Artículo científico Atención visual temprana ›M ª Isabel Avellaneda Guirao O.C. 17.395 El objetivo de este trabajo es analizar el estado de la salud visual en una población infantil. Cada uno de los niños fue sometido a un test de agudeza visual de manera monocular y binocular para, posteriormente, analizar los resultados obtenidos y poder compararlos con los de otros estudios de características similares. Palabras clave Agudeza visual, ambliopía, test direccional de Snellen. Introducción L a visión es responsable de la mayor parte de la información que recibimos del medio externo, ya que el 85% del aprendizaje se lleva a cabo a través de la visión, por lo que un buen desarrollo de la misma es de suma importancia en los primeros años de vida, debido a que nos permite la interacción social, el aprendizaje y la comunicación. Por tanto, podemos afirmar que los problemas visuales pueden ocasionar graves perjuicios en el aprendizaje y la socialización de los niños, además de ser una de las principales causas del fracaso escolar. la base de que la mayoría de estos niños están en sus primeros cursos, y aún no saben leer, debemos utilizar optotipos con objetos o dibujos que sepan reconocer para obtener unos valores de agudeza visual subjetivos. En estos casos podemos utilizar el test de Pigasou, Cardiff, la E direccional de Snellen o el test de Landolt, entre otros. En este caso, nos centraremos en el test direccional de Snellen, que ha sido el utilizado en esta práctica. La AV de un paciente determina el detalle más pequeño perceptible por dicho sujeto. Es la capacidad que posee el sistema visual para detectar, reconocer y resolver detalles espaciales en un test de alto contraste y con un buen nivel de iluminación. Existen diferentes test para la determinación de la agudeza visual en niños en edad escolar. Partiendo de › nº 455 Figura 1. Test direccional de Snellen. ÓPTICA Figura 2. Medida de AV del OD. OFTÁLMICA Figura 3. Medida de AV del OI. Este test consiste en una serie de E que subtiende un ángulo de 5´ de arco, con la particularidad de que cada abertura subtiende un ángulo de 1´ de arco. La ventaja fundamental de este test es que podemos encontrar la abertura tanto en posición inferior como superior, derecha o izquierda, con lo que la posibilidad de acertar al azar se reduce a 1 sobre 5. Durante la etapa de desarrollo visual de un niño, la cual puede estar comprendida desde el nacimiento hasta los 8-9 años, podemos beneficiarnos de la plasticidad neuronal para mejorar su desarrollo visual, considerando a esta como la capacidad de adaptación del sistema nervioso para minimizar las “lesiones”, modificando su organización estructural y funcional. A nivel visual, podemos interpretarlo como una redistribución de las células corticales visuales. Durante esta etapa podemos intentar mejorar los valores de agudeza visual en los niños, evitando con ello los casos de ambliopía producidos por errores refractivos. Podemos considerar la ambliopía como una disminución de la agudeza visual sin que existan alteraciones orgánicas o patológicas que la justifiquen. Se trata de una de las consecuencias más importantes de los defectos visuales no corregidos en la infancia, principalmente estrabismos y defectos de refracción. Material y método El único criterio de inclusión fue la edad. El examen de agudeza visual y posterior refracción fue efectuado a niños con edades comprendidas entre los 3 y los 9 años. Todas las revisiones fueron realizadas entre los meses de septiembre y octubre de 2008, a principio de curso. El test utilizado en este trabajo fue el test direccional de Snellen, a una distancia de tres metros, al que fueron sometidos 126 niños con unas condiciones de iluminación escotópicas. Se analizó primero el ojo derecho de cada uno de los niños, posteriormente el izquierdo y, por último, de manera monocular. En todos los casos, la medida de la agudeza visual se tomó sin corrección óptica y sin el uso de cicloplégicos. La agudeza visual fue anotada en todos los casos en su forma decimal. Resultados De los 126 niños explorados, encontramos que el 49.2% eran mujeres, frente al 50.8% de varones. La media de edad de la muestra fue de 5.66 (± 1.508), todos ellos con edades comprendidas entre los 3 y los 9 años. En cuanto a la media de agudeza visual obtenida en este estudio, obtuvimos un 0.9152 (± 0.196 ) para el ojo derecho con unos valores comprendidos entre 0.1 y 1.20. Enero 2011 › Artículo científico Atención visual temprana Figura 4. Agudeza visual de OD. Para el ojo izquierdo encontramos un valor medio de agudeza visual de 0.9304 (± 0.169), con unos valores comprendidos entre 0.20 y 1.20. En lo que respecta a la agudeza visual binocular, la media obtenida fue de 0.9448 (± 0.17), con valores comprendidos entre 0.2 y 1.20. Encontramos que un 6.8% del total tenía una agudeza visual igual o inferior a 0,5 en al menos uno de sus ojos, aunque de manera binocular encontramos tan sólo un 4%. Tan sólo un 1.6% del total usaba gafas en el momento de la exploración y, tras esta, recibieron prescripción óptica el 8.7%, cuya media de edad era de 5.36 (± 1.286) años. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre la agudeza visual (tanto la del ojo derecho como la del izquierdo y la binocular) y la edad del niño en ningún caso (p=0.00). Discusión Tras consultar los resultados obtenidos en algunos trabajos de idénticas características, hallamos un estudio realizado en el barrio de La Encarnación a 46 niños en edad escolar5, en el que obtuvieron que un 32.5% presentaba una agudeza visual igual e inferior a 0.6, del cual un › nº 455 Figura 5. Agudeza visual de OI. 6.5% presentaba un valor de agudeza visual de 0.3 en, al menos, uno de sus ojos. Al igual que en otros en los que, tras la revisión y posterior refracción1 de 4.298 niños menores de 5 años, obtuvieron una prevalencia de error refractivo hipermetrópico, además de que un 8,8% presentaba riesgo de padecer ambliopía (ya fuese isometrópica o anisometrópica). Aparte de todo esto se prescribió corrección óptica al 16.6% de los niños examinados. Más recientemente2, encontramos otra revisión a 45.087 niños en edad escolar, en la que obtuvieron que un 4,11% tenía una agudeza visual igual o inferior a 0,5 en uno de sus ojos o en ambos. En un 4.03% de los niños revisados se prescribió corrección óptica. En este artículo se encontró una prevalencia de la miopía como error refractivo. Se encontró además una incidencia de ambliopía de un 0.1%. En ese mismo año localizamos un estudio similar realizado en Sao Paulo3 , en el que fueron examinados 2.825 niños, obteniendo una agudeza visual de 0.5 o inferior en el mejor ojo para un 4.82%. Se realizó una prescripción óptica en el 76.8% de los casos y, además, se encontró una incidencia de ambliopía de un 11.4%. En otro estudio realizado en 2008 en Santa Fé4, obtuvieron que un 10.7% te- ÓPTICA Figura 6. Agudeza visual binocular. OFTÁLMICA Figura 7. Relación entre agudeza visual y edad. nía una agudeza visual igual o inferior a 0.6. En todos los casos la incidencia de hipermetropía fue superior tanto para el caso de varones como de mujeres en ambos ojos. Además, un 7.91% recibió prescripción óptica. Obtuvieron, además, que un 3.9% había desarrollado ambliopía. A pesar de encontrar similitudes en los resultados con los otros estudios de iguales características, estos no son comparables, ya que la cantidad de niños examinados en cada uno de ellos difiere bastante. Al igual que en otros estudios encontramos un porcentaje menor de lo que cabría esperar de agudeza visual inferior a 0.5, en nuestro caso, teniendo en cuenta que se prescribió corrección óptica a un 8.7%, porcentaje mayor que en otros estudios realizados hasta el momento, a pesar de todo, los valores de agudeza visual encontrados son bastante aceptables. A modo de conclusión, podemos decir que la atención visual primaria temprana nos aporta una pronta identificación y tratamiento de las anomalías visuales con el fin de garantizar que los niños tengan una máxima agudeza visual. Por lo tanto, es muy importante la concienciación por nuestra parte, tanto de padres como profesores, para promover programas de detección temprana de anomalías visuales. Bibliografía 1. Kattouf VM, Scharre J, McMahon J, Morrissey C, Korajczyk D, Beatty R. Comprehensive vision care in urban communities: the pediatric outreach program. Optometry. 2009 Jan;80(1):29-35. 2. Bagchi K, Sarkar SN, Chattopadhyaya T, Dan A. Vision screening programme among school children-evaluation of the outcome in a selected urban locality. J Indian Med Assoc. 2008 May; 106(5): 283-6,288. 3. Salomão SR, Cinoto RW, Berezovsky A, Mendieta L, Nakanami CR, Lipener C, Muñoz Ede H, Ejzenbaum F, Belfort R Jr, Pokharel GP, Ellwein LB. Prevalence and causes of visual imparirment in low-middle income school children in Sao Paulo, Brazil. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2008 Oct; 49(10):4308-13. 4. Dres. Pablo J. Verrone y Marcelo R Simi. Prevalence of low visual acuity and ophthalmological disorders in six-year-old children from Santa Fe city. Arch. Argent. Pediatr. vol. 106 no. 4 Buenos Aires July/Aug. 2008. 5. Pelozo, M. Agudeza visual en niños escolares de un barrio de Encarnación. http://neurociencias.iespana.es/revista1f.htm. 6. Thedore P Grosvenor. Optometría de atención primaria. Elsevier España, 2004. Enero 2011 ›