TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE CANARIAS. SALA DE LO CONTENCIOSO - ADMINISTRATIVO. Sección Segunda. Las Palmas de Gran Canaria. Plaza de San Agustín 6. Estado documento: Definitivo Tfno: 928-325009 Fax: 928-325039 Tipo de procedimiento: RECURSO DE APELACION Nº de procedimiento: 0000094/2007 NIG: 3501645320040002287 Materia: EXPROPIACION FORZOSA Objeto del recurso: J. CONT. 3.- P.O. 749/04. Estado resolución: Pendiente de firmeza Resolución: 000247/2007 SENTENCIA LIBRE ABSOLUTA Versión: Genérica SENTENCIA Nº ILMOS SRES Dña Cristina Páez Martínez-Virel Presidente D. César José García Otero Dña Inmaculada Rodríguez Falcón Magistrados Las Palmas de Gran Canaria a 5 de diciembre de 2007 Vistos, por la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, con sede en esta capital el recurso de apelación nº 94/2007 interpuesto por Dña María Gracia Padilla Hernández representado por Dña Celina Padrón Estarriol y D. Julio Reyes Fuentes representado por la Procuradora Dña Dolores Moreno Santana y apelado Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria representado por el Procurador D. Octavio Esteva Navarro. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.-Por sentencia de fecha 4 de diciembre de 2006 dictada por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 3 de Las Palmas se desestima el recurso contencioso administrativo interpuesto por la representación procesal D. Julio Reyes Fuentes en su propio nombre y de la Comunidad Hereditaria de sus fallecidos hermanos D. Manuel y D. Francisco Reyes Fuentes contra la desestimación presunta del recurso de reposición interpuesto contra la resolución de fecha 1 de julio de 2004. SEGUNDO.- Por la parte recurrente se interesó la estimación del recurso. Siendo ponente la Ilma Sra. Dña Cristina Páez Martínez-Virel FUNDAMENTOS DE DERECHO. PRIMERO.- Se impugna la sentencia de fecha 4 de diciembre de 2006 dictada por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 3 de Las Palmas que desestima el recurso contencioso administrativo interpuesto por la representación procesal de Dña María Gracia Padilla Hernández y D. Julio Reyes Fuentes contra la desestimación presunta del recurso de reposición interpuesto contra la resolución de fecha 1 de julio de 2004. SEGUNDO.- La parte recurrente, frente a la desestimación presunta del recurso reposición contra la Resolución del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria de fecha 1 de julio de 2004 desestimando su solicitud de reversión, planteó en la instancia la siguiente cuestión: como quiera que en ejecución del Plan General de Ordenación Urbana aprobado el 7 de marzo de 1989 que contemplaba la parcela de su propiedad como dotacional público para uso deportivo, el Pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria inició el expediente de expropiación forzosa para la obtención de los terrenos propiedad de dicha parte, sitos en la Calle Pavía de esta ciudad, y tras diversos trámites la operación culminó con un convenio de permuta, una vez que el Plan General aprobado en el año 2000 le dio a dicha parcela un uso residencial, se le debió reconocer el derecho de reversión. La demandada se opuso considerando que el convenio celebrado no fue un convenio expropiatorio sino simplemente una operación de permuta libremente consensuada entre las partes por la confluencia de intereses y que en todo caso se había producido la caducidad. La sentencia dictada por el Juzgado estimó que el convenio no se había firmado en el marco de una expropiación y lo que realmente hubo fue la voluntad de transmitir los bienes de la forma mas eficaz y ventajosa para ambas partes. TERCERO.-La parte apelante combate la sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo, argumentando que no está de acuerdo con la falta de expediente expropiatorio apreciada por la Juez “ a quo” porque fue al amparo del Plan General de Ordenación de Las Palmas de Gran Canaria de 1989 cuando se destinó la parcela a espacio libre y equipamiento deportivo público y como la única forma de adquirir la propiedad era por expropiación ( teniendo lugar la publicación del Edicto en el que se daba conocimiento del inicio del expediente para la obtención de uso deportivo en el Barrio de Guanarteme) el mutuo Acuerdo en el Convenio de permuta aprobado por el Pleno con fecha 30 de noviembre de 1990 no fue mas que una forma de culminar el expediente expropiatorio entre la Administración y los propietarios; la inclusión en el Plan General de Ordenación Urbana de un suelo de titularidad privada destinado a sistema general o en su uso destinado a interés público, supone la declaración de utilidad pública o interés social de la obra a realizar. Sin embargo con el nuevo planeamiento aprobado en el año 2000 se destinó el terreno a uso residencial sin que le fuera notificada la desafectación y de estar calificado como espacio libre y deportivo pasó a suelo urbano residencial. Por ello si el uso público que motivó el acuerdo de expropiación ya no era necesario la consecuencia es que debía revertir la titularidad. CUARTO.- Procede examinar en esta instancia si, como ha dejado sentado la sentencia impugnada, es improcedente ejercer el derecho de reversión o por el contrario puede prosperar la tesis de la parte apelante que viene sosteniendo que el cambio del destino de espacio libre y equipamiento deportivo a uso residencial en el nuevo Plan General aprobado en el año 2000, la hace acreedora de tal derecho. Como hemos expuesto, frente a la tesis de la Juzgadora considerando que la permuta entre propietario y Administración no tuvo lugar en el marco de una expropiación sino que se produjo consensuada y libremente, la parte apelante esgrime la existencia de un procedimiento expropiatorio que culminó con un convenio de dicha naturaleza. QUINTO.-No se aceptan los fundamentos jurídicos de la sentencia impugnada que se sustituirán por los siguientes: Se hace preciso en primer lugar, fijar cronológicamente los siguientes datos que resultan del expediente y de lo actuado. -El PGOU aprobado el 7 de marzo de 1989, calificaba la parcela sita en calle Pavía nº 12, propiedad de la parte apelante, como Espacio Libre y Deportivo. -En el Boletín Oficial de la Provincia de Las Palmas de fecha 18 de julio de 1990 se publicó un Edicto Expediente de Expropiación Forzosa para la obtención de terrenos para uso deportivo en el barrio de Guanarteme ( Calle Pavía nº 12). -En dicho anuncio se dice que “Aprobado por el Pleno del Ayuntamiento en sesión extraordinaria y urgente celebrada el día 22 de diciembre de 1989, el inicio del expediente de expropiación forzosa, a instruir con motivo de las obras indicadas…se pone de manifiesto al público …para que en el espacio de quince días hábiles …puedan formularse observaciones. ..PROPIETARIO: D. Manuel Reyes Fuentes, Paseo de las Canteras número 36. SITUACION DE LA FINCA: Calle Pavía nº 12 SUPERFICIE SOLAR: 3430 m2” -Con fecha 30 de marzo de 1990 el Pleno del Ayuntamiento acordó dejar sin efecto todos los trámites expropiatorios sobre la referida finca de la Calle Pavía -En el Pleno de 30 de noviembre de 1990 se dijo que dicha expropiación se reconducía a través del acuerdo plenario de 22 de diciembre de 1989. -Con fecha 2 de marzo de 1991 el ayuntamiento y los Sres Reyes Fuentes suscribieron convenio . -En el Expositivo Tercero, párrafo último del Convenio se dice : “ los descritos terrenos se encuentran afectados por una serie de determinaciones del vigente Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, enmarcándose el primero de ellos en una actuación expropiatoria con destino a equipamiento deportivo y espacio libre..”,”interesando a los aquí intervinientes en dejar resuelto definitivamente, tanto lo referente al convenio objeto de expropiación..” -Con fecha 30 de noviembre de 1994 por D. Francisco Reyes Fuentes se solicitó del Ayuntamiento que se proceda a la transmisión de la parcela de 5.010 m2, en cumplimiento de la estipulación tercera del convenio firmado el día 12 de marzo de 1991 por haber transcurrido tres años y ocho meses desde la firma del citado convenio. -Con fecha 8 de febrero de 1995 se solicitó, con relación a la permuta de fecha 12 de marzo de 2001, por el Jefe de Servicio del Area de Urbanismo del Ayuntamiento dación de cuentas: …situación de los bienes jurídicos objeto de la permuta. -Elevado a Escritura Pública el 5 de abril de 1995 ante el Notario de esta Capital D. Manuel Emilio Romero Fernández y en su dispositivo tercero se puede leer: manifiestan los comparecientes que “el citado convenio trae causa de un expediente expropiatorio …” -Con fecha 14 de junio de 1995 por Resolución del Director General de la Administración Territorial se presta conformidad a la permuta realizada por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria de un bien municipal por otros de la propiedad de D. Manuel, D. Julio, D. Francisco Reyes Fuentes. -El PGOM aprobado por Orden de 26 de diciembre de 2000 y Orden de 29 de enero de 2001 fijó para el solar de la Calle Pavía un uso distinto (residencial), con la ordenanza M5 del barrio de Guanarteme. - En ningún momento se notificó al propietario de la parcela desafectación del bien. SEXTO.- De los antecedentes expuestos en el ordinal anterior de los fundamentos de derecho cabe extraer que los terrenos fueron adquiridos en un procedimiento expropiatorio culminado con Convenio para uso espacio libre y equipamiento deportivo y dicho fin cambió con motivo de la Revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Las Palmas de Gran Canaria. La Sala estima que el Convenio tuvo lugar sub specie expropiationis pues resulta del propio expediente administrativo que para ejecutar las determinaciones contenidas en el Plan General de Ordenación Urbana aprobado el 7 de marzo de 1989 el Pleno acordó iniciar el expediente de expropiación, teniendo lugar la publicación el 18 de mayo de 1990. Previamente a dicha publicación, con fecha 30 de marzo de 1990 el Pleno había acordado dejar sin efectos los trámites expropiatorios. Y mas tarde el 30 de noviembre de 1990 acordó reconducir el expediente, celebrándose un Convenio entre las partes que traía causa en dicha expropiación. Por ello no consideramos acertado que la Juez “ a quo “ señale que ni en el texto de dicho convenio ni en la escritura pública que se formalizó con posterioridad se recoge que dicho acuerdo fuera suscrito en el marco de expropiación alguna”, cuando realmente ocurrió lo contrario pues tanto en dicho Convenio como en la Escritura figura “ que trae causa de un expediente expropiatorio” evidenciándose que la expropiación gravitaba sobre el propietario, siendo indiferente que la transmisión patrimonial tenga lugar por uno u otro instrumento jurídico, permuta, compraventa etc( ST 3 de junio de 1996) y que fuera amistosa. La sentencia de instancia ha concluido pues erróneamente que se celebró un convenio urbanístico en el que lo que primaba era la voluntad de transmitir bienes en la forma mas ventajosa para las partes pues no es acorde con la doctrina Jurisprudencial que se encarga de poner el acento en cuestiones como la presente a fin de que se pueda apreciar la existencia de un convenio expropiatorio. SEPTIMO.- En efecto, nuestro mas alto Tribunal ha dicho que: - “la adquisición amistosa de los bienes o derechos objeto de expropiación a que se refiere el art. 24 de la Ley de Expropiación forzosa se produce ope expropiationis, esto es que la transmisión se opera como consecuencia o en razón de la expropiación que gravita sobre aquéllos al alcanzarse, de común acuerdo, el justo precio cuya determinación es regulada en el capítulo III de la Ley expropiatoria, por lo que, logrado el convenio, se da por concluido el expediente iniciado”( TS 21 de abril de 1997). .”Cuando se produce un convenio de cesión de terrenos al Ayuntamiento con la finalidad de evitar la expropiación, el hecho de que dicha transmisión haya tenido lugar sub specie expropiationis, esto es, en contemplación a una operación expropiatoria que, iniciada o no, constituye la base del negocio jurídico realizado (ya que el mismo no habría tenido lugar o se habría producido en condiciones distintas en la hipótesis de que no se hubiese contemplado el ejercicio potencial de la potestad expropiatoria por parte de la Administración), la operación realizada queda sometida, desde el punto de vista sustantivo, y en la medida en que sea compatible con las estipulaciones del convenio, a la disciplina y efectos propios de las exacciones coactivas de bienes mediante indemnización y, por ende, al régimen de garantías inherentes a la expropiación forzosa en cuanto resulte aplicable, pues otra solución privaría al propietario o titular de derechos o intereses económicos susceptibles de expropiación de la facultad de beneficiarse de las medidas con que el ordenamiento jurídico protege el derecho de propiedad cuando la actuación de la Administración no se constriñe a delimitar su contenido en aras de los intereses públicos o de su función social, sino que opera una privación de su contenido esencial justificada por razones de utilidad pública o interés social compensada mediante la incorporación al patrimonio del titular del valor económico equivalente al bien o derecho que es objeto de privación y esto ocurre no sólo cuando se consuma el expediente expropiatorio, sino también cuando se pone fin a él por acuerdo entre el expropiante o el beneficiario y el expropiado sobre el monto del justiprecio (acuerdo 24 de la Ley de Expropiación forzosa) o cuando, finalmente, se sustituye el procedimiento por un convenio entre ambas partes orientado a conseguir el mismo fin expropiatorio evitando la dilación e incertidumbre que comporta su tramitación.” -“… Un convenio sobre enajenación al Ayuntamiento de un terreno propiedad de un particular se incardina causalmente en una operación de expropiación forzosa y está sometido a la disciplina normativa de esta institución, aun no constando que se haya iniciado formalmente un procedimiento expropiatorio” (sentencia de 24 de abril de 1997). .“Es doctrina reiterada de esta Sala, de la que es exponente la citada de veintiuno de enero de mil novecientos noventa y nueve, que una vez que se ha iniciado el expediente expropiatorio si se alcanza un mutuo acuerdo entre las partes en cuanto al precio, el hecho de que la transmisión del bien o derecho objeto del expediente expropiatorio se documente formalmente mediante escritura de compraventa, ello no afecta a la auténtica naturaleza de esta figura jurídica, ya que la transmisión, en este caso, no tiene lugar exclusivamente en virtud de la libre voluntad de las partes, sino como consecuencia de un presupuesto determinante de aquella voluntad, cual es el ejercicio de la facultad expropiatoria de la Administración” De todo ello se colige que el convenio se produjo en contemplación a una operación expropiatoria que constituyó la base de la permuta, cuyos trámites se iniciaron para ejecutar las determinaciones del Plan de 1989 siendo indiferente cuántas fases de dicho procedimiento se materializaron ya que ni siquiera es precisa su iniciación formal para apreciar que una transmisión ha tenido lugar sub specie expropiationis. OCTAVO.- Es precisamente la transferencia coactiva expropiatoria el presupuesto indispensable para que opere una reversión de terrenos ( STS 24 de marzo de 1992). La primera cuestión a dilucidar es la relativa a la caducidad. El artículo 54 de la Ley de Expropiación Forzosa establece que: “En el caso de no ejecutarse la obra o no establecerse el servicio que motivó la expropiación, así como si hubiera alguna parte sobrante de los bienes expropiados, o desapareciese la afectación, el primitivo dueño o sus causahabientes podrán recobrar la totalidad o la parte sobrante de lo expropiado, mediante el abono a quien fuera su titular de la indemnización que se determina en el artículo siguiente. 2. No habrá derecho de reversión, sin embargo, en los casos siguientes: a) Cuando simultáneamente a la desafectación del fin que justificó la expropiación se acuerde justificadamente una nueva afectación a otro fin que haya sido declarado de utilidad pública o interés social. En este supuesto la Administración dará publicidad a la sustitución, pudiendo el primitivo dueño o sus causahabientes alegar cuanto estimen oportuno en defensa de su derecho a la reversión, si consideran que no concurren los requisitos exigidos por la ley, así como solicitar la actualización del justiprecio si no se hubiera ejecutado la obra o establecido el servicio inicialmente previstos. b) Cuando la afectación al fin que justificó la expropiación o a otro declarado de utilidad pública o interés social se prolongue durante diez años desde la terminación de la obra o el establecimiento del servicio. 3. Cuando de acuerdo con lo establecido en los apartados anteriores de este artículo proceda la reversión, el plazo para que el dueño primitivo o sus causahabientes puedan solicitarla será el de tres meses, a contar desde la fecha en que la Administración hubiera notificado el exceso de expropiación, la desafectación del bien o derecho expropiados o su propósito de no ejecutar la obra o de no implantar el servicio. En defecto de esta notificación, el derecho de reversión podrá ejercitarse por el expropiado y sus causahabientes en los casos y con las condiciones siguientes: a) Cuando se hubiera producido un exceso de expropiación o la desafectación del bien o derecho expropiados y no hubieran transcurrido veinte años desde la toma de posesión de aquéllos. b) Cuando hubieran transcurrido cinco años desde la toma de posesión del bien o derecho expropiados sin iniciarse la ejecución de la obra o la implantación del servicio. c) Cuando la ejecución de la obra o las actuaciones para el establecimiento del servicio estuvieran suspendidas más de dos años por causas imputables a la Administración o al beneficiario de la expropiación sin que se produjera por parte de éstos ningún acto expreso para su reanudación. 4. La competencia para resolver sobre la reversión corresponderá a la Administración en cuya titularidad se halle el bien o derecho en el momento en que se solicite aquélla o a la que se encuentre vinculado el beneficiario de la expropiación, en su caso, titular de los mismos. 5. En las inscripciones en el Registro de la Propiedad del dominio y demás derechos reales sobre bienes inmueble s adquiridos por expropiación forzosa se hará constar el derecho preferente de los reversionistas frente a terceros posibles adquirentes para recuperar el bien o derecho expropiados de acuerdo con lo dispuesto en este artículo y en el siguiente, sin cuya constancia registral el derecho de reversión no será oponible a los terceros adquirentes que hayan inscrito los títulos de sus respectivos derechos conforme a lo previsto en la Ley Hipotecaria. Por lo tanto distingue la Ley dos casos, es decir, que se haya producido la notificación de la desafectación o que no y, en el caso que examinados, como el recurrente no fue notificado de dicha desafectación , el derecho de reversión procedía ejercerlo en el plazo de veinte años desde la toma de posesión. Por lo tanto el plazo para ejercitar la solicitud de reversión no había caducado cuando tuvo lugar. NOVENO.- Ha quedado patente la desafectación de los terrenos destinados a equipamiento deportivo público y espacios libres previsto en el Plan General de Ordenación Urbana de 1989 ya que el Plan aprobado en el año 2000 contempla el uso residencial de los mismos. Y que el convenio se celebró en contemplación a una operación expropiatoria que constituía la base del negocio jurídico realizado por lo que procede enjuiciar la procedencia de una reversión por el cambio de fin o destino del suelo adquirido a través de aquel. Pues bien, el artículo 66 del Reglamento de Expropiación dice “ Se prohíbe la realización de obras o el establecimiento de servicios distintos en relación con los terrenos o bienes expropiados a aquellos que motivaron la expropiación”. La reversión viene a ser la última garantía que la ley concede, el reverso de la expropiación que se ha considerado como una condición resolutoria creada por la ley y exigible previo el cumplimiento de los trámites reglamentarios.”( TS 2 de diciembre de 2005). Se funda en la misma naturaleza de la expropiación, ya que si la causa de ésta consiste en subordinar la propiedad al cumplimiento de un interés público, es lógico y natural que si ello no tiene lugar, una vez desaparecida la causa, ha de quedar extinguido el efecto y roto, por tanto, el nudo que ataba los intereses contrapuestos de las partes. Cuando, como en el caso enjuiciado, desaparece la afectación derivada de la expropiación forzosa, el primitivo dueño o sus causahabientes podrán recobrar la totalidad o la parte sobrante de lo expropiado abonando a la Administración su justo precio, entendiéndose por tal el valor que tenga la finca en el momento en que se solicite su recuperación, fijado con arreglo a las normas contenidas en el capítulo III del título II de la Ley de Expropiación Forzosa. DÉCIMO.- Luego si el destino que motivó la expropiación ya no era necesario y no se iba a ejecutar la previsión de equipamientos para disfrute de los vecinos del barrio, desaparecido el interés público lo que procedía era la reversión puesto que si se desposeyó a los propietarios fue precisamente con la justificación del interés general y carece de sentido que la previsión urbanística sea uso residencial. De no ser así este los expropiados en estas circunstancias serían de peor condición que aquellos a los que se obliga a un justiprecio por el mecanismo legalmente establecido( Sala 3ª, sección 6, sección 25 de febrero de 2003). Se impone pues, la estimación del recurso. DECIMO PRIMERO.- No procede hacer expreso pronunciamiento sobre las costas. . VISTOS los preceptos legales citados por las partes y los que son de general aplicación. En función de lo hasta aquí expuesto FALLAMOS PRIMERO.- Estimar el recurso de apelación interpuesto por la representación procesal de Dña María Gracia Padilla y otros contra la sentencia a que se refiere el antecedente de hecho primero de la presente resolución que revocamos y, en su lugar, se estima el recurso contencioso administrativo interpuesto contra el Acuerdo de la Junta Local de Gobierno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria adoptado en sesión de fecha 1 de julio de 2004 por la que se desestima la solicitud del derecho de reversión y contra la desestimación presunta del recurso de reposición que anulamos por no ser ajustados a derecho; teniendo por reconocido el derecho de reversión ejercitado respecto del solar de la Calle Pavía nº 12 propiedad de los recurrentes. SEGUNDO.- No hacer expreso pronunciamiento sobre las costas. Así, por esta nuestra sentencia, testimonio de la cual será remitida en su momento a la oficina de origen, junto con el expediente, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.- Publicación:Leída y publicada ha sido la anterior resolución por la Magistrada Ponente Ilma Sra Dña Cristina Páez MartínezVirel en audiencia pública el mismo día de su fecha.CERTIFICO.-El Secretario.- TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE CANARIAS. SALA DE LO CONTENCIOSO - ADMINISTRATIVO. Sección Segunda. Las Palmas de Gran Canaria. Plaza de San Agustín 6. Estado documento: Definitivo Tfno: 928-325009 Fax: 928-325039 Tipo de procedimiento: RECURSO DE APELACION Nº de procedimiento: 0000094/2007 NIG: 3501645320040002287 Materia: EXPROPIACION FORZOSA Objeto del recurso: J. CONT. 3.- P.O. 749/04. Partes: Intervención: Interviniente: Apelante Apelado Apelante Reyes Fuentes, Julio Ayuntamiento De Las Palmas De Padilla Hernandez, Maria Graci Abogado: Procurador: Moreno Santana, Dolores Padrón Estarriol, Celina VOTO PARTICULAR Voto Particular, que formula la Ilma Sra Magistrada Dª Inmaculada Rodríguez Falcón, en el presente rollo de apelación 94/2007, seguido ante esa Sección. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- Se aceptan los Antecedentes de Hecho de la sentencia de instancia. FUNDAMENTOS JURÍDICOS PRIMERO.- La sentencia apelada declaró que no existía el derecho de reversión interesado, básicamente porque la permuta que dio lugar a la adquisición por el Ayuntamiento de la parcela sita en la calle Pavía, no fue suscrita en el marco de expropiación alguna, por lo que no hubo expropiación sino voluntad de transmitir los bienes de la forma más eficaz y ventajosa para ambas partes. Esta Sentencia es revocada por la Sala al considerar que los terrenos fueron adquiridos en un procedimiento expropiatorio culminado con Convenio para uso espacio libre y equipamiento deportivo y dicho fin cambió con motivo de la Revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Las Palmas de Gran Canaria. La Sala mayoritariamente estimó que <<el Convenio tuvo lugar sub specie expropiationis pues resulta del propio expediente administrativo que para ejecutar las determinaciones contenidas en el Plan General de Ordenación Urbana aprobado el 7 de marzo de 1989 el Pleno acordó iniciar el expediente de expropiación, teniendo lugar la publicación el 18 de mayo de 1990. Previamente a dicha publicación, con fecha 30 de marzo de 1990 el Pleno había acordado dejar sin efectos los trámites expropiatorios. Y mas tarde el 30 de noviembre de 1990 acordó reconducir el expediente, celebrándose un Convenio entre las partes que traía causa en dicha expropiación. Por ello no consideramos acertado que la Juez “ a quo “ señale que ni en el texto de dicho convenio ni en la escritura pública que se formalizó con posterioridad se recoge que dicho acuerdo fuera suscrito en el marco de expropiación alguna”, cuando realmente ocurrió lo contrario pues tanto en dicho Convenio como en la Escritura figura “ que trae causa de un expediente expropiatorio” evidenciándose que la expropiación gravitaba sobre el propietario, siendo indiferente que la transmisión patrimonial tenga lugar por uno u otro instrumento jurídico, permuta, compraventa etc( ST 3 de junio de 1996) y que fuera amistosa.>> SEGUNDO.- A diferencia del criterio de mis compañeros, del que respetuosamente discrepo, la adquisición por parte del Ayuntamiento de la parcela sita en la calle Pavía tiene su origen no en un convenio expropiatorio o convenio sub specie expropiationes sino en un convenio urbanístico en el que se realizó una permuta entre las partes. Así, del procedimiento y expediente administrativo destacaría los siguientes datos fácticos: 1.- El PGOU aprobado el 7 de marzo de 1989, calificaba la parcela sita en calle Pavía nº 12, propiedad de la parte apelante, como Espacio Libre y Deportivo. 2.- Como consecuencia de ello “en un determinado momento y sobre la misma parcela actuaron dos expedientes expropiatorios; uno iniciado por Acuerdo Plenario de fecha 29 de septiembre de 1989, cuyo destino era el de espacios libres, y otro iniciado por acuerdo plenario de fecha 22 de diciembre de 1989 cuyo destino era para uso deportivo (certificación expedida por el Ayuntamiento de Las Palmas -folio 491-; y los propios escritos presentados por don Manuel Reyes Fuentes con fecha 20 y 28 de noviembre de 1989 -folios 515 a 521-). 3.- Don Manuel Reyes Fuentes presentó alegaciones en el periodo de información pública del expediente iniciado para expropiación de los espacios libres de la parcela de su propiedad en escritos presentados el 20 y 28 de noviembre de 1989. Entre sus alegaciones señala que “siendo terrenos urbanos se pretende derogar dicha calificación y afectarlos a instalaciones o canchas deportivas con sistema de actuación aislada y por expropiación. Nos extraña sobre manera que se pretenda ahora motivar la expropiación en la ejecución del Auditorio, actuación muy puntual y que nada tiene que ver con la afección a instalaciones deportivas”. Y en el suplico del último escrito que “en el trámite de información pública arbitrado para la Expropiación Forzosa de los terrenos, sitos en el Rincón, necesarios para el futuro Auditorio en el sentido de que la superficie de los terrenos a expropiar de los dicentes es de 3500m2 y no de 3430m2”. Es decir que sobre la misma finca, y sobre su totalidad, el Ayuntamiento inició dos expedientes expropiatorios sin distinguir pese a que en el plano correspondiente al PGOU de 1989 se diferencia una parte de la parcela destinada a EL ( parques y espacios libres) y otra a DP (deportivo y esparcimiento) (plano 113 -folio 525-). Y deduzco, por las alegaciones que realizó el Sr. Reyes Fuentes, que ambos expedientes se referían a la totalidad de la parcela los 3500 m2. 4.- El Acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de 30 de marzo de 1990 en contestación a las anteriores alegaciones con motivo del expediente de expropiación para espacios libres en la zona del Rincón decidió “aceptar la alegación presentada por don Manuel Reyes Fuentes, dejando sin efecto todos los trámites expropiatorios en relación con la finca de su propiedad c/ Pavía 12 procediéndose para la misma a la tramitación de un nuevo expediente” ( certificación del propio Ayuntamiento al folio 493) Considero que de lo que desistió el Ayuntamiento, por tanto, fue del expediente expropiatorio que había iniciado sobre la parcela, con el acuerdo de 29 de septiembre de 1989, como Espacio Libre; pero continuaba tramitándose el otro expediente expropiatorio del que no había desistido, que era el iniciado por el Acuerdo de 22 de diciembre de 1989, para uso deportivo. 5.- En el Boletín Oficial de la Provincia de Las Palmas, de fecha 18 de mayo de 1990, se publicó un Edicto Expediente de Expropiación Forzosa para la obtención de terrenos para uso deportivo en el barrio de Guanarteme (Calle Pavía nº 12). En el que se hace constar la descripción de los bienes y derechos de urgente ocupación PROPIETARIO: D. Manuel Reyes Fuentes, Paseo de las Canteras número 36. SITUACION DE LA FINCA: Calle Pavía nº 12 SUPERFICIE SOLAR: 3430 m2 En este se anuncio se precisa que se inicia el expediente de expropiación, que se pone de manifiesto al público para, en su momento, solicitar de la Comunidad Autónoma la declaración de urgente ocupación de los mismos. 5.- A este expediente, el iniciado por Acuerdo Plenario de 22 de diciembre de 1989, se presentaron nuevas alegaciones por don Manuel Reyes Fuentes en escrito de fecha 18 de abril de 1990 en los que pedía que el Ayuntamiento se adhiriese a una propuesta de convenio que el mismo presentaba (folios 504 al 508); y al mismo tiempo, presentó otras alegaciones, en escrito de fecha 23 de mayo de 1990, registrado el 28 de mayo de 1990 ( folios 502 a 501), en el que el Sr. Reyes Fuentes hace unas observaciones, reparos y defectos respecto al Anuncio de 18 de mayo de 1990, relativos a la cabida de la finca, a la existencia de dos expedientes de expropiación sobre la misma finca al mismo tiempo para uso deportivo y espacios libres, y que la actuación municipal está en pugna con el acuerdo plenario de 30 de marzo de 1990; y por último, en el punto cuarto literalmente dice “todas esas actuaciones parecen no coordinar con las conversaciones mantenidas amistosamente por escrito, de 18 de abril de 1990, presentado en ese Ayuntamiento aconsejado por los responsables del área de Urbanismo”, suplicando que “deje sin efecto el expediente incoado y prosigan las conversaciones, en orden a convenir urbanísticamente en los términos expresados en el escrito, de 18 de abril de 1990”. La propuesta presentada por la propiedad en el escrito de 18 de abril de 1990 proponía una ordenación urbanística para: 1Un solar que los Sres Reyes Fuentes tenían en las Torres de 13000m2, en los que se comprometían a ceder los terrenos necesarios para la prolongación del trazado de calles y zona verde ajardinada siempre y cuando el Ayuntamiento realizase las obras de urbanización definidas en el artículo 55 del RP, explanación, pavimentación, encintado de aceras, señalización y jardinería y las redes para la instalación de los servicios públicos, de agua alcantarillado y fluido eléctrico y demás. Además de otras condiciones. El ayuntamiento se obligaba a desistir del recurso interpuesto con el número 122/90 2Se señala que siendo la edificabilidad total de la parcela de la calle Pavía de 14000 m2 ( 3500m2x4plantas) se cedería a cambio de una edificabilidad igual aunque fuera en mayor número de plantas, libres de cargas y grávamenes, en una parcela dentro del Plan Parcial la Minilla. Esta parcela estaría libre de todos los gastos de urbanización y de participación en la Junta de Compensación. El Sr. Reyes Fuentes se obligaba a retirar el recurso interpuesto con el número 686/89 contra el PGOU de Las palmas y el Ayuntamiento a su vez a archivar el expediente expropiatorio. 6.- El Acuerdo Plenario de 30 de noviembre de 1990 en sus páginas 6 y 7 contestan a las alegaciones en el expediente de expropiación forzosa para la obtención de suelo para uso deportivo en Guanarteme (seguimos refiriéndonos al de 22 de diciembre de1989), y en concreto al escrito presentado con fecha 28 de mayo de 1990, admitiendo en principio las alegaciones sobre la superficie, la existencia de los dos expedientes expropiatorios que quedan reconducidos o unificados en uno que es el que estaba en tramitación, esto es, el iniciado en virtud de acuerdo de 22 de diciembre de 1989. Respecto a un posible acuerdo se señala que “indicar la disposición de la propiedad para llegar a posibles acuerdos durante el plazo que dure la tramitación del expediente expropiatorio” ( folios 511 y 512) En el mismo Pleno de 30 de noviembre de 1990, en su página 30 y respecto al “convenio urbanístico a suscribir con Saneamientos Reyes S.L., don Manuel, don Julio y don Francisco Reyes Fuentes , por virtud del cual se hace entrega a este Ayuntamiento de un solar situado en la calle Pavía de esta Capital y se ordena urbanísticamente otro situado en el ámbito del Plan Parcial Vista Hermosa, el Pleno, de conformidad con el dictamen favorable de la Comisión de Urbanismo del pasado día 19 de los corrientes acuerda, por unanimidad dar su conformidad al mismo y facultar ampliamente al Iltmo Sr. Alcalde para su firma”. TERCERO.- Antes de seguir analizando el expediente administrativo y las pruebas aportadas conviene detenernos en este punto, el Acuerdo del Pleno de 30 de noviembre de 1990, es una de las pruebas más evidentes de que el Convenio suscrito entre el Ayuntamiento y los Sres. Reyes Fuentes no es un convenio expropiatorio sino urbanístico. Así en el mismo Pleno faculta al Alcalde para suscribir un convenio urbanístico para la adquisición de la parcela y , a su vez, delega en la Comisión de Gobierno la adopción de los tramites necesarios para la tramitación del expediente expropiatorio. Pero además, como señala el propio acto impugnado, aunque inicialmente comenzó el trámite no se sustanció el citado expediente. Es decir, en las alegaciones presentadas ante el Ayuntamiento por el Sr. Reyes Fuentes en escrito fechado el 25 de mayo de 1990, le pidió expresamente al Ayuntamiento que dejara sin efecto el expediente expropiatorio y siguieran con sus conversaciones para “convenir urbanísticamente en los términos expresados en el escrito, de 18 de abril de 1990”. Realmente, entiendo que esto es lo que sucedió, porque finalmente el Convenio fue suscrito el 2 de marzo de 1991, y el contenido del mismo es más propio de una permuta que de un convenio expropiatorio. Así en el mismo se incluye la ordenación del solar de 13000m2 correspondiente al Plan Parcial de Vista Hermosa, en el que se permite una edificabilidad de 12.500m2 lo que suponía un exceso sobre la permitida para aquel sector de 5350m2 con una edificabilidad de 1m2/m2. Estos terrenos fueron clasificados como SUP por el Ayuntamiento; sin embargo, la Comunidad Autónoma estimó un recurso de reposición y los clasificó como urbanos, y el Ayuntamiento que había presentado recurso contencioso contra esta reclasificación se obligó como consecuencia del convenio a retirar el recurso. Al mismo tiempo entregaba una Parcela en la Minilla, y, a su vez, el Sr. Reyes Fuentes se comprometió a retirar el recurso que interpuso contra el uso asignado a su parcela de la calle Pavía por el PGOU y el acuerdo por el que se inició el expediente de expropiación forzosa de la calle Pavía. El contenido del convenio es urbanístico y no surge en el devenir de un procedimiento expropiatorio que caminaba ajeno a estas conversaciones que tenía la propiedad con el Ayuntamiento, y que cristalizaron en el convenio de 22 de marzo de 1991. El convenio no se ha producido como consecuencia de una transferencia forzosa sino voluntaria en la que tratando de “conjugar los intereses públicos con los privados” como dice la cláusula IV del Convenio se ha llegado a una solución que ambas partes consideraron ventajosa. CUARTO.- La sentencia del Tribunal Supremo de 25 de febrero de 2003 resume la línea jurisprudencial consolidada sobre la valoración de los convenios : 1.- Destacando que la figura jurídica que se haya utilizado para la transmisión del dominio no es determinante de la existencia o no de una auténtica expropiación.(Sentencia del T.S. de 20 de marzo de 1995 ). 2.- Para que pueda hablarse de auténtica expropiación es necesario que se haya iniciado expediente expropiatorio, de tal manera que lo que resulta indiferente a la hora de la calificación jurídica es que, una vez iniciado aquél, la transmisión patrimonial tenga lugar por medio de uno u otro instrumento jurídico, permuta, compraventa, etc., en función de que se haya llegado a un acuerdo entre las partes a tal fin.(Sentencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, de 3 de junio de 1996). 3.- Constituye también expropiación forzosa cualquier forma de privación singular de la propiedad privada, o de derechos o intereses patrimoniales legítimos, cualesquiera que fueran las personas o entidades a que pertenezcan, acordada imperativamente, ya impliquen venta, permuta, censo, arrendamiento, etc. (Sentencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, de 28 de abril de 1990). 4.- La sentencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, de 1 de octubre de 1991, que, refiriéndose a la posibilidad de que el particular expropiado y la Administración expropiante convengan la adquisición de bienes o derechos afectados, libremente y por mutuo acuerdo (artículo 24 LEF), indica lo siguiente: «Este acuerdo que se manifiesta por la adhesión del particular a la expropiación, es un negocio jurídico de derecho administrativo, un convenio que tiene por finalidad concretar la cuantía del precio de adquisición derivado de la expropiación, haciendo innecesaria la intervención decisoria del jurado, pero sin que el mutuo acuerdo excluya la existencia de una verdadera expropiación, quedando sin efecto las actuaciones que pudieran haberse verificado relativas a la determinación del justiprecio...». Y conviene decir también que esta misma sentencia recuerda más adelante que el expediente expropiatorio se inicia con la declaración de necesidad de ocupación de los bienes y derechos afectados. En esta línea la sentencia de esta Sala de 21 de julio de 2006, citando la sentencia del Tribunal Supremo de 4 de noviembre de 2005, afirma que no existe real iniciación del expediente expropiatorio cuando no ha sido declarada la utilidad pública o interés social de la obra a realizar. Rechazó en aquella ocasión la Sala el derecho de reversión por entender que “lo único que ocurrió con anterioridad a la compraventa fue una valoración de los terrenos transmitidos por los vendedores, con audiencia de éstos, sin que previamente la Administración hubiera acordado la necesidad de ocupar concretamente tales terrenos, ni otros cualquiera -que constituye el acto de iniciación del expediente expropiatorio-; pero es que además tampoco tuvo lugar ni siquiera la actuación previa a dicha iniciación, consistente en la declaración de utilidad pública o interés social de la construcción de los referidos cuarteles (fin al que habría de afectarse el objeto -los terrenos- "expropiado"). Por consiguiente, no se inició expediente de expropiación de los susodichos terrenos, sin que aparezca dato alguno indicativo de notificación a los titulares de los mismos de una concreta individualización de terrenos a expropiar”. Finalmente, la sentencia del Tribunal Supremo de 4 noviembre 2005 incide en que no “se llegó a iniciar el expediente expropiatorio, como así admite la actora en su escrito de conclusiones (pág. 20) al reconocer que no existió expediente expropiatorio, por lo que no podemos sino concluir que la parte vendedora no se vio privada imperativamente de su propiedad sino que voluntariamente optaron por la transmisión de la propiedad en las condiciones pactadas” y la sentencia del mismo Tribunal de 3 junio 1996 insiste en que “para que pueda hablarse de auténtica expropiación es necesario que se haya iniciado el expediente expropiatorio, de tal manera que lo que resulta indiferente a la hora de la calificación jurídica es el que una vez iniciado aquel la transmisión patrimonial tenga lugar por medio de uno u otro instrumento jurídico, permuta, compraventa etc., en función que de que se haya llegado a un acuerdo entre las partes a tal fin. En el caso que nos ocupa, sin embargo, no concurren los anteriores requisitos, ya que en ningún momento se inició el expediente expropiatorio, ni siquiera se realizan los trámites previos al inicio del expediente, cual sería la declaración de utilidad pública o interés social de la obra a realizar”. Y, por último, la sentencia del Tribunal Supremo de 11 mayo 2000 establece que “el argumento del recurrente no puede prosperar por cuanto tal declaración genérica en modo alguno puede producir el efecto de iniciación de los correspondientes expedientes expropiatorios por el simple hecho de que no constan determinados los bienes afectados por los mismos y estos solo quedan especificados a la aprobación de los correspondientes proyectos, replanteos y reformados posteriores. Por esa razón la sentencia de instancia acertadamente señala que el art. 21 de la Ley de Expropiación Forzosa establece que el acuerdo de necesidad de ocupación inicia el expediente expropiatorio, entendiéndose cumplido este trámite en los urgentes, según el art. 52 del mismo texto legal, con la aprobación del proyecto”. QUINTO.- Por ello, ha de concluirse que los convenios son los que son y no como se les llame. Con esta idea vamos a analizar el siguiente dato fáctico, que es la elevación a escritura pública de 5 de abril de 1995 del convenio privado de fecha 12 de marzo de 1991. En aquella se afirma que las partes “formalizaron el convenio urbanístico con los pactos y condiciones en el mismo contenidos; dicho documento se da aquí y ahora por reproducido para evitar innecesarias repeticiones. Manifiestan los comparecientes que el citado convenio trae causa de un expediente expropiatorio en parte”. Esta alegación o expresión, no puede por sí calificar y convertir cuatro años después de celebrado el convenio en expropiatorio. El fin de la escritura pública era elevar a público el convenio privado, no alterar su calificación o definirlo de alguna manera. En cualquier caso no dejarían de ser simples manifestaciones u opiniones que en ningún caso complementan al convenio. Prueba de ello es que precisamente en el siguiente exponendo de la escritura pública, el IV, se realizan una serie de manifestaciones para completar el expediente, entre las que no figura la referencia a “expediente expropiatorio”. En cualquier caso la expresión utilizada es demasiado ambigua (“... convenio trae causa de un expediente expropiatorio en parte”), y admite dos interpretaciones: 1.-o que parte del convenio trae causa de un expediente de expropiación, no sabemos en que lugar quedaría la otra parte del convenio; 2.- o bien que el convenio trae causa en un expediente expropiatorio iniciado parcialmente. Esto finalmente conecta con la solicitud de reversión presentada, y que es la que nos ocupa, en la que se pide la reversión y se ofrece abonar el valor de la parcela de La Minilla actualizada al haber sido transmitida a terceros y nada se dice respecto a los terrenos del Plan Parcial Vista Hermosa. El convenio era un todo y no se puede dividir lo que nació como una unidad fruto de un consenso de voluntades sobre el todo. No se puede pretender años después de suscribir un convenio urbanístico que una parte del mismo era, o tenía su origen, en la expropiación y el resto no, por unas manifestaciones ante notario realizadas en el momento de elevación a escritura pública del anterior. Cuando un convenio surge “ope expropiacionis” o “sub specie expropiationes”, de conformidad con la doctrina del Tribunal Supremo contenida en sentencias de 21, 24 abril 1997 y 3 noviembre 1999, su fin es <<evitar la expropiación, el hecho de que dicha transmisión haya tenido lugar sub specie expropiationis, esto es, en contemplación a una operación expropiatoria que, iniciada o no, constituye la base del negocio jurídico realizado (ya que el mismo no habría tenido lugar o se habría producido en condiciones distintas en la hipótesis de que no se hubiese contemplado el ejercicio potencial de la potestad expropiatoria por parte de la Administración)>>. Es decir, que el quid es determinar si el negocio jurídico realizado no habría tenido lugar o se hubiese producido en condiciones distintas. En este caso considero, que no hay una transferencia coactiva de la propiedad; es el propietario quien mantiene conversaciones que el mismo califica en sus escritos de amistosas, pide un convenio urbanístico que el mismo esboza y presenta al Ayuntamiento, explicando qué es lo que podría aceptar y lo que no aceptaría. Finalmente el convenio se acerca bastante a lo propuesto por el propietario, quien –finalmente- obtiene por la parcela de Pavía una permuta con el Ayuntamiento con la parcela de La Minilla que tuvo que aprobar la Comunidad Autónoma, y al mismo tiempo obtiene la ordenación urbanística de los terrenos que tenía en el Plan Parcial Vista Hermosa (recordemos que el Ayuntamiento retiró el recurso contra la clasificación como urbano de un suelo, el particular obtuvo una edificabilidad superior a la permitida sobre el sector, y cedió al Ayuntamiento los terrenos para viales y espacios libres). Entiendo que admitir la reversión conlleva la desnaturalización del convenio urbanístico de tal forma que el propietario se queda con todas las ventajas en su patrimonio en perjuicio de la Administración; y ello porque no existió un “convenio expropiatorio en parte”, por más que se haya dicho, sino un convenio urbanístico en el que se transmitieron bienes y se reordenaron sectores “de la forma más eficaz y ventajosa para ambas partes”. Por último, a mayor abundamiento, he de puntualizar que en el expediente no se determinaron los metros cuadrados totales de la parcela, otro indicio o prueba de que el expediente no se inició propiamente. No se concretaron cuántos eran los metros cuadrados destinados a uso deportivo y cuantos los relativos a Espacios Libres en el PGOU de 1989. Lo que conllevaría que la reversión no podría operar sobre la parte destinada a Espacios Libres-cuya superficie exacta no consta- al haber permanecido en ese uso durante 10 años como consta en la certificación del Ayuntamiento respecto al PGMO de revisión del PGOU de 1989 que “parcialmente en su lado Noroeste, que estaba calificada como EL (Espacio Libre) sigue manteniendo dicha calificación como Espacio Libre viario. El resto de la parcela está calificada con el uso residencial”. SEXTO.- Por todo lo expuesto la sentencia apelada debió de ser confirmada en su integridad, sin imposición de costas al apelante de conformidad con el artículo 139 de la LJ por entender que la complejidad del asunto y el amplio debate suscitado justificaba la interposición del recurso de apelación. Vistos los artículos citados y demás de general aplicación, y en atención a todo lo expuesto: El fallo de la sentencia hubiera debido ser, según mi parecer, el siguiente: "Que debemos desestimar y desestimamos el recurso de apelación número 74/2007 interpuesto por las Procuradoras doña Celina Padrón Estarrial y doña Dolores Moreno Santana, contra la sentencia dictada por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3, con fecha 4 de diciembre de 2006, que confirmamos.- Sin imposición de las costas del proceso. Así lo pronuncia y firma la Ilma. Sra. Magistrado Dª Inmaculada Rodríguez Falcón, en forma de voto particular, que se une a la sentencia. __________