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I
EN LAS .OBRAS DE MARX
DK Wolfgong Boutz
Universidad de Rostck.
Republica Democratica Alemana
principios de los años 60, con el
agotamiento de la dinámica del proceso
de industrialización, con el fracaso de la
"política de cambio social" y con el
,triunfo de la Revolución Cubana, que
rompió con el fatalismo geográfico y abrió por
primera vez en el continente el camino hacia una
sociedad nueva, entró en crisis la teoría desarrollista
conceptualizada por la CEPAL. En la medida en
que este organismo dejó de ser "centro de
.
influencia teórico-doctrinaria", surgieron nuevos
enfoques y empezó a recorrer por América Latina,
y no sólo por esta parte del mundo, la llamada
teoría de la dependencia. Aunque nunca logra
configurarse como teoria, más bien está incluida
bajo la denominación "teoria de la dependencia"
una amplia gama de conceptos distintos, podemos
observar en cierto sentido un rasgo común: la
crítica, en forma directa o indirecta, a la noción de
la formación económico-social, elaborada por
Marx. Hasta el momento las olas de esta discusión
no se han calmado y el centenario de la muerte de
Carlos Marx ha suministrado nueva materia prima
necesaria para que se convierta aparentemente en
un debate permanente.
No obstante que en muchos casos se-apoya en
estudios económicos, históricos, sociológicos,
concretos, las intenciones de la crítica van más al1
de los I ímites dados por las ciencias particulares,
porque en el fondo del problema no se trata de la
validez del concepto de modo de producción, di
clase social 'u otros aspectos de la teoría marxista
sino de cuestionar la universalidad de categorías
conceptos científicos. Por eso, sin negar la
importancia de investigaciones concretas en este
debate, la argumentación debe pasar
necesariamente a niveles de gnoseología o teoría (
la ciencia, respectivamente. No es aquí el lugar de
entrar más en el análisis de estas críticas. Nuestro
propósito es más sencillo: exponer algunos
aspectos de carácter fundamental de la noción
"formación económico-social" a partir de las obri
de Marx.
La noción de la "formación social" o
"formación económico-social" ocupa
indudablemente un lugar central en la teoría
marxista de la sociedad, porque une las ideas sobr
la estructura general de la sociedad con las ideas
sobre las regularidades generales de su desarrollo.
Y por primera vez la encontramos usada en la obr
El 18 Brumario de Luis Bonaparte, de 1852. Sin
entrar más en la historia del pensamiento de Mar>
y la lógica de su desarrollo, queremos constatar q
la profundización de los estudios, económicos, q i
él inició después de las revoluciones del 48,
culminando con la publicación de El Capital,
contribuyó a la edificación ulterior de la noción
"formación social" y le permitió llegar a la
formulación clásica como la encontramos en el
Prólogo, de 1859. Era el análisis del proceso
productivo y sus respectivos elementos que
posibilitó comprender la sociedad como un sistema,
como organización que abarca todas las formas y
sectores de la actividad humana en su unidad
constituida por las interacciones y determinaciones
del modo de producción dominante.
Si Marx, en su obra de 1859, expuso a grandes
rasgos el nuevo concepto de la sociedad como nexo
de relaciones materiales y estructuras ideológicas,
lo hizo para aclarar impl ícitamente las premisas de
las ciencias sociales, en general, y de la economía
política, en particular. En la medida en que él
desarrollaba la teoría de la sociedad, resolviendo
positivamente la antinomia establecida a lo largo de
la historia del pensamiento social entre lo objetivo
y lo subjetivo, esta teoría, una vez concluida,
contiene los principios metodológicos generados,
de los cuales debe disponer cada ciencia social en
sus múltiples esfuerzos de interpretar
adecuadamente la realidad. Eso quiere decir que el
científico social necesita apoyarse en una teoría
filosófica que refleja objetivamente los aspectos
esenciales de los fenómenos y,procesos sociales. En
el sentido en que la noción "formación social"
contempla las relaciones entre los elementos
básicos del organismo social y las tendencias de su
desarrollo, genera conocimientos que son
principios metodológicos, se perfila su función
heurística y recupera su gran significación1. En
esta particularidad el concepto aqu I en discusión
debe formar parte de la metodología general de
cada ciencia.
El concepto "formación social" puede
cumplir una función metodológica, en la
reconstrucción teórica de la sociedad, porque la
'Iformación social" es una generalización de la
realidad concreta, es una abstracción, y para
decirlo correctamente, es una categoría de carácter
filosófico. Si la importancia heurística se deriva de
la particularidad general del concepto de la
sociedad, no puede ser sustituido por categorías y
conceptos de ciencias particulares.
Indudablemente surge aquí un problema
contra el cual Engels argumentó en varias
ocasiones, especialmente en su carta a P. Ernest,
fechada de 5 de junio de 1890. Al confundir el
carácter propio de los conceptos del materialismo
histórico, el método materialista se transforma en
su contrario, de una guía para e l estudio se
convierte en algo vacío para sintetizar y ordenar los
hechos sociales según principios sospechosos. Si
Engels subraya en otro lugar que la concepción de
Marx, "no ofrece dogmas hechos, sino puntos de
partida para la ulterior insestigación y el método
esto significa que la
para dicha investigación
categoría "formación social", tan ampliada y
desarrollada como sea, nunca pudiera sustituir
estudios concretos y toda la función metodológica
sólo existe y se revela en el proceso de la
investigación.
Uno de estos "puntos de partida" para la
investigación -el concepto de la formación social--,
Marx lo describió con las siguientes palabras:
' j 2 ,
"En la producción social de su vida, los
hombres contraen determinadas relaciones (. . .),
relaciones de producción, que corresponden a una
determinada fase de desarrollo de sus fuerzas
productivas materiales í.. .). El m o d o d e
producción d e la vida material condiciona el
proceso de la vida social, política y espiritual en
general í.. .). A l llegar a una determinada fase de
desarrollo. las fuerzas productivas materiales de la
sociedad cliocan con las relaciones de producción
esisrenres. o . lo que no es más que la expresión
juridica de éste. coji las relaciones de propiedad
dentro de 1 ~ cuales
s
se iza~ldesenvuelto hasta allí.
De f'onnns de desarrollo de las fuerzas productivas,
esta- relaciorzes je coni.ierten en trabas suyas. Y se
abre asl'lrrla Ppoca de rei.oluciÓn social. A1 cambiar
la base económica. rei.oluciona, más o menos
ripidamente. roda IJ inmensa superestructura
erigida sobre ella"3 .
Como centro de la definición, el concepto de
la formación sociai refleja la contradicción objetiva
entre fuerzas productivas y relaciones de
producción y además abarca una jerarquía general
de dependencia, enfocando la relación entre base y
superestructura. Eso significa que se considera el
organismo social en su uniaac y totalidad; la
sociedad no es reducible a relaciones económicas,
ni tampoco a determinacones exclusivamente
económicas4, sino la sociedad forma un sistema de
relaciones sociales que abarcan todos los aspectos y
formas de la actividad hdmana. La unidad entre
relaciones econó~icas.sociales, políticas e
ideológicas está constituida por su interacción y su
determinación por el modo de producción
dominante. De lo anteriormente dicho se deriva,
que ningún aspecto de la vida social, por ejemplo la
política, queda reducido a un estrecho campo, sino
que el sistema político es amplio, en tanto tiene
carácter social y ecoriómico.
No obstante que la dialéctica entre fuerzas
productivas y relaciones de producción determina
cada sociedad y su dirección de desarrollo
respectivamente, es ese el elemento que permite
considerar a la sociedad como resultado del cambio
histórico de los modos de producción, diferenciar
cualitativamente los sistemas sociales entre sí. El
concepto general de la sociedad contiene en s í
mismo la "differentia specifica", que permite
cualificar históricamente la sociedad. La noción
"formación social" refleja teóricamente
regularidades del desarrollo-social, que solamente
pueden ser considerados dentro de la multitud de
tipos de sociedades, concretizándose en ellas lo que
permite problematizar la vida social como un
proceso históricamente concreto. En este sentido la
formación social es un concepto general-concreto
de la sociedad.
Desde posiciones pol ítico-ideológicas
contrarias, la sociología no marxista se ha
planteado la tarea de elaborar un concepto de la
sociedad más allá de la multitud de formaciones
sociales. T. Parsons formuló su intención teórica de
la siguiente manera: "Una generación de
antropólogos y sociólogos ha dirigido su atención a
históricamente dada y el desarrollo del fenómeno
social en cuestión se explica sólo sobre la base de
estos determinantes. Fenómenos aparentemente
semejantes (en su forma de manifestarse), pero
pertenecientes a distintas formaciones sociales, son
incomparables. Para el investigador, recuperan una
importancia creciente de explicar los mecanismos
directose indirectos que realizan esta determinación.
Tomemos un ejemplo. Un problema tan complejo,
más aún en las sociedades de América Latina, como
el de la mujer, puede ser entendido con
profundidad tomando en consideración las
premisas sociales, políticas e ideológicas para la
aquellos fenómenos que diferencian una sociedad
de otra y las distintas estructuras dentro de la
misma sociedad; después de eso, en los últimos
años se veía crecer el interés alrededor de la
pregunta, si existen rasgos que son comunes en
todas las sociedades y qué fuerzhs producen la
existencia de esos rasgos comunes" 5 . Tal intento,
no completamente nuevo6, trata de colocar la
"sociedad en sí" en el centro de la teoría, termina
finalmente en un concepto general abstracto de la
sociedad. Se reduce así la sociedad a su aspecto de
ser un sistema, pero liberado de su especificidad
social y desarrollo histórico.
Lo anteriormente dicho acerca del contenido
de la noción "formación social" contiene dos
implicaciones metodológicas. Primero, cualquier
fenómeno social debe ser relacionado con la forma
histórico-concreta de las relaciones de producción7.
Esta operación se confunde, a veces, con un
"reduccionismo económico", pero en realidad se
trata de ubicar el hecho en investigación en el
contexto de las relaciones sociales y la jerarquía de
dependencia entre ellas. Es imposible observar el
funcionamiento de los factores determinantes y el
peso de cada uno sin partir del papel fundamental
de la estructura económica. De aquí se deriva
-como segunda implicación- que el análisis de
cualquier acontecimiento debe partir de sus
determinantes específicos, propios de la formación
reproducción de las relaciones de producción
capitalista (las dominantes que lógica e
históricamente entran en interacción con otros
tipos de relaciones económicas). Salta a la vista que
con la determinación de dichas premisas no se han
descubierto todos los elementos que influyen en el
desarrollo de la mujer, pero situar este problema
fuera de contexto establecido por la producción
capitalista significaría, tarde o temprano, un paso
atrás. La propia lógica con su conciencia de hierro
conduciría a posiciones de reducir lo social a lo
biológico.
Para Marx la sociedad es ". . . u n organismo
susceptible de cambios y sujeto a u n proceso
constante de transformaciones " Y, como ya
nueva fundación.
En la concepción marxista las "ruinas" nunca
son consideradas como elementos aislados, más
hemos demostrado, existe solamente en la multitud bien encontramos una situación dialéctica en que
de formaciones sociales. Pero, surge aqul el
los elementos de una formación dada actúan
problema teórico, de cómo se puede concebir el
activamente sobre las condiciones y suposiciones
cambio de una formación a otra, cualitativamente
necesarias de su desarrollo que inicialmente
distinta, de t a l manera que la noción de
existían como "ruinas" de sistemas anteriores.
"formación social" no se limita a reflejar
Todas las "ruinas" que no son absolutamente
teóricamente la estructura de un sistema social
necesarias en este conjunto de factores para el
acabado, terminado en todos sus aspectos, sino
desarrollo y e l funcionamiento de la nueva
incluye la evolución hacia esta calidad y los
formación están oprimidas y desaparecen
factores influyentes.
tendencialmente. Al contrario, las suposiciones
El surgimiento de una nueva formación con
realmente necesarias para e l surgimiento de la
calidad diferente es un proceso histórico largo, en
formación más desarrollada, esta "conditio sine
que el nuevo organismo social recupera
qua non", aparece en la estructura del sistema, una
paulatinamente su propia caracterlstica y se
vez desarrollado, como resultado del movimiento
desarrolla a su propia totalidad, al tiempo que
específico del nuevo sistema. "Esos supuestos que
supera los restos de formaciones precedente. El
originariamente aparecían como condiciones d e su
desarrollo hacia la totalidad se torna elemento
devenir -y que por tanto aún no podían surgir de
necesario tanto estructural como
su acción como capital- se presentan ahora como
históricamente de la formación social. "Hay &e
resultados de su propia realización, como realidad
hacerse cargo -escribe Marx- de que las nuevas
puesta por él: n o como condiciones de su génesis,
fierzas productivas y relaciones de producción no
se desarrollan a partir de la nada ni del aire, ni de las
entrañas d e la idea que se pone a sí misma; sino en
el interior del desarrollo existente de la producción
y de las relaciones de propiedad tradicionales y
contraponiéndose a ese desarrollo y esas relaciones
(. . .). Esre mismo sistema orgáqico en cuanto
totalidad tiene sus supuestos, y su desarrollo hasta
alcanzar la ta f&&d plena, consiste precisamente
(en que) se subo-rciina todos los elementos de la
sociedad, o en quecrea los órganos que aún le
hacen falta a partir de aquélla. De esta manera llega
a ser históricame&e una totalidad. El devenir hacia
esa tataiidad colostituye u n momento de su
proceso, de su desarrollo" '.
Cada formación social se levanta sobre el
material que ha creado la evolución anterior,
negando el sistema anterior. El nuevo organismo
social con sus propias leyes surge con base en las
"ruinas" de su antecesorlo. Es evidente que
disponemos con estas afirmaciones de un
mecanismo general del tránsito de una a otra
formación social, pero también queda muy claro
que el análisis histórico descubre que las relaciones
precapitalistas en todos sus aspectos intervienen
económica, política e ideológicamente en el
desarrollo del capitalismo. Independiente del
menor o mayor peso, del corto o largo plazo en
que actúan estas relaciones precapitalistas, se
plantea el problema que se debe resolver
teóricamente: la relación entre las "ruinas" y la
sino como resultados de existencia""
.
Con esta transformación de condiciones en
resultados, la formación social funciona sobre su
propia base y asume sus propias características, es
decir, este sistema se constituye como
predominante; el proceso de desarrollo de esta
formación se torna irreversible.
Indudablemente la formación social sufre en
su desarrollo un salto cualitativo que no elimina la
relación entre lo antiguo y lo nuevo, bien la
subordina a este cambio.
La categoría "modo de producción
dominante" como una concretización del concepto
general, intenta reflejar teóricamente esta situación.
Leemos: "En todas las formas de sociedad existe
una determinada producción que asigna a todas las
otras su correspondiente rango ( e ) influencias,
cuyas relaciones por lo tanto asignan a todas las
otras el rasgo y la influencia"' .
La función heurística de la categoría "modo
de producción dominante" consiste en explicarse
aspectos importantes de la dialéctica de una
formación, es decir, permite concebir que lógica e
históricamente elementos precapitalistas y
capitalistas puedan formar un sistema, que por sus
interacciones permanentes con base en una
jerarqu ía de determinaciones, establecida por el
modo de producción capitalista, se reproduce. Es
evidente e l valor metodológico que ofrece así la
noción "formación social" justamente para la
investigación en e l terreno de la historia o
En este sentido es importante la
caracterización de la situación alemana que ha
hecho Marx en su Prólogo a El Capital: en
Alemania "la producción ca,dtalista se halla .va
sociología de América Latina. Quienes declaran lo
contrario, en la mayoría de los casos, exigen del
concepto aquí en discusión y las demás partes de la
teoría marxista de la sociedad un salto mortal.
En las condiciones en torno a la noción
"formación social" y su validez para la
investigación de procesos sociales en los países de
América Latina, se menosprecia a menudo que
Marx y Engels subrayaron más de una vez, que si es
metodológicamente importante tener claro los
rasgos esenciales y las leyes generales del
surgimiento y desarrollo de una formación, no
menos significativo es tener en cuenta la variedad
de formas en que ellos se manifiestan, la variedad
de formas del surgimiento y desarrollo de una
formación dada. Si Marx escribió en El Capital que
plenamente aclimatada, por ejemplo en las
verdaderas fábricas, la realidad alemana es mucho
peor todavía que la inglesa. . . en nuestro país,
como el resto del occidente de la Europa
continental, n o sólo padece los males que entrafia
el desarrollo de la producción capitalista, sino
también los que supone su falta de desarrollo.
Junto a las miserias modernas, nos agobie toda una
serie de miserias heredadas, fruto de la
supervivencia de tipos de producción antiquísimos
y ya caducos, con todo su séquito de relaciones
políticas y sociales anacrónicas. N o sólo nos
atormentan los vivos, sino también los muertos" 4 .
Y a pesar de esa situación Marx nunca pon ia en
'
"la misma base económica (la misma en lo que se
refiere a sus condiciones fundamentales) presenta,
bajo la influencia d e innumerables condiciones
empíricas distintas, de condiciones naturales,
relaciones sociales, influencias históricas exteriores,
infinitas variaciones y matices. . . " , él Ilamó la
duda que en estas circunstancias actúan y se
imponen "las leyes naturales de la producción
capitalista". Pero es probable que se presenten en
esta situación concreta limitaciones estructurales
que puedan reducir el espacio para el
funcionamiento de estas leyes, por ejemplo para la
ley capitalista del valor, e incluso hasta causar
deformaciones.
Así, la complejidad de la economía no
verifica la existencia de una supuesta formación
específica en América Latina. Al contrario surge el
problema de considerarla como un elemento
'
atención a una regularidad presente en el desarrollo
de todas las formaciones sociales.
El análisis histórico-materialista del desarrollo
de las formaciones sociales (y10 sus partes,
respectivamente) debe tomar en consideración los
siguientes aspectos para enfocar et problema arriba
mencionado:
-ninguna situación social existe sin
rudimentos de sociedades antiguas así como
semillas de nuevas, es decir, no aparece en
forma químicamente pura;
-las regularidades que forman la lógica
interna de la formación social se realizan
mediante el vehículo de la casualidad;
-un elemento esencial que condiciona las
formas de manifestación de las leyes sociales
es el factor subjetivo; y
-los procesos sociales son afectados por la
interacción dialéctica entre factores internos
y externos.
Si estudiamos la situación en los países de
América Latina, podemos constatar que además de
la gran variedad dentro de las relaciones capitalistas
existen aquellas que surgen de la pequeña
producción mercantil (y en algunos casos más aún
de la economía autárquica). Pero hay un amplio
consenso entre los científicos sobre el hecho de
que las relaciones capitalistas subordinan las demás
relaciones a sus leyes de desarrollo en forma directa
o indirecta. De esta situación se deriva una
complejidad de la base económica que encuentra su
reflejo en los demás aspectos de la formación social.
-entre otros- del mecanismo de acción de las
leyes de la formación capitalista.
'
Las regularidades de una formación se realizan
bajo una gran variedad de condiciones, que lleva
una multitud de formas de existencia de esta
formación15. En el análisis de este proceso sería
metodológicamente incorrecto partir de un
determinismo, absolutamente la casualidad. Es
cierto que no se logra detectar tal actitud extrema,
pero sí una posición que intenta explicar
completamente un fenómeno a partir de aquellos
nexos internos, como los que están formulados en
la noción de la "formación social". Al fracasar este
intento se niega la validez de este concepto teórico.
Cabe señalar en este contexto el planteamiento de
Engels, quien escribió que:
"Los hombres, hacen ellos mismos su historia,
pero hasta ahora n o con una voluntad colectiva .v
con arreglo a un plan colectivo, ni siquiera dentro
de una sociedad dada y circunscrita. Sus
aspiraciones se entrecruzan; por eso en todas estas
sociedades impera la necesidad, cuyo complemento
y forma de manifestarse es la casualidad. La
necesidad que aquíse impone a través de la
cusrlulidud cs también, en última instancia, la
cconómica"16.
.Aquel factor económico a que se refirió
Engels prescribe las posibilidades históricas dentro
las cuales están evolucionando los procesos reales
del surgimiento y desarrollo de una formación
social.
En el contexto de nuestra discusión vale la
pena retomar un argumento que utilizó Engels,
defendiendo el concepto marxista de la sociedad
contra las tergiversaciones de dicho concepto:
"La situación económica es la base, pero los
diversos factores de la superestructura que sobre
ella se levantan -las formas políticas de la lucha de
clases y sus resultados, las Constituciones que,
después de ganada una batalla, redacta la clase
triunfante, etc., las formas jurídicas, e incluso los
reflejos de todas estas luchas reales en el cerebro de
los participantes, las teorías políticas, jurídicas,
filosóficas, las ideas religiosas y el desarrollo
ulterior de éstas hasta convertirlas en un sistema de
clogmas- ejercen también su influencia sobre el
curso de las luchas históricas y determinan,
predominantemente en muchos casos, su forma"' ' .
Los diversos factores de la superestructura no son
algo más que manifestaciones y resultados de la
actividad de los sujetos históricos, de la lucha de
clases18. El grado de formación de las clases en
todos sus aspectos, es decir, en lo económico, lo
social, lo político y lo ideológico, y por lo tanto, su
capacidad de cumplir con las tareas históricas se
convierten en otro elemento que causa -junto con
los elementos ya mencionados- una diversificación
de las posibilidades alrededor de las tendencias
históricas.
La historia de América Latina conoce muchos
ejemplos que pudieran servir para confirmar estas
afirmaciones. Tratamos de seleccionar un problema
social del que existe un amplio consenso sobre su
importancia para el desarrollo de las sociedades
latinoamericanas, y cuya influencia se hace sentir
hasta el momento presente: la cuestión agraria.
Planteada en las luchas por la independencia,
la cuestión agraria sigue siendo un problema de
gran significado en la lucha social de los países del
continente, no obstante las reformas y revoluciones
liberales a partir de los años 50 del siglo pasado. En
la mayoría de los casos solamente se destruyeron
'os obstáculos para una adaptación acelerada de la
hacienda a las exigencias del desarrollo capitalista.
Eso posibilitó la profundización de la división
internacional del trabajo entre países productores
de materias primas y países industriales y además
robusteció las condiciones para la "vía prusiana"
del desarrollo del capitalismo como vía
predominantelg . Mientras el elemento burgués
jugó económica y socialmente un papel débil por
causa de su debilidad general y su profunda raíz en
el capital comercial, la hegemonía interna se
encontró en manos de grupos económicos y
políticos que se caracterizaron por su identidad o
vinculación con los intereses oligárquicos
tradicionales.
Paralelamente se hizo sentir cada vez más
claramente como América Latina se convirtió en
un objeto de la política europeo-norteamericana, lo
que era un reflejo de la situación económica, que se
caracterizó por la penetración acelerada del capital
monopolista extranjero en los distintos sectores de
la sociedad y su vinculación con la oligarquía
agraria y financiera, naciente. Como resultado, la
oligarquía se vio reforzada en sus posiciones
sociales. Pero como muestra el,caso mejicano, la
lucha por la solución democrática de la cuestión
agraria no desapareció, más bien se agudizó
(Revolución Mejicana) en estas circunstancias
nuevas. En esta situación, la burguesía muestra la
característica de que desde el principio renuncia,
parcial o completamente, a su aspiración de
destruir las formas precapitalistas de propiedad. En
esta renuncia fue apoyada por los representantes
de los Estados imperialistas, porque cada cambio
del orden creado en la división internacional del
trabajo, incluso cada transformación democrática
de la tenencia de tierra, tendía a chocar con sus
intereses particulares. De esta manera se aceleró el
desarrollo capitalista en la agricultura por la "vía
prusiana" y las tareas de una reforma agraria
realmente democrática quedaron sin cumplir; las
cuales solamente pueden ser cumplidas en las
revoluciones antiimperialistas democráticas. Es
'ampliamente reconocido a que repercusiones
dolorosas lleva esta vía, la coexistencia de
latifundio y minifundio, en la estructura
económica y en la situación de la población.
De lo anteriormente expuesto se deriva
directamente la importancia de la dialéctica entre
los factores interiores y exteriores para el
desarrollo históricamente concreto de una
formación social. Solamente queda destacar que la
importancia de dicha dialéctica no reviste un
carácter estático sino que viene sufriendo cambios
a lo largo de la historia. Si bien es cierto que con la
inserción de América Latina en el sistema
capitalista mundial, en la división internacional de
trabajo, se da la posibilidad que el factor externo
en su acción se generalice, también es cierto que lo
cambios en este sistema y la posición cambiante dc
los países latinoamericanos evolucionan el papel
del factor externo.
Con motivo del centenario de la muerte de
C. Marx, en un ensayo ideológico A. G. Frank se
esfuerza en darle vida a un argumento viejo; sugiere
que existe un método marxista en el Oeste, otro
método marxista en el Este y por otra parte un
método marxista en el Sur. Pero el trabajo teórico
en las ciencias sociales avanza por un camino
diferente. El punto de partida es concebir la
reconstrucción teórica de la sociedad como
formucii>lisociul. Pues es perfectamente lógico que
este procedimiento presenta diferentes resultados
en el análisis de cada período, de cada región, etc.,
pero el método del materialismo histórico no varía.
Al contrario, entender hechos sociales particulares
según su función y determinación en el todo
histórico al cual pertenece, o con otras palabras,
considerarlo como aspecto de la formación social
resulta el método necesario y fructífero.
NOTAS
1.
"Marx puso fin a la concepción de la sociedad como
una suma mecánica de individuos sujetos a toda clase
de cambios por voluntad de las autoridades (o, lo que
es lo mismo, por voluntad de la sociedad y de los
gobiernos), suma que se produce y cambia
casualmente, y ubicó por primera vez la sociología
sobre una base científica, al formular el concepto de
la formación económico-social, como conjunto de
determinadas relaciones de producción, al establecer
que el desarrollo de estas formaciones constituye un
proceso histórico natural". V.I. Lenin, ;Quiénes sor?
los "amigos del pueblo"^^ cómo luchan contra los
social-demócratas.') En Obras Completas. México D.F.
intentó construir un sistema de categorías que se
encuentra fuera del cambiq histórico.
"Un negro es un negro. Sólo en determinadas
condiciones se convierte en esclavo. Una máquina
de hilar es una máquina de hilar algodón. Sólo en
determinadas condiciones se convierte en capital.
Arrancada de estas condiciones, no tiene nada de
capital, del mismo modo que el oro no es de por
s í dinero, ni el azúcar el precio del azúcar". C. Marx.
Trabajo asalaiiudo ,im
cup~tul.En C . Marx y F. Engels,
Obras Escogidas. En dos tomos. T. l . Pág. 75.
C. Marx. El Capital. Primei libro. La Habana. 1973.
s.f. Pág. 152.
Pág. XI.
2.
3.
F. Engels a W. Sombart, 11 de marzo de 1895. En C.
Marx y F . Engels. Obras Escogidas. En tres tomos.
Moscú. 1981. T. I I I . Pág. 534. ,
Marx. Prólogo a la contribucibn a la critica de la
cconomlá poli'tica. En C . Marx y F. Engels. Obras
Escogidas. T. l . Págs. 517 y
4.
SS.
Un breve análisis de las obras sobre las revoluciones
en Francia puede confirmar plenamente que Marx
parte de la complejidad de los fenómenos sociales.
Como él demuestra, reconocer el factor económico
en su importancia indivisible, no significa negar la
existencia de otros factores determinantes.
En este sentido son también muy válidos para el
concepto marxista de la sociedad los comentarios
que hace Lenin a los críticos de la Revolución de
Octubre de diversa índole, que han designado les
condiciones como inmaduras para una revolución
socialista, acusando a los bolcheviques de
blanquismo.
5.
T. Parsons. Beitrage Zur soziologischen Tlieorie.
Newwied. Berlín. 1964. Pág. 109.
6.
Se debe recordar que ya la primera "escuela" de la
sociología alemana ( F . Tonnies, G. Simmel), cuya
influencia es muy notable en el desarrollo ulterior
de la sociología, sobre todo a través de M . Weber,
C. Marx. Elementos fundamentales para la crítica de
la Economía política (Grundrisse). Méjico D.F. 1980.
T. l . Págs. 2 11 y S.S.
Es eso el "centro de gravitación" de la idea de Marx
que expresa con las siguientes palabras: "La sociedad
burguesa es la más compleja y desarrollada
organización históricamente de la producción. Las
categorías que expresan sus condiciones y la
comprensión de su organización permiten al mismo
tiempo comprender la organización y las relaciones de
producción de todas las formas de sociedades pasadas,
sobre cuyas ruinas y elementos ella fue edificada y
cuyos vestigios, aún no superados, continúan
arrastrando, a la vez que meros indicios previos han
desarrollado en ella su significación plena, etc.".
C. Marx. Elementos. . Pág. 26. Véase también
C. Marx. El Capital. Pág. 131.
.
C. Marx. Elementos. . . P5g. 421
Ibid. Págs. 27 y SS.
C. Marx. El Capital. Tercer libro. Pág. 799.
Otros elementos importantes del mecanismo de
acción de las leyes de la formación capitalista en los
países de América Latina serían los siguientes, que
puederi influir en la forma de manifestación hasta
provocar modificaciones d e dichas leyes:
-
15.
16.'
La nueva calidad de la internacionalización de
producción y capital, vinculada con el surgimiento
de los monopolios transnacionales y organismos
internacionales imperialistas;
la'intrevención del Estado en la economía para
asegurar a determinadas fracciones del capital
privado correspondientes tasas de ganancias;
la influencia del socialismo y las repercusiones de
la lucha agudizante entre los dos sistemas en los
procesos internos; y
la dependencia de los países latinoamericanos de
los paises imperialistas.
Merece nuestra atención lo que formuló Plejanov:
"Actualmente, como la causa última y más general
del avance histórico de la humanidad, hay que
reconocer el desarrollo de las fuerzas productivas, que
condiciona los cambios consecuentes en las relaciones
sociales de las personas. Junto a esta causa general,
rigen las causas particulares, es decir, la situación
histórica'en la que se verifica el desarrollo de las
fuerzas productivas del pueblo en cuestión y que, a su
vez, ha sido creada, en última instancia por el
desarrollo de las mismas fuerzas en otros pueblos, es
decir, por esa misma causa general. Por último, la
influencia de las causas particulares se completa con
el efecto de las causas Únicas, es decir, de las
particularidades individuales de las personalidades
públicas y de otras 'casualidades', gracias a los
acontecimientos adquieren, por fin, su fisonomia
individual. Las causas únicas no pueden producir
cambios cardinales en la acción de las causas generales
y particulares, que además condiclonan la dirección y
los límites de influencia de las causas únicas. Pero aún
así es indudable que la historia tendrá otra fisonomía
si las causas únicas que en ella influyen sustituidas por
otras causas del mismo orden". Citado en E. Zhúkov.
Metodología de la historia. Moscú. 1982. Pág. 29 S.
F . Engels a W. Borgius, 25 de enero de 1894. En
C. Marx y F. Engels. Obras Esc0gidas.T. I I I . Pág. 531
17.
F. Engels a J. Bloch, 21 de septiembre de 1890.
En C. Marx y F. Engels. Obras Escogidas. T. 1 1 1.
18.
P. González Casanova escribe en su artículo,
resumiendo el desarrollo de las ciencias sociales en
América Latina a partir de los años 60: " 'Los efectos
del sistema' y el 'sistema' mismo son revelados sin que
se revelen precisamente (...) la fuerza o las fuerzas que
tienden a destruir efectos y causas del sistema ni se
destaquen como partes activas, como protagonistas,
los sujetos históricos de la liberación". P. González
Casanova. Sistemajl clase cil los cstudios dc An1kiic.a
Latina. En Desarrollo Indoamericano. Barranquilla.
1978. No. 42. Pág. 26.
Pero un concepto de la sociedad que considera a ésta
como productos del tránsito.de un modo de
producción a otro incluye necesariamente las fuerzas
que realizan este tránsito. Es una implicación de la
teoría marxista de la sociedad que el estudio debe
analizar aquellas fuerzas que mueven y finalmente
destruyen el sistema.
5
19.
Marx subrayó la importancia del comercio mundial
en cuanto a las nuevas posibilidades económicas para
la conservación de relaciones precapitalistas de
explotación, "porque determina toda la pauta
social de las naciones atrasadas (...) vinculadas con
un comerico mundial que se basa en la producción
capitalista. Por grande que sea el sobreproducto que
extraen del sobretrabajo de sus esclavos en la simple
forma de algodón o trigo, pueden adherir a este
trabajo simple, inditerenciado, porque el comercio
exterior l e s permite (convertir) esos productos
simples en cualquier tipo de valor de uso". C. Marx.
Teorías sobre plusvalía. Tomo I I l. Buenos Aires.
1975. Pág. 200.
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