LA APORTACIÓN DEL TIEMPO LIBRE EDUCATIVO AL DESARROLLO DE LAS COMPETENCIAS PROFESIONALES Ricard Serlavós Centraré mi exposición en torno a las tres cuestiones que me propusieron los organizadores, a quien aprovecho para agradecer que me hayan invitado a participar en esta mesa redonda. 1. La función de las entidades de tiempo libre en el actual escenario social. Hay tres rasgos del actual escenario social especialmente relevantes para entender el papel de las entidades del tiempo libre: a. El aumento de las desigualdades sociales: el largo período de crisis 2008-2015 nos ha dejado unos niveles crecientes de desigualdad no tan solo económica sino también en las condiciones de acceso a una formación de calidad (reducción de becas, infradotación de la escuela pública, etc.). Las actividades "extraescolares" pueden ser una nueva fuente de desigualdades. Las entidades de tiempo libre educativo de carácter social pueden reducir parcialmente estas tendencias. b. El paro juvenil: a pesar de los primeros indicios de recuperación económica, seguimos teniendo unos índices de paro juvenil cercanos al 50%, acompañado por el fenómeno de los ni-ni, que según un estudio reciente de la OCDE España se sitúa en niveles del 20% (OCDE, 2015). Estos jóvenes tienen un gran riesgo de convertirse en desempleados de larga duración. Esto genera frustración y una falta creciente de confianza en las propias capacidades y posibilidades. Por otra parte, este ingente número de jóvenes ya está fuera de la influencia de las familias y de la escuela, influencia que es sustituida por amigos y, por decirlo de algún modo, compañeros de tiempo libre forzado. c. El alargamiento de la esperanza de vida: una tendencia a largo plazo que conlleva un paralelo y necesario alargamiento de la vida laboral. Este alargamiento obligará a plantear nuevamente el viejo debate sobre el reparto del trabajo: trabajar durante más años, pero haciendo menos horas por semana y con fórmulas de dedicación mucho más flexibles. Todo ello sugiere una pregunta de fondo: ¿qué hacer con un "stock" creciente de tiempo "libre" disponible? Cómo preparar las nuevas generaciones para vivir en un mundo lleno de incertidumbres y donde el trabajo tendrá, probablemente, un carácter menos central en la vida de las personas del que ha tenido para la generación de sus padres. En este contexto, y dada la necesaria brevedad de esta exposición, me gustaría comentar dos grandes aportaciones que entiendo que pueden hacer las entidades de tiempo libre educativo: a. Hacer pedagogía sobre el uso del tiempo libre Disfrutar del tiempo libre parecería lo más sencillo del mundo y, en cambio, para mucha gente, jóvenes y mayores, el tiempo libre es una especie de agujero negro por donde se cuelan las horas tristemente. Aprender a elegir qué hacer con el tiempo libre ya es, por sí mismo, una actividad con unos réditos importantes de cara al futuro. Un futuro que, como hemos visto, nos ofrecerá muchas horas de tiempo libre. Podemos elegir no hacer nada, pero, en todo caso, el ocio educativo nos brinda una magnífica oportunidad de ejercer la libertad de elegir de forma entretenida y responsable. b. Proponer una oferta de actividades diversas, asequibles y estimulantes que puedan competir con la televisión y las horas muertas en la calle. Pocas dudas hay hoy sobre el carácter complementario de la escuela que el tiempo libre educativo tiene en el desarrollo de las competencias no cognitivas y en la conformación de valores. Sin las limitaciones de las necesarias rutinas de la formación reglada, las actividades de ocio educativo ofrecen múltiples posibilidades de trabajar, de forma divertida, conductas, actitudes y valores importantes en la formación de personas de espíritu libre y responsables. Varios estudios han demostrado en los últimos años que la participación en actividades de tiempo libre altamente estructuradas está ligada a bajos niveles de conducta antisocial (Mahoney & statt, 2000). 2. Algunas propuestas de renovación pedagógica en el ámbito del tiempo libre educativo Si entendemos el aprendizaje como un proceso de adaptación al mundo y a las nuevas situaciones mediante la transformación de la experiencia (Kolb, 1984), el tiempo libre educativo ofrece unas condiciones óptimas al hacer más fácil crear un entorno que permita explorar, cuestionar y desafiar las reglas del aprendizaje normativo y combinar más libremente los componentes cognitivos y emocionales del aprendizaje. Un entorno posiblemente más diverso pero a la vez más cohesionado, gracias al carácter voluntario de la adscripción a las actividades de tiempo libre. En este sentido, algunas propuestas de renovación pedagógica irían en la línea de: a. Favorecer y educar la expresión abierta de sentimientos, aprendiendo a interpretar su influencia sobre las conductas (la propia y la de los otros). Es bien conocido el valor de la información emocional en la toma de decisiones efectivas tanto en el ámbito personal como en el de las organizaciones. b. Potenciar el uso del feedback, no sólo por parte de los formadores sino de los propios compañeros de actividad. Aprender a dar y recibir feedback es una preparación excelente para moverse en el mundo de las organizaciones del conocimiento, que representarán la parte más atractiva y enriquecedora del mercado de trabajo del futuro. El tiempo libre educativo es un espacio de confianza que permite experimentar sin los riesgos o temores de estar sometido a evaluación. c. Experimentar varias formas de liderazgo, generando múltiples oportunidades de asumir responsabilidades dentro del grupo. Esto puede contribuir no sólo a la formación de futuros líderes sino también a despertar la conciencia del carácter contingente del liderazgo y del valor de la corresponsabilidad en la gestión de proyectos 3. Tiempo libre y empresa: efectos sobre el desarrollo de las competencias profesionales En el mundo de la empresa se están extendiendo nuevas políticas y prácticas de dirección de personas que ponen de relieve una nueva concepción de la gestión del aprendizaje y también del tiempo. Me refiero a cosas como los "Outdoor trainings" o actividades formativas al aire libre, las experiencias de trabajo voluntario en colaboración con ONG’s, la introducción de períodos sabáticos o excedencias pactadas que promueven el reciclaje y el contacto con culturas diferentes, las representaciones teatrales de situaciones típicas de trabajo, el fomento de actividades deportivas y de competiciones internas o entre compañías. Estas prácticas demuestran, además de la preocupación creciente por obtener mejores niveles de compromiso de los empleados y atraer o retener talento y, también, por la salud laboral, el convencimiento de que para desarrollar ciertas competencias muy relevantes en la efectividad de cualquier profesional hay que salir de los esquemas tradicionales de formación en el aula. Esto tiene dos implicaciones importantes para lo que hoy debatimos: a) las empresas pueden aprender muchísimo de las metodologías empleadas por las instituciones de tiempo libre educativo y; b) la participación de los niños y jóvenes en actividades de tiempo libre estructuradas contribuyen al desarrollo de competencias cada vez más apreciadas por las empresas. A modo de ejemplo, un conocido estudio sobre la efectividad de directivos del área de investigación y desarrollo mostraba el reconocimiento de la influencia de las actividades extraescolares en su adolescencia sobre las competencias de dirección de personas (Dreyfus, 2008). De hecho, un 70% de los directivos recordaban actividades concretas que podían asociar a estas competencias. Bibliografía Dreyfus, C. (2008). Identifying competencies that predict effectiveness of R & D managers. Journal of Management Development, Vol. 27-1, 76-91. Kolb, D. A. (1984). Experiential Learning. Experience as the source of learning and development. New Jersey: Prentice-Hall. Mahoney, J. L., & Stattin, H. (2000). Leisure activities and adolescent antisocial behavior. The role of structure and social context. Journal of Adolescence, Vol.23, Is.2, 113-127. OCDE. (2015). Informe de diagnóstico de la estrategia de competencias de la OCDE: España. OCDE.