Red de Semillas de Uruguay

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Red de Semillas Uruguay
La Red de Semillas de Uruguay se creó en 2004 con 15 personas productoras y 4 cultivos
(maíz, tomate, morrón y zanahoria) y ahora son 140 familias productoras de variedades de
criollas, con una media de 12 hectáreas cada una, –“constantemente va entrando gente
nueva”, subraya- y cerca de 250 variedades de un gran número de cultivos hortícolas y
forrajeros (4 variedades de soja no transgénica, entre otras). “Recientemente hemos
introducido también el rescate de frutales y arbóreas nativas, muy poco conocidos en
Uruguay, pese a tener una diversidad muy grande al respecto”.
La red es una articulación entre tres actores: Redes Amigos de la Tierra (ONG ambientalista
integrante de Amigos de la Tierra Internacional), la facultad de Agronomía de la Universidad
pública de la República y las personas productoras. Hay 21 grupos de personas productoras
en todo el país. “Cada grupo tiene un referente y la mayoría son mujeres. Hay una
participación fluida de las mujeres dentro de la red”, especifica.
“No se regalan semillas. Cuando una familia quiere integrarse en la red, se contacta con el
referente del grupo que le toca, quien visita a esa familia y comprueba que se trata de una
explotación familiar y no una empresa. Luego llega el técnico de referencia, como es mi
caso, y plantea la importancia de la agroecología y de ir pensando en la disminución gradual
del uso de los químicos, en caso de usarlos, puesto que nuestra semilla criolla no se adapta
bien al empleo de los químicos. Es una variedad rústica, que se enferma poco y no precisa de
curas. Se adapta muy rápidamente a todas las situaciones. En una primera entrega se le lleva
cuatro ó cinco semillas y la persona productora debe asumir el compromiso de entregar
semilla para el resto de las personas productoras, porque la semilla que llega a su casa es de
otra persona productora. La red no compra semillas, sino que son las personas productoras
quienes aportan a la red. No hay cabida para quienes están sólo para absorber recursos. La
red es de ida y vuelta, de intercambio. Si el compromiso con el resto de la red se cumple, se
van agregando más semillas hasta llegar a la totalidad de las requeridas. Es la base de que la
red funcione y dure durante tanto tiempo. La semilla es la que nos abre la puerta en la casa
del agricultor familiar”.
“La semilla –continúa- no es un problema de la producción orgánica, sino de toda la
agricultura familiar, porque hay cuatro empresas que monopolizan más del 80% de las
semillas del mundo. Por eso lo primero es el acceso a las semillas”.
En la red hay dos líneas de trabajo bien marcadas. Una es la producción y distribución de
semillas para la agricultura familiar. “Con las familias productoras se realiza capacitación,
evaluación de cultivos, cultivos demostrativos y actividades de intercambio con
organizaciones de agricultura familiar de Brasil, Argentina, Paraguay…”.
La otra línea de trabajo de la red es la concienciación sobre la importancia de la
biodiversidad, la agroecología y la soberanía alimentaria. “En esto trabajamos con las
escuelas, con las personas jóvenes y con las personas consumidoras, organizando talleres,
bio-debates, cursos…”.
http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/70462
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