Avances en Salud Mental Relacional Advances in Relational Mental Health ISSN 1579-3516 - Vol. 14 - Núm. 1 - 2015 Órgano Oficial de expresión de la Fundación OMIE Revista Internacional On-Line / An International On-Line Journal RELATO COMENTADO Y DISCUTIDO DE UNA PSICOTERAPIA A UN ADOLESCENTE Prof. Luis Yllá Segura (catedrático jubilado de Psiquiatría y Psicología Médica) [email protected] RESUMEN El TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad) es una enfermedad pluricausal con factores genéticos, congénitos y sociofamiliares el autor, como psiquiatra y psicoterapeuta ha tenido poca práctica en la psiquiatría infanto-juvenil pero se adhiere al consejo de uno de sus maestros, el Dr. Jerónimo Molina quien decía: “No todo lo psicológico se cura o mejora con psicoterapia y no todo lo que es orgánico se cura o mejora con medicamentos”. Su experiencia posterior a lo largo del tiempo le confirmó tal sentencia y quiere añadir que, salvo una minoría de casos, casi siempre lo mejor es aplicar las dos terapias: la farmacológica y la psicológica. Expone un ejemplo clínico que lo confirma. Palabras clave: Déficit de Atención. Hiperactividad. SUMMARY ADDH (Attention Deficit Disorder and Hyperactivity) is a multi-causal illness with genetic, congenital and socio-family factors. The author, as psychiatrist and psychotherapist, has had little practice in childyouth psychiatry but agrees with the advice from one of his teachers, Dr Jerónimo Molina who stated that: “Not all psychology can be cured or improved with psychotherapy and not everything which is organic can be cured or improved with medicines”. His subsequent experience over time confirmed this sentence to him and we wants to add that, except in a minority of cases, it is nearly always better to apply both therapies: the pharmacological and the psychological. He sets out a clinical example which confirms this. Keywords: Attention Deficit Disorder. Hyperactivity. © 2016 CORE Academic, Instituto de Psicoterapia -1- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis INTRODUCCIÓN Todos sabemos, incluso muchos profanos en la materia, lo que es un TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad) una enfermedad pluricausal pero que sin duda hay factores genéticos, congénitos y sociofamiliares aunque estos últimos no muy bien conocidos. Lo que sí está claro es que hay un trastorno anatomofuncional en la zona frontal y ganglios basales del cerebro. El que esto subscribe como psiquiatra y psicoterapeuta ha tenido poca práctica en la psiquiatría infantojuvenil pero si ha recordado siempre las palabras de uno de sus maestros, el Dr. Jerónimo Molina quien decía: “Yllá no todo lo psicológico se cura o mejora con psicoterapia y no todo lo que es orgánico se cura o mejora con medicamentos”. Mi experiencia posterior a lo largo del tiempo me confirma tal sentencia y yo añadiría que salvo una minoría de casos, casi siempre lo mejor es aplicar las dos terapias: la farmacológica y la psicológica. Fue con esta actitud que cuando la madre de un preadolescente me habló de su hijo y de las dificultades que presentaba (TDAH), yo me animé a asumir su tratamiento quizá con mas ilusión ingenua que expectativas realistas. Pero ahora me alegro pues sinceramente creo que un beneficio (mayor o menor…..) obtuvo el paciente y para mi fue una experiencia profesional y humana digna de vivirla…. Y también de relatarla para aquellos profesionales nóveles que no han tenido ocasión de enfrentarse a las dificultades inherentes a tal tarea terapéutica. Y esto es lo que motiva mi deseo de publicar este artículo. Como información previa he de decir que conocí en consulta al paciente el 25,10,11 y comenzamos el tratamiento el 4,11,11 dándolo por terminado a fines de junio de 2015 mes en el que aprobó el curso puente para ingresar en una escuela que le serviría de puente para seguir estudios superiores. El tratamiento se dio por terminado en julio de 2015 en que empezó unos estudios en cuya escuela tendría que estar muchas horas diarias y además la posibilidad de que yo le pudiera ayudar pareció que había llegado al límite. Antecedentes del paciente El paciente de cuyo tratamiento voy a hablar se llamaba “R” y tenía cuando le conocí quince años recién cumplidos. Previamente había sido tratado durante varios años por una psicóloga y psiquiatra infantil de prestigio y que le había diagnosticado creo que muy acertadamente de TDAH. Aparte de una medicación ad hoc creo que el tratamiento psicológico consistió fundamentalmente en darle a él y a la familia las normas de vida y de educación pertinentes para estos pacientes y para sus familias. Parece que lo hizo bien y la familia también, especialmente su madre quien aplicó con rigor durante años las pautas que le dieron y de igual manera y con constancia difícil de superar, se esforzó en que su hijo fuera sacando los cursos del colegio. ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -2- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis Los efectos perturbadores del TDAH al parecer se empezaron a manifestar hacia finales de la primera infancia y siguieron en las siguientes etapas evolutivas pero cuando los síntomas comenzaron a generar problemas importantes a R en relación con su medio escolar y familiar fue en 2008 y duraron en forma intensa hasta el 2012 inclusive. En realidad la enfermedad siguió existiendo pero esos fueron los peores años en el colegio al que asistía pues su dificultad de centrar la atención y por lo tanto de recordar le dificultaban enormemente el aprendizaje y recibía frecuentes regañinas de los profesores y las risas de los compañeros (bullying); se añadía también una dificultad para las habilidades psicomotrices y en casa su incapacidad para aceptar cualquier disciplina también enturbiaba muy frecuentemente el ambiente. Por si fuera poco todo esto, todas las mañanas al levantarse para ir al colegio la ansiedad anticipatoria de las burlas de los compañeros y las broncas de los profesores le generaban una hipermovilidad del aparato digestivo distal que llegó en alguna ocasión a provocarle una cierta encopresis. Si se piensa un poco en lo dicho se comprenderá en seguida que esos años fueron sumamente traumáticos para R pues se sentía incomprendido por profesores y también por la familia, todo lo cual fue generando un “estrés postraumático” dada la impotencia que sentía para arreglar todo cuanto le pasaba. Acabó desarrollando defensas obsesivo - compulsivas y una depresión aunque ésta en principio fue “enmascarada conductualmente”. La anterior especialista le había prescrito varias medicaciones a lo largo del tiempo que estuvo con ella: antidepresivos, tranquilizantes y el “metilfenidato”, medicación idónea para su trastorno. DESCRIPCIÓN LONGITUDINAL DE LA PSICOTERAPIA APLICADA POR EL QUE SUBSCRIBE. ETAPAS TRATAMIENTO DE R 25,10,11 …. 1ª visita con 15 años 1ª sesión del tratamiento: Febrero de 2012 Primera etapa del tratamiento: hasta verano de 2012 Segunda etapa desde septiembre 2012 hasta abril de 2013 Tercera etapa desde abril de 2013 hasta oct / nov 2013 Cuarta etapa desde comienzos del curso 2013 / 2014 hasta septiembre 2014 Quinta etapa desde septiembre 2014 hasta enero de 2015 Sexta etapa desde enero 2015 hasta julio 2015 con 18 años ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -3- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis Las dificultades que vimos en las primeras sesiones fueron: 1. que dada la edad, había que compaginar las visitas psicoterapéuticas con los estudios cosa lógica pero que dado el agobio que tenía tanto el paciente como la familia no era fácil sustraer mas tiempo para la terapia y además había que atender y aceptar también por la edad, su necesidad de esparcimiento con amigos, etc. con lo que la terapia iba a estar muy en función de factores adyacentes importantes pero que a diferencia de otros tratamientos médicos en enfermedades corporales o en adultos, no se podría dar plena primacía al tratamiento. 2. que la propia esencia del trastorno de TDAH, es decir su déficit atencional y su desasosiego psicomotriz, no ayudarían nada a centrarse y aprovechar el tiempo en las sesiones. 3. que tampoco ayudaría nada la etapa evolutiva (adolescencia) por la que comenzaba a pasar R. 4. que a esto se añadía, como parte también del trastorno, la poca capacidad de soportar frustraciones que R tenía, lo que se traduciría en un difícil aguante del tiempo de cada sesión y en una motivación muy pobre (1). Sin embargo y a pesar de todo esto yo estaba convencido y sigo estándolo, de la enorme importancia de hacer un intento de tratamiento para evitar (si se podía o si no suavizar), las múltiples posibilidades de evolución desafortunada que sabemos los psiquiatras que se pueden dar en estos trastornos. Comenzó la psicoterapia con el visto bueno de los padres a quienes expliqué mas o menos todo lo dicho, con mi convencimiento no solo de la necesidad de ayudar a R sino también de que había sin duda posibilidades reales de lograr mejorías que merecerían la pena hacer el esfuerzo por parte de todos. El plan psicoterapéutico lo orienté en principio según los modelos “analítico + cognitivo” que son aquellos en los que yo tengo mas experiencia y además porque veía difícil que mi coordinación con la familia y con el colegio pudiera ser tan buena que se pudieran llevar a cabo los procesos de aprendizaje conductistas con la suficiente precisión aunque si planteé una necesaria y constante intercomunicación entre los padres y yo y viceversa que a día de hoy creo que funcionó en general satisfactoriamente ya que tuvimos reuniones frecuentes. A mi juicio la terapia transcurrió en varias etapas entendiendo que estas tendrían que ser un tanto difusas en sus límites y si hago esta división es más que nada por ordenar un poco teóricamente lo hecho. ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -4- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis Primera etapa del tratamiento: hasta verano de 2012 Esta etapa no se combinó con medicación alguna. Para mi fue una etapa para aprender a conocer a R y a su trastorno. Y también como entrenamiento mío en tal terapia ya que pocas veces he trabajado con adolescentes y menos que tuviesen un TDAH, cosa que conocía teóricamente pero poco experiencialmente. Fui pues conociendo síntomas y actitudes que poco a poco me iba contando el paciente: estos eran por ejemplo fobias cronificadas de muy variados tipos: miedo a comer por poderse atragantar, rechazo a comer determinadas comidas, miedo a lo nuevo hasta el punto de tener miedo a separarse de los padres o a situaciones nuevas en las que pudiese sentirse desprotegido (aunque él no aceptaba que tuviese miedo) como son excursiones organizadas por el colegio, temor a ponerse nervioso y defecarse, miedo no declarado a separarse de su padres, especialmente de su madre con la que tenía una fuerte ambivalencia amor / odio, una fuerte angustia en toda situación en que de una u otra forma hubiese habido vivencias agresivas (discusión con compañeros, etc.) etc. Fui comprobando que todas estas fobias, rituales y muchos de los síntomas eran de carácter obsesivo y me fueron dando la impresión de ser inamovibles, pues además sus pocos años y su trastorno primario (TDAH) hacían muy difícil entender mis explicaciones y sobre todo que se centrara en lo que hablábamos tanto mas cuanto que tendía a defenderse (en el sentido de lo que en psicología se llama “defensa”) con una verborrea obsesiva de descarga a veces interminable y que se impedía él mismo enterarse de lo que yo le decía. Tras una mejoría en sus conductas reactivas agresivas y de rebelión respecto a la relación con sus padres, promovidas por una culpabilización al hacerle ver la realidad en relación con la familia poco a poco volvió a empeorar pero a mi me siguió preocupando mas su sintomatología anancástica. Hablé con los padres y les propuse darle medicación antiobsesiva y tranquilizante. Aceptaron y a mediados de junio de 2012 (al final de esta primera etapa) empezó a tomar fluvoxamina 1/22 comp. de 50 mgs que en octubre del mismo año pasaron a ser un comp. de 100 mgs. y alprazolán 0,50 mgs normal o retard según los días para tomar de noche y prevenir la “ansiedad anticipatoria” que le producía como ya he dicho, problemas en el colegio y si no le dejaban ir al servicio.....! parece que el único efecto secundario que le dieron estas medicaciones era la somnolencia la cual era de preocupar en función de los estudios, pero en la vida, y especialmente en la vida profesional de un médico siempre hay que elegir y decidir respecto a los pros y contras de una acción médica. Y creí que R era un joven muy dañado por sus trastornos. A todo esto, esta primera etapa sirvió (cosa muy importante) para que R fuera desarrollando la transferencia en el tratamiento: difícil en estos pacientes con TDAH pero poco a poco, dedicando a veces sesiones o ratos de las mismas a charlar de diversas cosas que a él le interesaban mas que lo que ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -5- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis es la sesión en si, vg. el fútbol o cosas por el estilo, fue desarrollando dicha transferencia, creo que fundamentalmente positiva. Segunda etapa desde septiembre 2012 hasta abril de 2013 Al empezar a tomar la medicación se inició a la vez esta etapa del tratamiento, etapa que como decimos ha sido de tratamiento combinado: psicoterapia y medicación. Mi intento de hacerlo solo con psicoterapia no tuvo éxito lo que no quiere decir que la psicoterapia no sea necesaria, lo es, pero no suficiente. Además la psicoterapia en un niño o un adolescente por razones obvias ha de tener un matiz muy psicopedagógico. Mejoró en algunos de sus síntomas obsesivos y por lo tanto también mejoró su ansiedad anticipatoria salvo en días muy concretos, casi siempre porque se añadía algún otro evento relacionado con los estudios u otra cosa. El sentirse mayor, más cercano cada vez a la mayoría de edad (con todo lo que eso indica en cuanto a cambios hormonales) le empujaba como a todo adolescente, a rebelarse frecuentemente ante cualquier medida disciplinaria que tomaran sus padres cuando funcionaba mal. Estos cambios biológicos progresivos unidos al TDAH (entonces no tanto en primer plano) le hacían perder el control y enfrentarse de forma inadmisible a los padres, lo que le generaba culpabilidad consciente o no y su componente obsesivo se encargaba de castigarle con cualquier sufrimiento. Hablo en pasado no porque no pueda ocurrirle ahora lo mismo, pero me parece que muchas menos veces y no tan descontroladamente lo cual se debe a que decidí pedirle a los padres que autorizasen una nueva medicación, que para él era muy vieja: “el metilfenidato”, que había dejado de tomarlo cuando dejó de visitar a la colega que le trató anteriormente y estaba en vacaciones pero que volvía a hacer falta para que pudiese centrarse más en los estudios ya que estaba en un momento critico de estos al terminar la ”ESO” y sus padres como es lógico estaban muy preocupados con el tema pues apenas estudiaba. Tercera etapa desde abril de 2013 hasta oct / nov 2013 Vimos que 5 mgs. de metilfenidato dos veces al día dieron buen resultado y R se moderó en todas sus reacciones ante las frustraciones o los castigos y además pareció que los exámenes podría llegar a tener los resultados deseados. En esta nueva etapa tratamos, algo que hasta ese momento solo lo habíamos tocado levemente pues él no estaba motivado suficientemente para meternos en ello. Pero finalmente fue él quien me indicó su necesidad de arreglarlo: se trataba de un sentimiento muy angustioso para él, de que le miraban diversas personas, haciendo él una interpretación referencial de lo que hablaban y pensaban supuestamente las personas en cuestión. Le obsesionaba cuando percibía tal situación y estaba ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -6- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis convencido de que se establecía una cadena de comunicaciones entre las personas, vg. compañeros, que le criticaban e inducían a otros a criticarle también. Estas tendencias proyectivas de su personalidad, que en mi opinión surgían o se manifestaban en R a partir de una elaboración pobre y autista de los sufrimientos que él tuvo con otros compañeros durante años, habiendo adquirido una gran vulnerabilidad a ese tipo de cosas ya que su personalidad era muy sensitiva (en sentido Krestchmeriano) y durante una época las humillaciones le llovieron sin poderse defender (por su edad y por su trastorno) habiéndole quedado huellas en su personalidad que le hacían proclive no solo a lo anancástico sino a la proyección. Era también algo preocupante que si no se lograba la remisión de tal tendencia podía evolucionar hacia un trastorno psicótico, que todavía no se había manifestado. Otra preocupación que creí había que poner sobre el tapete, era la de hacer lo posible para que el curso siguiente (2013 – 2014) pudiera compatibilizar sus estudios allá donde fueren y los que fueren, con el tratamiento y lo mismo con otras actividades como las deportivas, etc. porque en aquellos momentos no veía la posibilidad de que pudiera dejar el tratamiento sin serios peligros para el futuro. Otra cosa es donde y con quien pudiera hacerlo. En septiembre de 2013 al volver de vacaciones y reanudar el tratamiento de R, iba a empezar un curso en un determinado centro que le parecía bien pero cuando empezó y vio que las clases se harían en grupo teniendo que “salir el a la palestra” cuando le tocase, dio una espantada y se negó… finalmente se le pudo convencer pero quiero señalar su vulnerabilidad ante cualquier posibilidad de hacer el ridículo ante los demás. Desde el punto de vista intra-tratamiento vimos a R más contento y más tranquilo que antes del verano, en parte porque lo que iba a hacer le gustaba más y en parte porque no quiere recordar que mas tarde o mas temprano volverá a tener que enfrentarse a situaciones de las que le angustian. Su actitud en casa según informaba la familia a fines de noviembre, es la que tendría cualquier otro adolescente de ahora y de hace 40 años con la diferencia de que dado lo limitado de su actividad escolar estaba mas tiempo en casa durmiendo, jugando con sus “maquinitas” (por otro lado de moda en los tiempos actuales) y que a mi entender no son tan malas pues por lo menos le sirven para contactar y comunicarse con sus amistades aunque con las limitaciones de las máquinas! Problema más fundamental a mi juicio era la incapacidad para vivir con un mínimo de disciplina en los horarios, en lo escolar y en su funcionamiento en general. En cualquier caso generaba mal ambiente en casa y la mejoría de su indisciplina era un objetivo ineludible a conseguir aunque más importante aún era lograr que disminuyese y desapareciese su ansiedad y sus miedos fóbicos. Habría que señalar que uno de los conflictos que creaba en casa era con su hermana, un par de años menor que él y a quien siempre ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -7- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis trataba mal y despectivamente, lo que lógicamente tenía que ver con unos celos no reconocidos al creer (con razón pero no conscientemente) que él estaba en inferioridad de condiciones. Tras el verano, los objetivos terapéuticos que planifiqué teniendo en cuenta todo lo dicho anteriormente, fueron: 1º. mejorar al máximo posible sus miedos y ansiedades anticipatorias. Para ello aplique metodología cognitiva y psicodinámica: le hacía ver las causas de su estado y de sus miedos y el proceso mediante el cual había llegado hasta la situación que presentaba entonces. Procuré eliminar en mis intervenciones toda posibilidad de que se generasen o aumentasen sus sentimientos de culpa y también insistir en sus buenas cualidades y de cuanto le rodeaba con el fin de que su autoestima aumentase y no se viese disminuida por culpabilidades. 2º. la otra técnica o método que empecé a utilizar cuanto antes, fue la relajación y entrenamiento autógeno (2) con sugerencia de situaciones estresantes para él imaginadas, lo mismo que las defensas adecuadas a las mismas. También me propuse que se mejorase la relación con su hermana. Yo tenía la sensación de que R estaba mas receptivo ese año y él mismo me pidió que le ayudase de la manera que mejor pudiera pero seguía teniendo una seria dificultad de vivir la continuidad en el tiempo y dejar de vivir el presente como un “compartimento estanco” del mismo. Intenté mejorarlo para lo que empecé las sesiones pidiéndole que hiciera un resumen de lo hablado en la última. De este modo y hasta el fin de 2013 trabajé en las sesiones con R lo siguiente: 1) En cada sesión el recordatorio y aprendizaje en mente de lo que consideré importante de cuanto hemos hablado y explicado desde comienzos del tratamiento: los elementos axiológicos (valores) en la sociedad en que vivimos, la disciplina y sus ventajas, etc. 2) Los mecanismos y funcionamiento neurofisiológico (someras nociones pero con sus nombres) que constituyen la infraestructura corporal de muchas de las cosas que le pasan, todo lo cual lo ha ido entendiendo bien aunque como es natural sin alcanzar de momento la comprensión de la trascendencia de todo ello en cuanto le ocurre. 3) Desde finales de noviembre tal y como hemos dicho renglones mas arriba, en cada sesión hacíamos “entrenamiento autógeno” de Schultz1, o sea relajación médica (a lo que era bastante 1 Como es sabido, pero insisto por si este articulo lo lee alguien que esté aun en formación, la Psicoterapia Autógena o entrenamiento autógeno es un método psicoterapéutico ideado y publicado en 1932 por el neuropsiquiatra berlinés J.H. Schultz y basado en la inducción de estados ampliados de conciencia por concentración en sensaciones propioceptivas. Durante su práctica se activan zonas clave del cerebro que potencian la autorregulación y el equilibrio psico-fisiológico. Gracias a ello, se desarrolla la capacidad natural para mantener la calma y para neutralizar los efectos del estrés y de los traumas. Indicado en el tratamiento de ansiedad, insomnio, alteraciones psicosomáticas y depresiones ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -8- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis receptivo) por lo que seguimos durante bastante tiempo, ya que según muchos autores que se han ocupado de la ansiedad coinciden en que no hay terapia mejor para estos problemas. En adelante seguimos como digo, pero deteniéndonos en las zonas corporales mas vulnerables a la recepción y localización de algunos aspectos de su patología, en este caso (vg. el intestino). 4) Desde enero de 2014 intenté (con la autorización explícita de los padres) hacer hincapié y aplicación del aspecto hermenéutico del tratamiento, o sea la interpretación del significado psicodinámico de sus síntomas y eventualidades, cosa que yo juzgué importante para su mejoría o curación y que hasta entonces no lo había hecho mas que muy someramente. Para ello partimos de la base psicodinámica de que todo síntoma es en su origen intencional en el contexto de unas relaciones objetales con las personas que han sido y son, cercanas al niño (sobre todo del sector familiar pero también profesores, compañeros, etc.), pero una vez instalado y con el tiempo, el síntoma tiene una propensión natural cada vez mayor a objetivarse o externalizarse, que quiere decir, a presentarse como un dato exterior al Yo y a sus conflictos, o sea se aísla de sus raíces conflictivas pasando a ser algo absurdo (without meaning), como si no fuera algo subjetivo, que lo es (3). Sin embargo en otro plano y en forma prácticamente simultánea a este proceso de objetivización existe la también propensión natural del síntoma en el adolescente (incluyendo los trastornos del comportamiento) a «reemplazar» las citadas relaciones objetales y por consiguiente a inducir un movimiento de desobjetivización. Por ejemplo, en vez de vivir el conflicto con los padres (objetos primarios) vive el conflicto con sus intestinos, con el fútbol y o con lo que rodea al partido, etc. ocultando así las relaciones objetales reales que vivió de pequeño sobre todo en el intervalo de latencia. Es decir las relaciones objetales en el sentido psicoanalítico pasan a ser relaciones conflictivas del Yo con otras partes del Yo o con otras cosas exteriores como muestra el ejemplo que pongo. Aunque nada tiene que ver con nuestro caso es frecuente que el conflicto que ha estropeado la necesidad de apego con la madre se trasforme en apego a un pañuelito suave de seda u osito de peluche y en adelante ya no pueda dormir sin estar agarrando ese “objeto intermediario” que así se llama ese pañuelo u osito. En el tratamiento psicoterapéutico hay que devolverle al síntoma – o conducta -- el sentido que tuvo en su origen, su significado sabiendo que ese síntoma ahora está ocultando algo importante de la vida del adolescente (o de cualquier persona que lo tenga, pero ahora nos referimos a un reactivas, es también un medio ideal para superar las crisis y para aumentar la resiliencia. La práctica continuada de las técnicas de la Psicoterapia Autógena mejora la eficiencia cognitiva y desarrolla la intuición y la creatividad (desde hace años ha comenzado a manejarse el concepto de “resiliencia” coo aquella cualidad de las personas para resistir y rehacerse ante situaciones traumáticas o de perdida). ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -9- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis adolescente concreto) y que le ha dejado huella porque aunque disfrazado de síntoma (probablemente comportamental), es un conflicto que tuvo y sigue teniendo. Es una defensa del adolescente para no poner encima de la mesa y sufrir lo que en realidad pasó y vivió en relación a determinadas personas. Hay que tener en cuenta que en el adolescente el síntoma es muy frecuentemente un comportamiento anómalo o perjudicial para él mismo y a veces para los que le rodean. Para eso necesité el permiso especial de los padres ya que es difícil de evitar que el paciente se revuelva internamente (sentimientos de agresividad que tienen que salir de la mejor manera posible) y culpabilidades que desconoce y que ha de ver de donde vienen y en su caso asumir, angustias de abandono, etc. etc. Sobra decir que yo lo hice de acuerdo a mi mejor saber y entender de la mejor manera y más cuidadosa posible pero sabiendo que era difícil evitar que les salpicara en alguna forma viviendo con ellos. Además R era ya casi un adulto y bien dotado aunque sin poder tirar para adelante por sus lastres. 5) Otro tema que se añadió fue un trastorno funcional de su “articulación temporo-mandibular”. Le insistí y enseñé a que hiciera los ejercicios rehabilitatorios que le había mandado el dentista pues como con casi todo, R tenía una cierta torpeza para ejercicios de movimiento finos y también una tendencia a la desidia por lo que había que ayudarle en eso también. Para terminar es de interés decir que también la queja somática (corporal) es una vía de expresión frecuente de las dificultades del adolescente y el denominador común de todo problema adolescente es el cambio exitoso de identidad. Sean los problemas o síntomas que sean, si los estudiamos en la adolescencia se tiñen inevitablemente de conflictos identitarios (niño adulto). Cuarta etapa desde comienzos del curso 2013 / 2014 hasta septiembre 2014 Tengo que disculparme porque me es imposible ajustarme estrictamente a las etapas del tratamiento citadas pero ya dije que las fronteras entre cada etapa eran difusas y confusas. Solo en la teoría se pueden delimitar bien. Desde septiembre de 2013 hicimos 2 sesiones semanales lo que él aceptó bien y por otra parte nos permitió tener más tiempo para completar las actuaciones terapéuticas sin perder el hilo conductor de las temáticas tratadas con una continuidad más eficaz. Además dada su todavía incapacidad para leer cualquier cosa que no fuese un whatsapp o algo por el estilo, sabiendo yo, que cuando le doy alguna ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -10- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis hoja con un esquema, instrucciones, etc. no las va a tocar en casa, esa “homework” decidí hacerla en las sesiones al igual que el entrenamiento autógeno. Como hemos dicho más arriba, a partir de enero de 2014 incluimos en la terapia la hermenéutica psicoanalítica junto con técnicas de terapia cognitiva. Todo ello salpicado siempre con aspectos psicopedagógicos y culturales que en todo adolescente me parecen imprescindibles para que entiendan y maduren, en la conciencia de que nada en el mundo en que viven pasa por casualidad y todo tiene una causa y en lo que nos concierne a los humanos, también un sentido. Uno de los aspectos mas frecuentemente tratados es el de la filosofía aunque con él yo no le haya puesto ese nombre. Si hay alguna materia que no solo da cultura sino ayuda a madurar psicológicamente y psicosocialmente es la filosofía que se podría definir no solo como “amor a la sabiduría” (significado etimológico) sino como aquella parte del saber que nos enseña y conduce al «bien pensar», es decir a utilizar bien nuestras capacidades intelectuales y nuestros recursos psicológicos. La Real Academia de la Lengua la define como el “conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano”; ¿PUEDE HABER MEJOR PSICOTERAPIA…..? Concretamente tratamos y le expliqué lo esencial (para su nivel) de la “teoría del conocimiento”, muy leves nociones de la “teoría y descripción de los valores axiológicos2”, aspectos escogidos y muy concretos de la visión del mundo y de la realidad en la historia de la filosofia y de la ciencia, etc. Todo ello como decimos tratado muy simplificadamente y sin pretensiones de que lo fije en la memoria sino que siempre lo hemos discutido cuando se ha terciado, hablando de un determinado problema de él y aplicándolo ad hoc a su situación. Por otra parte con las intervenciones analíticas pudo entender mejor no solo los esquemas de su dinámica psicopatogénica que desde un principio le hice y expliqué, sino que pudo comprender mejor el “aquí y ahora” de su manera de sentir y de conducirse, gracias a relacionarlo en tiempo y vivencia reales con lo que ocurrió en el allí y entonces de su vida. Y posteriormente nunca tuve noticia de que las interpretaciones psicoanalíticas de sus emociones o conductas hayan perturbado la vida familiar. En cuanto a las intervenciones terapéutico-cognitivas (4) también han ayudado mucho a R pues creo que le ayudó a entender que frecuentemente se parte de sentencias o afirmaciones absurdas que no se sabe muy bien de donde surgen, quizá de la sociedad en donde vivimos, pero que son irracionales y absolutamente erróneas: “Hay que ser perfecto para que le quieran a uno y le valoren”, “ la tendencia a sobregeneralizar las cosas que le pasan a uno”, “ funcionar como si solo hubiese dos opciones blanco y 2 Valores axiológicos = valores morales ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -11- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis negro”, etc.” además las explicaciones expuestas de forma que R las pudiese entender, sobre el funcionamiento fisiológico del Sistema Nervioso y de ciertos aspectos somáticos, dicho no como algo teórico sino siempre como explicación de una situación concreta vivida por él (vg. la relación entre su ansiedad y el funcionamiento intestinal), le permitió comprender mas y mejor miedos, complejos, etc. y buscar mejores soluciones. También hubo en esa época un cambio lento y progresivo en el sentido de mejoría ligada a la adolescencia que comenzó tardíamente y que en este caso enmascaró en varios aspectos las deficiencias del TDAH y brotó lo que podríamos llamar una “sintomatología adolescente”. El cambio físico también fue muy notorio. En cuanto a la medicación había dejado por cuenta propia de tomar el metilfenidato me pareció que podríamos dejarlo así y ver que pasaba: fue bien y parece que no lo necesitaba al menos por entonces. Siguió tomando el antidepresivo / antiobsesivo pero sus síntomas compulsivos habían mejorado bastante por lo que se lo cambiamos por paroxetina. Desde el punto de vista de la relación «médico paciente» la transferencia3 terminó de desarrollarla satisfactoriamente siendo sin duda una transferencia positiva que facilitó la eficacia del tratamiento. R había ganado en tranquilidad y sosiego en su vida cotidiana pero tenía muchas reacciones impulsivas o sea, que de la “ideación o concepción” pasaba a la “acción o ejecución” sin pasar por las etapas de “deliberación” ni de la “decisión” pero algo mejoró también en este tema. También he de decir que en febrero de 2014 por consejo mío los padres aceptaron que una psicóloga que colabora conmigo y con experiencia en su trabajo le pasara a R una batería de tests de inteligencia y personalidad para tener una evaluación medible de sus características. CONCLUSIONES Test de Inteligencia Wechler nos muestran a una persona de capacidad intelectual Normal-Alto. Destacando en las pruebas manipulativas o instrumentales. La parte verbal es la mas baja y posiblemente tenga relación con la vida escolar. 3 la transferencia es un concepto expuesto por el fundador del psicoanálisis, S. Freud, para referirse a un proceso en virtud del cual, deseos, miedos, agresividades y sentimientos infantiles inconscientes ahora, se reviven en la terapia desplazándolos (también inconscientemente) hacia el terapeuta, el cual ha de saber detectarlos y manejarlos siempre en beneficio del paciente. Sentimientos que por el trastorno o drama que haya tenido el niño o por otros motivos como pueden ser las fantasías que entonces tuvo, y que no pudo resolver en la interacción con sus padres y recibir el adecuado feed back. El terapeuta en el tratamiento puede hacer esos roles paterno y / o materno. ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -12- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis El test de Inteligencia RAVEN también ha dado un resultado muy satisfactorio: Superior-Medio, lo cual nos lleva a afirmar la buena capacidad intelectual de R. Desde el punto de vista psicodinámico apreciamos una personalidad algo infantil para su edad, cosa que puede influir también en los resultados verbales. Por lo demás es un joven con unas vivencias y unos problemas inconscientes propios de su edad: sensación de sometimiento hacia las figuras parentales con sentimiento de culpa (en relación con la madre) y necesidad de apoyo (en relación con el padre). Ansiedad ante posibles peligros. Miedo a la separación. Hay una parte narcisista que le ayuda a superar la ansiedad que le produce enfrentarse a sus limitaciones. En síntesis, R había madurando evidentemente en relación con el 2012 en que se le habían pasado pruebas similares, pero además surgen los conflictos, que no estaban adolescencia; conflictos entonces, propios de la que tendrán que irse resolviendo y además se dejaban ver las carencias escolares que también tendrían mas adelante que resolverse. A mediados de 2014 el balance era el siguiente: 1. Que R se había dado cuenta de que su funcionamiento tanto psicológico interno como conductual era inadecuado y le perjudicaba a él mismo y a los demás de su alrededor. La verdad es que él no se daba cuenta, se quedaba perplejo cuando se le reñía o se burlaban de él o bien se irritaba y de una u otra forma negaba los hechos sintiéndose injustamente tratado; poco a poco fue dándose cuenta aunque otra cosa era que pudiera evitarlo. 2. Derivado de lo anterior era que había aprendido que su conducta tenía consecuencias en las personas de su perimundo y que siempre había un feed back que le podía perjudicar o beneficiar según fuese su comportamiento. 3. Eso le ha hecho sentirse mas responsable lo que a veces “le pesaba” pero también le había aumentado la autoestima cuando veía que funcionaba mejor o que se estaba más contento con él. 4. Adquirió un mejor conocimiento no solo del funcionamiento psicológico propio sino también del funcionamiento psicológico y psicosocial de los demás y del cuerpo. 5. También adquirió conocimientos culturales y lo que podríamos llamar filosóficos todo lo cual en su conjunto pienso que ha contribuido a su maduración y a sentirse más igual a los demás e incluso en ciertas cosas superior. 6. A propósito de la “maduración” no tenemos duda de que R maduró en este tiempo aunque no todo lo que fuera de desear. Es evidente que llevaba un retraso provocado por toda su patografía y le ocurría en relación con sus compañeros coetáneos, lo que Zenon decía de la «aporía de Aquiles y ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -13- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis la tortuga» a la cual Aquiles nunca podría adelantar ni igualar pues cuando llegase a donde el animal estuviese, este siempre habría recorrido unos centímetros mas y así sucesivamente (paradoja de los sofistas). 7. También su comportamiento en casa con su familia parece que mejoró y muy especialmente la relación con su hermana. 8. Pienso que la maduración en la medida en que la tuvo, se debió a varios factores: a. Su buena inteligencia y maduración fisiológica y ejercicio deportivo --, su fluidez verbal también mejoró, etc. b. La evolución psicofísica propia de su edad, es decir el paso del tiempo c. La mejor comprensión por parte de la familia de R de sus problemas psicológicos. d. La acción lenta pero parece que con una cierta eficacia del tratamiento psicoterápico y farmacológico. 9. Desde un punto de vista más médico – psiquiátrico, se le rebajó la ansiedad anticipatoria que padecía. 10. Creo que reaccionó y empezó a encajar mejor las frustraciones. 11. También empezó a mejorar los síntomas psicosomáticos y…. 12. Prácticamente desaparecieron los problemas que tenía para comer (fagofobia). Junto a estos logros hay que decir que aun quedaban por cambiar: Una mayor y lo mas completa posible mejoría de su ansiedad y de sus reacciones de resentimiento excesivamente intenso ante las actuaciones que le molestaban de sus amistades. Para eso era necesario no trascendentalizar tanto ciertos conflictos de la vida cotidiana que todos podemos tener. Estos problemas eran indicativos de un YO más débil de lo que correspondería a su edad. Ligado con lo anterior está el hecho de que aun tiene una visión de la vida y del mundo timérica, cuando a su edad lo normal es lo contrario, pasarse por el otro lado siendo mas bien temerario. Me preocupaba muchísimo su fobia a la lectura. Por muchos motivos y especialmente por lo que lógicamente le esperaría si quisiese (y si que quería…) ver cumplidos sus deseos para el futuro; era un síntoma grave que en alguna manera se veía reforzado porque la juventud actual que le rodea participa de la misma aversión, quizá no tan marcada y los adelantos técnicos actuales lo favorecen. También me parecía muy preocupante su apego y por lo tanto enorme dificultad de renunciar a las gratificaciones del «divertimento y bien pasarlo» con sus amistades aunque él sabía y prometió ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -14- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis (creo, que con una noción de realidad como hasta ese momento nunca tuvo) que el siguiente curso tendría que cambiar de actitud en este asunto si quería llegar a ser lo que dice: ingeniero, arquitecto, etc. uno de los problemas mas graves de R era que funcionaba radicalmente de acuerdo al principio del placer en detrimento del principio de realidad. Quinta. Etapa desdeseptiembre 2014 hasta enero de 2015 Tras el verano de 2014, R vino con ganas de cumplir lo que se había propuesto de llevar una vida más disciplinada en general incluyendo por supuesto, estudiar un mínimo de dos o tres horas los días de diario. Había pasado bien en general el verano pero cuando le volví a ver el día 9 de septiembre parece que aun había que esperar un poco a ver si se aclaraban los detalles de sus horarios, etc. para fijar nosotros las horas y días de sesiones. Yo puse la condición de que necesitaba dos horas semanales porque con una no tendría posibilidad de ayudarle realmente. Igual que el curso anterior. La familia y él aceptaron y tras algún cambio durante el mes de septiembre terminamos por fijar los días en forma compatible con sus horarios de clases. Respecto al tratamiento estuvo bastante bien en un principio de sus obsesiones o miedos fóbicos referidos a sus relaciones interpersonales con sus amistades masculinas y femeninas de forma que aprovechando unas crisis alérgicas que tuvo (que en un principio no sabíamos a qué…) y que eran preocupantes, rebajé un 50% la dosis de un comprimido de paroxetina que venía tomando y que yo ya tenía pensado rebajar hacia Navidades. A posteriori se supo que una reacción alérgica que había tenido nada tenía que ver con los fármacos que tomaba. Llevó bien las limitaciones que implicaba su alergia. También se consiguió con estos problemas que por fin se dejase pinchar para sacarle sangre y hacer un análisis de sangre y para las pruebas alérgicas…. (tenía hemofobia y tripanofobia) reconociendo que… ¡no era para tanto! Así pues, otra limitación “tabu” que desapareció. Pero junto con esto, y reactivado por algunos eventos sociales con sus amistades mas o menos casuales y desde luego banales para la mayoría de la gente, volvió a tener estados de “ansiedad” de corte obsesivo con respecto a un pensamiento que realmente era y es, más una “reviviscencia” que un recuerdo, por lo que cada vez que le venía asociada por cualquier evento o encuentro mas o menos casual o tema que surge entre él y sus amigos/as, -- ya que todos forman parte de la “cuadrilla” típica al uso en las latitudes en donde vive y de los sistemas de telecomunicación que la técnica ofrece hoy en día y que frecuentemente substituye a la relación interpersonal directa y de una juventud que casi no sabe hacer otra cosa que estar con los móviles – telecomunicándose – R es víctima de todo este entramado tecnosocial siempre incrementado en sus consecuencias (no en su conducta) por su neuropatología y psicopatología individual. ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -15- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis Esta reactivación del síntoma obsesivo podría tener que ver también con la disminución de la medicación ya citada por lo que volvimos a aconsejar que volviera a tomar la pastilla entera de paroxetina, ya que solo por una precaución obligada reduje la dosis porque en mi fondo nunca dudé de que la medicación nada tenía que ver con su alergia. Desde el punto de vista psicodinámico, la terapia en esta etapa del tratamiento pivotó sobre la necesidad de fortalecer su YO porque sus obsesiones angustiosas referidas a un incidente que hacía poco mas o menos un año había tenido con una muchacha que le gastó una broma pesada, cosa que puede sin duda molestar o enfadar, pero R lo vivió como una humillación – por la debilidad de su Yo, ya que hay que recordar que «humilla el que puede, no el que quiere o dicho con otras palabras en muchos casos la humillación depende más de quien la sufre que de quien supuestamente la realiza». Le intenté hacer ver que aquella broma no tenía la importancia que él le daba sino que reactivaba los años preadolescentes en que se sintió inferior y humillado por profesores y compañeros como ya hemos descrito mas arriba. No tengo duda de que él entendía bastante bien todo lo que le explicaba acerca de la llamada psicodinamia pero “las cosas de palacio van despacio” y le era difícil pasar lo que entiende a las entrañas de sus mecanismos defensivos. Por otra parte yo tenía un interés enorme en que su YO se fuese fortaleciendo por un funcionamiento o comportamiento psicosocial y personal adecuado, eficaz y eficiente; vamos, lo mas maduro posible en función de sus metas e intereses, para lo que necesitaba ineludiblemente tener una disciplina de vida, de estudios, de comportamiento adecuado en cada contexto y sobre todo de esfuerzo mantenido que es para él lo mas difícil con su TDAH que aunque no tanto como en los años anteriores, aún le perturbaba. Era en ese sentido que frecuentemente dedicaba tiempo a ayudarle en sus estudios de filosofía ya que no solo era muy deseable que aprobase lo mejor posible las asignaturas sino también que se fortaleciese su YO, pues la filosofía precisamente es un “subject”; idóneo para aprender a establecer, de manera racional como ya dije mas arriba, los principios más generales de la vida y además “favorece la disciplina de vida en cualquiera de sus aspectos”. Creo que sobre Heráclito, Parménides, Demócrito, Sócrates, Platón y Aristóteles seguramente sabe más ya que cualquiera de sus compañeros y de las condiciones geográficas e históricas que se daban en aquellos tiempos en Grecia y alrededores así como también de palabras griegas ¡por lo menos en las sesiones lo sabía! Aunque reconozco que son saberes “frágiles” por su incapacidad de leer (sólo era capaz de escuchar pero sesgadamente por causa de una selectividad de lo que oía en función de lo que ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -16- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis creía que le convenía o más le gustase). Lo más importante era que poco a poco iba mejor, aunque los “tempos” de R eran diferentes que los de la mayoría de la gente adulta. “Lo obsesivo” de sus persistentes reviviscencias de la situación ofensiva, es en realidad una forma que adquirió su trastorno, forma consecuente al núcleo fundamental de su patología que es en realidad un problema narcisístico, de déficit narcisista sobrecompensado. La repetición frecuente y persistente de la “situación gatillo” (broma y burlas de una chica) ciertamente es un recuerdo obsesivo. También es obsesiva la búsqueda que él hace más o menos consciente o inconscientemente del nexo asociativo en situaciones normales de su vida, o sea no es un encuentro casual sino que él tiene una necesidad de encontrarlo. Hay en esta búsqueda un componente masoquista derivado de aquella necesidad ya citada de escanear continuamente con su estado de alerta todo cuanto pudiera volver a humillarle. Y al parecer había habido en el pasado rituales y quizá algunos otros síntomas obsesivos. En la psicopatología todo esto no es obsesivo sino paranoide, lo cual no quiere decir que R tenga una psicosis paranoide, ni siquiera podría hablarse de una “personalidad paranoide” dada la edad que tiene y menos aún si la palabra “edad” no la referimos a los años físico-biológicos sino a la madurez psicobiológica. Si podemos decir con rigor psicopatológico que tiene mecanismos o dinamismos paranoides que son un peligro potencial para un posible futuro desarrollo expansivo que pudiera acontecer y mis intervenciones terapéuticas tuvieron como meta entre otras, minimizar esa posibilidad usando herramientas farmacológicas, psicopedagógicas, hermenéuticas, cognitivas, etc. y por otra parte lograr que se motive para estudiar, aprender y funcionar con disciplina. Dicho todo esto, el propio paciente afirmaba en los últimos meses de 2014 y principios del 2015 que aunque despacio y con oscilaciones, en conjunto creía que estaba mejor. Yo también lo creía aunque en algunos aspectos o momentos pudiera dispararse la impaciencia. Sin embargo resultaba evidente que sufría a veces con su pensamiento perseverante con reviviscencia de impotencia y angustia por lo que decidimos proponer un pequeño aumento de la medicación. Sexta etapa desde enero 2015 hasta julio 2015 con 18 años A partir de enero del presente año (2015) hasta junio seguimos tratando a R con la misma “alianza de trabajo” y el mismo “setting” que cuando empezamos aceptado por él y por sus padres (entonces aún era un menor). En este intervalo de tiempo había seguido evolucionando en la línea que era de esperar teniendo en cuenta su patología y su edad; creo que los síntomas en general han ido remitiendo ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -17- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis aunque con oscilaciones y con una intrusión y progresiva sustitución aunque no en todo, por conductas y actitudes propias de la adolescencia cosa que ya hemos mencionado: impulsividad mas dirigida a la obtención de placer, utilización de la capacidad de raciocinio para justificar sus apetencias y conductas de independencia, aunque como siempre era un quiero y no puedo, critica a … y enfrentamiento con los padres y con todo lo que le ponga límites, etc. todo ello aderezado e impregnado funcionamiento del medio social que le rodea (amigos, etc.). del Creo que su patología ha ido teniendo una importancia cada vez menor en su comportamiento aunque ciertamente queda suficiente para que en un futuro pudiese reactivarse y volver a ser un lastre en determinadas circunstancias. Sin duda que mejoró en lo que él llama “estar rayado” (quedarse “enganchado” a algo obsesivamente); también ha mejorado en su capacidad de un esfuerzo mantenido (disciplina de trabajo) aunque rebajando el listón que él mismo se proponía a principio de curso de 3 horas día, a hora y media y por supuesto sin erosionar en absoluto sus fines de semana o vacaciones aunque los exámenes se aproximasen. Creo que se dio cuenta de que tal esfuerzo es necesario para la vida si se quieren obtener ciertos logros o metas pero la buena intención se vio mermada por su dificultad para las funciones ejecutivas. Insisto en que como él mismo reconoce, su capacidad de “insight” ha aumentado ostensiblemente, lo que es raro en la adolescencia ya que su Yo está sobrecargado por las pulsiones biológicas recién aparecidas que requieren aumentar su capacidad de adaptación no solo al incremento enorme de la libido sino también a la agresividad puesta al servicio del deseo de independencia que le hace que se rebele contra el control de los padres desesperándose por la lentitud de todos estos procesos biopsicosociales. En el caso de R a todo esto se suman los problemas infantiles y sobre todo de preadolescencia no resueltos. Es todo esto lo que generó la dificultad que encontré en el tratamiento de R y que a veces me ha desconcertado y otras he creído que acertaba pero que siempre me hizo imposible mantener una continuidad en la línea teórica de la técnica psicoterapéutica. He tenido que estar cambiando continuamente según pintaban los problemas que él planteaba en cada sesión y su reacción ante lo que yo le decía y ante lo que él se encontraba en su vida. Su “Yo” tan pronto mostraba una gran debilidad como de repente en otra situación o contexto parecía muy fuerte. El tratamiento requirió una constante valoración del estado de su Yo cambiante. En lo que R no ha sido diferente a los demás pacientes es su “necesidad de ser escuchado”. Desde mi punto de vista, como terapeuta he hecho un papel cambiante: a veces de caja de resonancia de los pensamientos, ideas y/o ansiedades de R, otras veces he hecho el papel de padre, otras de amigo, a veces de dato y/o prueba o constatación de realidad, etc. cambios de papel que como digo mas arriba, tenia que hacer a veces rápida e inesperadamente adaptándome a lo que en cada momento él planteaba y para él probablemente fui ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -18- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis una figura de referencia secundaria importante y positiva ya que no había tenido hasta entonces a quien contar sus problemas y que le escuchara sin juzgar y regañar. En resumen, el tiempo, trasducido a “evolución” de este adolescente, creo que fundamentalmente ha colaborado para una mejoría de R aunque en algún aspecto o coyuntura puede haber parecido lo contrario. Creo que R ha aprendido mas cosas de las que seguramente a día de hoy puede utilizar o pasar a la realidad de su comportamiento pero que en un futuro no lejano probablemente pueda aprovechar en su beneficio. Aunque sus dificultades para disciplinarse siguen existiendo, ha mejorado y prueba de ello es el éxito obtenido en sus tareas (en el mes de junio de 2015) y con el consiguiente aumento de autoestima y de la alegría de todos los que le conocemos. Ha mejorado bastante en lo relativo al sufrimiento por ansiedades obsesivoides y ha adquirido herramientas para poder manejarse en la vida y en concreto habilidades sociales para tratar con amigos y amigas…. He de insistir en mencionar que su familia, ha sabido colaborar inteligentemente en la ayuda al paciente. Discusión y comentarios sobre temas del tratamiento psicoterapéutico DISCUSION 1. La patología o enfermedad y el enfermo: psicopatogenia de sus síntomas. Como ya hemos dicho al principio de este articulo la patología de la que fue diagnosticado R antes de venir a mi consulta era TDAH (CIE-10 = F90.0), patología de por si muy preocupante y a la cual como todos los que hemos entrado ya en la llamada “tercera edad” recordaremos se la llamaba con buena intuición «lesión cerebral mínima» aunque hoy sabemos que no es tan mínima y mucho menos si consideramos las consecuencias que en otros planos del sistema tienen: me refiero al plano conductual, familiar o psicosocial, etc. La dificultad para el aprendizaje que conlleva el déficit de atención o el ser muy movido, se puede compensar en buena parte con el esfuerzo de la familia para retener al niño junto a los libros y explicarles en casa aquello de lo que en el colegio no se han enterado por su movilidad o dificultad de centrar la atención. Y de hecho así fue aprobando R curso tras curso las diversas materias, estando su madre pendiente todos los días con una perseverancia digna de admiración para que no se escapase de la mesa explicándole los temas y haciéndoselos repetir una y otra vez, etc. aguantando los enfados del hijo y dedicándole ella su tiempo generosamente. Sin embargo las continuas amonestaciones (quizá no siempre hechas con la convicción de que es un “trastorno…”) de los profesores del colegio, o las burlas de los compañeros porque parecía un “tonto” que no se enteraba de nada y siempre andaba despistado son las que le han dejado una huella traumática alrededor de la cual han pivotado en mi opinión la mayoría de los ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -19- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis síntomas que llegó a presentar: como mas o menos hemos mencionado ya, un complejo de inferioridad intenso y a veces sobrecompensado y hemos de recordar que la sobrecompensación es una defensa del Yo que complica la terapia pues primero hay que romper la defensa y después ayudarle a perder el complejo de inferioridad. Como quiera que las burlas eran para R una humillación continua durante mucho tiempo su Super Yo reaccionó haciéndose mas severo y rígido, un Super Yo tiránico exigiendo “llegar a ser perfecto” para que nunca mas alguien volviera a burlarse de él, lo que implica previamente un agigantamiento también del Ideal del Yo. Pero cuanto mas alto ponga el Ideal del Yo el listón, mas difícil es conseguir alcanzarlo con lo que la probabilidad de acabar mas frustrado es mayor y el sentimiento de inferioridad aumenta (“Teufel Kreis” que dicen los alemanes = “circulo diabólico”). Sabemos que cuando el Super Yo es excesivamente severo el sujeto tiende a la única salida que ve: ignorarlo y saltárselo (conductas psicopáticas) y eso es lo que pasa en R, que en muchas ocasiones hace lo que le da la gana con el enfado de los padres o profesores lo que va enrareciendo el ambiente familiar o colegial y se van incrementando los sentimientos de culpa de R no solo por su desobediencia sino porque poco a poco se va acumulando en su interior consciente o inconscientemente una agresividad hacia el perimundo lo que complica todo. Pero hay que decir también que ese perimundo no le entiende (en principio tampoco sus padres) con lo que se le exige más de lo que lo puede dar y todos sabemos que si a cualquier animal (incluido el ser humano) se le exige más de lo que puede hacer, se irrita y responde agresivamente; digamos que el niño en cuestión (o adolescente) se siente injustamente tratado y mas cuando a lo mejor tiene un hermano/a, a quien ve que riñen menos y le aceptan más por lo que se añaden unos celos comprensibles que se transforman en mas agresividad y menos autoestima. Se podría decir de alguna manera que la autoestima del Yo es la energía o fortaleza yoica lo que nos lleva a entender porque estos pacientes tienen un Yo débil aunque intenten sobrecompensarlo a veces torpemente pero siempre sin el resultado deseado. Esa sobrecompensación de la debilidad del Yo es y se manifiesta como un narcisismo inflacionario o sea excesivo que lejos de beneficiar perjudica más aún por varias razones: una porque no suele caer bien a los demás una persona muy narcisista; además el exceso de narcisismo conlleva un aumento también inflacionario del espacio intimo4 y del privado del Yo, lo que a R le generaba conflictos penosos, por ejemplo pretendía que los compañeros/as o amigos/as no hablaran de él o cosas que él les había contado y se enterasen otros terceros como si estos tuvieran que ser parte de su Yo y con las mismas ansiedades que él tenía, si no lo vivía como una traición, es decir agrandaba el radio de su zona intima haciendo una intrusión a la zona privada e incluso a veces a la pública (5). Con todo esto se fueron generando en R unas ansiedades paranoides que le hacían tener pensamientos 4 Ver bibliografía: Aranguren Jose luis ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -20- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis y actitudes de desconfianza y suspicacia exagerada y reaccionar excesivamente ante cosas que no eran para tanto. Lo cual no era incompatible con que en otras muchas ocasiones funcionara con autentica ingenuidad. También el narcisismo excesivo (que inevitablemente implica vivir con una cierta regresión a la infancia) le impedía frecuentemente comprender a los demás, quiero decir ponerse en el lugar de los demás de la misma forma en que los niños no pueden comprende que los demás no tengan ganas de jugar con ellos a la pelota cuando para ellos es tan divertido…! Los niños todo lo entienden y juzgan en función de lo que ellos quieren y sienten (egocentrismo). Y claro ésta regresión que acabamos de mencionar se sumaba a la “fijación a la infancia” que ya R traía (algo así como haberse quedado “fijado” a etapas evolutivas de la infancia pues su enfermedad y sus consecuencias le impidieron evolucionar normalmente. Este estado de “estancamiento + regresión” de su libido trajeron también otra consecuencia a mi entender grave: R funcionaba todavía a pesar de su edad con el «pensamiento mágico» de modo por ejemplo que se angustiaba mucho si alguien expresaba malos augurios para sus exámenes pues entonces estaba convencido de que suspendería pero no lo achacaba a que no había estudiado suficientemente (cosa obvia) sino a lo que “fulanito” predijo. Y por otra parte funcionaba como ya hemos dicho con «el principio del placer». Esto si que es un fuerte problema de R quien fue y creo que sigue siendo incapaz absolutamente de renunciar a un placer o divertimento para dedicarse a estudiar o a otra cosa necesaria. Esa incapacidad de encajar frustraciones es sinónimo de debilidad del Yo, la cual es también la causante de su excesivo y por lo tanto “inflaccionario” narcisismo el cual debilita aún más ese YO cerrándose un círculo vicioso ya mencionado. Ya dijimos mas arriba que una de las defensas que R desarrolló inconsciente e involuntariamente en sus “anni terribili” (del 2008 al 2012 según datos del mismo paciente) fue una defensa obsesiva que tiende hacia el perfeccionismo para no volver a ser el “hazme reír” de nadie ni el chivo expiatorio de todas las riñas o broncas pero tiene también connotaciones de un cierto “estrés postraumático”. Le intenté hacer ver que cosas como la broma pesada de la chica no tiene la importancia que él le dio sino que se reactiva lo de los citados años terribles y la impotencia que el sentía al no poder responder adecuadamente a las exigencias que llovían sobre él y que por otra parte serían mas o menos las normales. Su terror era que se corriese (con la velocidad de los medios actuales de telecomunicación) la información de que él es un pobre “pringao” que se burlan de él, etc. en lo cual tiene que ver también el narcisismo excesivo y huero (segunda defensa desarrollada antaño por él) que hace que tenga ampliada excesivamente la zona de lo íntimo y de lo privado de su YO. ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -21- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis Quiero insistir sobre el hecho ya mencionado al hablar de los antecedentes de R de que en el caso que nos ocupa habría que incluir entre los diagnósticos el de “estrés postraumático” (estrés que duró los fundamentalmente los citados “anni terribili” y en cierto modo sus valoraciones tendentes a la suspicacia de los eventos cotidianos mantienen el estrés) pues muchos de los síntomas que muestra tienen una patogenia idéntica y su clínica es absolutamente similar en parte a la de esos pacientes (CIE10: F43.1). En todo trastorno de ansiedad hay cuatro factores a tener en cuenta5 (6). Síntomas físicos: que pueden ser de tensión o alerta o somáticos en general. Evitación del daño: que pueden ser perfeccionismo o afrontamiento ansioso de situaciones. Ansiedad social: que pueden ser temores de humillación o temores de actuación en público Ansiedad de separación / angustia que pueden ser de amor, prestigio, realización de si mismo, etc. En cuanto al factor físico es inherente a todo estado ansioso ya que este tiene su infraestructura funcional en un estado de alerta e hipervigilancia que requiere cambios hormonales, del SN central y periférico, vasculares, musculares e inmunológicos. R tiene hiperperistaltismo correlativo a sus miedos ansiógenos, tics, etc. síntomas que si no se logran mejorar a la larga puede producirle enfermedades crónicas. La evitación del daño es lo que movía a R a querer ser perfeccionista (que aunque parece una broma lo es y muy seriamente aunque de forma irregular). El daño que intenta evitar es la pérdida de amor de sus seres queridos y necesitados y de la gente con la que tiene que tratar. No importa que en la realidad objetiva no haya habido nunca tal peligro, él ha vivido las riñas, enfados contra él, burlas, etc. como que el amor de la gente que le ha rodeado era sumamente frágil y lábil y que solo siendo perfecto le querrían. Esto tenía relación evidente con el afrontamiento ansioso que hacía de toda tarea o situación a la que había de enfrentarse; su “ansiedad anticipatoria” es expresión de la preocupación angustiosa por si no le sale bien la tarea o/y por si le afean, insultan o reprochan su hacer pues hubiera sido una vez mas para él, indicador de que no le querían o de que le dejarían de querer. Él era consciente de su terror y ansiedad pero no de la causa. Por las mismas razones dichas, también padecía de ansiedad social pues temía hablar o actuar en público y sentirse humillado y en último término la ansiedad de separación era por esa pérdida de amor que mencionaba antes y temía ser abandonado. 5 Ver bibliografía: J.S.March MD y A.M. Albano ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -22- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis Los factores físicos y de evitación de daño se correspondían en gran parte con las necesidades fisiológicas de que hablaba Maslow y las restantes con las necesidades de amor, prestigio y realización de si mismo. Con toda esta explicación quizá un poco árida para los colegas pero no tanto para los que estén en formación, quiero recalcar que la causa prima, pero no necesaria de toda esa sintomatología es el TDAH pero si se diera a estos niños una enseñanza mas individualizada, por maestros que entiendan bien lo que es y como es la enfermedad y lo mismo digo instruyendo y ayudando a los padres con la máxima prontitud posible muy probablemente no se habrían desarrollado todos los psicodinamismos que han producido la abigarrada sintomatología que presentaba el paciente. El estrés postraumático de R es un buen ejemplo de lo que digo. Pero hemos de seguir completando algunas cosas porque como dije mas arriba “la adolescencia” empezó a surgir en el inmaduro paciente hace un par de años o algo mas y esta es como “otro trastorno” cuyas manifestaciones en parte son muy parecidas a las que ya traía R por lo que algunos síntomas se han reforzado y otros han sido tapados por las nuevas alteraciones. O podría decirlo también como que en unas ocasiones o contextos los síntomas del TDAH han sido reforzados y en otros han sido enmascarados o incluso eliminados. O también los mismos síntomas ahora se explican o incluso se pueden justificar por unos motivos “bio-psico-socio-evolutivos” lo que antes era pura patología. Bueno no es malo poder interpretar ahora como quasi normal lo que antes no lo era. Porque la adolescencia son cambios psicológicos y psicosociales iniciados y sustentados por unos cambios biológicos muy intensos y plurales pero en donde influyen también las costumbres del medio, lo económico, etc. y no puedo evitar recordar y asociar con lo que estamos tratando, lo que pasa con muchas conductas neuróticas e incluso con algunas psicosis, por ejemplo, ciertas alucinaciones para nosotros totalmente patológicas en la tribu de los balubas pueden ser una gran suerte y distinción de los dioses para saber el camino a tomar….! Lo que en R a los 13 años eran rebeliones abruptas contra los padres, un descontrol excesivo de los impulsos, en la adolescencia puede ser una comprensible necesidad de diferenciación e identidad del adolescente respecto a sus padres; algo sano pues y en todo caso la patología si la había, sería solo en la forma. En cambio en la adolescencia surgen otros peligros como las drogas, dependencias de cualquier otra cosa como son las ludopatías, el alcohol, etc. peligros que ya empezaron a preocupar con R. pero estas cosas ya son las “normales” estadísticamente, las que tienen todos los padres (o deben de tener) con sus hijos adolescentes en el medio en que nos movemos. A mi modo de ver R ha ido funcionando cada vez más similarmente a un adolescente como corresponde a su progresivo aumento de edad: ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -23- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis Utiliza el raciocinio para justificar lo que le gusta o apetece en vez de utilizarlo para discernir que es lo más conveniente o mejor y después decidir lo conveniente. Tiene una necesidad de perfilar su identidad e independencia que se traduce entre otras cosas en hacer lo que quiere y de la forma que quiere sin tener en cuenta lo que los padres le dicen. Eso si, los padres le tienen que pagar sus caprichos porque lógicamente él no tiene ingresos todavía. Siente una gran necesidad de autoafirmación agresiva y deseo de independencia y a su vez sus opuestos o sea los deseos de dependencia infantil y de privilegios sin responsabilidades ni obligaciones es lo que le genera culpabilidad. Sigue posponiendo para más tarde todo lo que no le gusta o le cuesta esfuerzo, tendencia que en R tiene una fuerza increíblemente inamovible. Es evidente que sus impulsos instintivos le presionan más de lo que su Yo puede administrar sin agobios… Su sed y avidez de placer anula buena parte de su capacidad de juicio y discutir o argumentar con él sobre este tema no solo es inútil sino que acaba uno sintiéndose incómodo por ser un dialogo absurdo… Inevitablemente por la edad comenzó a ser influenciado por amigos y compañeros con los que sentía necesidad de complacer por un lado -- necesita que le quieran -- pero por otro se resentía fuertemente a la más mínima sensación de “infidelidad” que creyera percibir. Motivo de preocupación eran el comienzo de consumo de alcohol (creo que no más allá de un límite moderado pero suficiente como para que la familia se mantuviese en alerta como es lógico). El fumar y alguna otra conducta no aconsejable pero muy de la edad ya eran compañeras de viaje de R. Por supuesto también los líos de chicas. El terapeuta y el proceso terapéutico Parece evidente que mi actuación con R fue en parte como médico psiquiatra y en parte como psiquiatra – psicoterapeuta. Es de este último aspecto que quiero decir algunas cosas. Cuando un psicoterapeuta se enfrenta a la seria tarea de tratar psicológicamente a un paciente sin duda tiene que tener una motivación no diré mejor, pero sí más profunda en su psiquismo que si se le trata sólo con medicación, porque el psicoterapeuta, sobre todo si tiene formación dinámica, pone mucho mas en juego y de una forma mas continuada. Con R, y aparte del legítimo interés pecuniario de toda actividad profesional, puse mi interés científico, mi interés narcisista, poniendo en juego mi capacidad para ayudar a un tipo de paciente que no ha sido lo más habitual en mi práctica profesional ya que no me he dedicado a la psiquiatría infanto-juvenil; interés humano puesto que su madre, me habló del problema que tenían con su hijo y que no tenían claro que hacer con él. Pero lo importante creo que ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -24- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis fue llegando poco a poco cuando fui sesión tras sesión fui conociendo a R e introyectando las diversas partes de su Yo consciente e Inconsciente que fueron modificándome al comprenderle cada vez mejor, al darme cuenta por proyectarme yo en él, de lo que había sufrido y seguía sufriendo. Ese es el enriquecimiento que tiene un terapeuta y que va logrando a través de las sucesivas identificaciones introyectivas conscientes a veces u otras no. En este caso las primeras eran difíciles por lo cambiante que podía ser R durante cada sesión. Me fui dando cuenta también de que muchas cosas que le explicaba repetidamente en sucesivas sesiones con objeto de que modificase determinadas conductas y parecía que entendía, pasaba el tiempo y no modificaba nada; en algún momento llegué a sentir que me enfrentaba a vivencias irreductibles a todo razonamiento y / o prueba de realidad (o sea a personas con ideas delirantes). Con el tiempo comprendí que R padecía una disociación entre el pensamiento o ideación y las funciones de ejecución. Este tipo de disonancias «cognitivo – ejecutivas» difíciles de mantener para cualquiera y más si es inteligente como R, creo que él las resolvía frecuentemente por el mecanismo citado anteriormente habitual en la adolescencia de poner la capacidad de juicio al servicio de lo que apetecía (“racionalización”). De los diversos roles que fui asumiendo a lo largo del tratamiento y que mencioné más arriba, los dos que más desempeñé fueron los de padre y de amigo. Al principio del tratamiento fue más el primero y según iba pasando el tiempo era más amigo que otra cosa. El por qué hice esos papeles no es fácil para mí saberlo. Creo que cuando empecé el tratamiento me sentía el “médico” (que siempre es y debe de ser una autoridad) pero tuve dificultad en ejercer mi autoridad en el sentido etimológico de la palabra: “dejar crecer y favorecer el desarrollo” y una cierta impaciencia me empujaba a presionarle demasiado para lo que él podía. Cuando me di cuenta rectifiqué. Posteriormente también desarrollé un papel psicopedagógico aprovechando que él tenía que estudiar historia de la filosofía y otras cosas que yo sabía y me gustaban. Pero como ya dije en la primera parte de este articulo, los roles como casi todo había que cambiarlos con agilidad pues las necesidades de R y sus estados cambiaban a la velocidad que cambian a esas edades. En realidad todo el proceso terapéutico tiene una finalidad que es proteger al Yo para que pueda sublimar las pulsiones libidinosas y agresivas y enfrentarse adecuadamente a las dificultades sociales y estimularle pues a medida que el Yo se fortalece se estructura la personalidad, y recordemos que una buena autoestima favorece o permite una conducta adaptada a las normas sociales. Lo que puedo asegurar es que el tratamiento se desarrolló por mi parte con una contratransferencia positiva hasta el final. ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -25- Psicoterapia psicoanalítica relacional. Lugar de encuentro de la evolución del psicoanálisis Pero lo que más me llama la atención es que a diferencia con todos los tratamientos psicoterapéuticos que he hecho a adultos a lo largo de mi vida profesional y que siempre al terminar o antes, he tenido claro que les ayudé o no y que casi siempre puedo decir ahora que en la inmensa mayoría mejoraron ostensiblemente o se curaron (!?) a día de hoy, que hace 4 meses que no he vuelto a ver a R, no podría decir con seguridad si la psicoterapia le ha mejorado y si lo ha hecho en qué medida, como y en qué aspectos. Que ha cambiado en estos 3 años, seguro ¿qué se debe al paso del tiempo y por lo tanto de la edad, y en qué medida al tratamiento….? Y además quizá hay cambios que no han sido a mejor…? Pero éstos si los hay, sí se que no se deben al tratamiento. Quiero creer que el tratamiento le ha dado beneficios pues es imposible que con lo que me he esforzado no sea así, pero pienso que esta “duda postpsicoterapia” del terapeuta no solo es mía sino que probablemente es extensible a todos los colegas que tratan pacientes de esta edad. BIBLIOGRAFÍA (1) Nissen Gerhardt Trastornos psíquicos en la infancia y juventud Barcelona Ed. Herder 1991 (2) Schultz J.H. “Entrenamiento autógeno” Ed. Científico Médica. 1969 (3) Balser Benjamin H. “Psicoterapia del adolescente” Argentina Editorial Paidos 1972 (4) Safran Jeremy D. y V. Segal Zindel El proceso interpersonal en la terapia cognitiva Ed. Paidos 1994 (5) Aranguren Jose Luis: “el ámbito de la intimidad” en Carlos Castilla del Pino Ed. La intimidad Crítica p.9 Barcelona 1989. (6) March John S., M.D., M.P.H. Albano, Ph.D Anne Marre. “Trastornos de ansiedad en niños y adolescentes” en «Tratado de los trastornos de ansiedad» de Dan J. Stein y Eric Hollander Ars Médica. 2004 ASMR. 2015 - Vol. 14 - Núm. 1 -26-