uso de los ejercicios oromotores por los patólogos del habla

Anuncio
USO DE LOS EJERCICIOS OROMOTORES POR LOS PATÓLOGOS DEL HABLALENGUAJE PUERTORRIQUEÑOS EN EL TRATAMIENTO DE DESÓRDENES
ARTICULATORIOS Y FONOLÓGICOS
PARTE- III
Sometida al Programa de Patología del Habla-Lenguaje
de la Universidad del Turabo
como requisito parcial
del grado de
Maestría en Ciencias en Patología del Habla-Lenguaje
De la Escuela de Ciencias de la Salud
Por
LUZ M. RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
Mayo, 2013
Maribel González Román, DHSc MA-CCC-SLP
Uso de los Ejercicios Oromotores por los Patólogos del Habla-Lenguaje
Puertorriqueños en el Tratamiento de Desórdenes Articulatorios y Fonológicos
Parte- III
APROBADA:
27 de febrero de 2013
1.
Firma Electrónica
20 mayo 2013
Dra. Maribel González Román
2.
Fecha
Firma Electrónica
20 mayo 2013
Dra. Nydia Bou, Directora
Programa Patología del Habla-Lenguaje
3.
Fecha
Firma Electrónica
20 mayo 2013
Dr. Ángel L. Rivera, Decano
Escuela de Ciencias de la Salud
Fecha
1
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a la Dra. Maribel González Román por ser más que mi mentora. Por
haber sido parte importante en la selección y desarrollo de esta investigación. Le agradezco el
haber pensado en mí para llevar a cabo la culminación de esta investigación en Puerto Rico. Por
su guía, opiniones y las sugerencias que me brindó durante todo este proceso investigativo lleno
de aprendizaje. Mi agradecimiento, también, a mis compañeras, colegas y profesoras por su
valiosa ayuda recomendando e identificando posibles participantes para la investigación.
Agradezco a mi familia y amigos por brindarme su apoyo incondicional durante este
largo periodo de investigación. Gracias por su apoyo en momentos donde parecía imposible
poder realizar y terminar la misma. Sin su ayuda nada de esto hubiera sido posible.
Finalmente, agradezco a los Patólogos de Habla-Lenguaje que sacaron de su tiempo para
participar de este estudio y que hicieron posible la realización del mismo.
2
DATOS DEL INVESTIGADOR
Mi nombre es Luz M. Rodríguez González, tengo 26 años y vivo en el pueblo de
Bayamón. En el año 2010 terminé mis estudios de bachillerato en Terapia del Habla-Lenguaje y
en junio 2011 me gradué de la Universidad del Turabo. Soy Terapista de Habla-Lenguaje desde
ese entonces, ejerciendo mi profesión para el Departamento de Educación de Puerto Rico.
Son varias las razones que me llevaron a elegir mi tema de investigación; “Uso de los
Ejercicios Oro-motores por los Patólogos del Habla-Lenguaje Puertorriqueños en el Tratamiento
de Desórdenes Articulatorios y Fonológicos Parte III”. La primera razón por la cual estoy
haciendo esta investigación es mi interés por especializarme más adelante en el área de Oromotor. Para mí es de suma importancia hacer mi investigación de tesis en una de mis áreas
predilectas y de más interés dentro del campo de Patología del Habla-Lenguaje. Por otra parte,
mi mentora asignada de investigación fue una figura esencial al momento de escoger finalmente
mi tema de investigación. Fue ella quién me habló del tema y me envió toda la información
necesaria para empaparme del tema y tomar mi decisión final. Por último, pienso que es
imperativo que en Puerto Rico se lleven a cabo estudios como éste donde se puede obtener
información, sobre las prácticas que están llevando a cabo los PHL puertorriqueños como parte
de su trabajo y, que a su vez, aporta datos de gran utilidad para futuras investigaciones
científicas sobre el tema en Puerto Rico.
3
TABLA DE CONTENIDO
Carta de Aprobación
1
Agradecimientos
2
Datos del Investigador
3
Resumen
5
Lista de Tablas
6
Lista de Gráficas
7
Capítulo I: Introducción
8
Capítulo II: Revisión de Literatura
17
Capítulo III: Metodología
28
Capítulo IV: Resultados
34
Capítulo V: Discusión
44
Referencias
49
Apéndice A
53
Hoja Informativa
Apéndice B
55
Cuestionario
4
RESUMEN
El propósito de la investigación fue determinar si los patólogos del habla-lenguaje (PHL)
puertorriqueños utilizan los ejercicios oromotores (NSOME`s) para tratar desórdenes
articulatorios y fonológicos. Los participantes fueron reclutados a través del Método Bola de
Nieve y se entregaron aproximadamente 100 cuestionarios a los PHL que cumplieron con los
criterios de inclusión establecidos como requisitos para participar de la investigación. De estos
100 cuestionarios, solamente se recibieron 36 contestados, de los cuales 2 no cumplieron con los
criterios de inclusión para poder participar de la investigación. La investigación encontró que un
97.06% de los PHL utilizan los NSOME`s para tratar desórdenes del habla. Los PHL’s
reportaron que están familiarizados con la literatura relacionada a los NSOME y que ésta apoya
su uso, siendo una de las razones por las cuales ellos lo utilizan con pacientes con trastornos
fonológicos. Es importante que los PHL sigan los principios de la práctica basada en la evidencia
para que puedan determinar si los NSOME son efectivos o no para tratar desórdenes del habla.
5
LISTA DE TABLAS
Tabla
Página
1
Funciones oromotores que buscan mejorar los PHL con los ejercicios oromotores
40
2
Poblaciones con las que se utilizan los ejercicios oromotores
40
3
Nivel de acuerdo de los PHL con las hipótesis sobre los ejercicios oromotores
43
6
LISTA DE GRÁFICAS
Gráfica
Página
1
Distribución geográfica de los participantes
35
2
Ambiente Laboral
35
3
Años ofreciendo servicios a niños con desórdenes del habla
36
4
¿Utilizan los PHL puertorriqueños los ejercicios oromotores? Comparación de los
resultados
5
37
Porciento de respuestas dadas por los PHL puertorriqueños indicando porqué deciden
usar ejercicios oromotres
6
38
Porciento de respuestas dadas por los PHL de los Estados Unidos indicando porqué
deciden usar ejercicios oromotres
7
38
Porciento de respuestas dadas por los PHL puertorriqueños sobre cómo utilizan los
ejercicios oromotores en su práctica clínica
8
42
Porciento de respuestas dadas por los PHL de los Estados Unidos sobre cómo utilizan
los ejercicios oromotores en su práctica clínica
42
9
44
Materiales utilizados con mayor frecuencia para realizar los ejercicios oromotores
7
CAPITULO I
Introducción
Los patólogos del habla y lenguaje (PHL) tienen la alternativa de elegir entre diversos
acercamientos terapéuticos para atender desórdenes del habla. Los acercamientos terapéuticos
disponibles varían dependiendo de cuál sea su enfoque; mejorar la articulación o la forma en la
cual el individuo organiza los sonidos del habla (Bauman-Waengler, 2004). Uno de los
acercamientos terapéuticos aplicados para tratar estos desórdenes es la terapia oromotora. La
terapia oromotora se basa en el uso de ejercicios oromotores cuyo fin es mejorar el habla aunque
éstos no guardan relación directa con los movimientos motores del habla (Strode & Chamberlain,
citado en Lof & Watson, 2008). Ruscello (2008) define los ejercicios oromotores como “una
serie de técnicas y procedimientos no relacionados al habla, diseñados para modificar la postura
en reposo de la lengua, los labios y la mandíbula, mejorar el tono muscular, fortalecer los
músculos, facilitar el rango de movimiento, y mejorar la función y el control muscular a través
de la estimulación sensorial” (p.381). Lof (2007) señala que los ejercicios oromotores difieren de
los tratamientos fonéticos y fonémicos en que éstos no toman en consideración los movimientos
actuales del habla.
Los PHL que utilizan los ejercicios oromotores opinan que éstos ayudan a fortificar la
musculatura de las estructuras orales. Conforme este enfoque los desórdenes del habla serían
resultado directo de una debilidad muscular. Forrest (2002) señala que no todos los individuos
con desórdenes articulatorios presentan debilidad muscular ni una anormalidad en el tono
muscular, como ocurre en la disartria. El recalca que al no existir tal insuficiencia motora en
estas poblaciones, los ejercicios oromotores no tendrán el efecto esperado en el habla. Lof (2007)
indica que no se debe asumir que los desórdenes del habla sean producto de una debilidad
8
muscular, ya que existe muy poca información sobre la fortaleza necesaria para el
desplazamiento de los articuladores durante el habla. En un estudio, Hinton y Arokiasamy (1997)
encontraron que un hablante típico utiliza menos del 20% de la fuerza interlabial disponible. En
relación a este planteamiento, Clark (2003) señala que los mecanismos utilizados por los PHL
para evaluar la debilidad muscular son subjetivos por lo que es muy difícil poder reportar el
aumento de la fuerza muscular luego de utilizado los ejercicios oromotores
Otros PHL sostienen que los comportamientos no verbales y el habla comparten
funciones de coordinación motora (Champan, como citado en Powell 2008). Según estos PHL
como los ejercicios oromotores se basan en comportamientos no verbales, éstos ayudan a
mejorar la producción del habla. Weismer (2006) indica que el control del comportamiento
motor es específico a la tarea; en este caso el habla. “El control motor está ligado a metas únicas
y características específicas del comportamiento motor aún cuando éstos comparten los mismos
músculos y mecanismos neurales” (Weismer, 2006, p.19). En su artículo, Weismer ofrece
ejemplos de estudios que han demostrado que no existe una relación entre el habla y
comportamientos no verbales como el chupar o masticar (Moore & Ruark, 1996; Ruark &
Moore, 1997; Moore, Smith y Ringel, 1988).
Existe también la creencia de que el aprender los movimientos individuales de los
articuladores va a permitir el aprendizaje del movimiento completo. Lof (2007) enfatiza que
descomponer una destreza altamente organizada no va a mejorar el aprendizaje de los
movimientos individuales. Según Forrest (2002), “el fraccionar un comportamiento que se
compone de movimientos interrelacionados no va a proveer información relevante para el
desarrollo apropiado de los componentes neurales” (p.19). Por otro lado, Clark (2003) señala que
los tratamientos oromotores no deben examinar el comportamiento de un articulador de forma
aislada debido a que los articuladores no se comportan de esta forma durante el habla.
9
A pesar de ser considerablemente utilizados por los PHL, no hay evidencia empírica que
respalde el uso de los ejercicios oromotores para mejorar el habla. Lass y Pannbacker (2008)
indican que la evidencia sobre la efectividad de los ejercicios oromotores es débil debido a que
ésta proviene de estudios no controlados, descripciones anecdóticas, opiniones de clínicos, de
agencias que venden materiales terapéuticos o de artículos que provienen de revistadas no
arbitradas. Finn, Bothe y Bramlett (2005) le advierten a los PHL que no deben guiar sus
decisiones clínicas en estos tipos de evidencia debido a que éstos son acercamientos
pseudocientíficos. Powell (2008) expresa que para poder evaluar la efectividad de los ejercicios
oromotores, se deben controlar las variables externas que puedan perjudicar los resultados del
estudio. El argumenta que sin tales controles es muy difícil atribuir los cambios observados al
tratamiento en sí. Por otro lado, Kahmi (2006) indica que es difícil atribuir la mejoría en el habla
a los ejercicios oromotores ya que éstos son utilizados usualmente en combinación con otros
tratamientos.
Planteamiento del Problema
A pesar de la escasa evidencia que avale el uso de los ejercicios oromotores para mejorar
la producción del habla (Non Oral Motor Speech Exercises [NOMSE]), los PHL los utilizan
frecuentemente en su práctica clínica (Lof & Watson, 2008). A raíz de esta situación surge el
siguiente planteamiento: ¿Utilizan los PHL puertorriqueños los ejercicios oromotores para tratar
desórdenes articulatorios y fonológicos?
Propósito de la investigación
El propósito de la investigación es determinar si los PHL puertorriqueños usan los
ejercicios oromotores para tratar niños con desórdenes articulatorios y fonológicos. Con los
resultados de esta investigación se conocerán las prácticas de los PHL de Puerto Rico en relación
a los ejercicios oromotores. Esta información aportaría datos de gran utilidad para futuras
10
investigaciones científicas sobre la efectividad de los ejercicios oromotores para tratar
desórdenes del habla (Lof & Watson, 2008).
Objetivos Específicos
1. Determinar si los PHL puertorriqueños utilizan los ejercicios oromotores para tratar
desórdenes articulatorios y fonológicos. Este objetivo se desprende de la investigación realizada
por Gregory Lof y Maggie Watson (2008) sobre el uso de los ejercicios oromotores por los PHL
de los Estados Unidos.
2. Comparar los resultados del estudio con los resultados encontrados por Gregory Lof y
Maggie Watson (2008) en su estudio sobre el uso de los ejercicios oromotores por los PHL de
los Estados Unidos.
Justificación
No importa el tratamiento que seleccione el PHL para remediar los errores en la
producción de los sonidos del habla, éste está obligado a utilizar la mejor evidencia empírica en
conjunto con la experiencia clínica y las necesidades del paciente al tomar decisiones
terapéuticas (American Speech-Language-Hearing Association [ASHA], 2005). Los ejercicios
oromotores no deberían ser utilizados para tratar desórdenes del habla debido a que no existe
evidencia empírica que demuestre su efectividad, esto es así, si tomamos en cuenta los principios
estipulados por ASHA sobre la práctica basada en la evidencia. La evidencia que respalda el uso
de los ejercicios oromotores se basa principalmente en estudios no controlados, anécdotas, de
agencias que venden materiales terapéuticos, de artículos que provienen de revistas no arbitradas
u opiniones de expertos (Lass & Pannbacker, 2008). En relación a esto, Forrest (2002) señala que
hasta que la evidencia de los ejercicios oromotores no provenga de estudios controlados, el PHL
no debe invertir el tiempo en tratamientos para los que no existe evidencia sobre su efectividad.
Según Forrest, este tiempo debe ser utilizado en intervenciones de las cuales sí se tiene
11
conocimiento que mejoran la producción del habla. A pesar de esta falta de evidencia empírica
los ejercicios oromotores son ampliamente utilizados por los PHL. En un estudio, Lof y Watson
(2008) encontraron que un 85% de los PHL de los Estados Unidos utilizan los ejercicios
oromotores para tratar desórdenes del habla.
En Puerto Rico se desconoce la cantidad de PHL que utilizan los ejercicios oromotores en
su práctica clínica. Tampoco se tiene conocimiento sobre con qué tipo de pacientes son
utilizados ni los motivos por los cuales éstos son usados para tratar niños con desórdenes del
habla. El objetivo de esta investigación sería precisamente responder tales preguntas .
En su estudio sobre el uso de los ejercicios oromotores, Lof y Watson (2008) señalan que
el conocer las prácticas de los PHL sería un primer paso para realizar investigaciones empíricas
sobre los ejercicios oromotores. Estos investigadores, además, indican que el obtener esta
información ayudaría a generar preguntas de investigación y desarrollar metodologías apropiadas
para estudiar la efectividad y eficiencia de los ejercicios oromotores que ayuden a mejorar la
producción del habla.
Los resultados de este estudio junto con los resultados de los estudios realizados por
Quintana (2010) y Valcárcel (2011) permitirán conocer si los PHL en PR utilizan NOMSE y
cuales ejercicios oromotores utilizan. Esto de acuerdo con Lof y Watson, podría generar estudios
controlados en Puerto Rico sobre el efecto de los ejercicios oromotores para tratar desórdenes del
habla. De esta forma, se contaría con la evidencia necesaria para eliminar o respaldar su uso, y
asegurarle así al paciente que el tratamiento que recibe es favorable para él.
Definición de los ejercicios oromotores
Los ejercicios oromotores son un grupo, un conglomerado de métodos y procedimientos
que están diseñados para modificar la pocisión en descanso de la lengua, los labios y la
mandíbula, aumentar el tono muscular, fortalecer los músculos, facilitar el rango de
12
desplazamiento o movimiento, y mejorar el dominio y la función de los músculos a través de la
estimulación oraloral (Ruscello, 2008). En cambio, Lof y Watson (2008) definen los ejercicios
oromotores como “cualquier técnica que no requiere la producción del habla pero que es
utilizada para influir el desarrollo de las habilidades del habla” (p. 394). En esta definición Lof y
Watson hacen hincapié al hecho de que los ejercicios oromotores no toman en consideración los
movimientos actuales del habla. Algunos de los ejercicios omotores empleados son: el soplar
burbujas, inflar las mejillas, protruir y retraer los labios, pitar, abrir y cerrar la mandíbula, y
colocar frío a los labios (Rosenfold-Johnson, 2001).
Técnicas Oromotoras
Clark (2003) señala que los ejercicios oromotores pueden organizarse en las siguientes
categorías: a) ejercicios activos, b) ejercicios pasivos y c) ejercicios de estimulación sensorial. El
uso de estos métodos terapéuticos está fundamentado en los principios de facilitación muscular e
inhibición propuestos por terapistas físicos y ocupacionales.
Ejercicio oromotor activo. El ejercicio activo es el ejercicio oromotor más comúnmente
empleado en el campo de patología del habla y lenguaje. Existe una variedad de materiales y
programas comerciales diseñados para realizar este tipo de ejercicio. Los dos tipos de ejercicios
activos son el fortalecimiento muscular y los ejercicios de estiramiento.
Uno de los objetivos de los ejercicios de fortalecimiento muscular es incrementar la
cantidad de tensión o fuerza que el músculo sea apto de hacer. Este tipo de ejercicio se emplea
cuando se sospecha que hay una debilidad a nivel muscular de las estructuras orales. Se pueden
emplear como una actividad preparatoria antes de incluir actividades específicas de aprendizaje
de destrezas motoras (Clark, 2003).
Los ejercicios de fortalecimiento pueden ser isotónicos o isométricos. Los ejercicios
isotónicos resultan en cambios en el largo del músculo con una tensión muscular constante
13
durante el movimiento. Mientras que los ejercicios isométricos ocasionan una tensión muscular
sin que haya cambio en el largo del músculo. Un ejemplo de un tipo de ejercicio isotónico es el
que se ejecuta cuando se le enseña al paciente que junte los labios y los abra fuertemente. Un
ejercicio isométrico es el sujetar un depresor de entre medio de los labios por un lapso específico
de tiempo. Clark (2003) indica que los ejercicios de fortalecimiento deben de ir acompañados de
tareas que incorporen la producción del habla, y que para poder ser efectivos deben ejecutarse en
varias repeticiones hasta que el músculo se fatigue. Lof (2007) reitera que como los ejercicios
oromotores no verbales no siguen estos principios básicos, éstos no tendrían un efecto en la
fuerza muscular.
Por otro lado, los ejercicios de estiramiento buscan desplazar un músculo más allá de su
rango de movimiento típico. Este tipo de ejercicios se ejecutan con la intención de incrementar o
reducir el tono muscular. Si las fibras musculares son estiradas vertiginosamente se produce un
incremento en el tono muscular. En cambio, si las fibras musculares son estiradas lentamente
ocurre una reducción en el tono muscular (Clark, 2003).
Los músculos más comúnmente trabajados con estos ejercicios de estiramiento son los
labios y la lengua. A pesar de esto, Clark (2005) indica que los ejercicios de estiramiento no van
a tener una secuela sobre estos articuladores ya que estas actividades son fundamentadas en
indagaciones sobre los músculos de las extremidades del cuerpo. Según Clark, el único
articulador que pudiera responder a tales ejercicios es la mandíbula debido a su semejanza a
nivel muscular, con las extremidades del cuerpo.
Ejercicio oromotor pasivo. El ejercicio pasivo es aquel en el cual el paciente es
auxiliado total o parcialmente por el clínico para lograr el desplazamiento del músculo. Este
incluye ejercicios pasivos de rango de movimiento el estiramiento pasivo y el masaje (Clark,
2005). El objetivo del ejercicio pasivo es conservar la integridad de las articulaciones y los
tejidos suaves, conservar la elasticidad muscular, mejorar la circulación, y suministrar
14
estimulación sensorial (Clark, 2003). Los ejercicios pasivos de rango de desplazamiento se
utilizan usualmente con pacientes que no pueden ejecutar ejercicios activos debido a la hiper o
hipotonicidad de los músculos (Ruscello, 2008). El ejercicio pasivo de estiramiento es empleado
con el fin de aumentar el tono muscular de los articuladores. Clark (2003) señala que al igual que
el ejercicio activo de estiramiento, el ejercicio pasivo de estiramiento no tendría un efecto en el
tono de los labios, la lengua o la mandíbula. Por otro lado, el masaje es empleado con el objetivo
de mejorar la circulación de la sangre, facilitar la relajación y aplacar el dolor asociado a la
hipertonicidad.
Estimulación sensorial. La estimulación sensorial consta en diferentes estímulos o
modalidades sensoriales que son aplicados para mejorar o estimular la función muscular
(Ruscello, 2008). Estas modalidades sensoriales pueden incluir: calor, frío, vibración,
estimulación eléctrica y ondas electromagnéticas. Estos son empleados con el objetivo de incitar
una respuesta terapéutica en el tejido (Clark, 2003).
Temperatura. El calor es aplicado en los músculos para disminuir espasmos musculares y
mejorar el rango de movimiento. La aplicación de calor no ha sido empleada tan ampliamente en
los músculos relacionados al habla, ya que no son usuales los espasmos musculares en los
desordenes del habla (Ruscello, 2008). No ocurre de igual forma con la aplicación de frío. Clark
(2005) reporta que se ha hallado que la aplicación de frío puede disminuir transitoriamente la
espasticidad disminuyendo a su vez la velocidad de conducción de las señales nerviosas.
Estimulación eléctrica. La estimulación eléctrica se refiere a la aplicación de pequeñas
cantidades de voltaje al tejido muscular (Clark, 2003). Este voltaje eléctrico es empleado con el
objetivo de conseguir la contracción muscular. Clark (2003) indica que hay muy poca
información sobre los parámetros apropiados para evocar las contracciones musculares en las
estructuras laríngeas y faríngeas. La estimulación eléctrica es empleada primordialmente para
15
tratar desordenes de tragado. No es usual hallar literatura que secunde el uso de la estimulación
eléctrica para mejorar la producción del habla (Ruscello, 2008).
Vibración. Clark (2003) indica que la vibración tiene como finalidad estimular tanto el
sistema motor como el sistema sensorial. La vibración se emplea con el fin de aumentar el tono o
la fuerza de contracción muscular. Este tipo de estimulación sensorial no es empleado
usualmente para tratar problemas en la producción del habla.
16
CAPITULO II
Revisión de la Literatura
Introducción
El tema sobre el uso erróneo de los ejercicios oromotores para tratamiento de articulación
y fonología fue planteado públicamente por primera vez por el Dr. Gregory Lof y la Dra. Maggie
Watson en el año 2008. Desde ese entonces han sido varios los expertos que han llevado a cabo
investigaciones sobre ese tema, desatando así diversos debates, acuerdos y desacuerdos sobre la
eficacia o ineficacia de dicho tratamiento.
Hipótesis sobre los Ejercicios Oromotores
Fuerza de los articuladores. Los ejercicios oromotores son empleados con el propósito
de incrementar la fuerza muscular de los articuladores y la coordinación motora. Se sostiene que
algunos problemas en la producción del habla son consecuencia de una fragilidad en los
músculos de los articuladores. Aunque en algunas condiciones neurológicas el desorden de habla
se relaciona a debilidad muscular no es así para otros desordenes del habla, como por ejemplo
los desórdenes articulatorios funcionales (Forrest, 2002).
Otra complejidad sobre esta teoría es que hay muy poca evidencia sobre la fuerza
necesaria para el movimiento de los articuladores (Lof, 2007). En un estudio, Hinton y
Arokiasamy (1997) encontraron que la fuerza empleada por los articuladores, durante la
producción del habla es mínima. En el estudio se midió la presión interlabial en seis féminas
entre las edades de 20-35 años. Hinton y Arokiasamy hallaron que un hablante típico emplea
menos del 20% de la fuerza interlabial disponible sin importar si la mandíbula colabora o no al
cierre labial.
Palmer y Osborn (citado en Ruscello, 2008) desarrollaron un dispositivo en forma
circular que se introducía en la boca y calculaba la presión de la lengua. Los participantes del
17
estudio tenían que presionar con la lengua dicho dispositivo. Los resultados del estudio
mostraron que los hablantes típicos tenían presiones más altas que aquellos sujetos que
presentaban desórdenes articulatorios. Palmer y Osborn expusieron que la fuerza era un
componente trascendental en la velocidad y exactitud de los movimientos de los articuladores.
Dworkin y Culatta (1980) llevaron a cabo un estudio en el cual investigaron fuerza de la
lengua. El grupo experimental estaba constituido por dos grupos: un grupo era de niños que
exhibían seseo, “tongue thrust” y mordida abierta; y el otro grupo era de niños con “tongue
thrust”, mordida abierta y articulación normal. El grupo control estaba formado por niños que
exhibían un habla y una oclusión típica. A cada uno de los integrantesse le evaluó su respectiva
fuerza lingual. Dworkin y Culatta hallaron que no hubo desigualdad en la fuerza lingual entre el
grupo experimental y el grupo control. Los investigadores indicaron que los ejercicios de
fortalecimiento no tienen un efecto mayor en enmendar el seseo y el “tongue thrust”.
Clark, O’Brien, Calleja y Corrie (2009) estudiaron si la fuerza de la lengua se
incrementaba al emplear ejercicios oromotores por un lapso de nueve semanas. La investigación
se llevó a cabo con 39 adultos los cuales no exhibían desórdenes del habla. Para conseguir el
fortalecimiento de la lengua se emplearon ejercicios linguales de protrusión, elevación y
lateralización. El ejercicio de elevación constaba en forzar la lengua contra el paladar duro y el
área alveolar. Para el ejercicio de protrusión, se posicionó un depresor lingual entre los incisivos
superiores e inferiores. Los participantes tenían que tocar el depresor lingual con la lengua
ejerciendo fuerza sobre ésta. De igual forma, se situó un depresor lingual entre los premolares
superiores e inferiores para llevar a cabo el ejercicio de lateralización. Cada semana se evaluaba
la fortaleza de la lengua y las mejillas en cada uno de los integrantes. Clark, O’Bren, Calleja y
Corrie hallaron que hubo un incremento en la fortaleza de la lengua en comparación con la
18
fortaleza de las mejillas. Luego de 2 a 4 semanas de haberse detenido los ejercicios, se observó
que hubo una merma en la fortaleza de la lengua.
Luschei (como citado en Clark, 2003) alega que la mentalidad sobre la fuerza de los
articuladores es errada particularmente para la lengua. Según Luschei, la lengua necesita de una
fortaleza muscular considerable para ejecutar un movimiento rápido. En este sentido, Clark
(2003) alega que los ejercicios oromotores deben enfocarse en el “poder” como último objetivo
para mejorar la velocidad del movimiento en lugar de la fuerza. Esto resultaría en una exactitu
articulatoria, y por consiguiente, una mejor inteligibilidad.
Por otro lado, Clark (2003) indica que los mecanismos empleados para evaluar la
debilidad muscular son subjetivos. El examen oromotor usualmente utilizado por el patólogo del
habla y lenguaje se basa en su percepción clínica sobre la fuerza y el rango de movimiento. Por
lo que es muy complicado poder reportar el incremento de la fuerza muscular seguido de los
ejercicios oromotores.
Relación entre los comportamientos no verbales y el habla. Existe la teoría de que el
habla se desarrolla de conductas no verbales como el chupar o masticar. Según Chapman (citado
en Powell, 2008), el habla y las conductas no verbales (chupar o masticar) comparten funciones
de coordinación motora. Lof (2009) discrepa de Chapman demostrando que las mismas
estructuras utilizadas en el habla y en conductas no verbales trabajan en diferentes maneras
dependiendo en cual sea la tarea ejecutada y que cada tarea es controlada por diferentes áreas del
cerebro. “El control motor está ligado a metas únicas y características específicas al
comportamiento motor aún cuando estos comparten los mismos músculos y mecanismos
neurales” (Weismer, 2004, p.19).
Moore, Smith y Ringel (1988) llevaron a cabo una investigación con el objetivo de
reseñar la coordinación de los movimientos mandibulares durante el habla y el proceso de
19
masticación. Ellos evidenciaron que la actividad muscular para el habla se caracteriza por una
contracción simultánea de los músculos antagónicos y agónicos. El estudio encontró que el habla
conectada activaba patrones de movimientos que no se relacionan a los contemplados en la
masticación.
Moore y Ruark (1996) analizaron el movimiento mandibular en niños durante el habla y
comportamientos no verbales. Los niños de 15 meses de edad fueron observados durante el
proceso de masticación, succión, balbuceo y el habla. El estudio encontró que la coordinación
mandibular durante las conductas no verbales y el habla eran diferentes uno del otro. Moore y
Ruark concluyeron que el habla no se desarrolla de conductas no verbales. Ostry (citada en
Weismer, 2004) halló resultados similares a los de Moore y Ruark. El reportó que el movimiento
mandibular sucede de forma diferente durante el habla y el proceso de masticación.
En otra investigación, Ruark y Moore (1997) estudiaron el movimiento de los labios
durante el habla y en tareas no verbales. El análisis de la data obtenida reveló que la actividad
muscular de los labios durante el habla y las tareas no verbales difieren entre sí. Por lo cual,
Ruark y Moore señalaron que parecía no existir una coordinación motora entre ambos procesos.
Steeve, Moore, Green, Reilly y Ruark (2008) reportaron que el movimiento mandibular
efectuado durante el proceso de masticación es diferente al utilizado durante el habla. El estudio
se realizó con 15 infantes de nueve meses de edad. Los movimientos mandibulares de los
infantes fueron evaluados durante el proceso de alimentación y balbuceo. El estudio halló que el
proceso de masticación, el chupar y el balbuceo no comparten el mismo proceso de coordinación
mandibular. Estos comportamientos verbales y no verbales se encuentran pobremente
organizados a estas edades si los comparamos con los adultos.
Transferencia y aprendizaje de las partes al todo. Existe la presunción de que el
aprender los movimientos individuales de los articuladores va a simplificar el aprendizaje del
20
movimiento completo. Lof (2007) acentúa que descomponer una destreza altamente estructurada
no va a mejorar el aprendizaje de los movimientos individuales. Según Forrest (2002), “el
fraccionar un comportamiento que se compone de movimientos interrelacionados no va a
proveer información relevante para el desarrollo apropiado de los componentes neurales” (p.19).
Ingram e Ingram (como citado en Lof, 2007) señalan que el aprender el movimiento completo es
más efectivo que descomponer el movimiento en sus partes individuales. Al descomponerse los
movimientos articulatorios, la generalización al habla de tales movimientos es muy poco posible
(Powell, 2008).
Por otro lado, Clark (2003) indica que los tratamientos oromotores no deben examinar el
comportamiento de un articulador de forma aislada, debido a que los articuladores no actúan de
esta forma durante el habla. Aquel ejercicio que incorpore el movimiento deseado compuesto de
los movimientos de todos los articuladores, va a ser más provechoso que aquel que se basa en el
movimiento de un solo articulador.
Naylor y Briggs (citado en Forrest, 2002) evidenciaron que el aprendizaje de una tarea
compleja con partes independientes podría ser simplificado por el entrenamiento de las partes
individuales del comportamiento. Por el contrario, un comportamiento altamente organizado,
como el habla, no va a mejorar al aprender sus partes, al contrario esto podría desfavorecer el
aprendizaje de este comportamiento.
Wightman y Lintern (citado en Forrest, 2002) ampliaron los resultados encontrados por
Naylor y Briggs. Estos investigadores identificaron tres modos en los cuales una destreza puede
ser fraccionada segmentación, simplificación y fragmentación. La segmentación divide una
destreza en una serie de subcomponentes espaciales y temporales con un principio y fin que
pueden ser identificables. Un fonema aislado puede ser segmentado del habla conectada siendo
producido y practicado antes de ser presentado en un contexto silábico. La fragmentación divide
21
elementos producidos simultáneamente en subcomponentes independientes. En cambio, la
simplificación es un procedimiento en el cual varios aspectos de la destreza se realizan más
sencillamente al ajustar características de ésta. Wightman y Lintern hallaron que la
fragmentación no permite aprender la destreza motora completa. Ellos reportaron que el método
de simplificación permite un aprendizaje que puede ser comparable al entrenamiento de la
destreza en su totalidad.
Investigaciones Realizadas sobre la Efectividad de los Ejercicios Oromotores
Las primeras investigaciones que se pueden hallar en la literatura sobre los ejercicios
oromotores fueron realizados en personas, sujetos con “tongue thrust”. Overstake (citado por
Ruscello, 2008) estudió un grupo de niños que presentaban “tongue thrust”, seseo y una mordida
no típica. Los participantes fueron asignados a dos grupos de tratamiento. Uno de los grupos
recibió terapia miofuncional y el otro una combinación de terapia miofuncional con un
tratamiento articulatorio. El estudio halló que los dos grupos mejoraron la producción del fonema
/s/. Overstake determinó que la terapia miofuncional es igual de efectiva que la terapia
tradicional del habla.
Christensen y Hanson (1981) también hallaron resultados semejantes a los de Overstake.
Ellos evaluaron a niños que presentaban errores articulatorios en los fonemas /s/ y /z/. A
diferencia de la investigación de Overstake, este estudio no incluyó un grupo que recibiera
únicamente la terapia miofuncional. Un grupo recibió terapia tradicional del habla, mientras que
el segundo grupo recibió terapia tradicional del habla y terapia miofuncional. Al evaluar los
resultados de las terapias, se encontró que en en ambos grupos hubo una mejoría en la
producción de los fonemas /s/ y /z/.
Ray (citado en Ruscello, 2008) realizó una investigación con seis adultos que tenían
“tongue thrust” y problemas articulatorios. Los errores articulatorios eran causados por
22
problemas en el cierre dental. El examinador reportó que la posición de la lengua en reposo, los
labios y la articulación mejoraron como consecuencia de la terapia miofuncional.
En otro estudio, Skinder-Meredith y Lentz (2004) evaluaron la efectividad de los
ejercicios oromotores en un niño de siete años que presentaba errores articulatorios y “tongue
thrust”. El niño presentaba problemas en la producción de los fonemas /r/ y /s/. El ejercicio
oromotor se efectuó con un cilindro de plástico de tres diámetros. El cilindro se ubicó entre los
dientes incisivos del participante. Los labios del participante ejercían precisión sobre el cilindro.
El participante debía que mantener el cilindro en esta posición durante un periodo de tiempo
determinado y en un número determinado de tareas. El fonema /s/ fue utilizado como control en
la investigación. En la tercera semana de intervención, se descartó la terapia tradicional del habla
y se comenzó a utilizar como tratamiento los ejercicios oromotores. A la duodécima semana, la
terapia con ejercicios oromotores fue eliminada. Los resultados del estudio reflejaron que hubo
una mejoría en la producción de los fonemas en error.
Gommerman y Hodge (1995) llevaron a cabo un estudio con una niña de 16 años que
presentaba “tongue thrust”. La niña recibió en una primera fase terapia miofuncional y
posteriormente terapia articulatoria. Aunque hubo una mejoría en el “tongue thrust” no hubo
modificación en la articulación hasta que se comenzó (inició) la terapia del habla.
Hayes, Savinellil, Roberts y Calidito (citado en Lof, 2007) investigaron el efecto de los
ejercicios oromotores en seis niños con errores articulatorios funcionales. Los niños fueron
divididos en dos grupos: un grupo recibió terapia oro-motora y otro grupo terapia articulatoria
tradicional. El estudio halló que la terapia tradicional mejoró la producción de los sonidos del
habla. Tales cambios no se observaron al utilizar la terapia oromotora.
Colone y Forres (según citado por Ruscello, 2008) efectuaron un estudio con gemelos, los
cuales exhibían problemas articulatorios similares. Uno de los gemelos recibió la terapia oro-
23
motora, mientras que el otro recibió terapia tradicional del habla. No se exhibió cambio a nivel
articulatorio en el niño que recibió el tratamiento oromotor.
En otra investigación, Occhino y McCann (según citado por Ruscello, 2008) estudiaron
los efectos del tratamiento oromotor en un niño de cinco años con desorden pervasivo del
desarrollo. Los ejercicios oromotores fueron usados exclusivamente durante la etapa inicial del
tratamiento y como parte de la terapia tradicional del habla. La investigación halló que los
ejercicios oromotores no lograron mejorar la producción de los fonemas en error.
Guisti y Cascella (2005) realizaron un estudio con cuatro niños que asistían al primer
grado. Todos los integrantes presentaban un desorden articulatorio leve. Los niños tomaron
(recibieron) 15 horas de sesiones de terapia utilizando el protocolo Easy Does it for Articulation:
An Oral Motor Approach. Al culminar el tratamiento, se evaluó nuevamente la articulación de
los niños y no se halló diferencia alguna en la producción del habla.
En este artículo, Guisti y Cascella (2005) explican, plantean varias razones por las cuales
los ejercicios oromotores no fueron efectivos. En primer lugar, ellos indican que los ejercicios
oromotores no tuvieron efecto en la producción de habla debido a que los integrantes tenían
intacta las destrezas oromotoras. Guisti y Cascella advierten que aquellos que utilizan los
ejercicios oromotores tienen que cerciorarse que el desorden se deba a una debilidad muscular.
En segundo lugar, los ejercicios oromotores realizados no eran específicos a los errores
articulatorios presentados por los participantes del estudio. La última razón del por qué los
participantes no mostraron mejorías en la producción del habla, se relaciona con la polémica
sobre si los niños aprenden mejor el sonido del habla en unidades completas o en partes
individuales. Según Guisti y Cascella, es más positivo aprender el movimiento completo del
proceso de articulación en lugar de las partes discretas o individuales.
24
En un estudio semejante, Abrahamsen y Flack (citado en Lof, 2007) investigaron el
efecto de los ejercicios oromotores en un niño preescolar que se sospechaba tenía Apraxia Verbal
del Desarrollo. El niño recibió terapia de ejercicios oromotores por un lapso de diez horas.
Abrahamsen y Flack reportaron que los ejercicios oromotores mejoraron la producción del habla.
Polmanteer y Fields (citado en Ruscello, 2008) compararon la unión de los ejercicios
oromotores y la terapia tradicional del habla con la terapia del habla exclusivamente. El estudio
se realizó con una muestra de ocho participantes los cuales fueron divididos en dos grupos. Uno
de los grupos recibió el tratamiento que combinaba la terapia tradicional del habla con los
ejercicios oromotores, mientras que el segundo grupo recibió terapia tradicional del habla
exclusivamente. Polmanteer y Field reportaron que hubo una mayor mejoría en el grupo de
participantes que recibió el tratamiento que combinaba la terapia tradicional del habla y los
ejercicios oromotores.
Solomon (2000) evaluó el resultado que tiene el extenuar la lengua en la producción del
habla. El estudio se efectuó con ocho integrantes que no presentan impedimentos a nivel
neurológico. La tarea de fatigación de la lengua consistió en realizar ejercicios de contracción
muscular sostenida por un lapso de 6 segundos. Solomon reportó que la producción de los
sonidos se vio afectada luego de realizados las tareas de fatigación.
Relación entre la Práctica Basada en Evidencia y los Ejercicios Oromotores
La práctica basada en la evidencia (EBP, según sus siglas ingles) se define como el uso
consciente, explícito y juicioso de la mejor evidencia disponible en la toma de decisiones sobre
el cuidado de los pacientes individuales (Sackett, Rosenberg, Gray, Haynes y Richardson, como
citado en Caraballo et al, 2008). ASHA (2005) señala que la EBP es “la integración de la mejor
evidencia empírica disponible con la experiencia clínica y las necesidades y preferencias del
paciente”. El uso de EBP permite al clínico decidir cuáles de los procedimientos (métodos)
25
clínicos son más efectivos en una situación dada (Brackenbury, Burroughs & Hewitt, 2005). En
adición a esto, Brackenbury, Burroughs & Hewitt señalan que la EBP guía al clínico a prescindir,
abstenerse del uso de métodos no efectivos. La discordia entre estudios empíricos, la experiencia
clínica y las preferencias del paciente tendría un impacto negativo en el progreso del paciente
(Muttiah, 2008).
En los últimos años, ASHA ha hecho hincapié en el uso de la práctica basada en la
evidencia al tomar decisiones clínicas. A pesar de los innumerables artículos y presentaciones
relacionadas a los beneficios de EBP, se ha descubierto que ésta no forma parte de la práctica
clínica de los PHL (Brackenbury, Burroughs & Hewitt, 2005). Zipoli y Kennedy (2005)
efectuaron un estudio en el cual evaluaron las actitudes de los PHL sobre el uso de EBP. Estos
investigadores hallaron que los PHL tienen actitudes positivas sobre el uso de EBP. A pesar de
esta actitud positiva, solo un 17.7% de los PHL reportaron que toman en consideración las
investigaciones en la toma de decisiones clínicas. Zipoli y Kennedy además encontraron
(hallaron) que la experiencia clínica y las opiniones de expertos son las fuentes de información
utilizadas con mayor frecuencia por los PHL.
La evidencia sobre la eficacia de los ejercicios oromotores no proviene de estudios
empíricos sino de experiencias clínicas, opiniones de expertos, artículos de revistas no arbitradas
o fuentes donde se venden materiales terapéuticos (Lass & Pannbacker, 2006). Finn, Bothe y
Bramlett (2005) identificaron diez criterios para diferenciar entre pseudociencia y ciencia. Entre
los criterios se encuentran: evidencia basada en anécdotas, experiencias personales o
investigaciones publicadas en revistas no arbitradas. Según los criterios presentados por Finn et
al., el uso de los ejercicios oromotores tiene su base en acercamientos pseudocientíficos. Uno de
los elementos de EBP es el uso de la evidencia empírica en la toma de decisiones clínicas, y el
uso de los ejercicios oromotores no cumple con tal elemento. Lof (2009) indica que no se
26
justifica el uso de los ejercicios oromotores por los PHL ya que al utilizarlos no se están
siguiendo los principios de EBP.
En una revisión de literatura, Lass y Pannbacker (2006) no hallaron estudios controlados
que respaldaran el uso de los ejercicios oromotores. En cambio los escasos estudios controlados
que aparecen en la literatura reportan que los ejercicios oromotores no mejoran la producción del
habla. McCauley, Strand, Lof y Schooling (2009) hallaron resultados similares a los reportados
por Lass y Pannbacker. McCauley et al. realizaron una revisión sistémica sobre el efecto de los
ejercicios oromotores en la producción del habla. Estos investigadores no encontraron evidencia
suficiente que respaldara o rechazara la efectividad de los ejercicios oromotores para tratar
desórdenes articulatorios.
En una conferencia (MSHA Annual Conference), llevada a cabo recientemente en
Winnipeg, Canadá en Abril 26, 2012. El Dr. Lof presentó que 85% de los PHL en Estados
Unidos el usan NSOME para cambiar la producción de los sonidos del habla (Lof & Watson,
2008); 85% de los PHL Canadienses utilizan NSOME (Hodge et al. 2005); y un 71.5% de los
PHL en UK también los utilizan (Joffe & Pring, 2008). Esto demuestra que muchos clínicos no
leen, ni basan sus terapias, en artículos escritos por sus colegas y debidamente revisados pero, en
cambio, se basan en escritos no científicos. En dicha conferencia el Dr. Lof también reiteró el
por qué no se debe utilizar los NSOME para tratamiento fonológico y añadió que “NSOME es un
procedimiento no es un objetivo. El objetivo de la terapia del habla no es producir un
movimiento en la lengua, tener articuladores fuertes, hinchar las mejillas, etc. Más bien, el
objetivo es producir habla inteligible” (Gregory L. Lof, 2012).
27
CAPITULO III
Metodología
En este capítulo se expone la metodología a seguir para realizar la investigación, la cual
está basada en el marco conceptual, las investigaciones previas y los objetivos a seguir. También
se describirá a los participantes, instrumentos de investigación, análisis de datos, consentimiento
informado y limitaciones del estudio.
Diseño
La investigación se llevará a cabo a través de un diseño no-experimental descriptivo en
forma de cuestionario. El propósito de este acercamiento es proveer una imagen general de las
características del grupo, pero permite que las variables puedan ser asociadas o correlacionadas.
Este diseño no experimental-descriptivo permitirá describir y conocer el uso de los ejercicios
oromotores usados por los PHL puertorriqueños para tratar desórdenes articulatorios y
fonológicos. El diseño seleccionado es similar al utilizado por los investigadores Gregory Lof y
Maggie Watson (2008) en su estudio sobre el uso de los ejercicios oromotores por los PHL de
los Estados Unidos.
Objetivos
El objetivo de la investigación será determinar si los PHL puertorriqueños utilizan los
ejercicios oromotores para tratar desórdenes articulatorios y fonológicos. Este objetivo se
desprende de una investigación realizada por Gregory Lof y Maggie Watson (2008) sobre el uso
de los ejercicios oromotores por los PHL de los Estados Unidos.
2. Comparar los resultados del estudio con los resultados encontrados por Gregory Lof y
Maggie Watson (2008) en su estudio sobre el uso de los ejercicios oromotores por los PHL de
los Estados Unidos.
28
Descripción de los Participantes
Criterios de Inclusión
Se seleccionará una muestra de PHL residentes en Puerto Rico. Los participantes deberán
tener al menos un año de experiencia como patólogos del habla y lenguaje en Puerto Rico. De
igual forma, éstos deberán estar ejerciendo actualmente como PHL y ofreciendo servicios a niños
que presentaran desórdenes articulatorios y fonológicos en el país.
Criterios de Exclusión
En este estudio se excluirán a todos los PHL que tienen menos de un año de experiencia
como PHL, que no ejerzan en PR o que no ofrezcan servicios a niños que presentaran desórdenes
articulatorios y fonológicos en el país. Se excluirán a los PHL que habían completado el
cuestionario anteriormente.
Procedimiento de Reclutamiento de los Participantes
Se reclutarán aproximadamente 100 participantes utilizando el método “snow ball”,
también conocido como “bola de nieve”. El mismo fue descrito por Patton (2002). El método de
bola de nieve es utilizado normalmente en los estudios de tipo social, en donde el objetivo es
encontrar individuos con determinadas características específicas bien pre-establecidas a quienes
administrarle la encuesta y que estos respondan a las expectativas del examinador. Patton (2002),
señala que los resultados del método de bola de nieve, permiten identificar los recursos a
investigar en una comunidad y seleccionar aquellas personas mejor adecuadas para las
necesidades del proyecto o proceso.
En su estudio Qualitative evaluation and research methods (pp. 127-238); Patton, M.
(2002), lo define: “como un enfoque para la localización de informantes claves ricos en
información o casos críticos. El proceso comienza preguntando a las personas adecuadas:
"¿Quién sabe mucho acerca de ____?¿Con quién debo hablar?" . Al pedir a un número de
personas con quién más hablar, la bola de nieve crece y crece a medida que se acumulan nuevos
29
casos ricos en información. En la mayoría de los programas o sistemas, algunos nombres claves
o incidentes se mencionan repetidamente. Esas personas o eventos recomendados como valiosos
por varios informantes diferentes adquieren una importancia especial. La cadena de informantes
recomendados típicamente divergen inicialmente como muchas posibles fuentes son
recomendadas, entonces convergen algunos nombres claves se que son mencionados una y otra
vez.”
Escenario
Los cuestionarios serán entregados de forma presencial a los PHL que cumplan con todos
los criterios de inclusión establecidos como requisitos para participar de la investigación, en el
lugar que ellos seleccionen.
Procedimientos para llevar a cabo la Investigación
Procedimiento de hoja informativa.
Se desarrolló una hoja informativa en la cual se les explicará a los participantes el
propósito del estudio. En la hoja informativa, se les informará a los participantes que su
participación es voluntaria y que pueden rehusarse a participar en el estudio sin recibir penalidad
alguna. Se les explicará, además, las medidas de confidencialidad que se tomarán en el estudio
para salvaguardar la información personal de los participantes. Se les indicará que de tener
alguna duda sobre el estudio podrán contactarse con el investigador a su número de teléfono o
vía correo electrónico. La hoja informativa será entregada a los participantes ya sea
personalmente o via correo eléctrónico.
Métodos de recolección de los datos.
Los datos se obtendrán por medio de un cuestionario que tarda aproximadamente 15
minutos en ser completado. El investigador contactará a los PHL utilizando el método bola de
nieve y les entregará el cuestionario a llenar en el lugar de selección de los participantes. El
30
cuestionario completado podrá ser entregado personalmente al investigador o podrá ser enviado a
la dirección postal o electrónica del investigador, a preferencia del participante.
Instrumento
El cuestionario fue elaborado por Gregory Lof y Maggie Watson (2008) para una
investigación sobre el uso de los ejercicios oromotores por los PHL de los Estados Unidos. El
mismo fue traducido al español por Anabelle Quintana Rivera y Mildred Del Valle Morales
(2010) con la autorización de Gregory Lof y ASHA. La carta de autorización será sometida al
IRB del Sistema Ana G. Méndez de la universidad del Turabo.
Al elaborar el cuestionario, Gregory Lof y Maggie Watson (2008) utilizaron la siguiente
definición de los ejercicios oromotores: “cualquier técnica que no requiere la producción de los
sonidos del habla, pero que es utilizada para influenciar el desarrollo de las habilidades del
habla”. Las preguntas del cuestionario fueron desarrolladas con el propósito de determinar si los
PHL de los Estados Unidos utilizan los ejercicios oromotores para tratar desórdenes
articulatorios y fonológicos.
El cuestionario está dividido en cuatro secciones. La primera sección busca obtener
información demográfica sobre los participantes. La segunda sección está dirigida a los
participantes que utilizan los ejercicios oromotores, mientras que la tercera sección está dirigida
a aquellos participantes que informaron no usar los ejercicios oromotores en su práctica clínica.
La segunda y la tercera sección contienen preguntas similares acerca de los ejercicios
oromotores. En la segunda sección se formularán las preguntas en forma afirmativa, mientras
que en la tercera sección se formulará en forma negativa. Las preguntas del cuestionario van
también dirigidas a adquirir información sobre los siguientes aspectos: la fuente de información
de donde obtuvieron conocimiento de los ejercicios oromotores, su opinión clínica sobre los
ejercicios oromotores, el tipo de pacientes con los cuales se utilizan los ejercicios oromotores, los
tipos de ejercicios oromotores utilizados por los PHL, los materiales utilizados para realizar los
31
ejercicios oromotores, el tipo de pacientes con los cuales utilizan los ejercicios oromotores, con
qué propósito utilizan los ejercicios oromotores y el conocimiento que tienen los PHL sobre la
literatura relacionada a los ejercicios oromotores. La última parte del cuestionario enumerará una
variedad de acercamientos terapéuticos para desórdenes articulatorios y fonológicos.
Gregory Lof y Maggie Watson desarrollaron los reactivos del cuestionario basándose en
la literatura disponible sobre los ejercicios oromotores y una consulta con los PHL que tratan a
niños con desórdenes del habla. El cuestionario fue diseñado en un formato de preguntas
cerradas con respuestas en un continuo como: de acuerdo o desacuerdo y algunas veces, casi
siempre o nunca. Algunas preguntas fueron desarrolladas para cuantificar las respuestas por
medio de la Escala Likert. Esta escala cuantifica las respuestas en una puntuación de 0-4.
Análisis
La data será analizada mediante el método estadístico utilizado por Gregory Lof y
Maggie Watson (2008) en su estudio. Se obtendrá la media de las respuestas dadas por los PHL
en cada una de las preguntas. Para las preguntas con las respuestas de completamente en acuerdo
a completamente en desacuerdo, muy familiarizado a no familiarizado y usualmente utilizado a
nunca utilizado el análisis se realizará por medio de la escala Likert. Los datos obtenidos del
análisis estadístico serán presentados en tablas y gráficas, y organizados por sus preguntas
correspondientes. Aunque se analice estadísticamente toda la información del cuestionario, solo
se discutirá detalladamente los datos obtenidos por aquellos PHL que indiquen usar los ejercicios
oromotores.
Dispositivos de confidencialidad de los participantes y los datos.
Se mantendrá bajo confidencialidad cualquier información personal de los participantes..
Los cuestionarios impresos serán guardados en un archivo bajo llave en la casa del investigador.
Estos se mantendrán aquí guardados por un período de cinco años. Al finalizar este período, el
los cuestionarios impresos serán triturados.
32
Riesgos Potenciales de la Investigación para los Participantes
Los riesgos potenciales para los participantes del estudio fueron:
1. Cansancio o fatiga durante la administración del cuestionario
2. Indisposición para contestar las preguntas del cuestionario
3. Aburrimiento durante el proceso de contestar las preguntas
Beneficios Potenciales de la Investigación para los Participantes
Los datos encontrados en este estudio sirven como herramienta para que los PHL en
Puerto Rico conozcan qué aspectos pueden mejorarse dentro de su profesión, y que evalúen sus
prácticas clínicas al intervenir individuos con desórdenes articulatorios y fonológicos.
Beneficios Potenciales de la Investigación para la Sociedad
El adquirir conocimiento sobre el uso de los ejercicios oromotores por los PHL de Puerto
Rico aportaría datos de gran utilidad para futuros estudios controlados sobre la efectividad de
éstos para tratar desórdenes del habla. El desarrollo de estos estudios le permitirá al PHL apoyar
o descartar el uso de los ejercicios oromotores para tratar desórdenes del habla.
33
CAPITULO IV
Resultados
El propósito de la investigación fue determinar si los PHL puertorriqueños utilizan los
ejercicios oromotores para tratar desórdenes articulatorios y fonológicos. Las preguntas del
cuestionario buscaban también adquirir información sobre los siguientes aspectos: la fuente de
información de donde obtuvieron conocimiento de los ejercicios oromotores, su opinión clínica
sobre los ejercicios oromotores, el tipo de pacientes con los cuales se utilizan los ejercicios
oromotores, los tipos de ejercicios oromotores utilizados por los PHL, los materiales utilizados
para realizar los ejercicios oromotores, con qué propósito utilizan los ejercicios oromotores y el
conocimiento que tienen los PHL sobre la literatura relacionada a los ejercicios oromotores. La
data obtenida en esta investigación será comparada con los resultados encontrados por Lof y
Watson (2008) en su estudio sobre este mismo tema.
Se entregaron aproximadamente 100 cuestionarios de forma presencial a los PHL
puertorriqueños que informaron cumplir con todos los criterios de inclusión establecidos como
requisitos para participar de la investigación. De estos 100 cuestionarios enviados, solamente se
recibieron 36 contestados de los cuales 2 fueron descartados debido a que, contrario a lo
anteriormente indicado, los PHL no cumplían con los criterios de inclusión para participar de la
investigación. Por tal razón, la data de los cuestionarios fue analizada obteniendo la media de las
respuestas dadas por los 34 participantes que cumplieron con todos los criterios de inclusión.
A continuación se presentan los resultados según sus preguntas correspondientes. Los
mismos se presentan de manera descriptiva, en tablas y en gráficas.
34
Información Demográfica de los Participantes
Distribución Geográfica de los
Participantes
57.10%
60.00%
51.40%
50.00%
40.00%
30.00%
22.90%
20.00%
14.30%
10.00%
5.70%
0.00%
Area Metro
Area Oeste
Area Sur
Area Este
Area Norte
Grafica 1. Distribución Geográfica de los Participantes
Ambiente Laboral de los PHL
55.90%
60.00%
47.05%
50.00%
44.11%
40.00%
30.00%
20.60%
20.00%
23.50%
14.70%
10.00%
0.00%
Grafica 2. Ambiente Laboral de los PHL
35
11.76%
Años Ofreciendo Servicios a niños con
desórdenes del habla
15 Años
27%
11-15 Años
18%
1 - 5 Años
1-5 Años
29.40%
6 - 10 Años
26%
6 - 10 Años
11-15 Años
15 Años o más
Grafica 3. Años ofreciendo servicios a niños con desórdenes del habla
¿Utilizan los PHL puertorriqueños los ejercicios oromotores?
Al analizar la data obtenida de los cuestionarios se encontró que 97.06% de PHL en
PuertoRico utilizan los ejercicios oromotores en su práctica clínica; un 2.94 % reportó no utilizar
los ejercicios oromotores para tratar desórdenes articulatorios y fonológicos. Este porciento es
mayor al reportado por Lof y Watson (2008) en su estudio sobre el uso de los ejercicios
oromotores por los PHL de los Estados Unidos. Según el estudio de Lof y Watson, un 85% de
los PHL utilizan los ejercicios oromotores, mientras que un 15% no lo hacen. En otras
investigaciones realizadas en Canadá (Hodge, Salonka & Kollias, 2005) y el Reino Unido (Joffe
& Pring, 2008) se encontró que el 85% y el 71.5% respectivamente de los PHL reportaron usar
los ejercicios oromotores para mejor el habla.
36
¿Utilizan los PHL los ejercicios oromotores?
Comparación de los Resultados
120
97.06%
100
78%
80
86%
85%
87%
60
40
20
0
Quintana, 2010
Valcárcel, 2011
Rodríguez, 2013
Promedio USA (Loft & Watson, 2008)
Promedio de PR (Rodríguez et al., 2013)
Grafica 4. ¿Utilizan los PHL puertorriqueños los ejercicios oromotores? Comparación de los
resultados
¿Por qué deciden los PHL utilizar los ejercicios oromotores?
Se les pidió a los participantes que indicaran su nivel de acuerdo a varias aseveraciones
relacionadas a posibles razones por las cuales deciden utilizar los ejercicios oromotores. Como se
muestra en la gráfica , la mayor parte de los PHL (90.60%) indicaron que fueron motivados o le
enseñaron a usar los ejercicios oromotores no verbales en su entrenamiento universitario.
Además, un 84.40% de los PHL indicaron que han observado una mejoría en la producción del
habla por el uso de los ejercicios oromotores. En el estudio de Lof y Watson (2008) esta
aseveración fue la de mayor popularidad entre los PHL encuestados. En la gráfica 6, se muestran
algunos de los resultados del estudio de Lof y Watson. Esta se presenta como medio de
comparación con los resultados encontrados en el presente estudio.
37
¿Porqué deciden los PHL utilizar los ejecicios
oromotores?
100.00%
50.00%
0.00%
Estudio en Puerto Rico
Grafica 5. Porciento de las respuestas dadas por los PHL puertorriqueños indicando por que
utilizan los ejercicios oromotores.
¿Porque deciden los PHL utilizar los ejercicios oromotores?
Estudio de Lof & Watson
He asistido a cursos de educacion continua
sobre el uso de ejercicios oromotores.
He encontrado que otras tecnicas para
mejorar el habla no funcionan por lo que…
He observado una mejoria en las destrezas
oromotoras como resultado del uso de las…
He observado una mejoria en la produccion
del habla por el uso de los ejercicios…
0.00%
20.00%
40.00%
60.00%
80.00%
100.00%
Grafica 6. Porciento de las respuestas dadas por los PHL de los Estados Unidos indicando por
que utilizan los ejercicios oromotores.
38
¿Creen los PHL que el habla se desarrolla de comportamientos no verbales?
Un 69.70% de los PHL creen que el habla se desarrolla de comportamientos no verbales
como el masticar o chupar. En el estudio realizado por Lof y Watson (2008), el porciento (60%)
fue menor al aquí reportado. Investigaciones realizadas no apoyan este planteamiento (Moore,
Smith y Ringel, 1988; Ostry, 1991; Moore & Ruark, 1996; Ruark & Moore, citado en Ruscello
2008; Steeve, Moore, Green, Reilly y Ruark, 2008).
¿Cuáles son los ejercicios oromotores más utilizados por los PHL?
Se enumeraron diferentes ejercicios oromotores, y se les pidió a los PHL que indicaran si
utilizan los ejercicios oromotores usualmente, algunas veces o nunca. Se combinaron las
categorías de usualmente y algunas veces para obtener las respuestas más frecuentes reportadas
por los PHL. Se encontró que los PHL puertorriqueños utilizan con mayor frecuencia los
siguientes ejercicios oromotores: alternar protrusión y retracción de los labios, lateralización de
la lengua, ejercicios de sonreir, tirar besos y soplar objetos. En el estudio de Lof y Watson
(2008), los ejercicios oromotores utilizados con mayor frecuencia fueron: soplar, “push ups” de
la lengua, alternar protrusión y retracción de los labios y lateralización de la lengua.
¿Qué funciones oromotoras quieren mejorar los PHL con los ejercicios oromotores?
Se desarrollo una lista de 15 destrezas oromotoras. Los PHL debían de indicar si utilizan
usualmente, algunas veces o nunca los ejercicios oromotores para mejorar tales destrezas. Se
combinaron las categorías de usualmente y algunas veces para obtener las respuestas más
frecuentes reportadas por los PHL. En la tabla 1, se muestran las respuestas dadas más
frecuentemente por los PHL tanto en este estudio como el realizado por Lof y Watson (2008).
Las respuestas aparecen en orden de mayor a menor frecuencia.
39
Tabla 1.
Funciones oromotores que buscan mejorar los PHL con los ejercicios oromotores.
Estudio en Puerto Rico
Estudio de Lof & Watson
Elevación lingual
Protrusión labial
Fuerza labial
Movimientos laterales linguales
Protrusión lingual
Fuerza de la lengua
Elevación de la lengua
Crear conciencia de los articuladores
Fortalecer la lengua
Fortalecer los labios
Movimiento lateral de la lengua
Estabilización de la mandíbula
¿Con qué tipo de pacientes los PHL usan los ejercicios oromotores?
Nueve tipos de poblaciones que típicamente presentan desórdenes del habla fueron
enumeradas en el cuestionario. Los PHL tenían que indicar si utilizan usualmente, algunas veces
o nunca los ejercicios oromotores para tratar los desórdenes del habla en estas poblaciones. Se
obtuvo el promedio de las respuestas dadas por los PHL. En la tabla 2 se muestran las respuestas
más frecuentes reportadas por PHL en el estudio, y las respuestas dadas por los PHL encuestados
por Lof y Watson (2008).
Tabla 2.
Poblaciones con las que se utilizan los ejercicios oromotores
Estudio en Puerto Rico
Estudio de Lof & Watson
Niños con Disartria
Niños con desordenes articulatorios funcionales
Niños con Síndrome Down
Niños con Apraxia verbal del desarrollo
Apraxia verbal del desarrollo
Niños con anomalías estructurales
Síndrome Down
Niños en intervención temprana
40
¿Cuán familiarizados están los PHL con la literatura sobre los ejercicios oromotores?
El estudio encontró que la mayoría de los PHL no están familiarizados con las
investigaciones sobre la relación entre los ejercicios oromotores y el habla, aunque reporten lo
contrario. Un 57.58% indicó estar familiarizado con investigaciones que han estudiado la
eficacia de las técnicas oromotoras. Mientras que un 60.61% reportó estar familiarizado con la
base teórica relacionada a las destrezas oromotoras y su relación con el habla.
Por otro lado, el 72.73% reportó estar de acuerdo con la aseveración: “La literatura
fomenta el uso de los ejercicios oromotores para tratar desórdenes articulatorios. En cambio un
48.48% indicó estar de acuerdo con la aseveración: “La literatura científica apoya el uso de los
ejercicios oromotores para mejorar el habla. Lof y Watson (2008) reportaron que un 61% de los
PHL de los Estados Unidos creen que la literatura apoya el uso de los ejercicios oromotores para
mejorar el habla.
¿Cómo utilizan los PHL los ejercicios oromotores al trabajar con niños que presentan
desórdenes del habla?
Los PHL tuvieron que seleccionar entre cuatro aseveraciones aquellas que describieran su
uso de los ejercicios oromotores al trabajar con niños que presentan desórdenes del habla. Como
se muestra en la gráfica 7, un 27.30% de los PHL reportó que utilizan los ejercicios oromotores
como una técnica de calentamiento antes de pasar a trabajar directamente con la producción del
habla. El estudio de Lof y Watson (2008) encontró resultados distintos a los reportados en este
estudio. Estos investigadores hallaron que 68% de los PHL encuestados utilizan los ejercicios
oromotores como una técnica de calentamiento. En la gráfica 7 y 8 se presentan respectivamente
los resultados encontrados en esta investigación y los resultados reportados por Lof y Watson
(2008) sobre esta interrogante.
41
¿Cómo utilizan los ejercicios oromotores en su práctica
clínica?
Estudio en Puerto Rico
Utilizo los ejercicios oromotores no verbales como una
tecnica de calentamiento antes de pasar a trabajar
directamente con la produccion del habla.
27.30%
Divido la terapia equitativamente entre los ejercicios
oromotores y tecnicas que trabajan directamente el habla.
48.50%
Utilizo los ejercicios oromotores hasta que el cliente
alcanza un criterio
24.20%
0.00%
10.00%
20.00%
30.00%
40.00%
50.00%
Grafica 7. Porciento de las respuestas dadas por los PHL puertorriqueños sobre como
utilizan los ejercicios oromotores en su práctica clínica.
Estudio de Lof & Watson
80.00%
68.00%
70.00%
60.00%
50.00%
40.00%
30.00%
25.00%
20.00%
10.00%
7.00%
0.00%
Utilizo exclusivamente los ejercicios
oromotores durante la terapia.
Divido la terapia equitativamente
Utilizo los ejercicios oromotores no
entre los ejercicios oromotores y
verbales como una tecnica de
tecnicas que trabajan directamente el calentamiento antes de pasar a
habla.
trabajar directamente con la
produccion del habla.
Grafica 8. Porciento de las respuestas dadas por los PHL de los Estados Unidos sobre
como utilizan los ejercicios oromotores en su práctica clínica.
42
Nivel de acuerdo con las hipótesis sobre los ejercicios oromotores
Se desarrollaron varias aseveraciones para conocer el nivel de acuerdo de los PHL sobre
las hipótesis en las cuales se fundamenta el uso de los ejercicios oromotores. Los PHL tenían que
responder en un continuo de cinco respuestas que iban desde Completamente en acuerdo a
Completamente en desacuerdo. La tabla 3. muestra el nivel de acuerdo de los PHL en relación a
estas aseveraciones. La data fue analizada calculando el promedio de las respuestas dadas por los
PHL según la escala Likert. Para sacar el porciento de acuerdo se combinaron las respuestas
Completamente de acuerdo y De acuerdo.
Tabla 3.
Nivel de acuerdo de los PHL con las hipótesis sobre los ejercicios oromotores.
Aseveración
Porciento de acuerdo
El uso de tareas oromotoras discretas es necesario para el desarrollo de
un habla inteligible.
25.8%
Los niños con problemas del habla usualmente carecen de la fuerza
necesaria para producir un habla inteligible.
29.5%
Los ejercicios oromotores sirven como base para el desarrollo de
movimientos motores más complejos necesarios para la producción
del habla.
41.93%
Descomponer los comportamientos complejos del habla en los
componentes de los movimientos motores orales es un método
efectivo para corregir errores en la producción del habla.
32.25%
Los movimientos musculares usados en tareas orales no verbales
podrían transferirse a los movimientos en el habla.
41.93%
43
¿Cuáles son los materiales comúnmente utilizados al trabajar los ejercicios oromotores?
Se enumeraron una variedad de materiales usualmente utilizados al realizar los ejercicios
oromotores. Como se muestra en la gráfica 9, los materiales utilizados con mayor frecuencia son
los sorbetos, depresores linguales y pito.
Materiales utilizados al realizar los ejercicios
oromotores
94.12%
97.06%
100.00%
82.35%
70.59%
80.00%
70.59% 70.59%
64.70%
47.06%
60.00%
41.18%
40.00%
20.00%
0.00%
Trompeta
Globo
Depresor lingual
Sorbeto
1
Bite Blocks o Blite Sticks
Cepillo
Pito
Kazoo
Facial Flex
Gráfica 9. Materiales utilizados con mayor frecuencia para realizar los ejercicios oromotores.
44
CAPITULO V
Discusión
El propósito de la investigación fue determinar si los patólogos del habla-lenguaje usan
los ejercicios oromotores para tratar desórdenes articulatorios y fonológicos. Las preguntas del
cuestionario buscaban también obtener información sobre los siguientes aspectos: la fuente de
información de donde obtuvieron conocimiento de los ejercicios oromotores, su opinión clínica
sobre los ejercicios oromotores, el tipo de pacientes con los cuales se usan los ejercicios
oromotores, los tipos de ejercicios oromotores usados por los PHL, los materiales utilizados para
realizar los ejercicios oromotores, con qué objetivo son utilizados los ejercicios oromotores y el
conocimiento que tienen los PHL sobre la literatura relacionada a los ejercicios oromotores. Para
responder a tales interrogantes se utilizó un cuestionario.
Los resultados de esta investigación confirman las especulaciones sobre el uso de los
ejercicios oromotores por los PHL para tratar desórdenes articulatorios y fonológicos. Se
encontró que un 97.06% de los PHL en Puerto Rico utilizan los ejercicios oromotores para tratar
desórdenes del habla. Este porciento es mayor al reportado por otras investigaciones sobre el uso
de los ejercicios oromotores. En estudios realizados en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido
reportan que un 85%, 85% y 71.5% respectivamente utilizan los ejercicios oromotores en su
práctica clínica. Debe tomarse con cautela la comparación del presente estudio con los
encontrados por estos autores debido a lo limitado de la muestra y que el nivel de respuesta no se
compara con el obtenido por Lof y Watson en su estudio.
La mayoría de los PHL indicaron estar de acuerdo con la aseveración “La literatura apoya
el uso de los ejercicios oromotores”. A pesar de esta noción, los pocos estudios controlados que
se han realizado sobre los ejercicios oromotores han encontrado que éstos no mejoran la
45
producción del habla (Lass & Pannbacker, 2006). En cambio, la evidencia que sostiene la
efectividad de los ejercicios oromotores para tratar desórdenes articulatorios proviene de estudios
no controlados, opiniones de expertos, experiencia clínica y fuentes que venden materiales
oromotores (Lass & Pannbacker, 2006). Este hecho nos permite concluir que los PHL, aunque
reportaron lo contrario, realmente no están familiarizados con la literatura científica relacionada
a los ejercicios oromotores. Zipoli y Kennedy (2005) encontraron que la mayoría de los PHL no
tienen conocimiento sobre la literatura científica. Ellos indicaron que los PHL basan sus
decisiones clínicas en sus experiencias o en las opiniones de colegas. Esta poca familiaridad de
los PHL con la literatura pone de manifiesto una de las razones por las que éstos utilizan los
ejercicios oromotores.
Otros factores que permiten comprender por qué los PHL usan los ejercicios oromotores
es el nivel de acuerdo con las hipótesis desarrolladas en torno a los comportamientos no verbales
y el habla. Un 69.70% de los PHL reportaron que el habla se desarrolla de comportamientos no
verbales como chupar o masticar. Lof y Watson (2008) encontraron un porciento menor al aquí
reportado. En su estudio el 60% de los PHL estuvo de acuerdo con este planteamiento. Estos
hallazgos muestran que algunos PHL no tienen un dominio sobre las teorías desarrolladas sobre
el desarrollo del habla. Moore, Smith y Ringel (1988) encontraron que el habla activa patrones
de movimientos motores distintos a los observados en el proceso de masticación. En un estudio
más reciente, Steeve, Moore, Green, Reilly y Ruark (2008) reportaron que el proceso de
masticación, el chupar y el balbuceo no comparten el mismo proceso de coordinación
mandibular.
La mayoría de los PHL reportó usar los ejercicios oromotores para elevación lingual,
protrusión labial y fuerza labial. Contradictoriamentete, el 54.54% indicó que no considera que
los niños con problemas del habla carezcan de la fuerza muscular necesaria para producir un
46
habla inteligible. Esto demuestra que los PHL invierten su tiempo en realizar ejercicios de
fortalecimiento muscular aún cuando están conscientes de que éstos no van a tener el efecto
esperado en los músculos de los articuladores.
Por otro lado, el 45.45% reportó que los problemas del habla son consecuencia de una
debilidad en los músculos de los articuladores. Esta percepción de estos PHL no es real, ya que
no todos los niños con desórdenes del habla presentan debilidad muscular. La debilidad muscular
ocurre en condiciones neurológicas como la disartria, y no necesariamente ésta se correlaciona a
los problemas articulatorios. Se ha encontrado que un hablante típico utiliza menos del 20% de la
fuerza de los articuladores al hablar (Hinton y Arokiasamy, 1997).
Los PHL creen que el descomponer el habla en sus componentes motores individuales es
un método efectivo para mejorar el habla. Esto contradice la literatura, ya que se han
comprobado que dividir una tarea en sus partes independientes no va lograr el aprendizaje de un
comportamiento complejo como lo es el habla (Naylor & Briggs, 2002). De estos resultados se
desprende, además, que los PHL creen que los movimientos musculares usados en tareas
oromotoras pueden transferirse a los movimientos motores del habla.
Los ejercicios oromotores son utilizados principalmente para mejorar las siguientes
funciones oromotoras: elevación lingual, protrusión labial, fuerza labial, movimientos laterales
linguales protrusión lingual yf uerza de la lengua. En el estudio de Lof y Watson (2008), los PHL
ofrecieron como las más frecuentes: elevación de la lengua, crear conciencia de los articuladores,
fortalecer la lengua, fortalecer los labios, movimiento lateral de la lengua y estabilización de la
mandíbula. Los beneficios reportados en ambos estudios son reflejo de que los PHL asumen que
los movimientos motores aislados pueden transferirse a los movimientos de las estructuras orales
para el habla.
47
Los PHL toman en cuenta sus observaciones clínicas al decidir usar los ejercicios
oromotores. Estas observaciones clínicas se relacionan a que los PHL han observado una mejoría
en las destrezas oromotoras no verbales y el habla como resultado del uso de los ejercicios
oromotores. Las observaciones clínicas son evidencia subjetiva y no están validadas
empíricamente. Otro factor que influye en la toma de decisiones, es que los PHL aprenden sobre
los ejercicios oromotores en talleres de educación continua o por opiniones de colegas que se
presentan en conferencias. El adquirir conocimiento sobre los ejercicios oromotores en clases de
educación continúa le da seguridad al PHL sobre la validez de su uso. Lof y Watson (2008)
indican que queda del PHL aceptar o no la información que aprenden en estas clases, ya que en
mucho de los casos éstas no se basan en investigaciones recientes y científicas.
Limitaciones del estudio
Aunque este estudio proveyó conocimiento sobre si los PHL puertorriqueños utilizan los
ejercicios oromotores para tratar desórdenes del habla, los resultados obtenidos pueden no ser
representativos de los PHL que ejercen en Puerto Rico debido a que el nivel de respuesta de los
participantes fue menor a lo esperado. Por tal razón, hay que tener cautela con los resultados
obtenidos en el estudio.
A pesar de que los cuestionarios fueron entregados personalmente a los participantes, el
factor tiempo y/o el amplio contenido de preguntas incluidas en el cuestionario pudieron ser
posibles causas para la poca respuesta de los participantes. Otro factor que pudo haber afectado
la recolección de los datos fue que los cuestionarios fueron entregados una sola vez y no hubo
seguimiento personalmente. Por último, debido a que es la tercera vez que se lleva a cabo esta
investigación la cantidad de PHL que cumplían con los criterios de inclusión se redujo de manera
considerable.
48
Futuras Investigaciones
Con respecto a este tema, no solamente debe obtenerse información sobre el uso de los
ejercicios oromotores por los PHL, sino también se deben realizar otras investigaciones dirigidas
a determinar la efectividad de los ejercicios oromotores para mejorar la producción del habla.
Una vez se realice esto, los PHL puertorriqueños contarán con las herramientas necesarias para
descartar o apoyar el uso de los ejercicios oromotores. Además, se debe buscar diferentes
alternativas para lograr que los PHL se mantengan al tanto de investigaciones recientes
relacionadas a los ejercicios oromotores. Como demostró el estudio, los PHL tienen poco
conocimiento sobre la literatura relacionada a la profesión, aunque reporten lo contrario.
Por otro lado, se debe tomar en consideración para futuras investigaciones el hecho de
cambiar las preguntas incluidas en el cuestionario para hacerlas más abiertas y que, de esta
forma, los PHL puedan explicar porque utilizan los NSOME y cuál es el más que utilizan. De
esta manera los PHL no se sentirán juzgados ni fiscalizados a la hora de llenar el cuestionario.
49
Referencias
American Speech-Language-Hearing Association. ((2004).). Evidence based practice in
communication disorders: An introduction [Technical report]. Recuperado 22 de
septiembre de 2009 de http://www.asha.org/policy/.
Bauman-Waengler, J. (2004). Articulatory and Phonological Impairments: A Clinical Focus.
Boston: Allyn & Bacon.
Brackenbury, T., Burroughs, E., & Hewitt, L. (2005). Evidence based practice in child language:
Validity and feasibility. Documento presentado en la convención anual de American
Speech-Language-Hearing Association, San Diego, CA.
Caraballo, G., Mendoza, E., Fresneda, M. & Munoz, J. . (2008). La práctica basada en la
evidencia en la logopedia española: estudio descriptivo. Revista de Logopedia, Foniatría
y Audiología , 28 (3),, 149-165.
Christensen, M., & Hanson, M. (1981). An investigation of the efficacy of oral myofunctional
therapy as a precursor to articulation therapy for pre-first grade children. Journal of
Speech and Hearing Disorders, 46, 160–167.
Clark, H. (2003). Neuromuscular treatments for speech and swallowing: A tutorial. American
Journal of Speech-Language Pathology, 12, 400-415.
Clark, H. (2005). Clinical decision making and oral motor treatments. The ASHA Leader, 8-9,
34-35.
Clark, H., O’Brien, K., Calleja, A. & Corrie, S. (2009). Effects of Directional Exercise
on Lingual Strength. Journal of Speech, Language, and Hearing Research, 52, 1034–
1047.
Dworkin y Culatta Dworkin, J. P., & Culatta, R. A. (1980). Tongue strength: Its relationship
50
to tongue thrusting, open-bite, and articulation proficiency. Journal of Speech and
Hearing Disorders, 45, 277–282.
Finn, P., Bothe, A., & Bramlett, R. (2005). Science and pseudoscience in communication
disorders: Criteria and applications. American Journal of Speech-Language Pathology,
14, 172–186.
Forrest, K. (2002). Are oral-motor exercises useful in the treatment of phonological /articulatory
disorders? Seminars in Speech and Language, 23, 15–25.
Gommerman, S., & Hodge, M. (1995). Effects of oral myofunctional therapy on swallowing and
sibilant production. International Journal of Orofacial Myology, 21, 9–22.
Guisti, M., & Cascella, P. (2005). A preliminary investigation of the efficacy of oral motor
exercises for children with mild articulation disorders. International Journal of
Rehabilitation Research, 28, 263–266.
Hinton, V., & Arakiasamy, W. (1997). Maximum interlabial pressures in normal speakers.
Journal of Speech, Language, and Hearing Research, 40, 400-404.
Joffe, V. & Pring, T. (2008). Children with phonological problems: A survey
of clinical practice. International Journal of Language and Communication Disorders,
43(2), 154-164.
Kamhi, A. (2006). Treatment decisions for childrenwith speech-sound disorders.
Language, Speech, and Hearing Services in Schools, 37, 271–279.
Lass, N., & Pannbacker, M. (2008). The application of evidence-based practice to nonspeech
oral motor treatments. Language, Speech, and Hearing Services in Schools, 39, 408–421.
Lof, G. (2007, Noviembre). Reason why non-speech oral motor exercises should not be used for
speech sound disorders. Documento presentado en la convención anual de American
Speech-Language-Hearing Association, Boston, MA.
Lof, G. (2009, Noviembre). Nonspeech oral motor exercises: An update on the controversy.
51
Documento presentado en la convencion annual de American Speech-Language-Hearing
Association, New Orleans. LA.
Lof, G., & Watson, M. (2008). A nationwide survey of nonspeech oral motor exercise use:
Implications for evidence-based practice. Language, Speech, and Hearing Services in
Schools, 39, 392-407.
Powell, T. (2008). An integrated evaluation of nonspeech oral motor treatments. Language,
Speech, and Hearing Services in Schools, 39, 422-427.
McCauley, R., Strand, E., Lof, G., Schooling, T. & Frymark, T. (2009). Evidence-Based
systematic review: Effects of nonspeech oral motor exercises on speech. American
Journal of Speech-Language Pathology, 18, 343–360.
Moore, C., & Ruark, J. (1996). Does speech emerge from earlier appearing oral motor behavior?
Journal of Speech and Hearing Research, 39, 1034–1047.
Moore, C., Smith, A., & Ringel, R. (1988). Task-specific organization of activity in human jaw
muscles. Journal of Speech and Hearing Research, 31, 670–680.
Mutt, N. (2008). Controversial therapy and evidence-based practice: The clinicians’ perspective
(Master’s thesis). Disponible en ProQuest Dissertations and Theses database.
Rosenfeld-Johnson, S. (2001). Oral-Motor exercises for speech clarity. Tucson, AZ: Innovative
Therapists International.
Ruark, J., & Moore, C (1997). Coordination of lip muscle activity by 2-year-old children during
speech and nonspeech tasks. Journal of Speech, Language, and Hearing Research, 40,
1373-1385.
Ruscello, D. (2008). Nonspeech oral motor treatment issues related to children with
Developmental speech sound disorders. Language, Speech, and Hearing Services in
Schools, 39, 380–391.
Skinder-Meredith, A., & Lentz, L. (2004). Effect of an oral exerciser in articulation therapy: A
52
Single subject design. Recuperado 2 de octubre de 2009 de
http://speechpathology.com/articles/arc_disp.asp?d=237.
Solomon, N (2000). Changes in normal speech after fatiguing the tongue. Journal of Speech,
Language, and Hearing Research, 43, 1416–1428
Steeve, R., Moore, C., Green, J., Reilly, K., & Ruark, J. (2008). Babbling, Chewing, and
Sucking: Oromandibular Coordination at 9 Months. Journal of Speech, Language, and
Hearing Research, 51, 1390–1404.
Weismer, G. (2006). Philosophy of research in motor speech disorders. Clinical Linguistics &
Phonetics, 20, 315-349.
Zipoli, R. & Kennedy, M. (2005). Evidence-based practice among speech-language pathologists:
Attitudes, utilization, and barriers. American Journal of Speech-Language Pathology, 14,
2008-220.
53
APENDICE A
HOJA INFORMATIVA
54
Universidad del Turabo
Escuela de Ciencias de la Salud
HOJA INFORMATIVA
Estimado participante- Usted ha sido invitado a participar en un estudio de investigación de manera
libre y voluntaria. Usted puede tomar la decisión de negarse a participar y de querer retirarse luego de
haber comenzado la investigación, puede hacerlo sin penalidad alguna. Por favor, lea esta Hoja
Informativa cuidadosamente antes de tomar la decisión de participar o no de este estudio.
Título de la Investigación- Uso de los Ejercicios Oromotores por los Patólogos del habla-lenguaje
Puertorriqueños en el Tratamiento de Desórdenes Articulatorios y Fonológicos Parte III
Nombre del Investigador Principal- Luz M. Rodríguez González
Nombre del Mentor- Dra. Maribel González Román
Propósito del Estudio- El propósito de la investigación es determinar si los PHL puertorriqueños usan
los ejercicios oromotores para tratar niños con desórdenes articulatorios y fonológicos.
Procedimiento- El investigador contactará aproximadamente a 100 participantes, los cuales llenarán el
cuestionario creado por el Dr. Gregory Lof y Maggie Watson. El cuestionario completado podrá ser
entregado personalmente al investigador o podrá ser enviado a la dirección postal o electrónica del
investigador, a preferencia del participante.
Tiempo de duración: El tiempo aproximado para completar el cuestionario es 15 minutos
aproximadamente.
Criterios de inclusión: Se seleccionará una muestra de PHL residentes en Puerto Rico. Los participantes
deberán tener al menos un año de experiencia como PHL en Puerto Rico. De igual forma, éstos deberán
estar ejerciendo actualmente como PHL y ofreciendo servicios a niños que presenten desórdenes
articulatorios y fonológicos en el país.
Riesgo o Incomodidad- Los riesgos de participar en la investigación son mínimos pero podría haber
riesgos potenciales como: Cansancio o fatiga durante la administración del cuestionario, indisposición
para contestar las preguntas del cuestionario y aburrimiento durante el proceso de contestar las preguntas.
Beneficios del estudio para el participante- Los datos de este estudio servirán como herramienta para
que los PHL en Puerto Rico conozcan qué aspectos pueden mejorarse dentro de su profesión, y que
evalúen sus prácticas clínicas al intervenir individuos con desórdenes articulatorios y fonológicos.
Privacidad y Confidencialidad- Durante el estudio no se pedirá nombre ni información personal a los
participantes. Los cuestionarios impresos serán guardados en un archivo bajo llave en la casa del
investigador por un período de cinco años. Al finalizar este período, los cuestionarios impresos serán
triturados.
Persona contacto para informaciónLuz M. Rodríguez González: Investigador Principal
Teléfono- (787) 210-5885
Correo Electrónico: rodrí[email protected]
55
APENDICE B
CUESTIONARIO
56
Uso de los Ejercicios Oromotores por los Patólogos del Habla-Lenguaje
de Puerto Rico en el Tratamiento de los Desórdenes Articulatorios y
Fonológicos: Parte III
Si no trabaja con niños que presentan desórdenes articulatorios y fonológicos favor de
devolver el cuestionario al correo electrónico del investigador.
PARTE 1: INFORMACION DEMOGRAFICA DEL PARTICIPANTE
1. Indique el año en el cual obtuvo los siguientes grados:
_______Bachillerato
________Doctorado
_______Maestría
2. Indique el área donde trabaja:
____ Área Metropolitana
____ Área Oeste
____Área Sur
____ Área Este
____Área Norte
3. Señale el porciento del tiempo que trabaja en los siguientes escenarios. El total tiene que sumar
100%:
____%Intervención Temprana
____%Pre-escolar
____%Escuela Elemental
____%Hospital
____%Escuela Intermedia
____%Práctica Privada
____%Escuela Superior
____%Otro _________________
4. Marque el número de años que lleva trabajando con niños con problemas articulatorios y
fonológicos:
____1-5 años
____6-10 años
_____11-15 años
_____Más de 15 años
5. Marque el número de niños que atiende actualmente:
____1-10
____11-20
____21-30
____31-40
____41-50
____51-60
____61-70
____71 o más
6. Señale la cantidad de niños que actualmente atiende para tratar desórdenes del habla:
____1-10
____41-50
____11-20
____51-60
____21-30
____61-70
57
____31-40
____71 o más
7. Indique el número promedio de sesiones terapéuticas por semana ofrecidas a cada niño con
desórdenes articulatorios y fonológicos en su práctica clínica:
____1
____2
____3
____4
____5
____Más de 5
8. Indique el porciento de niños con desórdenes articulatorios y fonológicos que reciben cada tipo
de servicio (debe totalizar 100%):
____% sesiones individuales solamente
____% combinación de sesiones individuales y grupales
____% sesiones grupales solamente
9. Si utiliza sesiones grupales, señale el número promedio de niños por grupo para tratar
desórdenes articulatorios y fonológicos:
____1-2
____3-4
____5-6
____7-8
____9-10
____Mayor de 10
10. Seleccione el modelo de servicio que más frecuentemente utiliza cuando interviene a niños con
desórdenes del habla:
____Solamente en el salón de clases
____Solamente servicio de sacar al niño del salón de clases
____Combinación de servicio en el salón de clases y sacar al niño del salón
____Combinación de servicio indirecto en el salón de clases y sacar al niño del salón (ej.
Consejería)
____Hogar/Centro (Intervención Temprana)
58
ESTA PORCIÓN CORRESPONDE AL USO DE TAREAS DE INTERVENCIÓN
OROMOTORAS.
Las técnicas oromotoras se definen como cualquier técnica que no requiere que el niño produzca un
sonido del habla pero es utilizada para influenciar el desarrollo de las habilidades del habla.
Marque una de las siguientes alternativas y luego vaya a la sección apropiada:

No utilizo los ejercicios oromotores no verbales en terapia (Ignore la segunda parte y vaya a
la tercera parte)

Utilizo los ejercicios oromotores no verbales en terapia (Vaya a la segunda parte, omita la
tercera parte y luego vaya a la cuarta parte)
PARTE 2: USO DE LOS EJERCICIOS OROMOTORES NO VERBALES
1. Señale De acuerdo o En desacuerdo para las siguientes aseveraciones. Deje en blanco si no aplica:
De acuerdo
En desacuerdo
a. Fui motivado o me enseñaron a usar los ejercicios oromotores no
verbales en mi entrenamiento universitario.


b. He observado una mejoría en las destrezas de producción del habla como














resultado del uso de los ejercicios oromotores no verbales.
c. He observado una mejoría en las destrezas oromotoras como resultado
del uso de las técnicas oromotoras.
d. He encontrado que otros tipos de técnicas para sonsacar el habla no
funcionan para algunos de los clientes, por lo que utilizo los ejercicios
oromotores no verbales.
e. Fui convencido sobre la utilidad de las técnicas oro-motoras por un
colega.
f. He asistido a cursos de educación continua sobre el uso de ejercicios
oromotores no verbales.
g. La literatura que he leído fomenta el uso de los ejercicios oromotores no
verbales.
h. Las fuentes del internet consultadas fomentan el uso de los ejercicios
oromotores no verbales.
2. Refiérase a la pregunta 1 (a-h) anterior e indique las dos fuentes de información que han tenido mayor
influencia en relación al uso de los ejercicios oromotores no verbales colocando las letras en los
espacios provistos: __________
___________
59
3. Marque una de las alternativas de abajo para indicar el nivel de acuerdo con las siguientes
aseveraciones a lo largo del continuo Completamente de acuerdo a Completamente en desacuerdo.
5- Completamente de acuerdo
4-De acuerdo
2- En desacuerdo
3-Neutral
1-Completamente en desacuerdo
5
4
3
2
1
a. El uso de tareas oromotoras discretas es necesario para el
desarrollo de un habla inteligible.





b. Los niños con problemas del habla usualmente carecen de la
fuerza necesaria para producir un habla inteligible.





c. El habla se desarrolla de comportamientos oromotores tempranos,
como el chupar o el masticar.





d. Los ejercicios oromotores no verbales sirven como base para el
desarrollo de movimientos motores más complejos necesarios para
la producción del habla.





e. La literatura basada en la investigación apoya el uso de los
ejercicios oromotores no verbales para corregir errores en la
producción del sonido.





f. Descomponer los comportamientos complejos del habla en los
componentes de los movimientos motores orales es un método
efectivo para corregir errores en la producción del habla.





g. Los movimientos musculares usados en tareas orales no verbales
podrían transferirse a los movimientos motores en el habla.





60
4. Las técnicas oromotoras no verbales son utilizadas con una variedad de clientes. Marque una de las
tres alternativas para indicar si utiliza estas técnicas para los siguientes clientes:
Usualmente
Algunas
Veces
Nunca
a.
Niños con desórdenes fonológicos



b.
Niños con apraxia verbal del desarrollo



c.
Niños con disartria



d.
Niños con desórdenes articulatorios funcionales



e.
Niños con anomalías estructurales



f.
Niños con Síndrome Down Niños



g.
Niños en intervención temprana



h. Niños de habla tardía



i.



Niños con problemas auditivo
5. Las técnicas oromotoras no verbales usualmente utilizan una variedad de materiales. Marque una de
las siguientes alternativas para indicar si utiliza estos materiales:
Usualmente
a.
Trompetas

Algunas
Veces

Nunca
b.
Globos



c.
Depresores linguales



d.
Sorbetos




e.
“Bite blocks” o “Bite sticks”



f.
Cepillos



g.
Pitos



h.
Kazoo o Mirliton



i.
“Facial flex”



61
6. Las técnicas oro-motoras no verbales utilizan una variedad de procedimientos. Marque una de las
siguientes alternativas para indicar su uso de estos procedimientos:
Usualmente
Algunas
Veces
Nunca
a.
Pitar



b.
Alternar protrusión y retracción de los labios



c.
“Push ups” de la lengua



d.
Lateralización de la lengua



e.
Enrollar la lengua



f.
Inflar las mejillas



g.
Movimiento de la lengua a la nariz/barbilla



h.
Movimientos laterales y verticales de la mandíbula



i.
Soplar objetos



j.
Ejercicios de sonreír



k.
Lamer labios en forma exagerada



l.
Tirar besos



7. Favor de marcar una de las siguientes cuatro aseveraciones que mejor describen su uso de los ejercicios
oromotores no verbales cuando trabaja con niños que tienen problemas en la producción del habla:




Utilizo los ejercicios oromotores no verbales casi exclusivamente durante las sesiones de
terapia.
Utilizo los ejercicios oromotores no verbales hasta que el cliente alcanza un criterio y
luego me muevo a trabajar directamente con la producción del habla.
Divido la terapia equitativamente entre los ejercicios oromotores no verbales y trabajar
directamente con la producción del habla.
Utilizo los ejercicios oromotores no verbales únicamente como una técnica de
calentamiento y paso la mayor parte del tiempo de la terapia trabajando directamente con
la producción del habla.
62
8.
Marque solo una de las alternativas para indicar su nivel de familiaridad con las siguientes
aseveraciones a través del continuo de Muy Familiarizado a No Familiarizado:
5-Muy familiarizado
2-Poco familiarizado
4-Familiarizado
1-No familiarizado
3-Neutral
5
4
3
2
1
a. Investigaciones que han estudiado la eficacia de las técnicas
oromotoras no verbales.





b. Relación entre las tareas oro-motoras no verbales y el desarrollo
del habla.





c. Base teórica relacionada a las destrezas oromotoras no verbales y
su relación con el habla.





9. Favor de marcar una de las alternativas para indicar si utiliza los ejercicios oromotores no verbales
para mejorar:
Usualmente
Algunas
Veces
Nunca
a.
Movimientos laterales linguales



b.
Protrusión lingual



c.
Fuerza de la lengua



d.
Protrusión labial



e.
Fuerza labial



f.
Elevación lingual



g.
Estabilización mandibular



h.
Habilidad para chupar



i.
Control de babeo



j.
Movimiento del frenillo



k.
Mordida



l.
Competencia velofaríngea



m.
Conciencia de los articuladores



63
n.
Tragado



o.
Alimentación



10. Típicamente entreno a los cuidadores para que lleven a cabo ejercicios oromotores no verbales como
parte de la intervención en el hogar.
_____ Si
_____No
11. Típicamente entreno a otros profesionales (maestros, TO y TF) para que lleven a cabo ejercicios
oromotores no verbales como parte del programa de intervención.
____Si
____No
12. Escribo un plan de tratamiento un objetivo específico relacionado a los ejercicios oromotores no
verbales.
____Si
____No
13. Creo que los ejercicios oromotores no verbales pueden beneficiar a niños de cualquier edad.
____Si
____No
IGNORE LA PARTE 3 Y VAYA A LA PARTE 4
64
Si completó la parte 2, no complete la parte 3. Ignore la parte 3 y vaya a la parte 4
Si no completó la parte 2, entonces complete la parte 3. Luego vaya a la parte 4.
PARTE 3: NO UTILIZA LOS EJERCICIOS OROMOTORES NO VERBALES
1. Señale De acuerdo o En desacuerdo para las siguientes aseveraciones. Deje en blanco si no aplica:
De acuerdo
En desacuerdo
a. Fui motivado o me enseñaron a usar los ejercicios oromotores no
verbales en mi entrenamiento universitario.


b. He observado una mejoría en las destrezas de producción del habla como
resultado del uso de los ejercicios oromotores no verbales.


c. He observado una mejoría en las destrezas oromotoras como resultado
del uso de las técnicas oromotoras.


d. He encontrado que otros tipos de técnicas para sonsacar el habla no
funcionan para algunos de los clientes, por lo que utilizo los ejercicios
oromotores no verbales.
e. Fui convencido sobre la utilidad de las técnicas oro-motoras por un
colega.
f. He asistido a cursos de educación continua sobre el uso de ejercicios
oromotores no verbales.
g. La literatura que he leído fomenta el uso de los ejercicios oromotores no
verbales.
h. Las fuentes del internet consultadas fomentan el uso de los ejercicios
oromotores no verbales.










2. Refiérase a la pregunta 1 (a-h) anterior e indique las dos fuentes de información que han tenido mayor
influencia en relación al uso de los ejercicios oromotores no verbales colocando las letras en los
espacios provistos: __________
__________
65
3. Marque una de las alternativas de abajo para indicar el nivel de acuerdo con las siguientes
aseveraciones a lo largo del continuo Completamente de acuerdo a Completamente en desacuerdo.
5- Completamente de acuerdo
2-En desacuerdo
4-De acuerdo
3-Neutral
1-Completamente en desacuerdo
5
4

3
2
1



a. El uso de tareas oromotoras discretas es necesario para el
desarrollo de un habla inteligible.

b. Los niños con problemas del habla usualmente carecen de la
fuerza necesaria para producir un habla inteligible.





c. El habla se desarrolla de comportamientos oromotores tempranos,
como el chupar o el masticar.





d. Los ejercicios oromotores no verbales sirven como base para el
desarrollo de movimientos motores más complejos necesarios para
la producción del habla.





e. La literatura basada en la investigación apoya el uso de los
ejercicios oromotores no verbales para corregir errores en la
producción del sonido.





f. Descomponer los comportamientos complejos del habla en los
componentes de los movimientos motores orales es un método
efectivo para corregir errores en la producción del habla.





g. Los movimientos musculares usados en tareas orales no verbales
podrían transferirse a los movimientos motores en el habla.





4. Marque solo una de las alternativas para indicar su nivel de familiaridad con las siguientes
aseveraciones a través del continuo de Muy Familiarizado a No Familiarizado:
5-Muy familiarizado
2-Poco familiarizado
4-Familiarizado
1-No familiarizado
3-Neutral
5
4
3
2
1
a. Investigaciones que han estudiado la eficacia de las técnicas
oromotoras no verbales.





b.
Relación entre las tareas oro-motoras no verbales y el desarrollo
del habla.





c.
Base teórica relacionada a las destrezas oromotoras no verbales y
su relación con el habla.





66
5. Típicamente entreno a los cuidadores para que lleven a cabo algunos aspectos del entrenamiento de
los sonidos del habla como parte de la intervención en el hogar.
____Si
____No
6. Típicamente entreno a otros profesionales (maestros, TO, TF) para que lleven a cabo algunos aspectos
del entrenamiento de los sonidos del habla como parte del programa de intervención.
____Si
____No
COMPLETE LA PARTE 4
67
PARTE 4: USO DE TECNICAS TERAPEUTICAS
A continuación, se enumera una lista de técnicas terapéuticas usadas para tratar problemas en la
producción de los sonidos del habla. Si no conoce sobre este acercamiento terapéutico, marque en el
encasillado No familiarizado. Si conoce sobre este acercamiento terapéutico, marque en uno de los
encasillados para indicar su uso de este acercamiento a través del continuo Usualmente utilizado a Nunca
utilizado.
a. Pares Mínimos
b. Pares Máximos
c. Acercamiento tradicional de Van
Ripper para sonsacar el sonido
d. Acercamiento tradicional de Van
Ripper para la estabilización del
sonido
e. Bombardeo Auditivo
f. Acercamiento de ciclos de Hodson
g. Acercamiento de Metáfono
h. Acercamiento Lingüístico
i. Acercamiento Motokinestético
j. Acercamiento de Conciencia
Fonémica
k. Acercamiento de Rasgos
Distintivos
l. Acercamiento Morfosintáctico
m. Acercamiento Motor-sensorial
n. Acercamiento de estímulo pareado
No
Usualmente utilizado
familiarizado



a
Nunca utilizado

















































































GRACIAS POR COMPLETAR EL CUESTIONARIO
Translated by Anabelle J. Quintana Rivera and Mildred Del Valle Morales, with permission, from A nationwide survey of nonspeech oral motor exercise use:
Implications for evidence-based practice by G. Lof and M. Watson. Language, Speech, and Hearing Services in Schools, 39, 392-407. This material was originally
developed and is copyrighted by ASHA, Rockville, MD, U.S.A., www.asha.org . All rights are reserved. Accuracy and appropriateness of the translation are the sole
responsibility of the current author/publisher.
68
Descargar