Título comunicación: El empleo público y las disparidades regionales en España y la Unión Europea1. Autores: García, Marcos M. ([email protected]); González, Miguel ([email protected]) Departamento Economía Internacional y de España Universidad de Granada Resumen El objetivo de la cohesión económica y social y la convergencia regional ha sido uno de los más enunciados desde que se constituyó un estado democrático en España. De igual forma, desde mediados de los ochenta, se ha convertido en uno de los principales objetivos de las Comunidades Europeas y de la Unión Europea desde el Tratado de Maastricht en 1992. Para lograrlo se han utilizado numerosos instrumentos y diferentes políticas. Sin embargo, hay un mecanismo que si bien no ha aparecido de forma muy explícita, ha podido influir en la evolución de las disparidades regionales en renta por habitante, y, en particular, en el comportamiento de las diferencias regionales en empleo por habitante. Se trata del empleo público. Por ello, algunos autores han señalado que la creación y relocalización del empleo público ha sido un instrumento clave de la política regional. En este ámbito, dentro de la actuación pública, un tema relativamente poco estudiado ha sido el análisis de las consecuencias que la política de empleo público ha tenido sobre la distribución regional del empleo total y el paro. Es decir, en qué medida la evolución del empleo público ha contribuido a aumentar o reducir las disparidades regionales, desde la perspectiva del mercado de trabajo. Este constituye el principal objetivo de la presente comunicación. Así, en esta comunicación se trata de estimar la contribución de la política de empleo público al proceso de convergencia regional en España, analizando especialmente el papel que han jugado 1 Esta comunicación forma parte de un trabajo Málaga, 2011. más amplio, presentado inicialmente a las X Jornadas de Política Económica. 2 las distintas administraciones públicas, y destacando la actuación de las administraciones territoriales. Área temática: Gobierno y ordenación del territorio, vivienda, servicios públicos y fiscalidad Palabras clave: labour markets, public employment, regional convergence, regional distribution, unemployment. Convergencia regional, desempleo, distribución espacial, empleo público, mercados de trabajo. 1. Introducción. El objetivo de la cohesión económica y social y la convergencia regional ha sido uno de los más proclamados desde que se constituyó un estado democrático en España. De igual forma, desde mediados de los ochenta, se ha convertido en uno de los principales objetivos de las Comunidades Europeas y de la Unión Europea desde el Tratado de Maastricht en 1992. Para lograrlo se han utilizado muchos instrumentos y políticas. Sin embargo, hay un mecanismo que si bien no ha aparecido de forma muy explícita, ha podido influir en la evolución de las disparidades regionales en renta por habitante, y, en particular en el comportamiento de las diferencias regionales en empleo por habitante. Se trata del empleo público. Por ello, algunos autores han señalado que la creación y relocalización del empleo público ha sido un instrumento clave de la política regional (Rodríguez y Camacho, 2008). Si bien ha habido algunos estudios sobre su evolución en España y en la Unión Europea, y su distribución regional, apenas se ha analizado su impacto sobre las disparidades regionales. Esta influencia se puede apreciar fundamentalmente a través de los efectos que ha podido tener sobre la forma en que se han realizado los ajustes en los mercados regionales de trabajo, y, en particular, sobre las tasas de paro, participación, y, empleo. En definitiva, sobre el otro componente de la renta por habitante, además de la productividad aparente del trabajo, que es el empleo por habitante. Como es ampliamente conocido, las diferencias regionales en empleo por habitante, reflejan las disparidades en las tasas de empleo y, éstas, a su vez, registran los cambios relativos en las tasas regionales de paro y actividad. Desde mediados de los setenta, en la Unión Europea en menor medida, pero especialmente en España, se han alcanzado y mantenido elevados niveles de desempleo. Una de las características diferenciales de este fenómeno ha sido las elevadas disparidades regionales en tasas de paro, de actividad, y, por consiguiente, en tasas de empleo, que incluso se han agravado en determinadas coyunturas adversas, con lo que se ha observado un importante proceso de no convergencia, e incluso divergencia. Así, la lucha contra el paro se ha enunciado como uno de los principales objetivos de la política económica y, en muchas ocasiones, se ha defendido el empleo público como una herramienta útil para contrarrestar la escasez de puestos de trabajo en el sector privado. Dadas las disparidades regionales, en algunos países incluso se han establecido planes específicos con una clara orientación territorial. De este modo, se han registrado varias experiencias de este tipo en 3 Suecia (Malley y Moutos, 1996), Italia (Alessina et al., 1999), y en otros lugares (Rodríguez y Camacho, 2008). En este ámbito, dentro de la actuación pública, un tema relativamente poco estudiado ha sido el análisis de las consecuencias que la política de empleo público ha tenido sobre la distribución regional del empleo total y el paro. Es decir, en qué medida la evolución del empleo público ha contribuido a aumentar o reducir las disparidades regionales, desde la perspectiva del mercado de trabajo. Esta cuestión ha sido estudiada para Italia por Alesina, Danninger y Rostagno (1999); mientras que en el caso de España, sólo ha recibido una atención menor2. El principal objetivo de este trabajo es analizar el papel del sector público como empleador –es decir, el empleo público- ha tenido en la convergencia regional en España en renta por habitante y, esencialmente, en los indicadores del ajuste en los mercados laborales regionales. Desde un enfoque esencialmente descriptivo, se examina en primer lugar la distribución regional del empleo público en España y su comparación con las regiones europeas. En segundo lugar, se analiza la influencia del empleo público sobre las disparidades regionales, y, especialmente sobre las tasas de paro y otros indicadores del mercado laboral, y, por tanto, las disparidades regionales en renta por habitante. En tercer lugar, se toma en cuenta, la evolución del empleo público por regiones y por niveles administrativos. Finalmente, se exponen las conclusiones obtenidas de este estudio. La heterogeneidad y discrepancias de y entre las fuentes estadísticas, la cuestionable calidad de la información y la disparidad temporal de los datos disponibles hacen que los resultados de este análisis y de las conclusiones que se obtengan hayan de tomarse con las debidas cautelas. Con el fin de ofrecer alguna visión sobre el tema, en un anexo se recogen las diferentes fuentes estadísticas utilizadas en la elaboración de este trabajo. Para acabar este epígrafe introductorio, convendría señalar que los efectos del empleo público sobre los ajustes en los mercados laborales es una cuestión diferente de la valoración de la oferta que el sector público pueda efectuar de servicios en los que puedan competir sector público y privado. Por tanto, no se trata de evaluar la eficiencia de la actuación pública en la provisión del estado de bienestar, lo que estaría muy alejado de los propósitos de este trabajo. Igualmente, tampoco se considera la importante cuestión de discernir si el avance en los servicios públicos en España se debe a una expansión de los servicios públicos derivada de impulsos que proceden de la demanda social o a ineficiencias surgidas con el proceso de descentralización administrativa. 2. La importancia del empleo público en España: perfil cíclico y configuración estructural del empleo público en España. Dentro de las AAPP, el Gráfico 1 muestra que el proceso de descentralización y consiguientemente de traspaso de competencias desde la Administración Central a las 2 Entre los autores que han analizado la distribución regional del empleo público en España, se pueden citar los trabajos de Marqués y Rosselló (2004), Gómez, Sánchez y Rivas (2009), y, González (2009). Sobre las regiones europeas, se puede consultar Rodríguez y Camacho (2008). 4 Comunidades Autónomas (CCAA) esencialmente, ha dado lugar a un declive del peso del empleo en la Administración Central y en la Seguridad Social a favor fundamentalmente de las CCAA, que a principios de 2012 ocupaban a más del 56 por 100 del empleo público en España. GRÁFICO 1 Fuente: EPA. Elaboración propia. Este proceso de aumento relativo del empleo en las Administraciones Públicas Regionales (AARR) ha experimentado varios cambios con procesos de aceleración en algunos momentos. Desde 1995, se pueden señalar varias fases, cuyas diferencias se pueden apreciar en la Tabla 1. Como ya se ha mencionado, la política de consolidación presupuestaria dio lugar a que entre 1995 y 1998 el aumento del empleo público fuera relativamente bajo. En estos tres años apenas se apreciaron cambios en la estructura del empleo público, salvo el declive del empleo en las empresas públicas. El proceso de transferencias recibió un nuevo impulso en la segunda mitad de los noventa –en este caso, fundamentalmente hacia las CCAA del artículo 143-, con lo que el personal traspasado a las CCAA en la VI y VII legislatura (3-3-1996 a 1-4-2004) fue de 342.329; así, el aumento del empleo en el período 1998-2004 -la tasa más elevada de los últimos quince añosbenefició esencialmente a los ocupados en las AARR, cuya importancia pasó del 25 por 100 al 43 por 100 del empleo público total de España. En este periodo el empleo en la Administración Central, en la Seguridad Social y en la empresa pública disminuyó, cuyas participaciones en el empleo público se redujeron en consecuencia. En el periodo 2004-2007, el empleo público creció a una tasa muy similar al de 1995-1998. Siguió ganado importancia el empleo en las AARR que alcanzaron en 2007 el nivel del 50 por 100 del empleo público total. También se incrementó el peso del empleo público en las Administraciones Locales (AALL). En cambio, perdió relevancia el empleo registrado en la administración de la Seguridad Social y continuó el declive de la empresa pública. Sin embargo, 5 en relación al sexenio anterior, el empleo público en la Administración Central aumentó a una tasa similar a la media nacional, con lo que apenas se modificó su peso relativo. TABLA 1 Evolución del e mpleo público e n España e ntre 1995 y 2012 por tipo de administración. Variación absoluta ( miles) Total Central Seg Social CCAA AALL Emp pub 1995-­‐1998 149,4 35,3 78,5 86,6 47,9 -­‐97,9 1998-­‐2004 403,9 -­‐143,8 -­‐92,7 560,3 93,5 -­‐26,9 2004-­‐2007 189,1 32,6 -­‐207,9 301,5 94 -­‐47,6 1995-­‐2007 742,4 -­‐75,9 -­‐222,1 948,4 235,4 -­‐172,4 2007-­‐2012 171,9 28,1 -­‐48,1 257 -­‐21,5 -­‐16,6 1995-­‐2012 914,3 -­‐47,8 -­‐270,2 1205,4 213,9 -­‐189 Tasa de variación media anual acumulativa ( %) 1995-­‐1998 2,20 1,93 7,59 1998-­‐2004 2,65 -­‐4,34 -­‐4,59 2004-­‐2007 2,22 2,17 -­‐41,32 1995-­‐2007 2,43 -­‐1,14 -­‐10,73 2007-­‐2012 1,14 1,06 -­‐16,78 1995-­‐2012 2,05 -­‐0,50 -­‐12,51 Fuente: EPA. Elaboración propia. 4,92 10,59 7,52 8,41 3,18 6,87 3,75 3,15 5,32 3,84 -­‐0,69 2,51 -­‐11,45 -­‐1,99 -­‐8,48 -­‐5,98 -­‐2,13 -­‐4,85 Otros -­‐1 13,4 16,6 29 -­‐27,8 1,2 -­‐4,57 18,15 19,99 12,93 -­‐28,17 0,84 Finalmente, durante el periodo de la Gran Recesión, el empleo público continuó creciendo aunque a una tasa inferior al periodo anterior, frente a un gran declive del empleo privado. Entre 2007 y 2012 el empleo público en las AARR ha sido el que ha aumentado con mayor intensidad, siguiéndole la ocupación en la Administración Central. b. Comparación internacional. Sin embargo, con lo señalado hasta este punto, no se dispone de elementos que permitan juzgar lo ocurrido en el caso español como normal o bien como una nota discordante. Por tanto, es preciso ampliar el ángulo de análisis y, en la medida que los datos estadísticos disponibles lo admitan, cotejar la experiencia española con la de otros países de la Unión Europea (UE). Esta panorámica internacional –registrada para los años 2000, 2007 y 2010- se ofrece en los Gráficos 2 y 3. Según los datos de Eurostat, España ha sido uno de los países de la UE donde más ha crecido el empleo público (AAPP, incluyendo Seguridad Social obligatoria) en los distintos periodos considerados (2000-2007 y 2007-2010). Así, el aumento empleo público en España ha sido el segundo -detrás de Eslovaquia- de mayor intensidad entre 2007 y 2010; y, el tercero –a la zaga de Irlanda y Grecia- entre 2000 y 2007. Una información más detallada sobre lo ocurrido en los países europeos puede encontrarse en González (2009). El aumento del empleo en relación a la población ocupada, activa o en edad de trabajar, también ha sido especialmente intenso en España en relación al resto de países comunitarios. Destacándose igualmente en el último periodo en relación a 2000-2007. GRÁFICO 2 6 Fuente: Eurostat. Elaboración propia. Sin embargo, en términos de nivel, a pesar del avance del empleo público en España en los últimos años, se encontraba en 2010 por debajo de la media comunitaria en relación a la población activa y a la población en edad de trabajar; aunque en torno a esa media en lo referente a la población ocupada, debiéndose tener en cuenta la gran caída del empleo total en España entre 2007 y 2010. GRÁFICO 3 Fuente: Eurostat. Elaboración propia. 7 En resumen, no se puede decir que el empleo público en España tenga un peso relativamente elevado. Sin embargo, es cierto que ha sido uno de los países de mayor crecimiento en los últimos años, y, especialmente entre 2007 y 2010. En relación a la distribución comparada por tipo de administración, los datos de la OIT confirman que la mayor expansión relativa del empleo público en España en la última década se ha debido esencialmente al avance del empleo en las AARR; muy por encima de lo observado en los distintos países considerados (González, 2009). La principal cuestión que se puede plantear es si ese incremento se explica por un aumento del servicio prestado a la sociedad que a través del proceso de descentralización ha manifestado mayores necesidades que las CCAA han tratado de satisfacer. La respuesta negativa plantearía el tema de cómo el trasvase de competencias ha podido afectar a la eficiencia de los servicios públicos. Sin embargo, como ya se ha anunciado anteriormente, esta cuestión sólo se suscita y no se aborda en este trabajo. 3. La distribución espacial del empleo público en las regiones españolas. El análisis de la distribución espacial del empleo público trata de mostrar en qué lugares se da una mayor presencia de esta actividad y a qué patrones espaciales obedece. Por tanto, las cuestiones que usualmente más se consideran se refieren a estimaciones sobre la especialización regional relativa y el grado de concentración geográfica. El primer aspecto se estudia desde dos perspectivas: estática y dinámica. Así, en primer lugar se elaboran unos índices de especialización regional en empleo público, que se complementan con indicadores de las relaciones de esta variable con otras variables laborales, como la población activa y la población en edad de trabajar. A continuación, se observa la evolución regional del empleo público en particular y en relación a las variables laborales. Finalmente, este epígrafe se dedica a examinar el grado de concentración espacial del empleo público y su evolución en los años más recientes. a. Importancia relativa del empleo público en las regiones españolas. La influencia del empleo público sobre las disparidades regionales se puede estimar de diversas formas y apreciarse a través de su impacto fundamentalmente sobre las principales variables laborales: empleo, paro, población activa, o, población en edad de trabajar. En el caso de relacionar el empleo público con el empleo total, el correspondiente índice refleja la estructura del empleo, pero no se puede considerar un indicador totalmente adecuado sobre el ascendente del empleo público sobre el mercado de trabajo, sobre todo, cuando la literatura señala que sus cambios pueden afectar no sólo al empleo privado, sino también al volumen de desempleo, o incluso a la participación laboral. Por ello, es conveniente tomar en consideración también su peso en relación a la población activa o a la población en edad de trabajar. Con el fin de señalar dónde la presencia de esta actividad es especialmente relevante, es usual considerar índices de especialización relativa. Así, en la Tabla 2 se puede observar cuáles son las regiones en las que la presencia del empleo público - considerando los datos disponibles de 8 Eurostat sobre el empleo público3 en las regiones europeas de nivel II-, es de mayor y menor entidad en el conjunto europeo. En este marco, la posición de las regiones españolas recoge múltiples situaciones. Por un lado, las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla aparecen a la cabeza de los territorios con mayor presencia del empleo público; pero, al mismo tiempo, las Comunidades Forales y las regiones del Arco Mediterráneo se han encontrado entre las que menor importancia relativa tiene el empleo público. En general, el resto de regiones españolas, salvo alguna excepción, ha ocupado puestos relativamente bajos en este tipo de rankings de las regiones europeas. TABLA 2 Posición más baja (última decila) Posición más elevada (primera decila) Clasificación de l as regiones e uropeas Empleo e n l a Administración Pública e n relación a Población e n e dad activa Población activa Empleo total Ciudad Autónoma de Melilla ( ES) Ciudad Autónoma de Melilla ( ES) Ciudad Autónoma de Melilla ( ES) Ciudad Autónoma de Ceuta ( ES) Ciudad Autónoma de Ceuta ( ES) Ciudad Autónoma de Ceuta ( ES) Luxembourg ( Grand-­‐Duché) Région de Bruxelles-­‐Capitale/Brussels Hoofdstedelijk Région de BGruxelles-­‐Capitale/Brussels ewest Hoofdstedelijk Gewest Région de Bruxelles-­‐Capitale/Brussels Hoofdstedelijk Luxembourg Gewest ( Grand-­‐Duché) Luxembourg ( Grand-­‐Duché) Northern Ireland Northern Ireland Northern Ireland Voreio Aigaio Voreio Aigaio Voreio Aigaio Flevoland Flevoland Flevoland Utrecht Utrecht Utrecht Zuid-­‐Holland Zuid-­‐Holland Zuid-­‐Holland Noord-­‐Holland Noord-­‐Holland Noord-­‐Holland Overijssel Overijssel Overijssel Gelderland Gelderland Gelderland Groningen Groningen Groningen Zeeland Zeeland Zeeland Limburg ( NL) Limburg ( NL) Limburg ( NL) Noord-­‐Brabant Noord-­‐Brabant Provence-­‐Alpes-­‐Côte d'Azur Friesland ( NL) Languedoc-­‐Roussillon Languedoc-­‐Roussillon Drenthe Limousin Nord -­‐ Pas-­‐de-­‐Calais Île de France Île de France Île de France Bratislavský kraj Centre Prov. Liège Prov. Namur Prov. Namur Prov. Namur Hampshire and Isle of Wight Prov. Hainaut Prov. Hainaut Cheshire Cumbria East Yorkshire and Northern Lincolnshire Cornwall and Isles of Scilly Comunidad Foral de Navarra Pais V asco Cataluña Comunidad V alenciana Región de Murcia Illes Balears Itä-­‐Suomi Länsi-­‐Suomi Norte Toscana Emilia-­‐Romagna Marche Veneto Piemonte Lombardia Ionia Nisia Detmold Nyugat-­‐Dunántúl Cheshire Cumbria East Yorkshire and Northern Lincolnshire Berkshire, Bucks and Oxfordshire Comunidad Foral de Navarra Pais V asco Cataluña Comunidad V alenciana Región de Murcia Illes Balears Itä-­‐Suomi Länsi-­‐Suomi Norte Centro ( PT) Emilia-­‐Romagna Marche Veneto Piemonte Lombardia Ionia Nisia Detmold Niederbayern Cheshire Cumbria East Yorkshire and Northern Lincolnshire Berkshire, Bucks and Oxfordshire Comunidad Foral de Navarra Pais V asco Cataluña Comunidad V alenciana Región de Murcia Illes Balears Itä-­‐Suomi Länsi-­‐Suomi Norte Centro ( PT) Emilia-­‐Romagna Marche Veneto Piemonte Lombardia Ionia Nisia Detmold Niederbayern Fuente: Eurostat. Elaboración propia. 3 En este caso se ha definido como empleo público regional el correspondiente a los códigos 75 y 99 de la CNAE-93 y su revisión correspondiente (NACE rev. 2). 9 En cuanto al nivel de empleo público –no se distingue si es un empleo a jornada completa o a tiempo parcial4- en relación la población en edad activa, la población activa, o el empleo total, si se toman en cuenta los valores más elevados y más bajos, en la primera decila de la distribución (valores más elevados) se encontraban, como se puede apreciar en la Tabla 2, las dos ciudades autónomas de España (Ceuta y Melilla), la mayor parte de las regiones holandesas, algunas regiones belgas (Bruselas, Namur y Hainaut) y francesas (París, Languedoc, etc.), Luxemburgo, Irlanda del Norte, y, Voreio Aigaio (Grecia); en general, regiones que ocupan una posición geográfica central en la Unión Europea. En cambio, con menor nivel de empleo público (última decila) estaban, en general, algunas regiones con una posición esencialmente periférica en relación a la Unión Europea, aunque no necesariamente respecto a sus propios estados. Así, había regiones españolas (País Vasco, Navarra, Cataluña, Valencia, Baleares y Murcia), italianas (Toscana, Emilia Romagna, Marche, Lombardía, Piemonte y Veneto), del Reino Unido (Berkshire, Cumbria, Chesire y East Yorkshire), finlandesas (Ita-Suomi y Lansi-Suomi), portuguesas (Norte y Centro), alemanas (Detmold y Niederbayern) e Ionia Nisia (Grecia). Las diferencias en la relación entre el empleo público y la población en edad activa, activa, o empleo total, apenas tienen importancia en los niveles más altos y más bajos del ranking, por lo que, en principio, no se comentan. Desde una perspectiva, estrictamente española, según datos de la EPA, en España en 2012 (primer trimestre) había algo más de tres millones de asalariados públicos, lo que significaba el 17,8 por 100 del total de ocupados. Pero, mucho más interesante es examinar cuál ha sido la importancia del empleo público –tomando los asalariados públicos como variable representativa- en relación al empleo y otras variables laborales. Así, con estos datos, se confirma el patrón espacial antes señalado (véase la Tabla 3): las regiones con mayor nivel de empleo público tanto en relación a la PEA, la PA y el empleo total, además de Ceuta y Melilla, han sido las regiones interiores y con menos densidad de población –Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla-León-; mientras que los menores valores se han apreciado, como ya se ha mencionado en el Arco Mediterráneo –Comunidad de Valencia, Cataluña, Baleares y Murcia-, en La Rioja, y, las Comunidades Forales –País Vasco y Navarra-. En general, la relación entre el empleo público y la PEA ha aumentado en esta década, aunque en algunas regiones se ha reducido (Baleares, Canarias y Navarra). En cambio, ha experimentado un elevado aumento en Cantabria, Cataluña, Extremadura y La Rioja. Desde una perspectiva dinámica, si se considera la evolución relativa del empleo público en las regiones españolas, para el periodo 1998-2009, se pueden señalar una serie de aspectos. En primer lugar, entre 1998 y 2007, once CCAA españolas se situaron entre las 33 regiones europeas con un aumento del empleo público superior al 4 por 100 de la tasa media anual acumulativa de estos años. País Vasco y Cataluña tuvieron un crecimiento entre el 3,5 por 100 y el 4 por 100; Baleares y Galicia del 2,8 por 100; y, Aragón y Valencia ligeramente por encima del 1 por 100. 4 Rodríguez y Camacho (2008) han señalado que pueden existir importantes diferencias regionales en cuanto al tipo de jornada, lo que puede desvirtuar los resultados obtenidos sobre las disparidades regionales en la importancia del empleo público. 10 TABLA 3 POSICIÓN Y CAMBIOS DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS EN EMPLEO PÚBLICO EN RELACIÓN A INDICADORES LABORALES (2001-9) Variación en su importancia relativa entre 2001 y 2009 Variables Han aumentado su nivel relativo Han reducido su nivel relativo Elevado nivel Bajo nivel Elevado nivel Bajo nivel Aragón Cataluña Andalucía Balears (Illes) Cantabria Galicia Asturias (Principado de) Comunitat Valenciana Castilla - La Mancha Murcia (Región de) Canarias País Vasco AP/PEA Extremadura Rioja (La) Castilla y León Madrid (Comunidad de) Navarra (Comunidad Foral de) AP/PA AP/ET Aragón Cantabria Castilla - La Mancha Extremadura Cataluña Galicia Murcia (Región de) País Vasco Rioja (La) Andalucía Asturias (Principado de) Canarias Castilla y León Madrid (Comunidad de) Navarra (Comunidad Foral de) Balears (Illes) Comunitat Valenciana Aragón Castilla - La Mancha Extremadura Cantabria Cataluña Comunitat Valenciana Galicia Murcia (Región de) Rioja (La) Andalucía Asturias (Principado de) Canarias Castilla y León Madrid (Comunidad de) Balears (Illes) Navarra (Comunidad Foral de) País Vasco AP: Asalariados públicos PEA: Población en edad de trabajar PA: Población activa ET: Empleo total Nivel relativo: Valores en relación a la media nacional Fuente: EPA. Elaboración propia. TABLA 4 Evolución del e mpleo público* e n España por regiones Tasas de variación anual acumulada ( %) Periodos 1998-­‐2004 2000-­‐2004 2004-­‐2007 1998-­‐2007 2000-­‐2007 2007-­‐2009 UE-­‐27 1,83 1,50 1,69 -­‐1,36 UE-­‐15 0,84 0,19 1,61 1,10 0,80 -­‐2,04 Ampliación de 2004 ( 10 países) 12,44 16,07 1,38 8,76 9,77 2,18 Ampliación de 2007 ( 2 países) 2,69 -­‐0,19 1,46 0,98 España 3,85 3,20 4,46 4,06 3,74 2,92 Galicia 4,00 1,77 0,36 2,78 1,16 -­‐2,94 Principado de Asturias 6,65 6,96 -­‐1,11 4,06 3,50 -­‐0,85 Cantabria 5,06 4,99 4,01 4,71 4,57 0,82 Pais V asco 3,11 -­‐0,19 5,03 3,75 2,05 -­‐0,33 Comunidad Foral de Navarra 1,21 3,58 11,63 4,68 7,03 -­‐9,48 La Rioja 2,97 7,94 8,61 4,85 8,23 -­‐0,62 Aragón 0,53 4,26 2,24 1,10 3,39 6,44 Comunidad de Madrid 1,58 1,66 9,63 4,27 5,07 -­‐5,67 Castilla y León 4,30 1,75 5,07 4,55 3,17 3,33 Castilla-­‐la Mancha 5,29 1,02 7,86 6,15 3,95 4,14 Extremadura 6,30 5,75 11,81 8,13 8,35 7,28 Cataluña 3,73 2,29 2,84 3,43 2,53 2,11 Comunidad V alenciana 2,85 5,18 -­‐2,50 1,07 1,89 10,06 Illes Balears 3,00 5,55 2,50 2,83 4,24 11,94 Andalucia 5,87 5,09 1,98 4,57 3,76 9,35 Región de Murcia 6,85 5,22 -­‐1,00 4,23 2,56 6,84 Canarias 3,91 2,91 9,33 5,71 5,66 3,71 Fuente: Eurostat. Elaboración propia (*) Incluye e l e mpleo e n l a Administración Pública y organismos e xtraterritoriales ( 75 y 99 CNAE-­‐95). Distinguiendo por periodos, hay importantes diferencias regionales en la trayectoria de expansión del empleo público. Según los datos de Eurostat, entre 1998 y 2004, sólo una región española tuvo un aumento del empleo público inferior a la media comunitaria (UE-15), siendo las más expansivas las CCAA de la mitad sur de la península (Andalucía, Extremadura, 11 Castilla-La Mancha y Murcia), junto a Asturias y Cantabria, con tasas medias de variación anual acumulativa que superaron el 5 por 100 (Véase la Tabla 4). Entre 2004 y 2007, Extremadura y Castilla La Mancha volvieron a registrar elevados índices de generación de empleo público. A esta situación se incorporan ahora Canarias y regiones de la zona centro-norte esencialmente: País Vasco, Navarra, La Rioja, Castilla-Léon y Madrid; mientras que el resto de regiones tendrá un crecimiento anual relativamente bajo en relación al del periodo anterior. Finalmente, a partir de 2007, la evolución del empleo público por CCAA va a ser muy dispar, como se verá más adelante. b. El grado de concentración regional del empleo público en España. A lo largo de la última década apenas se ha modificado la concentración regional del empleo público en España, aunque haya habido algunas oscilaciones a lo largo del periodo. Así lo refleja la evolución del índice de Gini, estimado para las 17 CCAA del empleo público en relación al empleo total, la población en edad activa, la población total o la superficie. En cuanto a la consideración por niveles, es bastante superior la concentración espacial del empleo público si se atiende a la superficie que a variables poblaciones. Obviamente, la distribución espacial del empleo público ha seguido esencialmente el patrón de la población -como es ampliamente conocido, la población debía constituir la variable de referencia fundamental para la estimación de las necesidades de gasto a financiar en la valoración de la transferencia de competencias del Estado a las CCAA- en vez de la del territorio, aunque éste también genere necesidades de empleo público (p.e., servicios públicos forestales). Dentro del conjunto de variables poblacionales, el menor nivel de concentración geográfica se registra en la comparación de la distribución espacial del empleo público con la población total y el mayor en la relación con el empleo, situándose en niveles intermedios la relación con la población en edad activa (muy próxima a la población total) y la población activa (véase la Tabla 5). TABLA 5 Evolución del grado de concentración r egional del empleo público (EP) en España Índi ce de Gi ni EP/Pobl aci ón 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 0,0843 0,0600 0,0616 0,0801 0,0638 0,0546 0,0577 0,0655 0,0836 0,0723 0,0725 EP/Empl eo total EP/Superfi ci e 0,0911 0,2550 0,0711 0,2420 0,0710 0,2426 0,0869 0,2396 0,0756 0,2392 0,0663 0,2401 0,0652 0,2417 0,0776 0,2250 0,0868 0,2425 0,0873 0,2213 0,0831 0,2339 Fuente: Euros tat. INE. El aboraci ón propi a. De este modo, las regiones en las que el empleo público ha mostrado una elevada importancia desde la perspectiva de las variables poblacionales (Extremadura, Castilla La Mancha y Castilla-León), en cambio muestran una baja presencia desde el prisma territorial. Lo contrario 12 ocurre en el caso de las regiones insulares, del Arco Mediterráneo o País Vasco. Por su parte, la Comunidad de Madrid, Canarias y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla han tenido una elevada representación relativa del empleo público en casi todas las variables consideradas, lo que evidentemente obedece a razones políticas ampliamente conocidas. 4. El empleo público y las disparidades regionales. El análisis de la evolución de las disparidades regionales se ha centrado esencialmente en el examen de las diferencias regionales en renta por habitante. Por tanto, para estimar la influencia del empleo público sobre la convergencia regional se puede relacionar su importancia por regiones con la distribución regional de la renta por habitante y de la tasa de empleo5. Este último caso se considera con mayor detenimiento dada la hipótesis ya enunciada de que la política de empleo público afecta al ajuste de los mercados regionales de trabajo y, por tanto, a la tasa de empleo. No obstante, de forma introductoria y como aproximación, se empieza por el estudio a nivel regional de la relación entre la importancia del empleo público y la renta por habitante. a. Empleo público regional y renta por habitante. La primera cuestión a plantear en sintonía con gran parte de la literatura sobre la convergencia regional, es la relación existente entre la evolución del empleo público y nivel de renta por habitante. La existencia de objetivos, más o menos explícitos, de redistribución territorial de la renta a través del instrumento del empleo público conllevaría una relación negativa entre variación relativa del empleo público y nivel de renta. Por su parte, la ley de Wagner, al señalar que el desarrollo económico impulsa presiones sociales crecientes a favor de un aumento del gasto público, implicaría que a mayor nivel de renta mayor presencia del empleo público. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en el primer caso la perspectiva es dinámica y en el segundo estática, por lo que no tiene que haber contradicción en algunas circunstancias. Desde un punto de vista estático, en las regiones europeas UE-25 la relación estadística entre la importancia del empleo público6 y la renta por habitante en 2008 es débil. Por tanto, a nivel regional, no se puede obtener ninguna conclusión al respecto (véase el Gráfico 4). Si se considera la evolución de la importancia del empleo público regional (EP/PA) -durante el periodo 2000-2009- respecto al nivel inicial de renta (lnPIBpc) en las regiones de la UE-25 tampoco aparece a simple vista una relación estadística apreciable, por lo que tampoco cabe obtener conclusión alguna en principio. 5 Como es ampliamente conocido, se parte de la identidad entre la renta por habitante y el producto de la productividad aparente del trabajo (producto/empleo: PAT) y el empleo por habitante. A partir de esta última expresión se deduce la tasa de empleo (empleo/población en edad de trabajar) (TE). Si se toman logaritmos naturales, la expresión se convierte en que la renta por habitante (en logaritmos) es igual a la suma de la PAT y la TE (en logaritmos). 6 Como ya se ha señalado, se ha considerado el empleo en las administraciones públicas (NACE 75 y 99). 13 GRÁFICO 4 Fuente: Eurostat. Elaboración propia. Sin embargo, si solamente se toma en cuenta las regiones de los países de la ampliación – excepto las regiones polacas por escasez de datos- que no son capitales nacionales, se puede observar que existe una cierta relación negativa entre estas variables (Gráfico 5). Por tanto en este subgrupo, el empleo público habría contribuido en cierta medida a la convergencia de estas regiones, al menos durante el corto periodo de tiempo considerado. GRÁFICO 5 Fuente: Eurostat. Elaboración propia. En el caso de las regiones españolas, si se toma esta misma fuente de datos, se puede apreciar una ligera relación estadística entre el nivel inicial de renta y la evolución de la importancia del 14 empleo público, con lo que parece que, al menos durante la pasada década, la política de generación de empleo público ha favorecido de algún modo la convergencia regional. Marqués y Roselló (2004) han alcanzado conclusiones parecidas comparando el nivel de PIBpc regional en 1998 con la variación del empleo público entre 1990 y 1998, aunque matizando que los datos no han proporcionado elevada evidencia empírica de la relación entre PIBpc y variación del empleo público. Así, parece que existe una cierta relación inversa entre la importancia en el empleo público –en relación al empleo total, la población activa, o la población en edad de trabajar- y el nivel de renta por habitante (Gráfico 6), aunque ésta no se haya definido claramente; así, destaca el peso adquirido en Extremadura, Andalucía, Canarias, las dos Castillas y Asturias. Sin embargo, también muestra una elevada presencia en la Comunidad de Madrid, y, en menor medida en la de Aragón. Por el contrario, ha alcanzado menor importancia en las comunidades con mayor nivel de renta, como País Vasco, Navarra, La Rioja, Cataluña y Baleares; aunque también en regiones de baja renta como Valencia y Murcia. Por su parte, Cantabria y Galicia no muestran un perfil muy acusado en uno u otro sentido. GRÁFICO 6 Fuente: Eurostat. Elaboración propia. b. Empleo público y disparidades en los mercados laborales regionales. Para estimar la contribución del empleo público a la evolución de las disparidades en los mercados de trabajo regionales, se puede tomar como punto de partida la tasa global de empleo (empleo/población), ya que junto con la productividad aparente del trabajo (PAT) constituyen los factores fundamentales que explican la convergencia o divergencia regional en renta por habitante. Para el caso de España, se puede apreciar en el Gráfico 7 que la tasa global de empleo ha tenido una elevada responsabilidad en las oscilaciones de corto plazo que se han apreciado en el comportamiento de las disparidades regionales; es decir, la divergencia 15 observada entre 1995 y 2000, el cambio hacia la convergencia entre 2000 y 2007, y, la nueva divergencia a partir de 2008. GRÁFICO 7 Evolución de las disparidades regionales en España en PIBpc (índice de Theil) y participación de los componentes (%) 100 0,04 90 0,035 80 70 0,03 60 50 0,025 40 0,02 30 20 0,015 10 0 0,01 1995 1996 1997 1998 1999 2000 PIB/empleo (%) 2001 2002 2003 2004 Empleo/población (%) 2005 2006 2007 2008 2009 2010 T de Theil PIB/pob (escala derecha) Fuente: CRE. Elaboración propia. Como es bien sabido, la tasa global de empleo es igual al producto de un ratio demográfico (población en edad de trabajar respecto a la población total) por la tasa de empleo (en sentido estricto). Sin embargo, y como también es ampliamente conocido, la tasa de empleo explica esencialmente la dispersión de la tasa global de empleo, por lo que los análisis se han centrado en esta variable. GRÁFICO 8 Evolución de la dispersión regional en España (T de Theil) 0,008 0,007 0,006 0,005 0,004 0,003 0,002 0,001 0 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 E/PEA Fuente: EPA. Elaboración propia. 2003 2004 PA/PEA 2005 E/PA 2006 2007 2008 2009 2010 2011 16 A su vez, la tasa de empleo es igual a la tasa de actividad por la expresión empleo/población activa (E/PA = 1 – tasa de paro), con lo que recoge los principales indicadores del ajuste en cantidad en los mercados laborales. Desde esta perspectiva, las disparidades regionales han tenido en gran medida su origen en el funcionamiento de los mercados laborales regionales. En el caso de España, la evolución de las disparidades regionales en tasa de empleo se ha explicado en gran medida por las disparidades en la E/PA, como se puede apreciar en el Gráfico 8. Por tanto, merece la pena centrarse en esta variable. De este modo, la contribución directa del empleo público a la evolución de las disparidades regionales se puede estimar a través de su influencia sobre la expresión empleo/población activa, pudiendo descomponerse este indicador en dos sumandos: • Empleo público/población activa (EP/PA) • Empleo privado/población activa (Ep/PA) Es decir: E/PA = (EP/PA) + (Ep/PA) Así, si se considera una medida de dispersión como la varianza, se puede estimar la contribución del empleo público a la evolución de las disparidades regionales en E/PA a través de la descomposición de la varianza de la variable E/PA entre las varianzas de EP/PA y Ep/PA (más el doble de la covarianza). En el Gráfico 9 se puede apreciar que el empleo público apenas ha contribuido a las disparidades regionales en materia de empleo; ya que la mayor parte de la responsabilidad en su evolución ha correspondido al empleo privado. GRÁFICO 9 Fuente: Eurostat. Elaboración propia. 17 Finalmente, se puede contemplar la relación entre evolución del empleo público y los niveles de la tasa de paro y de empleo. En los Gráficos 10 y 11, se puede apreciar que el comportamiento regional del empleo público ha contribuido en cierta medida a la convergencia regional en tasas de paro y de empleo; si bien esa relación no es muy fuerte estadísticamente. GRÁFICO 10 Fuente: Eurostat. Elaboración propia. GRÁFICO 11 Fuente: Eurostat. Elaboración propia. En resumen, se puede afirmar que la evolución del empleo público en España no ha tenido una elevada relevancia en la existencia de disparidades regionales. Además, ha contribuido a la 18 convergencia regional, bien se considere su relación la renta por habitante, la tasa de empleo o la tasa de paro. No obstante, esa aportación no ha sido muy clara ni elevada, por lo que no se puede afirmar que ese objetivo se haya cumplido con un elevado grado de eficacia. 5. La distribución regional del empleo en las Administraciones Públicas por tipo de administración. Para completar la visión anterior, se va a considerar la distribución regional del empleo en las AAPP por nivel administrativo, lo que conlleva utilizar una fuente diferente, el Registro Central de Personal. En estudios previos se ha analizado su comportamiento en el periodo anterior a 2007, por lo que se remite a esos autores. Por tanto, aquí el estudio se va a centrar en el periodo que va de 2007 a 2011 (últimos datos de los que se dispone en el momento de redactar este trabajo). En la Tabla 6, se puede apreciar que a principios de 2011 casi la mitad del empleo en las Administraciones Públicas7 se encontraba en la administración autonómica, el 24 por 100 en la local, el 22 por 100 en la central, y, el resto, en universidades. TABLA 6 Dis tribuc ión regional del pers onal al s ervic io de las A dminis trac iones P úblic as (% ) 2011 enero E s tatal C C AA L oc al Univers idades Total A ndaluc ía 19,01 51,18 25,92 3,89 A ragón 26,37 47,03 20,98 5,62 C F Navarra 13,77 69,18 13,32 3,73 C Madrid 40,77 37,31 14,94 6,98 C V alenc iana 16,96 54,61 25,93 2,50 C anarias 20,30 46,62 30,58 2,50 C antabria 16,52 60,79 17,04 5,66 C as tilla-­‐L a Manc ha 14,70 51,67 31,01 2,62 C as tilla y L eón 23,59 50,30 21,05 5,06 C ataluña 10,26 52,68 35,04 2,02 E x tremadura 14,92 51,68 30,18 3,21 G alic ia 19,56 57,71 20,26 2,47 I.B alears 21,49 48,72 27,91 1,88 L a R ioja 22,06 60,29 16,04 1,61 P A s turias 17,78 58,89 18,59 4,73 P aís V as c o 12,90 56,80 28,22 2,08 R . Murc ia 20,23 60,27 17,29 2,21 C euta 83,91 15,72 0,37 Melilla 86,36 13,02 0,62 E x tranjero 100,00 TO TA L 22,09 50,02 24,13 3,76 F uente: R egis tro C entral de P ers onal. E laborac ión propia. 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 7 En este apartado se han tomado los datos del boletín estadístico del personal al servicio de las AAPP. 19 La administración estatal tenía una elevada presencia relativa en algunas regiones, destacando Madrid, Ceuta, y, Melilla. En cambio, su peso relativo era bajo en Cataluña, País Vasco y Navarra, lo que refleja esencialmente la importancia de las transferencias estatales realizadas y del nivel de autogobierno. Por su parte, la mayor importancia dentro de cada región del empleo en la administración autonómica se daba en las Comunidades Autónomas uniprovinciales (Asturias, Cantabria, La Rioja, Navarra y Murcia), y el País Vasco. El empleo local destacaba en Canarias, Cataluña, Castilla La Mancha y Extremadura. Finalmente, en universidades sobresalía la elevada participación del empleo en Madrid. A resultados similares ha llegado González (2009). TABLA 7 Efectivos de las Administraciones Públicas Tasas de variación anual acumulada 2007-­‐2011 (%) Estatal CCAA Local Andalucía 2,49 0,35 1,19 Aragón 0,14 2,61 2,81 CF Navarra 1,06 4,53 5,44 C Madrid 1,74 1,77 0,88 C Valenciana 3,51 0,48 1,62 Canarias 3,93 2,15 0,29 Cantabria -­‐2,52 2,01 0,12 Castilla-­‐La Mancha 1,86 1,21 3,05 Castilla y León 1,00 0,41 1,42 Cataluña 1,20 2,87 4,49 Extremadura 0,61 1,78 -­‐1,31 Galicia 1,25 1,99 0,93 I.Balears 2,30 4,90 2,84 La Rioja 0,66 0,86 1,16 P Asturias -­‐1,56 2,38 1,51 País Vasco -­‐0,40 1,07 1,79 R. Murcia 1,53 2,99 2,08 Ceuta 1,64 0,50 Melilla 3,45 2,02 Extranjero 2,13 TOTAL 1,73 1,57 1,82 Fuente: Registro Central de Personal. Elaboración propia. Universidades 1,32 2,13 3,71 2,57 -­‐1,14 -­‐0,66 3,46 2,99 -­‐0,64 -­‐1,89 2,79 0,09 3,89 0,75 1,09 -­‐1,67 0,55 1,15 Total 1,00 1,95 4,11 1,68 1,22 1,84 0,95 1,91 0,70 3,14 0,67 1,58 3,72 0,86 1,41 1,02 2,47 0,86 2,80 2,13 1,65 Desde una perspectiva dinámica, han sido varios los autores -Gómez et al. (2009), González (2009), y, Botella, Hernández y Pérez (2009)- que han señalado que desde los noventa el grueso del aumento en el empleo público ha correspondido a la administración autonómica. Ello se ha debido tanto al proceso de transferencia de competencias desde la administración central, como a crecimientos relacionados con el desarrollo de sus funciones (Botella, Hernández y Pérez, 2009). En los años más recientes, entre 2007 y 2011, los datos disponibles (véase la Tabla 7) señalan que la tasa de variación media anual acumulativa ha sido del 1,7 por 100. El mayor avance relativo se ha producido en el empleo local y el menor en universidades. Sin embargo, la mayor 20 contribución al aumento del empleo público la han realizado las AARR que han sido responsables del 47,7 por 100 de la creación neta de empleo público en estos cuatro años, lo que se ha debido esencialmente a su peso más que a su dinamismo, siguiéndole las AALL con el 26,5 por 100. La distribución regional de este incremento muestra que el empleo público se ha expandido en todas las regiones, aunque se ha apreciado de forma especial en Navarra, Baleares, Cataluña, y, Murcia. El avance del empleo público en Navarra, Baleares y Murcia se ha debido fundamentalmente al crecimiento de los efectivos en las AARR, y, en Cataluña, tanto al empleo en la administración regional como local. En cambio, ha crecido débilmente en La Rioja, Extremadura, Castilla-León, Cantabria, y, Andalucía. En estas regiones, salvo Extremadura, el empleo en la administración regional apenas ha aumentado en estos cuatro años. La contribución por regiones a la creación de empleo público en estos cuatro años muestra la destacada aportación de Cataluña (10,5 por 100 en la generación de empleo autonómico y del 10,6 por 100 de empleo local), siguiéndole Madrid (con una contribución del 6,9 por 100 en el empleo en la administración central y del 6,4 en la autonómica). En tercer lugar se ha situado Andalucía –con una aportación del 5,3 por 100 en la administración central y del 3,5 por 100 en la local-. Finalmente, en relación a su dimensión relativa, merece la pena destacar las contribuciones a la generación de empleo público de Murcia (4,7 por 100) y Baleares (4,3 por 100). 6. Conclusiones. El análisis de la importancia del empleo público y su influencia sobre la cohesión económica y social y, más en particular, sobre los ajustes en los mercados regionales de trabajo exige en primer lugar definir con precisión qué se entiende por tal, ya que su ámbito puede variar desde una consideración estricta del empleo en las administraciones públicas, hasta la toma en cuenta de cualquier asalariado del sector público. En el texto se han considerado ambos tipos de definiciones extremas, y, en cambio, no se han tomado otras intermedias. Con la consiguiente cautela derivada de la calidad de los datos estadísticos utilizados, se pueden alcanzar una serie de conclusiones. En primer lugar, en relación a la importancia relativa del empleo público en los mercados de trabajo, del examen de los datos utilizados no se puede concluir que haya aumentado de forma importante el peso del empleo público en la década anterior, ni en la Unión Europea, ni en España. No obstante, los efectos de la Gran Recesión sobre el empleo privado pueden haber dado lugar a un ascenso a partir de 2007. Además, los valores de los indicadores del empleo público en las regiones comunitarias señalan la baja presencia relativa del empleo público en las regiones españolas; tanto en el caso del empleo en las administraciones públicas, como en los servicios comunitarios (educación, sanidad, y, otros servicios públicos y comunitarios). En cuanto a las conclusiones sobre la contribución del empleo público a la convergencia regional se ha deducido que la relación entre empleo público y nivel de renta por habitante es ambigua en las regiones europeas, ya que por un lado refleja la ley de Wagner desde una perspectiva estática –elevado peso del sector público en las regiones con alto nivel de renta-; 21 mientras que, desde un punto de vista dinámico, el empleo público parece haber aumentado más en las regiones con menor nivel de renta, lo que indicaría que el comportamiento del empleo público ha contribuido a la cohesión territorial. Así, parece haber ocurrido en el caso de las regiones españolas en el último decenio. Sin embargo, estas relaciones no han mostrado buenos ajustes estadísticos. En cuanto a la relación entre empleo público e indicadores de ajuste en los mercados laborales (tasa de paro, tasa de actividad y tasa de empleo), las regresiones estadísticas estimadas muestran ajustes muy débiles, aunque con los signos esperados. De esta forma, se puede decir que, también en este caso, el empleo público ha contribuido en general a la convergencia regional en tasas de empleo y de paro Finalmente, durante la Gran Recesión, en España ha aumentado el empleo (entre 2007 y 2011) en las administraciones públicas en general, frente a la reducción del empleo privado; sin embargo, este incremento se ha centrado en las administraciones territoriales, destacando la expansión del empleo en la administración local –aunque la mayor contribución al aumento del empleo público se ha observado en las AARR-. Por otro lado, y, por razones políticas y administrativas, destaca la elevada presencia del empleo en la administración estatal en Madrid, Ceuta, y, Melilla; también es alta la importancia del empleo en la administración autonómica en las comunidades uniprovinciales; y, de relativo peso el empleo en la administración local en Cataluña, Castilla La Mancha, y, Extremadura. En resumen, no se puede afirmar que haya aumentado de forma importante la presencia relativa del empleo público en España, ni tampoco que se haya utilizado claramente como instrumento destinado a fomentar la convergencia regional en nuestro país; aunque la haya favorecido ligeramente. Referencias bibliográficas. Alesina, A.; Danninger, S.; Rostagno, M. (1999): “Redistribution Trough Public Employment: The Case of Italy”. IMF Working Paper (WP/99/177). Algan, Y.; Cahuc, P.; Zylberberg (2002): “Public employment and labour market performance”. Economic Policy. CEPR. Botella, M; Hernández, P.; Pérez, J. 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En este trabajo se han tomado los datos existentes a partir de 2000. La base de datos de Eurostat ha suministrado cifras sobre el empleo público de las regiones y los países de la Unión Europea; así como otros datos de interés como la renta (PIB) y otras variables del mercado laboral (empleo, población activa, población mayor de 15 años, etc.). La definición de empleo público ha variado según las fuentes específicas. En general se ha tomado la que se refiere a los códigos 75 y 99 de la CNAE-93 y su equivalente en la revisión de 2009 (NACE Rev. 2). Para el análisis del empleo público en España, además de las anteriores se ha recurrido a la Encuesta de Población Activa, de la que se han utilizado los datos de asalariados públicos por niveles de administración para el conjunto nacional desde 1995. En el caso de las Comunidades Autónomas se han considerado los datos de asalariados públicos a partir de 2005. Frente al concepto de empleo público utilizado en la base de Eurostat, en este caso se ha utilizado una definición bastante más amplia, ya que engloba a todos los sectores con presencia de empleo público. La Contabilidad Regional de España ha suministrado datos de renta, población y puestos de trabajo para el periodo 1995 a 2010. Finalmente el Registro Central de Personal, cuyos datos se han tomado del boletín estadístico del personal al servicio de las Administraciones Públicas, ha proporcionado datos regionales de los efectivos al servicio de las administraciones públicos por diferentes niveles administrativos.