68-74 CNP-Juan Velarde.qxd - BME: Bolsas y Mercados Españoles

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[entrevista]
Con nombre propio / Juan Velarde >
JUAN
PREMIO REY
JUAN CARLOS
DE ECONOMÍA
2002
El espíritu
68
BOLSA DE MADRID OCTUBRE 2002
[Con nombre propio]
> Juan Velarde / Con nombre propio
><
VELARDE
FUERTES
El catedrático Juan Velarde
Fuertes ha sido recientemente galardonado con el
premio Rey Juan Carlos de Economía como reconocimiento a su distinguida trayectoria profesional en el ámbito de la economía. No ha
sido el primer o de los r econocimientos públicos que ha tenido este
asturiano que llegó al mundo de la economía en busca de más vacaciones escolares y al que el destino le deparó un papel relevante en el
proceso de aper tura exterior de la economía española desde el modelo autárquico surgido tras la Guerra Civil. Inteligente y entusiasta,
J u a n Ve l a r d e s e d i s t i n g u e p o r h a b e r s a b i d o c ó m o n a d i e p r o p u l s a r
cambios de gran calado propugnando el debate desde las tribunas de
la prensa. Un hombre que se confiesa conser vador. Un economista, en
fin, constr uctivo y crítico, comprometido con el trabajo bien hecho y
ajeno a las estridencias que, desde su eter na vocación docente y por
encima de opciones políticas, sigue hoy,
a sus 75 años impulsando el avance de
la Ciencia económica en España.
crítico
de un conservador
convencido
Carlos Humanes y Rafael Alba
Periodistas
l flamante Premio Juan Carlos I de Economía llegó a la profesión como consecuencia de los caprichos del destino y de
su afición por el cine. Juan Velarde debía andar cambiando
el pantalón corto por los bombachos, según la moda de la época,
cuando en setiembre de 1943, y con el premio extraordinario del
examen de Estado calentito debajo del brazo, decidió entrar en el
madrileño cine Callao a ver una película de su "rubia favorita",
Jean Arthur. En la butaca inmediata se encontraba un compañero
E
suyo de aula que le recomendó estudiar una nueva carrera, Ciencias Económicas.
Velarde recuerda perfectamente aquella casualidad que definió la
trayectoria profesional de su vida: "Yo me había pasado todo el verano preparando el examen de Estado. Iba al Instituto Ramiro de
Maeztu y allí aprobé en junio el séptimo grado. Es decir aprobé el
Bachiller, pero como no tenía los 16 años cumplidos no me podía
presentar al examen de Estado que era imprescindible para ingre-
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OCTUBRE 2002 BOLSA DE MADRID
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Con nombre propio / Juan Velarde >
sar en cualquier Facultad. Así que tuve que esperar hasta septiembre y de paso me quede sin vacaciones a pesar de haberlo aprobado todo en junio", recuerda un profesor Velarde, inquieto, dicharachero y con sus habituales gafas cargadas de dioptrías deslizándose
hacia la punta de la nariz mientras unos cuantos cabellos rebeldes
se erizan ajenos a la disciplina del severo cepillado capilar. Quizá
no esperase una entrevista de tono tan personal - tras la concesión
del nuevo galardón se ha prodigado en los medios - pero entre divertido y curioso acepta nuestra invitación al recuerdo y se va entusiasmando con su propio relato.
"Imagínense, un muchacho de 15 años sin vacaciones de verano a
pesar de haberlo
aprobado todo. Yo
me sentía víctima de
una injusticia. No sabía muy bien qué hacer pero aquello no
podía quedar así, así
que cuándo me tropecé con aquel compañero en el cine y
me dijo que por qué
no hacía Ciencias
Económicas no le
presté mucha atención, pero cuando insistió diciéndome
que las clases no empezarían hasta enero, porque aún no estaban habilitados los locales
para las aulas, comencé a tomarme la sugerencia muy en serio. Era
mi oportunidad de revancha. Tres meses de vacaciones aunque fueran en otoño siempre serían tres meses de vacaciones". Con un gesto de travesura cómplice, Juan Velarde sigue rescatando recuerdos
a la memoria "en mi casa no había antecedentes en esto de la economía. Mis abuelos habían tenido una fábrica de mantequilla en Asturias pero poco más. Así que me tuve que esmerar a la hora de explicar en casa las grandes posibilidades que tenía una carrera universitaria que todavía no existía, porque yo soy de la primera promoción de la Facultad de Económicas", subraya sin disimular su orgullo.
DEL "RAMIRO" AL PARANINFO DE SAN BERNARDO
P
rimero el Instituto Ramiro de Maeztu, el centro de enseñanza
media en la que la España oficial de la posguerra se esmeraba
en cuidar. Su peligrosa proximidad física, en los Altos del Hipódromo, con la entonces denostada Institución Libre de Enseñanza debió constituir un fuerte estímulo para que los adalides de la educación franquista se volcaran en los extensos pabellones que coronan
la calle de Serrano. Después el curso inaugural de Económicas en
una España que de ciencia económica no sabía más de lo necesario
para sobrevivir con la cartilla de racionamiento, el gasógeno y el
extraperlo.
Un camino muy singular, el del profesor Velarde para acceder a la
vida profesional. "Cuando llegué a la Facultad, que estaba en el Paraninfo de San Bernardo, yo tenía algunas ventajas frente a mis
compañeros. En el Ramiro - es la forma en la que los alumnos se
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BOLSA DE MADRID OCTUBRE 2002
refieren al instituto- existía la asignatura de Economía. Lorenzo Vilas era el director y explicaba economía. Así que yo en aquel otoño
del 43 ya sabía que era eso de la oferta y la demanda, quienes
eran los fisiócratas o que el sistema ferroviario español estaba centrado en Madrid". Ventajas que le serían de notable utilidad en una
Facultad de Económicas poblada por una abigarrada colección de
gentes de cierta edad. "Yo era un chico jovencillo y de pronto me
doy cuenta de que soy el único que llega directamente del bachillerato. Los demás alumnos de aquel primer curso venían de otras
carreras. Incluso algunos ya eran profesionales de alguna otra disciplina. Me acuerdo, por ejemplo de Juan Arespacochaga, que era ingeniero de caminos, pero sobre todo me
acuerdo de un matrimonio que acudía a
clase con una criatura de meses. Cuando el
niño se ponía a llorar, la madre salía a toda
prisa del aula, y buscaba algún refugio discreto para amamantarlo. Para mí fue un
choque muy extraño. Esa fue mi primera
impresión, pero no fue la única enseñanza
de aquellos días, porque pronto me di
cuenta que la economía que nos enseñaban
no tenía nada que ver con la que aparecía
en los periódicos. Allí se nos ensalzaban las
ventajas del mercado libre, lo pernicioso
del proteccionismo, la necesidad de una arquitectura fiscal ortodoxa, en fin todo lo
contrario de lo que era la política económica oficial de la época".
EL NACIMIENTO DE LA FACULTAD DE ECONÓMICAS
L
legados a este punto no podemos evitar la tentación de pedir al
profesor Velarde que nos describa el nacimiento de la Facultad
de Económicas. Según nos relata la facultad se construye a partir
de dos grupos de economistas de escuelas encontradas. "En primer
término estaban los discípulos de Flores de Lemus que no se habían
exilado. Ahí aparecen Ramón Carande, Alberto Ullastres o José Castañeda. Por otra parte estaban José María Zumalacárregui y sus
discípulos. Este era catedrático de Valencia y enemigo de Flores de
Lemus. De una u otra forma Fernando Maria Castiella, que fue el
primer decano, consigue ir aglutinando a unos y otros hasta formar
el claustro. De todas formas yo tengo un recuerdo muy especial de
un profesor alemán, Heinrich Freiherr von Stackelberg que era uno
de los grandes de la economía de la época."
Stackelberg, según el relato de Juan Velarde, fue uno de los primeros economistas en estudiar la competencia imperfecta. Había sido
combatiente en el Caúcaso con el ejército alemán y una extraña
enfermedad, que terminaría revelándose como un cáncer, le apartó
de la vida militar. "Como buen aristócrata prusiano era nacionalista- apunta Velarde- y a su llegada a España estaba metido en conspiraciones contra aquel cabo loco llamado Hitler. Los nacionalistas
alemanes se aliaron inicialmente con el nazismo, pero al darse
cuenta de que iban directos a la destrucción comenzaron a conspirar. Ahí está la conjura de Rommel donde estaba metido Stackelberg que es quien hace el plan económico para la reconstrucción
alemana tras la pérdida de la guerra. Un plan que pone en marcha
Ludwig Erhardt. Stackelberg era amigo de Miguel Paredes, un
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Cuando llegué a la Facultad
pronto me di cuenta que la economía
que nos enseñaban no tenía nada
que ver con la que aparecía en los
periódicos. Allí se nos ensalzaban las
ventajas del mercado libre, lo
pernicioso del proteccionismo, la necesidad de una arquitectura fiscal ortodoxa, en
fin todo lo contrario de lo que
era la política económica oficial de la época”.
“
miembro importante del Instituto de Estudios Políticos, y como
Castiella estaba empeñado en traer a la facultad de económicas a
algún economista de prestigio internacional le contactan y el alemán se viene encantado. La verdad es que de alemán sólo tenía el
aspecto. Su madre era argentina y hablaba muy bien el castellano,
además le gustaban las tapas y la siesta. No tuvo ningún problema
para adaptarse".
A medida que transcurre la descripción
del alumbramiento
de aquella primera
facultad de económicas aumentan los
interrogantes. ¿Profesor, en su opinión
cuáles son los motivos por los que un
régimen tan marcado por la autarquía
como el inicial del
general Franco se
decide a crear la primera Facultad de
Económicas?. Juan
Velarde no se lo
piensa dos veces.
Vuelve a sonreir con
picardía y con su énfasis característico
enhebra el argumentario, "hay tres razones para que se decida crear la facultad de económicas. La primera es de orden puramente histórico. En 1931, Fernando de los Ríos inicia el proceso de
gestación y se establece un debate en foros académicos. Entonces,
en las facultades de derecho se hacían unos cursos superiores de
Economía. Desde el 32. Son unos cursos muy activos que se impartían en horario nocturno. Este proceso lo interrumpe la guerra, pero queda en el recuerdo universitario. El segundo motivo es la escisión que se produce en el mundo académico. José María Zumalacárregui se ha colocado abiertamente al lado del régimen franquista.
Tenía un hijo marino que asesinan en Cartagena, eso le supone una
acreditación adicional, así que le hacen presidente del Consejo de
Economía Nacional. Pero además Zumalacárregui había tenido como alumno a José Ibáñez Martín que había llegado a ministro de
Educación, y sobre el que tenía bastante ascendiente, así que Zumalacárregui, en la reapertura de la Universidad de Valencia hizo
un discurso en el que ya hablaba de la futura apertura de una Facultad de Económicas. En tercer lugar aparece la influencia del
grupo que estaba en la sección de Economía del Instituto de Estudios Políticos (una especie de think-thank de la época). Ellos influyen sobre Fernando Castiella que a su vez consigue el padrinazgo
de la Secretaria General del Movimiento. Curiosamente este grupo
estaba integrado por liberales y republicanos que habían encontrado un cierto refugio en el Instituto. La suma de estos tres elementos, junto con las recomendaciones a Franco para que promueva la
> Juan Velarde / Con nombre propio
formación de buenos economistas para el futuro del régimen son los referentes básicos en
que se apoya la fundación de la Facultad de
Económicas".
Con su exposición torrencial el profesor Velarde pasa como una apisonadora sobre lo que
debieron ser juegos de intereses enfrentados
en la aguerrida corte franquista de la posguerra. Pero eso a él no parece importarle. Al
contrario se ufana de que de siempre recibió
una formación liberal, y proclama con énfasis
una fe inquebrantable en "su santidad " el
mercado que corre paralela a la profunda aversión que le inspira el
proteccionismo.
PRIMER EMPLEO EN EL CONSEJO SUPERIOR
BANCARIO
H
echo el inciso corresponde seguir la pista de un Juan Velarde
ya licenciado en Económicas en la segunda mitad de los años
cuarenta. Su primer puerto de arribo profesional lo va a constituir
el Consejo Superior Bancario. Las exorbitantes quinientas pesetas
mensuales de la época que constituyen su salario, no son la causa
principal de satisfacción que le proporciona aquel empleo. "Eran
los libros y las revistas. Había muchísimos. Todos los imaginables.
El Banco de Bilbao pagaba su aportación al Consejo Superior Bancario en libras esterlinas depositadas en Londres. Y una buena parte de aquel dinero se invertía en adquirir en la capital británica
publicaciones especializadas en economía. Así que probablemente
éramos los que mejor surtidos estabamos de información económica en la España de aquella época. Esa biblioteca, y el hecho de que
trabajar, lo que se dice trabajar, se circunscribiera a los días inmediatamente anteriores a la publicación de las estadísticas bancarias
trimestrales, le daban a aquel trabajo un concepto pleno. Hasta tal
punto es así que atraídos por el imán de aquella abundante selección de publicaciones solían visitarnos en la sede del Consejo, en la
calle Marqués de Cubas, personajes como Carlos Muñoz Linares o
OCTUBRE 2002 BOLSA DE MADRID
71
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Con nombre propio / Juan Velarde >
Enrique Fuentes Quintana,
que era de un curso posterior
al mío en Económicas y con
los que luego terminaríamos
formando un grupo que, desde diversos medios de comunicación, propugnábamos un
cambio en las políticas económicas del régimen".
ESPECIALISTA
EN EL USO DE LOS
MEDIOS DE
COMUNICACIÓN PARA
PROPUGNAR CAMBIOS
L
a habilidad para usar los
medios de comunicación
como soportes para la difusión de sus posturas ha sido
una de las características
que han marcado la trayectoria profesional de Juan Velarde. Desde
aquella teorizante "De Economía", donde sostuvo su primera polémica profesional nada mas y nada menos que con el entonces poderosísimo Pedro Gual Villalbí, el profesor Velarde ha conseguido
mantener siempre una tribuna abierta con balcones a la opinión
pública. Así, en 1951, y con la oposición de Inspector Técnico de
Previsión Social ya ganada, se produce la irrupción en el Arriba, el
diario de Falange. "Llamó Ismael Herraiz para encargarnos la sección de economía del periódico. Nada mas llegar chocamos con una
"vaca sagrada" del periodismo económico de la época, Pedro Rico,
director de El Economista, la revista de cabecera en aquellos años.
Rico estaba absolutamente en contra de nuestros planteamientos.
Nosotros abogábamos por la apertura de los mercados, la estatificación del Banco de España, la creación de un impuesto sobre la
renta. En definitivamente éramos unos locos, aunque fíjese, el grupo lo componíamos Enrique Fuentes, García Quintana, Cesar Albiñana, José Mira, Gonzalo Arraiz, Juan Plaza Prieto y yo mismo. No
éramos un grupo homogéneo, lo que fundamentalmente nos unía
era la amistad", concluye el profesor.
La facilidad con que el Juan Velarde de la época transitaba por los
espacios falangistas le permitió construir un grupo crítico al modelo autárquico imperante desde los órganos de la propia formación.
De todas formas el experimento no duró mucho tiempo. "Hay una
cuestión que no se ha estudiado históricamente. En el congreso de
Falange de 1953 se abandona el nacional sindicalismo y se adoptan
posturas propias de la socialdemocracia. Prácticamente nadie ha
hablado de aquello". En esta parte de la conversación el profesor
se mueve con menos soltura. No elude hablar sobre sus pasadas relaciones con el falangismo, pero lo hace con desgana, como si se
tratase de un episodio trasnochado sin excesiva importancia.
"Nuestra relación con Falange pivotaba en torno a la figura de
Francisco Torras que luego sería director General de Estadística y
llegaría a ocupar la dirección general del Banco Hispano-Americano. Torras fue Secretario Nacional de Provincias de Falange y terminó convirtiéndose en uno de los grandes del mundo sindical de la
época. Comulgaba con nuestros planteamientos. También comulga-
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BOLSA DE MADRID OCTUBRE 2002
ba con nuestras ideas el propio director del Arriba Ismael Herráiz.
Precisamente cuando falleció empezaron los problemas. Recuerdo
una entrevista con Jesús Florentino Pueyo que era el Delegado Nacional de Prensa. Me dijo que nuestra postura era intolerable, que
no hacíamos mas que lanzar críticas feroces, que no veíamos nada
bueno. Y claro pensamos que había llegado la hora de hacer las
maletas periodísticas, así que dejamos el Arriba y terminamos en la
revista Anales de Economía".
APERTURA DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA: "EL GRUPO"
S
iempre en busca del altavoz mediático, siempre bordeando la
delgada línea de la intransigencia miope de un régimen en
busca de la perpetuación. Se trataba de abrir una vía casi inverosímil entre la aceptación del modelo político y la respuesta a un modelo económico claramente ineficaz que era necesario cambiar, pero desde dentro, desde un discreto segundo plano profesional en su
condición de alto funcionario, por oposición, del Ministerio de Trabajo. En eso llega el Plan de Estabilización y el tránsito de la autarquía económica franquista hacia modelos más ortodoxos. Ahora
los recuerdos brotan con renovada viveza. "A mí me nombra Jesús
Romeo Gorría vicesecretario de Estudios del Ministerio de Trabajo y
a Enrique Fuentes le reclama Alberto Ulastres, él estaba en el Ministerio de Comercio, con Varela y con Rojo y yo andaba asesorando la elaboración de la ley de Seguridad Social. Estábamos ya casi
todos en la Administración, pero seguíamos siendo críticos, aunque
ya nos comenzaban a hacer caso. Fuentes funda Información Comercial Española que era una revista de combate. Allí estaban Valentín Andrés, Juan Sardá y Malpaso, que era nuestro dibujante. Estaba yo, y también nos acompañaba Pablo Ortega, un nieto de Ortega y Gasset que terminó yéndose a la banca. Entre nosotros nos
llamábamos "el Grupo".
Eran años de cambios profundos. Toda esta generación de economistas jóvenes, procedentes de las primeras hornadas de la Facultad de Económicas son los encargados de ir gestando el tránsito
desde el modelo de economía cerrado con férreos controles hacia
fórmulas mas abiertas, donde la ley de la oferta y la demanda vaya
> Juan Velarde / Con nombre propio
“
Me fui a ver a Almunia -primer
ministro de Trabajo del Gobierno
Socialista- para anunciarle mi renuncia,
pero él va y me dice que de eso nada, que
él me cesa. Así que de ahí en adelante
siempre he puesto en mi currículo que
fui cesado por los socialistas en 1982.
Hombre, yo con los socialistas
“
nunca he tenido nada que ver.
Su política económica siempre
me pareció desafortunada y así
lo he expresado, pero yo tenía
amigos en el PSOE.
ganando protagonismo. Son además tiempos de mutación en el modelo social del país. Juan Velarde se recuerda a sí mismo inmerso
en el proceso de fijación del primer salario mínimo. Corría el año
1961 y el dólar comenzaba a brillar en aquella España tintada en
grises, y un dólar fue la primera referencia sobre la percepción mínima que deberían recibir los trabajadores.
Eran también años de abandono del aislacionismo. De repente el
país necesitaba conocer las referencias exteriores. Son también estos jóvenes economistas los encargados de ir "traduciendo" a un
lenguaje asumible por la tecnocracia las corrientes de pensamiento
económico y los modelos de política fiscal que se desarrollaban en
Europa y Estados Unidos. La relación con Laureano Lopez Rodó y
sus equipos de tecnócratas pulidos por la disciplina del Opus Dei
comienzan a hacerse mas frecuentes. Se inicia la incorporación de
miembros del "Grupo" a las primeras líneas de la Administración.
Mariano Navarro Rubio nombra secretario general técnico del Banco de España a Cesar Albiñana y con la misma denominación Manuel Varela se incorpora al equipo de Alberto Ullastres. Juan Velarde recuerda divertido su aportación personal a los Planes de Desarrollo "a mí, Lopez Rodó me metió en el Plan de Desarrollo de Guinea. Fue una pura casualidad. En la oposición a la cátedra de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona yo puse como ejemplo de lo que era subdesarrollo el caso guineano. Lo había leído en
el Boletín de la Sociedad Geográfica. Entre el público que asistía al
examen estaba Enrique Fuentes y él fue quien dio mi nombre a Lopez Rodó. Lo dudé mucho, pero al final acepté el encargo, y lo
cierto es que durante un montón de años la única estadística que
ha podido dar Naciones Unidas sobre el Producto Interior Bruto de
Guinea fue la que nosotros elaboramos".
LA REVOLUCIÓN DESDE DENTRO
H
abían pasado los años y los miembros del "Grupo" ya no eran
unos jóvenes economistas contestatarios. Casi todos habían
ganado cátedras, se habían casado, y tenían hijos, pero mantenían sus inquietudes por el futuro. "Nosotros estábamos convencidos de que la salida de España tenía que ser a la occidental. Creí-
><
amos que eso se podía lograr desde dentro. Esa era nuestra
apuesta. En el año 64 o 65, en las primeras elecciones que hubo
para procuradores familiares yo me presenté. Hice campaña en
Asturias apoyado en un grupo de gente que eran antiguos miembros del Frente de Juventudes. Yo comprendí que no iba a ganar
el día en que, cuando iba a dar un mitin en Gijón vi que estaban
pidiendo en la puerta del local el carné de identidad a los asistentes" el recorrido por la memoria resulta muy concreto. Hay un
punto de socarronería en la voz del profesor Velarde cuando recuerda que como respuesta a aquella presión policial se le ocurrió
desafiar al poder establecido, eso sí, con red de protección. " Cogí los comentarios que había realizado Franco contra la Política
del general Primo de Rivera en las que decía que el que critica
negativamente con el deseo de mejorar hace un servicio. Y ahí
arranco mi intervención. Bueno pues me llamó el entonces Gobernador Civil de Asturias, Mateo de Ros y me dijo que como me
atrevía a meterme con Franco. Yo le respondí que eran las mismas
palabras del Jefe del Estado y que si quería censurarlas allá él.
Como era natural, no salimos elegidos", concluye.
FUGAZ PASO POR EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN:
EL NACIMIENTO DE LA SELECTIVIDAD
C
umplida la experiencia política a golpe de mitin, Juan Velarde
decide replegarse hacia territorios mas conocidos y retorna a
sus clases y a la Administración. En el Ministerio de Trabajo "reinaba" Licinio de la Fuente cuando el profesor Velarde recibe la llamada de Cruz Martínez Esteruelas para que se incorpore a su equipo
en el Ministerio de Educación. Cruz Martínez Esteruelas era uno de
los astros emergentes en el sistema satelital que en aquellos días
conseguían imponer en la cúpula de la política española los discípulos de San José María Escrivá de Balaguer. Había conocido a Juan
Velarde en la Fundación Juan March de donde era máximo responsable ejecutivo mientras el catedrático se encargaba de la secretaría económica. Velarde relaciona su incorporación al Ministerio de
Educación con una curiosa anécdota "Cuando Martinez Esteruelas
me hace la propuesta yo le digo que existe la posibilidad de comprar el retrato que Goya le hizo a Jovellanos. Me constaba que estaba siendo ofrecido, y además a buen precio. Le puse la condición
de que lo comprara para que yo me fuera con él. Y lo compró. Con
Martínez Esteruelas pusimos en marcha desde el Ministerio de Educación la "selectividad". Allí estuve hasta que llega al Ministerio
Carlos Robles Piquer y yo declino la invitación a continuar. Regreso
al Ministerio de Trabajo".
TRANSICIÓN AL LADO DE LAS APUESTAS
CONSERVADORAS
allí continuó hasta la llegada de los socialistas al poder. Su
acendrada vocación conservadora le lleva a plantear la dimisión "Me fui a ver a Almunia - primer ministro de Trabajo del Gobierno Socialista - para anunciarle mi renuncia, pero él va y me dice que de eso nada, que él me cesa. Así que de ahí en adelante
siempre he puesto en mi currículo que fui cesado por los socialistas
en 1982". El profesor Velarde insiste, con la benevolencia que siempre aporta la distancia del tiempo transcurrido, en restar importancia a aquel episodio "hombre, yo con los socialistas nunca he tenido nada que ver. Su política económica siempre me pareció des-
Y
OCTUBRE 2002 BOLSA DE MADRID
73
Con nombre propio / Juan Velarde >
afortunada y así lo he expresado,
pero yo tenía amigos en el PSOE.
Estaba Ernest Lluch con quien
coincidía en el Consejo de Investigaciones Sanitarias, y estaba Enrique Barón a quien yo había tenido
de ayudante y que, haciendo honor
a una promesa previa, me invitó a
comer cuando le hicieron ministro.
Es que yo, aparte de con los separatistas, me llevo bien con todo el
mundo", sentencia con un énfasis
muy medido.
Durante la Transición política española Juan Velarde cumple sus inquietudes políticas participando en
la fundación del Alianza Popular. El
más conservador de los partidos
democráticos y el más acorde con
la ideología de Velarde que piensa
que son los conservadores quienes
apuntalan los avances. El viejo
partido que fundaran Fraga y Areilza era el destino lógico para quien
como él, estuviera convencido de
que el futuro de la política española debería construirse sobre una
evolución mas o menos lineal de
las instituciones heredadas del
franquismo. Su otro flanco vital, la
presencia en medios de comunicación la cubría con su incorporación
al consejo editorial del extinto diario Ya, después de haber mantenido una fluida colaboración con el
también desaparecido Arriba, donde firmó durante los setenta , una
sección diaria que se llamaba "Las
Libretillas". Y desde ahí, en los albores de los noventa, a las páginas
del semanario Epoca, nacido bajo
la dirección de un viejo conocido
el periodista Jaime Campmany
que también había velado sus armas profesionales en el falangista
Arriba.
“
Las regulaciones crean
pocos amigos y quitan muchos
partidarios. Ahí está el ejemplo de las
“punto com”. No se puede dejar que
los emisores campen por sus
respetos. Las reglas son
u concepción del mercado es bastante tradicional. La noción
de que debe existir un orden regulado se refuerza con las últimas experiencias negativas que han vivido los inversores. "Las regulaciones crean pocos amigos y quitan muchos partidarios. Ahí está el ejemplo de las "punto com". No se puede dejar que los emisores campen por sus respetos. Las reglas son antipáticas, pero están
para respetarlas. Miren si no lo que les ha ocurrido a los pequeños
accionistas: les han hecho una mamola".
74
BOLSA DE MADRID OCTUBRE 2002
ECONÓMICO
E
l futuro económico inmediato presenta, en opinión del profesor Velarde, un buen cúmulo de peligrosas incógnitas. "La situación está definida
por cuatro referentes muy graves: un
Japón que tiene que dejar que sus bancos quiebren por muy doloroso que resulte; Estados Unidos con un déficit comercial y una deuda externa monstruosos a lo que suma una población endeudada peligrosísimamente, castigada
por las caídas bursátiles y metida hasta
las cejas en hipotecas. Eso ha provocado un incremento en el déficit público
y el desarrollo de la política armamentística; luego está Europa, con Alemania que no ha metabolizado su reunificación porque hizo un disparate. Eso
de integrar a los landers orientales
multiplicando por diez el valor de su
moneda es como si nosotros hubiéramos entrado en la Unión Monetaria a
16,7 pesetas por euro. No habría actividad en España que siguiera en pié.
Pero ahí siguen, y van a introducir nuevas complicaciones con la ampliación a
los países del Este, así que es lógico
que necesiten fondos de todo tipo; y
luego está lo de Hispanoamérica. A los
gestores de las grandes empresas españolas les dio por pensar que no había
riesgo. Mas de uno ha ido a por lana y
ha salido trasquiladísimo. Ahora, con
este escenario tenemos que tener una
solidez en la política económica extraordinaria. Tenemos que hacerlo muy
bien", y tras una breve reflexión sentencia: "todo es mejorable en este
mundo, pero lo estamos haciendo bien.
Hay que tener cuidado. Los economistas somos los tíos antipáticos, pero tenemos que señalar a los políticos las
carencias de sus estrategias económicas. Eso sí, con cordialidad..."
El encuentro toca a su fin. Han sido
mas de dos horas de conversación distendida. A la hora de las despedidas una niña con sonrisa vivaracha y una aureola de rizos dorados
nos contempla divertida desde sendas fotografías. Es Alicia, la nieta
del profesor, su actual debilidad, que comparte espacio gráfico con
su abuela en el confortable habitáculo del profesor. Y en el recibidor
una sorpresa: Luis Martinez Noval y Ciriaco de Vicente ocupan los
despachos contiguos en la sede del Tribunal de Cuentas. ¿Habrá recibido el profesor algún influjo de vecinos tan socialistas o habrá sucedido justamente lo contrario?. Tal vez si las paredes hablasen...
antipáticas, pero están para
respetarlas. Miren si no lo
que les ha ocurrido a los
pequeños accionistas: les
han hecho una mamola
LOS MERCADOS NECESITAN REGULACIÓN
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EL JUAN VELARDE ANALISTA
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