Año Xl. Madrid, Octubre de 1913. Núm. 125. GRAN VIDD REVISTA ILUSTRADA DE SPORTS DIRECTOR: VICENTE DE C A S T R O LES LA SIERPA DI: LA CASPERA Parece lo indicado qiic ni hablaros de la Sierra de la Cabrera fuera lo primero íiacemos Lina exacta descripción de su situación obsequian los intelcctunlcs. pero que ¡i biienas cuentas yo os recomiendo ojear el primcr Diccionario geográfico que se os ponga Pííñü iM !;imbor¡l.—Candió y i'icos de l;i Pudrirá. S^ográfica, su orientación, dirección y gene^'s. su constitución geológica, su iiidrogra'"1 y otras cien mil [ninucias que vienen á 'Constituir un formidabic macatote con que al alcance de la mano, y con poco que le:Us os bastará para suplir esta deficiencia. Yo me conformo, y creo que me basta porque ni soy geógrafo, geólogo, liidrógra- GI^AN 2Q2 VIDA ío ni siqíiicrii fisiófl.ngo, con deciros que cmprendcis In iiiürcíia por 1;) c¡irrcter¿i de FucnCiirral y piísáis este pueblo lo iiiás deprisa posible, torcéis á la derecha por la carretera de Francia y seguís por Alcobcndas, San Sebastián de los Reyes, San Agustiii y E\ Molar, aquí tenéis la precaución de coiitinuar la carretera y no torcer por la de Torrelaguna, porque en ese caso haríais una tontería; marca la carretera una emocionante ¿'se en fantástica pendiente y os encuela en Venturada. Seguís observando cómo se dibuja la carretera en espléndidas curvas; Cabaníllas de la Sierra os ofrece un paso incoloro, pero pronto se aproxima una pared ciclópea que poco necesitáis para comprender que es la sierra que buscáis. rreno con cariño y hablan con entusiasmo de la futura línea de! ferrocarril. A muy corta distancia del pueblo sube la carretera al puerto de la Cabrera, y antes de llegar á él la dejamos para entrar por un atajo ai macizo de la sierra. El callejón del Sayermo está formado por LUÍ pequeño declive entre la carretera, en el puerto, y la pared vertical que forma el Pico de la Miel que se alza con airoso perfil como remate del trozo de sierra que aquí llaman La Ladera; en este callejón os interesará seguramente una esbelta peña que llaman de la Aspcrilla, y que Zabala, e! alpinista y escritor, me dice ser una dtiiiienai de las ¡indas, y yo le creo porque no suele engañarme ni me gusta contrariarle. La Cabrera es un pueblecíllo simpático; lo constituyen dos barrios, uno que bordea á la carretera y otro que se agrupa en el llano de la izquierda, ni resguardo de la sierra; entre uno y otro se alza la iglesia, modesta, limpia, con su simpática cigüeña amiga de las canipanitas de la torre. Emprendéis la marcha por La Ladera, tomándola á poco menos de dos tercios de sn altura, y aunque se liacc algo difícil por '" excesiva pendiente y lo profusamente pedregoso del terreno, que tiene el aspecto de un constante canchal, no os encontráis con dificultad insuperable que os impida recorrer toda la linea. La gente del pueblo es agradable, atenta con el excursionista y servicial sin empalagos ni molestas oficiosidades; cultivan su te- Del Pico de la ¡Vliel pasáis al Canclio de las Yeguas, que es poco interesante; signe el Canctio lili la Crii^.-L:is Griiiijüriis y Puñn liu Ki DiKi.- Caiiclio del Poriioso. GHAN VIDA =93 Püfla til! l;i Aspi;rilÍii.—Picos du la Miel. (Ic los Tejos, de nfiladüs peñas, y después de un minúsculo pucrtcclto, que os pennile asouiaros á la otra vertiente, os encontráis en el Canciio Gordo y Picos de la Pedriza que componen un grupo importante de afiladas ajiujas de un aspecto verdaderamente fantástico y dfi una belleza salvaje. E[ Cancho del Pornoso sigue al anterior y Pcñ;i Águila nos muestra, en uiui dg sus grieííis, un hermoso palacio que habitan con tranquila parsimonia unos filósofos abantos que confían en que no liemos de subir á molestarles. I-ns Granjeras es un bonito hacinamiento de rocas que sirven de pcdest;il á una colosal esfera; la Peña de la Bola, que, amenanazando con un desprendimiento peligrosisinio, me asegura un pastor que han intcntíido apalancaría sin poder conseguirlo, y lo creo de buena fe. Se inicia una pronunciadisima hcndeduía que forma un puerttcillo, que utilizan como P"so á In otra vertiente para buscar el piier^^ del Medio Celemin, que lleva á Bustarviejo; de hi otra parte forina la hendedura el ""•'ncho de la Cruz, grande, (nacizo, y que ''"^ne ia mayor altura de La Ladera (1.5U0 metros); aquí nace el arroyo del Afrecho, fresco y abundante. Remata el Cancho de la Cruz el otro extremo de la Ladera, bajando en sinuoso perfil casi á ia altura del valle para volver á elevarse de nuevo en un macizo en forma de cono trimcado, en cuya cima se encuentran restos de muro y obra que me aseguran ser de la época árabe y lo atestiguan con monedas alli encontradas. Este cerro le llaman El Cancho Gordo. Como curiosidades pueden citarse la Peña del Tamboril, enorme peñasco desprendido que aún blanquea la huella del desgarre, rajado en corte diagonal y que ofrece la p a r t i cularidad de tener la sonoridad de un timbre cuando se la golpea con una piedra ó cuerpo duro. La Fuente de Santa iMaria que mana al fondo de una huerta esmeradamente cuidada por su duei'io, campesino amable y que se interesa por el excursionista al extremo de facilitarle cuantos d a t o s necesite, incluso acompañarle por aquellos intrincados vericuetos. La fuente es de bastante caudal, limpia y fresca en verano, templada y agradable en invierno, ornada con airoso arco ro- GRAN 2 94 mano de piedra, invita cl lugar ñ gozar de su frescura. El convento de San Antonio está como adosado á una pared del Cancho de la Cruz; lioy, de particulares, le rodea una hermosa •huerta cultivada con esmero. El pueblo de Valdemanco hace pareja del convento en su situación, aunque varía algo su orientación, pero merece visitarse por su curiosa urbanización y construcciones domesticas. El regreso lo podéis hacer por Bustarvicjo VIDA_ á Miraflores 'y Colmenar y allí os recogerá el ferrocarril de la Compañía Madrileña de Urbanización, que lioy ya lo es y muy pronto lo será por completo, verdadera providencia de los excursionistas del Guadarrama por su más intcresaTite región Las Pedrizas. Y nada más puedo decir de la Sierra de la Cabrera; visitadla que no os arrepentiréis. R. GoNzAi.i-z. Fotofiniflns lie! iiiisiiio. CRÓNICA D E L N O R T E Las eliminatorias del Campeonato de España de Foot-ball. Constituídn la Federación Regional del Norte, iiouilirados los referees oficiales y sorteados los campos y fechas, cl día 12 dieron comienzo los partidos eliminatorios para el Campeonato de España de Foot-ball Asociation. En Bilbao lucharon el Club Deportivo y el Arenas; c! triunfo correspondió á este último, apuntándose 2 goals por ninguno de sus contrarios. El resultado estaba previsto; el Arenas posee un equipo entrcnadisimo, todos sus jugadores llevan jugando juntos todo este verano, lo que hace que presenten un once muy homogéneo. En cambio cl Deportivo se presentó completamente desentrenado, y aunque tiene muy buenas unidades, no es lo suficiente para contrarrestar cl empiq'c de tan homogéneo equipo. Del Arenas se distinguió Paga/.a, que es un extremo muy bueno; Hurtado, Rica y Peña. Del Deportivo Arzuaga, Cabieces, Castro y el portero Isusi, que paró shoots peligrosísimos. Actuó de referee cl Sr. Goyuaga. El mismo día, en San Sebastián, lucharon la Real Sociedad, de esta ciudad, y el Sporting Club, de Irún. El triunfo fué para ios rcnüslas, que se apuntaron 3 goiüs por 1 de sus contrarios. El partido fue poco interesante, únicamente cl primer tiempo fué competido; los dos equipos desarrollaron juego igual; San Sebastián se apuntó el primer" goal por Svdler; en seguida empató Bello, aprovechando una buena centrada de Engoso. En la segunda mitad cambió la decoración; el Sporting, en un n¡al día, no supo hacer nada de provecho; San Sebastián no desperdició esta ocasión para arremeter con furia y marcar dos \\\.\Q.\'0% gonís. Se distinguieron: por el Spnrting, Gallego, que salvó á su equipo de un paíizón, Barku y Eigucroa. De la Real, Sydler, Ecliart, Leturia y Arrate. De refereeíictuó el Sr. Unzurrunzaga.y su actuación fue muy discutida. Din 19. —En el campo de Amute, del Sporting de irún, lucharon ¡os Clubs locales Racing y Sporting. E.xcusado es decir que en el campo no cabía ni un alfiler. Fué como todos ios partidos jugados por estos equipos, emocionante en extremo é indeciso hasta cl fin. Durante los diez primeros minutos el Sporting desarrolló un juego sorprendente de pases y comliinacioii; de haber tenido sus delanteros precisión en el slioot hubiesen dado un disgusto á sus contrarios. Poco á poco los campeones impusieron su juego, y en uno de esos avances que tantos triunfos les han dado,consiguió Patricio marcar un goal magnifico. Al poco tiempo, y !'' salvar un comer, este luismo jugador concedió el rejerée im pennlíy conira cl Racing: Arzac se encargó de conseguir el Cínpate. En el descanso el referee expulsó del cam- GHAN VIDA 295 Ainlite.—"Match, Racínjr-Sporl¡ii¡;. po ñ Ugartc, del Sporting, y Molcrcs y Rctcgui del Rücing. Motivo, c! tciicr las botiis crnmponcs antirregl;inicnt;irios. Kn el scgtmdo tiempo, iiuiiqnc el Racing jugó en condiciones de inferioridad, pues no tcniii más que tres delanteros, tuvo en jaque á la defensa contraria, y en más de una ocasión parcela iban á marcar. Terminó el tiempo reglamentarlo con vui empate á un gon!. Actuó de /'í'/crée el Sr. Arzuaga, Su labor fue también muy discutida; aunque algunos no vieron el motivo de cast i g a r al Racing c o n un penalty, supongo yo que dicho señor vio algo que no pudo ver el pi'iblico. Lo qiio no estoy conforme es con la medida tan radical de expulsar á los jugadores por botas antirrcglamentar as. Moicres, dülíiruero del Real Rr.ciiin. Mi opinión es que debió haber reconocido el calzado antes de empezar el inntch y no ya cuando cstaba jugado la milild, pUCS COll la decisión tomada por dicho señor colocó al Racing en condiciones muy inferiores para ia lucha, y esto, la verdad, no es equitativo. En Bilbao lucharon el Veterano Athlcticy Novel Arenas. Gran expectación despertó este encuentro; el nuevo campo de! Athlctic se vio l l e n o de pi'iblico; la lucha fué muy encarni'J9r^ zada, venciendo los veteranos por 2 goals Í\ 0. .' * En u n ataquí! del adelante costuro Solaun, para e v i t a r un goal, dio con la mano, por lo que el referee Sr, Echever r í a c a s t i g ó al Athletic c o n un penalty. El Arenas desperdició la ocasión para marcaí un tanto. De los vencedores s e disting u i e r o n Bola usté (R.), que fué quien marcó los 2 gonía; la línea de medios estuvo colosal; bien por Iccta, Bclaustc y ,,, ,' -' l-gLllii. n . • • Patricio. (leUintero del Real RaciriR. GRAN 2g6 VIDA Atiiule.—"Matciin Rnciii^-SporlirLí;. El Arenas se defendió admirablemente, distinguiéndose Jáurcgui, Rica, Ormaccliea, Ballana y I^agazü. Iil leferóc muy ¡mparcial. O/'íi 26'.—Coiitendian en Irñn, el Club Deportivo de Bilbao y c¡ Rea! Riicing. Fué un buen entrenamiento para los actuales campeones, que se apuntaron fj goals por 1 de los coiitrarios. Del Deportivo, ¡os delanteros jugaron muchísimo, asi como también los medios; en cambio la defensa no pudú sostener el ataque irnnés; Patricio repartió c! juego admirübleniente, marcó 2 goiils de manera colosal; ¡Vloléres, que está lieclio una fiera, se encarg ó de marcar 5 más, y Retcgui consiguió c! octavo. Arzuaga salvó el honor de su equipo rematando hábilmente un centro de Dapausa. De referee el Sr. Unzurrunzaga, muy imparclal y acertado. En Bilbao lucharon el Arenas y la Real Sociedad. Fue un partido compcíidisimo; la Rea! marcó 2 gonls en el primer tiempo; c! primero logró Echar! de un shoot de hirga distancia, que entró por e! ángulo; el" segundo Sydler, remató un centro de Zabala. En este tiempo el Arenas lanzó un penalty, que io salvó muy bien Eizaguirre. En la segunda mitad del match, dominó el Arenns, consiguiendo marcar un tanto Usobiaga. Al finalizar el maich, el Arenas consiguió C)\.ro goal, que el referee Sr, Lecuona no lo concedió, originando esto grandes protestas. Venció, por tanto, la Rea!, por 2goals ¿ ISe lucieron Echart, Arrale, Sydler y Eizaguirrc. Y del Arenas, .láiiregui, Rica, Arbaiza, Pagaza y Urtado. B a l a n c e d e loa e q u i p o s . . J . G. P . E . F . C. piirilo-í. Real Sociedad. Real Racing. . . Atliletic Arenas Sporting... . Deportivo 2 2 0 0 5 2 2 1 0 1 9 2 1 1 0 0 2 0 3 1 2 0 3 4 2 0 1 1 2 4 2 0 2 0 1 10 J., jugados; G., ganados; P., perdidos; E . , empatados; F . , goals á favor; C , go'jls en contra. BALDOMCRO Octubre iui;¡. MAÜTÍNBZ. GI?AN VIDA 297 ATLÉTICA No sé por qué, pero el caso es que en España apenas si practicamos el atletismo. Parece extraño que una nación que puede producir atletas de primera linca, abandone estos deportes al aire libre y no cultive las carreras á pie, saltos de altura y longitud, saltos con pértign, lanzamiento del peso y disco, ejercicios hoy tan en boga en naciones como Inglaterra, Alemania, Suecia y Francia principalmente y que tanto contribuyen al desarrollo y conservación moral y física de lü raza. Entendiéndolo asi las grandes naciones, organizan concursos internacionales, á los que concurren los mejores atletas que cada una de ellas ha producido en el año; ingleses, alemanes, suecos, franceses, italianos, japoneses, etc., compiten en noble lid; todos disputan el laurel que lia de ser honra para la madre patria de que proceden, todas por lo general menos España. Duele pensar que un pueblo como el ibero, que en toda época histórica dio pruebas de gran valor, voluntad, resistencia y demás cualidades que hacen á un pueblo tuerte, quede ahora sumido en el más cruel de los abandonos y no comparta estas lides 4el sport, con las demás naciones, tanto más si se tiene en cuenta que en algún concurso conseguirían clasificarse en primer lugar. Y conste que, al afirmar esto, no me fundo en pura fantasía, sino en hechos reales, presenciados por mí mismo. Por ejemplo, estoy seguro que aquellos "pasiegos,,, de la provincia de Santander, harían siempre un excelente papel entre los mejores saltadores con pértiga Ücl mundo. Sabido es que los "pasiegos,, viven en las montañas, de las que están obligados á descender diariamente íil llano á vender sus mercancías (queso y mantequilla), que llevan en enormes cuévanos sobre las espaldas; válense de pértigas como de unos 4 á 4 y medio metros, para vencer, saltando, las escabrosidades de la montaña, com.o altos matorrales, riachuelos, pozas, paso de peña á pena, etc. En Pas tuve ocasión de ver, ya hace años, una apuesta entre los mejores saltadores de dos distintos bandos; la apuesta consistía en sidra, que debían de pagar los vencidos, y estoy cierto que el vencedor, un mozo como de unos veinticuatro años, pequeño y musculoso, salvó en el salto que dio la victoria á su banda tanto como lo que saltó en ésta el día 5 del corriente, en que hubo uno de estos espectáculos (y a! que concurrieron como unas 15,000 personas), el campeón francés Gondcr, que pasó la altura de 3,60 metros. Si á esto se añade que la pértiga del "pasieguito,, ni era de liviano bambú, ni tenía tenedor en una de sus extremidades para asegurar el palo, ni lino para evitar que las manos resbalen, se comprenderá el mérito del salto. Y lo que son los "pasiegos,, con la pértiga, son los nobles "j¡bos„ vascongados con la barra. Estos jayanes lanzan la barra de hierro entre trago y trago de "chacolí, á distancias muy respetables, considerando el peso déla herramienta. Son, pues, apreciables atletas que entrenados lanzarían el disco ó el peso tan bien como cualquier otro y constituirían serios rivales con los que habría que contar en los grandes campeonatos. Luego vienen también los "andarines, y "saltadores,,, cuyas hazañas nos son desconocidas, por no existir aún organizaciones atlétícas que encaucen sus energías. Guardóme muy bien de creer que si los campeones iberos luchasen actualmente en estos concursos deportivos realizasen lo del César: Vini, vidi, vici, no; no lo pienso porque es evidente que esto no puede ser, porque el maestro no se improvisa, tiene que GRAN 298 pasar por la previa preparncíón; pero sostengo que pronto ¡ilcanzan'an il los consagrados, como lentamente está ocurriendo con otros deportes, véase si no los progresos habidos en ei foot-ball. Ya sé que en España existen algunas Sociedades atléíicas y que es admirable cómo sus miembros puedan operar en un centro tan apático y sóio guiados por el verdadero espíritu del sport. VJDA^ Esperemos que su constancia venga al fin sobre los prejuicios é ideas falsas de que el atletismo aparece rodeado, y loado sea ei dia en el que en el cuadro de honor, en un concurso atlético internacional, aparezca el nombre de un campeón español. LA WD A Y. Londrüs, I5-T-13. Unión Deportiva del Crédit Lyonnais. Esta activa Sociedad, basándose en los fines para que se fundó, y dando muestras de un entusiasmo por la educación física, digno de toda alabanza, ha celebrado entre sus socios, el día 12 de Septiembre, una clásica prueba denominada "Pentathlon 1913,, (concurso de cinco pruebas), con arreglo al siguiente programa: Carrera de 200 metros. Saltos de altura. Lanzamiento de peso. Lanzamiento de disco. Cross-Country (5 kilómetros). La clasificación por adición de puntos, establecida por el Jurado, lia sido la siguiente: Primer premio: Medalla de plata y título de detentor de la Copa de plata ofrecida por los Sres. Apoderados del Crédlt Lyonnais (Copa que so adjudicará al que la obtenga dos años). Don Georgc TríoUct, que obtuvo 11 puntos, repartidos en la siguiente forma: Carrera de 200 metros.—Segundo, en 28 segundos. Saltos de altura.—Segundo, 1,51 metros. Lanzamiento de peso.—Quinto, 6,fi0 metros. Lanzamiento del disco.—Primero, 23,SO metros. Cross-Country (5 kilómetros).—Primero, 20 m. 51 s. Segundo premio: Medalla de plata, á don Fréderic Sautschi, que hecha la adición de las varias pruebas, obtuvo 16 puntos. Tercer premio; Medalla de plata, á don Fierre Combernoux, 24 puntos. Cuarto premio: Medalla de bronce, á don Otto Streit, 25 puntos. Los campeonatos de ¡awn tennis (individual y por parejas) y concurso de neófitos, han dado los siguientes Resultados Campeonato individual. Primer premio: Copa de plata ofrecida por D. William Michaud y título de campeón, á D. Luis Ruiz. Segundo premio; Medalla de oro, á don Philippe Caupeil. Tercer premio: Raqueta ofrecida por la casa Sports (Arrieta, 9), á D. Robert Lemoult. Campeonato por parejas. Primeros premios: Medallas de plata y títulos de campeón, á D. André Cavín y á D. Philippe Caupeil. Segundos premios: Medallas de plata, a D. Robert Lemoult y á D. Emile Vilottc. Concurso de neófitos. Primer premio: Raqueta ofrecida por el Tennis Club Amícal, á D. Manuel Fernández Prados. Segundo premio: Medalla de plata, á don Cipriano Arenales. Tercer premio: Pitillera ofrecida por don Philippe Caupeil, á D. Fermín Sácz. Cuarto premio: Medalla de bronce, á don Francisco Alonso. Muy de veras felicitamos á la Sociedad U. D. C. L. por lo mucho y bien que trabaja en pro de la cultura física, y lo mismo Directores que dirigidos harán que su nombre figure en el puesto de honor que por sus merecimientos y labor constante le corresponde. GI?AN VIDA 299 riTprüTT-:-^ AERHIDROPLANOS San Sebastián, la ciudad hermosa y progresiva, ha sido como siempre que de fiestas nuevas se trata, la que ha dado las primicias en España de un concurso de aerhidroplanos. Si de alguna falta ha adolecido, por parte del Real Aéreo Club de España, ha sido el hacerlo en las postrimerías del verano, pero esta falta es sólo para la imaginación de ios que ignoran que no ha podido hacerse en otras fechas por no contarse con aviadores de renombre, y aun en la fecha en que se hizo —fines de Septiembre—ha sido Lüiizaiiiii;nlO ÍIIÍ " " ¡iparalo. W* GRAN VJDA 300 Un ¡lorliidropluno en pleno vuelo. un éxito para el Aéreo Club conseguir la presencia de Renaux, Carbery, Bathr;U, Ciiemet, Audemars y Dijvetain, que, respectivamente, han pilotado aparato Farman, Morane Saulnier, Sánchez Besa, Borel, Morane y Borel, pues la Copa Gordon-Bernet y dos concursos de Reims y Deauville tenían copados los mejores aviadores, obstáculo que seguramente ha privado á San Sebastián de ver en su concurso á nombres tan importantes en fiestas aéreas, comoNieuporty Duperdussin. El campo de aviación no ha estado lo concurrido que era de e s p e r a r , pues claro está que una fiesta de esta índole puede verse de todas partes, y por este motivo resta entradas, y, por consiguiente, ingresos, que ha perdido la Beneficencia donostiarra, pues el Aéreo Club, lo ofreció á este Centro benéfico, puesto que no tenía sus miras al organizar el concurso, más que en hacer algo •porSanSebastián desinteresadamente. En cuanto al concurso, á pesar de los esfuerzos de todos,no ha podido terminarse por causa de la fatalidad. Los aparatos fueron paulatinamente averiándose, hasta que el cuarto día sólo quedaba en estado de funcionar el aparato de Renaux, por cuya causa eí Jurado se vio obligado á suspender el concurso por falta de competidores. -ti.ír.—flT«x----r5,- Aviudores haciendo los úllimos |>repur;it¡vos. GRAN VIDA 301 Durante los cuatro días de pruebas, se han hecho vuelos magníficos, preciosos, y aunque la aviación en San Sebastián no es cosa nueva, e! público que diariamente llenaba la Concha, el castillo y el monte Igueldo, desde donde se contemplaban á satisfacción las evoluciones de estas aves metálicas, .ha quedado encantado de lo que ha Prueba B, totalización de número de vuelos. Primer premio, 9.000 pesetas, á Renaux. Segundo premio, 2.500 pesetas, á Audemars, con aparato Morane. Prueba C, de lanzamiento. Primer premio, 3.000 pesetas, á Carbery. Segundo premio, 1.000 pesetas, á Renaux. Prueba D, de navegabilidad. Pri- i-l Jiiraiio comprobuiulo losapiiralos visto, y ha convenido en que la aviación va abriéndose camino á pasos agigantados. La clasificación de premios ha sido en la forma siguiente: Prueba A, totalización de duración de vueíos. Primer premio, 9.000 pesetas, al piloto Renaux, con aparato Farman. Segundo premio, 2.500 pesetas, al piloto Carbery, con aparato Morane. mer premio, 4.000 pesetas, á Carbery. Para el segundo, que era de 1.000, quedaron empatados Audemars y Chemet, y el jurado elevó el premio á 2.000 pesetas, dando la mitad á cada piloto. Prueba £", mixta de velocidad. Quedó anulada y los premios desiertos. 'mi? GRAN 302^ EDUCACIÓH VIDA FlSICA EL COLEGIO FRANCÉS DE ATLETAS Recientemente se ha fundndo cn Francia una nueva escuela civil de educüción física, debida ai entusiasmo y generosidad de un verdadero Mecenas deportivo. De un detallado estudio sobre el funcionamiento de esta nueva institución, publicado por Georgcs Rozet, cn la Reviie de París, entresacaínos interesantes noticias, quedarán idea aproximada de la misma. Inmediato al parque Pommcry, ha sido creado el Colegio de Atletas, iiecho casi en forma de velódromo, rodeado de algunos edificios, árboles y plantas, que completan el tono del verde césped del centro. Frecuentemente se lia pronunciado, á propósito del colegio, la fórmula de Monasterio de atletismo; este estadio da, en efecto, la impresión de una especie de claustro sportivo, casi oculto á la vista de los visitantes del parque, y abierto solamente hacia ci cielo. Las pendientes, cubiertas de verdura, son parcialmente talladas por largos peldaños á manera de gradas, que sirven en los concursos de tribuna rústica para ios espectadores. Una pista, de 300 metros de circunferencia—dos magníficas líneas rectas unidas por dos semicircunferencias—de un amarillo de cromo mtiy claro, y marcado cn su parte interior, en la cnerda, por una banda de arena, más confortable á los pies que ei resto de la pista. En la peíanse central, todos ios accesorios de los depjrtes de precisión, mezclados con los del método educativo del Teniente Hébert: largos paseos minuciosamente medidos para saltos con impulso y sin el; para el lanzamiento del peso; postes de un Visla di.'l estadio dül Colej;io;de Atletas. Gl^AN VIDA 303 agradable gris perla para el salto de altura; playa ni de campo no han dado jamás su travesanos móviles para la carrera de 110 equivalente. metros con obst:iculos; las barras de suspenHasta los menores detalles observados en sión, el muro rústico y la banqueta irlandesa la nueva Escuela de Atletas denotan una node los tiradores marinos; el cuadrado para ia vísima orientación y un destierro completo lucha; en fin, la esbelta combinación de las de procedimientos y formas en desuso. cuerdas lisas, seilaladas de metro en metro, Está dotada de una magnifica biblioteca la indicación de los 5 metros; el cero de construida con muros policromos; la sala de la colación Hcbert, está marcado con una lectura,con su decoración escandinava, decopequeña cinta roja, como si se tratase de es- lores brillantes, azul franco y naranja vivo, patablecer un limite prudente para los atletas debutantes. Contiguo al borde superior del estadio, brilla una vasta piscina, de límpidas aguas, en Cuyo fondo se dibujan los caprichosos mosaicos de que está forínado. Llega la ¡lora de la lección Hébert, que pone en combinación todas las facultades del cuerpo, sin preocupación por el cronometraje ni las pcrjomnnces. Se practican sin competencias ni rccordshs clásicas distancias de 100 y 1.500 metros de,carrera á pie en el curso de las cuales, sobre todo de este último, el corazón tiene alternativas de bienestar y de angustia, de feliz, confianza y de amarga desesperación; el salto de altura en donde la cuerda blanca mide hasta dónde puede llegar la fuerza y habilidad mezcladas en ei hombre. Satisfacciones niuscvtlares que perpetúan la satisfacción Lii piscina y el apiirato para iiuiiursiones á diveisas altiitas. y la confianza de si mismos. Es muy curioso observar los efectos interiores de esta vida de entrenamiento y la reacción de este régimen, casi exclusivamente atlcticoen los intelectuales franceses. Hay que notar que entre los que no tenían ningún entrenamiento para los ejercicios físicos, la primera impresión producida es la de una especie de dispersión del ser intelectual y moral, dispersión tai que ni la vida de rece hecha para el ejercicio neto y dichoso del pensamiento, para la elaboración de una literatura precisa, clara, y aun podría escribirse aséptica; esta sala de lectura y esta biblioteca en general difieren mucho del resto de las demás, pues mientras aquéllas parece que se empeñaban nuestros antepasados en cercarlas de cierta inoportuna austeridad y aislamiento, esta, con sus rientes y amplias GRAN 304 ventanas, permite contemplar desde la misma todo el estadio y los múltiples atletas que efectúan sus evoluciones y ejercicios, dando así una tonalidad de templanza y bienestar y sirviendo de complemento á la actividad intelectual. VIDA_ Reims á la gran reunión celebrada en el Colegio de Atletas. Los niños que reciben allí la educación física, ejecutaron todos los movimientos de la gimnasia natural {método de Hebert). Llamó poderosamente I:¡ atención de mon- El Colegio de Atletas y^vista de una parte del esiiidio. Las magnificas condiciones en que se lia construido esta nueva institución permiten á los alumnos recrearse y practicar con profusión los baños de aire y de luz, preferentemente recomendados en el método I-Iébcrí y que tan importantes y necesarios son en todos los ejercicios modernos que se quieran llevar á la práctica con cí máximum de resultados positivos. El Presidente de la República francesa, dando una nueva prueba de su interés por el desarrollo de la cultura física, ha asistido en sieur Poincaré y del numeroso público allí congregado, el desfile de las niñas alumnas que, desnudas piernas y busto lo mismo que los niños, practicaron diversos ejercicios con admirable aplomo y precisión. ¿Cuándo podremos registrar en nuestro país la creación de un Colegio de Atletas, análogo al de Reims, que pueda laborar con éxito por el resurgimiento de nuestra depauperada raza? Esperemos que surja otro Mecenas deportivo como el notable Arquitecto paisajista M. Redont, el afortunado autor del Parque de Sports y del estadio del Colegio de Atletas. GRAN VIDA 305 El Salón Automóvil de París, 1913. El úia 17 de Octubre M. Poincarc, Presidente de la República, lia inaugurado oficialmente el Sillón anual del aiitonióvii instalado en el Grand Palais. Este año los organizadores del Salón han adelantado en dos meses la apertura, sin duda para prevenirse contra la competencia del salón Olimpia de Londres que viene celebrándose en el mes de Noviembre. Aunque algunos fabricantes opinan que no es el salón la mejor piedra de toque para contrastar los adelantos de ¡a industria automóvil y estiman de mayor eficacia las grandes carreras donde prácticamente se comprueban las ventajas y desventajas de cada marca, no cabe duda que el siiIón de París ha tomado carta de naturaleza como fiesta mundana y deportiva, á la que acuden los privilegiados de la fortuna para adquirir sus trenes de lujo entre los chassisy carrocerías más en boga. Así, pues, aunque el resultado técnico del Salón no sea conciuyente ni definitivo, siempre cabe aducir en pro de esta Exposición su aspecto económico ó comercial, de resultados positivos para los fabricantes franceses, así como para los que concurren á este certamen desde Inglaterra, Alemania, Italia, España y América. Aunque á primera vista parece que el automóvil se ha estacionado, después de los estupendos progresos realizados en pocos años, lo cierto y evidente es que la industria automóvil está todavía subiendo la escala ascendente y cada día estudia y encuentra nuevos métodos y orientaciones, tendiendo Vista de coniíinto del Salón Automóvil 1313. 3o6 á democratizarse y trniisforniándose de instrumento purümcntc deportivo en medio de locomoción nipido y priíctico ;í la vez. Una demostración de lo que acabamos de indicar la tenemos en la creación dci nuevo tipo de cochecito, intermedio entre el coclie automóvil ligero, del que lia tomado la forma exterior, y el motociclo del que ha adoptado el motor y la transmisión. Me refiero al cicle-Car que conserva su denominación inglesa y está conquistando muciios adeptos por su sencillez y baratura. Si dirigimos una ojeada general estudiando en conjunto los coches que se presentan para deducir Jas tendencias que se marcan, observaremos que el c/zassis se fabrica cada vez de menor altura, buscando rnayor estabilidad y firmeza. Las ruedas amovibles parecen haber consolidado el favor que vienen disfrutando y siguen armadas con radios metálicos, si bien conviene advertir que los fabricantes ingleses, autores de esta moda, empiezan á variar la forma, reemplazando los actuales radios por otros también metálicos, pero imitando á los antiguos de madera. Va ganando terreno el sistema de construir en un sólo blo/c el cárter del motor con ei del cambio de velocidad. Esta forma de construcción simplifica grandemente el montaje y la conservación y convierte ei cfiassis en un todo homogéneo perfectamente rígido. Una novedad interesante en los clinssis expuestos es la lubrificación del motor, en la que se ¡la abandonado el antiguo sistema á barbotaje, que si tenía la ventaja de la sencillez, oponía, en cambio, numerosos inconvenientes, entre ellos la falta de uniformidad. El sistema ahora adoptado consiste en una pequeña bomba que toma el aceite del fondo del cárter del motor y lo distribuye por todos los órganos, de forma que el sobrante vuelve de nuevo al cárter, y vuelve á circular sin que el conductor tenga que preocuparse de otfii cosa que de alimentar de tiempo en tiempo el depósito en cantidad conveniente. La gran novedad del salón corresponde este año á los constructores americanos, y ha sido adoptada con entusiasmo por los fabri- GRAN VIDA cantes europeos; me refiero á la puesta automática en marclia mediante motor eléctrico. Este motor es accionado por una batería de acumuladores que se pueden cargar durante la marcha del coche. La misma dinamo sirve para la iluminación interna del automóvil y para los faros, dejando en la reserva el uso del carburo y el antipático acetileno. La transmisión por cardan sigue siendo la preferida, y respecto al cambio de velocidades, no se ha variado gran cosa. Los motores tienden á disminuir de volumen y de peso, buscando los fabricantes un rendimienío superior por la selección de los metales empleados y el perfeccionamiento en los detalles de construcción. Los constructores de carrocerías no dan paz á la [nano y aguzan el ingenio para ofrecer cada día modelos perfeccionados en que, á las condiciones que pudiéraíiios llamar de progreso técnico, procuran añadir el mayor refinamiento en el confort y la elegancia. Las antiguas carrocerías descubiertas han cedido por completo al influjo del moderno torpedo, y en las carrocerías de ciudad y de turismo se ofrecen nuevos tipos, originales, artísticos y confortaliles. La preocupación constante de muchos constructores ha sido desde hace tiempo obtener el máxinmm de silcnciosídad, y asi se ha llegado á la construcción de motores sin válvulas; así como la necesidad de proteger los Órganos esenciales ha creado los nuevos magnetos blindados, que oponen la mejor defensa conocida contra la humedad. El motor es el órgano soberano del automóvil, del que cada dia se exige más, y, pot consecuencia, al que mayor atención necesitan prestar los constructores. AI motor se pide, además de la función esencial de mover el coche, las accesorias de accionar la bomba para llenar los pneumáticos, ¡a de mover los nuevos sistemas de freno; la de hacer funcionar la sirena y 1°^ variados medios de avisar en marcha. Con el agua del motor se llenan los calentaplés de los coches cerrados y la iluminación eléctrica, cuyo empleo se genera liza de día en dia, se obtiene de la dínamo, alimentada por el motor. GRAN VIDA 307 Todas estas funciones, aparte de las naturales que desempeña el motor como ta!, justifican todo el esmero y todo el cuidado que los fiíliricantcs ponen en su construcción. Ko ocurre otro tanto con los carburadores, de cuya construcción se van desentcndiendo la mayorfii de los fabricantes de automóviles, dejando ;i los especialistas el cuidado de perfeccionar este órgano, que no deja de tener esencial importancia. Así, pues, de los -145 fabricantes de automóvilcj que lian expuesto en este Salón, tan solo 30 íian empleado un carburador de su fabricación; los restantcsh an adoptado algunos de los que están más en boga entre las muc!ias marcas que circulan por el mercado. Como resumen de este ligero examen, podemos afirmar que el Salón del Automóvil de 1913 no ha desmerecido en interés, comparado con los anteriores, y ¡la ofrecido algunas novedades industriales dignas de atención y estudio. El. V. DI-C. L. FEDKRACIÓN CICLISTA MADRILEMA CARRERA DE MOTOCICLETAS Rl domingo 12 de Octubre se corrió la prueba motociclista organizada por la Federación Ciclista Madrileña. Desde las primeras horas de la mañana la animación era grande en los primeros kilómetros del recorrido, y sobre tocio en el kilómetro A de la carretera de Madrid á La Coruña, punto designado para la salida; numerosos ciclistas, aprovechando el mjignífico dia, tomaron posiciones en diferentes puntos donde la Jucha podia ofrecer interés; también hasta cerca de El Plantío i,kilómctro 14) vimos bastantes excursionistas á pie. Bl r e c o r r i d o . El total de distancia que ¡labian de recorrer los motoristas era de 186 kilómetros y el itinerario que han seguido es el siguiente: salida de Madrid, kilómetros 4 de la carretera de La Coruña (viveros de la Villa), El Plantío, Las Rozas, Las Matas, Torrelodo- Bi vencedor (xj Minuiil l.liviriii ÜII la salida. GRAN 3o8 VIDA 1 nes, Viiinlb.1, Guadarrama, Puerto de! León, San Raí.ncl, Otero Herreros, Segovia, La Granja, Balsaín, Siete Revueltas, Puerto de Navacerradn, Villalba, al kilómetro 4, punto de partida. Los p r e m i o s . He aquí la lista de premios concedidos: 1." Copa del Ayuntamiento de Madrid, 300 pesetas y gran medalla de ia casa Le Gaulois. 2." Copa de la F. C. M., 150 pesetas y medalla de plata de la casa Le Gaulois. 3." Copa de la casa Dcutsch y Compañía, JOO pesetas y medalla de vcrmeil de la casa Dunlop. 4." Dos cubiertas antidérnpaiit de goma para moto, de la casa Dunlop. 5." Dos estudies, uno de cuatro bujías y otro de accesorios para magnetos Boscli. El Jurado. El de salida y llegada, situado como decimos más arriba en el kilómetro A (Viveros), estaba compuesto por los Srcs. Arrizabalaga. Salas, I^alricío Cuesta, César Ruiz. Sembi y González, viéndose también en este sitio á alj^unos caracterizados socios de la U. V. 1:., los redactores deportivos de varios diarios madrileños y numeroso público. L a salida. Se dio por parejas y con cinco minutos de intervalo, por fuerza de la moto que pilotaban de menor i\ mayor. A las 'i,45, Federico Oviols y Joaquín Colera. A las 8,50, Leocadio Chacón y Ricardo Martínez. A las 8,55, Gregorio Cuesta y Agustín Pérez. A las 9. .José Manclión y Domingo Pérez. A las 9,5, Miguel Lliviria y Emilio Biraccl. A las 9,10, Guillermo Sulzbcrgcr y Miguel Pradilla; y A las 9,15, Mariano Ramírez. La carrera. Difícil es hablar de un hecho en concreto sin haberlo prcseiiciadu, y, por tanto, como esta prueba era difícil de seguir paso á paso por las distancias rntennedías entre los concurrcutes y las velocidades empleadas, reseñamos solamente algunos detalles de la misma. La carretera estaba en inmejonables condiciones, pues ni liabía polvo ni barro y, por tanto, los motoristas pudieron liaccr bastante velocidad en algunos sitios; en la curva del puente de San Fernando presenciamos el paso de algunos y nos permitimos hacer breves comentarios. Leocadio Chacón entra muy lanzado y resultando estrecha la curva va ii dar contra el pretil derecho del puente, lesionándose ligeramente en un brazo y doblando un poco La salida ile Guillermo Siilzliorjíer (x) qui: obtuvo ul siíHiciiclo^piemio. GíiAN VIDA 309 M¡Hin;l Lliviria recibiuiiUo ül premio. c! gu¡:i de la moto; tiene que retirarse al final de la Cuesta de las Perdices. José Manchón entra también algo deprisa y muy fuera y, claro, se le va la moto y ticne que recurrir al pie en el suelo para corregir el despiste. Birace! entra en la curva con e! soporte de la moto suelto, y á pocos metros, en un pequeño baclie, se enreda en ia rueda de atrás, rompe todos los radios y por milagro no ocurre un accidente. Pradilhi también toma mal la curva y corrige este defecto con una maniobra de maestro que aplaudieron algunos entusiasmados espectadores. Miguel Lliviria, el Noy, pasa con más precaución y da la curva magistralmente. ¡Así se corre! ¿Para qué entrar con excesiva velocidad por ganar unos segundos en im sitio peligroso, ii riesgo de im probable accidente, en un circuito de cerca de 200 kilómetros? El descenso de Navacerrada lo efectúan los corredores con marclia moderada, no así el nlemán Guillermo Siilzbcrgcr que se lanza puerto abajo tomando las curvas con loca temeridad. La l l e g a d a . A las doce y once minutos de la mañana llegó á la meta el primer corredor. Fué Miguel Lliviria, el cual cruzóla meta en medio de una gran ovación. Después entraron: Suizbcrger, á las 12 b. 35 m. 4 s. Ramírez, á la I h. 10 m.; y Domingo Alvarez, á la 1 Ii. 30 m. L a cLisificación. Queda establecida como sigue: 1." Miguel Lliviria, el Noy, sobre moto Excclsior, cubrió los 186 kilómetros del recorrido en 3 ii. 6 m. 2° Guillermo Sulzberger, sobre N.S.U., empleó en el recorrido 3 li. 25 m. 4 s. 3.'^ Mariano Ramírez, sobre Wulfruna, en 3 íi. 55 m. -! s. 4." Domingo Álvarez, sobre Brown, en 4b.30m. "Velocidad, m e d i a d e l v e n c e d o r . Miguel Lliviria, el excelente motociclista campeón de pista, ha demostrado que en carretera también sabe correr, pues sacar como promedio de marclia cerca de 60 kilómetros por hora, en un recorrido en que tiene que franquearen ascenso y descenso los puertos del León y Navacerrada, pasando por las famosas Siete Revueltas, ya es hacer un bonito recorrido; como detalle podremos anotar que í?/A'oy llevaba la motocicleta que montaba el desgraciado Federico Arroyo el día del fatal accidente que costó la vida á nuestro pobre amigo. * En resumen: un buen día de so! y agradable temperatura; una excelente organización en todos los servicios de la carrera y un éxito más que añadir á los muclios conquistados por ia Federación Ciclista Madrileña. A. ALZAMORA. GI^AN 3IO VIDA CUBETEO FOTOGRÁFICO Rcpasiindo mis notas y npuntes de hiboratorio por si algo salía que de utilidad pudiera ser y mereciera oírccersc ;'i mis lectores del cubetco fotográfico, me encuentro con unas reglas sencillas y de verdadera utilidad paríi los aficionados á la proyección, aplicables también ;i la a m p I i a c i ón, puesto que ambas participan de procedimiento i d é n t i c o aun cuando lo aplicación ó resultado sea distinto. ees la proyección se sale de los límites del tción y es necesario colocar el aparato en ci centro de la sala, lo cual, si no es un inconveniente, tampoco es recomendable. Estos casos obedecen á la desproporción de la longitud focal del objetivo con el largo de la habitación y el tamaño de! negativo ó proyectorPara evitar estos resultados y otros análogos, é igualmente funestos, es para lo que conviene conocer las regías Generalmente que á continuasuelen comprarse ción se explican, las linternas de y de este modo, ampliación y probien sea partienyección ya prodo de la base de vistas de sus obla liabitación de jetivos y montaque se dispone y das y dispuestas el tamaño del nede fábrica, sin tegativo ó positivo ner en cuenta más que liaya de emque el t a m a ñ o plearse, ó bien del condensador del tamaño que en relación del se desee olitcner taniaíío del negael cuadro de protivo á proyectar yección, ya se ó ampliar. puede comprar el Raras veces se aparato provisto conoce la longide o b j e t i v o y tud focal del objecondensador a ni r¡;;co du la N:ir;iiiii;ru.—I'iniíres llanos. tivoquenosiendo propósito para lo de marca, como que se desea y en la seguridad de que lia es lo general, no lo trac indicado, y de aqui de dar buen resultado. Veamos los casos que se pueden presentar: que resulten casos á veces bastante cómicos, I." ¿Qué longitud focal deberá tener un como es que comprada la linterna y dispuestos á proyectar resulta una proyección su- objetivo para que en un salón de 9 metros mamente pequeña por la imposibilidad de de largo pueda obtenerse con un clisé de retirar la máquina en una habitación reduci- (i V-i X 9 una imagen de 4 metros? da; otras veces el salón es grande, y cnton- GRAN VIDA 311 Regla.—Se multiplica la longitud del salón en ccntimetrús, por el lado mayor (en centímetros) de! clisé y el producto se divide por el tiiinaño de la imagen, en centímetros también. Es decir, en el caso presente niultiplicamos 900 X 9 y lo dividimos por 400 y nos dará de cociente 20,25 centímetros, que será la longitud focal del objetivo necesario. 2." ¿Cuál será la mayor dimensión de la imagen de un clisé de 6 '/., X 9 proyectada en un telón colocado á 9 metros de un objetivo de 20,25 centímetros de longitud focal? Regla.—Se multiplica la longitud de la sala en centímetros por el lado mayor del clisé en centímetros, y se divide por la longitud focal del objetivo, en centímetros también. En este ejemplo tendríamos: 900 x 90, y dividido por 20,25, que nos dará de cociente 40 centímetros, ó sea los 4 metros. Estos dos citados son los datos más frecuentes á necesitar de cálculo previo, pero aun puede presentarse otro que también es conveniente conocer. 3." ¿Qué dimensiones deberá tener un negativo para que proyecte una imagen de 4 metros en un salón de 9 metros y con un objetivo de 20,25 de longitud focal? Regla.—Se multiplica la longitud focal del objetivo por el tamaño de la imagen y se divide por el largo'del salón, todo reducido á centímetros. Siguiendo el ejemplo operamos: 20,25 x 4 0 0 y dividimos por 900 y tendremos de cociente 9 ccntinictros, es decir, que obtendremos la proyección en esas condiciones, empleando un negativo de 9 x 6 '/„ ó de 9 x 9 . El tamaño de la sala que dediquemos á la proyección suele ser generalmento como si dijéramos pie forzado, pero también podemos calcularlo si partimos de la base de un objetivo y un tamaño de placa que empleemos y queremos un tamaño determinado de proyección; entonces tendremos el caso. 4." ¿Qué longitud debe tener la sala para que, empleando un objetivo de 20,25 de longitud focal y una placa de 6 '/.^ x 9, nos dé una proyección de 4 metros? Regia.—Se multiplica el tamaño de la pro- Uií casiMasdLO tiíiiel.—I'ULTIU dt; (hujilairMiiKi. GlíAN 312 VIDA El alto diíl Lcóíi.—Piiurlo do CiUii(l;irr;iiiiii, yección por !a longitud local del objetivo y el producto se divide por el lado mayor de la placa, todo cn centímetros. En el ejemplo: 400 x 20,25 y dividido por 90, que nos dará de cociente 900, es decir, los 9 metros que suponemos al salón en que hemos practicado los ejemplos. Aquí teríninan necesariamente los problemas que se pueden presentar, porque siendo cuatro ios términos que sucesivamente han de presentarse desconocidos, cuatro serán las fórmulas ó reglas para dctcniíinarlos. Y con todo esto, más una escogida colección de placas en color y un buen aparato de proyección, se pasan las tardes como una seda. Fotografías del mismo. R. GONZÁLE-Z. ' Uria c o o f c r c n o i a notableLo fué, y en grado sumo, la que pronunció en el Centro de dependientes mercantiles, nuestro querido amigo D. Emilio Zurano, Presidente del Circulo de la Unión mercantil, cerebro privilegiado, á quien se deben obras tan importantes como La cduca- cacióti de la voluntad y el Problema de España cn Marruecos. Felicitanms sinceramente al Sr. Zurano por su magnífica conferencia, y al Presidente de! Centro, D. Joaquín Cueto, por su acertada elección y por sus nobles desvelos en pro de esta simpática Asociación. LA MOTOCICLETA T E R R O T Con motor Tcrrot-Zci[e!.— '2 caballos. Es lii montura ideal par;i todos los usos, muy completa, con lodas las disposieionüs útiles, libera y scKiira, no conoce la paiiiic, lodo us sólido y accesible. C a m b i o de v e l o c i d a d píiogpesíuaOnquillEí e l á s t i e a attbiculada. La casa U ' o r i - o t consirnye lodos los sistemas <^^ bicicletas, con cambio de velocidad directa, retrodjrccta y por palanca, de 1, 2, 3. 4. G. 8 y 10 velocidades. Es la única qne ha ganado el priiiiv.r premio de loüo las concursos del poderoso Tonrint: Club de 1-iancM. consagrándola olicialmeiite sin ijjual. I>EDID CATÁLOGO Á T e r r o t & Cumpnriía. I>ijoii (FraiicüO Agentes en Madrid: A R R O Y O V <SOSZÁI-E2: Plaza de Isabel II, núm. 2 (Rinconada). GRAN VIDA •. 66 313 NOTAS DE CAZA ¿^r^^j (CüNCl.USIÜN) Si Í;i rcpl;iz;i cstñ en biien;is condiciones, l;i c;iz;i se confiíi li.'istii el extremo qnc permite alalinas veces se le disparen c.isi tantos tiros como iives había alli la víspera; y es porque éstas tienen qiicrenci;! ;il sitio que iiciipan, y ¡il comer pronto, bastante y bien durante el díü, dnennen de noclie. [•^stos patos ios cidifican los cazadores de tontos ó recién llegados. Sí la tierra está dura por babersc secado ú sufrido los efectos de ^run temporal ó inerte tormenta, aun siendo la misma rcpUizn del caso anterior y teniendo la nusina caza, seguro estoy qnc matarán muy poco en ella durante las tiradas correspondientes. Y es porque aquellos ¡miníales no gu;irdan querencia al sitio que eligieron, ni comen en el, y están allí como podían estar en el mar esperando el crcpi'isculo para trasladarse á punto quizás lejano que les permita saciar su apetitoPaso á probar lo perjudicial que resulta, pan! que liaya muclia caza en nuestros cotos, el dejarles secar después de levantadas las cosecbas. El cazador que quiera experimentar lo que voy á decir, podrá liacerlo i\ completa satisfacción siguiendo mis indicaciones. Para ello visite las partidas arrozales durante la recolección de la cosecha. Elija un campo segado que conserve gran parte del agua que tuvo durante la cría, y si prueba á arrancar algunas plantas, verá cuan fácilmente consigue sacarlas con sus raices y lin.sia'con más ó menos barro pegado, en el que habrá algunas lombrices de tierra y otros insectos. Cuando aquel campo esté seco, inúndelo con agua del rio otra vez. A ¡os quince días, dos meses, luego ó antes sí así lo desea, tomando cuantas precauciones tenga por conveniente, proceda á arrancar plantas de las que allí quedaron, y tenga por seguro que roiiqicrá cuantos tallos fuerce antes que consiga sacar una sola raíz. Esto es así, porque ;d secarse la tierra se aprieta mucho, estado tiue conserva basta que la roturan y encharcan de nuevo. Son tan sensibles dichas tierras á los electos indicados, que sí los labradores extreman líi sequía que liacen sufrir á sus campos du- rante el primer periodo de la cria del arroz (oixu<^iiá}, ó sfibrcviene entonces alguna fuerte tormenta, es muy posible, á pesar del calor (jue hace, se aprieten tanto que pierdan para luego la buena condición. El campo que pasada la siega está duro, si no tiene mezclados gran cantidad de ciL'tntiis orgánicos, asi seguirá todo el invierno, y sí his tiene, por más que se rebiande/.ca al inundarlo, las sennilas, insectos y raíces que sus tierras cidiren pierden su buena condición, basta el punto que los patos ¡as desdeñan y resultan alimento perdido. Conviene no olvidar, por ser datos muy esenciales para el cazador, que sí las aguas de lluvia son nocivas por la propiedad que tienen de matar los insectos acuáticos y endurecer las tierras, lo propio bace el sol a! secar los campos, y, naturalmente, con las plantas acuáticas destruye casi todos los insectos que éstas protegían. El p o r q u é no pueden comer los patos en tierras duras, se explica sabiendo que estas no se deslíen fácilmente en el agua. Si el animal logra arrancar del suelo algún terrón, al apretarlo entre el pico, lo más que consigue es dividirlo en partes tan duras como el todo, y, naturalmente, esto impide separar los alimentos qnc aquél podía contener. Si á esto añadimos el resultado que obtuvo ci caxador en su experiencia, y no olvidamos que los patos y/OC/ÍÍÍJ-se alimentan muchas veces de las raíces, insectos y semillas que !a tierra cubre, sobrados motivos tendremos para saber en qué consiste que algunos años tengamos poca caza en nuestros cotos. No es secreto para muchos cazadores algo de lo que dejo manifestado. Sabido es que los patos y fúlicas comen muchas raíces acuáticas, especialmente las fodias, que si á regirnos vamos por lo que vemos, esto es, por la codicia con que procuran adquirirlas, diremos que les gustan mucho. ííntre las raices que comen estas aves se encuentra la de la nspraüa. Muchos tiradores luibrán observado que tienen algunas de las jodias muertas en nuestros cotos, dentro de la boca, un filamento blanco, delgado y tierno, que no es más que parte de la raíz que nos ocupa. Pues bien, estos animales son tan sensi- 314 GRAN VIDA bles como los patos parn apreciar las condiciones del terreno. L:!S primeras fochas que llegan :'i nuestra región lo primero que procuran es comer. Si encuentran ricos y abundantes pastos y los consiguen, aun siendo raices, con relativa facilidad se quedan aquí- Lo propio hacen las que van entrando, y, naturalmente, al cabo de unos días se reúnen en nuestros cotos algunos nn'Ics de dichas aves. Si las tierras están en malas condiciones se presentan las mismas fúlicas del caso anterior y procuran saciar su apetito. Buscan entre las brozas, y de rarde en tarde hallan algún insecto ó simiente, pues liay pocos alimentos que nocstén aprisionado.s por el duro sucio. Desengañadas, recurren á las raices.Tiran fuerte de cuantas plantas cogen, y antes consiguen romper el tallo que sacar lo que tanto necesitan. Probando pasan la noche, y al amanecer se encuentran con que han trabajado mucho y no han comido. ¿Creen los cazadores que estas fochas seguirán allí muchos días? No. Muy pronto, desengañadas, huyen. Oíro tanto sucede á las que van llegando, y, naturalmente, entonces ios cazadores vemos muy pocar:, y convencidos que el mal obedece á causas tan lejanas cuan extrañas á nosotros, renunciamos á descubrirlo y decimos resignados: arrastran consigo una ponzoña que mata en breves moinentos á los insectos acuáticos, ranas j peces, y endurece las tierras. Los que cazaron durante el otoño en nuestros marjales, han podido ver que en el agua que los cubría vivían millones de insectos y más ü menos peces. Pero sí luego visitaron uqucllas pártalas á raíz de una tormenta,habrán observado que todas aquellas larvas, gusanos y camarones, si no les preservaba gruesa capa de agua, estaban muertos y el piso duro. ¿Quién los mató? No cabe dudar, cl agua de lluvia, pues el repetirse este fenómeno todos los años en la primera tormenta de otori(í, sobrados motivos nos da para creerlo. Además, sí convenimos, conloantes dije, en que dichas aguas endurecen las tierras, y que los insectos acuáticos,y larvas de libélula, lestes y de otros aniíTiales.son parte esencial del alimento de las aves que nos (icupan, ¿podemos negar que si una torínenta inunda nuestros cotos cuando se hallan en condiciones apropiadas para el caso, puede en pocos momentos destruir casi toda la comida que para nuestra caza las dichas tierras contenían? ¿Y quien esto sepa no puede asegurar que la caza que nos visite marchará muy pronto, y si alguna queda pagará mal en las tiradas? —¡Qué lástima, este año no han venido fúlicas! La preferencia que para comer dan estas pnlmlpedns á las tierras blandas puede probarla quien quiera, liaciendo lo que paso á manifestar. En un campo que tenga segado ei arroz y conserve en gran parte las aguas que le cubrieron durante el verano, puede aquél elegir y aislar una pequeña parcela. Procure luego que dicha parte no pierda el caudal de agua que tiene, para lo cual deberá ser compensada con,agua del río la que, naturalmente, falte, ínterin dejará que el resto del campo se seque. Cuando lo haya conseguido, debe inun<lar!o de nuevo, y hasta no veo inconveniente que destruya entonces los márgenes que separaban la parcela para que nada se note y todo cl campo tenga el mismo nivel. Ya la tierra en estas condiciones, más ó menos pronto, puede echar allí patos domésticos, y no tardará á oliservar que, á pesar de ser el campo muy grande con relación á la parcela elegida, aquellos animales casi siempre estarán dentro de ésta removiendo su blando fango, y allí seguirán aun en e! caso que dure la experiencia algunos meses. No dudo sobre este particular. El que quiera observarlo que lo procure y se convencerá de lo que digo. Otros datos tengo para probar la condición deletérea que para los peces contienen dichas aguas. Muchos pescadores habrán observado lo que paso á exponer: Los que han pescado anguilas sin valerse de anzuelo, ó sea con lombrices de tierra, pasadas con hilo apropiado y arregladas en forma de pequeña borla (liiiiícrd, biiU;rá o moHná, llaman en la región valenciana a esta clase de pesca), han podido observ;ir, si dejaban las anguilas pescadas en el fondo del barquito que ellos estaban, que seguían vivas ciuindo las recogieron, aun en cl caso que dicho barquito tiivíe.';c, procedente de la acequia, más ó menos agua. Si estando pescándolas en otra ocasión le sobrevino una tormenta, y las aguas de Ibivia las cubrieron, habrá podido ver que muy pronto quedaron más yertas que un palo y hasta tomaron mal color. Queda, pues, por este y otros curiosos ejemplos que podría citar, demostrada dich;! condición; y conste que he preferido ia anguila para probarlo, porque de nuestros pescados es el que más tarda á morir fuera del agua. Paso á probar la condición nociva del agua procedente de tormentas ó temporales. Estas aguas, por causas que no alcanzo. GfíAN VIDA Paso ií ocuparme de las medídns que se deben tomnr por cazadores y propietarios para conseguir imicha caza en nuestros cotos. Tres son las más esenciales. A saber: Primera.—Procurar que los campos retengan la mayor parte posible del agua que los cubrió durante el verano, y no demorar, pasada la siega, llenar el coto con agua del rio. Segunda. — La reunión de propietarios para'acordar que las tiradas deben celebrarse ii primeros de Agosto. Tercera. — El arriendo de pesca que se liace á últimos de Junio y para uno ó más ailos, debe celebrarse á últimos de l-jiero, y tan sólo será para los cuatro meses que median desde el primero de Febrero al último de Mayo, con derecho además á pescar la acequia de San Lorenzo durante las próximas tiradas y en las condiciones que hoy se hace. ¿Perjudican estas medidas al agricultor? No. I:s el más interesado en baterías cumplir; y por si alguien lo duda, paso á probarlo. Sabido debe ser, y hablo asi porque claro está que muchos labradores no lo saben, que las plantas acuáticas requieren más cuidado durante el período de la gra¡;azón que en ningún otro, y, sin embargo, en la cosecha tliic nos ocupa, es durante dicho período cuando el propietario parece que hasta muestre interés en perjudicarse notablemente. ¿Cómo? Cortando la corriente du aguas que cubre parte de la planta antes de !a completa madurez del grano y quitando los reinantes ó encargados de velar por la buena distribución de las mismas en las partidas arrozales, justamente cuando más los necesitan. ¿Qué efecto tiene un corte de aguas en las condiciones que aqui se hace? Rebajar el nivel. ¿Y qué resulta cuando esto ocurre? Vamos á verlo. "La cría del arroz requiere más ó menos agua, pero también nivel constante. Mientras este se conserve y aijuella capa de agua oscile alrededor de los 20 centímetros ó más, la parte de! tallo que cubre, si hien no tiene color verde como el resto y está mucho más tierna, no por eso deja de cumplir todas sus funciones. Al quitar parte de aquellas aguas, 10, 15 ó más centímetros de tallo que estaban cubiertos por ellas, quedan sin la protección que éstas le dispensaban y sujetos á la acción de los agentes de la atuiósfcra. Sabido es que la savia circula entre la corteza y Icito de las plantas. Si el corte de aguas se hace cuando las 315 plantas de arroz tan sólo las forma un haz do hojas, éstas se resguardan mutuamente por el simple contacto, y á no secarse entonces aquella tierra del todo, el daño que por dicha causa sufren es casi imperceptible. Pero si las quitan en el periodo de ia granazón, cuando ya las cañas han salido en gran parte de sus vainas protectoras, la acción de los agentes atmosféricos sobre la parte que el agua cubría es terrible. ¿Qué resulta del contacto del airecon aquella corteza tan tierna y fina? Su efecto es casi inmediato, y muy sensible cíi las cañas que, por ocupar la parte externa de la mata, más pronto son atacadas. Hstas se agostan al día y mueren luego: y es porque al secarse aquella corteza por evaporarse el agua que contenia, no solamente se agrieta y se arruga, si que también corta la nutritiva savia, y con ésta el desarrollo del grano. En este caso la "producción pierde en cantidad y calidad, y al pasar unos días, estos tallos se rompen y caen, dando motivo á que sobrevenga lo que llaman carpido los labradores, ó son hacinados por el viento, ya que a! quitarles el agua les privaron también del sostén que con éstii tenían. ¿Por qué no prueban los arroceros á no cortar las aguas de las partidas arrozales hasta pasada la siega, y comparan el resultado de la operación con el que hoy tienen? Quien quiera una prueba del daño que causa un corte de aguas, puede adquirirla. En todas las poblaciones arroceras no debe faltar quien quiera probarlo. Para ello, elijan dos campos hondos que estén en parecidas condiciones. Cuando la planta tenga el arroz á medio granar ó algo después, que le quiten el agua á uno de aquellos campos, y luego comparen en uno y otro la carpida, coste de recolección, cantidad y calidad del grano. Seguro estoy que la diferencia sería tanta, que los que se enterasen no cortarían las aguas jamás. También resultaría beneficioso para los propietarios que en vez de arrendar la pesca de las partidas arrozales, cual hoy se liace, dándole derechos á quien sabemos ha de abusar, se arrcnda-iie aquélla en las condiciones que antes indiqué. Pasemos á otro punto. Loscazadorcs gastamos todos los años más de lOü.üüO pesetas en la adquisición de rcplazas ó puestos, y otras tantas en lo imprescindible para atenderlas; dinero que en su mayor parte queda también á beneficio de las poblaciones que nos las venden. Aunque tan sólo fuese por esto, merecemos de los arroceros mejor trato del que nos 316 ' . dan. y, no obstnntc lo dicho, iipen;i mi ;ininio ver la gucrrii descortés y sistein;itic;i que nos iKiccn nlgunos propietarios. Si luibicse razón para ello estaríamos conformes, pues no ignoramos que los intereses de la propiedad son y deben ser preferentemente atendidos. Pero si resulta que tan sólo lo hacen diclios señores por darse el gustazo de fastidiar, sin parar mientes siquiera en que perjudican con su incalificable proceder el buen nombre y ios intereses generales de la población, la verdad, no le encuentro razón ni gracia. Quizás alguien crea que ios señores propietarios hacen algún sacrificio al inundar sus fincas arrozales en favor del cazador, y no es asi. Estas tiradas pueden compararse al producto secundario de operaciones químicas ó ai aprovechamiento del humo en las grandes fiáhricas. Ni por dicho producto se liaría la operación, ni por el humo encenderían las calderas, y, sin embargo, su poco valor no impide el que en algunas ocasiones aquellos se recojan y aprovechen. Si los propietarios de tierras arrozales inundasen sus campos sin más objeto que hacer tiradas, no las liarían, ni aun produciendo la subasta de puestos mucho más que ahora; pero al ver que el embalsamiento de ios cotos les reporta otros y muy grandes beneficios, por éstos lo hacen. Paso á citarlos, para que pueda, quien lo ignore, formar cabal concepto de lo que son. t-n gruesa capa de agua que cubre los campos durante el invierno, mata muchas de las malas hierbas que contienen; entre estas GRAN VIDA vemos la cliiinso, mnrffnl/. cabrsiida. aljabeqtietn, etc., y por eso la operación de la escarda resulta menos costosa. Conserva los márgenes. Purifica las tierras niincas y cloruro-sódicas, quitándoles por disolución las íiigrométricas sales que contienen, condición que luego las permite secarse pronto y bien. Las roturan más fácilmente, pues al no estar paleadas por los ganados quedan muy esponjosas. Mejorando de condición, en valor acrecientan. Con lucnos abono que requieren los campos que dejan secar, la cosecha rinde más kilos. Súmense estas ventajas y verán los miles de pesetas que importan anualmente. Por eso he dicho que las tiradas pueden compararse al producto secundario, por más que nos cueste á los cazadores algunos miles de duros. No olviden, pues, los propietarios que nuestra diversión está en ra/.ón directa de sus intereses; esto es, cuanta mayor garantía den para satisfacerlas, más vaior tendrán las replnzas. Termino recopilando en pocas líneas lo dicho. Arrendaíido la pesca para los cuatro meses citados, {líxcepción hecha de la acequia de San Lorenzo.) Guardando bien el nivel de las aguas, después de vedar las partidas. Reteniendo aquéllas durante el periodo de la siega y no dcínorantlo luego llenar el coto, quedarán asegurados los intereses de propietarios y cazadores. FRANCISCO BRU. EL ESTADIO MÁS GRANDE DEL MUNDO Recientemente se ha inaugurado en Berlín un estadio de proporciones gigantescas, pues se pueden acomodar en él 100.000 espectadores, cifra que por sí sola basta para dar una idea de esta construcción. Con motivo de los Juegos Olímpicos de 1904 en San Luis (América), se constituyó en Berlín un Comité Nacional de Educación Física, que, regido por importantes personalidades, ha presentado los mejores atletas en las principales reuniones mundiales, y lia llevado á efecto, la inauguración del magnifico estadio que pasamos á describir. Para el deporte ciclista tiene una pista de cemento de 666,67 metros (3 vueltas para 2 kilómetros) con los peraltes suficientemente calculados para desarrollar sin peligro las velocidades que se deseen y con un ancho de 9 metros. Para las pruebas pedestres se ha construído una pista de 600 metros por 7,50 de ancha; interior á ésta, y para carreras de velocidad, hay otra segunda de IDO metros en linea recta por !l de ancha. Los equipos de fútbol pueden jugar los partidos en un campo formado en la pelonsa, GRAN VIDA que tiene 110 metros de largo por 70 de ancho. La piscinü para las pruebas de natación situada enfrente de la entrada principal del estadio mide 104 metros de larga por 22 de ancha, dimensiones mñs que suficientes para disputar las carreras, aun con un buen número de inscritos. Resumiendo, y para mayor claridad, expresaremos en abstracto ías dimensiones de este gigantesco estadio. MelroB. Eje mayor de la elipse que le forma 295 Eje menor 115 Campo de fútbol 110x70 Pista ciclista 666,67 Pista pedestre 600 Pista pedestre (pruebas de velocidad) 100 Piscina de natación 10-1 x 22 Con una capacidad total para 100.000 espectadores. :-SíK: •g ••^ Sociedad (íeiieral de liidiislria y Comercio ^^"^^"^^^'1^ 'M MADRID K C a p i t n l : S 5 niilUiiicM d e | i e $ c t a í « . F á b r i c a en Bilbao, Oviedo, M a d r i d , Sevilla, C a r t a g e n a y Lisboa. Oran Premio Exposición Universal de Ucja 1903. (La más alia recompensa.) •S PRODUCTOS QUÍMICOS.—Snperfostalos, iiilnito de sosa, sales tlu poi;isa, siiUnlo ilii .imoiiiaco, sulfato dü sosa, ;>liceririíi. i'icido ndrico, ácido sulfíirico ordinario, acido siiiíi'irico anhidro, ácido clorhídrico. Abonos para lodos los cultivos y adecuados ú todos los terrenos. Laboratorios para el análisis compleio de los terrenos y rielerminacióu de ¡os mejores abonos. liiiigiiüc ii 1;Í Sociedad General de Industria y Comercio, vnianueva. ii, MADRID Dirección postal: Apartado número 340. Dii-ecclóii releqráfica ii teletóiitca: GCINCO. — MADIílD REINA VICTOf^lA KQm=nT . MAISON SUISSE Barc^s, ó y 5, Valencia. Lujosas habitaciones. Confort moderno. Restaurant. GRAN 3i8 VIDA es producto del primer período de lii destilación del petróleo bruto, y, rectificado, constituye l,i mejor esencia para automóviles. Es el producto más homogéneo y de más potencia. No ensucia las válvulas : : : : o r Q r > r ü ao O í i c i n u » F C : i ( ¡ \ . V l \ F I > O l t , <>, p r i n c i p a l . GRAN VIDA 319 Compañía Madrileña de Urbanización. F U N D A D O R A DE LA C I U D A D L I N E A L (1894) Duriinte los (liccimicve antis de nuestra vida sociiil han desaparecido más de treinta Sociedades Cundadas cou más dinero, más personajes y más ruido que la nuestra. Ninguna noB ha igualado ni excedido en la publicación minuciosa de gastos y de ingresos. A medida que se extienden y se consolidan los negocios de la Compañía ésta emite BUS valores, todos «líos liiltoluenrioN, á interés cada vez más bajo. En su consecuencia _ -,..W^amlv^ 1 " d e ICii«ro d e 1 0 1 4 l o s n u e v o s s u s o r i p t o r e s d e l i b r e t a s de nuestra Caja d e A h o r r o s p e r c i b i r á n u n poeo menos de i n t e r é s que los que s u s c r i b a n l i b r e t a s a n t e s d e l 31 d e D i c i e m b r e p r ó x i m o . L a s personas q u e t e n g a n i n t e n c i ó n de s u s c r i b i r esta clase de valorea aproTechen l a ocasión d e hacei-lo e n l o q u e resta d e a ñ o . Loá actua!e.s .su.sci'iptoreri y los q u e se suscriban aiitefü <le á t i <le D i c i e m b r e d e I 9 l ! f seguií-áii percibiendo el 8 p o r l O O , y llegado el día del vencimiento reLii'ar;ín su capital á metálico, como siempre, y á los que quieran r e n o v a r l a operación se les concede la renovación, p o r u n a s o l a v e z , al 8 por 1 0 0 . Las sucesivas renovaciones, si ias desean, serán al 7 por 100 de interés. SUSCRIPCIÓN DE VALORES DE LA COMPAÑÍA Obligaciones hipotecarias 6 por 100. De 1 á 25 obligaciones, á -IIM» pesetas; de 3(5 á 50, á -IS."»; de 51 á 100, ¡í IHU\ de 101 A 200. á .IJi"»: de 20¡ á iOO, á . 1 7 0 , y de 401 en adelante, á ' 1 0 5 —INTEHKS V.VV.Í;TIVÜ Dlí iÍ,Vi h 4 » , ' l í i l'Ülí 100 ANUAL. Libretas de la Caja de Aberres, nominativas y al portador. Desde una peseta eu ndelante cobran el interés de ¡t por I4>0, siendo la devolución Voluntad; de 5 por l O O , á seis meses; de 4í [lor l O O , á un año; de 4*,50 |M»r I4IO, ii dos años; de 7 \\nr KIO, á tres años; de 7,54^ ¡tor I04>, á cuatro anos, y de H |ior I 0 4 ^ , á cinco años. Cuenta corriente en el Banco de España, Crédit Lyonuais, Banco Hispano Ainerieano, Biinco Español de Crédito y Banco de Castilla. iianqtitu'os de la Sociedad St*es, Ijrrptijo y C" PEDIR MÁS DETALLES Á LAS OFICINAS: Lagasca, 6, hajo, de 9 á 12.—Ciudad Lineal, de 2 á 7. APARTADO DE CORREOS 411, MADRID GRAN VIDA 320 7S Bf- MATÍAS LÓPEZ MADRID - ESCORIAL Fabricación de los caramelos, dulces y bombones más exquisitos. :Sí- »s= Chocolates, OFICIÁIS: cafés Palma Alta, S y sopas premiados con Despacho 40 medallas. central: Montera, 25 De venta úii iodos los cslablcdinicnios de España. (Si. 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