Seguimiento de la Mesa Redonda de Ministros - unesdoc

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Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura
Consejo Ejecutivo
ex
166a reunión
166 EX/42
PARÍS, 21 de marzo de 2003
Original: Francés e inglés
Punto 3.2.2 del orden del día provisional
SEGUIMIENTO DE LA MESA REDONDA DE MINISTROS Y PRINCIPALES
RESPONSABLES DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE
(PARÍS, 9-10 DE ENERO DE 2003)
RESUMEN
En respuesta a la Declaración de Punta del Este, aprobada en la Tercera
Conferencia Internacional de Ministros y Altos Funcionarios Encargados de la
Educación Física y el Deporte (MINEPS III – Uruguay, diciembre de 1999), el
Director General organizó una Mesa Redonda de Ministros y Principales
Responsables de la Educación Física y el Deporte los días 9 y 10 de enero de
2003 en la Sede de la Organización. Dicha Mesa Redonda congregó a
103 Estados Miembros, de los cuales 45 estuvieron representados por un ministro,
y 20 organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales.
A propuesta del Comité Intergubernamental para la Educación Física y el Deporte
(CIGEPS), el Director General inscribió tres puntos en el orden del día de la Mesa
Redonda:
a)
el fortalecimiento de la educación física y el deporte en el sistema educativo;
b)
la protección de los jóvenes deportistas;
c)
la elaboración de un instrumento jurídico internacional relativo a la lucha
contra el dopaje.
Se invita al Consejo Ejecutivo a tomar conocimiento del comunicado aprobado
por la Mesa Redonda y a pronunciarse sobre algunas propuestas formuladas, en
particular en cuanto a la proclamación de un año internacional para la educación
física y el deporte y la elaboración por la UNESCO de un convenio internacional
contra el dopaje.
La elaboración del presente documento se postergó para tomar en cuenta los
resultados de la Conferencia Mundial sobre el Dopaje en el Deporte organizada en
Copenhague del 3 al 5 de marzo de 2003 por la Agencia Mundial Antidopaje
(AMA).
Este documento contiene una recomendación en el párrafo 26.
166 EX/42
Introducción
1.
Tras consultar al Comité Intergubernamental para la Educación Física y el Deporte (CIGEPS)
y en cumplimiento del punto 12 de la Declaración de Punta del Este, el Director General decidió
convocar una Mesa Redonda de Ministros y Principales Responsables de la Educación Física y el
Deporte a fin de examinar las medidas adoptadas hasta esa fecha como seguimiento de MINEPS III
(Punta del Este, diciembre de 1999). A propuesta del CIGEPS se escogieron tres temas:
a)
el fortalecimiento de la educación física y el deporte en el sistema educativo;
b)
la protección de los jóvenes deportistas;
c)
la elaboración de un instrumento jurídico internacional relativo a la lucha contra el
dopaje.
2.
La Mesa Redonda congregó a 103 Estados Miembros, 20 organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, 6 organismos del sistema de las Naciones Unidas y
14 observadores; en total reunió a 360 participantes, entre ellos 45 ministros, 29 embajadores o
delegados permanentes y 19 presidentes o secretarios generales de organizaciones
intergubernamentales o no gubernamentales.
Principales conclusiones de la Mesa Redonda
3.
Al término de deliberaciones muy fecundas y consensuales, los ministros pusieron de relieve
la importancia de la educación física y el deporte en el proceso de educación permanente y en la
formación del individuo, destacando que esas actividades no constituyen un fin en sí mismo sino a
un tiempo un medio de plena realización, un instrumento de educación y emancipación y un método
de socialización e integración. Los ministros observaron que la educación física y el deporte habían
sido objeto de una actividad legislativa y reglamentaria cada vez más importante, que orientaba su
desarrollo y organizaba sus estructuras. Muy pocos son en la actualidad los países en los que la
educación física y el deporte no disponen todavía de un marco institucional. Este desarrollo de la
educación física y el deporte entraña, en numerosos países, la cooperación de distintos
departamentos ministeriales en el plano gubernamental.
4.
El análisis de las experiencias nacionales y los resultados de los distintos foros y encuentros
internacionales relativos a la educación física y el deporte indican que las oportunidades que se
brindan a los niños de participar en actividades de educación física y deporte han disminuido
considerablemente en todo el mundo. Numerosos oradores recalcaron que la educación física estaba
cada vez más marginada, en especial en los sistemas educativos. Queda mucho por hacer para que
el derecho a la educación física y el deporte pueda ejercerse efectivamente en todo el mundo. Esta
marginación se produce a pesar de que el deporte se ha convertido en una actividad económica
importante y goza de una notoriedad sin precedentes a escala mundial. La reducción de los
programas de educación física y deporte ha contribuido a una agravación de la delincuencia juvenil
y de la violencia así como a un incremento de los gastos médicos y sociales. Habida cuenta de lo
anterior, los participantes estimaron que era menester realzar la condición y el lugar de la educación
física y el deporte en el sistema educativo. En términos generales, el deporte para todos debe pasar a
ser una prioridad de las organizaciones deportivas, tanto gubernamentales como voluntarias.
Asimismo, en la medida en que la educación física y el deporte constituyen un medio de expresión
cultural, es importante integrar los juegos y deportes tradicionales como componentes del deporte
para todos. También se subrayó la importancia de la educación física y el deporte como instrumento
óptimo de aprendizaje de las aptitudes indispensables para la vida personal y social.
166 EX/42 – pág. 2
5.
Todos los participantes se comprometieron a luchar resueltamente contra la marginación de la
educación física y el deporte contribuyendo “activamente a que se reconozca plenamente y se
amplíe el lugar de la educación física y el deporte dentro y fuera de los sistemas educativos”, lo que
requiere elaborar “estrategias de lucha contra todas las formas de discriminación por motivos de
sexo, ingresos, orígenes sociales o geográficos o discapacidad”.
6.
Los participantes en la Mesa Redonda abordaron asimismo el tema de la protección de los
jóvenes deportistas, que abarca en particular “la preservación contra peligros como el trabajo
infantil, la violencia, el dopaje, la especialización precoz, el entrenamiento excesivo y las formas de
explotación mediante la comercialización, así como amenazas y privaciones menos evidentes como
la ruptura prematura de los lazos familiares y la pérdida de los vínculos deportivos, sociales y
culturales”. A este respecto se comprometieron a “adoptar las medidas apropiadas ... para subsanar
la pérdida por los países en desarrollo de jóvenes atletas talentosos, mejorando los servicios de
formación, en particular mediante el establecimiento de centros regionales de capacitación de alto
nivel”.
7.
Casi todos los participantes hicieron hincapié en el problema del dopaje que, en la actualidad,
se presenta como la más grave amenaza a la práctica deportiva ya que pone en peligro la integridad
física de los atletas. Destacaron que hoy en día no existe ningún texto relativo a la lucha contra el
dopaje que tenga un alcance jurídico intergubernamental y universal. La Carta Olímpica
Internacional contra el Dopaje en el Deporte dimana de una organización que no tiene carácter
gubernamental, y sus disposiciones sólo se aplican a las disciplinas olímpicas. El Convenio del
Consejo de Europa contra el Dopaje es, por el momento, un texto esencialmente europeo. La
Agencia Mundial Antidopaje (AMA), creada por iniciativa del Comité Olímpico Internacional,
prepara un código mundial contra el dopaje. El texto completo de ese proyecto de código mundial
contra el dopaje se publicará con fines de consulta el 20 de febrero de 2003. Fue examinado y
sometido a la aprobación de la Conferencia Mundial sobre el Dopaje en el Deporte que se celebró
del 3 al 5 de marzo de 2003 en Copenhague. A este respecto los ministros señalaron que la
composición mixta de la AMA (compuesta por partes iguales de organizaciones
intergubernamentales y organizaciones deportivas voluntarias) no podía conferir al código mundial
contra el dopaje un carácter jurídico vinculante.
8.
Los participantes subrayaron asimismo la importancia de luchar seriamente contra el dopaje
en el plano internacional elaborando un instrumento jurídico universal de derecho público.
Haciendo hincapié en la acción preventiva y, con ese fin, en las actividades de información,
educación y formación de los jóvenes del mundo, tras la presentación por el representante del
Consejo de Europa de un proyecto de “Convenio internacional contra el dopaje” preparado por el
grupo de trabajo mixto Consejo de Europa-CIGEPS, varios ministros y participantes se
comprometieron a “acelerar la preparación de un convenio internacional contra el dopaje basado en
el Convenio del Consejo de Europa contra el Dopaje”.
9.
Todos los participantes en la Mesa Redonda pidieron “a la UNESCO que, en cooperación con
las Naciones Unidas, otros organismos competentes del sistema de las Naciones Unidas y el
Consejo de Europa, en estrecha colaboración con otros organismos interesados como el Comité
Olímpico Internacional, la Agencia Mundial Antidopaje y el comité consultivo internacional
intergubernamental contra el dopaje en el deporte (IICGADS), [coordinara] la preparación, en lo
posible antes de los Juegos Olímpicos de Verano de 2004, y la aprobación, en lo posible antes de
los Juegos Olímpicos de Invierno de 2006, de un instrumento universal internacional a este
respecto”. En consecuencia, varios ministros invitaron al Director General de la UNESCO a
comunicar “las conclusiones de esta Mesa Redonda al Secretario General de las Naciones Unidas,
señalando especialmente a su atención la importancia de la educación física y el deporte y la
conveniencia de debatir este tema en la Asamblea General, y [pedir] la colaboración de las
166 EX/42 – pág. 3
Naciones Unidas y de otros organismos competentes del sistema de las Naciones Unidas para la
elaboración de un convenio internacional contra el dopaje en el deporte”. Con este fin, el Sr. A. Ogi,
Asesor Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre el deporte como instrumento
para promover el desarrollo y la paz, se comprometió a respaldar esa gestión.
10. En el Anexo I figura la versión integral del comunicado aprobado al término de la Mesa
Redonda.
Consecuencias de la Mesa Redonda para el programa y las actividades de la UNESCO
11. La conclusión fundamental de la Mesa Redonda de Ministros fue que, pese a que la educación
física constituye un elemento vital del proceso educativo, su importancia está menguando en los
planes de estudios de la mayoría de los países, en especial en cuanto al tiempo que se le dedica. Los
ministros definieron los numerosos beneficios que aportan a los jóvenes la educación física y las
actividades deportivas afines. Es la razón por la cual la UNESCO integró su labor sobre la
educación física y el deporte en el Sector de Educación, en la División de Promoción de la
Educación de Calidad.
12. Las características de la contribución de la UNESCO al fomento de la educación física y el
deporte deberán adecuarse a esta conclusión fundamental. En primer lugar, los esfuerzos se
deberían centrar en ayudar a los Estados Miembros a conceder a la educación física un lugar
apropiado en sus sistemas y planes de estudios escolares puesto que es un componente esencial de
una educación de calidad. En segundo lugar, la labor de la UNESCO relativa al deporte debería
considerarse principalmente en el contexto de la educación física en los sistemas educativos. Su
objetivo debería consistir en ayudar a los Estados Miembros a utilizar el deporte en sus planes de
estudios para inculcar valores como el trabajo en equipo, la deportividad y el respeto por los demás.
13. En este contexto la UNESCO debería desempeñar un papel limitado y de apoyo al abordar las
numerosas cuestiones que se plantean en el deporte de competición y comercial en los planos
nacional e internacional. En la Mesa Redonda se examinaron dos de esas cuestiones, a saber, la
protección de los jóvenes atletas y la necesidad de un convenio internacional contra el dopaje.
14. Por lo que respecta a la protección de los jóvenes atletas, la UNESCO puede cumplir una
función normativa consonante con su mandato que consiste en promover la educación como
derecho humano. No obstante, la UNESCO no está suficientemente presente en los círculos del
deporte comercial como para desempeñar un papel efectivo en la protección diaria de los atletas
contra la explotación. Su función consiste en asesorar a los gobiernos sobre las normas de conducta
que deberían procurar fomentar en sus federaciones deportivas nacionales.
15. Es preciso circunscribir muy cuidadosamente la función de la UNESCO en la prevención del
dopaje en el deporte. Indudablemente le corresponde abordar, en el marco de su labor relativa a la
educación preventiva y sanitaria, los problemas del uso indebido de drogas y sustancias por los
jóvenes. Si esta tarea se realiza satisfactoriamente y se combina con actividades apropiadas de
educación física y deporte en las escuelas, se podría contrarrestar la tendencia al incremento del
consumo de drogas en el deporte.
16. Los participantes en la Mesa Redonda de Ministros debatieron vigorosamente acerca de la
necesidad de un convenio internacional contra el dopaje. Si bien es obvio que este asunto preocupa
a los Ministros de Deportes, representa una tarea inmensa y compleja. En la Resolución 27 C/5.18
aprobada en su 27ª reunión (1993), la Conferencia General concluyó que “la UNESCO no debería
emprender por ahora actividades normativas para luchar contra el dopado en el deporte” e invitó al
Director General “a proseguir y fortalecer la contribución de la Organización a la lucha contra el
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dopado mediante la información y la educación”. Habida cuenta de que el contexto internacional ha
evolucionado considerablemente, es oportuno volver a considerar esta cuestión.
17. Al parecer existen dos opciones principales en respuesta a las recomendaciones formuladas
por la Mesa Redonda de Ministros de que la UNESCO tome la iniciativa de elaborar un convenio
contra el dopaje.
18. Una primera opción consistiría en que el Consejo Ejecutivo y la Conferencia General
decidan que la UNESCO debe tomar esa iniciativa. En ese caso, deberían declarar que se trata de
una responsabilidad nueva y diferente y velar por que se disponga de los importantes recursos
humanos y financieros necesarios para asumirla. Dichos recursos deberían ser suficientes para
garantizar que la labor destinada a combatir el dopaje no reemplace o menoscabe el cometido más
importante de la UNESCO de promover la educación física.
19. La elaboración de un convenio internacional contra el dopaje es una tarea sumamente difícil y
compleja. Aun con el apoyo de numerosos asociados esenciales, entre ellos la Agencia Mundial
Antidopaje (AMA), el Comité Olímpico Internacional, el Consejo de Europa, el Asesor Especial del
Secretario General sobre el deporte como instrumento para promover el desarrollo y la paz, el
Consejo Internacional para la Ciencia del Deporte y la Educación Física (ICSSPE) y el comité
internacional intergubernamental contra el dopaje en el deporte (IICGADS), la UNESCO no
dispone actualmente de medios suficientes para emprender esta tarea y dedicarle el apoyo técnico o
de otra índole que se exige de una organización del sistema de las Naciones Unidas o se espera de
ella. La plantilla actual de la División de Promoción de la Educación de Calidad se debe consagrar a
la primera recomendación de la Mesa Redonda, que confirma decisiones anteriores del CIGEPS, el
Consejo Ejecutivo y la Conferencia General y corresponde plenamente al mandato de la UNESCO
relativo a la educación. Varios de los funcionarios de esa División se dedicarán a tiempo completo a
esas tareas.
20. Para que la UNESCO emprenda esta importante labor de encabezar la elaboración de un
convenio antidopaje, es necesario que disponga de los siguientes recursos humanos y financieros:
a)
un(a) (1) funcionario(a) del Cuadro Orgánico a tiempo completo que trabaje con los
copartícipes, represente los intereses de la UNESCO en las reuniones y los documentos
y vele por que el proceso sea rápido y sin tropiezos;
b)
un(a) (1) secretario(a)/asistente en jornada completa;
c)
un presupuesto suficiente para todas las actividades (200.000 dólares).
21. Estos recursos no están disponibles en el ejercicio bienal en curso. Cualquiera sea la hipótesis
contemplada para el documento 32 C/5, no será posible asignar esos recursos sin afectar seriamente
a los compromisos relativos a la educación física y, lo que es más importante, a otras grandes
iniciativas y actividades en la esfera de la educación de calidad, comprendidas algunas para las
cuales se ha encomendado a la UNESCO una función rectora en el plano internacional (por ejemplo,
el Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible o la iniciativa
interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la educación al servicio de la paz y la seguridad). En
consecuencia, si el Consejo Ejecutivo y la Conferencia General aprueban esta opción, podrían
condicionar su aprobación recalcando que la UNESCO sólo actuará cuando los países donantes
pongan a su disposición suficientes recursos extrapresupuestarios.
22. Como segunda opción, el Consejo Ejecutivo y la Conferencia General podrían confirmar que
la UNESCO centrará sus esfuerzos en la promoción de la educación física y el deporte en el marco
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de la educación de calidad. En consecuencia, la elaboración de un convenio internacional contra el
dopaje quedaría fuera de su mandato y la UNESCO limitaría su función a apoyar a otros
organismos internacionales y de las Naciones Unidas que acepten hacerse cargo de esta tarea.
23. Con arreglo a esta segunda opción, la UNESCO intensificaría sus esfuerzos en apoyo de la
educación física como elemento esencial de la educación de calidad, en particular, y proseguiría su
labor con el CIGEPS. Seguiría siendo un copartícipe interesado en la elaboración de un convenio
contra el dopaje y velaría por que se presenten y defiendan adecuadamente las preocupaciones y los
intereses de la Organización. Promovería la integración de la lucha contra el dopaje en los
programas de educación e información, y velaría por que en la próxima MINEPS IV se conceda
amplia atención al tema.
Actividades complementarias que se someten a la consideración del Consejo Ejecutivo
24. El Consejo Ejecutivo podría incluir en el orden del día de la 32ª reunión de la Conferencia
General un punto relativo a la proclamación por la Asamblea General de las Naciones Unidas de un
año internacional para la educación física y el deporte. Con objeto de fundamentar el debate de la
Conferencia General sobre este asunto, la Secretaría preparará un estudio de viabilidad, en
cooperación con el CIGEPS y el equipo especial de las Naciones Unidas sobre el deporte, la paz y
el desarrollo.
25. Si el Consejo Ejecutivo decide transmitir a la Conferencia General la propuesta de que la
UNESCO tome la iniciativa de preparar un convenio contra el dopaje (Opción 1 supra), se debería
aplicar el siguiente calendario, conforme a la reglamentación de la UNESCO:
a)
abril de 2003: inscripción del punto en el orden del día de la 32ª reunión de la
Conferencia General;
b)
octubre de 2003: decisión de la Conferencia General en su 32ª reunión, habida cuenta
del estudio preliminar sobre los aspectos técnicos y jurídicos de un convenio contra el
dopaje, que se adjunta al presente documento (Anexo II), así como de los comentarios
del Consejo Ejecutivo al respecto;
c)
si la Conferencia General, en su 32ª reunión, decide que la UNESCO cumpla una
función rectora en la elaboración de un convenio contra el dopaje, la Secretaría
adoptaría de inmediato las medidas necesarias para someter un informe preliminar y un
primer proyecto de convenio a la consideración de la Conferencia General en su
33ª reunión, en 2005.
Recomendación
26. El Consejo Ejecutivo podría incluir en el orden del día de la 32ª reunión de la Conferencia
General un punto relativo a la proclamación por la Asamblea General de las Naciones Unidas de un
año internacional de la educación física y el deporte. Asimismo, se pide al Consejo que decida si la
UNESCO debe o no tomar la iniciativa de elaborar un convenio internacional contra el dopaje.
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Anexo I
ANEXO I
COMUNICADO
de la
MESA REDONDA DE MINISTROS Y PRINCIPALES RESPONSABLES
DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE
(París, 9-10 de enero de 2003)
1.
En la clausura de la Mesa Redonda sobre Educación Física y Deporte celebrada en París los
días 9 y 10 de enero de 2003, nosotros, los ministros y altos funcionarios participantes y
representados, al término de nuestros debates, adoptamos conjuntamente las posiciones siguientes:
a)
Resulta paradójico que, en una época en que el deporte se ha convertido en una
actividad económica importante, ha cobrado en todo el mundo una preeminencia y una
notoriedad sin precedentes y se considera un elemento del diálogo intercultural, la
educación física esté cada vez más marginada en los sistemas educativos de muchos
países, a pesar de que es un instrumento importante no sólo para la salud y el desarrollo
físico, sino también para la adquisición de los valores necesarios para la cohesión social
y el diálogo intercultural. La posibilidad de que se imparta la educación física en los
Países Menos Adelantados constituye un desafío singular. La educación física y el
deporte brindan a los jóvenes excelentes oportunidades de aprender a comunicar, a
cooperar, a trabajar en equipo, a respetar a los demás, a adquirir disciplina y a aceptar la
derrota, enseñanzas que se están volviendo cada vez más importantes en una época en
que la mundialización constituye una amenaza para las identidades culturales y en que
aprender a vivir juntos en paz y armonía es un requisito esencial. La educación física,
como componente esencial de la educación de calidad y parte integral del aprendizaje a
lo largo de toda la vida, contribuye a la adquisición de los valores éticos y al fomento de
las prácticas de juego limpio.
b)
La protección de los jóvenes atletas debe entenderse en relación con los principios
enunciados en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. En
efecto, la protección no debe referirse únicamente a la salud y a la integridad física y
psicológica: supone también una educación de calidad que facilite el desarrollo personal
y profesional a largo plazo. Con tal fin, las actividades pedagógicas deben adoptar
modalidades flexibles que respondan a las necesidades educativas de los jóvenes atletas.
La protección comprende también la preservación contra peligros tales como el trabajo
infantil, la violencia, el dopaje, la especialización precoz, el entrenamiento excesivo y
las formas de explotación mediante la comercialización, así como amenazas y
privaciones menos evidentes como la ruptura prematura de los lazos familiares y la
pérdida de los vínculos deportivos, sociales y culturales.
c)
El dopaje, por ser una violación de la ética deportiva y un peligro para la salud pública,
amenaza con matar al deporte tan seguramente como mata a los atletas. Para luchar
contra este riesgo que se cierne sobre los jóvenes, la prevención es la mejor arma. La
prevención pasa por la educación, la información, la investigación y el seguimiento
médico, pero también por la disuasión, los controles y las sanciones. Se debe reconocer
la necesidad de coordinar más los esfuerzos a nivel internacional para facilitar una lucha
más eficaz contra este flagelo, mediante la armonización de los reglamentos y las
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Anexo 1 – pág. 2
prácticas y fomentando un mayor respeto de éstos por parte de todas las partes
interesadas. La responsabilidad principal recae en los Estados, algunos de los cuales
necesitan asistencia. De ahí que sea urgente elaborar un convenio internacional contra el
dopaje, ya que sólo un instrumento internacional de este tipo permitirá introducir de
modo coherente las medidas de protección y los controles necesarios en las
legislaciones nacionales.
2.
Por consiguiente, nosotros los ministros y altos funcionarios participantes y representados
encargados de la educación física y el deporte nos comprometemos a:
a)
Proseguir los esfuerzos por cumplir los compromisos contraídos en la tercera Conferencia
Internacional de Ministros y Altos Funcionarios Encargados de la Educación Física y el
Deporte (MINEPS III).
b)
Contribuir activamente a que se reconozca plenamente y se amplíe el lugar de la educación
física y el deporte dentro y fuera de los sistemas educativos, mediante actividades
encaminadas a mejorar los planes de estudios, las instalaciones y los equipos deportivos, la
situación de la educación física y la capacitación inicial y en el servicio de los docentes y
también mediante la formulación de estrategias de lucha contra todas las formas de
discriminación por motivos de sexo, ingresos, orígenes sociales o geográficos o discapacidad.
Establecer sistemas de vigilancia para examinar periódicamente la situación de la educación
física en nuestros respectivos países, en particular su función en los sistemas de evaluación.
Estrechar la cooperación entre los distintos interesados (las familias, las escuelas, las
asociaciones y los clubes deportivos, los sectores público y privado) para obtener una sinergia
que garantice la disponibilidad de una educación física de buena calidad para todos.
Apoyar a los Países Menos Adelantados en sus esfuerzos por ofrecer a sus pueblos más
posibilidades en materia de educación física y deporte.
Revitalizar la práctica de los deportes y juegos tradicionales, expresión clave de las
identidades culturales, y promover su interacción con los deportes modernos.
c)
Adoptar las medidas apropiadas, en los planos nacional e internacional, para subsanar la
pérdida por los países en desarrollo de jóvenes atletas talentosos, mejorando los servicios de
formación, en particular mediante el establecimiento de centros regionales de capacitación de
alto nivel.
Proporcionar información y capacitación apropiadas a todas las partes interesadas (los padres
de familia, los profesores, los entrenadores, los agentes, los responsables de clubes y
asociaciones, los medios de comunicación, etc.) de tal forma que, mediante orientación y
asesoramiento, puedan ayudar a los jóvenes a adoptar decisiones razonables.
Promover, mediante la UNESCO y el Comité Intergubernamental para la Educación Física y
el Deporte (CIGEPS) y sobre la base de los instrumentos normativos internacionales
existentes, la definición de principios universalmente aceptables que permitan a los jóvenes
talentosos desarrollar su potencial atlético sin negarles sus derechos fundamentales; para ello,
alentar a las profesiones interesadas a elaborar un “código de buena conducta”, en estrecha
cooperación con los movimientos deportivos.
d)
Fortalecer los programas nacionales de lucha contra el dopaje y formular estrategias de
información y educación a largo plazo que tengan carácter obligatorio para todas las partes
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interesadas: estudiantes y atletas, padres de familia y profesores, responsables deportivos,
médicos y medios de comunicación; y promover la cooperación y la asistencia
internacionales con tal fin.
Ampliar la lucha contra el dopaje a las actividades deportivas recreativas y no competitivas.
Alentar a los Estados Miembros a que asistan a la conferencia de la Agencia Mundial
Antidopaje en Copenhague y apoyen la elaboración de un código mundial sobre este tema, así
como los esfuerzos de los movimientos deportivos para elaborar programas contra el dopaje,
basándose en las decisiones adoptadas por el comité consultivo internacional
intergubernamental contra el dopaje en el deporte (IICGADS) en Moscú.
Procurar ampliar el número de Estados Partes en el Convenio del Consejo de Europa contra el
Dopaje.
Al mismo tiempo, acelerar la preparación de un convenio internacional contra el dopaje
basado en el Convenio del Consejo de Europa contra el Dopaje y pedir a la UNESCO que, en
cooperación con las Naciones Unidas, otros organismos competentes del sistema de las
Naciones Unidas y el Consejo de Europa, en estrecha colaboración con otros organismos
interesados como el Comité Olímpico Internacional, la Agencia Mundial Antidopaje y el
comité consultivo internacional intergubernamental contra el dopaje en el deporte, coordine la
preparación, en lo posible antes de los Juegos Olímpicos de Verano de 2004, y la aprobación,
en lo posible antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2006, de un instrumento universal
internacional a este respecto.
3.
Por consiguiente, pedimos al Director General de la UNESCO que:
a)
transmita este comunicado a los Estados Miembros de la UNESCO, al Comité
Intergubernamental para la Educación Física y el Deporte (CIGEPS) en su reunión de la
primavera de 2003, a la Conferencia General de la UNESCO en su 32ª reunión en
octubre de 2003, y a la cuarta Conferencia Internacional de Ministros y Altos
Funcionarios Encargados de la Educación Física y el Deporte (MINEPS IV) en agosto
de 2004, para su seguimiento;
b)
transmita a la Conferencia General de la UNESCO en su 32ª reunión la propuesta de
que se proclame un año internacional de la educación física y el deporte para someterla
a la aprobación de la Asamblea General de las Naciones Unidas;
c)
comunique las conclusiones de esta Mesa Redonda al Secretario General de las
Naciones Unidas, señalando especialmente a su atención la importancia de la educación
física y el deporte y la conveniencia de debatir este tema en la Asamblea General, y pida
la colaboración de las Naciones Unidas y de otros organismos competentes del sistema
de las Naciones Unidas para la elaboración de un convenio internacional contra el
dopaje en el deporte.
4.
Acogemos con beneplácito la celebración de la cuarta Conferencia Internacional de Ministros
y Altos Funcionarios Encargados de la Educación Física y el Deporte (MINEPS IV) en agosto de
2004 en Atenas, en vísperas de los Juegos Olímpicos, durante la cual seguiremos promoviendo los
tres temas examinados en la presente Mesa Redonda.
Sede de la UNESCO, 10 de enero de 2003
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Anexo II
ANEXO II
ESTUDIO PRELIMINAR DE LOS ASPECTOS TÉCNICOS Y JURÍDICOS
DE UN CONVENIO CONTRA EL DOPAJE
“Los Ministros hacen hincapié en los valores éticos del deporte e instan a todos los países,
desarrollados y en desarrollo, a obrar juntos para combatir los comportamientos reñidos con la
ética, comprendido el dopaje. Expresan su reconocimiento por la iniciativa del Comité Olímpico
Internacional (COI) de crear una Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y destacan la importante
función que incumbe a todos los Gobiernos en cuanto a la eliminación del dopaje en el deporte en
general. Alientan igualmente a ese Organismo a prestar asistencia a los países en desarrollo en sus
iniciativas de lucha contra el dopaje. La función de la UNESCO en este sentido debería centrarse
en la información y la educación en particular” (Declaración de Punta del Este, aprobada por la
tercera Conferencia Internacional de Ministros y Altos Funcionarios Encargados de la Educación
Física y el Deporte (MINEPS III), celebrada en Uruguay en diciembre de 1999).
El dopaje: definición y efectos
1.
Es difícil dar una definición precisa de lo que es el dopaje. En efecto, son numerosos los
factores que entran en juego, permitiendo así una diversidad de interpretaciones individuales. En su
definición jurídica, el dopaje se limita a la utilización de productos o de métodos prohibidos
encaminados a que aumente de modo “artificial” el rendimiento de un deportista en el ejercicio de
su deporte. El consumo de productos estimulantes o que modifican “artificialmente” las
capacidades físicas de una persona que no participa en una actividad deportiva organizada en el
plano nacional, no será considerado como “dopaje”.
2.
Sin embargo, se habla corrientemente de dopaje para referirse a cualquier utilización de
productos estimulantes, en el marco, por ejemplo, de una actividad profesional o escolar. Se trata en
este caso de un uso indebido de productos farmacológicos que va a permitir a una persona
incrementar sus capacidades físicas. El dopaje se ha convertido en la principal lacra del deporte,
pero también en un hecho sociológico en las sociedades desarrolladas en las que el aspecto físico es
cada vez más importante. El fenómeno del dopaje no se limita ya a una población de atletas de alto
nivel, sino que afecta a niños cada vez más pequeños que siguen el ejemplo de los mayores.
3.
En los años 60, la aparición de los grandes acontecimientos deportivos en los medios
televisivos permitió que el público descubriera los primeros accidentes deportivos suscitados por el
dopaje. Desde 1988, año en el que hubo numerosos escándalos relacionados con el dopaje, se ha
asistido a una importante movilización tanto del movimiento deportivo como de los gobiernos a fin
de tomar iniciativas encaminadas a que, de no ser posible suprimir totalmente el dopaje, se limiten
al menos sus efectos. La atención de los organismos internacionales se ha centrado pues en tres
principios fundamentales: la protección de la salud del atleta, el respeto de la ética del deporte y la
igualdad de oportunidades para todos durante la competición.
Medidas adoptadas en el plano nacional e internacional
4.
Algunos países, esencialmente europeos, han reaccionado adoptando legislaciones contra el
dopaje: se trata, por ejemplo, de Bélgica y Francia en 1965, de Turquía en 1971, Italia en 1971 y
Grecia en 1975. En 1984, el Consejo de Europa aprobó la Carta Europea contra el Dopaje en el
Deporte, en la que se recomendaba a los Estados Miembros y a las instituciones deportivas
nacionales que introdujeran reglamentos contra el dopaje, y crearan programas educativos y
laboratorios de análisis e investigación.
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Anexo II – pág. 2
5.
El Gobierno canadiense acogió en Ottawa, en junio de 1988, la primera Conferencia mundial
permanente contra el dopaje en el deporte, que permitió la elaboración y la aprobación de una Carta
internacional contra el dopaje en el deporte que se convirtió, en septiembre de 1988, en Carta
Olímpica Internacional contra el Dopaje en el Deporte. Se tomaron también entonces otras
iniciativas en el plano internacional.
6.
La UNESCO hizo hincapié en el problema del dopaje en una recomendación aprobada en la
segunda Conferencia Internacional de Ministros y Altos Funcionarios Encargados de la Educación
Física y el Deporte que se celebró en noviembre de 1988 en Moscú (MINEPS II). La Conferencia
General, en su 25ª reunión celebrada en octubre de 1989, afirmó en la Resolución 25/1.19 “la
necesidad de una acción coordinada de los órganos gubernamentales y de las organizaciones
deportivas voluntarias, particularmente del Movimiento Olímpico, en el marco de una campaña
internacional sobre la lucha contra el dopaje”. La resolución destacó asimismo que convenía luchar
enérgicamente contra el dopaje en el deporte en el plano nacional e internacional e invitó en
particular a los Estados Miembros a que tomaran en consideración los instrumentos internacionales
existentes contra el dopaje en el deporte y, especialmente, los elementos de estos instrumentos que
estaban relacionados con el papel y las responsabilidades de los gobiernos y los poderes públicos.
El Consejo de Europa, en su lucha contra este flagelo, aprobó el 16 de noviembre de 1989 el
Convenio contra el Dopaje. El principal objetivo del convenio era la promoción, en el plano
nacional e internacional, de la armonización de las medidas contra el dopaje. El convenio
determinaba pues algunas normas comunes en función de las cuales todas las Partes se
comprometían a adoptar una serie de medidas, en el ámbito legislativo, financiero, técnico,
educativo, etc. El convenio entró en vigor el 1º de marzo de 1990, estando abierta la firma a todos
los Estados.
7.
La tercera Conferencia Internacional de Ministros y Altos Funcionarios Encargados de la
Educación Física y el Deporte (MINEPS III, Uruguay, diciembre de 1999) aprobó recomendaciones
sobre el dopaje y la violencia en el deporte. En la Declaración de Punta del Este, los ministros y
altos funcionarios encargados de la educación física y el deporte hicieron hincapié en los valores
éticos del deporte e instaron a todos los países, desarrollados y en desarrollo, a obrar juntos para
combatir los comportamientos reñidos con la ética, comprendido el dopaje, en el deporte.
8.
MINEPS III invitó a los Estados Miembros de la UNESCO y a las organizaciones
deportivas a:
• Mejorar de modo sistemático la educación y la información relativas al dopaje,
especialmente entre los jóvenes.
• Adoptar las medidas necesarias para proteger del dopaje a todos los que practican un
deporte.
• Formular y aplicar políticas nacionales contra el dopaje apoyadas por las medidas
legislativas y administrativas necesarias.
• Alentar a los Estados de todas las regiones a que se adhieran al Convenio del Consejo de
Europa contra el Dopaje.
• Prestar pleno apoyo a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y participar en sus
actividades.
9.
Actualmente, además de unos 40 países europeos, se han adherido al convenio países como
Australia y Canadá (el convenio ha sido ratificado por 39 de los 44 países que lo han firmado).
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Anexo II – pág. 3
10. En la Cumbre Internacional sobre Drogas en el Deporte celebrada en noviembre de 1999 en
Sydney (Australia), 25 países, más la Comisión Europea, y cuatro observadores, entre ellos el
Comité Olímpico Internacional, tomaron la decisión de establecer un comité consultivo
internacional intergubernamental contra el dopaje en el deporte (IICGADS).
Dicho comité se reunió varias veces a fin de:
• favorecer la armonización en el plano internacional de las legislaciones y normas en el
marco de la lucha contra el dopaje;
• estudiar la posibilidad de modificar los estatutos del organismo a fin de mejorar su eficacia
operacional (Declaración de Oslo, noviembre de 2000);
• estudiar la posibilidad de establecer un tratado internacional para facilitar la cooperación
entre los gobiernos con miras a prestar apoyo a las actividades de la AMA (Declaración de
Ciudad del Cabo, mayo de 2001).
11. Por iniciativa de los Estados y del COI, se celebró en Lausana, del 2 al 4 de febrero de 1999,
una Conferencia Mundial sobre el Dopaje en el Deporte, en la que se aprobó la Declaración de
Lausana sobre el Dopaje en el Deporte. En esta conferencia se decidió la creación de un organismo
internacional antidopaje independiente, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que pudiera ya
actuar para los XXVII Juegos Olímpicos de Sydney.
12. La cooperación entre los gobiernos, el Comité Olímpico Internacional (COI), la Agencia
Mundial Antidopaje (AMA) y otros organismos nacionales e internacionales del mundo del deporte
es ahora una necesidad imperiosa si se quiere eliminar las causas del dopaje y fomentar un deporte
sin dopaje.
La Agencia Mundial Antidopaje (AMA)
13. De conformidad con la Declaración de Lausana, se creó el 10 de noviembre de 1999 en
Lausana una Agencia Mundial Antidopaje (AMA) a fin de promover y coordinar la lucha contra el
dopaje en el deporte en el plano internacional. La AMA es una fundación de derecho privado suizo
creada por iniciativa del COI, con el apoyo y la participación de organizaciones
intergubernamentales, gobiernos, administraciones y otros organismos públicos y privados que
participan en la lucha contra el dopaje en el deporte. El Consejo de la Agencia Mundial Antidopaje
decidió trasladar su sede a Montreal (Canadá) en una reunión celebrada en Tallin (Estonia) en
agosto de 2001.
14. Los principales objetivos de la AMA son: los controles antidopaje, las actividades en materia
de investigación y educación, la promoción de un código universal contra el dopaje y la elaboración
de la legislación correspondiente.
Elaboración de un instrumento jurídico internacional relativo a la lucha contra el dopaje
15. Si bien se dispone actualmente de algunos textos sobre la lucha contra el dopaje en los planos
nacional, regional e internacional, ninguno de estos textos tiene un alcance jurídico
intergubernamental universal. La Carta Olímpica Internacional contra el Dopaje en el Deporte ha
sido aprobada por una organización que no tiene carácter gubernamental y cuyas disposiciones sólo
se aplican a las disciplinas olímpicas. Además, ese texto no tiene carácter obligatorio, teniendo más
bien un valor moral y de incitación. El Convenio Europeo contra el Dopaje es, por el momento, un
texto de alcance básicamente europeo.
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Anexo II – pág. 4
16. El código antidopaje elaborado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que recibió el
respaldo de todas las grandes federaciones deportivas y de casi 80 gobiernos el 5 de marzo de 2003
en Copenhague, es el primer instrumento internacional que armoniza las reglas relativas al dopaje
en todos los deportes y países. Sin embargo, se basa en la adhesión voluntaria y no tiene carácter
obligatorio. En la declaración aprobada en Copenhague por los gobiernos y las federaciones
deportivas se tomó debida nota del Comunicado de la Mesa Redonda de Ministros y Altos
Funcionarios Encargados de la Educación Física y el Deporte (París, 9-10 de enero de 2003), en el
que se destaca la urgencia de elaborar un convenio internacional contra el dopaje. En dicha reunión,
se puso de relieve la importante función que puede desempeñar la UNESCO, en su calidad de
organización imparcial, consultiva y propiciadora de consenso, en la elaboración de este convenio.
17. El instrumento elaborado por el Consejo de Europa ha tenido amplias repercusiones y sirve ya
como ley internacional. Constituye una excelente base sobre la cual se puede elaborar un convenio
internacional, como se señala en el citado Comunicado de la Mesa Redonda celebrada en la
UNESCO.
18. Si el Consejo Ejecutivo y la Conferencia General resuelven que la UNESCO tome la
iniciativa de preparar dicho instrumento, éste podrá servir, una vez ratificado, de marco jurídico del
código antidopaje acordado.
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