El empleo público y las disparidades regionales en España

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Título comunicación: El empleo público y las disparidades regionales en España y la Unión
Europea1.
Autores: García, Marcos M. ([email protected]); González, Miguel ([email protected])
Departamento Economía Internacional y de España
Universidad de Granada
Resumen
El objetivo de la cohesión económica y social y la convergencia regional ha sido uno de los más
enunciados desde que se constituyó un estado democrático en España. De igual forma, desde
mediados de los ochenta, se ha convertido en uno de los principales objetivos de las
Comunidades Europeas y de la Unión Europea desde el Tratado de Maastricht en 1992.
Para lograrlo se han utilizado numerosos instrumentos y diferentes políticas. Sin embargo, hay
un mecanismo que si bien no ha aparecido de forma muy explícita, ha podido influir en la
evolución de las disparidades regionales en renta por habitante, y, en particular, en el
comportamiento de las diferencias regionales en empleo por habitante. Se trata del empleo
público. Por ello, algunos autores han señalado que la creación y relocalización del empleo
público ha sido un instrumento clave de la política regional.
En este ámbito, dentro de la actuación pública, un tema relativamente poco estudiado ha sido el
análisis de las consecuencias que la política de empleo público ha tenido sobre la distribución
regional del empleo total y el paro. Es decir, en qué medida la evolución del empleo público ha
contribuido a aumentar o reducir las disparidades regionales, desde la perspectiva del mercado
de trabajo. Este constituye el principal objetivo de la presente comunicación.
Así, en esta comunicación se trata de estimar la contribución de la política de empleo público al
proceso de convergencia regional en España, analizando especialmente el papel que han jugado
1
Esta comunicación forma parte de un trabajo
Málaga, 2011.
más amplio, presentado inicialmente a las X Jornadas de Política Económica.
2 las distintas administraciones públicas, y destacando la actuación de las administraciones
territoriales.
Área temática: Gobierno y ordenación del territorio, vivienda, servicios públicos y fiscalidad
Palabras clave: labour markets, public employment, regional convergence, regional distribution,
unemployment.
Convergencia regional, desempleo, distribución espacial, empleo público, mercados de trabajo.
1. Introducción.
El objetivo de la cohesión económica y social y la convergencia regional ha sido uno de los más
proclamados desde que se constituyó un estado democrático en España. De igual forma, desde
mediados de los ochenta, se ha convertido en uno de los principales objetivos de las
Comunidades Europeas y de la Unión Europea desde el Tratado de Maastricht en 1992.
Para lograrlo se han utilizado muchos instrumentos y políticas. Sin embargo, hay un mecanismo
que si bien no ha aparecido de forma muy explícita, ha podido influir en la evolución de las
disparidades regionales en renta por habitante, y, en particular en el comportamiento de las
diferencias regionales en empleo por habitante. Se trata del empleo público. Por ello, algunos
autores han señalado que la creación y relocalización del empleo público ha sido un instrumento
clave de la política regional (Rodríguez y Camacho, 2008).
Si bien ha habido algunos estudios sobre su evolución en España y en la Unión Europea, y su
distribución regional, apenas se ha analizado su impacto sobre las disparidades regionales. Esta
influencia se puede apreciar fundamentalmente a través de los efectos que ha podido tener sobre
la forma en que se han realizado los ajustes en los mercados regionales de trabajo, y, en
particular, sobre las tasas de paro, participación, y, empleo. En definitiva, sobre el otro
componente de la renta por habitante, además de la productividad aparente del trabajo, que es el
empleo por habitante. Como es ampliamente conocido, las diferencias regionales en empleo por
habitante, reflejan las disparidades en las tasas de empleo y, éstas, a su vez, registran los
cambios relativos en las tasas regionales de paro y actividad.
Desde mediados de los setenta, en la Unión Europea en menor medida, pero especialmente en
España, se han alcanzado y mantenido elevados niveles de desempleo. Una de las características
diferenciales de este fenómeno ha sido las elevadas disparidades regionales en tasas de paro,
de actividad, y, por consiguiente, en tasas de empleo, que incluso se han agravado en
determinadas coyunturas adversas, con lo que se ha observado un importante proceso de no
convergencia, e incluso divergencia.
Así, la lucha contra el paro se ha enunciado como uno de los principales objetivos de la política
económica y, en muchas ocasiones, se ha defendido el empleo público como una herramienta
útil para contrarrestar la escasez de puestos de trabajo en el sector privado. Dadas las
disparidades regionales, en algunos países incluso se han establecido planes específicos con una
clara orientación territorial. De este modo, se han registrado varias experiencias de este tipo en
3 Suecia (Malley y Moutos, 1996), Italia (Alessina et al., 1999), y en otros lugares (Rodríguez y
Camacho, 2008).
En este ámbito, dentro de la actuación pública, un tema relativamente poco estudiado ha sido el
análisis de las consecuencias que la política de empleo público ha tenido sobre la distribución
regional del empleo total y el paro. Es decir, en qué medida la evolución del empleo público ha
contribuido a aumentar o reducir las disparidades regionales, desde la perspectiva del mercado
de trabajo.
Esta cuestión ha sido estudiada para Italia por Alesina, Danninger y Rostagno (1999); mientras
que en el caso de España, sólo ha recibido una atención menor2.
El principal objetivo de este trabajo es analizar el papel del sector público como empleador –es
decir, el empleo público- ha tenido en la convergencia regional en España en renta por habitante
y, esencialmente, en los indicadores del ajuste en los mercados laborales regionales. Desde un
enfoque esencialmente descriptivo, se examina en primer lugar la distribución regional del
empleo público en España y su comparación con las regiones europeas. En segundo lugar, se
analiza la influencia del empleo público sobre las disparidades regionales, y, especialmente
sobre las tasas de paro y otros indicadores del mercado laboral, y, por tanto, las disparidades
regionales en renta por habitante. En tercer lugar, se toma en cuenta, la evolución del empleo
público por regiones y por niveles administrativos. Finalmente, se exponen las conclusiones
obtenidas de este estudio.
La heterogeneidad y discrepancias de y entre las fuentes estadísticas, la cuestionable calidad de
la información y la disparidad temporal de los datos disponibles hacen que los resultados de este
análisis y de las conclusiones que se obtengan hayan de tomarse con las debidas cautelas. Con el
fin de ofrecer alguna visión sobre el tema, en un anexo se recogen las diferentes fuentes
estadísticas utilizadas en la elaboración de este trabajo.
Para acabar este epígrafe introductorio, convendría señalar que los efectos del empleo público
sobre los ajustes en los mercados laborales es una cuestión diferente de la valoración de la oferta
que el sector público pueda efectuar de servicios en los que puedan competir sector público y
privado. Por tanto, no se trata de evaluar la eficiencia de la actuación pública en la provisión del
estado de bienestar, lo que estaría muy alejado de los propósitos de este trabajo. Igualmente,
tampoco se considera la importante cuestión de discernir si el avance en los servicios públicos
en España se debe a una expansión de los servicios públicos derivada de impulsos que proceden
de la demanda social o a ineficiencias surgidas con el proceso de descentralización
administrativa.
2. La importancia del empleo público en España: perfil cíclico y configuración estructural del
empleo público en España.
Dentro de las AAPP, el Gráfico 1 muestra que el proceso de descentralización y
consiguientemente de traspaso de competencias desde la Administración Central a las
2
Entre los autores que han analizado la distribución regional del empleo público en España, se pueden citar los trabajos de Marqués
y Rosselló (2004), Gómez, Sánchez y Rivas (2009), y, González (2009). Sobre las regiones europeas, se puede consultar Rodríguez
y Camacho (2008).
4 Comunidades Autónomas (CCAA) esencialmente, ha dado lugar a un declive del peso del
empleo en la Administración Central y en la Seguridad Social a favor fundamentalmente de las
CCAA, que a principios de 2012 ocupaban a más del 56 por 100 del empleo público en España.
GRÁFICO 1
Fuente: EPA. Elaboración propia.
Este proceso de aumento relativo del empleo en las Administraciones Públicas Regionales
(AARR) ha experimentado varios cambios con procesos de aceleración en algunos momentos.
Desde 1995, se pueden señalar varias fases, cuyas diferencias se pueden apreciar en la Tabla 1.
Como ya se ha mencionado, la política de consolidación presupuestaria dio lugar a que entre
1995 y 1998 el aumento del empleo público fuera relativamente bajo. En estos tres años apenas
se apreciaron cambios en la estructura del empleo público, salvo el declive del empleo en las
empresas públicas.
El proceso de transferencias recibió un nuevo impulso en la segunda mitad de los noventa –en
este caso, fundamentalmente hacia las CCAA del artículo 143-, con lo que el personal
traspasado a las CCAA en la VI y VII legislatura (3-3-1996 a 1-4-2004) fue de 342.329; así, el
aumento del empleo en el período 1998-2004 -la tasa más elevada de los últimos quince añosbenefició esencialmente a los ocupados en las AARR, cuya importancia pasó del 25 por 100 al
43 por 100 del empleo público total de España. En este periodo el empleo en la Administración
Central, en la Seguridad Social y en la empresa pública disminuyó, cuyas participaciones en el
empleo público se redujeron en consecuencia.
En el periodo 2004-2007, el empleo público creció a una tasa muy similar al de 1995-1998.
Siguió ganado importancia el empleo en las AARR que alcanzaron en 2007 el nivel del 50 por
100 del empleo público total. También se incrementó el peso del empleo público en las
Administraciones Locales (AALL). En cambio, perdió relevancia el empleo registrado en la
administración de la Seguridad Social y continuó el declive de la empresa pública. Sin embargo,
5 en relación al sexenio anterior, el empleo público en la Administración Central aumentó a una
tasa similar a la media nacional, con lo que apenas se modificó su peso relativo.
TABLA 1
Evolución del e mpleo público e n España e ntre 1995 y 2012 por tipo de administración.
Variación absoluta ( miles)
Total
Central
Seg Social
CCAA
AALL
Emp pub
1995-­‐1998
149,4
35,3
78,5
86,6
47,9
-­‐97,9
1998-­‐2004
403,9
-­‐143,8
-­‐92,7
560,3
93,5
-­‐26,9
2004-­‐2007
189,1
32,6
-­‐207,9
301,5
94
-­‐47,6
1995-­‐2007
742,4
-­‐75,9
-­‐222,1
948,4
235,4
-­‐172,4
2007-­‐2012
171,9
28,1
-­‐48,1
257
-­‐21,5
-­‐16,6
1995-­‐2012
914,3
-­‐47,8
-­‐270,2
1205,4
213,9
-­‐189
Tasa de variación media anual acumulativa ( %)
1995-­‐1998
2,20
1,93
7,59
1998-­‐2004
2,65
-­‐4,34
-­‐4,59
2004-­‐2007
2,22
2,17
-­‐41,32
1995-­‐2007
2,43
-­‐1,14
-­‐10,73
2007-­‐2012
1,14
1,06
-­‐16,78
1995-­‐2012
2,05
-­‐0,50
-­‐12,51
Fuente: EPA. Elaboración propia.
4,92
10,59
7,52
8,41
3,18
6,87
3,75
3,15
5,32
3,84
-­‐0,69
2,51
-­‐11,45
-­‐1,99
-­‐8,48
-­‐5,98
-­‐2,13
-­‐4,85
Otros
-­‐1
13,4
16,6
29
-­‐27,8
1,2
-­‐4,57
18,15
19,99
12,93
-­‐28,17
0,84
Finalmente, durante el periodo de la Gran Recesión, el empleo público continuó creciendo
aunque a una tasa inferior al periodo anterior, frente a un gran declive del empleo privado. Entre
2007 y 2012 el empleo público en las AARR ha sido el que ha aumentado con mayor
intensidad, siguiéndole la ocupación en la Administración Central.
b. Comparación internacional.
Sin embargo, con lo señalado hasta este punto, no se dispone de elementos que permitan juzgar
lo ocurrido en el caso español como normal o bien como una nota discordante. Por tanto, es
preciso ampliar el ángulo de análisis y, en la medida que los datos estadísticos disponibles lo
admitan, cotejar la experiencia española con la de otros países de la Unión Europea (UE). Esta
panorámica internacional –registrada para los años 2000, 2007 y 2010- se ofrece en los
Gráficos 2 y 3.
Según los datos de Eurostat, España ha sido uno de los países de la UE donde más ha crecido el
empleo público (AAPP, incluyendo Seguridad Social obligatoria) en los distintos periodos
considerados (2000-2007 y 2007-2010). Así, el aumento empleo público en España ha sido el
segundo -detrás de Eslovaquia- de mayor intensidad entre 2007 y 2010; y, el tercero –a la zaga
de Irlanda y Grecia- entre 2000 y 2007. Una información más detallada sobre lo ocurrido en los
países europeos puede encontrarse en González (2009).
El aumento del empleo en relación a la población ocupada, activa o en edad de trabajar, también
ha sido especialmente intenso en España en relación al resto de países comunitarios.
Destacándose igualmente en el último periodo en relación a 2000-2007.
GRÁFICO 2
6 Fuente: Eurostat. Elaboración propia.
Sin embargo, en términos de nivel, a pesar del avance del empleo público en España en los
últimos años, se encontraba en 2010 por debajo de la media comunitaria en relación a la
población activa y a la población en edad de trabajar; aunque en torno a esa media en lo
referente a la población ocupada, debiéndose tener en cuenta la gran caída del empleo total en
España entre 2007 y 2010.
GRÁFICO 3
Fuente: Eurostat. Elaboración propia.
7 En resumen, no se puede decir que el empleo público en España tenga un peso relativamente
elevado. Sin embargo, es cierto que ha sido uno de los países de mayor crecimiento en los
últimos años, y, especialmente entre 2007 y 2010.
En relación a la distribución comparada por tipo de administración, los datos de la OIT
confirman que la mayor expansión relativa del empleo público en España en la última década se
ha debido esencialmente al avance del empleo en las AARR; muy por encima de lo observado
en los distintos países considerados (González, 2009).
La principal cuestión que se puede plantear es si ese incremento se explica por un aumento del
servicio prestado a la sociedad que a través del proceso de descentralización ha manifestado
mayores necesidades que las CCAA han tratado de satisfacer. La respuesta negativa plantearía
el tema de cómo el trasvase de competencias ha podido afectar a la eficiencia de los servicios
públicos. Sin embargo, como ya se ha anunciado anteriormente, esta cuestión sólo se suscita y
no se aborda en este trabajo.
3. La distribución espacial del empleo público en las regiones españolas.
El análisis de la distribución espacial del empleo público trata de mostrar en qué lugares se da
una mayor presencia de esta actividad y a qué patrones espaciales obedece. Por tanto, las
cuestiones que usualmente más se consideran se refieren a estimaciones sobre la especialización
regional relativa y el grado de concentración geográfica.
El primer aspecto se estudia desde dos perspectivas: estática y dinámica. Así, en primer lugar se
elaboran unos índices de especialización regional en empleo público, que se complementan con
indicadores de las relaciones de esta variable con otras variables laborales, como la población
activa y la población en edad de trabajar. A continuación, se observa la evolución regional del
empleo público en particular y en relación a las variables laborales.
Finalmente, este epígrafe se dedica a examinar el grado de concentración espacial del empleo
público y su evolución en los años más recientes.
a. Importancia relativa del empleo público en las regiones españolas.
La influencia del empleo público sobre las disparidades regionales se puede estimar de diversas
formas y apreciarse a través de su impacto fundamentalmente sobre las principales variables
laborales: empleo, paro, población activa, o, población en edad de trabajar. En el caso de
relacionar el empleo público con el empleo total, el correspondiente índice refleja la estructura
del empleo, pero no se puede considerar un indicador totalmente adecuado sobre el ascendente
del empleo público sobre el mercado de trabajo, sobre todo, cuando la literatura señala que sus
cambios pueden afectar no sólo al empleo privado, sino también al volumen de desempleo, o
incluso a la participación laboral. Por ello, es conveniente tomar en consideración también su
peso en relación a la población activa o a la población en edad de trabajar.
Con el fin de señalar dónde la presencia de esta actividad es especialmente relevante, es usual
considerar índices de especialización relativa. Así, en la Tabla 2 se puede observar cuáles son
las regiones en las que la presencia del empleo público - considerando los datos disponibles de
8 Eurostat sobre el empleo público3 en las regiones europeas de nivel II-, es de mayor y menor
entidad en el conjunto europeo. En este marco, la posición de las regiones españolas recoge
múltiples situaciones. Por un lado, las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla aparecen a la
cabeza de los territorios con mayor presencia del empleo público; pero, al mismo tiempo, las
Comunidades Forales y las regiones del Arco Mediterráneo se han encontrado entre las que
menor importancia relativa tiene el empleo público. En general, el resto de regiones españolas,
salvo alguna excepción, ha ocupado puestos relativamente bajos en este tipo de rankings de las
regiones europeas.
TABLA 2
Posición más baja (última decila)
Posición más elevada (primera decila)
Clasificación de l as regiones e uropeas
Empleo e n l a Administración Pública e n relación a
Población e n e dad activa
Población activa
Empleo total
Ciudad Autónoma de Melilla ( ES)
Ciudad Autónoma de Melilla ( ES)
Ciudad Autónoma de Melilla ( ES)
Ciudad Autónoma de Ceuta ( ES)
Ciudad Autónoma de Ceuta ( ES)
Ciudad Autónoma de Ceuta ( ES)
Luxembourg ( Grand-­‐Duché)
Région de Bruxelles-­‐Capitale/Brussels Hoofdstedelijk Région de BGruxelles-­‐Capitale/Brussels ewest
Hoofdstedelijk Gewest
Région de Bruxelles-­‐Capitale/Brussels Hoofdstedelijk Luxembourg Gewest
( Grand-­‐Duché)
Luxembourg ( Grand-­‐Duché)
Northern Ireland
Northern Ireland
Northern Ireland
Voreio Aigaio
Voreio Aigaio
Voreio Aigaio
Flevoland
Flevoland
Flevoland
Utrecht
Utrecht
Utrecht
Zuid-­‐Holland
Zuid-­‐Holland
Zuid-­‐Holland
Noord-­‐Holland
Noord-­‐Holland
Noord-­‐Holland
Overijssel
Overijssel
Overijssel
Gelderland
Gelderland
Gelderland
Groningen
Groningen
Groningen
Zeeland
Zeeland
Zeeland
Limburg ( NL)
Limburg ( NL)
Limburg ( NL)
Noord-­‐Brabant
Noord-­‐Brabant
Provence-­‐Alpes-­‐Côte d'Azur
Friesland ( NL)
Languedoc-­‐Roussillon
Languedoc-­‐Roussillon
Drenthe
Limousin
Nord -­‐ Pas-­‐de-­‐Calais
Île de France
Île de France
Île de France
Bratislavský kraj
Centre
Prov. Liège
Prov. Namur
Prov. Namur
Prov. Namur
Hampshire and Isle of Wight
Prov. Hainaut
Prov. Hainaut
Cheshire
Cumbria
East Yorkshire and Northern Lincolnshire
Cornwall and Isles of Scilly
Comunidad Foral de Navarra
Pais V asco
Cataluña
Comunidad V alenciana
Región de Murcia
Illes Balears
Itä-­‐Suomi
Länsi-­‐Suomi
Norte
Toscana
Emilia-­‐Romagna
Marche
Veneto
Piemonte
Lombardia
Ionia Nisia
Detmold
Nyugat-­‐Dunántúl
Cheshire
Cumbria
East Yorkshire and Northern Lincolnshire
Berkshire, Bucks and Oxfordshire
Comunidad Foral de Navarra
Pais V asco
Cataluña
Comunidad V alenciana
Región de Murcia
Illes Balears
Itä-­‐Suomi
Länsi-­‐Suomi
Norte
Centro ( PT)
Emilia-­‐Romagna
Marche
Veneto
Piemonte
Lombardia
Ionia Nisia
Detmold
Niederbayern
Cheshire
Cumbria
East Yorkshire and Northern Lincolnshire
Berkshire, Bucks and Oxfordshire
Comunidad Foral de Navarra
Pais V asco
Cataluña
Comunidad V alenciana
Región de Murcia
Illes Balears
Itä-­‐Suomi
Länsi-­‐Suomi
Norte
Centro ( PT)
Emilia-­‐Romagna
Marche
Veneto
Piemonte
Lombardia
Ionia Nisia
Detmold
Niederbayern
Fuente: Eurostat. Elaboración propia.
3
En este caso se ha definido como empleo público regional el correspondiente a los códigos 75 y 99 de la
CNAE-93 y su revisión correspondiente (NACE rev. 2).
9 En cuanto al nivel de empleo público –no se distingue si es un empleo a jornada completa o a
tiempo parcial4- en relación la población en edad activa, la población activa, o el empleo total, si
se toman en cuenta los valores más elevados y más bajos, en la primera decila de la distribución
(valores más elevados) se encontraban, como se puede apreciar en la Tabla 2, las dos ciudades
autónomas de España (Ceuta y Melilla), la mayor parte de las regiones holandesas, algunas
regiones belgas (Bruselas, Namur y Hainaut) y francesas (París, Languedoc, etc.), Luxemburgo,
Irlanda del Norte, y, Voreio Aigaio (Grecia); en general, regiones que ocupan una posición
geográfica central en la Unión Europea.
En cambio, con menor nivel de empleo público (última decila) estaban, en general, algunas
regiones con una posición esencialmente periférica en relación a la Unión Europea, aunque no
necesariamente respecto a sus propios estados. Así, había regiones españolas (País Vasco,
Navarra, Cataluña, Valencia, Baleares y Murcia), italianas (Toscana, Emilia Romagna, Marche,
Lombardía, Piemonte y Veneto), del Reino Unido (Berkshire, Cumbria, Chesire y East
Yorkshire), finlandesas (Ita-Suomi y Lansi-Suomi), portuguesas (Norte y Centro), alemanas
(Detmold y Niederbayern) e Ionia Nisia (Grecia).
Las diferencias en la relación entre el empleo público y la población en edad activa, activa, o
empleo total, apenas tienen importancia en los niveles más altos y más bajos del ranking, por lo
que, en principio, no se comentan.
Desde una perspectiva, estrictamente española, según datos de la EPA, en España en 2012
(primer trimestre) había algo más de tres millones de asalariados públicos, lo que significaba el
17,8 por 100 del total de ocupados. Pero, mucho más interesante es examinar cuál ha sido la
importancia del empleo público –tomando los asalariados públicos como variable
representativa- en relación al empleo y otras variables laborales. Así, con estos datos, se
confirma el patrón espacial antes señalado (véase la Tabla 3): las regiones con mayor nivel de
empleo público tanto en relación a la PEA, la PA y el empleo total, además de Ceuta y Melilla,
han sido las regiones interiores y con menos densidad de población –Extremadura, Castilla-La
Mancha y Castilla-León-; mientras que los menores valores se han apreciado, como ya se ha
mencionado en el Arco Mediterráneo –Comunidad de Valencia, Cataluña, Baleares y Murcia-,
en La Rioja, y, las Comunidades Forales –País Vasco y Navarra-. En general, la relación entre el
empleo público y la PEA ha aumentado en esta década, aunque en algunas regiones se ha
reducido (Baleares, Canarias y Navarra). En cambio, ha experimentado un elevado aumento en
Cantabria, Cataluña, Extremadura y La Rioja.
Desde una perspectiva dinámica, si se considera la evolución relativa del empleo público en las
regiones españolas, para el periodo 1998-2009, se pueden señalar una serie de aspectos. En
primer lugar, entre 1998 y 2007, once CCAA españolas se situaron entre las 33 regiones
europeas con un aumento del empleo público superior al 4 por 100 de la tasa media anual
acumulativa de estos años. País Vasco y Cataluña tuvieron un crecimiento entre el 3,5 por 100
y el 4 por 100; Baleares y Galicia del 2,8 por 100; y, Aragón y Valencia ligeramente por encima
del 1 por 100.
4
Rodríguez y Camacho (2008) han señalado que pueden existir importantes diferencias regionales en
cuanto al tipo de jornada, lo que puede desvirtuar los resultados obtenidos sobre las disparidades
regionales en la importancia del empleo público.
10 TABLA 3
POSICIÓN Y CAMBIOS DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS EN EMPLEO PÚBLICO EN RELACIÓN A INDICADORES LABORALES (2001-9)
Variación en su importancia relativa entre 2001 y 2009
Variables
Han aumentado su nivel relativo
Han reducido su nivel relativo
Elevado nivel
Bajo nivel
Elevado nivel
Bajo nivel
Aragón
Cataluña
Andalucía
Balears (Illes)
Cantabria
Galicia
Asturias (Principado de)
Comunitat Valenciana
Castilla - La Mancha
Murcia (Región de)
Canarias
País Vasco
AP/PEA
Extremadura
Rioja (La)
Castilla y León
Madrid (Comunidad de)
Navarra (Comunidad Foral de)
AP/PA
AP/ET
Aragón
Cantabria
Castilla - La Mancha
Extremadura
Cataluña
Galicia
Murcia (Región de)
País Vasco
Rioja (La)
Andalucía
Asturias (Principado de)
Canarias
Castilla y León
Madrid (Comunidad de)
Navarra (Comunidad Foral de)
Balears (Illes)
Comunitat Valenciana
Aragón
Castilla - La Mancha
Extremadura
Cantabria
Cataluña
Comunitat Valenciana
Galicia
Murcia (Región de)
Rioja (La)
Andalucía
Asturias (Principado de)
Canarias
Castilla y León
Madrid (Comunidad de)
Balears (Illes)
Navarra (Comunidad Foral de)
País Vasco
AP: Asalariados públicos
PEA: Población en edad de trabajar
PA: Población activa
ET: Empleo total
Nivel relativo: Valores en relación a la media nacional
Fuente: EPA. Elaboración propia.
TABLA 4
Evolución del e mpleo público* e n España por regiones
Tasas de variación anual acumulada ( %)
Periodos
1998-­‐2004 2000-­‐2004 2004-­‐2007 1998-­‐2007 2000-­‐2007 2007-­‐2009
UE-­‐27
1,83
1,50
1,69
-­‐1,36
UE-­‐15
0,84
0,19
1,61
1,10
0,80
-­‐2,04
Ampliación de 2004 ( 10 países)
12,44
16,07
1,38
8,76
9,77
2,18
Ampliación de 2007 ( 2 países)
2,69
-­‐0,19
1,46
0,98
España
3,85
3,20
4,46
4,06
3,74
2,92
Galicia
4,00
1,77
0,36
2,78
1,16
-­‐2,94
Principado de Asturias
6,65
6,96
-­‐1,11
4,06
3,50
-­‐0,85
Cantabria
5,06
4,99
4,01
4,71
4,57
0,82
Pais V asco
3,11
-­‐0,19
5,03
3,75
2,05
-­‐0,33
Comunidad Foral de Navarra
1,21
3,58
11,63
4,68
7,03
-­‐9,48
La Rioja
2,97
7,94
8,61
4,85
8,23
-­‐0,62
Aragón
0,53
4,26
2,24
1,10
3,39
6,44
Comunidad de Madrid
1,58
1,66
9,63
4,27
5,07
-­‐5,67
Castilla y León
4,30
1,75
5,07
4,55
3,17
3,33
Castilla-­‐la Mancha
5,29
1,02
7,86
6,15
3,95
4,14
Extremadura
6,30
5,75
11,81
8,13
8,35
7,28
Cataluña
3,73
2,29
2,84
3,43
2,53
2,11
Comunidad V alenciana
2,85
5,18
-­‐2,50
1,07
1,89
10,06
Illes Balears
3,00
5,55
2,50
2,83
4,24
11,94
Andalucia
5,87
5,09
1,98
4,57
3,76
9,35
Región de Murcia
6,85
5,22
-­‐1,00
4,23
2,56
6,84
Canarias
3,91
2,91
9,33
5,71
5,66
3,71
Fuente: Eurostat. Elaboración propia
(*) Incluye e l e mpleo e n l a Administración Pública y organismos e xtraterritoriales ( 75 y 99 CNAE-­‐95).
Distinguiendo por periodos, hay importantes diferencias regionales en la trayectoria de
expansión del empleo público. Según los datos de Eurostat, entre 1998 y 2004, sólo una región
española tuvo un aumento del empleo público inferior a la media comunitaria (UE-15), siendo
las más expansivas las CCAA de la mitad sur de la península (Andalucía, Extremadura,
11 Castilla-La Mancha y Murcia), junto a Asturias y Cantabria, con tasas medias de variación anual
acumulativa que superaron el 5 por 100 (Véase la Tabla 4).
Entre 2004 y 2007, Extremadura y Castilla La Mancha volvieron a registrar elevados índices de
generación de empleo público. A esta situación se incorporan ahora Canarias y regiones de la
zona centro-norte esencialmente: País Vasco, Navarra, La Rioja, Castilla-Léon y Madrid;
mientras que el resto de regiones tendrá un crecimiento anual relativamente bajo en relación al
del periodo anterior.
Finalmente, a partir de 2007, la evolución del empleo público por CCAA va a ser muy dispar,
como se verá más adelante.
b. El grado de concentración regional del empleo público en España.
A lo largo de la última década apenas se ha modificado la concentración regional del empleo
público en España, aunque haya habido algunas oscilaciones a lo largo del periodo. Así lo
refleja la evolución del índice de Gini, estimado para las 17 CCAA del empleo público en
relación al empleo total, la población en edad activa, la población total o la superficie. En
cuanto a la consideración por niveles, es bastante superior la concentración espacial del empleo
público si se atiende a la superficie que a variables poblaciones. Obviamente, la distribución
espacial del empleo público ha seguido esencialmente el patrón de la población -como es
ampliamente conocido, la población debía constituir la variable de referencia fundamental para
la estimación de las necesidades de gasto a financiar en la valoración de la transferencia de
competencias del Estado a las CCAA- en vez de la del territorio, aunque éste también genere
necesidades de empleo público (p.e., servicios públicos forestales). Dentro del conjunto de
variables poblacionales, el menor nivel de concentración geográfica se registra en la
comparación de la distribución espacial del empleo público con la población total y el mayor en
la relación con el empleo, situándose en niveles intermedios la relación con la población en edad
activa (muy próxima a la población total) y la población activa (véase la Tabla 5).
TABLA 5
Evolución del grado de concentración r egional del empleo público (EP) en España
Índi ce de Gi ni
EP/Pobl aci ón
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
0,0843
0,0600
0,0616
0,0801
0,0638
0,0546
0,0577
0,0655
0,0836
0,0723
0,0725
EP/Empl eo total
EP/Superfi ci e
0,0911
0,2550
0,0711
0,2420
0,0710
0,2426
0,0869
0,2396
0,0756
0,2392
0,0663
0,2401
0,0652
0,2417
0,0776
0,2250
0,0868
0,2425
0,0873
0,2213
0,0831
0,2339
Fuente: Euros tat. INE. El aboraci ón propi a.
De este modo, las regiones en las que el empleo público ha mostrado una elevada importancia
desde la perspectiva de las variables poblacionales (Extremadura, Castilla La Mancha y
Castilla-León), en cambio muestran una baja presencia desde el prisma territorial. Lo contrario
12 ocurre en el caso de las regiones insulares, del Arco Mediterráneo o País Vasco. Por su parte, la
Comunidad de Madrid, Canarias y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla han tenido una
elevada representación relativa del empleo público en casi todas las variables consideradas, lo
que evidentemente obedece a razones políticas ampliamente conocidas.
4. El empleo público y las disparidades regionales.
El análisis de la evolución de las disparidades regionales se ha centrado esencialmente en el
examen de las diferencias regionales en renta por habitante. Por tanto, para estimar la influencia
del empleo público sobre la convergencia regional se puede relacionar su importancia por
regiones con la distribución regional de la renta por habitante y de la tasa de empleo5. Este
último caso se considera con mayor detenimiento dada la hipótesis ya enunciada de que la
política de empleo público afecta al ajuste de los mercados regionales de trabajo y, por tanto, a
la tasa de empleo. No obstante, de forma introductoria y como aproximación, se empieza por el
estudio a nivel regional de la relación entre la importancia del empleo público y la renta por
habitante.
a. Empleo público regional y renta por habitante.
La primera cuestión a plantear en sintonía con gran parte de la literatura sobre la convergencia
regional, es la relación existente entre la evolución del empleo público y nivel de renta por
habitante. La existencia de objetivos, más o menos explícitos, de redistribución territorial de la
renta a través del instrumento del empleo público conllevaría una relación negativa entre
variación relativa del empleo público y nivel de renta. Por su parte, la ley de Wagner, al señalar
que el desarrollo económico impulsa presiones sociales crecientes a favor de un aumento del
gasto público, implicaría que a mayor nivel de renta mayor presencia del empleo público. Sin
embargo, hay que tener en cuenta que en el primer caso la perspectiva es dinámica y en el
segundo estática, por lo que no tiene que haber contradicción en algunas circunstancias.
Desde un punto de vista estático, en las regiones europeas UE-25 la relación estadística entre la
importancia del empleo público6 y la renta por habitante en 2008 es débil. Por tanto, a nivel
regional, no se puede obtener ninguna conclusión al respecto (véase el Gráfico 4).
Si se considera la evolución de la importancia del empleo público regional (EP/PA) -durante el
periodo 2000-2009- respecto al nivel inicial de renta (lnPIBpc) en las regiones de la UE-25
tampoco aparece a simple vista una relación estadística apreciable, por lo que tampoco cabe
obtener conclusión alguna en principio.
5
Como es ampliamente conocido, se parte de la identidad entre la renta por habitante y el producto de la
productividad aparente del trabajo (producto/empleo: PAT) y el empleo por habitante. A partir de esta
última expresión se deduce la tasa de empleo (empleo/población en edad de trabajar) (TE). Si se toman
logaritmos naturales, la expresión se convierte en que la renta por habitante (en logaritmos) es igual a la
suma de la PAT y la TE (en logaritmos).
6
Como ya se ha señalado, se ha considerado el empleo en las administraciones públicas (NACE 75 y 99).
13 GRÁFICO 4
Fuente: Eurostat. Elaboración propia.
Sin embargo, si solamente se toma en cuenta las regiones de los países de la ampliación –
excepto las regiones polacas por escasez de datos- que no son capitales nacionales, se puede
observar que existe una cierta relación negativa entre estas variables (Gráfico 5). Por tanto en
este subgrupo, el empleo público habría contribuido en cierta medida a la convergencia de estas
regiones, al menos durante el corto periodo de tiempo considerado.
GRÁFICO 5
Fuente: Eurostat. Elaboración propia.
En el caso de las regiones españolas, si se toma esta misma fuente de datos, se puede apreciar
una ligera relación estadística entre el nivel inicial de renta y la evolución de la importancia del
14 empleo público, con lo que parece que, al menos durante la pasada década, la política de
generación de empleo público ha favorecido de algún modo la convergencia regional.
Marqués y Roselló (2004) han alcanzado conclusiones parecidas comparando el nivel de PIBpc
regional en 1998 con la variación del empleo público entre 1990 y 1998, aunque matizando que
los datos no han proporcionado elevada evidencia empírica de la relación entre PIBpc y
variación del empleo público.
Así, parece que existe una cierta relación inversa entre la importancia en el empleo público –en
relación al empleo total, la población activa, o la población en edad de trabajar- y el nivel de
renta por habitante (Gráfico 6), aunque ésta no se haya definido claramente; así, destaca el peso
adquirido en Extremadura, Andalucía, Canarias, las dos Castillas y Asturias. Sin embargo,
también muestra una elevada presencia en la Comunidad de Madrid, y, en menor medida en la
de Aragón. Por el contrario, ha alcanzado menor importancia en las comunidades con mayor
nivel de renta, como País Vasco, Navarra, La Rioja, Cataluña y Baleares; aunque también en
regiones de baja renta como Valencia y Murcia. Por su parte, Cantabria y Galicia no muestran
un perfil muy acusado en uno u otro sentido.
GRÁFICO 6
Fuente: Eurostat. Elaboración propia.
b. Empleo público y disparidades en los mercados laborales regionales.
Para estimar la contribución del empleo público a la evolución de las disparidades en los
mercados de trabajo regionales, se puede tomar como punto de partida la tasa global de empleo
(empleo/población), ya que junto con la productividad aparente del trabajo (PAT) constituyen
los factores fundamentales que explican la convergencia o divergencia regional en renta por
habitante. Para el caso de España, se puede apreciar en el Gráfico 7 que la tasa global de
empleo ha tenido una elevada responsabilidad en las oscilaciones de corto plazo que se han
apreciado en el comportamiento de las disparidades regionales; es decir, la divergencia
15 observada entre 1995 y 2000, el cambio hacia la convergencia entre 2000 y 2007, y, la nueva
divergencia a partir de 2008.
GRÁFICO 7
Evolución de las disparidades regionales en España en PIBpc (índice de Theil) y participación de los componentes (%)
100
0,04
90
0,035
80
70
0,03
60
50
0,025
40
0,02
30
20
0,015
10
0
0,01
1995 1996 1997 1998 1999 2000 PIB/empleo (%)
2001 2002 2003
2004
Empleo/población (%)
2005
2006
2007
2008
2009
2010
T de Theil PIB/pob (escala derecha)
Fuente: CRE. Elaboración propia.
Como es bien sabido, la tasa global de empleo es igual al producto de un ratio demográfico
(población en edad de trabajar respecto a la población total) por la tasa de empleo (en sentido
estricto). Sin embargo, y como también es ampliamente conocido, la tasa de empleo explica
esencialmente la dispersión de la tasa global de empleo, por lo que los análisis se han centrado
en esta variable.
GRÁFICO 8
Evolución de la dispersión regional en España (T de Theil)
0,008
0,007
0,006
0,005
0,004
0,003
0,002
0,001
0
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
E/PEA
Fuente: EPA. Elaboración propia.
2003
2004
PA/PEA
2005
E/PA
2006
2007
2008
2009
2010
2011
16 A su vez, la tasa de empleo es igual a la tasa de actividad por la expresión empleo/población
activa (E/PA = 1 – tasa de paro), con lo que recoge los principales indicadores del ajuste en
cantidad en los mercados laborales. Desde esta perspectiva, las disparidades regionales han
tenido en gran medida su origen en el funcionamiento de los mercados laborales regionales. En
el caso de España, la evolución de las disparidades regionales en tasa de empleo se ha explicado
en gran medida por las disparidades en la E/PA, como se puede apreciar en el Gráfico 8. Por
tanto, merece la pena centrarse en esta variable.
De este modo, la contribución directa del empleo público a la evolución de las disparidades
regionales se puede estimar a través de su influencia sobre la expresión empleo/población
activa, pudiendo descomponerse este indicador en dos sumandos:
•
Empleo público/población activa (EP/PA)
•
Empleo privado/población activa (Ep/PA)
Es decir:
E/PA = (EP/PA) + (Ep/PA)
Así, si se considera una medida de dispersión como la varianza, se puede estimar la
contribución del empleo público a la evolución de las disparidades regionales en E/PA a través
de la descomposición de la varianza de la variable E/PA entre las varianzas de EP/PA y Ep/PA
(más el doble de la covarianza). En el Gráfico 9 se puede apreciar que el empleo público apenas
ha contribuido a las disparidades regionales en materia de empleo; ya que la mayor parte de la
responsabilidad en su evolución ha correspondido al empleo privado.
GRÁFICO 9
Fuente: Eurostat. Elaboración propia.
17 Finalmente, se puede contemplar la relación entre evolución del empleo público y los niveles de
la tasa de paro y de empleo. En los Gráficos 10 y 11, se puede apreciar que el comportamiento
regional del empleo público ha contribuido en cierta medida a la convergencia regional en tasas
de paro y de empleo; si bien esa relación no es muy fuerte estadísticamente.
GRÁFICO 10
Fuente: Eurostat. Elaboración propia.
GRÁFICO 11
Fuente: Eurostat. Elaboración propia.
En resumen, se puede afirmar que la evolución del empleo público en España no ha tenido una
elevada relevancia en la existencia de disparidades regionales. Además, ha contribuido a la
18 convergencia regional, bien se considere su relación la renta por habitante, la tasa de empleo o
la tasa de paro. No obstante, esa aportación no ha sido muy clara ni elevada, por lo que no se
puede afirmar que ese objetivo se haya cumplido con un elevado grado de eficacia.
5. La distribución regional del empleo en las Administraciones Públicas por tipo de
administración.
Para completar la visión anterior, se va a considerar la distribución regional del empleo en las
AAPP por nivel administrativo, lo que conlleva utilizar una fuente diferente, el Registro Central
de Personal. En estudios previos se ha analizado su comportamiento en el periodo anterior a
2007, por lo que se remite a esos autores. Por tanto, aquí el estudio se va a centrar en el periodo
que va de 2007 a 2011 (últimos datos de los que se dispone en el momento de redactar este
trabajo).
En la Tabla 6, se puede apreciar que a principios de 2011 casi la mitad del empleo en las
Administraciones Públicas7 se encontraba en la administración autonómica, el 24 por 100 en la
local, el 22 por 100 en la central, y, el resto, en universidades.
TABLA 6
Dis tribuc ión regional del pers onal al s ervic io de las A dminis trac iones P úblic as (% )
2011 enero
E s tatal
C C AA
L oc al
Univers idades
Total
A ndaluc ía
19,01
51,18
25,92
3,89
A ragón
26,37
47,03
20,98
5,62
C F Navarra
13,77
69,18
13,32
3,73
C Madrid
40,77
37,31
14,94
6,98
C V alenc iana
16,96
54,61
25,93
2,50
C anarias
20,30
46,62
30,58
2,50
C antabria
16,52
60,79
17,04
5,66
C as tilla-­‐L a Manc ha
14,70
51,67
31,01
2,62
C as tilla y L eón
23,59
50,30
21,05
5,06
C ataluña
10,26
52,68
35,04
2,02
E x tremadura
14,92
51,68
30,18
3,21
G alic ia
19,56
57,71
20,26
2,47
I.B alears
21,49
48,72
27,91
1,88
L a R ioja
22,06
60,29
16,04
1,61
P A s turias
17,78
58,89
18,59
4,73
P aís V as c o
12,90
56,80
28,22
2,08
R . Murc ia
20,23
60,27
17,29
2,21
C euta
83,91
15,72
0,37
Melilla
86,36
13,02
0,62
E x tranjero
100,00
TO TA L
22,09
50,02
24,13
3,76
F uente: R egis tro C entral de P ers onal. E laborac ión propia.
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
7
En este apartado se han tomado los datos del boletín estadístico del personal al servicio de las AAPP.
19 La administración estatal tenía una elevada presencia relativa en algunas regiones, destacando
Madrid, Ceuta, y, Melilla. En cambio, su peso relativo era bajo en Cataluña, País Vasco y
Navarra, lo que refleja esencialmente la importancia de las transferencias estatales realizadas y
del nivel de autogobierno. Por su parte, la mayor importancia dentro de cada región del empleo
en la administración autonómica se daba en las Comunidades Autónomas uniprovinciales
(Asturias, Cantabria, La Rioja, Navarra y Murcia), y el País Vasco. El empleo local destacaba
en Canarias, Cataluña, Castilla La Mancha y Extremadura. Finalmente, en universidades
sobresalía la elevada participación del empleo en Madrid. A resultados similares ha llegado
González (2009).
TABLA 7
Efectivos de las Administraciones Públicas Tasas de variación anual acumulada 2007-­‐2011 (%) Estatal CCAA Local Andalucía 2,49 0,35 1,19 Aragón 0,14 2,61 2,81 CF Navarra 1,06 4,53 5,44 C Madrid 1,74 1,77 0,88 C Valenciana 3,51 0,48 1,62 Canarias 3,93 2,15 0,29 Cantabria -­‐2,52 2,01 0,12 Castilla-­‐La Mancha 1,86 1,21 3,05 Castilla y León 1,00 0,41 1,42 Cataluña 1,20 2,87 4,49 Extremadura 0,61 1,78 -­‐1,31 Galicia 1,25 1,99 0,93 I.Balears 2,30 4,90 2,84 La Rioja 0,66 0,86 1,16 P Asturias -­‐1,56 2,38 1,51 País Vasco -­‐0,40 1,07 1,79 R. Murcia 1,53 2,99 2,08 Ceuta 1,64 0,50 Melilla 3,45 2,02 Extranjero 2,13 TOTAL 1,73 1,57 1,82 Fuente: Registro Central de Personal. Elaboración propia. Universidades 1,32 2,13 3,71 2,57 -­‐1,14 -­‐0,66 3,46 2,99 -­‐0,64 -­‐1,89 2,79 0,09 3,89 0,75 1,09 -­‐1,67 0,55 1,15 Total 1,00 1,95 4,11 1,68 1,22 1,84 0,95 1,91 0,70 3,14 0,67 1,58 3,72 0,86 1,41 1,02 2,47 0,86 2,80 2,13 1,65 Desde una perspectiva dinámica, han sido varios los autores -Gómez et al. (2009), González
(2009), y, Botella, Hernández y Pérez (2009)- que han señalado que desde los noventa el grueso
del aumento en el empleo público ha correspondido a la administración autonómica. Ello se ha
debido tanto al proceso de transferencia de competencias desde la administración central, como
a crecimientos relacionados con el desarrollo de sus funciones (Botella, Hernández y Pérez,
2009).
En los años más recientes, entre 2007 y 2011, los datos disponibles (véase la Tabla 7) señalan
que la tasa de variación media anual acumulativa ha sido del 1,7 por 100. El mayor avance
relativo se ha producido en el empleo local y el menor en universidades. Sin embargo, la mayor
20 contribución al aumento del empleo público la han realizado las AARR que han sido
responsables del 47,7 por 100 de la creación neta de empleo público en estos cuatro años, lo que
se ha debido esencialmente a su peso más que a su dinamismo, siguiéndole las AALL con el
26,5 por 100.
La distribución regional de este incremento muestra que el empleo público se ha expandido en
todas las regiones, aunque se ha apreciado de forma especial en Navarra, Baleares, Cataluña, y,
Murcia. El avance del empleo público en Navarra, Baleares y Murcia se ha debido
fundamentalmente al crecimiento de los efectivos en las AARR, y, en Cataluña, tanto al empleo
en la administración regional como local.
En cambio, ha crecido débilmente en La Rioja, Extremadura, Castilla-León, Cantabria, y,
Andalucía. En estas regiones, salvo Extremadura, el empleo en la administración regional
apenas ha aumentado en estos cuatro años.
La contribución por regiones a la creación de empleo público en estos cuatro años muestra la
destacada aportación de Cataluña (10,5 por 100 en la generación de empleo autonómico y del
10,6 por 100 de empleo local), siguiéndole Madrid (con una contribución del 6,9 por 100 en el
empleo en la administración central y del 6,4 en la autonómica). En tercer lugar se ha situado
Andalucía –con una aportación del 5,3 por 100 en la administración central y del 3,5 por 100 en
la local-. Finalmente, en relación a su dimensión relativa, merece la pena destacar las
contribuciones a la generación de empleo público de Murcia (4,7 por 100) y Baleares (4,3 por
100).
6. Conclusiones.
El análisis de la importancia del empleo público y su influencia sobre la cohesión económica y
social y, más en particular, sobre los ajustes en los mercados regionales de trabajo exige en
primer lugar definir con precisión qué se entiende por tal, ya que su ámbito puede variar desde
una consideración estricta del empleo en las administraciones públicas, hasta la toma en cuenta
de cualquier asalariado del sector público. En el texto se han considerado ambos tipos de
definiciones extremas, y, en cambio, no se han tomado otras intermedias. Con la consiguiente
cautela derivada de la calidad de los datos estadísticos utilizados, se pueden alcanzar una serie
de conclusiones.
En primer lugar, en relación a la importancia relativa del empleo público en los mercados de
trabajo, del examen de los datos utilizados no se puede concluir que haya aumentado de forma
importante el peso del empleo público en la década anterior, ni en la Unión Europea, ni en
España. No obstante, los efectos de la Gran Recesión sobre el empleo privado pueden haber
dado lugar a un ascenso a partir de 2007. Además, los valores de los indicadores del empleo
público en las regiones comunitarias señalan la baja presencia relativa del empleo público en las
regiones españolas; tanto en el caso del empleo en las administraciones públicas, como en los
servicios comunitarios (educación, sanidad, y, otros servicios públicos y comunitarios).
En cuanto a las conclusiones sobre la contribución del empleo público a la convergencia
regional se ha deducido que la relación entre empleo público y nivel de renta por habitante es
ambigua en las regiones europeas, ya que por un lado refleja la ley de Wagner desde una
perspectiva estática –elevado peso del sector público en las regiones con alto nivel de renta-;
21 mientras que, desde un punto de vista dinámico, el empleo público parece haber aumentado más
en las regiones con menor nivel de renta, lo que indicaría que el comportamiento del empleo
público ha contribuido a la cohesión territorial. Así, parece haber ocurrido en el caso de las
regiones españolas en el último decenio. Sin embargo, estas relaciones no han mostrado buenos
ajustes estadísticos.
En cuanto a la relación entre empleo público e indicadores de ajuste en los mercados laborales
(tasa de paro, tasa de actividad y tasa de empleo), las regresiones estadísticas estimadas
muestran ajustes muy débiles, aunque con los signos esperados. De esta forma, se puede decir
que, también en este caso, el empleo público ha contribuido en general a la convergencia
regional en tasas de empleo y de paro
Finalmente, durante la Gran Recesión, en España ha aumentado el empleo (entre 2007 y 2011)
en las administraciones públicas en general, frente a la reducción del empleo privado; sin
embargo, este incremento se ha centrado en las administraciones territoriales, destacando la
expansión del empleo en la administración local –aunque la mayor contribución al aumento del
empleo público se ha observado en las AARR-. Por otro lado, y, por razones políticas y
administrativas, destaca la elevada presencia del empleo en la administración estatal en Madrid,
Ceuta, y, Melilla; también es alta la importancia del empleo en la administración autonómica en
las comunidades uniprovinciales; y, de relativo peso el empleo en la administración local en
Cataluña, Castilla La Mancha, y, Extremadura.
En resumen, no se puede afirmar que haya aumentado de forma importante la presencia relativa
del empleo público en España, ni tampoco que se haya utilizado claramente como instrumento
destinado a fomentar la convergencia regional en nuestro país; aunque la haya favorecido
ligeramente.
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23 Fuentes estadísticas utilizadas:
Las fuentes estadísticas utilizadas en este trabajo han sido varias y se han elegido según su
interés en relación al tema a tratar.
Para el análisis de países por tipos de administración se han utilizado las bases estadísticas de la
OIT. En ellas se registran datos por países y diferentes categorías de las organizaciones del
sector público (administración central, seguridad social, administraciones territoriales, empresa
pública, etc.), así como de diferentes actividades privadas. Sin embargo, las series están
incompletas en multitud de casos. En este trabajo se han tomado los datos existentes a partir de
2000.
La base de datos de Eurostat ha suministrado cifras sobre el empleo público de las regiones y
los países de la Unión Europea; así como otros datos de interés como la renta (PIB) y otras
variables del mercado laboral (empleo, población activa, población mayor de 15 años, etc.). La
definición de empleo público ha variado según las fuentes específicas. En general se ha tomado
la que se refiere a los códigos 75 y 99 de la CNAE-93 y su equivalente en la revisión de 2009
(NACE Rev. 2).
Para el análisis del empleo público en España, además de las anteriores se ha recurrido a la
Encuesta de Población Activa, de la que se han utilizado los datos de asalariados públicos por
niveles de administración para el conjunto nacional desde 1995. En el caso de las Comunidades
Autónomas se han considerado los datos de asalariados públicos a partir de 2005. Frente al
concepto de empleo público utilizado en la base de Eurostat, en este caso se ha utilizado una
definición bastante más amplia, ya que engloba a todos los sectores con presencia de empleo
público.
La Contabilidad Regional de España ha suministrado datos de renta, población y puestos de
trabajo para el periodo 1995 a 2010.
Finalmente el Registro Central de Personal, cuyos datos se han tomado del boletín estadístico
del personal al servicio de las Administraciones Públicas, ha proporcionado datos regionales de
los efectivos al servicio de las administraciones públicos por diferentes niveles administrativos. 
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