REPASO EN ESPAÑOL C.E.I.P. GLORIA FUERTES NATURAL SCIENCE 5 UNIDAD 2: LA RELACIÓN Y EL CUERPO HUMANO (INTERACTION AND THE BODY) El cerebro humano nos hace únicos frente al resto de seres vivos, no solo por la memoria o la consciencia, sino por la fuente de creatividad, las emociones y la sabiduría. Es tan complejo que nos falta por descubrir de él mucho más de lo que sabemos. Los humanos tenemos tres funciones vitales: - Nutrición: aparatos digestivo, circulatorio, excretor y respiratorio. Interacción: Sistema nervioso y locomotor y los sentidos. Reproducción: aparatos reproductores masculino y femenino. Gracias al sistema nervioso y los cinco sentidos somos capaces de interactuar con el entorno, los órganos de los sentidos le mandan la información al cerebro. Cuando se agrupan varias células con una misión en común se le llama Tejido, por ejemplo el tejido pulmonar. Varios Tejidos formarán un Órgano, por ejemplo el pulmón. Varios órganos forman lo que se llama Un Sistema, por ejemplo el Sistema Respiratorio. Y varios Sistemas forman un Ser Vivo o Individuo, por ejemplo el Cuerpo Humano. La organización del cuerpo humano Las personas somos seres pluricelulares. Nuestras células no se colocan de cualquier forma, sino que están organizadas. En nuestro cuerpo se pueden distinguir varios niveles de organización: • Los tejidos: En los seres pluricelulares, las células que son del mismo tipo se agrupan en tejido. Todas las células de un mismo tejido realizan una funció común. • Los órganos: Un órgano está formado por la unión de varios tejidos que se organizan para funcionar conjuntamente. El estómago, el corazón o los riñones son ejemplos de órganos. Cada órgano lleva a cabo una función concreta necesaria para la actividad de todo el organismo. • Sistemas: Un sistema está formado por varios órganos del mismo tipo que realizan la misma función. Por ejemplo, el sistema muscular está formado por todos los músculos del cuerpo, mientras que los huesos constituyen el sistema óseo. • Los organismos: La unión de todos nuestros aparatos y sistemas origina un ser humano. Cómo ocurre la función de relación Si alguien nos llama, escuchamos nuestro nombre y respondemos girándonos hacia el lugar de donde procede el sonido. Para que todo esto suceda se necesita la intervención coordinada de los órganos de los sentidos, el sistema nervioso y el aparato locomotor. La función de relación ocurre en varios pasos: - Los órganos de los sentidos poseen unos receptores que captan la información de todo lo que ocure en nuestro entorno. Estos receptores son capaces de percibir estímulos del exterior como la luz, el sonido, la presión, etc. - Estos receptores envían la información al cerebro mediante nervios que forman parte del sistema nervioso. - El cerebro, otro de los componentes del sistema nervioso, analiza la información y decide qué hacer. - El cerebro envía órdenes a través de los nervios. - El aparato locomotor, formado por los músculos y los huesos, recibe las órdenes y realiza los movimientos. Los órganos de los sentidos Los órganos de los sentidos captan información del exterior y la envían al cerebro a través de los nervios. Los ojos y el sentido de la vista Los ojos son los órganos del sentido de la vista. Su función es captar la luz. Con ellos podemos percibir los colores, las formas y las distancias. La información que llega a los receptores de la retina viaja hasta el cerebro a través del nervio óptico. El cerebro recibe la información y la interpreta. Córnea Retina Pupila Punto Ciego Cristalino Nervio Óptico Iris La luz entra por la córnea y la pupila, el iris es el músculo que agranda o disminuye la pupila para regular la entrada de luz. El cristalino enfoca la imagen en la retina al fondo del ojo. El nervio óptico envía la información al cerebro. El punto ciego es una zona donde no se responde a la luz. Los oídos y la audición Los oídos son los órganos del sentido del oído. Con ellos percibimos los sonidos, el lugar de dónde proceden y sus propiedades. En el caracol se encuentran los receptores que captan los sonidos. El caracol está unido al nervio auditivo, a través del cual la información se transmite al cerebro El sonido entra por el canal auditivo y el tímpano vibra. Esa vibración hace vibrar la cadena de huesecillos, cuando la vibración alcanza el caracol, se transforma en energía eléctrica y el nervio óptico envía la señal al cerebro. Los canales semicirculares del oído interno nos hacen mantener el equilibrio. La lengua y el sentido del gusto La lengua es el órgano del sentido del gusto. Por medio de la lengua percibimos los sabores. En la superficie de la lengua se encuentran las papilas gustativas, que son unos pequeños abultamientos que contienen los receptores de los sabores. La nariz y el sentido del olfato La nariz es el órgano del sentido del olfato. En su interior está la pituitaria amarilla, que es la zona que capta los olores. En la pituitaria amarilla se sitúan los receptores olfativos, que mandan al cerebro la información que reciben a través del nervio olfativo. La piel y el tacto La piel es el órgano donde se encuentra situado el sentido del tacto. Con este sentido podemos percibir distintos tipos de sensaciones como la forma y la textura de los objetos, la presión, el calor y el frío. En la piel se encuentran los receptores del sentido del tacto. Estos receptores están unidos a nervios a través de los cuales la información llega al cerebro. La capa media se llama dermis, contiene los nervios, pequeños vasos sanguíneos y los nervios detectan las sensaciones (temperatura, dolor, etc). El sistema nervioso Para poder realizar la función de relación necesitamos el sistema nervioso, que lleva a cabo tareas muy importantes: - Analiza la información que nos llega del exterior a travé de los órganos de los sentidos y también todo aquello que ocurre en el interior de nuestro cuerpo. - Ordena las respuestas necesarias para el funcionamiento de nuestro organismo. Coordina el funcionamiento de los órganos y sistemas del cuerpo: el sistema circulatorio, el digestivo, etc. En el sistema nervioso se distinguen dos partes: el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico. El sistema nervioso está formado por un único tipo de tejido, el tejido nervioso. Las neuronas Las células que forman el tejido nervioso se llaman neuronas y se caracterizan por tener distintas prolongaciones con las que transmiten información continuamente. En una neurona se distinguen tres partes: - El cuerpo, que es la zona más ancha de la que parten diversas prolongaciones. - Las dendritas, que son prolongaciones muy ramificadas. A través de ellas, las neuronas reciben información de los órganos de los sentidos o de otras neuronas. - El axón, que es una sola prolongación más fina y larga que las dendritas. A través del axón se transmite información a otras neuronas o se envían órdenes a los órganos. El sistema nervioso central La función del sistema nervioso central consiste en recibir información, interpretarla y elaborar una respuesta. Está formado por el encéfalo y la médula espinal. El encéfalo está situado en la cabeza y protegido por los huesos del cráneo. Tiene tres partes: – El cerebro, que controla los actos voluntarios como hablar y pedalear. Es el órgano del pensamiento y almacena datos y experiencias en la memoria. – El cerebelo, que coordina los movimientos y controla el equilibrio. – El bulbo raquídeo, que regula la actividad de los órganos internos. Controla sin que nos demos cuenta, por ejemplo, los latidos del corazón. La médula espinal se encuentra protegida en el interior de las vértebras que forman la columna vertebral. Ordena respuestas involuntarias, como retirar la mano cuando nos quemamos. El sistema nervioso periférico El sistema nervioso periférico está formado por los nervios, que son fibras largas formadas por la unión de axones de varias neuronas. Los nervios llegan a todas las partes de nuestro cuerpo: a los órganos de los sentidos, los músculos, las vísceras, etcétera, y las comunican con el encéfalo y la médula. Hay dos tipos de nervios: los sensitivos y los motores. Los nervios sensitivos transmiten información desde los órganos hasta el encéfalo y la médula espinal. Los nervios motores llevan las órdenes del encéfalo y de la médula espinal hasta otros órganos. El aparato locomotor El aparato locomotor está formado por los huesos, las articulaciones y los músculos, que trabajan conjuntamente para que nos movamos. El aparato locomotor interviene en la función de relación llevando a cabo las órdenes del cerebro mediante el movimiento. El esqueleto El esqueleto está formado por todos los huesos del cuerpo. El esqueleto es un armazón que da forma a nuestro cuerpo, nos permite mantener la postura, interviene en el movimiento y protege órganos delicados, como el cerebro, la médula espinal y el corazón. Los huesos y las articulaciones Los huesos son órganos rígidos y resistentes que contienen sustancias minerales como el calcio. A pesar de su aspecto rígido, los huesos son órganos vivos que crecen y cuyas células necesitan nutrientes. En nuestro cuerpo tenemos tres tipos de huesos diferentes: planos, largos y cortos. Los extremos de muchos huesos del esqueleto están cubiertos de cartílago, que es un tejido mucho más flexible y blando que el tejido óseo que forma los huesos. También hay cartílago en otras zonas de nuestro cuerpo, como la nariz y las orejas. Los huesos del esqueleto se unen entre sí mediante las articulaciones. La rodilla y el hombro son articulaciones móviles y los huesos permanecen unidos mediante los ligamentos. También hay articulaciones, como las que unen los huesos del cráneo, que no permiten el movimiento entre los huesos que las forman. Los músculos Los músculos son órganos elásticos, es decir, pueden estirarse y encogerse y después recuperan su forma y su tamaño anterior. Los músculos son unos órganos que se unen a los huesos y hacen que estos se muevan. Hay músculos que recubren distintos órganos de nuestro cuerpo y otros, los músculos esqueléticos, que realizan el movimiento del esqueleto. Estos se unen a los huesos mediante los tendones. El aparato locomotor realiza los movimientos que ordena el sistema nervioso gracias a la capacidad de los músculos para variar su tamaño.