Lima, tres de octubre Del año dos mil ocho.

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Lima, tres de octubre Del año dos mil ocho.‐ VISTOS; con el expediente administrativo acompañado, de conformidad con lo opinado en el Dictamen de la señora Fiscal Suprema en lo Civil, por los fundamentos de la recurrida; y, CONSIDERANDO: además; Primero.‐ Que, la empresa demandante no niega que la encomienda contratada por Noemí Fernández Dávila Marroquín, y remitida a través de su servicio de carga, fuera entregada a una tercera persona quien se identificó con un Documento Nacional de Identidad falso, haciéndose pasar por el verdadero titular y destinatario de la misma, Julio César Cubas Delgado. Es más, en su escrito de demanda, la actora refiere que cuando el verdadero destinatario se presentó a recoger la encomienda, recién se cumplió con cotejar su identidad en el Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (RENIEC), lo que no se hizo cuando se apersonó el tercero, haciéndose pasar como el verdadero destinatario; Segundo.‐ Que, el principal argumento de defensa de la demandante para eludir la sanción impuesta por la autoridad administrativa, ha sido el sostener que ésta ha vulnerado el principio non bis in idem, pues existiría un proceso penal en el que se encuentra pendiente de aplicar una pena por la comisión de los mismos hechos denunciados administrativamente. Al respecto, cabe señalar que el inciso décimo del artículo doscientos treinta de la Ley número veintisiete mil cuatrocientos cuarenta y cuatro recoge como principio de la potestad sancionadora el del non bis in idem, según el cual no se podrá imponer sucesiva o simultáneamente una pena y una sanción administrativa por el mismo hecho en los casos que se aprecie la identidad del sujeto, hecho y fundamento. Esta figura también se desarrolla en los numerales sesenta y cuatro punto uno y sesenta y cuatro punto dos del artículo sesenta y cuatro de la acotada Ley de Procedimiento Administrativo General, en los cuales se faculta a la autoridad administrativa ‐que conoce de la existencia de una cuestión litigiosa entre dos administrados‐ a solicitar al órgano jurisdiccional comunicación sobre las actuaciones realizadas, y sólo si estima que existe estricta identidad de sujetos, hechos y fundamentos, podrá determinar su inhibición hasta que el órgano jurisdiccional resuelva el litigio, elevándose la resolución inhibitoria en consulta al superior jerárquico, si lo hubiere, aún cuando no medie apelación. Si es confirmada la resolución inhibitoria, es comunicada al Procurador Público correspondiente para que, de ser el caso y convenir a los intereses del Estado, se apersone al proceso; Tercero.‐ Que, como puede advertirse, la suspensión de un procedimiento administrativo sancionador, a las resultas de lo que se decida en un proceso judicial, depende de la concurrencia de tres requisitos: identidad de sujetos, identidad de hechos e identidad de fundamentos. Sin embargo, en el caso de autos, además de no existir medio probatorio alguno que acredite que el Fiscal Provincial Penal haya formalizado denuncia penal ante el órgano jurisdiccional respectivo, las copias de lo actuado en la investigación preliminar (que obran de fojas setenta y dos a setenta y ocho del expediente administrativo) no permiten establecer que aquella triple identidad se configure en el presente caso, por cuanto: a.‐ quienes han sido señalados como presuntos responsables del delito de apropiación ilícita son las personas de Fernando Zárate Uchuya, Peter Vega Torres, Danny Eddy Gallo Infante y Sandra Rocío Panta Valdez, mas no la empresa actora Transportes Cruz del Sur Sociedad Anónima Cerrada; incluso esta última afirma en su escrito de apelación, que el proceso penal se estaría siguiendo únicamente con los dos primeros nombrados y no contra ella, mientras que el procedimiento administrativo instaurado ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI) únicamente se ha seguido cont ra la empresa Transportes Cruz del Sur Sociedad Anónima Cerrada; b.‐ si bien, tanto el proceso penal como el proceso administrativo versan sobre los mismos hechos (entrega de la encomienda a un tercero distinto de su verdadero titular), no existe identidad de fundamento, es decir, no existe identidad entre los bienes jurídicos protegidos y los intereses tutelados, porque la figura penal de la apropiación ilícita persigue sancionar la apropiación de bienes ajenos, mientras que la figura prevista en el artículo octavo del Decreto Legislativo número setecientos dieciséis persigue establecer la responsabilidad del proveedor, por la idoneidad y calidad de los productos y servicios que presta al consumidor. En consecuencia, al no verificarse la triple identidad que permita establecer una posible dualidad de sanciones por un mismo hecho, no se configura la vulneración al principio non bis in idem que alega la empresa demandante; Cuarto.‐ Que, de otro lado, cabe referir que la competencia de la Comisión de Protección al Consumidor del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI) para imponer sanciones por infracción a la Ley de Protección al Consumidor se encuentra prevista en el artículo treinta y nueve del Decreto Legislativo número setecientos dieciséis, siendo que la competencia de la Comisión de Protección al Consumidor sólo podrá ser negada por norma expresa con rango de ley. El mismo dispositivo establece que las sanciones administrativas y medidas correctivas se aplicarán sin perjuicio de las indemnizaciones de carácter civil y la aplicación de las sanciones penales a que hubiera lugar. A su turno, el artículo veinte numeral veinte punto uno de la Ley número veintisiete mil ciento ochenta y uno establece que son aplicables en materia de transporte y tránsito terrestre, las normas generales sobre protección al consumidor, siendo ente competente para la supervisión de su cumplimiento la Comisión de Protección al Consumidor del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI), el que deberá velar por la permanencia de la idoneidad de los servicios y por la transparencia de la información que se brinde a los consumidores, sin perjuicio de las facultades de fiscalización y sanción que corresponden a las autoridades de transporte; Quinto.‐ Que, siendo así, se concluye que las resoluciones administrativas cuya nulidad se demanda, han sido emitidas conforme a ley y sin incurrir en ninguna de las causales de nulidad previstas en el artículo décimo de la Ley número veintisiete mil cuatrocientos cuarenta y cuatro, razón por la cual la venida en grado debe confirmarse; fundamentos por los cuales: CONFIRMARON la sentencia apelada de fojas ciento veintidós, su fecha dieciséis de enero del año dos mil siete, que declara infundada la demanda interpuesta a fojas treinta y siete por Transportes Cruz del Sur Sociedad Anónima Cerrada, con lo demás que contiene; en los seguidos por Transportes Cruz del Sur Sociedad Anónima Cerrada contra el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI) y Otra; sobre Impugnación de Resolución Administrativa; notificándose; interviniendo como Vocal Ponente el señor Ticona Postigo.‐ S.S. TICONA POSTIGO SOLÍS ESPINOZA PALOMINO GARCÍA CASTAÑEDA SERRANO MIRANDA MOLINA cbs Corte Suprema de Justicia de la República Sala Civil Transitoria APELACIÓN 2260‐2007 LIMA IMPUGNACIÓN DE RESOLUCIÓN ADMINISTRATIVA PAGE PAGE ‐ 1 ‐ 
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