Juzgado de Menores núm. 2. Sentencia núm. 203/2004 de 9 julio

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Juzgado de Menores núm. 2.Sentencia núm. 203/2004 de 9
julioJUR\2004\196326
Juzgado de Menores núm. 2.
Sentencia núm. 203/2004 de 9 julio
JUR\2004\196326
AGRESIONES SEXUALES (CP/1995):
Acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de
objetos por alguna de las dos primeras vías: existencia.
ASESINATO: Alevosía: existencia: penetrar a la víctima vaginal y analmente contra su voluntad,
golpeándola fuértemente durante la acción, para, una vez se encontraba sin fuerzas, estrangularla hasta
provocarle la muerte.
Jurisdicción: Penal
Recurso núm. 373/2004
Ponente: desconocido
El Juzgado de Menores núm. 2 de Alicante, en Sentencia de 09-07-2004, dictada en
expediente de menores, condena al acusado como autor de un delito de asesinato y dos
delitos de agresión sexual, a la medida, por cada uno de los delitos, de cuatro años de
internamiento terapéutico cerrado seguido de tres años de libertad vigilada.
En Alicante, a 9 de julio de 2004.
Visto por la Ilma. Sra. Dª. Maria Isabel Mera Gorrachategui, Magistrada Juez Sustituta del Juzgado de
Menores n° 2 de esta capital y su provincia el presente expediente, seguido por un
delito de asesinato y dos delitos de agresion sexual
en el que aparece incurso el menor Tobías, nacido el 8-2-90, en Krefeld (Alemania), hijo de W. y M. J.,
representado por la Procuradora Dª. Cristina Calvo Rubí y defendido por el Letrado D. Jose Mª. Gally
Fernández, siendo parte el Ministerio Fiscal, y D. Farhad y Dª. Choo como Acusación Particular
representados por el Procurador D. Pedro Montes Torregrosa y asistidos por el Letrado D. Jesús Casero
Payes, y habiendo intervenido el Equipo Técnico.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO
El 7-4-04 se iniciaron las presentes actuaciones, con motivo de despacho de la Sección de Menores de
la Fiscalía de esta capital, en el que se dejaba constancia de la incoación de su expediente n° 373/04 al
menor Tobías, por un supuesto delito de Asesinato y dos delitos de Agresión Sexual.
SEGUNDO
Finalizada la fase de instrucción y concluido el expediente tras el preceptivo informe del Equipo
Técnico, el Ministerio Fiscal lo remitió al Juzgado con su escrito de alegaciones, en el que asimismo
solicitó la apertura de la Audiencia y calificó jurídicamente los hechos achacados al menor como
constitutivos de un delito de Asesinato y dos delitos de Agresión Sexual, al mismo tiempo que instaba la
práctica de las pruebas pertinentes, escrito del que se dio traslado a la Acusación Particular para que
formulara escrito de alegaciones lo que evacuo mediante escrito de fecha 18-5-04, solicitando la apertura
de la Audiencia y calificando jurídicamente los hechos achacados al menor como constitutivos de un
delito de Asesinato y dos delitos de Agresión Sexual, al mismo tiempo que instaba la practica de la
pruebas pertinentes, escritos de los que se dio traslado a la defensa del imputado que, tras mostrar su
disconformidad con las alegaciones de la Acusación Pública y Acusación Particular y proponer la prueba
que consideró menester, califico los hechos imputados como constitutivos de un delito de homicidio y un
delito continuado de profanación de cadáveres, solicitando le fuera impuesta al menor la media de dos
años de internamiento terapéutico seguido de un año de libertad vigilada.
TERCERO
Mediante Auto de 8-6-04, se acordó la celebración de la Audiencia y la pertinencia de las pruebas
propuestas, señalándose para que tuviera lugar la vista los días 2 y 5 de julio de 2004, en que se celebró
con asistencia del Fiscal, de la Acusación Particular y del representante del Equipo Técnico, así como del
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menor y de su defensa. Por el Ministerio Público, que calificó los hechos imputados como constitutivos de
un delito de Asesinato del art. 139, 1 del CP ( RCL 1995, 3170 y RCL 1996, 777) y dos delitos de
Agresión Sexual de los arts. 178, 179, y 180, 5 del CP, se modifico en fase de conclusiones su escrito de
alegaciones solicitando se impusiera al menor la medida por cada uno de los delitos de cuatro años de
internamiento terapéutico cerrado seguido de tres años de Libertad Vigilada. Por la Acusación Particular
se formulo igual calificación y petición de medida que la interesada por el Ministerio Público. Por la
defensa del menor se califico los hechos como constitutivos de un delito de Homicidio del art.138 del CP
y un delito continuado de profanación de cadáveres de art.526 en relación con el art. 74 del CP y solicito
la imposición de la medida de dos años de internamiento terapéutico cerrado seguido de un año de
Libertad Vigilada.
CUARTO
En la tramitación de este expediente se han observado todas las formalidades legales.
HECHOS PROBADOS
El día 2-4-04, sobre las 7h. 10m. joven Shila, salio de su domicilio sito en Orihuela-Costa,
Residencial..., bungalow..., para coger el autobús escolar, portando su mochila con el material necesario.
En la C/Nicolás de Bussi, donde se coge dicho autobús, se encontró con el menor Tobías, nacido el
8-2-90, quien la abordo y empleando la fuerza necesaria, logro arrastrarla hasta un descampado, detrás
de una nave de material de construcción que se ubica en el n°... de la citada calle, cayéndose la mochila
al suelo pues Shila se resistía. Allí, le bajo los pantalones y las bragas, le levanto la camiseta, le quito el
sujetador, se coloco un preservativo de la marca «Durex» y la penetro eyaculando. Posteriormente se lo
quito y la penetro vaginal y analmente, causándole desgarros en ambos orificios. La menor se defendía
por ello Tobías la golpeaba, sufriendo contusión en región frontal a nivel de línea media por encima de
los arcos ciliares, contusionen región molar derecha, y hematoma en región orbicular derecha con
intensa hemorragia subconjuntival. Cuando la menor se encontraba sin fuerzas, Tobías la cogió del
cuello con las manos y la estrangulo, causándole la muerte.
Ocurridos estos hechos, la arrastro unos metros y coloco encima del cuerpo un sofá abandonado, que
allí existía marchándose a casa de sus abuelos.
Sobre las 8 h. saco a pasear su perro y acordándose que había dejado el preservativo utilizado al lado
del cuerpo, con intención de destruir pruebas, volvió al lugar, le dio la vuelta al cadáver, pero no lo
encontró. Su perro cogió y le quito una zapatilla, que fue lanzada por Tobías lejos del cuerpo de la
víctima, lanzando igualmente la otra.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO
Dos son los motivos de oposición que se esgrimen por la defensa de Tobías respecto a los hechos que
le son imputados por el Ministerio Fiscal y por la Acusación Particular, a saber, que dichos hechos no
pueden ser calificados como delito de Asesinato al no concurrir alevosía sino como delito de homicidio y
que no existieron los dos delitos de Agresión Sexual que igualmente se le imputan aduciendo que la
relación sexual se produjo una vez muerta la victima y que por tanto solo podían ser calificados de un
delito continuado de profanación de cadáveres, criterio que no compartimos y ello en base a las
siguientes consideraciones:
Sostiene la defensa que no pueden calificarse los hechos imputados al menor como constitutivos de
dos delitos de Agresión sexual sino como un delito continuado de profanación de cadáveres, aduciendo
que la relación sexual se produjo después de que el menor diera muerte a la victima argumento del que
discrepamos, pues el menor en su declaración prestada en Fiscalia reconoció que efectivamente había
abusado sexualmente de la victima en vida, aunque negó que lo hubiera hecho analmente alegando
«que no pudo», y aunque en el acto de la vista manifiesta que cuando penetro a la victima el pensaba
que estaba viva, pero que estaba ya muerta, no habiéndose podido conseguir a pesar de los esfuerzos
realizados que el menor explicara porque creía que estaba viva, ya que se ha limitado a repetir «que lo
creía pero que estaba muerta», la prueba de ADN practicada ratificada en el acto de la vista mediante
videoconferencia por los peritos que la han llevado a cabo así como las declaraciones de los forenses
que han depuesto como peritos en el acto de la Audiencia y que llevaron acabo la autopsia de la víctima
no dejan lugar a dudas sobre la existencia de las agresiones sexuales anal y vaginal y que estas se
produjeron en vida, y así, respecto a la prueba de ADN los peritos sostienen que «la hipótesis de que el
perfil genético obtenido a partir de la muestra proceda de una mezcla de restos celulares de Shila y de
restos espermáticos de Tobías es 251 billones más probable que la hipótesis de que el perfil genético
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obtenido a partir de la muestra proceda de una mezcla de restos celulares de Shila y de restos
espermáticos de un individuo no relacionado y tomado al azar de la población española», igualmente los
forenses son contundentes en sus conclusiones al sostener que,
no ha lugar a dudas que las lesiones
y consiguientes hemorragias que presentaba la victima en vagina y ano eran vitales y no
postmortales , lo que hace concluir que los hechos son constitutivos de dos delitos de agresión sexual de
los arts. 178, 179, y 180, 5 del CP ( RCL 1995, 3170 y RCL 1996, 777)
SEGUNDO
Expuesto lo anterior y pasando a analizar el segundo de los motivos en que basa su oposición la
defensa, cual es, que no nos encontramos ante un delito de Asesinato sino de Homicidio al no concurrir
Alevosía, ha de significarse que según la Jurisprudencia más tradicional y reiterada la alevosía,
circunstancia que califica el asesinato, exige la concurrencia de un primer elemento normativo que se
cumplirá si se acompaña a cualquiera de los delitos contra las personas; de un segundo elemento
instrumental que consiste en que la conducta del agente debe enmarcarse en un actuar que asegure el
resultado sin riesgo para su persona y que puede consistir en los modos o formas de alevosía proditoria
o traicionera, sorpresiva o por desvalimiento; y, por último, un elemento culpabilístico consistente en el
ánimo de conseguir el resultado sin ofrecer a la víctima posibilidad alguna de defensa (
STS, entre
muchas, de 09/07/99 [ RJ 1999, 5942] ). Igualmente, la Jurisprudencia señala que la naturaleza súbita o
repentina del ataque que desplaza cualquier atisbo de defensa por parte de la víctima, constituye en
esencia el «modus operandi» propio de la ejecución alevosa, siendo constante la Jurisprudencia que
entiende que ello también concurre cuando se trata de personas indefensas o en nítida situación de
inferioridad, junto a las formas traicioneras, súbitas o sorpresivas o cuando la indefensión es provocada
por el propio agresor (además de la citada,
SSTS de 15/03 [ RJ 1999, 2944] y 01/10/99 [ RJ 1999, 7595] ,
04/02 [ RJ 2000, 301] y 13/03/00, 20/06/01 [ RJ 2001, 9978] , 11/06/02 [ RJ 2002, 7930] y 30/09/03 [ RJ
2003, 7706] ).
La alevosía es una circunstancia esencialmente objetiva caracterizada por la especial facilidad de la
comisión del delito mediante el empleo en su ejecución de medios, modos o formas que tiendan directa o
especialmente a asegurarla, sin el riesgo que para su persona pudiera proceder de la defensa por parte
del ofendido (artículo 22.1 CP [ RCL 1995, 3170 y RCL 1996, 777] ), de forma que el deslinde de esta
circunstancia que califica el asesinato con la agravante ordinaria de abuso de superioridad (artículo 22.2
CP), difícil en muchas ocasiones, debe ser analizado cuidadosamente caso a caso, por cuanto se trata
de determinar, a la luz de las circunstancias concurrentes, si la defensa por parte de la víctima ha sido
eliminada en base a los medios, modos o formas empleadas o por el contrario solamente se ha debilitado
o disminuido, en el entendimiento desde luego que esta última alternativa no puede ser simbólica sino
dotada de un mínimo de efectividad. El elemento subjetivo a que se refiere la Jurisprudencia existirá
siempre que la acción se ejecute conscientemente no siendo desde luego exigible un ánimo específico o
duplicado del propósito del agresor, es decir, la acción alevosa realizada conscientemente implica ya el
ánimo de conseguir el resultado sin riesgo para su autor (
STS 1352/03 [ RJ 2003, 7643] ).
Pues bien, de acuerdo con lo expuesto anteriormente, no cabe la menor duda que Tobías penetro
vaginal y analmente a Shila en vida golpeándola para vencer su resistencia hasta finalmente causarle la
muerte por asfixia por estrangulamiento a mano, cierto que a pesar de los esfuerzos realizados por el
Ministerio Público, y Acusación Particular en el interrogatorio del menor, incluso a preguntas de esta
Juzgadora, el menor ha repetido una y otra vez cual autómata que ha aprendido bien la lección que la
forma en que sucedieron los hechos no fue como se describe en el escrito de alegaciones sino la
siguiente: que se encontró con Shila en la parada del autobús sobre las 7 h. l0 m. que le propuso
mantener relaciones sexuales a lo que ella accedió marchándose los dos al descampado, que una vez en
dicho lugar Shila le piso un pie Tobías le dijo «me cago en ti» y Shila le dio un bofetón lo que hizo que se
irritara y que en ese momento decidiera matarla, manteniendo posteriormente relaciones sexuales
cuando ya estaba muerta, pues bien, no resulta creíble la versión del menor, en primer lugar porque no
es la primera vez que Tobías construye una historia favorable a sus propios intereses sin tener reparo
alguno en inculpar a terceras personas que se han visto inmersas en una investigación policial sin nada
tener que ver con los hechos que aquí analizamos como es el caso del camionero, a quien Tobías
incrimino en sus primeras declaraciones prestadas en dependencias policiales y en Fiscalia sosteniendo
que fue dicho camionero quien la mato y le obligo a mantener relaciones sexuales con Shila una vez
muerta, en segundo lugar, porque el menor no solo reconoció los hechos que se le imputan en su
declaración prestada en Fiscalia con fecha 11-5-04 a excepción de la penetración anal, seguramente por
la contundencia del resultado de las pruebas de ADN llevadas a cabo que en esa fecha ya se conocían,
sino que el resto de pruebas practicadas en el Acto de la vista desvirtúan dicha versión, pues el propio
menor ha reconocido que estaba un poco enamorado de Shila que, no solía llevar preservativos pero que
ese día lo llevaba y los forenses que practicaron la autopsia manifiestan que la ropa de Shila no
presentaba signos de que se la hubiera quitado voluntariamente sino de haber sido arrancada que, la
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victima se comía las uñas por lo que tuvieron dificultades para recoger muestras con los hisopos para su
posterior análisis lo que puede explicar que el menor no presentara arañazo alguno proveniente de la
defensa de Shila, así como que las contusiones que presentaba no solo eran vitales sino que la
producida a nivel frontal aunque no dejo marcas en el cráneo si pudo producir un aturdimiento a la
victima que disminuyera sus posibilidades de defensa ante la agresión de Tobías, por lo que no cabe
duda que Tobías llevo a cabo la brutal acción de arrastrar hasta el descampado a Shila, violarla vaginal y
analmente, golpearla para vencer su resistencia y una vez conseguido su propósito, y aprovechando la
evidente ausencia de las facultades de defensa de la víctima ocasionada no solo por los golpes recibidos
sino por la agresión sexual llevada a cabo por el menor, estrangularla, lo que conlleva que los hechos
hayan de ser calificados como sostienen la Acusación Pública y Particular como delito de Asesinato del
art.139, 1 del CP, pues, tal y como señala la STS De 24-3-2003 (
núm. 414/2003 [ RJ 2003, 4045] ) y las
demás que en ella se citan, «Para que exista alevosía no es imprescindible que de antemano el agente
busque y encuentre el modo más idóneo de ejecución sino que es suficiente que se aproveche, en
cualquier momento y de forma consciente, de la situación de indefensión de la víctima, así como de la
facilidad que ello supone».
TERCERO
Del Informe emitido por el Equipo Técnico, se desprende que el menor Tobías, es el único hijo habido
de la relación entre W. y M. J., originarios de Alemania y separados desde hace ocho años. El menor
vino a España porque su abuelo materno es español, residiendo primero en Palma de Mallorca y luego
en la Urbanización... de Orihuela. Las dinámicas familiares están influidas por una solvencia económica
estable y una formación cultural óptima en los referentes adultos. El menor es una persona que
experimenta sentimientos de ira y que se muestra irritable ante las provocaciones, por lo que se
considera adecuado imponerle la medida de cuatro años de internamiento terapéutico cerrado, seguido
de tres años de Libertad Vigilada por cada uno de los tres delitos cometidos, teniendo en cuenta no solo
lo hasta aquí expuesto sino la grave, cruel y brutal conducta de violar y dar muerte a una niña de 13 años
llevada a cabo por el menor que no podemos olvidar contaba con tan solo 14 años recién cumplidos a la
fecha en que ocurrieron los hechos; la frialdad demostrada en el acto de la vista rota al final de la misma
con tenues lagrimas y palabras de perdón que denotan más su temor ante las consecuencias judiciales
que pudieran tener sus actos que un sincero arrepentimiento; así como la «sangre fría» con la que
después de haber llevado a cabo tan espeluznantes hechos se marcho a pasear a su perro como si nada
hubiera sucedido, y acordándose que había dejado olvidado el preservativo volvió al lugar donde yacía
Shila, dando la vuelta al cadáver, en busca del mencionado preservativo que finalmente no encontró,
pues tal y como exponen los forenses el cadáver presentaba dobles livideces que demuestra que fue
movido, todo lo cual aconseja la imposición de la medida indicada para llevar a cabo una pronta
intervención con el menor en aras de tratar de encontrar los motivos que le han podido llevar a cometer
tan reprobable acción y evitar que pueda volver a repetir conductas de la gravedad de las aquí
analizadas.
No obstante lo anterior y en virtud de lo dispuesto en el art. 9, y la D.A. 44 de la
LORPM ( RCL 2000,
90) . Tobías no podrá cumplir una medida de internamiento terapéutico cerrado por tiempo superior a
cuatro años seguido de una libertad vigilada por tiempo superior a tres años.
La entidad pública de reforma, que deberá ejecutar la medida, una vez que esta resolución sea firme,
informará a este juzgado mensualmente sobre la evolución del menor y, en todo caso. Sobre cualquier
incidencia o aspecto destacable durante ella.
Vistos los preceptos legales antes citados y demás de pertinente aplicación
FALLO
Que debo imponer e impongo al menor Tobías, como autor penalmente responsable de un delito de
Asesinato y dos delitos de Agresión Sexual, ya definidos, la medida para cada uno de los delitos de
cuatro años de internamiento terapéutico cerrado seguido de tres años de libertad vigilada, si bien en
virtud de lo dispuesto en el art. 9, y la D.A. 4ª de la
LORPM ( RCL 2000, 90) el menor no podrá cumplir
más de cuatro años de internamiento terapéutico cerrado seguido de tres años de libertad vigilada.
Notifíquese la presente resolución a las partes y al Ministerio Fiscal, enterándoles que la misma no es
firme y que cabe recurso de apelación en el plazo de cinco días desde su notificación ante la Audiencia
Provincial de Alicante
Una vez firme, incóese expediente de ejecución, y remítase testimonio de la Sentencia y del Informe
elaborado por el Equipo Técnico a los Servicios Sociales de la Generalitat Valenciana, a los efectos
previstos en el art. 45 de la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, los cuales deberán informar a este
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Juzgado y al Ministerio Fiscal del inicio de la medida, al igual que de la evolución del menor durante su
ejecución.
Finalmente, remítase testimonio de esta sentencia firme al Registro Especial del M° de Justicia, a que
hace méritos la Disposición Adicional Tercera de la LO 5/2000, de constante cita.
Así por esta mi sentencia, lo acuerdo, mando y firmo.
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