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Año Xl.
Madrid, Octubre de 1913.
Núm. 125.
GRAN VIDD
REVISTA ILUSTRADA DE SPORTS
DIRECTOR:
VICENTE DE C A S T R O
LES
LA SIERPA DI: LA CASPERA
Parece lo indicado qiic ni hablaros de la
Sierra de la Cabrera fuera lo primero íiacemos Lina exacta descripción de su situación
obsequian los intelcctunlcs. pero que ¡i biienas cuentas yo os recomiendo ojear el primcr Diccionario geográfico que se os ponga
Pííñü iM !;imbor¡l.—Candió y i'icos de l;i Pudrirá.
S^ográfica, su orientación, dirección y gene^'s. su constitución geológica, su iiidrogra'"1 y otras cien mil [ninucias que vienen á
'Constituir un formidabic macatote con que
al alcance de la mano, y con poco que le:Us
os bastará para suplir esta deficiencia.
Yo me conformo, y creo que me basta
porque ni soy geógrafo, geólogo, liidrógra-
GI^AN
2Q2
VIDA
ío ni siqíiicrii fisiófl.ngo, con deciros que cmprendcis In iiiürcíia por 1;) c¡irrcter¿i de FucnCiirral y piísáis este pueblo lo iiiás deprisa
posible, torcéis á la derecha por la carretera
de Francia y seguís por Alcobcndas, San
Sebastián de los Reyes, San Agustiii y E\
Molar, aquí tenéis la precaución de coiitinuar la carretera y no torcer por la de Torrelaguna, porque en ese caso haríais una tontería; marca la carretera una emocionante ¿'se
en fantástica pendiente y os encuela en Venturada. Seguís observando cómo se dibuja la
carretera en espléndidas curvas; Cabaníllas
de la Sierra os ofrece un paso incoloro, pero
pronto se aproxima una pared ciclópea que
poco necesitáis para comprender que es la
sierra que buscáis.
rreno con cariño y hablan con entusiasmo de
la futura línea de! ferrocarril.
A muy corta distancia del pueblo sube la
carretera al puerto de la Cabrera, y antes de
llegar á él la dejamos para entrar por un atajo ai macizo de la sierra.
El callejón del Sayermo está formado por
LUÍ pequeño declive entre la carretera, en el
puerto, y la pared vertical que forma el Pico
de la Miel que se alza con airoso perfil como
remate del trozo de sierra que aquí llaman
La Ladera; en este callejón os interesará seguramente una esbelta peña que llaman de
la Aspcrilla, y que Zabala, e! alpinista y escritor, me dice ser una dtiiiienai
de las ¡indas, y yo le creo porque no suele engañarme ni me gusta contrariarle.
La Cabrera es un pueblecíllo simpático; lo
constituyen dos barrios, uno que bordea á
la carretera y otro que se agrupa en el llano
de la izquierda, ni resguardo de la sierra;
entre uno y otro se alza la iglesia, modesta,
limpia, con su simpática cigüeña amiga de
las canipanitas de la torre.
Emprendéis la marcha por La Ladera, tomándola á poco menos de dos tercios de sn
altura, y aunque se liacc algo difícil por '"
excesiva pendiente y lo profusamente pedregoso del terreno, que tiene el aspecto de un
constante canchal, no os encontráis con dificultad insuperable que os impida recorrer
toda la linea.
La gente del pueblo es agradable, atenta
con el excursionista y servicial sin empalagos ni molestas oficiosidades; cultivan su te-
Del Pico de la ¡Vliel pasáis al Canclio de
las Yeguas, que es poco interesante; signe el
Canctio lili la Crii^.-L:is Griiiijüriis y Puñn liu Ki DiKi.- Caiiclio del Poriioso.
GHAN
VIDA
=93
Püfla til! l;i Aspi;rilÍii.—Picos du la Miel.
(Ic los Tejos, de nfiladüs peñas, y después de
un minúsculo pucrtcclto, que os pennile asouiaros á la otra vertiente, os encontráis en el
Canciio Gordo y Picos de la Pedriza que componen un grupo importante de afiladas ajiujas de un aspecto verdaderamente fantástico
y dfi una belleza salvaje.
E[ Cancho del Pornoso sigue al anterior y
Pcñ;i Águila nos muestra, en uiui dg sus
grieííis, un hermoso palacio que habitan con
tranquila parsimonia unos filósofos abantos
que confían en que no liemos de subir á molestarles.
I-ns Granjeras es un bonito hacinamiento
de rocas que sirven de pcdest;il á una colosal esfera; la Peña de la Bola, que, amenanazando con un desprendimiento peligrosisinio, me asegura un pastor que han intcntíido apalancaría sin poder conseguirlo, y lo
creo de buena fe.
Se inicia una pronunciadisima hcndeduía
que forma un puerttcillo, que utilizan como
P"so á In otra vertiente para buscar el piier^^ del Medio Celemin, que lleva á Bustarviejo; de hi otra parte forina la hendedura el
""•'ncho de la Cruz, grande, (nacizo, y que
''"^ne ia mayor altura de La Ladera (1.5U0
metros); aquí nace el arroyo del Afrecho,
fresco y abundante.
Remata el Cancho de la Cruz el otro extremo de la Ladera, bajando en sinuoso perfil casi á ia altura del valle para volver á elevarse de nuevo en un macizo en forma de
cono trimcado, en cuya cima se encuentran
restos de muro y obra que me aseguran ser
de la época árabe y lo atestiguan con monedas alli encontradas. Este cerro le llaman El
Cancho Gordo.
Como curiosidades pueden citarse la Peña
del Tamboril, enorme peñasco desprendido
que aún blanquea la huella del desgarre, rajado en corte diagonal y que ofrece la p a r t i cularidad de tener la sonoridad de un timbre
cuando se la golpea con una piedra ó cuerpo
duro.
La Fuente de Santa iMaria que mana al
fondo de una huerta esmeradamente cuidada
por su duei'io, campesino amable y que se
interesa por el excursionista al extremo de
facilitarle cuantos d a t o s necesite, incluso
acompañarle por aquellos intrincados vericuetos. La fuente es de bastante caudal, limpia y fresca en verano, templada y agradable en invierno, ornada con airoso arco ro-
GRAN
2 94
mano de piedra, invita cl lugar ñ gozar de
su frescura.
El convento de San Antonio está como
adosado á una pared del Cancho de la Cruz;
lioy, de particulares, le rodea una hermosa
•huerta cultivada con esmero. El pueblo de
Valdemanco hace pareja del convento en su
situación, aunque varía algo su orientación,
pero merece visitarse por su curiosa urbanización y construcciones domesticas.
El regreso lo podéis hacer por Bustarvicjo
VIDA_
á Miraflores 'y Colmenar y allí os recogerá
el ferrocarril de la Compañía Madrileña de
Urbanización, que lioy ya lo es y muy pronto lo será por completo, verdadera providencia de los excursionistas del Guadarrama
por su más intcresaTite región Las Pedrizas.
Y nada más puedo decir de la Sierra de la
Cabrera; visitadla que no os arrepentiréis.
R. GoNzAi.i-z.
Fotofiniflns lie! iiiisiiio.
CRÓNICA D E L N O R T E
Las eliminatorias del Campeonato de España de Foot-ball.
Constituídn la Federación Regional del
Norte, iiouilirados los referees oficiales y sorteados los campos y fechas, cl día 12 dieron
comienzo los partidos eliminatorios para el
Campeonato de España de Foot-ball Asociation.
En Bilbao lucharon el Club Deportivo y
el Arenas; c! triunfo correspondió á este último, apuntándose 2 goals por ninguno de
sus contrarios.
El resultado estaba previsto; el Arenas
posee un equipo entrcnadisimo, todos sus
jugadores llevan jugando juntos todo este
verano, lo que hace que presenten un once
muy homogéneo. En cambio cl Deportivo se
presentó completamente desentrenado, y
aunque tiene muy buenas unidades, no es lo
suficiente para contrarrestar cl empiq'c de
tan homogéneo equipo.
Del Arenas se distinguió Paga/.a, que es
un extremo muy bueno; Hurtado, Rica y
Peña. Del Deportivo Arzuaga, Cabieces,
Castro y el portero Isusi, que paró shoots
peligrosísimos. Actuó de referee cl Sr. Goyuaga.
El mismo día, en San Sebastián, lucharon
la Real Sociedad, de esta ciudad, y el Sporting Club, de Irún.
El triunfo fué para ios rcnüslas, que se
apuntaron 3 goiüs por 1 de sus contrarios.
El partido fue poco interesante, únicamente cl primer tiempo fué competido; los dos
equipos desarrollaron juego igual; San Sebastián se apuntó el primer" goal por Svdler;
en seguida empató Bello, aprovechando una
buena centrada de Engoso.
En la segunda mitad cambió la decoración; el Sporting, en un n¡al día, no supo
hacer nada de provecho; San Sebastián no
desperdició esta ocasión para arremeter con
furia y marcar dos \\\.\Q.\'0% gonís.
Se distinguieron: por el Spnrting, Gallego, que salvó á su equipo de un paíizón,
Barku y Eigucroa. De la Real, Sydler,
Ecliart, Leturia y Arrate.
De refereeíictuó el Sr. Unzurrunzaga.y su
actuación fue muy discutida.
Din 19. —En el campo de Amute, del
Sporting de irún, lucharon ¡os Clubs locales
Racing y Sporting.
E.xcusado es decir que en el campo no cabía ni un alfiler.
Fué como todos ios partidos jugados por
estos equipos, emocionante en extremo é indeciso hasta cl fin.
Durante los diez primeros minutos el Sporting desarrolló un juego sorprendente de
pases y comliinacioii; de haber tenido sus
delanteros precisión en el slioot hubiesen
dado un disgusto á sus contrarios.
Poco á poco los campeones impusieron su
juego, y en uno de esos avances que tantos
triunfos les han dado,consiguió Patricio marcar un goal magnifico. Al poco tiempo, y !''
salvar un comer, este luismo jugador concedió el rejerée im pennlíy conira cl Racing:
Arzac se encargó de conseguir el Cínpate.
En el descanso el referee expulsó del cam-
GHAN
VIDA
295
Ainlite.—"Match, Racínjr-Sporl¡ii¡;.
po ñ Ugartc, del Sporting, y Molcrcs y Rctcgui del Rücing. Motivo, c! tciicr las botiis
crnmponcs antirregl;inicnt;irios.
Kn el scgtmdo tiempo, iiuiiqnc el Racing
jugó en condiciones de inferioridad, pues no
tcniii más que tres delanteros, tuvo en jaque
á la defensa contraria, y en más de una ocasión parcela iban á marcar.
Terminó el tiempo reglamentarlo con vui
empate á un gon!.
Actuó de /'í'/crée el Sr. Arzuaga, Su labor fue
también muy discutida; aunque algunos no vieron
el motivo de cast i g a r al Racing
c o n un penalty,
supongo yo que
dicho señor vio
algo que no pudo
ver el pi'iblico. Lo
qiio no estoy conforme es con la
medida tan radical de expulsar á
los jugadores por
botas antirrcglamentar as.
Moicres,
dülíiruero del Real Rr.ciiin.
Mi opinión es
que debió haber
reconocido el calzado antes de empezar el inntch y
no ya cuando cstaba jugado la milild,
pUCS COll la
decisión tomada por dicho señor colocó al
Racing en condiciones muy inferiores para
ia lucha, y esto, la verdad, no es equitativo.
En Bilbao lucharon el Veterano Athlcticy
Novel Arenas. Gran expectación despertó
este encuentro; el nuevo campo de! Athlctic
se vio l l e n o de
pi'iblico; la lucha
fué muy encarni'J9r^
zada, venciendo
los veteranos por
2 goals Í\ 0.
.' *
En u n ataquí!
del adelante costuro Solaun, para
e v i t a r un goal,
dio con la mano,
por lo que el referee Sr, Echever r í a c a s t i g ó al
Athletic c o n un
penalty. El Arenas desperdició la
ocasión para marcaí un tanto.
De los vencedores s e disting u i e r o n Bola usté (R.), que fué
quien marcó los 2
gonía; la línea de
medios estuvo
colosal; bien por
Iccta, Bclaustc y
,,, ,'
-'
l-gLllii.
n . • •
Patricio.
(leUintero del Real RaciriR.
GRAN
2g6
VIDA
Atiiule.—"Matciin Rnciii^-SporlirLí;.
El Arenas se defendió admirablemente,
distinguiéndose Jáurcgui, Rica, Ormaccliea,
Ballana y I^agazü.
Iil leferóc muy ¡mparcial.
O/'íi 26'.—Coiitendian en Irñn, el Club Deportivo de Bilbao y c¡ Rea! Riicing.
Fué un buen entrenamiento para los actuales campeones, que se apuntaron fj goals
por 1 de los coiitrarios.
Del Deportivo, ¡os delanteros jugaron muchísimo, asi como también los medios; en
cambio la defensa no pudú sostener el ataque
irnnés; Patricio repartió c! juego admirübleniente, marcó 2 goiils de manera colosal;
¡Vloléres, que está lieclio una fiera, se encarg ó de marcar 5 más, y Retcgui consiguió c!
octavo.
Arzuaga salvó el honor de su equipo rematando hábilmente un centro de Dapausa.
De referee el Sr. Unzurrunzaga, muy imparclal y acertado.
En Bilbao lucharon el Arenas y la Real
Sociedad.
Fue un partido compcíidisimo; la Rea!
marcó 2 gonls en el primer tiempo; c! primero logró Echar! de un shoot de hirga distancia, que entró por e! ángulo; el" segundo
Sydler, remató un centro de Zabala.
En este tiempo el Arenas lanzó un penalty, que io salvó muy bien Eizaguirre.
En la segunda mitad del match, dominó el
Arenns, consiguiendo marcar un tanto Usobiaga.
Al finalizar el maich, el Arenas consiguió
C)\.ro goal, que el referee Sr, Lecuona no lo
concedió, originando esto grandes protestas.
Venció, por tanto, la Rea!, por 2goals ¿ ISe lucieron Echart, Arrale, Sydler y Eizaguirrc.
Y del Arenas, .láiiregui, Rica, Arbaiza,
Pagaza y Urtado.
B a l a n c e d e loa e q u i p o s .
.
J . G. P . E . F . C. piirilo-í.
Real Sociedad.
Real Racing. . .
Atliletic
Arenas
Sporting... .
Deportivo
2 2 0 0 5 2
2 1 0
1 9
2
1 1 0
0 2 0
3 1 2
0 3 4
2 0 1 1 2
4
2 0 2 0 1 10
J., jugados; G., ganados; P., perdidos;
E . , empatados; F . , goals á favor; C , go'jls
en contra.
BALDOMCRO
Octubre iui;¡.
MAÜTÍNBZ.
GI?AN
VIDA
297
ATLÉTICA
No sé por qué, pero el caso es que en España apenas si practicamos el atletismo.
Parece extraño que una nación que puede
producir atletas de primera linca, abandone
estos deportes al aire libre y no cultive las
carreras á pie, saltos de altura y longitud,
saltos con pértign, lanzamiento del peso y
disco, ejercicios hoy tan en boga en naciones como Inglaterra, Alemania, Suecia y
Francia principalmente y que tanto contribuyen al desarrollo y conservación moral y
física de lü raza.
Entendiéndolo asi las grandes naciones,
organizan concursos internacionales, á los
que concurren los mejores atletas que cada
una de ellas ha producido en el año; ingleses, alemanes, suecos, franceses, italianos,
japoneses, etc., compiten en noble lid; todos
disputan el laurel que lia de ser honra para
la madre patria de que proceden, todas por
lo general menos España.
Duele pensar que un pueblo como el ibero,
que en toda época histórica dio pruebas de
gran valor, voluntad, resistencia y demás
cualidades que hacen á un pueblo tuerte,
quede ahora sumido en el más cruel de los
abandonos y no comparta estas lides 4el
sport, con las demás naciones, tanto más si
se tiene en cuenta que en algún concurso
conseguirían clasificarse en primer lugar.
Y conste que, al afirmar esto, no me fundo
en pura fantasía, sino en hechos reales, presenciados por mí mismo. Por ejemplo, estoy
seguro que aquellos "pasiegos,,, de la provincia de Santander, harían siempre un excelente papel entre los mejores saltadores
con pértiga Ücl mundo. Sabido es que los
"pasiegos,, viven en las montañas, de las
que están obligados á descender diariamente
íil llano á vender sus mercancías (queso y
mantequilla), que llevan en enormes cuévanos sobre las espaldas; válense de pértigas
como de unos 4 á 4 y medio metros, para
vencer, saltando, las escabrosidades de la
montaña, com.o altos matorrales, riachuelos,
pozas, paso de peña á pena, etc.
En Pas tuve ocasión de ver, ya hace años,
una apuesta entre los mejores saltadores de
dos distintos bandos; la apuesta consistía en
sidra, que debían de pagar los vencidos, y
estoy cierto que el vencedor, un mozo como
de unos veinticuatro años, pequeño y musculoso, salvó en el salto que dio la victoria
á su banda tanto como lo que saltó en ésta
el día 5 del corriente, en que hubo uno de
estos espectáculos (y a! que concurrieron
como unas 15,000 personas), el campeón francés Gondcr, que pasó la altura de 3,60 metros.
Si á esto se añade que la pértiga del "pasieguito,, ni era de liviano bambú, ni tenía
tenedor en una de sus extremidades para
asegurar el palo, ni lino para evitar que las
manos resbalen, se comprenderá el mérito
del salto. Y lo que son los "pasiegos,, con la
pértiga, son los nobles "j¡bos„ vascongados
con la barra.
Estos jayanes lanzan la barra de hierro
entre trago y trago de "chacolí, á distancias
muy respetables, considerando el peso déla
herramienta.
Son, pues, apreciables atletas que entrenados lanzarían el disco ó el peso tan bien
como cualquier otro y constituirían serios rivales con los que habría que contar en los
grandes campeonatos. Luego vienen también
los "andarines, y "saltadores,,, cuyas hazañas nos son desconocidas, por no existir aún
organizaciones atlétícas que encaucen sus
energías.
Guardóme muy bien de creer que si los
campeones iberos luchasen actualmente en
estos concursos deportivos realizasen lo del
César: Vini, vidi, vici, no; no lo pienso porque es evidente que esto no puede ser, porque el maestro no se improvisa, tiene que
GRAN
298
pasar por la previa preparncíón; pero sostengo que pronto ¡ilcanzan'an il los consagrados, como lentamente está ocurriendo con
otros deportes, véase si no los progresos habidos en ei foot-ball. Ya sé que en España
existen algunas Sociedades atléíicas y que es
admirable cómo sus miembros puedan operar en un centro tan apático y sóio guiados
por el verdadero espíritu del sport.
VJDA^
Esperemos que su constancia venga al fin
sobre los prejuicios é ideas falsas de que el
atletismo aparece rodeado, y loado sea ei
dia en el que en el cuadro de honor, en un
concurso atlético internacional, aparezca el
nombre de un campeón español.
LA
WD A Y.
Londrüs, I5-T-13.
Unión Deportiva del Crédit Lyonnais.
Esta activa Sociedad, basándose en los
fines para que se fundó, y dando muestras de
un entusiasmo por la educación física, digno
de toda alabanza, ha celebrado entre sus
socios, el día 12 de Septiembre, una clásica
prueba denominada "Pentathlon 1913,, (concurso de cinco pruebas), con arreglo al siguiente programa:
Carrera de 200 metros.
Saltos de altura.
Lanzamiento de peso.
Lanzamiento de disco.
Cross-Country (5 kilómetros).
La clasificación por adición de puntos, establecida por el Jurado, lia sido la siguiente:
Primer premio: Medalla de plata y título
de detentor de la Copa de plata ofrecida por
los Sres. Apoderados del Crédlt Lyonnais
(Copa que so adjudicará al que la obtenga
dos años).
Don Georgc TríoUct, que obtuvo 11 puntos, repartidos en la siguiente forma:
Carrera de 200 metros.—Segundo, en 28
segundos.
Saltos de altura.—Segundo, 1,51 metros.
Lanzamiento de peso.—Quinto, 6,fi0 metros.
Lanzamiento del disco.—Primero, 23,SO
metros.
Cross-Country (5 kilómetros).—Primero,
20 m. 51 s.
Segundo premio: Medalla de plata, á don
Fréderic Sautschi, que hecha la adición de
las varias pruebas, obtuvo 16 puntos.
Tercer premio; Medalla de plata, á don
Fierre Combernoux, 24 puntos.
Cuarto premio: Medalla de bronce, á don
Otto Streit, 25 puntos.
Los campeonatos de ¡awn tennis (individual y por parejas) y concurso de neófitos,
han dado los siguientes
Resultados
Campeonato
individual.
Primer premio: Copa de plata ofrecida por
D. William Michaud y título de campeón, á
D. Luis Ruiz.
Segundo premio; Medalla de oro, á don
Philippe Caupeil.
Tercer premio: Raqueta ofrecida por la casa
Sports (Arrieta, 9), á D. Robert Lemoult.
Campeonato por parejas.
Primeros premios: Medallas de plata y títulos de campeón, á D. André Cavín y á
D. Philippe Caupeil.
Segundos premios: Medallas de plata, a
D. Robert Lemoult y á D. Emile Vilottc.
Concurso de neófitos.
Primer premio: Raqueta ofrecida por el
Tennis Club Amícal, á D. Manuel Fernández
Prados.
Segundo premio: Medalla de plata, á don
Cipriano Arenales.
Tercer premio: Pitillera ofrecida por don
Philippe Caupeil, á D. Fermín Sácz.
Cuarto premio: Medalla de bronce, á don
Francisco Alonso.
Muy de veras felicitamos á la Sociedad
U. D. C. L. por lo mucho y bien que trabaja
en pro de la cultura física, y lo mismo Directores que dirigidos harán que su nombre
figure en el puesto de honor que por sus
merecimientos y labor constante le corresponde.
GI?AN VIDA
299
riTprüTT-:-^
AERHIDROPLANOS
San Sebastián, la ciudad hermosa y progresiva, ha sido como siempre que de fiestas nuevas se trata,
la que ha dado las primicias en España de un concurso de aerhidroplanos.
Si de alguna falta ha adolecido,
por parte del Real Aéreo Club de
España, ha sido el hacerlo en las
postrimerías del verano, pero esta
falta es sólo para la imaginación de
ios que ignoran que no ha podido
hacerse en otras fechas por no
contarse con aviadores de renombre, y aun en la fecha en que se
hizo —fines de Septiembre—ha sido
Lüiizaiiiii;nlO ÍIIÍ " " ¡iparalo.
W*
GRAN VJDA
300
Un ¡lorliidropluno en pleno vuelo.
un éxito para el Aéreo Club conseguir la presencia de Renaux, Carbery, Bathr;U, Ciiemet, Audemars
y Dijvetain, que, respectivamente,
han pilotado aparato Farman, Morane Saulnier, Sánchez Besa, Borel,
Morane y Borel, pues la Copa Gordon-Bernet y dos concursos de
Reims y Deauville tenían copados
los mejores aviadores, obstáculo
que seguramente ha privado á
San Sebastián de
ver en su concurso á nombres
tan importantes
en fiestas aéreas,
comoNieuporty
Duperdussin.
El campo de
aviación no ha
estado lo concurrido que era de
e s p e r a r , pues
claro está que
una fiesta de esta índole puede verse de
todas partes, y por este motivo resta entradas, y, por consiguiente, ingresos, que ha
perdido la Beneficencia donostiarra, pues
el Aéreo Club, lo ofreció á este Centro benéfico, puesto que no
tenía sus miras al organizar el concurso,
más que en hacer algo
•porSanSebastián desinteresadamente.
En cuanto al concurso, á pesar de
los esfuerzos de todos,no ha podido
terminarse por causa de la fatalidad.
Los aparatos fueron paulatinamente averiándose, hasta que el
cuarto día sólo quedaba en estado
de funcionar el aparato de Renaux,
por cuya causa eí Jurado se vio
obligado á suspender el concurso
por falta de competidores.
-ti.ír.—flT«x----r5,-
Aviudores haciendo los úllimos |>repur;it¡vos.
GRAN VIDA
301
Durante los cuatro días de pruebas, se han hecho vuelos magníficos, preciosos, y aunque la aviación en San Sebastián no es cosa
nueva, e! público que diariamente
llenaba la Concha, el castillo y el
monte Igueldo, desde donde se contemplaban á satisfacción las evoluciones de estas aves metálicas, .ha
quedado encantado de lo que ha
Prueba B, totalización de número
de vuelos. Primer premio, 9.000 pesetas, á Renaux. Segundo premio,
2.500 pesetas, á Audemars, con
aparato Morane.
Prueba C, de lanzamiento. Primer premio, 3.000 pesetas, á Carbery. Segundo premio, 1.000 pesetas, á Renaux.
Prueba D, de navegabilidad. Pri-
i-l Jiiraiio comprobuiulo losapiiralos
visto, y ha convenido en que la
aviación va abriéndose camino á
pasos agigantados.
La clasificación de premios ha
sido en la forma siguiente:
Prueba A, totalización de duración de vueíos. Primer premio, 9.000
pesetas, al piloto Renaux, con aparato Farman. Segundo premio, 2.500
pesetas, al piloto Carbery, con aparato Morane.
mer premio, 4.000 pesetas, á Carbery. Para el segundo, que era de
1.000, quedaron empatados Audemars y Chemet, y el jurado elevó el
premio á 2.000 pesetas, dando la
mitad á cada piloto.
Prueba £", mixta de velocidad.
Quedó anulada y los premios desiertos.
'mi?
GRAN
302^
EDUCACIÓH
VIDA
FlSICA
EL COLEGIO FRANCÉS DE ATLETAS
Recientemente se ha fundndo cn Francia
una nueva escuela civil de educüción física,
debida ai entusiasmo y generosidad de un
verdadero Mecenas deportivo.
De un detallado estudio sobre el funcionamiento de esta nueva institución, publicado
por Georgcs Rozet, cn la Reviie de París,
entresacaínos interesantes noticias, quedarán
idea aproximada de la misma.
Inmediato al parque Pommcry, ha sido
creado el Colegio de Atletas, iiecho casi en
forma de velódromo, rodeado de algunos
edificios, árboles y plantas, que completan el
tono del verde césped del centro. Frecuentemente se lia pronunciado, á propósito del colegio, la fórmula de Monasterio de atletismo;
este estadio da, en efecto, la impresión de una
especie de claustro sportivo, casi oculto á la
vista de los visitantes del parque, y abierto
solamente hacia ci cielo.
Las pendientes, cubiertas de verdura, son
parcialmente talladas por largos peldaños á
manera de gradas, que sirven en los concursos de tribuna rústica para ios espectadores.
Una pista, de 300 metros de circunferencia—dos magníficas líneas rectas unidas por
dos semicircunferencias—de un amarillo de
cromo mtiy claro, y marcado cn su parte interior, en la cnerda, por una banda de arena,
más confortable á los pies que ei resto de la
pista. En la peíanse central, todos ios accesorios de los depjrtes de precisión, mezclados con los del método educativo del Teniente Hébert: largos paseos minuciosamente
medidos para saltos con impulso y sin el;
para el lanzamiento del peso; postes de un
Visla di.'l estadio dül Colej;io;de Atletas.
Gl^AN
VIDA
303
agradable gris perla para el salto de altura; playa ni de campo no han dado jamás su
travesanos móviles para la carrera de 110 equivalente.
metros con obst:iculos; las barras de suspenHasta los menores detalles observados en
sión, el muro rústico y la banqueta irlandesa la nueva Escuela de Atletas denotan una node los tiradores marinos; el cuadrado para ia
vísima orientación y un destierro completo
lucha; en fin, la esbelta combinación de las de procedimientos y formas en desuso.
cuerdas lisas, seilaladas de metro en metro,
Está dotada de una magnifica biblioteca
la indicación de los 5 metros; el cero de construida con muros policromos; la sala de
la colación Hcbert, está marcado con una lectura,con su decoración escandinava, decopequeña cinta roja, como si se tratase de es- lores brillantes, azul franco y naranja vivo, patablecer un limite prudente para los atletas debutantes.
Contiguo al borde superior
del estadio, brilla una vasta
piscina, de límpidas aguas, en
Cuyo fondo se dibujan los caprichosos mosaicos de que está
forínado.
Llega la ¡lora de la lección
Hébert, que pone en combinación todas las facultades del
cuerpo, sin preocupación por
el cronometraje ni las pcrjomnnces. Se practican sin competencias ni rccordshs clásicas
distancias de 100 y 1.500 metros de,carrera á pie en el curso de las cuales, sobre todo de
este último, el corazón tiene alternativas de bienestar y de
angustia, de feliz, confianza y
de amarga desesperación; el
salto de altura en donde la
cuerda blanca mide hasta dónde puede llegar la fuerza y habilidad mezcladas en ei hombre. Satisfacciones niuscvtlares
que perpetúan la satisfacción
Lii piscina y el apiirato para iiuiiursiones á diveisas altiitas.
y la confianza de si mismos.
Es muy curioso observar los efectos interiores de esta vida de entrenamiento y la
reacción de este régimen, casi exclusivamente atlcticoen los intelectuales franceses.
Hay que notar que entre los que no tenían
ningún entrenamiento para los ejercicios físicos, la primera impresión producida es la
de una especie de dispersión del ser intelectual y moral, dispersión tai que ni la vida de
rece hecha para el ejercicio neto y dichoso del
pensamiento, para la elaboración de una literatura precisa, clara, y aun podría escribirse aséptica; esta sala de lectura y esta biblioteca en general difieren mucho del resto de
las demás, pues mientras aquéllas parece que
se empeñaban nuestros antepasados en cercarlas de cierta inoportuna austeridad y aislamiento, esta, con sus rientes y amplias
GRAN
304
ventanas, permite contemplar desde la misma todo el estadio y los múltiples atletas que
efectúan sus evoluciones y ejercicios, dando
así una tonalidad de templanza y bienestar
y sirviendo de complemento á la actividad
intelectual.
VIDA_
Reims á la gran reunión celebrada en el Colegio de Atletas.
Los niños que reciben allí la educación
física, ejecutaron todos los movimientos de
la gimnasia natural {método de Hebert).
Llamó poderosamente I:¡ atención de mon-
El Colegio de Atletas y^vista de una parte del esiiidio.
Las magnificas condiciones en que se lia
construido esta nueva institución permiten á
los alumnos recrearse y practicar con profusión los baños de aire y de luz, preferentemente recomendados en el método I-Iébcrí y
que tan importantes y necesarios son en todos los ejercicios modernos que se quieran
llevar á la práctica con cí máximum de resultados positivos.
El Presidente de la República francesa,
dando una nueva prueba de su interés por el
desarrollo de la cultura física, ha asistido en
sieur Poincaré y del numeroso público allí
congregado, el desfile de las niñas alumnas
que, desnudas piernas y busto lo mismo que
los niños, practicaron diversos ejercicios con
admirable aplomo y precisión.
¿Cuándo podremos registrar en nuestro
país la creación de un Colegio de Atletas,
análogo al de Reims, que pueda laborar con
éxito por el resurgimiento de nuestra depauperada raza?
Esperemos que surja otro Mecenas deportivo como el notable Arquitecto paisajista
M. Redont, el afortunado autor del Parque
de Sports y del estadio del Colegio de
Atletas.
GRAN
VIDA
305
El Salón Automóvil de París, 1913.
El úia 17 de Octubre M. Poincarc, Presidente de la República, lia inaugurado oficialmente el Sillón anual del aiitonióvii instalado en el Grand Palais.
Este año los organizadores del Salón han
adelantado en dos meses la apertura, sin
duda para prevenirse contra la competencia
del salón Olimpia de Londres que viene celebrándose en el mes de Noviembre.
Aunque algunos fabricantes opinan que
no es el salón la mejor piedra de toque para
contrastar los adelantos de ¡a industria automóvil y estiman de mayor eficacia las grandes carreras donde prácticamente se comprueban las ventajas y desventajas de cada
marca, no cabe duda que el siiIón de París
ha tomado carta de naturaleza como fiesta
mundana y deportiva, á la que acuden los
privilegiados de la fortuna para adquirir sus
trenes de lujo entre los chassisy carrocerías
más en boga.
Así, pues, aunque el resultado técnico del
Salón no sea conciuyente ni definitivo, siempre cabe aducir en pro de esta Exposición su
aspecto económico ó comercial, de resultados positivos para los fabricantes franceses,
así como para los que concurren á este certamen desde Inglaterra, Alemania, Italia, España y América.
Aunque á primera vista parece que el automóvil se ha estacionado, después de los
estupendos progresos realizados en pocos
años, lo cierto y evidente es que la industria
automóvil está todavía subiendo la escala
ascendente y cada día estudia y encuentra
nuevos métodos y orientaciones, tendiendo
Vista de coniíinto del Salón Automóvil 1313.
3o6
á democratizarse y trniisforniándose de instrumento purümcntc deportivo en medio de
locomoción nipido y priíctico ;í la vez.
Una demostración de lo que acabamos de
indicar la tenemos en la creación dci nuevo
tipo de cochecito, intermedio entre el coclie
automóvil ligero, del que lia tomado la forma exterior, y el motociclo del que ha adoptado el motor y la transmisión. Me refiero al
cicle-Car que conserva su denominación inglesa y está conquistando muciios adeptos
por su sencillez y baratura.
Si dirigimos una ojeada general estudiando en conjunto los coches que se presentan
para deducir Jas tendencias que se marcan,
observaremos que el c/zassis se fabrica cada
vez de menor altura, buscando rnayor estabilidad y firmeza. Las ruedas amovibles parecen haber consolidado el favor que vienen
disfrutando y siguen armadas con radios metálicos, si bien conviene advertir que los fabricantes ingleses, autores de esta moda, empiezan á variar la forma, reemplazando los
actuales radios por otros también metálicos,
pero imitando á los antiguos de madera.
Va ganando terreno el sistema de construir
en un sólo blo/c el cárter del motor con ei del
cambio de velocidad. Esta forma de construcción simplifica grandemente el montaje
y la conservación y convierte ei cfiassis en
un todo homogéneo perfectamente rígido.
Una novedad interesante en los clinssis
expuestos es la lubrificación del motor, en
la que se ¡la abandonado el antiguo sistema á barbotaje, que si tenía la ventaja de la
sencillez, oponía, en cambio, numerosos inconvenientes, entre ellos la falta de uniformidad. El sistema ahora adoptado consiste
en una pequeña bomba que toma el aceite
del fondo del cárter del motor y lo distribuye
por todos los órganos, de forma que el sobrante vuelve de nuevo al cárter, y vuelve á
circular sin que el conductor tenga que preocuparse de otfii cosa que de alimentar de
tiempo en tiempo el depósito en cantidad
conveniente.
La gran novedad del salón corresponde
este año á los constructores americanos, y ha
sido adoptada con entusiasmo por los fabri-
GRAN
VIDA
cantes europeos; me refiero á la puesta automática en marclia mediante motor eléctrico.
Este motor es accionado por una batería de
acumuladores que se pueden cargar durante
la marcha del coche. La misma dinamo sirve
para la iluminación interna del automóvil y
para los faros, dejando en la reserva el uso
del carburo y el antipático acetileno.
La transmisión por cardan sigue siendo la
preferida, y respecto al cambio de velocidades, no se ha variado gran cosa.
Los motores tienden á disminuir de volumen y de peso, buscando los fabricantes un
rendimienío superior por la selección de los
metales empleados y el perfeccionamiento en
los detalles de construcción.
Los constructores de carrocerías no dan
paz á la [nano y aguzan el ingenio para ofrecer cada día modelos perfeccionados en que,
á las condiciones que pudiéraíiios llamar de
progreso técnico, procuran añadir el mayor
refinamiento en el confort y la elegancia.
Las antiguas carrocerías descubiertas han
cedido por completo al influjo del moderno
torpedo, y en las carrocerías de ciudad y de
turismo se ofrecen nuevos tipos, originales,
artísticos y confortaliles.
La preocupación constante de muchos constructores ha sido desde hace tiempo obtener
el máxinmm de silcnciosídad, y asi se ha llegado á la construcción de motores sin válvulas; así como la necesidad de proteger los Órganos esenciales ha creado los nuevos magnetos blindados, que oponen la mejor defensa conocida contra la humedad.
El motor es el órgano soberano del automóvil, del que cada dia se exige más, y, pot
consecuencia, al que mayor atención necesitan prestar los constructores.
AI motor se pide, además de la función
esencial de mover el coche, las accesorias de
accionar la bomba para llenar los pneumáticos, ¡a de mover los nuevos sistemas de
freno; la de hacer funcionar la sirena y 1°^
variados medios de avisar en marcha. Con el
agua del motor se llenan los calentaplés de
los coches cerrados y la iluminación eléctrica,
cuyo empleo se genera liza de día en dia, se obtiene de la dínamo, alimentada por el motor.
GRAN
VIDA
307
Todas estas funciones, aparte de las naturales que desempeña el motor como ta!, justifican todo el esmero y todo el cuidado que
los fiíliricantcs ponen en su construcción. Ko
ocurre otro tanto con los carburadores, de
cuya construcción se van desentcndiendo la
mayorfii de los fabricantes de automóviles,
dejando ;i los especialistas el cuidado de perfeccionar este órgano, que no deja de tener
esencial importancia.
Así, pues, de los -145 fabricantes de automóvilcj que lian expuesto en este Salón, tan
solo 30 íian empleado un carburador de su
fabricación; los restantcsh an adoptado algunos de los que están más en boga entre las
muc!ias marcas que circulan por el mercado.
Como resumen de este ligero examen, podemos afirmar que el Salón del Automóvil de
1913 no ha desmerecido en interés, comparado con los anteriores, y ¡la ofrecido algunas novedades industriales dignas de atención y estudio.
El. V. DI-C. L.
FEDKRACIÓN CICLISTA MADRILEMA
CARRERA DE MOTOCICLETAS
Rl domingo 12 de Octubre se corrió la
prueba motociclista organizada por la Federación Ciclista Madrileña.
Desde las primeras horas de la mañana la
animación era grande en los primeros kilómetros del recorrido, y sobre tocio en el kilómetro A de la carretera de Madrid á La Coruña, punto designado para la salida; numerosos ciclistas, aprovechando el mjignífico dia,
tomaron posiciones en diferentes puntos donde la Jucha podia ofrecer interés; también
hasta cerca de El Plantío i,kilómctro 14) vimos bastantes excursionistas á pie.
Bl r e c o r r i d o .
El total de distancia que ¡labian de recorrer los motoristas era de 186 kilómetros y
el itinerario que han seguido es el siguiente:
salida de Madrid, kilómetros 4 de la carretera de La Coruña (viveros de la Villa), El
Plantío, Las Rozas, Las Matas, Torrelodo-
Bi vencedor (xj Minuiil l.liviriii ÜII la salida.
GRAN
3o8
VIDA
1
nes, Viiinlb.1, Guadarrama, Puerto de! León,
San Raí.ncl, Otero Herreros, Segovia, La
Granja, Balsaín, Siete Revueltas, Puerto de
Navacerradn, Villalba, al kilómetro 4, punto de partida.
Los p r e m i o s .
He aquí la lista de premios concedidos:
1." Copa del Ayuntamiento de Madrid,
300 pesetas y gran medalla de ia casa Le
Gaulois.
2." Copa de la F. C. M., 150 pesetas y
medalla de plata de la casa Le Gaulois.
3." Copa de la casa Dcutsch y Compañía,
JOO pesetas y medalla de vcrmeil de la casa
Dunlop.
4." Dos cubiertas antidérnpaiit de goma
para moto, de la casa Dunlop.
5." Dos estudies, uno de cuatro bujías y
otro de accesorios para magnetos Boscli.
El Jurado.
El de salida y llegada, situado como decimos más arriba en el kilómetro A (Viveros),
estaba compuesto por los Srcs. Arrizabalaga. Salas, I^alricío Cuesta, César Ruiz. Sembi y González, viéndose también en este sitio á alj^unos caracterizados socios de la
U. V. 1:., los redactores deportivos de varios
diarios madrileños y numeroso público.
L a salida.
Se dio por parejas y con cinco minutos de
intervalo, por fuerza de la moto que pilotaban de menor i\ mayor.
A las 'i,45, Federico Oviols y Joaquín
Colera.
A las 8,50, Leocadio Chacón y Ricardo
Martínez.
A las 8,55, Gregorio Cuesta y Agustín
Pérez.
A las 9. .José Manclión y Domingo Pérez.
A las 9,5, Miguel Lliviria y Emilio Biraccl.
A las 9,10, Guillermo Sulzbcrgcr y Miguel
Pradilla; y
A las 9,15, Mariano Ramírez.
La carrera.
Difícil es hablar de un hecho en concreto
sin haberlo prcseiiciadu, y, por tanto, como
esta prueba era difícil de seguir paso á paso
por las distancias rntennedías entre los concurrcutes y las velocidades empleadas, reseñamos solamente algunos detalles de la
misma.
La carretera estaba en inmejonables condiciones, pues ni liabía polvo ni barro y, por
tanto, los motoristas pudieron liaccr bastante velocidad en algunos sitios; en la curva
del puente de San Fernando presenciamos el
paso de algunos y nos permitimos hacer breves comentarios.
Leocadio Chacón entra muy lanzado y resultando estrecha la curva va ii dar contra
el pretil derecho del puente, lesionándose
ligeramente en un brazo y doblando un poco
La salida ile Guillermo Siilzliorjíer (x) qui: obtuvo ul siíHiciiclo^piemio.
GíiAN
VIDA
309
M¡Hin;l Lliviria recibiuiiUo ül premio.
c! gu¡:i de la moto; tiene que retirarse al
final de la Cuesta de las Perdices.
José Manchón entra también algo deprisa
y muy fuera y, claro, se le va la moto y ticne que recurrir al pie en el suelo para corregir el despiste.
Birace! entra en la curva con e! soporte de
la moto suelto, y á pocos metros, en un pequeño baclie, se enreda en ia rueda de atrás,
rompe todos los radios y por milagro no ocurre un accidente.
Pradilhi también toma mal la curva y corrige este defecto con una maniobra de maestro que aplaudieron algunos entusiasmados
espectadores.
Miguel Lliviria, el Noy, pasa con más precaución y da la curva magistralmente. ¡Así
se corre! ¿Para qué entrar con excesiva velocidad por ganar unos segundos en im sitio
peligroso, ii riesgo de im probable accidente,
en un circuito de cerca de 200 kilómetros?
El descenso de Navacerrada lo efectúan los
corredores con marclia moderada, no así el
nlemán Guillermo Siilzbcrgcr que se lanza
puerto abajo tomando las curvas con loca temeridad.
La l l e g a d a .
A las doce y once minutos de la mañana
llegó á la meta el primer corredor. Fué Miguel Lliviria, el cual cruzóla meta en medio
de una gran ovación.
Después entraron:
Suizbcrger, á las 12 b. 35 m. 4 s.
Ramírez, á la I h. 10 m.; y
Domingo Alvarez, á la 1 Ii. 30 m.
L a cLisificación.
Queda establecida como sigue:
1." Miguel Lliviria, el Noy, sobre moto
Excclsior, cubrió los 186 kilómetros del recorrido en 3 ii. 6 m.
2° Guillermo Sulzberger, sobre N.S.U.,
empleó en el recorrido 3 li. 25 m. 4 s.
3.'^ Mariano Ramírez, sobre Wulfruna,
en 3 íi. 55 m. -! s.
4." Domingo Álvarez, sobre Brown, en
4b.30m.
"Velocidad, m e d i a d e l v e n c e d o r .
Miguel Lliviria, el excelente motociclista
campeón de pista, ha demostrado que en carretera también sabe correr, pues sacar como
promedio de marclia cerca de 60 kilómetros
por hora, en un recorrido en que tiene que
franquearen ascenso y descenso los puertos
del León y Navacerrada, pasando por las famosas Siete Revueltas, ya es hacer un bonito
recorrido; como detalle podremos anotar que
í?/A'oy llevaba la motocicleta que montaba
el desgraciado Federico Arroyo el día del
fatal accidente que costó la vida á nuestro
pobre amigo.
*
En resumen: un buen día de so! y agradable temperatura; una excelente organización
en todos los servicios de la carrera y un éxito más que añadir á los muclios conquistados
por ia Federación Ciclista Madrileña.
A.
ALZAMORA.
GI^AN
3IO
VIDA
CUBETEO FOTOGRÁFICO
Rcpasiindo mis notas y npuntes de hiboratorio por si algo salía que de utilidad pudiera ser y mereciera oírccersc ;'i mis lectores
del cubetco fotográfico, me encuentro con
unas reglas sencillas y de verdadera utilidad paríi los aficionados á la proyección, aplicables también ;i
la a m p I i a c i ón,
puesto que ambas participan de
procedimiento
i d é n t i c o aun
cuando lo aplicación ó resultado
sea distinto.
ees la proyección se sale de los límites del
tción y es necesario colocar el aparato en ci
centro de la sala, lo cual, si no es un inconveniente, tampoco es recomendable. Estos
casos obedecen á la desproporción de la longitud focal del objetivo con el largo de la
habitación y el
tamaño de! negativo ó proyectorPara evitar estos resultados y
otros análogos, é
igualmente funestos, es para lo
que conviene conocer las regías
Generalmente
que á continuasuelen comprarse
ción se explican,
las linternas de
y de este modo,
ampliación y probien sea partienyección ya prodo de la base de
vistas de sus obla liabitación de
jetivos y montaque se dispone y
das y dispuestas
el tamaño del nede fábrica, sin tegativo ó positivo
ner en cuenta más
que liaya de emque el t a m a ñ o
plearse, ó bien
del condensador
del tamaño que
en relación del
se desee olitcner
taniaíío del negael cuadro de protivo á proyectar
yección, ya se
ó ampliar.
puede comprar el
Raras veces se
aparato provisto
conoce la longide o b j e t i v o y
tud focal del objecondensador a
ni r¡;;co du la N:ir;iiiii;ru.—I'iniíres llanos.
tivoquenosiendo
propósito para lo
de marca, como
que se desea y en la seguridad de que lia
es lo general, no lo trac indicado, y de aqui de dar buen resultado.
Veamos los casos que se pueden presentar:
que resulten casos á veces bastante cómicos,
I." ¿Qué longitud focal deberá tener un
como es que comprada la linterna y dispuestos á proyectar resulta una proyección su- objetivo para que en un salón de 9 metros
mamente pequeña por la imposibilidad de de largo pueda obtenerse con un clisé de
retirar la máquina en una habitación reduci- (i V-i X 9 una imagen de 4 metros?
da; otras veces el salón es grande, y cnton-
GRAN
VIDA
311
Regla.—Se multiplica la longitud del salón en ccntimetrús, por el lado mayor (en
centímetros) de! clisé y el producto se divide por el tiiinaño de la imagen, en centímetros también.
Es decir, en el caso presente niultiplicamos 900 X 9 y lo dividimos por 400 y nos
dará de cociente 20,25 centímetros, que será
la longitud focal del objetivo necesario.
2." ¿Cuál será la mayor dimensión de la
imagen de un clisé de 6 '/., X 9 proyectada
en un telón colocado á 9 metros de un objetivo de 20,25 centímetros de longitud focal?
Regla.—Se multiplica la longitud de la
sala en centímetros por el lado mayor del
clisé en centímetros, y se divide por la longitud focal del objetivo, en centímetros
también.
En este ejemplo tendríamos: 900 x 90, y
dividido por 20,25, que nos dará de cociente
40 centímetros, ó sea los 4 metros.
Estos dos citados son los datos más frecuentes á necesitar de cálculo previo, pero
aun puede presentarse otro que también es
conveniente conocer.
3." ¿Qué dimensiones deberá tener un
negativo para que proyecte una imagen de
4 metros en un salón de 9 metros y con un
objetivo de 20,25 de longitud focal?
Regla.—Se multiplica la longitud focal del
objetivo por el tamaño de la imagen y se divide por el largo'del salón, todo reducido á
centímetros. Siguiendo el ejemplo operamos:
20,25 x 4 0 0 y dividimos por 900 y tendremos de cociente 9 ccntinictros, es decir, que
obtendremos la proyección en esas condiciones, empleando un negativo de 9 x 6 '/„ ó
de 9 x 9 .
El tamaño de la sala que dediquemos á la
proyección suele ser generalmento como si
dijéramos pie forzado, pero también podemos calcularlo si partimos de la base de un
objetivo y un tamaño de placa que empleemos y queremos un tamaño determinado de
proyección; entonces tendremos el caso.
4." ¿Qué longitud debe tener la sala para
que, empleando un objetivo de 20,25 de longitud focal y una placa de 6 '/.^ x 9, nos dé
una proyección de 4 metros?
Regia.—Se multiplica el tamaño de la pro-
Uií casiMasdLO tiíiiel.—I'ULTIU dt; (hujilairMiiKi.
GlíAN
312
VIDA
El alto diíl Lcóíi.—Piiurlo do CiUii(l;irr;iiiiii,
yección por !a longitud local del objetivo y
el producto se divide por el lado mayor de
la placa, todo cn centímetros.
En el ejemplo: 400 x 20,25 y dividido por
90, que nos dará de cociente 900, es decir,
los 9 metros que suponemos al salón en que
hemos practicado los ejemplos.
Aquí teríninan necesariamente los problemas que se pueden presentar, porque siendo
cuatro ios términos que sucesivamente han
de presentarse desconocidos, cuatro serán las
fórmulas ó reglas para dctcniíinarlos.
Y con todo esto, más una escogida colección de placas en color y un buen aparato de
proyección, se pasan las tardes como una
seda.
Fotografías del mismo.
R. GONZÁLE-Z.
'
Uria c o o f c r c n o i a notableLo fué, y en grado sumo, la que pronunció en el Centro de dependientes mercantiles, nuestro querido amigo D. Emilio Zurano, Presidente del Circulo de la Unión
mercantil, cerebro privilegiado, á quien se
deben obras tan importantes como La cduca-
cacióti de la voluntad y el Problema de España cn Marruecos.
Felicitanms sinceramente al Sr. Zurano
por su magnífica conferencia, y al Presidente
de! Centro, D. Joaquín Cueto, por su acertada elección y por sus nobles desvelos en pro
de esta simpática Asociación.
LA MOTOCICLETA T E R R O T
Con motor Tcrrot-Zci[e!.— '2 caballos.
Es lii montura ideal par;i todos los usos, muy completa, con lodas las disposieionüs útiles, libera y scKiira,
no conoce la paiiiic, lodo us sólido y accesible.
C a m b i o de v e l o c i d a d píiogpesíuaOnquillEí e l á s t i e a attbiculada.
La casa U ' o r i - o t consirnye lodos los sistemas <^^
bicicletas, con cambio de velocidad directa, retrodjrccta y por palanca, de 1, 2, 3. 4. G. 8 y 10 velocidades.
Es la única qne ha ganado el priiiiv.r premio de loüo
las concursos del poderoso Tonrint: Club de 1-iancM.
consagrándola olicialmeiite sin ijjual.
I>EDID CATÁLOGO Á
T e r r o t & Cumpnriía.
I>ijoii (FraiicüO
Agentes en Madrid:
A R R O Y O V <SOSZÁI-E2:
Plaza de Isabel II, núm. 2 (Rinconada).
GRAN
VIDA
•.
66
313
NOTAS DE CAZA
¿^r^^j
(CüNCl.USIÜN)
Si Í;i rcpl;iz;i cstñ en biien;is condiciones,
l;i c;iz;i se confiíi li.'istii el extremo qnc permite alalinas veces se le disparen c.isi tantos
tiros como iives había alli la víspera; y es
porque éstas tienen qiicrenci;! ;il sitio que
iiciipan, y ¡il comer pronto, bastante y bien
durante el díü, dnennen de noclie.
[•^stos patos ios cidifican los cazadores de
tontos ó recién llegados.
Sí la tierra está dura por babersc secado ú
sufrido los efectos de ^run temporal ó inerte
tormenta, aun siendo la misma rcpUizn del
caso anterior y teniendo la nusina caza, seguro estoy qnc matarán muy poco en ella
durante las tiradas correspondientes.
Y es porque aquellos ¡miníales no gu;irdan
querencia al sitio que eligieron, ni comen en
el, y están allí como podían estar en el mar
esperando el crcpi'isculo para trasladarse á
punto quizás lejano que les permita saciar su
apetitoPaso á probar lo perjudicial que resulta,
pan! que liaya muclia caza en nuestros cotos,
el dejarles secar después de levantadas las
cosecbas.
El cazador que quiera experimentar lo que
voy á decir, podrá liacerlo i\ completa satisfacción siguiendo mis indicaciones.
Para ello visite las partidas arrozales durante la recolección de la cosecha. Elija un
campo segado que conserve gran parte del
agua que tuvo durante la cría, y si prueba á
arrancar algunas plantas, verá cuan fácilmente consigue sacarlas con sus raices y
lin.sia'con más ó menos barro pegado, en el
que habrá algunas lombrices de tierra y otros
insectos.
Cuando aquel campo esté seco, inúndelo
con agua del rio otra vez. A ¡os quince días,
dos meses, luego ó antes sí así lo desea, tomando cuantas precauciones tenga por conveniente, proceda á arrancar plantas de las
que allí quedaron, y tenga por seguro que
roiiqicrá cuantos tallos fuerce antes que consiga sacar una sola raíz. Esto es así, porque
;d secarse la tierra se aprieta mucho, estado
tiue conserva basta que la roturan y encharcan de nuevo.
Son tan sensibles dichas tierras á los electos indicados, que sí los labradores extreman
líi sequía que liacen sufrir á sus campos du-
rante el primer periodo de la cria del arroz
(oixu<^iiá}, ó sfibrcviene entonces alguna
fuerte tormenta, es muy posible, á pesar del
calor (jue hace, se aprieten tanto que pierdan
para luego la buena condición.
El campo que pasada la siega está duro, si
no tiene mezclados gran cantidad de ciL'tntiis
orgánicos, asi seguirá todo el invierno, y sí
his tiene, por más que se rebiande/.ca al inundarlo, las sennilas, insectos y raíces que sus
tierras cidiren pierden su buena condición,
basta el punto que los patos ¡as desdeñan y
resultan alimento perdido.
Conviene no olvidar, por ser datos muy
esenciales para el cazador, que sí las aguas
de lluvia son nocivas por la propiedad que
tienen de matar los insectos acuáticos y endurecer las tierras, lo propio bace el sol a!
secar los campos, y, naturalmente, con las
plantas acuáticas destruye casi todos los insectos que éstas protegían.
El p o r q u é no pueden comer los patos en
tierras duras, se explica sabiendo que estas
no se deslíen fácilmente en el agua. Si el
animal logra arrancar del suelo algún terrón,
al apretarlo entre el pico, lo más que consigue es dividirlo en partes tan duras como el
todo, y, naturalmente, esto impide separar
los alimentos qnc aquél podía contener.
Si á esto añadimos el resultado que obtuvo ci caxador en su experiencia, y no olvidamos que los patos y/OC/ÍÍÍJ-se alimentan muchas veces de las raíces, insectos y semillas
que !a tierra cubre, sobrados motivos tendremos para saber en qué consiste que algunos años tengamos poca caza en nuestros
cotos.
No es secreto para muchos cazadores algo
de lo que dejo manifestado. Sabido es que
los patos y fúlicas comen muchas raíces acuáticas, especialmente las fodias, que si á regirnos vamos por lo que vemos, esto es, por
la codicia con que procuran adquirirlas, diremos que les gustan mucho.
ííntre las raices que comen estas aves se
encuentra la de la nspraüa.
Muchos tiradores luibrán observado que
tienen algunas de las jodias
muertas en
nuestros cotos, dentro de la boca, un filamento blanco, delgado y tierno, que no es
más que parte de la raíz que nos ocupa.
Pues bien, estos animales son tan sensi-
314
GRAN
VIDA
bles como los patos parn apreciar las condiciones del terreno.
L:!S primeras fochas que llegan :'i nuestra
región lo primero que procuran es comer. Si
encuentran ricos y abundantes pastos y los
consiguen, aun siendo raices, con relativa
facilidad se quedan aquí- Lo propio hacen
las que van entrando, y, naturalmente, al
cabo de unos días se reúnen en nuestros cotos algunos nn'Ics de dichas aves.
Si las tierras están en malas condiciones
se presentan las mismas fúlicas del caso anterior y procuran saciar su apetito. Buscan
entre las brozas, y de rarde en tarde hallan
algún insecto ó simiente, pues liay pocos alimentos que nocstén aprisionado.s por el duro
sucio. Desengañadas, recurren á las raices.Tiran fuerte de cuantas plantas cogen, y antes
consiguen romper el tallo que sacar lo que
tanto necesitan. Probando pasan la noche, y
al amanecer se encuentran con que han trabajado mucho y no han comido. ¿Creen los
cazadores que estas fochas seguirán allí muchos días? No. Muy pronto, desengañadas,
huyen. Oíro tanto sucede á las que van llegando, y, naturalmente, entonces ios cazadores vemos muy pocar:, y convencidos que
el mal obedece á causas tan lejanas cuan extrañas á nosotros, renunciamos á descubrirlo
y decimos resignados:
arrastran consigo una ponzoña que mata en
breves moinentos á los insectos acuáticos,
ranas j peces, y endurece las tierras.
Los que cazaron durante el otoño en nuestros marjales, han podido ver que en el agua
que los cubría vivían millones de insectos y
más ü menos peces. Pero sí luego visitaron
uqucllas pártalas á raíz de una tormenta,habrán observado que todas aquellas larvas,
gusanos y camarones, si no les preservaba
gruesa capa de agua, estaban muertos y el
piso duro.
¿Quién los mató? No cabe dudar, cl agua
de lluvia, pues el repetirse este fenómeno
todos los años en la primera tormenta de
otori(í, sobrados motivos nos da para creerlo.
Además, sí convenimos, conloantes dije,
en que dichas aguas endurecen las tierras, y
que los insectos acuáticos,y larvas de libélula, lestes y de otros aniíTiales.son parte esencial del alimento de las aves que nos (icupan,
¿podemos negar que si una torínenta inunda
nuestros cotos cuando se hallan en condiciones apropiadas para el caso, puede en pocos
momentos destruir casi toda la comida que
para nuestra caza las dichas tierras contenían? ¿Y quien esto sepa no puede asegurar
que la caza que nos visite marchará muy
pronto, y si alguna queda pagará mal en las
tiradas?
—¡Qué lástima, este año no han venido
fúlicas!
La preferencia que para comer dan estas
pnlmlpedns á las tierras blandas puede probarla quien quiera, liaciendo lo que paso á
manifestar.
En un campo que tenga segado ei arroz y
conserve en gran parte las aguas que le cubrieron durante el verano, puede aquél elegir y aislar una pequeña parcela. Procure
luego que dicha parte no pierda el caudal de
agua que tiene, para lo cual deberá ser compensada con,agua del río la que, naturalmente, falte, ínterin dejará que el resto del
campo se seque. Cuando lo haya conseguido,
debe inun<lar!o de nuevo, y hasta no veo inconveniente que destruya entonces los márgenes que separaban la parcela para que nada
se note y todo cl campo tenga el mismo nivel.
Ya la tierra en estas condiciones, más ó
menos pronto, puede echar allí patos domésticos, y no tardará á oliservar que, á pesar
de ser el campo muy grande con relación á
la parcela elegida, aquellos animales casi
siempre estarán dentro de ésta removiendo
su blando fango, y allí seguirán aun en e!
caso que dure la experiencia algunos meses.
No dudo sobre este particular. El que quiera observarlo que lo procure y se convencerá de lo que digo.
Otros datos tengo para probar la condición
deletérea que para los peces contienen dichas
aguas.
Muchos pescadores habrán observado lo
que paso á exponer:
Los que han pescado anguilas sin valerse
de anzuelo, ó sea con lombrices de tierra,
pasadas con hilo apropiado y arregladas en
forma de pequeña borla (liiiiícrd, biiU;rá o
moHná, llaman en la región valenciana a
esta clase de pesca), han podido observ;ir, si
dejaban las anguilas pescadas en el fondo del
barquito que ellos estaban, que seguían
vivas ciuindo las recogieron, aun en cl caso
que dicho barquito tiivíe.';c, procedente de la
acequia, más ó menos agua.
Si estando pescándolas en otra ocasión le
sobrevino una tormenta, y las aguas de Ibivia las cubrieron, habrá podido ver que muy
pronto quedaron más yertas que un palo y
hasta tomaron mal color.
Queda, pues, por este y otros curiosos
ejemplos que podría citar, demostrada dich;!
condición; y conste que he preferido ia anguila para probarlo, porque de nuestros
pescados es el que más tarda á morir fuera
del agua.
Paso á probar la condición nociva del
agua procedente de tormentas ó temporales.
Estas aguas, por causas que no alcanzo.
GfíAN
VIDA
Paso ií ocuparme de las medídns que se
deben tomnr por cazadores y propietarios
para conseguir imicha caza en nuestros cotos.
Tres son las más esenciales. A saber:
Primera.—Procurar
que los campos retengan la mayor parte posible del agua que
los cubrió durante el verano, y no demorar, pasada la siega, llenar el coto con agua
del rio.
Segunda. — La reunión de propietarios
para'acordar que las tiradas deben celebrarse ii primeros de Agosto.
Tercera. — El arriendo de pesca que se
liace á últimos de Junio y para uno ó más
ailos, debe celebrarse á últimos de l-jiero, y
tan sólo será para los cuatro meses que median desde el primero de Febrero al último
de Mayo, con derecho además á pescar la
acequia de San Lorenzo durante las próximas tiradas y en las condiciones que hoy se
hace.
¿Perjudican estas medidas al agricultor?
No. I:s el más interesado en baterías cumplir; y por si alguien lo duda, paso á probarlo.
Sabido debe ser, y hablo asi porque claro
está que muchos labradores no lo saben, que
las plantas acuáticas requieren más cuidado
durante el período de la gra¡;azón que en
ningún otro, y, sin embargo, en la cosecha
tliic nos ocupa, es durante dicho período
cuando el propietario parece que hasta muestre interés en perjudicarse notablemente.
¿Cómo? Cortando la corriente du aguas
que cubre parte de la planta antes de !a completa madurez del grano y quitando los reinantes ó encargados de velar por la buena
distribución de las mismas en las partidas
arrozales, justamente cuando más los necesitan.
¿Qué efecto tiene un corte de aguas en las
condiciones que aqui se hace?
Rebajar el nivel.
¿Y qué resulta cuando esto ocurre?
Vamos á verlo.
"La cría del arroz requiere más ó menos
agua, pero también nivel constante.
Mientras este se conserve y aijuella capa
de agua oscile alrededor de los 20 centímetros ó más, la parte de! tallo que cubre, si
hien no tiene color verde como el resto y
está mucho más tierna, no por eso deja de
cumplir todas sus funciones.
Al quitar parte de aquellas aguas, 10, 15 ó
más centímetros de tallo que estaban cubiertos por ellas, quedan sin la protección que
éstas le dispensaban y sujetos á la acción de
los agentes de la atuiósfcra.
Sabido es que la savia circula entre la corteza y Icito de las plantas.
Si el corte de aguas se hace cuando las
315
plantas de arroz tan sólo las forma un haz do
hojas, éstas se resguardan mutuamente por
el simple contacto, y á no secarse entonces
aquella tierra del todo, el daño que por dicha
causa sufren es casi imperceptible. Pero si
las quitan en el periodo de ia granazón,
cuando ya las cañas han salido en gran parte
de sus vainas protectoras, la acción de los
agentes atmosféricos sobre la parte que el
agua cubría es terrible.
¿Qué resulta del contacto del airecon aquella corteza tan tierna y fina?
Su efecto es casi inmediato, y muy sensible cíi las cañas que, por ocupar la parte externa de la mata, más pronto son atacadas.
Hstas se agostan al día y mueren luego: y es
porque al secarse aquella corteza por evaporarse el agua que contenia, no solamente se
agrieta y se arruga, si que también corta la
nutritiva savia, y con ésta el desarrollo del
grano.
En este caso la "producción pierde en cantidad y calidad, y al pasar unos días, estos
tallos se rompen y caen, dando motivo á que
sobrevenga lo que llaman carpido los labradores, ó son hacinados por el viento, ya que
a! quitarles el agua les privaron también del
sostén que con éstii tenían.
¿Por qué no prueban los arroceros á no
cortar las aguas de las partidas arrozales
hasta pasada la siega, y comparan el resultado de la operación con el que hoy tienen?
Quien quiera una prueba del daño que
causa un corte de aguas, puede adquirirla.
En todas las poblaciones arroceras no debe
faltar quien quiera probarlo. Para ello, elijan
dos campos hondos que estén en parecidas
condiciones.
Cuando la planta tenga el arroz á medio
granar ó algo después, que le quiten el agua
á uno de aquellos campos, y luego comparen en uno y otro la carpida, coste de recolección, cantidad y calidad del grano.
Seguro estoy que la diferencia sería tanta,
que los que se enterasen no cortarían las
aguas jamás.
También resultaría beneficioso para los
propietarios que en vez de arrendar la pesca
de las partidas arrozales, cual hoy se liace,
dándole derechos á quien sabemos ha de
abusar, se arrcnda-iie aquélla en las condiciones que antes indiqué.
Pasemos á otro punto.
Loscazadorcs gastamos todos los años más
de lOü.üüO pesetas en la adquisición de rcplazas ó puestos, y otras tantas en lo imprescindible para atenderlas; dinero que en su
mayor parte queda también á beneficio de
las poblaciones que nos las venden.
Aunque tan sólo fuese por esto, merecemos de los arroceros mejor trato del que nos
316
'
.
dan. y, no obstnntc lo dicho, iipen;i mi ;ininio ver la gucrrii descortés y sistein;itic;i que
nos iKiccn nlgunos propietarios.
Si luibicse razón para ello estaríamos conformes, pues no ignoramos que los intereses
de la propiedad son y deben ser preferentemente atendidos. Pero si resulta que tan sólo
lo hacen diclios señores por darse el gustazo
de fastidiar, sin parar mientes siquiera en
que perjudican con su incalificable proceder
el buen nombre y ios intereses generales de
la población, la verdad, no le encuentro razón ni gracia.
Quizás alguien crea que ios señores propietarios hacen algún sacrificio al inundar
sus fincas arrozales en favor del cazador, y
no es asi.
Estas tiradas pueden compararse al producto secundario de operaciones químicas ó
ai aprovechamiento del humo en las grandes
fiáhricas. Ni por dicho producto se liaría la
operación, ni por el humo encenderían las
calderas, y, sin embargo, su poco valor no
impide el que en algunas ocasiones aquellos
se recojan y aprovechen.
Si los propietarios de tierras arrozales
inundasen sus campos sin más objeto que
hacer tiradas, no las liarían, ni aun produciendo la subasta de puestos mucho más que
ahora; pero al ver que el embalsamiento de
ios cotos les reporta otros y muy grandes
beneficios, por éstos lo hacen.
Paso á citarlos, para que pueda, quien lo
ignore, formar cabal concepto de lo que son.
t-n gruesa capa de agua que cubre los campos durante el invierno, mata muchas de las
malas hierbas que contienen; entre estas
GRAN
VIDA
vemos la cliiinso, mnrffnl/. cabrsiida.
aljabeqtietn, etc., y por eso la operación de la
escarda resulta menos costosa.
Conserva los márgenes.
Purifica las tierras niincas y cloruro-sódicas, quitándoles por disolución las íiigrométricas sales que contienen, condición que
luego las permite secarse pronto y bien.
Las roturan más fácilmente, pues al no
estar paleadas por los ganados quedan muy
esponjosas. Mejorando de condición, en valor acrecientan.
Con lucnos abono que requieren los campos
que dejan secar, la cosecha rinde más kilos.
Súmense estas ventajas y verán los miles
de pesetas que importan anualmente.
Por eso he dicho que las tiradas pueden
compararse al producto secundario, por más
que nos cueste á los cazadores algunos miles
de duros.
No olviden, pues, los propietarios que
nuestra diversión está en ra/.ón directa de
sus intereses; esto es, cuanta mayor garantía
den para satisfacerlas, más vaior tendrán las
replnzas.
Termino recopilando en pocas líneas lo
dicho.
Arrendaíido la pesca para los cuatro meses
citados, {líxcepción hecha de la acequia de
San
Lorenzo.)
Guardando bien el nivel de las aguas,
después de vedar las partidas. Reteniendo
aquéllas durante el periodo de la siega y no
dcínorantlo luego llenar el coto, quedarán
asegurados los intereses de propietarios y
cazadores.
FRANCISCO BRU.
EL ESTADIO MÁS GRANDE DEL MUNDO
Recientemente se ha inaugurado en Berlín
un estadio de proporciones gigantescas, pues
se pueden acomodar en él 100.000 espectadores, cifra que por sí sola basta para dar una
idea de esta construcción.
Con motivo de los Juegos Olímpicos de
1904 en San Luis (América), se constituyó
en Berlín un Comité Nacional de Educación
Física, que, regido por importantes personalidades, ha presentado los mejores atletas en
las principales reuniones mundiales, y lia llevado á efecto, la inauguración del magnifico estadio que pasamos á describir.
Para el deporte ciclista tiene una pista de
cemento de 666,67 metros (3 vueltas para
2 kilómetros) con los peraltes suficientemente calculados para desarrollar sin peligro las
velocidades que se deseen y con un ancho de
9 metros.
Para las pruebas pedestres se ha construído una pista de 600 metros por 7,50 de
ancha; interior á ésta, y para carreras de velocidad, hay otra segunda de IDO metros en
linea recta por !l de ancha.
Los equipos de fútbol pueden jugar los
partidos en un campo formado en la pelonsa,
GRAN
VIDA
que tiene 110 metros de largo por 70 de
ancho.
La piscinü para las pruebas de natación
situada enfrente de la entrada principal del
estadio mide 104 metros de larga por 22 de
ancha, dimensiones mñs que suficientes para
disputar las carreras, aun con un buen número de inscritos.
Resumiendo, y para mayor claridad, expresaremos en abstracto ías dimensiones de
este gigantesco estadio.
MelroB.
Eje mayor de la elipse que
le forma
295
Eje menor
115
Campo de fútbol
110x70
Pista ciclista
666,67
Pista pedestre
600
Pista pedestre (pruebas de
velocidad)
100
Piscina de natación
10-1 x 22
Con una capacidad total para 100.000 espectadores.
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Duriinte los (liccimicve antis de nuestra vida sociiil han desaparecido más de treinta
Sociedades Cundadas cou más dinero, más personajes y más ruido que la nuestra.
Ninguna noB ha igualado ni excedido en la publicación minuciosa de gastos y de
ingresos.
A medida que se extienden y se consolidan los negocios de la Compañía ésta emite
BUS valores, todos «líos liiltoluenrioN, á interés cada vez más bajo.
En su consecuencia
_
-,..W^amlv^ 1 " d e ICii«ro d e 1 0 1 4 l o s n u e v o s s u s o r i p t o r e s d e l i b r e t a s
de nuestra Caja d e A h o r r o s p e r c i b i r á n u n poeo menos de i n t e r é s que los que
s u s c r i b a n l i b r e t a s a n t e s d e l 31 d e D i c i e m b r e p r ó x i m o .
L a s personas q u e t e n g a n i n t e n c i ó n de s u s c r i b i r esta clase de valorea
aproTechen l a ocasión d e hacei-lo e n l o q u e resta d e a ñ o .
Loá actua!e.s .su.sci'iptoreri y los q u e se suscriban aiitefü <le á t i <le D i c i e m b r e d e I 9 l ! f seguií-áii percibiendo el 8 p o r l O O , y llegado el día del
vencimiento reLii'ar;ín su capital á metálico, como siempre, y á los que quieran
r e n o v a r l a operación se les concede la renovación, p o r u n a s o l a v e z , al
8 por 1 0 0 . Las sucesivas renovaciones, si ias desean, serán al 7 por 100 de
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101 A 200. á .IJi"»: de 20¡ á iOO, á . 1 7 0 , y de 401 en adelante, á ' 1 0 5 —INTEHKS V.VV.Í;TIVÜ Dlí iÍ,Vi
h 4 » , ' l í i l'Ülí 100 ANUAL.
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Voluntad; de 5 por l O O , á seis meses; de 4í [lor l O O , á un año; de 4*,50 |M»r I4IO,
ii dos años; de 7 \\nr KIO, á tres años; de 7,54^ ¡tor I04>, á cuatro anos, y de
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