2
4
10
15
3
2
IM
Tabla 5. Distribución de edades
Posmedieval
Medieval
10011
~OS
80
%
1•
..,.....áJ
....r:._..• -.-•l..__;·:....__,. a inmaduros
-----__,.-• .._fa..._1
Equus
maduros
Bos
1
oc
1
Sus
1
1
%
~+--l
I ~IJ~ff, IJ~¡'.1 :::~;::;0,I
tJ......_,_.rr
O Equus
Bos
OC
Sus
Figura 2. Perfil de edades
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
--------------~-
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
286
de aprovechamiento de Ovicápridos y Sus, hacia
una explotación mayor de inmaduros, manteniéndose constante el patrón de explotación de Bos y
Equus. Los mencionados cambios en las edades
pueden reflejar cambios en el tipo de explotación o
ser el reflejo de la mezcla de muestras de distinta
procedencia.
PATRONES DE DISTRIBUCIÓN DE HUESOS,
MARCAS Y FRACTURAS: INTERPRETANDO
LA ACTIVIDAD ECONÓMICA
A partir del análisis de la distribución de partes
esqueletarias de cada taxón vinculado a la incidencia
de marcas de herramientas se discute el patrón de
explotación.
EQUUS INTRAMUROS
EQUUSEXTRAMUROS
2
4
3
5
7
6
8
2
4
3
5
6
7
-
8
2
OVICAPRIDOS INTRAMUROS
2
4
3
5
3
4
5
6
6
6
7
8
7
7
3
4
5
6
7
8
OVICAPRIDOS EXTRAMUROS
8
2
SUIDOS INTRAMUROS
2
5
BOSEXTRAMUROS
BOS INTRAMUROS
2
4
3
3
4
5
6
7
8
SUIDOSEXTRAMUROS
8
2
3
4
5
6
7
8
Figura 3. Distribución de partes por regiones anatómicas de especies para el conjunto Medieval (a partir del MNE)
KOBIE (Paleoantropologfa n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
Referencias de las figuras 3 y 4
En la figura 3 se observan las distribuciones de
Región anatómica
Elementos
l. Cuernos
2. Cabeza
Clavijas córneas
Cráneo y mandíbula
3. Axial
Vértebras, costillas,
esternón, sacro y pelvis
Escápula y húmero
4. pata delantera superior
287
Región anatómica
5. pata delantera inferior
Elementos
Radio-ulna
Fémur
6. Pata trasera superior
7. Pata trasera inferior
Tibia, astrágalo y calcáneo
Metapodios
Falanges
8. Pies
Figura 4. Distribución de partes por regiones anatómicas de especies para el conjunto Posmedieval (a partir del MNE)
-
EQUUS EXTRAMUROS
EQUUS INTRAMUROS
3
2
4
5
6
7
8
BOS INTRAMUROS
2
3
4
5
6
7
3
4
5
6
7
4
5
6
7
8
BOS EXTRAMUROS
8
OVICAPRIDOS INTRAMUROS
2
3
2
2
3
4
5
6
7
8
OVICAPRIDOS EXTRAMUROS
8
2345678
sumos EXTRAMUROS
sumos INTRAMUROS
F
2
3
4
5
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
6
7
8
2
3
4
5
6
7
8
288
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
Medieval
Posmedieval
Intramuros
Extramuros
Intramuros
Taxón
n
%nisp
n
%nisp
Equus
Ovicap
7
6
6
50
86
32
Sus
o
o
3
3
27
21
60
42
2
81
66
7
30
10
197
22
59
32
25
50
36
41
Bos
Mamo
MamM
Total (1)
n
1
8
44
4
19
8
90
Extramuros
%nisp
n
%nisp
100
42
48
80
59
29
47
3
22
13
2
8
60
36
19
17
57
o
o
49
28
Tabla 6. Marcas antrópicas sobre Jos huesos,% sobre cada conjunto taxonómico: fracturas*
*n= nisp con fracturas;%nisp= porcentaje sobre el NISP total del taxón (ver tablas 1 y 2)
(1) Total de huesos con fracturas (n) y porcentaje sobre el NISP total (%NISP)
Medieval
Intramuros
Posmedieval
Extramuros
Intramuros
Extramuros
Taxón
n
%nisp
n
%nisp
n
%nisp
n
%nisp
Equus
4
1
28
14
16
1
48
51
7
16
9
133
11
Bos
35
25
25
27
36
27
1
8
20
1
10
3
47
100
42
22
20
31
5
32
18
4
4
100
52
26
33
28
Ovicap
3
Sus
o
o
MamG
2
1
14
20
11
17
MamM
Total
11
o
o
25
66
38
Tabla 7. Marcas antrópicas sobre Jos huesos,% sobre cada conjunto taxonómico: marcas de corte*
partes del esqueleto para cada taxón en la muestra
medieval, y en la figura 4, posmedieval (los datos se
publican en tablas en la memoria de Zaharra 2-4).
En las tablas 6 y 7 se observan respectivamente
las frecuencias de fracturas y marcas de corte por
taxón, para cada periodo y según la procedencia.
Equus
Medieval
La muestra Intramuros se compone de 14 restos
óseos. Predominan la pata trasera y en segundo lugar
húmero distal y esqueleto axial.
La muestra extramuros (NISP 9) está representada por unos pocos elementos de la cintura pélvica y
escapular. Los materiales presentan marcas antrópi-
cas y en general son huesos con carne y médula. Sin
embargo las frecuencias no son significativas como
para trazar tendencias relacionadas con pautas de
consumo ni conclusiones sobre supervivencia diferencial de los restos de este taxón.
Posmedieval
En el espacio Intramuros solamente esta representado por una vértebra lumbar que presenta huellas de
corte y fractura en el proceso transverso.
Los materiales de extramuros, también escasos
(NISP 5), pertenecen a partes de alta densidad ósea,
correspondientes a los miembros inferiores (radio,
tibia, falange, también un húmero distal). Son partes
que portan poca carne, aunque presentan fracturas y
cortes, posiblemente relacionados con la extracción
de la médula, y del cuero.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
Fracturas y Marcas de Corte
Medieval
Se observan marcas de posible desuelle en metacarpos, de despiece del cuello (7ª cervical), de la pata
trasera en el fémur distal y fracturas en el hueso
coxal. También hay evidencias de descarne en la pelvis (acetábulo).
Pos medieval
Hay marcas compatibles co? despiece en !~ pata
delantera superior (húmero distal), separacion de
patas inferiores (radio distal, tibia proximal y distal),
separación del espinazo (lumbares).
Se observa una mayor incidencia en el periodo
posmedieval, y en general se detectan r_nás en las
muestras de intramuros. Debe recordarse sm embargo
el limitado potencial explicativo de hipótesis derivadas de unas muestras tan reducidas.
Bos
Medieval
La muestra de Intramuros presenta unos pocos
elementos óseos (NISP 7) provenientes de las
siguientes regiones: cabeza y clavijas córneas,
miembro delantero superior y trasero inferior. Aunque aquí las dimensiones de la mu~stra tampoco
son suficientes para esbozar tendencias. No parece
estar determinada por la supervivencia diferencial,
ya que se observan huesos de alta y baja densidad
mineral.
El conjunto de Extramuros (NISP 138), ~iene
representación de casi todo el esqueleto, predomr~ian­
do las patas inferiores (radio, tibia y metapod10s),
seguidas de extremidades (metapodio~ distale.~ y
falanges) y miembros delantero supenor, clavijas,
mandíbulas y esqueleto axial. Predominan partes de
medio a bajo contenido de carne, que a su vez son
huesos resistentes, de mayor densidad ósea.
Pos medieval
La muestra recuperada en las UUEE de Intramuros es pequeña (NISP 16). Predo~inan las parte~ de
medio a bajo rendimiento económico y alta densidad
mineral, especialmente las clavijas córneas y la m~n­
díbula, partes distales de la pata delantera supenor
(escápula y húmero distal) e inferior, seguidos de la
pata trasera inferior. Es probable que pa.:te del e?queleto axial que se encuentra en la categona Mamiferos
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
289
grandes (7 vértebras, 18 fragmentos de costillas, entre
otros) pertenezca a este taxón.
El material de extramuros es más abundante
(MNE 61), mostrando también una tendencia h~cia
partes de medio a bajo contenido de ~ame y media a
alta densidad mineral ósea. Predomman las partes
correspondientes al miembro delan_tero su~erior,
(escápula y húmero distal), y extremidades distal~s
(astrágalo, calcáneo, metapodios y falanges), segmdos de cráneo y mandíbula, radioulna y fémur, en
menor proporción.
Fracturas y Marcas de Corte
En las tablas 6 y 7 se observa que, tanto intramuros como extramuros, las fracturas y cortes son abundantes, especialmente en huesos largos y metapodios,
mandíbulas. Las fracturas son importantes en todos
los periodos y sectores. El porcentaje. de mm:cas de
corte, aumenta en el periodo posmedieval, siempre
con mayor representación en espacios extramuros.
Medieval
Se registran principalmente marcas de d_espiece
(corte y machacado), posiblemente para secc10nar el
cuerpo en unidades menores para el consumo, en
varias partes del esqueleto: mandíbulas, cabeza y
cuello (axis y cervicales) pata delantera a la altura de
la escápula y del húmero distal y radio proximal. P~ta
trasera inferior por pelvis, astrágalo y calcáneo, y pies
por metapodios distales.
En menor medida, se registran también marcas de
fileteado o descame, (separación de inserciones musculares) en pata delantera superior (fémur).
El tipo de marcas presente en las 1ª y 2ª falanges
y mandíbula, podrían indicar la extracción limpia del
cuero (desuelle) para su uso, y no simplemente como
actividad de limpieza para obtener la carne, ya que en
este caso se suele cortar a partir de los metapodios
que es una operación menos costosa que hacerlo por
las falanges (Binford 1981)
También se detectan fracturas en espiral, transversales y longitudinales en huesos largos y metapodios,
compatibles con la obtención del tuétano o médula.
Pos medieval
El patrón de marcas es similar al del periodo anterior: las marcas que mas se observan son las de despiece en mandíbulas, pata delantera en esc_ápula,
húmero distal, radio proximal. Pata trasera en femur
290
.SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
distal, tibia distal y especialmente en astrágalo y calcáneo. Algunas de estas marcas podían ser de colgar
a los animales por los pies al faenarlos. Se observan
marcas de despiece de los pies en metapodios distales. Marcas en metapodios y mandíbulas compatibles
con extracción del cuero.
Las fracturas en huesos largos pueden relacionarse con el objetivo de extraer la médula.
Ovicápridos
Medieval
Están representado casi todas las partes del esqueleto en ambas muestras. Los 18 restos de intramuros
pertenecen a huesos de alta densidad mineral y poco
contenido de carne: predominan tibia, radio, mandíbula, y atlas. Hay partes que presentan un avanzado
grado de deterioro relacionado con la acción de
varios agentes post-depositacionales de acuerdo con
las marcas identificadas: pisoteo, acción de carnívoros, quemado, tinción con óxidos, son las más importantes entre las detectadas.
Los 203 restos de extramuros, en cambio presentan una conservación mejor, se registran estadios
menos avanzados de meteorización y aparecen restos
tanto de alta como de baja densidad mineral. Predominan elementos correspondientes a las clavijas y
mandíbulas de oveja y cabra, especialmente, (ambas
dan cuenta de 13 individuos). En segundo lugar
siguen partes provenientes del esqueleto apendicular,
especialmente fragmentos articulares (proximales y
distales} con práctica ausencia de falanges. En general predominan elementos con medio a bajo contenido de carne, en todo caso faltan las partes con mayor
contenido nutritivo.
Pos medieval
Encontramos un patrón semejante al del conjunto
Medieval. En el espacio Intramuros, la muestra esta
marcada por la presencia destacada de clavijas córneas de cabra calcinadas, de color blanco y con fracturas. (35 sobre 82 elementos). En menor frecuencia
también están representadas: mandíbula, tibia, metapodios, húmero distal y radio proximal, y demás elementos del esqueleto apendicular, con la excepción
de falanges. Extramuros, aparece una distribución
similar en cuanto a las partes, pero mas homogénea
de todas las regiones del esqueleto, sin predominio
destacado de unas sobre otras. Predominan los miembros inferiores (tibias, radios y metapodios) mandíbulas, clavijas córneas, seguidos de los miembros superiores y el resto del esqueleto. La distribución podría
estar en parte afectada por procesos post depositacio-
nales ya que se observa predominio de huesos de alta
densidad mineral.
Fracturas y Marcas de Corte
Medieval
Las actividades deducidas de las marcas son:
separación de cuernos que puede relacionarse con la
finalidad de la extracción del cuero, desarticulación
de esqueleto craneal por fracturas en zona molar de
mandíbulas, troceado de la columna por fracturas en
zona lumbar y del costillar por fractura en torácicas,
de la paletilla mediante fracturas y cortes en el cuello
de la escápula, y cortes en húmero distal, la pata trasera por machacado en cresta ilíaca de la pelvis. También se observan marcas de separación de extremidades: pata delantera por radio y metapodios proximales, pata trasera por fémur y metapodio proximal.
Se detectan marcas de descame en hueso ilíaco,
fémur, y escápula.
Los huesos largos presentan fracturas, machacado
y percusión en diáfisis de tibias, radios y metapodios
en consonancia con posible obtención de médula
ósea.
Posmedieval
Se registran marcas de despiece en cuello (altura
del occipital), mandíbula (posible extracción de la lengua) torácicas y lumbares. Separación de los cuartos
por la escápula y la pelvis (acetábulo), fémur proximal.
En cuanto al despiece en unidades menores se
destaca en primer lugar la frecuencia de marcas en el
húmero distal. También se observan separaciones por
el radio proximal y la tibia distal, astrágalo y calcáneo, y por los metapodios proximales.
Descarne: marcas en cervicales, costillas y diáfisis
de fémur.
Es de destacar la alta frecuencia de marcas en la
base de las clavijas córneas, mandíbulas y metatarsos,
compatibles con desuelle, como en el periodo anterior.
Se observan muchas semejanzas entre ambos
periodos, destacándose, las aplicadas en la base del
proceso camal del hueso frontal, relacionada con
extracción de cuero. Las demás son en gran medida
marcas de despiece del esqueleto y de separación en
unidades menores.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
Suidos
Medieval
En la muestra de Intramuros sólo se registra un
canino de Sus domesticus. Extramuros se identifican
28 restos, en su amplia mayoría hemi-mandíbulas y
maxilares, que dan cuenta de 8 individuos. Completan la muestra restos de escápula y unos pocos restos
de las extremidades (radio, calcáneo y falange).
Periodo Posmedieval
Los restos de suidos son los menos abundantes
pero se destaca su presencia representada, intramuros
especialmente por mandíbulas seguidas de húmero y
metapodio distales, aunque muy escasos (MNE 5).
Extramuros, la muestra es también pequeña
(MNE 11) y esta representada por cráneo, mandíbula
y escápula, con presencia de húmero distal, calcáneo
y metapodio.
291
Gallos gallos
Si bien es una muestra pequeña, los fémures indican un NMI de 6, con muy pocas marcas, lo que es
normal en animales tan pequeños. De todas formas es
notable que se conserven diferencialmente las patas
traseras, las cuales, además, son las de mayor densidad ósea. Esta misma tendencia se observa en otro
tipo de yacimientos, y ha sido relacionada tanto con
prácticas de consumo, como con conservación y problemas de identificación y recolección en el trabajo
de campo.
Conclusiones
Equus
Se registran marcas de despiece en la pata trasera
inferior (calcáneo) y en mandíbulas.
La presencia de huesos de Equus adultos de diferentes partes del esqueleto pueden indicar que la carcasa entró entera al sitio, por ejemplo para la obtención y procesamiento de su cuero, ya que no han sido
especies de consumo habitual En general en todos los
sitios de épocas históricas las frecuencias asignadas a
Equus son bajas o nulas). En todo caso se trataría de
un aprovechamiento secundario de la carne o el
cuero, siendo posiblemente el uso primario el de animal de tiro, carga o transporte.
Posmedieval
Bos
Se observan marcas de despiece en mandíbula,
escápula, húmero distal y calcáneo.
En ambas muestras la baja frecuencia de esqueleto axial puede deberse a la supervivencia diferencial
y/o menores posibilidades de identificabilidad de esta
zona del esqueleto. El patrón de marcas observado es
bastante estable en ambos periodos.
Fracturas y Marcas de Corte
Medieval
Mamiferos Grandes
En ambos periodos, en esta categoría se registran
especialmente elementos axiales (costillas y vértebras, principalmente) que probablemente correspondan a Bos taurus, pero que por su estado no se han
podido identificar. En cambio se han detectado marcas de despiece en costillas, torácicas y pelvis, y de
descarne en costillas.
Dado que faltan las partes de mayor contenido
cárnico y se observan perfiles anatómicos homogéneos, tanto intra como extramuros, y teniendo en
cuenta la alta presencia de marcas de corte y fracturas
en los huesos, podría tratarse de un sitio de faenamiento de carcasas de vacunos.
Tanto en el periodo Medieval como en el Posmedieval, los restos encontrados probablemente correspondan a Ovis sp o a Capra. Pertenecen principalmente al esqueleto axial, especialmente costillas.
La representación del taxón se mantiene semejante en el tiempo, tanto en su frecuencia, en la distribución de partes anatómicas, como en el patrón de marcas de explotación de las carcasas. Todo esto sugiere
un tratamiento pautado y estable probablemente producido por una continuidad en el tipo de actividad
desempeñada en relación con este taxón.
Presentan marcas de despiece en pelvis, cervicales,
pata delantera (húmero distal y escápula) y de descarne en costillas, y lumbares. Posibles fracturas para
extracción de médula ósea en diáfisis de huesos largos.
Ovicápridos
La ausencia de falanges junto con la abundancia de
metapodios (en su mayoría fragmentos fracturados
transversalmente a la altura de las diáfisis distales) y la
Mamíferos medianos
KOBIE (Paleoantropología n. º 27), año 2003/07
292
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
presencia de clavijas con marcas de corte, sugieren un
patrón singular que puede asociarse a restos de actividades de extracción del cuero (ver Albarella, 2003).
La representación de restos de todo el esqueleto
sugiere también que los animales fueron ingresados
enteros al espacio urbano desde sus lugares de cría,
para ser alli faenados por completo, incluyendo algunas actividades artesanales como la mencionada.
Esto permite pensar en un modelo de aprovechamiento intensivo (carne, cuero, tal vez astas) que
dejaría como resultado un registro arqueológico con
marcas superpuestas de diferentes actividades.
Del mismo modo, cierta regularidad en el patrón
de procesamiento denota una especialización en el
manejo de las reses (carnicería versus faenamiento
casero).
Por otra parte se plantea el posible uso del material óseo como material constructivo. En el caso Posmedieval de Intramuros, alta presencia de clavijas
córneas de cabra calcinadas pertenecientes casi en su
totalidad a la UE87 que como se comentaba al tratar
las alteraciones tafonómicas, se ha interpretado como
relleno refractario de escombro para "envolver" los
hornos de la tahona.
Suidos
El patrón de representación anatómica no parece
ser el resultado de la destrucción diferencial, aunque
el predominio de inmaduros puede jugar un papel en
la interpretación de esta variable, ya que son los más
frágiles. Se podría pensar en una distribución desde
este sitio, de partes del esqueleto postcraneal, de alto
poder alimenticio, quedando partes correspondientes
a cabeza y pies descartados en este solar, donde se
habrían faenado.
VII. CONCLUSIONES GENERALES
Como hemos visto en las páginas precedentes este
solar urbano ha ofrecido restos de gran interés que
abarcan una amplia cronología que va desde la fundación de la villa por el Señor de Vizcaya en 1229 hasta
el siglo XX. Se puede considerar a todas luces excepcional dentro del panorama general de las excavaciones urbanas por su gran potencia estratigráfica (superior a cuatro metros extramuros) y por la calidad y
cantidad del material arqueológico recuperado, ofreciendo todo ello una secuencia cronológica continua
sin rupturas ni discontinuidades.
En el plano urbanístico e histórico ha supuesto la
confirmación arqueológica de una hipótesis muchas
veces apuntada. Nos referimos al hecho de la mayor
antigüedad del núcleo oriental y a la correspondencia
del septentrional con el fundado por el rey Alfonso X
el Sabio en 1256. Pero además ha servido para conocer el tipo de relación que se estableció desde el principio entre ambos núcleos, los cuales a nuestro parecer se fundieron en un solo recinto defensivo, hecho
cuya importancia trasciende sin duda lo puramente
urbanístico.
Ha aportado por supuesto datos importantes sobre
la poliorcética de la villa, al poner al descubierto un
foso defensivo paralelo a la muralla del primer recinto cuya existencia se desconocía por completo y al
permitir establecer con seguridad cuál era el trazado
de la muralla por la calle Zaharra. Llegados a este
punto tenemos que agradecer sinceramente al Ayuntamiento de Orduña su apoyo e interés por todo lo
relacionado con la Arqueología y el Patrimonio Cultural y en concreto su apuesta por la conservación y
puesta en valor de parte de las estructuras descubiertas con la intervención. El arquitecto municipal, Francisco Javier Egiluz, adaptó el proyecto de las viviendas de promoción municipal que se iban a construir
en el solar, para que la zona de la muralla y foso
extramuros pudiese quedar a la vista de todos al exterior del edificio, tal y como se puede observar en la
actualidad.
La excavación en este solar ha permitido ver a las
claras el cambio en la apreciación y relación de los
ciudadanos con respecto a la muralla y a sus espacios de "respeto". Así las primeras edificaciones se
mantenían alejadas de la muralla dejando no sólo una
amplia ronda sino también una zona de paso hasta
ella, espacios que paulatinamente se fueron reduciendo hasta desaparecer. Cuando esto ocurrió los edificios utilizaron la muralla como muro zaguero inicialmente. Posteriormente osaron destruirla con fines
prácticos particulares hasta que llegaron incluso a
sobrepasarla ocupando también el espacio, sin duda
público, situado extramuros. De este modo los solares
que inicialmente tenían unos doce o quince metros de
longitud llegaron a duplicar su profundidad.
Sin embargo, a pesar de esos cambios en la parcelación nos ha sorprendido observar la "inmutabilidad" desde la Baja Edad Media de la división longitudinal entre el solar nº 2 y el 4, hasta el punto de que
incluso el muro medianero en lo fundamental se ha
conservado desde esa época. Por lo tanto se puede
concluir que los cambios se producen en el uso y
aprovechamiento de los espacios que originalmente
eran de propiedad pública mientras que la división
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
entre dos propiedades particulares diferentes se mantiene incluso después del incendio de 1727, catástrofes que en algunas ocasiones propician los cambios
de parcelación, más aún cuando éstas afectan a una
hilera continua de casas como en este caso.
Por otra parte también ha sido posible documentar
el uso artesanal de este espacio en dos ocasiones
bien diferentes tanto por su cronología como por la
actividad llevada a cabo. La primera, fechable en la
segunda mitad del siglo XIII, sería una instalación
temporal para la fundición de dos campanas posiblemente para la Iglesia de Santa María, templo que
estaría en plena construcción o remodelación. La otra
era una tahona del siglo XVIII, de la que se han documentado restos de varios hornos para hacer pan. Lo
que más sorprende es que una actividad de este tipo
con diferentes hornos y el peligro que esto supone, se
lleve a cabo en el interior de la villa, en el centro de
la misma, precisamente justo después de haber sufrido seguramente el incendio más grave de Orduña tras
los de 1451 y el general de 1535.
De todos modos no parece que el Cabildo Orduñés
destacase precisamente por su capacidad de previsión
de incendios a juzgar por lo que las ordenanzas municipales de 1499 y 1569 recogen sobre los materiales
constructivos empleados en los muros medianeros.
Mientras que en otras villas para esta época ya se establecía que los medianeros se debían construir en piedra, en Orduña seguía sin ser obligatorio, y se permite seguir construyendo en "tapial o verganaco y yelso
como se acostumbra en esta Ciudad" 73 • De esta costumbre hemos encontrado diferentes testimonios
arqueológicos. El primer muro de división de solares,
que hemos fechado en el siglo XIV, es un zócalo que
apenas tiene 30 cm. de grosor y que de tramo en tramo
presenta piedras grandes de apoyo para las vigas de
madera. Entre los restos de los edificios de los siglos
XVI, XVII y XVIII se documenta de forma recurrente el uso del verganazo. Junto a él la teja para las
cubiertas y las vigas de roble.
El estudio de la cerámica. si bien se ha basado
fundamentalmente en la observación de su forma,
acabado y decoración, sin haber podido recurrir a
análisis de pastas o de dataciones absolutas, ha sido
de gran interés. En primer lugar porque es ciertamente excepcional contar en el ámbito de un solar urbano
con una colección de esta indudable calidad y cantidad. Ofrece un arco cronológico sin interrupción
72
73
En este grupo se ha incluido lo que Solaun denomina grupos V y
VI.
SALAZAR ARECHALDE, J.I. Urbanismo e historia. La Ciudad de Orduña, Oñati, 1995, pág. 125-126.
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
293
desde el siglo XIII hasta el XIX. Permite la reconstrucción de un notable número de formas y perfiles.
Es posible además comparar para cada uno de los
periodos el estado y las características del material
procedente de dos ámbitos diferenciados: el de hábitat y un basural. Pero además es un fiel reflejo de los
cambios en los hábitos y los gustos; de la progresiva
complejidad de la sociedad, manifiesta en una mayor
variedad formal; de los lugares con los que se producen intercambios etc. En definitiva, esta colección
cerámica constituye sin duda un marco de referencia
y paradigma para el estudio del material procedente
de otros solares de la villa y de otras villas vascas. Por
ello resumimos aquí los cambios más significativos
que se han producido a lo largo del tiempo en el material cerámico de este solar.
En el siglo XIII hay una rica variedad de formas
cerámicas: cuenco, orza, cántaro, tinaja, jarro, escurridor, olla. Es curioso que ya desde época temprana
aparezcan recipientes vidriados, en este caso de
verde, cuya procedencia más probable sea francesa.
Asociados al material cerámico aparecen recipientes
de vidrio, en este caso algunos ejemplares presentan
decoraciones en el borde como el ejemplo del vaso
con el borde en azul o el fragmento de galbo con apliques en hilos rojos, cuyos paralelos más cercanos los
encontramos en vidrios franceses. Por todo ello posiblemente se comerciara con las cerámicas vidriadas,
no en vano la calle paralela a Zaharra se denomina
Francos, atendiendo sin duda al origen de los comerciantes que se asentarían en ella.
En el siglo XIV se acentúa la riqueza de las piezas, tanto por la variedad como por el acabado en sí.
Vemos las primeras producciones de lujo como son:
azul-dorado, la serie azul y la cerámica mudéjar.
Todas estas producciones son foráneas, procedentes
de la zona levantina (las dos primeras) y de Teruel (la
tercera). En cuanto al vidriado hay un aumento de
piezas con este acabado aunque sigue siendo inferior
con respecto a piezas no vidriadas. Las formas son
mayoritariamente de mesa como los cuencos, tazas,
jarras; aunque también se documenta formas de cocina como la olla y la cazuela. Por lo que respecta a las
formas no vidriadas, siguen siendo mayoritarias y
aparecen nuevas formas con respecto a la centuria
anterior, como es el caso del bacín, candil, cazuela,
etc. Se documentan por primera vez y en gran cantidad las ollas de borde de aristas y las de borde moldurado, piezas que perdurarán hasta el siglo XVII,
encontrándose en el siglo XVIII de manera residual,
sobre todo las primeras.
En el siglo XV hay un estancamiento en cuanto a
formas, o incluso se puede decir que hay un retroceso
294
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
con respecto al siglo XIV. Siguen hallándose piezas de
lujo como las producciones de Teruel y la serie azul,
aunque su porcentaje continúa siendo muy bajo. Desaparece el reflejo metálico. Es curioso que en Orduña
este tipo de cerámica sea tan escasa en comparación
con otros centros urbanos como: Durango, Lekeitio,
Pamplona, Zaragoza, etc donde es bastante frecuente.
En cuanto al vidriado, permanecen los melados y verdes, pero surge con fuerza el blanco estannífero, sobre
todo en servicio de mesa (cuencos y platos). Con respecto a las formas, las predominantes son los cuencos
y platos (servicio de mesa), documentándose también
otras formas como jarras, ollas, y tazas. En cuanto al
servicio de cocina, se documentan sobre todo las ollas
de borde moldurado y de arista.
En el siglo XVI se aprecia una escasez de materiales cerámicos, y es una época en la que las formas
son muy pocas, reduciéndose a cuencos, platos y
jarras. El vidriado predominante es el blanco
estannífero, aunque también persisten otros como el
melado y el verde.
Ya en el siglo XVII se produce una recuperación y
el material vuelve a ser abundante, las formas mayoritarias siguen siendo los cuencos y platos, vidriados
sobre todo en blanco, aunque hay algunos melados y
verdes. Aparecen piezas singulares como la jarra con
cara humana en relieve, un gran frutero, un gran recipiente con vertedera, botes, jarrón, taza y tazón. En
cuanto a la decoración, hay piezas con vidriado
estannífero pintadas en verde. Las formas ya no son
solo del ámbito culinario, tanto de mesa como de cocina, sino que también hay piezas decorativas como el
jarrón, piezas de farmacopea, etc. El abanico formal
es mas grande que en el siglo XVI, aunque hay que
destacar que las piezas tipo "Talavera"74 son muy
escasas para esta época (como ocurrió en el caso de la
cerámica de reflejos metálicos). Este tipo de piezas de
gran calidad y de lujo son muy frecuentes en este siglo
en otras zonas, aunque en Orduña en general es escaso, excepto en el solar Harategi nº 11, solar donde se
econtraron algunos restos de lo que debió ser un
importante edificio de carnicería del siglo XVII. En
cuanto a las piezas sin vidriar, las formas más características son olla de borde de arista y el jarro de borde
moldurado. También se documenta en este siglo la
cerámica tipo zamorana caracterizada por la gran cantidad de desgrasantes micáceos que tiene.
El siglo XVIII es una época de riqueza en cuanto
a las cerámicas, las formas principales son, como en
74
Se han encontrado fragmentos de este tipo cerámico pero en contextos más tardíos como elementos residuales.
las centurias anteriores, los platos y los cuencos con
vidriado estannífero en la mayoría de los casos, aunque también hay tazas, jarras, frutero, botes, tapas, etc.
En este siglo lo característico son las piezas estanníferas blancas con decoración pintada en azul, con motivos vegetales o geométricos. Estos motivos hay que
ponerlos en relación con las series azules producidas
en los grandes centros alfareros de la época como
Talavera, Manises, Alcora, etc. que popularizan esta
decoración. En este siglo también aparecen las primeras producciones de Porcelana y/o Cream Ware inglesa, con una decoración pintada en azul imitando a los
motivos chinos. Las producciones sin vidriar son ya
muy escasas; destaca la cerámica tipo zamorana.
En el siglo XIX las piezas siguen siendo sobre
todo cuencos y platos con vidriado estannífero, aunque hay otras formas como bacín, olla, etc. En cuanto a la decoración aparecen piezas pintadas en verde
y morado. Estas piezas provienen del alfar localizado
en Transantiago, donde las formas y motivos recuperados son idénticos a los de Zaharra 2-4. En está
época es muy abundante la imitación de porcelana
y/o Cream Ware inglesa con formas muy singulares
como orinales o tazas de café. Y aparecen las primeras piezas de porcelana como tal.
Con respecto al análisis argueofaunístico consideramos que ya supone un avance en sí mismo el
mero hecho de que se haya llevado a cabo, pues no es
demasiado habitual en nuestro entorno realizar este
tipo de estudios con los restos de fauna procedentes
de excavaciones de intervención. Sin duda, el que
existan pocos estudios con los que comparar los
resultados, dificulta la interpretación en algunos
casos, pero en cualquier caso consideramos que las
aportaciones son suficientemente importantes como
para justificar la necesidad de llevar a cabo trabajos
que trasciendan la mera labor de catalogación.
Los materiales faunísticos presentan en general
una buena conservación. Esto puede deberse a que la
mayoría proviene de rellenos que se han hecho con
tierras negras, con cal y arenosas, que habrían contrarrestado la acidez de las arcillas locales.
Hay un alto porcentaje de huesos teñidos, que se
puede explicar en parte por la proximidad de los
materiales con la fundición de cobre para aleación de
bronce (coloración verde) y otros con óxido. Las cargas de minerales muestran diversidad en los procesos
depositacionales de las distintas UUEE. Sólo es
importante en una de las hoyas y en un relleno con
tejas. La mayoría corresponde a óxidos.
En general, las diferencias mas notables de los procesos tafonómicos naturales se observan al comparar
KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
EXCAVACIÓN EN ZAHARRA nº 2-4 DE LA CIUDAD DE ORDUÑA. RESULTADOS,
EVOLUCIÓN Y USOS DEL SOLAR DESDE EL SIGLO XIII AL XIX
295
los conjuntos intra y extramuros, y esto es comprensible dada las diferentes historias tafonómicas esperables
en contextos predominantemente domésticos de uso
diario, donde se realizan labores de limpieza y reciclado del espacio, comparada con un basural exterior,
donde se acumulan conjuntos abundantes de materia
orgánica durante prolongados periodos de tiempo y
hay una mayor exposición a los agentes meteorológicos. Estas diferencias pueden utilizarse como indicadores de uso del espacio cuando la división intramuros
y extramuros no esté tan clara como en este caso.
pongan actividades realizadas en distintos momentos o
que provengan de solares aledaños. En ese sentido
registramos una serie de actividades económicas que
se estarían dando y que comentamos a continuación:
En síntesis en cuanto al aprovechamiento económico de la fauna se puede concluir lo siguiente: el
porcentaje de marcas y fracturas es menor en ovicápridos que en los grandes ungulados (Bos y Equus y
Mamíferos Grandes). Esta tendencia se explica porque
existe una relación directamente proporcional entre el
tamaño de la res y la fracturación de la misma (Morales et al. 1986).
Desuelle o Extracción del cuero de vacunos y
ovicaprinos, para su tratamiento posterior.
Se observan cambios y permanencias entre el
períodico medieval y posmedieval:
1. La importancia de Equus disminuye notablemente, mientras que aumenta la de Bos.
2. Los porcentajes de individuos maduros son superiores en los taxones grandes, mientras que los
ovicápridos y suidos hay representados inmaduros
y maduros
3. Los Ovicapridos y Bos mantienen un patrón relativamente estable en cuanto a perfil anatómico,
representación de partes del esqueleto, perfil de
edades, frecuencia y tipo de marcas.
4. En el periodo posmedieval aparecen nuevas
especies en la dieta: gallina, peces, ostras
( Ostrea edulis), y aumenta la importancia de
suidos y cabras.
5. La presencia de caballo en el periodo medieval
parece ser el resultado de un aprovechamiento
secundario de animales maduros que han sido utilizados en otras tareas o funciones, lo cual es concordante con unas pautas de subsistencia rurales.
Lo que sabemos de contextos urbanos es que se
consume ganado bovino y que no aparece caballo.
Comparando con otros yacimientos de Vizcaya de
las mismas épocas, aquí aparece menos diversidad, y más caballo en el periodo medieval (Castaños, 1992-3, 1998-9).
Por tratarse en gran medida de un material de descarte secundario (basureros) es esperable que se superKOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07
Carnicería: si bien se observan restos procesados
con marcas de carnicería, estamos en presencia de
una superposición de actividades de manipulación de
las carcasas para la obtención de diferentes productos. De acuerdo con los indicadores observados planteamos que se han dado las siguientes actividades:
- Despiece de animales en unidades grandes y
unidades menores, para su distribución y .consumo de
todas las especies principales.
- Marcas de descarne (cortes para distribución
para el consumo)
- Fracturas sistemáticas en huesos largos y metapodios para extracción de médula para ungulados.
Pero ninguno de estos patrones es unívoco para
ninguna de las unidades, ya que al venir principalmente de un basural, las distintas actividades se encuentran superpuestas. En este sentido decir que contamos
con dos referencias documentales del siglo XVI en las
que se menciona una carnicería en esta calle, pero lo
difícil es saber en qué zona de la misma se ubicaba75 •
Por último, se plantea el uso de huesos y clavijas
como material constructivo para rellenos, en este
caso de los hornos. Esta práctica está documentada
arqueológicamente. En Inglaterra fue una práctica
común entre los siglos XVII y XVIII. También se
localizan en la sociedad colonial americana. En Chartres, Francia, se localizó en un muro construido con
huesos datado en el siglo XVI y que correspondía a
una panadería (Armitage 1989). En general son restos
derivados de la actividad industrial o artesanal: carnicerías, curtidurías y la industria del cuerno o asta
(Albarella, 2003). Y los restos pueden estar utilizados
como material constructivo o simplemente ser el
resultado del descarte.
75
Archivo Municipal de Orduña Libro de Actas 002 f.76v. En 1545
se gastan 447 maravedís en hacer el pendiz de la carnicería de la
calle Zaharra.
Libro de Actas 004 f. 31 En 1573 se gastan 2691 maravedís en la
botica y tienda que se hizo en la casa de la carnicería vieja encima de la calle Zaharra.
SILVIA CAJIGAS PANERA, DAVID MARTINEZ IZQUIERDO, FLORENCIA SAVANTI
296
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Abreviaturas
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